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La gratitud no solo es la más grande de todas las virtudes, sino que engendra a todas las

demás”, Cicerón.

El agradecimiento o gratitud es una emoción positiva que reconoce un beneficio o gracia que se ha
recibido. No importa si creemos o no que merecíamos tal gesto. Lo relevante es que reconocemos
que nos ha sido dado y de alguna manera queremos retribuirlo. La gratitud no solo se refiere a la
expresión de dar gracias y esta varía en intensidad dependiendo de la persona.

Estar agradecido está más relacionado a un hecho particular, un favor recibido en específico. Ser
agradecido es una actitud ante la vida. Por lo tanto, nos llena de paz y serenidad, nos da bienestar
y nos hace más felices.

“La gratitud es un valor que se nutre y se fortalece al practicarlo constantemente”.

Para conectarnos con esta emoción positiva, podríamos comenzar por respondernos

¿De qué y con quiénes estamos agradecidos?

¿Hoy cuántas veces hemos agradecido?

¿A quién solemos agradecer y cómo?

¿Al final del día, recordamos cuántos actos generosos recibimos?

¿Ya expresaste tu agradecimiento por ese acto especial y voluntario que “alguien” hizo por ti?

¿O no lo expresaste porque lo diste por sentado?

La diferencia entre dar las gracias y sentir agradecimiento

Podríamos pensar que dar las gracias y tener o sentir gratitud son modos distintos de aceptar un
favor de alguien. Sin embargo, hay una fina línea que los separa.

La gratitud es una habilidad primordial para desarrollar y mantener unos niveles adecuados de
bienestar emocional, satisfacción y calidad de vida. Pero más allá de un modo de educación y
cortesía, la gratitud es un valor, y para muchas personas casi una forma de vida. Es la actitud de
acoger aquello que viene de fuera, ya sea de los demás como de la vida, y apreciarlo como algo
positivo y bueno para nosotros. Agradecer es expresar reconocimiento.
● Dar gracias

Agradecer se refiere a la expresión verbal de gratitud temporal, es un hecho inmediato atado a la


educación y a la deseabilidad social. Varía desde el simple “muchas gracias”, hasta el “mil gracias”
o “millones de gracias”, dependiendo de cuán expresivo sea quien recibe el favor o la importancia
que este le atribuya.

Esta expresión, dependiendo de las diferencias culturales, es un acto de educación o buen hábito.
Se trata de un intercambio momentáneo en el que muchos no agradecemos, sino que
simplemente decimos estas palabras mágicas.

Para algunos es muy fácil dar las «gracias» por los pequeños servicios cotidianos que recibimos, el
desayuno, ropa limpia, la oficina aseada… Pero no siempre es así.

Ser agradecido es más que saber pronunciar unas palabras de forma mecánica, la gratitud es
aquella actitud que nace del corazón en aprecio a lo que alguien más ha hecho por nosotros.

La gratitud no significa «devolver el favor»: si alguien me sirve una taza de café no significa que
después debo servir a la misma persona una taza y quedar iguales… El agradecimiento no es pagar
una deuda, es reconocer la generosidad ajena.

● Estar agradecido

La persona agradecida busca tener otras atenciones con las personas, no pensando en «pagar»
por el beneficio recibido, sino en devolver la muestra de afecto o cuidado que tuvo. ¿Has notado
como los niños agradecen los obsequios de sus padres? Lo hacen con una sonrisa, un abrazo y un
beso. ¿De que otra manera podría agradecer y corresponder unos niños? Y con eso, a los padres
les basta.

Cuando estamos agradecidos, queremos ir un poco más allá del intercambio social y mantener el
vínculo con esa persona. Además, de alguna manera necesitamos retribuir el favor recibido.
Intentamos mantener esa energía positiva que se da entre las personas cuando se manifiesta un
gesto impulsado por la generosidad.

Usualmente cuando estamos agradecidos, nuestro gesto de agradecimiento tiene un destinatario.


Queremos mantener ese contacto generoso con el otro, le damos nuestra amistad, queremos
hacerle saber que estaremos cerca cuando nos necesite.

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Los beneficios de dar gracias y sentir agradecimiento

Por un lado, el agradecimiento tiene un poder transformador y sanador. Está vinculado con la
madurez y la salud mental, también con la humildad de quien se atreve a recibir. Estar agradecidos
nos hace más sensibles con el necesitado y nos predispone a dar. En definitiva, nos hace más
humanos.

Aunque puede tratarse de un sentimiento momentáneo o de una emoción más duradera. Es el


famoso “estar en deuda con alguien” pero esta “deuda” es una obligación moral, desde el afecto y
disposición de ayudar. Esa disposición de retribuir, alimenta nuestra generosidad, nos humaniza,
descubre nuestro lado luminoso y genera bienestar.

Por otro lado, ser agradecidos es todavía una emoción más profunda, amplia y permanente. Se
trata de una actitud, una disposición, una forma de conectarnos con el mundo, con las personas,
con todo aquello que nos rodea, con la vida misma.

Cuando somos agradecidos desde nuestro ser lo expresamos en el hacer en todo momento. Quien
tiene gratitud no necesita un gesto particular, un beneficio único, un favor en especial, porque
valora y aprecia la vida misma. Agradecemos no solo lo que hacen por nosotros, también lo que
hacen por nuestros seres queridos y allegados. Retribuimos.

Recibir favores no es una obligación

A veces en nuestro sistema de creencias está instaurada la idea de que todo lo que recibimos es
nuestro derecho y nos lo merecemos, bien sea porque lo pagamos o porque creemos que nos
viene dado por el simple hecho de existir y de estar relacionados con esa persona. Por tanto, nada
o poco tenemos que agradecer. Es asumir que los demás hacen cosas por nosotros porque es su
obligación.

No nos detenernos a pensar que hubo un esfuerzo, un tiempo dedicado, un acto voluntario de dar
y de hacer por nosotros. Sin agradecimiento dejamos de valorar esos actos que nos hacen la vida
más fácil y hermosa.

La gratitud es recordar lo bueno que hemos recibido de otros, es conectarnos con su generosidad.
Es la emoción que nos da paz interior y guía nuestros actos voluntarios para ser bondadosos con el
otro. Ser agradecidos es la emoción opuesta al resentimiento y la rabia. Cuando agradecemos nos
vinculamos desde lo positivo, lo que nos da serenidad y conecta con nuestro lado más humano.
Conclusiones

Según Cicerón, "la gratitud no es solo la más grande de las virtudes, sino la madre de todas las
demás."

Múltiples estudios han demostrado la correlación entre la gratitud y el aumento de bienestar no


solo para el individuo, sino para todas las personas involucradas.2637 El movimiento de la
psicología positiva ha adoptado estos estudios y en un esfuerzo por aumentar el bienestar general,
ha comenzado a hacer un esfuerzo para incorporar ejercicios para aumentar la gratitud en el
movimiento. Aunque en el pasado, la gratitud ha sido descuidada por la psicología, en los últimos
años se ha avanzado mucho hecho respecto al estudio de la gratitud y sus efectos positivos.

LA GRATITUD EN AA

Me esfuerzo por aferrarme a la verdad de que un corazón lleno y


agradecido no puede abrigar grandes presunciones. rebosante de gratitud,
el corazón tiene que latir con un amor que fluye hacia todo lo que nos
rodea, la emoción más elevada que jamás podamos experimentar.
Tal como lo ve Bill, p. 3

Yo creo que nosotros en Alcohólicos Anónimos somos afortunados por el hecho de que
constantemente se nos recuerda la necesidad de estar agradecidos y de cuán importante es la
gratitud para nuestra sobriedad. Yo estoy verdaderamente agradecido por la sobriedad que Dios
me ha dado por medio del programa de A.A. y me agrada poder devolver lo que libremente se
me dio. Estoy agradecido no solamente por la sobriedad, sino por la calidad de vida que me ha
traído mi sobriedad. Dios ha tenido la bondad de darme días sobrios y una vida dotada de paz y
satisfacción, así como la capacidad de dar y recibir amor, y la oportunidad de servir a otros — en
nuestra Asociación, en mi familia y en mi comunidad. Por todo esto, yo tengo “un corazón lleno
de gratitud”.

Del libro Reflexiones diarias

Gratitud se encuentra en la misma esencia de A.A. — gratitud por nuestra liberación del alcoholismo
activo y, como Bill W. dijo en su ensayo sobre el Décimo Paso en Doce Pasos y Doce Tradiciones,
(págs. 93-94) “una gratitud genuina por las bendiciones que hemos recibido”.
Gratitud. Parece que nos sirve mejor cuando la mantenemos viva en nuestras vidas personales y en
la conciencia de nuestro grupo.

yo debo ser un alcohólico agradecido y siempre tener “una actitud de gratitud” – que la gratitud es
el ingrediente básico de la humildad, que la humildad es el ingrediente básico del anonimato y que
“el anonimato es la base espiritual de todas nuestras tradiciones, recordándonos siempre anteponer
los principios a las personalidades”.

Entonces trato de vivir una “actitud de gratitud” y de disfrutar completamente


de otras veinticuatro horas de la manera de vivir de A.A. Alcohólicos Anónimos
no es meramente algo a lo que me uní; es algo que yo vivo.

No hay ningún marco de tiempo fijo para la gratitud de un miembro de A.A., ninguna fecha de
caducidad, y los A.A. ya hace tiempo que se enfocan en la semana del Día de Acción de Gracias
(noviembre en los Estados Unidos y octubre en Canadá) como un período apropiado para enfatizar
su gratitud por A.A. y por su recuperación y para convertir esa gratitud en acción.

“Para mantenernos sobrios, tenemos que involucrarnos en nuestra propia sobriedad”, “Alcohólicos
Anónimos es un programa de acción.

No creo que el solo sentarme en una sala de reunión me vaya a convertir en miembro sobrio tanto
como el sentarme en un gallinero no me va a convertir en una gallina. Trabajar y vivir los Pasos y las
Tradiciones es lo que asegura la sobriedad”. “estar involucrado en mi propia sobriedad no es
suficiente”, que “es más importante involucrarme en la sobriedad de otras personas: hacer visitas de
Paso Doce, apadrinar, asistir a reuniones —

tanto para el bien de otros miembros como para el mío— y hacer el trabajo de servicio. Estas
actividades son lo que hacen que la vida cobre nuevo significado en A.A.

Además, llevar el mensaje supone contribuir con dinero — algo de lo que no nos gusta hablar, tal vez
porque nos resulta difícil conectar la espiritualidad con el dinero”.

“he oído miles de conversaciones sobre este asunto, a pesar de que Bill dijera con perfecta claridad
que ‘Había un lugar en A.A. donde la espiritualidad y el dinero sí podían mezclarse: en el sombrero’.
(Doce Pasos y Doce Tradiciones, pág. 158)

Parece que nos enfocamos demasiado a menudo en el dinero mismo y no en los efectos que
nuestras contribuciones producen en el servicio”.
Encontramos la Gran Realidad en lo más profundo de nosotros mismos. En
última instancia, solamente allí es donde Él puede ser encontrado… (busca)
diligentemente dentro de ti mismo… Con esta actitud, no puedes fallar. El
conocimiento consciente de tu creencia te llegará con seguridad.
— ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 55

Yo busqué ayuda de A.A. desde las profundidades de la soledad, de la depresión y de la


desesperación. Según iba recuperándome y enfrentándome al vacío y la ruina de mi vida, empecé a
abrirme a la posibilidad de sanar que la recuperación ofrece por medio del programa de A.A.
Asistiendo a las reuniones, manteniéndome sobrio y practicando los Pasos, tuve la oportunidad de
escuchar con creciente atención a las profundidades de mi alma. Con esperanza y gratitud esperé
diariamente esa creencia segura y amor constante que tanto deseaba en mi vida. En este proceso
encontré a mi Dios como yo lo concibo.

Cuanto más se aferre A.A. a su objetivo primordial, mayor será su influencia


bienhechora en todas partes.
— A.A. LLEGA A SU MAYORÍA DE EDAD, p. 109

Reflexiono con gratitud sobre los primeros años de nuestra Comunidad y aquellos sabios y cariñosos
“pioneros” que proclamaron la necesidad de no desviarnos de nuestro objetivo primordial, el de
llevar el mensaje al alcohólico que aún sufre.

Deseo mostrar mi respeto a aquellos que trabajan en el campo del alcoholismo, teniendo siempre en
cuenta que A.A. no apoya causas ajenas. Debo recordar que A.A. no tiene el monopolio de hacer los
milagros, y sigo sintiéndome humildemente agradecido al Dios bondadoso que hizo que A.A. fuera
posible
La gratitud debe ir adelante y no hacia atrás.
— COMO LO VE BILL, p. 29

Estoy muy agradecido porque mi Poder Superior me ha dado una segunda oportunidad de vivir una
vida digna. Por medio de Alcohólicos Anónimos se me ha devuelto la cordura. Las promesas se están
cumpliendo en mi vida. Estoy agradecido por ser libre de la esclavitud del alcohol. Estoy agradecido
por la tranquilidad de espíritu y por la oportunidad de desarrollarme, pero mi gratitud debe ir
adelante y no hacia atrás. No puedo mantenerme sobrio con las reuniones de ayer o con las pasadas
visitas de Paso Doce; tengo que poner mi gratitud en acción hoy.

Un ejercicio que practico es el de tratar de hacer un inventario completo de


mis bendiciones…
— COMO LO VE BILL, p. 37

¿Por qué tenía que estar agradecido? Me retiré y empecé a hacer una lista de las bendiciones por las
cuales yo no había tenido que hacer nada, empezando por haber nacido con una mente y cuerpo
sanos. Hice un repaso de setenta y cuatro años de vida hasta el presente momento. La lista ocupó
dos páginas y tardé dos horas en hacerla; incluí salud, familia, dinero, A.A. — toda la gama.

“En las últimas etapas de nuestras carreras de bebedores, se nos desvanece la


voluntad de resistir. No obstante, cuando admitimos la derrota absoluta y
estamos totalmente dispuestos a ensayar los principios de A.A., se nos
desvanece nuestra obsesión y entramos en una nueva dimensión — la libertad
bajo Dios como nosotros Lo concebimos”.
— COMO LO VE BILL, p. 283

Me siento afortunado por estar entre aquellos que han tenido esta asombrosa transformación de
sus vidas. Cuando entré por las puertas de A.A. solo y desesperado, había sido tan golpeado que
estaba dispuesto a creer cualquier cosa que oyera. Una de las cosas que oí fue, “Esta puede ser la
última resaca de tu vida, o puedes seguir en el círculo vicioso”. Obviamente, el hombre que dijo esto
estaba en una condición mucho mejor que la mía. Me gustó la idea de admitir mi derrota, y desde
entonces he estado libre. Mi corazón escuchó lo que mi mente nunca pudo oír: “Ser impotente ante
el alcohol no es una gran cosa”. ¡Yo estoy libre y agradecido
Y, por mi parte y por la del Dr. Bob, afirmo con toda gratitud que, si no hubiera
sido por nuestras esposas, Anne y Lois, ninguno de los dos podríamos haber
vivido para ver los comienzos de A.A.
— COMO LO VE BILL, p. 67

¿Soy capaz de tan generoso tributo y gratitud para con mi esposa, padres y amigos, sin cuyo apoyo
nunca hubiera sobrevivido para llegar a las puertas de A.A.? Yo trabajaré en esto y trataré de ver el
plan que mi Poder Superior me está enseñando y que vincula nuestras vidas.

“Elser humano debe pensar y actuar. No fue creado a la imagen de Dios para
ser un autómata”.
— COMO LO VE BILL, p. 55

Antes de unirme a A.A. a menudo no reflexionaba sino que reaccionaba ante las situaciones y la
gente. Cuando no reaccionaba, actuaba de una forma mecánica. Después de unirme a A.A. empecé a
buscar una orientación diaria de un Poder superior a mí mismo, y a aprender a estar atento a esa
orientación. Luego empecé a tomar decisiones y a llevarlas a cabo, en vez de reaccionar ante ellas.
Los resultados han sido constructivos; ya no permito que otros tomen decisiones por mí y que luego
me critiquen por ello.

Hoy —y todos los días— con el corazón lleno de gratitud y el deseo


de que la voluntad de Dios se haga por medio de mí, mi vida es digna
de compartir, especialmente con mis compañeros alcohólicos. Sobre
todo, si yo no hago una religión de nada, ni siquiera de A.A.,
entonces puedo ser un cauce abierto para la expresión de Dios.

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