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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación

Universidad Nacional Experimental Politécnica de las Fuerzas Armadas

UNEFA-Extensión Punto Fijo

FISIOPATOLOGÍA DEL
SISTEMA DIGESTIVO.

Profesor: Integrantes:

Jhoan Ruíz. María Gutiérrez

Fisiología y fisiopatología. Rosa Zambrana

Inés Díaz

Daniela Villalba

Barbara Ordosgoitte.

TSU Enfermería.

ABRIL-2020
Introducción

Las enfermedades digestivas son trastornos del aparato digestivo, que algunas veces se
denomina tracto gastrointestinal (GI). Una enfermedad digestiva es cualquier problema de
salud que ocurre en el aparato digestivo. Las afecciones pueden ir de leves a graves si no se
tratan a tiempo.

En la digestión, el alimento y las bebidas se descomponen en pequeñas partes (nutrientes)


que el cuerpo puede absorber y usar como energía y pilares fundamentales para las células.
Anatomía del aparato digestivo.

El aparato digestivo es un conjunto de órganos que tienen como misión fundamental la


digestión y absorción de nutrientes. Para lograrlo, es necesario que se sucedan una serie de
fenómenos a lo largo de las diferentes partes que lo constituyen. Debemos distinguir entre
el tubo digestivo en sí mismo y las llamadas glándulas anejas.

El tubo digestivo está formado por la boca, la faringe, el esófago, el estómago, el intestino
delgado y el intestino grueso o colon. En cada una de estas partes del tubo digestivo tienen
lugar los diversos eventos que permitirán la digestión y la absorción de los alimentos
ingeridos.

Boca

Cavidad que se abre en la parte central e inferior de la cara y por la que se ingieren los
alimentos. En la boca encontramos la lengua y los dientes. Es aquí donde vierten su
contenido las glándulas salivales y tienen lugar la masticación y salivación de los
alimentos. Con la salivación y los fermentos digestivos que contiene la saliva (amilasa
salival) se inicia la digestión de los alimentos, formándose el bolo alimenticio. Después de
estos procesos se produce la deglución del bolo alimenticio, que es el proceso mediante el
cual éste pasa de la boca y faringe al esófago.

Faringe

Se comunica con la boca por la parte anterior, y por la parte posterior con la laringe, de la
que está separada por la epiglotis, y con el esófago, al que derrama el bolo alimenticio. La
deglución implica una gran coordinación neuromuscular a nivel de la faringe. Los defectos
en estos mecanismos pueden producir el paso de alimentos a las vías respiratorias o en la
nariz, en vez de pasar al esófago.

Esófago

Conducto muscular de 18 a 26 centímetros de longitud que recoge el bolo alimenticio una


vez terminada la fase bucofaríngea de la deglución. Mediante una serie de movimientos
contráctiles de la pared del esófago, el bolo alimenticio sigue su curso hacia el estómago.
Por lo tanto, el esófago sólo participa en la progresión ordenada del alimento. Estómago El
estómago es una dilatación en forma de J del tubo digestivo, que se comunica con el
esófago a través del cardias, y con el duodeno a través del píloro. Ambos, cardias y píloro,
funcionan como una válvula que regula el paso del alimento. El estómago funciona,
principalmente, como un reservorio para almacenar grandes cantidades de comida recién
ingerida, permitiendo así ingestiones intermitentes. El paso del contenido gástrico al
duodeno, que tiene una capacidad volumétrica muy inferior, se produce de forma
controlada por el efecto del píloro. En el estómago se encuentran diferentes tipos de células
que participan en la secreción del jugo gástrico. El jugo gástrico contiene ácido clorhídrico
y pepsina, responsables de la digestión gástrica del bolo alimenticio. Además, el estómago
facilita la trituración de los alimentos y su mezcla con el jugo gástrico, debido a los
movimientos de contracción de sus paredes. Posteriormente, se produce el vaciamiento
hacia el duodeno. Una vez mezclado con los jugos gástricos, el bolo alimenticio pasa a
llamarse quimo.

Intestino delgado

Conducto de 6 a 8 metros de largo, formado por tres tramos: Duodeno, separado del
estómago por el píloro, y que recibe la bilis procedente del hígado y el jugo pancreático del
páncreas, seguido del yeyuno, y por la parte final llamada íleon. El íleon se comunica con
el intestino grueso o colon mediante la válvula ileocecal. En el intestino delgado continúa la
digestión de los alimentos hasta su conversión en componentes elementales aptos para la
absorción; y aquí juega un papel fundamental la bilis, el jugo pancreático (que contiene
amilasa, lipasa y tripsina) y el propio jugo intestinal secretado por las células intestinales.
Una vez mezclado con estas secreciones, el quimo pasa a llamarse quilo. Las paredes del
intestino delgado tienen también capacidad contráctil, permitiendo la mezcla de su
contenido y su propulsión adelante. Una vez los alimentos se han escindido en sus
componentes elementales, serán absorbidos. En el intestino delgado se absorben los
nutrientes y también sal y agua. La absorción es un proceso muy eficiente: menos del 5%
de las grasas, hidratos de carbono y proteínas ingeridas se excreta en las heces de los
adultos que siguen una dieta normal. La digestión de las grasas (lípidos) de la dieta se
produce por efecto de las lipasas, originándose entonces los triglicéridos y fosfolípidos, que
se absorben en el yeyuno. Para que se produzca este proceso, es necesaria la contribución
de las sales biliares contenidas en la bilis. Los hidratos de carbono (almidones, azúcares,
etc.) son digeridos mediante las amilasas salival y pancreática, las disacaridasas,
formándose monosacáridos que son absorbidos en yeyuno / íleon. Finalmente, la digestión
de las proteínas mediante pepsinas y proteasas (tripsina) da lugar a los péptidos y
aminoácidos, absorbidos también en yeyuno / íleon.

Colon

Estructura tubular que mide aproximadamente 1,5 m en el adulto. Se encuentra unido al


intestino delgado por la válvula ileocecal y concluye en el ano. El colon presenta una forma
peculiar debido a la existencia de unas bandas longitudinales y contracciones circulares que
dan lugar a unos bultos llamadas haustras. En el colon distinguimos varias porciones: la
primera porción, el ciego, más ancho que el resto, encontramos el apéndice; el colon
ascendente, que se extiende desde el ciego hasta el ángulo o flexura hepática; a este nivel el
colon gira y cambia de dirección, llamándose colon transverso. A nivel del bazo
encontramos el ángulo esplénico donde el colon vuelve a cambiar de dirección y pasa a
llamarse colon descendente. A nivel de la pelvis pasa a llamarse colon sigmoide o sigma,
en forma de S, con una mayor movilidad y tortuosidad, y que corresponde a la porción más
estrecha del colon. Finalmente, llegamos al recto, que termina en el conducto anal, donde
tiene lugar la expulsión de las heces en el exterior. Cada día llegan al colon entre 1200 y
1500 ml de flujo ileal, y entre 200 y 400 ml son excretados al exterior en forma de materia
fecal. La función del colon es almacenar excrementos durante periodos prolongados de
tiempo, y mezclar los contenidos para facilitar la absorción de agua, sal y ácidos grasos de
cadena corta. Estos últimos se producen durante la fermentación de los restos de nutrientes
no absorbidos en el intestino delgado, mediante las bacterias de la flora bacteriana colónica,
y son indispensables para la integridad y buena salud de las células del colon. Los
movimientos contráctiles del colon, o motilidad del colon, presentan patrones diferentes
para cada una de las funciones fisiológicas, y regulan la capacidad de absorción de líquidos.
Por ejemplo, el colon tiene la capacidad de aumentar la absorción de líquidos hasta 5 veces
cuando es necesario, pero la disminuye si hay un aumento de la motilidad colónica y si se
da un acortamiento del tiempo de tránsito colónico. La flora bacteriana intestinal, que se
encuentra de forma normal en el colon, está formada por billones de bacterias de cientos de
especies diferentes. Los más comunes son Bacteroides, Porphyromonas, bifidobacterias,
lactobacilos, Escherichia coli y otros coliformes, enterococos y clostridios. Las bacterias
intestinales juegan un papel muy importante en la fisiología del colon, interviniendo en la
digestión de los nutrientes y en el normal desarrollo del sistema inmune gastrointestinal.

Glándulas anejas.

Glándulas salivales.

Hay tres pares: dos parótidas, una a cada lado de la cabeza, por delante del conducto
auditivo externo; dos submaxilares, situadas en la parte interna del maxilar inferior, y dos
sublinguales bajo la lengua. Todas ellas tienen la función de ensalivar los alimentos
triturados en la boca para facilitar la formación del bolo alimenticio e iniciar la digestión de
los hidratos de carbono (por efecto de la amilasa salival).

Hígado.

Glándula voluminosa de color rojo oscuro que produce la bilis, que se almacena en la
vesícula biliar. Durante las comidas la vejiga biliar se contrae, provocando el paso de bilis
en el duodeno, a través del conducto colédoco. La función de la bilis en el intestino delgado
es facilitar la digestión de las grasas. Por otra parte, el hígado juega un papel clave en las
vías metabólicas fundamentales. Recibe de la sangre proveniente del intestino los nutrientes
absorbidos, los transforma y sintetiza los componentes fundamentales de todos los tejidos
del organismo. El hígado contiene también numerosas vías bioquímicas para detoxificar
compuestos absorbidos por el intestino delgado.

Páncreas.
Glándula de forma triangular situada inmediatamente por debajo del estómago y en
contacto con el duodeno, y que tiene una función doble: 1) Páncreas exocrino: fabrica el
jugo pancreático que contiene las enzimas digestivas (amilasa, lipasa y tripsina). El jugo
pancreático llega al duodeno por el conducto de Wirsung para participar en la digestión de
los alimentos. 2) Páncreas endocrino: fabrica varias hormonas que se excretan en la sangre
para llevar a cabo funciones imprescindibles para el organismo. La más conocida es la
insulina, que regula el metabolismo de los azúcares.

8.3. Alteraciones del intestino delgado.

Cáncer intestinal.

El cáncer de intestino delgado es un tipo de cáncer poco común que ocurre en el intestino
delgado. El intestino delgado es un tubo largo que transporta la comida digerida entre el
estómago y el intestino grueso (colon).

El intestino delgado es responsable de digerir y absorber los nutrientes de los alimentos que
consumes. Produce hormonas que ayudan a la digestión. El intestino delgado también juega
un papel en el sistema inmunitario del cuerpo que combate los gérmenes, ya que contiene
células que combaten las bacterias y los virus que ingresan al cuerpo a través de la boca.

Signos y síntomas.

Los signos y síntomas del cáncer de intestino delgado incluyen los siguientes:

 Dolor abdominal
 Color amarillento en la piel y en la parte blanca de los ojos (ictericia)
 Sentirse inusualmente débil o cansado
 Náuseas
 Vómitos
 Pérdida de peso sin proponértelo
 Sangre en las heces, que puede ser rojas o negras
 Diarrea líquida
 Enrojecimiento de la piel
Diagnóstico y laboratorio

 Detección de sangre en heces: Es la más inespecífica de todas ellas ya que puede


ser un síntoma de diferentes enfermedades. Es una técnica que no es agresiva y es
fácil de realizar. Consiste en depositar una pequeña muestra de heces en una tira
para analizarla.
 Endoscopia: Son exploraciones que sirvan para visualizar el tumor. Según la zona a
explorar podemos distinguir entre una Rectosigmoidoscopia o una Colonoscopia.
Antes de la prueba, el intestino debe estar libre de heces, por lo cual deben seguirse
las instrucciones del médico en este sentido (dieta, soluciones evacuantes, entre
otros. dos o tres días antes)

 Rectosigmoidoscopia: No abarca todo el colon, solo las secciones inferiores. La


técnica es similar a la colonoscopia.

 Colonoscopia: Técnica que permite visualizar, de forma directa y completa, el


interior del intestino grueso para confirmar la existencia de un tumor. Se introduce
un tubo de fibra óptica flexible a través del ano que permite ver las paredes del
intestino. Con esta técnica se accede a todo el colon y recto. Permite la extracción
de pólipos y obtener una muestra de tejido-biopsia- para poder analizar.

 Enema de doble contraste: Es una exploración que se realiza mediante una serie
de radiografías con la aplicación de un enema. El enema es un preparado líquido
que se introduce por vía rectal y que permite ver el relieve de la mucosa intestinal.
 Tacto digital: Lo realiza un especialista con un guante lubrificado y solo sirve para
localizar posibles alteraciones en la parte final del recto.

Etiología.

 Mala alimentación (consumo de alcohol, azúcares, carnes rojas, etc).


 Ser fumador.
 Presencia de pólipos intestinales.
 Tener la enfermedad de Crohn.
 Estar diagnosticado de un síndrome hereditario. Los principales son:
1. CCHNP (cáncer de colon hereditario no polipósico). Tiene lugar una pérdida en la
capacidad de reparación del ADN debido a una mutación en el gen MMR.
2. Síndrome de Peutz-Jeghers: aparición de pólipos hamartomatosos en el intestino.
3. Poliposis adenomatosa familiar (PAF): al existir una mutación del gen APC, la tendencia
a desarrollar pólipos en el intestino delgado es más alta.

Hemorragia intestinal.

El sangrado gastrointestinal (GI) es un síntoma de un trastorno en tu sistema digestivo. La


sangre a menudo se presenta en las heces o en el vómito, pero no siempre se hace visible,
ya que puede causar heces negras o alquitranadas. El nivel de sangrado puede variar de leve
a intenso, y puede ser potencialmente mortal.

Signos y síntomas.
Los signos y síntomas del sangrado gastrointestinal pueden ser evidentes o estar ocultos.
Los signos y síntomas dependen de la ubicación del sangrado, que puede ser en cualquier
parte del tracto gastrointestinal, desde donde comienza (la boca) hasta donde termina (el
ano) y el tipo de sangrado.

El sangrado evidente aparece como:

 Vómitos con sangre, que pueden ser de color rojo o marrón oscuro y parecerse a la
textura de los granos de café
 Heces oscuras o alquitranadas
 Sangrado rectal, por lo general dentro o con las heces

Con el sangrado oculto, es posible que presente lo siguiente:

 Aturdimiento
 Dificultad para respirar
 Desmayos
 Dolor en el pecho
 Dolor abdominal

Si el sangrado comienza de manera abrupta y avanza rápidamente, podría sufrir un choque.


Los signos y síntomas del choque incluyen los siguientes:

 Descenso de la presión arterial


 No orinar u orinar de forma espaciada, en pequeñas cantidades
 Pulso acelerado
 pérdida de la conciencia
Etiología.

 Úlceras pépticas. Esta es la causa más frecuente del sangrado del tracto
gastrointestinal superior. Las úlceras pépticas son llagas que se desarrollan en la
capa que reviste al estómago y en la parte superior del intestino delgado. El ácido
del estómago, ya sea por bacterias o por el consumo de medicamentos
antiinflamatorios, daña el revestimiento, lo que provoca la formación de llagas.
 Desgarros en el revestimiento del conducto que conecta la garganta con el
estómago (esófago). Conocido como desgarro de Mallory-Weiss, puede ocasionar
un sangrado significativo. Esto es más frecuente en personas que beben alcohol en
exceso.
 Venas agrandadas y anormales en el esófago (várices esofágicas). Esta
enfermedad ocurre más a menudo en personas con enfermedades hepáticas graves.
 Esofagitis. La causa más común de la inflamación del esófago es la enfermedad de
reflujo gastroesofágico (ERGE).

Hemorragia digestiva baja.

 Enfermedad diverticular. Esta afección produce el desarrollo de pequeñas bolsas


abultadas en el tracto digestivo (diverticulosis). Cuando una o más de las bolsas se
inflama o se infecta, el trastorno se llama diverticulitis.
 Enfermedad inflamatoria intestinal. Esta afección incluye la colitis ulcerosa, que
causa inflamación y úlceras en el colon y el recto, y la enfermedad de Crohn, una
inflamación del revestimiento del tracto digestivo.
 Tumores. Los tumores no cancerosos (benignos) o cancerosos del esófago, el
estómago, el colon o el recto pueden debilitar el revestimiento del tracto digestivo y
causar hemorragias.
 Pólipos en el colon. Pequeñas acumulaciones de células que se forman en el
revestimiento del colon y pueden causar sangrado. La mayoría de los pólipos son
inofensivos, pero algunos podrían ser cancerosos o volverse cancerosos si no se los
extirpa.
 Hemorroides. Son venas inflamadas del ano o de la parte inferior del recto,
similares a várices.
 Fisuras anales. Son pequeños desgarros en el revestimiento del ano.
 Proctitis. Inflamación del revestimiento del recto que puede causar sangrado rectal.
Diagnóstico y laboratorio.

 Análisis de sangre. Es posible que necesites un hemograma completo, una prueba


para ver qué tan rápido se coagula tu sangre, un recuento de plaquetas y pruebas
sobre la función hepática.
 Análisis de las heces. Analizar las heces puede ayudar a determinar la causa
desconocida del sangrado.
 Lavado nasogástrico. Se pasa un tubo a través de la nariz hasta el estómago para
eliminar el contenido del mismo. Esto podría ayudar a determinar el origen del
sangrado.
 Endoscopia digestiva alta. Este procedimiento utiliza una cámara pequeña en el
extremo de un tubo largo, el cual se pasa por la boca para que tu médico pueda
examinar el tracto gastrointestinal superior.
 Colonoscopia. Este procedimiento utiliza una cámara pequeña en el extremo de un
tubo largo, el cual se pasa por el recto para que tu médico pueda examinar el
intestino grueso y el recto.
 Endoscopía capsular. En este procedimiento, ingieres una cápsula del tamaño de
una vitamina que posee una pequeña cámara en su interior. La cápsula viaja a través
de tu sistema digestivo y toma miles de imágenes que se envían a una grabadora que
tendrás en un cinturón alrededor de la cintura. Esto le permite al médico ver dentro
de tu intestino delgado.
 Sigmoidoscopía flexible. Se coloca un tubo con una luz y una cámara en el recto
para observar el recto y la última parte del intestino grueso, la cual conduce al recto
(colon sigmoide).
 Enteroscopía de doble balón. Un visor especializado inspecciona partes del
intestino delgado a las que otras pruebas que utilizan un endoscopio no pueden
llegar. En ocasiones, el origen del sangrado se puede controlar o tratar durante esta
prueba.
 Angiografía. Se inyecta un tinte de contraste en una arteria y se toma una serie de
radiografías para detectar y tratar los vasos sangrantes u otras anomalías.
 Estudios de diagnóstico por imágenes. Se pueden utilizar otras pruebas de
diagnóstico por imágenes, como una tomografía computarizada del abdomen, para
encontrar el origen del sangrado.

Obstrucción intestinal.

Una obstrucción intestinal ocurre cuando la comida o las heces no pueden salir del
intestino. La obstrucción puede ser completa o parcial. Hay muchas causas. Las más
comunes son adherencias, hernias, cánceres y algunas medicinas.

Signos y síntomas.

Los síntomas incluyen:

 Dolor abdominal severo o retorcijones


 Vómitos
 Inflamación
 Gases fuertes
 Hinchazón del vientre
 Incapacidad para eliminar gases
 Estreñimiento

Etiología.
 Adherencias intestinales — bandas de tejido fibroso en la cavidad abdominal que
pueden formarse después de una cirugía abdominal o pélvica.
 Cáncer de colon.
 Hernias — porciones de intestino que se introducen en otra parte del cuerpo.
 Enfermedades intestinales inflamatorias, como la enfermedad de Crohn.
 Diverticulitis — una afección en la que pequeñas protrusiones (divertículos) en
forma de bolsas en el sistema digestivo se inflaman o se infectan.
 Torsión del colon (vólvulo).
 Retención fecal.
Diagnóstico y laboratorio.

 Examen físico. El médico te preguntará sobre tu historia clínica y tus síntomas.


También realizará un examen físico para evaluar tu situación. El médico puede
sospechar que tienes una obstrucción intestinal si tienes el abdomen hinchado o te
duele cuando palpa, o si hay un bulto en el abdomen. Es posible que el médico
escuche los sonidos del intestino con un estetoscopio.
 Radiografía. Para confirmar un diagnóstico de obstrucción intestinal, es posible
que tu médico recomiende realizar una radiografía del abdomen. Pero algunos casos
de obstrucción intestinal no se pueden ver con una radiografía estándar.
 Tomografía computarizada. Una exploración por tomografía computarizada es
una serie de radiografías tomadas desde diferentes ángulos para generar imágenes
transversales. Estas imágenes son más detalladas que una radiografía estándar y es
más probable que muestren una obstrucción intestinal.
 Ecografía. Cuando un niño tiene una obstrucción intestinal, se suele preferir las
ecografías. En los niños con invaginación intestinal, una ecografía normalmente
muestra un «centro», que representa el intestino enrollado dentro del intestino.
 Enema de bario o aire. Un enema de bario o aire es básicamente un diagnóstico
por imágenes mejorado del colon, que se puede realizar cuando se sospecha hay
determinadas causas de obstrucción. Durante el procedimiento, el médico colocará
aire o bario líquido en el colon a través del recto. En el caso de invaginación
intestinal en un niño, un enema de bario o aire puede solucionar el problema en la
mayoría de los casos, sin necesidad de otro tratamiento.

Síndrome del intestino irritable.

El síndrome del intestino irritable es un trastorno frecuente que afecta el intestino grueso.
Los signos y síntomas comprenden cólicos, dolor abdominal, hinchazón, gases y diarrea o
estreñimiento, o ambos. Solamente una pequeña cantidad de personas con síndrome del
intestino irritable tienen signos y síntomas graves. Algunas personas pueden controlar los
síntomas con cambios en la dieta, el estilo de vida y con tratamiento del estrés. Los
síntomas más graves pueden tratarse con medicamentos y terapia psicológica.

Signos y síntomas.

Los signos y síntomas del síndrome del intestino irritable varían. Los más frecuentes son
los siguientes:

 Dolor abdominal, cólicos o hinchazón que suelen aliviarse de forma total o parcial
al evacuar los intestinos
 Exceso de gases
 Diarrea o estreñimiento; a veces, episodios alternados de diarrea y estreñimiento
 Mucosidad en las heces

Etiología.

 Contracciones musculares en el intestino. Las paredes del intestino están


revestidas por capas de músculo que se contraen a medida que trasladan los
alimentos a lo largo del tubo digestivo. Las contracciones más fuertes y que duran
más tiempo de lo normal pueden causar gases, hinchazón y diarrea. Las
contracciones intestinales débiles pueden enlentecer el paso de los alimentos, lo que
provoca que las heces sean duras y secas.
 El sistema nervioso. Las anomalías en los nervios del aparato digestivo pueden
causar una molestia mayor que la normal cuando el abdomen se estira debido a los
gases o las heces. Las señales mal coordinadas entre el cerebro y el intestino pueden
hacer que el cuerpo reaccione de manera exagerada a los cambios que normalmente
tienen lugar en el proceso digestivo, lo que genera dolor, diarrea o estreñimiento.
 Inflamación intestinal. Algunas personas con síndrome del intestino irritable
tienen una cantidad mayor de células del sistema inmunitario en el intestino. Esta
respuesta del sistema inmunitario se asocia con dolor y diarrea.
 Infección grave. El síndrome del intestino irritable puede presentarse después de un
episodio grave de diarrea (gastroenteritis) que se produce a causa de bacterias o de
un virus. El síndrome del intestino irritable también puede asociarse con un exceso
de bacterias en el intestino (crecimiento excesivo de bacterias).
 Alteraciones en las bacterias del intestino (microflora). La microflora son las
bacterias «buenas» que habitan en el intestino y que cumplen una función clave en
el mantenimiento de la salud. Las investigaciones señalan que la microflora de las
personas con síndrome del intestino irritable puede variar en relación con la
microflora de las personas sanas.

Diagnóstico y laboratorio.
 Criterios de Roma. Estos criterios incluyen el dolor abdominal y las molestias que
duran, en promedio, como mínimo, 1 día a la semana en los últimos 3 meses,
asociados con, al menos, dos de los siguientes factores: El dolor y las molestias
están asociados con la defecación, hay alteración en la frecuencia de la defecación o
en la consistencia de las heces.
 Criterios de Manning. Estos criterios se centran en el alivio del dolor después de
defecar y en tener evacuación intestinal incompleta, mucosidad en las heces y
cambios en la consistencia de las heces. Mientras más síntomas presentes, la
probabilidad de padecer síndrome del intestino irritable será mayor.

 Tipo de síndrome del intestino irritable. A los fines del tratamiento, el síndrome
del intestino irritable se puede dividir en tres tipos, según los síntomas: predominio
de estreñimiento, predominio de diarrea o tipo mixto.
 Sigmoidoscopia flexible. El médico examina la parte inferior del colon (sigmoide)
con un tubo flexible iluminado (sigmoidoscopio).
 Colonoscopia. El médico usa un tubo flexible pequeño para examinar la longitud
total del colon
 Radiografías o exploraciones por tomografía computarizada. Estos análisis
producen imágenes del abdomen y de la pelvis que podrían ayudar al médico a
descartar otras causas de tus síntomas, especialmente si tienes dolor abdominal. El
médico podría llenar el intestino grueso con un líquido (bario) para que cualquier
problema se pueda ver más claramente en la radiografía. Esta prueba de bario a
veces se llama «serie gastrointestinal inferior».
 Pruebas de intolerancia a la lactosa. La lactasa es una enzima necesaria para
digerir el azúcar de los productos lácteos. Si no produces lactasa, podrías tener
problemas similares a aquellos causados por el síndrome del intestino irritable,
como dolor abdominal, gases y diarrea. El médico puede pedir una prueba del
aliento, o pedirte que elimines la leche y los productos lácteos de tu dieta por varias
semanas.
 Prueba del aliento para detectar el crecimiento excesivo de bacterias. La prueba
del aliento también puede determinar si hay un crecimiento excesivo de bacterias en
el intestino delgado. El crecimiento excesivo de bacterias es más frecuente entre las
personas que se sometieron a una cirugía intestinal o que tienen diabetes o alguna
otra enfermedad que haga más lenta la digestión.
 Endoscopia superior. Se inserta un tubo largo y flexible por la garganta hasta el
interior del tubo que comunica la boca con el estómago (esófago). El médico,
mediante una cámara al final del tubo, inspecciona el tubo digestivo superior y
obtiene una muestra de tejido (biopsia) del intestino delgado y del líquido en busca
del crecimiento excesivo de bacterias. El médico podría recomendarte que te
realices una endoscopia si hay sospecha de celiaquía.
 Análisis de heces. Podrían examinarse las heces en busca de bacterias o parásitos, o
de un líquido digestivo producido en el hígado (ácido biliar) si tienes diarrea
crónica.

Enfermedad celíaca.

La enfermedad celíaca, a veces llamada celiaquía o enteropatía sensible al gluten, es una


reacción del sistema inmunitario al consumo de gluten, una proteína que se encuentra en el
trigo, la cebada y el centeno. Comer gluten desencadena una respuesta inmunitaria en el
intestino delgado. Con el tiempo, esta reacción daña el revestimiento del intestino delgado e
impide que éste absorba algunos nutrientes (malabsorción). El daño intestinal a menudo
causa diarrea, fatiga, pérdida de peso, hinchazón y anemia, y puede provocar
complicaciones graves.

Signos y síntomas.

 Diarrea
 Fatiga
 Pérdida de peso
 Hinchazón y gases
 Dolor abdominal
 Náuseas y vómitos
 Estreñimiento

Sin embargo, más de la mitad de los adultos con enfermedad celíaca tienen signos y
síntomas no relacionados con el sistema digestivo, que incluyen los siguientes:

 Anemia, generalmente por deficiencia de hierro


 Pérdida de densidad ósea (osteoporosis) o reblandecimiento óseo (osteomalacia)
 Erupción cutánea con picazón y ampollas (dermatitis herpetiforme)
 Úlceras en la boca
 Dolores de cabeza y fatiga
 Lesión del sistema nervioso, incluidos entumecimiento y hormigueo en los pies y
las manos, posibles problemas con el equilibrio y deterioro cognitivo
 Dolor articular
 Disminución del funcionamiento del bazo (hipoesplenismo)
Etiología.

Las investigaciones sugieren que la enfermedad celíaca afecta solo a personas con genes
particulares. Estos genes son comunes y aproximadamente un tercio de la población lo
tienen. Para que el trastorno se manifieste, la persona tiene que comer alimentos que
contengan gluten. Los investigadores no saben exactamente qué desencadena la
enfermedad celíaca en personas en situación de riesgo que comen gluten durante un largo
período. A veces la enfermedad es hereditaria: alrededor del 10 al 20 por ciento de los
parientes cercanos de las personas con enfermedad celíaca también se ve afectado.

Sus probabilidades de desarrollar enfermedad celíaca aumentan cuando hay cambios o


variantes en los genes. Ciertas variantes genéticas y otros factores, como el entorno, pueden
conducir a la enfermedad celíaca

Diagnóstico y laboratorio.

 Las pruebas serológicas buscan anticuerpos en la sangre. Los niveles elevados de


ciertas proteínas de anticuerpos indican una reacción inmunitaria al gluten.
 Para descartar la enfermedad celíaca pueden usarse pruebas genéticas para
antígenos leucocitarios humanos (HLA-DQ2 y HLA-DQ8).

Enfermedad de Crohn.

La enfermedad de Crohn es una enfermedad intestinal inflamatoria. Provoca inflamación


del tubo digestivo, que puede producir dolor abdominal, diarrea intensa, fatiga,
adelgazamiento y desnutrición. La inflamación que provoca la enfermedad de Crohn puede
afectar distintas regiones del tubo digestivo en diferentes personas. Dicha inflamación suele
propagarse hacia lo profundo de las capas del tejido intestinal afectado. La enfermedad de
Crohn puede ser dolorosa y debilitante y, algunas veces, provocar complicaciones que
pueden poner en riesgo la vida.

Signos y síntomas.

En algunas personas con enfermedad de Crohn, solo está afectado el último segmento del
intestino delgado (íleon). En otras, la enfermedad se limita al colon (parte del intestino
grueso). Las zonas que se ven afectadas por la enfermedad de Crohn con mayor frecuencia
son la última porción del intestino delgado y el colon.

Los signos y síntomas de la enfermedad de Crohn pueden oscilar entre leves y graves. Se
suelen manifestar gradualmente, pero a veces se presentan de forma súbita, sin señales
previas. También es posible que tengas períodos sin signos ni síntomas (remisión).

Cuando la enfermedad está activa, algunos signos y síntomas pueden ser:

 Diarrea
 Fiebre
 Fatiga
 Dolor y cólicos abdominales
 Sangre en las heces
 Llagas en la boca
 Poco apetito y adelgazamiento
 Dolor o drenaje cerca o alrededor del ano debido a la inflamación de un túnel hacia
la piel (fístula)

Otros signos y síntomas

Las personas con enfermedad de Crohn grave también pueden presentar:

 Inflamación de la piel, los ojos y las articulaciones


 Inflamación del hígado o las vías biliares
 Retraso en el crecimiento o en el desarrollo sexual, en los niños
Etiología.

 Sistema inmunitario. Es posible que un virus o una bacteria desencadenen la


enfermedad de Crohn. Cuando el sistema inmunitario trata de combatir
microorganismos invasores, una respuesta inmunitaria anormal provoca que
también ataque las células del tubo digestivo.
 Factor hereditario. La enfermedad de Crohn es más frecuente en las personas que
tienen familiares con esta enfermedad; por lo tanto, es posible que los genes
influyan en la probabilidad de padecerla. Sin embargo, la mayoría de las personas
con enfermedad de Crohn no tienen antecedentes familiares de la enfermedad.

Diagnóstico y laboratorio.

 Análisis para la detección de anemia o infecciones. El médico te puede


recomendar que te realices análisis de sangre para detectar si tienes anemia,
trastorno por el cual no hay suficientes glóbulos rojos para transportar un nivel
adecuado de oxígeno a los tejidos, o para buscar signos de infección. Actualmente,
las pautas de los expertos no recomiendan realizar análisis genéticos o de
anticuerpos para la enfermedad de Crohn.
 Análisis de sangre oculta en heces. Es probable que debas proporcionar una
muestra de heces para que el médico la pueda analizar en busca de sangre oculta.
 Colonoscopia. Esta prueba permite que el médico vea todo el colon y el extremo
del íleon (íleon terminal) por medio de un tubo delgado, flexible e iluminado con
una cámara incorporada. Durante el procedimiento, el médico también puede tomar
pequeñas muestras de tejido (biopsias) para su análisis en el laboratorio, lo cual
puede ayudar a confirmar el diagnóstico. Los grupos de células inflamatorias
llamados «granulomas», si están presentes, ayudan a confirmar el diagnóstico de la
enfermedad de Crohn.
 Tomografía computarizada (TC). Es posible que te realicen una exploración por
tomografía computarizada, una técnica especial de rayos X que proporciona más
detalles que una radiografía estándar. Con esta prueba, se observa todo el intestino,
así como los tejidos que están fuera de este. La enterografía por tomografía
computarizada es una exploración especial que brinda mejores imágenes del
intestino delgado. Esta prueba reemplazó las radiografías de bario en muchos
centros médicos.
 Imágenes por resonancia magnética (RM). Un equipo de resonancia magnética
utiliza un campo magnético y ondas de radio para crear imágenes detalladas de los
órganos y los tejidos. La resonancia magnética es especialmente útil para evaluar
una fístula alrededor de la zona anal (RM pélvica) o el intestino delgado
(enterografía por RM).

Úlceras pépticas.

Las úlceras pépticas son llagas abiertas que se forman en el revestimiento del estómago y la
parte superior del intestino delgado. El síntoma más frecuente de las úlceras pépticas es el
dolor de estómago. Las úlceras pépticas incluyen:

 Úlceras gástricas que se forman en el interior del estómago


 Úlceras duodenales que se forman en el interior del duodeno, que es la parte
superior del intestino delgado
Signos y síntomas.

 Dolor y ardor de estómago


 Sentirte saciado, hinchado, y eructar
 Intolerancia a las comidas grasosas
 Ardor de estómago
 Náuseas

Con menos frecuencia, las úlceras pueden causar signos o síntomas graves, como ser:

 Vomitar, o vomitar sangre — que puede aparecer roja o negra


 Sangre oscura en las heces, o heces negras o alquitranadas
 Problemas para respirar
 Sentir que te vas a desmayar
 Náuseas o vómitos
 Pérdida de peso sin causa aparente
 Cambios en el apetito
Etiología.

 Una bacteria. La bacteria Helicobacter pylori comúnmente vive en la capa mucosa


que cubre y protege los tejidos que recubren el estómago y el intestino delgado. Con
frecuencia, esta bacteria no causa problemas, pero puede inflamar el revestimiento
interior del estómago, y entonces se produce una úlcera.
 Uso frecuente de ciertos analgésicos. Tomar aspirina, al igual que determinados
analgésicos de venta libre o con receta, llamados antiinflamatorios no esteroides,
puede irritar o inflamar el revestimiento del estómago y del intestino delgado. Estos
medicamentos incluyen ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros), naproxeno sódico
(Aleve, Anaprox, otros), ketoprofeno, y otros. No incluyen el acetaminofén
(Tylenol).
 Otros medicamentos. Tomar determinados medicamentos, como esteroides,
anticoagulantes, aspirina de baja dosis, inhibidores selectivos de la recaptación de
serotonina, alendronato (Fosamax), y risedronato (Actonel) junto con
antiinflamatorios no esteroides puede aumentar en gran forma la posibilidad de
tener úlceras.

Diagnóstico y laboratorio.

 Análisis de laboratorio para el H. pylori. Quizás el doctor recomiende hacer


análisis para determinar si la bacteria H. pylori se encuentra en tu cuerpo.
 Endoscopia. Es posible que el médico use un endoscopio para examinar el aparato
digestivo superior (endoscopia). 
 Serie gastrointestinal superior. A veces se llama trago de bario a esta prueba, que
es una serie de radiografías del aparato digestivo superior que crea imágenes del
esófago, el estómago y el intestino delgado. Durante la radiografía tomas un líquido
blanco (que contiene bario) que recubre tu aparato digestivo y hace que la úlcera se
pueda ver mejor.

8.4. Alteraciones del colon.

Cáncer de colon.

El cáncer de colon es un tipo de cáncer que comienza en el intestino grueso (colon). El


colon es la parte final del tubo digestivo. El cáncer de colon suele afectar a los adultos
mayores, aunque puede ocurrir a cualquier edad. Por lo general, comienza como grupos
pequeños y no cancerosos (benignos) de células llamados pólipos que se forman en el
interior del colon.

Signos y síntomas.

Los signos y síntomas del cáncer de colon incluyen los siguientes:

 Un cambio persistente en tus hábitos intestinales, incluidos diarrea o estreñimiento,


o un cambio en la consistencia de tus heces
 Sangrado rectal o sangre en las heces
 Molestia abdominal persistente, como calambres, gases o dolor
 Una sensación de que el intestino no se vacía por completo
 Debilidad o fatiga
 Pérdida de peso sin causa aparente

Muchas personas con cáncer de colon no experimentan síntomas en las primeras etapas de
la enfermedad. Cuando aparecen los síntomas, es probable que varíen, según el tamaño del
cáncer y de su ubicación en el intestino grueso.

Etiología.

Los médicos no saben exactamente qué provoca la mayoría de los cánceres de colon.

En general, el cáncer de colon comienza cuando las células sanas del colon desarrollan
cambios (mutaciones) en su ADN. El ADN de una célula contiene instrucciones que le
indican a la célula qué funciones realizar. Las células sanas crecen y se dividen de manera
ordenada para mantener el funcionamiento normal del cuerpo. Pero cuando el ADN de una
célula se daña y se vuelve canceroso, las células continúan dividiéndose, incluso cuando no
se necesitan nuevas células. A medida que las células se acumulan, forman un tumor.

Con el tiempo, las células cancerosas pueden crecer para invadir y destruir el tejido normal
cercano. Y las células cancerosas pueden trasladarse a otras partes del cuerpo para formar
depósitos allí (metástasis).

Diagnóstico y laboratorio.

 Uso de un endoscopio para examinar el interior del colon (colonoscopia). Para


la colonoscopia, se utiliza un tubo largo, flexible y delgado conectado a una cámara
de video y un monitor para ver todo el colon y el recto. Si se encuentran áreas
sospechosas, el médico puede pasar instrumentos quirúrgicos a través del tubo para
tomar muestras de tejido (biopsias) para analizarlas y extirpar pólipos.
 Análisis de sangre. Ningún análisis de sangre puede determinar si tienes cáncer de
colon. Sin embargo, el médico puede realizarte análisis de sangre para buscar
indicios acerca de tu salud en general, como análisis de la función renal y hepática.
El médico también puede realizarte análisis de sangre para determinar la presencia
de una sustancia química que algunas veces se produce con el cáncer de colon
(antígeno carcinoembrionario o ACE). Si se lo controla en el tiempo, el nivel de
ACE en la sangre puede ayudar a su médico a entender tu pronóstico y si el cáncer
está respondiendo al tratamiento.

Pólipos en el colon.

Un pólipo en el colon es un pequeño conjunto de células que se agrupan en el revestimiento


del colon. La mayor parte de los pólipos en el colon son inofensivos. Pero con el tiempo,
algunos pólipos en el colon pueden convertirse en cáncer de colon, que suele ser mortal si
se descubre en los últimos estadios. Existen dos categorías principales de pólipos, los
neoplásicos y los no neoplásicos. Los pólipos no neoplásicos pueden ser pólipos
hiperplásicos, pólipos inflamatorios y pólipos hamartomatosos. Estos tipos de pólipos, en
general, no se hacen cancerosos. Los pólipos neoplásicos pueden ser adenomas o pólipos
serrados. Por lo general, cuanto más grande es el pólipo, mayor es el riesgo de padecer
cáncer, en especial en el caso de los pólipos neoplásicos.

Signos y síntomas.

Muchas veces, los pólipos en el colon no provocan síntomas. Es posible que no sepas que
tienes un pólipo hasta que el médico lo encuentre durante un examen de los intestinos. Sin
embargo, algunas personas con pólipos en el colon tienen:

 Sangrado rectal. Esto puede ser un signo de pólipos en el colon, cáncer de colon u
otras afecciones, como hemorroides o desgarros leves del ano.
 Cambio en el color de las heces. La sangre puede presentarse como rayas rojas en
las heces o hacer que las heces tengan color negro. El cambio de color también
puede ser provocado por alimentos, medicamentos o suplementos.
 Cambios en los hábitos intestinales. El estreñimiento o la diarrea que perduran por
más de una semana pueden indicar la presencia de un pólipo de gran tamaño en el
colon. Pero muchas otras afecciones también pueden causar cambios en los hábitos
intestinales.
 Dolor. Un pólipo de gran tamaño en el colon puede obstruir parcialmente los
intestinos y provocar dolor abdominal con cólicos.
 Anemia por deficiencia de hierro. El sangrado de los pólipos puede ocurrir
lentamente con el tiempo, sin sangre visible en las heces. El sangrado crónico
elimina el hierro necesario para producir la sustancia que permite que los glóbulos
rojos transporten oxígeno por el cuerpo (hemoglobina). El resultado es la anemia
por deficiencia de hierro, que puede provocarte cansancio y dificultad para respirar.

Etiología.

Las células sanas crecen y se dividen de manera ordenada. Las mutaciones en ciertos genes
pueden causar que las células sigan dividiéndose incluso cuando ya no se necesitan células
nuevas. En el colon y el recto, este crecimiento no regulado puede provocar la formación de
pólipos. Estos pólipos pueden aparecer en cualquier parte del intestino grueso.

Existen dos categorías principales de pólipos, los neoplásicos y los no neoplásicos. Los
pólipos no neoplásicos pueden ser pólipos hiperplásicos, pólipos inflamatorios y pólipos
hamartomatosos. Generalmente, los pólipos no neoplásicos no se vuelven cancerosos.

Los pólipos inflamatorios pueden aparecer con la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn
en el colon. Aunque en sí mismos, los pólipos no son una amenaza significativa, tener
colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn en el colon aumenta el riesgo general de padecer
cáncer de colon.

Los pólipos neoplásicos pueden ser adenomas o pólipos serrados. La mayoría de los pólipos
en el colon son adenomas. Los pólipos serrados pueden volverse cancerosos, según su
tamaño y su ubicación en el colon. Por lo general, cuanto más grande es el pólipo, mayor es
el riesgo de padecer cáncer, en especial en el caso de los pólipos neoplásicos. En raras
ocasiones, las personas heredan mutaciones genéticas que pueden provocar la formación de
pólipos en el colon. Si tienes una de estas mutaciones genéticas, corres un riesgo mucho
mayor de contraer cáncer colorrectal. Los análisis para la detección, así como la detección
temprana, pueden ayudar a prevenir la aparición o la propagación de estos tipos de cáncer.

Los trastornos hereditarios que provocan la formación de pólipos en el colon comprenden:

 Síndrome de Lynch, también conocido como «cáncer colorrectal hereditario no


poliposo». Las personas con síndrome de Lynch tienden a presentar relativamente
pocos pólipos en el colon, pero estos se pueden volver malignos rápidamente. El
síndrome de Lynch es el tipo más frecuente de cáncer de colon hereditario y
también está relacionado con tumores en las mamas, el estómago, el intestino
delgado, las vías urinarias y los ovarios.
 Poliposis adenomatosa hereditaria, un trastorno poco frecuente que provoca la
formación de cientos o incluso miles de pólipos en el revestimiento del colon y
comienza durante la adolescencia. Si los pólipos no se tratan, el riesgo de presentar
cáncer de colon es de aproximadamente el 100 por ciento, en general, antes de los
40 años de edad. Los análisis genéticos pueden ayudar a determinar el riesgo de
padecer poliposis adenomatosa hereditaria.
 Síndrome de Gardner, una variante de la poliposis adenomatosa hereditaria que
provoca la formación de pólipos a lo largo del colon y el intestino delgado. También
puedes presentar tumores no cancerosos en otras partes del cuerpo, como la piel, los
huesos y el abdomen.
 Poliposis asociada al gen MYH, una afección similar a la poliposis adenomatosa
hereditaria que se genera a raíz de mutaciones en el gen MYH. Las personas con
esta afección suelen presentar varios pólipos adenomatosos y cáncer de colon a una
edad temprana. Los análisis genéticos pueden ayudar a determinar el riesgo de
padecer poliposis asociada al gen MYH.
 Síndrome de Peutz-Jeghers, una afección que suele comenzar con la aparición de
pecas por todo el cuerpo, incluso en los labios, las encías y los pies. Luego, se
forman pólipos no cancerosos a lo largo del intestino. Los pólipos se pueden volver
malignos; por lo tanto, las personas con esta afección corren un mayor riesgo de
padecer cáncer de colon.
 Síndrome de poliposis serrada, una afección que provoca la formación de varios
pólipos adenomatosos serrados en la parte superior del colon. Estos pólipos se
pueden volver malignos.

Diagnóstico y laboratorio.

 Colonoscopia, la prueba más sensible para detectar pólipos y cáncer colorrectales.


Si se encuentran pólipos, el médico puede extraerlos de inmediato o tomar muestras
de tejido (biopsias) para analizar.
 Colonoscopia virtual (colonografía por tomografía computarizada), prueba
mínimamente invasiva que utiliza una exploración por tomografía computarizada
para ver el colon. La colonoscopia virtual requiere la misma preparación intestinal
que la colonoscopia. Si se encuentra un pólipo, deberás someterte a una
colonoscopia para que lo extraigan.
 Sigmoidoscopia flexible, se inserta un tubo delgado iluminado en el recto para
examinarlo, y para observar el último tercio del colon (sigmoide) y el recto. Si se
encuentra un pólipo, deberás someterte a una colonoscopia para que lo extraigan.
 Análisis de heces. Este tipo de prueba se usa para comprobar la presencia de sangre
en las heces o para evaluar el ADN de estas. Si el análisis de heces es positivo,
deberás someterte a una colonoscopia.

Conclusión

El objetivo de este ensayo es conocer las enfermedades que afectan tanto al colon como al
intestino delgado teniendo en cuenta la patología, los signos y síntomas, el diagnóstico y las
pruebas de laboratorio.

Se puede decir que las alteraciones anteriormente mencionadas en el ensayo pueden afectar
otros órganos si no se diagnostican a tiempo, o si no son tratadas con eficacia.
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