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INCLUSIÓN DE MUJERES EN PROCESOS DE PAZ:

LA CONSTRUCCIÓN DE UN NUEVO PROYECTO SOCIAL

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS
CARRERA DE DERECHO
Bogotá D.C
2004
INCLUSIÓN DE MUJERES EN PROCESOS DE PAZ:

LA CONSTRUCCIÓN DE UN NUEVO PROYECTO SOCIAL

JOHANNA CAJIGAS CAICEDO

DIRECTORES:
Dra. NANCY TAPIAS TORRADO
Dr. ROBERTO VIDAL

Presentado para optar al título de


Abogado.

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS
CARRERA DE DERECHO
Bogotá D.C
2004
NOTA DE ADVERTENCIA:

Artículo 23 de la resolución N° 13 de julio de 1946.

“La universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus

alumnos en sus trabajos de tesis. Sólo velará porque no se publique nada al

dogma y a la moral católica y porque la tesis no contenga ataques personales

contra persona alguna, antes bien se vea en ellas el anhelo de buscar la

verdad y la justicia”.
TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN ------------------------------------------------------------------------------------------- 5

1. DIÁLOGO DEL DERECHO INTERNACIONAL CON EL DERECHO INTERNO PARA


LA PROTECCIÓN DE LA IGUALDAD DE LA MUJER -------------------------------------------- 9

1.1 Instrumentos internacionales de protección a la mujer --------------------------------------------- 9

1.2 La adopción de acciones positivas en el derecho interno colombiano: leyes de cuotas y ley
de oportunidades --------------------------------------------------------------------------------------------- 15

2. LAS MUJERES COMO SUJETO Y OBJETO DEL CONFLICTO ARMADO Y SUS


EXPERIENCIAS EN PROCESOS DE PAZ ------------------------------------------------------------- 25

2.1 Impacto del conflicto armado en las mujeres colombianas ---------------------------------------- 25

2.1.1 Desplazamiento ---------------------------------------------------------------------------------------- 26


2.1.2 Violencia ----------------------------------------------------------------------------------------------- 27
2.1.3 Control de la sexualidad, comportamiento y emociones de las mujeres ----------------------- 28
2.1.4 Persecución y asesinato de mujeres líderes -------------------------------------------------------- 29

2.2 Iniciativas de participación en procesos de paz: agenda política de las mujeres frente al
conflicto armado colombiano ------------------------------------------------------------------------------ 31

2.2.1 Las construcciones teóricas feministas-------------------------------------------------------------- 31


2.2.2 La construcción de una agenda política de las mujeres frente a la guerra y el conflicto
armado --------------------------------------------------------------------------------------------------------- 35
2.2.2.1 El trabajo de las mujeres en el marco del proceso de paz con las FARC - EP en San
Vicente del Caguán. 2000 ----------------------------------------------------------------------------------- 41
2.2.2.2 El trabajo de las mujeres post- proceso de paz -------------------------------------------------- 46

2.3 Participación de mujeres en procesos de paz latinoamericanos: caso Guatemala -------------- 56

3. LA RESOLUCIÓN 1325 DE NACIONES UNIDAS: PLATAFORMA DE


PARTICIPACIÓN. ------------------------------------------------------------------------------------------ 62

3.1 Antecedentes de la resolución 1325 ------------------------------------------------------------------- 63

3.2 Formación y puntos focales de la resolución 1325 ------------------------------------------------- 69

CONCLUSIÓN ---------------------------------------------------------------------------------------------- 74

BIBLIOGRAFÍA -------------------------------------------------------------------------------------------- 77
INCLUSIÓN DE MUJERES EN PROCESOS DE PAZ:

La construcción de un nuevo proyecto social.

Johanna Cajigas Caicedo.

INTRODUCCIÓN

Desde la comedia de Aristófanes “Lisístrata” de 441 a.c. encontramos una motivante

exposición de una táctica para darle fin a la guerra. Una solución producto del consenso de

mujeres que hacían parte de los estados en conflicto bajo el liderazgo de Lisístrata: Las

mujeres no volverían a hacer el amor con los hombres hasta tanto ellos, quienes iniciaron la

guerra1, no le dieran fin.

Si se trata de un pacifismo altruista o hedonista2 no es en este momento cuestión de estudio,

lo que subyace en el hipotexto es algo mas que una historia utópica o una metáfora desde

el humor. En efecto, se trata de una solución al conflicto desde la perspectiva femenina y su

1
Evidentemente se trata de la distribución de roles que debemos advertir no son solo de esa época sino que
se expanden al presente, roles que implican a los hombres haciendo la guerra, la política y los negocios,
mientras que a las mujeres les competen el cuidado de los hijos y del hogar, lo que se identifica
respectivamente como los ámbitos público y privado del ejercicio de la personalidad de los géneros presentes
en la sociedad patriarcal.
2
Robayo Álvaro, “la paz en Aristófanes” en Estrategias y experiencias para la construcción de la paz, Vol. 2,
ED. Universidad de los Andes – ANPAZ- Bogotá 1996, Pág. 17.
constructo de género, es ella quien logra un consenso, crea un lenguaje de paz.3 “Lisístrata,

al prepararse para el solemne juramento que harán todas las mujeres de abstenerse de los

hombres luego de haberlos excitado al máximo, invoca a la soberana persuasión- Peithó-.

El corifeo de los hombres que llevan el fuego invoca a la soberana Victoria, la famosa Nike

de los combates que sólo se alcanza cuando el enemigo es derrotado. Lisístrata, como líder

de las mujeres, busca persuadir al enemigo, no vencerlo.”4

Ante la presencia de un conflicto armado que se ha creado y dialogado visiblemente entre

hombres,5 que se han sentado en mesas de negociación durante el intento por lograr la paz

en Colombia, ¿es posible lograr otorgarle a la mujer quien igualmente es sujeto del

conflicto, un espacio para su voz? O simplemente debemos seguir pensando que “la guerra

es cosa de hombres”.

El 31 de octubre de 2000, fue aprobada por el consejo de seguridad de la ONU, la

Resolución 1325 que busca darle participación a la mujer en los procesos de paz.

Ante la aparición de esta resolución cabe preguntarse, porque si supuestamente “ya

3
La idea aquí no es discutir la validez o no de la presentación de estrategias femeninas desde lo sexual sino
simplemente observar que las mujeres (sin descontextualizar la historia que hace parte del género de la
comedia) pueden proponer elementos para la construcción de la paz.
4
Op.cit página 18
5
Nótese que cuando vemos como simples espectadores de noticias las mesas de negociación, sea cual sea el
bando, se conforman por hombres, y las mujeres simplemente se perciben como sus compañeras camufladas
en vestidos de guerra si se trata de la guerrilla.
se ha alcanzado todo”6 en cuanto a derechos políticos a lo largo de la historia de las luchas

feministas, en especial las emprendidas por los movimientos sufragistas, se hace necesaria

la adopción por parte de la ONU de una resolución frente al tema de mujeres, paz y

seguridad? A simple vista parecería una pregunta absurda, pues no sería otra cosa que una

conquista para la igualdad de género bastante importante y significativa; pero por otra

parte podría introducir algunas sospechas que no lo son tanto: aún con los instrumentos

jurídicos alcanzados por las mujeres que necesariamente implicarían el acceso a la

participación en política y consecuencialmente a una de sus esferas como lo es un proceso

de paz, ellas encuentran resistencia a la hora de desarrollar esa ciudadanía formal,

consignada en leyes y convenciones.

El trabajo que se presenta a continuación busca sugerir que la débil participación de

mujeres en la vida política es un problema de creaciones discursivas que han sido

excluyentes y el derecho, liberador y verdugo7, ha sido el principal constructo

androcéntrico en cuya creación no participaron las mujeres, por lo tanto la construcción de

“un nuevo proyecto social” a través de un proceso de paz que se enmarca inevitablemente

en lo jurídico debe tener en cuenta la voz femenina como nuevo lenguaje partícipe y

creador de nuevas posibilidades, de un nuevo imaginario.

6
Me refiero a que la mayoría de las constituciones políticas de los países que se dicen democráticos han
consagrado la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, a la expedición de leyes de cuotas, a la
eliminación de desigualdades formales en legislaciones laborales y una vasta cantidad de instrumentos
jurídicos internacionales para la defensa de la igualdad de la mujer y la eliminación de la discriminación.
7
Verdugo, si se asume superada la discusión acerca de la desigualdad de las mujeres, una vez formalizados
los derechos en instrumentos jurídicos. Como se verá mas adelante, el problema de la falta de participación de
las mujeres en el ámbito público no es un problema que atiende a la inexistencia de instrumentos jurídicos o a
su ineficacia. Ellos se requieren como punto de partida, no como fin en si mismo, la formalización de
derechos debe ir acompañada de transformaciones sociales y culturales.
Este trabajo, se dividirá en tres partes. La primera busca establecer cual ha sido el diálogo

entre el derecho internacional y el derecho interno para la protección de la igualdad de

participación de la mujer en los ámbitos decisorios. La segunda parte quiere poner de

presente cuál y cómo ha sido la participación de las mujeres en tanto sujetos del conflicto

armado en las mesas de negociación en Colombia y el estudio de algunos casos

comparados. Por último, La resolución 1325 de la ONU como puerta hacia la creación de

un nuevo proyecto social incluyente.


1. DIÁLOGO DEL DERECHO INTERNACIONAL CON EL DERECHO

INTERNO PARA LA PROTECCIÓN DE LA IGUALDAD DE LA MUJER.

El Derecho Internacional de los Derechos Humanos ha sido el principal escenario de

desarrollo de los derechos de la mujer y ha sido desde allí que se ha intentado establecer un

nuevo discurso formal para ellos. El Estado colombiano coherente con las obligaciones

internacionales adquiridas a través de la ratificación de convenciones y protocolos,

tendientes a la consolidación de la equidad entre hombres y mujeres, ha creado mecanismos

de acción positiva que desarrollan el principio de igualdad consagrado en la Constitución.

Sin embargo el marco jurídico existente deja aun algunos debates abiertos, cuando se

enfrenta a la situación real de participación de la mujer en los ámbitos decisorios.

1.1 INSTRUMENTOS INTERNACIONALES DE PROTECCIÓN A LA MUJER

En la base de los instrumentos internacionales que dan sustento al desarrollo de acciones

positivas, encontramos la Declaración Universal de Derechos Humanos de


1948 que a lo largo de todo el articulado pero principalmente en sus artículos 1, 2 y 218

establece la igualdad entre los seres humanos sin distinción de raza, religión o sexo

estableciendo así la posibilidad de participar en el gobierno de su país.

Igualmente el Pacto de Derechos Civiles y Políticos9 , establece de nuevo el principio de

igualdad en el goce de derechos civiles y políticos especialmente en los artículos 3, 25 y

2610. De la estipulación de estos derechos se desprende entonces la garantía que el derecho

Internacional de los Derechos Humanos le da a la participación de la mujer en pie de

igualdad frente a los asuntos políticos.

Ahora bien, por su parte la observación general N° 28 del comité de Derechos Humanos

sobre igualdad de derechos entre hombres y mujeres propone trasladar a un plano mas

8
Artículo 1: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están de
razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.”
Artículo 2: “Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción
alguna de raza, color, sexo, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. (...)”
Artículo 21:1 “Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de
representantes libremente escogidos.
2. toda persona tiene el derecho de acceso en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país.
(...)”
9
Adoptado por la Asamblea General en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966 y que entró
en vigor para Colombia el 23 de marzo de 1976 en virtud de la ley 74 de 1968
10
Artículo 3 “Los estados parte en el presente pacto se comprometen a garantizar a hombres y mujeres la
igualdad en el goce de todos los derechos civiles y políticos enunciados en el presente pacto”.
Artículo 25: “todos los ciudadanos gozarán , sin ninguna de las distinciones mencionadas en el artículo 2 , y
sin restricciones indebidas , de los siguientes derechos y oportunidades:
a) Participar en la dirección de los asuntos públicos , directamente o por medio de representantes libremente
elegidos;
b) Votar y ser elegidos en elecciones periódicas, auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por
voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los electores;
c) Tener acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones públicas de su país.”
Artículo 26: “Todas las personas son iguales ante la ley y tienen derecho sin discriminación a igual protección
de la ley. A este respecto, la ley prohibirá toda discriminación y garantizará a todas las personas protección
igual y efectiva contra cualquier discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones
políticas o de cualquier índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición social.”
práctico lo estipulado en el Pacto insistiendo en la necesidad de la adopción por parte de los

Estados, de medidas positivas mas allá de las medidas de protección para dar poder a la

mujer de forma efectiva y siguiendo el principio de igualdad11.

Siguiendo la observación de Naciones Unidas, se desprende la importancia que se le da a la

materialización a través de hechos legislativos concretos de los derechos y principios

consagrados en el pacto. Igualmente señala que “los estados deberán cerciorarse de que la

ley garantice a la mujer los derechos amparados en el artículo 25 en pie de igualdad con el

hombre y adoptar medidas eficaces y positivas, incluida las medidas necesarias de

discriminación inversa, para promover y asegurar la participación de la mujer en los

asuntos públicos y en el ejercicio de cargos públicos”12

La relevancia de esta observación en lo tocante con el tema de participación de mujeres, es

precisamente evidenciar que por una parte, existen unos instrumentos jurídicos que

delinean la estructura de protección a las mujeres y que generan en cierto modo exigencias

para los Estados de generar, mas allá de normas , políticas frente a la participación de la

mujer en el ámbito público, el cual no ha sido eminentemente su espacio de desarrollo en

sociedades patriarcales en las cuales se producen ciertas resistencias, pero esto será tratado

mas adelante una vez se hayan expuesto tanto el ámbito internacional de protección a la

mujer como la transformación de este a través de acciones positivas en el derecho interno.

11
Comité de Derechos Humanos, observación general N° 28 parágrafo 29, en compilación de jurisprudencia y
doctrina nacional e internacional, oficina en Colombia del alto comisionado de Naciones unidas para los
Derechos humanos.
12
Ibíd., parágrafo 29
Otro de los instrumentos internacionales importantes para la protección de la mujer es el

contenido en la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia

contra la mujer, “convención de Belén do Pará” adoptada en Brasil el 9 de junio de 199413 .

En este instrumento no sólo se desarrollan los principios básicos señalados en los

instrumentos anteriores sino que se toca de frente el tema de violencia contra la mujer.

La Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la

Mujer14 señala en sus artículos 1, 4, 7 y 8 entre otros, no sólo el significado de

discriminación contra la mujer (art1), sino que además reitera la necesidad de adopción de

medidas que propendan por la igualdad de facto entre hombres y mujeres (Art. 4), insta a

los Estados a tomar medidas para eliminar la discriminación hacia la mujer en el ambiente

político y público (art7). Dicha convención se convierte entonces en uno de los principales

instrumentos de derecho internacional relativo a los Derechos Humanos en materia de

protección a las mujeres.

El Derecho Internacional Humanitario, en particular, proporciona un marco esencial para la

protección de las mujeres y niñas durante conflictos armados. En efecto, Los cuatro

Convenios de Ginebra de 1949 y sus dos protocolos adicionales de 1977 brindan especial

protección en esta materia en tanto las disposiciones están encaminadas a proteger la

vulnerabilidad de las mujeres y niñas a la violencia sexual.

13
Convención que entra en vigor para Colombia el 15 de diciembre de 1996, en virtud de la ley 248 de 1995
Diario oficial N° 42.171 de 29 de diciembre de 1995
14
Adoptada por la Asamblea General en su resolución 34/180, de 18 de diciembre de 1979 y que entró en
vigor para Colombia el 19 de febrero de 1982, en virtud de la ley 51 de 1981.
Ahora bien en materia de avances en justicia de género en el cuadro de los instrumentos

internacionales es necesario referirse al Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional,

como un instrumento fundamental frente a la violencia sexual contra las mujeres. Es

importante señalar que aún si en el Cuarto Convenio de Ginebra se tocó el tema de la

violación en tiempo de guerra, esto solo se consideró entonces como un acto prohibido, no

se trató como un crimen de guerra ni de lesa humanidad.

El Estatuto de Roma15 , definió específicamente la violación y otros actos de violencia

contra la mujer como crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. En efecto, en el

artículo 7, párrafo 1 que establece los crímenes de lesa humanidad, el apartado g)

contempla además, la violación, esclavitud sexual, prostitución forzada o cualquier otra

forma de violencia sexual de gravedad comparable. El apartado h) contempla además la

persecución de un grupo o colectividad fundada, entre otros, en motivos de género, lo que

es realmente importante, en la medida en que mas adelante en el párrafo 3 del artículo 7 se

presenta una definición de género, que no es muy eficiente pero que de todos modos es

importante en tanto se encuentra incorporada en un instrumento internacional vinculante.

Aparece entonces definida así: “A los efectos del presente Estatuto se entenderá que el

término género se refiere a los dos sexos, masculino y femenino, en el contexto de la

sociedad. El término género no tendrá mas acepción que la que antecede”.

15
Adoptado por la conferencia Diplomática de plenipotenciarios de las Naciones Unidas, Roma 17 de julio de
1998 , entra en vigor para Colombia mediante ley aprobatoria 742 de 2002 diario oficial N° 44.826 del 7 junio
de 2002.
Además el apartado c) del párrafo 2 del artículo 7 incluye en el crimen de esclavitud el

tráfico de mujeres y niños. Por otra parte el artículo 8, párrafo 2, apartado b, inciso xxii,

señala igualmente que la comisión de actos de violación , esclavitud sexual, prostitución

forzada, embarazo forzado, esterilización forzada o cualquiera otro de gravedad semejante

son crímenes de guerra durante conflictos armados internacionales. Pero además el inciso

vi) del apartado e), del párrafo 2) del artículo 8 contempla que esos mismos crímenes

aplicarán también cuando se trata de conflictos armados de carácter interno.

Los avances en materia de derecho internacional frente al tema de protección a la mujer se

han generado además, a partir de la jurisprudencia emanada de los tribunales

internacionales de la ex Yugoslavia, Rwanda y Sierra Leona en tanto que como se expresa

en el informe del Secretario General de la ONU, sobre mujeres, paz y seguridad “Los

tribunales internacionales para la ex Yugoslavia y Rwanda emitieron cuatro actos

acusatorios sobre violencia sexual. En el tribunal Penal para la ex Yugoslavia, se tipificó la

violencia sexual como violación grave al Convenio de Ginebra, relativo a la protección de

civiles en tiempo de guerra, y en el tribunal penal internacional para Rwanda se condenó a

un acusado de crímenes de lesa humanidad y genocidio, entre otras cosas, por actos de

violencia sexual.”16

Es entonces en este entorno jurídico internacional que, si se quiere, se envían directrices

hacia el derecho interno para lograr consolidar políticas frente a las mujeres. La resolución

16
Informe Secretario General de Naciones Unidas sobre “las mujeres, la paz y la seguridad” párrafo 20
S/2002/1154 en www.unic.org.ar/noticias/pdf/s-2002-1154.pdf
1325 de Naciones Unidas, que será estudiada mas adelante, es parte de este desarrollo

jurídico formal de protección que refuerza y amplía de forma concreta lo establecido en la

Plataforma de Acción mundial adoptada en el marco de la IV conferencia mundial sobre la

mujer, en la cual uno de sus capítulos se ocupa esencialmente de la mujer en el ejercicio del

poder y la adopción de decisiones.

Es importante señalar que no son estos los únicos instrumentos de protección, por el

contrario son diversos. Sin embargo, sí son los más importantes para señalar, por un lado, el

marco jurídico en torno a la participación de las mujeres en asuntos públicos de los estados

que es precisamente el ámbito en el que se enmarca un acuerdo o proceso de paz o una

mesa de negociación y por otro, la protección especial a las mujeres en medio de los

conflictos armados.

1.2 LA ADOPCIÓN DE ACCIONES POSITIVAS EN EL DERECHO INTERNO

COLOMBIANO: LEYES DE CUOTAS Y LEY DE OPORTUNIDADES

El derecho interno colombiano frente a la adopción de medidas “concretas”, jurídicas,

formales para la protección de las mujeres es prolífero. El desarrollo legislativo de los

principios y derechos constitucionales se refleja en diversas normas17. Sin embargo

referirse específicamente a la ley de cuotas como la forma en que se traduce el derecho

17
Para la consulta de las normas mas importantes del derecho interno colombiano frente al tema de las
mujeres, ver Espinosa Pérez Beatriz, Oyuela Liliana, Tapias torrado Nancy “concepto sobre la ratificación
del protocolo facultativo de la convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra
la mujer” en Revista universitas N° 105, Pontificia universidad Javeriana 2003, Pág. 664-667.
internacional en el derecho interno colombiano tiene una intención especial en esta

argumentación. En efecto, la participación de mujeres en el espacio político y público es de

suma importancia, en tanto implica un cambio rotundo de escenario.

Del espacio de lo privado al que la había relegado el orden patriarcal, comienza a prestigiar

su rol en el escenario de lo público, reservado con exclusividad a los hombres, por tradición

cultural. La mujer en el desarrollo de políticas públicas juega un papel esencial, la aparición

de leyes de cuotas proponen unos topes de participación para propender por una

proporcionalidad o si se quiere, para compensar el desequilibrio existente entre hombres y

mujeres.

Al momento de abordar el tema de acceso de mujeres en procesos de paz (que es lo que

propone la resolución 1325 de la ONU), los cuales no son otra cosa que espacios de toma

de decisiones y de formulación de propuestas, se hace necesario evaluar los mecanismos

jurídicos que se han implementado en desarrollo de medidas de acción afirmativa

sugeridas por la convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación

contra la mujer, en otros aspectos de participación política. Se trata entonces de reflejar

una situación similar o como bien lo indica el Secretario General de Naciones Unidas

“Cuando antes de un conflicto ya existía una cultura de violencia y discriminación contra

las mujeres y las niñas, ésta se agudizará durante el conflicto.


Si las mujeres no forman parte de las estructuras de adopción de decisiones de una

sociedad, tendrán menos posibilidades de participar en las decisiones relativas al conflicto o

al proceso de paz posterior”18

En Colombia la aparición de la ley 581 de 2000 “por la cual se reglamenta la adecuada y

efectiva participación de la mujer en los niveles decisorios de las diferentes ramas y

órganos del poder público, de conformidad con los artículos 13, 40 y 43 de la constitución

nacional”19, se convierte en el instrumento jurídico interno que sustenta la inclusión de

mujeres no sólo a nivel de cargos públicos sino su protección en el acceso equitativo al

sector privado estableciendo una cuota de mínimo 30% de mujeres en cargos de máximo

nivel decisorio de acuerdo con el artículo 4 de la norma.

Se entiende por cuota o cupo “una medida transitoria destinada a favorecer la emergencia

de una nueva cultura que permita la presencia equilibrada de hombres y mujeres en el

parlamento y en el seno de instancias dirigentes de los partidos políticos”20. Sin embargo,

el concepto de cuota va mucho mas allá del simple sentido cuantitativo, por el contrario

lleva insertos tres conceptos que se cruzan teóricamente pero llegan a alejarse en la

práctica: Democracia, ciudadanía y género vistos desde los ejes de exclusión-participación

de las mujeres.

18
Informe Secretario General de Naciones Unidas sobre las mujeres, la paz y la seguridad S/2002/1154 16 de
octubre de 2002 párrafo 5en www.unic.org.ar/noticias/pdf/s-2002.1154.pdf
19
Diario oficial N° 44.o26 de 31 de mayo de 2000
20
Definición de la Unión interparlamentaria en informe de CEPAL “Participación, liderazgo y equidad de
género en América Latina y el Caribe”, Santiago de Chile 1999.
www.eclac.cl7publicaciones/unidadmujer/2/lcl1302/lcl1302e.pdf
En el marco de la democracia se parte de la base de la vinculación del pueblo en la toma de

decisiones, o visto de otra forma se trata de un sistema político que a través de las

instituciones del poder político representa los intereses del pueblo. Es evidente que la forma

de llevar a cabo la democracia es a través del ejercicio de la ciudadanía el cual “se refiere al

ejercicio de los derechos que tiene como punto de partida la igualdad política de los

ciudadanos”21. Ahora bien, teniendo en cuenta los instrumentos internacionales de

participación en la política/sector publico/niveles decisorios, sumados al instrumento

nacional que se pone de presente en desarrollo de esos instrumentos internacionales, surgen

dos cuestiones a analizar. Por un lado queda clara la existencia formal de los derechos

civiles y políticos en condiciones de igualdad, por otro lado se encuentran la existencia o no

de capacidades reales o efectivas de ejercicio de esos derechos formales, así la discusión

queda planteada en términos de ciudadanía formal y ciudadanía sustantiva y de su

conjugación se hablará entonces de la ciudadanía plena que tendrá entonces como

requisitos la existencia de derechos y la capacidad para ejercerlos.

Frente al contexto planteado, el género le es transversal. En efecto, en sociedades en las

que de forma precisa se ha delimitado el ámbito público y el privado como escenarios de

ejercicio de derechos o lo que es igual de ciudadanía, es evidente cual ha sido la

distribución, las mujeres han ocupado el espacio doméstico y los hombres se han encargado

de la esfera pública. Ahora bien, la construcción de acceso igualitario no es solo cuestión de

21
García Ana Isabel, Gomáriz M. Enrique “Género y ciudadanía en Centroamérica: otra mirada al horizonte”,
fundación Género y sociedad (GESO), en www.iigov.org/revista/5/pdf/a4.pdf.
determinación numérica es tan solo el comienzo hacia la consecución de esa equidad de

participación.

La ciudadanía no se circunscribe únicamente al elemento normativo y en el caso de las

mujeres si que es evidente. Si desde las luchas de los movimientos feministas sufragistas se

han ido conquistando espacios tan importantes que podríamos decir “ya se ha alcanzado

todo en materia de derechos” ¿por qué no es del todo significativa la actuación de mujeres

en la esfera pública? La respuesta es simple, no basta la implementación formal de

derechos sino además un cambio en la cultura. Las mujeres encuentran resistencias por

parte de aquellos que ocupan esas esferas, cuando estas quieren entrar al mismo espacio

(público). En últimas el ejercicio de esos derechos, la ciudadanía sustantiva, presenta una

situación bastante diferente a la minimización de brechas entre derechos formales. “en

nuestro país, es una realidad la discriminación para el ejercicio de la ciudadanía, toda vez

que las mujeres son excluidas y no han adquirido en la práctica el derecho a participar en

los procesos de toma de decisión. En este sentido la demanda de ciudadanía de las mujeres

es una demanda de inclusión”22.

A continuación se presentan algunas cifras de participación de mujeres en ámbitos


decisorios del nivel nacional.23

22
Red Nacional de mujeres “diagnóstico sobre la situación de las mujeres en Colombia en
www.colnodo.apc.org/wwwrednl/situación01.htm
23
Datos suministrados por Prodespaz, GTZ y fescol
Cuadro N°1. Participación de mujeres en el Congreso 1958 – 2002

Año % Mujeres Mujeres Hombres Total

1958 3,95 9 219 228


1960* 2,21 5 221 226
1962 3,19 9 273 282
1964* 3,55 10 272 282
1966 3,72 11 285 296
1968* 3,87 12 298 310
1970 3,66 12 316 328
1974 4,18 13 298 311
1978 3,54 11 300 311
1982 3,19 10 303 313
1986 4,15 13 300 313
1988 3,82 12 302 314
1990 5,75 18 295 313
1991 7,07 20 263 283
1994 7,69 20 240 260
1998 11,88 31 230 261
2002 11,90 32 237 269
Fuente: FLACSO y Registraduría Nacional del Estado Civil
* Año con elecciones sólo para la Cámara. Para construir el indicador, se mantienen los
datos de participación del Senado vigente para ese periodo.

Si bien el número de mujeres en la rama legislativa colombiana ha ido en aumento, año tras

año, comparativamente con la participación de los hombres en esta rama, continúa siendo

bastante menor. En efecto, si se toma la cifra más alta es decir la correspondiente al año

2002, las mujeres tan sólo alcanzan una participación del 11.9 % del total.

Cuadro N°2 Cuadro Comparativo Participaciones Por Genero En Carteras Ministeriales

Periodo 1990 – 2002

Año 1990 1994 1998 2002


Porcentaje Mujeres 8,33% 12,50% 11,76% 37,50%
Porcentaje Hombres 91,67% 87,50% 88,24% 62,50%
Mujeres 1 2 2 6
Hombres 11 14 15 10
Total 12 16 17 16
Fuente: FESCOL/MTZ
En cuanto a la rama ejecutiva del poder público, es necesario hacer una observación del

cuadro indicador teniendo en cuenta la aparición de la ley 581 de 2000 (ley de cuotas). Si se

quiere, podría decirse que la ley se ha cumplido, en tanto que si se observa la participación

de las mujeres en 1998, esto es antes de la ley, el porcentaje de mujeres era del 11.76%,

contrastando la cifra del 2002 que es del 37.50%. Evidentemente ha habido un incremento

acorde con la disposición legal.

Como decía anteriormente, la aparición de leyes tendientes a aumentar la participación de

las mujeres en espacios de toma de decisiones si bien es una herramienta, los indicadores

dejan ver que la baja participación de las mujeres es un problema que atiende más a

estructuras sociales jerarquizadas que a la falta de normas. En efecto de acuerdo con estos

dos cuadros, uno que se refiere a cargos de elección popular y otro que no depende de ello,

la afirmación anterior encuentra sustento. La ley de cuotas obliga a otorgar como mínimo a

la mujer una participación del 30% lo que es mas fácil de implementar en el nivel ejecutivo

del poder público, sin embargo cuando se analiza la cifra del nivel legislativo es decir aquel

que atiende a la elección popular la situación es bien distinta, podría decirse que la sociedad

no “ha implementado la ley de cuotas” pero esto sería impropio, lo que si se puede decir es

que aún cuando las mujeres someten sus candidaturas encuentran mayores obstáculos para

ser elegidas. Esto puede atender ya sea a un bajo número de postulaciones a estos cargos o

a que de las candidatas postuladas pocas son elegidas, lo que sería interesante analizar más

no es el objeto en este trabajo. Lo que si es cierto es que la participación de las mujeres

depende finalmente de un cambio en la cultura patriarcal imperante, y ellas podrán

competir en pie de igualdad una vez esta sea transformada. Así pues, las luchas de las
mujeres para lograr ser incluidas en los niveles decisorios no deben atender simplemente a

un cambio cuantitativo. Las leyes de cuotas implican un trabajo aun mas arduo: solo son el

camino para llegar a un fin, no un fin en si mismo.

Si bien, la referencia en especial a las leyes de cuotas dibuja de manera significativa una

política por parte del Estado Colombiano, frente al tema de la participación de mujeres en

ámbitos decisorios, es necesario poner de presente la aparición de una nueva ley en este

año, en efecto se trata de la ley 823 de 2003 llamada “ley de oportunidades”24 . Esta ley en

su artículo 1° plantea como objetivo “establecer el marco institucional y orientar las

políticas y acciones por parte del Gobierno para garantizar la equidad y la igualdad de

oportunidades de las mujeres, en los ámbitos público y privado”. La ley se fundamenta en

el reconocimiento constitucional de la igualdad jurídica real y efectiva y para lograr el

desarrollo de ello, plantea en varios literales las acciones que deberá adoptar el gobierno

para orientar la ejecución del plan de igualdad de oportunidades, partiendo de la base de

que debe incorporarse en las instancias y acciones del Estado tanto a nivel territorial y

nacional, las políticas y acciones de equidad de género e igualdad de oportunidades.

En cuanto a la ejecución de estas políticas la ley plantea en su capítulo II, una serie de

deberes por parte del Estado para fortalecer las instituciones responsables de la ejecución

24
Diario Oficial No. 45.245, de 11 de julio de 2003.
del plan 25 que tienden en su mayoría a la incorporación de las políticas de

género en todas las acciones de los organismos públicos.

La ley 823 de 2003, toca además varios temas en relación con la mujer tales como el

trabajo, la salud, vivienda, acceso y permanencia en proyectos académicos y profesionales.

De acuerdo con los términos utilizados en la ley, la idea es la educación social con la

finalidad de eliminar el sexismo y para tal fin promoverá campañas a través de medios

masivos de comunicación para eliminar los estereotipos sexistas y discriminatorios.

Algo muy importante que dispone esta ley está consagrado en el artículo 11,

comprometiendo al Estado a promover y garantizar la inclusión de proyectos en la ley del

Plan Nacional de Desarrollo para lograr el cumplimiento de lo dispuesto en la ley 823 de

2003, pudiendo contribuir incluso los fondos de cofinanciación nacional para su

financiación.

Por otra parte y aún mas importante es que esta ley consagra en su artículo 12 la

elaboración de seguimientos y evaluaciones de las políticas y logros en materia de igualdad

de oportunidades para las mujeres adoptados por las entidades y organismos del orden

25
Artículo 4 :1. Adoptar criterios de género en las políticas, decisiones y acciones en todos los organismos
públicos nacional y descentralizados.
2. Adoptar las medidas administrativas para que las instituciones responsables cuenten con instrumentos
adecuados para su ejecución.
3. Promover la adopción de indicadores de género en la producción de estadísticas de los organismos e
instituciones públicas y privadas.
4. Divulgar los principios constitucionales, leyes e instrumentos internacionales suscritos por Colombia que
consagren la igualdad real y efectiva de derechos y oportunidades de todas las personas, y en especial los
relacionados con los derechos de las mujeres y las niñas.
nacional. Esta tarea se le encarga al departamento administrativo de la presidencia o la

entidad que lo reemplace en la dirección de políticas de equidad para las mujeres y además

esta entidad deberá elaborar un informe anual al congreso sobre el cumplimiento de lo

establecido en la ley en cuestión y en las leyes 248 de 1995, 387 de 1996, 581 de 2000 y

todas las relacionadas con la igualdad de derechos y oportunidades para las mujeres.

Poner sobre la mesa el marco jurídico en materia de protección a la mujer tanto en el nivel

internacional y posteriormente en el nivel nacional, es esencial para poder argumentar la

segunda parte de este trabajo, en la medida en que se quiere presentar que si bien es

importante la existencia de mecanismos jurídicos de protección como conquistas de las

mujeres en lo jurídico, lo esencial es un cambio de las estructuras jerarquizadas. Las

mujeres han sido sujeto así como los hombres de la vida social del país y sin embargo

encuentran resistencias para permitírseles el acceso a las esferas de toma de decisiones. Las

mujeres son sujeto y objeto del conflicto armado y ahora se abre un camino para que

puedan acceder a facilitar su negociación.

¿Qué es lo primero que viene a la mente cuando se habla de un proceso de negociación?

Propuestas a través del lenguaje que crea discursos y a su vez imaginarios, un nuevo

proyecto social. Quiero proponer mas adelante que un proceso de paz o mesa de

negociación podría ser el espacio concreto donde se discutan propuestas para alcanzar ese

proyecto, un proceso que deberá ser incluyente y en donde las mujeres podrán colaborar

desde su experiencia compartida, a la creación de un nuevo imaginario a partir de su

propio lenguaje.
2. LAS MUJERES COMO SUJETO Y OBJETO DEL CONFLICTO ARMADO Y

SUS EXPERIENCIAS EN PROCESOS DE PAZ

2.1 IMPACTO DEL CONFLICTO ARMADO EN LAS MUJERES COLOMBIANAS

Evidentemente las mujeres y en este caso las colombianas se ven afectadas por el conflicto

armado de forma directa y aunque el análisis de las estadísticas las proyecte como las

grandes víctimas, el tema de la mujer en los conflictos armados parece invisibilizarse

sorprendentemente. En primer término trataré de exponer a grandes rasgos los problemas

que enfrentan las mujeres en situación de conflicto. Un poco de forma general pero no

menos importante, quiero poner de presente aquello que parece el secreto mas público y

menos tratado frente al conflicto armado: el cuerpo de la mujer es el espacio en el cual se

ha registrado la guerra, el cuerpo como territorio íntimo por el cual se atraviesa un conflicto

y se dan batallas, el cuerpo de mujer que ha sido botín de guerra.26, el cuerpo que debe

desplazarse, el cuerpo que se discrimina, maltrata y abusa.

26
Digo que se expondrá de manera general, pues el tema de la violencia sexual contra la mujer en conflictos
internos es tan importante como vasto y merece un especial tratamiento. Sin embargo es esencial plantear en
una parte de este trabajo la situación de las mujeres en medio del conflicto armado en tanto que ella es
SUJETO de la guerra, es sujeto de violencias no visibles o mejor invisibilizadas y por lo tanto debe ser sujeto
de la negociación de un conflicto que la afecta de forma DIRECTA.
2.1.1 Desplazamiento

El Sistema Único de Registro (SUR) de la red de solidaridad social registró 138.970

personas desplazadas durante el primer semestre de 2002, incrementándose en un 63.44%

respecto al primer semestre de 2001 donde se registraron 85.029 personas.

Según el sistema de estimación por fuentes contrastadas (SEFC) el número de personas

desplazadas en este periodo ascendió a 168.963. Ahora bien la participación de las mujeres

dentro de estas altísimas cifras, de acuerdo con la Red de solidaridad social, se estimó para

el período de enero a junio de 2002 en un porcentaje del 47.6% y el 44.3% eran menores de

edad.27

El desplazamiento tiene implicaciones importantes en las mujeres. Por una parte al

abandonar sus tierras muchas de ellas solas sin sus esposos, pasan a convertirse en cabezas

de familia y proveedoras del hogar, funciones que antes no le correspondían.

Tomando como ejemplo Bogotá que es uno de los principales municipios receptores de

población desplazada la jefatura femenina en el período de enero a octubre de 2001 era del

44.5% 28 Esta situación implica entonces un cambio en la estructura familiar y por lo tanto

social en el contexto de la población desplazada.

27
Informe sobre violencia sociopolítica contra mujeres, jóvenes y niñas en Colombia, Tercer informe
2002,Mesa de trabajo Mujer y conflicto armado Bogotá 2003.Pág. 18 www.ilsa.org.co/biblioteca/13.pdf
28
Ibid. Pág. 20
2.1.2 Violencia Sexual

La violencia sexual contra las mujeres por parte de los actores armados del conflicto es una

práctica generalizada sin embargo en Colombia es difícil presentar datos exactos sobre

delitos sexuales en medio del conflicto en la medida en que por un lado hay temor por

denunciarlos, ya sea a represalias que puedan ser tomadas por los grupos armados, ya sea

por el temor a ser rechazadas por la sociedad a que pertenecen incluida su familia. Por otro,

en el caso de las comunidades indígenas hay dificultad de acceso a la justicia en tanto que

las mujeres indígenas encuentran menos familiarización con la tramitación de sus

problemas fuera de su comunidad. Y por último, hay una cierta prevención bien fundada,

por parte de la generalidad de las mujeres en denunciar estos hechos, en tanto que el mismo

sistema jurídico a través de sus operadores no ofrece las garantías suficientes y no le da

credibilidad a su testimonio.29

La agresión sexual contra mujeres se identifica como instrumento de castigo para el

contrario. Esto obedece principalmente al juego de “honores” que impera en la sociedad

construida bajo el predomino patriarcal construyendo el silencio y por lo tanto abriendo

paso a la impunidad. En efecto, como lo expone la relatora especial sobre violencia contra

la mujer “quizás mas que el honor de la víctima, el blanco de la violencia sexual contra las

29
Cabe anotar frente a este punto el caso de la bacterióloga Rina Bolaños que se presentó en Colombia sobre
acceso carnal violento en medio del conflicto armado, quien tras haber denunciado públicamente el abuso del
cual fue víctima fue sindicada por rebelión, y posteriormente puesta en libertad al habérsela encontrado
inocente de los cargos en tanto que se fundaron en pruebas testimoniales que no eran confiables.
http ://mensual.prensa.com/mensual/contenido/2003/09/03/hoy/mundo/1225613.html
http ://www.fiscalia.gov.co/pag/divulga/bol2003/septiem/bol311.html
mujeres es lo que se percibe como el honor del enemigo. La agresión sexual a menudo se

considera y practica como medio para humillar al adversario. La violencia sexual contra la

mujer tiene por objeto echarles en cara la victoria a los hombres del otro bando, que no han

sabido proteger a sus mujeres. Es un mensaje de castración y mutilación del enemigo. Es

una batalla entre hombres que se libra en el cuerpo de las mujeres”30

2.1.3 Control de la sexualidad, comportamiento y emociones de las mujeres

Además del desplazamiento y la violencia sexual, se presentan diferentes tipos de violencia

contra la mujer en el conflicto armado como lo son el control de la sexualidad, las

emociones y el comportamiento de las mujeres, lo que se evidencia en testimonios como

“Hay prohibición de los actores armados para que las muchachas se enamoren de los del

bando contrario, controlan la manera de vestir de las mujeres, asesinan a las mujeres como

escarmiento para quienes desobedecen las reglas de conducta que ellos imponen”31. Un

caso que también ilustra esta situación fue el que se presentó en el pueblo El Santuario, en

donde a dos jóvenes les fue quemada su cintura por parte de grupos paramilitares por usar

piercing, ombligueras y pantalones descaderados. E igualmente el caso que se presentó en

30
Informe presentado por la Relatora especial sobre violencia sexual contra la mujer Sra. Radhika
Coomaraswamy. Presentado a la comisión de derechos humanos en su 54 periodo de sesiones.
E/CN.4/1998/54 párrafo 12 www.cajpe.org.pe/RIJ/bases/mecanism/onumu7.htm
31
Memorias del taller nacional con mujeres afrocolombianas “efectos de la violencia del conflicto armado en
las mujeres afrocolombianas”, organizado por la mesa de trabajo mujer y conflicto armado, septiembre 23 al
25 de 2002, texto sin editar, en Informe sobre violencia sociopolítica contra mujeres, jóvenes y niñas en
Colombia, Tercer informe 2002, Mesa de trabajo Mujer y conflicto armado Bogotá 2003. Pág. 26 en
www.ilsa.org.co/biblioteca/13.pdf
el Barrio El Corazón en Medellín, donde fueron asesinadas 15 mujeres en octubre de 2001

por tener alguna relación de tipo afectiva con integrantes de otros grupos armados 32

Casos como los anteriores reflejan ampliamente la situación de control que sobre la persona

de las mujeres es ejercida por parte de los actores armados. Conductas tan cotidianas y

comunes a las personas como elegir un modo de vestir, se convierten en herramienta de

presión, de control, de amedrentamiento de la población femenina que restringen la

posibilidad de “ser”, de “actuar”, de “sentir”. Restringen en gran medida la capacidad de

interacción con el mundo que las rodea.

2.1.4 Persecución y asesinato de mujeres líderes

De igual forma se presentan tanto la persecución y asesinato de mujeres líderes. Se trata de

mujeres que trabajan a través de organizaciones por la mujer en situación de guerra,

limitando así las acciones realizadas y generando el desplazamiento de ellas.

Casos como los presentados en el departamento de la Guajira en Octubre de 2002 “En el

departamento de la Guajira, hombres armados dispararon contra la familia de una

integrante de Anmucic (Asociación Nacional de Mujeres Campesinas e Indígenas de

Colombia) quien logró sobrevivir con dos de sus hijas. Las niñas quedaron bajo la

protección de una líder de Anmucic en la región, quien también fue amenazada por

32
Colorado Martha “situación de las mujeres colombianas en medio del conflicto armado.” En
http ://www.isis.cl/temas/vi/reflex13.htm
prestarles ayuda y se ha visto obligada a desplazarse de ranchería en ranchería para no ser

ubicada por los paramilitares. La presencia de esta mujer es importante, porque además de

su liderazgo en la organización, es palabrera (mediadora en los conflictos cotidianos)”.33

Sin duda estas no son las únicas formas de violencia contra la mujer en medio del conflicto

armado, se presentan además situaciones como el reclutamiento forzado de mujeres y niñas

y la discriminación racial por parte de los actores armados entre otras, sin dejar de lado

que la manera como impacta el conflicto armado en las mujeres también tiene

diferenciaciones de acuerdo con la comunidad a la cual se dirige esa violencia, como por

ejemplo las mujeres afrocolombianas que tienen demandas y problemas distintos a los de la

mujeres indígenas.

La anterior y breve presentación de las mujeres en medio del conflicto armado colombiano

parece concretar la idea de la argumentación de este trabajo sobre inclusión de mujeres en

procesos de paz: son ellas el sujeto antes escondido bajo la falta de cifras oficiales, ¿pero

acaso la falta de cifras es motivo suficiente para ignorar lo evidente? Entonces, ¿será que

las mujeres tendrán algo que decir y aportar desde su experiencia a un eventual proceso de

paz o se trata de seguir construyendo sociologías desde el silencio y la ausencia?

En la introducción de este trabajo se planteó la necesidad de construir un nuevo proyecto

33
Información aportada por Anmucic en Informe sobre violencia sociopolítica contra mujeres, jóvenes y
niñas en Colombia, Tercer informe 2002, Mesa de trabajo Mujer y conflicto armado Bogotá 2003. Pág. 14 en
www.ilsa.org.co/biblioteca13.pdf
social que fuera incluyente, esto a través del lenguaje como constructor de discursos,

ciencias, imaginarios. Así como el conocimiento en términos generales construye al otro, la

ausencia del aspecto cognitivo de experiencias lo mantiene oculto, lo destruye.

2.2 INICIATIVAS DE PARTICIPACIÓN EN PROCESOS DE PAZ: AGENDA

POLÍTICA DE LAS MUJERES FRENTE AL CONFLICTO ARMADO

COLOMBIANO.

Una vez planteada la mujer como sujeto del conflicto armado colombiano, es necesario

entrar a observar desde las construcciones teóricas del feminismo cómo las mujeres

colombianas han planteado una agenda política frente al conflicto y la guerra

colombiana.34

2.2.1 LAS CONSTRUCCIONES TEÓRICAS FEMINISTAS

Las mujeres se han agrupado como construcción inicial bajo la denominación “feminismo”

para proyectar su posición y luchas frente a la sociedad35. Este se define como “el conjunto

de personas, acciones y teorías que asumen un compromiso político con la idea de que

dentro de las sociedades contemporáneas las mujeres son las perdedoras en el juego social,

34
Es necesario aclarar que no todos los movimientos de mujeres son movimientos feministas, sin embargo en
los que se estudiarán, es notoria la directriz desde el feminismo
35
Es importante señalar que la idea de agrupamiento bajo un denominador común “feminismo” se ha
discutido mucho al interior del mismo feminismo, pues algún sector no lo ve como una categoría útil. Sin
embargo otro sector defiende este agrupamiento como forma para posicionar la problemática femenina frente
a las sociedad como tema de debate (ver Nancy Fraser Justitia Interrupta, Bogotá, siglo del hombre Editores y
universidad de los Andes 1997)
o lo que es lo mismo, al compromiso con la idea de que nuestras sociedades son

patriarcales, es decir, aquellas en las que existe una supremacía de lo masculino.”36

Ahora bien, el feminismo a su vez se expresa en varios tipos según el modo de entender la

opresión y otra según la importancia que se le da al género en la comprensión de la

opresión de los individuos37.

Frente a la primera distinción es decir el modo de entender la opresión, pueden ubicarse tres

grupos. El primero, aquellas que parten de la idea de que la opresión de las mujeres se da al

no ser tratadas igual que los hombres llamado “feminismo de la igualdad”. Sin embargo

Al interior de este primer grupo encontramos además que los significados de la igualdad se

asumen de forma distinta y se producen además otras corrientes o líneas internas. La

primera llamada feminismo liberal clásico que propugna por una igualdad entendida desde

la igualdad en oportunidades formales. Una segunda corriente llamada el feminismo liberal

socialista que entiende la igualdad pero desde el acceso a oportunidades materiales o reales.

Una tercera corriente llamada feminismo socialista que analiza la igualdad en tanto acceso

a recursos y sin abandonar la teoría marxista entienden el género38 como estructura de

36
Smith Patricia, citada por Isabel Cristina Jaramillo en “La crítica feminista al derecho” en “género y teoría
del derecho” de Robin West
37
Es importante hacer un breve mapa de las corrientes feministas para ubicar la práctica argumentativa
utilizada por los movimientos de mujeres colombianos. Para este efecto usaremos la clasificación elaborada
en Jaramillo Isabel Cristina “La critica feminista al derecho” en Género y teoría del derecho de Robin West,
Bogotá siglo del hombre editores, universidad de los Andes, Instituto Pensar, 2000.
38
Hay que hacer una breve aclaración conceptual relativa a lo que se entiende por género, esto es aquellas
características atribuidas por la sociedad a las personas que pertenecen a un sexo determinado. Estos atributos
son femeninos o masculinos y dentro de los femeninos encontramos por ejemplo la delicadeza, de lo
masculino será la fuerza entre otros. Ver Isabel Cristina Jaramillo Ibíd. Pág. 29
opresión y proponen que el sistema capitalista y el patriarcado son sistemas que dependen

mutuamente.

Encontramos en segundo término al “feminismo cultural o de la diferencia”, conformado

por aquellas que sostienen que la opresión de las mujeres radica en la falta de

reconocimiento de la diferencia respecto del hombre como algo valioso. Entiende que

existen diferencias entre el razonamiento moral del hombre y la mujer que se explican en

términos de razonamiento contextual que atiende a la conexión como punto de partida de la

explicación de las mujeres frente al mundo y el razonamiento abstracto centrado en el

individualismo de los hombres. Se ha criticado mucho esta postura en la medida en que

reivindicar esa diferencia es reivindicar una construcción social que se entiende es

patriarcal.

Un tercer grupo, “feminismo radical” que entiende el género como estructura social

fundamental determinante de la distribución de poder desfavorable a la mujer. “En virtud

de que los hombres tienen el poder, lo que se manifiesta en su libre acceso a la sexualidad

femenina, tienen la posibilidad de definir lo que es ser mujer. Las mujeres, entonces,

silenciadas y despojadas de sus posibilidades de identificación, se convierten en objetos de

intercambio.”39

Como dijimos en un principio y siguiendo con la clasificación que tomamos (Jaramillo), se

39
Jaramillo Isabel Cristina op.cit Pág. 47-48
planteó otra forma de distinción según la preponderancia que se da al género en su relación

con la opresión. En efecto encontramos dos grupos, el primero “feminismo esencialista de

género” en el cual se pueden ubicar todas las clasificaciones anteriores, que entiende al

género como el principal factor de opresión de los individuos que pertenecen al sexo

femenino. En segundo término encontramos al “feminismo antiesencialista de género”, el

cual no otorga preponderancia al género para entender la opresión en tanto que esta frente

al sexo femenino se desarrolla de manera diferente en cada caso y el género es tan

importante como las distinciones de raza, orientación sexual, clase social, como formas de

explicar la opresión. Expresión de esta línea son los movimientos de mujeres negras, del

tercer mundo y el feminismo posmoderno que se caracteriza por “su adhesión a la idea de

que el sujeto no es mas que una construcción social, por lo que no puede tener en si mismo

ninguna característica que lo defina y que le pertenezca por ese sujeto y no algún otro. Los

rasgos que se le atribuyen , en su mismo “ser” individual, son el resultado de interacciones

sociales que se reflejan y se crean dentro del lenguaje, construcción social por

excelencia.”40

La idea de presentar esta vasta clasificación, no es adherir o no a alguna corriente, se trata

simplemente de plantear un mapa del discurso feminista que es bastante amplio. Partiendo

del mapeo anterior, es conveniente entrar a esbozar cuales son las formas precisas como el

40
Jaramillo Isabel cristina op.cit, Pág. 50
movimiento de mujeres colombianas ha construido su agenda política frente a la guerra y

su solución.

2.2.2 LA CONSTRUCCIÓN DE UNA AGENDA POLÍTICA DE LAS MUJERES

FRENTE A LA GUERRA Y EL CONFLICTO ARMADO.

En el caso del conflicto armado, las mujeres y sus movimientos han asumido una postura

clara: la no violencia y la tramitación negociada de los conflictos. Estos postulados a simple

vista no necesitan mayor explicación o no una diferente a que la guerra las golpea de

forma distinta que a los hombres y esencialmente mas dura.

Distintas son las formas de acercamiento a los orígenes de la guerra, y el feminismo hace

una lectura de ella desde la identidad femenina y masculina, esto es, desde la categoría de

género. En efecto, la construcción de características en torno a la mujer y al hombre nos

remiten a la reseña de la literatura que se hizo en esta investigación y que ha sido en varias

oportunidades tomada por varias autoras: “Lísistrata” que además se refleja en los

movimientos de mujeres actuales denotando un carácter eminentemente pacifista o no

violento41.

41
Este es el caso que se presenta en los movimientos de mujeres colombianas frente a la guerra y que se
expondrán mas adelante. Cuando me refiero a su carácter eminentemente pacifista, no quiero proponerlo
como limitante en su esfera de trabajo sino como una línea política común, justificable teniendo en cuenta
que son ellas las grandes perdedoras en el escenario del conflicto.
Se ha construido culturalmente como característica importante de la mujer su rol pacifista,

conciliador en medio de la guerra, “la mujer-sociedad-paz” y a su turno al hombre como el

batallador, agresivo, “el hombre-individuo-guerra”. Construcciones éstas, a las cuales

algunas corrientes del feminismo le dan una lectura desde la llamada teoría de la

“conexión” que le es propia a las mujeres y su contrario la teoría de la “separación”

atribuible a los hombres.42 La primera, se refiere al potencial de conexión material a la vida

humana como un estado existencial de la mujer. Aunque tanto el feminismo radical como el

cultural encuentran un punto de convergencia en que la potencialidad de conexión con otros

es una característica de la vida de las mujeres, que no se encuentra en la vida de los

hombres, la diferencia se presenta en la interpretación subjetiva de dicho potencial que de

ello hacen las distintas corrientes feministas. O en términos de West “Las divisiones entre

feminismo radical y cultural tienen su origen en los relatos divergentes de la subjetividad

del potencial de conexión”43. Desde la perspectiva masculina, tanto en las teorías críticas

del derecho como las liberales clásicas, la teoría de la separación se refiere en cambio, a

que los hombres entendidos como “seres humanos” se asumen como material y físicamente

separados unos de otros. Sin embargo al igual que en el caso de la teoría de la conexión o

visión feminista, la teoría masculina igualmente presenta divergencias en los relatos de las

experiencias subjetivas frente a la separación física. Según la descripción liberal de la

separación “La inevitabilidad de la separación material del individuo con respecto al otro

ocasiona, primero y sobretodo, un estado existencial de libertad altamente deseable y

42
Robin West expone ampliamente estas teorías, aquí solamente trataremos de esbozarlas, no para explicar la
teoría actual del derecho que ella expone, sino para tratar de comprender las construcciones de género y sus
implicaciones en el campo específico de la guerra.. West Robin “Género y teoría del derecho” Bogotá siglo
del hombre editores, universidad de los Andes, Instituto Pensar, 2000
43
Ibid., p. 40
valorado: puesto que el individuo está separado del otro, es libre respecto al otro. Porque

estoy separado de ti, mis fines, mi vida, mi camino, mis propósitos, son necesariamente

míos, porque estoy separado, soy autónomo”44 Pero por otra parte la teoría crítica del

derecho propone algo distinto “de acuerdo con ellos, el individuo separado es en efecto, en

las palabras de Sandel, “epistemológicamente anterior al colectivo”... Pero ese estado

material de separación no induce existencialmente a una celebración perpetua de la

autonomía, sino mas bien a un anhelo perpetuo de comunidad o de vínculo o de

unificación”45

Desde la perspectiva feminista y masculina del derecho, comprendidas sus divergencias

internas, subyacen de todos modos ideas que convergen, que a partir de diferencias

materiales y existenciales de hombres y mujeres han ido construyendo hasta hoy una

idea de mujer asociada a la paz y al cuidado, y un hombre asociado a su capacidad y

necesidad de individuación. Estas teorías están expuestas en el marco del derecho desde la

teoría de género, pero tienen que ver a la hora de tratar de entender esa idea que se tiene de

la guerra como espacio exclusivamente masculino. Por ello algunas feministas encuentran

el origen de la guerra en las estructuras patriarcales “cuyos intereses están particularmente

representados en la nación, por lo tanto la guerra podrá eliminarse con la supresión del

patriarcado”46

44
Ibid., p. 41
45
Ibid., p. 42.
46
Velásquez Toro Magdala. “Anotaciones para una postura feminista en torno a las mujeres, la guerra y la
paz.” Documento escrito para Nova et Vetera en
www.colnodo.apc.org/+www.rednl/mujeresyguerra.pdf
Estas construcciones binarias de roles femeninos y masculinos frente a la guerra, en

especial aquellos que ubican particularmente a la mujer cuidando el hogar y por lo tanto la

comunidad, mientras el hombre parte a la guerra, a luchar por la libertad o cualquier otro

fin altruista, han ido mutando ante la realidad que se presenta en las guerras actuales. En

efecto, las mujeres ya no están aisladas de la guerra sino por el contrario, y como se mostró

anteriormente, son ellas las mayores víctimas de la guerra. Ellas no son quienes se quedan

en sus casas a esperar el fin de la confrontación armada sino que deben replantear su

posición en el hogar al estar solas, a cargo tanto de la economía como del cuidado de sus

hijos convirtiéndose así en “madres cabeza de hogar”.

Por otro lado no sólo deben padecer las consecuencias de la guerra sino que además por

distintos motivos entran a ser parte de las filas de los actores armados tal es el caso

colombiano en el que el 30% de las filas de los ejércitos de las FARC están compuestos por

mujeres. 47

De esta manera las mujeres no sólo se convierten en víctimas, sino además en actores

directos de la guerra, lo que sin duda trae como consecuencia la transformación del

referente femenino de vida y la transformación del tejido social al que pertenecían. En

efecto, la guerra vista desde el guerrero fuerte, agresivo, valiente, que constituye una

47
Ibid., p. www.colnodo.apc.org/+www.rednl/mujeresyguerra.pdf
construcción masculina de ella no es en absoluto compatible por decirlo de alguna manera

con las experiencias femeninas no exclusivas pero si asociadas a las mujeres.

Las mujeres para hacer parte de esa “guerra” o noción de guerra deben efectuar cambios

importantes en su actuar.48 La debilidad, la ternura, la compasión o la tristeza no

caracterizan al guerrero masculino sino que por el contrario son señales de derrota. En otras

palabras la guerra que es sinónimo de imposibilidad de expresión emocional, en tanto que

se ha concebido al guerrero fuerte, dista mucho de la posibilidad de la expresión sensible.

Si se hace una lectura de la narrativa de las mujeres excombatientes en grupos armados se

evidencia un lenguaje ampliamente emocional, que debió ser invisibilizado, acallado,

silenciado, y finalmente subsumido por el imaginario masculino de la guerra para así poder

ser parte de ella, implicando entonces la anulación de la expresión emocional. De acuerdo

con Blair y Londoño, se pueden identificar ciertos nudos narrativos bastante interesantes:

La familia, la maternidad, las experiencias de dolor y de muerte frente a la guerra. Por otra

parte se identifican las formas de construcción de los relatos a partir de su experiencia.

Ahora bien, en términos de identidad de género, las mujeres se asumen, en palabras de las

autoras, como “combatientes desde la culpa”, ya que entienden que transgreden los

patrones sociales. Por una parte al ser madres dentro de la guerra, en otros casos por

48
Blair Elsa, Londoño Luz María. “Experiencias de guerra desde la voz de las mujeres “.en Revista Nómadas
N°19, Departamento de investigaciones universidad Central , Bogotá Octubre de 2003.La idea que se
desarrolla en este punto de la investigación es tomada de un articulo bastante pertinente para el desarrollo de
este trabajo. El artículo es producto de un trabajo de campo realizado con mujeres excombatientes en el
marco de la investigación mujeres en tiempos de guerra: una mirada a lo femenino en el contexto de los
grupos armados colombianos.
renunciar a ser madres, y en últimas por participar en acciones violentas que son vistas

como “antinaturales” a las mujeres.

Por otra parte, encontraron que en últimas, las mujeres para poder estar en el campo de

batalla debieron emular el patrón masculino del guerrero, en el afán de ser reconocidas

como iguales debieron asumir las características del imaginario masculino del guerrero,

sacrificando su ser mujer , lo que es igualmente anulador de su identidad : “ Demostrar(se)

que eran capaces de desenvolverse en ese mundo de la guerra constituye a la vez demanda

y deseo, motivación y costo, fuente de reconocimiento y fuente de negación de

características y expresiones vitales de su ser mujer. Para desempeñarse en ese mundo

tienen que aceptar el reto. ¿Hasta donde “renunciar” a “poner” en la guerra algo de “lo

femenino” interiorizado por ellas? ¿A qué costos? Hay “pistas” en sus relatos que apuntan a

señalar que si bien la experiencia de la guerra exige para todas las mujeres un grado de

“asimilación masculina”, en términos de las características asignadas a hombres y mujeres

en nuestra cultura, son justamente aquellas donde dicha “asimilación” es mayor las que a la

postre resultan más lesionadas emocionalmente por su experiencia en la guerra, más

“rotas” en términos de la construcción- reconstrucción de su identidad como mujeres.”49

El presupuesto anterior explica la iniciativa de mujeres colombianas, que a partir de los

símbolos culturalmente asignados a la mujer y que la relegaron al espacio privado, están

buscando resignificarlos para otorgarles un nuevo sentido: las ollas, el tejido, los vestidos

49
Blair Elsa, Londoño Luz María, op.cit.página 112.
negros de las viudas, la poesía, los cantos y en últimas el amor dejan de ser elementos

subyugantes para convertirse en elementos emancipadores de lo femenino, no para destruir

la diferencia sino para rescatarla, con el propósito de conseguir, a través de la dignificación

de la mujer, la transformación de la sociedad patriarcal.

Las mujeres en Colombia se han agrupado en organizaciones, la mayoría no

gubernamentales y han ido consolidándose en grandes coaliciones para proponer una

postura como movimiento general frente a la sociedad y frente al conflicto armado.

Las mujeres como movimiento no sólo han actuado cuando se ha presentado la posibilidad

de intervención en un proceso de paz como aquel que se dio durante el gobierno de Andrés

Pastrana, en el cual acudieron como movimiento a la audiencia pública de San Vicente del

Caguán. Luego del fracaso de este, las mujeres continuaron consolidando una política y una

agenda para un eventual proceso de negociación, por ello en primer término se presentará

cual fue la actividad desplegada por el movimiento de mujeres en la audiencia pública del

Caguán y luego se presentarán los casos de dos movimientos o iniciativas de mujeres que

han venido trabajando por la solución del conflicto armado de forma negociada.

2.2.2.1 El trabajo de las mujeres en el marco del proceso de paz con las FARC- EP en

San Vicente del Caguán. 2000

El 25 de junio de 2000, se desarrolló en el marco del proceso de paz, la audiencia pública

por la paz convocada por el Consejo Nacional de Paz, Redepaz, las FARC y el gobierno
con el apoyo de la Red Nacional de Mujeres y otras organizaciones del movimiento social

de mujeres en San Vicente del Caguán.

Frente a este hecho, y siendo que las mujeres como otros grupos de la sociedad civil no

hacen parte de la lógica de las armas ¿que sentido tiene para las mujeres dialogar frente a

las armas, si a lo largo de la historia no han sido ellas- o si acaso excepcionalmente-

quienes han decidido sobre la guerra, sus rumbos y sus efectos?50

El movimiento social de mujeres preparó durante tres meses una Ponencia Central de

Consenso sobre el tema de empleo, modelo económico, plan Colombia entre otros.

Luego de muchos esfuerzos por lograr la financiación del viaje lograron llegar allí 700

mujeres de todas las regiones del país dentro de las cuales no sólo había mujeres de grupos

feministas, sino además familiares de víctimas, mujeres víctimas, mujeres de

organizaciones femeninas étnicas, sindicales, campesinas, independientes. “También las

mujeres de la insurgencia, trabajaron animadamente en la preparación del evento, con la

dirección de Mariana Páez, la guerrillera designada por las FARC-EP, para el comité

temático”51

50
Thomas Florence “ Las audiencias ciudadanas: Las mujeres al Caguán”
www.colnodo.apc.org/+www.rednl/docs/documentos-art-ft.pdf
51
Velásquez Toro Magdala, artículo enviado a la publicación caja de herramientas
www.colnodo.apc.org/+www.rednl/docs/cajaherramientas-julio2000.pdf
Inicialmente, las organizaciones sociales y organizaciones de mujeres presentaron algunas

consideraciones e hicieron una solicitud específica en el marco de la discusión del primer

bloque temático relacionado con el modelo económico y social acordado por la mesa de

diálogo y negociación. Se solicitó entonces a través de una carta enviada por parte de estas

organizaciones al comité temático, que se considerara la convocatoria de una Audiencia

Especial para Mujeres frente al tema de Crecimiento Económico y Empleo.52

Las 6 consideraciones que presentaron en ese momento ponen de presente la importancia

de la participación de las mujeres en la mesa de negociación que en ese entonces se

adelantaba con las FARC-EP. Desde la primera de ellas, la idea fundamental descansa en la

necesidad de construir un país con justicia y equidad social que solo se consigue cuando

sean visibilizadas las problemáticas de los grupos discriminados históricamente como las

mujeres, los afrocolombianos, los indígenas y los jóvenes.

Igualmente, las consideraciones se sustentan en que la pobreza en Colombia tiene “rostro

de mujer” en tanto que si bien las mujeres representan el 50% de la población “realizan las

dos terceras partes del total de horas de trabajo del mundo, reciben sólo una décima parte

del ingreso mundial y poseen menos de la centésima parte de la propiedad mundial”.53 La

idea entonces es hacer visible la condición de la mujer en los niveles económicos y

políticos, tanto en las ciudades como en el campo. Pero talvez, la consideración que mas se

52
Consideraciones del movimiento de mujeres al comité temático de la mesa de negociación con las FARC-
EP, carta dirigida al comité temático en abril 2 de 2000.
www.colnodo.apc.org/+www.rednl/docs/ctemático.farcep2000.pdf
53
Ibid., p. www.colnodo.apc.org/+www.rednl/docs/ctemático.farcep2000.pdf
hace interesante es que el proceso de paz tal y como lo percibieron en ese momento el

movimiento de mujeres, carecía de presencia femenina y de perspectivas de género en los

temas a tratar por las mesas de negociación “Desafortunadamente registramos en el proceso

de paz que adelantan el gobierno y las FARC-EP, no sólo la falta de una presencia

equitativa de las mujeres en las mesas de negociación y en el comité temático, sino

también, la carencia de una perspectiva de género que incluya las reivindicaciones propias

de las mujeres en el proceso de negociación política del conflicto armado y de construcción

de un país justo, equitativo y pacífico para todas y todos.54

Si bien las mujeres de algún sector asistieron a la Audiencia pública de san Vicente del

Caguán, un movimiento femenino se negó a cumplir con la cita, este fue la “Ruta pacífica

de las mujeres por la solución negociada del conflicto armado”. Aduciendo tres razones:

Primero consideraron que el esquema de la negociación no garantizaba la participación real

de la sociedad civil y los movimientos sociales. En segundo lugar, porque el tema de tal

agenda era el empleo, y este no era prioridad para el movimiento como si lo era el acuerdo

humanitario y por último porque la Ruta no tenía interés en trabajar con mujeres vinculadas

a la guerra sino con la población que sufría las consecuencias de la guerra.55

Este movimiento por el contrario si participó en los diálogos que estaban gestando con el

ejército de Liberación Nacional ELN algunos sectores de la sociedad civil entre 1999 y

2002.

54
Ibid., p. www.colnodo.apc.org/+www.rednl/docs/ctemático.farcep2000.pdf
55
“un lapso difícil” en http ://www.rutapacifica.org.co/un_lapso_dificil.htm
La participación de las mujeres en el proceso de paz que formalmente se inició con las

FARC, se dio en el marco de una gran discusión por parte de los grupos de mujeres

existentes sobre su participación o no en las audiencias públicas. Sin embargo un sector de

ellas asistió, propuso, se hizo escuchar, lo que se constituye para el objeto de este estudio

en la certeza de su participación en las mesas de dialogo, pero ¿hasta que punto lograron

insertar la perspectiva de género que haga efectiva su inclusión en próximas diálogos de

paz?

Ahora bien, de la participación de las mujeres colombianas en la audiencia pública de San

Vicente del Caguán, hay varios elementos que son importantes de resaltar. Primero, las

mujeres trabajaron de forma rigurosa en la elaboración de una propuesta frente al tema de

economía y empleo, demostrando así la voluntad de participar en la construcción de la paz,

pero no la paz desde lo que se ha creado como condiciones económicas por demás

desventajosas para ellas. La paz para las mujeres que llegaron a la audiencia, se entiende o

se perfila como una construcción de nuevas reglas de juego. Demostrando así que la paz

solo puede ser sostenible si esta se crea a partir de la eliminación de las inequidades de

género. La intención entonces fue plantear que las mujeres quieren ser parte de la solución

del conflicto, pero sobre nuevas reglas de juego.

El segundo punto a resaltar a partir del trabajo realizado por ellas en la audiencia pública,

es el lenguaje. En efecto, la carga simbólica que revistieron sus actos fue bastante

interesante. A la audiencia pública asistieron mujeres de distintos sectores, como se dijo


anteriormente, campesinas, sindicalistas, prostitutas, mujeres de organizaciones populares,

mujeres desplazadas. Pero hubo algo en su lenguaje y en su actuar. Los discursos que

buscaban exponer las propuestas rigurosamente elaboradas por las mujeres colombianas,

viajaron entre el auditorio a través de un lenguaje que invitaba a compartir a tolerar, a

entender a “las otras” que había entre las mujeres mismas, un lenguaje de amor, de

sensibilidad. “Vestidas con batas de colores, y pebetero con incienso prendido “para

mantener viva la llama de la paz”, en el auditorio, un grupo de wayuús inauguró la

audiencia. Y repitiendo “yo soy tu otro yo”, invitaron a los miembros del comité Temático

a cogerse de la mano con ellas y fumar la pipa de la paz. Guerrilleros, Ana Tereza Bernal y

David Manzur, los únicos temáticos del lado del gobierno (que fue criticado por no hacer

mayor presencia en la audiencia), inhalaron el humo que inculcaría la paz en el espíritu de

los colombianos.”56

2.2.2.2 El trabajo de las mujeres Post- proceso de paz

El trabajo realizado por las mujeres colombianas por fuera de un contexto de negociación

formal de paz, se ha ido edificando solidamente. En esta parte de la investigación

proponemos el estudio de dos iniciativas fundamentales para el movimiento colombiano de

mujeres frente al tema de la guerra interna. Por una Parte la “Iniciativa de Mujeres por la

56
León Juanita “Paz/equidad y respeto pidieron las mujeres en el Caguán. No mas hijos para la guerra”
Periódico El Tiempo, junio 26 de 2000. Citado en Memorias audiencia Pública de las mujeres, Economía y
empleo. Colección cuadernos de mujeres por la paz. Editado por la Red Nacional de mujeres. Bogotá Marzo
de 2001, Pág. 117.
Paz” y por otro “La Ruta Pacífica de Mujeres por la salida negociada del conflicto

armado”.57

Una de las organizaciones que ha estado al frente de la lucha de las mujeres por llegar a un

acuerdo negociado del conflicto y que ponga fin a la guerra colombiana ha sido la

Iniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz. Esta organización surgió en la “Primera

Conferencia de Mujeres Colombianas por la Paz” que se realizó en Estocolmo, Suecia en

noviembre del 200158. En ese momento la convocatoria creó un espacio de discusión a las

mujeres, sus propuestas y experiencias de paz, lo que es común a la mayoría de

movimientos de mujeres, es decir la reunión en torno a temas como oposición a la guerra,

solución política negociada del conflicto armado colombiano y la construcción de paz como

ejercicio colectivo.

La iniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz, agrupa organizaciones tanto de mujeres

como mixtas que trabajan con mujeres y/o género, en la elaboración de una Agenda de

Mujeres por la Paz, la cual fue refrendada en la Constituyente Emancipatoria de Mujeres en

noviembre de 2002. Entre sus objetivos se encuentran “la realización de acciones políticas

de movilización, negociación e interlocución con otras organizaciones de mujeres,

organizaciones sociales, agentes políticos diplomáticos y gubernamentales y en los espacios

de diálogo y negociación, tanto a nivel local, regional y nacional.”59

57
Se escogen estos dos movimientos en primer lugar por ser de los más importantes y segundo porque el
lenguaje que manejan es particularmente pertinente en esta investigación.
58
http ://www.mujeresporlapaz.org/article.php3 ?id_article=2
59
http ://www.mujeresporlapaz.org/article.php3 ?id_article=4
Esta organización propende básicamente por la terminación dialogada del conflicto como

vía democrática. El diálogo entendido como incluyente de todas las esferas de la sociedad

civil que permita un acuerdo que por lo tanto sea representativo de la sociedad que ha sido

víctima “Colombia y la edificación de un proyecto de país, con una intervención amplia y

legítima reconociendo nuestras voces y silencios, para que el proceso de paz sea el

escenario posible para un acuerdo conjunto, incluyente y representativo... Tomar la palabra

y la acción civilista y democrática, es defender el derecho de la ciudadanía como eje

primordial de la vida civil. Es urgente detener el conflicto armado colombiano y trabajar

para la Solución Política mediante el diálogo y la negociación”60

La organización Mujeres Por la Paz, ha tenido gran actividad. En efecto, desde los ámbitos

de estudio y formulación de propuestas que permitan la solución negociada del conflicto

armado, han buscado aquellos espacios de expresión de su posición política frente a la

guerra. Por una parte han producido gran cantidad de literatura acerca del tema de mujeres,

guerra y paz, lo que es muy importante en la medida en que desde la construcción teórica se

inicia el camino hacia la construcción de la agenda política y su ejecución en la práctica.

De esta forma, las mujeres del movimiento Mujeres por la Paz, durante el 2003 no solo han

elaborado documentos de tipo teórico sino que su trabajo ha ido mucho mas allá. En este

año el movimiento vinculando un amplio número de organizaciones de mujeres

colombianas elaboró un documento contentivo de propuestas sobre un acuerdo

60
http ://www.mujeresporlapaz.org/article.php3 ?id_article=3
humanitario con las Autodefensas unidas de Colombia, las FARC y el ELN “Propuesta de

Acuerdo Humanitario Parcial para proteger a las mujeres y las niñas en Colombia”61. El

documento contiene propuestas de protección de mujeres y niñas colombianas en medio del

conflicto armado.

La propuesta de acuerdo parcial humanitario contempla varios aspectos invocando como

primer mecanismo la especial protección que el Derecho Internacional Humanitario les da a

las mujeres. En cuatro puntos específicos plantean62: que sea respetado el derecho a la

vida, la integridad personal y sexual, que no se efectúen reclutamientos forzados de mujeres

y que su cuerpo no siga siendo utilizado como arma de guerra. En segundo término

proponen que sea respetado el derecho de las mujeres a permanecer en sus tierras y sus

hogares, lo que se traduce en una garantía que evite el desplazamiento forzado de mujeres

como forma de mantener el núcleo familiar. El tercer punto enfatiza en la necesidad de

garantizar el libre ejercicio de la ciudadanía, respetando las organizaciones de mujeres y sus

líderes. El cuarto punto busca la liberación de las personas secuestradas por los actores

armados, a quien va dirigido el acuerdo, y que se de especial cuidado a la salud sexual y

reproductiva de las mujeres y niñas que se encuentran en cautiverio.

El Acuerdo Parcial Humanitario es un documento concertado con distintas asociaciones de

mujeres que unieron sus esfuerzos para consolidar una gran coalición en torno al

61
Elaborado por el movimiento Mujeres colombianas por la paz y otras organizaciones firmantes en
http ://www.mujeresporlapaz.org/article.php3 ?id_article=105.
62
Ibid., p. http ://www.mujeresporlapaz.org/article.php3 ?id_article=105.
movimiento mujeres por la paz.63 La aceptación o no por parte de los grupos armados de

dicho acuerdo no es objeto en este momento de reflexión, el objeto que se quiere

evidenciar es cómo el movimiento de mujeres, desde la elaboración de propuestas concretas

que se traducen en documentos que buscan que en algún momento sean atendidos y

comprometan a los actores de la guerra, crea bloques de actuación con distintas

organizaciones que lo hagan cada vez mas fuerte en tamaño y en actividad. Por otra parte el

documento busca hacer llegar a estos grupos armados el mensaje de protección a la mujer,

como un derecho que no sólo debe ser atendido y respetado por el Estado sino además por

los demás actores dentro de la guerra que ha afectado de forma drástica a las mujeres

colombianas.

El acuerdo que acabamos de citar es tan solo un ejemplo de las distintas actividades que

esta coalición lleva a cabo para, si se quiere, presionar de forma que sus exigencias sean

escuchadas, esto en tanto no existe en este momento formalmente un proceso de paz con

algún grupo armado, salvo el que se está gestando con las Autodefensas Unidas de

Colombia (AUC).

Un grupo de gran importancia en la lucha de las mujeres por la salida negociada del

conflicto es la Ruta Pacífica de Mujeres. Este movimiento es especialmente pertinente en

63
Asfamipaz, Anmucic, Aspmuquib, Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz, Corporación
Ofelia Uribe, Corporación colombiana de teatro, Unión de ciudadanas de Urabá, CUT- departamento de la
mujer, Central Unitaria de Trabajadores regional Casanare, Caquetá y Boyacá, Escuela de estudios de género
Universidad Nacional de Colombia, Fedes, colectivo Huitaca, Mujeres en cargos públicos, Mujeres paz-ificas,
ONIC, oye mujer, organización de mujeres jóvenes feministas, red de mujeres afrocolombianas, Red de
mujeres región caribe, Redepaz, Rosmuc, Sintracihobi, Unión de Ciudadanas de Colombia. En
http ://www.mujeresporlapaz.org/article.php3 ?id_article=105.
esta investigación en tanto que se hace evidente en su discurso y en su forma de llevar a

cabo las variadas actividades que realizan, el intento por rescatar el lenguaje femenino y los

usos por parte de las mujeres de tal lenguaje que es el centro de esta investigación: “Para

llevar a cabo nuestras propuestas, desarrollamos una estrategia de deconstrucción de los

símbolos que refuerzan la guerra, la exclusión y el exterminio. Nuestra propuesta simbólica

se apoya en la poesía, en la construcción de nuevos símbolos, lenguajes y prácticas sociales

que construyan caminos opuestos a la militarización, el armamentismo, las lógicas de

dominio y la exclusión, las cuales hacen culto a la violencia y las armas.[...]También

recogemos la imagen simbólica del tejido, tejemos para contrarrestar la guerra ;tejemos

solidaridades, tejido social, lazos amorosos ; tejemos la memoria de un país donde el olvido

y la impunidad deterioran cada vez más nuestra dignidad, nuestra valoración y respeto

como sociedad.”64

La Ruta Pacífica de Mujeres, surgió en 199565 desde el movimiento feminista de Medellín

que en ese momento buscaba la manera de conmemorar el día de la no violencia contra la

mujer, decidiendo viajar entonces hacia Apartadó el 25 de noviembre de ese año, para

rechazar la situación de guerra que se vivía en ese momento. Como bien lo señala la

literatura producida por el movimiento buscaban, evocando de alguna manera la historia

griega de Lisístrata, proponer un lenguaje en oposición a la guerra a partir del amor.

64
Colorado Martha, “Situación de las mujeres colombianas en medio del conflicto armado” en
http ://www.isis.cl/temas/vi/reflex13.htm. subrayado fuera de texto
65
Documento elaborado por el movimiento Ruta Pacífica de Mujeres y que servirá de base en esta parte de la
argumentación para presentar la historia y la estructura del movimiento en
http://www.rutapacifica.org.co/quienes_somos/quienes_somos.htm
Ahora bien solo hasta noviembre de 1996 se pudo realizar la primera movilización de 1300

mujeres66, teniendo como destino el Municipio de Mutatá en el Urabá antioqueño, donde la

violencia contra las mujeres se había recrudecido de forma significativa. A partir de ese

momento “La ruta” se moviliza cada año el 25 de noviembre, por los territorios que se

encuentran en disputa por los actores armados, a través de marchas que reúnen miles de

mujeres buscan oponerse a la guerra y la violencia contra las mujeres. Buscan a través de

acciones no violentas la solución negociada del conflicto armado. En efecto en el 97 se

realizó “el cabildo por la Paz” en Bogotá, resultando de este un documento en el que como

movimiento declaran abiertamente la necesidad de ser incluidas en los acuerdos y

negociaciones que se adelanten con los distintos grupos armados. Luego en 1998 se realizó

“El tribunal por la verdad y contra la impunidad” en Cartagena, como un acto simbólico se

buscó juzgar a los responsables de crímenes contra las mujeres.67 En 1999 se movilizaron

hacia Medellín y en el 2000, las mujeres emprendieron “la ruta” hacia Barrancabermeja

donde además de la mano de la Organización Femenina Popular (OFP) se dio vida al

movimiento Mujeres de Negro68. Este es tal vez un punto crucial para el movimiento Ruta

Pacífica en la medida en que del intercambio con la OFP en mayo de 2000, quienes habían

sido las primeras en adherir al movimiento mujeres de negro en Colombia, se va

configurando una alianza entre estos dos grupos. En efecto luego de esta reunión quedó

planteada en primer lugar la realización de una ruta pacífica hacia Barrancabermeja y en

segundo término se comprometieron adherir al movimiento Mujeres contra la Guerra desde


66
Ibid., p. http://www.rutapacifica.org.co/quienes_somos/quienes_somos.htm
67
Artículo “Tribunal de las mujeres: denunciando la impunidad y recobrando la memoria” en
Http ://www.rutapacifica.org.co/tribunal_de_mujeres.htm.
68
Este movimiento fue iniciado por las mujeres de Israel en 1998 que se oponían a la ocupación de Palestina,
igualmente se hizo visible este movimiento en Italia, Yugoslavia, Belgrado.
Http ://rutapacifica.org.co/mujeres_de_negro.htm
la perspectiva de las Mujeres de Negro. Finalmente la ruta hacia Barrancabermeja se realizó

convocando 1200 mujeres.

Para el 2001 las actividades se concentraban en una gran movilización que reuniría

movimientos de mujeres de todo el país y también internacionales69 otra vez en

Barrancabermeja. Este “Primer Encuentro Internacional de Mujeres contra la Guerra” se

llevaría acabo entre el 14 y 17 de agosto de 2001, “dos mil mujeres llegaron a

Barrancabermeja en buses que partieron desde todos los puntos cardinales, en recorridos de

mas de 40 horas. La algarabía que se armó con su llegada sólo podía compararse con un

carnaval: ondeaban banderas de todos los colores, amarillas por la verdad, verdes por la

esperanza, azul por la reparación, blancas por la justicia, negras con flores amarillas por la

resistencia pacífica y rojo carmesí, por la vida. Cada mujer con su pequeña olla colgada al

cinto, resignificando un objeto ligado por años a los oficios del hogar, pero que en la calle,

en medio de la movilización se convierte en objeto emancipador, el que rompe el silencio,

el que da a los otros”70

Esta marcha da inicio a su vez, luego de la concertación entre varias organizaciones de

mujeres, de la campaña “Movimiento de Mujeres contra la guerra”, que para el año

siguiente es decir 2002, ya desde una coalición articulada programarían para el 25 de julio

69
Se reunirían mujeres de Magdalena Medio, putumayo, Valle del Cauca, Cauca, Chocó, Bolívar,
Bucaramanga, Villavicencio, Bogotá, Risaralda, Antioquia, Estados unidos, Canadá, España, Francia, Suiza,
Italia, Brasil, Ecuador, Perú, Guatemala, el salvador y Venezuela en artículo “Las mujeres se alían contra la
guerra” en
http ://www.rutapacifica.org.co/la_ruta_en_Barrancabermeja.htm
70
Ibid., p. http ://www.rutapacifica.org.co/la_ruta_en_Barrancabermeja.htm
“La Marcha Nacional de Mujeres contra la Guerra”. En efecto, tras el rompimiento de los

diálogos con las FARC por parte del gobierno de Andrés Pastrana, en febrero de 2002,

tanto la Organización Femenina Popular (OFP) como la Ruta Pacífica, pensaron en

movilizarse hacia Bogotá como mecanismo para ser escuchadas en un ambiente de

creciente descontento por el fracaso de los diálogos y que de igual forma aumentaba los

deseos por terminar el conflicto a través de la solución armada.

Así pues estas dos organizaciones convocaron a tres organizaciones más: La Iniciativa de

Mujeres Por la Paz, La Red Nacional de Mujeres y la Mesa De concertación Nacional de

Mujeres.71 Luego de un amplio trabajo preparatorio hicieron algunos acuerdos: se buscaba

la desmilitarización de la vida civil y la participación directa de las mujeres en las

negociaciones de paz. A esta marcha acudieron 40000 mujeres de todas las regiones del

país caminando por la capital del país bajo la consigna mas diciente: “LAS MUJERES

PAZ ...HARÁN”.72

Esta iniciativa de mujeres “Se constituyó en una de las movilizaciones pacifistas más

concurridas de la historia reciente del país y tal vez la más rica en lo simbólico”73 En efecto

y como ha sido el esquema de formulación de propuestas del movimiento Ruta Pacífica, en

esta y en todas las movilizaciones anuales se ha planteado un lenguaje simbólico basado en

“el tejido” de lazos sociales que construirán una sociedad distinta e incluyente que

71
Artículo “concertación Nacional de Mujeres contra la guerra” en
http ://www.rutapacifica.org.co/concertacion_nacional.htm
72
Ibid., p. http ://www.rutapacifica.org.co/la_ruta_en_Barrancabermeja.htm
73
Ibid., p. http ://www.rutapacifica.org.co/la_ruta_en_Barrancabermeja.htm
consolide la búsqueda de la solución al conflicto por la vía de la paz y el no rotundo a las

manifestaciones guerreristas, el tejido, las mujeres de negro con mariposas amarillas, las

ollas durante las marchas, son muestra de las mujeres madres, esposas, viudas, mujeres que

en medio del dolor entienden la posibilidad y la esperanza de la vida a partir del lenguaje

que desde siempre han apropiado como suyo : el amor, el lazo social, los objetos del hogar

que en algún momento podrían entenderse como yugos se convierten en objetos

emancipadores de su voz , resignificando los símbolos culturales manejados en la carga

cultural tradicional, para resemantizarlos con nuevas significaciones, nuevos sentidos.

Como se entiende de su discurso, las mujeres paz...harán por Colombia por los lugares

donde ellas son las grandes víctimas, tejiendo, cantando y desde la lúdica mostrando la

capacidad de las mujeres en la construcción de una sociedad nueva.

En el 2003, las mujeres de la “Ruta” iniciaron su marcha hacia el Putumayo, una región

duramente golpeada por la guerra. Allí se reunieron 3000 mujeres tanto de la ruta como de
74
otras organizaciones. Es de anotar que esta movilización, realizada el 25 de noviembre,

coincidió con el asesinato de la líder Luz Marina Benavides presidenta del comité de los

derechos del pueblo, quien se había encargado de denunciar actos de corrupción al interior

de la administración local en Villa Garzón.75

Este como tantos hechos de violencia contra las mujeres fue objeto de protestas durante la

marcha que se planeó para ese día en Puerto Caicedo.

74
Artículo “La ruta pacífica en putumayo” en
http ://www.rutapacifica.org.co/la_ruta_en_putumayo.htm
75
Vieira Constanza “en la soledad del Putumayo” reportaje en
www.mujereshoy.com/secciones/1521.htm
Hoy en día la Ruta Pacífica agrupa 315 organizaciones de mujeres, organizadas en 8

regionales, una cifra bastante alta más que en cifra, en capacidad potencial de presión

política hacia la paz.

De acuerdo con la presentación anterior, es evidente que las mujeres en Colombia, algunas

desde organizaciones no gubernamentales y otras desde iniciativas o movimientos no

institucionales como lo es la Ruta Pacífica76 están trabajando activamente en el tema del

conflicto armado. En esta investigación el ejemplo de La Ruta Pacífica es fundamental, ya

que desde el planteamiento feminista elaboran una agenda pacifista desde la no violencia

activa77.

Lo interesante es el uso del lenguaje, la resignificación de los símbolos, la creación de un

lenguaje femenino, pacifista, un nuevo uso, que construya una nueva sociedad.

2.3 PARTICIPACIÓN DE MUJERES EN PROCESOS DE PAZ

LATINOAMERICANOS: CASO GUATEMALA

Presentar a grandes rasgos el caso guatemalteco es importante en la medida en que las

mujeres jugaron un papel significativo en la construcción de la paz desde la sociedad civil.

76
La ruta pacífica no está organizada como una ONG de acuerdo con una entrevista realizada a Maria
Eugenia Sánchez por Ermanno Allegri publicada en
http ://wwwmujereshoy.com/secciones/1025.html
77
Ibid., p. httpp ://wwwmujereshoy.com/secciones/1025.html
En abril de 1991 se da inició formal a las negociaciones de paz entre el gobierno de

Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG)78 a través de la

firma del Acuerdo Marco sobre Democratización para la Búsqueda de la Paz por Medios

Políticos, suscrito en la ciudad de Querétaro, México, el 25 de julio de 1991 y que fue

modificado posteriormente por el Acuerdo Marco para la Reanudación del Proceso de

Negociación entre el Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional

Guatemalteca, suscrito en la Ciudad de México el 10 de enero de 1994. Estos dos acuerdos

quedaron así incorporados al igual que otros más en el Acuerdo final de paz llamado

“Acuerdo de Paz Firme y Duradera”79 que puso fin a 36 años de guerra.

78
In 1982, the four main rebel groups, the Guerilla Army of the Poor, the Revolutionary Army of the People
in Arms, the Workers' Party of Guatemala and the Rebel Armed Forces (FAR) joined forces to form the
URNG. http://www.womenwarpeace.org/guatemala/guatemala.htm.
79
los otros acuerdos que quedaron incorporados con base en los dos acuerdos mencionados son :
- El Acuerdo Global sobre Derechos Humanos, suscrito en la Ciudad de México el 29 de marzo de 1994;
- El Acuerdo para el Reasentamiento de las Poblaciones Desarraigadas por el Enfrentamiento Armado,
suscrito en Oslo el 17 de junio de 1994;
- El Acuerdo sobre el Establecimiento de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de las Violaciones a
los Derechos Humanos y los Hechos de Violencia que han Causado Sufrimientos a la Población
Guatemalteca, suscrito en Oslo el 23 de junio de 1994;
- El Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, suscrito en la Ciudad de México el 31 de
marzo de 1995;
- El Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria, suscrito en la Ciudad de México el 6 de
mayo de 1996;
- El Acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder civil y Función del Ejército en una Sociedad Democrática,
suscrito en la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1996;
- El Acuerdo sobre el Definitivo Cese al Fuego, suscrito en Oslo el 4 de diciembre de 1996;
- El Acuerdo sobre Reformas Constitucionales y Régimen Electoral, suscrito en Estocolmo el 7 de diciembre
de 1996;
- El Acuerdo sobre Bases para la Incorporación de URNG a la Legalidad, suscrito en Madrid el 12 de
diciembre de 1996;
- El Acuerdo sobre Cronograma para la Implementación, Cumplimiento y Verificación de los Acuerdos de
Paz, suscrito en la Ciudad de Guatemala el 29 de diciembre de 1996.
Párrafo 15 del “Acuerdo de Paz Firme y Duradera” firmado en la ciudad de Guatemala el 29 de diciembre de
1996, en United States Institute of peace library, peace agreementes digital collection : Guatemala.
http://www.usip.org/library/pa/guatemala/guat_final_961229.html
El formato de las negociaciones de paz contemplaba, tras la modificación del acuerdo, la

creación de la Asamblea de la Sociedad Civil, conformada por varios sectores como

partidos políticos, grupos académicos, organizaciones eclesiásticas, indígenas, sindicales,

campesinas y de mujeres.80

La Asamblea de la Sociedad Civil jugó un papel esencial en el proceso de paz. Por una

parte estaba constituida como mesa paralela de negociación frente a temas de la agenda de

paz entre el gobierno y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) y por

otro, porque desde allí se gestaron gran parte de las propuestas que luego fueron integradas

en el final Acuerdo de Paz que constituyeron logros valiosos para las mujeres y los

indígenas, esto es que las propuestas que elaboraba la Asamblea de la sociedad civil eran

presentadas a la mesa bilateral existente entre el gobierno y la URNG.

El conflicto armado guatemalteco produjo un masivo desplazamiento de personas hacia

lugares como México y otras regiones al interior del país, que dieron lugar a la creación por

parte de aquellos refugiados de las “comunidades de población en resistencia” y luego la


81
creación por parte de las mujeres de la “organización de mujeres en resistencia”

80
Méndez Luz “Experiencias de participación de las mujeres en el proceso de paz en Guatemala” encuentro
sobre las mujeres y la paz en Colombia, Estocolmo, 17-18 de septiembre de 2001.
http://www.kus.uu.se/luz_mendez.pdf.
81
Para consulta de los datos estadísticos ver Rachel Marcus, “Guatemala” en Gender, conflict and
development volume II: Case Studies: Cambodia, Rwuanda, Kosovo, Algeria, Somalia, Guatemala, and
Eritrea. Página 111-112.Report 35 de Bridge, development-gender.
http://www.peacewomen.org/resources/Guatemala/BRIDGEGuate1996.pdf
Además de esta organización de mujeres naciente, se conforma una de gran peso en el

contexto político que propendió por que la participación de las mujeres se diera de forma

concreta en las comisiones para el retorno de refugiados llamada “Mamá Maquin”. En

efecto, en el marco del inicio de conversaciones de paz el tema de los refugiados fue

trascendental, fue por ello que en 1987 se crea la CEAR Comisión Especial de Atención a

Repatriados dando lugar a la creación posterior de “las comisiones permanentes” las cuales

estaban constituidas mayoritariamente por hombres. En 1989 nace entonces “Mamá

Maquín” con la finalidad de propender por la representación necesaria de las mujeres frente

al tema del retorno de refugiados.82

Si se quiere, podemos decir que estas fueron las primeras formas de participación de las

mujeres formalmente como grupo en medio de las nacientes negociaciones de paz en

Guatemala.

De las grandes luchas y presiones efectuadas por las mujeres como grupo que se hacía

visible, desde antes de la instalación de la mesa de negociación formal, a través de las

organizaciones mencionadas anteriormente la necesidad de incluir a las mujeres en las

negociaciones de paz.

Posteriormente, y una vez instalada la negociación entre el gobierno de Guatemala y la

URNG, las mujeres conquistaron un espacio esencial en la Asamblea de la sociedad civil

82
Ibid., p. 113.
desde donde consiguieron compromisos específicos frente al tema de discriminación por

causa de género “A pesar de que el movimiento de mujeres se encontraba en una etapa

inicial de su desarrollo, éste actuó con un alto grado de responsabilidad en la Asamblea de

la Sociedad Civil, ya que tuvo la capacidad de alcanzar propuestas de consenso entre las

diversas organizaciones de mujeres y defenderlas ante la ASC, incorporando así

demandas y propuestas específicas a favor de las mujeres en los documentos que esta

asamblea presentó en la mesa bilateral de negociaciones”83

Es entonces desde la ASC que se elaboraron propuestas importantes sobre todo para la

mujer indígena, pero fue realmente desde el espacio de la mesa de negociación de paz

,aunque su participación no haya sido muy amplia, pues solo había una mujer en cada

delegación84 , donde las mujeres lograron esos compromisos de forma concreta.

En 1997 y como resultado de los acuerdos de paz se crea el Foro Nacional de la Mujer a

través del Acuerdo Gubernativo 744-97 y la Defensoría de la Mujer Indígena con el

Acuerdo Gubernativo 525-99.85 Dos instancias estas, que velan por la participación

equitativa de la mujer en los ámbitos decisorios guatemaltecos, la implementación de

herramientas para erradicar la violencia y la discriminación contra las mujeres.

El caso guatemalteco se presenta de esta forma como uno de los casos latinoamericanos en

los cuales las mujeres lograron ser incluidas no sólo en las negociaciones sino además que

83
MÉNDEZ Op.cit., p. 3
84
Ibid., p. 3.
85
Crónicas de Minugua y sistema de Naciones Unidas “La mujer en la paz de Guatemala”, número 13, 7 de
marzo de 2001.
Http ://minugua.guate.net/PUBLICACIONES/CRONIC2001/CRONICAS/2013.PDF
las propuestas con perspectiva de género que atendían a las necesidades mas que todo de

las mujeres indígenas fueran incluidas en el acuerdo final de paz “One of the agreements

contains an entire section on, “the role of women in strengthening civilian power”.

According to this clause, signatories must respect women´s organizations and encourage

and foster women´s right to participate in reconstruction and de political machinery”86

86
documentos sobre Guatemala preparados por la organización women, war, peace UNIFEM
http://www.womenwarpeace.org/guatemala/guatemala.htm
3. LA RESOLUCIÓN 1325 DE NACIONES UNIDAS: PLATAFORMA DE

PARTICIPACIÓN.

Hemos evidenciado hasta este punto de la investigación la situación de las mujeres en

primera medida como sujeto del conflicto armado colombiano, de igual forma como

constructoras de paz a través de lenguajes simbólicos que propugnan por la solución

pacífica del mismo. Así pues es de suma importancia estudiar un instrumento jurídico que

formalmente reconoce la necesidad de incluir la voz, de este sujeto silencioso o silenciado

durante tantos años, en los intentos por mantener y negociar la paz.

La Resolución 1325 aprobada unánimemente por el Consejo de Seguridad de Naciones

Unidas el 31 de octubre de 2000, se convierte entonces en el instrumento jurídico

vinculante, que condensa años y años de luchas por la igualdad de género. En este aparte la

idea no es la de hacer un estudio sobre la resolución en si misma, sino considerar su

relevancia, su impacto y finalmente evidenciar su importancia como instrumento formal,

pero aun mas la importancia que implica en últimas la necesidad de cambios en las

estructuras sociales de forma tal que ella no sea letra muerta.


3.1 ANTECEDENTES DE LA RESOLUCIÓN 132587

Son innumerables los documentos que antecedieron la expedición de la resolución 1325,

empezando por la Carta de Naciones Unidas firmada el 26 de junio de 1945 cuyo propósito

es la manutención de la paz y la seguridad 88. En tal documento desde el principio se hizo

referencia a la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.89

Sin embargo frente al tema de mujeres, paz y seguridad cabe indagar aun mas, la resolución

1325 es la conjunción de años de trabajo por posicionar a la mujer y su papel en la

construcción de la paz90.

El 14 de diciembre de 1974 es expedida por la asamblea general de Naciones Unidas la

resolución 3318 (XXIX) contentiva de la Declaración sobre la protección de la mujer y el

87
Para la consulta de una lista mucho mas amplia de todos los instrumentos producidos al interior de
Naciones Unidas, consultar el nuevo portal de Internet que se creó en octubre de 2003 www.peacewomen.org.
88
Artículo 1 Los Propósitos de las Naciones Unidas son: 1. Mantener la paz y la seguridad internacionales, y
con tal fin: tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir
actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los
principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones
internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz;
http://www.un.org/spanish/aboutun/charter.htm#Cap1
89
Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas resueltos a preservar a las generaciones venideras del flagelo
de la guerra que dos veces durante nuestra vida ha infligido a la Humanidad sufrimientos indecibles, a
reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en 1a dignidad y el valor de la persona humana, en
la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas, a crear condiciones bajo
las cuales puedan mantenerse la justicia y el respeto a las obligaciones emanadas de los tratados y de otras
fuentes del derecho internacional, a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un
concepto más amplio de la libertadhttp://www.un.org/spanish/aboutun/charter.htm#Cap1
90
No me referiré aquí a los instrumentos jurídicos de protección a la mujer, puesto que estos ya fueron
tratados en la primera parte de esta investigación. Haré mención solo de aquellos que son relevantes frente al
tema de paz y seguridad.
niño en estados de emergencia o de conflicto armado91 . En el artículo 6 de tal declaración92

se pone de presente la vulnerabilidad de aquella parte de la sociedad civil conformada por

mujeres y niños en medio del conflicto armado y establece la necesidad de protegerlos.

Posteriormente, en diciembre 15 de 1975 es expedida la resolución 3519 de la asamblea

general de Naciones Unidas93 sobre la participación de las mujeres en el fortalecimiento de

la paz y de la seguridad internacional la cual hace un llamado para que tanto los gobiernos,

como las organizaciones no gubernamentales en particular aquellas de mujeres, y otros

grupos de mujeres, aumenten sus esfuerzos en el fortalecimiento de la paz. Esta resolución

retoma lo dicho en la conferencia mundial de naciones unidas sobre la mujer en 1975 que

concluyó con la Declaración de México sobre la igualdad de las mujeres y su contribución

en el desarrollo y la paz.

En 1979 es aprobada la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de

Discriminación contra la Mujer (CEDAW) documento importantísimo en las conquistas

para la igualdad de la mujer el cual ya fue explicado en la primera parte de este trabajo, sin

embargo es pieza fundamental en la evolución de los documentos producidos en el seno de

Naciones Unidas.

91
http://www.unhchr.ch/spanish/html/menu3/b/24_sp.htm
92
Art.6 Las mujeres y los niños que formen parte de la población civil y que se encuentren en situaciones de
emergencia y en conflictos armados en la lucha por la paz, la libre determinación, la liberación nacional y la
independencia, o que vivan en territorios ocupados, no serán privados de alojamiento, alimentos, asistencia
médica ni de otros derechos inalienables, de conformidad con las disposiciones de la Declaración Universal
de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Declaración de los Derechos del Niño y otros instrumentos de
derecho internacional.
http://www.unhchr.ch/spanish/html/menu3/b/24_sp.htm
93
A/RES/3519(XXX) http://www.un.org/spanish/documents/ga/res/30/ares30.htm
Para 1982 es aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas la Declaración sobre

la participación de las mujeres en la promoción internacional de la paz y la

cooperación.94En esta Declaración de la Asamblea General tanto en su artículo 1 como en

el 12, se busca lograr la efectiva participación de las mujeres en los asuntos políticos de la

sociedad en pie de igualdad, a través de medidas apropiadas para su inclusión en la

promoción de la paz y la cooperación, lo que llama particularmente la atención es que insta

a que las mujeres sean incluidas en el seno de las Naciones Unidas, tanto en los

secretariados como en las agencias especiales.95

Mas adelante, en la conferencia celebrada en Nairobi en el año de 1985, se elabora el

informe de la Conferencia Mundial para el Examen y la Evaluación de los Logros del

Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer : Igualdad, desarrollo y paz96 el cual

consagra la interdependencia que existe entre la paz y los derechos de las mujeres. Es así

que en el parágrafo 13 se especifica que la paz no es sólo la ausencia de guerra sino que

atiende a la justicia social y económica y a la igualdad. Asimismo dispone que la paz no

puede conseguirse en condiciones de desigualdad sexual y económica.

De igual forma el parágrafo 235 del mismo documento es claro en decir que la durabilidad

de la paz depende de la equidad en la participación de las mujeres en las relaciones

94
A/RES/37/63
95
A/RES/37/63, artículo 12, literal d) “Suport for increased employement of women at all levels in the
secretariats of the United Nations and the specialized agencies, in conformity with Article 101 of the Charter
of the United Nations
96
A/Conf.116/28/Rev.1,1986. En www.peacewomen.org/un/women/unwomenpeacedocs.html
internacionales y particularmente en la toma de decisiones que frente a este tema

conciernen.

En 1995, se reúne la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer y producto de ella la

“Plataforma de Acción Mundial”97. Se trata de una gran agenda para el empoderamiento de

las mujeres en los ámbitos públicos. Uno de los capítulos de la plataforma, se refiere

específicamente a las mujeres y los conflictos armados.98 En este capítulo se proponen seis

objetivos a desarrollar. El primero, la necesidad de incrementar la participación de las

mujeres en la resolución de los conflictos en niveles decisorios y protección para aquellas

mujeres que se encuentran en medio del conflicto armado. El segundo objetivo tiene que

ver con la necesidad de reducir los rubros para armamento. El tercero, busca la promoción

de la resolución negociada de los conflictos armados y la reducción de abusos a los

Derechos Humanos en situación de conflicto. El cuarto objetivo desarrollado en la

plataforma insta a promover la contribución de las mujeres en la creación de una cultura de

paz. El quinto objetivo busca proveer de protección, asistencia y entrenamiento a las

mujeres refugiadas y desplazadas. El sexto objetivo, es proveer protección a las mujeres de

las colonias.

Mas adelante en 1999, es aprobada en el seno del Consejo de Seguridad de Naciones

Unidas, la resolución 1265 sobre la protección de civiles en conflictos armados99 lo

97
En http://www.un.org/womenwatch/daw/beijing/platform/plat1.htm
98
En http://www.un.org/womenwatch/daw/beijing/platform/armed.htm
99
S/RES/1265 en www.peacewomen.org/un/women/unwomenpeacedocs.html
cual se constituye en elemento vinculante que reconoce que los conflictos armados tienen

especial impacto en las mujeres de tal forma que en su artículo 14 dispone la debida

implementación de la perspectiva de género en las labores humanitarias 100

No hay que dejar de lado que antes de la aparición de esta resolución es aprobado por la

conferencia diplomática de plenipotenciarios de las Naciones Unidas en 1998, el estatuto de

la Corte Penal Internacional que, tal como se trató anteriormente en este trabajo, consagró

de forma específica y por primera vez que los actos de violencia contra la mujer son

crímenes de lesa humanidad.

“Beijing + 5”101 que aparece en junio de 2000 durante la conferencia en Nueva York, es

una revisión de los avances y retrocesos en la implementación de la Plataforma de Acción

de Beijing de 1995. En su capítulo sobre mujeres y conflicto armado evalúan los logros

alcanzados sobretodo en la aplicación de una perspectiva de género frente a las leyes de

Derechos Humanos y de Derecho Internacional Humanitario.

Uno de los logros alcanzados según la evaluación de Beijing +5, es el esfuerzo realizado

para poner fin a la impunidad por crímenes contra mujeres en situación de conflicto

100
Resolución 1265 de 1999, art 14 : Requests the Secretary- General to ensure that United Nations personnel
involved in peacemaking, peacekeeping and peace building activities have appropriate training in
international humanitarian , human rights and refuggee law, incluiding child and gender-related provisions,
negotiation and communication skills, cultural awareness and civilian-military coordination, and urges States
and relevant international and regional organizations to ensure that appropriate training is included in their
programmes for personnel involved in similar activities.”
101
United Nations,” Report of the Ad Hoc committee of the Whole of the twenty-third special session of the
General Assembly”. Oficial records, suplement N°3 (A/S-23/10/Rev.1) en :
http://www.un.org/womenwatch/daw/followup/as2310rev1.pdf
armado. Por otra parte el trabajo realizado por los tribunales ad-hoc para Rwanda y la ex-

Yugoslavia fueron fundamentales a la hora de penalizar la violencia contra la mujer. Sin

dejar de lado como un logro importante lo conseguido con el Estatuto de la Corte Penal

Internacional.

De acuerdo con la evaluación realizada en Beijing +5, los obstáculos que se observan

atienden por un lado a la falta de representación de mujeres en los espacios de toma de

decisiones y por otro lado a la estrecha relación que existe entre la paz y la igualdad de

género.

La existencia de conflictos ya sea armados o de otro tipo como ocupaciones extranjeras,

guerras de agresión y el terrorismo se convierten en grandes obstáculos para el desarrollo

de las mujeres.

Por una parte generan desplazamiento y de esta forma aumenta el número de mujeres

cabeza de hogar en la mayoría de los casos en situación de pobreza. Por otra parte, la

inversión en armamento por parte de los Estados se desarrolla en detrimento de la inversión

social y el crecimiento económico. Finalmente en situaciones de conflicto se presentan

continuas violaciones a los Derechos Humanos de las mujeres, es así que de acuerdo con el

documento se presentó un incremento en distintas formas de violencia contra las mujeres


incluyendo esclavismo sexual, violaciones sistemáticas, embarazos forzados y

desintegración familiar.102

El último documento producido en el seno de Naciones Unidas, que debe ser reseñado,

antes de la aparición de la resolución 1325, es la resolución 1296 aprobada por el Consejo

de Seguridad el 19 de abril de 2000 sobre la Protección de Civiles en Conflictos

Armados.103 Resolución esta que desde su preámbulo hace referencia a la resolución 1265

de 1999 retomando la necesidad de proteger los grupos mas vulnerables en medio del

conflicto armado como las mujeres y los niños.

3.2 FORMACIÓN Y PUNTOS FOCALES DE LA RESOLUCIÓN 1325

Durante la presidencia del Consejo de Seguridad por parte del gobierno de Namibia, en el

mes de octubre de 2000, se llevó a cabo la sesión abierta sobre mujeres, paz y seguridad.

Esta sesión que se desarrolló el 24 de octubre y de la cual es producto la resolución 1325,

aprobada unánimemente por los miembros del consejo de seguridad el 31 de octubre de

2000, fue antecedida por una sesión abierta conocida como “Fórmula Arria” realizada el 23

de octubre del mismo año.

La “Fórmula Arria” es una sesión suceptible de ser convocada por los miembros del

consejo de seguridad o en este caso la presidencia, con la finalidad de permitir que

102
Ibid., párrafo 19
103
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Resolución 1296 S/RES/1296. En
http://www.bibliojuridica.org/libros/3/1159/65.pdf
delegaciones no pertenecientes al Consejo de seguridad y que estén implicadas en una

controversia o puedan servir de apoyo al mismo en la discusión de ciertos temas, tengan la

posibilidad de presentar y defender una posición.104 Para el caso de la expedición de la

Resolución 1325, numerosas ONG de mujeres participaron como apoyo y guía para la

discusión y fue gracias al trabajo incesante de ellas y otros grupos que presionaron el

debate para que la resolución fuera finalmente aprobada.

La resolución 1325 desarrolla a lo largo de 18 numerales, cuatro puntos focales a destacar.

El primero tiene que ver con la necesidad de incrementar la participación de las mujeres en

los niveles de toma de decisiones y procesos de paz. Al respecto se refieren los primeros

cuatro numerales de la resolución, desde varias perspectivas. Por una parte el aumento de

participación se refiere a los niveles decisorios de las instituciones nacionales, regionales e

internacionales para la prevención, gestión, solución de conflictos y procesos de paz105.

Pero por otra parte también se refiere a la necesidad de incrementar esa participación en el

seno de las operaciones de Naciones Unidas, como representantes y enviadas especiales en

el desarrollo de misiones de buenos oficios al igual que en las operaciones sobre terreno

“especialmente entre los observadores militares, la policía civil y el personal dedicado a los

Derechos Humanos y a tareas humanitarias.106

104
www.mnulp.com.ar/capacita/reg/c04.htm
105
Resolución 1325 S/RES/1325(2000) numerales 1y 2.
106
Resolución 1325 S/RES/1325(2000) numerales 4 y 5
El segundo punto que toca la resolución es la incorporación de la perspectiva de género en

distintos aspectos entre ellos, en las operaciones para el mantenimiento de la paz (numeral

5) y en las negociaciones y acuerdos de paz (numeral 8). Este último numeral, además,

propone tres ámbitos de incorporación de la perspectiva de género, estableciendo que

deben tenerse en cuenta las necesidades específicas de mujeres y niñas en la reconstrucción

luego del conflicto, el apoyo a las iniciativas de mujeres en pro de la paz y la toma de

medidas que garanticen la protección de los derechos humanos de las mujeres. Por otra

parte, la resolución insta a que sea aumentado el apoyo financiero y logístico para aquellas

actividades “de adiestramiento destinadas a crear sensibilidad sobre las cuestiones de

género” (numeral 7). Es importante anotar que las actividades a la cuales se busca dar

mayor apoyo también comprenden aquellas que realizan algunos organismos de Naciones

Unidas como el UNIFEM, UNICEF y ACNUR. De igual forma, el numeral 13, señala que

durante los procesos de desmovilización y desarme se debe tener en cuenta las distintas

necesidades que se presentan entre hombres y mujeres excombatientes y es allí donde la

incorporación de la perspectiva de género se hace fundamental.

El tercer punto se centra en el llamado al respeto del derecho internacional atinente a las

mujeres y a las niñas al igual que su protección. Los numerales 9, 10, 11 y 12 de la

Resolución 1325 desarrollan este punto desde tres elementos, el primero busca que se

tomen medidas para eliminar la violencia con relación al género, el segundo busca poner de

presente la responsabilidad de los Estados frente a la impunidad con respecto a la violencia

sexual. A subrayar en este punto está la demanda que hace el numeral 11 acerca de la

exclusión de amnistía frente a estos crímenes. Por último el numeral 12 reitera la necesidad
de que los actores de los conflictos armados respeten el Derecho Internacional

Humanitario.

Por último, deja clara la necesidad de implementar una “veeduría” por parte del Secretario

General a través de estudios sobre los efectos de los conflictos armados en mujeres y de la

presentación de un informe al Consejo de Seguridad sobre los resultados de dichos

estudios. La resolución 1325 propone la elaboración de un monitoreo o veeduría si se

quiere, de los avances y progresos en la implementación de la resolución. Así pues el

Secretario General, deberá realizar un estudio y evaluación sobre los efectos de los

conflictos en las mujeres y niñas, la evolución del papel de las mujeres en la construcción

de la paz y las dimensiones de género de los procesos de paz y la solución de conflictos107

La Resolución 1325 se presenta entonces como un instrumento internacional vinculante que

incorpora de nuevo los derechos de las mujeres a ser incluidas en los niveles de toma de

decisiones, uno de ellos las decisiones que tiene que ver con la solución negociada de los

conflictos armados. A lo largo de la resolución, como se acaba de destacar en párrafos

anteriores, se hace alusión a varios temas atinentes o tendientes a reivindicar los derechos

de las mujeres frente a un aspecto que las toca de modo significativamente diferente: la

guerra.

Singularmente desde el preámbulo de la resolución se recuerdan ciertos documentos que

107
Resolución 1325 S/RES/1325(2000) numerales 16 y 17.
también emanaron del consejo de Seguridad y muy recientes acerca de estos temas. La

resolución 1325 es entonces el punto de partida para la inclusión de las mujeres en los

procesos de paz, pero es apenas el comienzo y se abre tan solo la posibilidad para empezar

a trabajar en hacer de esta resolución un instrumento verdaderamente aplicable, ya existe el

documento ahora deben gestarse las transformaciones sociales.


CONCLUSIÓN

El conflicto colombiano, así como tantos otros en el mundo han sido pensados, leídos,

escritos y reescritos desde diversos aspectos importantes. Las mujeres y su lenguaje en

cambio han permanecido invisibles en medio de años de conflictos. La dinámica de la

guerra no solo envuelve en ella a los guerreros sino también a las víctimas. Sin embargo

pareciera que sólo los actores de la guerra tienen “de suyo” la opción de terminarla o en el

mejor de los casos decidir negociarla. El cuerpo de mujer que las más de las veces ha sido

territorio en el cual se libran las guerras ya sea como forma de debilitar a los adversarios, ya

sea porque ese mismo cuerpo debe desplazarse de forma forzada para poder sobrevivir, ya

sea porque debe verse obligado a concebir o acabar con una vida que en su interior se gesta,

no ha sido tenido en cuenta a la hora de negociar el fin de las situaciones de guerra que lo

hacen vulnerable. Como si no fuera ello razón suficiente para ser escuchadas en mesas

formales de negociación, procesos o acuerdos de paz.

Las luchas feministas por buscar la equidad entre hombres y mujeres se ha venido

concretando hace ya varios años, a través de la consagración formal de los derechos de las

mujeres desde el ámbito jurídico internacional que envía a su vez directrices al

ordenamiento jurídico interno de países como el nuestro. Diversos han sido los

instrumentos para salvaguardar la equidad de género. ¿Pero ha permitido el derecho superar

la problemática de participación de las mujeres en los asuntos públicos de los Estados? A

partir de la investigación que acabo de presentar el derecho se presenta en parte como

“liberador” si se entiende desde la posibilidad de emancipar a las mujeres de su situación de


desigualdad jurídica, pero a su vez se presenta como “verdugo” si una vez codificadas y

“normativizadas- normalizadas” esas situaciones se entiende superada la discusión.

La problemática de participación de las mujeres en política atiende más a un problema de

estructuras sociales que a la falta o insuficiencia de instrumentos jurídicos. Por ello el

derecho solo es un punto de partida sin duda fundamental, pero no la finalidad en si misma,

a su lado van viajando sociologías a las cuales se dirige, que deben irse transformando para

lograr que la norma sea eficiente.

Esto queda demostrado cuando luego de años de existencia de normas de orden

internacional y nacional todavía se hace necesario expedir una resolución de Naciones

Unidas que inste a considerar las voces de las mujeres en los procesos de paz. Significando

esto que aun con los instrumentos existentes que les permiten la participación en política a

las mujeres ellas encuentran resistencias cuando se trata de ser incluidas en una de las

esferas de la política como lo es la negociación de los conflictos armados.

Las mujeres no solo han impulsado y presionado cambios en las estructuras jurídicas, ellas

han entendido igualmente que las transformaciones sociales son fundamentales. Fue así

que antes de la aparición de La resolución 1325, en Colombia, las mujeres trabajaron

arduamente por la solución negociada del conflicto armado. Apartándose de la lógica de la

guerra que implica subsumir los referentes femeninos y la inevitable emulación del

guerrero de la construcción masculina, las mujeres decidieron hacerse escuchar. Utilizando

un lenguaje, una voz que es solo suya: La voz de mujer, desde la expresión sensible, desde
la resignificación de símbolos culturales a través de las ollas, las flores, los tejidos como

elementos emancipadores.

Desde esta hipótesis resulta válido contemplar, como conclusión de este estudio, la vigencia

de algunos interrogantes sobre el lenguaje de paz:

¿El enunciador femenino esa voz que la cultura de guerra ha invizibilizado, puede o debe

intervenir en la construcción societal de paz?

¿Por que se niega la potenciación de una voz de comunicación y de ternura, de diálogo y de

encuentro, proveniente de la entidad femenina, y sólo se usa su presencia desde la estrategia

del cuerpo femenino como parte de la acción militar?

¿Será necesario resignificar el peso de la tradición cultural para acceder a una vía posible a

la paz, construyendo un escenario de lo público permeado desde el accionar del ser

femenino y del ser masculino?


BIBLIOGRAFÍA

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10. Colorado Martha “SITUACIÓN DE LAS MUJERES COLOMBIANAS EN MEDIO


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11. Velásquez Toro Magdala “ANOTACIONES PARA UNA POSTURA FEMINISTA EN


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12. Thomas Florence “LAS AUDIENCIAS CIUDADANAS: LAS MUJERES AL


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23. Página de internet del Instituto Latinoamericano de Servicios Legales Alternativos


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24. www.ruta pacifica de mujeres www.rutapacifica.org.co

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