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Madrid, 20 oct. 16. AmecoPress.

La Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres ha


organizado, por segundo año consecutivo, una Jornada Internacional en Madrid sobre Prostitución y Trata.
La novedad de este año es que las mesas de expertos han estado ocupadas, únicamente, por hombres. Los
ponentes han hablado sobre el papel de los hombres en la erradicación de la prostitución.

La Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres ha celebrado, esta mañana, la Jornada
Internacional sobre Prostitución y Trata de Mujeres en el Ayuntamiento de Madrid. Se trata de la segunda
jornada consecutiva que organiza la Comisión alrededor de este tema. Asunción Miura, representante de la
Coalición Internacional contra la trata de Mujeres en España (CATW), Rosario Carracedo, representante de
la Plataforma de organizaciones de mujeres por la abolición de la prostitución, y Susana Martínez,
Presidenta de la Comisión para la investigación de malos tratos a mujeres, han sido las encargadas de
presentar el acto.

Susana Martínez, presidenta de la Comisión, ha agradecido la colaboración a las organizaciones


participantes y al Ayuntamiento, lugar en el que se han celebrado estas segundas Jornadas. “Nuestras
jornadas, desde los años 90, han tratado la materia desde diferentes perspectivas: tráfico internacional,
tratamiento informativo, anuncios… Ahora queremos saber cuál es la responsabilidad de la demanda”,
comenta.

“Queremos complementar la jornada del año pasado y conseguir un punto de vista más novedoso
mediante la implicación de los hombres en la erradicación. Que sean ellos los que aportan y cuestionen los
comportamientos de otros hombres que entienden las relaciones sexuales entre mujeres y hombres de
forma dominante”, defiende la presidenta de la Comisión. Martínez ha añadido el efecto que esto tiene en
la juventud: “Hay que cambiar el imaginario social”.

“Esta Jornada gira en torno a los hombres porque las abolicionistas pensamos que la prostitución y la trata
existen porque hay hombres que pagan por ello”, comienza Miura, explicando el porqué de una jornada
con solo expertos. “Cada vez hay más hombres en desacuerdo con la prostitución, dispuestos a seguir
luchando por una sociedad libre de violencia hacia las mujeres, entre las que se incluyen la trata y la
prostitución”, asegura. Miura ha resaltado que “con la violencia, es imposible la igualdad”.

Necesidad de avances

España es uno de los países con más demanda, con más prostituidores. Por ello, el posicionamiento de los
poderes públicos es fundamental. “Los partidos políticos tienen que considerar intolerable esta práctica y
tienen que incluir en sus programas medidas reales y efectivas para acabar con esta lacra”, propone la
representante de CAWT.

Rosario Carracedo ha resaltado la importancia de que exista un debate en torno a esta temática. “En 22
años, hemos avanzado conceptualmente. El tema ha formado parte del debate del movimiento feminista,
de la doctrina académica… Hemos avanzado y presionado a que los partidos políticos hayan tenido que
introducir en su agenda alguna mención, aunque tibia”, reflexiona Carracedo.

En el año 1995, el proxenetismo fue despenalizado y, desde entonces, ha habido un total de 30


modificaciones legislativas en el Código Penal. “En 2003 conseguimos que se volviera a incluir la
penalización de nuevo. El Tribunal Supremo lo derogó. En 2015 parecía que lo conseguíamos, pero
volvieron a parar la reforma”, cuenta Carracedo. Mientras esto sucede en España, en Europa sí que se ven
avances. Francia es un país pro-abolición y ha desarrollado políticas públicas compatibles con la igualdad.
Por otro lado, en 2016, el Parlamento Europeo reflejó que la prostitución, el consumo sexual de mujeres
por un precio, constituía una práctica de desigualdad.

Richard Poulin es uno de los hombres que la Comisión ha seleccionado para estas jornadas. Poulin es
Profesor Emérito del Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad de Ottawa y profesor
asociado del Instituto de Investigaciones y Estudios Feministas de la Universidad de Quebec. También es
autor, entre otros, del libro Sexo, capitalismo y crítica del valor. Su ponencia se ha basado en estos pilares
que considera inseparables.

Relaciones construidas en desigualdad

“Una de las primeras preguntas que hay que hacerse es cuál es la ventaja para un hombre cuando paga por
tener sexo. Lo único que existe es el placer de saber que es más humano que la persona a la que está
pagando, porque al pagar por ella la estás convirtiendo en un objeto”, explica Poulin, comparándolo con el
racismo, donde hay un sentimiento de superioridad. Es en el “creerse superior” donde se encuentra su
felicidad.

“La prostitución tiene una relación directa con la violencia sexual, porque mediante el pago se asume un
‘consentimiento’ y conviertes a una persona en prostituida”, refleja Poulin. En España, un 40 por ciento de
hombres pagan por tener sexo. Esto fomenta la creación de relaciones en desigualdad, en una sociedad
violenta desde el punto de vista sexual.

“La prostitución no es un acto individual, no es una elección ni una relación de compra-venta en igualdad.
Los hombres compran sexo para sentirse superiores y esto no afecta solo a las prostituidas, sino a todas las
mujeres. Desconocemos que es una relación social de desigualdad entre sexos”, comenta Poulin.

En las últimas décadas, hemos asistido a un crecimiento de la prostitución, de la trata de mujeres con fines
de explotación sexual, del turismo sexual y de la pornografía. “Estamos fomentando la aparición de
violadores cada vez más jóvenes, insensibles ante la violencia sexual por el consumo de la pornografía. Su
imaginario sexual se construye a través de esas imágenes que cada vez consumen más pronto. El único
placer importante en la pornografía es el masculino”, denuncia Poulin. Actualmente, los niños comienzan a
consumir pornografía hacia los 12 años y las niñas alrededor de los 13.

Regular la prostitución es banalizarla

“La banalización de la prostitución se origina en los estados en los que se regula. Desde ese momento, el
Estado avala esas relaciones sociales desiguales y, además, vemos cómo crece la prostitución”, plasma
Poulin. El porcentaje de prostituidores en los países donde se ha legalizado, como Países Bajos (60),
Alemania (66), Camboya (65) o Tailandia (95), es mucho mayor que en otros donde no es legal como
Canadá (11,1), Suecia (13), Francia (12,5), Noruega (13) o Estados Unidos (16).

Con la legalización, hay una expansión de la prostitución, por lo que se recurre a mujeres extranjeras para
satisfacer la demanda que crea el turismo sexual, ya que hay un mayor número de prostituidores locales y
extranjeros. “La trata de mujeres hace que los precios bajen y se fomenta el turismo sexual. Son las
políticas del neoliberalismo”, denuncia Poulin, que incluye la perspectiva económica. “No se pueden
separar los distintos niveles de análisis”, justifica.
Ideología neoliberal

Los estados con políticas neoliberales han fomentado la desregulación y el fin del Estado del Bienestar. “La
ideología imperante es que cada uno es responsable de su suerte. Si has fracasado no es culpa del estado o
del sistema, sino tuya, por eso nos encontramos ahora tantos manuales de psicología para tener ‘éxito’ en
la vida”, comenta el Profesor.

Siguiendo esa línea, Poulin denuncia que a estas mujeres se les inculca la idea de que son culpables y que si
están en el mundo de la prostitución es porque quieren. “Estas mujeres no son vistas como víctimas, sino
como responsables”, destaca. Y añade: “Además, no tenemos que intervenir en contra de su prostituidor,
porque los proxenetas son considerados empresarios o protectores”.

Todo lo que puede hacer el Estado, si considera a las mujeres responsables de su prostitución, es tener una
legislación a la que puedan recurrir como cualquier otra persona trabajadora. El Estado permite así que las
mujeres evolucionen en ese medio en condiciones que dicen aceptables. “El Estado presenta dos caminos:
la creación de burdeles y zonas de tolerancia; y la penalización a quienes no lo hacen legalmente. En ambos
casos, quienes pierden son las prostitutas. Si optan por el primer camino, sus ingresos se verán
ampliamente reducidos en favor del burdel. Si no lo hacen, serán criminalizadas por el propio Estado”,
denuncia Poulin.

La educación como solución principal

“Para luchar con eficacia contra eso, se debe permitir por ley que las mujeres puedan estudiar. Muchas
mujeres han dejado su hogar jóvenes, sin estudios, y se han visto sin alternativa a la hora de encontrar un
trabajo. Sin otra opción, solo pueden practicar la prostitución para sobrevivir. Es una perpetuación sin fin”,
refleja.

Asimismo, el Profesor asegura que –además de la legislación- se debe educar al alumnado de los centros
educativos para que se impida la captación, pero también para evitar que los niños se conviertan en
futuros prostituidores. “Sin clases de educación sexual, el discurso pornográfico es el que enseña a la
juventud. Tenemos un problema si ese es el aprendizaje. Si el porno es lo que construye su imaginario, la
violencia sexual será considerada como algo común y banal”, reflexiona Poulin.

Para finalizar la ponencia, Richard Poulin ha asegurado que la industria del sexo se debe analizar como un
todo, que aúna prostitución, trata de mujeres, turismo sexual y la industria pornográfica, que sirve como
propaganda para todo lo demás. “La igualdad se conseguirá cuando no haya relaciones mercantiles”,
culmina.

Fotos: AmecoPress

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