SITIO: Aula Rosacruz de Bogotá. FECHA: octubre 03 de 1.982 ---------------------------------------------------------------------------------------------------- MALKUTH = Substancia. El gran misterio del Mundo. YESOD = Vida. = Yesod – Malkuth.
La Kabalah es la ciencia, que
La vida enaltece. ---------------------------------------------------------------------------------------------------- La Kabalah es la ciencia que la vida enaltece; porque despertando la consciencia, y la sensibilidad animando, la vida se crece; la vida del hombre, la sensibilidad, la consciencia, la substancia. No hay sino substancia, sensibilidad y consciencia. Esto es algo que debemos meditar profundamente para entender los misterios de la vida y de la naturaleza. No hay sino vida, substancia, sensibilidad y consciencia. El mundo está totalmente equivocado, porque las religiones a través de las edades, han obstaculizado la consciencia y el desarrollo de la sensibilidad. El centro de la consciencia es DAATH; pero es la eclosión de la sensibilidad y de la substancia radicada en YESOD. Espero que mediten debidamente esta sabiduría Kabalistica. La consciencia opera en DAATH; pero ella es hija de la substancia y de la sensibilidad radicadas en YESOD. De ahí que el hombre evolucione poco, porque maltrata la esencia divina de la vida, radicada en YESOD. YESOD es la sensibilidad; es la que da inspiración al poeta, al músico, al escritor, al servidor de la sociedad humana. Su misterio es el cosmos, es el alma universal, reflejándose en la substancia de la forma, que es la esfera de MALKUTH. Entonces vuelvo a repetir: la consciencia que es el fruto de la evolución radica en DAATH, en el centro del cerebro; pero el instrumento de ese desarrollo es la substancia y la sensibilidad, que están en la esfera de YESOD. Y la humanidad no hace más que maltratar, con frases absurdas y soeces, el sentido esencial de la vida, la esfera de YESOD. Por eso la Kabalah le llama base o fundamento. Son pobres palabras para exteriorizar un saber profundo: base o fundamento; mejor hay que decir realidad única. Gracias a esa divina energía se multiplican todos los reinos. Gracias a esa divina energía a través de la tierra que es MALKUTH, que es la substancia, donde florece la vida, hace eclosión la sensibilidad y empieza el despertamiento y desarrollo de la consciencia. Por eso sintéticamente, hay que decir que en la parte metafísica y espiritual no hay sino vida y consciencia. La vida es la raíz y la consciencia es su evolución; pero para que ese fenómeno pueda ocurrir en la naturaleza humana, es indispensable la sensibilidad. La sensibilidad está en la esfera de YESOD, ahí está la divinidad en la naturaleza del hombre. La Kabalah es demasiado grande y demasiado profunda y requiere pureza y delicadeza en la sensibilidad humana para que no vaya a maltratar los misterios profundos de la vida. Piensen ustedes: un niño es un niño, es casi insignificante, se distrae con cualquier cosa, lo deja absorto el vuelo de una mariposa o el moverse de un gusano; está empezando a despertar la sensibilidad, que es el gran misterio de la vida. Así que no hay que decir, que el misterio de la vida es vía de consciencia, sino que el misterio de la vida es substancia y sensibilidad. Substancia no es materia en el sentido vulgar de la palabra, tal como es interpretada por las gentes, es el sustentador y el alimentador. Por eso todavía en la cocina, se usan palabras de gran sabiduría: este caldo tiene substancia, es decir, tiene elementos nutritivos. No es la substancia materia en el sentido vulgar como acabo de decir, sino, simplemente el sustentador del espíritu. Por eso MALKUTH es el reino, por eso MALKUTH es realmente el que hace posible el regreso de la consciencia cósmica en la naturaleza humana. Por eso los Rosacruces Kabalistas, son discípulos del fuego creativo del espíritu santo, o sea de la esfera de YESOD: base o fundamento. ¿Pensamos en las palabras? Siempre divagamos en ideas y nos exteriorizamos sin ir al sentido profundo de las cosas. La substancia de MALKUTH tiene los cuatro elementos, de ahí que se simboliza o representa en un cuadrado ( ). Es realmente los cuatro mundos de la Kabalah que están allí objetivados para hacer posible la inteligencia del conocimiento de las verdades eternas. Pero ella es apenas lucir substancia, apenas es nutrición; pero la vida es YESOD, el gran misterio de la existencia. La iglesia Romana que depende de la Kabalah en sus figuras y mitos elevan el pan de la vida, que es el momento solemne de su ceremonia, habiendo perdido totalmente el sentido. Eso quiere decir, que nosotros debemos elevar el sentido de la esfera de YESOD a la esfera de la consciencia para que los dos aspectos de la eterna vida, sean el factor determinante de la evolución de nuestro ego. El ego es bipolar, es consciencia y vida; y la vida es consciencia en la substancia. Cuando el niño empieza a crecer y llega la era de la pubertad; ¿han pensado en el significado de esta palabra? Pubertad: cuando se abre la puerta del sentido. Cuando esa divina energía empieza a hacerse potente en la naturaleza del hombre, el hombre empieza a pensar, a sentir, a vivir, a amar, a correr y según el estado de evolución del ego opera así o asa. Por lo tanto, ese es el gran misterio del mundo. La planta crece por la energía subyacente en la semilla que es YESOD, impulsada por el aliento de la vida universal que es el Alma del Mundo, y crece, y aumenta sus brotes, sus hojas, sus ramas, retoños, y el momento de eclosión es cuando aquella energía primaria de la esfera de YESOD, se convierte de nuevo en la esplendorosa flor: el cáliz, el misterio del GRIAL, donde se abre de nuevo la vida a nuevas manifestaciones en esplendor, belleza y armonía. Ustedes hermanas y hermanos, ¿se han dado cuenta de estas maravillas de la naturaleza? Pensando en dioses estereotipados en cartones o pedazos de madera o de yeso y jamás sentir la vida. Y las religiones maltratan la vida y cuando empieza a operar en la divina función de la sensibilidad estética, dicen: eso es crimen, eso es pecado, por eso Adam fue echado de una patada por don Jehová del paraíso. Cuando empieza precisamente el gran misterio de la existencia, la gran esencia de la vida, el despertar de la sensibilidad eterna en la naturaleza del hombre y si él sublima esa potencia se convierte en consciencia. ¡Cuánto perdemos en nuestra juventud por carencia de orientación Kabalistica, por carencia de la sabiduría divina de las edades! El gran misterio del mundo: la unión de la substancia y de la vida. En el proceso germinal la vida es fuego, el fuego no es un principio, el fuego es la eternidad en la materia, en la substancia, en la vida. Todos los otros elementos son sub; este no es elemento, es la esencia misma de la vida cósmica en la naturaleza de todos los seres; aún desde el punto puramente formal, el médico sabe que 37 grados de calor son la armonía de la naturaleza del cuerpo humano, cierto grado de calor, pero cuando ese calor espiritual se vuelve esencia de conocimiento, de vida y de voluntad, el hombre empieza a hacer el súper hombre. No es por gracia de ningún santo hipotético, ni por la gracia de ningún fenómeno externo; sino por la vida interior, de la vida del Logos en nosotros, del Alma del Mundo en nuestra naturaleza. Por eso el gran misterio del mundo es la unión del fuego y la substancia. El fuego es YESOD y la substancia es MALKUTH. La substancia está manifestada y estereotipada en la tradición de las edades en los cuatro elementos, es la esfinge de Guiza, que representa el gran misterio del mundo; mira hacia el oriente donde nace el calor del sol para dar calor y vida al movimiento de la vida y naturaleza de MALKUTH y allí está como un enigma viviente: tiene cabeza de león para indicar la acción del fuego; tiene seno de mujer para indicar que en el fuego y en la substancia fluyen los elementos constitutivos de la vida, para hacer posible la evolución de las formas a través del tiempo y el espacio; tiene cuatro garras para indicar que tiene la fuerza adhesiva que le unifica a la substancia. He ahí aquel gran misterio que para los egipcios era la única realidad viviente y así a través de las edades y de los tiempos. Pero los únicos que saben estas cosas son los Rosacruces Kabalistas, los demás divagan, ensayan, creen, piensan, se vuelven escépticos, sufren, lloran, aman. El estudiante Rosacruz Kabalista, educe el fuego de la vida a través del amor por la bipolaridad eterna. Las dos columnas de la existencia son los aspectos masculino y femenino de la seidad. El aspecto masculino irradia la energía que a través de la espina dorsal lleva hacia la esfera de YESOD y el aspecto femenino de la seidad, recoge aquel divino fuego de la vida para hacer posible la evolución de nuevas formas en el proceso infinito de la evolución. Esta es la divina sabiduría de la Kabalah. Todo lo demás que nosotros hemos leído, apenas si ha venido preparando nuestra consciencia para esta divina posibilidad interior de sentir, comprender, amar y vivir. Ningún ser humano podrá comprender gran cosa de la vida, si no siente. El sentir es el que se vuelve consciencia. El sentir es la expresión divina del amor. El fuego de sentir es el que engendra la potencia de la voluntad para la ejecución de actos nobles, cuando el hombre no ha recibido una orientación debida a través del conocimiento del esoterismo que emana de pasados siglos, cuando las gentes meditaban solamente en la esencia de la vida y no se preocupaban tanto de los fenómenos exteriores que tienen realmente encastillada a la pobre humanidad sufriente, enferma, dolorida, trastornada por todos medios. Jesús el gran Hierofante de los misterios Caldeos y de los misterios iniciáticos de todos los tiempos, decía: “amad, amad, amad; en que os améis unos a otros probaréis que sois mis discípulos”. Porque así se enciende el fuego de la vida; así se despierta la divina sensibilidad creadora. El hombre común maltrata esta divina potencia, abusa de ella, quebranta sus principios, rompe su armonía y viene su tragedia, su pena y su dolor. Si solamente, dentro del ceremonial divino de la mística espiritual depositara la semilla para hacer posible la evolución de nuevos seres y el resto de aquel potencial lo elevara hacia la esfera de la consciencia, tendría: amor, sabiduría, poder, voluntad y sería realmente una entidad, que encarnaría los divinos poderes del Alma del Mundo. Esta es la sabiduría del tiempo, esta es la sabiduría de las edades. Algunos dirán: ¿Para qué estudiamos libros? Hay que estudiar los libros del esoterismo para ir despertando el sentido de la vida y la comprensión. ¿Por qué? Y ese porque está en que hay seres muy evolucionados que nos han dejado su divino saber en el lenguaje que les fue posible. ¿Para qué? Para llegar un día al sentido de la Kabalah. Pero… ¿Por qué la Kabalah? Porque es pura ciencia de la vida y nada más que ciencia de la vida. Esta palabra un tanto sagrada milenariamente, depende de una realidad incuestionable, se refiere a YESOD. KAB = Phallus y ALAH = es aliento de la vida, es Dios. Allí está el espíritu de la divinidad hecho substancia, vida y forma en la esfera de YESOD – MALKUTH. YESOD es el triángulo ( ), los tres principios de la divinidad; mientras que en MALKUTH se agrega un cuarto estado, la resistencia que hace posible la vuelta del movimiento de la evolución a través del tiempo y del espacio. Y no se han fijado ustedes que MALKUTH se llama: ¿el reino? Y no se han fijado ustedes que en YESOD se llama: ¿base y fundamento? Porque tú eres el reino, el poder y la gloria, por los siglos de los siglos. Han pensado en el contenido de este saber iniciático de las edades: “Porque tú eres el reino, el poder y la gloria, por los siglos de los siglos”. El altar es MALKUTH, pero la esencia a la cual se rinde culto, es YESOD, es el fuego creador de la vida. Por eso si ustedes leen Kabalah encontrarán frases que aparentemente no tienen sentido, dicen de YESOD o del IOD ( ) dependen todas las cosas. Exacto, exacto de toda exactitud. De aquel divino fuego de la vida, que no es un elemento sino la esencia del espíritu universal haciendo eclosión en la substancia y en la forma, hace posible todas las manifestaciones de la vida, en forma, vida, substancia, flor, fruto, pensamiento, sentimiento, voluntad. El gran misterio del mundo es, por lo tanto, MALKUTH – YESOD. Las otras son secuencias. ¡Ah, ese hombre tiene un gran cerebro! Eso no vale nada; si supieran decir este hombre tiene gran sensibilidad, encontrarían un sabio, si es que los hay. ¿Cuál es el sabio que realmente admiramos todos los hombres de la cultura occidental? El Nazareno, porque él había encendido el fuego de la vida en la esfera de YESOD y lo había llevado a la esfera de la consciencia para guiar al mundo. Y ¿Qué es el corazón del hombre? Es un oscilador y mediador entre la una y la otra energía. Y aún el médico encuentra la oscilación de este fuego secreto, viviente y filosofal. Cuando ese fuego divino se ha agotado, porque lo hemos utilizado mal, desaparece nuestra existencia física y vamos a mundos más sutiles a cosechar la experiencia de nuestro deficiente vivir en el mundo de las formas. Se nos habla de que hay hombres que viven mucho más que los demás, por ejemplo, un conde Rakoczy, no maltrata el fuego de la vida; lo hace divino en la consciencia y en el amor universal y entonces, la vida es eterna, porque la vida es eternidad. La vida es tiempo porque el tiempo permite el movimiento de la vida a través de las edades. Porque rige única y exclusivamente al Alma del Mundo, que en nosotros se expresa como el fuego secreto de la vida, el fuego creativo del espíritu santo. Ahora vean ustedes la enseñanza del Nazareno, cuando sabía que iba a abandonar su más denso: ¿Maestro nos abandona? – dijeron los discípulos – No los abandono, les dejo el gran consolador, el fuego creativo del espíritu santo, como lenguas de fuego. Y la lengua se mueve gracia a aquel divino fuego y se mueve con más o menos ductilidad, delicadeza y profundidad, según aquel divino fuego haya sido aprovechado y sublimado en el recipiente de la vida universal que es la esfera de YESOD. De pronto vemos un joven arrogante, apuesto y orgulloso tal vez, como siempre sucede, después lo vemos decaer y perecer; está empleando mal el fuego de la vida, lo está utilizando sin amor, está cayendo en el caos en la esfera de Kliphoth. ¿Hay sabiduría más grande, hay tradición secreta más perfecta? No, diría yo. Hay sabiduría más profunda que aquella que nos hace conocer el gran misterio, pero para utilizar ese divino fuego en sentido divino de sublimación y superación del hombre; para llevar ese divino fuego a la esfera de DAATH y ser conscientes de los misterios de la vida; para llevar ese divino fuego a la esfera de NETZACH y poseer un cuerpo maravilloso; de llevar ese divino fuego a la esfera de TIPHARETH y ser amantes de la vida universal. Pero es el fuego, es el fuego secreto de la vida. Cuando nace un niño, la familia se estremece de entusiasmo y no sabe por qué. Sencillamente porque la semilla del fuego paternal, colocada en el seno maternal, ha hecho posible que la energía universal elabore un nuevo vehículo para que lo subconsciente del cosmos se convierta en consciencia a través del tiempo y del espacio. Es decir, que la sensibilidad se convierta en consciencia. Es decir, que el fuego secreto de YESOD penetre en la esfera de DAATH y en la esfera de TIPHARETH. Todo el poder corporal radica en la esfera de NETZACH. Todo el poder sensorial consciente radica en la esfera de TIPHARETH. Y todo el poder de la consciencia radica en la esfera de DAATH. Pero ¿Cuál es el fuego que alimenta la vida? La esfera de YESOD, por eso es la base y fundamento. Por eso MALKUTH es la substancia que le hace posible aquella nutrición necesaria para mantenerse relativamente diferenciado, es la esfera de MALKUTH y es el reino: “porque tú eres el reino, el poder y la gloria, por los siglos de los siglos”. Dios no vive en templos de barro hechos por la mano de los hombres, dijo Pablo, que empezaba a vislumbrar la sabiduría de la Kabalah por la sabiduría que había dejado el Nazareno. “Dios no vive en templos de barro hechos por las manos del hombre”. Dios vive en sus propios templos, elaborados por la mano del altísimo, o sea, por el Alma del Mundo. Hace más de cincuenta años en clases, que nos estamos refiriendo a estas cosas. Y hoy, la sabiduría ha considerado que ya se pueden depositar semillas más delicadas, más finas, más espirituales, más cósmicas. La Kabalah. En el mundo occidental las gentes creen que la Kabalah es judía, no; los judíos la derivaron de los Caldeos y la dispersaron por el mundo. La sabiduría tampoco es Caldea, la sabiduría está en la esfera de YESOD con la divina sensibilidad cósmica que hace posible el desarrollo de la consciencia. Pero el conocimiento que es solemne, grande y divino, nos vino de Atlántida. Y ¿Por qué nos vino de Atlántida? Por la selección de egos que allá, en aquella etapa de la evolución del mundo, había llegado a esta divina comprensión y la habían actualizado. Y ¿Quiénes trajeron al mundo esta sabiduría? Los Elohim, los egos espiritualmente no involucrados en la forma, depositaron a través de las sensibilidades grandes de aquellos tiempos, o sea, los grandes Adeptos, ese conocimiento para que fuera transitando de labio a oído. Y al fin, decidieron escribir algo de aquello, se escribió en Caldeo y así dejaron algo de este divino saber. ¿Cuál debe ser nuestro trabajo? Adorar la divina energía de la vida en la esfera de YESOD y considerarla como el más grande tesoro que el Logos haya depositado en nosotros. El Logos es el verbo, la palabra, es el Cristo. Presentan la imagen del Nazareno totalmente desnuda, el velo solo está en el lugar del misterio, le ponen cuatro clavos: uno en un pie, en el otro y en las manos; los cuatro mundos de la Kabalah. Colocan el gran misterio velado, y el rostro, ni masculino ni femenino, sino un divino andrógino para expresar el equilibrio de las energías en movimiento. Esa es una alegoría, es un divino saber. Las gentes se arrodillan y rinden culto a la persona humana de Jesús, en lugar de rendir culto a la sabiduría que ese hombre de tan elevada consciencia espiritual por haber realizado la esfera de la Kabalah en profundo y divino estado, vino a enseñar al mundo. Pero él mostró al mundo que él no era la cima de la evolución: “Lo que yo hago lo podréis hacer hoy vosotros y mucho más”. Luego no tiene límite la evolución del hombre, de ninguna manera, no hay posibilidad de límites para la consciencia naciente de la sensibilidad que haya elevado ese divino fuego a través de la devoción, admirando, contemplando y amando. El verdadero esoterismo consiste en amar, en comprender, vivir. Algunos creen que el esoterismo es comer solamente esto o aquello. Otros creen que el esoterismo es torcer la nariz, o colocar las piernas en esta o aquella posición, eso no es nada, eso son ingenuidades, esas son ridiculeces, eso es inconsciencia de la vida. Pero naturalmente, de un hombre que anda solamente en el mundo de los vicios y de otro que se para en la cabeza, éste está empleando su tiempo un poquito mejor que el otro; pero en el campo de la evolución no está ganando nada. Un gurú; ¡Ah, yo necesito un gurú y tengo un gurú! Decía un sujeto lleno de entusiasmo. El gurú es el Yo superior del hombre; es la parte interna que siente, comprende y vive; ese es el gurú. Los gurúes vienen en busca de moneditas devaluadas, no valen la pena, son ingenuos y están en un camino de destrucción de su responsabilidad. ¿Cuál es el gurú? El divino nodo de la consciencia espiritual interna, este es el instructor verdadero. Y ¿Cuál es el verdadero sabio? La divina sensibilidad del hombre vuelta consciencia, en la esfera de YESOD está la fuente del saber y en la esfera de DAATH la eclosión de ese saber para poder exteriorizarlo y entregarlo a la humanidad. La ciencia tiene sus alcances a veces maravillosos; al cerebro que permite aquel trabajo exteriorizante le llaman telencéfalo; el aparato que se puede comunicar a distancia o de lejos. Hay cierta sabiduría en aquellas cosas que no debemos desdeñar. Pero hermanas y hermanos, igual a la sabiduría Kabalistica, que se expresa a través del conocimiento y que nace del fuego secreto de la vida y se expresa en el lenguaje perfecto del hombre que ama, siente y comprende, jamás la encontraran en parte alguna. Escuchemos la voz del Nazareno que hace eclosión en su lenguaje, porque allí está la gran sabiduría, porque él conocía el misterio de la existencia: “No los abandono, les dejo el fuego creativo del espíritu santo haciéndose divinidad y esencia en la manifestación externa de mi lenguaje”. Ese es el gran misterio del mundo.