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Departamento de Artes
Carrera: Artes, Orientación Musical
MORFOLOGÍA
Profesor
MIGUEL ÁNGEL BAQUEDANO
Revisión y colaboración
Profesor
JOSÉ IELPI
FORMA MUSICAL
.Repetición
.Variación
El enfoque de este asunto se halla orientado por una observación de las propiedades
de la variación definida ésta según sea la estimación que se haga de los dos aspectos,
1 También puede ser interpretada como variación.
permanencia/cambio, que ella involucra: Desde esta perspectiva, consideraremos la
variación a partir de las siguientes premisas:
A) La variación concibe a la permanencia (lo que se ‘repite’) como algo implícito y al
cambio (lo que se ‘modifica’) como algo explícito. [La variación tendiendo al cambio];
B) La variación concibe al cambio (lo que se ‘modifica’) como algo implícito y a la
permanencia (lo que se ‘repite’) como algo explícito. [La variación tendiendo a la
permanencia].
(i) variación motívica: engendramiento por transformación lineal de los motivos a partir
de un modelo dado. Así, es característico de la forma de construcción de temas, ideas
secundarias y desarrollos, en el contexto de la música clásica y de temas de músicas
populares. En estos contextos, son frecuentes las dos situaciones siguientes:
2 ARNOLD SCHOENBERG, Fundamentos de la composición musical (tit. or. Fundamentals of Musical Composition), trad. por A. Santos, Madrid, Real
Madrid, 1989, Cap. III El motivo, p.19
A propósito de esta última situación, véase debajo, bajo el acápite Contraste, el caso de la
construcción temática fundada en dos motivos contrastantes que se integran en una
configuración, en formas instrumentales del período clásico.
Con referencia al ejemplo del Finale de la Sinfonía n.1 de Brahms, el autor describe la
Variación progresiva de la siguiente manera: (p102) “pone el acento en el acto de
engendrar; todo se desarrolla a partir de un algo, a partir de un motivo concreto (…) o
de meras ordenaciones interválicas desligadas del ritmo (…).(p103) La variación
progresiva destaca el acto de la transformación: una idea de partida se presenta
distinta cada vez, es conducida mediante un proceso hacia otras formas.”
Para Kuhn, el sustento puede ser, alternativamente un motivo (caracterizado por
ciertas propiedades interválicas fijas –cosa que no señala pero que el ejemplo
parece demostrar- y tratado en base a ciertas propiedades rítmicas móviles) u
ordenaciones interválicas desligadas del ritmo (precisamente, el ejemplo parece
demostrar el empleo consecuente de cierta interválica fija plasmada sobre formas
rítmicas diversas). Esta perspectiva significa concebir una tematización fundada, al
mismo tiempo, en las propiedades de un motivo de base y en su interválica intrínseca.
Sin embargo, el análisis de Kuhn pone el acento en la tematización de la interválica
(aunque no lo expresa de este modo) antes que en la del motivo.
En este punto, conviene subrayar las implicancias de los términos motivo: forma
distinguible, figura de superficie e interválica fija: consistencia de fondo.
Ejemplos: Johannes Brahms, Sinfonía n.1, Op. 68, Finale (c. 118 y ss.); Cuarteto en La
Mayor, II mov., Andante, Tema; Sinfonía n.4, Op. 98, I Mov., Tema
4 CLEMENS KÜHN, Tratado de la forma musical (tit. or. Formenlehre der Musik), trad. por Miguel Angel Centenero Gallego,1ra. ed., Barcelona, Editorial
Labor, 1992.
iib) variación progresiva o desarrollante en contexto temático/atemático y lenguaje
atonal: engendramiento por transformación progresiva, a partir de considerar cierto(s)
intervalo(s) –contenido(s) en una figura de base-, como unidad estructural es decir,
desligados del ritmo.
Ejemplos: Arnold Schoenberg, Sechs Kleine Klavierstücke, Op. 19, n. IV, n. VI; Anton
Webern, Fünf Sätze, op. 5, n. IV
En este caso, la variación concibe al cambio (lo que se ‘modifica’) como algo implícito
y a la permanencia (lo que se ‘reitera’) como algo explícito. Es el ideal de la variación
post-romántica en ciertas corrientes musicales, tales como el nacionalismo ruso y
algunas tendencias de la música francesa, que se apartan del ascendiente de la
música austro-alemana. La variación así concebida se constituye en método de
ampliación del enunciado sonoro bajo dos aspectos: (a) variación ornamental, es decir,
la energía ornamental o decorativa se constituye en el método de ampliación y
propulsión del enunciado sonoro; (b) variación por “desviación mínima del modelo”: a
nivel rítmico, por agregado/sustracción de valores, silencios o ligaduras a un ritmo
dado, o bien, por alternancia de células rítmicas fijas con células rítmicas variables
(aumentación y disminución rìtmica a nivel celular); a nivel diastemático (alturas) por
desplazamiento parcial a intervalos próximos.
En este tipo de variación, el interés pasa por el índice de recurrencia lineal alcanzado,
fundado éste en una diversidad subyacente. Es el ideal de la variación post-romántica.
5 A pesar de la sinonimia, no confundir con la variación ornamental en contexto temático y lenguaje tonal.
modificación de la densidad relativa: agregado de voces en forma homorrítmica, por
movimiento paralelo/libre; ii) por modificación del entorno armónico (armonía
complementaria de la temática), o bien, por modificación de la disposición en el
registro, densidad y/o sonoridad relativas de una misma armonía; iii) por modificación
de la tesitura (desplazamiento/transposición a un intervalo dado); iv) por modificación
de la posición métrica. Así, es característico del tratamiento de temas en el contexto
de cierta corriente nacionalista rusa: Mussorgsky, Stravinsky; impresionista: Debussy y
del período místico de Satie.
Ejemplos Claude Debussy, Prèludes: La fille aux cheveux de lin, Canope; Erik Satie,
Ogives: n. 4
b) variación por “desviación mínima del modelo” (Pierre Boulez), en contexto temático
y con empleo de modos y/o subsistemas próximos de la tonalidad mayor-menor. Se
trata de variación rítmica, sea por agregado/sustracción de valores, silencios o
ligaduras a un ritmo dado; sea por alternancia de células rítmicas fijas con células
rítmicas variables (aumentación y disminución rìtmica a nivel celular). En cuanto al
tratamiento a nivel diastemático (alturas) se procede, de modo similar, por desviación
mínima del modelo (desplazamiento a intervalos próximos). Así, es característico del
tratamiento de temas, o bien, personajes rítmicos, en el contexto de cierta corriente
nacionalista (Stravinsky), y, eventualmente, del eclecticismo (Messiaen). (El término
personaje rítmico es empleado por Olivier Messiaen, quién lo define de la siguiente
manera: “Asimilando la cosa a las leyes del teatro, le otorgamos el título de
‘Personajes rítmicos’: es un vocablo expresivo, fácil de retener, y que crea una
imagen.”6 El término personaje aludiría, pues, a la capacidad de acción de los
mismos.)
El concepto de variación por “desviación mínima del modelo”, puede ser extrapolado a
otros contextos diferentes de aquél en el cual fue descripta por Pierre Boulez. Así, en
contexto atemático y con empleo de modos y/o subsistemas próximos de la tonalidad
mayor-menor, o bien, lenguaje no-tonal, el tratamiento de la variación se basa en una
figura, evento u objeto sonoro, o bien, personajes rítmicos. Tal figura, evento sonoro o
personaje rítmico, según el caso, se halla sometido a un tratamiento fijo / móvil
(variante, con un bajo índice de cambio) por i) desviación mínima del modelo por
desplazamiento a intervalos próximos; ii) modificación de los valores de duración por
agregado/ sustracción, aumentación/disminución; iii) modificación de la articulación; iv)
modificación de la dinámica (intensidad relativa). Así, es característico del tratamiento
de acontecimientos sonoros, en composiciones no-lineales de Cage y Messiaen –
años’40-, como en composiciones de Edgar Varèse y Morton Feldman.
Ejemplos: John Cage, In a Landscape; Two Pieces for Piano; Seis Melodías para violín
y piano; Tossed As It is Untroubled –piano preparado-; Edgar Varèse, Integrales
(comienzo); Olivier Messiaen, Vingt Regards sur l'enfant-Jésus: XII La parole toute-
puissante, XIII Noël, XIV Regard des Anges.
Ejemplos: Messiaen, Quatuor pour le fin du temps, Danse de la fureur, pour les sept
trompettes; Livre d’orgue, I Reprises par interversion; III, Les mains de l’abîme
(Inversiones sobre 3 ritmos hindúes, manthikâ 1ro, forma exagerada, no cambia –
manthikâ 2do y mallatâla aumentan cada uno una fusa por valor, en cada repetición);
V Píece en trio; VII, Soixante Quatre durées (64 duraciones cromáticas, de 1 a 64
fusas – invertidas por grupos de 4, de los extremos al centro, directas y retrógradas
alternativamente – tratadas en canon retrógrado. Todo poblado de cantos de pájaros.).
.Conformación “libre”
.Contraste
8 En otras palabras, es interesante notar -en este caso-, de qué modo el contraste posterga a la variación –inmediata-, ésta opera a nivel de la
configuración que integra ambas formas motívicas opuestas: a-b.
’50); g) en la forma momento, formulada por Karlheinz Stockhausen, según Jonhatan D. Kramer
conformada por “secciones auto-contenidas, inducidas por discontinuidades, que son
escuchadas más por sí mismas que por su participación en la progresión de la música.”9.
Antecedentes de la forma momento se hallan en ciertas composiciones del período ruso de Igor
Stravinsky y de los años 30-40 de Oliver Messiaen. Forma momento, como tal, se halla en obras
de K. Stockhausen, entre otros. Todavía ciertas obras de Earle Brown llevan más lejos este
planteo, con lo que se denomina forma móvil o abierta.
.Heterofonía10
9 JONHATAN D. KRAMER, The Time of Music, New York, Schirmer Books, 1988, p.50
10 El término presenta condiciones similares a las que Clemens Kühn describe con el nombre “carencia de relación”.
EL TIEMPO MUSICAL Y LA FORMA. TIPOLOGÍAS TEMPÓRALES.
ESTRATEGIAS COMPOSITIVAS Y/O MODOS DE AUDICIÓN
Linealidad y no-linealidad, “los dos medios fundamentales a través de los cuales la música
estructura el tiempo y el tiempo estructura la música.”11 conceptos básicos desarrollados por Kramer
en su estudio de la temporalidad musical. De su interacción dependen el estilo y la forma de una obra
musical. Su presencia puede darse “en diferentes grados y en diferentes combinaciones sobre cada
nivel de la estructura jerárquica de la música.”12
“el fuerte representante del devenir es la progresión tonal, aunque cualquier movimiento a
través del tiempo, sea dirigido a una meta o no, ejemplifica el devenir. Yo identifico devenir
con linealidad temporal. La no-linealidad es un concepto, una actitud compositiva y una
estrategia de audición que atañe en sí misma con la permanencia en música: con aspectos de la
pieza que no cambian, y, en casos extremos, con composiciones que no cambian.”16
Kramer, apela a estas dos nociones -linealidad y no-linealidad- sin perder de vista que las
mismas lejos de establecer límites taxativos a los fenómenos sobre los cuales pudieran aplicarse
permiten una aproximación conceptual a los asuntos tratados.
Distinción entre tiempo lineal y tiempo no-lineal. Tiempo lineal: “el continuo temporal creado
por una sucesión de acontecimientos en el cual los acontecimientos previos implican unos posteriores
y unos posteriores son consecuencia de acontecimientos previos.”17 Tiempo no-lineal: “el continuo
temporal que resulta de principios que gobiernan permanentemente una sección o pieza.”18
Acerca de las diferentes variedades de tiempo tratadas, siendo ellas tiempo lineal dirigido,
tiempo lineal no-dirigido, tiempo lineal multi-dirigido, tiempo momento y tiempo vertical (en el cap.
2), “surgen de diferentes grados y tipos de interacción entre tiempo lineal y no-lineal.”19
11
JONHATAN D. KRAMER, The Time of Music, New York, Schirmer Books, 1988, p.20.
12
Ibid.
13
Ibid.
14
Ibid.
15
Ibid. p.16
16
Ibid. p.19
17
Ibid. p.20
18
Ibid.
19
Ibid.
Introducción del nivel subjetivo: “Ambas, linealidad y no-linealidad dependen de las
expectativas del oyente, sin embargo existen diferencias cruciales.”20
No-linealidad desde el punto de vista de la percepción: “Mientras los principios lineales están
en constante flujo, las determinaciones no-lineales no crecen o cambian. Los principios no-lineales
pueden ser revelados gradualmente, pero ellos no se desarrollan a partir de acontecimientos o
tendencias previas. La no-linealidad de una obra o sección está presente desde su comienzo. La
dinámica de la comprensión de la no-linealidad de una obra consiste en aprehender sus relaciones
inmutables.”22
Este autor, quien ha hecho importantes aportes a la cuestión, distingue diferentes tipologías
temporales, entre las cuales puede citarse el tiempo lineal no dirigido (un tipo de linealidad sin metas
preestablecidas); el tiempo momento y el tiempo vertical (dos tipos de no-linealidad). Respecto del
tiempo lineal no dirigido, señala KRAMER:
“La música que exhibe este especial sentido del tiempo, que yo denomino ‘linealidad no dirigida’, está,
como la música tonal, en movimiento constante, pero las metas de este movimiento no son inequívocas.
La linealidad no dirigida habría sido inconcebible, aún auto-contradictoria, en la primitiva música
occidental. Pero es bastante apropiada en este siglo, dado el colapso de orientación a una meta en mucha
música reciente. La música lineal no dirigida evita que ciertas alturas puedan volverse totalmente
estables. Tal música nos conduce a lo largo de su continuo, pero nosotros no conocemos realmente
adonde vamos en cada frase o sección hasta lograrlo.”23
Por su parte, la no-linealidad en tiempo momento, reúne los siguientes atributos: no comienza
realmente, más bien se inicia, mientras en el final
“tenemos la impresión –afirma KRAMER- de haber escuchado una serie de secciones mínimamente
conectadas -llamadas momentos- que forman un segmento de un continuum eterno. Los momentos
pueden estar relacionados (motívicamente, por ejemplo) pero no conectados por transición. Los
momentos, entonces, son secciones auto-contenidas, inducidas por discontinuidades, que son
escuchadas más por sí mismas que por su participación en la progresión de la música. Si un momento se
define por un proceso, ese proceso debe alcanzar su meta y debe ser completado dentro de los confines
del momento. Si, por otra parte, una sección conduce a otra sección, sea esta adyacente adyacente o no,
entonces ninguna es autocontenida ni tampoco en tiempo momento. Está vinculada por medios lineales
con al menos otra sección.
Los momentos son a menudo definidos por medio de estásis más bien que por proceso. Un momento,
por ejemplo, puede consistir de una única armonía extendida. Puesto que no existe lógica lineal que
conecte los momentos, su orden de sucesión parece arbitrario. Efectivamente, el orden puede o no ser
arbitrario, pero esto debe parecer así sobre la superficie de la pieza si es escuchada en tiempo momento.
El extremo de la forma momento, en la cual el orden de los momentos no sólo parece sino
efectivamente es arbitrario, es la forma ‘móvil’: el compositor indica que las secciones de la pieza
pueden ser dispuestas en cualquiera de un número de ordenamientos posible de una ejecución a otra,
quizás dentro de ciertas restricciones.”24
20
Ibid.
21
Ibid. pp.20-21
22
Ibid. pp.21
23
Ibid.. pp.39-40
24
Ibid. p.50
Sobre la estética de la forma momento y del tiempo momento, afirma Stockhausen:
“En los años recientes, han sido compuestas formas musicales que están alejadas del
esquema de las formas finalistas, dramáticas (dirigidas a una meta). Estas formas no van hacia
un climax, no preparan al oyente para esperar un climax y sus estructuras no contienen las
etapas usuales encontradas en el desarrollo curvo de la duración total de una composición
normal: las etapas introductoria, ascendente, transicional y desvaneciente. Por el contrario, estas
nuevas formas son inmediatamente intensivas, y el punto principal que se produce
inmediatamente permanece presente hasta la propia conclusión. Ellas no inducen la espera
constante de un mínimo o un máximo, y la dirección de su desarrollo no puede ser predecida
con certeza. Ellas son formas en un estado de siempre estando ya comenzadas, las cuales
pueden continuar como son por una eternidad…
Cada momento presente cuenta, así como ningún momento; un momento dado no es
meramente observado como la consecuencia de uno previo y el preludio de uno siguiente, sino
como algo individual, independiente, y centrado en sí mismo, capaz de existir por sí mismo. Un
instante no necesita ser sólo una particula de duración medida. Esta concentración sobre el
momento presente –sobre cada momento presente- puede hacer un corte vertical, por así decirlo,
a través de la percepción horizontal del tiempo,
extendiéndose hacia una atemporalidad que yo llamo eternidad. Esta no es una eternidad que
comienza en el fin del tiempo, sino una eternidad presente en cada momento, estoy hablando
sobre formas musicales en las cuales aparentemente está siendo intentada no menos que la
explosión –si- aún más, la conquista del concepto de duración.” (Texte, vol I, p. 199)
Stockhausen, Karlheinz. 1963a. “Momentform: Neue Beziehungen zwischen Aufführungsdauer,
Werkdauer und Moment”. Texte zur Musik, vol. 1, pp. 189-210. Cologne: DuMont Schauberg.
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“Yo he hecho una diferencia estricta entre los conceptos de “comienzo” e “inicio”,
“finalización” y “detenimiento”. Al decir “comienzo”, yo implico un proceso, algo que surge y
emerge; al decir “finalización”, estoy pensando sobre algo que finaliza, cesa, de sonar, se
extingue. Lo contrario es verdad con las palabras “inicio” y “parada”, que yo combino con el
concepto de cesura que delinea una duración, como una sección, por fuera de un continuum.
Así, “comienzo” y “finalización” son apropiadas para formas desarrolladas cerradas a las cuales
me he referido también como formas dramáticas, e “inicio” y “detenimiento” son apropiadas
para formas momento abiertas. Esto es por lo que yo puedo hablar sobre una forma infinita aún
cuando una ejecución está limitada en su duración a causa de razones prácticas. “
(Texte, vol I, p. 207)
Finalmente, acerca del tiempo vertical, que podría ser considerado el caso más radical,
se trata de composiciones que adoptaron los momentos como su “esencia total”. Un planteo de
tal naturaleza implica la no dependencia reciproca de los acontecimientos. Así, pues, se destierra
todo intento de establecer expectativas internas como dependencia mutua de los
acontecimientos. Entre las cualidades que pueden enumerarse sobresalen la no exhibición de
clausuras o conclusiones en gran escala, la no conformación hacia un clímax, la carencia del
propósito de establecer expectativas internas y de satisfacer cualquier expectativa que surgiera
accidentalmente; no crear tensión y no finalizar sino simplemente cesar. Entre los compositores
embarcados en esta vía puede citarse a John Cage, Morton Feldman, La Monte Young, Philip
Glass y Frederic Rzewski.En la mayor parte de los casos anteriormente citados, se trata, pues,
de una concepción del tiempo no direccional o "espacializado". Acerca de la percepción de la
estásis (tendencia a la retención del movimiento, en otras palabras, podría hablarse de
‘estatismo’).
25
Ibid.p.204