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TEMA:
TASAS TRIBUTARIAS
CURSO : DERECHO TRIBUTARIO I
INTEGRANTES :
DERECHO- 2019 –I
INDICE
INTRODUCCIÓN 3
1. DEFINICIONES DE TASAS 4
DEFINICION DE GARCIA BENSULCE: 4
DEFINICION DE FONROUGE: 4
EXISTENCIA DE UN SERVICIO PRESTADO POR EL ESTADO. 5
NATURALEZA DEL SERVICIO. 5
DIVISIBILIDAD DEL SERVICIO 5
VOLUNTARIEDAD. 5
VENTAJA 6
DESTINO DE LOS FONDOS 6
PRESCRIPCIÓN 6
2. CONCEPTO JURÍDICO DE TASA 6
3. Diferenciación entre la tasa, el impuesto y la contribución especial: 10
JURISPRUDENCIA ACLARATORIA 12
TASAS - 12
TASA E INGRESO DE DERECHO PRIVADO 13
4. MEDIDA DE LA TASA. 14
5. Principales tasas nacionales 18
6. Tasas provinciales 19
JURISPRUDENCIA: TASA MUNICIPAL - IGUALDAD ANTE LA LEY. 20
TASA MUNICIPAL - HECHO IMPONIBLE. 20
TASA MUNICIPAL - HECHO IMPONIBLE. 20
7. BIBLIOGRAFIA 21
INTRODUCCIÓN
Debemos comenzar por analizar el término contribución , que aunque suele confundirse
con el impuesto en forma inexplicable, es en realidad genérico y abarca las distintas formas
de prestación que se realicen en beneficio del estado, cuando asumen el
aspecto de aporte regular y obligatorio.
Es el tributo cuya obligación tiene como hecho generador la prestación efectiva por el
Estado de un servicio público individualizado en el contribuyente. No es tasa el pago que se
recibe por un servicio de origen contractual.
CAPITULO I
1. DEFINICIONES DE TASAS
a. legalidad
b. no confiscatoriedad
c. igualdad y equidad
Para una parte de la doctrina, todo pago efectuado por un particular al Estado por un
servicio que éste le presta puede ser calificado como tasa. Para otros, solo tienen
ese carácter aquellos servicios que sean inherentes al Estado, que solo pueden concebirse si
su prestación es realizada por un ente estatal.
Para algunos autores esta es una de las diferencias entre el impuesto y la tasa.
Podemos calificar como servicios divisibles aquellos que son pasibles de ser fraccionados
en prestaciones individualizadas que sean dispensadas a individuos determinados.
VOLUNTARIEDAD.
Algunos autores señalan como una de las características esenciales de la tasa que la
prestación del servicio sólo se cumpla a requerimiento del interesado.
Pero Existen una gran cantidad de servicios que se prestan de oficio y aún contra la
voluntad del particular; así la inspección sanitaria, la de pesas y medidas,
la administración de justicia, son todas actividades que se inician o pueden iniciarse por
iniciativa propia del estado, independientemente de la voluntad del contribuyente o aún en
contra de ella.
VENTAJA
Se ha criticado esta posición sosteniendo que si bien en la mayoría de los casos existe una
ventaja o un beneficio en quien recibe la prestación del servicio, hay otros casos en que tal
provecho no se da en absoluto, pudiendo en alguno de ellos representar un perjuicio para
quien debe pagar el servicio, poniéndose como ejemplo generalmente la tasa de justicia que
debe ser pagada por quien ha perdido el juicio civil o ha sido condenado en juicio penal.
PRESCRIPCIÓN
Es de cinco años.
Impuestos - prescripción.
No rige la prescripción decenal en los casos de las tasas retributivas de servicios, sino que
rige la prescripción de cinco años. (art. 4027 inc. 3º del Cód. Civil).
En el caso de tasas retributivas de servicios el plazo de prescripción es de cinco años toda
vez que se trata de obligaciones de vencimiento periódico.
Tal es el concepto de Berlini para quien la tasa es "la prestación espontánea de dar o de
hacer, que tiene por objeto una suma de dinero o un papel timbrado o la admisión
espontánea de una obligación que constituye una condición necesaria para obtener
determinada ventaja y de la cual no se puede pedir la restitución una vez lograda dicha
ventaja", con lo cual resulta incorporada al instituto más amplio de la carga.
Se desprenden de esta definición los dos aspectos fundamentales de la definición de Berlini,
la espontaneidad, la falta de coerción, que a su juicio es el elemento que la separa del
impuesto, y el hecho de constituir una condición para el logro de una ventaja.
Giannini y Antonini fueron los principales impugnantes de esa curiosa interpretación y a
ellos se esfuerza por refutarlos Berlini en obra posterior, insistiendo en su primitiva
formulación. No ha logrado mayor éxito, pues así como no se adecua a la estructura de la
tasa en el derecho positivo de España donde siempre ha tenido mucha divulgación,
posiblemente porque aparece congruente con los conceptos aceptados por la doctrina y con
los derechos positivos de la mayoría de los países, el nuestro entre ellos.
No quiere decir esto que exista unanimidad en cuanto a la definición de tasa, pero si en lo
que respecta a su calificación como tributo y la sujeción al principio de legalidad o reserva
de ley. Por ello, consideramos un acierto la definición de Giannini que describe la tasa
como " la presentación pecuniaria que se debe a un ente público de acuerdo con una norma
legal, y en la medida establecida por ella, por la realización de una actividad del propio ente
que concierne de manera especial al obligado, que tomamos como base del concepto que
luego expondremos.
El Estado aplica tasas porque ejercita su potestad tributaria, solo que vinculado la
contribución a un presupuesto de hecho especial, como es la prestación de un servicio
determinado, es decir, tomando como elemento determinante del gravamen la realización
de una circunstancia diferente de aquellas que normalmente adapta para el impuesto y para
otras categorías tributarias. Los causalistas consideran que el distingo radica en una causa
diferente; los, que rechazan la causa como elemento de la obligación fiscal, entienden que
hay un distinto motivo, explicación o fundamento de aquella.
El código fiscal Mejicano de 1983, mantiene la denominación de derechos para las tasas,
definiéndolas como las contribuciones establecidas en ley por los servicios que presta el
<estado en sus funciones de derecho público, así como por el uso o aprovechamiento de
los bienes de dominio público de la nación.
Por su parte, se la vincula erróneamente con el poder de policía. Así, el art. 77 del código
tributario del Brasil expresa que las tasas "tienen como hecho generador el ejercicio regular
del poder de policía o la utilización efectiva o potencial, de un servicio público específico y
divisible, prestado al contribuyente o puesto a su disposición", que es reproducción casi
textual del art. 18, punto 1, de la constitución de 1969. Posiblemente este antecedente
constitucional determinó que el Código se alejara del proyecto que le sirvió de base y que
tenía mejor redacción, pues si bien en el art. 47 aludía a la "contraprestación", que nos
parece un error,, en cambio no mencionaba el poder de policía ni el costo del servicio y
tampoco a que fuera prestado por la administración pública, ni fijaba un destino a los
ingresos. Para terminar con la referencia a ese país, diremos que Balseiro concibe a la tasa
como "la contra prestación de un servicio público o de un beneficio proporcionado, puesto
a disposición o costeado por el estado en favor de quien lo paga o requerido por este".
Desde el momento que la tasa y el impuesto pertenecen a la misma categoría jurídica, por
derivar ambos del poder tributario, la obligación emergente de aquella surge por imperio de
la ley, independientemente de la voluntad de los particulares, al realizarse el presupuesto
fáctico previsto. Constituye pues una relación obligatoria y no voluntaria o facultativa, no
siendo posible rehusarse a su satisfacción una vez organizado el servicio respectivo, aunque
este no sea utilizado individualmente.
Puede decirse, en suma, que "la tasa es la prestación pecuniaria exigida compulsivamente
por el Estado, en virtud de ley por la realización de una actividad que afecta especialmente
al obligado, siendo de notar al respecto que la última parte del concepto no significa que la
actividad estatal debe traducirse necesariamente en una ventaja o beneficio individual, sino
tan solo que debe guardar cierta relación con del sujeto de la obligación, por cualquier
circunstancia que lo vincule jurídicamente con el servicio público instituido (desarrollo de
alguna actividad, propiedad o uso de bienes, realización de gestiones o trámites, etc.)
Cuando el estado nos exige el pago de un impuesto, nadie nos interroga sobre la medida o
proporción en que utilizaremos o creemos utilizar los servicios generales que el estado
presta; porque es absurdo pretender que nadie anticipe en qué medida lo protegerá la
defensa interior o exterior del estado o en qué grado o proporción usara de los beneficios
que las funciones de higiene cumplidas por los agentes públicos públicos puedan prestarle.
Los escritores alemanes que usan, siguiendo una terminología latina, el vocablo "exacción"
en lugar del vocablo "contribución", suelen decir que debe dividirse esta carga en dos
categorías: las especiales y las generales.
Algunos autores, con el deseo de aclarar términos, toman como base el grado de
generalidad de los servicios, que dividen en tres grupos, atendiendo a sus fines:
COLECTIVOS: como los de seguridad interna y externa. A este grupo corresponden los
impuestos.
Según Nitti, Las tasas son la contraprestación de un servicio obtenido del estado o de los
poderes locales, mientras que los impuestos son contribuciones generales pagadas para
servicios públicos indispensables.
TASAS IMPUESTOS
JURISPRUDENCIA ACLARATORIA
TASAS - diferencias con los impuestos. Impuestos - diferencias con las tasas.
La tasa y el impuesto se diferencian en cuanto al presupuesto de hecho adoptado por la ley
para poder exigirlos: la prestación efectiva o potencial de una actividad de interés público
que afecta al obligado, en el caso de la tasa; el hallarse en una de las situaciones
consideradas por la ley como hecho imponible, en el caso del impuesto.
TASAS - diferencias con los impuestos. Impuestos - diferencias con las tasas.
La sola razón de medirse en base a los ingresos brutos del contribuyente, no transforma la
tasa en impuesto. Y esto es así porque ambos tributos se diferencian en cuanto al
presupuesto de hecho adoptado por la ley para poder exigirlo: en un caso, la prestación
efectiva o potencial de una actividad de interés público que afecta al obligado; en el otro, el
encontrarse en una de las situaciones consideradas por la ley como hecho imponible.
El impuesto como ingreso complementario de la tasa
En algunas tasas de servicios, el Estado, respondiendo a motivos de interés público, con los que
Según el grado en que intervienen lis impuestos como recursos complementarios para costear con
las tasas pagadas por el contribuyente los servicios que el estado presta, se hace una clasificación de
la siguiente forma:
1) las tasas que concurren con el impuesto a costear servicios que por su forma y naturaleza
favorecen el uso individual con preferencia al colectivo.
2) las tasas concurrentes con el impuesto para cubrir el costo de los servicios y en las que
el consumo público prevalece sobre el individual.
b) las tasas colectivas sobre actos civiles o la condición civil de las personas las tasas destinadas a la
difusión de la cultura, de las ciencias o de las artes la tasas para el servicio sanitario y de la
seguridad las tasas de registro para ciertos derechos fundados en la idoneidad personal para
actividades comunes, como la conducción de vehículos.
Las tasas judiciales se subdividen, por la diversa jurisdicción en que pueden aplicarse, en
cuatro categorías: derecho contencioso; civil y comercial; criminal y de jurisdicción
voluntaria. Se incluyen en estas últimas las tasas llamadas de registro, que corresponden a
la organización pública de registros especiales, que llevan la anotación ordenada de
mandatos, contratos, obligaciones hipotecarias, etc. para constancia y delimitación de los
derechos constituidos, en forma que hace fe pública.
De menos importancia, aunque muy difundida, es la subdivisión que se hace de las tasas de
seguridad, incluidas en una de las subcategorías enumeradas precedentemente.
Si bien la tasa se vincula con la realización de una actividad administrativa esto no significa
que cualquier actividad sea retribuirle mediante tasas, algunas remuneraciones, en efecto,
asumen la condición de obligaciones de derecho privado, difícil de caracterizar.-
El problema es tan complejo, que ha legado a expresarse que no hay "un elemento material
de diferenciación, al que pueda atribuirse influencia decisiva y constante sobre el carácter
jurídico de las relaciones en cuestión", ello no obstante, se han formulado diversos criterios,
que veremos en sus aspectos más destacados y que permiten soluciones aproximativas. Son
ellos de índole variada, el más generalizado, que arranca de la teoría económica, se funda
en la naturaleza del servicio público, considerando tasa la retribución de servicios
organizados en régimen monopolista para obtener recursos; e ingresos privados, la
correspondiente a un servicio prestado en el régimen de libre competencia; pero, a parte de
los incierto del criterio, el monopolio puede crearse en actividades a cargo de
la industria privada, sin derivar en relaciones de derecho público. Otro sistema también de
tipo económico, reputa tasa la que se limita a abrir el costo del servicio; e ingreso privado
aquel que, además del rembolso de gastos, proporciona al Estado, un beneficio; más la
caracterización jurídica de la relación no puede depender de la retribución, y , además, el
criterio de distribución del costo resulta discrecional y está fuera de la orbita del derecho.
Preferible es decidirse por el criterio del otro Giannini, que finca la distinción en la
naturaleza de la relación jurídica: trayéndose de una relación contractual, basada en la
libertad de las partes, habría ingreso de derecho privado; en cambio, si aquella nace en
virtud de la ley, con prescindencia del particular ( a lo sumo, en ciertos casos este pondría
en acción el mecanismo legal), entonces nos hallaríamos frente a la tasa. Pero lo que es
fácil establecer en teoría, no siempre puede apreciarse en la práctica, por lo cual opta
Cociera por acudir a la naturaleza de las normas que disciplinan la relación del particular
con el estado y que pueden ser de derecho público o de derecho privado, pero radicando la
diferencia en el interés tutelado por la norma: si éste es exclusiva o preferentemente
público, habría ingreso de derecho público ( tasa, si el interés es exclusivamente público;
ingreso de derecho público pero no tributario, si no hay esa exclusividad); en cambio,
habría ingreso de derecho privado sui el internes tutelado es exclusivamente de derecho
privado.-
Los dos últimos sistemas son mas racionales y jurídicos que los anteriores, pero no están
libres de objeciones, lo que permite aceptar como adecuada la opinión antes recordada, de
que no existe ningún elemento diferenciador de influencia decisiva y permanente, con valor
absoluto. Prudente es decir, entonces, que debe examinarse en cada caso, el motivo
determinante de la institución del servicio estatal y el interés tutelado por la norma, así
como la naturaleza, contractual o no, de la relación creada, sin omitir el análisis del
desarrollo histórico de la institución.
llamar puras, ya que la cada vez mayor participación del estado en la economía "ha
generado útiles formas intermedias (en parte públicas y en parte privadas, es decir en parte
impuestas y en parte negociables) que en definitiva hacen difícil el pronunciarse en forma
muy explícita sobre el ámbito porcentual reservado a la autonomía de la voluntad".
CLASES DE TASAS
4. MEDIDA DE LA TASA.
Evolución de la jurisprudencia
a) en la actualidad, ciertos autores sostienen que las tasas deben adecuarse a las ventajas
que obtienen los particulares del servicio administrativo; en otros casos, el monto estaría
condicionado al costo del servicio; finalmente, también se pretende tomar en cuenta la
capacidad económica del obligado. Veamos estas cuestiones, especialmente a la luz de las
interpretaciones judiciales. Una parte de la doctrina, especialmente autores franceses y
belgas, aún sostienen que la tasa consiste en la retribución de una ventaja o beneficio
especial obtenido por el particular, señalando en tanto la medida del impuesto en la riqueza,
esto es, la capacidad contributiva, la medida de la tasa consistiría en el valor de esa ventaja,
aunque en ciertos casos podría graduarse por el costo del servicio.
Es innecesario recordar lo inadmisible de este criterio. Ante todo porque , como señalamos
anteriormente, con frecuencia el obligado no obtiene beneficio alguno y hasta puede
resultar perjudicado por la actividad que le impone la administración; además, porque es
muy difícil apreciar en cifras la ventaja subjetiva u objetiva en los casos en que ella
realmente existiere.
En algunas decisiones, la relación entre cuantía y costo del servicio fue considerada como
inherente a la esencia jurídica de la tasa, llegando a afirmar un comentarista que la "causa"
estaría en la relación entre el servicio y el quantum de lo percibido, cuando - de haber causa
tributaria- ella radicaría en la prestación del servicio mismo, y no en el monto. En otros
casos, no aparece tan enfática declaración, pero en concepto está sobreentendido, desde el
momento que dicha relación es considerada indispensable para la validez o legitimidad de
la tasa o cuando se dice que es necesaria, que ciertos fallos se limitan a "contraprestación
aproximadamente equivalente al costo del servicio prestado " o a " una suma
de dinero destinada a cubrir principalmente el gasto de esa prestación", expresiones todas
que giran en torno de la misma idea.
En un enfoque más logrado jurídicamente, si bien ajustadita a la idea de que debe existir
una contraprestación aproximadamente equivalente al costo del servicio prestado, se ha
declarado que la circunstancia de que el eventual superávit ingrese a rentas generales, "no
puede interpretarse como que una tasa deja de ser tal para convertirse en un impuesto", lo
que significa, según nuestra apreciación, el tribunal no estima desnaturalizado el concepto
de tasa por el hecho de alternarse la recordada relación; no habría, pues, invalidez o
ilegitimidad de la obligación por tal desproporción.
Cabe señalar, finalmente que para apreciar el "costo" del servicio a retribuir, en general se
ha aceptado el criterio del gasto total del servicio y no del "costo individual", que no debe
limitarse a los gastos de la oficina encargada de prestarlo, descartando en absoluto la idea
de medirlo por el número de inspecciones administrativas efectuadas. Y es así que en la
búsqueda de la forma o medida de distribución de ese costo, las nuevas formulaciones de la
jurisprudencia han convergido en el concepto de capacidad económica del obligado.
No existe norma constitucional o legal que obligue a que las tasas exhiban proporcionalidad
entre el costo del servicio y el monto del gravamen, pues mediante lo que se percibe no
debe atenderse únicamente a los gastos de la oficina que lo presta, ya que tanto la existencia
de ésta como el cumplimiento de sus fines dependen de la total organización municipal,
cuyas erogaciones generales deben incidir en las particulares en una medida cuya
determinación es cuestión propia de la política financiera.
6. Tasas provinciales
Art. 268.- Por los servicios que presta la Administración o la justicia provincial, deberán
pagarse las tasas que se establecen en el presente título, cuyo monto fijará la ley impositiva.
Art. 271.- Toda actuación ante la Administración Pública, sujeta al pago de la tasa
retributiva de servicios, deberá ser repuesta en la forma prevista en el artículo 269 en
oportunidad de iniciarse la misma.
Art. 277.- Por los servicios que preste la justicia se deberán tributar tasas de acuerdo con la
naturaleza y cuantía de los procesos.
El art. 249 del Código Fiscal establece como principio que por los servicios que preste la
justicia se deberán tributar tasas de acuerdo con la naturaleza y cuantía de los procesos,
precisando su inciso a) que en los juicios por sumas de dinero o derechos de apreciación
pecuniaria se abonará sobre el monto mayor entre el de la demanda, sentencia definitiva,
transacción o conciliación.
Si bien es cierto que las degradaciones cuantitativas y cualitativas del suelo -uno de los tres
elementos abióticos, junto al agua y el aire, de la biósfera- pueden alterar profundamente
las condiciones de vida de la flora y la fauna y por ende afectar el medio ambiente como el
conjunto de elementos naturales y artificiales que condicionan la vida humana, también lo
es que el mero distingo de las tasas instrumentado por la comuna sobre la base del destino
dentro o fuera del partido de los bienes no renovables carece de la idoneidad suficiente para
considerarlo por sí una defensa de tales recursos naturales, esto es que por esa vía se
asegure el desarrollo sustentable de la actividad extractiva y se supere la amenaza sobre
el ecosistema producto de una alteración o empobrecimiento de la capa del suelo.
Resulta inidónea la rebaja tributaria cuando el material extraído permanece dentro de los
límites del partido -planteando una integración del factor ambiental con el aspecto
económico a fin de determinar el denominado costo del uso ambiental y establecer quién y
cómo debe pagarlo, tendiente a desalentar una eventual degradación del medio-, toda vez
que no es aceptable que tamaña diferencia como la fijada por la comuna entre tasas por
análogo servicio deba asumirla la usuaria de recursos ambientales cuando decide
transportar éstos fuera del distrito sin la existencia de servicio alguno adicional que
justifique semejante sobreprecio.
7. BIBLIOGRAFIA