CONPES:

Política pública de prevención de la delincuencia adolescente y juvenil.

ANÁLISIS DE LAS CAUSAS DE LA PROBLEMÁTICA DESDE LA POLÍTICA PÚBLICA:

El crimen tiene numerosas explicaciones, ninguna de ellas estrictamente causal. Más allá de
criminalizar la pobreza, o las drogas, o las familias descompuestas, el análisis multifactorial y
diferenciado es fundamental a la hora de generar estrategias de corto, mediano y largo plazo para
prevenirlo. En tal sentido, desde la teoría del riesgo y la teoría sistémica, existen factores que sin
ser causales, pueden ser proclives a mayores posibilidades de que un sujeto pueda o no insertarse
en tramas delincuenciales.

Decidir la actuación gubernamental en materia de política pública requiere entender que existe un
problema público que debe ser atendido. Bajo ese supuesto la política de prevención de la
delincuencia juvenil toma dos vías analíticas que permiten justificar su desarrollo. Por un lado, una
visión desde los derechos vulnerados, tanto aquellos de la población general víctima de delitos, es
decir, desde la perspectiva de la protección que debe brindar el Estado en materia de seguridad
pública, como respecto a los derechos de aquellos adolescentes y jóvenes que se insertan a
escenarios delincuenciales, quienes en su gran mayoría han estado expuestos a escenarios de alto
riesgo de hacer parte del crimen. Otra manera de justificar el problema público, se asocia a los
datos estadísticos en función de capturas y delitos. Para seis de los delitos más recurrentes, la tasa
durante los últimos nueve años, ha sido mayor en jóvenes entre 14 y 28 años que entre población
adulta como se muestra en el siguiente gráfico.
OBJETIVO DE LA POLÍTICA PÚBLICA:

Esta tiene como foco el abordaje de los jóvenes desde edades más tempranas y desde las
instituciones académicas, esto, con respecto a lo preestablecido por nosotros en el desarrollo de
capacitaciones sobre emprendimiento juvenil, nos ofrece un nuevo enfoque en el que nos
cuestionamos desde qué escenarios y edades podemos diseñar y proponer estas iniciativas, sería
muy valioso iniciar la educación financiera y empresarial desde los grados 9, 10 y 11.

Aporta a la creación de una metodología acertada de nuestra iniciativa:

Y las posibles alianzas institucionales:
La valoración de estos ejes estratégicos identificados, influye en el diseño y planificación del
abordaje que proponemos, desde la educación. Nos indica que los programas de capacitación
deben construirse desde la integración de todos estos ejes, fomentando las iniciativas juveniles de
negocio, comunitarias y artísticas.