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DE VALPARAISO
Facultad de Derecho

CRIsnAN SANTAHOER G.
Abogado
Rut: 11.477.739-0

DELITO, PENA
y PROCESO
LIBRO HOMENAJE A LA MEMORIA
DEL PROFESOR TITO SOLARI PERALTA

LUIS RODRÍGUEZ COLLAO


(Coordinador académico)

© PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓUCA DE VALPARAÍso


FACULTAD DE DERECHO

© EDITORlAL]URÍDICA DE CHILE
Ahumada 131, 4º piso, Santiago

Registro de Propiedad Intelectual


Inscripción Nº 173.441, año 2008
Santiago - Chile

Se terminó de imprimir esta primera edición


de 500 ejemplares en el m s de epu mbre d 2008

IMPRE RE: Produ t ra 1'Mi '\ Andros Ltda, PONTIFICIA UNIVERSIDAD


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1)1 de-l I1I1ITl.ral 4° d I al" . (7 I 'ti 1I 1'1 i P rativ d la l y d


Héctor Hernández Basualto **
.1I1eiOllu, Ji .na putativas, or oral y p uniaria, y n la ual
.'. la ultima 'tá vin ulada a un por nt 0 del tributo ludido d 1
11\01110I .fraudado.
1-:8Ia f rmula de penas para ambos incisos hace inoperante la
( huu int n ión de la ley de castigar de manera atenuada cuando
1\ ) s ha a arreado perjuicio al interés fiscal, según lo dispone el
.1\1. I lid 1Código Tributario.
, Igual consideración rige respecto de la figura delictiva asi-
tllila la al delito tributario prevista en el ine. 3º del numeral4º del
.\11.H7, n el cual la pena pecuniaria se establece en relación a lo
«I( Iraudado. Además, tratándose de verdaderos delitos de fraude
disfrazado de delitos tributarios el perjuicio cumple en ellos el rol
(11 (1 m ntos del tipo. 1. LA NECESIDAD DE LÍMITES EN EL PLANO
!1. < n el Nº 5 del arto 97 se castiga la omisión de declaración DEL TIPO OBJETIVO
(011 P na corporal y una multa del 50 al 300% del "impuesto que se
Imttt de eludir". En este caso, a diferencia de los anteriores en que la La necesidad de establecer límites al tipo objetivo de lavado de
111('011 urrencia del perjuicio trae consigo la impunidad, se castigan dinero tiene su origen en la propia vocación omnicomprensiva
{ OIHO nsumadas conductas de mera tendencia. de las tipificaciones sobre la materia. En su afán por establecer un
(). La legislación revisada adolece de graves defectos de conte- tipo penal operativo y eficaz para evitar el aprovechamiento de las
11ido, herencia y técnica legislativa que sería menester reformar. utilidades obtenidas con ocasión de determinados delitos,' ellegis-
7, D ntro de tan confusa realidad dogmática, nuestrajurispru-
ti '11 la s ha manejado de manera errática y contradictoria. * El autor hubiera querido, como corresponde, contribuir al homenaje en
H, ,nsiderar el perjuicio como un elemento del tipo -como memoria del Profesor Tito Solari Peralta con un trabajo especialmente escrito con
pl 0jllgoamos- conduce a resultados más justos. Obliga al juez a este propósito, lo que, lamentablemente, no fue posible por diversas circunstancias.
uuu Izar la parte subjetiva del tipo y, de concurrir un error invencible, No es menor, sin embargo, el reconocimiento con que ofrece estas páginas que,
( '<'1\1il" la responsabilidad por falta de dolo permitiendo castigar, en sin ser inéditas, al menos no habían sido publicadas anteriormente en el país. El
texto se publicó originalmente en GABALDÓ ,Luis Gerardo et al., Delincuencia
lo, ('\80S que la fórmula penal lo hace posible, el delito imperfecto, económica y tecnologías de la información (Caracas, 2004, UCAB), pp. 77-105 Ypara
{ \1 a impunidad constituiría una laguna inexplicable para cualquier esta publicación sólo se le han hecho modificaciones formales y agregado algunas
I )()I li a criminal razonable. La tutela del interés subyacente en la pocas referencias bibliográficas.
1I()1'I11ativa legal exige desde el punto de vista político-criminal que ** Abogado, legum magister y Doctor en Derecho (Friburgo de Brisgovia), Profesor
'11 I1punibles las formas imperfectas. de Derecho Penal y Derecho Procesal Penal de la Universidad Alberto Hurtado.
1 Especialmente de los delitos de tráfico de estupefacientes, ámbito en el que
se originan las regulaciones sobre lavado (particularmente desde la Convención
de Viena de 1988), como era el caso en Chile bajo la vigencia del art. 12 de la Ley
Nº 19.366, pero también, crecientemente, de otras actividades delictivas, como
ocurre en el derecho alemán (§ 261 StGB) o austriaco (§ 165 StGB), donde el delito
está referido a objetos provenientes de delitos taxativamente determinados o, en
términos más amplios, en el derecho español (art. 301 CP), donde era aplicable a
capitales provenientes de "delitos graves" y desde 2004 a capitales provenientes de
cualquier delito, siendo el hecho de prevenir del tráfico de drogas sólo circunstancia
agravante, o en el derecho italiano (arts. 648 bis y 648 ter CP), donde existió un
catálogo cerrado hasta 1993, para hablarse ahora genéricamente de todo delito
"no culposo". En el derecho chileno se ha introducido un catálogo acotado de
delitos-base mediante la Ley Nº 19.913, de 18 de diciembre de 2003 (modificada
por la Ley Nº 20.119, de 31 de agosto de 2006).

11I11l1\li\L JURIDICA DECHILE 494 495 EDITORIAL ]URIDICA DE CHlLE


DELITO,PENAYPROCESO CAPÍTULOIII . ESTUDIOSSOBRELA PARTEESPECIALDELDERECHOPENAL

lador en dis.tintas latitude~ ~a optado por introducir un nuevo tipo que proviene directamente del delit~ Y no de los objetos ad~uiridos
~enal co~ ~Iertas caractenstI~as. especiales que lo distinguen de los o producidos a partir de eso, la accion con~ l.as ga,!anCIas de la
tIpOStra?I~lOnales de encubrimiento o reccpracícn." De entre estas actividad delictiva se tornaría en buena medida ilusoria.
caracterísncas destacan especialmente dos: En segundo lugar, la tendencia legislativa es la creación de tipos
En primer lugar, en lo que se refiere a la relación que debe existir penales que no se agotan en la noción pop~lar que se tien~ ~ella-
~ntre el obJeto,sobre el que re~ae la con?ucta y el delito previo o de- vado de dinero, entendido como el ocultamiento o encubrimiento
I,Ho-base,aquel puede provenir tanto directa como indirectamente de del origen ilícito de los bienes, así como el ocultamiento o encubri-
este, d~ modo que el tipo es también aplicable a casos de posterior miento de los bienes mismos, sino que van bastante más allá, con-
y .sucesIV~aprovechamíenro y transformación de los objetos prove- figurándose como simples prohibiciones de contacto con el producto
men~es dírectamente del delito previo, esto es, también respecto de de determinados delitos-base, lo que no coincide, o al menos no
l?s bienes que "subrogan" dichos objetos. Este "lavado sustitutivo" no siempre, con el encubrimiento. El sentido de norm~s d~ este tipo es
sIerr:r.re resulta compat~bl~ con la interpretación de los tipos penales provocar el aislamiento de los autores d~l hecho pre~o; slmpleme~te
tradIc.lOnalesde encubrimiento o receptacíón," en circunstancias que se castiga entrar en contacto con los bienes provementes del dehto,
constItuy~, un elemento que se considera esencial para la adecuada aunque su adquisición y uso estén desprovistos de idoneidad p~ra el
persecución pe~a! y una característica constante en las legislaciones encubrimiento; basta en general con que al momento de recibir los
comparadas. SI solo fuera relevante el aprovechamiento de aquello bienes se haya conocido su origen. Así, es una verdadera constante
en el derecho comparado encontrarse con dos figuras punibles
básicas: la de encubrimiento y la que podría caracterizarse como
2. Al.respecto, en perspectiva europea, BACICALUPO,Enrique, "Estudio com-
de contacto punible+
pa~auvo .~el derec~o ~enal de los Estados miembros de la Unión Europea sobre
la I epresion del reciclaje o blanqueo de dinero ilícitamente obtenido", en el mismo
(drrector}, Curso de,derecho penal econ.ómico (Madrid-Barcelona, 1998, Marcial Pons) ,
pp. 197 Y ss.; tam bién VOGEL,joacllIm, Gelduidsche-ein europaweit harmonisierter Straf delito de blanqueo de capitales (Pamplona, 1997, Aranzadi) , pp. 257 Y ss.; ARÁNGUEZ
tatbesta'Yfd?, ZStW 109 (1997),335. SÁNCHEZ,Carlos, El delito de blanqueo de capitales (Madrid-Barcelona, 2000, Marcial
3 Esa es, por ejemplo, la opinión dominante en el derecho chileno: ETCHE- Pons) , pp. 206 Y ss.; DEL CARPIO DELGADO,Juana, El delito de blanqueo de bienes en el
BERRY,Alfredo, Derecho penal (Santiago, 1998, Editorial jurídica de Chile), t. II, Nuevo Código Penal (Valencia, 1997, Tirantlo Blanch), pp. 101 Y ss.; PALMAHERRERA,
p. 103; CURY, Ennque, Derecho penal (Santiago, 1985, Editorial]urídica de Chile), José Manuel, Los delitos de blanqueo de capitales (Madrid, 2000, EDERSA), pp. 354 Y
t. Il, p. 262; GARRIDO, Mano, Derecho penal (Santiago, 1997, Editorial jurídica d ss.; FABIÁN CAPARRÓS,Eduardo, El delito de blanqueo de capitales (Madrid, 1998, Co-
Chile}, t. Il, p. 325; POLlTOFF, Sergio; MATUS,]ean Pierre; RAMÍREZ,María Cecilia, lex), pp. 298 Y ss. En Alemania es opinión unánime, por todos •.STREE, Walter en
p'arte general (Santiago, 2004, Editorialjurídica
Leccwnes de derecho penal c~¡Z~f!1}o. d SCHONKE,Adolf; SCHRODER,Horst, Strafgesetz.buch. Kommentar, 26. Aufl. (Manchen,
Chile), p. 433. De otra opiruon, sin embargo, con anterioridad, LABATUT,Gustav , 2001, Beck) , § 261 Rdn. 7.
Derecho penal5Sanuago, 1989, Editorial jurídica de Chile), t. 1, p. 204; Y NOVOA,
Eduardo, CU1S0 de derecho penal chileno (Santiago, 1966, Editorial jurídica de Chile), 5 En e! § 261 StGB alemán (Gelduiasche), el inciso primero recoge el llamado
t. rr, pp. 222 Y ss.
"lavado propio" o encubrimiento de los bienes, en tanto que e! inciso segundo
. 4 En general, se despre!lde de las expresiones legales empleadas. Así, P r ("lavado impropio") sanciona con las mismas penas al que "adquiera para sí o para
eJe~plo, e~ el derecho espa~ol se habla ,de objetos que "tienen su origen" en I un tercero (... ) o guarde o emplee para sí o para un tercero un objeto [proveniente
delIto-base, en el derech~ italiano y aleman se habla de objetos que provienen (pro de un delito-base] (... ) cuando al tiempo de obtenerlo ha conocido el origen del
uenienu, h~hren)deldehto, en ~nto que en el derecho francés (art. 3241 CP) S(' objeto"; el inciso segundo de! arto 301 CP español se hace cargo de las figuras de
habla del product~ dlrect? o indirecto de un crimen o de un delito". Por su parte ocultación o encubrimiento, en tanto que el inciso primero ya se ha ocupado del
e:r- el derecho au~~naco existe una definición legal: "Una porción patrimonial pro' que "adquiera, convierta o transmita bienes, sabiendo que éstos tienen su origen en
VIene ¿e una accron punible cuando el autor de la acción punible la ha obteni lo un delito" (si bien exige el propósito de ocultar); el inciso primero del § 165 StGB
a traves del hecho o l.a ha recibi.do por su ejecución o cuando en ella se corp au uriaco (Gelduuischerei) regula pormenorizadamente formas de encubrimiento,
el valor del valor patrimonial ongmalmente obtenido o r cibido" (§"] r:;N t B), n tanto que en el inciso segundo se dispone que "del mismo modo se castigará
E~ el. derecho ch,!leno la ley e ref~e)"e a lo "bi n S ( ..• ) qu I rovi n n, dir 'cla al qu , ·0118 i nt m nt ,r iba, uarde, invierta, administre, transfiera, use o
~ mdlrectamente de la p rpetra I I~ d un ~ lit -base (arlo' 7, I.ey u 19.91.1), transmita a un L r ro" los valores n u stión; en el derecho italiano, el art. 648
n todo ea o~ 1 al an s r nocido ampliamente. H, pOI' :;<'1l1plo, pal'a ('1 I>ill ,p (ridt:laggio) se hace (,11I'~() el . las ~ rrnas d ncubrimiento, quedando en
d re h span 1, nrr 0'1"08, ;( rvll':Z I NII':HTI\ , J)I~\KO, 11,'ldll/l!,riltII/Jlmu(//'II()dll('(tldl(~(I"\ ('1 :11'(.CW\ I ~I' (im/pingo di dfliMl'/rI, ¡//IlIlo ntitiül di !Jrovenienza illecita) la sanción para
rn d/lrflr-/¡,() (W/Hf,17,II{, (Burrclonu, 1(IOn, (;<'CI(\('N), p, '1'7¡ 111. N(lO (1()I~lmR(), IMIc(ol'O, ",'/ !'I Mitllpl(' ornploo dI· lo hlc'llI' i 1'1111) 11:Ildo Unklo», micutras la. cc,ri611 1956
. di' r icio d actividades económicas
La conjunción de amb ara' 'rfsti a' ha dad lu a
enorme amplitud del tipo obj tivo d lavado d din ro. En D
'\q'~ 1.1" ,ndu la'. J;" ~
r ecfo de cualquier person.a, como es el
tídiana qu . ~ . I:». de oficios o de todo tIpO de profe-
la admisión del lavado sustitutivo importa, en principio, qu in lus Od 1 coro rcio ~ del eJerCl~~o. e podría considerarse lavado
bienes que han sufrido múltiples transformaciones y pasado por mu- si nes. En e~ecto, SIla ley no lStl~~ c;merciante que le vende un
chas manos diferentes, es decir, bienes que sólo de modo mediat típico, por ejemplo, la conduct~b e 1 recio del mismo con dinero
provienen del delito-base, siguen siendo objeto idóneo del lavado y, traje al traficante d,e dr~f~~ y rec~a~~l ~ueño del restaurante que le
en principio, su mera adquisición consciente constituye delito. Per proveniente del tráfico 1 loto, o 1 del taxista que lo conduce o, en
esto no es todo. Adicionalmente, el lavado sustitutivo tiene un efecto °
sirve una cena y cobra pordellfio, da También en este punto parece
fin la del abogado que lo e ien e. ,. 8
expansivo, por cuanto la sustitución no le quita el carácter de objeto
'. 1 1 bl cimiento de tímítes. .
idóneo a lo sustituido, de suerte que en cada transacción el número indlspensab .e e esta e 1 ibilidades conceptuales disporu-
de objetos contaminados se duplica." Lo anterior se puede graficar Ahora bien, de, e?tre as PO~tados más satisfactorios deberían
con un ejemplo: El traficante de drogas A le compra a B un automóvil bles para este proposl.to, los res~ tiva No arecen suficientemente
y le paga con el producto directo del tráfico. Tanto el dinero como lograrse en sede de tzpzcz~d ~%e s basad~s en la tipicidad subjetiva
el automóvil que lo ha sustituido son objetos contaminados. Luego adecuados, por ~l cc:trar~~~l:n:~te en la exigencia de dolo-; pues
A le vende el automóvil a C para adquirir con el dinero de la venta de la conducta - .u~ ame , no atender a la necesidad general
uno nuevo a D, en tanto que B, el vendedor del primer automóvil, ésto~, como se .dl:a, ~~emas d~ la ers ectiva individual dejan en-
le compra a E acciones con el dinero que había recibido, de lo que (social) de dehmltaoOn, d~sd 1 c~suJidad la relevancia pen.al de
resulta que tanto el primero como el segundo automóvil, el dinero tregada much~s veces a la simp e e todas formas no siempre SIrven
que recibe D por el segundo automóvil, las acciones que obtuvo B y la conducta, sm contar ~on q~e d n las que el origen ilícito de
el dinero que recibió E, todos estos bienes son ahora objetos conta- de límite res~e~to de SltUaCl~)lleSe~el medio, al punto de poder
minados cuya adquisición consciente constituye lavado de dinero, y los bienes reCIbIdos. es .cono~~o te todo lo cual se agudiza en
así sucesivamente. Como se puede ver, este mecanismo podría llegar presumirse el conoomlex:to ~ age~o~ocen hipótesis culposas o
teóricamente a contaminar grandes áreas de la economía con los aquellos países cuyas legisl aciones
consiguientes trastornos para su desarrollo y fluido funcionamiento.
Por esta razón, parece indispensable imponerle ciertos límites al imp~~d~:S~!'~~ego razonable ~sJ?~rar '~~:s~osa~i~:;:o;!\~~~~~
tipo penal que eviten un resultado que con toda seguridad no ha cución penal SImplemente no mICl~ lmuy a1ejados del catálogo
perseguido el legislador. 7 que versen sobre bienes que pare~ dar como las mencionadas, Y
Por otro lado, desde el punto de vista de la tipificación amplia de delitos-base o P?r conduct~:e~s~: esfuerzos en lo que se intuye
del simple contacto con los bienes contaminados, perfectamen- que, por el contrano, .co~cen rte ue el roblema presentado
te puede subsumirse en el tipo de lavado de dinero la recepción verdadera actividad criminal. de s,!e. qNo es Pposl'ble sin embargo,
1 . amen te teonco. ,
del pago por las llamadas conductas neutrales o estándar, esto es, por puede parecer exc USIV d 1 d terminación de los alcances de
deja! simplement~ en~e~ : d: ta~esórganos. Al contrario, es tarea
U.S.C. reprime el lavado de dinero propiamente tal (money laundering) en térmi- los tipos penales a a ac VI ~ . enal construir conceptualmente
nos de encubrimiento, la Sección 1957 U.S.e. reprime las simples transacciones irrenunciable de la dogmatlca p mentas racionales a la práctica,
monetarias a sabiendas del origen de los fondos (prohibited monetary transactions); esos alcances y ofre~erl~s con argu 1del lavado de dinero, en el cual
en el derecho chileno, el inciso primero del arto 27 de la Ley Nº 19.913 reprime en ticularmente en ámbitos como e .
su letra a) el ocultamiento o disimulación del origen de los bienes o de los bienes ~~ necesariamente se ventilan situaciones bagatelanas.
mismos, en tanto que en su letra b) se hace cargo de quien "adquiera, posea, tenga
o use los referidos bienes con ánimo de lucro, cuando al momento de recibirlos
. dd a reducción teieologicaen esta materia
ha conocido su origen ilícito". 8 El primero en pla?"tear la necesld; e u~Ellavado de dinero", en POLITOFF,
en Chile parece haber. SIdo POLlTdOFF'dergt)o,Lavado de dinero y tráfico ilícito de estu-
6 Destacan este aspecto, entre otros, ARzT, Gunther; WEBER, Ulrich, Strafrecht
'. MATUSJean Pierre (coor ma ores ,
Sergt0, ,. Sur) 40 Yss.
BT (Bielefeld, 2000, Gieseking), § 29 Rdn. 17. pefacientes (Santiago, 1999, Cono . ,P(P§'261V StGB), España (art. 301.3 CP) y,
9 Como es el caso en Alemama o
7 Así, el legislador alemán (BT-Drucks. 12/989, 27), si bien no lo expresó en
. te Chile (art 27 inciso cuarto, Ley N- 19.913).
la ley. reClentemen , .,

m EDITORJAL JURIDICA DI CH ILE 498


499 EDITORlAl. JURID1CA DE CHILE
I

I
IIIIIIIU,I'I N 1'111111 11

A c?n~nua ió..,.se es,?o~analgulIas id "I~ para h d t .rminu -ioll Barton "tradu ," los rit dos normativos d la teoría de la imputa-
de los limites del opa obj nv d - J. va lo d 'din ro n r la iÓII COII
ción bj tiva com significación jurídica del hecho-basepara el bien en
est~s aspectos, basadas en respu stas 1 gislativas o propuestas I()('I ri cuestión. 14 No habría consecuentemente imputación objetiva, más
nanas :p~~sentese~.el d~recho comparado. No se trata d una torna bien, no se podría decir que un objeto tiene su origen en el delito-
de posrcion definitiva, smo simplemente de la explicitación d . IO/l
base si éste carece de significación jurídica para dicho bien. A partir
e~ementos c~?trales de la discusión y de la exposición de po .ibl 'S de esto, Barton desarrolla grupos de casos en los que, a sujuicio, no
vias de solución, como punto de partida para un futuro debate más
fino y fundado. ' sería posible considerar que el objeto proviene del delito-base ni es,
por tanto, objeto idóneo del lavado de dinero.
Aquí se tomarán las reflexiones de Barton -concretamente los
grupos de casos y los criterios que a propósito de ellos desarro-
2. OBJETO IDÓNEO DEL LAVADO: LÍMITES lla- como hilo conductor de la exposición, haciendo en cada caso
A LA CADENA DE SUSTITUCIONES
las apostillas que parezcan pertinentes.l'' Los grupos de casos son
los siguientes:
Los límites a l.aextensión de la contaminación de los bienes desd
el punto de VIstade~ l~vado de dinero se han buscado fundamen- a) Ausencia de significación jurídica del delito-base para el objeto
talmente en se~e objetiva. La delimitación vía ausencia o presencia
en razón de la mezcla en el objeto de partes contaminadas
~e dolo es paracularmen~e inadecuada en este punto, or ue no
con partes incontaminadas
nene e~ectos sobre el objeto material de la conducta, Pqu~ sigue
contammado a perpetuidad,lO El caso más sencillo es el del financiamiento de la adquisición de una
, De entre los modelos de delimitación propuestos, uno de los especieo cuerpo cierto, en parte con bienes contaminados, en parte con
~nmeros y, no obstante, hasta ahora uno de los más completos ha bienes de procedencia lícita. Es el caso del traficante que compra
sI~o.el de Barton,ll ,En el análi.sis del verbo herrühren que emplea el un automóvil en parte con dinero proveniente del tráfico ilícito y en
CO~IgOPena~ ~lem~n (provenir, derivar, tener su origen, etc.), que parte con dinero "limpio". Hasta este momento es claro que sólo el
sUgIe~e también la Idea de una relación causal entre el delito-base dinero proveniente del tráfico es objeto contaminado. Sin embargo,
y el bIen; ~arton propo~e, en consecuencia, adaptar los criterios de ahora ese dinero (sin perjuicio de seguir contaminado en manos
ImputaCIO? causal o de Imputación objetiva de resultados a los fines del vendedor), ha sido sustituido por un automóvil que también,
de determinar los alcance~ de esta relación. Nótese que se trata de en parte, proviene de dineros de origen lícito. La pregunta es si ese
adaptar, ya que no de aplicar, pues son instrumentos concebidos automóvil está o no contaminado. Hay varias soluciones posibles.
para resol~er problemas diferentes. 12 Desde esa perspectiva aprove- Mientras algunos autores han exigido que la mayor parte del finan-
chand~ pnme.ro el rendimiento de los conceptos causales 'clásicos ciamiento provenga del delito-base para tener por contaminado al
de equivalencia de las condiciones y de causalidad adecuada +con objeto.!" Barton está por considerar que el objeto está manchado
lo cual y~ logra resolver el cará~ter no derivado de los productos cuando la porción contaminada supera un determinado porcentaje
que fabnca la empresa en,que tiene participación el traficante de menor del valor del objeto y en concreto propone un límite de no
drogas, q~e es por lo d,emas uno de los pocos ejemplos empleados más del 5%,17 fundamentalmente con el propósito de evitar mani-
por el Iegislador aleman durante la tramitación parlamentaria13_,
14 BARTON, NStZ 1993,159 (163).
15 En la literatura española sigue de cerca a Barton, BlANCO CORDERO,El delito
lO Por una limitaci?n exclusivamente subjetiva, sin embargo, FABIÁNCAJ'ARRós
El de~ltode blanqueo ... , cit. (n. 4), pp. 300 Y 390. ' de blanqueo ... , cit. (n. 4), pp. 265 y SS., a quien, asu vez, sigue MARTÍNEZ-BU]ÁNPÉREZ,
Carlos, Derechopenal económico. Parte especial (Valencia, 1999, Tirant lo Blanch), p. 301.
. BARTON, Stephan, Das Tatobjekt der Geldwiische: Wann rührt ein Gegensta d
n Entre nosotros debe destacarse la importante monografia de PRAMBS,Claudio, El
aus eznerderzm Katalogdes § 2611 Nr: 1-3 StGB bezeichneten Straiftaten her? NStZ 199 3
159. ., , delito de blanqueo de capitales (Santiago, 2005, LexisNexis), pp. 322 Yss., quien distingue
12 E entre criterios tributarios del derecho civil y criterios estrictamente penales.
~te aspe~to ele~ental ~e la propuesta de Barton parece no haber sido visto
16 SALDITr, Franz, Der Tatbestand der Geldwiische, StraFo 1992, 121 (124).
por GUEZSANCHEZ,El delito de blanqueo ... , cit. (n. 4) p.208
13 BT-Drucks. 12/989, 27. ' . 17 En todo caso, sugiere también un límite absoluto dado por la significación
absoluta de la porción contaminada, BARTON, NStZ 1993, 159 (163).

EDITORlAL JURIDICA DE CHILE 500


501 EDITORIAL JURIDICA DE CHILE
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11 ••.•, o. spal and 'U:tli 1"11.011
las opera n s lnsta 11m rt d lo contaminado se consideren
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operacíon s s br bi n s ucios o, por el contrario, que todas las
para lI?pO?e~ un límite b ~o, hay qul 'o s, sin mbar r " ~, .
~ec?~nr a límites que se encu I tran dísp nibl s en el ord' l. (~(1 t 11 operaciones hasta 1importe de 10 no contaminado se consideren
jurídico para cuestiones semeia . . narn ('nll operaciones sobre bienes iímpíos." La necesaria decisión en tor-
susceptibles de generalización] ~~es y q,:,-e,pOIr lo mIs~o, p~~n'('C11 no a estas últimas alternativas ya sugiere un grado significativo de
dere h ibutari " 1, por qemp o, a partir del V1lJ:t 111 azar en la resolución de los casos concretos e importantes riesgos
Sin c %
tn utano alema?: se ha propuesto un límite d 1 213%.IH
de manipulación, lo que lleva a preferir la mantención del mismo
un !rfte;;o e;~r~ l~~e~r~~l~~~n;~~1f~~~/ecomendable mant 'JI '1 criterio adoptado respecto de especies o cuerpos ciertos: contami-
i
cont~aria ~ejaría la aplicación de la ley a t~~~s t;a ~~Yc~~~!'
, Cl'1 nado el total, todas las operaciones a su respecto versan también
sobre fondos contaminados.23
manipulaciones. Por lo mismo, resulta necesario considera P (í
ramo ~bsoluto de relevancia, que impida la "disolución" d r un ~~J./
cuantiosas a través de aportes relativamente menores en ~egg~~~~s)da(" b) Ausencia de significación jurídica del delito-base para el objeto
gran envergadura. en razón de su posterior transformación (especificación)
das ~~s~~~~~:~~ co~elejo hd~resu~;ado el t~atamiento de las m "¿. Se trata del efecto de una acción posterior sobre el objeto, a tal
l~pIO con mero contaminado" que se rodu ' modo relevante que lo transforma valorativamente en otro objeto, 1

en un aliud que, en cuanto tal, ya no carga con la mácula del delito-


;:cf::~st~a~~~~:;I:~~;eE~1 ~~?J~e:~~~:~r~t~odesorberseolbv~r sFlas op - base. En la base de este razonamiento subyace la idea propia de la
\
minad B" ienes conta-
todo el°ss~ldaSlC~?Iente, l~s alternativas son dos: a) considerar qu especificación como modo de adquirir el dominio, si bien adaptado 11

.o es a contaminado de acuerdo con el criterio ad d a las características específicas del problema tratado. A diferencia

~~~e~~;~~~;'., !e:~~~e;'.:eu';:':::~~c~~~;'~n
~;:rie°~~¡~~t~~, de lo previsto en el derecho civil alemán (§ 950 BGB) , lo decisivo
para este problema no es que el valor de la transformación no sea
~ 1et~~ contaminados; o bien, b) considerar que sólo una part mucho menor que el de la materia, sino, por el contrario, que este
c~n::mi~~J:Pl:smadoaden un ciertdo límite de valor- se encuentra sea de un valor muy superior, conforme al criterio del Código Civil
. ' o que no to as las operaci chileno (arts. 662, inciso tercero, y 667, inciso segundo), pues sólo
24
sanamente sobre dinero "sucio" 20 L . o~~s r~~aen nece- entonces cabría decir que el objeto ya no proviene del delito-base.
~egunda alterna~iva obliga a est~blec~;~~r:~~~~ad~za~~~~i: esta Como ejemplo, puede mencionarse el caso de quien con una barra
lI?pu.tar las sucesivas operaciones sobre el fondo espe 1!fi para de oro de un valor de 100, obtenida a consecuencia de un delito-
terrmn d d idi , , ' CIicamente en
os . e eCI Ir SIseran las primeras o las últimas . base, fabrica a mano una joya por valor de 1.000. En un caso así,
las que se Imputarán al dinero sucio .21 Así , pued e resu 1operaCIones
tar que todas la joya ya no debería ser objeto idóneo para el lavado de dinero,
porque ya no proviene del delito-base. Se debe recalcar que no se
trata de aplicar las reglas de la especificación, sino simplemente ~
:::'
18Esa es la propuesta de LEIP Carsten: HARDTKE F
von Vortat und Geaenstand der Geldwa:'sche un ter' beson d erer,rank, de emplear el razonamiento que le sirve de base para resolver un Z
Berúcksi Der
hti Zusammenhang
d Vi
z , b

gun~ ~?n Gira.lgeld,wistra 1997, 281 (283), a partir del § 74 AO ~ z'f'ng er ermen-
problema distinto, porque ese razonamiento parece adecuado a ~,
;, poslClon TRONDLE Herbert: FISCH . onrormes con esta ese fin. Por lo mismo, es relativamente indiferente la regulación
11
Aufl'l~Manchen, Ú)99, Beck), § 26~iJn~~~as, Strafgesetzbuch und Nebengesetze, 49. precisa de la especificación en el Código Civil; lo decisivo es que ~
2::¡ el
fungibles, en cualquier otra clase de fondo donde se mezclen géneros o bienes z
el :o
z
:o 22 De esa opinión SALDlTT,StraFo 1992, 121 (124); SCHONKE;SCHRÓDER; ~
20 Una tercera alterna' ,
se encuentra sin mancha r~~~:se~~~::~uralmente, ~-?-tende~ que el total del saldo STREE,§ 261 Rdn. 9; MAIWALD,Manfred, "Auslegungsprobleme im Tatbestand der
o;;
una alternativa que parez~a haber eftad e de llaporclOn h~pla: pero no se trata de Geldwasche", en Festschrift für H ans Joachim Hirsch zum 70. Geburtstag (Berlin-New ~
21 L o rea mente en discusión
York, 1999, Walter de Gruyter) , pp. 641 Y ss.
o
<:
el o que a su vez puede vincularse co Id"
u otro carácter ingresaron en el fondo o; ~ or en en que .los ?!neros de uno 23 Así ARzT; WEBER,BT, § 29 Rdn. 15; LEIP; HARDTKE,wistra 1997, 281 (284), ~
-<
82 contable del last in first out conform 1
p 1 ejemplo, por aplicación del criterio argumentando a partir de la llamada "doble causalidad" y excluyendo la aplicación
u
o
r
rado es el primero en gas;arse. Al re~;e~~a L~~f.r=~~ue ~ltúltI'1m9907bi2en
gene- del principio in dubio pro reo. :2
:2 con nota al pie 21). " WlS ra ,81 (284 :5
24 BARTON,NStZ 1993, 159 (164).
:5

503 EDITORIAL JURIDICA DE CHILE


EDlTORIAl ]URIDICA DE CHilE 502
111111 1 1'1 N 1'11111.1', (1

'aso lIi I,¡ aso, s pu xí ' nvcnir n qu trata de un criterio potencialmente


que 11( ha cl poco r levant para la práctica.
rán I1Jil. hlen
d) Ausencia de significación jurídica del delito-base para el objeto
en razón de su prescripción o de su desincriminación
Ausencia de significación jurídica del delito-base para el objeto 1'01 El razonamiento es relativamente obvio: si el delito-base ya no pue-
IJérdida total de valor del mismo de ser perseguido ni penado, no se ap.recia por qu~ habrían de s~r
gún opinión dominante, que aquí se comparte, las varia i n s dt punibles los actos que recaen sobre bienes provementes de aquel.
val r sufridas por el objeto a través del tiempo no deben af tal' 11/'1 Barton realmente lo funda en términos más finos y elaborados,
se 1 carácter del objeto como objeto idóneo del delito de 1 va le~, adaptando para estos efectos los principios que .i~forman el co:ni-
por varias razones. Desde luego, porque eso haría prácticam 'l1f(' so. Si el objeto del tipo de lavado es atacar las utilidades del dehto,
1\
inaplicable la decisión en favor del lavado sustitutivo, la que qu ln- y éste es el mismo objeto del comiso, ento~c~s parece ra.zonable
ría a merced de todo tipo de manipulaciones, pero además p rquc reconocerle al lavado de dinero el mismo límite del corruso, esto I
1propósito político-criminal de atacar y paralizar las utilidad d '1 es, la perseguibilidad del d~lito base.29 Todo lo cu~l es plenamente
d lito-base se vería ridículamente frustrado si las utilidades derivadas aplicable en todo ordenamiento en el cual el comiso sea una pena
s consideraran legítimas." En consecuencia, las ganancias prov '. accesoria. Se puede discutir si lo decisi~o ~:ben ser.l?~ pla~~s de la
ni ntes de la inversión de fondos contaminados cargan también COII prescripción del delito o los de la presc~lpclOn adqUlsltl~a civil, pero
sa contaminación. Por cierto se excluyen, sin embargo, aquell S eso dependerá de las reglas del respecnvo derecho na~!onal. Por s~
aumentos de valor que no son en absoluto objetivamente imputabl S parte, Palma Herrera sólo parece reconocerl~ e.fecto desco~taml- 1,

al autor, por estar por completo fuera de su esfera de control, com nante" a la despenalización del delito-base, SI bien, por.consl~era-
ocurre en el ya célebre ejemplo planteado por Krey-Dierlamm'" d J ciones político-criminales ya que no conce~tuales, le atnbuy~ Ig,:al I
traficante que con sus ganancias compra un boleto de lotería y se gana efecto práctico a la prescripción del mismo. o Hasta aquí los cntenos
el premio mayor. Ese premio no proviene, conforme a la opinión desarrollados por Barton.
dominante, del delito-base, sino del azar en el más estricto sentido
del término. Consecuentemente, con este criterio de pérdida d e) Ausencia de significación jurídica del delito-base para el objeto
valor Barton se refiere en rigor a la pérdida total de valor del objeto, en razón de la adquisición por tercero de buena fe o en razon
y pone como ejemplo el del automóvil que ha perdido todo su valor de su desconexión con el delito-base
de uso y de cambio y se encuentra en situación de ser entregado I
como chatarra, o bien la situación de un crédito documental que Adicionalmente, en España, tanto Blanco Cordero'" como ~ánguez
Sánchez/" han aceptado como límite del carácter cont~ml.nado del I
no puede cobrarse.F El criterio es ciertamente discutible. Algunos
autores españoles lo han criticado ~orque consideran que el bien objeto la adquisición previa por tercero de buena fe, cnteno que, .al I
sigue siendo apreciable en dinero. 8 Con todo, en casos dudosos menos tratándose de especieso cuerpos ciertos, parece altamente S~tIS-
podrían emplearse con provecho criterios contables, sobre depre- factorio desde el pun to de vista de la seguridad jurídica y c~mpatIble
ciación o castigo de créditos incobrables, ete., que sí sugieren que con los propósitos legislativos. En todo caso, resulta ~senCl~l que se
el bien deja de existir desde una determinada perspectiva. En todo trate de una modificación que se reconoce en el objeto mismo, no
en consideración a sujetos determinados. No parece razonable que,
como sugiere Aránguez Sánchez, la adquisición posterior por parte
25 Así, por todos, convincentemente, SCHONKE;SCHROOER;STREE,§ 261 Rdn. 7;
dudoso, en cambio" en LACRNER,Karl; KÜHL, Kristian, StraJgesetzbuch mitErliiuterun-
gen, 23. Aufl. (Manchen, 1999, Beck), § 261 Rdn. 5, cuando dicen "sin cambio
esencial de valor". 29 BARTON, NStZ 1993, 159 (165); en contra SCHONKE; SCHROOER; STREE,
26 KREY,Volker; DIERLAMM,Al fred , Geunnnobschopfung und Geldwiische,lR 1992, § 261 Rdn. 9.
353 (359). 30 PALMAHERRERA, Los delitos de blanqueo , cit. (n. 4), pp. 362 Y ss. Y p. 367.
31 BLANCO CORDERO, El delito de blanqueo , cit. (n. 4), p. 287.
27 BARTON, NStZ 1993, 159 (164).

28 BLANCOCORDERO, El delito de blanqueo ... , cit. (n. 4), p. 284.


32 ARÁNGUEZSÁNCHEZ,El delito de blanqueo , cit. (n. 4), p. 217. t
'1
505 EDITORIAL JURIDlCA DE CHlLE
11

EDITOH.lAL JURIDICA DE CHILE 504 1

I
111' 1 11( 1, 1'1, NA' JIII( 11 ,1- !,

de una person~ que conoc 1 ri n ilf le d 1 bj l " t viv« (.1 de pena ( usa 1 al' b lut ria), in ef cto sobre la tipicidad de la
nexo entre el bien y su origen ilícit ". En prim r lugar, p r 11' IJO condu ta, ni m nos sobre el carácter del bien.P"
se resuelve ~l problema que se pretende evitar; en s gund lugar; No obstante lo anterior, la literatura alemana conoce propuestas
porque sugiere nuevos problemas, como por ejemplo 1 d 1 dotus que, si bien no se corresponden, en rigor, exacta~e~te con la idea
subsequens, con graves efectos en términos de seguridad jurídi a para de la adquisición por tercero de buena fe como límite de la conta-
el intercambio de bienes. minación, guardan sin embargo una cierta similitud con ella. Así,
No p~ede predi~arse lo mismo: sin embargo, respecto de género' o Salditt''? ha postulado que el carácter de objeto proveniente de un
co:asjungibles, e~peclalm~nte del dmero, pues la aplicación de dich delito-base se pierde cuando un tercero lo ha adquirido mediante
cnte~IO a este npo ?e b.I~nes frustraría gravemente los propósit s un negocio comercialmente estándar, normal o habitual. N?te~e
mamfiestos de la legislación sobre lavado de dinero. En efecto, com que no se trata de la adquisición de buena fe, sino de un entena
agudamente ha hecho notar Maiwald.v' por el carácter traslaticio de mucho más objetivo, basado exclusivamente en el carácter neutral
domzn~o q~~ por re~la generalísima ostentan las entregas de dinero, o habitual de la adquisición. Ese adquirente puede perfectamente
su aplicación consistente obligaría a considerar como descontami- hacerse responsable por lavado de dinero, pero desde ese momento
nadas los fondos "depositados" por el autor del delito-base en su el objeto deja de estar maculado, de suerte que los adquirer:tes po~-
cuenta corriente bancaria cuando los empleados que actúan por el teriores, sea que actúen de buena o de mala fe, no pueden mcurnr
banco lo han hecho de buena fe (esto es, adquisición de buena fe) , en el delito de lavado de dinero.V
quedando entonce~ disponibles para que cualquiera -también el Esta parece ser una propuesta radical, pero ~on fundame.nto
propIO autor del dehto-base- pueda disponer libremente de ellos lo altamente plausible, como es que el lavado de dmero se repnme
que ~quivaldría al paraíso terrenal para quienes se dedican allav~do porque promueve la comisión de los mismos delitos que le sirven
de dmero. A su respecto no puede, en consecuencia establecerse de fundamento. La figura pretende evitar que se ayude al autor del
dicho límite. '
delito-base, lo que ocurre cuando se adquiere directamente de él o
. En este contexto, llama la atención que en el derecho alemán cuando el objeto todavía se encuentra en su cercanía, en el sentido
exista una no~~ expresa que aparentemente consagra la misma idea. de que todavía se encuentra en el entorno del primer adqui~ente.
En efe~to, el mClSOsexto del § 261 StGB dispone que" (el) hecho no Pero cuando ese relativo "contacto" se pierde, cuando el bien ya
es pumble conforme al inciso segundo cuando con anterioridad un está fuera de su esfera de control porque ha sido objeto de una
tercero ha adquirido el objeto sin haber con eso cometido un delito". transferencia comercial estandarizada, las sucesivas adquisiciones
Sin e~~ar~o, la o~inión mayoritaria hace valer la limitación que el ya no pueden interpretarse como ayudas al traficante, de suerte
propIO Ir;tCISO contiene en o~den a regir sólo respecto del inciso se- que el bien no debería considerarse más como objeto idóneo del
gundo (tipo de contacto pumble) y no para el tipo de encubrimiento lavado. En otras palabras, una vez que el sujeto ha tenido éxito en
previsto en el inciso primero.f" con lo cual forzosamente no se trata incorporar el bien en el mercado, sólo deberían considerarse objeto
de un límite objetivo al carácter contaminado del bien, sino simple- del lavado los bienes sustitutos, pero no los bienes originales susti-
mente de un supuesto de inaplicabilidad de una de las conductas tuidos, que deberían poder circular con seguridad en el mercado.P
típicas, al punto que algunos ven en la norma una simple renuncia Desde luego esto no regiría tratándose de transacciones simuladas.t"
Indudablemente se trata de una propuesta muy sugestiva, pero que
33 Ibídem . al parecer no ha tenido mayor repercusión.
. ,34 MAIwALD,Hirsch-FS, pp. 637 Y SS.; en rigor, Maiwald discurre sobre la apli-
cacion de la norma de exención de punibilidad prevista en el § 261 VI StGB, a
36 AsíLEIP; HARDTKE,wistra 1997,281 (282).
la que luego se hará mención, pero su razonamiento es plenamente aplicable al
asunto que aquí se trata. 37 SALDITT, StraFo 1992, 12l.
38 SALDITT, StraFo 1992, 121 (124,131).
35 Así, entre ?tros, SCHÓNKE;SCHRÓDER;STREE, § 261 Rdn. 14; LACKNER;KÜHL,
39 SALDITT, StraFo 1992, 121 (123 Y ss.); un tratamiento similar proponen
§ 261 Rdn. 6; TRONDLE; FrSCHER, § 261 Rdn. 15; KINDHÁUSER,Urs, Strafgesetzbuch. LEIP; HARDTKE,wistra 1997, 281 (284), quienes, conforme a la jurisprudencia sobre
Lehr-und.Praxiskommentar (Baden-Baden, 2002, Nomos), § 261 Rdn. 12; y lajuris- aprovechamiento, hacen depender la contaminación de la permanencia del objeto
prudencia, BGHSt47, 68; otra opinión en Aszr, WEBER, BT, § 29 Rdn. 14;WESSELS, en el patrimonio del autor, de modo que sólo los bienes subrogantes que quedan
johannes; HILLENKAMP,Thomas, Strafrecht BT/2 (Heidelberg, 1999, C.F. Müller), en su poder mantienen ese carácter.
Rdn. 901; MAIwALD,Hirsch-FS, p. 645. /
40 SALDITT, StraFo 1992,121 (124).

EDlTOIUAL ]URIDICA DE CHILE 506 507 IDITORJAL ]URIDICA DE CHIlE


1111',1,1 J'( 1,1'1' N!\' 1'11111 11' II

Existe, por último, una t nd '1) .ia él la e clusión d ruül'ttisidml/',\ o m n 'ti. id ')1 tal n ndu tas pr vias delictivas. Esta cuestión
originarias, es decir, no derivadas, n 'P ial uand s trata I ]¡('. no vi n r u lta p r la actitud subjetiva del sujeto.42 Esto sin contar
chos que en sí son constitutivos de delito, como es el ea d l la Ir611 con que, como se ha dicho, de todas formas no sirve de límite res-
que se hace ilícitamente del dinero que ha ganado un traficant 1(' pecto de situaciones en que el origen ilícito de los bi~nes recibido.s
drogas mediante su actividad delictiva. En situaciones como - 1'\, sea conocido en el medio, al punto de poder presumlrse el conocí-
indudablemente podrá nacer una responsabilidad penal, pero miento del agente, todo lo cual se agudiza en aquellos países cuyas
objeto no debería constituir objeto idóneo del lavado de dinero."! legislaciones conocen hipótesis culposas o imprudentes.
Se cuenta así con una batería de criterios que parecen razon - Tampoco parece demasiado satisfactoria ni particularmente con-
bles e idóneos para articular dos propósitos centrales de cualqui r vincente en cuanto a su fundamentación la solución sistemática inter-
legislación sobre lavado de dinero; por una parte, posibilitar una media que, reconociendo las peculiaridades objetivas de las conductas
extensión significativa del concepto de objeto idóneo del delito, estándar, simplemente fundamenta a partir de tales peculiaridades un
permitiendo que el responsable del delito-base no pueda limpiar d diverso régimen subjetivo, consistente en la exigencia de dolo directo.43
mácula el bien a través de maniobras o manipulaciones formales y Desde luego no representa ningún aporte en aquellos ordenamientos
eludir así la aplicación del tipo penal, y al mismo tiempo impidiendo en los que dicha exigencia viene impuesta en términos generales por
una perpetuación de la mancha que llegue al extremo de contaminar el propio texto legal, como es el caso de Austria'" o, parcialmente, de
todo el mercado. Todos estos son criterios que pueden ser útiles en España," pues en ese contexto, en cuanto el límite subjetivo rige para
la discusión sobre el particular en Chile. todas las conductas que realizan el tipo objetivo, sean éstas estándar
Falta, sin embargo, el desarrollo de un criterio sistemático general o no, dicho carácter de la conducta carece de toda relevancia. Y,por
que les sirva de sustento y que permita determinar sus alcances. Si otro lado, subsisten las dudas sobre la razonabilidad de fundar la
bien todos los criterios expuestos se dejan interpretar en esa lógica responsabilidad penal en consideraciones exclusivamente subje~vas.
de conciliar un tipo penal amplio con la seguridad jurídica en el Con todo, debe reconocerse que se trata de una postura que tiene
tráfico mercantil, no puede negarse que el estado de la discusión mucha fuerza en la literatura y en la práctica."
exhibe todavía mucho casuismo.
42 Por una delimitación exclusivamente subjetiva, sin embargo, entre otros,
BLANCOCORDERO,Isidoro, Negocios socialmente adecuados y delito de blanqueo de capitales
3. LAVADO DE DINERO Y CONDUCTAS
(ADPCP, 1997), p. 263 (283 Y ss.).
ESTÁNDAR O NEUTRALES 43 Como se puede advertir, tal solución para el lavado de dinero coincide con
la postura desarrollada en e! ámbito de la complicidad por Roxin en relación con las
Como se ha dicho, aquí se trata de asegurar conceptualmente que conductas estándar, distinguiendo, para afirmarla, según si el sujeto ha conocido la
no se considere responsable del delito de lavado de dinero, por decisión delictiva de! autor o si sólo ha contado con ella. El desarrollo más actual de
ejemplo, al taxista o al dueño de restaurante que le prestan servicios las ideas del insigne profesor al respecto parece encontrarse en el segundo tomo de
su manual. ROXIN, Claus, Strafrecht AT (Múnchen, 2003, Beck) , t. II, § 26 Rdn. 218
estándar, propios de su giro, al traficante de drogas que paga con
y ss. Antes ya en el mismo, "¿Qué es la complicidad?", en el mismo, Dogmática penal y
dinero proveniente de su actividad delictiva. En este ámbito, tampo-
política criminal (Lima, 1998, IDEMSA), p. 401 (426 Y ss.).
co resultan satisfactorios los límites dados por la tipicidad subjetiva. 44 Por la exigencia establecida en e! § 165 II StGB de actuar con conocimiento
Evidentemente, la mayoría de los casos se resolvería a más tardar al (wissentlich), lo que en el derecho austriaco es sinónimo de dolo directo de segundo
analizarse la concurrencia de dolo, pero esto no parece suficiente, grado, conforme a la definición del § 5 III StGB, al respecto FABRlZY,Ernst Eugen,
pues de lo que se trata es de una cuestión previa, como es si el tipo Strafgesetzbuch samt ausgewiihlten Nebengesetzen. Kurzkommentar, 8. Aufl. (Wien, 2002,
de lavado de dinero puede extenderse legítimamente a semejantes Manz) , § 5 Rdn. 6, § 165 Rdn. 4; véase también KLIPPL, Irene, Geldwiischerei (Wien,
extremos, esto es, si puede considerarse ilícito el desarrollo de acti- 1994, Bank Verlag), p. 96.
45 Por la exigencia del art. 301.1 CP de actuar "para ocultar o encubrir su
vidades fundamentalmente legítimas en razón de su conexión más origen ilícito, o para ayudar a la persona que haya participado en la infracción o
infracciones a eludir las consecuencias legales de sus actos", al respecto BLANCO
4] Al respecto SCHONKE;SCHRÓDER;STREE, § 261 Rdn. 15, si bien no es del todo CORDERO, Negocios... , cit. (n. 42), p. 263 (283 Y ss.).
claro que en su concepto se trate de la solución del concurso o de la interrupción 46 Así, aparentemente, AAzT; WEBER, BT, § 29 Rdn. 40. También BLANCOCOR-
de la cadena de sustituciones. DERO, Negocios ... , cit. (n. 42), p. 263 (283 Y ss.) Y KLIPPL, Geldwiischerei, cit. (n. 44),

EDITORIAL JURIDICA DE CHILE 508 509 EDITORIAL )URTDICA DE CHILE


d la ult irloi r "\lizH i 11 d '1 tip P r part d 1aut r, d ir, uand
Situados, sin embargo, n J plano obj ·tiv ,1 con ind p nd n ia d I P ibl realización del tipo su conducta tiene
destacarse es q~e esta problemáti a no s sp .ífica d la r nlacil ill un sentido pr pio, o ea un sentido penalJ::nente atíp~co,49.1~que rige
del lavado d~ dmero. Por el contrari ,la di cusión gen ral ti tomo especialmente respecto de los negocios de :ntercambl? cotidiano, e.sto
a la relevancia penal de las conductas estándar o neutral e -v ntila la es, los negocios estándar.5o O el planteamIento de Fnsch, p~ra qUIen
general~ente a l?r.opósito de los límites de la participación riminal, la realización de conductas estándar o neutrales no puede Importar
pero en ngor decisiva para toda la teoría de la imputación penal- n
participación criminal en cuanto represe.nte sólo el ':servi~i? n~rmar~
tituye un aspect? central del debate dogmático actual, al punto do y no se le dé al autor del delito un tratamIento especial privilegiado,
h~be~~e c~nve~tldo en ver?ad~ro tema de moda durante los últim s etc. Posturas radicales como éstas, en cuanto aspiran a la irrelevancia
anos. Mas all~ del-:defiCItano, como se ha dicho-límite subj tivo penal general de las conductas estándar, distan de haber obteni~o
dad~ por la exigencia de dolo, abundan los esfuerzos dogmáti S
aceptación, pero sí puede al menos constatarse como un dato m-
tendlente~ a filtrar en sede objetiva las conductas estándar del ámbit
equívoco la existencia de una intuición extendida en to:no a q~e la
de lo pU?;.lble. S,e.trata de un tema que presupone una determina- tipicidad objetiva general de las conductas neutrales esta sometida a
da poslCIon política y dogmática sobre los cometidos legítimos d 1
reparos y necesitada de justifica~ión y de límites. . ,
derecho penal y, con ello, sobre lo que el Estado legítimamente 1 Ahora bien, esto llevado al tIpOde lavado de dinero debena ser a
puede exigir a los ciudadanos. primera vista aun más claro, pues no se trata de conductas estándar
Por ~ólomencionar ~gunas posiciones particularmente influyente que contribuyan a la realización de un delito, ~ino de cond':lctas
en ~sta lín ea puede refenrse la construcción welzeliana de la adecuación estándar posteriores." Sin embargo, si bien se rmra, al contrano, la
soczal,48 la qu,e en la actualidad, sin embargo, es valorada en general construcción de un tipo penal para el aislamiento de los responsables
co~o .de~~lSladovaga y,por lo mismo, como poco adecuada para una del delito-base, con su característica y sobre todo destacada prescm-
delimitación segura. C~~e mencionar también la refonnulación que dencia de elementos genuinos de encubrimiento -precisamente
hace Jakobs de la tradicional teoría de la "prohibición de regreso" aquellos que le quitarían su sentido propio y lo reemplazarían por. ~l
conforme a la cual, el "partícipe" no puede ser hecho responsable sentido del delito al que sirven-, constituye una verdadera tzpificaczon

i
cuando su conducta, al tiempo de realizarse, no depende en absoluto
especial de conductas neut:~les o estándar ~, I?or l~ ~ismo, u?-o de
los aspectos más problematlcos de toda la típificación del dehto de
p. 96, ~i bien la postura de estos dos últimos autores se confunde con una solución lavado de dinero. En efecto, mientras que en otros ámbitos, como
excluslvam~nte subjetiva, en razón de la ya mencionada regulación positiva en


su~ respectivos paí~es. En la jurisprudencia comparada debe destacarse cómo el
Tnbunal Constitucional Federal alemán asume esta postura en su reciente fallo 49 jAKOBS,Günther, Strafrecht AT (Berlin-New York, 1991, Walter De Gruyter),

sobre lavado de dinero a través del cobro de honorarios de abogados al cual se 24/15 (hay versión castellana: Derecho penal. Parte general [Madnd, 1997, Marcial
hará referencia más abajo. ' Pons]). La tesis ya había sido desarrollada en el mismo, "La prohibición de regreso en
los delitos de resultado" (1977), en el mismo, Estudios de derechopenal (Madrid, 1997,
Civitas-Universidad Autónoma de Madrid), pp. 241 Y ss. Una versión más actual, ~ I
!:O
47 En l~ literatura t;spañola .se advierte un~ verdadera avalancha de trabajos
sobre el partI:ular. Por solomenc~onar algunos libros considérese, FEIJOÓSÁNCHEz,
p:ernardo, Limites a la partzczpaczon criminal. ¿Existe una ''prohibición de regreso" como
con mayor énfasis en el concepto de rol se encuentra en el mismo, La imputación
objetiva en derecho penal (Madrid, 1996, Civitas), pp. 145 Y ss.
50 jAKOBS,AT, cit. (n. 49),24/17;
. .
según el ~utor, un adecua~o lll:ercambl~ de
~
;, !II1

lz~zte gener~l del tipo en derechopenal? (Granada, 1999, Comares); BLANCOCORDERO, o


f-
bienes e información entre personas con muy diversas preferenCIas solo es posible :::;
Isidoro, Limites a la participacion delictiva. Las acciones neutrales y la cooperación en el gracias al aislamiento de los fines perseguidos y, con esto, d~l .respectivo sentido o
delito (Granada,. 2001, Coma:-es); LANDAGoROsTIZA,jon-Mirena, La complicidad de la acción. Eso explicaría, por ejemplo, que en el derecho civil el error sobre los
Z
::J
delz~~zvaen la actioidad laboral cotidiana". Contribución al "límite mínimo" de la partici-
motivos sea en general irrelevante.
~
paczon frente a ~s "actos n~tros" (Granada, 2002, Comares); ROBLESPLANAS,Ricardo, 5! Especialmente a propósito de los delitos de encubrimiento, FRISCH,
La partiapaaon en el delito: fundamento y límites (Madrid-Barcelona 2003 Marcial ~
:::;
Wolfgang, Zum "tatbestandsmiiJ3igen Verhalten" der Strafuereitelung -OLG Stuttgart
Pon s). Para .una visión de la literatura alemana sobre el particular: el de~arrollo y NJW 1981, 1569, juS 1983, 915; un desarrollo más acabado se encuentra en el o<
las referencias de ROXIN, A:;. cit. (n. 43)~ § 26 Rdn. 218 y ss., con nota al pie 292. mismo, TatbestandsmiiJ3iges Verhalten und Zurechnung des Erfolgs (Heidelberg. 1988, §
Un buen resumen esquematlco de las diversas posturas en diversos países puede u
C.F. Müller), pp. 280 Y ss. o
verse en el texto de Blanco Cordero citado en esta nota. 52 Aspecto destacado por FRISCH,JUS1983, 915, respecto de las conductas de
. 48 WELZEL,Hans, Derecho penal alemán (Santiago, 1970, Editorial Jurídica de
~
encubrimiento. :5
ChIle), pp. 83yss. (§·10, IV).

511 EDITORIAL JURIDICA DE CHILE


EDITORIAL JURIDICA DE CHILE 510
1111,1,1'1'(1, I'I'~N "1'1(( H:I' I ~

se ha visto, el carácter neutral d UI a ndu ta sirv d fundara 'J110 cuando, asumi ndo qu l propósito de aislar al delincuente-base
para una interpretación restrictiva que ti nde a xcluirla d 1 amp debe reconoc r límites en las valoraciones fundamentales del res-
de lo punible, en el ámbito del lavado de dinero una argum nta ión pectivo ordenamiento jurídico, postula concretamer:te que no. se
en ese sentido choca contra lo que parece ser una decisión d lib rada puede llegar al extremo de privar al sujeto de los medios necesanos
y consciente del legislador en orden a incriminar por antonomasia para su subsistencia (alimentación, vivienda, vestuario, salud, etc.) .57
conductas de tal carácter en aras del más amplio aislamiento posibl Más allá de estos límites, que pueden ser más o menos preCISOSse-
de los responsables del delito-base.F' gún la situación del respectivo ordenamiento j~rídico,. subsiste el
Naturalmente puede fustigarse la legitimidad de una decisión le- problema, sin embargo, cuando se trata de, aC~lVldades19ualn;ente
gislativa que pretende imponer a los ciudadanos un dudoso deber de estándar pero de mayor envergadura econormca, como podría ~e:,
colaboración con la persecución penal aun en los ámbitos neutrales por ejemplo, la construcción de una casa o la venta de un automóvil
de su actividad cotidiana. Mientras tal decisión mantenga vigencia, relativamente caro.
sin embargo -y todo indica que la mantendrá-, las dificultades de Antes de continuar con el análisis, conviene aislar un aspecto de
una interpretación restrictiva son evidentes, pues toda restricción la discusión que ha ganado vuelo propio y que, por su especifici~ad,
de alcance general basada en el carácter neutral de las conductas en como se verá, no será objeto de este trabajo. Se trata de la pO~l?le
cuestión amenazaría con vaciar de contenido el tipo penal y hacerlo tipicidad de la conducta del abogado que, c~mo pago por sus ~erVlCIos
sencillamente inoperante.t" Las posibles restricciones deben buscarse profesionales, recibe honorarios provementes ~e un d~hto-base,
entonces en el ámbito específico del lavado de dinero. con lo cual se arriba a uno de los problemas mas debatidos en la
Alguna ayuda-aunque deficiente- pueden ofrecer criterios basa- actualidad en relación con los límites del tipo penal de lavado de
dos en la insignificancia del caso concreto. Es lo que para el derecho dinero.I" En el seno de la tesis contraria a la punición del abogado
español ha defendido Aránguez Sánchez, quien admite en general
la atipicidad de la actividad negocial cotidiana en casos de bagatela, 57 BARTON, Stephan, Sozial übliche Geschiiftstiitiglzeitund Geldwiische (§ 261 StGB) ,
así como en casos en que el sujeto activo del delito-base debe actuar StV 1993,156 (162). La necesidad de una reducción teleológica del tipo en este
como consumidor, no como inversionista, y siempre ~ue las leyes sentido se encuentra ampliamente reconocida en la literatura alemana: así, entre
administrativas no regulen de otro modo la situación+ Tal criterio otros, TRONDLE;FISCHER,§ 261 Rdn. 15 a; LACKNER;KÜHL, § 261 Rdn. 5; KIND-
tiene incluso respaldo legal en algunos ordenamientos comparados, HAUSER,§ 261 Rdn. 13; WESSELS;HILLENKAMP, BT /2, Rdn. 900.
58 La discusión ha sido particularmente virulenta en los últimos años en Ale-
como es el caso del derecho federal de los Estados Unidos, donde
mania, a partir de persecuciones concretas contra abogados, ~oque ha d_adolugar
precisamente para el tipo amplio de contacto punible (prohibited
a pron unciamie ntos j uris prudencial es de dive rso signo. ~í, rrue n tras el.ano 2~00 el
monetary transactions), rige un límite mínimo de relevancia dado por Tribunal Estadual Superior de Hamburgo resolvió, basandose en consideraciones
un monto de transacción superior a US$ 10.000 (U.S. Code, Sec- constitucionales, que la conducta del abogado no podía realizar objet~vamente _el
tion 1957) .56 A resultados similares llega el ya mencionado Barton, tipo de lavado de dinero (OLG Hamburg NJW2000, 673), ~on post~nondad, el ano
2001, el Tribunal Supremo Federal confirmó una sentencia del Tnbu~al Est~dual
de Frankfurt, por la que se había condenado a dos abogados que h~b~lan recibido
53 En el caso alemán esto es especialmente notorio, pues el proyecto original honorarios a sabiendas de su origen delictivo (BGHSt 47,68). A propOSIto del rmsmo
del Bundesrat (BR-Drucks. 11/7663, 7 y ss.) contenía una regla expresa de excepción caso, como ya se ha dicho, se ha pronunciado recientement~ el Tribun~l Federal
referida a prestaciones debidas o devengadas conforme a la leyy a contraprestacio- Constitucional alemán, declarando que el tipo de lavado de dmero es aplicable a la
nes por bienes y servicios de primera necesidad, límite que fue rechazado por el percepción de honorarios por parte de abog~d?s, c~n la única restricción ~n ~rden
Gobierno (BT-Drucks. 11/763,50) Yfinalmente desechado, porque se consideró a que, conforme a la Constitución, debe exigirse conoCl~Illento se.g~,ro isicheres
que aun en esos casos se daban las razones del castigo. Wissen) del origen del dinero, excluyendo, en consecuencia, la conusion con dolo
54 Lo ve así, para el derecho austríaco, KLIPPL,Geldwiischerei, cit. (n. 44), p. 96; eventual o imprudencia en este ámbito (BVerfG, 2 BvR 1520/01 de 30.3.2?04,
en Alemania WESSELS;HILLENKAMP, BT/2, Rdn. 900. Absatz-Nr. 1-174, disponible en: http://www.bverfg.de). En los Estados Unidos
55 ARÁNGUEZ SÁNCHEZ,El delito de blanqueo ... , cit. (n. 4), pp. 248 Yss. existe una restricción legal-con referencia constitucional- del tipo a través de la
56 Al respecto véase STRADER,].Kelly, Understandingwhite collar crime (Newark, definición de "monetary transaction" (U.S.C. Section 1957 [f] 1): "but such term D
-<
San Francisco, Charlottesville, 2002, LexisNexis), pp. 248 Yss. El derecho austriaco does not include any transaction necessary to preserve a perso~'s ~ig~t to reI?r.e-
contenía originalmente un sistema similar para ambos tipos (límite mínimo de sentation as guaranteed by the sixth amendment to the ConstLtu~or: ,sm perJ~IClo
ou
o
100.000 S, en el § 165 1 StGB), pero fue eliminado mediante ley de 17 de julio de lo cual la situación no es del todo clara, especialmente por la jurisprudencia de
de 1998. la Suprema Corte favorable al comiso de los honorarios; al respecto AlvIBOS,Kai,

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111'11111,1'1 N \ 1'111111 11

pOI' ,1simpl he .ho l· P '1' 'il>i1 houorari ti pr r no imi nto d un r 'gim n p ial para abogados no satis~ace
d .llto-l '1' ',111) la di' u 1 n ' , ha (' ntrad t rn a i su ondu '(a en abs lut la ne idad de delimitación general que motivan
s -rfa aüpi ~ . ~impl m nt ju tif ada, En la prim ra lín 'a P' r ' . 'IÍ" el presente trabajo.62 .' .
('s~~lr la p 1 1 n d Barton, cuand tiene que el d lib rad aísla- Cabe preguntarse si desde una perspectzva teleologzca, esto es, a
rru 'nt d 1 r ponsable por el delito-base tampoco pu d privado partir de los fines y de la función que razol1:ablemente e~tá na~a~o a
el la garantías institucionales mínimas, entre las que d sta aría ,) cumplir el tipo de lavado de dinero es posI?le apurar Cl~rtos límites
dr. h a la d~fen~a Ietrada.P'' La mayor parte de la literatura qu a la relevancia penal de las conductas. esta~,dar. ConsCle!ltem~n~e
~ st.1 o . a tesis, sin embargo, parece inclinarse por una cau a d no se abordará aquí, sin embargo, la discusión sobre el bien }undzco
.Jll stif ión basada en el ejercicio le~ítimo de un derecho, sea' t protegido por el delito de lavado ?e diner?, fu~~amentalmente por
) r pi d 1 abogado o del imputado. 1 el nulo rendimiento que ha temdo esa discusión a la hora de esta-
En rigor, no corresponde hacerse cargo en este contexto de 1 blecer límites interpretativos al tipo. Si el bien jurídico protegido
pr bl mátic~ específica de los honorarios de los abogados, pue por el delito de lavado es el bi~n jurídico del ?elito-base, .es la ad-
'o ~t trabajo se trata de los límites generales del tipo de lavado ministración de justicia, es la libre competencia, la pureza y trans-
d dIO .ro en c~anto a las conductas profesionales que pueden ser parencia del sistema financiero o la seguridad interior del Estado,
subsumidas en el. Desde esa perspectiva, lo relevante de la discusión ete., en todos los casos no se puede avanzar demasiado, pues se trata
'SI ~ffi~aes que ésta, manifiestamente, sólo puede servir para fundar de construcciones demasiado abstractas o demasiado forzadas que
r stncc~ones respecto de las actividades propias de una profesión muchas veces no permiten concretar una determinada dirección de
d. t rmmad,a, deJa~do fuera ~o~o ~~resto de las conductas profe- protección. O bien conducen a la conclusión de la inocuidad de la
sionales estandar, sin que tal distinción, no obstante la plausibilidad conducta porque mal puede afectar un bien semejante, o bien todo
d . s':1s bases, parezca del todo razonable. Naturalmente pueden lo contrario: que frente a un bien tan genérico y absoluto,. ~o h~y
I tir buel1:asrazones para limitar la eventual responsabilidad por cabida para excepciones.53 Todo indica q~e de~de una nOCl~:m mas
lavado de dmero del abogado que se limita a ejercer su profesión y concreta y modesta, como es la del fin de aislamiento pers~gUI~o -por
a . brar por ello, p~r? no se apn?cia por qué habría de regir algo la variante típica del contacto punible pueden construrrse limites
dif r nte pa~a un médico, u~ arquitecto o cualquier otro profesional válidos para diversas concepciones sobre el bien j.urídi~o, po~que
ua~do perClb~ ~us honor~nos o, en fin, respecto de cualquiera que respecto de todas ellas es válido sostener que el aislamiento tiene
r ali e una ~ctlVldadlucrativa estándary perciba la contraprestación una eficacia necesariamente limitada. En este contexto, hay dos
rr spondiente. En otras palabras, no obstante su plausibilidad, el puntos de vista que merecen particular atenci?n. "
En primer lugar, la propuesta ínterpretanva de Ragues, qUIen
ha planteado como criterio de delimitación que "sólo deben ser
Annahme "bemakelten" Verteidigungshonorars als Geldwiische?, jZ 2002, 70 (77 Y ss.), castigadas aquellas adquisiciones que, comportando un ef~cto. ~e
con abundantes referencias. ocultación del origen de los bienes, reviertan en una consoh.daclOn
de las ventajas económicas conseguidas por el autor del deht~ pre-
"O No así por actividades profesionales cuyo objeto directo sea el encubrimiento vio".54Si, como estima el autor, el tipo penal pretende potenciar la
(\ I ~'igen de bienes provenientes de un delito-base, supuestos que se reconocen
ampliamente como típ.icos yantij';lrídicos. En otras palabras, nadie discute que un
62 En la misma línea crítica, contra la construcción de un régimen especial
nbog do puede mcurrir en el dehto de lavado de dinero ejerciendo su profesión,
s I que, para muchos, no lo haría por el simple hecho de percibir honorarios por para abogados, OTTO, Harro, Das Strajbarkeitsrisiko berufstypischen, geschiiftsrniifligen
los S .rvi ios prestados. Verhaltens,jZ 2001, 436.
(lO BARTON, StV 1993,156 (163). Aparentemente también DELCARPIODELGADO 63 Así, certeramente, RAGuÉS, Ramón, "Lavado de activos y negocios Stan-
I\'t (/'elilo de blanqueo ... , cit. (n. 4), p. 271, quien se limita a postular que se trataría de dard", en AA. vv.Nuevas formulaciones en las ciencias penales. Homenaje al Pro! Claus
rondu tas "que nada tienen que ver con las conductas propias de blanqueo". Roxin (Córdoba, 2001, La Lectura, Lerner), pp. 638 Y ss. (hay versión posterior
(1 En el derecho español se decanta por la justificante de ejercicio legítimo de en SILVASÁNCHEZ,] esús María [director], ¿Libertad económica o fraudes punib~s?
1!11 el r ho, negando expresamente la posible atipicidad de la conducta, entre otros, [Madrid, Barcelona, 2003, Marcial Pon s] , pp. 127 Yss.). Han llamado la atención
I AI.MA HERRERA,Los delztos de blanqueo ... , cit. (n. 4), pp. 536 Yss. Hace referencia sobre la "banalización" del bien jurídico del lavado de dinero ARzT; WEBER,BT,
iI~el r 110a defensa letrada también DEL GARFIODELGADO,El delito de blanqueo ... , § 29 Rdn. 4y ss.
en, (n. 4), p. 272, aunque parece ser sólo a mayor abundamiento. 64 RAGUÉS,"Lavado ... ", cit. (n. 63), p. 648.

IllllOl\lAI JURID1CA DE CHILE 514 515 EDITORIAL JURIDICA DECHILE m


UI'.I,lle),I'I·.NI\ ,'1'1(1 11,1', e)

persecución penal y el efecto intirnid tori d la 1 na d 1 I ííto-basc más 1ri S p nal al p r ona que de arrollan con~uctas.estan-
"sólo está justificado que una conducta s castigu e mo n uitutíva darizada cuando os riesgos son elevados, pero al mismo tiempo
de lavado si, para un potencial infractor, la posibilidad de contar n no se quiere prescindir de ellos. En estos casos, si ell~gislador no
ella ex-post puede valorarse como un incentivo para realizar el d lit está dispuesto a prohibir determinadas conductas pehgrosa~,pero
previo que disminuya de forma relevante la capacidad disuasoria d socialmente necesarias, debería introducir una reglamentaClon es-
la pena prevista para dicho delito".65 Esto sólo ocurriría tratándos pecial de conductas estándar peligr~~as, que señala~a medidas de
de conductas que sirven relevantemente a la consolidación y creci- cuidado y deberes precisos de prevención.i" Tales medidas, en cuanto
miento de la riqueza ilícitamente obtenida, cual no sería el caso de obligatorias para todos quienes intervienen en un determinado ~er-
los simples actos de consumo, ni aun tratándose de artículos de lujo, cado profesional, permitirían modificar iguali~riamente las P?slbl~s
pues a través de tales actos no se encubre la riqueza del sujeto, sino expectativas sociales sobre la conducta profesional o comercial, S1l1
más bien ocurre lo contrario.t" Distinto es el caso de las transacciones detrimentos desproporcionados para quienes las ejercen.
(inversiones) en determinados mercados que, por su naturaleza, se Ahora, desde el punto de vista penal, sólo la infracción de estos
prestan convenientemente para la consolidación y crecimiento de deberes debería ser decisiva a la hora de juzgar la adecuación de
la riqueza, como es el caso del mercado de metales,joyas, obras de la conducta concreta al tipo de lavado de dinero. Más allá de estos
arte, inmueble s, etc. No es casual, dice Ragués, que la normativa límites las actividades estándar, en tanto se mantengan efectivamente
extrapenal de prevención del lavado de dinero se concentre preci- en el plano de lo están dar, deberían quedar al margen del ámbito
samente en esos mercados.v? de lo punible."!
Esta última referencia conecta esta aproximación con otra que Como se puede apreciar fácilmente, en el á~bit~ ,?ellavado de
puede ser complementaria y que sugiere, de la mano de dicha le- dinero tales regulaciones se encuentran en la legislación extrapenal
gislación extrapenal de prevención del lavado de dinero, un crite- de prevención de este tipo de conductas, la que muestra caracte-
rio razonable de limitación objetiva del tipo penal, siguiendo los rísticas similares en la mayoría de los países. Fundamentalmente se
planteamientos de Otto sobre el problema general del riesgo penal trata del establecimiento de deberes de prevención, información o de otras
por la conducta profesional o comercial estándar:68 Según Otto, cualquier formas de cooperación que pesan sobre entidades que por su naturaleza
persona puede correr riesgos penales en su vida privada: cualquiera o funciones suelen ser instrumentalizadas con fines de lavado de
puede incurrir en una conducta delictiva y debe tratar, por lo mismo, dinero, como es, princi~al pero no exclusivamente, el caso d~ las
de evitarlo; si no lo hace puede ser hecho penalmente responsable. instituciones financieras. 2 El cumplimiento de estos deberes preViene
En el caso de las profesiones o de los negocios, sin embargo, la evi-
tación de una conducta delictiva debe conciliarse con los deberes 70 OTIO,JZ 2001, 436 (444).
profesionales y con las expectativas normales de la contraparte, pues 71 Se advierte esta distinción también en ARzT; WEBER, BT, § 29 Rdn. 41 y ss.,
de lo contrario se limitaría desproporcionadamente la actividad aunque aparentemente sólo para fundar distintas exigencias su.bjetivas ..
profesional o comercial, de modo jurídicamente inaceptable.P'' Es 72 En el caso chileno, por ejemplo, las instituciones obligadas a informar
por esta razón que el legislador no puede pretender traspasarle sin operaciones sospechosas son las siguientes: "los bancos e instituciones financieras;
empresas de factoraje; empresas de arrendamiento financiero; las .empresas de
securitización; las administradoras generales de fondos y las administradoras de
65 RAcuÉs, "Lavado ", cit. (n. 63), p. 647. fondos de inversión; el Comité de Inversiones Extranjeras; las casas de cambio y
66 RAcuÉS, "Lavado ", cit. (n. 63), pp. 650 Y ss. otras entidades que estén facultadas para recibir moneda extranjera; las emisoras y
67 RAcUÉs, "Lavado ", cit. (n. 63), p. 650. operadoras de tarjetas de crédito; las empresas de transferencia y transporte de valores
68 OTIO,JZ 2001, 436; debe destacarse, en todo caso, que las diferencias ob- y dinero; las bolsas de comercio; los corredores de bolsa; los agentes de valores; las
jetivas que ve este autor y que aquí se destacan en último término sólo le sirven de compañías de seguros; los administradores de fondo~ ~utuos; los operado~es de
fundamento para proponer una delimitación estrictamente subjetiva (exigencia mercados de futuro y de opciones; las sociedades administradoras y los usuanos de
de dolo directo), que aquí no se comparte. zonas francas; los casinos, salas dejuegos e hipódromos; los agentes de aduana; las
69 OTIO,JZ 2001,436 (441); además de ser políticamente ilusorio, pues como casas de remate y martillo; los corredores de propiedades y las empresas dedicadas
anota RAcuÉs, "Lavado ... ", cit. (n. 63), p. 649 con nota al pie 76, las posibles con- a la gestión inmobiliaria; los notarios; los conservador~s, las adm~nistrador~ de
trapartes del autor del delito-base suelen ser fungibles. Anteriormente había ade- fondos de pensiones, y las sociedades anónimas deportivas profesionales regidas
lantado reflexiones similares ARzT, Gunther, Gelduuischerei-Eine neue Masche zwischen por la Ley Nº 20.019" (art. 3º, Ley Nº 19.913), además de "todo aquel que porte
Hehlerei, Strafuereitelung und Begünstigung, NStZ, 1990, 1 (4). o transporte moneda en efectivo o instrumentos negociables al portador, desde y

m EDITORiAl )URIDICA DE CHilE 516 517 EDITORIAL JURIDICA DE CH ILE


CAPÍTULO IV
/

ESTUDIOS SOBRE LAjURISDICCION


CRIMINAL y SOBRE OTRAS
FORMAS DE RESOLUCION
DE LOS CONFLICTOS PENALES

hacia el país, por un monto que exceda los diez mil dólares de los Estados 1\1I1!
1
de América o su equivalente en otras monedas" (art. 4º Ley Nº 19.913).

73 Un sistema de estas características rige, entre muchos otros paíse , '11 Al.
mania t Geldioasche-Gesetx, de 25 de octubre de 1993), España (Ley Nº 19/ l· tJ1l, .11
28 de diciembre) y desde 2003 también en Chile (Ley Nº 19.913, con sus 11'Iodllt
caciones). El modelo responde a una tendencia internacional fundada en di ve I ~II~
instrumentos internacionales como la Declaración de Principios de Basilea (1 )HH)
y las Cuarenta Recomendaciones del GAFI (1990, con modificaciones), entr 011'1}.
Sobre el I?odelo preventivo, con especial énfasis en la dimensión internacional plII'
de verse ALVAREZ PASTOR,Daniel; ECUIDAZUPALACIOS,Fernando, La preven ;611 ¡(NI
blanqueo de capitales (Pamplona, 1998, Aranzadi) y ABELSOUTO, Miguel, El blmlll'II'1I
de dinero en la normativa internacional (Santiago de Compostela, 2002, Univ fHid:ull
de Santiago de Compostela).

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