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VÍCTOR JIMMY ARBULU MARTINEZ

DERECHO PENAL
PARTE ESPECIAL
Los delitos contra
el patrimonio
Iíi

INSTITUTO
PACÍFICO

DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL


LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO
Autor
© Víctor Jim m y Arbulú Martínez, 2019

Primera edición-agosto 2019

Copyright2019
Instituto Pacífico S.A.C.
Diseño, diagramación y montaje:
L uis R utz M a rtín e z

Edición a cargo de:


Instituto Pacífico S.A.C.-2019
Jr. Castroyirreyna N.° 224-Breña
Central: 619-3700
E-mail: preprensa@insiitutopacifico.pe

Tiraje: 4,000 ejemplares

Registro de Proyecto Editorial : 31501051900849


ISB N : 978-612-322-172-0
Hecho el Depósito Legal en la
Biblioteca Nacional del Perú N.° : 2019-11573

impresión a cargo de:


Pacífico Editores S.A.C,
Jr. Castrovirreyna NT 224-Breña
Central: 619-3720

Derechos Reservados conforme a la Ley de Derecho de Autor.


Este libro está expuesto a fe de erratas
Queda terminantemente prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio, ya sea electrónico,
mecánico, químico, óptico, incluyendo el sistema de fotocopiado, sín autorización escrita del autor e instituto Pacífico
S.A.C., quedando protegidos tos derechos de propiedad intelectual y de autoría por la legislación peruana.
PRESENTACIÓN

n primer lugar, agradezco al Instituto Pacífico por la publicación de


esta tercera entrega titulada Derecho penal Parte especial Los delitos
contra el patrimonio.

En las dos últimas décadas, en nuestro país —pese a todos los conflictos
de la clase política— hemos tenido un crecimiento sostenido en la economía,
sin embargo, el crimen no ha menguado, sino, todo lo contrario, ha aumentado
en los últimos años.

i: Actualmente, existe una alta incidencia de criminalidad patrimonial


% y es común ver en los medios de comunicación masiva cómo se arrebatan
íiV'V-,
celulares a las personas mediante el uso de armas de fuego, e incluso causán­
I doles la muerte para lograr la sustracción. Esto ha conllevado a que tanto el
p'
legislador como el Ejecutivo diseñen una política criminal mucho más severa,
pí;-
!ÍP y debido a ello, en algunos casos, han incurrido en excesos. Tai es así que se
ha violado el principio de proporcionalidad de las penas, el mismo que debe
ser interpretado adecuadamente por ios jueces cuando se trate de realizar la
determinación de la pena.
Í'K
En este trabajo se aborda la diversidad de tipos penales que lesionan el
bien jurídico patrim oniO f entre los cu,ales encontramos el delito de hurto, el
delito de robo agravado (el cual es pluriofensivo porque no afecta en estricto
solo el patrimonio, sino también la vida de las personas), entre otros.
íí:r
Í!pí- Particularmente nos ha llamado la atención las nuevas modalidades en
?
el delito de estafa, las' cuales son consecuencia de un fenómeno expansivo
i del sector inmobiliario. Así, bajo la figura “contratos civiles'' se han realizado
engaños masivos a personas que de buena fe han creído en la honestidad de
personas o empresas dedicadas al rubro inmobiliario, buscando concretar el
anhelado sueño de la casa propia. En la casuística se observa que los agentes
han pedido adelantos a cuenta del inmueble ya construido o por construir y

« ®«
K
VÍCTOR JIM M Y AKBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL, PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

no han cumplido con la entrega o la construcción de dichos inmuebles; no


se trata de incutnplimientos contractuales no imputables al vendedor, sino
de maquinacioiies dolosas para estafar, aprovechándose de la aspiración de
algunos ciudadanos de tener su propio inmueble.

También se examina el delito de usurpación como afectación del dere­


cho de posesión. Este delito ha sido modificado en algunos aspectos típicos,
determinándose ahora que el medio comisivo para despojar es la violencia,
el cual no solamente se dirige contra las personas, sino contra el propio bien,
de tal manera que el poseedor que no se encuentra en su casa en el momento
que se realiza la acción de usurpación tiene protegido su derecho de posesión,
justamente porque la violencia empleada se ha ejercido contra el bien y puede
solicitar en el proceso penal la mimstradón provisional del bien indebidamen­
te poseído. Antes de la modificación realizada, en el 2013, se estimaba que la
violencia era solo contra las personas y no las cosas, convirtiendo este último
comportamiento en atípico y, en consecuencia, solo le quedaba al poseedor
realizar acciones posesorias como los interdictos para recuperar su posesión.

Otro delito abordado es el delito de extorsión, mediante la cual se obliga


a la víctima, con violencia o amenaza, a desplazar su patrimonio contra su
voluntad, de allí que en la doctrina se le refiera como un delito con cooperación
artificiosa de la víctima, quien viene a ser su protagonista. Este delito tiene
incidencia en el sector construcción cuando las organizaciones criminales
obligan a las empresas a contratar personal bajo amenaza de generarles un
perjuicio.

El legislador ha dado un paso importante en la tipificación del delito


“maltrato animal”, ya que, si bien los animales son asimilados como bienes,
sabemos que son de una naturaleza especial, y que en el caso de los animales
domésticos pasan a ser parte de la familia^ como nuestros perros o gatos y
demás mascotas que pueden cohabitar con nosotros. Los animales domésticos
se encuentran en una situación de vulnerabilidad frente a comportamientos
de crueldad que provienen del agente, quien pierde el sentido de valoración
de la vida de los animales domésticos.

1 Como buen animalista, dedicado a Luke y Fito, unos perritos que le dan alegría a mis hijos.

%% ®
6
P r e s e n t a c ió n

Por último,/tenemos los delitos informáticos, que fueron incorporados


inicialmente en el/Código Penal para luego ser ubicados en una ley especial,
Ley N." 30096. A/pesar de haber tenido un camino accidentado en nuestra
legislación, el avance de la tecnología de la información y la criminalidad
techológicá han permitido que político-criminalmente, desde la prevención,
se tipifiquen diversos comportamientos que utilicen como medios estos me­
canismos de alta complejidad.

Como siempre, recalco que las virtudes y deficiencias de esta obra son
de mi entera responsabilidad.

Lima, agosto del 2019

V íc t o r J im m y A r b u l ú M a r t ín e z

§■
i

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7
I
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Viíí^

ÍNDICE GENERAL

Presentación.....

C A PIT U L O I

HURTO

I. Hurto simple.................................:................ ................................................... .................. 23


L Tipo penal................... ................................................................................................. 23
2. Comentario........................................ ................................ ........................................... 23
3. Derecho comparado.................................. .................................................................. 27
3.1. Argentina..................................................................;.......................... ................ 27
3.2. Guatemala.................. ..................................................................... .................... 27
3.3. Alemania........................ ..................................................................................... 27
3.4. Boiivia............................................................................................ ...................... 27
3.5. Brasil................................... ........... ...................................................................... 27
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal........................................................................ 27
II. Hurto agravado.................................................................................................................... 28
1. Tipo penal...................................................................................................................... 28
2. Comentario........................................................................................ 30
2.1. Alcances doctrinarios... .............................. ;..................... .................................. 30
2.2. Aspectos problemáticos del hurto. La relevancia del valor del bien mueble en el
delito de hurto agravado en la jurisprudencia de la Corte Suprema..............; 32
2.2.1. Problema planteado....................... 32
2.3. Alcances del valor del bien mueble objeto de hurto para la configuración de las
agravantes del artículo 186 del Código Penal...................................................... 33
2.3.1. Las agravantes y su carácter pluriofensivo................................................ 35
2.4. Justificación del quantum para el delito de hurto simple..................................v,.,. 37
■ ií
Í'V' 2.4.1. Postura en minoría en contra del acuerdo plena rio .................................. 37

i 3. Derecho comparado..................................
3.1. Argentina......... .d..^..................... .......................................................... ................
38
38
3.2. Alemania......................... 39
3.3. Solivia........ ............................................... 40
3.4. Brasil................................................................................................. 40
i 3.5. Chile........ .......................................... '.................................................................. 40
3.6. Costa Rica.... .................................................:...................................................... 41
3.7. España................................................................................................................... 41
3.8. Italia................................................................. 42
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal........................................................................ 42

«®
VÍCTOR JIM M T ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

in. Decodificación de señal de satélite.............. 43


1. Tipo penal.....;........................................ 43
2. Comentario.......................................... 44
3. Proyecto de jey del nuevo Código Penal...... 46
IV, Hurto de uso.... .......................................... 46
1. Tipo penal.,........................................... 46
2. Comentario.......................... ..................... 47
3. Derecho comparado.................................. 47
3.1. Guatemala.......... .............................. 47
3.2. Costa Rica........................................ 48
3.3. España.............................................. 48
3.4. Bolivia.............................................. 48
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal... 49

C A PIT U L O lí

ROBO

I. Robo. 53
1. Tipo penal........................................ 53
2. Comentario..................................... 53
2.1. Examen del tipo penal básico. 53
3. Derecho comparado........................ 54
3.1. Argentina.. 54
3.2. Guatemala 54
3.3. Alemania.. 54 i
3.4. Bolivia..... 54 f
3.5. Brasil........ 55
3.6. Italia......... 55
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal........................................................................ 55
II. Robo agravado............................................................. ................. ................ ................ 1.... 56
1. Tipo penal........................................... ............................................................................ 56
2. Comentario................................................................................................................... . 59
2.1. Alcances típicos de las agravantes del robo.......................................................... 59
2.2. Delito de robo. Pluralidad de agentes en la jurisprudencia suprema................... 63
2.3. Delito de robo y homicidio calificado. Criterios para diferenciar el asesinato
por conexión con otro delito del robo con muerte subsecuente o concurrente... 66
2.4. Delito de robo agravado.......................................................................................7 67
2.5. Delito de robo agravado y homicidio calificado................................................... 69
2.6. Consumación del delito de robo............................................................................ 72
2.7. Momento de consumación en el delito de robo agravado. Sentencia Plenaria N.“
1-2005/DJ-301-A que resuelve discrepancia jurisprudencial.............................. 74
2.8. Robo con muerte subsecuente y delito de asesinato. Las lesiones como agravantes
en el delito de robo................................................................................................ 75
2.8.1. Asesinato y robo agravado seguido de muerte........................................... 76
2.8.2. El asesinato............................................. ................................................... 78
2.8.3. Robo agravado y lesiones graves................................................................ 79
2.9. Delito de robo simple................................................................^............................ 80
3. Clases de lesiones que determinan el tipo penal de robo............................................... 81

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10
ÍNDICE GENERAL

3.1. Robo con lesiones graves............... 81


3. Derecho comparado................................ 83
3.1. Argentina....................................... 83
3.2. Guatemala...................................... 84
3.3. Alemania....................................... 84
3.4. Bolivia............................................ 85
v'í;- 3.5. C o s t a R i c a ..................
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal 85
III. Abigeato................^........................................ 87
1. Tipo penal................................................ 87
2. Comentario............................................. 87
3. Derecho comparado................................ 90
3.1. Argentina........ ......................... 90
3.2. Bolivia...................................... 91
3.3. Chile.............................................. 91
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal, 92
IV. Hurto de uso de,ganado............................... . 92,
1. Tipo penal.......................................... 92
2. Comentario............................................ 93
3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal. 95
V. Robo de ganado............................................ 96
1. Tipo penal.............................................. . 96
2. Comentario............................................ 96
3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal........................... 99

CAPÍTULO n i

APROPIACIÓN ILÍCITA

I. Apropiación ilícita...... ............................. 103


1. Tipo penal.......................................... 103
2. Comentario....................................................................... 103
2.1. La apropiación üícita en la Casación 301 -2011 107
2.1.1. Reglas jurídicas............................................ 107
3. Derecho comparado......................................................... lio
3.1. Guatemala............................................................... lio
3.2. Alemania.................................... !...... ..................... lio
3.3. Bolivia..................................................................... 110
I 3.4. Costa Rica............................................................... 111
1' 3.5. Cuba........................................................................ 111
3.6. España.............. .............................................. ....... lU

I
■ü'
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal..........................
O. Sustracción de bien propio......................................................
112
112
1. Tipo penal........... ................................. ........ .................... 112
2. Comentario...................................................................... 112
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal.......................... 113
III. Apropiación irregular............................................................. 113
1. Tipo penal................................................................ ........ 113

e ® i

11
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRÍMONIO

2, Comentario.................. 113
3. Derecho comí>arado..... 115
3.1. Argentina............. 115
3.2. Guateikala....... . 115
3.3. Costa kica..... lió
3.4. Brasil........... 116
3.5. Bolivia......... 116
IV. Apropiación de prenda... 117
1. Tipo penal................. 117
2. Comentario.............. 117
3. Derecho comparado.. 118
3.1, Argentina......... 118
3.2, Bolivia............. 118

CAPITULO IV
t
RECEPTACIÓN

I. Receptación............................................................................................................... 121
1. Tipo penal............................................................................................................ 121
2. Comentario......................................................................................................... 121
2.1. Examen del delito..................................................... ................................ 121
2.2. La receptación y la extorsión en el Acuerdo Plena rio N.° 2-2012ICJ-11 ó 124 ,.17
2.2.1. Problema........................................................................................ 124 t
2.2.2. Reglas jurídicas............................................................................... 125
3. Derecho comparado................ ........................................................................... 129
3.1. Alemania............................................... ................................. 129
i
:
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal.......................................... 130
II. Distribución de señales de satélite.......................................................... 130
1. Tipo penal....................................................................................... . 130
2. Comentario...................................................................................... 130
3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal............................... ..........: 132
III. Formas agravadas de receptación........................................................... 132
1. Tipo penal......................................................................................... 132
2. Comentario...................................................................................... 133
2.1. Análisis de la receptación agravada........................................ 133
3. Derecho comparado..................................... .................................... 134
3.1. Alemania...................................... .......................................... 134
3.2. Chile........................................................................................... 135
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal......................................... 135

CAPÍTULO V
ESTAPA Y OTRAS DEFRAUDACIONES

Estafa y otras defraudaciones 139


1. Tipo penal........................ 139
2. Comentario..................... 139

®®®
12
In d ic e general

2.1. Jurisprudencia vinculante y la Ejecutoria Suprema R. N. N." 2504-2015........... 146


2.2. Criterios de interpretación bajo los parámetros de imputación objetiva ........ 148
2.3. Alcances típicos del proyecto de ley del nuevo Código Penal.............................. 151
3. Derecho comparado.......................................... 152
3.1. Argentina.................................... 152
3.2. Guatemala...................................................... 152
3.3. Alemania................................................... 152
3.4. Bolivia...................................................................... 153
3.5. Colombia...................................................... 154
3.6. Costa Rica........ ....................................................... :........................................... 154
3.7. Cuba.... ................................................................................................................. 154
3.8. España........................................................ 155
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal........................................................................ 155
II Casos de defraudación......................................................................................................... 156
1. Tipo penal............................... 156
2. Comentario.................................................................................................................... 156

C A PIT U L O V I

FRAUDE EN LA ADMINISTRACIÓN DE PERSONAS JURÍDICAS

I. Fraude en la administración de personas jurídicas 163


1. Tipo penal....................................................... 163
2. Comentario..................................................... 164
3. Derecho comparado......................... .............. 169
3.1. Costa Rica........................ ..................... 169
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal........ 170
II. Informes distorsionados de auditoría................... 170
1. Tipo penal............................... ........................ 170
2. Comentario..................................................... 171
3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal........ 172
Ilí. Contabilidad paralela........................................... 172
1. Tipo penal........................................................ 172
2. Comentario..................................................... 172
3. Derecho comparado....................................... 173
3.1. España................................................... 173
i 3.2. Guatemala.................................:...... . 173
i 4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal....... 173

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CAPITULO VII
i'..'---
tíÁ
EXTORSIÓN

I. Extorsión............... .......................................................... 177


-w -i
li 1. Tipo penal................................................................ 177
2, Comentario................................................................ 182
2.1. Definiciones........... ................................... ........ 182
2.2. La extorsión en la legislación nacional......... 183

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13
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEÜTOS CONTRA EL PAÍ1RIMONIO

2.3. Descripción típica............................................................. 185


2.3.1. El;'suministrante......................................................................................... 188
2.4. Actos contra servicios públicos......................................................................... 189
2.5. intervención de funcionario público. Los derechos sociales............................... 189
2.6. Agrava rites por uso de violencia y amenaza......................................................... 190
2.6.1. A mano armada, o utilizando artefactos explosivos o incendiarios.......... 190
2.6.2. Participando dos p más personas........................................................ ...... 190
2.6.3. Contra el propietario, responsable o contratista de la ejecución de una
obra de construcción civil pública o privada. Impedir, perturbar, atentar
o afectar la ejecución de esta................................................................... 191
2.6.4. Aprovechando su condición de integrante de un sindicato de construcción
civil............................................................................................................. 191
2.6.5. Simulando ser trabajador de construcción civil.......................................... 192
2.7. Secuestro extorsivo............................................................................................... 193
2.8. Agravantes del secuestro extorsivo...................................................................... 193
2.8.1. Dura más de veinticuatro horas................................................................ 193
2.8.2. Se emplea crueldad contra el rehén............................ .......... .................... 193
2.8.3. El agraviado ejerce función pública o privada o es representante diplomático 194
2.8.4. El rehén adolece de enfermedad grave...................................................... 194
2.8.5. Es cometido por dos o más personas.......................................................... 194
2.8.6. Se causa lesiones leves a la víctima........................................................... 194
2.8.7. Uso de armas, explosivos........................................................................... 194
2.9. Las agravantes cualifícadas................................................................................... 195
2.9.1. El rehén es menor de edad o mayor de setenta años.................................. 195
2.9.2. El rehén es una persona con discapacidad y el agente se aprovecha de
esta circunstancia...................................................................................... 195
2.9.3. Si la víctima resulta con lesiones graves o muere durante o como
consecuencia de dicho acto........................................................................ 195
2.9.4. El agente se vale de menores de edad.................... 196
3. Derecho comparado....................................................................................................... 196
3.1. Argentina........................................................................................ 196
3.2. Guatemala.... ....................................................... 197
3.3. Alemania............................................................................................................... 197
3.4. Boiivia............................ 198
3.5. Brasil...................... 198
3.6. Colombia........................ 199
3.7. Costa Rica........ ................................................ 200
3.8. Cuba.............................................................................................................. 201
3.9. España.............................................. 201
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal........................................................................ 201
0. Chantaje.... .......................................................................................................................... 201
1. Tipo penal........................ ^............................................................................................ 201
2. Comentario........................ ....................... .................................................................... 202
3. Derecho comparado........................................................................................................ 203
3.1. Guatemala............................................................................................................. 203
3.2. Cuba....................... 203
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal........................................................................ 203

®®i
14
In d ic e general

C A PITU LO V III

USURPACIÓN

I. Usurpación.......................................................................................................................... 207
1. Tipo penal..,................ ............ ....... ............................................................................... 207
% Comentario........ .................................................................................................. ;....... 207
2.1. Delito de usurpación............................................................................................ 207
2.2. La violencia sobre ks cosas en el delito de usurpación y la Casación N." 273-2012.... 210
2.3. La Ley N,'' 30076 y el medio comisivo................................................................. 211
2.4. El caso... ......................................................................... ...................... ............... 213

3.1. Argentina.............................................................................................................. 215


3.2. Guatemala............................................................................................................ 216
3.3. Bolivia............................................................................................................. 216
3.4. Chile........ ................. 216
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal............................................................. 217
II. Desvío ilegal del curso de aguas........................................................................................... 217
1. Tipo penal......................................... ...........................................................*................. 217
2. Comentario............................................. 217
3. Derecho comparado............................................................................... 218
3.1. Argentina.............................................................................................................. 218
3.2. Guatemala....................................... 219
3.3. Bolivia.............................................................................................................. 219
3.4. Chile...................................................................................................................... 219
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal........................................................... 220
OI. Usurpación agravada........................................................................................................ 220
1. Tipo penal.................................................................................. 220
2. Comentario............................................................... 221
3. Derecho comparado....................................................................... 223
3.1. Guatemala............................................................................................................. 223
3.2. Bolivia.............................................................................................. 224
3.3. BrasU........................................................................ 224
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal........................................................................ 225

C A PÍT U L O IX

DAÑOS

1 Daños............. ............................................ 229


1. Tipo penal.................. ..................... ..... 229
2. Comentario... ..................................... 229
3. Derecho comparado..................... ....... 23j
fi 3.1. Argentina.................. ................. 231
3.2. Guatemala....................................................... 232
3.3. Bolivia............................................................ 232
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal.................. 232
0. Formas agravadas de daño......................................... . 232
1. Tipo penal................................................................ 232

15
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

2. Comentario........................................................................................ 233
i
2.1. Análisis He las agravantes......................................................... 233
3. Derecho comparado.......................................................................... 236 i
3.1. Guaterhala................................................. .............................. 236 í..
:■
3.2. Bolivia'...................................................................................... 236 Í-,
4'."
. -1•

4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal................................. 237 ^


OI. Abandono y actos de crueldad contra animales domésticos y silvestres... 237 ■

1. Tipo penal............................................................................ .............. 237 tí;--


2. Comentario.......................................................................... ............. 237 t:'
•f-
3. Derecho comparado................................................................. .... 240 i
3.1. Guatemala........................................................................... 240 L-
3.2. Chile..................................................................................... 240
3.3. España................................................................................ 240 i
3.4. Italia.................................................................................... 240 LrA
L'
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal....................... .............. 241 t-'
•A-;-:.
rV. Producción o venta de alimentos en mal estado para los animales... 241
1. Tipo penal..................................................................................... 241. K
4'A:
2. Comentario............................. .................................................... 241 AAV-
3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal...................................... 243 ‘II
í,

U-
íy.
CAPITULO X
1
Tí'
DELITOS INFORMÁTICOS A:
K.
I. Delitos informáticos.................................................................... 247
1. Comentario........................ ...................................... ;.......... 247 i:A:T:
1.1. Alcances doctrinarios................................................. 247 íy
1.2. Objeto del delito informático........ ............................ 249 y;:.'

1.3. Elementos del delito informático..................... .......... 250 [7


1.3.1. Tipo objetivo................................................... 250 I;
1.3.2. Tipo subjetivo..... .................................. .......... 250
1.4. Sujetos del delito informático............. ....................... 251
1.4.1. Sujeto activo..................................................... 251
A Hackers........................................................... 252 P-
1.4.2. Sujeto pasivo.................................................... 252 , ■fy
1.5. Modalidades de criminalidad informática................. 253
1.5.1. Intrusismo....................................................... 253 ■íA
1.5.2. Alteración previa a la creación del programa.. 254
1.5.3. Daños conlos "caballos de Troya”......... ......... 254
1.5.4. Manipulación posterior.................................. 254 1"
1.5.5. Hurto informático.................... .................. . 254
1.5.6. Hurto con técnica “Salami"............................. 255
1.5.7. Falsificación de datos....................................... 255
1.5.8. Descubrimiento y revelación de secretos......... 255'
1.5.9. Pirateria informática....................................... 255
1.5.10. Destrucción de datos............................. ......... 255
1.5.11. Puertas falsas o tras doors............................... 256 ,
1.5.12. Superzapping.................................................. 256
1.6. Delitos y flujos transfronterizos................................. 256

16
I ÍNDICE GENERAL

1.7. Delitos informáticos en la legislación nacional .................................. ................ 257


1.8. Modalidad agravada: el lucro.................................................................... ........... 260
1.9. Trá fico ilegal de da tos.......................................................................................... 261
1.10. Delitos informáticos. Ley N.“ 30096.................................................................... 262
III. Delitos contra datos y sistemas informáticos...................................................................... 263
1. Tipo penal...................................................................................................................... 263
2. Comentario.......................:............................................................................................ 263
3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal........................................................................ 264
IV. Atentado a la integridad de datos informáticos.................................................................. 264
L Tipo penal................................................................................................... 264
2. Comentario..................................................................................... 265
3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal........................................................................ 265
V. Atentado a la integridad de sistemas informáticos............................................................. 266
1. Tipo penal....................................................................................................................... 266
2. Comentario................................................. 266
3. Proyecto de ley del nuevo Código Penál......... ............................................................. 267
VI. Delitos informáticos contra la indemnidad y libertad sexual.............................................. 267
1. Tipo penal....................................................................................... 267
2. Comentario............................................................. 267
3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal..............................................................:......... 269
VIL Delitos informáticos contra la intimidad y el secreto de las comunicaciones.,.,................. 269
1. Tipo penal..................................................................... .......... .................... ;....... ......... 269
2. Comentario...................................... .................................................................... ....... 269
VIH. interceptación de datos informáticos............................................................................... 270
1. Tipo penal.................................... ..........;..................................■.................................... 270
2. Comentario............................................................ .......... ............................................ 271
3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal.......................................... 272
IX. Fraude informático contra el patrimonio..................... ...................................................... 272
1. Tipo penal..................................................................................................... 272
2. Comentario.................................................................................................................... 273
3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal.......................... 274
X. Delitos informáticos contra la fe pública............................................................................ 274
1. Tipo penal........................................................... 274
2. Comentario......................................................... 274
3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal........................................................................ 275
XI. Abuso de mecanismos tecnológicos................................................................................^,... 276
1. Tipo penal....................................................................................................................... 276
2. Comentario.................................................................................................................... 276
2.1. Examen de las agravantes................................................................. 278
3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal..................... 279
XII. Excusa absolutoria.... !................................................................^....................................... 280
1. Tipo penal.......... 280
2. Comenta rio.................................................................................................................... 280
3. Derecho comparado................................................:...................................................... 282
3.1. Argentina........................................................................... 282
3.2. Guatemala......................................................... 282
3.3. Solivia.................................................................................................................. 282

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17
-

VÍCTOR JIM M Y AKBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal. 283


Bibliografía.............. i........................................ . 285

JURISPRUDENCIA

Jurisprudencia sobre el deBto de hurto simple........................................ ...................... ...... 289


1. Exp. N.” 6139-2014 (99-2014): Elementos objetivos delburto simple................ ................. 289

Jurisprudencia sobre el delito de hurto agravado................................................... .............. 297

1. R N. N.“ 999-2018 Lima Este: Determinación de la pena en el delito de hurto agravado...... 297
% R N. N.“ 2114-2014 Huancavelica: Reducción de la pena concreta de hurto agravado por
estado de ebriedad relativa y responsabilidad restringida.................................................. 309
3. Cas. N.“ 234-2017 La Libertad; El elemento ‘'espectro electromagnético” en el hurto
agravado........... ..................... .............................................................................................. 312
4. Acuerdo Plena rio N." 4-2011 /CJ -11 ó: Importancia del valor del bien mueble obj eto de hurto
para la configuración de las agravantes... ........................ .................................. ............... 323
5. Cas. N.'’ 286-2017 Cajamarca: Constitución del Banco de la Nación como actor civil por ser
afectado por el delito de hurto agravado.............................................................................. 328
6. R N. N.° 1202-2016 Lima: Colisión entre el otorgamiento de la reducción de la pena por
confesión sincera y la reincidencia del agente............................................................. ....... 335

Jurisprudencia sobre el delito de robo sim ple....................................................................... 339


L Acuerdo Plenario N.“ 3-2009/CJ-l 16; Diferencias entre el delito de robo simple y el
delito de hurto. 339

Jurisprudencia sobre el delito de robo agravado................ ................................................... 347


1. R N. N.° 1915-2017 Lima Sur: El uso de la violencia o amenaza como elemento
diferenciador en el delito de robo agravado......................................................................... 347
2. Acuerdo Plenario N.” 5-2015/CIJ-l 16: El componente "arma” en el robo agravado........ 353
3. Sentencia Plenaria N.** 1-2005/DJ-301-A: Momento de la consumación del delito de robo
agravado............................................................................................................................... 365

Jurisprudencia sobre el delito de abigeato........................................................... .......... 371


1 R N. N7 1435-2015 Cañete: Momento del ejercicio de la violencia o amenaza para
determinar el robo de ganado...................................................................................... 371
2 R N. N.” 1441-2018 Cajamarca: Sentencia absolutoria en el delito de abigeato por falta
de material probatorio........................................................................................................ 385

Jurisprudencia sobre el delito de apropiación ilícita.................................................................. 389


1. Cas. N.” 301 -2011 Lambayeque: Elementos típicos del delito de apropiación ilícita......... 389
2. R N. N.“ 3396-2010 Arequipa; Análisis de la figura del depositario en el delito de
apropiación ilícita y peculado por extensión........................................ .............................. 399
3. Extradición N.“ 28-2018 Callao: El principio de doble incriminación para realizar la
extradición de un imputado por el delito de apropiación ilícita......................................... 405

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18
In d ic e general

Jtirisprttcleiicia sobre el delito de receptación ....................................................................... 411


1. R. N. R" 1923-2Ó11 Lima Norte: Autonomía del delito de receptación............................. 411
2. R-R 2099-2017 Lima Norte: compra de un celular robado constituye receptación?.,*. 417
3. R. N. N.“ 122-2016 Lima: Presunción del origen ilícito del bien en el delito de receptación... 427
4. Cas. N. 186-2017 Ucayali: Requisitos para la configuración del elemento subjetivo de la
receptación........................................................................................................................... 435

Jurisprudencia sobre el delito de estafa ....................................... .......................................... 443


1, R. N. N.“ 725-2018 Junín: Análisis de la complicidad en el delito de estafa........ ................ 443
2, R* N. N.° 2504-2015 Lima: Los errores vencibles ante una debida diligencia de la víctima
no configuran el engaño típico del delito de estafa............................................................. 457
3, Cas. R ' 461-2016 Arequipa: La configuración de delito de estafa y su diferencia con el
estelionato............................................................................................................................ 470

Jurisprudencia sobre el delito de fraude en laadm iiústración de personas jurídicas ^...r 481
L Exp. N.“ 20821-2011-0 Lima: La configuración de delito de fraude en la administración
de personas jurídicas............................................................................................................ 481

Jurisprudencia sobre el delito de extorsión ........................................................................... 501


1. Exp. N.° 02399-2010-39-1601-JR-PE-02: El miedo insuperable como eximente de la
coautoría del delito de extorsión.................................................................................... ..... 501
2. R. N. N.'* 339-2016 Lima: Relación entre el delito de extorsión y de asociación ilícita para
delinquir....................................................... 507

Jurisprudencia sobre el delito de chantaje.............................................................................. 519


1. R- N. R° 1310-2017 Lima: La variación de la acusación fiscal en el delito de chantaje..... 519

Jurisprudencia sobre el delito de usurpación................................... ..................................... 529


1. Exp. N.° 154-2017-0: Error de tipo en el delito de usurpación............ i............................... 529
2. Cas. N.° 273-2012 lea: Ejercicio de la violencia en el delito de usurpación..................... 542
3. R. N. N.“ 1691-2017Junín: Tipicidad subjetiva del delito de usurpación............................ 549

t Jurisprudencia sobre el delito de daños....... .......................................................................... 555


f i: 1. Cas. N." 10-2018 Cusco: La tipicidad subjetiva en el delito de daños.............................. 555
2. Cas. N.*’ 234-2013 Lima: La importancia de la pericia para la determinación del daño
i en el proceso penal.,........................................... .................................................................. 565

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I. HURTO SIMPLE

1. Tipo penal

Artículo 1jB5.- Hurto simple


El que, para obtener provecho, se apodera ilegítinnannente de un bien mueble, total
o parcialmente ajeno, sustrayéndolo del lugar donde se encuentra, será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de tres años. Se equiparan
a bien mueble la energía eléctrica, el gas, los hidrocarburos o sus productos deri­
vados, el agua y cualquier otra energía o elemento que tenga valor económico, así
com o el espectro electromagnético y también los recursos pesqueros objeto de un
m ecanism o de asignación de Límites M áxim os de Captura por Embarcación.

2. Comentario
En este delito es relevante la discusión sobre las notas intrínsecas del bien
jurídico patrimonio. Para ello hay que asimilar el patrimonio a los derechos
y a las obligaciones que tiene una persona sobre aquel. En ese sentido, no es
posible la reducción —en estricto— á los derechos que tiene el propietario,
pues también se extiende a quien ha obtenido facultades para disfrutar la cosa.
De lo contrario, no se entendería el delito de usurpación en el que se tutela
el derecho real de posesión.

El legislador ha establecido un criterio cuantitativo^ del valor del bien que


es materia de sustracción para diferenciarlo de la falta. Si el valor del bien no
sobrepasa una remuneración mínima vital, será considerada una falta; y si es
mayor a dicho valor, es un delito. Tal como lo señala el D, S. N.'" 004-2018-TR^,

Artículo 444.- Hurto simfík y daño


El que realiza cualquiera dé las conductas previstas en los arts. 185 y 205, cuando la acción
recae sobre un bien cuyo valor no sobrepase una remuneración mínima vital, será reprimido
con prestación de servicios comunitarios de cuarenta a ciento veinte jornadas o con sesenta a
ciento ochenta días riiulta, sin perjuicio de la obligación de restituir el bien sustraído o dañado.
La misma pena se impone si el agente realiza la conducta prevista en el primer párrafo del
artículo 189-A, cuando la acción recae sobre ganado cuyo valor no sobrepasa una remuneración
mínima vital [Modificado por la Ley N.*" 29407, publicada el 18 de septiembre del 2009].
Presidencia de la República, Decreto Supremo N." 004~2018~TR, Lima: 21 de marzo del 2018
(publicado el 23 de enero del 2018).
í;£

« ®e
23
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

una remuneración mínima vital asciende a la suma de S/ 930 soles. Este criterio
cuantitativo también aplica al delito de daños y abigeato.

La conductk típica del delito de hurto simple es la que realiza el agente


para obtener provecho. En este caso se trata de apoderarse ilegítimamente
de un buen mueble (total o parcialmente ajeno). Es decir, el bien sobre el que
recae la acción típica es ajena al sujeto activo, esto es, pertenece a otro titular.
A decir de C reus , en el hurto no se protege el dominio de las cosas sino sú
tenencia contra los actos de apoderamiento realizados por quienes no tienen
derecho a hacerloL Si bien hay una afectación de la tenencia, esta no es sino
la expresión de un derecho real En el delito de hurto el agente sustrae el bien
del lugar donde se encuentra originalmente y lo traslada a su dominio de facto,
de forma ilegal y sin derecho. El art. 185 del CP ha extendido el objeto de la
acción a otros bienes que son similares o equiparables a los muebles:
1, La energía eléctrica. Esta energía nace entre dos puntos con diferen­
te potencial al conectarse mediante un material que funciona como
conductor eléctrico. Entre esos puntos se establece una corriente i
eléctrica que puede canalizarse para servir a diferentes propósitos, 1
entre ellos, transformarse en otros tipos de energía útiles, como luz,
energía mecánica o energía térmica. La electricidad es un tipo de
energía que se obtiene a partir del movimiento de electrones de car­
1
ga positiva y negativa en el interior de los materiales que son con­ .;A-

ductores"^. La energía se produce en centrales termoeléctricas que


la generan mediante calor, centrales hidroeléctricas, como existe en
nuestro país, y centrales eólicas que emplean la fuerza del viento uti­
lizando molinos o fotovoltaicas a partir de la energía solar.
2. El gas. Es un término químico que refiere a un estado de agregación
I-
de la materia, el cual carece de forma y volumen, y esto se dejbe a la
manera como está compuesto, ya que está integrado por moléculas
que no se encuentran unidas, propagadas y con una mínima fuerza
de atracción entré ellas, acogiendo la forma y el volumen del envase
que lo contiene. Debido a que las moléculas que constituyen el gas
no son atraídas unas con otras, estas pueden desplazarse en el vacío

3 Cfr. C reus, Carlos, Derecho penal Parte especial, 6.^ ed., tí i, Buenos Aires; Astrea, 1998, p. 390.
4 Recuperado de <https://bit.ly/2UHrhZ2>. Fecha de consulta: 10 de noviembre del 2018.

® fí®
24
CAPÍTULO I HURTO

en forma separada^, de allí que si el gas no está contenido en un en­


1
vase, este llega a diseminarse rápidamente en el ambiente.
3. Los hic^rocarburos o sus productos derivados. El hidrocarburo es un
compuesto de tipo orgánico que surge al combinar átomos de hidró­
geno con otros de carbono^. Cuando este se extrae en su forma líqui­
da se constituye el petróleo, y cuando se extrae en su estado gaseoso
se produce el gas natural. En nuestro país tenemos grandes reservas
en la zona de Camisea.
4. El agua y cualquier otra energía o elemento que tenga valor econó­
mico. El recurso hídrico es importante para el desarrollo de un país,
y tiene un valor económico.
5. El espectro electromagnético. Es el conjunto de longitudes de onda
de todas las radiaciones electromagnéticas. Entre ellas se incluyen
las siguientes opciones:
— Los rayos gamma tienen las longitudes de onda más cortas y las
frecuencias más altas conocidas. Estos rayos son ondas de alta
energía capaces de viajar a larga distancia a través del aire, y, a la
vez, son las más penetrantes.
— Los rayos x tienen longitudes de onda más largas que los rayos
gamma, pero menores que la radiación ultravioleta y, por lo tan-
to, su energía es mayor que la de estos últimos. Se utilizan en di­
versas aplicaciones científicas e industriales, pero prindpalmen-
te se utilizan en algunos procedimientos de la medicina, como
la radiografía. Son una forma de radiación ionizante y como tal
pueden ser peligrosos. Los rayos x son emitidos por electrones
del exterior del núcleo, mientras que los rayos gamma son emi­
tidos por el mismo núcleo.*
— La radiación ultravioleta (UV) es la porción del espectro electro-
magnético gue se encuentra entre los rayos x y la luz visible.
— La luz visible —también espectro visible— es la parte del espec­
tro electromagnético que los ojos humanos son capaces de de-

5 Recuperado de <https://bit.ly/2059pFb>. Fecha de consulta: 10 de noviembre del 2018.


6 Recuperado de <https://bit.ly/2Mwi9qo. Fecha de consulta: 10 de noviembre del 2018.

9 ® 9

25
y

VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

tectar. Cubre todos los colores del azul a 400 nm y al rojo a 700
nm. La luz azul contiene más energía que la roja,
— La Radiación infrarroja (IR) o radiación térmica es la parte del
espectro electromagnético que se encuentra entre la luz visible y
las microondas. La fuente natural más importante de radiación
infrarroja es el sol.
— Las ondas radioeléctricas tienen longitudes de onda largas que
varían unos pocos centímetros a miles de kilómetros de longi­
tud. Sus principales usos son en la televisión^ los teléfonos mó­
viles y las comunicaciones por radio^. Estas son las que mayor­
mente son hurtadas por los delincuentes.
6. Los recursos pesqueros objeto de un mecanismo de asignación de
límites máximos de captura por embarcación. El D. L. N."* 25977,
Ley General de Pesca, en su art. 2, establece que los recursos hidro-
biológicos contenidos en las aguas jurisdiccionales del Perú son pa­
trimonio de la Nación, y corresponde al Estado regular el manejo
integral y la explotación racional de dichos recursos, considerando
que la actividad pesquera es de interés nacional. Si no se fijan límites
a la extracción de recursos hidrobiológicos, estos pueden desapare­
cer; por eso existe el mecanismo de límites máximos de captura por
embarcación. El art. 9 de la Ley General de Pesca, modificado por
el D. Leg. N.*" 1027, dispone que es el Ministerio de la Producción
el ente que, sobre la base de evidencias científicas disponibles y de
factores socioeconómicos, determina, según el tipo de pesquerías,
los sistemas de ordenamiento pesquero, las cuotas de captura per­
misible, las temporadas y zonas de pesca, la regulación del esfuerzo
pesquero, los métodos de pesca, y las tallas mínimas de captura y
demás normas que requieran la preservación y explotación racional
de los recursos hidrobiológicos. Con esto podemos sostener que no Ir-
cualquier tipo de producto hidrobiológico puede ser objeto de la ac­ L
.17
ción de hurto, sino solo los que tienen regulación por el Ministerio
de la Producción, I
K

j:
í(
r;
7 Recuperado de <https://bit.ly/2j04lDR>. Fecha de consulta: 10 de octubre del 2018.

9®®
26
i
1 CAPÍTULO í I HURTO
:5íí-
0
El tipo penal es doloso y la sanción va de uno a tres años. El proyecto de
ley del nuevo CP no trae ninguna novedad, pues es reproducción exacta del
i CP vigente. j
i|
15
3. Derecho comparado
Íiíí'
S
f f i-
3.1. Argentina
P.

Artículo 162." Será reprimido con prisión de un mes a dos años, el que se

ií; apoderare ilegítimamente de una cosa mueble, total o parcialmente ajena.
íííí;

i 3.2. Guatemala

Artículo 246." Quien tomare, sin la debida autorización, cosa, mueble, total
i o parcialmente ajena, será sancionado con prisión de 1 a 6 años.
f
■m'
3.3. Alemania
t
§ 242."
1) Quien sustraiga una cosa mueble ajena a otro en la intención de apode­
■0 rarse antijurídicamente de ella para sí o para un tercero, será castigado
con pena privativa de la libertad hasta cinco años o con multa.
2) La tentativa es punible.
1
'¿vi- 3.4, Bolivia
*
'Si Artículo 326.- El que se apoderare ilegítimamente de una cosa mueble ajena,
incurrirá en reclusión de un mes a tres años.

3.5. Brasil

Furto
s. Artide 155,- Suhtrair,J>ü.ra si ou para oufrem, coisa alheia móvel: Pena- redusao,
'i
de um a quatro anos, e multa.

4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 631. Flurto simple y daño


El que realiza cualquiera de las conductas previstas enlos artículos 323 y 355,
cuando la acción recae sobre un bien cuyo valor no sobrepase una remunera-

■i «#«
27
VÍCTOR JlM M T ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

ción mínima vital es reprimido con prestación de servicios comunitarios de


cuarenta a diento veinte jornadas o con sesenta a ciento ochenta días multa,
sin perjuicio de la obligación de restituir el bien sustraído o dañado.
La misma j^ena se impone si el agente realiza la conducta prevista en el párrafo
329.1 del artículo 329 cuando la acción recae sobre ganado cuyo valor no
sobrepasa una remuneración mínima vital.

IL HURTO AGRAVADO^

L Tipo penal
Ártículo 186> Hurtó ágrávadó
El agente será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de
seis años si el hurto es cometido:

Historial del delito de hurto agravado


Artículo 186.- Ei agente será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni í
mayor de cuatro años, si el hurto es cometido:
1. En casa habitada.
2. Durante la noche.
3. Mediante destreza, escalamiento, destrucción o rotura de obstáculos.
4. Con ocasión de incendio, inundación, naufragio, calamidad pública o desgracia particular
del agraviado.
5. Sobre los bienes muebles que forman el equipaje de viajero.
6. Mediante el concurso de dos o más personas.
Si el agente usa sistemas de transferencia electrónica de fondos, de la telemática en general, o
viola el empleo de claves secretas, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
tres ni mayor de seis años y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días mtáta. (1991)
Hurto agravado
Artículo 186.- El agente será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni
mayor de seis años si el hurto es cometido:
1. En casa habitada.
2. Durante la noche.
3. Mediante destreza, escalamiento, destrucción o rotura de obstáculos.
4. Con ocasión de incendio, inundación, naufragio, calamidad pública o desgracia particular
del agraviado.
5. Sobre los bienes muebles que forman el equipaje de viajero.
6. Mediante el concurso de dos o más personas.
La pena será no menor de cuatro ni mayor de ocho años si el hurto es cometido:
1. Por un agente que actóa en calidad de integrante de una organización destinada a perpetrar
estos delitos.
2. Sobre bienes de valor científico o que integren el Patrimonio Cultural de la Nación,
3. Mediante la utilización de sistemas de transferencia electrónica de fondos, de la telemática
en general, o la violación del empleo de claves secretas.
4. Colocando a ía víctima o a su.familia en grave situación económica.
5. Con empleo de materiales o artefactos explosivos para la destrucción o rotura de
obstáculos. La pena será no menor de ocho ni mayor de quince años cuando el agente
actúa en calidad de jefe, cabecilla o dirigente de una organización destinada a perpetrar
estos delitos. (Modificado por la Ley N.“ 26319, publicada el 1 de junio de 1994).

28
C a p ít u l o i [ hurto

1. Durante la noche.
2. Mediante destreza, escalamiento, destrucción o rotura de obstáculos.
3. Con ocasión de incendio, inundación, naufragio, calamidad pública o desgracia
particular del agraviado.
4. Sobre ios bienes muebles que forman el equipaje deí viajero.
5. Mediante el concurso de dos o más personas.
La pena será no menor de cuatro ni mayor de ocho años si él hurto es cometido:
1. En inmueble habitado,
2. Por un agente que actúa en calidad de integrante de una organización destinada
a perpetrar estos delitos.
3. Sobre bienes de valor científico o que integren el Patrimonio Cultural de la N a ­
ción.
4. Mediante la utilización de sistemas de transferencia electrónica de fondos, de la
telemática en genera! o la violación del empleo de claves secretas, n
(*) Numeral 4)derogado por la Única Disposición Complementaria Derogatoria de
la Ley Ñ4 30096, publicada el 22 de octubre del 2013.
5. Colocando a la víctim a o a su familia en grave situación económica.
6. Con empleo de materiales o artefactos explosivos para la destrucción o rotura
de obstáculos.
7. Utilizando el espectro radioelécthco para la transm isión de señales de teleco­
m unicación ilegales.
8. Sobre bien que constituya único medio de subsistencia o herramienta de traba­
jo de la víctima.
9. Sobre vehículo automotor, su s autopartes o accesorios.
,70. Sobre bienes que forman parte de la infraestructura o instalaciones de transpor­
tes de uso público, de sus equipos o elementos de seguridad, o de prestación de
servicios públicos de saneamiento, electricidad, gas o telecomunicaciones. (*)
(Ú, Numeral modificado por el artículo 2 del Decreto Legislativo N ." 7245, publicado
el 6 de noviembre del 20 76, cuyo texto es el siguiente:
10. Sobre bienes que forman parte de la infraestructura o instalaciones de trans-
portes de uso público, de sus equipos o elementos de segundad, o de presta­
ción de servicios públicos de saneamiento, electricidad o telecom unicaciones.
11. En agravio de menores de edad, personas con discapacidad, mujeres en estado
de gravidez o adulto mayor,
12. Sobre bienes que forman parte de la infraestructura o instalaciones públicas o
privadas para la exploración, explotación, procesamiento, refinación, alm ace­
namiento, transporte, distribución, com ercialización o abastecim iento de gas,
de hidrocarburos o de su s procluctós derivados, conform e a la legislación de la
materia.^ , ....... ......
(*) Numeral incorporado por el artículo 2 del Decreto Legislativo N. ° 7245, publica­
do el 6 de noviembre del 2076.
La pena será no menor de ocho ni mayor de quince años cuando el agente actúa
en calidad de Jefe, cabecilla o dirigente de una organización destinada a perpetrar
estos delitos (*) , ’

■i- 9 0 S

29
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

Extremo modificado por la Primera Disposición Complementaria Modificatoria de la


Ley N, ° 30077, publicada el 20 de agosto del 2013, la misma que entró én vigencia
el 1 dejulio del 2014, cuyo texto es el siguiente:
La pena será no menor de ocho ni mayor de quince años cuando el agente actúa
en calidad de jefe, cabecilla o dirigente de una organización criminal destinada a
perpetrar estos delitos.

2. Comentario ■

2.1. Alcances doctrinarios


En la doctrina se reconocen tres vertientes básicas motivadoras de los
tipos de hurtos agravados: a) por las dificultades de custodia de los bienes por
parte del tenedor, b) por la función del bien y c) por la naturaleza del obstá­
culo que tiene que vencer el autor para perpetrar el apoderamiento^. Á estos
le podemos agregar dos más: d) por el peligro potencial sobre otros bienes
jurídicos como la vida o la integridad y e) por la configuración de la estructura
orgánica en caso de pluralidad de agentes como organización criminal

Agravantes:

En casa habitada, lo cual implica la posibilidad de daño potencial a la inte­


gridad de los habitantes. Es diferente ingresar a un lugar para sustraer bienes,
que en otro donde hay personas.

Durante la noche, porque permite que el sujeto activo aproveche el manto


de la oscuridad para realizar el hurto; sin embargo, tenemos que en la noche las
personas son más vulnerables, ya que por motivos bilógicos —y dependiendo
de la hora— se encuentran durmiendo.
.1^
La destreza, escalamiento, destrucción o rotura de obstáculos implica el afina­
miento de los medios comisivos por parte del agente para sustraer bienes,
pues, si existe una mayor dificultad, el agente utiliza, proporcionalmente, un
esfuerzo mayor para lograr acceder a los bienes y sustraerlos.

La agravante de contexto de alarma o crisis que rodea al agraviado implica


que el agente se aproveche de la existencia de un incendio, inundación, nau­
fragio, calamidad pública o desgracia particular del agraviado para que —en

9 Cfr, C reus, Derecho penal Parte especial, ob. cit., p. 399.

® ®

30
C a p ít u l o i hurto

esa situación de vulnerabilidad— el agente sustraiga los bienes de este en una


suerte de pillajeJ

El turista o él viajero lo que más aprecia - n o necesariamente por el valor


económico, sino porque es de utilidad para su travesía— son los bienes que
conforman su equipaje. Estos hurtos generalmente se dan cerca a lugares de
desembarque en aeropuertos o puertos que dejan inermes a turistas, afec­
tándolos en su derecho a disfrutar de su estadía, o a aquellos que viajan por
otras razones, por ejemplo, académicas o laborales. El agraviado puede ser
nacional o extranjero, lo que deben tener en común es ser viajeros y que la
acción recaiga sobre su equipaje.

Sustraer bienes con el concurso de dos o más personas busca en el reparto


de roles el éxito de la actividad delictiva de sustracción de bienes, pero la otra
cara es que la pluralidad de agentes, desde una perspectiva de daño potencial,
puede poner en peligro otros bienes jurídicos.

Dentro de las agravantes tenemos algunas cualificadas que elevan la


sanción penal entre cuatro a ocho años si el hurto es cometido por un agente
que actúa en calidad de integrante de una organización destinada a perpetrar
estos delitos. Es decir, se sanciona por el hecho mismo del apoderamiento y
por ser parte de una estructura criminal, en una suerte de combinación de
delito de resultado y de peligro para la organización.

La otra agravante es si los bienes sustraídos son de valor científico o si


integran el Patrimonio Cultural de la Nación. Para que se establezca el valor
científico, debemos entenderlo con la relevancia que se le da en la comunidad
científica. Con relación al patrimonio cultural, como se señala en la doctrina,
si es un concepto normativo que hay que fijar, o si hay que inferirlo de la ley
especial sobre el patrimonio, según M u ñ o z C o n d e ^^, habrá que inclinarse
por el concepto más amplio. Lo que no nos parece correcto es dejar que se
determine a peritos cuál debe considerarse patrimonio nacional, pues esto
puede responder a criterios más subjetivos que objetivos.

El colocar a la víctima o a su familia en grave situación económica, implica


que los bienes sustraídos han servido en lo principal para su sustento, por

10 Cfr. M uñoz C onde, Francisco, Derecho penal. Parte espetial, 15.^ ed., Valencia: Tira nt Lo Blanch,
2008, p. 364.

• • •
31
■ r

VÍCTOR JIM M V ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

ejemplo, hurtar los ahorros en una situación de desempleo de la víctima. Ese


ahorro era lo único que se tenía, y ahora no tienen nada y deja en imposibi-
lidad de poder mantenerse en cuanto a alimentos, estudios, etc.

El inc. 6 fija como agravante que el agente use artefactos explosivos para la
destrucción o la rotura de obstáculos para apoderarse de los bienes materiales.
En realidad, estamos ante un delito donde en el uso de medios de comisión
se emplean explosivos, lo cual genera un daño potencial a bienes públicos o
privados y la propia vida.

La agravante de mayor peso en la sanción penal (que va de ocho a quince


años) es cuando el agente actúa en calidad de jefe, cabecilla o dirigente de una
organización destinada a perpetrar estos delitos. Si antes se sancionaba la sola
pertenencia, ahora se sanciona el hecho de ser líder de organización criminal

2.2. Aspectos problemáticos del hurto. La relevancia del valor del bien mueble
en el delito de hurto agravado en la jurisprudencia de la Corte Suprema

2.2.1. Problema planteado


Los jueces supremos en el Acuerdo Plenario 4-20 ll/CJ-116^^ refieren
que en la actualidad coexisten, en la jurisprudencia y en las doctrinas naciona-
les, posiciones discrepantes en torno a si resulta aplicable el requisito del valor
del bien mueble, objeto de hurto, equivalente a una remuneración mínima vital
(según el art. 444 del CP), para la configuración de las circunstancias agravantes
contenidas en el art. 186 del CP, el denominado hurto agravado, por lo que
han establecido —por mayoría— reglas vinculantes respecto de este tópico.

A. Primera posición
Está a favor de la observancia del valor del bien mueble sustraído para la
configuración del tipo penal agravado, sustentando su posición principalmente
en los siguientes argumentos:
a) Se respeta el principio de legalidad —principio pilar de nuestro Es­
tado de derecho— como también la teoría del tipo, específicamente
las funciones del tipo que cumplen una función garantizadora, ya

11 C orte Suprema de J usticia de la República, Acuerdo Plenario JV." 4-2011/CJ~ 116, Lima: 6 de
diciembre del 2011.

32
i*

C a p ít u l o í | H urto

que el hurto agravado exige la concurrencia de todos los elemen­


tos del hürto simple, incluyendo el monto del objeto de acción, por
lo que eh el supuesto de no concurrir dicha circunstancia se estaría
ante un Wpuesto de falta.
b) Como él patrimonio es el principal bien jurídico afectado, se requie­
re una lesión considerable. En tal virtud, las conductas que no ma­
nifiestan un grado de lesividad significativo al bien jurídico tutelado
deben ser sustraídas del ámbito de punición, en atención a la opción
político^criminal seguida por el CP, y que está basada en los princi­
pios de ultima vatio y mínima intervención.

B. Segunda posición
Defiende la autonomía del hurto agravado frente a la exigencia de que el
bien mueble objeto del delito alcance una cuantía superior a una remuneración
mínima vital. Esta posición plantea los siguientes argumentos:
a) El hurto agravado importa una pluriofensividad de bienes jurídicos.
b) En irrestricto respeto del principio de legalidad —base fundamental
del derecho penal—, el art. 444 CP exige taxativamente un monto
superior a una remuneración mínima vital tan solo para el supuesto
de hecho del art. 185 del CP (hurto simple), mas no del hurto agra­
vado (art. 186 del CP), por lo que debe concluirse en forma lógica
y coherente que nuestro sistema punitivo no exige cuantía para la
configuración del hurto agravado.
c) Impide se generé impunidad de las conductas ilícitas.

2.3. Alcances del valor del bien mueble objeto de hurto para la configuración
de las agravantes del artículo 186 del Código Penal
Los jueces supremos indican que las agravantes del delito de hurto
agravado se encuentran descritas en el árt. 186 del CP y que ellas requieren
la presencia de la totalidad de elementos típicos del hurto básico, a excepción
del elemento "valor pecuniario'', pues conservan, en relación con el tipo penal
básico, un específico margen de autonomía operativa. Además, manifiestan que
el criterio cuantitativo es una exigencia que se encuentra expresa, inequívoca
y taxativamente establecida, solo para el hurto ^simple tipificado en el art. 185
'.K
■i ^00
33
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

del CP y en el art. 205 (daños), conforme lo estipula el art. 444 del CP. Esta
exigencia no afecta a los supuestos agravados^^.

Considerapaos adecuado el razonamiento del pleno de jueces, en principio


porque no hay estipulación en el art, 186 del CP que señale que el apodera-
miento patrimonial debe ser superior a una remuneración mínima vital, y que
a este requisito se le debe agregar cualquiera de las agravantes.

Establecer un quantum para el delito de hurto agravado podría acarrear


que no se puedan punir algunos supuestos, tal como se fijan como ejemplos
en el décimo considerando:
a) Si la sustracción de bienes en casa habitada queda en grado de tenta­
tiva o de frustración, dicho proceder no podría calificarse ni siquiera
como falta.
b) Una sustracción por banda de un bien mueble de escaso valor care­
cería de connotación como delito, y si quedase en grado de tentativa
ni siquiera tendría una relevancia punitiva.
c) En el supuesto de que se dejase en indigencia temporal a quien i
percibe menos de una remuneración mínima vital, dicha conduc- ¥
ta no constituiría delito. El derecho penal solo protegería a las
personas cuya remuneración asciende a dicho monto, por ende,
quedarían desprotegidas las víctimas de ingresos inferiores, con
lo que se generaría un derecho penal tutelar del patrim onio de
los socialmente mejor ubicados y de desamparo en perjuicio de
quienes tienen menores recursos, los mismos que son mayoría en
nuestro país'^

El pleno señala que la razón de las agravantes es debido a la mayor lesi-


vidad y el carácter pluriofensivo del hurto, esto es, no reducido estrictamente
ai plano patrimonial, sino también a la posibilidad de generar una suerte de
peligro abstracto para otros bienes.

12 Considerando n." 9.
13 Salas Arenas, Jorge Luis et. ai, “Las calificaciones en el hurto agravado y sus relaciones con el
hurto simple entre la legalidad, la favorabilidad y la impunidad (II)", en Revista Gaceta de la Ocma,
año V, n.*^^ 53 y 54, Lima: mayo del 2006, pp, 10 y 11.

®s #
34
C a p ít u l o i Hurto

2.3,L Las agravantes y su carácter pluriofensivo


Podemos aiíalizar cada una de las agravantes establecidas en el art. 186
del CP y su relevancia:
1. En casa habitada: en este supuesto, cuando se realiza la conducta
de hurto y si bien no hay uso de violencia, es posible la creación de
riesgos para las víctimas.
2. Durante la noche: esta es una circunstancia que permite mayor vul-
nerabilidad de las víctimas de hurto.
3. Mediante destreza, escalamiento, destrucción o rotura de obstácu­
los: esta agravante tiene una connotación de zozobra en la comu­
nidad, cuando se ingresan a las casas y los delincuentes arrasan con
todo el patrimonio que puedan sustraer.
4. Con ocasión de incendio, inundación, naufragio, calamidad públi­
ca o desgracia particular del agraviado: esta agravante de circuns­
tancia es aprovechada por el sujeto activo, y básicamente tiene su
razón en que la víctima es altamente vulnerable. Por ejemplo, el
caso en que la víctima está postrada por enfermedad y el delincuente
se lleva el poco dinero que tiene para poder comprar sus medicinas.
Según la posición cuantitativa, si fuera el monto sustraído por debajo
de la remuneración mínima vital, solo sería sancionable como falta.
5. Sobre los bienes muebles que forman el equipaje de viajero: en esta
circunstancia no solo se afecta el patrimonio, sino el turismo que
permite generar recursos al país, y, si son extranjeros, una pésima
imagen para el país.
6. Mediante el concurso de dos o más personas: la suma de volunta­
des delictivas permite debilitar la defensa de las víctimas.
Por un agente que actúa en calidad de integrante de una organiza­
ción destinada a perpetrar estos delitos: como ejemplo podemos
tomar a las baiidas que hurtan en zonas residenciales.
8. Sobre bienes de valor científico o que integren el Patrimonio Cul­
tural de la Nación: no solo es el valor pecuniario del patrimonio
el que tutela el hurto agravado, sino otros valores que incluso son
cuantitativamente inestimables. Imaginemos el hurto de una pieza
del Señor de Sipán. •

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35
VÍCTOR JíM M Y A RBU iÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

9. Mediante la utilización de sistemas de transferencia electrónica de


fondós, de la telemática en general o la violación del empleo de cla­
ves secretas: esto apunta al uso de medios con altos niveles de com-
plejiáad, el cual tiene un peso en la culpabilidad del agente. Mien­
tras más inteligencia hay, mayor es el conocimiento de la ilicitud
del acto y mayor penalidad. 1

10. Colocando a la víctima o a su familia en grave situación económica:


i'
este es un efecto colateral que atenta contra el derecho de subsis­
tencia de cuálquier persona o familia.
11. Con empleo de materiales o artefactos explosivos para la destruc­
ción o rotura de obstáculos: estos medios en su uso generan peligro
a quienes están cerca de la ejecución del delito. Imaginemos la vo­
ladura de una puerta para poder sustraer bienes.
12. Utilizando el espectro radioeléctrico para la transmisión de seña­
les de telecomunicación ilegales: los sujetos activos manejan ope­
radoras clandestinas que sin tener la autorización estatal realizan
comunicaciones de carácter ilegal.
13. Sobre bien que constituya único medio de subsistencia o herramien­
ta de trabajo de la víctima: como ejemplo podemos poner las herra­
mientas de un agricultor.
14. Sobre vehículo automotor: la relevancia sobre este bien particular
es que es un bien mueble en el que la delincuencia ha centrado sus
esfuerzos para afectarlo. t
15. Sobre bienes que forman parte de la infraestructura o instalaciones
■•■i
de transporte de uso público, de sus equipos o elementos de segu­ ly
.

ridad, o de prestación de servicios públicos de saneamiento, elec­


tricidad, gas o telecomunicaciones: el efecto ofensivo es contra la
'íV
ciudadanía que utiliza los servicios públicos. Por ejemplo, cuando
se sustraen cables eléctricos, los efectos sobre los usuarios son in-
mediatos, como el corte de fluido eléctrico que puede áfectar a una
gran cantidad de familias conectadas alrededor del servicio afecta­
do,
16. Cuando el agente actúa en calidad de jefe, cabecilla o dirigente de
una organización destinada a perpetrar estos delitos: está demás

®®®
36
C a p ít u l o I | H u r t o

decir qüe las asociaciones para delinquir afectan la seguridad pú­


blica. í
¡

I
2.4. Justificación del quantum para el delito de hurto simple
En el acuerdo plenario se argumenta que el criterio político-criminal
que rige para el delito de hurto simple, por ser esta una conducta de mínima
lesividad y en observancia a los principios de mínima intervención y última
vatio del derecho penal, demanda que se fije un valor pecuniario mínimo con
la finalidad de diferenciarlo de una falta patrimonial. Obviamente fuera de
las agravantes.

El pleno de jueces supremos sostiene que en los hurtos cualificados se ha


ido imponiendo el criterio de abandonar la determinación de la pena, en este
y en otros delitos, a través del sistema de saltos de cuantía. Asimismo, se ha
ido abriendo paso a la técnica de cualificar el hurto ya no tanto por el valor
económico puro del objeto, pues este es muchas veces de difícil determinación
y de grandes dificultades para ser captado por el dolo^"^.

2 A L Postura en minoría en contra del acuerdo plenario

Prado Saldarriaga, juez supremo, discrepa del acuerdo mayoritario


con los siguientes argumentos:
— El art. 186 del CP no es un tipo derivado al que se concibe como
aquel que adicionan a un tipo penal básico o simplemente una cir­
cunstancia —elemento típico accidental— que califica o privilegia la
punibilidad concreta del delito, como el delito de parricidio.
— Ha sido tradición en el derecho penal nacional el distinguir la natu­
raleza jurídica de las infracciones penales consistentes en el apode-
ramiento de bienes muebles ajenos, mediante destreza y sin empleo
de violencia sobre las personas, a partir del valor económico que
aquellos poseen. • “
— Es evidente que el art. 186 del CP, por la forma en cómo está cons­
truido, no es un tipo penal derivado, sino un catálogo de circuns-

14 Q uintero O livares, Gonzalo, Comentarios a la parte especial del derecho penal, 2^ ed., Pamplona:
Aranzadi, 1999, p. 482.
i
& ® &

f 37
w ^ -

VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

tandas agravantes* Por lo tanto, no puede operar autónomamente


(como en el caso del parricidio o del homicidio por emoción vio-
lenta) ísino que está dogmática y sistemáticamente subordinado a la
existencia de un delito de hurto simple* No existe un delito de hurto
agravado, sino un delito de hurto con agravantes.
— El delito de hurto con agravantes consistirá siempre en el apode-
ramiento (mediante destreza) de un bien mueble ajeno, cuyo valor
sea superior a una remuneración mínima vital; pero que tiene que
ser cometido con la concurrencia de cualquiera de las circunstancias
agravantes específicas que se detallan en el art. 186.
— El tratar de dar autonomía operativa al art. 186, prescindiendo del
monto superior a una remuneración mínima vital, solo basándose
en razonamientos de política criminal, es un buen argumento para
una valoración de legeferenda, pero excede los límites de todo análisis
posible de lege lata, y al posibilitar efectos de mayor sanción punitiva
podrían ser expresión involuntaria de una analogía in malam partem.

Consideramos que esta respetable posición ha sido rebatida sólidamente


en el acuerdo plenario por mayoría y tiene un vacío: no aborda el carácter
pluriofensiyo del delito de hurto, expresado en las agravantes.

Podemos concluir que al ser el hurto agravado de carácter pluriofensivo,


si bien hay que acreditar la lesión al patrimonio o su puesta en peligro, no está
sujeto a la cuantía, sino a las agravantes. Para la configuración del delito de
hurto agravado no es necesario como requisito que el valor de los bienes sea
superior a una remuneración mínima vital; pues el quantum sirve básicamente
para distinguir las faltas del delito de hurto simple.

3. Derecho comparado

3.L Argentina
^ ... . .

Artículo 163.“ Se aplicará prisión de uno a seis años en los casos siguientes:
1, Cuando el hurto fuere de productos separados del suelo o de máquinas,
instrumentos de trabajo o de productos agroquímicos, fertilizantes u
otros insumos similares, dejados en el campo, o de alambres u otros
elementos de los cercos.

38
Ca p ít u l o i hurto

2. Cuando el hurto se cometiere con ocasión de un incendio, explosión,


inundación, naufragio, accidente de ferrocarril, asonada o motín o
aprovechando las facilidades provenientes de cualquier otro desastre o
conmoción pública o de un infortunio particular del damnificado.
3. Cuando se hiciere uso de ganzúa, llave falsa u otro instrumento semejante
I 4,
o de llave verdadera que hubiere sido substraída, hallada o retenida.
Cuando se perpetrare con escalamiento.
- • c,
D Cuando el hurto fuese de mercaderías u otras cosas muebles transpor-
tSu- ■ tadas por cualquier medio y se cometiere entre el momento de su carga
y el de su destino o entrega, o durante las escalas que se realizaren.

|: '• ó. Cuando el hurto fuere de vehículos dejados en la vía pública o en lugares


de acceso público.

Artículo 163 bis.- En los casos enunciados en el presente capítulo, la pena se


aumentará en un tercio en su mínimo y en su máximo cuando quien ejecutare
el delito fuere miembro integrante de las fuerzas de seguridad, policiales o
del servició penitenciario.

3.2. Alemania

§ 243.- Hurto calificado


(1) En casos especialmente graves, el hurto será castigado con pena privativa
de la libertad de tres meses hasta diez años. Un caso especialmente grave
se presenta por regla general cuando el autor.
1. Para la ejecución del hecho, cometa robo con fractura, escale, irrumpa
con una llave falsa, o con otro dispositivo no destinado para la apertura
regular en un edificio, un local de servicios o de negocios, o se mantenga
clandestino en el sitio.
2. Hurte una cosa que esté especialmente asegurada contra robo por medio
de un receptáculo cerrado u otra forma de protección.
3. Hurte profesionalmente.
4. Hurte una cosa de una iglesia, o de otro sitio o edificio que esté destinado
para el ejercicio de la religión, o que sirva para el culto religioso.
5. Hurte una cosa de importancia para la ciencia, arte o historia o para
el desarrollo técnico, que se encuentre en una colección generalmente
accesible o que esté expuesta públicamente.
6. Hurte aprovechando la indefensión de otra persona, o en un caso de
calamidad o un peligro público; o
7. Hurte un arma manual de fuego, para cüya adquisición se requiera un
permiso de acuerdo con la ley de armas, una ametralladora, metralleta,
un fusil automático o semiautomático o un arma de guerra que contenga
un explosivo en el sentido de la ley de control de armas de guerra o de
explosivos.
(2) En los casos del inc. 1, numerales 1-6, se excluye un caso especialmente
grave, cuando el hecho se refiere a una cos‘a de escaso valor.

« ®e
39
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAT. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

33. Bolivia

Hurto
Art. 326.- (Hurto). El que se apoderare ilegítimamente de una cosa mueble
ajena^ incurrirá en reclusión de un mes a tres años.
1
La pena será de reclusión de tres meses a cinco años, en casos especialmente 1
graves. Por regla un caso se considera especialmente grave cuando el delito 1
fuere cometido:
1. Con escalamiento o uso de ganzúa, llave falsa u otro instrumento
semejante, para penetrar al lugar donde se halla la cosa objeto de la
substracción.
Con ocasión de un estrago o conmoción popular.
Aprovechándose de un accidente o de un infortunio particular.
Sobre cosas de valor artístico, histórico, arqueológico o cientíñco.
Sobre las cosas que se encuentran fuera del control del dueño.
Sobré cosas de primera necesidad o destinadas a un servicio público, i
siempre que la sustracción ocasionare un quebranto a este, o una situa­
ción de desabastecimiento.
7, Sobre cosas de una iglesia o de otro edificio o local en los que se profesa
un culto religioso.
I1
3.4. Brasil
Furto quaiificado
§ 4.- A pena é de reclusáo de dois a cito anos, e multa, se o crime é cometido:
1. com destruicáo ou rompimento de obstáculo á subtragáo da coisa;
2. com abuso de confianga, ou mediante fraude, escalada ou destreza;
3. com emprego de chave falsa;
4. mediante concurso de duas ou mais pessoas.
§ 5 ~A pena é de reclusáo de trés a oito anos, se ha subtragáo for de veículo
automotor que yenha a ser transportado para outro Estado ou para o
exterior, {incluido p ela L eí N.» 9.426, de 1996) 5Á

3.5. Chile
■f
Artículo 447.- En los casos del artículo anterior podrá aplicarse la pena in­ Vi-
mediatamente superior en grado:
1. Si el hurto se cometiere por dependiente, criado o sirviente asalariado,
bien sea en la casa en que sirve o bien en aquella a que lo hubiere llevado
su amo o patrón.
2. Cuando se cometiere por obrero, oficial o aprendiz en la casa, taller p
almacén de su maestro o de la persona para quien trabaja, o por individuo
que trabaja habitualmente en la casa donde hubiere hurtado.
3. Si se cometiere por el posadero, fondista u otra persona que hospede
gentes en cosas que hubieren llevado a la pbsada o fonda.

@@
40
CAPÍTULO I HURTO

4. Cuando se cometiere por patrón o comandante de buque, lanchero,


conductor o bodeguero de tren, guarda-almacenes, carruajero, carretero
o arriqro en cosas que se hayan puesto en su buque, carro, bodega, etc.

3.6. Costa Rica


Artículo 209.- Se aplicará prisión de tres meses a tres años, si el valor de lo
sustraído no excede de cinco veces el salario base, y de uno a diez años, si
fuere mayor de esa suma, en ios siguientes casos;
í . Cuando el hurto fuere sobre cabezas de ganado mayor o menor, aves de
corral, productos o elementos que se encuentren en uso para explotación
agropecuaria,
2. Si fuere cometido aprovechando las facilidades provenientes de un
estrago, de una conmoción pública o de un infortunio particular del
damnificado. . .
3. Si se hiciere uso de ganzúa, llave falsa u otro instrumento semejante, o
de la llave verdadera que hubiere sido sustraída, hallada o retenida.
4. Si fuere de equipaje de viajeros, en cualquier ciase de vehículos o en los
estacionamientos o terminales de las empresas de transportes.
5. Si fuere de vehículos dejados en la vía pública o en lugares de acceso
público.
6. Si fuere de cosas de valor científico, artístico, cultural, de seguridad o
religioso, cuando por el lugar en que se encuentren estén destinadas al
servicio, a la utilidad o a la reverencia de un número indeterminado de
personas, o librados a la confianza pública.
7. Si fuere cometido por tres o más personas.

37. España

if Artículo
Ar 235.- El hurto será castigado con la pena de prisión de uno a tres años:
0^: ■■ ' ■
1. Cuando se sustraigan cosas de valor artístico, histórico, cultural o cien­
.■fú\ tífico.
2. Cuando se trate de cosas de primera necesidad o destinadas a un servicio
público, siempre que la sustracción ocasionare un grave quebranto a este,
'M
o una situación de desabastecimiento.
3. Cuando revista especial gravedad, atendiendo al valor de los efectos
sustraídos, o se produjeren perjuicios de especial consideración.
4. Cuando ponga a la víctima o a su familia en grave situación económica o
se haya realizado abusando de las circunstáñcías personales de la víctima.
■■'
lv■
5. Cuando se utilice a menores de catorce años para la comisión del delito.

«#e
41
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONÍO

3J , Italia

Art. 625.~'Circostanze aggravanti


La pena e’^deÜa reclusione da uno a sei anni e della multa da lire duecentomila
a due milioni: v
i
.
'.
L Se il colpevole, per commettere Ü fatto, si introduce o si trattiene in un
edificio o in un altro luogo destinato ad abitazione; i
2. Se il colpevole usa violenza sulle cose o si vale di un qualsiasi mezzo
fraudolento;
3. Se il colpevole porta indossó armi o narcotici, senza farne uso;
4. Se il fatto e’ commesso con destrezza, owero strappando la cosa di mano
o di dosso alia persona;
5. Se il fatto e' commesso da tre o piu persone, owero anche da una sola,
che sia travisata o simuli la qualita' di pubblico ufficiale o d'incaricato
di un pubblico servizio;
6. Se il fatto e' commesso sul bagaglio dei viaggiatori in ogni specie di
veicoli, nelle stazioni, negli scali o banchine, negli alberghi o in altri
esercizi, ove si somministrano cibi o bevande;
7. Se il fatto e' commesso su cose esistenti in uffici o stabilimenti pubblici,
o sottoposte a sequestro o a pignoramento, o esposte per necessita' o
per consuetudine o per destinazione alia pubblica fede, o destínate a
pubblico servizio o a pubblica utilita', difesa o reverenza;
8. Se il fatto e' commesso su tre o piu capi di bestiame raccolti in gregge o in
mandria, owero su animali bovini o equini, anche non raccolti in mandria.
Se concorrono due o piu’ delle circostanze prevedute dai numeri preceden-
ti, owero se una di tali circostanze concorre con altra fra quelle indícate i.
nell’articolo 61, la pena e' della reclusione da tre a dieci anni e della multa da
lire quattrocentomila a tre milioni.

4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 286. Hurto agravado


El agente es reprimido con pena jirívafiva de libertad no menor de tres ni
mayor de seis años si el hurto es cometido:
a. Aprovechándose de la especial situación de indefensión de la víctima.
Aprovechando o valiéndose de la oscuridad o lugar desolado.
Con ocasión de incendio, inundación, naufragio, calamidad pública o
desgracia particular del agraviado, desastres naturales u otros similares.
Mediante destreza, escalamiento, destrucción o rotura de obstáculos.
Mediante el concurso de dos o más personas.
Sobre los bienes muebles que forman el equipaje de viajero.
Sobre equipos, instrumentos, material u otros bienes esenciales para la
prestación de servicios públicos en establecimientos de salud, de arte,
ciencia o investigaciones.

® ® ®

42
Ca p ít u l o i H urto

h. Sobre bienes de valor científico o que integran el patrimonio cultural


de la Nación.
i. Sobre vehículo automotor, sus autopartes o accesorios.
j. Sobre ^ienes de valor científico o que integran el patrimonio cultural
de la Nación.
La pena privativa de libertad es no menor de cuatro ni mayor de ocho años
si el hurto es cometido:
a. En inmueble habitado. Se considera como tal al recinto o establecimiento
que constituya morada temporal o permanente de una o más personas,
aunque sé encuentren ausentes cuando el hecho tenga lugar.
b. Por un agente que actúa en calidad de integrante de una organización
criminal destinada a perpetrar estos delitos, vinculada a ella o por encargo
de la misma.
Colocando a la víctima o a su familia en grave situación económica.
Con empleo de materiales o artefactos explosivos para la destrucción o.
rotura de obstáculos.
■■■ e. Utilizando el espectro radioeléctrico para la transmisión de señales de
telecomunicación ilegales.
f. Sobre bien que constituya único medio de subsistencia o herramienta
de trabajo de la víctima, g. Sobre vehículo automotor, sus autopartes o
■ accesorios.
h. Sobre bienes que forman parte de la infraestructura o instalaciones de
transporte de uso público, de sus equipos o elementos de segundad, o de
prestación de servicios públicos de saneamiento, electricidad, telecomu­
nicaciones o de gas, petróleo crudo u otros hidrocarburos, así como sobre
bienes que forman parte de la infraestructura, instalaciones o medios de
i transporte de petróleo crudo, sus derivados u otros hidrocarburos.
ifl- i. En agravio de menores de edad, personas con discapacidad, mujeres en
estado de gestación, persona mayor de sesenta años o migrante nacional
o extranjero.
1 j* Mediante la utilización de un menor de dieciocho años.
lÉ . ■ . ■■ k. Sobre armas de fuego, municiones, granadas de guerra o explosivos de
propiedad del Estado o de servicios de seguridad privada.

IIL DECODÍFÍCACION DE SEÑAL DE SATÉLITE

1. Tipo penal
Artículo 186-A.- Dispositivos para asistir a la decodificación de señales de satélite porta­
doras de programas
El que fabrique, ensamble, modifique, importe, exporte, venda, alquile o distribuya
por otro medio un dispositivo o sistem a tangible o intangible, cuya función principal
sea asistir en la decodificación de una seña! de satélite codificada portadora de pro­
gramas, sin la autorización del distribuidor legal de dicha señal, será reprimido con
pena privativa de la libertad no menor de cuatro años ni mayor de ocho años y con

0^9
43
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

noventa a ciento ochenta días multa, [incorporado por el art; 1 de la Ley N."" 29316,
publicada e! 14 enero del 2009].
--------------------f------------------------------------------------------------ --------------------------------------^
-----------------

2. Comentado
La razón para incorporar este tipo penal —y otros— fue para facilitar
la implementación del Tratado de Libre Comercio (TLC). Se identificaron
disposiciones que deben modificarse o incorporarse en materia de propiedad
intelectual para que tenga coherencia con las obligaciones contenidas en el
APC, de tal forma que se elimine toda posibilidad de contradicción que pueda
generar confusión e inseguridad jurídica para los agentes económicos y de
inversión en el Perú^l

Es un tipo penal con nomenclatura técnica^ que guarda relación con el


Convenio sobre la Distribución de Señales Portadoras de Programas Trans­ ■|
mitidas por Satélite (en adelante, Convención de Bruselas), de 21 de mayo de
4.
1974, el cual es invocado en el TLC suscrito por Perú^^.

El art. 1 del convenio establece las siguientes definiciones:


f
i) "Señar, todo vector producido electrónicamente y apto para transportar
programas; .i-
ii) "Programa”, todo conjunto de imágenes, de sonidos, o de imágenes y
sonidos, registrados o no, e incorporado a señales destinadas finalmente -I'

1
a la distribución; ■1
iii) "Satélite”, todo dispositivo situado en el espacio extraterrestre y apto
S:
para transmitir señales;
iv) "Señal emitida”, toda señal portadora de un programa, que se dirige hacia
un satélite o pasa a través de él;
v) "Señal derivada”, toda señal obtenida por la modificación de las ca­ ■|í
racterísticas técnicas de la señal emitida haya habido o no una fijación
intermedia o más;
vi) "Organismo de origen”, la persona física o jurídica que decide qué pro*
gramas portarán las señales emitidas;
vñ) "Distribuidor”, la persona física o jurídica que decide que se efectúe la trans­ ‘T'
misión de señale^ derivadas al público en general o a cualquier parte de él; ■fe

viii) "Distribución”, toda operación con la que un distribuidor transmite


señales derivadas al público en general o a cualquier parte de él.

15 Véase la exposición de motivos de la Ley N." 29316. Recuperado de <https://bit.Iy/2UobtOF>.


Fecha de consulta: 26 de abril del 2016, ¿
16 Recuperado de <https://bitly/2UpqP4P>. Fecha de consulta: 8 de noviembre del 2018.

® @®
44
CAPÍTULO I ¡ H urto

Los Estados contratantes de la Convención de Bruselas, de conformidad


con el art. 2,1, sé obligan a adoptar todas las medidas adecuadas y necesarias
para impedir qjxe desde su territorio o dentro de él se distribuya cualquier
señal portadora de un programa por un distribuidor a quien no esté destinada
la señal, siempre que esta haya sido dirigida hacia un satélite o haya pasado
a través de uno.

El sujeto activo debe fabricar, esto es, construir desde cero un dispositi­
vo o ensamble con piezas que haya adquirido, modifique o cainbie el diseño
original, importe, que lo traiga del exterior o lo exporte, venda, alquile o
distribuya un dispositivo que puede ser tangible o virtual. La función de este
dispositivo es decodificar la señal de satélite portadora de programas sin la
autorización del titular. Por ejemplo, en nuestro país tenemos la empresa
DirecTV que trasmite programas por televisión.

El agente, con la finálidad de acceder a esos programas, realiza diversas


modalidades para decodificar la señal Las empresas que transmiten de esta
manera tampoco están a la saga para resguardar sus derechos, de allí que em­
plean metodología de encriptación de la señal, de tal forma que haga difícil
que se acceda a ella. Es un delito doloso porque el agente busca que, con el
dispositivo fabricado o ensamblado, se hurté la señal satelital. De allí que —
como hemos señalado— la Ley N.° 29316 fue para implementar el Acuerdo
de Promoción Comercial (suscrito entre Perú y Estados Unidos), y proteger
la propiedad intelectual en favor de las empresas, de allí que el tipo penal
comentado era una forma más de hurto agravado

El autor de este delito será reprimido con pena privativa de libertad no


menor de cuatro ni mayor de ocho años y con noventa a ciento ochenta días
multa. En el proyecto de ley del nuevo CP se ha disminuido la pena de tres
a seis años, y es uno de los pocos tipos penales que han ido hacia atrás en
cuanto a la sanción.

Como referencia tenemos que la Sala dé Apélaciones de Tacna confirmó


la condena de cuatro' años de pena privativa de la libertad suspendida en con­
tra de Jenny Lucía Gutiérrez Salas, quien comercializaba equipos FTA (Free
to Air, por sus siglas en inglés), que permitían la decodificación de señales

17 Exposición de motivos de la Ley N." 29316.

«^9
;s■W
■Phv 45
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO
f
de satélite sin autorización de los distribuidores^ en perjuicio de Telefónica
del Perú. La aciisada sabía que los equipos podían decodificar las señales de
canales exclusivos de Movistar TV y los vendía en locales de la galería Mi
Casa, ella vendía personalmente los mismos. Las comercializaba junto a un
equipo FTA, el cual tenía el logo de Movistar. Estos equipos FTA permiten
la retransmisión ilegal de canales de televisión por cable, como Movistar TV, s
CMD y Plus TV, sin contar con la autorización de Telefónica Multimedia y i
menos de los proveedores de contenidos internacionales, dueños de las señales
de televisión por cable.

Frente a esta actividad delictiva, los proveedores afectados han confor­


mado la Alianza Contra la Piratería de Televisión Paga en Latinoamérica, la
misma que inició sus actividades en enero del 2013 para combatir la piratería
con FTA, Entre las principales empresas están Telefónica, DirecTV, Claro, ■%.
Sky Brasil, Nagravisión, Media Networks Latin America, Discovery, ESPN, M
FOX International Channels Latin America, Turner Broadcasting System
Latin America, HBO Latin America Group y Televisa^®,

3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 632, Protección de señales satelitales encriptadas


El que recibe una señal de satélite portadora de un programa, originaria­
mente codificada, a sabiendas de que fue decodificada sin la autorización del
distribuidor legal de la señal, es reprimido con cincuenta a noventa jornadas
de prestación de servicios a la comunidad y de cincuenta a cien días multa.
|r
IV HURTO DE USO . i

1. Tipo penal f

Artículo 187 - Hurto de uso


El que sustrae un bíep mueble ajeno con el fin de hacer uso momentáneo y lo de­ t
vuelve será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de un año.

ii,

18 Recuperado de <https://bit.Iy/2YFdipj>. Fecha de consulta: 14 de mayo del 2015.

® ® ©

46
i
CAPITULO I I HURTO

2, Comentario
Es la modalidad conocida en la doctrina como hurto de uso impropio^^. Con­
siste en el apodejramiento ilegítimo de la cosa para hacer un uso momentáneo y
luego devolverlo. En el CP guatemalteco (art. 248), el sujeto activo, sin la debida
autorización, toma la cosa mueble solo con la idea de usarlo y luego lo devuelve.

Se estima como delito leve, pues la sanción no va más allá de un año. El


art. 211 del CP de; Costa Rica fija una pena aún menor de uno a cinco meses,
pero cuando es un vehículo automotor, la sanción va de seis meses a tres años.
Sin embargo, esa misma modalidad, repetida por el proyecto de ley del nuevo
CP, fija como sanción la pena de hasta dos años. No se regula el hurto de uso
agravado, como el CP de Guatemala, cuando se usa el vehículo para secues­
tro o propósitos subversivos, siendo pena de prisión de dos a cinco años, sin
perjuicio de las sanciones que correspondan al otro delito en concurso real.
En esta misma dirección, el CP de Costa Rica establece que la pena será de
prisión de uno a tres años, cuando el hurto de un vehículo fuere para cometer
otro delito, sin perjuicio de ser incriminado por el otro delito.

En España, el art. 244 del CP regula el hurto de uso concentrando la


acción típica en vehículos automotores o ciclomotor ajenos, estableciendo
criterios cuantitativos para fijar la pena. Si el valor es de 400 euros, la sanción
se basa en trabajos comunales de 31 a 90 días o multa de seis a doce meses
si lo restituyera “ directa o indirectamente-* en un plazo no superior a 48
horas. La sanción puede ser igual o mayor si es que el sujeto activo hurta el
vehículo definitivamente.

El CP peruano no contempla criterios de depreciación para efectos de


la sanción como sí lo hace el CP boliviano, el cual en el art. 32 sanciona con
trabajo de uno o seis meses, siempre que el valor del uso y del deterioro o
depreciación de la cosa fueren apreciables, a juicio del juez.

3, Derecho

3.1. Guatemala

Artículo 248.- Quien, sin la debida autorización, tomare una cosa mueble, total
o parcialmente ajena, con el solo propósito de usarla y efectuare su restitución

19 Cfr. Buompadre, Jorge E., Derecho penal, t. ii. Ciudad de Corrientes: Mario Viera, 2000, p. 45.

^^^
47
VÍCTOR JIM MY ARBÜLÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

en circunstancias que claramente lo indiquen o se dedujere de la naturaleza


del hecho, ^dejare la cosa en condiciones y lugar que permitan su fácil y pronta
recuperación, será sancionado con multa de doscientos a tres nul quetzales,
sin perjuipo de las responsabilidades resultantes de los daños causados a la
cosa. Cuando el hurto de uso se cometiere para efectuar plagio o secuestro o
con fines o propósitos subversivos, se impondrá a la responsable prisión de
dos a cinco años, sin perjuicio de las sanciones que correspondan al otro delito. '.L'

3.2. Costa Rica

Artículo 211.- Cualquiera que tome una cosa, con el único fin de hacer uso
momentáneo de ella y la restituye después sin daño alguno, será penado con
prisión de uno a cinco meses. Si lo hurtado con el fin dicho fuere un vehículo
automotor la pena será de seis meses a tres años.
La pena será de prisión de uno a tres años, cuando el hurto de un vehículo fuere
para cometer otro delito, sin perjuicio incriminación del hecho perpetrado.

3.3. España

Del robo y hurto de uso de vehículos «. ^ .1


Artículo 244.-
$ -I
t '
1. El que sustrajere o utilizare sin la debida autorización un vehículo a
motor o dclomotor ajenos, cuyo valor excediere de 400 euros, sin ánimo i
de apropiárselo, será castigado con la pena de trabajos en beneficio de la #
comunidad de 31 a 90 días o multa de seis a 12 meses si lo restituyera,
directa o indirectamente, en un plazo no superior a 48 horas, sin que
en ningún caso la pena impuesta pueda ser igual o superior a la que i
correspondería si se apropiare definitivamente del vehículo. t
Con la misma pena se castigará al que en el plazo de un año realice cuatro i
veces la acción descrita en el art. 623.3 de este Código, siempre que él i
■éi-.
montante acumulado de las infracciones sea superior al mínimo de la
referida figura del delito.
2. Si el hecho se ejecutare empleando fuerza en las cosas, la pena se aplicará m
en su mitad superior.
3. De no efectuarse la restitución en el plazo señalado, se castigará el hecho
como hurto o robo en sus respectivos casos. i
4. Si el hecho se cometiere con violencia o intimidación en las persona.s, i
se impondrán, en'todo caso, las penas del art, 242.
i


'"
ÍS
Í
3.4. Bolivia
Artículo 328." (De uso).
El que, sin derecho alguno, ni mediar mutua cpnfianza, amistad o lazos dé
próximo parentesco, tome sin intención de apropiársela una cosa ajena, la

0 ® @

48
C a p ít u l o i hurto

use y la devuelva a su dueño o la restituya a su lugar, incurrirán en prestación


de trabajo ^e uno o seis meses, siempre que el valor del uso y del deterioro o
depreciación de ia cosa fueren apreciables, a juicio del juez.
■ l
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 287. Hurto de uso El que sustrae un bien mueble ajeno con el fin de
hacer uso momentáneo y lo devuelve, directa o indirectamente, en un plazo
no superior a cuarenta y ocho horas, es reprimido con pena de prestación de
servicios a la comunidad de cincuenta y dos a ciento cuatro jornadas.

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I. ROBO

1. Tipo penal

Artículo 188.- Robo’


El que se apodera ilegítimamente de un bien mueble total o parcialmente ajeno,
para aprovecharse de él, sustrayéndolo del lugar en que se encuentra, empleando
violencia'coritra la persona-O. ámenazándoia'con.ün.peiigro inminerite para su vida
o integridad física será' reprimido con pena privativa de'libertad no menor de tres ni
mayor de ocho años. [Modificado por ía Ley N.° 27472, publicada el 5 de junio del
2001],

2. Comentario

2.1. Examen del tipo penal básico


En la doctrina se señala que el robo es una figura calificada de hurto y
se encuentra en relación de género a especie^. Se considera que es un hurto
agravado por la violencia sobre las cosas o sobre las personas^ En el CP
nacional no se admite violencia sobre las cosas, sino sobre las personas, o

Historial de robo simple


Artículo 188.” El que se apodera ilegítimamente de un bien mueble, total o parcialmente ajeno,
para aprovecharse de él, sustrayéndolo del lugar en que se encuentra, empleando violencia
contra la persona o amenazándola con un peligro inminente para su vida o integridad física
será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de seis años. (1991)
Artículo 188.” El que se apodera ilegítimamente de un mueble, total o parcialmente ajeno, para
aprovecharse de él, sustrayéndolo del lugar en que se encuentra, empleando violencia contra
la persona o amenazándola con un peligro inminente para su vida o integridad física será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de ocho años. (Modificado
por la Ley 26319, publicada el 1 de junio de 1994).
Artículo 188.” El que se apodera ilegítimamente de un bien mueble total o parcialmente ajeno,
para aprovecharse de él, sustrayéndolo del lugar en que se encuentra, empleando violencia
contra la persona 6 amenazándola con un peligro inminente para su vida o integridad física,
será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor de quince años.
(Modificado por D. Leg. N.'’ 896, publicado el 24 de mayo de 1998).
Cfr. C reus, Derecho penal Parte especial, 16.^ ed., 1.1, Buenos Aires; Astrea, 1998, p. 417.
Loe, cit.

a # 9

53
'W:.-
1

VÍCTOR JIM M Y ARBÜLÚ MARTÍNEZ j DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

aquella situación donde se amenaza su vida con un peligro inminente. La


violencia se concibe como el despliegue de energía física destinada a vencer
la resistencia de la víctima"^. Esta figura básica se va a proyectar en toda su
extensión tratándose de las agravantes que, valgan verdades, no distan mucho
de las fijadas para el hurto.
'Mi:

3. Derecho comparado I
3.L Argentina

Artículo 164.- Será reprimido con prisión de un mes a seis años, el que se
apoderare ilegítimamente de una cosa mueble, total o parcialmente ajena, con
fuerza en las cosas o con violencia física en las personas, sea que la violencia
tenga lugar antes del robó para facilitarlo, en el acto de cometerlo o después
de cometido para procurar su impunidad.

3.2. Guatemala

Robo
Artículo 251.- Quien sin la debida autorización y con violencia anterior,
simultánea o posterior a la aprehensión, tomare cosa, mueble total o parcial­
mente ajeno, será sancionado con prisión de 3 a 12 años.

3.3. Alemania

Robo con violencia o con intimidación en las personas y extorsión


§ 249.- Robo con violencia o con intimidación en las personas
1) Quien con violencia contra una persona o bajo empleo de amenaza con
actual peligro para la integridad física y la vida, se apodere de una cosa
ajena mueble en la intención de apropiársela antijurídicamente para sí
o para un tercero, será castigado con peña privativa de la libertad no
I
inferior a un año, :Í
■|
2) En casos menos graves el castigo será pena privativa de la libertad de
seis meses a cinco años.
Ir;-:

3.4. Bolivia

Artículo. 331.- (Robo), El que se apoderare de una cosa mueble ajena con
fuerza en las cosas o con violencia o intimidación en las personas, será san­
cionado con privación de libertad de uno a cinco años.

4 Ibid., p. 421.

® ®
54
C a p í t u l o II Ro bo

3.5. Brasil

Roubo I
Art. 157.-; Subtrair coisa móvel alheia, para si ou para outrem, mediante
grave amea^a ou violencia a pessoa, ou depois de havé-la, por qualquer meio,
reduzido á impossibilidade de resistencia:
Pena - reclusáo, de quatro a dez anos, e multa.
§ 1 Na mesma pena incorre quem, logo depois de subtraída a coisa, emprega
violencia contra pessoa ou grave ameaga, a fim de assegurar a impünidade
do crime ou a deten^áo da coisa para si ou para terceiro.

3.6. Italia

A rt 628.-.Rapiña
Chiunque, per procurare a se' o ad altri un ingiusto profitto, mediante violenza
alia persona o minaccia, s'impossessa della cosa mobÜe altrui, sottráendola
a chi la detiene, e' punito con la reclusione da tre a dieci anni e con la multa
da lire un milione a quattro milioni.
Alia stessa pena soggiace chi adopera violenza o minaccia immediatamente
dopó la sottrazione per assicurare a se' o ad altri il possesso della cosa sottratta,
o per procurare a se'o ad altri Timpunita.
La pena e' della reclusione da quattro anni e sei mesi a venti anni e della multa
da lire due milioni a lire sei milioni:
1. Se la violenza o minaccia e' commessa con armi, o da persona travisata,
o da piu' persone riunite;
2. Se la violenza consiste nel porre taluno in stato d'incapacita di volere o
di agire;
3. Se la violenza o minaccia e’ posta in essere da persona che fa parte
delí'associazione di cui aU'articolo 416 bis.

4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 289.- Robo


El que se a^podera de un bien mueble total o parcialmente ajeno, con ánimo
de lucro, empleando violencia 6 amenaza contra la persona, es reprimido con
pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de nueve años.

>&a
'ím 55
VÍCTOR JlM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTÓS CONTRA EL PATRIMONIO ;]

IL ROBO AGRAVADO

1. Tipo penal
í
A r tíc u lo 189.> R o b o agravad o ^

■ft'

,Vív¡
/ííí-,
Historial del delito de robo agravado
Artículo 189.- La pena será no menor de tres ni mayor de ocho años, si el robo se comete:
1. Con crueldad.
2. En casa habitada.
3. Durante la noche o en lugar desolado.
4. A mano armada.
5. Con el concurso de dos o más personas. ■M .

6. En vehículo de transporte público de pasajeros que esté prestando servicio.


7. Fingiendo ser agente de la policía, autoridad o servidor público, o mostrando orden o
mandamiento falso de autoridad. I
En los casos de concurso con delitos contra la vida, el cuerpo y la salud, la pena se aplica sin
perjuicio de otra más grave que pudiera corresponder en cada caso (1991).
Artículo 189.-
La pena será no menor de cinco ni mayor de quince años si el robo es cometido:
1. En casa habitada.
2. Durante la noche o en lugar desolado.
3. A mano armada.
4. Con el concurso de dos o más personas.
5. En vehículo de transporte público de pasajeros qtie esté prestando servicio.
6. Fingiendo ser agente de policía, autoridad o servidor público o mostrando orden o
mandamiento falso de autoridad.
Si la violencia o amenaza fuesen insignificantes, la pena podrá ser disminuida en un tercio.
La pena será no menor de diez ni mayor de veinte años si el robo es cometido:
1. Con crueldad.
2. Con empleo de armamentos, materiales o artefactos explosivos.
3. Con abuso de la incapacidad física o mental de la víctima o mediante el empleo de drogas
contra la víctima.
4. Por un agente que actúa en calidad de integrante de una organización destinada a perpetrar
estos delitos.
5. Colocando a la víctima o a su familia" en grave situación económica.
6. Sobre bienes de valor científico o que integren el Patrimonio Cultural de la Nación.
La pena será no menor de quince ni mayor de veinticinco años cuando el agente actúa en
calidad de jefe, cabecilla o dirigente de una organización destinada a perpetrar estos delitos.
En los casos de concurso cqu delitos contra la vida, el cuerpo y la salud, la pena se aplica sin
perjuicio de otra más grave que pudiera corresponder en cada caso. (Modificado por la Ley N.“
26319,publicada el 1 dejuniode 1994). .1
Artículo 189.- La peña será no menor de diez, ni mayor de veinte años, si el robo es cometido: í'
1. En casa habitada. ^1'
2. Durante la noche o en lugar desolado,
3. A manoarmada.
4. Con el concurso de dos o más personas.
5. En vehículo de transporte público de pasajeros que esté prestando servicio.

® ® ®

56
Capitulo lí Robo

6. Fingiendo ser agente de policía, autoridad o servidor público o mostrando orden o


mandamiento falso de autoridad.
Si la violencia o amenaza fuesen insignificantes, la pena podrá ser disniinuida en un tercio.
La pena será no menor de veinte ni mayor de veinticinco años, si el robo es cometido:
1. Con abuso de la incapacidad física o mental de la víctima o mediante el empleo de drogas
. contra la víctima.
2. Colocando a la víctima o a su familia en grave situación económica.
3. Sobre bienes de valor científico o que integren el Patrimonio Cultural de la Nación.
4. Por un agenté que baya sido sentenciado por terrorismo.
La pena será de cadena perpetua cuando el agente actúa en calidad de integrante de una
organización destinada a perpetrar estos delitos o con empleo de armamentos, materiales o
artefactos explosivos o con crueldad”. (Modificado por Ley N." 26630, publicada el 21 de junio
de 1996).
Artículo 189,- La pena será no menor de quince ni mayor de veinticinco años, si el robo es
cometido:
1 - En casa habitada.
2 - Durante la noche o en lugar desolado.
3. - A mano armada.
4. - Con el concurso de dos o más personas.
5. - En cualquier medio de locomoción de transporte público o privado de pasajeros o de carga.
6. - Fingiendo ser autoridad o servidor público o trabajador del sector privado o mostrando
mandamiento falso de autoridad.
7. - En agravio de menores de edad o ancianos.
8. - Cuando se cause lesiones a la integridad física o mental de la víctima.
9. - Con abuso de la incapacidad física o mental de la víctima o mediante el empleo de drogas
y/o insumos químicos o fármacos contra la víctima.
10. ” Colocando a la víctima o a su familia en grave situación económica.
1 n .- Sobre bienes de valor científico o que integren el Patrimonio Cultural de la Nación.
La pena será de cadena perpetua cuando el agente actúe en calidad de integrante de una
organización delictiva o banda, o si como consecuencia del hecho se produce la muerte de la
víctima o se le causa lesiones graves a su integridad física o mental”. (Modificado por D. Leg.
N.° 896, publicado el 24 de mayo de 1998, expedido con arreglo a la Ley N.° 26950).
Artículo 189.-
La pena será no menor de diez ni mayor de veinte años, si el robo es cometido:
1. En casa habitada.
2. Durante la noche o en lugar desolado.
3. A mano armada.
4. Con el concurso de dos o más personas.
5. En cualquier medio de locomoción de transporte público o privado de pasajeros o de carga.
6 . Fingiendo ser autorMqd o servidor público o trabajador del séctór privado O mostrando
mandamiento falso de autoridad.
7. En agravio de menores de edad o ancianos.
La pena será no menor de veinte ni mayor de veinticinco años, si el robo es cometido:
1. Cuando se cause lesiones a la integridad física o mental de la víctima.
2. Con abuso de la incapacidad física o mental de la víctima o mediante el empleo de drogas
y/o insumos químicos o fármacos contra la víctima.
3. Colocando a la víctima o a su familia en grave situación económica.
4. Sobre bienes de valor científico o que integren el Patrimonio Cultural de la Nación.

Q# Q
57
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL, PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

La pena será 4é cadena perpetua cuando el agente actúe en calidad de integrante de una
organización delictiva o banda, o si como consecuencia del hecho se produce la muerte de la
víctima o se le causa lesiones graves a su integridad física o mental (Modificado por la Ley N.“
27472, publicada el 5 de junio del 2001). Mi
Artículo 189.“
La pena será no menor de diez ni mayor de veinte años, si el robo es cometido:
1. En casa habitada. I
2. Durante la noche o en lugar desolado.
3. A mano armada.
4. Con el concurso de dos o más personas.
5. En cualquier medio de locomoción de transporte público o privado de pasajeros o de carga,
terminales terrestres, ferroviarios, lacustres y fluviales, puertos, aeropuertos, restaurantes y
afines, establecimientos de hospedaje y lugares de alojamiento, áreas naturales protegidas,
fuentes de agua mineromedicinales con fines turísticos, bienes inmuebles integrantes del
Patrimonio Cultural de la Nación y museos.
6. Fingiendo ser autoridad o servidor público o trabajador del sector privado o mostrando
mandamiento falso de autoridad.
7. En agravio de menores de edad o ancianos.
La pena será no menor de veinte ni mayor de veinticinco años, si el robo es cometido:
1. Cuando se cause lesiones a la integridad física o mental de la víctima. 'ít:■
2. Con abuso de la incapacidad física o mental de la víctima o mediante el empleo de drogas
y/o insumos químicos o fármacos contra la víctima.
3. Colocando a la víctima o a su familia en grave situación económica.
4. Sobre bienes de valor científico o que integren el Patrimonio Cultural de la Nación.
La pena será de cadena perpetua cuando el agente actúe en calidad de integrante de una
organización delictiva o banda, o si como consecuencia del hecho se produce la muerte de
la víctima o se le causa lesiones graves a su integridad física o mental”. (Por la Ley N.° 28982, f'
publicada el 3 de marzo del 2007, se modifica inciso 5 del primer párrafo)
Artículo 189.-
La pena será no menor de doce ni mayor de veinte años si el robo es cometido: ■ll
1. En casa habitada.
2. Durante la noche o en lugar desolado. I-
3. A mano armada.
4. Con el concurso de dos o más personas.
5. En cualquier medio de locomoción de transporte público o privado de pasajeros o de carga,
terminales terrestres, ferroviarios, lacustres y fluviales, puertos, aeropuertos, restaurantes y
afines, establecimientos de hospedaje y lugares de alojamiento, áreas naturales protegidas,
fuentes de agua mineromedicinales con fines turísticos, bienes inmuebles integrantes del
Patrimonio Cultural d^ la Nación y museos.
6. Fingiendo ser autoridad o servidor público o trabajador del sector privado o mostrando
mandamiento falso de autoridad.
7. En agravio de menores de edad, discapacitados, mujeres en estado de gravidez o ancianos.
8. Sobre vehículo automotor. 1
La pena será no menor de veinte ni mayor de treinta años si el robo es cometido:
1. Cuando se cause lesiones a la integridad física o mental de la víctima.
2. Con abuso de la incapacidad física o mental de la víctima o mediante el empleo de drogas,
insumos químicos o fármacos contra la víctima.

® ® ®

58
CAPÍTULO II I ROBO

La pena será no menor de doce ni mayor de veinte años sí e! robo es-cometido:


1. En inm iieble habitado.
2. Durante la noche o en lugar desolado.
3. A man¿) armada.
4. Con ei concurso de dos o más personas.
5. En cualquier medio de locom oción de transporte público o privado de pasaje­
ros o de carga, term inales terrestres, ferroviarios, lacustres y fluviales, puertos,
• aeropuertos, restaurantes y afines, establecim ientos de hospedaje y tugares de-
alojamiento, áreas naturales protegidas, fuentes de agua m inero-m edicinales
con fines turísticos, bienes inmuebles integrantes del Patrimonio Cultural de la
Nación y museos.
6. Fingiendo ser autoridad o servidor público o trabajador del sector privado o
mostrando mandam iento falso de autoridad.
7. En agravio de menores de edad, personas con discapacidad, mujeres en estado
■de gravidez o adulto mayor.
Sobre vehículo automotor, sus aufopartes o accesorios.
La pena será no menor de, veinte ni mayor de treinta años si el robo es cometido:
1. Cuando se cause lesiones a la integridad física o mental de la víctima.
2. Con abuso de la incapacidad física o mental de la víctima o mediante el empleo
de drogas, insum os quím icos o fárm acos contra la víctima.
3. Colocando a la víctim a o a su familia en grave situación económica.
4. Sobre bienes de valor científico o que integren el Patrimonio Cultural de la Na­
ción. [Modificado por la Ley H ° 30076, publicada el 19 de agosto del 2013].
La pena será de cadena perpetua cuando el agente actúe en calidad de integrante
de una organización criminal, o si, com o consecuencia del hecho, se produce la
muerte de la víctima o se le causa lesiones graves a su integridad física o menta!.
[Modificado por la Ley N.“ 30077, publicada el 20 de agosto de! 2013].

2. Comentario

2.L Alcances típicos de las agravantes del robo


En ei robo agravado el bien jurídico protegido es el patrimonio y el objeto
de la acción son los bienes muebles. El sujeto pasivo del delito es quien tiene
la relación directa con el objeto de la acción del robo, y, además, quien posee
la titularidad legal o la adquisición por algún derecho real. Los sujetos activos
■■ ............................................... .

quienes dirigen su comportamiento a menoscabar ei patrimonio son los que

3. Colocando a la víctima o a su familia en grave situación económica.


4. Sobre bienes de valor científico o que integren el Patrimonio Cultural de la Nación,
La pena será de cadena perpetua cuando el agente actúe en calidad de integrante de una
organización delictiva o banda, o si, como consecuencia del hecho,, se produce la muerte de la
víctima o se le causa lesiones graves a su integridad fí&ica o mental. (Modificado por la Ley N.“
29407, publicada ell8 de setiembre del 2009).

59
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEÚTOS CONTRA EL PATRIMONIO

se apoderaron de bienes muebles ajenos logrando sustraerlo de la esfera de


disposición de los agraviados para aprovechar su valor económico, cuyo objeto
material del delito son los bienes muebles. El medio empleado es la Violencia”
y la “amenaza”. Si la finalidad en específico es patrimonial, tenemos que los
medios elevan el grado de reprochabilidad de estos comportamientos, puesto
que atenían contra la salud e integridad física de los agraviados directos, de
allí que, á diferencia del hurto, este es un delito pluriofensivo, donde la vida 1
o la salud de la víctima también se ponen en riesgo.

Desde el aspecto subjetivo tenemos que es un delito doloso, pues el agente


busca sustraer bienes muebles para trasladarlo a su esfera de dominio em­
pleando violencia o amenaza. Este delito es uno de ios de mayor incidencia
en nuestro país, lo que ha motivado que desde la política criminal se hayan
establecidos figuras agravadas y una legislación frondosa que ha terminado
por desfigurar nuestro CP, más aún cuando se emplea la regla de aplicación
de la ley vigente en el momento del suceso delictivo.

La última modificación, a partir de la Ley N.° 30077, Ley Contra el Crimen


Organizado, ha mantenido, desde el 2009, la pena mínima de doce y máxima
de veinte años si el robo es cometido en las siguientes circunstancias;
1. En inmueble habitado: si desde el hurto decíamos que esta agravante
presenta un peligro potencial para las víctimas, en estas circunstan­
cias este se eleva, ya que el robo es intrínsecamente violento o bajo
amenaza, y el radio de acción con estos medios comisivos, así como
la pluralidad de víctimas, aumenta sobremanera.
2. Durante la noche o en lugar desolado: el delincuente busca el cobijo
de la noche o un lugar desolado para poder arremeter contra la vícti­
ma. Cuando se traslada al dominio de los bienes de la víctima hay un
acto directo de desposesión, pero también tenemos que la víctima,
ante la amenaza, entrega los bienes a su atacante. En este caso tene­
mos que la víctirpta no hace entrega voluntaria, sino que es obligada
a la entrega. Hay una postura no compartida por nosotros y es que,
en estos casos, si la víctima entrega el bien, no hay sustracción de
parte del agente, sino una entrega por medio de amenaza, por ende,
en vez de ser delito de robo, estamos ante un delito de coacción. Este
deviene do una interpretación literal de la norma, porque, al decir
sustracción, el único que puede hacerlo sería el agente; sin embargo,

0 @ ^

60
CAPITULO II ROBO

esta interpretación es limitada, ya que estaríamos ante una sustrac­


ción indirecta, dado que la voluntad de la víctima está viciada.
3. A mano' armada: el uso de arma es recurrente en este tipo de delito;
no obstante, hay que tener en cuenta que a veces los delincuentes
emplean armas de fogueo o juguete para intimidar a sus víctimas; y
que, en caso de ser empleados, no habría ninguna posibilidad de cau­
sar daño; entonces, sin dejar de ser robo por amenaza, estaría fuera
de la agravante,
4. Con el concurso de dos o más personas: la pluralidad de agentes im-
plica una suma de esfuerzos para el propósito común de sustraer
bienes, lo que aumenta el potencial de los coautores en cuanto a la
posibilidad de éxito y, además, de vulnerabilidad en proporción in-
versa de la víctima. En la casuística tenemos que, de lá pluralidad de
agentes, a veces solo es identificado uno y otros no, de tal forma que
en el procesamiento solo se dirige la acción contra el identificado.
Esto ha llevado a algunos jueces a afirmar que debido a que la acción
es dirigida contra uno, y no contra todos los identificados, esto eli-
mina la pluralidad de agentes, lo que no se condice con la realidad
porque la prueba señala la participación de una pluralidad.
5. En cualquier medio de locomoción de transporte público o privado
de pasajeros o de carga: los medios de locomoción donde existe un
agolpamiento importante de personas, sean vehículos, terminales
u ómnibus, se han convertido en el blanco de los delincuentes, así
como los asaltos a restaurantes y hoteles. Los niveles de lesividad
son potencialmente altos, pues muchas vidas pueden correr peligro,
tal como ha sucedido en la práctica y ha sido documentado por la
prensa. Se han incorporado áreas naturales, fuentes y bienes inte­
grantes del patrimonio, lo que puede entenderse como zona de aglo­
meración de personas como víctimas potenciales para poder enten­
der racionalmente la agravante.
6. Fingiendo ser autoridad, servidor público, trabajador del sector pri­
vado o mostrando mandamiento falso de autoridad: el fingimiento
de ser autoridad, como efectivos policiales, servidor, trabajador o
usando mandato falso es una suerte de camuflaje para que el agente
genere una confianza de la víctima para luego proceder a ejercitar la
1í'' violencia o amenaza y sustraer los bienes.
#
0 ® o

61
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

7. En agravio de menores de edad, personas con discapacidad, mujeres


en estado de gravidez o adulto mayor: la condición de vulnerabili­
dad de las personas, debido a su edad o estado físico, embarazo o an­
cianidad, es aprovechada por el agresor de tal forma que se doblegue
con menos dificultad al sujeto pasivo. En la casuística tenemos que I:
son los menores los que se convierten en las mayores víctimas del 1'
delito de robo.
8. Sobre vehículo automotor, sus autopartes o accesorios: los vehícu­
los, autopartes o accesorios como objetos de la acción típica se han
convertido en el centro de atención de los delincuentes. Se han for­
mado organizaciones criminales para el robo de vehículos que ha
provocado un sin número de víctimas; además de un circuito cri­
minal de receptadores que se integran a la cadena de distribución o
colocación en el mercado informal de estos bienes.
i

.ÍV
A
La pena será no menor de veinte ni mayor de treinta años cuando res­
ponda a la gravedad de estos supuestos:
1. Cuando se cause lesiones a la integridad física o mental de la vícti-
ma: el uso de la violencia o amenaza -elem entos típicos del ro b o -
pueden ocasionar daños físicos y mentales. Las delimitaciones de la
clase de lesiones han sido realizadas por interpretación de la Corte
Suprema, sistematizándola con el delito de lesiones del CP.
2. Con abuso de la incapacidad física o mental de la víctima o mediante
el empleo de drogas, insumos químicos o fármacos en contra de ella:
el delincuente se aprovecha de un estado de discapacidad prexisten-
te en la víctima y emplea drogas o fármacos para doblegar la volun­
tad de la misma, sin perjuicio del uso de violencia o amenaza.
3. Colocando a la víctima o a su fámilia en grave situación económica:
esta agravante va a depender de que se pruebe que la situación críti­
ca en la que queda la víctima es provocada inmediatamente después
del robo. Aquí nós encontramos ante una consecuencia, esto es, de
un hecho posterior, un resultado como producto del robo.
4. Sobre bienes de valor científico o que integren el Patrimonio Cultural
de la Nación: como hemos visto, en el delito de hurto se tiene que
probar que los bienes sustraídos corresponden al Patrimonio Cultu­
ral de la Nación, y, además, atendiendo al principio de legalidad, este
® ® ©

62
C A P fru L o n IROBO

patrimonio, respecto de su determinación, debe cumplir los pará­


metros fijados por leyes especiales.

La pena se p de cadena perpetua cuando el agente actúe en calidad de


integrante de una organización criminal, o si como consecuencia del hecho,
se produce la muerte de la víctima o se le causa lesiones graves a su integridad
física o mental

La sanción más grave es la pena intemporal de cadena perpetua. Esto se da


en una situación de pertenencia del agente en una organización criminal, cuya
estructura debe ser claramente acreditada, pues, de lo contrario, se le podría
dar una pena desproporcionada, por lo que se debe tener un tratamiento pro­
batorio acucioso. Otro supuesto es cuando se produce la muerte de la víctima
como resultado de la acción del robo, pues aquí estamos ante la afectación del
patrimonio y del bien más relevante: la vida. El supuesto de lesiones graves
debe ser sistematizado en el delito de esta naturaleza, establecido en el a rt
121 del CP. Un primer dato es que la atención facultativa de la víctima sea
mayor a los treinta días para que se estime como grave. La afectación mental
grave debe ser determinado mediante peritaje. El daño emocional debe ser
un efecto directo del delito de robo.

2.2, Delito de robo. Pluralidad de agentes en la jurisprudencia suprema


Las organizaciones criminales —conforme lo señala P rado Saldarria-
GA^—tienen varias notas, como la permanencia^ dado que la vigencia operativa
de la organización criminal es indeterminada, esto es, que tiene su génesis,
pero no su fin. Sin embargo, esta destrucción puede realizarse, básicamente,
cuando los líderes pierden vigencia y la organización se desarticula, o cuando
esta proviene de la propia labor policial, fiscal y judicial, como los carteles
de drogas. Otro carácter es la estructurá que le da cohesión a la organización
criminal, la cual le permite ordenar sus actividades. La estructura puede ser
rígida o flexible, vertical u horizontal, cerrada o abierta, pero tiene confi­
gurado un sistema de roles, mandos, funciones y jerarquías, distribuyendo
responsabilidades estratégicas.

6 P rado Sáldarriaga, Víctor, Criminalidad organizada^Lima; Memsa, 2006, p. 45.

^^0
63
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTINEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

En estructuras criminales, como las mafias, podemos ver que ellas se


compartimentah y tienen unidades que ven la parte operativa, la logística,
la captación de nuevos miembros, así como la parte pública o legal, que es la
que realiza los ^trabajos más crueles como asesinatos y secuestros. En suma,
estas estructuras asignan roles y están dirigidas por un liderazgo individual i;:--'

o colectivo. *
1
La organización criminal planifica la ejecución de sus actividades o de
su proyecto criminal, por ejemplo, al hacer un embarque de drogas por una
organización dedicada al tráfico de drogas desarrolla varias actividades, como
buscar los proveedores, si es que no son los productores directos; las empresas
que les servirán de caretas, si se transportará por tierra, por vía aérea o por
mar; los contactos en el exterior; los costos de la operación, esto es, cuánto se
va a invertir; los riesgos; los planes de contingencia; la cubierta legal, etc. Es
decir, se establece toda una planeación a efectos de que el objetivo estratégico ■1 ¥
de obtener rentas de las actividades ilícitas sea resultado de una organización ■jg■
y planeamiento meticuloso.
I
La organización posee redes de protección, y tiene que ver con el poder Tí-4
-1
económico que poseen las mafias para poder controlar, mediante la corrup­
ción, toda una red que le permite proteger sus actividades; que va desde captar íi'
policías, funcionarios y medios hasta magistrados. Además, puede hacerlo
niediante el soborno o la extorsión contra quien se niegue a proteger sus
1
actividades, o por lo menos a pasar por alto sus actividades criminales. Otro
carácter, siguiendo a Prado Saldarriaga, es la movilidad internacional. La
■'fe:
organización criminal se globaliza, puesto que, por ejemplo, en el caso de sus |.
mercancías ilícitas, como la cocaína producida en Colombia, son negociadas ■

I
-ígji-
en Europa o los Estados Unidos, lugares donde están sus potenciales clientes,
en consecuencia, adquieren como rasgo la capacidad de movilizarse inter­ 1
nacionalmente en la búsqueda de mercados que favorezcan sus actividades 1
I
criminales. Otro aspecto es que tienen fuentes de apoyo, es decir, un soporte v
\

Jg.
técnico, logístico y socfaE, Además, poseen un leitmotiv de sus actividades
que es la finalidad lucrativa.

En el Perú, como manifestaciones de organizaciones criminales, tene­


mos las bandas de secuestradores o roba bancos; por ejemplo, el caso de los

7 P rado Saldarriaga, Criminalidad organizada, ob. cit., p. 48.

64
CAPÍTULO II ROBO

denominados Destructores, que tenían una estructura criminal conformada


ñor una mezcla explosiva de delincuentes, policías retirados por razones dis-
* i f y <1“ p - » » -= >»«<»««■
(explosivos y armas). Actualmente, se tiene a las organizaciones denominadas
“marcas”, dedicadas al robo, mediante ataque sorpresa a personas que circulan
con fuertes sumas de dinero.

La jurisprudencia peruana ha establecido, como una pauta para inferir


que se está ante una organización criminal, la existencia de una pluralidad
de ilícitos en los que han participado los imputados, tal como se advierte en
la ejecutoria del R. N. N : 4198-20041

Otros elementos adicionales —para poder concluir que se trata de una


organización criminal— se pueden extraer de la ejecutoria suprema en el R. N.
N.“ 1340-2005^ como la cantidad de delitos perpetrados, la misma lógica de
planificación y ejecución, el número de personas participantes en los mismos
y el rol que cada imputado desempeñaba.

En la Ejecutoria Suprema R N. N.° 1024-2005^® se señala que para


formarse convicción de que se está ante una banda se deben tomar como
medios de prueba los testimonios de los coacusados que sindican a uno de
ellos como cabecilla de la banda, quien es el que repartió las armas y quien,
en la ejecución del delito, disparó contra una periodista. Además, se refuerza
con la declaración de los agraviados que indican que el acusado es jefe de la
banda denominada Los Muñecos, y que había estado pagando para que no
lo sindicaran. Pese a que hubo retractaciones en el juicio oral, el colegiado
—asumiendo la jurisprudencia vinculante aplicada en la Resolución N.“ 3044-
2004^^— les dio mayor validez a las versiones aportadas en la instrucción. El
fallo fue la condena a cadena perpetua para el encausado. Aquí se advierte
un importante medio de prueba para probar la existencia de la organización,
como es la delación que hace un integrante de ella, cuya motivación es obtener
un trato benigno por sus juzgadores.

8 C orte Suprema de J usticia de la República , R. K N / 4198- 2004, Lima: 13 de julio del 20Ó5.
9 C orte Suprema de J usticia de la República , R. N . N / 1340-2005, Lima; 6 de julio del 2005.
10 C orte Suprema de J usticia de la República , R N . N2 1024- 2005, Lima: 7 de junio del 2005.
11 Corte Suprema de J usticia de la República , R N .<N 2 3044-2004, Lima: 1 de diciembre del
2004.

® 0
65
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ j DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA a PATRIMONIO

En el Acuerdo Plenario N / 8-2007/CJ-l 16^^ los jueces supremos en lo


penal hacen una distinción con respecto a la pluralidad de personas que par­
ticipan en un robo, y que alude al art, 189.4 del CP, esto es, el concurso de dos I
o más personas ¿on la agravante establecida en el último párrafo del artículo
acotado, y que establece como pauta que la agravante del inc. 4 se interpreta
como la participación circunstancial y no permanente de uno o más individuos
en la comisión del delito. Distinta a la descripción de la conducta prohibida
del último párrafo del art. 189, donde se señala lo siguiente:

i
La pena será de cadena perpetua cuando el agente actúe en calidad de inte- M
grante de una organización delictiva o banda, o si, como consecuencia del
hecho, se produce la muerte de la víctima o se le causa lesiones graves a su
integridad física o mental íS,
Éii
'■A
s
Entonces, podemos concluir que no se debe confundir "pluralidad de
personas” con "organización criminal”. Puede existir pluralidad, pero no i
organización. En esta última siempre hay pluralidad de personas, pero como
agravante se aplica a aquellos que forman parte de estructuras criminales que
tienen como rasgo distintivo su permanencia en el tiempo y una jerarquía.
Tiene sentido esta distinción porque la penalidad es diferente, ya que la agra­ i.
vante como organización criminal implica la posibilidad de poder aplicar la í:íív
-■i;-;-..

cadena perpetua como pena.


■ A:.-

2.3. Delito de robo y hom icidio calificado. Criterios para diferenciar el i


asesinato por conexión con otro delito del robo con muerte subsecuente I-
o concurrente 1
■T:;:
En la Ejecutoria Suprema R. N. N.° 3932-2004^^ la Sala Suprema se plan­ 1
Ai
tea dos problemas: el primero es el de determinar en qué momento se consuma
el delito de robo agravado; y, el segundo, conocer la naturaleza de la violencia
ejercida con posterioridad a la consumación del mencionado delito. Sobre
el primero, se tiene que el delito de robo se consumá con el apodéramiento
del objeto mueble, aunque sea por un breve lapso, y que antes de este hecho i
0

m
'

m
.

12 C orte Suprema de J usticia de la República , Acuerdo Plenario JV. “ 8-2007/CJ-116, Lima: 16 de ■íf
noviembre del 2002.
13 C orte Suprema de J usticia de la República , K N, NA 3932-2004 Amazonas, Lima: 17 de
febrero del 2005.

• ••
66
CAPtruLo n IROBO

se tiene que haber empleado violencia o grave amenaza. Dando respuesta


al segundo problema, se establece que, si la violencia se ejercita después de
consumado el róbo y se causa la muerte de la víctima, la conducta del agente
puede encuadrarse en dos conductas típicas: la de lesiones preterintenciona-^
les o la de homicidio doloso, produciéndose, en consecuencia, un concurso
real de delitos. Ahora, si la muerte la ocasionó el sujeto activo para facilitar la
consumación del robo u ocultarlo o impedir su detención, entonces estamos
ante el tipo penal de homicidio calificado.

2.4. Delito de robo agravado


La Corte Suprema en el R. N. N.'* 2378-04^'^ establece la siguiente defi­
nición del delito de robo: "Es un delito complejo o pluriofensivo, donde el
bien jurídico protegido es el patrimonio, pero, además, ía vida y la integridad
física de las personas".

En el R. N. N7 1565-2005^^ se precisan los siguientes contornos del tipo


penal de robo:

[E]n el delito de robo se transgreden bienes de tan heterogénea naturaleza


como la libertad, la integridad física, la vida, el patrimonio, entre otros bienes
jurídicos, lo que hace de este injusto penal un delito complejo, siendo un
conglomerado de elementos típicos, en el que sus componentes aparecen
tan indisolublemente vinculados entre sí, formando un todo homogéneo
indestructible, cuya separación parcial daría lugar a la destrucción del tipo.

Se hace necesario establecer un marco conceptual de los momentos de


ejecución del delito, para luego entrar de lleno a este criterio de la sentencia
comentada respecto al momento consumativo del delito de robo. J im é n e z de
A súa , citado por Amado E z a in e , señala que el delito se perfecciona cuando el
delincuente realizó la lesión jurídica que resolvió ejecutar a voluntad y esto
se consuma. Se entiende la consumación cuando se han realizado todos los
elementos de tipo penat. Asimismo, agatamíenía, según E z a in e C h á v ez ^^ es
el grado posterior a la consumación y, por tanto, posterior a la ejecución de
esta. Con el agotamiento se logra el propósito ulterior que perseguía el agente.

14 C orte Suprema de J usticia de la R epública , R. N. N," 2378-04 lea, Lima: 7 de febrero del 2005.
15 C orte Suprema de J usticia de la R epública , JL N. Pf/ 1565-2005, Lima: 27 de juaio del 2005.
16 E zaine C hávez, Amado, Diccionaño de derecho penal, 1.1, 37 ed., Lima: AFA, 1999, p. 103 y 104.

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67
■ j'gt

VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

Doctrinariamente fue expuesto por F a r a n d a , B a r s a n t i y C a r r a r a *En con­


clusión, el acto dé disposición no constituye un nuevo delito, sino simplemente
el agotamiento de este. Por ejemplo, vender la cosa robada,
/
El elemento relevante en el delito de robo es que hay violencia o ame­
naza contra la vida de la víctima y, entonces, esto debe tomarse en cuenta al
momento de adoptar una decisión. Supuestamente la tentativa, en el aspecto
de lesividad, es menor al de la consumación.

En el R. N. N.*" 3418-2003^^ se establece que el delito no es robo consu­


mado sino en grado de tentativa, debido a que el sujeto activo no ha tenido la
disponibilidad de la cosa. En ese sentido, se indica lo siguiente: i:

[Q]ue, por otro lado, la Sala Penal calificó los hechos como delito consumado
de robo agravado, empero este solo quedó en grado de tentativa en la medida
que el imputado fue capturado cuando trataba de huir con la bicicleta sustraí­
,1
I
,

da, de suerte que en el curso de esa huida no tuvo un mínimo de disponibilidad


sobre el bien sustraído^l
■i
La Ejecutoria Suprema R, N. N.° 1142-2004^^ señala respecto a la con­ i
ígí- 4
sumación, lo siguiente: i
■ Ir
»
[E]l delito de robo agravado requiere para su consumación que el sujeto activo
se apodere mediante violencia o amenaza de un bien mueble total o parcial­ 1
W.
mente, privando al titular del bien jurídico del ejercicio de sus derechos de ■1
custodia o posesión, asumiendo de hecho la posibilidad objetiva de realizar
actos de disposición.
I
I
La Corte Suprema reconoce en el K N. N.'" 3532-2003^° que se está ante
1
tentativa acabada cuando el imputado y sus demás coimputados huyen al notar
la presencia policial, cuando ya tenían reducida a la víctima y se aprestaban a
1
sustraerle sus pertenencias, pero son capturados inmediatamente.

17 C orte Suprema de J usticia de la República, R. N. JV.“3418-2003 Callao, Lima: 13 de mayo del t


2004. ¿Sy.'-

18 Citan a Vives Antón, Tomas. Derecho penal Parte especial, 32 ed., Valencia: Tirant Lo Blanch,
I:
•'íí-
1990, p. 806.
19 C orte Suprema de J usticia de la República, H N . N 2 U 42-2004, Lima: 10 de junio del 2004.
20 Corte Suprema de J usticia de la República, R. N. N. "<3532-2003 Sultana, Lima: 29 de abril del
2004.

@@@
68
Ca p ít u l o n | robo

En el delito de robo agravado puede condenarse al imputado aun cuando


xio se le haya encentrado en su poder el bien sustraído, presumiéndose que
este pudo haberle deshecho de él o entregado a otro. Así señala en el R. N.
N / 76-2005^^:

[L]a preexistencia del bien se tiene por acreditada dada la forma y circunstan­
cia en que se desarrollaron los hechos, y por tratarse de un bien de escaso valor
y de utilización masiva, como es un teléfono celular, cuya no recuperación
se fundamente razonablemente en el hecho que medió un lapso de tiempo,
aunque corto, entre la ejecución del delito y la detención, por lo que es de es­
timar que muy bien pudo ser ocultado o que el otro individuo pudo llevárselo.

2,5. Delito de robo agravado y homicidio calificado


En el R. N. N.“ 2916-2006“ se indica, respecto del homicidio calificado
con gran crueldad, lo siguiente:
[E]l delito de asesinato en la modalidad de gran crueldad cuyo fundamento
radica en la tendencia interna intensificada del agente al momento.de ac­
tuar, de causar a la víctima, mediante la intensidad o duración de la acción,
dolores físicos o psíquicos de tal magnitud que demuestre un alto grado de
insensibilidad; que, en efecto, el ataque simultaneo y concertado de varios
; individuos premunidos de armas blancas, con las que infirieron a la víctima
dieciséis heridas punzo cortantes en diferentes partes del cuerpo —no solo
en el tórax, sino en las extremidades inferiores y superiores y en el cuello— e
incluso la atacaron arrojándole un ladrillo en la cabeza, revela no solo una
voluntad homicida directa, sino un ánimo concurrente de hacer sufrirla con
claro desprecio al dolor humano

La Ejecutoria Suprema N.^ 1020-2006^^ hace la distinción entre homi­


cidio calificado con gran crueldad y aquel que se produce con la agravante
de alevosía. Sin embargo, es de precisar que incluye en el delito de homicidio
calificado el trato inhumano previo a la muerte de la víctima, que es propio
de la gran crueldad con el placer, que es otra agravante contemplada en el
aft. 108^1. Es decir, pueáhhaber gran crueldad, pero el agente iió ñécésária-

21 C orte Suprema de J usticia de la República , R.N .N .”76-2005, Lima: 22 de febrero del 2005.
22 C orte Suprema de J usticia de la R epública , R. N. N7 2916-2006, Lima: 3 de noviembre del
2006,
23 C orte Suprema de J usticia de la R epública , R. N. N7 1020-2006 Amazonas, Lima: 9 de
noviembre del 2006.

^ o @
• L fe .-
69
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELTIOS CONTRA EL PATRIMONIO -I-:
■as'
mente goza con ese sufrimiento. En cuanto a la alevosía, esta se sustenta en la
fórmula de obrar a traidón^"^ y sobre seguro, entendiéndose como íraídón al
aprovechamiento de la indefensión de la víctima y sobre seguro a la intención
del agente de ¿brar sin riesgo para él. Asimismo, se señala lo siguiente:

Que, teniendo en cuenta forma, modo y circunstancias como se produjeron


los hechos, no cabe invocar la concurrencia de las agravantes de gran crueldad
o alevosía, pues para afirmar la primera se requiere que la muerte se haya
causado por un acto cruel e inhumano, siendo el rasgo central el sentimiento
de placer, que acompaña la sensación de sufrimiento ajeno, mientras que la
segunda agravante se verifica cuando la agresión se perpetra de manera tal
que se elimine la posibÜidad de defensa del agredido, lo que lleva como con­
secuencia inseparable, la inexistencia de riesgo para el atacante que pudiera
proceder del comportamiento defensivo de la víctima; que, por consiguiente,
la conducta imputada a los encausados tipifica el delito de homicidio simple V'
y no el de homicidio calificado, por lo que es del caso desvincularse de esa
tipificación y condenarlos por el delito de homicidio simple.

En la Ejecutoria Suprema N / 2378-04^^ (íca, 7 de febrero del 2005) se


fundamenta el motivo por el cual la pluralidad de persona es considerada como
agravante. En esta misma ejecutoria se indica que se debe a que se incrementa
el poder ofensivo de la agresión y se potencia la indefensión de la víctima,
elevando de esta manera el peligro de un daño sobre su vida o salud. Además,
:S
realiza una diferencia con el hurto de la siguiente forma: ;|L
s
V:
M.
[E]s importante precisar que, si bien el delito de robo y el delito de hurto
coinciden en sus elementos típicos básicos, en tanto la acción típica y la
1
consumación se relacionan con el apoderamiento de un bien mueble ajeno,
la principal diferencia entre ambos ilícitos radica en que en el robo para el
apoderamiento el sujeto activo emplea violencia contra la persona —vis
absoluta— o la amenaza con un peligro inminente para la vida o integridad
física de la misma —vis compulsiva—. ,

En el R. N. N.'’ 3055-2004^^ se hace una distinción entre robo y homici­


dio, en el sentido que, sf"q.sto último se hizo para consumar el robo, no puede

24 E zaine C hávez, Diccionario de derecho penal, ob. cit, p. 146.


25 C orte Suprema de J usticia de la República , R. N. N" 2378-04lea, Lima: 7 de febrero del 2005.
26 C orte Suprema de J usticia de la República , R ,N .W 3055-2004Loreto, Lima: 12 de enero del
2005.

70
C a p í t u l o II | Robo

considerarse como un tipo penal independiente. Al respecto, se señala lo


siguiente: i
t , ' ’
Que, en el ¿elito de robo agravado se atacan bienes jurídicos de heterogénea
naturaleza como la libertad, la integridad física, la vida y el patrimonio, lo
que hace de él un delito completo; que en el presente caso, el fallecimiento
de los agraviados han sido fruto de la resistencia puesta de manifiesto por
estos para evitar el robo, por lo que no se puede considerar el homicidio como
una infracción independiente, en tanto en el proceso que nos ocupa este se
erige como delito medio para llegar al delito fin; pues los propios procesados
en sus respectivas declaraciones señalan que dispararon a los agraviados al
poner estos resistencia.

En la Sentencia Vinculante R. N. N.” 3932-2004^" se señala, respecto a la


violencia ejercida durante el delito de robo, lo siguiente:

Cuando la violencia es ejercida con posterioridad ala consumación del hecho


punible y se cause la muerte de la víctima, la conducta del agresor habría que­
dado circunscrita a un resultado preterintencional o a un delito contra la vida,
el cuerpo y la salud —homicidio doloso—, produciéndose aquí un concurso
real de delitos, esto es, la presencia de dos ilícitos calificándolos cada uno de
ellos como hechos independientes. Que, sin embargo, si la muerte la ocasionó
el agente para facilitar la consumación del robo o para ocultar su realización
o impedir su detención, tal acción homicida constituirá delito de asesinato^^

En el raciocinio tenemos que, si el agente causó la muerte de la víctima


posterior a la consumación del delito en la modalidad más allá de la intención
o contra la vida el cuerpo y la salud, estos se califican como hechos punibles
independientes. Sin embargo, si se hizo para facilitar el delito de robo, este
será un homicidio calificado. Respecto al primer supuesto, se podría encua­
drar en el delito de homicidio simple conforme al art. 106 del CP, que impone
como pena de 6 a 20 años de pena privativa de libertad. Si fuese posterior,
sería homicidio calificado, cuya penalidad es no menor de 15 años de pena
privativa de libertad; mientras que con el criterio vinculante de la Ejecutoria

27 C orte Suprema de J usticia de la República, R K N / 3932-2004 Amazonas, Lima: 17 de


febrero del 2005.
28 Vid. H urtado Pozo,José, Manual de derecho penal. Parte especial L Homicidio, Lima: Juris, 1995, pp,
59 y 60.

e ®•
71
VÍCTOR JIM MY ARBÜLÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

Suprema R, N. N f 2860“2006^^ tenemos que la pena máxima sería de 35 años.


Sin embargo, existe un vacío en esta ejecutoria vinculante, puesto que tenemos
que el delito de robo con la agravante de muerte tiene como pena la cadena
%
perpetua. En esá misma línea, se señala lo siguiente: ■.X:’

La pena será de cadena perpetua cuando el agente actúe en calidad de inte­


grante de una organización delictiva o banda, o si, como consecuencia del
hecho, se produce la muerte de la víctima o se le causa lesiones graves a su
integridad física o mental [Modificado por la Ley N.^ 28982, publicada el 3
de marzo del 2007],

Asimismo, se contemplaba en la versión anterior del mismo,artículo lo


siguiente:

La pena será de cadena perpetua cuando el agente actúe en calidad de inte­


grante de una organización delictiva o banda, o si, como consecuencia del
hecho, se produce la muerte de la víctima o se le causa lesiones graves a su
integridad física o mental. [Modificado por la Ley N." 27472, publicada el 5
de junio del 2007],

En cuanto a! momento de consumación, el criterio de la Ejecutoria


Suprema N,*" 3932-2004 fue cuestionado por el R, N, N.° 102-2005^^, por lo
que se convocó a un pleno jurisdiccional que dictó el Acuerdo Plenario N,'’
1-2005/DJ-301-A, el 30 de septiembre del 2005,

En conclusión, consideramos que hay un vacío en el precedente en cuanto


a explicar el porqué de las diferencias entre las penas del delito de asesinato y
del delito de robo seguido de muerte o lesión grave, pese a que hay afectación
de la vida y la integridad personal en ambos, Al parecer, el legislador para la
determinación legal de la pena no ha seguido criterios de razonabilidad y
proporcionalidad.

2.6. Consumación del delito de robo


■ ■ ■

La Ejecutoria Suprenia R, N, N.'* 102-2005^^ versó sobre el momento


consumativo del delito de robo, y en ella se establece que la consumación se da

29 C orte Suprema de Ju sticia de la República , H K N . " 2860-2006, Lima: 25 de junio del 2007.
30 C orte Suprema de Ju sticia de la R epública , H N. N." 102-2005, Lima: 11 de abril del 2005.
31 C orte Suprema de Justicia de la República , R. N. N." 102-2005, Lima: 11 de abril del 2005.

®®^
12
C a p ít u l o l í Robo

cuando el agente íiene la facilidad de disposición del bien, por lo que se indica
que cuando el agente es detenido en flagrancia con el bien objeto del robo
00 se está ante i|n delito de robo consumado, sino ante un delito de robo en
grado de tentativa. En virtud de ello, se razona lo siguiente en esta ejecutoria:

[L]a Segunda Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de la República al


decidir el recurso de nulidad número tres mil novecientos treinta y dos-dos
mil cuatro, ha sentado precedente vinculante en la ejecutoria de fecha dieci­
siete de febrero del año en curso respecto a la determinación del momento
en que se consuma el delito de robo agravado, concluyendo, en su quinto
fundamento jurídico, que este se consuma “con el apoderamiento del objeto
mueble aunque sea por breve lapso de tiempo"; que tal concepción, a juicio
de esta Sala Penal Permanente, no es de recibo, puesto que el apoderamiento
debe entenderse consumado, no con el solo hecho de aprehender ,o coger
la cosa —contrectatio— ni en el mero hecho de la separación de la posesión
material del ofendido, sino con la illatio, esto es, cuando el autor ha logrado
la disponibilidad potencial, que no efectiva sobre la cosa —puede ser incluso
momentánea, fugaz o de breve duración, así como de parte de lo sustraído
para que quede consumado en su totalidad, en tanto que se precisa la efectiva
disposición de la misma—, lo que no sucede cuando se está persiguiendo al
agente y se le captura en posesión de la misma; que, por consiguiente, es
de considerar que hay tentativa, pese a la aprehensión de la cosa, cuando el
a'-.-:..-. imputado es sorprendido in fraganti in situ y perseguido inmediatamente y
sin interrupción es capturado o si en el curso de la persecución abandona
los efectos, sin haber conseguido su disponibilidad momentánea o fugaz.

Esta posición coincide con la de autores como Rojas Vargas, quien señala
que el robo se consuma cuando el sujeto activo logró el apoderamiento del
bien en fase de disponibilidad haciendo uso indistintamente de la violencia
o conjuntamente^^.

En conclusión, esta posición difiere del criterio de la Ejecutoria Suprema


R N. N.^ 3932-2004 y, por esa razón, ante la discrepancia surgida en las dos
salas supremas penales se convocó a un pleno de jueces supremos penales a
efectos que pudiesen re^plver la contradicción.

32 Rojas Vargas, Fidel, D e lito s c o n tr a e l p a tr im o n iO f Urna: Grijley, 2000, p, 391.

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73
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

2.7. Momento de consumación en el delito de robo agravado. Sentencia


Plenaria N° Í-2005/DJ-301-A que resuelve discrepancia jurisprudencial
Resolviendq la discrepancia surgida entre las salas penales supremas,
el pleno acordó la Sentencia Plenaria N7 1-2005/DJ-301-A, del 30 de sep­
tiembre del 2005, estableciendo como regla jurídica que, en el delito de robo
agravado, el momento consumativo requiere de la disponibilidad de la cosa
sustraída por el agente. Disponibilidad que, más que real y efectiva, debe ser
potencial, entendida como posibilidad material de disposición o realización
de cualquier acto de dominio de la cosa sustraída, por ejemplo, transferir,
donar; es decir, el agente puede hacer disposición del bien sin limitación. Si
el agente es intervenido inmediatamente después del apoderamiento y dete­
nido con el bien, es considerado como delito de robo en grado de tentativa,
pues en este caso concreto el bien jurídico patrimonio habría sido puesto en
peligro, pero iio dañado.

Esta decisión tiene efectos prácticos porque abre la posibilidad de que


el juzgador tenga que aplicar la regla del a r t 16 del CP que establece que la
pena puede ser reducida prudencialmente. Si bien el robo es un clásico deli­
to patrimonial, sin embargo, en cuanto al medio para consumarlo, se afecta
un bien jurídico más valioso como es la integridad de la persona, pues hay
ejercicio de violencia o amenaza. ¿Cómo regular, por ejemplo, cuando se usó
violencia o se eliminó físicamente a una persona y luego el agente es detenido
con el bien sustraído?, ¿hasta dónde el enfoque meramente patrimonial es
un parámetro para medir la lesión del bien jurídico? Consideramos que aquí
hay un vacío que la sentencia plenaria no cubre, pues, si bien dentro de una
opción final el agente quiere el resultado, esto es, el apoderamiento de bienes,
sin embargo, debe apreciarse la relevancia de los medios empleados y el daño
a la integridad de la víctima.

Analizando la sentencia plenaria, advertimos que la regla jurídica nos


puede llevar a una paradoja normativa. Por ejemplo, puede darse el caso de que
el sujeto activo mata a la víctima y cuando se está llevando el bien es detenido
por la autoridad policial; entonces, por la sentencia plenaria, estamos ante
robo en grado de tentativa, aun con un occiso, y se habilita legalmente, con el
art. 16 del CP, al juez para reducir la pena hasta por debajo del mínimo legal.
En otro caso, con amenazas se sustrae el bien a la víctima, y días después es
detenido el autor con el objeto. Aquí ya se consunfó el delito. Entonces, ¿cuál de

® ® #

74
C a p ít u l o l l | Ro b o

lo sdos es más grave? Formalmente, desde una visión patrimonialista, sería el


segundo; pero, atdnción, en el primero hay un occiso. Por eso debe examinarse
cuidadosamente él caso para establecer la gravedad del ilícito, y para saber
cuáles fueron ios medios empleados, siendo suficiente la sustracción del bien
y el traslado a la esfera de poder del delincuente para que se consume el delito.

La Corte Suprema confunde el agotamiento con la realización del tipo,


puesto que en el robo solo se exige la sustracción del bien para consumar el
delito. Cuando se dice posibilidad potencial de disponer de la cosa, ya estamos
en la esfera del agotamiento. Por eso esa disquisición técnica que se hace va
en contra de la doctrina mayoritaria, y estoy en desacuerdo con la posición
del acuerdo plenario vinculante, y, además, asumo la postura de la Ejecutoria
Suprema R. N, N.""3932-2004 y el voto en minoría en el pleno del señor juez
supremo, B a l c á z a r Z e l a d a .

En conclusión, debemos señalar que el enfoque del delito de robo no


solo debe ser atendiendo al momento consumativo, sino al uso de los medios
para llegar a ese estadio delictivo; esto es, la violencia o la amenaza, desde un
reconocimiento del carácter pluriofensivo de este delito a efectos de tutelar
también la vida e integridad de la víctima.

2.8. Robo con muerte subsecuente y delito de asesinato. Las lesiones como
agravantes en el delito de robo
El pleno de jueces supremos, previo a adoptar el Acuerdo Plenario
N.*’ 3-2009/CJ-116^^ formuló dos problemas; el primero era determinar los
alcances del delito de robo agravado por muerte subsecuente, descrito por el
art. 189 del CP; y el delito de asesinato por conexión con otro delito, art. 108.2
del CP, a fin de precisar las diferencias entre ambos supuestos típicos y en qué
casos son de aplicación uno u otro. El segundo problema fue identificar cuál
es la naturakza penal de las lesiones causadas a la víctima descritas en el inc.
1 de la parte segunda del,¿art. 189 del CP y las.referidas en el último párrafo
del citado artículo.

33 C orte Suprema de J usticia de la República , R N. N.%S-2009/CJ-1Í6, Lima: i 3 de noviembre


del 2009.

#a
75
"m

VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

2>8,L Asesinato y robo agravado seguido de muerte

2 .8 . L 1. A n á lis is d el p r i m e r caso

Ei pleno señala que el art, 189 del CP prevé una circunstancia agravante
de tercer grado para la figura delictiva del robo. Esta se configura cuando
el agente, como consecuencia de los actos propios, al usar la violencia para
facilitar el apoderamiento o para vencer la resistencia de quien se opone al
apoderamiento, ocasiona o produce la muerte de la víctima^'’. La finalidad del
agente, señalan los jueces suprepaos, es el desapoderamiento patrimonial de
la víctima, sin embargo, como consecuencia del ejercicio de violencia contra
ella le provoca la muerte, resultado que no quiso causar dolosamente, pero
que pudo prever y evitar, entonces, los supremos, sin decirlo expresamente,
señalan que se está ante una muerte por dolo eventual; no obstante, contra­
dictoriamente indican que se está bajo un típico supuesto de homicidio pre-
terintencional, donde el resultado solo se le puede atribuir al agente a título
de culpa. Asimismo, indican que la responsabilidad objetiva por el simple
resultado es inadmisible, y está prohibida por el art, vii del título preliminar
del CP, y que el art. 189, en su último párrafo, regula un caso de tipificación
simultánea, dolosa y culposa, pero de una misma conducta expresamente
descrita. Señalan los jueces supremos que estamos ante la figura de la preter-
intención, en la que el resultado sobrepasa el dolo del sujeto. En este caso el
agente roba valiéndose del ejercicio de violencia física contra la víctima, le
ocasiona lesiones y aquella fallece a consecuencia de la agresión, siempre que
el agente hubiere podido prever este resultado y la muerte, en este caso, no
fue fortuita, adscribiéndose a doctrinarios que lo consideran como una situa­
ción de preterintencionalidad heterogénea^^. La conducta típica del agente se
sustenta sobre dos pilares: el apoderamiento del bien mueble y la utilización
de violencia en la persona que le produce la muerte. :i!.

34 Art. 189 último párrafo: La pena será de cadena perpetua cuando el agente actúe en calidad
de integrante de una organización delictiva o banda, o si, como consecuencia del hecho, se
produce la muerte de la víctima o se le causa lesiones graves a su integridad física o mental,
(Modificado por la Ley N." 29407, publicada en el diario oficial El Peruano el 18 de septiembre
del 2009),
35 Citan a Villavícencio T erreros, Felipe, Derecho pmal Parte general, Lima: Grijley, 2006, pp.
409 y 410.

® ® ®

76
C a p í t u l o II | robo

Sobre el razonamiento de los jueces supremos, en el sentido que estamos


ante un compoiftamiento a título de dolo y culpa, no tiene sindéresis con el
dolo del agente^' puesto que alguien que roba empleando violencia o amenaza
va incluido en su representación mental que puede eventualmente causar la
muerte de quienes son sus víctimas, por lo que es de concluir que el agente
actúa desde la tipicidad subjetiva a título de dolo directo cuando con violen­
cia o amenaza desapodera a la víctima de sus bienes, y con dolo eventual al
ocasionar su muerte si pudo prever el resultado. Adscribir esto último a la
culpa es decirle al delincuente: roba, pero observa tus deberes objetivos de
cuidado en cuanto a la víctima. Por eso consideramos que en el inicio de una
conducta dolosa engloba a todo el acto en la dirección criminal sin salirse del
dolo, en todo caso, en el dolo eventual Distinto es que el agente empiece su
conducta criminal desde una perspectiva culpójs.a como las lesiones causadás a
la víctima por un atropello con vehículo automotor, y para evitar ser inculpado
no presta el auxilio. En este caso vemos que se configura el dolo del agente y
un concurso real de delitos.

En la doctrina, sin embargo, es mayoritaria la tendencia de aceptar que


puede existir dolo y culpa en el comportamiento del agente. Veamos lo que
señala Z a f f a r o n i al respecto:

[N]o vemos qué argumentos de peso pueden oponerse a la simultánea ti­


picidad dolosa y culposa de una conducta. Creemos que es 'perfectamente
admisible formular el principio de que pesa sobre el autor doloso el deber
de cuidado en la intangibilidad de los bienes jurídicos que no constituyen el
objeto de su acción^^

Los jueces supremos, al referirse a la oportunidad del medio empleado,


analizan que es en el CP italiano donde se establecen dos clases de robo: el
propio y el impropio. En el caso del robo propio, el agente emplea la violencia
y amenaza para la sustracción, mientras que en el robo impropio utiliza la
violencia o la amenaza eji continuidad inmediata a la sustracción para asegurar
la posesión de la cosa sustraída o para procurar la impunidad^^.

36 Z affaroni, Eugenio, Tratado de derecho penal, vol. iii, !^uenos Aires: Adiar, í 981, p. 433.
37 Rojas Vargas, Fidel, Delitos contra elpatrímonio, Lima: Grijíey, 2000, p. 345.

o ® Q

77
m-
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

El asesinato
En el octavo considerando se distingue el asesinato constituido por la
muerte de la vfíctima; pero con la finalidad de facilitar u ocultar otro delito
descrito en el art, 108.2 del CP. El pleno señala que el autor mata con el fin
de conseguir un propósito ulterior. El facilitar otro delito en el asesinato
implica una relación de medio-fin: el homicidio és el delito-medio para que
el agente ejecute el delito-fin, que debe ser siempre doloso. En la doctrina
jurisprudencial de la Corte Suprema^ sobre esta modalidad de homicidio califi­
cado, tenemos que en el R. N. N.*’ 205-98^^ se le define de la siguiente manera:

La conducta del acusado de haber dado muerte al agraviado, en circunstancias


que perpetraba el asalto contra el grifo, estuvo motivada por la intención de
facñitar ei apoderamiento patrimonial, habiendo mostrado un elevado despre­
cio por la vida de los demás al no haber vacilado en dar muerte al empleado
de la grifería con tal de hacer más fácil el robo, por lo que el designio criminal
del mencionado acusado comporta un mayor reproche de culpabilidad, que
le hace pasible de una sanción severa'^^. -■io:

Asimismo, en el R. N. N.° 375-99"^® se indica lo siguiente:


Si quedó acreditado que la finalidad de los acusados fue la de apoderarse
del dinero de la víctima, coligiéndose que el delito fin era el robo; el hecho
criminoso (matar) no puede ser calificado al mismo tiempo como robo
agravado, ya que se estaría incurriendo en una doble valoración de la con­
ducta incriminada, pues se trataría de tipos penales excluyentes. Por ello, se
configura el homicidio calificado en la modalidad de facilitar la comisión de
otro delito: el robo''^ .

Desde la normativa penal, tenemos que el asesinato, para facilitar u ocul­


tar un delito, tiene como pena mínima 15 años, siendo el máximo 35 años;
mientras que el robo agravado seguido de muerte tiene cadena perpetua. Así
se establece en el último párrafo del art, 189 del CP que señala lo siguiente:
■^1
"[S]i, como consecuencia del hecho, se produce la muerte de la víctima

38 C orte Suprema de J usticia de la R epública, R. K 205-98 Ucayali, Lima: 23 de marzo de


1998.
39 Loe. cit
40 C orte Suprema de J usticia de la República, R. N. N." 375-99 Piura, Lima: 30 de marzo de
1999. V

41 Loe. cit.

® % ®

78
Ca p ít u l o n | Ro bo

EstamoS; pues, ante un homicidio como hecho posterior al robo; Los fines de
este crimen pueden ser asegurar la cosa sustraída, facilitar la fuga o, también,
ocultar el delito.jDe todas formas, apreciamos una desproporción en las peñas,
aunque se podría afirmar que, en el caso de asesinato como delito medio, donde
haya concurso real de delitos, la pena máxima es 35 años de pena privativa
de libertad, mientras que en el delito robo con subsiguiente muerte, si bien
hay pluralidad de bienes jurídicos incluida la vida, también hay un reproche
mayor puesto que la pena a aplicarse es la cadena perpetua. Desde la dirección
de la acción típica, se tiene que en el caso de robo con subsiguiente muerte lo
que quiere el agente es sustraer la cosa, no necesariamente matar, mientras
que en el asesinato hay un eje motivador necesario que es afectar la vida para
facilitar u ocultar otro delito. Aquí definitivamente el legislador debe hacer
un ajuste en cuanto a las penas.

Los jueces supremos precisan que el ocultar otro delito previamente co­
metido o el que está ejecutándose puede ser considerado como delito oculto
doloso o culposo, que se constituye en la causa del comportamiento homicida
del agente. El pleno pone como ejemplo cuando el agente es sorprendido en
el acto del robo y, para evitar su captura, dispara contra su perseguidor o
contra quien trata de impedir su fuga, que conduciría al descubrimiento o
esclarecimiento de su delito"^^. El pleno considera que, en ambos supuestos, el
elemento subjetivo del tipo legal es determinante, esto es, que el agente debe
valorar la perpetración del homicidio como vía para garantizar su objetivo
ligado siempre a otro delito"^^.

2 8 ,3 . R o b o a g ra v a d o y lesio n es g r a v e s

En el noveno considerando se señala como problema que el último párrafo


del art. 189 del CP establece una circunstancia agravante de tercer grado: “Si se
producen lesiones graves como consecuencia del robo, la pena será de cadena
perpetua''. En la misma norma, en el inc. 1 de su segunda parte, se determina
que, si se comete el robcf y se causa lesiones a la integridad física o mental de
la víctima, la pena será no menor de veinte ni mayor de treinta años. El art.
188 del CP, modificado por la Ley N.“ 27472, de 5 de junio del 2001, al tipi-

42 Citan a H urtado P ozo , Manual de derecho penal Parte especial l Homicidio, oh, dt., pp. 59 y 69.
43 Citan a C astillo A lva, José Luis, Derecho penal Partes-especial /, Lima: Grijley, 2008, pp, 410 y
1' 41 1 .
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79
VÍCTOR JiM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO 'f

ficar el delito de robo, exige para su comisión que el agente emplee violencia
contra la persona, en cuyo caso se sancionará al agente con pena privativa de
libertad no menor de tres ni mayor de ocho años.

El pleno advierte que, en principio, las lesiones son las que inciden en la
fijación de la pena y esto se refleja en la determinación legal, por esta razón
es necesario establecer las características y entidad dé las lesiones producidas
a la víctima en los tres supuestos siguientes:
1. Cuando se está ante un delito de robo simple art. 188 del CP.
2. Cuando se ha cometido el subtipo agravado del inc. 1 de la segunda
parte del a rt 189 del CP.
3. Cuando se debe sancionar por el subtipo especialmente agravado del
párrafo final del art. 189 del CP.

2.9. Delito de robo simple í


En el considerando décimo, los jueces supremos analizan el delito de
robo simple previsto y sancionado en el art. 188 del CP, el cual tiene como
nota esencial, que lo diferencia del delito de hurto, el empleo por el agente de
violencias o amenazas contra la persona que no necesariamente es el titular
del bien mueble. Esta precisión nos parece importante porque el patrimonio ■I
comprende no solo el aspecto de la propiedad, sino también el ejercicio de un
derecho de posesión, el cual es adquirido por razones de hecho o de derecho.
Los jueces supremos señalan que la conducta típica integra el apoderamiento
de un bien mueble total o parcialmente ajeno con el uso de violencia física o
intimidación sobre un tercero. La violencia o amenaza son medios empleados
para facilitar el apoderamiento o para vencer la resistencia de quien se opone
al apoderamiento.

El plenario indica que la violencia es causa determinante del desapode­


ramiento y está siempre orientada a neutralizar o impedir toda capacidad
de actuación anterior o de reacción concomitante de la víctima que pueda
obstaculizar la consumación del robo.

La violencia puede ejercerse antes o en el desarrollo de la sustracción del


bien mueble. También puede usarse violencia para conseguir la fuga y evitar
la detención, que no modifica el delito de robo consumado y la violencia que
©®©
80
C a p ít u l o íí | robo

se emplea para conseguir el apoderamiento y la disponibilidad, la que con­


vierte típicameñte un aparente delito de hurto en robo. Precisan los jueces
supremos que, eh cuanto a facilitar la fuga o evitar detención, ño hay conexión
instrumental de medio a fin entre la violencia y la sustracción, pues esta ya se
había producido. No obstante, el medio violento se aplica antes de que cese
la acción contra el patrimonio y el aseguramiento del bien en la esfera de
dominio del agente vía el apoderamiento.

3. Clases de lesiones que determinan el tipo penal de robo


El pleno considera que la producción de lesiones determina en la legis­
lación vigente ia configuración de circunstancias agravantes específicas, las
cuales están reguladas de la siguiente manera.

3.1. Robo con lesiones graves


El párrafo final del art. 189 del CP menciona que el agente ha de causar
lesiones graves. Sobre esta base, el pleno, haciendo una interpretación sis­
temática, les da contenido a estas concordándolo con el art. 121 del CP. Al
respecto, se califica a las lesiones graves de la siguiente manera:

[Son aquellas] que ponen en peligro inminente la vida de la víctima, les mu­
tilan un miembro u órgano principal del cuerpo o io hacen impropio para
su función, causan incapacidad para el trabajo, invalidez o anomalía psíqui­
ca permanente o la desfiguran de manera grave y permanente, o infieren
cualquier otro daño a la integridad corporal, o a la salud física o mental de
'.Mf'' una persona, que requiera treinta o más días de asistencia o descanso, según
prescripción facultativa.

Esta es la característica de las lesiones graves que deben darse a efectos


de aplicar la agravante del párrafo final del art. 189 del CP.

En el inc. í de la segunda parte del art. 189 del CP solo se indica que @1
agente ha de causar lesiones a la integridad física o mental de la víctima, pero
no dice de qué naturaleza es esta lesión. En el considerando doce, el pleno, al
interpretar el a rt 189.1, segunda parte, busca establecer si la lesión corres­
ponde con las referidas en los arts. 441 (lesiones, falta) o 122 (lesiones dolosas
leves) del CP. El pleno sigue en la línea de inte^rpretación sistemática y señala
que, en estas dos disposiciones, la diferencia en la intensidad del daño a la

81
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

salud de sujeto pasivo se establece basándose en indicadores cuantitativos


relacionados con la incapacidad generada por la lesión o con el tiempo de
asistencia facultativa que demanda.

Las lesiones se consideran como faltas si estas requieren hasta 10 días de


asistencia o descanso, según prescripción facultativa, siempre que no concu­
rran medios que den gravedad al hecho.

Si las lesiones requieren más de diez y menos de treinta días de asistencia o


I-
descanso, según prescripción facultativa, se está ante un delito de lesiones leves.

La distinción es empleada por los jueces supremos para poder estable­


cer la magnitud de las lesiones que les dan contenido a los tipos penales y
señala que, si se adopta la posición de asumir que en el a r t 189.1, segunda
parte, del CP, toda clase de lesiones, con excepción de las graves por estar
referida taxativamente al último párrafo del art. 189 del CP, no resulta
coherente con el tipo básico descrito en el art. 188 del acotado porque lo
vaciaría de contenido.

Las reglas jurídicas que se fijan a partir de este razonamiento es que, si


las lesiones causadas no son superiores a 10 días de asistencia o descanso
(faltas), el hecho debe ser calificado como robo simple o básico establecido
en el a r t 188 del CP.
f'
Si las lesiones causadas son superiores a 10 días y menores de 30 días
(lesiones leves), su producción en el robo configura el agravante del art. 189.1,
segunda parte, del CP.

Se aprecia que los jueces supremos han hecho un esfuerzo interpretativo y


unificador de la jurisprudencia. Pero ¿dónde queda la amenaza?, ¿qué elemento
podemos emplear para distinguir entre robo simple y robo agravado? Tal vez
pudiera pensarse en el medio empleado para la amenaza. Si es sin arma, solo
con fuerza física, sería robo simple; pero, si es con arma, estaríamos ante robo
agravado. Si lo entendemos, es así como distinguimos las conductas agravadas.
En esta línea de razonámiento podríamos diferenciar a partir de la contun­
dencia del medio empleado, por ejemplo, arma blanca y arma de fuego. Otro
elemento diferenciador es la participación en solitario del agente para que sea
robo simple y pluralidad como robo agravado. Hubiese sido importante que
los jueces supremos dieran orientación en el áñibito de la amenaza.

® ® ®
82
i
C A P fím O lI I ROBO

Podemos establecer del análisis de las decisiones de la Corte Suprema


las siguientes conclusiones:
— En el ro^o con muerte subsecuente se está ante la figura de la preter-
intención que es una figura compuesta en la que el resultado sobre­
pasa el dolo del sujeto.
— El matar a otro para facilitar otro delito configura el delito de ase­
sinato que implica una relación de medio-fin: el homicidio es el
delito-medio para que el agente ejecute el delito-fin que debe ser
siempre doloso.
— Las lesiones con menos de 10 días de atención facultativa o incapa­
cidad para el trabajo constituyen elemento descriptivo del delito de
robo simple descrito en el art. 188 del CP.
— Las lesiones leves, esto es, aquellas que tienen más de 10 días y me­
nos de 30 de atención facultativa o incapacidad para el trabajo cons­
tituyen elemento descriptivo del delito de robo agravado descrito en
el art. 189.1, párr. 2 del CP.
La naturaleza de las lesiones graves producidas en el delito de robo
agravado descrito en la parte final del art. 189 del CP están definidas
en su contenido en el art. 121 del acotado.
^ Cuando el medio empleado es la amenaza, no se ha establecido qué
elemento puede diferenciar de un robo simple a un robo agravado.

3. Derecho comparado

3.1. Argentina

Artículo 165." Se impondrá reclusión o prisión de diez a veinticinco años, si


con motivo u ocasión del robo resultaré un homicidio.

Artículo 166." Se aplicará reclusión o prisión de cinco a quince años:


1. Si por las violencias ejercidas para reálizár él fObói se causare alguna de
las lesiones previstas en los arts. 90 y 91,
2. Si el robo se cometiere con armas, o en despoblado y en banda.
Si el arma utilizada fuera de fuego, la escala penal prevista se elevará en un
tercio en su mínimo y en su máximo.
Si se cometiere el robo con un arma de fuego cuya aptitud para el disparo no
pudiera tenerse de ningún modo por acreditada, o con un arma de utilería,
la pena será de tres a diez años de reclusión o prisión.

9#o
83
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

Artículo 167.' Se aplicará reclusión o prisión de tres a diez años:


1. Si se cometiere el robo en despoblado.
2. Si se cometiere en lugares poblados y en banda.
3. Si se| perpetrare el robo con perforación o fractura de pared, cerco, ■'M
í®
''7
techo o piso, puerta o ventana de un lugar habitado o sus dependencias f'
inmediatas. ■ir
4. Si concurriere alguna de las circunstancias enumeradas en el art. 163.
Ii
Artículo 167 bis.- En los casos enunciados en el presente capítulo, la pena se
aumentará en un tercio en su mínimo y en su máximo, cuando quien ejecutare
el delito fuere miembro integrante de las fuerzas de seguridad, policiales o
ví'íc:
del servicio penitenciario. Si

3.2. Guatemala

Artículo 252.- Es robo agravado:


1. Cuando se cometiere en despoblado o en cuadrilla.
Cuando se empleare violencia, en cualquier forma, para entrar al lugar
del hecho.
Si los delincuentes llevaren armas o narcóticos, aun cuando no hicieren
uso de ellos.
Si los efectuaren con simulación de autoridad o usando disfraz. ■I-
Si se cometiere contra oficina bancaria, recaudatoria, industrial, comer­
cial o mercantñ u otra en que se conserven caudales o cuando la violencia
se ejerciere sobre sus custodios.
6 . Cuando el delito se cometiere asaltando ferrocarril, buque, nave, aero­
nave, automóvil u otro vehículo.
Cuando concurriere alguna de las circunstancias contenidas en los ines.
1, 2, 3, 6, 7, 8, 9, 10 y 11 del a rt 247 de este Código. El responsable de
robo agravado será sancionado con prisión de 6 a 15 años.

3.3. Alemania

§ 250.- Robo con violencia o con intimidación en las personas agravado ’


1) Debe imponerse pena privativa de la libertad no inferior a tres años,
cuando
1. El autor u otro'partícipe en él rotó:
a) Porte consigo un arma u otro instrumento peligroso.
b) Porte consigo otro tipo de herramienta o medio con el fín de impe­
dir o superar la resistencia de otra persona, por medio de violencia
o amenaza de violencia.
c) Ponga a otra persona en peligro de muerte o de una grave lesión
de salud pot iñedio del hecho.

@ ©
84
Ca p ít u l o l l robo
'-SP:.

' 2) El autor que comete el robo como miembro de una banda que se haya
asociado para cometer continuadamente hurto o robo con la colabora­
ción otro miembro de la banda.
■ |: ' ■ 3) Se in|pondrá pena privativa de la libertad no inferior a cinco años, cuando
el autor o un partícipe en el robo:
t - 1. Utiliza en el hecho un arma u otro instrumento peligroso.
2. Porta un arma en los casos del inc, 1 numeral 2.
' 3. A otra persona
"" a) La maltrata físicamente de manera grave en el hecho, o
b) La. coloque en peligro de muerte por el hecho.
4) En casos menos graves de los ines. 1 y 2 el castigo será de pena privativa
de la libertad de un año hasta diez años.

3.4. Bolivia

Artículo 332.- (Robo agravado)


La pena será de presidio de tres a diez años:
1. Si el robo fuere cometido con armas o encubriendo la identidad del
agente.
2. Si fuere cometido por dos o más autores.
3. Si fuere cometido en lugar despoblado.
4. Si concurriere alguna de las circunstancias señaladas en el párrafo 2 del
art. 326

3,5. Costa Rica

Artículo 213.- Se impondrá prisión de cinco a quince años, en los siguientes


casos:
1. Si el robo fuere perpetrado con perforación o fractura de una pared, de
un cerco, de un techo, de un piso, de una puerta o de una ventana, de un
lugar habitado, o de sus de dependencias;
2. Si fuere cometido con armas; y
3. Si concurriere alguna de las circunstancias de los incisos l, 2,4, 5,6 y 7
del art. 209.
Los casos de agravación y atenuación para el delito de hurto serán también
agravantés y atenuantes del robo, y la pena será fijada por el juez, de acuerdo
con el art. 71. > <•

4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 290. Robo agravado


290.1 La pena es no menor de diez ni mayor de veinte años si el robo es
cometido: '

@# e
85
VÍCTOR JIM M Y ARBÜLÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

3.* En inmueble habitado. Se considera como tal al recinto o estable­


cimiento que constituya morada temporal o permanente de una
o más personas, aunque se encuentren ausentes cuando el hecho
ten^alugar.
b. Aprovechando o valiéndose de la oscuridad o lugar desolado.
C. Aprovechándose de la especial situación de indefensión de la víc­
tima.
d. A mano armada o mediante el empleo de material o artefacto
explosivo.
e. Con el concurso de dos o más personas.
i En cualquier medio de locomoción de transporte público o pri­
vado de pasajeros o de carga, terminales terrestres, ferroviarios,
lacustres y fluviales, puertos, aeropuertos, restaurantes y afines,
establecimientos de hospedaje y lugares de alojamiento, áreas na­
turales protegidas, fuentes de agua minero-medicinales con fines
turísticos, bienes inmuebles integrantes del patrimonio cultural de
la Nación y museos.
g- En agravio de menor de edad, persona con discapacidad, mujer
en estado de gestación, persona mayor de sesenta años de edad o
migrante extranjero.
h. Sobre vehículo automotor, sus autopartes o accesorios.
Con ocasión de incendio, inundación, naufragio, calamidad pública
o desgracia particular del agraviado, desastres naturales u otros
similares.
Sobre equipos, instrumentos, material u otros bienes esenciales
para la prestación de servicios públicos en establecimientos de
educación, salud, arte, ciencia o investigaciones.
k. Sobre bienes de valor científico o que integran el patrimonio cul­
tural de la Nación.
290.2 La pena privativa de libertad es no menor de veinte ni mayor de treinta
años si el robo escometido:
a. Cuando el agente utiliza a menor de dieciocho años de edad.
b. Cuando se produzca lesión leve a la integridad física o mental de
la víctima.
c. Aprovechándose de la incapacidad física o mental de la víctima o
mediante el empleo de droga, insumo químico o fármaco contra
la víctima.
d. Colocando ala víctima o a su familia en grave situación económica.
e. Sobre armas dé%ego, municiones, granadas de guerra o explosivos
de propiedad del Estado o de servicios de seguridad privada.
290.3 La pena privativa de libertad es no menor de veinticinco ni mayor de
treinta y cinco años si el agente causa lesiones graves a la víctima o cuando
el agente es integrante de una organización criminal, está vinculado o
actúa por encargo de ella,
290.4 La pena privativa de libertad es indeterminada o cuando se produce
la muerte de la víctima.

® ® 0

86
C a p í t u l o II Robo

III. ABIGEATO;
I
1. Tipo penal

El que, para obtener provecho, se apodera ilegítima mente de ganado vacuno, ovino,
equino, caprino, porcino o auquénido, tota) o parcialmente ajeno, aunque.se trate
de un solo anima!, sustrayéndolo del lugar donde se encuentra, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de tres años.
Si concurre alguna de las circunstancias previstas en los incisos 1, 2,3, 4 y 5 del
primer párrafo del art. 186, la pena será privativa de libertad no menor de tres ni
mayor de seis años.
Si el delito es com etido conforme a los incisos 2 ,4 y 5 del segundo párrafo del art.
186, la pena será no menor de cuatro ni mayor de diez años.
La pena será no menor de-S.ni mayor de 15, años cuando el ag.ente.actúa en cali-
dad de jefe, cabecilla o dirigente de una organización destinada a perpetrar estos
delitos.

2. Comentario
En el derecho romano, el ganado (pecesr era parte de los bienes muebles,
el cual^ junto a los esclavos, era el más preciado; debido a que el número de estos
daba a conocer la importancia económica del patricio o mercader, y, además,
era el que definía su estatus y colocación en las estructuras del poder político
(senado, consulados, magistraturas, etc.)«. Según Carrara^ los romanos la
habían adoptado por su habitual adhesión a la pureza del lenguaje, pues cuando
la cosa hurtada es un animal, no parece correcto decir que la substracción se
realiza por contrectatio^ sino por abactio (de ahigeré), esto es, echando las bestias
por delante para conducirlas adonde se desea, o arreándolas.

Etimológicamente el término “abigeato” proviene de las raíces latinas ah


y agere que significan “echar por delante” o “arrear”. Se connota como ql hurto

. ■:
44 Etimológicamente, peces significa estrictamente en lengua latina ganado, rebaño y,
extensivamente, todp animal doméstico (incluidas las aves, peces), las bestias y demás animales.
Del vocablo pecus provienen las declinaciones pecuarius (propio o relativo al ganado), peculatus
(originalmente el que hurtaba ganado) y la palabra compuesta castellanizada "agropecuario”.
45 Vid. Rojas Vargas, Delitos contra el patrimonio^ ob. cit., p. 521.
46 C arrara citado por Soler , Sebastián, Derecho penal argentino, t. iv, Lima: Editora Argentina, p.
230.

e^•
87
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PAIRIMONIO

de animales, es decir, tomarlos para llevarlos a otro lugar al que el agente desee
para aprovecharse de ellos"^^.

P a r e d e s I n f Án z ó n nos presenta una secuencia de la normativa del delito


de abigeato en el Perú:

El Código Penal de 1863 y el de 1924 no regulaban dicho delito. Sin embargo,


el Proyecto de 1916 contempló el robo de "animales de rebaño’' como una
circunstancia agravante (art 232 inc.í).
Los dispositivos legales que se expidieron en el siglo xx en el Perú referido
al abigeato son:
1. Ley N.“ 10202 del 22 de junio de 1945, que crea la figura penal del abi­
geato.
2. Decreto Leyes N.° 17110 y N.'’ 195,67 que regularon el procedimiento
penal
3. Decreto Ley N7 20581 del 9 de abril de 1974, que derogó la Ley N 7 10202,
aduciendo el legislador que los actos de abigeato estaban comprendidos
dentro del hurto (arts. 237 y 238) y robo (239), del Código Penal de 1924.
4. La Ley N ®24991 del 19 de enero de 1989 criminalizó los hurtos simples
o agravados, cuando tales ilícitos tenían como objeto de acción a especies
semovientes.
5. El Código Penal de 1991 no tipificó el delito de abigeato, es recién con la
Ley N7 26326, del 4/6/94, que se incorpora .al título v del libro segundo
del Código Penal el capítulo ii-A denominado abigeato'^L

Este tipo penal responde a contextos sociales agrícolas y ganaderos, en los


que los bienes apreciados por las comunidades son el ganado, pues es la base
de su subsistencia. El tipo penal enumera los bienes materia de sustracción,
lo que nos parece innecesario porque basta que se refiera como ganado a un
solo animal para que se realice el delito de abigeato. En el proyecto de ley
del nuevo CP hay una redacción simplificada que nos parece más adecuada,
pues solo se hace referencia a ganado. Es un delito eminentemente doloso, y
la punición se eleva si concurren las agravantes establecidas en el art. 186, es
decir, si es durante la noche; con destreza, escalamiento, destrucción o rotura
de obstáculos; en un contéito de incéndiof inundación, naufragio, calamidad
pública o desgracia particular del agraviado. La norma establece de 1 a 5 años;
sin embargo, no vemos una relación respecto de bienes muebles que forman
el equipaje del viajero (art. 186.4). ¿Qué bienes?, ¿los animales como equipaje?

47 Cfr. Paredes Infanzón, Jelio, Delitos contra el Patrimonio, Lima: Gaceta Jurídica, 2016, p. 131.
48 Paredes Infanzón, Delitos contra el patrimonio., ob. cit

@ ® ®

88
CAPÍTULO II I Robo

Sí tiene sentido cuando se fija como agravante la intervención de dos o más


personas en ei suceso de abigeato.
i

En la jurisprudencia suprema vemos cómo se materializa el objeto de la


acción del delito de hurto de ganado. Asimismo, se señala el siguiente concepto:

Se atribuye al procesado la comisión del delito de abigeato, dado que en


horas de la madrugada, conjuntamente con otros sujetos irrumpieron en la
vivienda del agraviado, sustrayendo dos toros que fueron trasladados a la
vivienda de uno de los asaltantes para seccionarlos y beneficiarlos para su
posterior comercialización [,.

En la Ejecutoria Superior del Cusco, Exp. NY 363-2010-0-1001-SP-


PE“0 1, que se da en una zona de tradicional actividad ganadera, se versó sobre
el siguiente hecho:

El juicio histórico en el presente caso se resume en lo siguiente: Que, en


las primeras horas del 7 de octubre del 2009, los imputados Serapio Ttito
Huallparimachi y Juan Almirón Carbajal hurtaron seis cabezas de ganado
vacuno de propiedad de la agraviada Luz Marina Choque Ramos, del sector
denominado Pastizal Urmanapata, de la comunidad campesina de Unuraqui
distrito y provincia de Calca. Al día siguiente, ocho de octubre, siendo apro­
ximadamente las siete a ocho de la mañana, los imputados fueron vistos en
el sector de Caballococha o Patacocha del distrito de Chinchero, provincia
de Urubamba, por las personas de Alejandro Ttito Rayme, Docinda Conde
Cusihuamán, Gualberto Avarez Pérez e Hipólito Mendoza Escalante, car­
gando las cabezas de ganado a un camión marca Hyundai color blanco con
placa de rodaje 5663 de propiedad de Mauro Llamacpoñca Accostupa. Este
último al prestar su declaración reconoció haber transportado los ganados
a petición de los imputados Serapio Ttito Huallparimachi y Juan Am irón
Carbajal. Igualmente, se tiene que en fecha 23 de octubre del mismo año, en
horas de la noche, estos mismos imputados hurtaron seis cabezas de gana­
do de propiedad de Mauricio Quispe Cano, del sector denominado Cerco
Pata, de la comunidad campesina de Hucchuy Ccoscco, distrito de Lamay,
provincia de Calca. Sin embargo, después, tres cabezas de ganado fueron
recuperados eidía 3 f4.e octubre del 2009 en el sector denominado Hospital
pampa del distrito y provincia de Anta, ganado que se encontraba en poder
de Basilia Troncoso Cruz, conviviente de Juan Amirón Carbajal y de los
menores Gudian y Walter Amiron Troncoso, menores que refirieron que

49 ít Ñ. N.” 445-2001 HuánucOf Lima: 5 de abril del 20QL U rquizo O laechea, José; José Luis
Castillo ÁLVAy Nelson Salazar S á n c h e z , Jurisprudencia penal, Lima: Jurista, 2005, p. 470.

9#s
89
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ ] DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

el ganado fue traído por su progenitor Juan Almirón Carbajal y don Serapio
Tito Hualiparimachi.

La sala, al e f amÍEar la sentencia apelada, evaluó la prueba practicada en


juicio oral de la Sala Superior y realizó el siguiente examen:

[E]n io que se refiere al juicio de culpabilidad, [...] los hechos imputados a los
sentenciados se han demostrado en forma categórica. [...], Se ha probado que
el día 7 de octubre del 2009, siendo aproximadamente la una y media de la
madrugada, el imputado Serapio Ttito Hualiparimachi y el sentenciado Juan
Almirón Carbajal sustrajeron del sector denominado Pastizal Urmanapata de
la comunidad campesina de Unuraqui de la provincia de Calca, seis ganados
vacunos de propiedad de la agraviada Luz Marina Choque Ramos, ganado
que luego lo condujeron por el cerro denominado Chacsaccallay, lugar en el
que dentro de una cueva se encontraba pernoctando él testigo Flavio Cho-
queconza Quillahuamán, quien al escuchar los pasos de animales salió y le vio
a Serapio Ttito Hualiparimachi quien conjuntamente con otro sujeto a quien
no conocía, arreaban 6 cabezas de ganado vacuno. En esas circunstancias, el
testigo le habló a Serapio Ttito, quien al responderle le lanzó una amenaza
implícita manifestándole cuidado con tu vida. Esta declaración ha sido re­
forzada también en juicio en el acto del careo donde el testigo le enrostró al
imputado qüe le vio pasando con los ganados, momento en que le amenazó
diciendo que su vida iba a pagar.

La Sala Superior confirmó la sentencia de primera instancia que conde­


naba a los imputados por delito de hurto.
■f
:;I .

3. Derecho comparado

3.1. Argentina

Artículo 167 ter.- Será reprimido con prisióríde dos (2) a seis (6) años el que
se apoderare ilegítimamente de una (1) o más cabezas de ganado mayor o me­
nor, total o parcialmente ajeno, que se encontrare en establecimientos rurales
0, en ocasión de su transporte, desde el momento de su carga hasta el de su i ■f'
destino o entrega, incluyendo las escalas que se realicen durante el trayecto. 1 íi
1 ■
La pena será de tres (3) a ocho (8) años de prisión si el abigeato fuere de p
cinco (5) o más cabezas de ganado mayor o menor y se utilizare un medio f
motorizado para su transporte. 1 ■ 3:
S-: ■í;
f-. 1-
Artículo 167 quater.- Se aplicará reclusión o prisión de cuatro (4) a diez (10) 1 P
1 ■L
años cuando en el abigeato concurriere alguna de las siguientes circunstancias: f
1. El apoderamiento se realizare en las condiciones previstas en el art. 164. y- ■ 'ii
i.
í;

t'K
® ® 1 1
90 1 I-
1
CAPfrULÓ II ROBO

2. Se alteraren, suprimieren o falsificaren marcas o señales utilizadas para


M la ideñtificación del animal.
-ák'.' ■
3. Se falsificaren o se utilizaren certificados de adquisición, guías de trán­
sito, foletos de marca o señal, o documentación equivalente, falsos.
4. Participare en el hecho una persona que se dedique a la crianza, cuida­
do, faena, elaboración, comercialización o transporte de ganado o de
fS" ■^ productos o subproductos de origen animal.
mk-- ■ 5 Participare en el hecho un funcionario público quien, violando los
deberes a su cargo o abusando de sus funciones, facilitare directa, o
M- . indirectamente su comisión.
... 6. Participaren en el hecho tres (3) o más personas.

3.2. Solivia
vÉ--
Mil-
« íí Artículo 350.- (Abigeato).
m i El que se apoderare o apropiare indebidamente de ganado caballar, mular,
asnal, bovino, porcino, caprino y lanar, será sancionado con reclusión de
uno a cinco años.
En igual sanción incurrirá;
1. El que marcare, señalare, borrare o modificare las marcas o señales de
animales ajenos.
2. El que marcare o señalare en campo o propiedad ajena, sin consentí-
miento del dueño del campo, animales orejanos.
3. El que marcare o señalare animales orejanos ajenos, aunque sea en campo
propio.
La pena será agravada en un tercio:
1. Si concurriere alguna de las agravantes señaladas en el párrafo segundo
del art. 326.
2. Si el delito se perpetrare en animales de raza.
Si concurriere alguna de las circunstancias señaladas en el art. 332, la pena
será agravada en una mitad.
*
3.3. Chile
'lí:''
Artículo 448 bis.- El que robe o hurte uno o más caballos o bestias de silla o
iSlV carga, o especies de gánado mayor, menor qpoM iíd,d6iíÍa
1
castigado con las penas señaladas en los párrs. 2,3 y 4.
■í'lfe"
Artículo 448 ter.- Una vez determinada la pena que correspondería a los
autores, cómplices y encubridores de abigeato sin el requisito de tratarse de
la substracción de animales y considerando las circunstancias modificatorias
de responsabilidad penal concurrentes, el juez deberá aumentarla en un grado.

$0A
91
V íc t o r J im m y arbulú M a r t ín e z | d er ec h o pen al. P a rte e s p e c ia l / Los D e u t o s c o n t r a e l p a t r im o n io

Cuando las especies substraídas tengan un valor que exceda las cinco unida­
des tributarias mensuales, se aplicará, además, la accesoria de multa de diez
a cincuenta unidades tributarias mensuales. 11
Si la pena cí^nsta de dos o más grados, el aumento establecido en el inciso í'
primero se hará después de determinar la pena que habría correspondido al i'
imputado, con presdndenda del requisito de tratarse de la substracción de
animales.
Será castigado como culpable de abigeato el que beneficie o destruya una
i
especie para apropiarse de toda ella o de alguna de sus partes.
La regla del inciso primero de este artículo se observará también en los casos
previstos en el art. 448, si se trata de animales comprendidos en el artículo
anterior.

4* Proyecto de ley del ntieyo Código Penal f


Artículo 291, Hurto de ganado
291.1 El que, para obtener provecho, se apodera ilegítimamente de cualquier
tipo de ganado total o parcialmente ajeno, aunque se trate de un solo
animal, es reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos
ni mayor de tres años o con prestación de servicios a la comunidad de
sesenta a ciento veinte jornadas.
291.2 Si concurre alguna de las circunstancias previstas en los literales del ií
primer párrafo del artículo 291, la pena privativa de libertad es no
menor de tres ni mayor de seis años.
291.3 Si el delito es cometido conforme a los literales del segundo párrafo
del artículo 291, la pena privativa de libertad es no menor de cuatro
ni mayor de ocho años.
291.4 La pena es privativa de libertad no menor de diez ni mayor de quince
años si el agente es integrante de una organización criminal, está vin­
culado o actúa por encargo de ella.

IV. HURTO DE USO DE GANADO ^

1. Tipo penal

T:|iÍÍÉííÍdT8|Í?te^^
El que sustrae ganado ajeno, con ei fin de hacer uso momentáneo y lo devuelve,
directa o indirectamente en un plazo no superior a sesenta y dos horas, será reprir
mido con pena privativa de libertad no mayor de un año ó de prestación de servicios
a la com unidad no mayor de cincuenta jornadas. Si la devolución de! animal se
produce luego de transcurrido dicho plazo, será aplicable el artículo anterior.

© © ®

92
Capítulo íi | Robo

2. Comentario
La doctrina señala que el bien jurídico protegido es el patrimonio, en
este caso, específicamente, la posesión del ganado^^. Otra postura señala que
el tipo penal busca tutelar de forma específica la posesión de los animales
(semovientes) en cuanto constituyan ganado, es decir, el uso, goce y disfrute
que dicho ganado reporta para su titular, lo cual es de común idea con lo pías-
mado en el art. 187 del CP. En este sentido, solo se ve mermado el ius utendi
y no específicamente la propiedad del bien^^

señala que el bien jurídico protegido es el patrimo­


Paredes In fa n z ó n
nio, la propied ad misma del ganado que resulta lesionada a consecuencia del
hurto, no en la totalidad de los derechos que la integran, sino solo en una
de las facultades que de ella se derivan: la facultad de uso que corresponde
exclusivamente ai propietario?^.

describiendo la parte objetiva, indica que el delito de


S a l in a s S ic c h a ^^,
hurto de ganado para uso momentáneo se configura cuando el agente sustrae
ganado ajeno para utilizarlo por breve término y después devolverlo a su
ib ; dueño directa o indirectamente. El agente no busca apropiarse del animal,
sino simplemente sacarle provecho de modo ilegítimo. Para ilustrar pone
como ejemplo el caso del sujeto activo que sustrae dos bueyes para remover
o preparar su terreno de cultivo por tres días o cuando sustrae ilegítimamente
cinco acémilas para conducir carga a un pueblo vecino. Debemos agregar que
el tipo exige una devolución directa o indirecta, de tal forma que el agraviado
retome la posesión del ganado.

El sujeto activo puede ser cualquier persona, exceptuando al propietario


por disposición expresa del artículo, y lo mismo sucede con el sujeto pasivo.
Como afirma B r a m o n t -A r ia s , la conducta consiste en sustraer un ganado
ajeno con el fin de hacer uso momentáneo y devolverlo. Por sustraer se entiende
la realización de aquellos actos materiales que desplazan el ganado del lugar

50 Bramont -Arias T orres, Luis Alberto y María del Carmen G arcía C antizano , Manual de
derecho penal Parte especial, Lima: San Marcos, 1997, p. 293,
51 Peña-C abrera F reyre, Alonso Raúl, Delitos contra el patrimonio. Derecho penal Parte especial, p,
'íi
v.'Vr,:ííí|::..
15!
52 Paredes Infanzón , Delitos contra el patrimonio, ob. dt., p, 144.
53 Salinas Siccha , Ramiro, Derecho penal Parte especial, Lima: Grijley, 2014, p. 1062,

& ® 9

93
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

donde se encuentra. Luego de sustraer el bien^ el sujeto ha de usarlo durante


un tiempo. La Iky establece un plazo no superior a sesenta y dos horas. Si la
devolución se realiza con posterioridad, estamos ante la consumación del
delito de hurto de ganado^"^.

citando a S o l e r , señala que usar una res o varias plantea


R o ja s V a r g a s ,
un buen número de supuestos de hecho, en los cuales una persona —sin vincu­
lación jurídica ni consentimiento del propietario, esto es, de forma arbitraria
e ilegítimamente— sustrae el bien para obtener provecho de él. Pone como
ejemplos: roturar la tierra en el caso de bueyes, utilizándolo para carga, ca­
balgatas, paseos, transporte para una exposición de ganado, para lidiarlo sin
causarle heridas o lesiones, o utilizarlo para apareamiento u observación cien-
tífica^s ñay devolución, esto no exime de responsabilidad al sujeto activo.

El delito de hurto de uso de ganado es de carácter doloso. El agente obra


con conocimiento y voluntad^^ de realización del tipo. Se requiere que el agente
haya realizado la sustracción del ganado ajeno con la intención de hacer uso
momentáneo y devolverlo una vez usado y disfrutado^^. Para P e ñ a - C a b r e r a
F r e y r e , el hurto de uso solo resulta reprimible a título de dolo, esto es, con­
ciencia y voluntad de realización típica; el agente dirige su conducta a sustraer
el semoviente de su legítimo titular, sustrayéndolo de la esfera de custodia del
sujeto pasivo a fin de darle un uso determinado^^. El mismo autor estima que
el dolo puede ser eventual y, en el caso de error en que pueda incurrir sobre la
"ajenidad'' del ganado, debe resolverse bajo la fórmula del error de tipo^^. En .'i
este contexto estaríamos ante un caso donde el agente cree que el ganado que
usa es de su propiedad, y que podría darse ante la similitud entre los animales.

54 Bramont -A rias T orres y G arcía C antizano , Manual de derecho penal Parte especial, ob. cit., p.
294.
55 Rojas Vargas, Delitos contra el patrimonio, ob, cit, p. 550.
56 Es necesario precisar que formalmente el Código Penal de 1991, a partir de la interpretación
del art. 14, se inclina por el dolo cognitivo, pero estimamos que la voluntad es la que mueve al
../■''sujetoactivo;';';"
57 Vid. Paredes Infanzón, ob. cit, p. 144.
58 Peña-C abrera Freyre, Delitos contra el patrimonio. Derecho penal Parte especial, ob. cit,, p, 154.
59 Peña-C abrera además anota que basta con verificar el dolo en la esfera anímica del autor y
que no es necesario acreditar la presencia de un elemento subjetivo de naturaleza trascendente.
La distinción con el hurto de ganado adquiere concreción de forma objetivada cuando el
agente no devuelve las cabezas de ganado luego de transcurrido las setenta y dos horas, como se
desprende de las últimas líneas del art. 189-B. Vid. ibid., p, 154.

® @ ^

94
CAPÍTULO II ROBO

Respecto de la consumación, Bramont-Arias T orres señala lo siguiente:

Ei delito se consuma cuando el sujeto devuelve el ganado, después de haberlo


sustraído yíusado momentáneamente. No hay inconveniente en admitir la
tentativa; esta se configurará durante la sustracción y mientras el sujeto esté
usando el bien, aunque en realidad el delito ha debido quedar consumado
qon la mera sustracción, siempre y cuando tenga el ánimo de usar el ganado^'^.

Estimamos que no está clara la delimitación que hace el autor, puesto que,
si hubo sustracción y lo usa, entonces, el delito está consumado. La tentativa se
dará en el momento que el agente va a dar inicio a los actos de uso del ganado.

Por su parte, Peña-CABRERA, respecto a la consumación, señala lo si-


guíente:

El tipo penal previsto en el árt. 189-B ha de alcanzar la perfección delictiva


cuando el agente se apodera de forma efectiva del semoviente, estando en
posibñidad de hacer uso de aquel; por ello, el delito tentado habremos de
ubicarlo cuando el agente no logra el desapoderamiento, sea por la inutili­
dad de los medios empleados o por factores ajenos a su voluntad. El tema de
la devolución no. incide en lo que respecta a la consumación de este hecho
punible, sino para delimitar el plano de tipicidad penal con el tipo penal
de hurto de ganado; v.gr, si el malhechor es descubierto al poco tiempo de
haberse apoderado del ganado, cuando aún no se produjo su uso, ingresa a
un aspecto estrictamente probatorio, que ha de verse en el proceso penal^\

El autor mencionado establece como línea de tentativa a consumación la


no sustracción del bien, lo que sería aceptable si nos encontramos en hurto
de ganado.

3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 292. Hurto de uso de ganado


El que sustrae ganado ajeno con el fin de hacer uso momentáneo y lo devuelve,
directa o indirectamei^te, en un plazo no superior a cuarenta y ocho horas, es
reprimido con pena de prestación de servicios a la eomumáad de cincuenta
y dos a ciento cuatro jornadas.

60 Bramont -Arias T orres y G arcía C antizano , Manual de derecho penal Parte especial, ob. cit., p.
294 , -
61 P eña-C abrera F reyre, Delitos contra el patrimonio. Derecho penal Parte especial, ob. cit, p. 147.

a ®o
95
VÍCTOR JIM M Y ARBULÜ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA. EL PA m iM Ó M O

V, ROBO DE GANADO
í
L Tipo penal?

A rtíc u lo 1 8 9 -C . R o b o de g a n a d o

El que se apodera üegítimanneníe de ganado vacuno, ovino, equino, caprino, por­ I"
cino o auquénido, total o parcialmente ajeno, aunque se trate de un soto animal,
sustrayéndolo de! lugar donde se encuentra, empleando violencia contra la perso-
na o am enazándola con un peligro inminente para su vida o integridad física, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de ocho años.
La pena será privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de quince años si el
delito se comete con el concurso de dos o m ás personas, o el agente hubiere infe­
rido lesión grave a otro o portando cualquier clase de arma o de instrumento que
pudiere servir com o tal.
Si la violencia o am enaza fuesen insignificantes, la pena será disminuida en un ter­
cio.
La pena será no menor de diez ni mayor de veinte años si el delito com etido confor­
m e a tos incisos 1, 2,3,4 y 5 del segundo párrafo del art. 189,
La pena será no menor de quince ni mayor de veinticinco años si el agente actúa
en calidad de jefe, cabecilla o dirigente de una organización destinada a perpetrar
estos delitos.
En ios casos de concurso con delitos contra la vida, el cuerpo y la salud, la pena
se aplica sin perjuicio de otra m ás grave que pudiera corresponder en cada caso.
[Incorporado por la Ley N.“ 26326, publicada el 4 de junio de 1994).

2, Comentario

En la doctrina se sostiene lo siguiente:


El delito de robo de ganado tiene la misma configuración que el hurto. El bien I
jurídico protegido es la propiedad. Con el robo de ganado se está protegiendo
la propiedad; tam bién se protege la vida, integridad física de las personas,
constituyéndose un delito compuesto o pluriofensivo^^.

El medio empleado lleva a que se convierta este delito en pluriofensivo,


toda vez que el objeto de la acción es la persona como tai. P eña-Cabrera —en
este aspecto diferenciador entre hurto y robO“ nos dice lo siguiente:

Se sostuvo en el caso del hurto de ganado y hurto de ganado de uso que el


objeto de tutela es el derecho de propiedad, mejor dicho, la plena disponi­
bilidad de los derechos reales inherentes a aquel, que ostenta el dueño del
ganado; pero el art. 189.C al agregar medios comisivos específicos en el marco

62 Parbdes Infanzón , Delitos contra el patrimonio, ob. cit., p. 148.

96
CAPÍTULO II ROBO

de la tipicidad objetiva, im porta redefinir el interés jurídico de protección a


un ámbito pinral, es decir, se añade a la vida, el cuerpo, la salud y la libertad
personal, constituyendo un tipo penal' pluriofensivo’'. Declaración que hemos
de sujetarl^'a lo expuesto en lo que propuso en el tipo penal de robo. Con el
robo de ganado se está protegiendo la propiedad, contrario sensu, el atentado
de la custodia solo servirá para señalar al perjudicado del ilícito penal, mas no
el sujeto pasivo que viene a ser el titular del bien jurídicamente amparado^l

En este caso, P eña-C abrera hace diferencia entre el perjudicado y ei


sujeto pasivo o agraviado que sería el propietario del bien y no quien tiene la
posesión por encargo o legalmente.

En la misma línea, Bramont-Arias nos indica lo siguiente: "'El bien jurí­


dico protegido es el patrimonio —específicamente la posesión—pero, además,
también la vida y la integridad física de las personas, por lo que se constituye
en un delito compuesto o pluriofensivo”^'^. Si bien la acción es dirigida esen­
cialmente a sustraer bienes ajenos, en el camino se usa la violencia o amenaza
contra el poseedor del bien que se busca obtener ilícitamente.

Por su parte, Paredes Infanzón señala que el agente de este delito puede
ser cualquier persona física, quedando excluido el propietario del ganado.
Este autor estima que no hay inconveniente en admitir como sujeto activo del
delito de robo de ganado al copropietario^^ aunque esto es objetable, puesto
que estamos ante el robo de bienes de sí mismo, por más que haya copropie­
dad, o, en todo caso, para darle sentido estaría robando la cuota ideal del otro
copropietario. Respecto de los medios, el autor sostiene lo siguiente:

La amenaza del robo de ganado se da en el apoderamiento ilegal del ganado,


sea total o parcialm ente ajeno, sustrayéndolo del lugar en que se encuentra,
empleando violencia contra la persona o amenazándola con un peligro in ­
minente para su vida o integridad físicaf^

Peña-Cabrera manifiesta que el sujeto activo de este delito puede ser


cualquier persona, siem p p y x u ^ tenga capacidad de acción y atribución

63 P eña-C abrera F reyre, Delitos contra el patrimonio. Derecho penal Parte especialj ob. cit,, p. 147,
64 Bramont-Arias T orres y G arcía C antizano , Manual de derecho penal Parte especial, ob, cit., p.
295,
65 Paredes Infanzón , Delitos contra el patrimonio, ob. cit., 149.
66 Ibid.

&m9
97
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONÍO

de imputación individual (culpabilidad), pues no se requiere una especial


característica pata ser considerado autor. No pudiendo ser el propietario,
debido a que la ■ajenidad” es un elemento normativo, a saber, que excluye
esta posibilidad/ y si este despoja al legítimo poseedor de la tenencia de los
animales, mediando violencia física y/o amenaza grave, dicho hecho no que­ ■it
dará impune al ser reconducido a los tipos de lesiones, coacciones, etc.^^ Este
autor estima que en este delito hay un mayor disvalor del injusto típico, Al
respecto, señala lo siguiente:

[E]n cuanto a los medios que emplea el autor para hacerse del bien “-objeto
material del delito—, esto es, no utiliza una actividad típica de apoderamiento
per se, sino que despliega una fuerza física intensa contra la esfera somática
del sujeto pasivo o ejerce una amenaza de un peligro inminente para la vida,
o integridad física de la víctima.

Si desaparece el medio comisivo, esto es, la violencia o la amenaza, y, si


solo se verifica la sustracción, se estará ante un caso típico de hurto de ganado^l

El legislador del CP de 1991 no ha sido muy ordenado o sistemático en el


diseño de la normativa, de allí que pese a que la doctrina se esfuerza por definir
los tipos penales, en el caso de hurto o robo de ganado pudieron incorporarse
como una modalidad de hurto o robo^^.

Este es un delito doloso, es decir, se tiene la conciencia y voluntad de


apoderarse del ganado^®. En esta misma línea, T riffterer afirma lo siguiente:

67 Peña-C abrera Freyre, Delitos contra el patrimonio. Derecho penal Parte especial, ob. cit., p. 156
68 Salinas Siccha, Derecho penal Parte especial, ob. cit., p. 1065.
69 Cfr. Salazar Sánchez, Nelson: “La conducta típica de este tipo penal es sim ilar a la conducta
típica del art. 189-A, pues también se tipifica el 'apoderamiento del ganado total o parcialmente
ajeno. La diferencia radica en que esta figura delictiva, el sujeto activo, para apoderarse dei
ganado, ejerce violencia o amenaza contra el titular del bien jurídico o sobre el sujeto que tiene
la vigilancia. De ello, se coUge que el fundamento de la existencia de esta lesión al patrimonio,,
como delito autónomo, radica en la afección que el sujeto activo realiza a la integridad física o
a la libertad de la persona (v.gr., libre formación de la voluntad), o por la forma de comisión del
delito. N o obstante, según nuestra opinión, esta figura (básica y agravada) tranquilamente pudo
haber sido subsumida dentro de los arts. 188 y 189, como modalidades de robo o robo agravado
respectivamente”. U rquizo OLAECHEA,José, Código Penal Doctrina, Jurisprudencia, concordancia y
evolución legislativa, 1 1, Lima: Idemsa, 2010, p. 652.
70 Bramont-Árías T orres y G arcía Cantizano, Manual<de derecho penal Parte especial, oh. cit., p.
296.

s @®
98
Capítulo lí Robo

En este delito se requiere dolo; el dolo está constituido por un aspecto cog-
nitivo que favorece la aprehensión del acto, su conocimiento y un aspecto
volitivo que mueve la ejecución al querer el sujeto realizarlo. Ambos elementos
del dolo facilitan 'la imagen refleja del tipo objetivo'«71

Respecto a la consumación del delito de robo de ganado, P eña-C abrera


sostiene lo siguiente:

, El delito de robo de ganado se consuma con el apoderamiento, es decir,


cuando el sujeto activo tiene la disponibilidad del ganado. Por tanto, no
basta con que el sujeto activo haya tomado el ganado y huido con él para
que pueda entenderse consumado el abigeato, es preciso que haya tenido
una mínima disponibilidad del animal sustraído. No hay inconveniente en
admitir la tentativa^l

Mientras tanto, para Bramont-Arias se consuma con el apoderamiento


del ganado, total o parcialmente ajeno, aunque se trate de un solo animal,
cuando el sujeto activo tiene la disponibilidad del ganado, debiendo tenerlo,
aunque sea un instante. Con relación a la tentativa, este autor sostiene que
se da cuando el sujeto activo comienza la ejecución de robo de ganado que
decidió cometer sin consumarlo’'^

3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 293.- Robo de ganado


293.1 El que se apodera ilegítimamente de cualquier tipo de ganado, total
o parcialmente ajeno, aunque se trate de un solo animal, empleando
violencia contra la persona o amenazándola con peligro inminente
para su vida o integridad física, es reprimido con pena privativa de
libertad no menor de tres ni mayor de seis años.
293.2 La pena es no menor de ocho ni mayor de diez años cuando el delito
previsto en el párrafo 293.1 es óometido:
a. Aprovechando o valiéndose de la oscuridad o lugar desolado.
b. Aprovechándose de la especial situación de indefensión de la
, , víctima.rf¿ ____

71 Cfr. T riffterer, Otto, citado por Javier Villa Stein , Derecho penal Parte general, Lima: Editorial
San Marcos, 1998, p, 235,
72 Peña-C abrera Freyre, Delitos contra el patrimonio. Derecho penal Parte especial, ob. cit, p. 159.
73 Bramont-Arias T orres y García Cantizano, Manual de derecho penal Parte especial, ob. cit., p.
297.

e ®o
99
lííMk;•
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PMRIMONIO

c. A mano armada o mediante el empleo de material o artefacto


Iexplosivo.
d. ; Con el concurso de dos o más personas.
e. I En cualquier medio de locomoción de transporte público o
privado de carga, terminales terrestres, ferroviarios, lacustres o
, fluviales, puertos o aeropuertos.
f. En agravio de menor de edad, persona con discapacidad, mujer
en estado de gestación, persona mayor de sesenta años de edad.
■ g. Con ocasión de incendio, inundación, naufragio, calamidad
pública o desgracia particular del agraviado, desastres naturales
u otros similares.
293.3 La pena privativa de libertad es no menor de doce ni mayor de quince
años si el robo es cometido:
a. Cuando el agente utiliza a menor de dieciocho años de edad.
b. Cuando se produzca lesión leve a la integridad física o mental
de la víctima,
c. Aprovechándose de la incapacidad física o mental de la víctima o
mediante el empleo de droga, insumo químico o fármaco contra
la víctima.
293.4 La pena privativa de libertad es no menor de dieciséis ni mayor de
veintidós años si el agente causa lesiones graves a la víctima o cuando
el agente es integrante de una organización criminal, está vinculado
o actúa por encargo de ella,
293.5 La pena privativa de libertad es indeterminada o cuando se produce
la muerte de la víctima.

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I. a p r o p ia c ió n IL ÍC IT A

1. Tipo penal

Áríículo 190.-i Apropiación ilícita común


El que, en su provecho o de un tercero, se apropia indebidannente de un bien nnueble,
una suma de dinero o un valor que ha recibido en depósito, comisión, adm inistra­
ción u otro título semejante que produzca obligación de entregar, devolver, o hacer
un uso determinado, será repri.rnido con pena.privativa de libertad no menor de dos
ni mayor de cuatro años.
Si él agente obra en calidad de curador, tutor, albacea, síndico, depositario ju d icia l.
o en el ejercicio de una profesión o industria para la cual tenga título o autorización
oficia!, la pena será privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años.
Cuando el agente se apropia de bienes destinados al auxilio de poblaciones que
sufren las consecuencias de desastres naturales u otros sim ilares la pena será pri­
vativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de diez años.

2. Comentario
La conducta del agente consiste en apropiarse de un bien mueble, dinero
o valor que recibe con la obligación de entregar, devolver o hacer un uso. En
la Ejecutoria Superior 819-98 se señala que el bien jurídico es afectado,
iil f así como la forma objetiva de la conducta. Al respecto, se señala lo siguiente:

[L]o que aparece protegido especialmente en el delito de apropiación ilícita es


la propiedad sobre una cosa y, en relación con esta, la capacidad de disposi­
ción que tiene el propietario y que iniplica que tenga derecho a su restitución
y como contrapartida que implica al otro la obligación de restituir la cosa
Lo propio de este delito es que la cosa mueble ajena haya sido recibida
por un título que produzca obligación dé entregarla o devolverla, siendo lo
básico la unidad del título, esto es, que el título en virtud del cual se entrega
la cosa mueble, sea el m ismo título que da origen a la entrega o devolución
[ . . Dicho delito se configura realmente cuando se recibe la cosa y con abu­
so de confianza iio se restituye, es decir, que lo que convierte en punible la
obligación de restituir es precisamente el abuso de confianza^

1 C orte Superior de Lima . Sentencia, N.° 819-98, Lima

® ®

103
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

Desde la tipicidad subjetiva^ es un comportamiento a título de dolo^ tal


como se sostierie en el R. N. N / 88-2001-Ica:

[E]l deiitcif de apropiación ilícita es eminentemente doloso, el agente debe


conocer y querer la apropiación, requiriéndose, además, el elemento subjetivo
del ánimo de lucro en provecho propio o de tercero [.. J. Tales presupuestos
no se cumplen en el presente caso, apreciándose, en primer lugar, que el
procesado por causas ajenas a su voluntad no pudo devolver la bicicleta a
la agraviada, desprendiéndose de la copia de la denuncia policial [.,.] que
la bicicleta le había sido robada de su domicilio el día primero de mayo de
mil novecientos noventa y seis, esto es, antes de haber sido requerido para
la devolución de dicha especie; y, en segundo lugar, dicho encausado ha
demostrado disponibilidad para la devolución de la bicicleta, conforme se
verifica del acta de fojas catorce elaborada en sede judicial^.

El objeto de la acción típica son los bienes, dinero o valores que poseen
un contenido patrimonial, de allí que cuando se estima que no tiene una cuan-
tificación hay un supuesto de atipicidad, tal como se razona en la Ejecutoria
Suprema R N, N / 187-2004-Junín:

La recurrente alega que la doctrina entiende que los documentos no revisten


relevancia patrimonial, y, por tanto, no podrían ser objeto del delito de apro­
piación ilícita. No habiéndose demostrado que la caja que envió el agraviado,
como encomienda, haya contenido libros, como sostiene en su denuncia de
parte, toda vez que en la boleta de venta [.. J se señala que la misma contenía
una "caja de documentos''^

Esta misma línea se refleja en la Ejecutoria Superior N.° 5041 ~99\ donde
se sostiene lo siguiente:

[S]e imputa a César Augusto Herrera Lucho ser autor del delito contra el
patrimonio “-apropiación ilícita— en agravio de la Asociación de Padres
de Familia del Colegio Nacional "Unión Latinoamericana", al no haber
devuelto los documentos de administración económica del quiosco escolar
correspondiente al año mil novecientos noventa y seis, que le correspondía
en su calidad de presidente de la asociación antes citada J. El concepto de
bien mueble en estos delitos es uñ procesó funcional y autónomo del derecho
penal que no coincide con el concepto civil del mismo, por bien mueble hay
que entender todo objeto del mundo exterior con valor económico que sea

2 C orte Suprema de J usticia de la República, R ,N .K ° 88-2001 lea, Lima: 24 de junio del 2003.
3 C orte Suprema de J usticia de la República, R. N. N / 187-2004Junin, Lima.
4 Corte Suprema de J usticia de la República, R. N. N. " 5041-99, Lima.

@ ® #

104
C a p ít u l o m a p r o p i a c i ó n il íc it a

susceptible de apoderamiento material y de desplazamiento [.. J. Los men­


cionados documentos de administración del quiosco del colegio antes citado,
carecen de ese valor económico, que por la acción del agente le procure un
provecho ilícito para sí o para un tercero, en consecuencia, no concurren los
elementos del tipo previsto en el artículo ciento noventa del Código Penal [...].

Esta apropiación de documentos se da en los cambios de directivos de


personas jurídicas, y, si bien se coincide respecto del valor económico, no lo
es respecto de la información que contiene, que muchas veces es de enorme
utilidad para los destinos de la entidad.

La atipicidad de la conducta puede darse si se estima que la obligación


de devolución tiene contenido civil. En la Ejecutoria Superior N."" 97-0063^
se arriba a esa conclusión:

El delito de apropiación ilícita consiste en rehusar entregar un bien que ha


recibido en depósito, comisión, administración u otro título. Al haber el
, inculpado repartido cajas de cerveza como chofer de una empresa, mediante
un sistema de crédito con consignación, no constituye delito el no haber
devuelto el bien o su costo a la empresa, al ser una deuda y obligación civil.

Desde la prueba, si no se acredita la obligación, la conducta deviene en


atípica, tal como se afirma en la Ejecutoria Superior N." 418-95^:
:
Al no haberse acreditado la preexistencia de la obligación de pago por el in­
culpado, no se puede determinar la existencia del delito de apropiación ilícita.
No se demuestra la responsabilidad del inculpado con la sola imputación de
la víctima, sin ser corroborado con otros medios probatorios.

El ánimo de lucro —que en el tipo penal puede asimilarse al provecho—


se considera como un elemento de tendencia interna trascendente, aunque
en la sistemática del CP, en general, no hay tipos con ese elemento adicional
al dolo; empero, esto se sostiene en la Ejecutoria Superior N.° 209-94^ de la
siguiente manera: "En el delito de apropiación ilícita no solo se requiere de
la apropiación de un bién> siendo necesario también que la conducta afecte
el derecho de una persona y que exista un ánimo de lucro en el sujeto activo",

5 C orte Suprema de J usticia de la República, R ^N .N / 97-0063, Urna.


6 C orte Suprema de J usticia de la R epública , R. N. 418-95, Lima.
7 C orte Suprema d e J usticia de la República , K. N. N7 209-94, Lima.

9 ®«
105
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

La apropiación implica que se haya tenido una suma de dinero con la


obligación de devolver^ por lo que correctamente en el Exp. N."' 174-97® se
señaló lo sigui^¿nte: '*No constituye delito de apropiación ilícita, la conducta
del inculpado de no realizar el pago oportuno de las remuneraciones a sus
trabajadores, debiendo calificarse la misma como delito contra la libertad de
trabajo”. La apropiación implica una entrega previa por un título del dinero.
Lo que no se observa en una falta de pago de remuneraciones o beneficios
sociales que tienen una tipificación específica. La falta de título conlleva a la
atipicidad, tal como se afirma en el Exp. N.“ 6824-97^:

Los hechos no se adecúan al tipo penal de apropiación ilícita al faltarles el


elemento del tipo objetivo constituido por el título por el cual se entró en
posesión de los referidos bienes, ya que estos bienes se entregaron a la sociedad
como aporte y del título no se establece que tales bienes deban ser devueltos
en un momento posterior.

Los concursos ideales entre apropiación ilícita y peculado por extensión


se han visto en la jurisprudencia suprema, como en el Recurso de Nulidad
N,'" 3396-2010-Arequipa interpuesto por Héctor Piedra Muñoz contra la
sentencia de primera instancia que lo condenó a tres años de pena privativa lí
de la libertad por la comisión del delito de peculado por extensión (art. 392 del w.
CP). Piedra Muñoz, habiendo sido nombrado depositario por una disposición
judicial, se apropió indebidamente del ómnibus de la empresa Expreso Suda-
■TílL,
mericano, entregado en custodia. En dicha ejecutoria se sentó un criterio de
Wr
interpretación vinculante en el considerando cuarto, referido a la apropiación
de un bien entregado como depositario, tal como se indica a continuación: i :
'¡■ká:■
ir

Estableciendo que, al apreciarse un conflicto de aplicación de leyes penales,


que pone en discusión la situación jurídica del recurrente - e n cuanto a la
condena y pena a imponerse™, se considera que debe de aplicarse la norma
más favorable a este, conforme lo prevé el inciso 11 de art, 139 de la Cons­
titución Política del Perú, que concuerda con el a rt 6 del Código Penal, que
.ilC
establece: '"La aplieaóión de la ley más favorable al procesado en caso de duda - ‘ '
o de conñicto éntre leyes penales —como es el presente caso—''; y que si bien
la imputación fiscal contra el encausado Héctor Piedra Muñoz se enmarcó
en dos dispositivos legales: apropiación ilícita y peculado por extensión, al
existir una dualidad de preceptos legales aplicables al caso concreto, corres-

8 C orte Suprema de J usticia de la República, R . N .N / 174- 97, Lima.


9 C orte Suprema de J usticia de la República, R.N .N 7 6824-97, Lima.

#0®
106
C a p ít u l o l l l Ap r o p ia c ió n il íc it a

ponde aplicar la más favorable, que viene a ser el tipo penal contra patrimonio
en su modalidad de apropiación ilícita en forma agravada —regulada en el
segundo párrafo del a rt 190 del Código Penal—; porque resulta beneficioso
en cuanto a |as penas previstas.

2.1. apropiación ilícita en la Casación N.'' 301-201riiO


La imputación contra la encausada, doña Jalli Jannan Villarreal López,
fue que, en su condición de empleada de la empresa agraviada, Rinti S. A.
(vendedora de productos alimenticios para caninos y felinos), se apropió
indebidamente del dinero que cobró a clientes de esta empresa, ascendente
a S/ 15 079.09 soles. Así, la imputada entregó comprobantes de pago a los
clientes de la empresa en señal de acuse de recibo del dinero por los productos
vendidos sujetos a crédito, pero una vez efectuado el pago por estos a ella, no
lo entregó a las arcas de la referida empresa.

La casación busca responder a la interrogante de establecer el sujeto pa-


^¿ivo de la apropiación, que podía ser la persona (deudor) que entregó el bien
al cobrador o quien había delegado esa responsabilidad, esto es, el acreedor.
Otro problema complementario es establecer si el hecho relacionado a que el
recaudador se quedara con el bien configuraba el delito de hurto.

2 J J , R e g la s ju r íd ic a s

Estas se encuentran contenidas en el considerando octavo, el cual vamos


a comentar a continuación:

8.1. Es claro que cuando una persona entrega a otra un bien con un encargo
específico, y este último queda en calidad de depositario, (en custodia
legítima del bien), lo expolia y lo agrega' a su dominio patrimonial, la
víctima o sujeto pasivo resulta siendo quien entregó la cosa.

En esta afirmación tenemos una subsunción clásica en el tipo de apropia­


ción ilícita, pues el sujeto^'á^ctivo recibe legítimamente un bien coñ M dbliga-
ción de un encargo específico, pero, al contrario, lo que hace es incorporarlo
a su esfera patrimonial. De aquí que la víctima sea quien entregó la cosa^ A
continuación, el siguiente considerando:

lo Fue publicada en el diario oficial El Peruano el 1 de abril del 2013, Véase: Gaceta Penal ^ Procesal
Penal, t, 46, Lima: abril del 2013, p. 153.

0^&
107
VÍCTOR JIM M Y ARBULÜ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

8.2. Cuando la cosa mueble se entrega en pago al autorizado de facto o


formalmente (con conocimiento del acreedor conforme a las reglas
del Código Civil), el que paga se desliga del bien entregado y este se
incoypora a la esfera del patrimonio (en propiedad) del antes acreedor
en cuyo nombre el agente cobrador o recaudador lo recibió.

En realidad, el cobrador es una persona a la que el acreedor le ha delegado


una representación de cobranza con una obligación concreta, dar un destino a
los bienes, que puede ser la entrega al acreedor o a otro que este autorice; pero
de ninguna manera faculta al recaudador que lo incorpore a su patrimonio.

8.3. Es preciso distinguir entre el cajero que opera en la sede o domicilio del
acreedor, del recaudador que cobra en el domicñio del deudor o recibe
en su propio y particular domicilio el bien en pago total o parcial del
crédito.
8.4. En los últimos casos, no es factible asumir que el recaudador sustrae los
bienes recibidos para apropiárselos —lo que es característico del hurto—,
sino que simplemente decide quedárselos para sí, incumpliendo el deber
de entrega al propietario, cuya confianza defrauda.

La delegación implica que el recaudador a domicilio del deudor recibe


de este directamente los bienes, no los sustrae legítimamente. La recepción es
legítima porque posee un título que le ha otorgado el acreedor, a diferencia
del hurto, con el deber de entregar lo recaudado, de allí que ese deber -—que
nace de un vínculo contractual o laboral— se incumple cuando el cobrador se
queda con la cosa, siendo el afectado o sujeto pasivo el acreedor. Podríamos
establecer la hipótesis qué el recaudador sin delegación del acreedor vaya
donde su deudor y cobre, entonces, aquí ya ha ingresado otro elemento en la
configuración fáctica, el engaño, y entonces estaríamos ante el delito de estafa.

La Corte Suprema, para sustentar sus reglas jurídicas sobre la apropia­


ción, se apoya en un tipo penal, como és el de apropiación irregular, art. 192
del CP” .

8.5. A mayor abuníamiento, el legislador nacional ha previsto el delito de


apropiación ilícita irregular en el artículo ciento noventa y dos del Có-

1
11 Se sanciona al sujeto activo que se apropia de un bien que se encuentra perdido o de un tesoro
(o de la parte del tesoro correspondiente al propietario del suelo), sin observar las normas del
Código Civil; y al que se apropia de un bien ajeno en cuya tenencia haya entrado a consecuencia
de un error, caso fortuito o por cualquier otro motivo independiente de su voluntad.

® ® ®

108
Ca p ít u l o í l l Ap r o p ia c ió n i if c n A

digo Penal, que sanciona a quien se apropia de un bien perdido, de un


tesoro,' o de un bien ajeno en cuya tenencia entró el agente por error,
caso fortuito u otra causa independiente de su voluntad. Siguiendo la
línea ^e la regla jurídica interpretativa ad maioris ad si quien se
apropia de un bien que carece de dueño, merece sanción penal por el
delito de apropiación indebida irregular, con mayor motivo, tiene que
serlo quien se apropia de bienes ajenos que pertenecen a dueño cierto.

SVrí- El argumento a fortiofiy en su modo “quien puede lo más, puede lo me­


nos'', se puede resumir en el razonamiento siguiente: si se sanciona como
apropiación irregular a quien se apodera de un bien ajeno, con mayor razón
se debe sancionar a quien se apropia de bienes ajenos que tienen dueño cierto.
Consideramos que este argumento es impertinente en las reglas que ha fija­
do nuestro Tribunal Supremo, de la propiedád con dueño cierto o incierto,
sino del título legítimo y de la obligación de devolver, que en el caso de los
cobradores sí poseen ese deber. De allí que tiene sentido que se mencione al
cobrador que actúa en nombre del acreedor como sujeto activo, y este como
pasivo en el delito de apropiación:

8.6. No hay por tanto en el asunto sub judice, ni vacío legal ni posibilidad
de aplicación del tipo de hurto, en cuyo caso extraordinario, tampoco
cobraría —como lo señala el Ministerio Público en el presente proceso
penal— una absolución; ocurre que el tipo de apropiación indebida o
ilícita, comprende como agraviado, en principio, al dueño de la cosa
apropiada, cuando este fuera quien entrega, al acreedor insatisfecho,
en cuyo nombre el sujeto activo no recibe el bien, en los casos de recibo
de pago total o parcial, situación que la doctrina jurisprudencial de la
Corte Suprema de Justicia del Perú ha adoptado.

La apropiación del bien realizado por el cobrador puede ser total o parcial,
de allí que basta con qué este se apropie del bien que debe entregar al acreedor.
Esta línea deviene de la Ejecutoria Suprema N / 1296 -2010^^ que tramitó
como delito de apropiación ilícita en una imputación a los trabajadores de
un grifo que se apropiaron ilícitamente de los ingresos de las ventas diarias
de combustible no reportado. Quienes, habiendo cobrado a los usuarios, en-

Este es la expresión del argumento a fortiorij que se puede traducir en "quien puede lo más,
puede lo menos”. En su concepto no era atinente.
C orte Suprema de J usticia de la República, R .N .N .’’ 1296 -2010, Lima: 12 de diciembre del
2007. Esta ejecutoria puede encontrarse en el sistema de expedientes de la Corte Suprema.
Recuperado de <https://bit.ly/2fFeP9e>. Fecha de consulta: 10 de noviembre del 2017.

® ® ®

109
VÍCTOR JIM M Y ABBÜLÜ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA E l PATRIMONIO

traron en posesión ilegítima del dinero que debía ser entregado a la empresa,
convirtiéndose así en autores del delito de apropiación.

Luego del exjamen de la casación llegamos a las siguientes conclusiones:


1. Según la Corte Suprema cuando el deudor le entrega al cobrador un
bien, este se incorpora en el patrimonio del acreedor.
2. Si el cobrador se queda con el bien recaudado, el agraviado no será
el deudor, sino el acreedor que le delegó la facultad de cobrar.
3. En estos casos el sujeto activo, al no entregar el bien recibido para el
acreedor y apoderarse de este, viola su deber de entrega y la confian-
za depositada en él por el agraviado.

3. Derecho comparado

3.L Guatemala

Artículo 272,- Apropiación y retención indebidas.


Quien, en perjuicio de otro, se apropiare o distrajere dinero, efectos o cual­
quier otro bien mueble que hubiere recibido en depósito, comisión o adminis­
tración, o por cualquier otra causa que produzca obligación de entregarlos o
devolverlos, será sancionado con prisión de seis meses a cuatro años y multa
de cien a tres mil quetzales.

3.2. Alemania

§ 246.- Apropiación indebida.


1. Quien se apropie antijurídicamente de una cosa mueble ajena o la adju­
dique a otro, será castigado con pena privativa de la libertad hasta tres
años o con multa si el hecho no está castigado con pena más grave en
otras disposiciones, * ,
2. Si en ios casos del inciso 1 la cosa ha sido encomendada al autor, entonces
el castigo es pena privativa de la libertad hasta cinco años o multa.
3. La tentativa es punjble.

3.3. Bolivia

Artículo 345. - (Apropiación indebida).


El que se apropiare de una cosa mueble o un valor ajeno, en provecho de sí
o de tercero y de los cuales el autor tuviere la posesión o tenencia legítima

#0s
lio
Ca p ít u l o ni | Ap r o p ia c ió n íl íc ít a

y que implique la obligación de entregar o devolver, será sancionado con


reclusión de tres meses a tres años.

3.4, Costa Rica

Artículo 223,- Apropiación y retención indebidas


Se impondrá la pena establecida en el art, 216, según el monto de lo apropiado
o retenido al que, teniendo bajo su poder o custodia una cosa mueble o un
valor ajeno, por un título que produzca la obligación de entregar o devolver,
se apropiare de ello o no lo entregare o restituyere a su debido tiempo, en
perjuicio de otro.
Si no hubiere apropiación sino uso indebido de la cosa, con perjuicio ajeno,
la pena se reducirá, a juicio del juez.
En todo caso, previamente el imputado será prevenido por la autoridad que
conozca del asunto, para que, dentro del término de cinco días, devuelva o
entregue el bien, y si lo hiciere no habrá delito, quedando a salvo las accio­
nes civiles que tuviere ei dueño. [Modificado por la Ley NA 6726 del 10 de
marzo de 1982).

3.5, Cuba

Artículo 335.-
1. El que, con el propósito de obtener una ventajan unbeneñcio patrimonial
ilegítimo para sí o para otro, se apropie o consienta que otro se apropie
de bienes que lé hayan sido confiados, incurre en sanción de privación
de libertad de tres meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas o
ambas.
2. Si los bienes apropiados son de considerable valor, la sanción es de
i...;- privación de libertad de dos a cinco años o multa de trescientas a mil
cuotas o ambas.

3.6. España

Artículo 252.-
.Serán castigados condas penas del art. 249 o 250, en su caso, los que en petjui-.
cío de otro se apropiare'n o distrajeren dinero, efectos, valores o cualquier otra
cosa mueble o activo patrimonial que hayan recibido en depósito, comisión
o administración, o por otro título que produzca obligación de entregarlos o
devolverlos, o negaren haberlos recibido, cuando la cuantía de lo apropiado
exceda de cuatrocientos euros. Dicha pena se impondrá en su mitad superior
en el caso de depósito necesario o miserable.

a «
111
VÍCTOR JIMMY ARBULÚ MARTINEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PAmíMONIO

4. Proyecto de ley del m evo Código Penal


i
■fe
Artículo 294.- Apropiación ilícita
El qué, en lu provecho o de un tercero, se apropia indebidamente de un bien
mueble, una suma de dinero o un valor que ha recibido en depósito, comisión,
administración u otro título semejante que produzca obligación de entregar,
devolver, o hacer un uso determinado, es reprimido con pena privativa de
libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años.
Si el agente obra en calidad de curador, tutor, albacea, síndico, depositario
judicial o en el ejercicio de una profesión o industria para la cual tenga título ÍÜ
o autorización oficial, la pena privativa de libertad es no menor de tres ni r
mayor de seis años, 'imi:

IL SUSTRACCIÓN DE BIEN PROPIO

1. Tipo penal

Artículo 19T.- Sustracción de bien propio


W
El propietario de un bien mueble que lo sustrae de quien lo tenga legítimamente en
■■■
su poder, con perjuicio de este o de un tercero, será reprimido con pena privativa de
libertad no mayor de cuatro años.

í-
2. Comentario 1

El agente de este delito es el propietario que no goza de uno de los atri­


butos de la posesión, que sí lo tiene la víctima por algún título, ya que se alude í'M
a
a legitimidad. Puede ser un alquiler o un comodato, por lo que estanios ante
un delito que tutela el bien jurídico, la posesión de la cosa por justo título. "M-
El sujeto pasivo debe tener en poder la cosa adquirida legítimamente. Este
elemento de tipicidad puede revertirse si es que el título ha caducado y obliga
al posesionarlo a devolver la cosa, si esto es así, no existe sustracción^"^.
»
Por otro lado, no b ^ ta la sustracción, pues se: debe acreditar que se pro­
voque perjuicio en la propia víctima o de un tercero. i

14 Cfr. Salinas Siccha , Ramiro, Derecho penal, voL n, Lima: Grijley, 2014, p. 1033, y en esta misma
línea citado por Peña-Cabrera, Roy Freyre y Angeles.

® ® ©

112 :.
1■
C a p ít u l o m A p r o p ia c ió n il íc it a

Desde la tipicidad subjetiva, es un delito doloso, ya que el agente, a sa­


biendas que la víctima ha entrado en posesión del bien mueble por justo título,
procede a la sustracción.

El proyecto de ley del nuevo CP repite la misma fórmula, salvo en la pena,


donde hace la precisión de fijar la pena mínima en dos años, mientras el CP
yigenté solo fija la pena máxima en cuatro años.

Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 288. Sustracción de bien propio


El propietario de un bien mueble que lo sustrae de quien lo tenga legítima­
mente en su poder, con perjuicio de este o de un tercero, es reprimido con
pena privativa de libertad no menor de dos ni rnayor dé cuatro años o con
prestación de servidos a la comunidad de sesenta a doscientas jornadas.

III. APROPIACIÓN IRREGULAR

L Tipo penal

A rtíc u lo 1 9 2 .“ A p r o p ia c ió n irre gu la r

Será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con limitación
de días libres de diez a veinte jornadas, quien realiza cualquiera de las acciones
siguientes:
1. Se apropia de un bien que encuentra perdido o de un tesoro, o de la parte del
tesoro correspondiente a! propietario del suelo, sin observar las normas del Có­
digo Civil.
2. Se apropia de un bien ajeno en cuya tenencia haya entrado a consecuencia de
un error, caso fortuito o por cualquier otro motivo independiente de su voluntad.

2. Comentario
El objeto de la acción es un bien perdido o un tesoro, o la parte del tesoro
que le corresponde al prbpietáriádel suelo. Si se trata de un bien perdido, es­
tamos ante el presupuesto de que existe un propietario a quien la ley le otorga
el derecho de recuperación, por lo que es el sujeto pasivo de esta modalidad.
El tipo penal nos remite ai Código Civil que establece normas para regular
esta situación y que no es observada por el agente. Estas normas, se indican
a continuación:

O®$
l
i
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!
íí 113
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

Artículo 932*- Hallazgo de objetos perdidos


Quien halle pb objeto perdido está obligado a entregarlo a la autoridad muni­
cipal, la cual comunicará el hallazgo mediante anuncio público. Si transcurren
tres meses y^nadie lo reclama, se venderá en pública subasta y el producto se
distribuirá por mitades entre la municipalidad y quien lo encontró, previa
deducción de los gastos.

Artículo 933.“ Gastos y gratificación por el hallazgo


El dueño que recobre lo perdido está obligado al pago de los gastos y a abonar
a quien lo halló la recompensa ofrecida o, en su defecto, una adecuada a las
circunstancias. Si se trata de dinero, esa recompensa no será menor a una
tercera parte de lo recuperado.

Como podemos observar, quien encontró un bien perdido está obligado


a entregarlo a la autoridadmunicipal, la cual, para proceder a la entrega a su
propietario, hará anuncios empleando medios de comunicación masiva o los
edictos. Transcurrido tres meses y si no hay a quien se declare propietario, se
distribuirá entre quien lo encontró y la municipalidad, previa deducción de los
gastos incurridos, por ejemplo, en las publicaciones o el propio remate. Hay que
tener en cuenta que en el caso de propietario no haUado se tiene que el perjudi­
cado por esta acción es la municipalidad del lugar donde se produjo el hallazgo.

Si aparece el propietario, quien encontró el bien y ha obrado conforme


a la normatividad civil tiene derecho a una recompensa. Si es dinero, no será
menor al tercio de lo que se haya recuperado.

Con relación al hallazgo de un tesoro como bien que tiene larga data y no
hay propietario cierto, entonces entra en aplicación el Código Civil que regula
la búsqueda, porque puede ser que se encuentre el bien tras un planeamiento
para encontrarlo, o de modo fortuito:

Artículo 934," Búsqueda de tesoro en terreno ajeno


No está permitido buscar tesoro en terreno ajeno cercado, sembrado o
edificado, salvo autorización expresa del propietario. El tesoro hallado en
contravención de este átíícul:o pertenece íntegramente al dueño del suelo.
Quien buscare tesoro sin autorización expresa del propietario está obligado
ÍB:.'
al pago de la indemnización de daños y perjuicios resultantes.

El a r t 934 del CC fija unas limitaciones a la búsqueda de tesoro, si se


hace en terreno ajeno está prohibido, salvo que el propietario lo autorice ex­
presamente. Quien se apropie del tesoro comete apropiación irregular, pues,

® ® @

114
C a p ít u l o ni Ap r o p ia c ió n il íc it a

en esas condiciones de hallazgo^ sin autorización, el tesoro pertenece en su


totalidad al propietario, quien sería el sujeto pasivo de este delito:

^ I
Artículo 935.- División de tesoro encontrado en terreno ajeno
El tesoro descubierto en terreno ajeno no cercado, sembrado o edificado,
se divide por partes iguales entre el que lo halla y el propietario del terreno,
salvo pacto distinto.

Si hay autorización del propietario, el tesoro es divido entre ios dos, salvo
que hayan pactado algo distinto. En este caso el sujeto activo que encontró el
tesoro con autorización del propietario se apropia de la totalidad, siendo en
realidad la apropiación de la porción que le corresponde al dueño del terreno.

Otra modalidad se da cuando el sujeto activo se apropia del bien ajeno, cuya
tenencia haya entrado a consecuencia de un error, caso fortuito o por cualquier
otro motivo independiente de su voluntad. En este caso, para que se consuma a
título de dolo, en el ámbito de la cognición, el agente debe salir de su error, de
tal forma que sepa que el bien no es suyo y aun así persiste en quedarse con el
bien. Esta misma lógica debe aplicarse cuando el agente toma la posesión for-
tuitamente o de casualidad, de tal forma que, pese a dicha situación de tenencia,
también debe conocer que tiene la obligación dé devolver. El hecho de que haya
St' accedido al bien de forma casual no legitima su tenencia, y esto va también a
Íí5/::.' cualquier forma de adquisición independiente de su voluntad.

3. Derecho comparado
3.1. Argentina

Artículo 175." Será reprimido con multa de mil pesos a quince mil pesos:
1. El que encontrare perdida una'cosa que no le pertenezca o un tesoro y
se apropiare la cosa o la parte del tesoro correspondiente al propietario
del suelo, sin observar las prescripciones del Código Civil;
2. El qué se apropiare una cosa ajena, en cuya tenencia hubiere entrado a
consecuencia de un error o de un caso fortuito.

3.2. Guatemala

Artículo 273.- Comete el delito de apropiación irregular, quien:


1. Tomare dinero u otro bien mueble que enc^ontrare perdido y no le per­
tenezca.

di 0 o
115
VÍCTOR JiM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELíTOS CONTRA EL PATRIMONIO

2. Habiendo encontrado un tesoro lo tomare en todo o en parte, o tomare


la cuota que, según la ley, corresponda al dueño del inmueble.
3. Tomare cosa ajena que haya llegado a su poder por error o caso fortuito.
Los yesponsabíes serán sancionados con prisión de dos meses a dos años
y multa de cincuenta a dos mil quetzales.

33. Costa Rica

Artículo 224.- Será reprimido con diez a cien días multa:


1. El que se apropiare de una cosa ajena extraviada sin cumplir los requisitos
que prescribe la ley;
2. El que se apropiare de una cosa ajena en cuya tenencia hubiere entrado
a consecuencia de un error o de un caso fortuito; y
El que se apropiare en todo o en parte de un tesoro descubierto, sin
entregar la porción que le corresponda al propietario del inmueble,
conforme a la ley. ; ■■

3.4. Brasil
Apropria^áo de coisa havida por erro, caso fortuito ou forqa da natureza
Art. 169 - Apropriar-se alguém de coisa alheia viuda ao sen poder por erro,
caso fortuito ou forga danatureza:
Pena - detengao, de um mes a um ano, ou multa.
Parágrafo único-Na mesma pena incorre:
Apropriagáo de tesouro
I, quem acha tesouro em prédio alheio e se apropria, no todo ou em parte,
da quota a que tem direito o proprietário do prédio;
Apropriagao de coisa achada
II. quem acha coisa alheia perdida e déla se apropria, total ou parcialmente,
deixando de restituí-la ao dono ou legítimo possuidor ou de entregá-la
á autoridade competente, dentro no prazo de quinze dias.

33. Bolivia

Artículo. 347.- (De tesoro, cosa perdida o tenida por error o caso fortuito).
Incurrirá en la pena¿de multa hasta de cien días: .
1. El que, habiendoliallado un tesoro en propiedad ajena, sé apropiare en
todo o en parte de la cuota a que tiene derecho el propietario.
2. El que se apropiare de cosa ajena llegada a su poder por error, caso
fortuito o fuerza de la naturaleza.
3. El que, habiendo hallado una cosa ajena extraviada, se apropiare de ella,
sin restituirla al dueño o legítimo poseedor o entregarla a la autoridad
competente.

0 @®
116
Ca p ít u l o in a p r o p i a c i ó n il íc it a

IV. a pr o pia c ió n DE PRENDA

1. Tipo penal

A rtíc u lo 1 9 3 .-\A p ro p ja c ió ri d e p r e n d a ,
y:í¡w:
Ei que vende la prenda constituida en su favor o se apropia o dispone de ella sin
■'.pbservar las form alidades legales, será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de uno ni mayor de cuatro años.

% Comentario
La prenda es un derecho real de garantía que se constituye sobre un bien
mueble —mediante su entrega física o jurídica—para asegurar el cumplimiento
i'C ;;, ■■■ ■ . ■

SI í; de cualquier obligacióm Una primera situación de este tipo penal es que el


SIS sujeto activo vende la prenda, ya que está en calidad de custodia. Una primera
aproximación es que vende el bien prendado y una segunda es la venta del
derecho que tiene para asegurar la obligación a un tercero.

Si tiene un bien prendado y se apropia^^ o dispone en contra de las dis­


posiciones legales también se consuma este delito. Debe considerarse que es
un delito a título de dolo, puesto que el agente, al realizar actos de disposición
Só del bien prendado, conoce que está yendo cón infracción de la normativa ci-
vil. Sobre este aspecto, tenemos que considerar que el capítulo sobre prenda
(desde el art. 1055 al 1090 del CC) fue derogado por la sexta disposición final
de la Ley NJ" 28677, publicada el 1 marzo del 2006, llamada Ley de la Garantía
Mobiliaria. Según esta ley, todos los bienes muebles podrán ser afectados en
garantía y esta última gozar de publicidad registral. Los bienes registrados o
no registrados, tangibles o intangibles, específicos o genéricos, fungibles o no
fungibles, presentes o futuros, pueden ser materia de una garantía mobiliaria.
La constitución de la garantía mobiliaria se realiza a través de su inscripción
en ei Registro Único de la Garantía Mobiliario, poniendo término a la disgre­
gación registral. El criterio de obligatoriedad generará mayor previsibilidad
y seguridad dentro deUsistema fihanóiefB^^.

15 El denominado pacto comisorio, por el cual el acreedor se apropia del bien si no hay pago o si es
nulo.
16 Celí Arévalo, Marco, Garantía mobiliaria. Análisis y,, perspectivas. Recuperado de <https://bit,
ly/21bKKTI>. Fecha de consulta: 2 de abril del 2016.

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117
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

Conforme al art. 3 de la Ley N."* 28677, la garantía mobiliaria es la afec­


tación de un bien ínueble mediante un acto jurídico, destinada a asegurar el
cumplimiento de una obligación. La garantía mobiliaria puede darse con o
sin desposesión del bien mueble. En caso de desposesión, puede pactarse la
entrega del bien mueble afectado en garantía al acreedor garantizado o a un
tercero depositario^^.

El derecho penal debe intervenir cuando no hay posibilidad de que otras


instituciones extrapenales resuelvan la controversia, de allí que las infracciones
deben ser resueltas en el marco de la Ley N.'’ 28677.

3. Derecho comparado

3.1. Argentina

Artículo 175.- Será reprimido con multa de mil pesos a quince mil pesos: [.,.]
3. El que vendiere la prenda sobre que prestó dinero o se la apropiare o
dispusiere de ella, sin las formalidades legales.

3.2. Bolivia

Artículo 348.- Apropiación o venta de prenda.


El que se apropiare o vendiere la prenda sobre la cual prestó dinero o que
recibió en garantía de cualquier obligación, o dispusiere arbitrariamente
de aquella, será sancionado con prestación de trabajo de un mes a un año y
multa hasta de cien días.
SM-

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17 Ibid.

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118
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| i f -1 /' ■r e c e p t a c i ó n

1. Tipo penal

ÍÍÍS§,.; ^ Nl ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

El que adquiere, recibe en donación o en prenda o guarda, esconde, vende o ayu­


da a negociar un bien de cuya procedencia delictuosa tenía conocim iento o debía
- . :presum irqueprovenía de un delito, será reprimido con pena privativa de lib e rta d lo ■.
^ menor de uno ni mayor de tres años y, con treinta a noventa días-multa.
. — — ------------------ :------------------------------------------------------------------------------------------------— ^-------------------------
if .
2. Comentario
:■ ■. ■ ■■■
If; 3 J. Examen del del^^
i ||g 7 ; El tipo penal reprime la conducta de quien adquiere, recibe en donación
iv.:- . ■■
/ (esto es a título gratuito, en prenda o guarda), esconde, vende o ayuda a ne-
gociar un bien de procedencia delictiva. El bien se puede originar del robo,
hurto, estafa, etc. La Corte Suprema en el R. N. N.° 5246-97^ lo establece
de la siguiente manera:

[S]e le imputa al encausado Luis Edgar Casma Jorge, el haber adquirido una
video grabadora VBS marca 'JVC" por la suma de doscientos nuevos soles,
artefacto que le fuera vendido por su coencausado Rafael Villanueva Pérez,
el mismo que conjuntamente con sus otros coacusados participaron en una
serie de asaltos perpetrados en las ciudades de Chincha, Pisco y aledaños,
habiendo participado en el mes de marzo de mil novecientos noventa y cuatro
en el robo a mano armada contra la agraviada Sonia Calderón Pérez en el
distrito de la Villa Túpac Amaru ÍNAC, oportunidad en la que sustrajeron
el video grabadora niarca 'JVC"; que, el encausado Casma Jorge ha negado
de manera uniforme la autoría de dicho ilícitos, manifestando que recibió
la video grabadora en calidad de empeño por parte del asaltante Villanueva
Pérez y no en calidad de compra venta, precisando que aceptó recibirlo bajo
esa condición porque conocía a la madre del citado Villanueva Pérez, aña­
diendo que al enterarse de la procedencia ilícita de dicho artefacto lo entregó

C orte Suprema de J usticia de la República, H N M ." 5246-97, Lima: 23 de octubre de 1997.

&&&
121
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

a la dependencia policial Asimismo, e:xiste la incriminación en su contra ■jk-


por parte dé su coacusado Abrahán Rafael Villanueva Pérez, quien, en la
continuación de su declaración instructiva [.. J, señala que todos los objetos
. robados loS|vendía a diversas personas cuyos nombres no recuerda, aunque sí
precisa que la videograbadora sustraída a la agraviada Sonia Calderón Pérez
se la vendió al acusado Cosme Jorge, tal como lo señaló en su manifestación
policial [...] aunado al acta de incautación [...] en donde se encuentra acredi­
tada la responsabilidad del acusado Cosme Jorge por el delito de receptación
del citado artefacto.

En el caso, por el testimonio de los autores de los delitos de robo, se pudo


probar que el acusado por receptación era una de las personas que adquirían
los bienes sustraídos, a sabiendas de su procedencia.

La misma línea argumentativa se sigue en la R. N. N,'* 1105-2004^ donde


se expone lo siguiente:

[D]e las pruebas actuadas y valoradas en el proceso, se desprende que la


conducta del acusado Hernán Castillo Gálvez no se adecúa a la descrita hi­
potéticamente en el de robo agravado, tipificado por el art. 188 del Código
Penal [.. J uno de los presupuestos para la comisión del delito de receptación
es que previamente se haya cometido un delito anterior contra el patrimonio,
tal como ha ocurrido en el presente caso y, que si bien el citado procesado ha
negado totalmente su participación, sí se ha acreditado en su condición de
comerciante compró el café incautado a Humberto Patino Córdova, en horas
de la noche, con prisa inusitada, y sin exigir a sus ocasionales vendedores,
documentación legal que sustente la transacción, por lo que su conducta queda
subsumida dentro de la previsión contenida en el numeral 194 del Código
Penal (receptación) mas no en el de robo agravado [..

Es relevante el conocimiento de la ilicitud, pues puede darse el caso de


que la persona crea erróneamente que lo que adquiere es legal, de allí que, si
se acredita el engaño, la conducta sería no punible, tal como se establece en
el Exp. N .” 98-279-110901-JP0R, donde se señala lo siguiente:

Procede absolver a la mculpada del delito de receptación, al haberse compro­


bado que fue engañada por las personas que le vendieron el ganado robado,
debiendo considerarse para ello el hecho que es una persona que no se dedica
regularmente al comercio de ganado.

2 . C orte Suprema d e / usticia de la R epública , R.N.N.1 1105-2004, San Martín.


3 C orte Suprema de J usticia de la R epública , Exp. JV.“ 98-279- 110901-JP01, Lima.

^ ©
122
§11
Ca p ít u l o rv r e c e p t a c ió n

'./■m El sujeto activo, desde el dolo, debe conocer esa ilicitud o, por lo menos,
■ presumir que tifene esa característica, por lo que también opera el dolo even­
miñ
tual, pues el sujjéto se representa la ilicitud y aun así continúa la conducta. En
m
esta línea, podemos ilustrar los elementos que puede tener el sujeto activo
í’Sí;;; para evitar la receptación en la Ejecutoria Superior N.” 619-1995^ donde
§0m se manifiesta lo siguiente: ‘'La compra de ganado sin las formalidades que se
acostumbran en la zona, así como venderlo de manera inmediata, demuestra
que el inculpado conocía o presumía el origen ilícito de los bienes''.

Respecto del dolo en receptación, M eini M éndez menciona lo siguiente:


'íü'L--:';':.':;,
La tipicidad subjetiva del delito de receptación se agota con el simple cono­
«a cimiento déla reálizadón de los elementos objetivos del tipo, esto es, con.el
dolo. En tal medida, en lo que concierne a la tipicidad subjetiva se exige única
y exclusivamente que el autor de la receptación haya conocido o haya debido
presumir la procedencia delictuosa del bien que adquiere, recibe en donación
o en prenda o guarda, esconde, vende o ayuda a negociar, sin necesidad de que
haya deseado, anhelado, pretendido, intentado, perseguido, esperado o ansia­
do evitar la identificación del origen del bien, su incautación o decomiso^
Mí®

Las reflexiones las realiza diferenciando el tipo de receptación con el


^ ili de lavado de activos, pues hay algo en común entre ambos: la procedencia
iiS delictuosa de los bienes. Sin embargo, en el lavado existe la tendencia interna
del sujeto activo de ocultar el origen para evitar la intervención de las auto­
ridades. El tema de fondo es si en el delito de receptación es posible la recep­
tación sustitutiva, ya que siempre se ha interpretado que el a rt 194 del GP
acepta la receptación en cadena. El problema planteado por M eini M éndez
mi es determinar si el bien receptado debe ser el mismo que fue objeto del delito
originario (receptación sucesiva o en cadená) o si puede ser sustituido por un
bien distinto, siempre que tenga su fuente en el bien originario (receptación
sustitutiva)^.

Corte Suprema de J usticia de la República, R.N.N." 619-1995, Lima.


M eini M éndez, Iván, El delito de receptación. La receptación "sustitutiva"y la receptación "en cadena"
según el criterio de la Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema, Lima: Justicia Viva, 2005, p.
14.
M eini M éndez, El delito de receptación. La receptación "süstitutiva"y la receptación "en cadena" según
el criterio de la Trímera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema, ob. cit., p. 10.
:Si^
9 ®9
123
VÍCTOR JiMM Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

llega a la conclusión de que es posible que el art. 194 del


M e ín i M é n d e z
CP admita la receptación sustitutiva, esto es, que el agente sustituya el bien
delictuoso y lo ^entregue al receptador. Así haya cambiado el origen, sigue
siendo delictivo, y, si el aceptante conoce de la procedencia ilícita de ese bien
T-
sustituido, entonces realiza el tipo de receptación. Por ejemplo, tenemos el
caso de un carro robado que es vendido, luego con el dinero se compra otro
:-■
vehículo y se vende al potencial receptador. En la lógica de la receptación en
cadena (que plantea que el objeto de la acción típica no puede sustituirse),
la conducta sería atípica para la receptación sustitutiva. El origen del bien '-fV-■
sustituido sigue siendo el producto de un robo, por lo que, si alguien acepta y ■
.á;.
conoce el origen ilícito o lo presume, entonces realiza el tipo de receptación; ’::&í
postura que compartimos.
■'W

2.2. La receptación y la extorsión en el Acuerdo Plenario N.“ 2-2012ICJ-116


■-ñl.

2.2,1. Problema

Para emitir este pronunciamiento, la Corte Suprema analizó la situación


problemática detectada en procesos penales, en los que las imputaciones
i:
delictivas se vinculan con actos de oferta de recuperación o ubicación de
vehículos motorizados que fueron objeto de delitos de hurto o robo. En este I:.'
caso se han dado distintas calificaciones o tipificaciones a hechos tanto por
fiscalía como por el Poder Judicial. i:.

La Corte Suprema advierte que la tendencia predominante ha sido la


de asimilar tales conductas a modalidades del delito de extorsión, mediante ■'gf?:'
empleo de amenazas (art. 200 del CP^) en los casos donde se ha formulado
una exigencia económica como contraprestación, recompensa o rescate, por la
ubicación, entrega o recuperación del vehículo que fue robado o hurtado. Los
jueces supremos afirman que en estos supuestos se conmina al interesado a dar
tal ventaja económica, si no el objeto sustraído será destruido o desmantelado. ■-0'
'¿A'
Otra modalidad que se haxalificado, aunque minoritariamente, como delitos
de extorsión es la intervención de un tercero que se atribuye la representación

La conducta básica señala lo siguiente: "El que mediante violencia o amenaza obliga a una
persona o a una institución pública o privada a otorgar al agente o a un tercero una ventaja
económica indebida u otra ventaja de cualquier otra índole,^ será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de diez ni mayor de quince años”. Según la modificatoria, realizada por el
D. Leg. N.“ 982.

« @«
124
CAPÍTULO IV RECEPTACIÓN

Oconexión con los poseedores ilícitos de los vehículos afectados por delitos
previos contra el patrimonio, y que también —por determinadas cantidades
de dinero— influye o intercede ante aquellos para la recuperación de táles
bienes por su legítimo propietario o poseedor. Se han dado casos sui generis
porque quien hizo de intermediario y oferta por su capacidad de influencia
para la recuperación ha sido un efectivo policial de la misma comisaría donde
fue denunciado el hecho delictivo, recaído sobre el vehículo motorizado. Para
un sector minoritario, esta conducta no constituye un acto de extorsión, sino
r : u ; v , , .;
una forma específica de realizar un delito de receptación patrimonial (art.
194 del CP^X expresado en la ayuda a negociar un bien hurtado o robado y,
por ende, de procedencia delictiva, que el receptador conoce o debía cuando
■■Y:::-
s- 's^'.

menos presumir.
iiC :.-;:

La Corte Suprema señala que debe determinarse si las conductas co­


rresponden a delito de extorsión o de receptación, pues mantener posturas
distintas afecta la predictibilidad de la decisión judicial del caso y la propor­
i'í'íh'i'í■ cionalidad de la pena aplicable^ si hay condena. También indican los jueces
que el principio de pena justa se ve comprometido si no se logra una correcta
fí-
Y:':'-}.. tipiñcación sobre ios hechos imputados y probados. Lo que vemos es, entonces,
que puede existir un caso de concurso ideal de delitos, los mismos que tienen
métodos para su resolución.
Yk
fi.-;' .'
ió'V 2.2,2. Reglas jurídicas
'■••vi ;:-
La Corte Suprema se plantea la necesidad de resolver si la conducta des­
U- crita corresponde a una extorsión o receptación. Para ello, establece un marco
de referencia de estos delitos en la doctrina nacional de la siguiente manera:

8. Tradicionalmente, la doctrina penal nacional no ha considerado nece­


sario hacer un deslinde entre modalidades de extorsión por violencia
o amenaza, con formas de receptación, como el ayudar a negociar los
bienes objeto de delitos patrimoniales procedentes del hurto o robo. Al
parecer, la clara incompatibilidad típica de las prácticas receptadoras,
con el empleo de medios violentos, torna innecesario y hasta imperti-

Receptación. Artículo 194,- El que adquiere, recibe en donación o en prenda o guarda, esconde,
vende o ayuda a negociar un bien de cuya procedencia delictuosa tenía conocimiento o debía
presumir que provenía de un delito, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
uno ni mayor de tres años, y con treinta a noventa días-^jaulta.
Véase ei Séptimo considerando.

0 ® o
125
I
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

nente discutir dogmáticamente sobre dicha distinción. Por el contrario,


los autores nacionales han estimado siempre oportuno debatir y fijar
criterios hermenéuticos de deslinde entre las estructuras y los alcances
típico^ de la extorsión, la coacción, el secuestro extorsivo o el robo^^.

En la doctrina tenemos a M a n t o v a n i , quien señala que la extorsión es


un delito complejo en sentido lato porque se presenta la vis (amenaza, lesión,
etc.) y la inducción a un cierto comportamiento dañoso para la víctima y ven­
tajoso para un tercero; también que es pluriofensivo porque ofende un interés
patrimonial y la libertad personal” . Esto guarda relación con el alcance que
hace la Corte Suprema en el sentido de que la extorsión se ha discutido en W
relación con el secuestro o la coacción, y no con la receptación. Lo cual tiene -!ív
f;-:
sentido porque el elemento descriptivo que los vincula es la afectación a la
i-
M
libertad de la víctima, esto es, el ataque a su voluntad. En la estructura típica ■Mr
objetiva de la receptación esto no existe. Con mayor precisión —en el siguiente iéíí

considerando— la Corte Suprema analiza el elemento amenaza, el mismo que
tiene que ser idóneo para quebrar la voluntad de la víctima: ■ fe -

9. Siguiendo, entonces, la ruta señalada por las líneas de interpretación


que ha producido la judicatura, en el problema que analizamos, cabe
reconocer que ella coloca como centro de la discusión interpretativa 1
la exigencia de una presencia necesaria o no del anuncio expreso de un r-í&
h-
futuro mal material, que sufrirá el vehículo motorizado que fuera hurtado
o robado (pérdida deñnitiva, destrucción, desmantelamiento, etc.); como M-
consecuencia del rechazo al requerimiento económico indebido que se
formula como contraprestación para su ubicación o recuperación por
su legítimo titular. Al respecto, cabe precisar que la doctrina nacional
coincide en reconocer que el contenido concreto de la amenaza, con '■-'fe-;.
fines de extorsión, no tiene otra especificación o condicionamiento ■
que su idoneidad para determinar la voluntad del sujeto pasivo hacia la t
entrega de la ventaja económica indebida que se le exige. Como señala ■m
Peña-Cabrera: "Con este criterio se estimará que, en el sujeto,pasivo en
el caso concreto, se ha producido el efecto intimidatorio querido por el
autor’'. Por tanto, pues, muy bien puede consistir ese anuncio negativo

10 Cfr. Roy Freyre, Luis K, Derecho penal peruano. Parte especial Delitos contra el patrimonio, t. iii.
Lima: Instituto Peruano de Ciencias Penales, 1983, p. 250 y ss.; Peña-C abrera, Raúl, Tratado de
Derecho penal Parte especial Il-A Delitos contra el patrimonio, Lima: Ediciones Jurídicas, 1995, p, í.
456 y ss.; H ugo Vizcardo, Silfredo, Lecciones de derecho penal Delitos contra el patrimonio, Lima:
Pro Derecho Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2011, p. 268 y ss.; Salinas Síccha, Ramiro,
Delitos contra el patrimonio, 4.®ed., Lima: Grijley, 2010, p, 385 y ss.
11 Citado por Buompadre, Jorge E., Derecho penal, t. n, Ciudad de Corrientes: Mario Viera, 2000,
p.83.

® 0 ®
126
CAPÍTULO IV I R e c e p t a c ió n

o amenaza en la destrucción, desmantelamiento o desaparición total del


vehícuio que le fue robado o hurtado a la víctima. El potencial perjuicio
mayor y definitivo que ello ocasionaría sobre el patrimonio de quien fue
la víctirpa de tales delitos otorga, a esa forma de amenazas, una evidente
capacidad extorsionadora. El sujeto pasivo de esta acción extorsionadora
podría ceder a esa presión psicológica para asegurar la recuperación de
. su vehículo y la indemnidad de este.
Al respectó, precisa Salinas Siccha: 'Xa ley no exige que la violencia o
la amenaza sea en términos absolutos; es decir, de características irre­
sistibles, invencibles o de gravedad inusitada, basta que el uso de tales
circunstancias tenga efectos sufícientes y eficaces en la ocasión concreta,
para lograr que la víctima entregué una ventaja indebida cualquiera”.
Obviamente que se requiere que quien formula esas amenazas debe de
hacerlo seriamente, con finalidad lucrativa ilegal y, además, debe estar
en capacidad, cuando menos potencial, de disponer o materializar el
suceso negativo que anuncia con su amenaza sobre el vehículo hurtado o
robado, aun cuando no haya intervenido directamente en la ejecución de
los señalados delitos previos. Roy Freyre ha destacado esas características
de la amenaza al comentar el delito de extorsión en el Código Penal de
1924, y señala que ella debe ser "determinada, seria, posible e inminente”.
En consecuencia, todo anuncio inverosímil o falso no podrán calificar,
por inidoneidad, para la modalidad extorsiva que se examina; e, incluso,
el engaño sobre la capacidad de restitución que se atribuye el agente y
que pueda convencer a la víctima, y logra de esta un desprendimiento
patrimonial a su favor, no podrá constituir extorsión, pero sí, estafa.

La idoneidad de la amenaza implica que el agente tenga —por lo menos—


el poder para cumplirla. En el caso concreto de que pueda ejecutar la destruc­
ción o modificación del bien que se ha usado para doblegar la voluntad de la
víctima. De allí que la Corte Suprema señala que, si el sujeto no puede cumplir
con aquella o si más bien la emplea como una forma de engaño para que la
víctima se desprenda de su patrimonio, estaríamos ante una forma de estafa.

10. En consecuencia, pues, el espacio residual que quedaría para la asimila­


ción típica de la modalidad receptadora de ayudar a negociar vehículos
robados o hurtados tendría que situarse siempre fuera del empleo de toda
forma de amenaza^ por parte de quien contacta y propone vías onerosas
de recuperación o ubicación de los vehículos hurtados o robados. Esto
es, se requiere un acto de negociación, por lo que debe entenderse esta
en sentido arñplio y no solo como formas de compraventa, sino como
tratativas bilaterales que involucren al interesado en la ubicación y
. y - .i recuperación del vehículo objeto del delito previo, con quien lo tiene
ilegalmente en su poder o con quien a este pltimo representa. La con­
ducta receptadora punible (ayudar a negociar) requiere, pues, que su

® «
127
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

autor se ofrezca a mediar o se manifieste para iguales efectos como un


mandatario de los autores de los delitos previos, ante el titular legítimo
del bien, para proponerle e intercambiarle la ubicación y recuperación
de su yehículo por una contraprestación dineraria ilegal Igual posición
penal asumirá quien se ofrezca a revender el vehículo hurtado o robado,
y que anteriormente adquirió dolosamente de los autores de tales delitos
precedentes, aunque en este supuesto su conducta receptadora sería,
conforme al tipo penal alternativo del art. 194 del Código Penal, la de
quien "vende”. Ahora bien, tal como lo ha destacado la doctrina, en todos
estos casos lo importante es que el intermediario o mensajero sea ajeno a
la comisión de los delitos previos y, en tal condición, proponga o asuma
una intervención decidida para el perfeccionamiento de la devolución o
restitución de los vehículos afectados^l En ese mismo sentido. Salinas
Siccha admite que lo relevante, por ejemplo, para los casos de "venta”
es que “el vendedor del bien mueble no es el autor del delito preceden­
te, sino un tercero que no ha participado en aquel delito de donde se
obtuvo el bien^^. Cabe precisar también que, para la determinación de
la pena en estos supuestos de receptación, que al ser los bienes objeto
de las acciones negociadoras o de venta en las que interviene el agente
de vehículos automotores, se configura plenamente la circunstancia
agravante regulada por el art. 195 del Código Penal

Fuera de la amenaza, en el supuesto que el intermediario negocie con la


víctima para la entrega del bien sustraído, debe tipificarse dentro del delito de
receptación en la conducta de “ayudar a negociar". Otra precisión adicional es
que el sujeto activo no haya participado del delito por el cual se obtuvo el bien
de la víctima. Esto es, no puede ser el mismo que realizó el robo y que luego
negocia con la víctima el bien que él mismo sustrajo solo responda penalmente
por receptación. Aquí estaríamos, por lo menos, ante un concurso real de de­
litos. Si se reduce solo a la conducta de receptación de vehículos automotores
y accesorios, se encuadraría en la agravante descrita en el art. 195 del

12 H ugo V izcardo , Lecciones de derecho penal Delitos contra el patrimonio, ob. c it, p. 200.
13 Salinas Siccha , Delitos contra el patrimonio, ob. dt., p. 261.
14 Ártíoilo 195,- Formas agravadas v
La pena será privativa de la libertad no menor de dos ni mayor de anco años y de sesenta a
ciento cincuenta días multa si se trata de vehículos automotores o sus partes importantes, o
si la conducta recae sobre bienes que forman parte de la infraestructura o instalaciones de
transporte de uso público, de sus equipos o elementos de seguridad, o de prestación de servicios
públicos de saneamiento, electricidad, gas o telecomunicaciones.
La pena será privativa de la libertad no menor de seis ni mayor de diez años si se trata de bienes
provenientes de la comisión de los delitos de secuestró, extorsión y trata de personas, (Ley N."
29583 del 2010).

^ ® ©

128
Ca p ít u l o ív r e c e p t a c ió n

La Corte Suprema concluye, estableciendo como regla jurídica, que la


ib distinción entre él delito de extorsión y de receptación es la existencia o no
de la amenaza de destrucción o desaparición del bien sustraído.
11. Sise tienen presentes las consideraciones y argumentos expuestos, deben
considerarse como una modalidad del delito de extorsión por amenaza
(art. 200 del Código Penal) aquellos casos donde el intermediario que
ofrece la ubicación o recuperación del vehículo hurtado o robado, a
cambio de una contraprestación económica indebida, anuncie que, de
no aceptarse su oferta, será destruido, desaparecido, desmantelado,
etc. Que, por consiguiente, cuando no medie la aludida amenaza y en
atención al modo concreto de intervención que asuma el intermediario
frente al titular del vehículo afectado (ayude a negociar su recuperación
o procure que se le adquiera por un precio), el hecho antijurídico podrá
ser calificado como un delito de receptación agravada (arts. 194 y 195 1
del Código Penal).

Podemos agregar, siguiendo el derrotero establecido por la Corte Su-


prema, que la amenaza tiene que ser idónea en el caso de extorsión, esto es,
que el sujeto que amenaza pueda cumplir la misma, pues, si esto no es así, se
estaría ante el delito de estafa.

Con relación al delito de receptación y de robo, podemos llegar a las


siguientes conclusiones:
1. Cuando la persona,que hace de intermediario para entregar el bien
sustraído al agraviado emplea la amenaza de destrucción del objeto,
si no se acepta su requerimiento, para doblegar la voluntad de la víc­
tima, estamos ante el delito de extorsión.
2. Si en la conducta anterior no mediase amenaza, entonces se está ante
el delito de receptación agravada. .
3. Si la amenaza se utiliza como engaño, entonces la conducta del agen­
te es la prevista en el tipo penal de estafa.

3. Derecho com parado"

3.1. Alemania

§ 259.' Receptación.
1, Quien compre, o de otra manera obtenga para sí o para un tercero, co­
mercialice, o ayude a comercializar una cosí qve otro se haya robado o de

^0Q
129
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

Otra manera haya obtenido por medio de un hecho antijurídico dirigido


contra él patrimonio ajeno de un tercero, con el fin de enriquecerse o
enriquecer a un tercero, será castigado con pena privativa de la libertad
hasta cpco años o con multa.
2. Los arts, 247 y 248a valen respectivamente.
3. La tentativa es punible.

4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 296. Receptación


El que adquiere, recibe en donación o en prenda o guarda, esconde, vende o
negocia un bien de cuya procedencia delictuosa tenía conocimiento o debía
presumir que provenía de un delito es reprimido con pena privativa de libertad
no menor de dos ni mayor de cuatro años y con treinta a noventa días multa.

IL DISTRIBUCIÓN DE SEÑALES DE SATÉLITE


I
4•
1. Tipo penal

A rtíc u lo 1 9 4 - A . " D is trib u c ió n de s e ñ a le s dé s a té lit e p o rta d o ra s de p r o g r a m a s

El que distribuya una señal de satélite portadora de programas, originariamente co-


dificada, a sabiendas que fue decodificada sin la autorización del distribuidor legal
de dicha señal, será reprimido con pena privativa de la libertad no menor de dos
años ni mayor de seis años y con treinta a novena días multa. [Incorporado por la
Ley N.° 29315, publicada el 14 de enero de! 2009].

2. Comentario
La incorporación de este tipo penal, según la exposición de motivos de
la Ley N.“ 29316^^ responde a la necesidad de adecuar la legislación penal
a las obligaciones asumidas en el Acuerdo de Promoción Comercial Perú -
Estados Unidos, suscrito el 12 de abril del 2006, aprobado por el Congreso
mediante Resolución Legislativa N.° 28766, que se encuentran fijadas en el
capítulo 16‘«, sobre la protección de la propiedad intelectual. Allí se señala
- . , ........ ...... ■
lo siguiente: "

15 Véase la justificación en la exposición de motivos. Recuperado de <https://bit,ly/2UobíOF>.


Fecha de consulta: 22 de abrÜ deí 2016.
16 Recuperado de <https://bit.ly/2UpqP4P>. Fecha de consulta: 14 de abril del 2016.

« ®^
130
C a p í t u l o IV | Re c e p t a c i ó n

Artículo i 6.8.- Protección de las señales portadoras de programas trasmitidas


por satélite.;'
1. Cada parte deberá tipificar penalmente:
a) l^a fabricación, ensamblaje, modificación, importación, expor­
tación, venta, arrendamiento o distribución por otro medio, de
un dispositivo o sistema tangible o intangible, a sabiendas o con
razones para saber que la función principal del dispositivo o sistema
es asistir en la descodificación de una señal codificada de satélite
portadora de programas codificados sin la autorización del distri­
buidor legítimo de dicha señal.
b) La recepción o subsiguiente distribución dolosa de ima señal de
satélite portadora de un programa qüe se originó como señal por
satélite, codificada a sabiendas que ha sido descodificada sin la
autorización del distribuidor legítimo de la señal.
2. Cada parte dispondrá los recursos civiles, incluyendo las indemniza­
ciones compensatorias, para cualquier persona agraviada por cualquier
actividad descrita en el párrafo 1, incluyendo cualquier persona con un
interés en la señal de programación codificada o en su contenido.

Se reprime a cualquier persona que distribuya una señal de satélite


portadora de programas, originariamente codificada, a sabiendas de que fue
decodificada sin la autorización del distribuidor legal de dicha señal. Esta
norma busca tutelar la propiedad intelectual como bien jurídico, pues en ellas
residen los derechos que tienen los proveedores para emitir programas por el
que pagan derechos de autor a los protagonistas. La distribución de señales
mt-'r decodificadas afecta la competencia, pues se está ante una modalidad más
sofisticada de piratería, ya que el agente lo hace con la finalidad de lucrar con
la señal satelital. No interesa si el sujeto activo ha decodificado, pues basta
que sepa que se ha realizado sin autorización del distribuidor legalmente
autorizado para consumar el delito.

Esto es asimilable al delito de receptación porque el sujeto activo conoce


que la procedencia de la señal es ilícita, pues deriva de un hurto agravado y
aun así la difunde.

La sanción en el CP va de 2 a 6 años y de 30 a 90 días multa, mientras


que la represión en el proyecto de ley del nuevo CP no fija límite inferior de
pena, sino el máximo que es de 6 años y 30 a 90 días multa.

&®&
131
V íctor J im m y A rbulú M artínez Derecho penal. Parte especial / Los Delitos contra el patrimonio

3. Proyecto de ley del imevo Código Penal

Artículo 297.: Distribución de señales de satélite portadoras de programas


El que distribuye una señal de satélite portadora de programas, originaria­
mente codificada, a sabiendas de que fue decodificada sin la autorización del
distribuidor legal de dicha señal es reprimido con pena privativa de libertad
no menor de dos ni mayor de seis años y con treinta a noventa días multa.

IIL F O R M A S A G RA V A D A S D E R E C E P T A C IO N

L Tipo penal

La pena privativa de libertad será no menor de cuatro ni mayor de seis años y de


sesenta a ciento cincuenta días multa:
V.
17 Historial de formas agravadas de receptación
Artículo 195.- La pena será privativa de libertad no menor de dos ni mayor de seis años y de
treinta a noventa días multa, cuando:
,:,V;
1. El agente se dedica al comercio de objetos provenientes de acciones delictuosas.
2. Se trata de bienes de propiedad del Estado destinados al servicio público. (1991)
Artículo 195.- La pena privativa de la libertad será:
1. No menor de 2 ni mayor de 6 años y treinta a noventa días multa, cuando se tra ta de bienes de
propiedad del Estado destinados al servicio público o cuando el agente se dedica al comercio
de objetos provenientes de acciones delictuosas no comprendidas en el inciso 2).
2. No menor de 6 ni mayor de 15 años y de ISO a 365 días multa, e inhabilitación, conforme al
art. 36, incisos 1), 2) y 4) cuando se trate de bienes provenientes de delitos de tráfico ilícito de
drogas o terrorismo. (Modificado por la Ley N.° 25404, publicada el 26 de febrero de 1992).
Artículo 195."
'9 -
La pena será privativa de la libertad no menor de sets ni mayor de diez años si se trata de
bienes provenientes de la comisión de los delitos de secuestro, extorsión y trata de personas.
(Incorporado por el D. Leg. N.” 982, publicado el 22 julio del 2007).
Artículo 195.-
La pena será privativa de la libertad no menor de dos ni mayor de cinco años si se trata de
vehículos automotores o sus partes importantes.,
La pena será privativa de la libertad no menor de seis ni mayor de diez años si se trata de
bienes provenientes de la comisión de los delitos de secuestro, extorsión y trata de personas.
(Modificado por la Ley N.° 29407, publicada el 1S septiembre del 2009).
Artículo 195.- ^
La pena será privativa d,e la libertad no menor de dos ni mayor de cinco años y de sesenta a
ciento cincuenta días multa si se trata de vehículos automotores o sus partes importantes, o
si la conducta recae sobre bienes que forman parte de la infraestructura o instalaciones de
transporte de uso público, de sus equipos o elementos de seguridad, o de prestación de servicios
públicos de saneamiento, electricidad, gas o telecomunicaciones.
La pena será privativa de la libertad no menor de seis ni mayor de diez años si se trata de
bienes provenientes de la comisión de los delitos de secuestro, extorsión y trata de personas.
(Modificado por la Ley N.° 29583, publicada el 18 de septiembre del 2010).

©®© .v'íí;
132
CAPÍTULO IV I RECEPTACIÓN

1. Si se trata de vehículos automotores, sus autopartes o accesorios. ■


2. Si se trata/de equipos de informática, equipos de telecomunicación, sus com po­
nentes y periféricos.
3. Si la conducta recae sobre bienes que forman parte de la infraestructura o ins­
talaciones de transporte de uso público, de sus equipos o elementos de segu­
ridad, o de prestación de servicios públicos de saneamiento, electricidad, gas o
telecomunicaciones.
4. Si se trata de bienes de propiedad de! Estado destinado al uso público, fines
asistenciales o a programas de apoyo social.
5. Sí se reaíiza en el com ercio de bienes muebles al público.
La pena será privativa de libertad no menor de seis ni mayor de doce años si se tra­
ta de bienes provenientes de la com isión de los delitos de robo agravado, secuestro,
extorsión y trata de personas. [Modificado por el D. Leg. N.'' 1215, publicado el 24
de septiembre de! 2015].

2. Comentario

2.1. Análisis de la receptación agravada


La receptación es el delito por el cual el agente, a sabiendas, obtiene un
i beneficio con un bien proveniente de un delito. En el derecho alemán, la
i receptación se agrava si es que el sujeto activo realiza la conducta en banda o
como profesión, esto es, si el agente ha convertido su modo de vida en receptor
de bienes de origen ilícito. En la legislación chilena, la gravedad se obtiene
de la entidad del delito previo, como hurtos, robos, abigeato, de receptación
o apropiación indebida.

En el Perú, si bien la receptación agravada data de 1991, se han dado


varias modificaciones de acuerdo con el contexto social. De allí qué el D.
Leg. 1215, que brinda facilidades a los ciudadanos para la recuperación
de bienes perdidos o sustraídos de su posesión por la ejecución de diversos,
hizo precisiones en la modalidad.

El D. Leg. N,° 1215 tiene por objeto establecer mecanismos para brindar
facilidades a los ciudadanos en la recuperación de artículos electrodomésticos,
equipos de telefonía móvil, bienes de uso personal u otros bienes similares
sustraídos por la ejecución de un delito, una falta o por pérdida. Este es un
medio que facilita la reparación a la víctima.

Un primer agravante es si el objeto de la acción delictuosa lo constituyen


vehículos automotores, sus autopartes o accesorios. Definitivamente, tal como

133
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONIRA EL PATRIMONIO

está la seguridad ciudadána en el país particularmente, el robo de vehículos,


sancionar la conducta del receptador es clave para que los delitos previos tien­
dan a disminuir por existir por lo menos una labor de coordinación entre los
agentes de delitc/s patrimoniales, así como de los que se encargan de recibir
los bienes de procedencia ilícita.

Los centros de ataques han sido las cabinas de internet y entidades que
cuentan con estas tecnologías, como los colegios o entes educativos, de allí
que se ha establecido también que estos bienes por la trascendencia sean
considerados como agravante.
De igual forma, si los bienes forman parte de la infraestructura o ins­
talaciones de transporte de uso público, de sus equipos o elementos de se­
guridad, o de prestación de servicios públicos de saneamiento, electricidad,
gas o telecomunicaciones, estamos ante bienes que tienen impacto sobre la
comunidad; o los que son de propiedad del Estado destinado al uso público,
fines asistenciales o a programas de apoyo social; o el receptador realiza el
comercio de bienes muebles al público, como los centros donde coexisten
la venta de bienes lícitos y delictuosos (las denominadas “cachinas” de Las
Malvinas, el paradero de la 50, San Jacinto, etc,).
La sanción por estos hechos es de 4 a 6 años de privación de libertad, y
de sesenta a ciento cincuenta días multa, la que se agrava y puede convertirse 4
% .

en una pena de 6 a 12 años si se trata de bienes provenientes de la comisión


de los delitos de robo agravado, secuestro, extorsión y trata de personas.
Desde fines políticos, criminales y delictivos es necesario punir las con­
ductas de receptadores, porque ellos alimentan los delitos previos en agravio
de la sociedad,

3. Derecho comparado

3.1. Alemania

§ 260.- Receptación profesional, receptación por bandas.


1) Será castigado con pena privativa de la libertad de seis meses hasta diez
años o con multa quien practique la receptación
1. como profesión, o
2. como miembro de una banda que se ha asociado para cometer
continuadamente it>bós, hurtos o receptaciones.
2) La tentativa es punible.

^ ®&
134
C a p í t u l o IV Re c e p t a c ió n

3) En los casos del inciso 1, numeral 2, se deben aplicar los §§ 43 a y 73d.


El § 7 dj ífcambién debe aplicarse en los casos del inciso 1, numeral 1.

§ 260a.- Receptación profesional de bandas.


1) Será castigado con pena privativa de la libertad de uno hasta diez años,
quien cometa la receptación como miembro de una banda que se haya
asociado para cometer continuadamente robos, hurtos o receptaciones.
2) En casos menos graves el castigo será de. pena privativa de la libertad de
seis meses hasta cinco años.
3) Deben aplicarse los arts. 43a y 73d.

3.2. Chile

Artículo, 456 bis A.- El que conociendo su origen o no pudiendo menos que co­
nocerlo; tenga en su poder, a cualquier título, especies hurtadas,,robadas u objeto
de abigeato, de receptación o, de apropiación indebida del art. 470, número 1,
las transporte, compre, venda, transforme o comercialice en cualquier forma,
aun cuando ya hubiese dispuesto de ellas, sufrirá la pena de presidio menor en
cualquiera de sus grados y multa de cinco a cien unidades tributarias mensudes.
i-
Para la determinación de la pena aplicable el tribunal tendrá especialmente
en cuenta el valor de las especies, así como la gravedad del delito en que se
obtuvieron, si este era conocido por el autor.

i; 7 4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 298.- Formas agravadas de receptación


La pena es privativa de la libertad no menor de cuatro ni mayor de seis y de
sesenta a ciento cincuenta días multa si la conducta prevista del artículo 296
recae sobre:
Vehículos automotores, sus autopartes o accesorios.
Equipos de informática, equipos de telecomunicación, sus componentes
y periféricos.
Bienes que forman parte de la infraestructura o instalaciones de trans­
porte de uso público, de sus equipos o elementos de seguridad, o de
prestación de servicios públicos de saneamiento, electricidad, telecomu­
nicaciones o de gas, petróleo crudo ü otros hidrocarburos, así como sobre
bienes que forman parte de la infraestructura, instalaciones o medios de
transporte de petróleo crudo, sus derivados u otros hidrocarburos.
d. Bienes de propiedad del Estado destinado al uso público, fines asisten-
cíales o a programas de apoyo social.
e. Bienes muebles en el comercio al público.
La pena privativa de libertad es no menor de seis ni mayor de doce años si
se trata de bienes provenientes de la comisión de cualquiera de los delitos
previstos en los artículos 240, 241, 249, 250, 290, 293, 307, 308 y 309.

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ESTAFA Y OTRAS DEFRAUDACIONES
s
Tipo penal

Ei que procura para sí o para otro un provecho ilícito en perjuicio de tercero, indu­
ciendo o nnanteniendo en error a! agraviado mediante engaño, astucia, ardid u otra
a iiff forma fraudulenta, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno
ni mayor de seis años. ;

2. Comentario
El bien jurídico tutelado común a todas las modalidades de estafa es el
patrimonio ajeno en cualquiera de sus elementos integrantes, bienes muebles
o inmuebles, derechos que pueden, a decir de M u ñ o z C o n d e , constituir el
objeto del delito^ Este es el objeto que mediante fraude será objeto de tras­
lación voluntaria al estafador.

Para B u o m p a d r e , defraudación es un término genérico y la estafa es la


especie. La estafa es una defraudación, pero no toda defraudación es una esta­
fa^. Sostiene el autor qué la nota distintiva de la defraudación es el perjuicio
patrimonial o lesión de patrimonio ajeno^.

En la doctrina argentina se considera que la estafa se caracteriza por un


vicio inicial causado por el fraude del autor, el cual genera la prestación del
contenido patrimonial. El fraude es determinante del acto y consecuentemente
anterior a éL.

En el tipo penal de estffa —previsto por el art. 196—, el agente procura


para sí o para otro un provecho ilícito en perjuicio de tercero. El provecho

Cfr. M uñoz Conde, Derecho penal Parte especial, 15/ ed., Valencia; Tirant Lo Blandí, 2008, p. 404.
Cfr. Buompadre, Jorge E., Derecho penal, t. ii, Ciudad de Corrientes: Mario Viera, 2000, p. 95,
Buompadre, Derecho penaT, 6h, cit., p. 95.
Ihid,, p. 98.

$ O 9
139
3

■1
VÍCTOR JIM M Y A R B U lÚ MARTÍNEZ ¡ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

debe entenderse como la utilidad que va a tener el agente con la conducta de


estafa. Este beneficio puede ser para él o para otra persona. Se prevé que la
estafa genere uii perjuicio o daño patrimonial al tercero.

El agente induce para lograr el beneficio, esto es, influencia sobre la víc­
tima para que realice la disposición patrimonial a su favor, o emplea el error,
esto es, presentarle una apariencia de realidad, empleando engaño, astucia,
ardid u otra forma fraudulenta. El delito es doloso y la represión es con pena
privativa de libertad no menor de uno ni mayor de seis años.

Los elementos esenciales de la estafa en la doctrina española son engaño,


error, disposición patrimonial y perjuicio. Entre el perjuicio y engaño debe
mediar una relación de causalidad, esto es, que el engaño sea la causa del
perjuicio^, si no la conducta es atípica. En el R. N. N."* 1175-2004 se señala
lo siguiente:

[E]l delito de estafa, contemplado en el artículo ciento noventa y seis del Có­ Mi-
digo Penal, se define como el perjuicio patrimonial ajeno, causado mediante
el engaño, astucia, ardid u otra forma fraudulenta induciendo o manteniendo
en error al agraviado, procurándose así el estafador un provecho económico
para sí o para otro; además, el engaño y el error deben producirse antes de la
disposición patrimonial, supuestos que no se configuran en el caso suhjudice,
por lo que se le debe absolver en este extremo

Otra ejecutoria que desarrolla, en extenso, los elementos del delito de


estafa es el Exp, N.'’ 524-98^, donde se expresa lo siguiente:

[S]e le imputa al procesado Elias Larisch Fischman los delitos de estafa y con­
tra la fe pública previstos y sancionados por los artículos ciento noventiséis
y cuatrocientos veintisiete del Código Penal, respectivamente, en agravio
del Banco de Lima, en razón de que eq su condición del presidente del Di­
rectorio de la Empresa Latino Americana de Finanzas Sociedad Anónima,
remitió un fax a la señora Rosa Lourdes Luna Cárdenas, solicitando a cargo
de su cuenta corriente la emisión de dos cheques de gerencia por un total
de dos millones ochocientos cuarentainueve mü dólares, luego de obtener
dichos cheques procedió a depositar los mencionados cheques en el Banco
del Nuevo Mundo, no depositando la contra partida a la entidad agraviada; :■

5 Vid. M uñoz C onde, Derecho penal. Parte especial, ob. cit, p. 405.
6 Corte Suprema de J usticia de la República, R. N. JV." 1175-2004, Lima: 29 de octubre del 2004.
7 Explorador Jurisprudencial, en Gaceta Jurídica, edición digital 2005-2006.

® B ®

140
CAPÍTULO V I E s t a f a Y OTRAS DEFRAUDACIONES

que, el delito de estafa consiste en el empleo de artificio o engaño, a fin de


procurar papa sí o para terceros un provecho patrimonial en perjuicio ajeno,
que requiere para su configuración de ciertos elementos constitutivos como:
engaño, erpor, disposición patrimonial, perjuicio patrimonial y provecho
ilícito, los mismos que deben existir en toda conducta prevista en el artículo
ciento noventaiséis del Código sustantivo, es decir, cuando el agente tiene la
conciencia y la voluntad de realizar los elementos objetivos del tipo, engañar
para inducir o mantener en error a la víctima para que esta disponga de su
É-;. ■ patrimonio, circunstanciase estas que no concurren en autos, por cuanto ha
quedado demostrado de manera clara, objetiva y técnica con el dictamen pe­
ricial contable [...]. Que las operaciones realizadas el dieciséis de junio de mil
novecientos noventaicuatro, por parte del procesado antes citado, se deben
a un sobregiro que presentan las cuentas corrientes de la Empresa Latino
Americana de Finanzas Sociedad Anónima, por ende, son créditos otorgados
; por funcionarios autorizados del Banco de Lima, producto de operaciones
que no eran propias de una cuenta de cambios, sino de cuentas corrientes
con comportamiento de ‘'al descubierto” o "con provisión de fondos”, lo que
constituiría en tal sentido una relación contractual, materia de una acción
extrapenal [...].

En esta ejecutoría vemos que el imputado ha actuado en cumplimiento de


los deberes o rol que le impone el orden jurídico como funcionario bancario.

Un elemento descriptivo de la estafa es la conducta engañosa que Antón


Oneca® ^señala como una simulación o disimulación capaz de inducir a error
a una o varias personas. En el R. N. N,'’ 2304"96^ se expresa lo siguiente:

S[e] advierte que lá agraviada Nelly Noemí Valderrama Otiniano ha señalado


tanto en su denuncia [...] en la manifestación [...] que el ocho de setiembre de mil
novecientos noventaidós conoció a la encausada Ramos Castro por intermedio de
un familiar, quien labora en la agencia de viajes Fontours; que, la citada procesada
le ofreció un viaje a Barcelona con la seguridad de un empleo en esa ciudad, todo
por la suma de dos mil seiscientos dólares americanos; que, la agraviada aceptó la
oferta y pagó la cantidad de mil seiscientos dólares americanos entre los días ocho
y doce de setiembre, como se indica en la copia de los recibos [...], acordando que
los mil dólares americanos los cancelaría con el producto de su nuevo trabajo; que,
el dieciocho de setiembre de mil novecientos noventaidós, la agraviada en compa­
ñía de la procesada Ramos Castro, abordaron el vuelo con déstirio a la ciudad de
Lisboa “ Portugal^, en donde es detenida por el Departamento de Migraciones
por casi dieciséis horas, bajo el argumento de que su visa era presumiblemente
falsa, habiendo sido deportada al aeropuerto de Ámsterdam —Holanda™ donde

Citado por M uñoz C onde , Derecho penal Parte especíal^^ob. dt., p. 406.
C orte Suprema de J usticia de la República, U N . N .° 2304- 96, Trujillo, 1999.

$ @o
141
V ÍC I’OR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

permaneció hasta el veinticuatro de setiembre del mismo año en que obtuvo un


pasaje de regreso al Perú, sin haber recibido ayuda alguna de la citada encausada,
quien había viajado dos días antes con destino al Perú; que, durante el proceso no
se ha acreditado que la procesada Ramos Castro haya logrado la venta del pasaje
aéreo con la falsa promesa de un trabajo en Europa para la agraviada; que, la
compra de un pasaje y la gestión de la visa por parte de una agenda de viajes no
implica la seguridad de ingreso del pasajero al país de destino, pues esto depende
de la decisión de la autoridad migratoria correspondiente del país del destino [...].

En el análisis de la prueba, vemos que el supremo tribunal afirma que no


está probado que la imputada logró vender pasajes con el engaño de que la
agraviada conseguiría trabajo, por lo que, al no darse este elemento objetivo
del tipo, no constituye delito de estafa. En la línea contraria, si logra acredi­
tarse el engaño, esto constituye delito de estafa, tal como se indica en el Exp.
N,° 98“0055“02701-JX“P^^: ''El engañar a la víctima, haciéndolo creer que el
dinero prestado serviría para la realización de un negocio, fruto del cual sería
devuelto el préstamo, constituye delito de estafa''. Mientras que en el Exp, N,""
60-97" se señala lo siguiente:

El inducir y mantener en error a los agraviados, haciéndolos creer el inculpa­


do que tenía un cargo en la directiva de un pueblo joven, motivo por el cual
le entregaron un monto de dinero como parte de pago y tramitación para
obtener un lote, constituye delito de estafa.

El engaño debe ser claro, de tal forma que se pueda establecer con nitidez
el delito de estafa, lo que no sucede en el siguiente caso, pues una situación
fortuita no pudo ser controlada por los imputados, tal como se da en la eje­
cutoria del Exp. N7 360-98^^ donde se señala lo siguiente:

[L]os elementos del delito de estafa en cuanto a su aspecto objetivo son: el


engaño, el error, la disposición patrimonial y el perjuicio económico, entre
los que ha de existir una relación de antecedentes a consecuente, y el ánimo
de lucro: que el engaño es dar de cualquier modo concluyente y determinado
la apariencia de verdadero a un hecho falso, por lo que analizando los autos se
determina que los acusados no han actuado en forma dolosa en su calidad de
funcionarios de la Cooperativa Jesús Obrero alpromocionar que su représen­

10 C orte Suprema de J usticia de la República , Exp..K^ 98~0055-02701-JX-P, Recuay, 9 de


diciembre de 1998,
11 C orte Suprema de J usticia de la República , Éxp. Ñ.\i50-97, Lima.
12 C orte Suprema de J usticia de la República , Exp. N. ° 360-98, Lima.

m ® ®

142
C A P htJL O V ESTAFA Y OTRAS DEFRAUDACIONES

tada ofrecía altos intereses por los depósitos de los clientes, escapando de su
dominio el hecho de que posteriormente dicha entidad entrara en una difícil
situación económica que provocara posteriormente el cierre de sus puertas y
la consecuepte liquidación, no habiéndose probado en autos que el resultado
producido sea consecuencia del engaño realizado por los acusados [...].

Si bien los contratos pueden ser instrumentos para producir estafas, tam­
bién debe examinarse si los efectos del incumplimiento de estos siguen en la
esfera del conflicto de naturaleza civil, y también bajo el principio de mínima
intervención. En esta orientación, la Ejecutoria Superior Exp. N.® 237-97^^
señala lo siguiente: "No constituye delito de estafa el incumplimiento de un
contrato, en tanto el inculpado no ha mantenido en error al agraviado al ce­
lebrarse el contrato, no existiendo un elemento constitutivo de dicho delito”.

Al contrario, si se establece un vínculo contractual como préstamo de


dinero, pero se emplea engaño, esto puede constituir estafa. Así se afirma en
la Ejecutoria Superior Exp, N,'’44-97-SJEP-YMR^"^ lo siguiente: “El aparentar
capacidad y solvencia económica, para poder obtener el préstamo de una suma
de dinero que posteriormente no se ha devuelto, constituye delito de estafa”.

Para poder enfocar mejor el tratamiento legal en la casuística respecto


de los contratos, recurrimos al Exp. N.° 7113-97^^ donde se establece lo
siguiente:

[0]bra el contrato de compra venta, por el cual el agraviado compra al pro­


cesado el vehículo de placa de rodaje número CQ-mil cuatrocientos ocho,
ciase auto, marca Fiat, modelo Strada del año mÜ novecientos ochenta y uno,
por el precio de dos mil novecientos cincuenta dólares, suscribiéndose el
dieciséis de setiembre de mil novecientos noventa y cuatro [...], En la cláu­
sula segunda de dicho contrato, se deja constancia que el agraviado separa el
vehículo con doscientos dólares, a pagarse el dieciocho de setiembre de mil
novecientos noventa y cuatro; es decir,-dos días después; en el reverso
del indicado contrato, se deja constancia que el diecinueve de setiembre de
mil novecientos noventa y cuatro, deja a cuenta mil setecientos cincuenta
dólares, quedando uigk,saldo dennil dólares a completar contra entrega del
vehículo, resaltando la anotación 'cancelar veintiocho de setiembre de mil
novecientos noveñta y cuatro”, seguidamente la firma del procesado El
agraviado, en su declaración preventiva, [...] reconoce el mencionado con-

13 C orte Suprema de J usticia de la República, Exp, N / 237-97, Lima.


14 C orte Su prema de J u sti cía de la Repúb lica, Exp. N. ”y 4- 97- 3JEP-YMR, Lima, 1995.
15 C orte Suprema de J usticia de la República, Exp. ÍV.“ 7113-97, Lima: 22 de junio de 1998,

^ ^
143
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

trato, demostrando que tenía cabal conocimiento del vehículo que compraba;
pues, por un; lado en la cláusula tercera declara haber recibido el vehículo
materia del contrato a su entera satisfacción y sin responsabilidad alguna en
el futuro p a p el vendedor, en la parte técnico-mecánica por ser un vehículo
usado y, por otro lado, de las reparaciones a realizar a cargo del procesado,
conforme a lo estipulado en la cláusula adicional; tan es así que el agraviado
probó el vehículo con anterioridad a la cancelación de la compra, hizo las
observaciones mecánicas del caso (dieciséis de setiembre de mil novecientos
noventa y cuatro) y finalmente el veintiocho de setiembre de mil novecientos
noventa y cuatro canceló los mÜ dólares restantes del precio de venta y se
llevó el vehículo; habiendo tenido un tiempo de doce días suficientes, que
hubieran hecho variar esté conocimiento, lo cual no ocurrió, no dándose,
pues, en el presente caso, los elementos constitutivos tanto objetivos como
subjetivo del delito de estafa [...].

Otra ejecutoria es la que proviene del Exp. N / 5028-97^^ donde se indica


lo siguiente:
i
[L]os hechos incriminados a los encausados derivan de un contrato y un
procedimiento de orden civil en el que se ha actuado dentro de los marcos
sustantivo y procesales que corresponden a la materia, al suscribirse el con-
trato [...] en el cual ambas partes de mutuo acuerdo expresaron que entre
el precio que se paga y lo que se vende existe la más perfecta equivalencia,
habiendo el agraviado tomado posesión del bien desde mil novecientos
■■S
noventa, no existiendo ninguna evidencia de que los procesados hubiesen
inducido a error al agraviado para obtener un ilícito beneficio económico, ya '7k
que ambas partes pactaron y firmaron libremente el contrato referido [...]. Los
presuntos defectos, en la construcción y servicio del bien, no se encuentran i=

acreditados con prueba alguna en autos, máxime si la denuncia de parte fue ■i
interpuesta el siete de junio de mil novecientos noventa y cinco, es decir,
de cinco años después de haber recibido el departamento que le vendieron
los encausados, y en cuanto a la documentación del bien, el agraviado tiene
expedito su derecho para accionar la vía civil [.. J.

f
En la siguiente ejecutoria se hicieron operaciones de carácter civil, como I!;
préstamos con garantía hipotecaria, pero pudo establecerse que había ele­ if
mentos que desbordaban Ja naturaleza aparentemente civil En la ejecutoria
-.''3t■
'
superior del Exp. N7 1347-97^^ se analizó de la siguiente forma: f
1,

[L]os cargos que se incriminan a los procesados consisten en haber inducido


y mantenido en error al agraviado, engañándolo para conseguir que este les

16 C orte Suprema de J usticia de la República , Exp. iV/ 5p28-97, Lima: 15 de julio dé 1% S .'
17 C orte Suprema de J usticia de la República , Exp. N.° 1347-97, Lima: 19 de enero de 1998.

® ® #
14 4
CAPÍTULO V I E S T A F A Y OTRAS DEFRAUDACIONES

otorgue en garantía hipotecaria el inmueble de su propiedad; prometiéndole


altas rentabilidades durante los seis meses que duraba el contrato hipotecario,
siendo así, que una vez obtenido el título del agraviado, estos le giraron en
garantía un^cheque sin fondos, además de darle un destino diferente al dinero
obtenido por la Mutual de Vivienda del Perú al prometido al agraviado, que
era el de invertirlo y no satisfacer obligaciones [...]. Respecto al delito de
estafa, tal como está previsto en el artículo ciento noventaiséis del Código
Penal, se debe de tener en consideración que lo que se reprocha al agénte es
conseguir que el propio agraviado le traslade a su esfera de dominio su propio
patrimonio: es decir, el aspecto objetivo de este delito requiere que el agente
obtenga un provecho ilícito, para lo cual deba de mantener en error al agra­
viado por medio del engaño, astucia o ardid; es decir, se requiere de una [...]
conducta engañosa con ánimo de lucro propio o ajeno, que determinando un
error en una o varias personas, les induce a realizar una disposición, conse­
cuencia de la cual es un perjuicio en su patrimonio o de un tercero. Revisado
todo lo actuado, se ha acreditado qué los procesados han satisfecho las tres
conductas secuenciales que este ilícito en su aspecto objetivo requiere, pues,
la primera de ellas que es el mantener o inducir en error al agraviado, em­
pleando para ello el engaño, astucia u otra forma fraudulenta se ha verificado,
debido a que al momento de realizar el contrato los procesados le ocultaron
al agraviado que el dinero que recibirían de la Mutual de Vivienda del Perú
lo destinarían para satisfacer sus anteriores obligaciones, mientras que para
que este firme el contrato le prometieron que el mismo sería destinado a
capital de trabajo, tal como se puede apreciar de la cláusula vigésima primera
dei contrato [...], además de haberle entregado como garantía de la opera­
ción comercial un cheque que tenía la cuenta cancelada [...] máxime [.. J la
resolución de la Superintendencia de Banca y Seguros, publicada en el diario
oficial El Peruano, el quince de setiembre de mü novecientos noventa, en el
que señala las irregularidades con que se habían realizado las negociaciones
entre la representada de los procesados y la indicada mutual; que, fruto de
este contrato el agraviado desplazó por error a los procesados su patrimonio
representado por el título de su inmueble, ocasionándole un perjuidoj pues,
tal como aparece del aviso de remate [...] el Primer Juzgado Civil de Lima
dispuso el remate de su propiedad [...].

Una sentencia civil puede ser determinante para establecer —en un


proceso penal— que la relación obligacional no tiene relevancia criminal, tal
Como se razona en la ejecutoria del Exp. N."" 3665"97^^:

De la prueba actuada en el proceso no existen elementos de juicio suficientes


que permitan acreditar la responsabilidad penal del encausado, Cruz Castro
Flores, en los ilícitos de estafa [...]. Que no está probado que la suma materia

18 C orte Suprema de J usticia de la República, Exp. ÓT/ 3665-97 Tacna, Lima: 12 de mayo de
1998.

&®&
145
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

dei préstamo a los agraviados por el delito de estafa haya sido menor a la que
aparece en la escritura de préstamo con garantía hipotecaria que en fotocopia
obra a fojas cuarentaicinco; que de otro lado, del expediente civil acompañado
cuya materia es cobro ejecutivo, seguido por el procesado contra los agravia­
dos, dicho procesado, Cruz Castro Flores, obtuvo sentencia favorable para
el pago de la suma señalada en la referida escritura como se aprecia de las
sentencias de primera y segunda instancia, [...] situación que valida el monto
del préstamo en discusión

La debilidad en la prueba para corroborar el engaño en el delito de estafa


trae como resultado la absolución del imputado* En el Exp. N."* 8775~97^^ se
indica lo siguiente:

[S]e incrimina al procesado el delito instruido en razón de haber girado el


cheque [.. J sobre cuenta cancelada con la finalidad de lograr que el agravia­ ■m
do le entregara una cantidad de telas; que, durante el instructorio solo se ha

actuado la instructiva del procesado, diligencia en la que niega los cargos
refiriendo que el giro del cheque responde a un estilo comercial que realiza
usualmente con el agraviado, quien al momento de extenderlo sabía que ■|'
carecía de fondos y que a la fecha ya canceló casi la totalidad de su adeudo,
presentando una transacción y una letra de cambio para corroborar tales
dichos; que las afirmaciones del procesado no han sido desvirtuadas en modo
alguno durante la secuencia del proceso, toda vez que el agraviado, pese a
las reiteradas notificaciones no ha comparecido judicial ni policialmente,
por lo que en autos no aparece acreditado el delito ni la responsabilidad del
procesado [...].

2.L Jurisprudencia vinculante y la Ejecutoria Suprema R. N. N7 2504-2015


La Ejecutoria Suprema R. N. N."* 2504-2015 sobre el delito de estafa,
prima faáe, introduce el enfoque funcionaÜsta como paradigma dogmático,
y la desarrolla desde uño de los filtros de imputación objetiva, como lo es la
responsabilidad de la víctima.

Las imputaciones fueron las siguientes:

El Ministerio Públiccvatribuyó a la procesada,-HÜda Cecilia Chacaltana


Pacheco, la realización de dos hechos ocurridos entre enero y octubre del
2007, en los cuales esta empleó ''engaño" y ocasionó perjuicio patrimonial
en agravio de diversas personas:
i. El primer hecho consistió en haber “engañado" a los propietarios de las
empresas Menzala Motors S. A. C. —Néstor Menzala Huahuasonco—

19 C orte Suprema de J usticia de la República , Exp. 8775- 97, Lima: 28 de mayo de 1988.

@ ® ®

146
CAPÍTULO V ESIAFA y OTRAS DEFRAUDACIONES

y Grupo '"Escarabajo”— integrado por los agraviados Cristian Cabrera


Torres, Fidel Vasconzuelo Zorrilla, Benito Quispe Salas, Henry Cabrera
Mayorga, Ulises Gonzales Ramírez, José Antonio Requejo Morales
y M a rp Mazza Corso-; empresas cuyo giro comercial era la venta
y alquiler de vehículos motorizados; resultando que la procesada se
presentó ante estos agraviados como una persona solvente y confia­
ble; logrando que, bajo error, la primera empresa le entregara seis y la
i i segunda cuarenta y nueve vehículos, en su mayoría camionetas cuatro
por cuatro, con el objetivo de ser llevados a empresas mineras con sede
en la ciudad de Lea, a efectos de ser dados en alquiler o alquiler-venta;
para lo cual la procesada solamente abonó una parte del dinero pactado
y, posteriormente, sin tener la condición de propietaria ni las facultades
jurídicas para ello, procedió a venderlos a terceras personas.
;.í iv Ih El segundo hecho está referido al "engaño” en perjuicio de Jorge Jesús
,.'V', Salas Gutiérrez, Fernando Augusto Campos Pacheco, Juan Pablo Pérez
§^-C\ Olivos,Julio Rogef Zamora Chunga, Cristian Karlo Rivero Schoster, Ana
María Méndez de Espejo, Alejandro Sayón Fetzer, María Ofelia Soriano
Barrantes, Carlos Encarnación Echevarría Cabrera, Marvin Ornar Alva
Acra, Alcira Maruja Ávila Concepción y Giancarlo Sarria Iraola; a quienes
la procesada les vendió los vehículos sin tener la condición de legítima
propietaria y manifestándoles que provenían de remates judiciales. Di­
chos "agraviados adquirientes”, motivados por los precios bajos en que
los vehículos eran ofrecidos procedían a adquirirlos mediante contrato
de compraventa a plazo con reserva de dominio de vehículo usado,
Í.-SÍ.- :
cuyo pago se garantizaba también con letras de cambio. Sin embargo,
:é;- al momento que estos agraviados adquirientes solicitaban la entrega de
';í''.v ''■■■
.■
. las tarjetas de propiedad, la procesada les decía que estaba realizando
los trámites hasta que culminen con pagar la totalidad del vehículo; todo
lo cual no constituía más que un ardid o engaño de su parte, pues las
f:- compañías vendedoras no iban a entregar la tarjeta de propiedad debido
sí":- a que, en algunos casos, la procesada solamente pagaba un adelanto e
incumplía con los abonos mensuales, y, en otros casos, los vehículos
i-- habían sido entregados solamente en alquiler; es decir, en ambos casos
la acusada no podía disponer sobre la propiedad de los vehículos. Por esa
í'í;.'.'
razón, los agraviados adquirientes tuvieron, finalmente, que devolver los
autos, sin que les hayan devuelto el dinero que pagaron por los mismos.

La Corte Supremq ^uestiom enfoque causalista de la imputación del


delito de estafa dé la siguiente manera:

Décimo primero:. La hermenéutica jurídica, sin embargo, reconoce de manera


mayoritaria que el método jurídico, no se agota en una simple constatación
silogística de un hecho concreto en relación con una formulación legal abs­
i'y,];':
tracta. En ese sentido, por ejemplo, resulta incorrecta la forma en que cierto
sector de la doctrina nacional desarrolla el delito de estafa, esto es, como

®®«
147
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

una mera secuencia de elementos [engaño, error, disposición patrimonial ■ .i®

y provechcí lícito] vinculados por un nexo causal. El juez penal no se limita .


a verificar una conducta causalmente vinculada a un resultado lesivo, sino i '

que fundapentalmente determina, con base en criterios jurídico-penales; si ij


T-
la conducta del autor ha generado un riesgo penalmente prohibido y si ese
riesgo es el que se ha realizado en el resultado acaecido.

K
Con relación al engaño, aun probado en un caso penal, las diferencias en V
■?:
wy
cuanto a su naturaleza sí son suficientes para provocar una actuación de la
víctima que genere perjuicio. i-'-'

Yíyii-- '■ -
Décimo segundo: En el presente caso, sin embargo, el tribunal de grado infe­ ■ y
|:
W : ' ''
i '
rior se ha limitado a constatar la existencia de un engaño causal, esto es, un
'M í
engaño que resultó eficaz para producir un error, un perjuicio patrimonial, y
un provecho ilícito. Aliorabien, si se exige que el "engaño” propio déla estafa
M:'
constituya un "riesgo típicamente relevante”para el patrimonio, podrá llegarse
a la conclusión de que hay engaños causales que son típicos y otros engaños
causales que no lo son. La tipicidad del engaño, por tanto, no es cuestión de
causalidad, sino de imputación objetiva.

2.2. Criterios de interpretación bajo los parámetros de imputación objetiva


La Corte Suprema fija pautas para que el juez pueda resolver sobre una
imputación de estafa, ademas indica que el centro de análisis no es quien
causó el error en la víctima, sino quien era titular o competente del déficit de
conocimiento. Lo que nos está proponiendo es establecer si la víctima por su
negligencia ha contribuido en su perjuicio. Asimismo, se menciónalo siguiente:

Décimo tercero: Al momento de analizar la tipicidad en los procesos por es­


tafa, el juez penal no debe preguntarse "¿quién causó el error de la víctima?”
sino "¿quién es competente por el déficit de conocimientos -“ error™ de la
víctima?”. Aunque un caso llegue a los tribunales y el juzgador o el fiscal sepan
(inevitablemente) a qué condujo en efecto el engaño (si hubo error o no y, en
consecuencia, perjuicio patrimonial), pues el enjuiciamiento de los hechos tiene
los conocimientos adquiridos ex post; esos conocimientos deben suprimirse a la
hora de enjwciar si del autor fue típico. Que se produzca el
resultado es una cuestión que está en un nivel de análisis distinto y posterior,
en el que se trata simplemente de ver si el riesgo de perjuicio patrimonial se
cristalizó o no en el resultado. Lo que debe verificarse, en primer término, es
si el engaño de la víctima puede imputarse objetivamente al autor.
^01
El mercado permite la actuación de agentes, unos como parte de laoforta
y otros de la demanda de bienes y servicios/El fundamento del desarrollo

©®Q
148
i'":'..

Capitulo V estafa y otras defraudaciones

poderoso de este mecanismo de asignación de recursos es la confianza, de allí


que esta tiene relevancia en el mercado. Esta no es una confianza cualquiera,
sino aquella q u e el agente debe tener por razones de seguridad, pues debe
disponer de acceso a información que le permita saber que puede obtener un
resultado patrimonial esperado a su favor. El deber de tener esta información
es de las partes contratantes, pero una de ellas por su posición debe tener
algunas obligaciones distintas para realizar correctamente un contrato. De
i;
allí que se sostenga que en el delito de estafa el juez debe establecer quién és
competente respecto de la adquisición de información. Al respecto, se esta­
II blece lo siguiente:

Décimo cuarto: El delito de estafa protege el patrimonio como poder ju­


rídicamente reconocido de interacción en el mercado. De acuerdo con la
configuración normativa de este mercado, en el contexto de nuestra sociedad
actual, el sujeto que realiza un acto de disposición, muchas veces, no accede
personalmente a toda la información que necesita pará tomar sus decisiones
económicas. En ese sentido, aquel que interactúa económicamente se ve en la
necesidad de confiar en otros que sí tienen acceso a esa información. Es por
ello, precisamente, que mediante el tipo penal de estafa se busca garantizar un
cierto grado de información veraz, para que el acto de disposición sea libre
y, con ello, el patrimonio sea fuente de libertad para el titular; conservando,
así, la estructura normativa del mercado.
Décimo quinto; Ahora bien, ¿qué criterio orienta el reparto de incumbencias
respecto a la averiguación de la información? De acuerdo con la más recien-
temente elaborada dogmática jurídico-penal, es el criterio de la accesibilidad
normativa el que permite delimitar los ámbitos de competencia respecto de
la superación del déficit de información que permita interactuar de forma
libre en el mercado. Hay accesibilidad normativa cuando el disponente tiene,
por una parte, acceso a la información que necesita para tomar su decisión
de disposición y goza, por otra, de los conocimientos necesarios para desci­
frarla. En caso de que haya accesibilidad normativa de la información para
el disponente, incumbe a este último averiguarla.

fgr' La incumbencia respecto de la información es establecer quién es el res­


ponsable de la averiguación de la información, y el Griterio delimitador es el
acceso a la información. Esto es, si para una de las partes báy dificultades en
el acceso, es a la otra parte a la que le incumbe proporcionar la información,
pero, si esta es accesible de manera fácil, entonces la indagación le corresponde
a quien tiene ese acceso. La información respecto a los bienes se inscribe en
los Registros Públicos --que es accesible a todos los dudadanos—. Al respecto,
se establece lo siguiente:
@0 &
149
VÍCTOR JiM M V ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

Décimo octavo: El art. 2012 del Código Civil consagra el principio de publi­
cidad registrál, según el cual: “Se presume, sin admitirse prueba en contrario,
que toda persona tiene conocimiento del contenido de las inscripciones”. Se
trata de una| disposición normativa que consagra una presunción iure et de
iure, esto es,; una presunción que no admite prueba en contrario. Por tanto,
quien interactúa en el mercado de bienes registrables —en este caso, de los
automóviles— tiene la carga de conocer el contenido de las inscripciones;
lo cual es una información que se encuentra normativamente accesible a la
persona que pretende realizar una disposición patrimonial. Esta carga de
cuidado fue infringida por los afectados. En consecuencia, existe competencia
de la víctima.

El engaño es un dato de la tipicidad objetiva, en los marcos funcionalistas,


y no del aspecto subjetivo. En esa línea, se evidencia lo siguiente:

Vigésimo quinto: La delimitación entre delito de estafa e ilícito civil, de­


rivado del incumplimiento de obligaciones contractuales, no se encuentra
supeditada al elemento subjetivo; esto es, resulta incorrecto establecer una
delimitación atendiendo a si el autor tenía dolo antes o después de celebrar
el contrato. Esta posición resulta incorrecta, por cuanto la determinación de
la relevancia penal de un comportamiento no empieza por la esfera interna
del autor. El derecho penal recién se pregunta por la esfera interna —dolo,
imprudencia y culpabilidad en sentido estricto—después que ha tenido lugar
un comportamiento externo socialmente perturbador. En otras, palabras,
la delimitación entre estafa e incumplimiento contractual se verifica en el
ámbito de la tipicidad objetiva.
Vigésimo sexto: El engaño es un elemento que se presenta no solamente en
la estafa, sino también en las relaciones contractuales civiles o de carácter
mercantil En estos casos, el operador de justicia tiene que delimitar quién
es competente por la situación de error de la víctima; esto es, si incumbía
a esta última agenciarse de la información normativamente accesible; o si
era competencia del autor, en virtud de un deber de veracidad, brindarle a
la víctima los conocimientos necesarios para su toma de decisión respecto
de la disposición de su patrimonio. En el primer caso, no se configurará el
delito de estafa, por cuanto el perjuicio patrimonial es competencia del propio
disponente (competencia de la víctima); por tanto, los hechos serán ventilados
en la vía extrapenal que corresponda. En el segundo caso, una vez verificado
que ha existido la infracción a un deber de veracidad, y la realización del
riesgo en el resultado, entonces podrá imputarse la cbníisiÓn del delito de
estafa, atendiendo a criterios objetivos como la idoneidad del contrato, o su
forma de celebración, para bloquear el acceso de la víctima a la información
normativamente accesible; o para generar en aquella una razón fundada de
renuncia a ciertos mecanismos de autoprotección relevantes para su toma
de decisión.

® @
ISO
Ca p ít u l o V | E s t a fa y o t r a s d e f r a u d a c io n e s

La Corte Suprema emplea criterios de imputación objetiva para sostener


que la culpa de sti daño es del engañado porque no fue lo suficientemente dili­
gente para dars^ cuenta de que lo estaban engañando. Esto puede considerarse
en una situación de engaño absurdo como venderle el Palacio de Justicia a
una persona, pero en contextos comerciales donde la base es la confianza,
que ha sido el motor del desarrollo económico, este principio, que también
forma parte de la imputación objetiva, es violado por una parte contratante.
S«i Entonces, tenemos que, por este filtro, se puede imputar responsabilidad
penal al sujeto activo. Solo por citar un caso tenemos que ante el desarrollo
del negocio inmobiliario han aparecido delincuentes de cuello y corbata que
venden los proyectos y jamás lo terminan, afectando a muchas familias, en
una modalidad de delito masa o estafas masivas.

,■':'í'-'-.
2.3, Alcances típicos del proyecto de ley del nuevo Código Penal
En el proyecto de ley del nuevo CP se adiciona al delito de estafa algunas
circunstancias agravantes, de tal forma que tiene incidencia directa en la pena­
lidad de 4 a 8 años y con noventa a doscientos días multa. Estas circunstancias
son las siguientes:

íióiS;;.:.: a) Cuando se comete en agravio de menores de edad, personas con dis-


capacidad, mujeres en estado de gravidez o persona mayor de sesen-
ta años, que implica el reconocimiento de un estado de vulnerabili­
dad por la edad, o por problemas físicos.
;Kí:í;
b) Si se ha actuado en pluralidad de agentes, lo que puede hacer que la
actividad defraudadora tenga solidez y mayores posibilidades de éxito.
í-il c) Se comete en agravio de una pluralidad de víctimas, lo que puede
-m conllevar a los delitos masa, esto es, que haya una afectación múlti­
ple de bienes jurídicos de diferentes titulares.
d) Se realiza con ocasión de compraventa de vehículos motorizados o
bienes inmuebles^ pkes sé líá identificado que es en esta área donde
"--i las estafas proliferan como las ventas de vehículos solicitando ade­
lantos y luego no se les entrega a los compradores.
e) Se realiza para sustraer o acceder a los datos de tarjetas de ahorro o
de crédito, emitidos por el sistema financiero o bancario. En esto ya
estamos ante otros niveles de complejidad para la acción delictiva,

« # e
151
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

pues se trata de capturar los datos de las tarjetas de las victimas que
:
por su náturaleza son privadas,
f) Coloca q la víctima o a su familia en grave situación económica. Esta
circunstancia es empleada para delitos como el hurto, puesto que el
perjuicio patrimonial es de tal magnitud que pone en riesgo la super­
vivencia de la víctima y su familia.
g) Se comete en agravio de los que sufren las consecuencias de desas­
tres naturales u otros estragos. Esto situación viene en la línea de
vulnerabilidad de tal forma que es aprovechada por el estafador para
arremeter contra sus víctimas.
El numeral 3 del proyecto de ley del nuevo CP indica que la pena es pri­
vativa de libertad no menor de ocho ni mayor de diez años si el agente actúa
como integrante de una organización criminal. Esta circunstancia implica
que el sujeto activo forme parte de una organización criminal, que se dedica
a realizar los delitos de estafa y no de otro.

3. Derecho comparado

3.L Argentina l;

Artículo 172.- Será reprimido con prisión de un mes a seis años, el que defrau­
dare a otro con nombre supuesto, calidad simulada, falsos títulos, influencia
mentida, abuso de confianza o aparentando bienes, crédito, comisión, empresa
f
o negociación o valiéndose de cualquier otro ardid o engañó.

3.2. Guatemala 3:í.


i
Artículo 263.- Comete estafa quien, induciendo a error a otro, mediante ar­
did o engaño lo defraudare en su patrimonio en perjuicio propio o ajeno. El
responsable de este delito será sancionado con prisión de seis meses a cuatro
años y multa de dosdgitos a diez mil quetzales.

3.3. Alemania

§ 263.- Estafa
1) Quien con la intención de obtener para sí o para un tercero una ventaja
pátrimonial antijurídico perjudique el patripionio de otro por medio de

# ®®
152
CAPÍTULO V ESIAFA y OTRAS DEFRAUDACIONES

simulación de falsos hechos, suscite o mantenga un error la desfiguración


o la supresión de hechos verídicos, será castigado con pena privativa de
la libertad hasta cinco años o con multa.
2) La tenf:ativa es punible.
3) En casos especialmente graves, el castigo será de pena privativa de la
libertad de uno hasta diez años. Un caso especialmente grave se presenta
cuando el autor
1. actúe profesionalmente o como miembro de una banda que se ha
asociado para la comisión continuada de falsificación de documen­
tos o estafa,
2. ocasione una pérdida patrimonial de grandes dimensiones o actúe
con el propósito de conducir a un gran número de personas al
IÍ7-7:'. ■■
peligro de la pérdida de activos mediante la comisión continuada
■íVíT.:; ■;
de estafa,
3. conduzca a una persona a necesidad económica,
4. abuse de sus competencias, de su posición como titular de cargo, o
'Hií'rí'': ■
'■'... 5. simule una contingencia de seguro después de haber puesto fuego
él u otro con este fin a una cosa de significativo valor ó haberla
destruido total o parcialmente por incendio o haber hecho hundir
o naufragar un buque.
4) El § 243 inciso 2, así como ios §§. 247 y 248 a rigen en lo pertinente,
5) Con pena privativa de la libertad de un año hasta diez años, en casos
efe;
menos graves con pena privativa de la libertad de seis meses a cinco años,
será castigado quien cometa profesionalmente la estafa como miembro
de una banda que se ha asociado para la comisión continuada de hechos
punibles según los §§ 263 hasta 264 o 267 hasta 269.
6) El tribunal puede ordenar la sujeción a vigilancia de autoridad (§ 68
inciso 1).
7) Deben aplicarse los §§ 43 a y 73 d, cuando el autor actúe como miembro
de una banda que se ha asociado para la comisión continuada de hechos
punibles según los §§ 263 hasta 264 o 267 hasta 269.
El § 73 d debe aplicarse también cuando el autor actúe profesionalmente.

3.4. Bolivia

Artículo 335.- (Estafa).


El que con la intencióp de obtener para sí o un tercero un beneficio económico-
indebido, mediante engaños o artificios provoque o fortalezca error en otro
que motive la realización de un acto de disposición patrimonial en perjuicio
del sujeto en error o de un tercero, será sancionado con reclusión de uno a
cinco años y multa de sesenta a doscientos días.

0 ®o
153
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PAIRIMONIO

3.5. Colombia
■^1 '
Artículo 246- Estafa. [Penas aumentadas por el art. 14 de la Ley N / S90 del
2004]. I
El que obtenga provecho ilícito para sí o para un tercero, con perjuicio ajeno, á'-.
induciendo o manteniendo a otro en error por medio de artificios o engaños,
incurrirá en prisión de treinta y dos (32) a ciento cuarenta y cuatro (144)
meses y multa de sesenta y seis punto sesenta y seis (6,6.66) a mil quinientos
(1.500) salarios mínimos legales mensuales vigentes.
En la misma pena incurrirá el que en lotería, rifa o juego obtenga provecho
para sí o para otros, valiéndose de cualquier medio fraudulento para asegurar
un determinado resultado.
La pena será de prisión de dieciséis (16) a treinta y seis (36) meses y multa ..'.m
hasta de quince (15) salarios mínimos legales mensuales vigentes, cuando la
cuantía no exceda de diez (10) salarios mínimos legales mensuales vigentes.

3.6. Costa Rica

Artículo 216.- Quien, induciendo a error a otra persona o manteniéndola


en él, por medio de la simulación de hechos falsos o por medio de la defor­
mación o el ocultamiento de hechos verdaderos, utÜizándolos para obtener
un beneficio patrimonial antijurídico para sí o para un tercero, lesione el
patrimonio ajeno, será sancionado en la siguiente forma:
1) Con prisión de dos meses a tres años, si el monto de lo defraudado no A
excediere de diez veces el salario base (^). ■.'■tí;
2) Con prisión de seis meses a diez años, si el monto de lo defraudado
excediere de diez veces el salario base.
Las penas precedentes se elevarán en un tercio cuando los hechos señalados
los realice quien sea apoderado o administrador de una empresa que obtenga, m
total o parcialmente, sus recursos del ahorro del público, o por quien, per­
sonalmente o por medio de una entidad inscrita o no inscrita, de cualquier
naturaleza, haya obtenido sus recursos, total o parcialmente del ahorro del
público.

3,7. Cuba

Artículo 334.-
L El que con el propósito de obtener para sí o para otro una ventaja o un
beneficio patrimonial ilegítimo y empleando cualquier ardid o engaño ■
fv
que induzca a error a la víctima determine a este a realizar o abstenerse
de realizar un acto en detrimento de sus bienes o de los de un tercero,
incurre en sanción de privación delíberta^ de tres meses a un año o
multa de cien a trescientas cuotas o ambas.

® ®
154
CAPÍTULO V I ESTAFA Y OTRAS DEFRAUDACIONES

2. Si el culpable para la ejecución del hecho se aprovecha de las funciones


inherentes al cargo, empleo, ocupación u oficio que desempeña en una
entidad económica estatal, la sanción es de privación de libertad de dos
a cincp años,
3. Si por el delito el culpable obtiene un beneficio de considerable valor, o
si la víctima sufre un grave perjuicio en sus bienes, o el hecho se realiza
por uno o más individuos actuando como miembros de un grupo orga­
nizado, la sanción es de privación de libertad de cuatro a diez años.

3.8. España

Artículo. - 248
■ 1. Cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante
para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de dispo­
ai;
sición en perjuicio propio o ajeno. ,
También se consideran reos de estafa:
a) Los que, con ánimo de lucro y valiéndose de alguna manipulación
i;.-.:;'-;...
informática o artificio semejante, consigan una transferencia no
" consentida de cualquier activo patrimonial en perjuicio de otro.
b) Los que fabricaren, introdujeren, poseyeren ó facilitaren programas
informáticos específicamente destinados a la comisión de las estafas
previstas en este artículo.
c) Los que, utilizando tarjetas de crédito o débito, o cheques de viaje,
o los datos obrantes en cualquiera de ellos, realicen operaciones
de cualquier clase en perjuicio de su titular o de un tercero.

Artículo 249.-
Los reos de estafa serán castigados con la pena de prisión de seis meses a tres
años, si la cuantía de lo defraudado excediere de 400 euros. Para la fijación
de la pena se tendrá en cuenta el importe de lo defraudado, el quebranto eco­
nómico causado al perjudicado, las relaciones entre este y el defraudador, los
medios empleados por este y cuantas otras circunstancias sirvan para valorar
la gravedad de la infracción.

4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 299. Estafa^


El que procura para sí o para otro un provecho ilícito en perjuicio de tercero,
induciendo o manteniendo en error al agraviado mediante engaño, astucia,
ardid u otra forma fraudulenta, es reprimido con pena privativa de libertad
no menor de dos ni mavor de seis años.

e ®»
155
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

II. CASOS DE DEFRAUDACION

1. Tipo penal

Á r t íc u lb Í 9 7 . " C á s o s d e d e fra u d a c ió n

La defraudación será reprimida con pena privativa de libertad no menor de uno ni


mayor de cuatro años y con sesenta a ciento veinte días multa cuando:
1. Se realiza con sim ulación de juicio o empleo de otro fraude procesal.
2. Se abusa de firma en blanco, extendiendo algún documento en.perjuicio del
firmante o de tercero.
3. Si el com isionista o cualquier otro mandatario altera en sus cuentas los precios
o condiciones de los contratos, suponiendo gastos o exagerando los que hubie­
ra hecho.
4. Se vende o grava, com o bienes libres, los que son litigiosos o están embargados
o gravados y cuando se vende, grava o arrienda com o propios los bienes ajenos.

íli
2. Comentario
Una primera modalidad es que el agente simula juicio o empleo de otro
fraude procesal Ai señalarse simulación de juicio, quiere decir que este no
existe, es algo aparente; por ejemplo, ejecutar una resolución falsa de embargo,
logrando que la víctima entregue voluntariamente sus bienes.

La segunda modalidad es cuando el agente emplea otro fraude procesal


en un proceso judicial real y esto puede ser en concurso con el delito de
fraude procesal (art. 416 del CP) que reprime a quien por medio fraudulento
induce a error a un funcionario o servidor para que dicte una resolución
contraria a ley. La diferencia es que en la defraudación el acto procesal
debe estar destinado a que la víctima traslade su patrimonio, mientras que
en el delito del art. 416 la resolución no necesariamente tiene connotación
patrimonial y el bien jurídico que este afecta es el correcto funcionamiento
de la administración de justicia.

El comportamiento típico cuando el sujeto activo abusa de firma en blanco,


extendiendo algún documento en perjuicio del firmante o de tercero, es repri­
mido a título de dolo. A veces la excesiva confianza hace que la víctima firnie
un documento que puede en su contenido ser alterado en contra de lo pactado
verbalnaente, lo que puede conllevar a perjuicio patrimonial. Un elemento
crucial es la alteración de la obligación original por lo que per se el hecho que se ■-'i: i

emplee un documento firmado en blanco no esMelito, sino la transgresión de I


®@®
156
CAPÍTULO V I ESTAFA Y OTRAS DEFRAUDACIONES

lo primigeniamente acordado, de allí que en la ejecutoria superior del Exp. N.°


gg4-98^° se argumentó a favor de la atipicidad del delito denunciado porque

1
'•SW'.
las obligaciones seguían siendo las mismas, Al respecto, se señala lo siguiente:

[L]a denuncia por delito de abuso de firma en blanco se fundamenta en el


hecho que el esposo de la denunciante otorgó a favor de la empresa Aero
Continente Sociedad Anónima una letra de cambio en blanco para garanti­
zar las obligaciones contraídas; siendo así que, posteriormente que se había
satisfecho la deuda, la empresa Aero Comercial negoció la letra de cambio,
endosándola a favor del Banco Regional del Norte, la misma que intenta
ser cobrada mediante un juicio ejecutivo [...]. Se aprecia que la entidad de­
■íKífeí;
nunciada ha acreditado el incumplimiento de la obligación de la deuda del
denunciante, que ascendían al monto de diecinueve mil sesenta con sesenta
y nueve dólares americanos, pues la carta fianza otorgada por el esposo de
■■'¿'t'l la denunciante en ningún momento fue cancelada, sino anulada, por lo que
aiB- subsistió la deuda y, en su reemplazo, se cedió la letra de cambio a favor del
Banco Regional del Norte [.. J, lo que no está prohibido por la ley, además
de tener en cuenta lo señalado por el artículo nueve de la Ley de Títulos y
Valores, que permite el uso de letras de cambio incompletas, que pueden ser
llenadas posteriormente; reprimiéndose el posterior llenado si es hecho de
.. ÍÍVÍÍÍ
Jf¡:'i'.i .'■
■liM'-J'í-y forma diferente a los acuerdos adoptados, que es lo que quiere reprimir el
delito previsto en el inciso segundo del artículo ciento noventa y siete del
Código Penal, al tipificar la conducta de abusar de ía firma en blanco [...].

En esta otra sentencia sí pudo probarse que se llenó una letra con una
suma mayor a la original. Así, en el Exp. N.'’ 6383-~97^^ se señala lo siguiente:
Sit; [S]e imputa al procesado, Raúl Fernando Rodríguez Bustamante, la comisión
i p del delito contra el patrimonio-defraudación, en razón de haber llenado
una letra firmada en blanco por una suma mayor a la que el agraviado, Jorge
Gerardo Penilla Merchor, adeudaba y sin su consentimiento; que los hechos
denunciados se encuentran acreditados con la pericia grafo técnica [...] que
concluye, que la letra de cambio ha sido suscrita con anterioridad a la redac­
ción del llenado a manuscrito [...].

En este caso, inferimos que el acusado señalaba que el monto había sido
vp;::; puesto simultáneamenteton la firma, y se demostró que el llenado hábía sido
posterior restándole credibilidad a su versión exculpatoria.

■20 C orte Suprema de J usticia de la República, Exp, N.‘^84-98, Lima: 1 de julíó'de 1998.
2i C orte Suprema de J usticia de la República, Exp. N." 6383-97, Lima: 28 de mayo de 1988.

® o @

157
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELETOS CONTRA EL PATRIMONIO

Él art. 197,3 reprime a! comisionista o cualquier otro mandatario, que


altera en sus cuéntas los precios o condiciones de los contratos, suponiendo
gastos o exagerando los que hubiera hecho. Esta alteración de los conteni­
dos de los coniratos o aumentando los gastos es para lograr que la persona
contra quien comete el fraude desembolse más dinero que el que realmente
corresponde. Hay un falseamiento de la documentación, haciendo caer en
error a la víctima que pensando que todo está correcto entrega más dinero
que el que debiera.
. ■■■ís

El estelionato es otra forma de defraudación por el que el sujeto activo


vende o grava como bienes libres, los que son litigiosos o están embargados
o gravados y cuando se vende, grava o arrienda como propios los bienes
ajenos. Esta es una modalidad frecuente, máxime en una época que la oferta
inmobiliaria se ha incrementado en el país. En la jurisprudencia superior
tenemos al Exp, N,'* 1278“98^^ el cual sostiene lo siguiente; ''El otorgar en
garantía de una transacción civil un bien inmueble ajeno constituye delito de
defraudación \ En esta misma línea, de punir estas conductas, tenemos al Exp.
N."* 1376-96^\ que señala lo siguiente:

El inducir y mantener en error al agraviado, haciéndolos creer al inculpado


que los bienes que le vendía eran de su propiedad, cuando en realidad era
de su padre, no procediendo posteriormente a entregar bienes o devolver el
dinero recibido, constituye un caso especial delito de estafa. i;-

El arrendamiento de bienes que no les corresponde, ni autorizados por -m


i-íí■

apoderaniiento, debe estar debidamente acreditado, sino esto no constituye
f-
I'.
estelionato. Así se afirma en el Exp. N7 7988-97^^:
[S]e ha acreditado que en el inmueble sito en Pascual Saco y Oliveros número
novecientos noventa y cinco veía funcionando la imprenta agraviada, la mis­
ma que cesó de funcionar desde el veintitrés de octubre de mil novecientos
noventa y seis por acción violenta y directa de la acusada Margarita Riña
Zárate Plasencia y en complicidad de Javier Benjamín Gil Zárate, conforme
fluye también del ada de constatación de fojas cuarenta y ocho, actuada con
intervención del representante del Ministerio Público, en cuanto se constata

22 C orte Suprema de J usticia de la República, Exp, K " 1278-98Arequipa, Lima: 25 de septiembre


de 1998.
23 C orte Suprema de J usticia de la República, Exp. N. ° 1376-96Arequipa, Lima: 10 de noviembre
de 1998.
24 C orte Suprema de J usticia de la República, Exp. N ." 7988-97, Lima: 26 de enero de 1998.

158
1
Jlw ^L* ^
rr-".;-.

CAPÍTU IO V ESTAFA Y OTRAS DEFRAUDACIONES

en dicha diligencia haber encontrado en pleno desorden el instrumental de


la citada firnia; que, no obstante, de los actuados no aparece configurado el
delito de estelionato, que solo comete aquel que arrienda bienes ajenos como
propios, casp en el que no se encuentra la procesada, Margarita Riña Zárate
Piasencia, menos aún su coprocesado, Javier Benjamín Gil Zárate, quien no
aparece haber participado directamente en el contrato de arrendamiento de
fojas trescientos quince que, además, aparece suscrita por persona jurídica
distinta a la tenida por agraviada; que, de otro lado, no apareciendo de autos
determinada la cuantía de los daños ocasionados, tampoco puede determi­
narse si se trata de delito o falta contra el patrimonio [.. J.
W--:
El gravar, esto es, impoBer una obligación sobre un inmueble ajeno, si se
hace dolosamente, constituye estelionato. En la sentencia del Exp. 3695-
9725 ge vio el siguiente caso:

[S]e imputa al sentenciado, Ernesto Alvarado Urbina, y otros de haber gravado


unos bienes inmuebles que eran propiedad de la empresa que representaban;
que, mediante contrato de compra-venta dé fecha once de marzo de mil nove­
cientos setenta y cuatro, la razón social Promoción de Viviendas Económicas
Wk:.: Sociedad Anórdma dio en venta garantizada la casa-habitación situado en el
lote de terreno número cinco de la manzana i, al agraviado, Enrique Galeno
Wk'y
Kd*; Quiroz Julio Rospigliosi, conforme se desprende a fojas veintiuno, asimismo,
y bajo esta misma modalidad, la citada empresa vendió la casa-habitación
situada en el lote de terreno número dieciocho de la manzana H a los agra­
W-:y: viados, Víctor la Serna Portilla y Marcela Sotomayor de la Serna, conforme
se desprende a fojas cuatrocientos treinta y siete; sin embargo, a pesar de la
existencia de los contratos y con pleno conocimiento de los negocios jurídicos
que la empresa realizaba, con fecha siete de abril de mil novecientos noventa y
tres, el procesado, Ernesto Alvarado Urbina, en representación de la empresa,
m::.
suscribió las obligaciones de mutuo con garantía hipotecaria sobre los inmue­
bles antes citados a favor de Virginia Lucioni Koster, conforme se desprende
de los documentos de fojas veintinueve a fojas treinta y cuatro siguientes y de
dos mil doscientos ochenta y cuatro a fojas mil doscientos noventa y cinco
respectivamente; más aún, a sabiendas que uno de los agraviados, Enrique
Galeno Quiroz, en el mes de marzo de mil novecientos noventa y dos había
interpuesto demanda civil contra la citada empresa, sobre otorgamiento
de escritura ante el Vigésimo Octavo Juzgado Civil de Lima, conforme se
■i
l desprende de la céduM de notificación de fojas seis, acreditándose de esta
manera haber conocido la situación jurídica de los inmuebles con relación
a los agraviados; por otro lado, debe tenerse en cuenta que los agraviados
se encuentran en posesión de los inmuebles gravados por la empresa y no
se ha acreditado en autos, que la empresa haya solicitado judicialmente la
rescisión o resolución de los contratos de compra-venta antes citados o que

25 C orte Suprema de J usticia de la República , Exp. iV/ 3695- 97, Lima: 22 de abril de 1998.

d99
159
VÍCTOR JIM M T ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

ios bienes hayan revertido en propiedad a la empresa. Que, siendo esto así,
ios agraviados son los propietarios de los inmuebles gravados toda vez que la
sola obligación de enajenar un inmueble determinado hace al acreedor pro­
pietario de él, conforme lo dispone al artículo novecientos cuarenta y nueve
del Código Civil y siendo esto así, el procesado y su representado no tenían
facultades para disponer de los bienes como si fueren los propietarios

Como puede observarse sobre los bienes que ya estaban vendidos con
anterioridad, el acusado gravó sobre los mismos las obligaciones de mutuo
con garantía hipotecaria, afectando ios derechos de los propietarios. Tenían
conocimiento de las ventas y aun así realizaron la conducta típica.

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I. f r a u d e e n l a a d m in is t r a c ió n d e p e r s o n a s j u r íd ic a s

1. Tipo penal

A rtíc u lo 1 9 8 .- A d m in is tr a c ió n fraudulenta^

Historial del delito de administración fraudulenta


Artículo 198.- Ser;á reprimido con pena privativa de libertad no menor, de uno ni mayor de
ffi cuatro años él que, en sü condición de ñindadór, nnémbró del directorio o del consejo de
administración o del consejo de vigilancia, gerente, administrador o liquidador de una persona
jurídica, realiza, en perjuicio de ella o de terceros, cualquiera de los actos siguientes:
1. Ocultar a los accionistas, socios, asociados o terceros interesados, la verdadera situación de
la persona jurídica, falseando los balances, reflejando u omitiendo en los mismos beneficios
o pérdidas o usando cualquier artificio que suponga aumento o disminución de las partidas
contables.
2. Proporcionar datos falsos relativos a la situación de una persona jurídica.
3. Promover, por cualquier medio fraudulento, falsas cotizaciones de acciones, títulos o
. participaciones.
4. Aceptar, estando prohibido hacerlo, acciones o títulos de la misma persona jurídica como
garantía de crédito.
5. Fraguar balances para reflejar y distribuir utilidades inexistentes.
6. Omitir comunicar al directorio, consejo de administración, consejo directivo u otro órgano
similar, acerca de la existencia de intereses propios que son incompatibles con los de la
persona jurídica.
7. Asumir préstamos para la persona jurídica.
8. Usar en provecho propio, o de otro, el patrimonio de la persona. (199!)
Artículo 198.- Administración fraudulenta
Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años el
que, en su condición de fundador, miembro del directorio o del consejo de administración o del
consejo de vigilancia, gerente, administrador, auditor interno, auditor externo o liquidador de
una persona jurídica, realiza, en perjuicio de ella o de terceros, cualquiera de los actos siguientes:
1. Ocultar a los accionistas, socios, asociados, auditor interno, auditor externo, según sea el
caso o a terceros intefésadós,la" verdadera M de la persona jurídica, falseando los
balances, reflejando u omitiendo en íós mismos beneficios o pérdidas o usando cualquier
artificio que suponga aumento o disminución de las partidas contables.
2. Proporcionar datos falsos relativos a la situación de una persona jurídica.
3. Promover, por cualquier medio fraudulento, falsas cotizaciones de acciones, títulos o
participaciones.
4. Aceptar, estando prohibido hacerlo, acciones o títulos de la misma persona jurídica como
garantía de crédito. í
5. Fraguar balances para reflejar y distribuir utilidades inexistentes.

o # o
163
VÍCTOR JlM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cua­
tro años eiique ejerciendo funciones de administración o representación de una
persona jurídica realiza, en perjuicio de ella o de terceros, cualquiera de los actos
siguientes;’
1. Ocultarla los accionistas, socios, asociados, auditor Interno, auditor externo, se­
gún sea el caso o a terceros interesados, la verdadera situación de la persona
jurídica, falseando ios balances, reflejando u omitiendo en los m ism os benefi­
cios o pérdidas o usando cualquier artificio que suponga aumento o disminu-
. ción de las partidas contables.
2. Proporcionar datos falsos relativos a la situación de una persona jurídica.
3. Promover, por cualquier medio fraudulento, falsas cotizaciones de acciones, tí­
tulos o participaciones.
4. Aceptar, estando prohibido hacerlo, acciones o títulos de la m ism a persona jurí­
dica com o garantía de crédito.
5. Fraguar balances para reflejar y distribuir utilidades inexistentes,
6. Omitir com unicar al directorio, consejo de administración, consejo directivo u
otro órgano sim ilar o al auditor interno o externo, acerca de la existencia de
intereses propios que son incom patibles con los de la persona jurídica.
7. Asum ir indebidamente préstamos para la persona jurídica.
8. Usar en provecho propio, o de otro, e! patrimonio de la persona jurídica. [Modifi­
cado por la Ley N.'’ 29307, publicada el 31 de diciembre del 2008].

2, Comentario
El fraude en agravio de una persona jurídica la realiza el sujeto activo que
tenga la condición de administrador o que cuente con representación de la
misma. El acto debe generar un perjuicio a la persona jurídica o daño a terceros.

El agente debe tener condiciones especiales para realizar los actos en


contra de la persona jurídica. Así se sostiene en la siguiente sentencia del Exp.
N.'’ 5299-97-A":

6. Omitir comunicar al directorio, consejo de administración, consejo directivo u otro órgano


simila r, o al auditor interno o externo, acerca de la existencia de intereses propios que son
incompatibles conlo&ide la persona jurídica.
7. Asumir préstamos para'^la persona jurídica.
8. Usar en provecho propio, o de otro, el patrimonio de la persona jurídica.
9. Emitir informes o dictámenes que omitan revelar, o revelen en forma distorsionada,
situaciones de falta de solvencia o insuficiencia patrimonial de la persona jurídica, o que
no revelen actos u omisiones que violen alguna disposición que la persona jurídica está
obligada a cumplir y que esté relacionada con alguna de las conductas tipificadas en el
presenteartfóüló. (Modificado por la Ley N.° 2875^5, publicada el 6 de junio del 2006).
C orte Suprema de J usticia de la República, Exp, iV." 5299-97-A, Lima: 22 de abril de 1998.

e ®e
164
C a p ít u l o vi Fraude e n la a d m in is t r a c ió n d e p e r s o n a s ju r íd ic a s

[E]n el ilícito ,de fraude en la administración de persona jurídica, previsto y


sancionado por el artículo ciento noventa y ocho del Código Penal, supone
que el agente, es decir el sujeto activo, tenga cualquiera de las condiciones
previstas en/dicho artículo, ello es de fundador, miembro del Directorio o
del Consejo de Administración o del Consejo de Vigilancia, gerente, admi­
iífe'í':-'' nistrador o liquidador de una persona jurídica, y que realice en perjuicio de
la persona jurídica o de un tercero, cualquiera de los hechos contemplados
en el indicado dispositivo legal; no teniendo el imputado dicha condición:
iÓi: por tanto no se dan los presupuestos del delito antes descrito.

Si el agente no es administrador o representante, no se le puede imputar


la conducta, convirtiéndose en atípica.

El fraude asume varias modalidades:


a) Ocultar, a los accionistas; socios, asociados, auditores o a terceros
interesados, la verdadera situación de la persona jurídica. El instru-
mentó para falsear la información es la emisión de ios balances, re­
flejando u omitiendo en estos: beneficios o pérdidas. Se requiere,
para la consumación de esta conducta, que el balance haya sido emi­
tido, y en su contenido estén los actos fraudulentos.

Siguiendo esta orientación, tenemos que en la Ejecutoria Superior Exp.


N.” 277-2013^ de la Tercera Sala Penal del Callao se sostuvo lo siguiente:

[S]e le imputa a Yolanda Mandujano Quinto que, en su calidad de presidente


de la Asociación de Comerciantes del Mercado Chacaritas Norte, Callao y sus
socios, en el periodo del 2006 al 2008 y del 2008 al 2010, ha omitido cumplir
con su obligación legal de presentar los balances contables cor respondientes a
dichos ejercicios económicos contables, pese a los requerimientos efectuados
por los socios agraviados de manera formal, ocultado la verdadera situación
económica de la persona jurídica que ha representado, conclusiones que se
han arribado por ios órganos de primera instancia, de acuerdo con las de­
claraciones de los socios agraviados, quienes en algunos casos señalan que la
■.
inculpada nunca presentó los balances, mientras que otros refieren que esta
los presentó, sin las formalidades debidas. Además, se tiene que la procesada
. presentó copias legalizadas de actas de asamblea correspondientes a los años„,
2GGS, 2009, 2010 y 20 f2, mediante los cuales habría informado a los socios . > -
respecto a la situación financiera de la agraviada, y se ha concluido que dichos
informes no corresponden a balances contables formales. Así también se
tiene que la legitimidad de las actas no se encuentra acreditada debido que a

3 C orte Suprema de J usticia de la República , Exp, A." 277-2013 Callao, Lima: 7 de abril del
2016.

&®®
165
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMOHIO

algunos testigos han señalado que dichas asambleas no se realizaron. Por lo


que se tieneíque la imputación contra la recurrente es el ocultamiento a los
socios de la verdadera situación económica de la Asociación de Comerciantes
del Mercac^ de Chacharita Norte, mediante omisión de la presentación de
ios balances contables, la cual no se encuentra calificada como delito, por lo
que la conducta de Yolanda Mandujano Quinto no se encuentra tipificado
en nuestro ordenamiento penal. El hecho de omitir la presentación de los
balances no configura un ilícito penal, así como que el hecho que ja docu­
mentación presentada (actas de asamblea) por la recurrente podrían ser
evaluadas y considerarlas como actas no formales, sin embargo, no existe
medio probatorio que acredite que dichos documentos contengan informa­
ción falsa sobre la situación económica de la asociación agraviada, en este
sentido, corresponde la absolución de esta.
Sví
La falsedad o fraude debe darse sobre la base de la emisión de balances ■i
y no de su ausencia.
. :

Otra modalidad típica se da cuando el agente usa cualquier artificio,


engaño o ardid y represente falsos aumentos o disminución de las partidas
contables, acciones que pueden darse en los siguientes rubros: egresos, ingresos
y /o gastos con la finalidad de perjudicar a la persona jurídica.

Proporcionar datos falsos sobre la persona jurídica respecto de su si­


tuación; por ejemplo, en el informe que le solicita alguna entidad pública o
mm
privada. (V. gr. falsear datos a la Sunat).

El sujeto activo con cualquier forma o medio fraudulento presenta falsas


cotizaciones de acciones'' tratándose de sociedades regidas por la Ley General 'j
de Sociedades (LGS) para el caso una anónima, o títulos como documentos
con valor legal, o participaciones^.

El agente, estando prohibido hacerlo, acepta acciones o títulos de la


misma persona jurídica como garantía de crédito. Implica esto que el sujeto
activo genere obligaciones con la persona jurídica y que esta para garantizar
la deuda grave las acciones o títulos, cuando exista prohibición de hacerlo.

Las acciones representan partes alícuotas del capital, todas tienen el mismo valor nominal y dan
derecho a un voto. Art. 82 de la Ley General de Sociedades.
En la sociedad comercial de responsabilidad limitada el capital está dividido en participaciones
iguales, acumulables e indivisibles, que no pueden set incorporadas en títulos valores, ni
denominarse acciones. A rt 283 de la Ley General de Sociedades.

0 ®0
166
CAPÍTULO V I I Fraude e n la a d m in is t r a c ió n d e p e r s o n a s j u r íd ic a s

Esto puede evitar que se creen créditos ficticios o falsos para apoderarse en
vía de ejecución de las acciones^

Las personal jurídicas de naturaleza patrimonial, como las sociedades,


al realizar actividades comerciales buscan obtener ganancias, beneficios
iiil
expresados en las utilidades, que —conforme la LGS— tienen reglas para su
distribución. El a rt 40 señala sobre el reparto de utilidades:

La distribución de utilidades solo puede hacerse en mérito de los estados


financieros preparados al cierre de un periodo determinado o la fecha de
corte en circunstancias especiales que acuerde el directorio. Las sumas que
se repartan no pueden exceder del monto de las utilidades que se obtengan.
Si se ha perdido una parte del capital no se distribuye utilidades hasta que el
capital sea reintegrado, o sea, reducido en la cantidad correspondiente. Tanto
la sociedad como sus acreedores pueden repetir por cualquier distribución de
utilidades hecha en contravención con este artículo, contra los socios que las
hayan recibido, o exigir su reembolso a los administradores que las hubiesen
pagado. Estos últimos son solidariamente responsables. Sin embargo, los so­
cios que hubiesen actuado de buena fe estarán obligados solo a compensar las
Utilidades recibidas con las que les correspondan en los ejercicios siguientes,
o con la cuota de liquidación que pueda tocarles.

Observamos los lineamientos legales de distribución de utñidades, los


cuales buscan proteger el derecho de los socios de obtener beneficios, pero
también el patrimonio de la persona jurídica. El agente, para alterar estas
reglas, puede fraguar los balances, falseando o creando en el papel utilidades
inexistentes. Si estas utilidades en la realidad se distribuyen, quiere decir que
se está tomando de fondos que constituyen patrimonio de la persona jurídica,
que le va a causar un grave perjuicio.
iiii: El socio o participacionista debe poner en conocimiento a la persona jurí­
dica si él es parte de un conflicto de intereses. De allí que el art. 198.6 reprima
a quien omita comunicar a los órganos de representación o auditores sobre
estos intereses que son incompatibles de la persona jurídica. El art. 180 de la
LGS regula esa situaciótí que puedé surgir en el contexto de una operación
comercial de la siguiente forma:

■■■■■■
Artículo 106 de la LGS. - Préstamos con garantía de las propias acciones En ningún caso la
sociedad puede otorgar préstamos o prestar garantías,^con la garantía de sus propias acciones
ni para la adquisición de estas bajo responsabilidad del directorio.

9 ® o
167
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

Los directores no pueden adoptar acuerdos que no cautelen el interés social


sino sus propios intereses o los de terceros relacionados, ni usar en beneficio
propio o de terceros relacionados las oportunidades comerciales o de negocios
de que tupieren conocimiento debido a su cargo. No pueden participar por ■W-
cuenta propia o de terceros en actividades que compitan con la sociedad, sin
el consentimiento expreso de esta.
.El director que en cualquier asunto tenga interés en contrario al de la sociedad
debe manifestarlo y iabstenerse de participar en la deliberación y resolución
concerniente a dicho asunto.
•4
El director que contravenga las disposiciones de este artículo es responsable
de los daños y perjuicios que cause a la sociedad y puede ser removido por el
directorio o por la junta general a propuesta de cualquier accionista o director.

Estas reglas se concentran en los directores de la persona jurídica; sin


embargo, el tipo penal no se reduce solo a este funcionario, sino a aquellos
que siendo parte de la persona jurídica tienen conflicto de interés con esta y
I
omiten comunicarlo para que se adopten las medidas necesarias.

El patrimonio, como bienes o capital social de la persona jurídica, debe


ser protegido porque responde a una pluralidad de personas naturales que
con su manifestación de voluntad se asocian para realizar un objeto social y I
obtener beneficios, de allí que cuando un socio asume, de forma indebida,
■I ;
préstamos para la persona, la sujeta a obligaciones primero ilegales por in­
cumplimiento de las normas estatutarias y la colocan en un riesgo, de tal forma ■1
Sví.''.;:'
que pueden colocar en zozobra a la empresa. La LGS regula la situación en 'I;■
la que la persona jurídica puede asumir préstamos (art. 179), como se indica
en el siguiente apartado: €
f’iy','
El director solo puede celebrar con la sociedad contratos que versen sobre
aquellas operaciones que normalmente realice la sociedad con terceros y 'i
siempre que se concreten en las cohdiciones del mercado. La sociedad solo wm
puede conceder crédito o préstamos a los directores u otorgar garantías a
su favor cuando se trate de aquellas operaciones que normalmente celebre
con terceros.
. . . . 0.

Los contratos, créditos, préstamos o garantías que no reúnan los requisitos


del párrafo anterior podrán ser celebrados u otorgados con el acuerdo previo
del directorio, tomado con el voto de al menos dos tercios de sus miembros.
Lo dispuesto en los párrafos anteriores es aplicable tratándose de directores
de empresas vinculadas y de los cónyuges, descendientes, ascendientes y
parientes déiíiLó del tércer grado de consanguinidad o segundo de afinidad
de los directores de la sociedad y de los directores de empresas vinculadas.

0 Q0
168
C a p ít u l o VI | F r a u d e e n la a d m in is t r a c ió n d e p e r s o n a s ju r íd ic a s

Los directores son solidariamente responsables ante la sociedad y los terceros


acreedores pbr los contratos, créditos, préstamos o garantías celebrados u
otorgados con infracción de lo establecido en este artículo.
■ l
La última modalidad en este delito de fraude contra la persona jurídica
■■'v es que el representante o miembro de la persona jurídica use —en provecho
propio o de otro— el patrimonio de la persona jurídica. Esa otra persona
m ■ ' puede ser alguien que no necesariamente sea parte de la sociedad o asociación.
-&L
H a y que tener en cuenta que, si bien hemos hecho referencia a las sociedades
comerciales, sin embargo, el tipo penal asume que la persona jurídica puede
ser también aquella sin fines de lucro regulada por el Código Civil o leyes
especiales. En la sentencia del Exp. NJ" 813-98^ tenemos el siguiente caso:

[L]os cargos formulados en contra de los procesados consisten en haberse


W' ' aprovechado de su condición de presidente y tesorero de la entidad agraviada
respectivamente, para ocultar y no haber justificado el destino que le dieron
a la suma aproximada de cuarenta mil cuatrocientos veinte nuevos soles [...].
Analizando los hechos materia de inculpación con las pruebas aportadas en
el proceso, se infiere que se encuentra acreditada la comisión del injusto
ilí- investigado así como la responsabilidad penal de ios acusados, toda Vez que
no existe una contabilidad completa y los estados financieros se reducen a
un simple cuadro de ingresos y egresos sin sustento técnico, los mismos que
arrojan fallantes de dinero que no han sido justificados por los inculpados no
reflejando la situación real de la entidad agraviada, afirmación que se acre­
dita con los informes contables [...] siendo los procesados los responsables
directos del manejo de la marcha administrativa de la asociación agraviada
Jí¿''o']V.'-';i'-. son igualmente responsables.

En la imputación podemos constatar que existe por parte del funcionario


"i
de la persona jurídica que no ha justificado adecuadamente lo faltante dél
ífe .r;
dinero, por lo que se adquiere convicción de que se han apropiado indebida­
mente del patrimonio de la persona^jurídica.
■ :
'.I '-úí
¡Jó;.'.'■'''

m 3. Derecho comparado
1
3.1. Costa Rica
■l
...

Artículo 222.- Sé impondrá la pena establecida en el art. 216, según el monto


de la defraudación, al que, por cualquier razón, teniendo a su cargo el ma-
v||

7 C orte Suprema de J usticia de la República, E x p . N ,° 8 1 Lima: 10 de julio de 1998.

« ®o
169
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

nejo, la administración o el cuidado de bienes ajenos, perjudicare a su titular


alterando en sus cuentas los precios o condiciones de los contratos, supo-
niendo operaciones o gastos exagerando los que hubiere hecho, ocultando o
reteniendc^ valores o empleándolos abusiva o indebidamente. ■ fe ,

(Así reformado por la Ley N.“6726 del 10 de marzo de 1982).


:-r
4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 304. Administración fraudulenta


Es reprimido con pena privativa de libertad no menor de no menor de dos
ni mayor de cuatro años el que ejerciendo funciones de administración o
í.
representación de una persona jurídica, realiza, en perjuicio de ella o de
terceros, cualquiera de los actos siguientes; ■■
a. Ocultar a los accionistas, socios, asociados, auditor interno, auditor ex­
í■
terno, según sea el caso o a terceros interesados, la verdadera situación
de la persona jurídica, falseando los balances, reflejando u omitiendo
en ios mismos beneficios o pérdidas o usando cualquier artificio que ■ [■
suponga aumento o disminución de las partidas contables.
b. Proporcionar datos falsos relativos a la situación de una persona jurídica.
c. Promover, por cualquier medio fraudulento, falsas cotizaciones de
acciones, títulos o participaciones. ■■
d. Aceptar, estando prohibido hacerlo, acciones o títulos de la misma per­
sona jurídica como garantía de crédito.
Wm
e. Fraguar, por acción u omisión, balances para reflejar y distribuir utili­
dades inexistentes.
f. Omitir comunicar al directorio, consejo de administración, consejo
directivo u otro órgano similar, o al auditor interno o externo, la exis­
tencia de intereses propios que son incompatibles con los de la persona
jurídica.
g. Asumir indebidamente préstamos para la persona jurídica.
h. Usar en provecho propio, o de otro, el patrimonio de la persona jurídica.

II. INFORMES DISTORSIONADOS DE AUDITORÍA

1. Tipo penal

Será reprimido con la pena señalada en e! artículo anterior eí auditor interno o ex--
terno que a sabiendas de la existencia de distorsiones o tergiversaciones significa­
tivas en la información contable-financiera de la persona jurídica no las revele en su
informe o dictamen", [incorporado por la Ley N.° 29307, publicada el 31 diciembre
del 2008].

9 @«
170
C a p ít u l o vi f r a u d e e n la a d m in is t r a c ió n d e p e r s o n a s ju r íd ic a s

2, Comentario .
Ei bien jurídico tutelado —en este caso— es el patrimonio de la persona
jurídica e indirectamente los derechos patrimoniales de los socios que for­
man parte de la institución afectada. El tipo penal tiene como sujeto activo al
auditor que realiza actividades de auditoría.

Especialistas como William Thomas Porter y John C. Bürton brindan


la siguiente definición de auditoría:

fl- [E]l examen de la información por una tercera persona distinta de quien la
preparó y del usuario, con la intención de establecer su veracidad; y el dar a
conocer los resultados de este examen, con la finalidad de aumentar la utilidad
de tal información para ^1 usuario^. fe _

Para H olmes, la auditoría es "el examen crítico y sistemático de la actua­


ción y los documentos financieros y jurídicos en que se refleja, con la finalidad
de averiguar la exactitud, integridad y autenticidad de los mismos”^.
:'5í■
:'■■
fe --
El Instituto Norteamericano de Contadores Públicos (AICPA) define
auditoría como "un examen que pretende servir de base para expresar una
opinión sobre la razonabilidad, consistencia y apego a los principios de con­
tabilidad generalmente aceptados, de estados financieros preparados por una
empresa o por otra entidad para su presentación al público o a otras partes
interesadas"^®.

El tipo penal complementa el fraude de la persona jurídica, pero desde


el lado de la persona que puede detectar los actos que generan el perjuicio
como son los auditores, quienes pueden ser externos o internos. El auditor
en el examen de la información contable y financiera toma conocimiento de
distorsiones o falsedades significativas, las cuales van más allá de un simple
‘v-V'■ error o negligencia, debido a que son actos para defraudar y perjudicar patri­
monialmente a la persona jurídica. Sin embargo, en ei informe o dictamen no
las señala, incum pliéndoos deberes córiio auditor, y afectando la confianza
depositada por la sociedad o asociación. Este es un delito doloso, ya que el tipo
indica "que, a sabiendas de la información fraudulenta, omite”. Si bien puede

8 Porter, Thomas y Burton, William, Auditoría en enfoque conceptual, México: Limusa, 1983.
9 H olmes, Arthut, Principios básicos de la auditoría, México'<; C.E.C.S.A., 1984.
10 AICPA, 1983. Recuperado de <https://bit.ly/lWCXblP>. Fecha de consulta 2 de abril del 2016.

» ®e
171
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

ser el resultado de un auditor ineficiente, siendo una conducta lindante con


lo culposo, perb se trata de tergiversaciones manifiestas, ostensibles, imposi­
bles de ser obviadas, de lo que se puede inferir que actúa con conocimiento
y voluntad. La pena es de uno a cuatro años, pero consideramos que debería
aparejarse por la gravedad, y debería considerarse la inhabilitación para el
ejercicio de la profesión de auditor. El proyecto de ley del nuevo CP solo se
ha centrado en aumentar la pena de 3 a 7 años, sin tocar este aspecto.

3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 305. informes distorsionados de auditoría


El auditor interno o externo que, a sabiendas de la existencia de distorsiones
o tergiversaciones significativas en la información contable-financiera de la
persona jurídica, no las revele en su informe o dictamen es reprimido con
pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años.

ÍII. CONTABILIDAD PARALELA

1. Tipo penal

A rtíc u lo 1 9 9 .- C o n ta b ilid a d p a ra le la

Ei que, con ía finalidad de obtener ventaja indebida, mantiene contabilidad paralela


distinta a ia exigida por ía ley, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor
de un año y con sesenta a noventa días multa.

2. Comentario
En este tipo penal podemos ver que es pluriofensivo porque puede afectar
al Estado en cuanto a su facultad de recepción de tributos, y también a las
personas naturales o jurídicas, en cuyo perjuicio se distorsiona la información
contable. El CP español tiene una redacción más clara respecto al bien jurídico,
pues en el art. 310 se reprime con prisión a quien, por ley tributaria, es obligado
a Uevar contabilidad y oculte o simule la verdadera situación de la empresa.

La descripción típica de este delito, en cuanto al sujeto activo, es que no


está referido únicamente a quien tiene el título de contador, sino en general
a quien tiene el deber de llevar la contabilidad, y quien para obtener ventajas
desarrolla una contabilidad paralela. La contabilidad simulada es la que se

®^ ®
172
C a p ít u l o v i | f r a u d e e n la a d m in is t r a c ió n d e p e r s o n a s ju r íd ic a s

e x h ib e oficialmente y con la que se busca lograr una ventaja que puede ser
tributaria. Las máximas de la experiencia nos señalan que si bien es ocultada
ia contabilidad r^al, se sigue llevando para poder maquillarla con la simulada,
es decir, es su punto de referencia. El a rt 358-B. 6) del CP de Guatemala lo
e s ta b le c e con mayor precisión, pues señala que la contabilidad paralela es para

afectar negativamente la determinación o el pago de tributos. Por ejemplo, si se


lleva una contabilidad en la que se declara bajos ingresos, el pago de impuesto
disminuirá, y si se consigna adquisición de bienes simulando estos, entonces
habrá un crédito fiscal que permitirá descontar en el impuesto final de renta.
En este caso nos puede llevar a un delito tributario, pero solo lo hacemos para
ejemplificar el beneficio que obtiene el sujeto activo. El comportamiento es
doloso, esto es, que el agente crea la doble contabilidad para obtener la ventaja.

La sanción conlleva a una pena privativa de libertad no mayor de un


año y con sesenta a noventa días multa, mientras que inexplicablemente el
proyecto de ley del nuevo CP lo sube a privación de libertad no mayor a tres
años y con noventa a ciento veinte días multa.

3. Derecho comparado

3.1. España

Artículo 310
Será castigado con la pena de prisión de cinco a siete meses el que, estando obli­
gado por ley tributaria a llevar contabiiida4 mercantÜ, libros o registros fiscales:
b) Lleve contabilidades distintas que, referidas a unamisma actividad y ejer­
cicio económico, oculten o simulen la verdadera situación de la empresa.

Artículo 358-B
6, Quien lleve doble o múltiple contabilidad para afectar negativamente la
„ , determinación 9¿el pago de tributos.

Proyecto de ley del nuevo Código Penal


Artículo 306. Contabilidad paralela El que, con la finalidad de obtener ventaja
indebida, mantiene contabilidad paralela distinta a la exigida por la ley es
reprimido con pena de prestación de servicios a la comunidad de. cincuenta
a noventa jornadas y con noventa a ciento veinte días multa.

9o«
173
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V.vV:

e x t o r s ió n

Tipo penal
Artículo 20Q.T- Extorsión^

Historial del delito de extorsión:


Artículo 200.' El que, mediante violencia, amenaza o manteniendo en rehén a una persona,
obliga a esta o a otra a otorgar al agente o a un tercero una ventaja económica indebida, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor de doce años.
La pena será privativa de libertad no menor de doce ni mayor de veinte años cuando;
1. El rehén es menor de edad.
2. El secuestro dura más de cinco días.
3. Se emplea crueldad contra el rehén.
4. El secuestrado ejerce función pública.
5. El rehén es inválido o adolece de enfermedad.
6. Es cometido por dos o más personas. (1991)
Artículo 200.- El que, mediante violencia, amenaza o. manteniendo en rehén a una persona,
obliga a esta o a otra a otorgar al agente o á un tercero una ventaja económica indebida o de
m cualquier otra índole, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de diez ni mayor
de veinte años.
La pena será privativa de libertad no menor de veinte años cuando:
1. El rehén es menor de edad.
2. El secuestro dura más de cinco días. . ..
3. Se emplea crueldad contra el rehén.
4. El rehén ejerce función pública o privada o es representante diplomático.
5. El rehén es inválido o adolece de enfermedad.
6. Es cometido por dos o más personas.
La pena será de cadena perpetua si el rehén muere o sufre lesiones graves a su integridad física
o mental (Modificado por el D. Leg. N.'' 896,-publicado el 24 de mayo de 1998, expedido con
■y';]'/-''--.
arreglo a la Ley N.*’ 26950).
Artículo 200.- Extorsión
El que mediante violenci|, amenaza o mánténiendo en rehén a una persona, obliga a esta o
apotra a otorgar^alagente o-a un tercero una ventaja económica indebida ó de cualquier otra
índole, será reprimidécon pena.privativa de libertad no menor de seis ni mayor de doce años.
La pena será privativa de libertad no menor de veinte años cuando;
1. El rehén es menor de edad,
2. El secuestro dura más de cinco, días.
6»; 3. Sé emplea crueldad contra el rehén.
4. JEl rehén^ejerce función pública o privada o es representante diplomático.
5. El rehén es inválido o adolece de enfermedad. í
6. Es cometido por dos o más personas.

177
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / ,LOS DEUTOS CONTRA R PATRIMONIO

La pena será nb menor de veinticinco años si el rehén muere; y no menor de doce ni mayor de
quince años si él rehén sufre lesiones graves a su integridad física o mental. (Modificado por la
Ley N.“ 27472¡ publicada el 5 de junio del 2001).
Artículo 200.- Extorsión
El que, mediante violencia, amenaza o manteniendo en rehén a una persona, obliga a esta o
a otra a otorgar al agente o a un tercero una ventaja económica indebida o de cualquier otra
índole, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor de doce años.
La pena será privativa de libertad no menor de veinte años, cuando el secuestro;
1. Dura más de cinco días.
2. Se emplea crueldad contra el rehén.
3. El rehén ejerce función pública o privada o es representante diplomático.
4. El rehén es inválido o adolece de enfermedad.
5. Es cometido por dos o más personas.
La pena será no menor de veinticinco años si el rehén es menor de edad o sufre lesiones graves
en su integridad física o mental.
La pena será privativa de libertad no menor de veinticinco ni mayor de treinta y cinco años
si el rehén fallece durante el delito o a consecuencia de dicho acto. (Modificado por la Ley N.°
28353, publicada el 6 de octubre del 2004).
Artículo 200.- Extorsión
El que, mediante violencia, amenaza o manteniendo en rehén a una persona, obliga a esta o
a otra a otorgar al agente o a un tercero una ventaja económica indebida o de cualquier otra
índole, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de veinte ni mayor de treinta
años.
La pena será privativa de libertad no menor de treinta años, cuando el secuestro:
1. Dura más de cinco días.
2. Se emplea crueldad contra el rehén.
3. El agraviado o el agente ejerce función pública o privada o es representante diplomático.
4. El rehén adolece de enfermedad.
5. Es cometido por dos o más personas.
La pena será de cadena perpetua si el rehén es menor de edad, mayor de sesenta y cinco años
o discapacitado o si la víctima sufre lesiones en su integridad física o mental o si fallece a
consecuencia de dicho acto. (Modificado por la Ley N.*' 28760, publicada el 14 de junio del
2006).
Artículo 200." Extorsión
El que mediante violencia o amenaza obliga a una persona o a una institución pública o
privada a otorgar al agente o a un tercero una ventaja económica indebida u otra ventaja de
cualquier otra índole, será reprimido con pena'privativa de libertad no menor de diez ni mayor
de quince años.
La misma pena se aplicará al que, con la finalidad de contribuir a la comisión del delito de
extorsión, suministra información que haya conocido por razón o con ocasión de sus funciones,
cargo u oficio o proporciona deliberadamente los medios para la perpetración del delito. '
El que, mediante violencia o amenaza, toma locales, obstaculiza vías de comunicación o impide
el libre tránsito de la ciudadanía o perturba el normal funcionamiento de los servicios públicos
o la ejecución de obras legalmente autorizadas, con el objeto de obtener de las autoridades
cualquier beneficio o ventaja económica indebida u otra ventaja de cualquier otra índole, será
sancionado con pena privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años.
El fiincionario público con poder de decisión o el que desempeña cargo de confianza o de
dirección que, contraviniendo lo establecido en el art. 42 de la Constitución Política del Perú,
participe en una huelga con el objeto de obtener para sí o para terceros cualquier beneficio

® ® ®

178
CAPÍTULO V II EXTORSIÓN

o ventaja económica indebida u otra ventaja de cualquier otra índole, será sancionado con
inhabilitación c/onforme a los incisos 1) y 2) del art. 36 del Código Penal.
La pena será rio menor de quince ni mayor de veinticinco años si la violencia o amenaza es
cometida:
a) a mano armada;
b) participando dos o más personas; o
c) valiéndose de menores de edad.
Si el agente con la finalidad de obtener una ventaja económica indebida o de cualquier otra
índole, mantiene en rehén a una persona, la pena será no menor de veinte ni mayor de treinta
años.
La pena será privativa de Hbertad no menor de treinta años, cuando en el supuesto previsto en
el párrafo anterior;
a) Dura más de veinticuatro horas.
b) Se emplea crueldad contra el rehén. ^
c) El agraviado ejerce función pública 0 privada o es representante diplomático.
d) El rehén adolece de enfermedad grave.
e) Es cometido por dos o más personas,
í) Se causa lesiones leves a la víctima.
La pena será de cadena perpetua cuando:
a) El rehén es menor^de edad o mayor de setenta años.
b) El rehén es persona con discapaddad y el agente se aprovecha de esta circunstancia.
l i í '.
^.I.sr ', I -,l
c) Si la víctima resulta con lesiones graves o muere durante o como consecuencia de dicho
acto. (Modificado por el D. Leg. N.“ 982, publicado el 22 de julio del 2007).
Artículo 200. Extorsión
El que mediante violencia o amenaza obUga a una persona o a una institución pública o
privada a otorgar al agente o a \m tercero una ventaja económica indebida u otra ventaja de
cualquier otra índole, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de diez ni mayor
de quince años.
La misma pena se aplicará al que, con la finalidad de contribuir a la comisión del delito de
extorsión, suministra información que haya conocido por razón o con ocasión de sus funciones,
cargo u oficio o proporciona deliberadamente los medios para la perpetración del delito.
El que, mediante violencia o amenaza, toma locales, obstaculiza vías de comunicación o impide
el libre tránsito de la ciudadanía o perturba el normal funcionamiento de los servicios públicos
o la ejecución de obras legalmente autorizadas, con el objeto de obtener de las autoridades
cualquier beneficio o ventaja económica indebida u otra ventaja de cualquier otra índole, será
sancionado con pena privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años.
El funcionario púbUco con poder de decisión o el que desempeña cargo de confianza o de
dirección que, contraviniendo lo establecido en el art. 42 de la Constitución Política del Perú,
participe en una huelga con el objeto de obtener para sí o para terceros cualquier beneficio
o ventaja económica ind^ida u otra ventaja de cualquier otra índole, será sancionado con
inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del art. 36 del Código Penal.
La pena será no menof de quince ni mayor de veinticinco años e inhabilitación conforme a los
numerales 4 y 6 del art. 36, si la violencia o amenaza es cometida:
a) a mano armada;
b) participando dos o más personas; o
c) contra el propietario, responsable o contratista de la ejecución de una obra de construcción
civil pública o privada, o, de cualquier modo; impidiendo, perturbando, atentando o
afectando la ejecución de esta. ^
Si el agente con la finalidad de obtener una ventaja económica indebida o de cualquier otra•

•••
179
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRJMONIO

índole, mantienfe en rehén a una persona, la pena será no menor de veinte ni mayor de treinta
años. I
La pena será privativa de libertad no menor de treinta años, cuando en el supuesto previsto en
el párrafo anterior:
a) Dura más de veinticuatro horas.
b) Se emplea crueldad contra el rehén.
c) Él agraviado ejerce función pública o privada o es representante diplomático.
d) El rehén adolece de enfermedad grave.
e) Es cometido por dos o más personas.
Ó Se causa lesiones leves a la víctima.
La pena prevista en el párrafo anterior se impone al agente que, para conseguir sus cometidos
extorsivos, usa armas de fuego o artefactos explosivos.
La pena será de cadena perpetua cuando:
a) El rehén es menor de edad o mayor de setenta años.
b) El rehén es persona con discapacidad y el agente se aprovecha de esta circunstancia.
c) Si la víctima resulta con lesiones graves o muere durante o como consecuencia de dicho
acto.
d) El agente se vale de menores de edad. (Modificado por la Ley N.“ 30076, publicada el 19 de 'Sí-:.-
agosto del 2013).
Artículo 200. Extorsión
El que mediante violencia o amenaza obliga a una persona o a una institución pública o
privada a otorgar al agente o a un tercero una ventaja económica indebida u otra ventaja de
cualquier otra índole, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de diez ni mayor
de quince años.
La misma pena se aplicará al que, con la finalidad dé contribuir a la comisión del delito de
extorsión, suministra información que haya conocido por razón o con ocasión de sus funciones,
cargo u oficio o proporciona deliberadamente los medios para la perpetración del delito.
El que, mediante violencia o amenaza, toma locales, obstaculiza vías de comunicación o impide lüÉlíí i
el libre tránsito de la ciudadanía o perturba el normal funcionamiento de los servicios públicos
o la ejecución de obras legalmente autorizadas, con el objeto de obtener de las autoridades ■ajlsí ■■#
cualquier beneficio o ventaja económica indebida u otra ventaja de cualquier otra índole, sera
sancionado con pena privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años.
El funcionario público con poder de decisión o el que desempeña cargo de confianza o de
dirección que, contraviniendo lo establecido en el art. 42 de la Constitución Política del Perú,
participe en una huelga con el objeto de obtener para sí o para terceros cualquier beneficio mm
o ventaja económica indebida u otra ventaja de cualquiér otra índole, será sancionado con
inhabilitación conforme a los incisos 1 y 2 del art. 36 del Código Penal. !■
La pena será no menor de quince ni mayor de veinticinco años e inhabilitación conforme a los
numerales 4 y 6 del art. 36, si la violencia o amenaza es cometida:
a) a mano armada; ^ . . .
b) participando dos o más ;^ersonas; o
c) contra el propietario, responsable o contratista de la ejecución de una obra de construcción
civil pública o privada, o, de cualquier modo> impidiendo, perturbando, atentando o
afectando la ejecüción de esta.
d) aprovechando su condición de integrante de un sindicato de construcción civil;
e) simulando ser trabajador de construcción civil.
Si el agente con la finalidad de-obtener una ventaja económica indebida o de cualquier otra
índole, mantiene en rehén a una persona, la pena será ¿o menor de veinte ni mayor de treinta
años.

@®®
180
C a p ít u l o v ii | e x t o r s ió n

Ei que mediante violencia o am enaza obliga a una persona o a una institución pú-
blica o privadla a otorgar al agente o a un tercero una ventaja económ ica indebida u
otra venta]q de cualquier otra índole, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor dp diez ni mayor de quince a ñ o s .'
La m ism a pena se aplicará al que, con la fínatidad-de contribuir a la com isión del
delito de extorsión, suministra información que haya conocido por razón o con oca-
sió.n de su s funciones, cargo u oficio o proporciona deliberadamente los medios
para la perpetración del delito.
EÍ que, mediante violencia o amenaza, toma locales, obstaculiza vías de com unica­
ción o impide el libre tránsito de la ciudadanía o perturba el normal funcionamiento
de los servicios públicos o la ejecución de obras legalmente autorizadas, con el
objeto de obtener de las autoridades cualquier beneficio o ventaja económ ica inde­
bida u otra ventaja de cualquier otra índole, será sancionado con pena privativa de
libertad no menor de cinco ni mayor de diez años.
El funcionario público con poder de decisión o el que desempeña cargo de confian­
za o de dirección que, contraviniendo lo estableddo en.el art.-42 de la Constitución
Política dél Perú, participe en una huelga con el objeto"de obtener para sí o para ter­
ceros cualquier beneficio o ventaja económ ica indebida u otra ventaja de cualquier
otra índole, será sancionado con inhabilitación conform e a los incisos 1 y 2 del art.
36 de! Código Penal.
La pena será no menor de quince ni mayor de veinticinco años e inhabilitación con ­
forme a ios numerales 4 y 6 de! a rt 36, si !a violencia o am enaza es cometida:
3)
b)
i6 ■■
c)
....... .. construcción civil pública o privada, o de cualquier modo, impidiendo, pertur­
bando, atentando o afectando la ejecución de la misma;
L , d)
■■■
e)
Si e! agente con la finalidad de obtener una ventaja económ ica indebida o de cual-

La pena será privativa de libertad no menor de treinta años, cuando en el supuesto previsto en
el párrafo anterior:
a) Dura más de veinticuatro horas.
b) Se emplea crueldad contra el rehén. '
c) El agraviado ejerce función pública o privada o es representante diplomático.
d) El rehén adolece de enfermedad grave.
e) Es cometido por dos o más personas.
f) Se causa .lesiones lev^ a la víctima.
La pena prevista^ en el párráfo anterior se impone al agente que, para conseguir sus cometidos
extorsivos, usa armas de fuego o artefactos explosivos.
"■’-n.viíe La pena será de cadena perpetua cuando:
a) El rehén es raenór de edad o mayor de setenta años,
b) El rehén es persona con discapacidad y el agente se aprovecha de esta circunstancia.
c) Si la víctima resulta con lesiones graves o muere durante o como consecuencia de dicho
...ahfo- ,■ ■.. .,■■■ ...
d) El agente se vale de menores de edad”. (Modificad^ por D. Leg. N.“ 1187, publicado el 16 de
agosto del 2015),

^ ^O
181
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

quier otra índole, mantiene en rehén a una persona, ia pena será no menor de veinte
ni mayor de treinta años.
La pena será privativa de libertad no menor de treinta años, cuando en el supuesto
previsto en pl párrafo anterior
a) Dura m ás de veinticuatro horas.
b) Se emplea crueldad contra e! rehén.
c) El agraviado ejerce función pública o privada o es representante diplomático.
d) ' El rehén adolece de enfermedad grave.
e) Es com etido por dos o m ás personas.
f) Se causa lesiones leves a la víctima.
La pena prevista en e! párrafo anterior se impone a! agente que, para conseguir sus
com etidos extorsivos, usa arm as de fuego o artefactos explosivos.
La pena será de cadena perpetua cuando;
a) E! rehén es menor de edad o mayor de setenta años.
b) El rehén es persona con discapacidad y el agente se aprovecha de esta circuns­
tancia.
c) Si la víctim a resulta con lesiones graves o muere durante o com o consecuencia
de dicho acto.
d) El agente se vale de menores de edad. [Modificado por el D. Leg. N.“ 1237, pu­
blicado el 26 de setiembre de! 2015],

2. Comentario

2.1. D efiniciones
Históricamente el delito de extorsión ha ido oscilando entre delitos de
atentados contra la libertad personal en la medida que hay actos que obligan
a la víctima a realizar un comportamiento no deseado, y también en delitos
contra la propiedad^ agrupándose en delitos como el hurto o el robo.

En la doctrina se sostiene que el delito de extorsión es un delito que se


consuma con la cooperación artificiosa de la víctima, contribuyendo a pro­
ducir el resultado patrimonial perjudicial, no limitándose a sufrir la ofensa,
sino siendo protagonista^. En resumen, se afirma que el delito de extorsión
es complejo, debido a que está constituido por varios delitos en loS qUé se "
usa la amenaza y se producen lesiones a la víctima. Además, hay inducción al

2 Vid. Soler, Sebastián, Derecho penal argentino, t. iv, Lima: Editora Argentina, p, 115.
3 M antovani, citado por Jorge Buompadre , Derecho penal, t n, Ciudad de Corrientes; Mario
Viera, 2000, p. 82.

® ® m

182
CAPÍTULO V II ¡EX TO RSIÓ N

i"
coi^portamiento de esta y es ventajoso para el sujeto activo o para un tercero,
y porque atacan el patrimonio y la libertad"^ del sujeto pasivo.
'hf/:r
:
l;iv
■ I
Wm
2.2. La extorsión en la legislación nacional
■r' • El delito de extorsión en nuestro CP ha tenido ocho modificaciones, lo que
es un síntoma de cómo ha funcionado el sistema legislativo frente a algunos
delitos. De allí que es necesario que el proyecto de ley del nuevo CP deba ser
examinado detenidamente por expertos en derecho penal que puedan dar un
i sustento racional al referido proyecto.
M S:
La primera modificación al delito de extorsión fue mediante la Ley N.“
S 26950. Se realizó en las penas para el primer supuesto, fijando como mínimo
B ; 10 años y rnáximo 20 (antes era de 6 a 12 años). En el segundó supuesto, esto
i # és, las agravantes, la pena mínima se elevó a una no menor de 20 años (pena
anterior mínima de 12 y máxima de 20 años). Se le agregó la pena de cadena
Imperpetua por resultado de muerte o lesiones graves.

La Ley N.*" 27472 volvió a ingresar en las penas fijando para la conducta
i básica de 6 a 12 años, regresando a la redacción original de 1991. Con las
S primeras agravantes se mantuvo la pena míniíria de 20 años, mas en la cadena
J J f perpetua se redujo en el caso de muerte a una pena no menor de 25 años, y
en el caso de lesiones a una de 12 a 5 años (junio del 2001).

La Ley N.'" 28353 modificó nuevamente los supuestos de muerte y le-


1^7 sienes, señalando que si la víctima es menor de doce años o si sufre lesiones
graves, la pena será no menor de 25 años; y si moría, no menor de 25 años ni
* knayor de 35 años (2004).

’Ü Mediante la Ley N."* 28760 se volvió a fijar la pena de cadena perpetua si


Ü el rehén es menor de edad, mayor de sesenta y cinco años o discapacitado, o
si la víctima sufre lesiones en su integridad —física o mental— o si fallece a
consecuencia de dicho atto. Es decir, equiparó minoría de edad, con mayor
de 65, muerte y lesiones graves (14 junio del 2006). Una muestra del tortuo­
vt-r.-X':',
so tránsito del legislador son las posiciones contradictorias respecto a este
!'ÍÍ último supuesto.

4 Loe. cit.

■■■
»0•
183
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

El D, Leg. N."" 982 (22 de julio del 2007) trajo una reformulación del tipo
más ambiciosa; puesto que se amplió con nuevos elementos y agravantes. En la
conducta básic^ se agregó como extorsionado a la institución pública o priva­
da aparte de la persona natural. En este caso la sanción es de 10 a 15 años. La
misma pena se establece para quien suministrara información al extorsionador.

En una orientación para reprimir las protestas sociales se estableció como


extorsión a los actos tendentes a perturbar vías de comunicación y toma de
edificios con el objeto de obtener de las autoridades beneficios o ventajas
indebidas. En este caso la sanción es de 5 a 10 años. En esa misma línea de
represión; con pena de inhabilitación; se puso a los funcionarios públicos
como sujetos activos de este delito si participaban en una huelga, elevando
infracciones de índole administrativa a penal

Para los supuestos de mano armada, pluralidad de personas o uso de


menores de edad se fijó la pena de 15 a 25 años, mientras que para el empleo
de crueldad contra la víctima, lesiones leves o si es funcionario público, la
pena fue no menor de 30 años.

La cadena perpetua; para actos que esta norma, equiparó como iguales,
menor de edad, mayor de 70 años, muerte de víctima y lesiones graves, cuando
de una simple lectura existe una desproporción por principio de lesividad.

En el 2013 el legislador dictó la Ley N.° 30076 (19 de agosto del 2013)
como uno de los paquetes legislativos más agresivos para combatir a la delin­
cuencia que afectan la seguridad ciudadana. En este caso aumentó a la segunda
escala de agravantes (duración más de 24 horas, crueldad, etc.) el uso de armas
de fuego y explosivos. El uso de menores de edad fue reubicado en la escala
más grave, siendo esta la pena de cadena perpetua.

Mediante el D, Leg. N."" 1187 (16 de agosto del 2015) se modificó nueva­
mente el delito de extorsión, estableciendo la pena no menor de 15 ni mayor
de 25 años e inhabilitadpn si la violencia o amenaza es cometida para los
siguientes supuestos:,
'M
— Cuando la víctima es "el propietario, responsable o contratista de la
ejecución de una obra de construcción civil pública o privada, o, de
cualquier modo, impidiendo, perturbando, atentando o afectando la
ejecución de la misma", ^

® ®

184
r-is
C a p ít u l o v ií Ex t o r s ió n

r.-:
';^
■.'■■
:ri, — El sujeto activo aprovecha su condición de integrante de un sindica­
to de coástrucción civil o simulando ser trabajador de construcción
i

civil j
.'r-K:.; ..

La adición de nuevos supuestos se da en un contexto de incremento de la


actividad inmobiliaria, y construcción que ha traído aparejada una crimina­
lidad extorsiya o de cobro de "cupos” a las empresas y a los administradores
de obras de construcción.

Un mes después, el 26 de septiembre del 2015, se volvió a modificar el


delito de extorsión, estableciendo que la pena será no menor de 15 años ni
mayor de 25 años, además de inhabilitación (numerales 4 y 6 del art. 36, en el
g V inciso a) si en el acto de extorsión se utiliza artefactos explosivos o incendia-
| | f \ rios. En la norma anterior se fijó la pena de no menos de 30 años si ios medios
extorsivos eran armas de fuego o artefactos explosivos.

En suma, es un ejemplo de populismo legislativo que ha ido entre agregar


nuevos supuestos fácticos y aumentar y bajar pena sin ninguna argumentación.

2.3. Descripción típica


La conducta básica de la extorsión se sustenta en el comportamiento de
un sujeto activo, que mediante violencia o amenaza obliga a una persona o
IM a una institución pública o privada a otorgar al agente, o a un tercero, una
ventaja económica indebida u otra ventaja de cualquier otra índole.

Sujeto activo puede ser cualquier persona que emplea violencia o amenaza
para coactar la voluntad de la víctima y que realice actos contra su volun­
í,
tad, otorgando al extorsionador o a un tercero (obligado por el agente) una
ventaja económica indebida (suma de dinero). Sin embargo, el legislador no
ha establecido un catálogo cerrado, puesto que, si bien ha precisado ventaja
económica, esta no puede solo reducirse a dinero, sino la ventaja puede ser de
distinto aspecto o finalidad. La víctima puede ser cualquier persona natural,
así como instituciones privadas o públicas. En el R. N, 1552-99^ se señaló
■Ñ.
la concepción que se tiene de este delito:

5 C orte Suprema de J usticia de la República , R. JV, N. 1552-99 ApurímaCj Lima: 26 de mayo de


1999,

9 ®»
185
VÍCTOR JIM M T ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

[E]Í delito de extorsión es de naturaleza pluriofensiva por atentar contra


bienes jurídicos diversos como la libertad, integridad física y psíquica de las
personas, así como el patrimonio, siendo este último bien jurídico el relevante;
que, pajra que se consuma el delito de extorsión es necesario que el o los agra­
viados hayan cumplido con todo o parte de la ventaja económica indebida,
esto es, que el sujeto pasivo haya sufrido detrimento en su patrimonio; que,
en el caso de autos ha quedado acreditado que los agraviados [., J no hicieron
entrega dei dinero requerido por el acusado; que, no habiéndose producido
este presupuesto como resultado de los hechos, no se ha consumado el delito
de extorsión en agravio de [...] sino que ha prosperado en grado de tentativa.

Se estima que es pluñofensivo porque ataca la libertad de las personas, ;;L'

su patrimonio e integridad, que puede ser mental o física.

En el íL N. N / 1057-9r se señaló que “para que se consume el delito de


extorsión es necesario que la víctima cumpla con entregar el dinero solicitado,
situación que no se produce si la agraviada es liberada”^. Si no ha existido
desprendimiento patrimonial, no se le puede imputar extorsión.

En el R. N. N7 150-97^ se vio un caso de sujetos que fueron involucra­


dos en actos de terrorismo, pero que, sin embargo, se probó que estos habían
simulado pertenecer a la organización terrorista, recalificándose por delito
de extorsión al que se llega con la siguiente argumentación:
■'¡■■A
[L]os hechos imputados al acusado Percy Díaz Ramírez o Jorge Carlos Fernán­
dez Flores o Luis Eduardo Fernández Flores o Carlos Díaz Guevara o Carlos
Delgado Torres no constituyen delito de terrorismo, toda vez que en autos no
se ha acreditado ningún elemento configurativo del citado ilícito en ninguna
de sus formas comisivas; que si bien [...] existe un manuscrito con tinta roja '■'i'
donde se hace mención de la entrega de un cupo por la cantidad de tres mil
dólares al Partido Comunista Peruano, resaltando dichas expresiones con
un sello en el que aparece las siglas de la mencionada organización con una
hoz y un martillo, es de ver que el aludido encausado empleó este medio para
lograr sus cometidos extorsivos en provecho propio, por lo que su conducta
se adecúa dentro de los alcances del artículo doscientos del Código Penal,
,, que reprime el defito de extorsión, siendo del caso absolverlo de los cargos '
por el delito de terrorismo. ^- ^~ ^

6 C orte Suprema de J usticia de la República , ÍLN .N .’’ 1057-91 Huánuco, Lima: 20 de mayo de
1992. .......
7 C orte Suprema de J usticia de la República , R. n !'N7 150-97Lambayeque, Lima: 30 de marzo
de 1998.

® ® ®

186
CAPÍTULO V II j EXTORSIÓN

En el R. N, N.° .1252-99^ se define al delito de extorsión de la siguiente


manera:
[E]s de naturaleza pluriofensiva por atentar contra bienes jurídicos diversos
como la libertad, integridad física y psíquica de las personas, así como el
patrimonio, siendo este último bien jurídico el relevante; que, para que se
consúma el delito.de extorsión es necesario que el o los agraviados hayan
cumplido con todo o parte de la ventaja económica indebida, estos es, que
el sujeto pasivo haya sufrido detrimento en su patrimonio; que, en el caso
de autos ha quedado acreditado que los agraviados [...] no hicieron entrega
del dinero requerido por el acusado; que, no habiéndose producido este
presupuesto como resultado de los hechos, no se ha consumado el delito de
extorsión [...] sino que ha prosperado en grado de tentativa.

" Los medios facilitadores de la extorsión se desarrollan en el R. N. N.'"


1195-2004^, el cual afirma lo siguiente:

[E)l tipo penal de extorsión señala como modos facilitadores los siguientes:
cuando el agente utiliza Violencia”, "amenaza” o "manteniendo en rehén a
una persona”y con eUo obliga á entregar una ventaja económica indebida o de M
';
cualquier otra índole; que en el caso de autos se ha mantenido de rehéir a una
menor de edad, con un "animus” eminentemente lucrativo; en consecuencia,
se está frente a un secuestro extorsivo comisivo; sin embargo, atendiendo
a que el móvil del agente es solo lucrativo, es procedente que en aplicación
del principio de absorción, el delito de secuestro quede subsumido en el de
extorsión.
i;í!
El acto consumativo del delito de extorsión se da cuando el patrimonio
pasa a poder de disposición del extorsionador, si no es este el caso, se está
ante una tentativa. Esta interpretación es sostenida en la sentencia superior
del Exp. N f 98-0225-Ancash^®:

Constituye delito de extorsión la conducta de la inculpada, al haber realizado


llamadas telefónicas anónimas al agraviado, señalando falsamente pertenecer !■üí
aun movimiento terrorista y amenazándolo para que deposite una cantidad
j:|1 i¡;|
; ^ de dinero en una cuenta banearia. El delito citado no se ha consumado, en
tanto si bien se realizó el depósito de dinero, este no fue apropiado por la

8 C orte Suprema de J usticia de la República, R. N. N, “ 1252-99Apurímac, Lima: 26 de mayo de


1999.
9 C orte Suprema de J usticia de la R epública, K N . N 2 1195-2004, Lima; 15 de julio del 2004.
10 Amag, Tendencias jurisprudenciales de las cortes superiores. Serie jurisprudencia, 42 ed., Lima:
Academia de la Magistratura, 2000, p. 302,

0 ®»
107
VÍCTOR JiM M Y ARBÜLÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

inculpada, al ser detenida antes de retirarlo del banco. Por lo que ha quedado
en un nivel de tentativa. Ha de considerar para la determinación de la pena
la confesión sincera de la inculpada, así como el hecho de que la conducta ha
constithido solo una tentativa.

El delito de extorsión históricamente se consideró vinculado con la con­


cusión. Al respecto, S o l e r manifiesta lo siguiente:

En el derecho romano de la época imperial, a nuestro concepto de la extor­


sión correspondía, aunque con ciertas limitaciones, el de la concurso, que
no aparece solamente como un abuso de autoridad, sino como simulación:
si simulato praesidis iussu, comisible tanto por los funcionarios como por los
particulares; de manera que si bien la acción de repetundae era pública, en
cambio, según el Digesto, concussionisjudicium puhlicum non est; pero, con todo,
por su forma, es indudable que guardaba cierta relación con el metu publicae
auctoritatis, mientras que el moderno concepto de este delito no atiende ya
tanto al carácter del mal temido como a la licitud o ilicitud de la amenaza en
sí misma, sea cual sea el contenido de ella".

En la ejecutoria superior interviniendo efectivos policiales en el acto ex-


torsivo, también se consideró que había concurso con el delito de concusión
(Exp. N ; 07-98'"):

El obligar a que se le entregue una suma, aprovechando su condición de miem­


bros de la Policía Nacional del Perú mediante amenazas de involucrar a un
familiar de la víctima (que se hallaba recluido en una instalación policial) en un
proceso penal, constituye a la vez delito de extorsión calificada y concusión.

2.1 L El suministrante

La extorsión ha generado conductas autónomas, pero vinculadas al acto


extorsivo, de allí que se considera autor a cualquier persona que, con la finali­
dad de contribuir a la comisión del delito de extorsión, suministra información
que haya conocido por razón o con ocasión de sus funciones, cargo u oficio, y
quien proporciona deliberadamente los medios para la perpetración del delito.
Podría ser un acto de"complicidad prihiária o secundaria, dependiendo de la
relevancia de la información entregada, pero por la descripción es una figura
autónoma, esto es, no necesariamente debe realizarse la extorsión. La infor-

11 Soler, Derecho penal argentino, ob. dt., p. 115.


12 C orte Suprema de J usticia de la República , Exp. N.° 07-98 Chachapoyas, Lima: 7 de octubre
de 1998.

€» ®®
188
C a p ít u l o V i l | E x t o r s ió n

mación debe habej^se conocido por sus funciones^ por ejemplo, el funcionario
de banco, o quien realiza labores domésticas en el domicilio de la víctima.

El tipo penal considera autor a quien dolosamente entrega los medios


para la consumación del delito como armas, explosivos, etc. La sanción va de
10 a 15 años de pena privativa de libertad, equiparando esta conducta con el
tipo básico de la extorsión.

2.4. Actos contra servicios públicos


El agente emplea violencia o amenaza para realizar toma de locales,
obstaculizar vías de comunicación, impedir el libre tránsito de las personas, o
perturbar el funcionamiento de los servicios públicos o la ejecución dé obras
legalmente autorizadas, como construcciones de carreteras, obras de regadío
o edificios. La finalidad del agente es obtener de las autoridades cualquier be­
neficio o ventaja económica indebida u otra ventaja de cualquier otra índole,
Al tipo que históricamente fue construido para lesionar el patrimonio se le
incluye la ventaja que no necesariamente tiene dicho contenido. Como hemos
sostenido, esta conducta fue agregada en un contexto de convulsión social,
que sus críticos han denominado la “criminalización de la protesta sociaL; y
/.'Vr’V'i';
que si bien han tenido como finalidad exigir derechos al Estado, los medios no
han sido los más adecuados porque han producido daños contra la propiedad
pública e incluso muertes lamentables. La sanción es de privación de libertad
no menor de 5 ni mayor de 10 años.

2.5. Intervención de funcionario público. Los derechos sociales


En la legislación comparada es considerado como agravante el hecho de
que el sujeto activo sea funcionario público. Así puede verse en el art, 170.5
del CP argentino penas de 10 a 25 años, y en el art. 245.3 del CP colombiano
el aumento de un tercio de la pena del tipo básico. Este no ha sido el sentido
de la agravación de laúñférvención del funcionario en delito de extorsián>
sino el hecho de participar en una huelga.

Se reprime al funcionario público cón poder de decisión o el que des­


empeña cargo de confianza o de dirección. La motivación es reprimir a
funcionarios en altos cargos de confianza o dirección con suficiente poder
como para promover una acción de protesta como es la huelga, de allí que se

9 00
189
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PAIRIMONiO

ha sistematizado con el a rt 42 de la Constitución Política del Perú^^ pues


se considera un acto de violación de deberes constitucionales. En el derecho
de huelga no est^n comprendidos los funcionarios de confianza o con poder
de decisión. Si interviniese en la huelga con el objeto de obtener beneficio
o ventaja para terceros se considera acto de extorsión, siendo la víctima el
Estado. El funcionario es sancionado con la pena de inhabilitación, conforme
a los ines, 1 y 2 del art. 36 del CP, esto es: 1) privación de la función, cargo o
comisión que ejercía el condenado, aunque provenga de elección popular; e
2) incapacidad para obtener mandato, cargo, empleo o comisión de carácter
público.

2.6. Agravantes por uso de violencia y amenaza


La pena es no menor de 15 ni mayor de 25 años e inhabilitación, conforme
a los nums. 4 y 6 del art. 36 (4. incapacidad para ejercer por cuenta propia o
por intermedio de tercero profesión, comercio, arte o industria, que deben
especificarse en la sentencia; y 6. suspensión o cancelación de la autorización
para portar o hacer uso de armas de fuego).

W
2 .6 ,L A mano a r m a d a , o u tiliz a n d o a rte fa c to s e x p lo s iv o s o in c e n d ia r io s

El agente para doblegar la voluntad de la víctima y coaccionarla a que


entregue a su favor una cosa emplea, para potenciar su capacidad de exigen­
cia, armas de fuego o explosivos o artefactos incendiarios. Ante este nivel de
amenaza hay una alta probabilidad de que la víctima ceda ante las exigencias
del extorsionador, aunque se debe tener en consideración que el uso de estos
medios —en caso fuesen empleados— tienen la potencialidad de poner en
peligro otros bienes jurídicos del entorno de la víctima. 1.
fi

2 .6 .2 . P a r tic ip a n d o d o s o m á s p e r s o n a s

La pluralidad de a g ite s aumenta el grado de eficacia de la actividad-


extorsiva, si es que se dividen roles en el delito, lo que puede conllevar a

13 Artículo 42." Derechos de sindicación y huelga de los servicios públicos.


Se reconocen los derechos de sindicación y huelga de los servidores públicos. No están
comprendidos los ñincionarios del Estado con poder de decisión y los que desempeñan cargos
de confianza o de dirección, así como los miembros dé las Fuerzas Armadas y de la Policía
Nacional.

® ®

190
C a p í t u l o V lí e x t o r s ió n

una coautoría o en su defecto a una participación en grado de instigación^ o


complicidad. ^

2 .6 J . C o n tr a el p r o p ie ta r io , re sp o n sa b le o c o n tr a tis ta d e la e jecu ció n d e


u n a obra de c o n stru cc ió n c iv il p ú b lic a o p r iv a d a . Im pedir, p e rtu rb a r,
a te n ta r o a fe c ta r la e je cu ció n d e e sta

Ya hemos examinado que las extorsiones han proliferado en el Perú


a partir del boom inmobiliario y las construcciones; y este escenario es el
caldo de cultivo para los comportamientos extorsivos que désincentivan la
construcción, encarecen las obras e inciden sobremanera en la inseguridad
ciudadana; por lo que el legislador ha establecido estos supuestos acorde con
la realidad social.
ii

U CRIMINALIDADENCIFRAS
Inversión Inmobiliaria el año 2014 6,000 millones de soles

Iñ&r..
X
7000
6000
5000 /
W " '.....■■ 4000 / Valor extorsión
.•.••• X
3000 inversión anual
2000
1000
z:

SiV
k ÍV
'v' 1,5 % valor de la sobras = 90 millones de soles
Fuente: Asociación de Desarrollo inmobiliario

íS-sv:■

ift- Como vemos en el cuadro anterior, la inversión inmobiliaria durante


el 2014 fue de S/ 6 000 millones de soles, y se ha calculado que el valor de la
extorsión incide en el 1.5 % de las obras, lo cual nos hace aproximarnos a la
cifra de 90 millones de soles que van a las arcas de la criminalidad extprsiva, de
se iustifique el endurecimiento de la política criM nál eñ éste terreno.

2 .6 .4 . A p r o v e c h a n d o s u c o n d ic ió n d e in te g r a n te d e u n s in d ic a to d e
c o n stru c c ió n c iv il

Se ha generado no solo conductas extorsivas contra las empresas cons­


tructoras, sino también la creación de sindicatos de fachada que se instrumen-
• • •

191
V íc t o r J im m y arbulú M a r t ín e z | d e r e c h o pen a l. Pa rte e s p e c ia l / los D e l it o s c o n t r a e l p a t r im o n io

talizan para extorsionar, incluso a ios trabajadores que honestamente trabajan


en esta actividad, a quienes se les cobra cuotas para poderlos ingresar a las
obras de constrU|Cción. Se han creado frente de desocupados, comités de obras,
y han sido estimadas en 6400 organizaciones. Del 2004 al 2014 el registro de
sindicatos de trabajadores en el Ministerio de Trabajo se multiplicó por 11,

La cuota sindical aproximada es de S/ 10 a S/ 20 soles semanales. Según


cifras del Ministerio de Trabajo, 500 000 trabajadores están vinculados a
la construcción civil Si la mitad labora en la forma de la autoconstrucción,
entonces el 50 % de trabajadores son potenciales víctimas de extorsión. De
las obras capturadas, 40 % a 50 % del personal lo manejan las mafias Si 40
% de los trabajadores "aportan" la cuota sindical más baja, esto da un total de
S/ 1 000 000 soles semanales que se reparten los cabecillas^l

Se calcula que el 90 % de las obras que tienen una inversión mayor a 50


UIT (192500) son tomadas por las mafias^^ lo que incrementa el costo de la
seguridad. Las empresas medias y altas pueden pagar hasta $ 200 000 dólares
por la seguridad de la plana gerencia! y profesional de las empresas para defen­
derlos de otros pseudosindicatos, es la llamada venta de protección. Cifras que
se suman a esta criminalidad son las que expresan que en el primer semestre
del 2014 sucedieron 34 muertes asociadas aí cobro de cupos. Se elevan los
costos por retrasos y multas si no se entregan a tiempo; pérdida de horas-
hombre, pérdida de productividad de trabajadores "colocados”. Además, se
desalientan las inversiones. Una muestra de ello es el Callao, que, pese a tener
extensos terrenos con servicios, solo tiene el 2.6 % de la oferta inmobiliariá
hasta el tercer trimestre del 2014^^.

2.6.5. S im u la n d o s e r trabajador d e c o n stru c c ió n c iv il

El agente —en este caso— es cualquier persona que asume una condición
que no le corresponde, esto es, falsear la realidad y presentarse como un traba­
jador de construcción a efectos de proceder a extorsionar. Esto es lamentable
para un oficio tan digno como lo es eí ser trabajador de construcción civil,

14 Fuente: Capeco.
15 Fuente; Portafolio {El Comercio, Lima: 22 de marzo del 2015, p. 4).
16 Fuente: La Dirproc PNP-Dirección de Protección de Obras Civiles.
17 Fuente: Observatorio de Criminalidad RegionaLCorte del Callao.

^ mm
192
C A P Í m O V II EXTORSIÓN

y que en ia historia sindical han tenido una labor activa en la conquista de


derechos laborales.

2.7. Secuestro extorsivo


Este supuesto reviste singular gravedad, pues el agente para obtener
tina ventaja económica indebida o de cualquier otra índole mantiene como
rehén a una persona. Ha proliferado últimamente una modalidad de secuestro
extorsivo al paso, por la que se mantiene como rehén a la víctima y se utiliza
esto para que la misma familia entregue dinero a los secuestradores. Aquí
hay nítidamente una afectación al bien jurídico "libertad de íoeomocién'', y
también al patrimonio de la víctima o a quien se ve obligado a entregarlo o dar
cualquier otra característica. El acto es definítiyamente doloso, y la sanción es
bastante dura, pues se impone —en caso de hallarse culpable al autor—Una
pena no menor de veinte ni mayor de treinta años.

2.8. Agravantes del secuestro extorsivo


El secuestra extorsivo sé; ha decantado en las siguientes agravantes que
elevan la sanción a una pena privativa de libertad no menor de treinta años.
Se ha interpretado que cuando no hay pena máxima conminada, el tope es la
pena máxima temporal, esto es, 35 años.

D u r a m á s d e veim tkuatrQ^ h o ra s

La privación de libertad de forma injustificada y con amenazas de hacerle


daño si no cumple con la entrega de la ventaja económica genera angustia no
solo a ia víctima, sino a su entorno. Se ha establecido como criterio de tem­
poralidad: que, si se mantiene al rehén privado de su libertad por más de 24
horas, se produce la agravante. Mientras más tiempo tiene el extorsionador a la
víctima, mayor será su afectación emocional y su posible estado de depresión.

2 .8 .2 , Se e m p le a c r u e ld a d c o n tra e l reh én

En este caso ya estamos ante una pluralidad de bienes jurídicos afectados,


como es. la libertad de locomoción, el patrimonio y lo más relevante en este
contexto delictivo: la integridad de la víctima, pues el agente emplea —contra
ella— actos de crueldad, como la tortura para doblegar su voluntad, o la que

o •'
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

se usa para demostrar ante el entorno que deben cumplir con la entrega de
la ventaja econórhica. En la casuística se ha visto que, por ejemplo, se le ha
golpeado de foriña grave, de allí que esta agravante está en los Ihnites con la
otra, donde se p¿vocaba lesiones a la víctima.

2 .8 .3 . E l a g r a v ia d o ejerce f u n c ió n p ú b lic a o p r iv a d a o es re p re se n ta n te
d ip lo m á tic o

Se entiende que la víctima tiene un puesto relevante en la función pública


o privada o es diplomático, lo cual lo convierte en un sujeto activo altamente
sensible. Se debe determinar la naturaleza de su función, puesto que se estaría
afectando el principio de igualdad frente a una persona común y corriente.

2 .8 .4 . E l re h é n a d o lece d e e n fe r m e d a d g r a v e

Secuestrar a una persona que tiene una enfermedad, e incluso si esta es


grave, es un atentado contra su integridad física y emocional. Su estado de
vulnerabilidad es mayor, e incluso, si requiere cuidados médicos, el acto ex-
torsivo puede provocar la muerte de este. El conocimiento de esta situación
debe ser conocida por el o por los agentes.
I*
i;
2 .8 .5 . E s c o m e tid o p o r d o s o m á s p e r s o n a s

Esta agravante es reiterativa en muchos delitos de la parte especial y


estimamos que eleva la potencialidad y la eficacia en el acto extorsivo de los I
coautores.

2 .8 .6 . Se c a u sa le sio n e s lev es a la v íc tim a

Si el secuestro extorsivo causa lesiones leves a la víctima, debe implicar


que hay que sistematizar con el art. 122 del CP que fija los parámetros para
determinar la levedad, y que sería que la víctima tenga atención facultativa
de 10a30días. ^ -

2.8.7. U so d e a r m a s , e x p lo s iv o s

Si el sujeto activo para conseguir sus fines extorsivos usa armas de fuego
o artefactos explosivos, la pena será no menor de 30 años. El uso de estos me­
dios le da gravedad a la conducta, puesto que, pdr máximas de la experiencia.

• • •

194
C a p í t u l o V il | e x t o r s ió n

aparte de poner potencialmente en riesgo la integridad de la víctima^ también


lo es de las personas o bienes que están en el entorno.
xXi::
W- l
2.9. Las agravantes cualificadas
El legislador ha establecido las agravantes que justifican la sanción
máxima en el CP, como es la cadena perpetua, en atención a la lesión de los
bienes jurídicos que se causa con este comportamiento típico. El tipo penal
propuesto por el proyecto de ley del nuevo CP casi ha repetido la descripción
del art. 200 del CP, salvo algunas diferencias, como en las modalidades que
lb.¿-
desarrollaremos a continuación.

1 9 ,L E l re h é n es m e n o r d e e d a d o m a yú T d e s e te n ta a ñ o s

El proyecto de ley del nuevo CP ha agregado al supuesto de rehén menor


de edad o persona mayor de 70 años el caso de la mujer en estado de gravidez.
En este caso, nuevamente estamos ante personas que objetivamente están en
una situación de vulnerabilidad. Debemos entender que cuando se refiere a
menor de edad estamos ante una víctima que tiene menos de 18 años; pero es
distinto un joven de 17 años que un niño de 5 años, esto tendrá que evaluarse en
el momento de la imposición de pena bajo los principios de proporcionalidad.

2.9.2 E l re h é n es u n a p e r s o n a con d is c a p a c id a d y el a g e n te se a p ro v e c h a
d e e sta c ir c u n s ta n c ia

Una persona con discapacidad de origen —por su estado— es altamente


vulnerable, por ejemplo, un inválido. Entonces, si el sujeto activo, a sabiendas
de esto, lo secuestra solicitando la ventaja económica a este o a su entorno
familiar, se estaría produciendo el delito.

2.9.3. S i la v íc tim a r e s u lta con lesio n es g r a v e s o m u e re d u r a n te o com o


c o n se cu en cia d e d ich o a c to .. .. .

El legislador ha equiparado las lesiones graves con la muerte, lo que no


responde estrictamente al principio de lesividad; sin embargo, para poder
establecer el supuesto, en el caso de lesiones graves, hay que hacer al igual
que con el de lesiones leves, que se interprete sistemáticamente con el art.
121 del CP, el cual establece la calificación de ¿a gravedad de las lesiones, y•

• ««
195
■¥ÍCTOR.iíIMMy, ARBÜLÜ:I í^ ' |,-.r)EREGHO.PENAL. PARTE' ESPECIAL / LOS' DELITOS .CONTRA -EL: PATRIMONIO

que no se agota é a p a i’áiD ^tes vCuantitatiTOs, sino cuáilitalTOS (por i^emplo^


desfíguracion áé rostro).

IS A . MiCsgeM^^$í^'M^d0memms:á^ie'á0á

a.xne-
nores de edad --quienesfiarai.aley ádS en^ d 4 a 18 anossonrmputábies
eomo ünfractores— y a t e s que iegáknente no pueden re o tó r las sanciones
graves del CP por el naso de extorsión. Como Pía sido una ttendencia ú uso de i
rnenores, se ;ha niodScado la medida socioeducativa de internaniíento por f 1
I-;. f
delito de extorsión de 6 a 8 años si el menor tiene entre 14 y 16 años., y de 6 i
a 10 años si di menor tiene entre 16 y 18 años. Si durante elinternamiento el %:
.-Jííry'
é
•1
infraetor veum|de la mayoría de edad, será derivado a un centro juvenil, que
en la actuáUdadno existe en ninguna parte dél país, por te que se les deriva a
un área especiai dentro de tes centros penitenciarios,

3, .PerectiOíCOTparaáo

11. á i^ n tíin a

Artículo 168.- Será reprimido con .reclusión o prisión de cinco a diez años, Ip í
el que con intimidación o simulando autoridad pública o falsa orden de esta,
obligue a otro a entregar, enviar, depositar o poner a su disiposición o a la
de un tercero, cosas, dinero o documentos que produzcan efectos jurídicos.
V'-Sí'v...
Incurrirá en la misma pena el que por los mismos medios o con violencia,
obligue a otro a suscribir o destruir documentos de obiigación o de crédito.
S-Ir
Artículo 169.- Será reprimido con prisión o reclusión .de tres a ocho años, el
que, por amenaza de imputaciones contra el honor o de violación de secretos, 7'17':
cometiere alguno de los hechos expresados .en él artículo precedente. :'|7V

Artículo .1.70." Seirnpondrá reclusión o prisión de cinco ;(5) a quince (15) años,
al que sustrajere, retuviere u ocultare a una persona para sacar rescate. Si el ■ií'7.7
autor lograre su profíosito, el mínimo de la pena se elevará a ocho (8) años.
La pena será de diez (10) a veinticinco (25) años de prisión o reclusión:
M
1. Si la víctima fuese una mujer embarazada; un menor de dieciocho (18)
años de edad o un mayor de setenta (70) años de edad.
2. Sí el hecho se cometiere en la persona de un ascendiente; de un hermano;
del cónyuge o conviviente; o de otro individuo a quien se deba respeto
particular. í
3. Si se causare a la víctima lesiones graves o gravísimas.
CAPÍTU LO 'Vil 1 ^Ex t o r s i ó n

4. Guando la víctima sea una persona discapacitada; enferma; o .qué no


pueda valerse por sí misma.
:S, Cuando él .agente sea funcionario o empleado público.; o pertenezca o
baya perienecido a alguna fuerza de seguridad u organismo de inteli­
gencia del Estado.
Ó,. Cuando participaran en el becho tres (3) o más personas.
La pena será de quince (15) a veinticinco (25:) años de prisión o .reclusión si
:déHiecbo resultare la muerte de la persona ofendida, como consecuencia ,no
querida por el autor.
;La pena será de prisión ©.reclusión perpetua si se causara intencionalmente
la .muerte de la persona ofendida.
;La pena dél partícipe que,desvincúlándose de losotros, se esforzare de modo
■quela víctima recuperelalibertad, sin que tal.resultado fuese la consecuencia
,dei p 4go del precio. de la libertad, se reducirá de un tercio a la mitad.

.Artículo 171.“ Sufrirá prisión de dos a seis años, él que substrajere un cadáver
para hacerse pagar su devolución.

3.2. iG iiatteraiala

..Artículo 261. Quien, paraprocurar un lucro injusto o para defraudarlo obli­


gare a otro, :Gon violencia, a afirmar, suscribir, otorgar, destruir o entregar
algún documento, a contraer una obligación o á condonarla o a renunciar a
;álgún derecho, será sancionado con prisión de uno a seis años.

3.3, áleiiiaíiia

§ 2:53. :Extorsión
f 1) Quien constriña ,á otro antijurídicamente con violencia o por medio de
amenaza con un .mal sensible a hacer, tolerar u omitir, y con ello infíij a
desventajas ál patrimonio del constreñido o de otra persona, para em'i-
quecerseo enriquecer a otro antijurídicamente, será castigado tcon pena
privativa de la libertad basta cinco años o con multa.
(2) El hecho es antijurídico cuando el empleo de violencia o la amenaza del
mal para obtener el fin perseguido deba considerarse como reprochable.
(3) La tentativa es pm nláé."' ‘ ....... ..
(4) En casos especialmente graves ei castigo.serápena privativa de la liber­
tad .no inferior a un año. Un caso especialmente grave se presenta por
regla generaíl cuando el autor actúe profesionalmente o co,mo miembro
de una banda que se ha nsociado para la comisión continuada de una
extorsión.

^ «
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ ¡ DERECHO PENAL, PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

§ 255. Extorsión con violencia


Si la extorsión es cometida mediante violencia contra una persona bajo
aplicación de amenazas con peligro actual para la integridad física o la vida,
entonces el autor debe ser castigado igual que un autor de robo con violencia
o con intimidación en las personas.

3.4. Bólivia

Art. 333, - Extorsión. El que mediante intimidación o amenaza grave cons­


triñere a una persona a hacer, tolerar que se haga o deje de hacer alguna
cosa, con el fin de obtener para sí o un tercero indebida ventaja o benefício
económico, incurrirá en reclusión de uno a tres años.

3.5. Brasil

Extorsivo
Art. 158 - Constranger alguém, mediante violencia ou grave amea^a, e com
o intuito de obter para si ou para outrem indevida vantagem económica, a
fazer, tolerar que se faga ou deixar fazer alguma coisa:
Pena - reclusáo, de quatro a dez anos, e multa.
§ 1 - Se o crime é cometido por duas ou mais pessoas, ou com emprego de
arma, aumenta-se a pena de um tergo até metade.
§ 2 - Aplica-se á extorsao praticada mediante violencia o disposto no § 3 do
artigo anterior.
Extorsao mediante seqüestro

Art. 159 - Seqüestrar pessoa com o fim de obter, para si ou para outrem,
qualquer vantagem, como condigáo ou prego do resgate: Pena - reclusáo, de
oito a quinze anos.
§ 1- Se o seqüestro dura mais de 24 (vinte e quatro) horas, se o seqüestrado é
menor de 18 (dezoito) ou maior de 60 (sessenta) anos, ou se o crime é cometido
por bando ou quadrilha. Pena - reclüsáo, de doze a vinte anos.
S 2 - Se do fato resulta lesáo corporal de natureza grave:
Pena - reclusáo, de dezesseis a vinte e quatro anos.
§ 3 - Se resulta a '
Pena - reclusáo, de,vinte e quatro a trinta anos.
§ 4 - Se o crime é cometido em concurso, o concorrente que o denunciar á
autoridade, facilitando a libertagáo do seqüestrado, terá sua pena reduzida
de um a dois tergos.
Extorsivo indireta

® ®
198
C A P r m o V II Ex t o r s ió n

Art. 160 - Exigir ou receber, como garantia de divida, abusando da situa^áo


de alguém, documento que pode dar causa a procedimento criminal contra
a vítima ou contra terceiro:
Pena - redus^o, de um a tres anos, e multa.

3.6. Colombia

Artículo 244. Extorsión, El que constriña a otro a hacer, tolerar u omitir


alguna cosa, con el propósito de obtener provecho ilícito o cualquier utilidad
ilícita o beneficio ilícito, para sí o para tercero, incurrirá en prisión de
ciento noventa y dos (192) a doscientos ochenta y ocho (288) meses y multa
II de ochocientos (800) a mil ochocientos (1.800) salarios mínimos legales
mensuales vigentes.

Artículo 245. Circunstancias de agravación. La pena señalada en el artículo


anterior se aumentará hasta en una tercera (1/3) parte y la multa será de cuatro
mil (4.000) a nueve mil (9.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes,
si concurriere alguna de las siguientes circunstancias:
1. Si se ejecuta la conducta respecto de pariente hasta el cuarto grado de
consanguinidad, cuarto de afinidad o primero civil, sobre cónyuge o
compañera o compañero permanente, o aprovechando la confianza
¡■/■I depositada por la víctima en el autor o en alguno o algunos de los partí­
cipes. Para los efectos previstos en éste artículo, la afinidad será derivada
de cualquier forma de matrimonio o de unión libre.
I'.:.. 2, Cuando la conducta se comete por persona que sea servidor público o
que sea o haya sido miembro de las fuerzas, de seguridad del Estado.
3. Si el constreñimiento se hace consistir en amenaza de ejecutar muerte,
lesión o secuestro, o acto del cual pueda derivarse calamidad, infortunio
o peligro común.
4. Cuando se cometa con fines publicitarios o políticos constriñendo a otro
mediante amenazas a hacer, suministrar, tolerar u omitir alguna cosa.
XlSillXvv. 5. Si el propósito o fin perseguido por el agente es facilitar actos terroristas
constriñendo a otro mediante amenazas ’a hacer, suministrar, tolerar u
omitir alguna cosa.
6, Cuando se afecten gravemente los bienes o la actividad profesional o
económica de la víctima.
.7* Si se comete en persona que sea o haya sido periodista, dirigente co­
munitario, sindical,‘“político, étnico o religioso, o candidato a cargo de
elección popular, en razón de ello, o que sea o hubiere sido servidor
público y por razón de sus funciones.
8. Si se comete utilizando orden de captura o detención falsificada o
simulando tenerla, o simulando investidura o cargo público o fingiere
pertenecer a la fuerza pública.

«««
199
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRlMONíO

9. Cuando la conducta se comete total o parcialmente desde un lugar de


privación de la libertad.
10. Si ia Conducta se comete parcialmente en el extranjero.
11. En pjsrsosa internacíonaímente protegida diferente o no en el derecho
internacional humanitario y agentes dipiomáticos-, dé las seüaladas en
los tratados y convenios internacionales ratificados por Colombia.

I'

3 J. Costa Rica ■

Extorsión simple
Artículo 214,- Será reprimido con prisión de dos a seis años, el que para
procurar un lucro injusto obligare a otro con intimidación o con amenazas-
graves a tomar una disposición patrimonial perjudicial para sí mismo o para
un tercero.

Secuestro extorsivo
Artículo 215.- Se impondrá prisión de diez a quince años a quien secuestre
a una persona para obtenex rescate con fines de lucro, políticos,^ poIítícO'
sociales, religiosos radaíes.
Sí el sujeto pasivo es liberado voluntariamente dentro dé los tres días pos­
teriores 3 la comisión del hecho, sin que le ocurra daño alguno y sin que íos
secuestradores hayan obtenido su propósito, la pena será de seis a diez años
de prisión.
La pena será de quince a veinte años de prisión:
1. Si el auto-r logra su propósito.
2. Sí ei hecho es cometido por dos o más personas.
3. Si el secuestro dura más de tres días.
4. Sí eí secuestrado es menor de edad, mujer embarazada, persona incapaz,
enferma o anciana.
5. Si íapersona secuestrada sufre daño*físico, moral, síqUÍGO o económiGO,
debido a la forma en que se realizó el secuestro o- por los medios em­
pleados en su consumación..
ó. Sí se ha empleado violencia tonfra terceros que han tratado de auxiliar
a la persona secuestrada en el momento del hecho o con posterioridad,
cuando traten de liberarla.
7. Cuando la persona secuestrada sea un funcionario púbíko, ün dipiomáti-
eo o cónsul, acreditado en Costa Mica o de p^aso por el territorio nacional
y para liberarla se exijan eondícíones políticas o politíco-sociales,
8. Cuandío el secuestro^ se realice para exigir a íos poderes públicos nacio­
nales o de un país amigo, una medida o concesión..
La pena será dé veinte a veintíeiñco años áe prisión si se le infringen a la
persona secuestrada lesiones graves o gravísimas, y de treinta y cinco- a cin­
cuenta años de prisión si muere. í n -y

1 |;
l á
C a p í t u l o V il e x t o r s ió n

C uba

Artículo 331. e 1 que, con el propósito de obtener un beneficio patrimonial


ilegítimo para sí o para un tercero y empleando violencia o amenaza de
inminente violencia o de otro grave daño, obligue a otro a entregar alguna
escritura o documento o a contraer alguna obligación, condonar alguna deuda
o renunciar a algún derecho, incurre en sanción de privación de libertad de
tres a ocho años.

3.9. España

'Artículo 243
'El que, con ánimo de lucro, obligare a otro, con violencia o intimidación, a
realizar u ómitir un acto o negocio jurídico én perjuicio de su patrimonio o
del de un tercero, será castigado con la pena de prisión de uno a cinco años,
i'ví-'' sin perjuicio de las que pudieran imponerse por los actos de violencia física
r ^ .: r ■
realizados. ■
.
V,’-'. ' , ■

ík-y' '■ 4 Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 307, Extorsión


El que mediante violencia o amenaza obliga a una persona o a una institución
pública o privada a otorgar al agente o a un tercero una ventaja económica
indebida u otra ventaja de cualquier otra índole es reprimido con pena pri­
vativa de libertad no menor de diez ni mayor de quince años.
La pena prevista en el primer párrafo se aplica al que, con la finalidad de
contribuir a k comisión dei delito de extorsión, suministra información
que haya conocido por razón o con ocasión de sus funciones, cargo u oficio,
o proporciona deliberadamente los medios para la perpetración del delito.

II. CHANTAJE

1. Tipo penal

■■■■ ............... ..

E! que, haciendo saber a otro que se dispone a publicar, denunciar o revelar un


hecho o conducta cuya divulgación puede perjudicarlo personalnnente o a un ter­
cero con quien esté'estrecham ente vinculado, trata de determinarlo o lo determina
a com prar su silencio, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
tres ni mayor de seis añps y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días
multa.

« @«
201
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

1, Comentario
La palabra 'chantaje” proviene del vocablo francés chantage, que a su vez
tiene su origei^ en el verbo chanter que significa cantar. En Francia se deno­
mina a los autores de esta manera de extorsionar maítres chanteurs o "maestros
cantores”. El delito fue incluido en el CP francés en 1863^®. Én el a rt 262
del CP de Guatemala se puede apreciar que el sujeto activo exige dinero a la
víctima, así como recompensa o ciertos efectos, bajo amenaza contra el honor
o de divulgar secretos. Esta misma orientación se mantiene en el art. 332 del
CP de Cuba.

En el delito de chantaje el agente hace conocer o saber a la víctima que va


a publicar, denunciar o revelar un hecho o conducta que lo perjudique perso­
nalmente o a un tercero. En la doctrina se señala que la conducta es similar al
de la extorsión, pero los medios comisivos son las imputaciones al honor, o
la amenaza de violación de secretos^^. Estamos ante la afectación de bienes
jurídicos múltiples como el honor^^ objetivo, pues la información que se pro­
pala va a afectar la imagen del sujeto pasivo, de allí que se podría estar ante un
delito de difamación; sin embargo, el elemento diferenciador es que el agente
solicita a la víctima que pague por el silencio para evitar la divulgación, y en
este supuesto nos encontramos ante una afectación patrimonial y la libertad
personal, pues hay constreñimiento a la libertad decisoria del sujeto pasivo,
quien se ve coartado en su faz volitiva^^ D o n n a ratifica esta apreciación,
pues señala que se protege el honor y los secretos de las personas, que están
en peligro frente a la coacción que se hace ^ la víctima^^;

18 D onna , A., Derecho penal Parte especial, t ÍI-B, 2.® ed., Buenos Aires: Rubinzál Culzoni, 2008, p,
286.
19 D onna, Derecho penal Parte especial, ob. dt., p. 288
20 Creüs hace referencia a ^ u e son imputaciones contra el honor que pueden ser de cualquier
especie, responded a una circunstancia o hecho tanto verdaderos como falsos; de concretarise
podrían constituir calumnias o injurias difamatorias. No es indispensable que al anunciarla a
la víctima la imputación contra el honor sea formulada circunstanciadamente, siempre que el
sujeto pasivo pueda determinar que se tratará de un ataque contra dicho bien jurídico. C reus,
Derecho penal Parte especial, 6.^ ed., 1.1, Buenos Aires: Astrea, 1998.
21 Vid. Peña-C abrera Freyre, Alonso Raúl, Delitos contra el patrimonio. Derecho penal Parte especial,
p.475. í
22 D onna, Derecho penal Parte especial, ob. dt., p. 286.

mmm
202
Ca p ít u l o v ií E x t o r s ió n

Al revelar información sobre la víctima, de naturaleza íntima, también se


estaría ante delito de iáolación de intimidad que tiene un iter procesal distinto.

En el proyecto /de ley del nuevo CP se repite la descripción típica de


Í1 chantaje del CP actual. En el caso de las penas, el CP de Guatemala impone la
sanción de tres a ocho años de prisión. El CP de Cuba establece la sanción de
.
privación de libertad de dos a cinco años; y en la modalidad agravada —como
ser miembro de un grupo organizado o si del hecho resulta un grave perjui­
cio— la pena es de tres a ocho años. La pena privativa de libertad eñ el CP y
el proyecto de ley del nuevo CP es no menor de tres ni mayor de seis años y
con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días multa.

3. Derecho comparado

3.L Guatemala

Artículo 262. Comete delito de chantaje quien exigiere a otro, dinero,


recompensa o efectos, bajo amenaza directa o encubierta de imputaciones
contra su honor o prestigio, o de violación o divulgación de secretos, en
perjuicio del mismo, de su familia o de la entidad en cuya gestión intervenga
o tenga interés. El responsable de este delito será sancionado con prisión
de tres a ocho años.

3.2. Cuba

Artículo 332
1. El que amenace a otro con divulgar un hecho, cierto o incierto, lesivo
íí para su honor o su prestigio público o el de su cónyuge, ascendiente,
descendiente, hermano o cualquier otro familiar allegado para obligarlo
a entregar dinero o bienes de cualquier clase o a realizar o abstenerse
de realizar cualquier acto en detriiñentp de su patrimonio, incurre en
sanción de privación de libertad de dos a cinco años.
2. La sanción es de privación de libertad de tres a ocho años si el delito se
ejecuta por uno o más individuos actuando como miembros de un grupo
organizado o del hecɩ resulta un grave perjuicio.

4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 310. Chantaje


El que, haciendo saber a otro que se dispone a publicar, denunciar o revelar
un hecho o conducta cuya divulgación puede perjudicarlo personalmente o

®®
203
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ: M M T ÍN E Z ' DERECHO:PENAL. PARTE ESPECIAL./ LOS:DEDTOS.CONTRA a PfflRIMONlO’

a un terGerG: con: quien esté’estrechamente vinculadb> trata de: determinarlo


o ib: determina: a; comprar su; silencio mediante el pago de un precio> ya sea
en, dinero o especie de. cualquier índole, es reprimido con pena privativa
de, libertad; no menor de tres, ni mayor* de seis años y con ciento ochenta a
trescientos sesenta y cinco días multa.

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L USURPACIÓN

L Tipo penal

A r t íc u lo 2 0 2 . lisu rp aG ió n ^

Será reprim ido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cinco
años:
1. El que, para apropiarse de todo o en parte de un inmueble, destruye o altera los
linderos de este,
se-: 2. El que, con violencia, amenaza, engaño o abuso de confianza, despoja a otro,
total o parcialmente, de la posesión o tenencia de un inmueble o de! ejercicio de
un derecho real.
3. El que, con violencia o amenaza, turba la posesión de un inmueble.
4. El que, ilegítimamente, ingresa a un inmueble, mediante actos ocultos, en au­
sencia del poseedor o con precauciones para asegurarse el desconocim iento
de quienes tengan derecho a oponerse.
La violencia a la que se hace referencia en los numerales 2 y 3 se ejerce tanto sobre
las personas com o sobre los bienes, [Modificado por la Ley N.° 30076, publicada el
1 9 de agosto del 2013].


2. Comentario

21. Delito de usurpación


El bien jurídico que se tutela en este tipo de delitos es el derecho real de
posesión. ^

El art. 202 establece varias modalidades:

Artículo 202." Será reprimido coft pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de tres
años:
1. El que, para apropiarse de todo o parte de un inmueble, destruye o altera los linderos de
este.
2. El que por violencia, amenaza, engaño o abuso de confianza, despoja a otro, total o
parcialmente, de la posesión o tenencia de un inmáeble o del ejercicio de un derecho real.
3. El que, con violencia o amenaza, turba la posesión de un inmueble (1991).

» ®»
207
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

a) Reprime a quien, para apropiarse de todo o parte de ün inmueble,


destruye o altera los linderos de este. El agente tiene la finalidad de
apropiarse de un inmueble ajeno, y como medio comisivo altera los
linderos. Nótese que aquí hay violencia sobre las cosas.
b) Se sanciona al agente que, empleando violencia, amenaza, engaño o
abuso de confianza, despoja a otra persona, total o parcialmente, de
la posesión o tenencia de un inmueble o del ejercicio de un derecho
real Se observa que el sujeto activo usa vis absoluta (violencia) y vis
compulsiva (intimidación) dirigida contra el posesionario. Además,
fuera de la violencia, puede usar medios fraudulentos, como pre~
sentarse con un título que le otorga derecho real, o también puede
emplear el abuso de confianza, como el tener derecho de paso por la
propiedad.
c) Otra modalidad se da cuando el agente emplea violencia o amenaza
contra el posesionario, no para despojarlo, sino para turbar la pose­
sión de un inmueble. En este caso, el posesionario no puede disfrutar
ampliamente el derecho réal sobre el inmueble. Este comportamien­
to fluye de la ejecutoria superior Exp, N.° 98-0677^: "El colocar una
puerta en un pasaje, sobre el cual la agraviada tiene derecho de ser­
vidumbre para poder acceder a su propiedad, obstruyendo la misma,
constituye delito de usurpación”.
d) El agente ilegítimamente ingresa a un inmueble. La ilegitimidad
implica que el sujeto activo no tiene título legal para acceder al in­
mueble. El agente además realiza actos ocultos para poder afectar
la posesión, para que el tenedor quede vulnerable. Se trata de actos
silenciosos con sigilo. La tipicidad.de la conducta se puede dar en
ausencia del poseedor o con precauciones para asegurar el desco­
nocimiento de quienes tengan derecho a oponerse. Igualmente, el
sujeto activo aprovecha la situación de vulnerabilidad del inmue­
ble para poder tomar posesión ilegalmente. Este nuevo sentido de la
norma, no sería compatible con la siguiente ejecutoría superior Exp.
N.'" 26-99^: "Estando el terreno usurpado en estado de abandono y

2 C orte Suprema de J usticia de la República, Exp. 98-0677Arequipa, Lima: 19 de abril de


1999. * í
3 T ribunal C onstitucional, Exp. N / 26-99Arequipa, Lima; 14 de enero del 2002.

®®®
208
CAPÍTULO V íll U surpación

habiendo sido ocupada con la finalidad de mejorarlo para el funciO"


namiento de una actividad a favor de la comunidad^ su responsabili­
dad es mínima, aun cuando sea un supuesto agravado'^ El supuesto
del art. 202.4 no requiere el uso de la violencia como medio comisi-
vo, pues ,se busca tutelar la posesión que no se ejerce directamente.
De allí que, en la aplicación de esta norma, el seiítido de la sentencia
del Exp. N.*" 4929-98-Lima"^ hubiese sido distinto:

[S]e le imputa a los encausados haber ingresado sin autorización y con


ÍKví"
violencia, al inmueble ubicado en el jirón Ramón Espinoza número
setecientos treinta y seis del distrito del Rímac de propiedad de la
agraviada, el mismo que se encontraba desocupado; j se aprecia de
la copia certificada [...] de la constatación efectuada por efectivos po­
liciales de la Delegación Policial del Rímac, dicho inmueble se encon­
traba completamente vacío, el día doce de febrero de mil novecientos
noventa y seis, lo cual es corroborado con la declaración preventiva de
la agraviada, obrante a fojas cuarenta, quien indica que al adquirir el
referido inmueble, este se encontraba habitado por la familia Shima-
bukuro, y luego lo mantuvo desocupado; [..J por consiguiente, no se ha
acreditado fehacientemente que los acusados hayan utilizado violen­
cia o amenaza para obtener la posesión del inmueble materia de litis,
asimismo, tampoco se ha corroborado que se haya producido despojo
alguno a ello se aúna la versión del coencausado en el sentido que
ocuparon la vivienda por encargo de la anterior inquilina, la señora
Lucy Shimabukuro, en calidad de guardianes, lo cual es corroborado
con la declaración testimonial de Carmen Nelly Romero Peña, quien
resulta ser vecina del mencionado inmueble.

Para resolver la discusión establecida en la judicatura de si la violencia


debe ejercerse solo en las personas, la Ley NJ" 30076 precisó que la violencia
que indican los nuins. 2) y 3) del art. 202 del CP se ejerce tanto sobre las per*^
sonas como sobre los bienes. El proyecto de ley del nuevo CP, en su a rt 308,
también fija que la violencia se ejerce sobre las cosas. En el derecho compa­
rado, el CP de Chile admite una usurpación sin violencia contra la persona,
y tácitamente acepta contra las cosas en el art. 458.

4 T ribunal C onstitucional , Exp, N.”4929-98, Lima: 21 de diciembre de 1998.

9 @$
209
VÍCTOR JlM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

2.2. La violencia sobre las cosas en el delito de usurpación y la Casación ;r:f-


N : 273-201^
La Corte ^uprema se propuso establecer si el delito de usurpación con­
templa como medio comisivo la violencia ejercida sobre los bienes o cosas
además de las personas, o si, por el contrario, únicamente contempla a las
personas como pasibles de recibir la violencia como medio comisivo del
referido delito.

Según la casación, en el delito de usurpación, el bien jurídico tutelado es:

[E]l pacífico y tranquilo disfrute de un bien inmueble, entendido como


ausencia de perturbación en el ejercicio de la posesión o de cualquier otro
derecho real sobre el mismo, en este último caso, siempre que la víctima esté
en posesión del inmueble, de modo que la posesión se ve mermada y atacada
cuando la víctima es desocupada del bien inmueble, mediante la alteración
de linderos o la turbación de la posesión. En el supuesto del inciso tres del
artículo doscientos dos de nuestro catálogo punitivo, el medio comisivo
violencia consiste en una energía física^.

Este es un delito que ataca al derecho real de posesión, que es uniforme en


la doctrina, así que el agente puede ser incluso el propietario^. Con relación
a la violencia, son de la posición de que esta solo debe dirigirse contra perso-
ñas y no cosas^. Esta línea doctrinal es sostenida por Roy Freyre, F ontán
Balestra, Creus y N uñez^; y si bien C alvez y Delgado señalan que hay
pronunciamientos en la jurisprudencia que admite violencia sobre las cosas,
la consideran discutible, pero hacen referencia a que en la jurisprudencia es­
pañola sí se considera la violencia sobre bienes^. Tenemos que, al contrario,
Donna señala que la violencia puede ser ejercida sobre las cosas, tal como la
ley civil establece^^.

Reátegui y E spejo también sostienen que la violencia debe ser ejercida


contra las personas, porque si se acepta que puede ser dirigida contra las cosas,

5 Véase el considerando 4.7.


6 Así lo sostienen Gálve¿ Villegas, Tomás y Walther Javier Delgado T ovar, Derecho penal Parte
especial t. ii, Lima: Jurista, 2011, p. 1150.
7 Gálvez Villegas y D elgado T ovar, Derecho penal Parte especial, ob. cit, p. 1156.
8 Loe. cit.
9 Loe. cit
10 Cfr. Donna, A. Delitos contra la propiedad, 2^ ed., Buenos Aires: Rubinzal Culzoni, 2008, p. 821.

«• •
210
CAPÍTULO v in Usurpación
¡■M-,

se tendría que reconducir al delito de daños del art. 205". No es correcta esta
afirmación; puesto que en la usurpación hay más que daños sobre el inmueble;
como tomar o perturbar la posesión. Por otro ladO; para quienes sostienen
que puede existir violencia sobre las cosaS; no están tan descaminados; debido
a que el art. 205 lo reconoce.

2.3. La Ley N.° 30076 y el medio comisivo


pl- A despecho de las discusiones doctrinarias; el legislador —como corres-
te®-' ponde— ha modificado el tipo de usurpación, el cual se puede consumar sin
uso de violencia sobre bienes. El origen de estas modificatorias es el Proyecto
de Ley N."* 1897/2012-CR remitido por el Poder Ejecutivo. La finalidad de
esta norma fue optimizar la tutela del derecho a la propiedad y /o posesión
para protegerla de las usurpaciones. Comprende tanto a la propiedad privada
como pública.

En la exposición de motivos se afirma que la defensa posesoria (art 920


del CC) y la usurpación, como está descrita en los arts. 202 y 204 del CP, son
iít
ineficaces para proteger la propiedad, y que las usurpaciones —como prácti­
cas delictivas— no pueden justificarse. Si bien en una época se desarrollaron
procesos de invasiones, estas ya forman parte del pasado, en cuanto a su jus­
tificación, pues actualmente existen mecanismos de acceso a vivienda para
sectores económicamente menos favorecidos y de clase media (Mi Vivienda,
Techo Propio, Mi Lote).

Se ha adicionado al a rt 202.4, que señala lo siguiente: "El que, ilegíti­


mamente, ingresa a un inmueble, mediante actos ocultos, en ausencia del
poseedor o con precauciones para asegurarse el desconocimiento de quienes
tengan derecho a oponerse''.

Ahora $e considera usurpación al ingreso clandestino al inmueble, situa­


ción que recoge una realidad social, en la que una persona que tiene varios
inmuebles (y no se encuentra" posesionado en uno de ellos) puede ser víctima
del despojo de su propiedad. En estos casos a veces no hay violencia ni ame­
naza. El sujeto activo ingresa sigilosamente al inmueble y toma posesión. En
la doctrina siempre se ha señalado que lo que se discute es la posesión y no

11 Cfr. Reátegui Sánchez Jam es y Carlos E spejo Basualdo, El delito de usurpatíón inmobiliaría en
el Código Penal peruanoj Urna Jurista, 2012, p, 51.

»»«
211
V íc t o r J im m y a r b u l ú M a r t ín e z | Derecho r e n a l , p a r t e e s p e c ia l / L o s D e l it o s c o n t r a íel p a t r im o n io

la propiedad; por lo (pe, en este srspuesto^ cuando se dáÉa^en los becfiosi los
agentes de esteí ddito se esforzaban en demostrar que el propietario no TÚvía^
en el inmueble objeto del déspojo^ lo cual era cubierto con la prueba dé que
'algunas' veees^etpropietario venía a pernoctar” o tenían \ m guardián>.por
lo qpe: suí posesión: era a través' de otro. Ea norma no tuteiá/ en estricto, la
posesión como situación actüaEpresemey de factoi sino como a su derecBo
potencial de ^erdcio de lá posesióm Los actos> ocultos los asimilamos a ac^
tos clandestinos o etfseíneto; 3?;lás precauciones a las rnedidks que adopta el
agente para asegumrse de que el poseedor désconozca que seba invadido el
innmeMé; Esta sítüación es descrita enel Proyecto dé Ley
en el quepam Hacer rUás^eficaz lá defensa pOsesoriá civil'se propone ampliar
dé 2¿lftoras:íaí3'díasi

©tWprObléma que buscó resolver lá Ley N t 30G?6 esel establecer los


casÓS dé^doléncia a lá que se Hace referencia en Ibs numerales 2 y/ 3í d é la rt
202, asií indica que esta se ejerce tanto sobre las personas como sobre losr
bienes; Én la jüdicatüra Ha eMstidó una tendencia a señalar qpe lá violencia
soló puede ser d id ^ d á contra ias personas y no sobredas: cosas; y ia otra que
sí se puédé ejérCeacontln^^ Está úItinia eSdá tendénciamayoritaria
Eácüestión'fHeabordMáenelPlénarioPénáldé/biecesSuperábres:reaÍizadb:
d i Aréquipadbadiáa démoviembre del2G^®^: Eainterrogante:;for-
müiadfefíiéiá si^ientér

¿La violénda como medio comisivo en el delito dé usurpación, en lá moda­


lidad de despojo, tipificado en el Iñc, 2) del art. 202 del Código Penal debe
recaer sobre lá persona o también puede recaer sobre lá cosa u objeto material:
(irimuebíe)?-
El Pierio acordó por mayúna lo siguiente: La violencia como medio típico para;
ía cónsürilación del despejo del derecHo de posesión, tenencia o ejercicio de.
un derecHo real sobre' el inmueble,:también puede: recaer sobre la cosa (el
irimrieblé-objeto material). [La cursiva es nuestra];

.Mur éil lás^ fornÉs> a^íavndás: dc^usurpucMn ^rt.. 2fM déli C f Sísfe esv
fabiééidb^ ótr ás circunstaiicinsí

ti Püedé consultarse eti wvv^w.pj.gob.pe. Centro de Investigaciones Judiciales. Fecha de eonsulta:


10 de noviembre del 2018.

0 ©c 0
212
C A P Íirüto W lli I U s u r p a c ió n ?

5.. Afectando la libre Gkeuiaeién en vías de comumcación,


6.. . Goioea^do h i t o s , . c e r c o s p e r i H i é t r i c o s , c e r c o s v iv o s > p a n e l e s o a n u n c io S )
d e m a r c a c i o n e s p a r a : l o t i z a d O j in s ta la c iG n ^ d e e s t e r a s , p l á s t i c o s : u o t r o s
m a te ri^ e s .
7.. Abusando: de su coiidición o cargo de femcionario o servidor publico.

el iaicko' S se pr eem- eaiHo a§ra?^aaite o ia rfo el prneeso de itsmrptad»


tr asciejííde la pKopedad iiMfeMcial j se: afecta, adenaas*. ^?ías: de eeimiaiicaci&i;
que son de naturaleza pública. El inciso 6 corresponde a invasiones de terre­
nos sin construcciones^ y en las que se demarcan y lotizan se colocan hitos
Sí. para asegurar la continuidad; en el inmueble posesionado ilícitamente. La
intervención de: funcionarios o servidores: públicos en estas invasiones son
iS: punibles; pues tienen la obligación de defender la propiedad públicay privada:
■ “Será reprimido con la misma pena el que organice, financie, facilite, fomente^
áí:-: diri|a,: provoque o promueva la realización de usurpaciones de inmuebles de
propiedad pública o privada”.

Durante los años 50 del siglo pasado, los migrantes buscaban enralzarse
en las urbes de las principales ciudades del país. En el caso de Lima, invadieron
los altos del Agustino^ dirigidos por el denominado “Poncho Negro”^^. Este;
proceso de invasiones fue alimentado por la guerra subversiva en los 80> así
como por la falta de respuesta del Eistado para viabilizar el acceso a laviviendá^.
i í ;■■
en el que tuvieron un rol preponderante quienes difigieron las tomas de terre­
nos; siendo llamados,, en su versión romántica,, como “corredores informales;
inmobiliarios”, y en otra como “traficantes de tierras”. Frente al desarrollo y
las facilidades para el acceso; de vivienda> estos dirigentes forman parte de una
criminalidad que promueve las invasiones; con ánimo de lucro, por lo que las
sanciones van de 4 a 8 años; de pena privativa de la libertad;

2.4. HcasO'
La situación conocida por la Corte Suprema y que generó la regla vin-
cuiante fue la imputación que: se hizo aiJúañ Rojo Garda, quien di
.22 de octubre del 2009, a las 22:00 horas, por medio; de su empleado Víetov
Wilfredo Vargas Bernández, aprovechó la ausencia de la agraviada, que había

kiM: 13 Era el apelativo usado por Ernesto Sánchez' Silva, quien dirigió las invasiones al cerro 7 de
Octubre, en septiembre de 1964. De Soto , Hernando,<ii/ otro sendero. Una-respuesta económica-a la
■■fí'
violencia, Lima: Norma, 2G10, p. 316.

i #
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ [ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

viajado a la ciudad de Nazca^ y ordenó que se cambiara el portón antiguo de


dos hojas que; se encontraba en la parte principal del inmueble y que era la
única entrada de acceso al predio ubicado en Prolongación Grau 200 (Par-
cona). Colocá en su lugar otro portón de metal de color azul con un candado
de seguridad e incluso soldadura metálica en la unión de ambas hojas. De
esta manera impidió el acceso a la agraviada, quien señala ser copropietaria
del bien conjuntamente con el imputado y el resto de la masa hereditaria, la
misma que mantiene la posesión de dicho predio en un área menor, ocupando
una vivienda de material noble de un piso, donde tiene sus bienes personales y
menajes del hogar y que el día de los hechos estaba al cuidado de doña María
Elena Espinoza Anco, quien se encontraba al interior del inmueble, sin poder
salir al haberse quedado encerrada con la clausura del único portón de ingreso
y salida, obligando al esposo de la agraviada a conseguir maquinaria pesada y
derrumbar parte de la pared posterior que circula el predio, con la finalidad
de liberar a su cuidadora y superar los actos perturbatorios. La conducta fue
subsumida en el inc. 3 del art, 202 del CP, que al momento de la realización
de los hechos materia de imputación reprimía con pena privativa de libertad ■ ■:
no menor de uno ni mayor de tres años: 1) a la persona que para apropiarse
de todo o parte de un inmueble destruía o alteraba los linderos de este; 2) a
quien por violencia, amenaza, engaño o abuso de confianza despojaba a otro,
total o parcialmente, de la posesión o tenencia de un inmueble o del ejercicio
de un derecho real; y 3) a quien, con violencia o amenaza, turba la posesión
de un inmueble.

En la casación se establece que el análisis versa sobre el medio comisivo ■M


■M
contemplado en la descripción de la conducta que el agente debe desplegar
para que se subsuma en la norma penal Están dentro de la tipicidad objetiva
-■'í'í
del delito usurpación por turbación posesoria, por lo que se debe examinar a
la violencia para verificar si la norma cubre como pasivos de la misma a los
bienes o cosas y a las personas, o solo a las personas.

El legislador con la Ley N / 30G76 se adelantó a resolver la interpretación


que se hacía en la judicatura sobre ía violencia como medio comisivo contra
las cosas, y así lo reconoce la Corte Suprema^^ pero, frente a ello, el alto tri­ r-
bunal quiso establecer si esta variación amplió el margen de punibilidad de

14 Véase el considerando 4.8.

®®®
214
CAPÍTULO V ílí U surpación

la aorma o si simplemente declaraba algo consustancial a ella. La respuesta


es desarrollada en el siguiente considerando:
t:. I
4.9. En este orden de ideas, si lo que se busca criminalizar mediante la tipifi­
cación del artículo doscientos dos del Código Penal son conductas violentas
que turben la posesión, el restringir el medio comisivo a la persona física
que posee el bien inmueble no se condeciría con la finalidad de la norma
pues permitiría que aquel que destruye los accesos o seguros para el acceso
del inmueble para turbar la posesión del mismo quede fuera del alcance
punitivo de ja norma penal, cayendo en el absurdo de no considerar como
turbador de la posesión a quien destruye la puerta de ingreso, el candado,
las cerraduras, etc. So pretexto de que la violencia que turba la posesión solo
puede ser ejercida contra las personas. Consecuentemente, debe entenderse
que aún antes de la modificatoria por vía legislativa, la violencia a la que hace .
referencia el inciso tres del artículo doscientos dos del Código Penal puede
ser ejercida tanto contra personas como contra objetos o cosas integrantes
del inmueble de modo que se turbe la posesión de este.

La Corte Suprema señala que, aun antes de la modificación legislativa del


delito de usurpación, la violencia era ejercida también sobre los bienes como
medio comisivo y no solo restringido a las personas. La interpretación que
sostenía que la violencia era solo para las personas dejaba sin persecución a
.... los casos en los que el propietario o poseedor se ausentaba temporalmente
del bien y este era invadido con ruptura de puertas o ventanas.

En resumen, podemos arribar a las siguientes conclusiones:


1, La violencia como medio comisivo en el delito de usurpación sobre
las cosas permite desde la política criminal proteger con mayor efi­
'■riv::: cacia la posesión.
íy - .
2. Las modificaciones legislativas que precisaron que la violencia so-
i bre las cosas es un medio para^ consumar el delito de usurpación,
confirmaron esta posición que tenía raigambre en la interpretación
judicial.

3. Derecho comparado
3.1. Argentina

Artículo 1 8 1 Será reprimido con prisión de seis meses a tres años:


1. El que, por violencia, amenazas, engaños, abusos de confianza o clandes­
tinidad despojare a otro, total o parcialmente, de la posesión o tenencia

« ®«
215
V í c t o r J im m y Ar b u l ú M a r t ín e z | d e r e c h o pen al. Pa r ir e s p e c ia l / l o s d e l i t o s c o n t r a e l p a t r im o n io

de un inmueble o del ejercicio de un derecho real constituido sobre él,


sea qué el despojo se produzca invadiendo el inmueble, manteniéndose
en él O'expulsando a los ocupantes.
2. El que!, para apoderarse de todo o parte de un inmueble, destruyere o
alterare ios términos o límites del mismo.
3. El que, con violencia^ o amenazas, turbare la posesión o tenencia de un
inmueble.

3.2. Guatemala

Artículo 256.- Comete delito de usurpación quien, con fines de apoderamiento


o aprovechamiento ilícitos, despojare o pretendiere despojar a otro de la po­
sesión o tenencia de un bien inmueble o un derecho real constituido sobre el
lyrrM:
mismo, o quien, ilícitamente, con cualquier propósito, invada u ocupeun bien . ■‘.■•■.riV

inmueble. La permanencia en el inmueble constituye ñagrancia en este delito. i


La Policía, el Ministerio Público o el juez, están obligados a impedir que los ■íMí
hechos punibles continúen causando consecuencias ulteriores, ordenándose
o procediéndose según corresponda, al inmediato desalojo. El responsable de
usurpación será sancionado con prisión de uno a tres años.

3.3. Bolivia

Art. 351." Despojo. El que en beneficio propio o de un tercero, mediante


violencia, amenazas, engaño, abuso de confianza o cualquier otro medio,
despojare a otro de la posesión o tenencia de un inmueble, o del ejercicio de un 'Af
derecho real constituido sobre él, sea que el despojo se produzca invadiendo
el inmueble, manteniéndose en él o expulsando a los ocupantes, incurrirá en
privación de libertad de seis meses a cuatro años. ' '.'lis;"i-'
A-

Art. 352." Alteración de linderos. El que, con propósito de apoderarse, en


todo o en parte, de bien inmueble ajeno, suprimiere o alterare los términos
o linderos, será sancionado con reclusión de tres meses a dos años.

Art. 353." Perturbación de posesión. El que, con violencias o amenazas en las


personas, perturbare la quieta y pacífica posesión de un inmueble, incurrirá
en la pena de reclusión de tres meses a tres años. .

3,4. Chile

Art. 457." Al que con violencia en las personas ocupare una cosa inmueble o
usurpare un derecho real que otro poseyere o tuviere legítimamente, y al que,
hecha la ocupación en ausencia del legítimo pdseedor o tenedor, vuelto este

&®^
216
C a p ít u l o v íh [ U s u f tM c r ó ? í

le repeliere, adetnás de las penas en que incurra por la violencia que causare,
se le aplicará una multa de once a veinte unidades tributarias mensuales.
Si tales actos se ejecutaren por el dueño o poseedor regular contra el que
posee o tiene/ilegítimamente la cosa, aunque con derecho aparente, la pena
y-!,.: será multa de seis a diez unidades tributarías mensuales, sin perjuicio de las
que Gorrespondieren por la violencia causada.

Art. 458. Cuando, en Im casos deí inciso primero diel artículo anterior, el
hecho se ílévare a efecto sin violencia en las personas, la pena será multa dé
seis a diez unidades tributarias mensuales.

4, Froyécto de ley del litiew Códigí0 Feííat

Artículo 31 i . UsurpaGÍon
Es reprimido con pena privativa de libertad no nctenor dé dos ni mayor de
cinco años:
a. El que, para apropiarse de todo ó en parte de un inmueble, destruye o
altera los linderos del mismo.
b. El que, con violencia, amenaza, engaño o abuso de confianza, despoja a
otro, total o parcialmente, de la posesión o tenencia de Un inmueble o
del ejercicio de un derecho real.
c. El que, con violencia o amenaza, turba la posesión de un inmueble.
d. El que, ilegítimamente, ingresa a un inmueble, mediante actos ocultos,
en ausencia del poseedor o con precauciones para asegurarse el desco­
nocimiento de quienes tengan derecho a oponerse. La violencia a la que
a?í-C
' ; se hace referencia en los literales b y c del primer párrafo se ejerce tanto
sobré las personas como sobre los bienes.

II.

í. T ipopéííal

El que, con eP fin' de obtener para- sí o para otro un provecho ilícito con perjuicio de
tercero desvía- el curso de las aguas públicas o privadas, impide que corran por su
cauce o las utiliza en una cantidad mayor de la debida, será reprimido- con pena
privativa de libertad no menor de uno ni mayor dé tres anosc

2. CoHíeittario
El bien tutelado por este delito es el derecho' de las personas de utilizar
aguas públicas o privadas para el liso que sea^ilecesarió. El agente realiza
procedimientos para impedir que corran por su cauce, por ejemplo, construir
9' @ 9
VÍCTOR JlM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ j DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

diques o emplear una cantidad mayor a la debida, afectando a quienes utilizan


el agua para consumo, cultivos, etc.
I

En la legislaición comparada tenemos que el art, 182 del CP de Argentina


describe conductas con mayor precisión que el CP de Perú. El agente desvía
el curso de las aguas ilícitamente y con la finalidad de perjudicar a terceros.
w
Saca aguas de represas, estanques, ríos, arroyos, fuentes, canales o acueductos,
o las saca en mayor cantidad que aquella a que tenga derecho. El agente puede
estorbar el ejercicio de los derechos que un tercero tuviere sobre dichas aguas, ■
.' !;
-.i■.■

o ilícitamente represa, desvía o detiene aguas de los ríos, arroyos, canales o


fuentes, o si usurpare un derecho cualquiera referente al curso de ellas. El
comportamiento es doloso.

El objeto de la acción puede ser aguas públicas o privadas. Si se trata de


aguas públicas, tenemos que se encuentra regulada por el art. 1 del D. L. N.*"
17752, el cual indica que las aguas, sin excepción alguna, son de propiedad
del Estado; y su dominio es inalienable e imprescriptible. No hay propiedad
privada de las aguas ni derechos adquiridos sobre ellas. El uso justificado y
racional del agua solo pude ser otorgado en armonía con el interés social y
el desarrollo del país.

La conducta también puede dirigirse sobre aguas de naturaleza privada,


regulado con el CC y que establece reglas para evitar conflictos, como el art.
964 del acotado, que expresa: “El propietario no puede hacer que las aguas co­
rrespondientes al predio discurran en los predios vecinos, salvo pacto distinto".

El desvío de aguas debe provocar perjuicio a terceros. La sanción va de


uno a tres años, mientras que el proyecto de ley del nuevo CP se ha elevado
al máximo, es decir, a 4 años. El CP argentino fija de quince días a un año
(art. 182). El CP de Guatemala fija la sanción de uno a tres años similar al CP
peruano, y en Solivia es leve, pues su CP, en el art. 354, establece como sanción
de dos meses a dos años de prisión.
I
3, Derecho comparado

3,1, Argentina

Artículo 182, - Será reprimido con prisión de quince días a un año:


1 El que ilícitamente y con el propósito de causar perjuicio a otro sacare
aguas de represas, estanques u otros depósitos, ríos, arroyos, fuentes.

® ®

218
■■■■■
CAPÍTULO VIH USURPACIÓN

canales p acueductos o las sacare en mayor cantidad que aquella a que


lll tenga derecho.
2 El que éstorbare el ejercicio de los derechos que un tercero tuviere sobre
dichasaguas.
3 El que ilícitamente y con el propósito de causar perjuicio a otro represare,
i desviare o detuviere las aguas de los ríos, arroyos, canales o fuentes o
usurpare un derecho cualquiera referente al curso de ellas.
La pena se aumentará hasta dos años, si para cometer los delitos expresados en
los números anteriores, se rompieren o alteraren diques, esclusas, compuer­
tas u otras obras semejantes hechas en los ríos, arroyos, fuentes, depósitos,
canales o acueductos.

3.2. Guatemala
.1
Usurpación de aguas
Artículo 260. Quien, con fines de apoderamiento, de aprovechamiento
ilícito o de perjudicar a otro, represare, desviare o detuviere las aguas,
destruyere, total o parcialmente, represas, canales, acequias o cualquier
otro medio de retención o conducción de las mismas, o de cualquier otra
manera estorbare o impidiere los derechos de un tercero sobre dichas
ii aguas, será sancionado con prisión de uno a tres años y una multa de mil
a cinco mil quetzales.

3.3. Bolivia

A rt 354.“ Usurpación de aguas. El que para conseguir para sí o para otro algún
provecho ilícito y perjuicio de tercero^ desviare a su favor las aguas públicas o
privadas que no le corresponden o lo hiciere en mayor cantidad de la debida,
será sancionado con reclusión de tres meses a dos años.
En la misma pena incurrirá el que estorbare o impidiere de cualquier manera
el ejercicio de los derechos que un tercero tuviere sobre dichas aguas.

3.4. Chile

Art. 461. Serán cástigádós con las penas del art. 459, los que teniendo:
derecho para sacar aguas o usarlas se hubieren servido fraudulentamente,
con tal fin, de orificios, conductos, marcos, compuertas o esclusas de una,
forma diversa a la establecida o de una capacidad superior a la medida a
que tienen derecho.

•••
219
PÍCmR JIMMY ^AKBULÚ MARTÍÍÍEZ 1:DEREGHO PENAL. PARTE ESPECIAL / íLOS DELITOS CONTRA EL PATRiMONIO

Artículo 2. Desvío üegail del curso de las aguas


El que, com el fin de obtener para sí o para otro un provecbo ilícito con per­
juicio de tercero, desvía el curso de las aguas publicas o privadas, impide que
corranpor su cauce o las utiliza en una canfidadmayor le la debida es repri-
.mido con pena privativa de libertad no menor de dos m mayor de cuatro años.

M. u m M m £ m N M M á m B A

L T ipopem l

Á rtíc ü lÓ 2Ó 4. F o r m a s a g r a v a d a s d é usúrí3ácíón^

15 Historial del delito délas formas agravadas de usurpación


Artículo204.- La pena será privativa delibertad no menor de dos ni mayor de seis años cuando:
.1. La usuipación se reáliza usando armas de ñiego, .eiJíplosivos o cudquier otro instrumento o
sustancia peligrosos.
2. Intervienen dos o más personas.
3,. El inmueble está reservado para fines ■hábrtacíonáles.
4. Se traía de bienes del Estado o destinados a serviciospúblicos o de comunidades campesinas
o na tivas. (1991)
Artículo ,2G4.“ La pena priva tiva de libertad será no menor de cua tro ni ma.yor de ocho años e
inhabilitación, según corresponda, cuando la usurpación se comete:
1. Usando armas de diego, ejplo.sivos o cualquier otro instrumento o sustancia peligrosos.
2. Con la intervención de dos o más personas.
3. Sobre inmueble reservado para fines habítacianáles.
4. Sobre bienes del Estado o de comunidades campesinas o nativas, o sobre bienes destinados a
servicios públicos o inmuebies que Integran el EatrimoniG Culturál de la Nación declarados
por la entidad competente.
5. Afectando la libre circidación en vías de .comunicación.
ó. Colocando hitos, cercos periméttíGos, cercos vivos, paneles o anuncios, demarcaciones
para lotizado, ínstaladónde esterasf, plásticos u otros maíeriales.
7. Abusando de su condición o cargo de funcionario o servidor público.
Será reprimido con la misma pena el que organice, financie, facilite, fomente, dirija, provoque
p promueya la realización de usurpaciones de inmuebles de propiedad pública o privada.
(Modificado por la Ley N 7,3007:6, púbHcada el 19 de agosto del 2013). - .-
Ártícúio 204*- ' ’
La pena privativa delibertad será no menor de cuatio ni mayorde ocho añose;inha'bilitación,
según corresiponda, cuando la usurpación se comete:
1. Usando armas de fuego^ explosivos o cualquier otro instrumento o sustancia peligrosos.
2. Con la intervención de dos o más personas.
3. Sobre inmueble reservado para fines habitacionales.
4. Sobre bienes del Estado o de Gomunidades cami^sinas o nativas, o sobre bienes destinados
a servidos públicos o inmuebles que integran el Patrimonio Cultural de la Nación,
declarados por la entidad competente.
-GAEÍrmoOT I'USUHPAGIÓN

iUapena^privativB'de libertad será^no menor decinco:nim ay 0r deidoGeBñ'os^eiñha-


'biiiíaciGn según corresponda, cuando:íaosurpación se comete:
! i '.Ltsando arm as de fuego, explosivos o cudiquier otro .instrumento o sustancia
ipeligrosos/ ' '
:2, Con la:ÍntérvencÍGn de dos o m as personas.
.3, ^.SdbreJnmueble reservado para fines'babitaoionajes.
■4. Sobre rt ¡enes d ei:Estado o deoom unidades oa mpesi ñas o :nativas, 'O sobre b ie ­
nes destinados a :servÍGÍos pú b lico s o fnm.uébies, 'que integran bl írtaírímonio
■Cultural de la Nación declarados por la entidad GOnnpetente,-o sobre tas 'Áreas
■:NáturaleS:'Protegidas;por:él .Estado.
:5. Afectando la ltbre:eircylaclbn 'en vías de com unicación.
;'6. Colocando'hiíQs, cercosperirnétricos, cercos vivos,paneleS'ó anunofos,.d'ennar“
o acion es para lotizado, instalación deesteras, plásticosootros-m ateriate's.
T. /Abusando de su condición o o arg o de funcionariQ,servidorípúbliCQ,detaílunclón
motariál o arbitral. . . ' .
B,. Sobre derechos de vía o f oca 1ización dearea otorgados p a ra p ro yecto sd elnver-
sión.
'9. Cti! iza ndo docum entos pri vados f a l.sos ^:oa d ulterados.
IO.:Ensu'GondicÍQndefepresentante^de''unaasooiaciónootro'tipodeor,ganizaci.ón,
^representante d e persona j.urídioa o cuaiquier .persona natura), pue entregue o
■acredite ;indébid:amente docum entos o 'val ide actos d e iposesfón d e terrenos vddi
. iE stad oo departicú lares,
Será m p rim id o co n lia m ism a pena el gue organice, financie, facilite, fomeríte, dirija,
provoque o prom ueva ila .-realización de usurpaciones -de íínmu:ábles d e propiedad
pública o privada. iM od ificad o por Ü. beg. iN."“ t I1B7, p.ublicadD di IB d e ag osto dél

1. C o m e n ta d o

Las agravantes del delito de usuipacaón fundamentan una penalidad


ím menor <le cinco ni mayBr de doce años; así como la M t^ilitación en las
siguientes situaciones:
— El agente usa^ en la realización dei delito de usurpación, armas de
fuego, explosivos o cualquier otro instrumento o sustancia peligro-

5. Afectando la libre circulación en vías de comunicación.


6. Colocando hitos, cercos perimétricos, cercos vivos, paineles o anuncios, demarcaciones
para lotizado, instalación de esteras, plásticos u otros materiales.
7. Abusando de su condición o cargo de funcionario o servidor público.
:8. Sobre derechos de vía o localización de área otorgados para proyectos de inversión.
Será reprimido con la misma pena el que organice, financie, facilite, fomente, dirija, provoque
o promueva la realización de usurpaciones de inmuebles de propiedad pública o privada.
(Modificado por la Ley N.° 30327, publicada el 21 de mayo del 2015).

«««
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEÜTOS CONTRA EL PATRIMONIO

SOS. Históricamente esto se ha dado en las grandes invasiones con


la presencia de los denominados traficantes de terreno. El uso de
i

arnjias o explosivos le da un grado de lesividad mayor al agente que


los emplea en el acto de usurpación.
— La pluralidad de agentes es otra agravante, puesto que se sanciona
con una pena mayor cuando intervienen de dos o más personas, que
hace más eficaz el comportamiento delictivo.
— Si el inmueble es reservado para fines habitacionales, la trascenden­
cia de la usurpación tiene un impacto social sobre la vida de quienes
disfrutan de un derecho real de posesión.
— La acción típica puede recaer sobre bienes del Estado o de comuni­
dades campesinas o nativas, estas últimas tienen un reconocimiento
constitucional. También pueden ser objeto de usurpación los bienes
destinados a servicios públicos. Los inmuebles que forman parte del
Patrimonio Cultural de la Nación, pero que para ser reconocidos
como tales deben ser declarados como patrimonio por la entidad
competente. Por último, el objeto de la usurpación puede ser sobre
las áreas naturales que son protegidas por el Estado, debido a que
son fuentes de biodiversidad que requieren una tutela especial.
— El o los agentes, al realizar los actos de usurpación, afectan la libre
circulación de vías de comunicación, lo cual tiene trascendencia en
la comunidad.
— La colocación de hitos, cercos perimétricos, cercos vivos, paneles o
anuncios, demarcaciones para lotizado, instalación de esteras, plás­
■Mi
ticos, y de otros materiales que buscan delimitar el terreno tomado,
así como construir fronteras ante la eventualidad de un desalojo ju­
dicial.
— Si el usurpador, para la realización del delito, avisa de su cargo como
funcionarioí o servidor púhlko de la función notarial o arbitral, esta
acción reviste una gravedad porque son depositarios de la confianza i

del Estado para el ejercicio de sus cargos, pero usa el puesto para la
finalidad delictiva.
— La inversión privada en una economía social de mercado es impor­
tante, pues genera puestos de trabajo, mejora en infraestructura y
fortalecimiento institucional. El atentar contra los derechos de vía
%®®
222
Capítulovin {Usurpación

o localización de área, otorgados para proyectos de inversión, en el


fondo atacan la actividad privada necesaria para el país.
El uso dd documentos privados falsos o adulterados con la finalidad
de legitimar el ingreso al bien inmueble. Por ejemplo, presentar un
título de propiedad, sorprendiendo al ocupante del predio.
íillhí'- También sé sanciona como agravante si el agente es representan­
te de una asociación o cualquier tipo de organización, si es repre­
■ sentante de persona jurídica o cualquier persona natural, que tenga
como finalidad el entregar o acreditar indebidamente documentos
o valide actos de posesión de terrenos del Estado o de particulares.
Este fenómeno se ha dado durante los procedimientos de formaliza-
I-i ta r ción, y se tiene qué,e n este escenario aparecen asociaciones buscan-;
i
i do validar posesiones de usurpadores.
s La última agravante sanciona a los cabecillas, en sus diversas varian­
ii tes, los cuales realizan las funciones de organizar actos de usurpación,
í4í'
lo que nos hace recordar las invasiones en los años ochenta. También
■ piP:;;;'
:/
se reprime al financista, esto es, quien contrate personas para poder
l í realizar los actos de usurpación. El facilitador, es decir, quien allane el
camino para que se realice la usurpación. El fomentador, que es más
cercano a la figura de la instigación porque en este caso el sujeto acti­
vo realiza actos de avivamiento. Otra modalidad es la dirección de la
usurpación, que se entiende como una autoría mediata. El provocador
es aquel que, en una acción instantánea, aprovechando circunstancias
de exaltación emocional provoca un acto de usurpación, mientras el
promotor es quien debe interpretarse como el iniciador del delito. El
objeto de la acción típica puede ser inmuebles de propiedad pública o
privada.

3, Derecho comparado

3.1. Guatemala

Artículo 257.- La pena será de dos a seis años de prisión, cuando en alguno
de los supuestos a que se refiere el artículo anterior, concurra cualquiera de
las circunstancias siguientes: a) Que el hecho se lleve a cabo por más de cinco
personas, b) Cuando el o los usurpadores se mantengan en el inmueble por
más de tres días, c) Cuando a los poseedores o propietarios del inmueble, sus

»«»
223
VÍCTQK JíM M Y ARBÜLÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

trabajadores, empleados o dependientes, se les vede el acceso al inmueble o


fuesen expulsados del mismo por los usurpadores o tuvieren que abando­
narlo por cualquier tipo de intimidación que estos ejercieren en su contra, d)
Cuandb el hecho se lleve a cabo mediante hostigamiento, desorden, violencia,
engañó, abuso de confianza, clandestinidad o intimidación, e) Cuando se cause
cualquier tipo de daño o perjuicio al inmueble, sus cultivos, instalaciones, ft:Í-
caminos de acceso o recursos naturales. Las penas señaladas en este artículo
o en el anterior, según el caso> se aplicarán también a quienes instiguen,
propongan, fuercen o induzcan a otros a cometer este delito o cooperen en
su planificación, preparación o ejecución.

Alteración de linderos
Artículo 258. Quien, con fines de apoderamiento o aprovechamiento ilíci­
to, de todo o parte de un inmueble, alterare los términos y linderos de los
pueblos o heredades o cualquier clase de señales destinadas a fijar los límites
de predios contiguos, será sancionado con prisión de uno a dos años, si el
hecho se efectuare con violencia, y con prisión de seis meses a un año, si no
mediare violencia.

Perturbación de la posesión
Artículo 259. Quien, sin estar comprendido en los tres, artícuios anteriores
perturbare con violencia la posesión o tenencia de un inmueble, será sancio­
nado con prisión de uno a tres años.

'

Artículo 355.- Usurpación agravada. La sanción será agravada en un tercio,


si en ios casos de los artículos precedentes, los hechos ñierenrcometidos por
varias personas y con armas.

S . X B r a s il

Da iisurpacáo
Aiteracáo de limites.
Art, 161 - Supripair ou dislocar tapume, marco, ou qüalquer outro sínal in­
dicativo de. iinha divisória, para apropriar-se, no todo ou em parte, de coisa
xmóvel aiheiaí
Pena ~ deten^gao, de um a seis meses, e multa. -í
§ I ™Na mesma pena incorre quemi
Usurpacáo de águas
I - desvia ou represa, em proveito própr jp ou de outrem, aguas alheias;
Esbulho^ possessorio

# # ®r
C a p ít u l o V lll | u s u r p a c ió n

II - invade, com violencia a pessoa ou grave amea^a, on mediante concurso


de raais d^ duas pessoas, terreno ou edificio alheio, para o fim de esbullio
possessói,no.
§ 2 - Se o age¿te usa de violencia, incorre também na pena a esta cominada.
§ 3 " Se a propriedade é particular, e nao há emprego de violencia, somente
se procede mediante queixa.

4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 313. Formas agravadas de usurpación


La pena es privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de doce años e
inhabilitación, según corresponda, cuando la usurpación se comete:
a. Usando armas de fuego, explosivos o cualquier otro instrumento o
sustancia peligrosos.
b. Con la intervención de dos o más personas.
c. Sobre inmueble reservado para fines habitacionales.
d. Sobre bienes del Estado o de comunidades campesinas o nativas, o so­
bre bienes destinados a servicios públicos o inmuebles, que integran el
patrimonio cultural de la Nación declarados por la entidad competente,
o sobre las Áreas Naturales Protegidas por el Estado.
e. Afectando la libre circulación en vías de comunicación.
f. Colocando hitos, cercos perimétricos, cercos vivos, paneles o anuncios,
demarcaciones para lotizado, instalación de esteras, plásticos u otros
materiales.
g. Abusando de su condición o cargo de funcionario público, servidor
público o de la función notarial o arbitral.
h. Sobre derechos de vía o localización de área otorgados para proyectos
de inversión.
i. Utilizando documentos privados falsos o adulterados,
j. En su condición de representante de una asociación u otro tipo de orga­
nización, representante de persona jurídica o cualquier persona natural,
que entregue o acredite indebidamente documentos o valide actos de
posesión de terrenos del Estado^o de particulares.
Es reprimido con la pena establecida en el primer párrafo el que organiza,
financia, facilita, fomenta, dirige, provoca o promueve la realización de
usurpaciones de inmuebles de propiedad pública o privada.

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l|?lií||iií© í&s^€í! # 0 § # •;'|í 'ílí -■ '■' '<' ?* (|í- B '*í' '■íí'
@0}#í^ 0 Í í -S!©‘3 '* s 4I l}t# íl- Sí
©@0 ©€" "í*§í íS' ©
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■gí íÍí | fí®#ít#í^l#' f:í®í^ 0ííg!&-»©®íií4f

lllíi:
i l i ' i-
línlíi' If:-
I. DAÑOS

1. Tipo penal

A rtíc u lo 2 0 5 . - Diaño s im p le

E! que daña, destruye o inutiliza un bien, mueble o inmueble, total o parcialmente


ajeno, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años y con
treinta a sesenta días multa.

2. Comentario
El delito de daños atenta contra el valor económico de la cosa, extin­
guiéndolo o disminuyéndolo, no contra su uso o utilización, aun cuando
por el menoscabo sufrido no pueda ser utilizada por su titular o poseedor^
C r e ü s , respecto al delito de daño, señala lo siguiente: T isa y llanamente el
agente extingue o menoscaba los poderes que el sujeto pasivo puede ejercer
sobre la cosa, por medio de un atentado contra la cosa misma, cuyo valor
económico de cambio o utilitario elimina o reduce”^. En esta misma línea,
se tiene que el delito de daños “ataca la materialidad de las cosas cuando se
altera su naturaleza, forma o calidades”^.

El objeto de la acción típica es la cosa, por lo que su preexistencia debe


acreditarse, tal como se afirma en la ejecutoria del Exp. N.“ 8230-97-Lima'^:
a

Siendo el acta de verificación policial tan'solo un elemento referencial, al no


haber sido realizada con el concurso del Ministerio Público y no habiéndose
acreditado debidamente la preexistencia de ley de los efectos presuntamente
dañados ni el valor denlos mismos, en autos no existen suñcientésdndidos
que acrediten la comisión del ilícito imputado.

N uñez, Ricardo, citado por Buompadre, Jorge E., Derecho penal, t ii, Ciudad de Corrientes:
Mario Viera, 2000, p. 275.
Vid, C reus, Carlos, Derecho penal Parte especial, 6.^ ed., 1 1, Buenos Aires: Astrea, 1998, p. 572.
C reus, Derecho penal Parte especial, ob. cit, p. 573.
Data 30,000. G.J.

m®@
229
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

La legislación nacional lo tiene como un tipo autónomo, a diferencia del


CP chileno, qiíe es un tipo subsidiario en relación con el delito de estragos
(art, 480 del GP chileno), el cual establece que son daños de gran magnitud
causados por medios de elevado poder destructivo^

El tipo objetivo del art. 205 del CP establece varias conductas, propia­
mente, la primera es el daño, que en el contexto de los otros comportamientos
típicos debe entenderse como un menoscabo parcial del bien mueble o in­
mueble. La otra conducta es la destrucción o desaparición del bien. Además,
se reprime si el agente inutiliza el bien, lo cuál, para N ü ñ ez , implica privar a
la cosa de la aptitud* que posee. Como ejemplo podemos señalar el caso de
un automóvil al que se le afecta el motor intencionalmente.

Se contemplan acciones omisivas en este delito, tal como los ejemplos de


la doctrina: dejar de dar de comer al animal o de regar los vegetales cuando el
agente tenía obligación de hacerlo^. En estos casos podemos establecer que
el sujeto activo se encuentra en posición de garante, y para que se consuma
debe existir un perjuicio real como resultado del acto omisivo. . ..-.I

La titularidad del bien objeto de la acción típica es total o parcialmente


ajeno. De allí que si el agente daña la cosa de su propiedad es atípica por falta
de sujeto pasivo. Esta apreciación se afirma en el R. N. N.° 727-2004-Santa^:
i » : v -a
Si bien en autos se ha establecido que fue el procesado quien cerró las puertas
del inmueble con candados, no se ha acreditado de manera concreta que sea
el autor de los daños ocasionados a consecuencia de la inundación origina­ . . a
da en dicho inmueble, habida cuenta que como resultado de estos sucesos
también fueron dañados bienes del propio encausado, consecuentemente se I;
"k;':
advierte la inexistencia del elemento subjetivo en la conducta desarrollada
por el procesado, por lo que corresponde absolverlo de los cargos instruidos.

En la ejecutoria los jueces supremos hacen una inferencia para determi­ I


nar la falta de dolo, pues en el suceso se produjeron daños en su propiedad.
'i

Cfr. E tcheberry, Alfredo, Derecho penal Parte especial, t. ni, 3.“ ed., Santiago de Chile: 1999, p.
476.
E tcheberry, Derecho penal Parte especial ob. cit., p. 276.
C reus, Derecho penal Parte especial, ob. cit., p. 574. t
C astillo A lva, 1.1, p. 454,

©®® f
230
C a p í t u l o IX ¡ daños

El dolo se aprecia con mayor claridad en la ejecutoria superior Exp, N.“


277 - 9 8-Lima: '"Se halla acreditado el delito y la responsabilidad penal del
procesado; quien c^ecidió dañar el vehículo del agraviado al apreciar que su
automóvil había resultado con mayores deterioros a raíz del accidente vial
que ambos habían protagonizado”^

Respecto a la tipicidad objetiva y la subjetiva en la ejecutoria superior


Exp. N.'’ 7968-97"Lima^^ se sostiene lo siguiente:

El delito de daños se configura cuando el agente activo tiene la intención de


. dañar en forma total o parcial un bien, sea este mueble o inmueble, incluyendo
a los semovientes, operándose un menoscabo económico en el agraviado que
no produce beneficio alguno al agente activo, es decir, se aparta de cualquier
propósito de lucro.

El lucro no está previsto como elemento trascendente en el daño ni


distinta motivación.

3. Derecho comparado
3.1. Argentina

Artículo 183." Será reprimido con prisión de quince días a un año, el que
destruyere, inutilizare, hiciere desaparecer o de cualquier modo dañare una
cosa mueble o inmueble o un anima!, total o parcialmente ajeno, siempre que
el hecho no constituya otro delito más severamente penado.
En la misma pena incurrirá el que alterare, destruyere o inutilizare datos,
documentos, programas o sistemas informáticos; o vendiere, distribuyere,
hiciere circular o introdujere en un sistema informático, cualquier programa
destinado a causar daños.

Artículo 184.- La pena será de tres (3) meses a cuatro (4) años de prisión, si
mediare cualquiera de las circunstancias siguientes:
1. Ejecutar el hecho con el fin de impedir el libre ejercicio de la autoridad
o en venganza de s ñ | determinaciones.
2. Producir infección o contagio en aves u otros animales domésticos.
3. Emplear substancias venenosas o corrosivas.
4. Cometer el delito en despoblado y en banda.

9 Data 30,000. GJ.


10 Data 30,000. G.J.

»««
231
VÍCTOR JiM M Y A r e u l ú M a r t í n e z | D e r e c h o penal. Parte e s p e c ia l / Los D e l it o s c o n t r a e l p a t r im o m o

5. Ejecutarlo en archivos, registros, bibliotecas, museos o en puentes,


camiitós, paseos u otros bienes de uso público; o en tumbas, signos
conmemorativos, monumentos, estatuas, cuadros u otros objetos de
arte cplocados en edificios o lugares públicos; o en datos, documentos,
programas o sistemas informáticos públicos.
6. Ejecutarlo en sistemas informáticos destinados a la prestación de servi­
cios de salud, de comunicaciones, de provisión o transporte de energía,
de medios de transporte u otro servido público.

3.2. Guatemala

Artículo 278. Quien, de propósito, destruyere, inutilizare, hiciere desapare­


cer o de cualquier modo deteriorare, parcial o totalmente, un bien de ajena
pertenencia será sancionado con prisión de seis meses a dos años y multa de
doscientos a dos mil quetzales,

3.3, Bolivia

Artículo 357.- El que de cualquier modo deteriorare, destruyere, inutilizare,


hiciere desaparecer o dañare cosa ajena, incurrirá en la pena de reclusión de
un mes a un año y multa hasta de sesenta días,

4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 314. Daño


El que daña, destruye, inutiliza o desaparece un bien, mueble o inmueble,
total o parcialmente ajeno, es reprimido con pena privativa de libertad no
menor de dos ni mayor de tres años o con pena de prestación de servicios
a la comunidad de cincuenta y dos a ciento cuatro jornadas y con treinta a
sesenta días multa

II. FORMAS AGRAVADAS DE DAÑO <

1. Tipo penal

La pena para e! delito previsto en el art. 205 será privativa de libertad no menor de
uno ni mayor de seis años cuando:
1. Es ejecutado en bienes de valor científico, artístico, histórico o cultura!, siempre
que por el lugar en que se encuentren estén librados a la confianza pública o
destinados a! servicio, a la utilidad o a la reverencia de un número indeterminado
de personas.

® 4 ®

232
C a p í t u l o iX ¡ daños

2. Recae sobtje medios o vías de comunicación, diques o canales o instalaciones


destinadas ai servicio público.
3. La acción es ejecutada empleando violencia o am enaza contra las personas, ,
4 Causa destrucción de plantaciones o muerte de animales,
5. Es efectuado en bienes cuya entrega haya sido ordenada judicialniente.
6. Recae sobre infraestructura o instalaciones de transporte de uso público, de
■sus equipos o elementos de seguridad, o de prestación de servicios públicos de
saneamientOí electricidad, gas o telecomunicaciones". [Incorporado por la Ley
N.'* 29583, publicada el 18 de septiembre del 2010].

2. Comentario

2.1. Análisis de las agravantes


Las formas agravadas, comprendidas en el art. 206, comprenden seis
supuestos, del cual se van a derivar, conforme a la naturaleza del bien afec­
tado, el grado de lesividad que permiten que el legislador haya sancionado
rV'i’ívú;';'.
con penas más altas.

El art. 206.1 del CP establece com o agravante, por ejemplo, cuando la


acción delictiva tiene como objeto de la acción bienes de valor científico,
artístico, histórico o cultural El tipo le agrega una situación de contexto que
debe darse para que opere la agravante, y es que los bienes se encuentren, por
ejemplo, librados a la confianza pública, cuya definición la podemos encontrar
en la jurisprudencia argentina de la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación
Penal (Causa N.'’ 8248):

Los bienes de uso público están destinados a ser usados y gozados por la
comunidad en su conjunto, aunque sea en periodos reglamentariamente
establecidos (cfr. de esta Sala IV: Causa 2777 "Marinaro, Miguel Ángel
s/ recurso de casación”, Reg. N7 3825.4, rta. el 20/12/01); esta circunstan­
cia es la que determina que se encuentren librados a la confianza pública.
Es decir, aquellos bienes destinados al uso de la comunidad toda resultan
,. ...... objeto de mayor res^ardo penal, pues su mantenimiento y buen estado se
relacionan directamente con la actitud que ante ellos tengan los miembi os
de esa comunidad^ L

Los bienes librados a la confianza pública son aquellos que son gozados
por la comunidad, y no solo de una persona. Los bienes afectados tienen tras-

11 Recuperado de <https,7/bit.ly/2FufAPi>. Fecha de consulta: 3 1 de mayo del 2016,

»#«
233
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONíO

cendeocia social, lo que supone que pueden destinarse al servicio, utilidad o


la reverencia, entiéndase respeto, de un número indeterminado de personas.
Por la naturalei^a de estos bienes, el sujeto pasivo es la sociedad.

En la lógica anterior, una agravante es cuando los bienes son medios o


vías de comunicación, diques o canales o instalaciones destinadas al servicio
público. La destrucción de estos genera un impacto en la comunidad muy con­
creta, pues, si se daña una vía de comunicación, se cortará el desplazamiento
de personas y mercancías provocando caos o crisis del mercado. Lo mismo
cuando se trata de diques para reserva de agua o canales que se utilizan para
predios agrícolas.

Si bien el agente tiene como objeto de la acción a la cosa, como medio


comisivo para la destrucción deí bien emplea la vis absoluta o vis compulsiva en
contra de las personas, tornándolo en un delito pluriofensivo.

La destrucción dolosa de bienes que como efecto cause la destrucción


de plantaciones o de animales configura otra agravante. Esta delimitación es
necesaria, toda vez que en la hipótesis fáctica del a rt 206-A del CP se sanciona
el comportamiento de crueldad hacia animales que provoca su muerte, en­
tendiéndose que en este caso el objeto de la acción es directamente el animal.
También como objeto de la acción típica son las plantaciones. Para ilustrar esta
agravante tenemos la ejecutoria superior del Exp. N."*00087-2011-0-1001 -SP-
PE-01"Cusco^^ la cual versó sobre el siguiente hecho:

[E]l día 20 de enero del 2009, siendo aproximadamente las 17 horas, el


imputado Manuel Federico Rodríguez Vereau, luego de haber alquilado los
servicios de una maquinaria pesada con el objeto de realizar trabajos en su
propiedad, ubicada en la Comunidad de Chuqui, dispuso que la persona que
había contratado con ese objeto, ingrese con la maquinaria pesada por los
terrenos de propiedad de Donata Conde Mendoza ai realizar los trabajos,
la maquinaria pesada produjo daños en las plantaciones de durazno que se
encontraban en el terreno de la agraviada [...], se destruyeron cinco árboles
de durazno que se enc6ntraban en plena producción, en esas circunstancias,
luego de producido el conflicto, las partes llegaron a un acuerdo para el pago
de la suma de 250 nuevos soles a razón de 50 nuevos soles por cada planta
de durazno, en dicho acto el imputado entregó la suma de 50 nuevos soles
quedando un saldo de 200 nuevos soles que no fueron cancelados por parte
del obligado.

12 Exp, N.’ 00087-2011-0-W01-SP~PE~0} Cusco, Lima: 14 de junio del 2011.

^ ® ®

234
CAPÍTULO IX Da ño s

La conducta fue tipificada en el a rt 205 y 206,4 del CP, haciendo el Tri­


bunal el siguiente ahálisis:

Se ha probado, que el día 20 de enero del dos mil nueve, siendo aproximada­
mente las cinco de la tarde, el imputado Manuel Federico Rodríguez Vereau
ordenó al operador de la maquina pesada que había contratado para efectuar
trabajos en su terreno, ingresar utilizando la máquina, sin ningún consenti­
miento por parte de sus propietarios al predio de la agraviada Donata Conde
Mendoza. Este hecho está demostrado con las declaraciones tanto de la parte
agraviada como de los testigos que declararon en juicio [...]. Se ha probado
Wf' que, a causa del ingreso de facto ai terreno de la agraviada con la maquinaria
pesada, se produjo daños en cinco plantas de durazno que se encontraban
en plena producción. Este hecho está demostrado con las declaraciones de
^íAv- los protagonistas de los hechos Se ha probado que los daños producidos
; en las plantas de durazno ocasionaron un desmedro económico avaluado en
nueve mil ochocientos nuevos soles, tal conforme se desprende dei informe
de valoración de daños evacuado por los técnicos del Ministerio de Agri­
cultura, que corre en la carpeta fiscal Se ha probado que, luego de haber
producido los daños en las plantaciones de durazno, el imputado pretendió
arreglar el problema comprometiéndose a pagar la suma de doscientos cin­
cuenta nuevos soles, sin embargo, solo pagó la suma de cincuenta nuevos
soles. Así lo demuestra el documento fechado el 28 de enero del 2008 que en
copia certificada corre a fojas 13 de la carpeta fiscal, documento que no ha
sido negado por el sentenciado En este contexto, no se ha probado que
I I el sentenciado Rodríguez Vereau hubiera ingresado al predio dé la agraviada
con autorización expresa de su cónyuge César Aguirre, la declaración dei
maquinista Locumber Quispe que dejaría entrever este hecho no armoniza
con las distintas versiones que dio el sentenciado en el interrogatorio para
justificar su conducta, tal conforme lo hizo constar la señora juez en la
sentencia apelada. Valoración probatoria que no ha sido desacreditada pol­
la defensa técnica de procesado Rodríguez Vereau. En suma, se ha probado
que el sentenciado rnaterializó esta conducta de manera dolosa, a sabiendas
que su actuar iba a originar el daño a las plantaciones.

En este caso que podríamos denominar 'TI durazno”, por la narración


realizada en la sentencia, tenemos que si bien se acreditó la destrucción de
plantas por las maquinarias que habían estado haciendo trabajos en el predio
•*5' . ■ .
del sentenciado y que iñgrésañoíi siil autorización al terreno de la agraviada,
en cuanto a la tipicidad subjetiva, el tribunal cuando señala el "a sabiendas”
(no contemplado por el tipo) han construido un dolo de carácter eventual

Los litigios judiciales pueden generar mandatos como las medidas cau­
telares en su modalidad de desposesión para ser trasladados temporalmente

« ®e
235
VÍCTOR JIM M Y ARBULÜ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA a PATRIMONIO

a depositarios autorizados. En este caso^ quien debe entregar los bienes do­
losamente con el fin de negarse a trasladar la cosa procede a destruirla. Esto
puede darsé también en la ejecución de la sentencia que ordene la entrega de
bienes a un^tercero y el tenedor procede a destruirlos para evitar el traslado
de dominio. Lo relevante —en este caso— no solo es el dolo del agente para
destruir el bien, sino por este medio desacatar deliberadamente el mandato
judicial

La última agravante del delito de daños está referida a la conducta que


ataca la infraestructura, como edificios, puentes, o instalaciones de transporte
de uso público como pistas y carreteras. Así como también a los equipos o
elementos de seguridad de la infraestructura; y las edificaciones que tienen la
finalidad de la prestación de servicios públicos de saneamiento, electricidad,
gas o telecomunicaciones. Lo central de estos bienes es que son de naturaleza
pública, y su daño causa impacto social

3. Derecho comparado

3.1. Guatem ala

Artículo 279.- Es daño específicamente agravado y será sancionado con una I®


tercera parte más de la pena a que se refiere el artículo anterior: 1. Cuando
recayere en ruinas o monumentos históricos, o si fuere ejecutado en bienes
de valor científico, artístico o cultural 2. Cuando el daño se hiciere en ins­
talaciones militares, puentes, caminos o en otros bienes de uso público o
comunal. 3. Cuando en su comisión se emplearen sustancias inñamables,
explosivas, venenosas o corrosivas.

3.2. Bolivia

A rt 358.- (Daño calificado). La sanción será de privación de libertad de uno


a seis años:
1. Cuando el daño recayere sobre medios o vías de comunicación o de
tránsíf ó,"sobre puentes o canales, sobre plantas de productos o conductos
de agua, electricidad o de substancias energéticas.
2. Cuando se cometiere en despoblado y en banda o cuadrilla, o con vio­
lencia en las personas o amenazas graves.
3. Cuando recayere en cosas de valor artístico, arqueológico, científico,
histórico, religioso, militar o económico.
Cuáñdo Se realizare mediante incen^lio, destrucción o deterioro de
documentos de valor estimable.

® ® ®

236
CAPÍTULO IX DAÑOS


5. Cuando; se produjere la destrucción de bosques, selvas, pastos, mieses,
i o cultivos, o el hecho recayere en animales de raza.
i

lii
■ 4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal
ÍV;'\v-.V-.

vi ^urtículo 315. Formas agravadas de daños


LL--
Ek el caso del artículo 314, independientemente del valor del bien, la pena
3;^ privativa de libertad es no menor de tres ni mayor de seis años si;
a. La acción recae sobre medios o vías de comunicación, diques o canales,
o instalaciones destinadas al servicio público.
b. La acción es ejecutada empleando violencia o amenaza contra las per­
sonas.
í c. La acción causa destrucción de plantaciones o muerte de animales.
d. El ilícito es efectuado en bienes cuya entrega haya sido ordenada judi-
-•■Í“ ; ciaimente.
e. La conducta recae sobre infraestructura o instalaciones de transporte de
uso público, de sus equipos o elementos de seguridad, o sobre bienes de
prestación de servicios públicos de saneamiento, electricidad, telecomu­
nicaciones o de gas, petróleo crudo u otros hidrocarburos, así como sobre
ÍV'í-.V‘,'.' bienes que forman parte de la infraestructura, instalaciones o medios de
transporte de petróleo crudo, sus derivados u otros hidrocarburos.

ÍIL ABANDONO Y ACTOS DE CRUELDAD CONTRA ANIMALES


DOMÉSTICOS Y SILVESTRES
;’-'íí íE;-'
L Tipo penal

El que comete actos de crueldad contra un animal dom éstico o un animal silvestre,
o ios abandona, es reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años,
a con cien a ciento ochenta días multa y con inhabilitación de conform idad con e!
numeral 13 del artículo 36.

i£ Si com o consecuencia de estos actos'de crueldad o del abandono el animal do­


m éstico o silvestre muere, la pena es privativa de libertad no menor de tres ni mayor
de cinco años, con ciento cincuenta a trescientos sesenta días multa y con inhabi­
litación de conform idad con el numeral 13 del artículo 36. [Delito incorporado por la
■ley 30407, publicácla el 8 de enero del 2016].

i 2, Comentario
El antecedente de los actos de crueldad de animales estuvo incorporado
en el CP como faltas, su redacción era la siguiente:

9 ® 9
■: "r
237
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMOmo

Artículo 450-A.- El que comete actos de crueldad contra un animal, lo somete


a trabajos manifiestamente excesivos o lo maltrata, será sancionado hasta
con sesenta días multa. Si el animal muriera a consecuencia de los maltratos
sufridos,! la pena será de ciento veinte a trescientos sesenta días multa. El
juez podrá en estos casos prohibir al infractor la tenencia de animales bajo
cualquier modalidad^l

En el proyecto de ley del nuevo CP también está como falta en el art. 642,

La descripción objetiva como falta en el derogado art. 450-A era que se


sancionaba al agente que hubiese realizado actos crueles contra un animal,
o les había sometido a trabajos excesivos, lo que debía entenderse como ani­
males de carga. La sanción aplicable era pena de multa, y si el animal moría
en una suerte de preterintencionalidad, la sanción se elevaba hasta 320 días
multa. Por último, se fijaba como sanción adicional que el infractor dejara de
tener en su dominio al animal. En el derecho comparado tenemos el caso de
Guatemala, en la que esta infracción es considerada como falta (art. 490 del
CP). En este caso la falta no solo se produce cuando se produce el trato cruel,
sino cuando el agente molesta al animal o le da carga excesiva.

La tipificación de actos de crueldad contra animales como delito fluye


de la Ley N."" 30407, la cual fija el principio de protección y bienestar animal
(art, 1,1) por el cual el Estado establece las condiciones necesarias para brindar
protección a las especies de animales vertebrados domésticos o sÜvestres y
para reconocerlos como animales sensibles, pues se estima que merecen gozar
de buen trato por parte de los seres humanos y vivir en armonía con su medio
ambiente. Las corridas de toros o peleas de animales no se condicen con este
principio, pues se alega para su permanencia que es una tradición o costumbre.

La referida norma también establece principios adicionales que son nece­


sarios para interpretar el tipo penaf, como el de protección de la biodiversidad
(art. 1.2), asegurando la conservación de las especies de fauna silvestre y sus
hábitats; el principio de colaboración integral y de responsabilidad de la so­
ciedad (art. 1.3), la cuaf implica que tahto las autoridades como las personas
naturales o jurídicas; propietarios o responsables de los animales coordinan y
actúan para la protección de los animales. El principio de armonización con el
derecho internacional obliga a que el Estado fije sus políticas en concordancia

13 Fue incorporado por la Ley N.° 27265, publicada el 22 de mayo del 2000.

® ® ®

238
Ca p ít u l o íx daños

con las convenciones o tratados internacionales; y el principio precautorio,


por el cual el Estádo tiene la facultad de realizar acciones y emitir normas
inmediatas y eficapes cuando se tenga indicios de que algún acto pueda lesionar
a los animales. Este principio tiene su antecedente en la Declaración de Río
sobre Medio Ambiente y Desarrollo de 1992, la cual en la directriz 15 indica
que tiene como fin proteger el medio ambiente. Los Estados deben aplicar
ampliamente el criterio de precaución de acuerdo con sus capacidades cuando
haya peligro de daño grave o irreversible. Ha sido recogido en el art. 3.3 de
la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y el art.
130 R"2 del Tratado de Maastricht^^.

Por la ubicación sistemática, tenemos que los animales son asimilados


a bienes muebles que serían el bien tutelado jurídicamente; sin embargo, a
diferencia de la cosa inanimada, tenemos que los animales son de una na­
turaleza especial, pues estos son seres vivos, animados, sensibles, cercanos
al ser humano, y muy estimados por estos. Es de recalcar el aprecio por los
animales domésticos, que en algunos casos pasan a formar parte de la familia.
Por ejemplo, se recuerda el caso de usurpación y sustracción de bienes en los
que la agraviada reclamaba, en terminación anticipada, que le fuera restituido
un canino que desapareció en el acto de usurpación, por lo que la defensa del
imputado ofreció la restitución por otro animal de la misma raza, lo que fue
rechazado por la agraviada. Felizmente apareció el animal y pudo ser restituido
al dominio de la víctima.

Desde la tipicidad objetiva se reprime a quien comete actos de crueldad,


definido como aquel acto que produce dolor, sufrimiento, lesiones o muerte
de un animal que puede ser d o m é s t i c o c o n ios que se mantiene un vínculo
afectivo, Uamado también de compañía, a diferencia del animal silvestre que
vive en su hábitat natural y que, sin embargo, es objeto de tutela.

El agente también puede abandonarlos, poniendo en peligro la vida


de los animales, por lo que estamos aqte un tipo de peligro en este caso. La
^V.

sanción es pena privativa de libertad no mayor de tres años, con cien a ciento
ochenta días multa y con inhabilitación, de conformidad con el numeral 13

14 Vid. recuperado de <http$://bitJy/2FA9DkQ,>. Fecha de consulta: 15 de marzo del 2016.


15 "Animal amansado", como se le identifica en el CP español.

900
239
íSiíÍÉiív
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

del art. 36, esto es, que si tuviese la tenencia del animal, esta lé sería retirada.
Asimismo, sé requiere que el agente actúe de manera dolosa.

El animál doméstico y silvestre puede morir a causa de los maltratos, por


lo que este resultado va más allá de la intención, el agente responde por este
resultado con pena privativa de libertad entre tres a cinco años, y con 150 a
360 días multa. Hay que tener en consideración que se ha estimado de mayor
valor estos bienes, pues las penas son más altas con relación al derecho com­ vi
parado, como es el caso del italiano, el cual sanciona con penas pecuniarias
(art, 727 del CP italiano).
&1'.

3. Derecho comparado

3.L Guatemala

Faltas
Artículo 490. Quien cometiere actos de crueldad contra los animales o sin
necesidad los molestare, o los hiciere tirar o llevar una carga evidentemente
excesiva, será sancionado con arresto de cinco a veinte días.

3.2. Chile

Art. 291 bis. - El que cometiere actos de maltrato o crueldad con animales
será castigado con la pena de presidio menor en sus grados mínimo a medio y
multa de dos a treinta unidades tributarías mensuales, o solo con esta última.

3.3. España

Artículo 337.- El que por cualquier medio o procedimiento maltrate injus­


tificadamente a un animal doméstico o amansado, causándole la muerte o
lesiones que menoscaben gravemente su salud, será castigado con la pena de
tres meses a un año de prisión e inhabilitación especial de uno a tres años para
el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales.

3.4. Italia

Art. 727. Maltrattamento di animal!


Chiunque incrudelisce verso animali o senza necessitá li sottopone a eccessive
fatiche o a torture, owero li adopera in lavpri ai quali non siano adatti per
malattia o per etá, é punito con l ammenda da lire ventimila a seicentomila (1).

® ®

240
C a p ít u l o íx daños

Alia stessa pena soggiace chi, anche per solo fine sdentiñco o didattico, in
un luogo pubhlico o apertp al pubblico, sottopone animaíi vivi a esperiraenti
taii da destare ribrezzo.
La pena é autnentata, se gli animali sono adoperati in giuochi o spettacoli
pubblici, i qüali importino strazio o sevizie,
Nel caso preveduto dalla prima parte di questo articolo, se il colpevole é un
conducente di animali, la condanna importa la sospensione dell esercizio
dei mestiere, quando si tratta di un contrawentore abituale o professionale.

4, Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 317, Abandono y acto de crueldad contra animales domésticos y


silvestres
El que abandona en circunstancias de peligro de muerte o inminente daño a
su salud, a un animal doméstico o silvestre o comete acto de crueldad contra
cualquiera de ellos, es reprimido con pena privativa de libertad no menor de
dos ni mayor de cuatro años o con prestación de servicios a la comunidad
de ochenta a doscientas jornadas y con inhabilitación de conformidad con
el literal p del artículo 38.
Si como consecuencia del acto de crueldad o de abandono, el animal domés­
tico o silvestre muere y el agente pudo prever ese resultado, la pena privativa
de libertad es no menor de tres ni mayor de cinco años, de ciento cincuenta
a trecientos sesenta días multa y de inhabilitación de conformidad con el
literal p del artículo 38.

IV. PRODUCCION O VENTA DE ALIMENTOS EN MAL ESTADO PARA


LOS ANIMALES

1. Tipo penal

Artícuío 207.- Producción o yehta de áíimentp en mal estado para los animales
Et que produce o vende alimentos, preservantes, aditivos y m ezclas para consum o
animal, falsificados, corrom pidos o dañados, cuyo consum o genere peligro para la
vida, la salud o la integridad física de ios animales, será reprimido con pena privativa
dej.ibertad no mayor d^ un año y con treinta a cien días multa.

2. Comentario
i;;.;..;; .

La criminaiización de productos para alimentación o consumo animal,


desde su relevancia, es cuestionada en la doctrina, pues si bien —como se
reconoce en un país de informalidad— se tiende a falsificar productos, no se

e ®»
241
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

justifica la inclusión de este tipo penaP^. La sobreabundancia de conductas


delictivas^ en contra del principio de intervención mínima, son la muestra del
populismo demuestro legislador, de allí que en el futuro CP, desde una base
casuística, debería descriminalizarse el presente tipo penal, o de pronto darse
la sanción penal si es que hay un resultado lesivo para el animal.

Desde la perspectiva objetiva, el delito posee diversas modalidades. En


principio, se reprime al agente que produce:
— Alimentos que deben sostener a los animales.
— Preservantes que permiten ampliar la vida útil de los alimentos, pues
retrasan la descomposición o putrefacción.
— Aditivos como refuerzo de la alimentación, por ejemplo, la sal.
— Mezclas de alimentos para consumo animal.

El sujeto activo no produce, pero sí se dedica a la venta de alimentos,


preservantes, aditivos y mezclas.

Estos insumos deben ser falsificados^^ o adulterados, corrompidos o de­


teriorados, cambiados en sus elementos constitutivos, o dañados, arruinados,
que son los que se encuenixan en estado de descomposición'*.

El animal, que es el objeto de la acción de daños, debe consumir y generar


peligro para su vida, salud o integridad, por lo que es innecesario el resultado
perjudicial para que se consume el tipo. Basta el peligro potencial.

La norma está dirigida a quienes se dedican a desarrollar la industria para


la alimentación de animales, desde domésticos, y también para animales de
consumo para humanos.

El objeto de la acción es el animál que materializa el bien jurídico que


se tutela, que es el patrimonio, en su expresión concreta, un bien mueble de
naturaleza especial. A ^iferenda del árt. 207 del CP, podemos apreciar que

16 Cfr. Peña-Cabrera Freyre, Alonso Raúl, Delitos contra el patrimonio. Derecho penal. Parte especial,
p.523.
17 Para P eña-C abrera F reyre, serán aquellos productos cuyo contenido no coincide con la
información que se ofrece al público. Vid. P eña -C abrera Freyre, Delitos contra el patrimonio.
Derecho penal Parte especial, ob. cit., p. 524.
18 W .,p.525.

^ ® ®

242
CAPÍTULO IX 1 Da ñ o s

en la propuesta de modificatoria del CP de 1991 (art. 313) se amplía el objeto


de tutela a la flora que pudiese ser afectada por alimentos adulterados, co­
rrompidos o falsi|icados.

En el ámbito subjetivo es un tipo doloso, que se consume cuando el


animal ingiere los alimentos falsificados o corrompidos. No es necesario el
resultado, sino que se ponga en peligro la integridad de los animales, de allí
qu e no se admita la tentativa.

3, Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 316. Producción o venta de alimentos en mal estado que genere


peligro para ñora o fauna
El que produce, distribuye o vende alimentos, preservantes, aditivos, mezclas
iP para consumo animal o cultivo de plantas, falsificados, corrompidos d daña­
dos, cuyo consumo o uso genere peligro para la ñora o fauna es reprimido con
pena de prestación de servicios a la comunidad de cincuenta y dos a ciento
cuatro jornadas y con treinta a cien días multa.

»«»
243
-:m v)r-r---'
DELITOS INFORMÁTICOS

1. Comentario
ii
El legislador, respecto de la tipificación de los delitos informáticos, ha
seguido un camino sinuoso y tortuoso, pues en principio se incorporó en el
CP para luego retirarlos y ampliarlos en una ley especial.

Ll. Alcances doctrinarios


O campo Duque sostiene, respecto de los crímenes por computadora, que
"es toda conducta típica, antijurídica y culpable, realizada a través del hardware
y/o software o contra el computador y/o programa, siempre en perjuicio de
una persona''^ Parte de un enfoque tripartito del delito.

Para Correa, es "la conducta ilegal, no ética, o no autorizada que invo­


lucra el procesamiento automático de datos y/o la trasmisión de datos"?
Esta es una definición heterodoxa porque incluye el elemento de eticidad que
diferencia al principio de legalidad.

CoRCpY Bidasolo afirma, sobre la criminalidad por computador, que


“debería abarcar todos los actos antijurídicos según la ley penal vigente o
penalizables de legeferenda, con la utilización de un equipo de procesamiento
de datos”^. De legeferenda porque cuando desarrolló su concepción no estaba
aún incorporado los delitos informáticos en la legislación española.

O campo Duque, Marcela y Darío H ernández Salamé, Derecho e informdticoSj Bogotá:


Pontificia Universidad Javeriana, 1987, p. 234.
C orrea, Carlos; Susana C zar; Félix N azar e Hilda Batto, Derecho informático, Buenos Aires:
Depalma, 1989, p. 29. ^
CoRcoY Bidasolo, Mirentxu yJ ubert Ujala Joshi, "Delitos contra el patrimonio cometidos por
medios informáticos”, en Revista Jurídica de Catalunya, n.'’ 3, Barcelona: 1988, p, 135,

tt # ft
247
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPEGAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

T ávara describe este delito como "la realización de una acción que, re­
uniendo las cáracterísticas que delimitan el concepto de delito, sea llevado a
cabo utilizando un elemento informático o vulnerando los derechos del titular
de un elemento informático, ya sea hardw are o software'"'^.

En el proyecto de Ley Orgánica del CP español se sostenía que el delito


informático es:

La realización de una acción que, reuniendo las características que delimitan


el concepto de delito, sea llevado a cabo utilizando un elemento informático
o telemático contra los derechos y libertades de los ciudadanos definidos en
el Título Prim ero de la Constitución Española^.

En México, cuando se ha reflexionado sobre los delitos informáticos, se


ha pretendido asimilar a los delitos informáticos diversos tipos que actual­
mente regula el CP mexicano. T éllez Valdés es claro al señalar lo siguiente:

[N]o se debe olvidar que en materia penal no es aplicable la analogía, sino que
el delito debe estar perfectamente tipificado en un ordenam iento legal, según
■:
se desprende del art. 14 constitucional. Aspectos tales como la integridad y
seguridad alrededor de los sistemas de cómputo, son aspectos no suficien­
temente desarrollados, cuyas consecuencias no se detienen en lo técnico o
en lo económico, incidiendo, de m anera cada vez más acentuada, en aquello
que aparentemente no tenía relación; lo legaP.

T éllez Valdés utiliza dos criterios para la definición del delito infor­
mático:
L Como instrumento o medio (se tienen a las conductas criminales
que se valen de las computadoras como método, medio en la comi­
sión del ilícito).

Fernández Calvo, Rafael, "El tratamiento del llamado 'delito informático' en el proyecto de
ley orgánica de Código Penal; refl^Áidftes y propuestas de la CLI (Comisión de Libertades é
Informática", en lí Congreso Internacional de Informática y Derecho, Mérida: 24 al 28 de abril
de 1995, p. 4.
Fernández Calvo, "El tratamiento del llamado 'delito informático' en el proyecto de ley
orgánica de Código Penal: reflexiones y propuestas de ía CLI (Comisión de Libertades e
informática, en II Congreso Internacional de Informática^ Derecho, art. cit, p. 3.
T éllez Valdés,Julio, "Los delitos informáticos. Situación en México", en//Congreso Internacional
de Informática y Derecho, Mérida: 24 al 28 de abril de 1995, p. 2.

®®©
248
Ca p ít u l o X D e l it o s in f o r m á t ic o s

2. Como fin u objetivo (conductas criminales que van dirigidas en con­


■i
tra de las 'computadoras; accesorios o programas como entidad físi­
ca). I

T iedemann define al delito informático como aquel acto antijurídico


que para su comisión se emplea un sistema automático de procesamiento o
transmisión de datos^.

Bloossiers y Calderón García definen el delito informático de la


siguiente manera:

': Toda acción consciente y voluntaria que provoca un perjuicio a una persona
natural o jurídica sin que necesariamente conlleve a unbeneñdo material para
su autor; o que, por el cpntrario; produce un beneficio ilícito para su autor . ^ .
s aun cuando no perjudique de forma directa o inmediata a la víctima, y en
cuya comisión interviene indispensablemente, de forma activa, dispositivos
normalmente utilizados en las actividades informáticas.

Para nosotros, el delito informático es todo comportamiento típico, anti-


jurídico y culpable realizado a través de sistemas de procesamientos de datos,
contra la información automatizada, siempre en perjuicio de una persona
natural o jurídica. Uno de los signos característicos del delito informático es
que es pluriofensivo, toda vez que puede ir contra el patrimonio, la intimi­
dad, la seguridad pública y la seguridad informática. Esta última puede ser
considerada como un nuevo tipo de bien jurídico, el cual debe ser tutelado
penalmente.

1.2. Objeto del delito informático


La doctrina ha definido las diferencias entre bien jurídico y el objeto de
la acción. Roxin indica que el bien jurídico debe distinguirse del concreto
objeto de la acción. Así, por ejemplo:
í
En lá falsedad docuin^ntal el bien jurídico protegido es la pureza del . . . . ,
tráfico probatorio, pero el objeto de la acción es el documento falsificado en
el caso concreto. EÍ objeto de la acción en el hurto es la cosa ajena sustraída,
y el jurídico protegido, la propiedad y la posesión. A veces parecen coincidir
el objeto de la acción y del bien jurídico, como en los delitos de homicidio,

7 Blossíers M azzini, Juan José y Silvia C alderón G arcía, Los delitos informáticos en la banca,
Lima: Rao, 2000, p. 33.

0#o
249
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

en que la vida humana es tanto el objeto de la agresión como el bien jurídico


protegido. Pe^o esto solo es así aparentemente, pues el objeto de la acción es
la persona concreta, cuya vida individual es agredida, mientras que el bien
jurídico protegido es la vida humana como tal. Bien jurídico, por tanto, es el bien
ideal que se incorpora en el concreto objeto de ataque; y se le lesiona solo cuando
se dañan los respectivos objetos individuales de la acción^

En el delito informático, el objeto de la acción típica es la información, ■ííp


pero no cualquier tipo de información, sino aquellas que revisten las formas
de representaciones codificadas, expresadas en magnitudes físicas variables,
tales como señales típicas, impulsos electromagnéticos, etc., susceptibles de
registro, proceso y transmisión, que ofrecen una vulnerabilidad especial, de»
bido a la facilidad de acceder a ellas y utilizarlas. Y más aún ahora que estando
en caminos a ser una sociedad informatizada; la información trasmitida por
medios magnéticos adquiere una categoría de objeto protegible de la acción
típica y antijurídica.

1.3. Elementos del delito inform ático

1 1 L Tipo objetivo
1. En su accionar, el sujeto activo utiliza la computación como medio
para la realización de la conducta antijurídica.
2. El sujeto activo, consciente o inconscientemente, produce un perjui­
cio en los elementos integrantes del programa informático y en los
í9
datos que estos controlan; en algunos casos al hardware (dispositivos
físicos).
3. En su accionar, el sujeto activo hace uso de la computadora sin la
debida autorización^.

1 3 .2 T ip o s u b je tiv o

El comportamiento del sujeto activo del delito informática es a titula


de dolo. ,

Roxin, Claus, Derecho penal Parte general Tomo I. Fundamentos. La estructura de la teoría del delito,
traducción de la 2.® edición alemana por Diego Manuel Luzón Peña, Miguel Díaz y García
Coniiedo y Javier de Vicente Remesal, Madrid: Civitas, 1997, p. 63.
Leyton Z arate, Oscar, “Derecho penal. Delitos informá'ticos", en Revista Peruana de Derecho de
la Empresa, n.° 32, Lima: 1989, p. 103.

® ®
250
Mil}}

Ca p ít u l o X De l it o s in f o r m á t ic o s

1. Existe una intención dolosa cuando hay un afán de lucrar con la sus­
tracción de programas de computación, así como con los datos que
estos pudieran controlar.
2. También se da el caso de la necesidad compulsiva del sujeto activo
por destruir información o romper sistemas de información, con la
finalidad de demostrar superioridad intelectual ante la comunidad
de usuarios de computadoras.

L4. Sujetos del delito informático

l A L S u je to a c tiv o

1. Operadores que pueden modificar, agregar, eliminar o sustituir in­


formación o programas, copiar archivos para venderlos a competi­
dores. Los programadores que pueden violar o inutilizar controles
protectores del programa, dar información a terceros ajenos a la em­
presa, modificar archivos, acceder a información confidencial,
2. Los analistas de sistemas, quienes comúnmente son los únicos que
conocen la operación de un sistema completo y pueden estar en
complicidad con los programadores, operadores, digitadores. Cual­
quier persona que haga uso de los terminales públicos o quienes in­
tercepten las líneas de transmisión de datos a distancia.
3. Personal involucrado con los sistemas como el personal técnico y de
servicio, los funcionarios, los bibliotecarios, hasta cualquier persona
que tenga acceso a documentos o listados dejados sobre los escrito­
rios que puedan ser vendidos a competidores.

Una lista publicada en los EE. UU. menciona que de 674 “criminales
bancarios” detectados, 120 eran promotores de datos, 32 vicepresidentes y
:• gerentes de operaciones,^ 29 funcionarios de préstamos y 14 presidentes de
■■
bancos. En general, no se dispone de estadísticas sobre estos actos, ya que la
mayoría no se llevan a juicio ni se divulgan. Sin embargo, con lo expuesto
anteriormente se puéde concluir que pueden ser cometidos por personas de
cualquier nivel que tengan acceso a los sistemás^^.

10 T éllez V aldés, "Los delitos informáticos. Situación en México", en II Congreso Internacional de


Informática y Derecho, ob. cit., p. 6.

999
251
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEÜTOS CONTRA E l PATRIMONIO

El autos- del delito informático no es el delincuente, cuyas características


somáticas y antropológicas enunció Lombroso en 1876 en su obra L'unio
delinquente. El delincuente informático se aproxima tal vez al delincuente, al
que SouTHERLAND se refiere en su obra Whxte-collar cñmmality {Cñminalidad
profesional q de cuello blanco), publicada en. 1940.

Dependiendo de la complejidad del delito informático, el nivel de co­


nocimiento de la persona es más alto. Conforme a la sofisticación del delito,
el delincuente posee un grado de conocimiento informático. Por ejemplo,
los creadores de virus tienen conocimientos de los lenguajes de alto nivel
(ensambladores) que les permite desarrollar virus de distinto tipo; mientras ■' .:■]
que a quienes solo les interesa observar —en una suerte de voyerismo infor­
¿I mático— los datos de otros sistemas de información que se especializan en
atravesar complicados sistemas de seguridad.

A. Hackers
i
; A los sujetos del mundo clandestino de la computación se les conoce
como hackers. Según testimonios directos, reconocen que su labor es criminal
íí'
o ilegal, pero hay algunos que realizan actos en contra de sistemas de infor­
mación por un interés netamente intelectual; también están los otros que lo
hacen con fines de lucro. Los hackers casi no tienen semejanzas: son de todos
los niveles económicos, razas, colores y religiones y existen en cualquier
país. Sin embargo, tienen unas características comunes: el comportamiento
obsesivo-compulsivo como el abuso de drogas o alcohol, juegos de azar,
raterías en tiendas, etc. Otros tienen historias de divorcios en sus familias,
elevadísimos índices de inteligencia, malos hábitos de estudio y desconfianza
ante cualquier figura de autoridad.

La mayoría tiene, también, una paranoia inherente y un gusto por lo


romántico, lo que se nota en los curiosos seudónimos que emplean en la
comunidad de hackers. El acceso, víg tnódem, al BBS de internet (banco de
intercambio de datos) permite a los hackers intercambiar códigos fuentes de ios
virus informáticos, existiendo una cooperación criminal en esa red mundial,

1,4.2, Sujeto pasivo


Por lo general, las instituciones del Estado y de las empresas privadas
hacen uso de sistemas computarizados, también personas naturales que po-

252
CAPÍTULO X j DEMTOS INFORMÁTICOS

seen bancos de datos u operan programas de ordenador. En suma, tenemos


la siguiente reiacii5n:

I — Instituciénes financieras o comerciales


— Instituciones del sector público o gubernamental
— Personas naturales o jurídicas
— Instituciones de la defensa nacional y del orden interno

En este punto, es parte del desarrollo del problema del bien jurídico,
que de ser concreto y de ser un interés protegido socialmeñte, será vincula­
do a una persona natural o jurídica, a quienes el sujeto activo afecta con su
comportamiento. En el caso del internet, el tránsito de información puede
ser entorpecido p dañado por la propagación del virus informático. Esto nos
permite proyectarnos en la configuración de un bien jurídico colectivo que
debe ser protegido por el derecho penal y que permite que cualquier persona
pueda salir al frente solicitando tutela a una suerte de derecho de tercera
generación que involucra a la comunidad de la cual forma parte. El bloqueo
de la circulación de la información en internet, donde —como es obvio—
transita todo tipo de información, pero que la sociedad discrimina y separa
aquella de contenido relevante y positivo para el desarrollo social, de aquella
información dañina, puede ser un elemento para construir un bien jurídico
■Sm colectivo, protegido por el derecho penal.
■"á:‘

1.5. Modalidades de criminalidad informática

L 5, L Intrusismo

Es el acceso no autorizado a los sistemás de cómputo, donde se atenta


c

contra la seguridad informática o también contra la intimidad. La jurispru­


dencia norteamericana ha considerado el ingreso de un virus a los sistemas
de información como “agravio de invasión a la intimidad", el cual se aplicó
primero a la intrusión física, y luego se ha extendido a las escuchas telefónicas,
así como la intromisión no autorizada en cuentas bancarias. El requisito de
la intrusión debe ser que el lugar invadido sea privado.

La intimidad es un derecho personal Si un programa ingresa a la compu­


tadora dé tilia persona y no es dañina pero caup molestias, se podría aplicar
la figura de invasión de la intimidad como un derecho personalísimo. El

253
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONíO

problema estaría si se diera para el caso de computadoras de corporaciones,


donde no se adecuaría el derecho a la intimidad, pero sí al caso de secreto o
seguridad inforipática de la empresa.

L5.2. Alteración previa a la creación del programa

Consiste en la alteración de la información, insertando datos, eliminán­


dolos en todos o en parte o colocándolos en lugar distinto. Esto puede hacerlo
el programador del sistema perjudicando al usuario del programa.

1.5,3. D a ñ o s con los "caballos d e Troya"'

Consiste en incorporar instrucciones no autorizadas al programa para que


se ejecuten con el programa infectado. La conducta antijurídica se produce al
momento de la elaboración del programa. En la literatura penal norteamerica­
na se suele citar la figura del 'caballo de Troya'', el cual consiste en introducir
modificaciones en el programa, permitiendo que el sujeto activo del delito se
apropie de pequeñas cantidades de dinero de varios sujetos pasivos.

1.5.4, M a n ip u la c ió n p o s te r io r

La intervención se desarrolla después de elaborado el programa en la fase


mecánica de emisión de datos, es decir, en la impresión, en el video, en el uso
del télex, del facsímil, e incluso del teléfono,

1.5.5, H u r to in fo r m á tic o 'SIS


Consiste en la apropiación de información de sistemas de cómputo para
darle un uso lucrativo o modificar información, de tal forma que se pueda
hurtar el dinero que circula, en el caso de la banca como dinero inmaterial. i
Stanley M ark Rifkin, analista de computadoras, logró sustraer, a finales
de ios años 7Q, unos 714 ^nilones de pesétas ai Security Pacific NationalBanJc.
Desde su casa, con un ordenador, se introdujo por vía telefónica en el cerebro-
de la entidad bancaria, y dio la orden de que se le transfiriera a una cuenta
I
suya en Nueva York la citada cantidad^*•

11 Leyton Zarate, "Derecho penal Delitos informáticos” art. cit. p. 107

• «•
i i
254
C a p ít u l o X d e l it o s in f o r m á t ic o s

1 5 .6 , H u r to con té c n ica ''Salam i"

Consiste en hurtar, de varias cuentas registradas en el computador,


pequeñas cantidaídes de dinero o centavos para luego pasarlas a una cuenta
especial sin que se note la sustracción^^.

1.5.7. F a lsific a c ió n de d a to s

Por medios informáticos se pueden crear documentos que tengan valor


probatorio. En Alemania se da valor probatorios todos los datos expresados
mediante aparatos técnicos como máquinas de fotografías, cajas registradoras,
electrocardiógrafos, cintas magnéticas, microfilms, télex, facsímil, etc.

1.5.8. D e s c u b r im ie n to y r e v e la c ió n d e secreto s

Se presentan dos modalidades:


1. El sujeto del delito es una persona autorizada para acceder al sistema
informático.
2. El sujeto activo accede ilegítimamente al sistema.

Esto tiene que ver con el hurto de información. Las compañías de soft­
ware tienen estipulaciones muy precisas con sus empleados para evitar que
los secretos de sus productos puedan ser conocidos por otras empresas y les
provoque un perjuicio económico.
Ip '
1.5.9. P ir a te r ía in fo r m á tic a

Se produce cuando el infractor, sin autorización, copia un programa y


lo comercializa.

1.5.10. D e s tr u c c ió n d e d a to s

La conducta del act-Or genera la destruccióñí'O lnopératividad de los


programas ejecutables de los sistemas de información (aquellos que tienen
extensión EXE o COM). El comportamiento del sujeto activo daña los datos
que están contenidos en los archivos que pueden tener información en modo

12 O campo Duque y H ernández Salame, Derecho e informáticos, ob. cit, p. 243.

255
VICTOR JlM M V ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

de texto o de gráficos. Quizá este es el daño que más se teme. En el caso de


los archivos DBF de los Sistemas de Gestión de Bases de Datos.
I
L5JL P u e r ta s f a ls a s o tr a s d o o rs

Generalmente; cuando se construyen sistemas se dejan puertas abiertas


para el ingreso por otro camino ai centro de operaciones del software. Estas
solo las conocen los diseñadores. Si son descubiertas por personas ajenas, estos
podrían operar el software y realizar cualquier acción destructiva o perjudicial

L 5.12. S u p e r z a p p in g

Es el uso no autorizado de un programa de utilidad para alterar, copiar,


insertar, o utilizar cualquier forma no permitida de datos almacenados en el
ordenador

Se emplea un programa denominado Superzap, que es una especie de


llave que permite abrir cualquier computadora por más protegida que se en­
cuentre, y es un utilitario que tiene como función ingresar a cualquier sistema II
para recuperarlos cuando estos fallan. Es decir, es un programa de ayuda; sin
embargo, puede ser aprovechado para alterar datos del sistema. Son software
conocidos como "programas de acceso universal”^^.

'■'If
1.6. Delitos y flujos transfronterizos | í;-
La globalización de la información ha permitido romper las fronteras
tradicionales de los países con problemas de adecuación de la legislación de
origen frente a esos cambios. Por ejemplo:

Ub investigador noruego dio a coriocei: información sobre dispositivos de


defensa de la OTAN, vinculados a la seguridad de aquel país y considerados
'secretos de Estado" en é l Declarado culpable por violar la seguridad de su
país, el investigador había obtenido los datos, mediante la consulta directa i
de un banco de datos en ios Estados Unidos, en donde la información era de
libre disponibilidad^^

13 Blossiers M azzini y Calderón García, L os d e lito s in jh r m á tic o s e n la b a n c a , ob. cit., p. 44.


14 C orrea, e t a l , D e re c h o in fo r m á tic o , ob. d t, p. 30.

■® ® ©

256
CAPÍTU ÍO X D EU TO S INFORMÁTICOS

:Í1I 1.7. Delitos informáticos en la legislación nacional


I
De una cosa estamos seguros hasta ahora, y es que la intervención de la
informática ha introducido comportamientos ilícitos que desbordan los tipos
w penales tradicionales. En el Perú, un primer avance de los delitos informáticos
como tales se dio en la tipificación del delito de hurto (descrito en el art. 185),
y que reprime a quien, para obtener provecho, se apodera ilegítimamente de
un bien mueble, total o parcialmente ajeno, sustrayéndolo del lugar donde se
encuentra, y equipara a bien mueble al espectro electromagnético. Mientras
a que el art. 186.3 indica que se agravaba la conducta cuando se utilizaban sis­
temas de transferencia electrónica de fondos, de la telemática en general, o la
violación del empleo de claves secretas; sin embargo, fue objeto de derogatoria
por la Ley N f 30096, publicada el 22 de octubre del 2013.

En el caso del hurto clásico, el sujeto activo se apodera del bien; en el caso
del hurto informático, se apodera de una reproducción, es decir, físicamente
no hay desplazamiento del bien original, sino de su copia.

El bien jurídico que se protege mediante el delito de hurto, como señala


R e y n a A l f a r o , es muy discutido en la doctrina, pues hay algunos que señalan
que la protección se dirige a la posesión, en tanto que otros manifiestan que
se protege la propiedad^Inclinándose porque el bien jurídico tutelado es la
propiedad. En el caso del hurto de espectro electromagnético se tendría que
admitir que el bien al ser reproducido importa una proyección del derecho de
propiedad sobre lo que se ha hurtado. Esta descripción del comportamiento
se acerca, desde el punto de vista patrimonial, a los delitos contra la propiedad
intelectual, más conocida como piratería, con la diferencia de que en esta úl­
tima no solo se afecta el derecho patrimonial, sino el derecho moral, que son
las dos caras de una misma moneda: los derechos intelectuales.
í-

La forma agravada del comportamiento del sujeto activo es el hecho de


utilizar, para la comisión del hurto, sistemas de transferencias electrónicas
de fondos, de la téleriíafica en general, o la violación del empleo de claves se­
cretas. Es decir, que el agravamiento es por el medio empleado para realizar
lÁ; el tipo de hurto.

15 Reyna Alfaro, Luís Miguel, Manual de derecho penal ^económico, Lima; Gaceta Jurídica, 2002, p.
325.

»9«
257
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PA RIE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PAíRIMONíO ■

En la legislación nacional, los delitos informáticos han tenido un cami­


no accidentado. La Ley N.“ 27309 incluyó los delitos informáticos en el CP,
ubicándolos siistemáticamente dentro de los delitos contra el patrimonio. -AiS-
No existió una exposición de motivos para saber cómo el legislador llegó a
esa ubicación, pero el bien jurídico tutelado por el derecho penal —en este
caso— es el patrimonio. Creemos que este bien jurídico, siendo importante,
no abarca los otros bienes jurídicos que —en el fondo—deben tutelar el delito
informático, en coherencia con nuestra definición de delito informático como
un delito pluriofensivo.

Los tipos penales que se introdujeron y que ahora están derogados, pero
que son parte de la génesis de los delitos informáticos, por lo que conside­
ramos necesarios examinarlos, fueron los casos de los arts. 207-A, 207-B,
207-Cy207-D:

Artículo 207-A.“ El que utiliza o ingresa indebidamente a una base de da­


tos, sistema o red de computadoras o cualquier parte de esta, para diseñar,
ejecutar o alterar un esquema u otro similar, o para interferir, interceptar,
acceder o copiar información en tránsito o contenida en una base de datos,
será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con
prestación de servicios comunitarios de cincuenta y dos a ciento cuatro
jornadas.

Bajo la perspectiva de qué bienes jurídicos son afectados, sostenemos que


el bien jurídico en el 207-A del CP era la seguridad informática y que el objeto
es interferir, interceptar o copiar información en tránsito. Se estaba ante un
ingreso indebido a sistemas informáticos para hacer algo nocivo y perjudicial
para el titular del derecho.

En la interpretación del artículo se debía considerar el de la utilización


indebida. En este caso, podemos sostener que el sujeto activo tenía la autori­
zación correspondiente para ingresar al sistema o red y, aprovechándose de
esto, realizaba los actos4añosos de la conducta típica como diseñar, ejecutar ü
alterar un esquema u otro similar.

El ingreso indebido debía entenderse como no autorizado para ingresar a


los sistemas y realizar los actos de la conducta típica.

® ® ©

258
ÍÍVviv^'.V

Ca p ít u l o X d e l it o s in f o r m á t ic o s

El sujeto, autqrizado o no, realizaba los siguientes actos:


I
— Diseñar: qüe se entendía como un acto de planeamiento de hacer algo
que alterára al original.
— Ejecutar: que era el operar el sistema o un programa (dentro del sis­
tema) como un módulo.
— Alterar un esquema: aquí se refería a las pautas del sistema con el que
trabajaba regularmente y se ingresaba a alterarlas, por ejemplo, mo­
dificar el curso de los subsistemas al momento de la ejecución, ope­
rando a la inversa, es decir, alterando su direccionamiento original.

Otras modalidades contempladas en el tipo penal eran:


— Interferencia: concebido como un comportamiento tendiente a alte­
rar el curso de la información que circulaba dentro de un sistema
informático.
^ Interceptación: que era el hecho de frenar la circulación de informa­
ción dentro de los sistemas informáticos.
— Acceso: en esta modalidad se estaba ante una suerte de peligro abs­
tracto, de mera actividad, enlazada siempre a un ingreso no autori­
zado, puesto que el solo hecho de acceder a un sistema no autorizado
podría poner en peligro la propia información automatizada y aten­
tar contra la seguridad informática.

mm — Copia de información en tránsito o contenida en una base de datos: defini­


tivamente si el agente no estaba autorizado para copiar información,
incurría en una de las modalidades de delito informático.

La sanción respecto a estas modalidades era de dos años de pena privativa


de la libertad o con prestación de servicios comunitarios de cincuenta y dos
a ciento cuatro jornadas.

La pena de prestación de servicios a la comunidad puede ser en trabajos


II i gratuitos, que realiza el condenado en centros asisteneiales, escuelas, hos­
pitales, orfanatos, etc. En este caso, se debe aprovechar los conocimientos
de informática de los sujetos activos del delito, a fin de dirigirlos a acciones
|:V
positivas. En Estados Unidos, las empresas más importantes de informática
han tenido que incorporar, por sentencia judicial, la prestación de servicios
a los sujetos que han vulnerado su seguridad informática.

9 ®«
259
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

L8, Modalidad agravada: el lucro


Si el agente’actuaba con el fin de obtener un beneficio económico, era
reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres añx)s o con pres­
tación de servicios comunitarios no menor de ciento cuatro jornadas.

Este párrafo establecía como agravante que el sujeto obtenga un beneficio


económico al realizar ios actos descritos como ingreso indebido a los sistemas
informáticos, ingresos no autorizados.

En cuanto a las sanciones, establecía penas alternativas no mayores de


tres años, como pena privativa de la libertad o servicios comunitarios.

Artículo 207-B.” El que utiliza, ingresa o interfiere indebidamente una base


de datos, sistema, red o programa de computadoras o cualquier parte de
esta con el fin de alterarlos, dañarlos o destruirlos, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de tres ni mayor de cinco años y con setenta
a noventa días multa.

La descripción de la conducta señalada por este artículo era mucho más


clara en la medida que las acciones eran la utilización, ingreso o interferen­
cia indebida con la finalidad de destruir, es decir, provocar daños. Aquí nos
encontrábamos ante un delito de resultado.

Alterar: la modificación de los sistemas.

Daños: se provocaba resultado lesivo contra los sistemas sin destruirlos


totalmente. I;
Destrucción: el sujeto demolía, por así decirlo, la información de los sis­
temas informáticos.

En cuanto a la penalidad, se sanciona a pena de prisión de cinco a siete


anos.

Artículo 207-C.- En los casos de los artículos 207-A y 207-B, la pena será
privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de siete años, cuando:
1. El agente accede a una base de datos, sistema o red de computadora,
haciendo uso de información privilegiada, obtenida en función de su
cargo.
2. El agente pone en peligro la seguridad nacional

®0 ®
260
C a p ít u l o X | d e l it o s in f o r m á t ic o s

Se consideraba como elemento agravante al hecho de que el sujeto activo


tenga una situación privilegiada para el acceso a los sistemas informáticos,
como podían ser: lés gerentes de sistemas, los técnicos informáticos, progra­
madores, analistas de sistemas; quienes, además, tenían información secreta
debido a su responsabilidad.

En cuánto al inciso 2, se estaba ante una agravante de peligro abstracto,


cuando, por ejemplo, un sujeto activo destruía planes de operaciones en
una hipótesis de guerra exterior o sustraía secretos (estrategias militares
que pusiesen en peligro la seguridad del Estado) al ingresar a una base de
datos militar.

El tipo subjetivo de estos delitos informáticos se configuraron siempre


como dolosos.

1.9. Tráfico ilegal de datos


Mediante la Ley N.*" 30076 se incorporó al campo de delitos informáticos
el delito de tráfico ilegal de datos personales y posteriormente fue derogado
por la Ley N7 30096. En el Proyecto N.“ 2129/2012-CR, el dato personal se
consideró como objeto de la acción delictiva y sé definió como toda información
de persona natural que ¡o identifica o lo hace idenñficahle, a través de medios que
pueden ser razonablemente utilizados. Los datos personales están contenidos en
el Reniec, así como en las aseguradoras. Mientras que los datos patrimoniales
están guardados en los bancos y empresas como Infocorp. Los datos laborales
provienen de donde trabaja la persona y pueden considerarse sensibles> si de
su uso o publicidad afecta directamente la vida de la persona. El tipo penal
también considera como agraviados a las personas jurídicas de quienes otras
entidades manejan información sensible.

La estructura típica era la siguiente:

Artículo 207-D. Trafico iíegal de datos


El que crea, ingresa o utiliza indebidamente una base de datos sobre una
persona natural o jurídica, identificada d identificable, para comercializar,
traficar, vender, promover, favorecer o facilitar información relativa a cual­
quier ámbito de la esfera personal, familiar, patrimonial, laboral, financiera u
otro de naturaleza análoga, creando o no perjuicio, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de tres ni mayor de cinco años.

&&9
261
■■■'I
l

VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ j DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITGS CONTRA EL PATRIMONíO

Desde la tipicidad objetiva, se sancionaba a quien realizaba las siguientes


acciones: creaba, ingresaba o utilizaba indebidamente una base de datos que
podían ser tanto de personas naturales como de personas jurídicas. Con esta
información obtenida ilegalmente, el agente realizaba estas otras acciones:
— Comercializaba^^: negociaba comprando y vendiendo o permutan­
do géneros. Es decir, lo ofrecía como un producto para potenciales
compradores.
— Traficaha^'^: conforme al Diccionario de la lengua española, este térmi­
no proviene de la palabra italiana trafficare, y este, a su vez, del latín
transfigicare, que significa cambiar de sitio*. El tráfico implica llevar
la información de un lugar a otro, y no necesariamente tiene una
finalidad pecuniaria. lí
— Vendía'^ traspasar a alguien por el precio convenido la propiedad
de lo que uno posee. Este es un fenómeno más individual reducido
incluso, por ejemplo, a un solo comprador, a diferencia del comercio
donde también hay venta, pero puede ser masivo.
— Promovía}"^: se aludía a la persona que indebidamente iniciaba o im­
pulsaba el uso de los datos de una base de datos.
— Favorecía: los actos de favorecimiento implicaban que el sujeto co­
adyuvaba o creaba las condiciones para que se consuma el delito de
tráfico de datos.

1.10. Delitos informáticos. Ley N.*" 30096^^


Luego de estar casi 15 años en el CP, el legislador decidió crear una ley
especial sobre estos delitos (metodología que no compartimos porque esti­
mamos que es en el texto sustantivo'donde deben estar todas las conductas
prohibidas). El objeto de la Ley N.^ 30096 es prevenir y sancionar las conductas
ilícitas que afectan los sistemas y datos informáticos, así como otros bienes
jurídicos de relevancia peñal cometidas mediante la utilización de tecnologfás

16 Recuperado de <https://bit.ly/2UVtOzb>. Fecha de consulta: 2 de marzo del 2016.


17 Recuperado de <https://bit.ly/2UVtOzb>. Fecha de consulta: 2 de marzo del 2016.
18 Recuperado de <https://bit.ly/2UVtOzb>, Fecha de consulta: 2 de marzo del 2016.
19 Recuperado de <https://bit.ly/2UVtOzb>. Fecha de consulta: 2 de marzo del 2016.
20 En adelante, LDI.

262
CAPÍTULO X DELITOS INFORMÁTICOS

de la información p de la comunicación; con la finalidad de garantizar la lucha


eficaz contra la cíberdelincuencia. Al parecer, la idea fue cubrir la tutela de
otros bienes jurídicos alterados por el uso de la tecnología, de allí que en la ley
se haya establecido los bienes sobre los que cae la acción delictiva. Hay que
considerar que el Convenio de Budapest sobre Ciberdelincuencia^^ ha tenido
una influencia en la redacción de los tipos penales informáticos.

III. DELITOS CONTRA DATOS Y SISTEMAS INFORMÁTICOS

i. Tipo penal

A rtíc u lo ÍZ ; Á c c é

■El que deliberada e ilegítimamente accede a todo o en parte de un sistem a inform á­


tico, siempre que se realice con vulneración de medidas de segundad establecidas
para impedirlo, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni
mayor de cuatro años y con treinta a noventa días multa.
Será reprimido con la m ism a pena, el que accede a un sistem a inform ático exce­
diendo lo autorizado. [Modificado por la Ley N.** 30171, publicada e! 10 de marzo
del 2014].

ÍÍÍL:..
2. Comentario
Originalmente se reprimía la conducta del agente que accedía, sin estar
autorizado, a todo o parte del sistema, vulnerando la seguridad. La redacción
vigente sanciona al agente que deliberadamente o de forma intencionada y
de forma ilegítima vulnera medidas de seguridad establecidas para impedir
el acceso. Basta el acceso ilícito para que se sancione la conducta del agente.

Es el único acuerdo internacional que cubre todas las áreas relevantes de la legislación sobre
ciberdelincuencia (derecho penal, derecho procesal y cooperación internacional) y trata con
carácter prioritario una política penal contra la ciberdelincuencia. Fue adoptado por el Comité
de Ministros del Consejo de Europa en su Sesión 109 deL.8, de-noviembre del 2001, se
presentó a firma en Budapest el 23 de noviembre del 2001 y entró en vigor el 1 de julio del
2004. Recuperado de <https://bit.ly/2U97Wmz>. Fecha de consulta; 11 de enero del 2016.
C ongreso de la República, Ley N.”30096, Ley de delitos informáticos, 22 de octubre del 2013.
Artículo 2. Acceso ilícito
El que accede sin autorización a todo o parte de un sistema informático, siempre que se realice
con vulneración de medidas de seguridad establecidas para impedirlo, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años y con treinta a noventa días
multa.
Será reprimido con la misma pena 10. (Incorporado por la Ley N.° 30096).

9 ®9
263
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

En la tipificación anterior podía darse el caso de que el agente tenga


acceso a un nivel determinado, pero este traspasaba los límites e ingresaba a
áreas del sistema no autorizadas.
/
Es un tipo de resultado que se consuma el acceso, sin necesidad de afectar
ni destruir la información del sistema.

El referente sobre este tipo penal se encuentra en el art. 2 del Convenio


de Budapest, donde se recomienda a los Estados firmantes que adopten las
medidas legislativas o de otro tipo que se estimen necesarias para prever como
infracción penal, conforme a su derecho interno, el acceso intencional o do­
loso y sin autorización a todo o parte de un sistema informático. Los Estados
podrán exigir que la infracción sea cometida con vulneración de medidas
de seguridad, con la intención de obtener los datos informáticos o con otra
intención delictiva, también podrán requerir que la infracción se perpetre en
un sistema informático conectado a otro sistema informático.

3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 319. Acceso ilícito


El que sin autorización accede a todo o parte de un sistema informático,
siempre que se realice con vulneración de medidas de seguridad establecidas
para impedirlo, es reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos
ni mayor de cuatro años y con treinta a noventa días multa. El que accede a
un sistema informático excediendo lo autorizado, es reprimido con la pena 1
prevista en el primer párrafo.
m t

IV. ATENTADO A LA INTEGRIDAD DE DATOS INFORMÁTICOS

1. Tipo penal

Ártículb 3. Atentado a la integridad de datos informáticos^^


Eí que deliberada e ilegítimamente daña, introduce, borra, deteriora, altera, supri­
me o hace ínaccesiN es datos informáticos, será, reprimido con pena privativa de
libertad no menor de tres nfm ayor de seis años y con ochenta a ciento veinte días-
multa. [Modificado por la Ley H° 30171, publicada el 10'de marzo del 2014].

23 Artículo 3. Atentado contra la integridad de datos informáticos


El que, a través de las tecnologías de la información o de la comunicación, introduce, borra,
deteriora, altera, suprime o hace inaccesibles datos informáticos, será reprimido con pena ■fí ■i!/
privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años y con ochenta a ciento veinte días
multa. (Incorporado por la Ley N.° 30096).

® ® ®

264
C a p ít u l o X | d e l it o s in f o r m á t ic o s

2, Comentario ;
i
Este es un delito de resultado^ pues el agente a través de la tecnología^
internet y redes s^ociales introduce información dañina, o borra, deteriora
o degrada información, la altera, suprime, cancela o hace inaccesible los
datos a los titulares* Según el Convenio de Budapest, se entiende como da­
tos informáticos a toda representación de hechos, información o conceptos
expresados de cualquier forma que se preste a tratamiento informático,
incluidos los programas diseñados para que un sistema informático ejecute
una función.

Esta conducta es dolosa, pues de forma deliberada el agente provoca


daños en la información de los sistemas. En el proyecto de ley del nuevo CP
se reproduce —casi en su integridad—la acción y la sanción que es privación
de libertad de 3 a 6 años y con pena de multa conjunta.

La tipificación de este comportamiento se encuentra en concordancia


con lo establecido por el art. 4 del Convenio de Budapest, que sugiere que los
Estados puedan tipificar la conducta de dañar, borrar, deteriorar, alterar o

suprimir dolosamente y sin autorización los datos informáticos; asimismo,
sugiere que los Estados puedan establecer mayores sanciones si es que los
'0 daños pueden calificarse como graves.
lis

3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal


iii

Artículo 320. Atentado a la integridad de datos informáticos El que, sin


autorización, a través de las tecnologías de la información o de la comuni­
cación daña, introduce, deteriora, altera, suprime o hace inaccesibles datos
informáticos, es reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres
ni mayor de seis años y con ochenta a ciento veinte días multa.

i:

íL . : - .

®0 ®
265
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / EOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONÍO

V. A T E N T A D O A LA IN T E G R ID A D D E S IS T E M A S IN F O R M Á T IC O S
I
L Tipo penal T

E! que deliberada e ilegítimamente inutiliza, total o parcialmente, un sistem a infor­


mático, impide el acceso a este, entorpece o imposibilita su funcionamiento o la.
prestación d e sú s servicios, será reprimido con pena privativa de libertad no menor
de tres ni mayor de seis años y con ochenta a ciento veinte días multa. [Modificado
por la Ley N.° 30171, publicada el 10 de marzo del 2014],

■ a il'.'í

2. Comentario
El agente, de forma deliberada, intencional e ilegítima, sin tener dere­
cho, inutiliza, total o parcialmente un sistema informático, impide el acceso,
entorpece o hace imposible que funcione. En este caso, si bien en el anterior
estamos ante un ataque a la información de un sistema informático o los datos
de conformidad con el art. 1 del Convenio sobre la Ciberdelincuencia, debe
entenderse por sistema informático a todo dispositivo aislado o conjunto de
dispositivos interconectados o relacionados entre sí, cuya función, o la de
alguno de sus elementos, sea el tratamiento automatizado de datos en ejecu­
ción de un programa.

En este tipo penal, el objeto de la acción es el sistema informático que


como consecuencia afectará los procesos de ciertas personas jurídicas como los
bancos. En un caso hipotético, el sujeto activo inutiliza el sistema de cobros de
una empresa de servicios públicos, o del sistema bancario, o de instituciones
públicas como el Reniéc o el Banco de la Nación.

La necesidad de tipificación se encuentra en el art. 5 del Convenio de


Budapest, donde se señala que los Estados firmantes adoptarán las medidas
legislativas o de otro tipo que se estimen necesarias para prever como infrac­
ción penal, conforme a su derecho interno, la obstaculización grave, come-
tida de forma dolosa y sin autorización, del funcionamiento de úm sistema

24 Artículo 4, Atentado contra la integridad de sistemas informáticos


El que, a través de las tecnologías de la información o de la comunicación, inutiliza, total o
parcialmente, un sistema informático, impide el acceso a este, entorpece o imposibilita su
funcionamiento o la prestación de sus servicios, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de tres ni mayor de seis años y con ochenta n ciento veinte días multa. (Incorporado
por la Ley N7 30096).

® ®
266
C a p ít u l o X d e l i t o s in f o r m á t ic o s

informático^ mediante la introducción, transmisión, daño, borrado, deterioro,


alteración o supresión de datos informáticos,

I 3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal


í Artículo 321. Atentado a la integridad de sistemas informáticos
Ü
El que, sin autorización, a través de las tecnologías de la información o de la
comunicación inutiliza, total o parcialmente, un sistema informático, impide
■.-.■.ÍC.-.I

el acceso a este, entorpece o imposibilita su funcionamiento o la prestación


de sus servicios es reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres
ni mayor de seis años y con ochenta a ciento veinte días multa.
■■

w■W
■■T
^IL
-Í■í
VI. DELITOS INFORMÁTICOS CONTRA LA INDEMNIDAD Y LIBERTAD
SEXUAL

■ i. Tipo penal
j-
A rtíc u lo 5 - P r o p o s ic io n e s a n iñ o s,
|écnjpÍo^i¿pá|^^^
El que a través de internet u otro nnedio análogo contacta con un m enor de catorce
años para solicitar u obtener de-él material pornográfico, o para proponerle ilevar a
cabo cualquier acto de connotación sexual con él o con tercero, será reprimido con
una pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho años e inhabili­
tación conform e a los numerales 1, 2, 4 y 9 de! art. 35 del Código Pena!.
Cuando la víctim a tiene entre catorce y m enos de dieciocho años de edad y medie
ii engaño, la pena será no menor de tres ni mayor de seis años e inhabilitación con­
forme a ios numerales 1, 2, 4 y 9 del art. 36 del Código Penal. [Modificado por la Ley
N.“ 30838, publicada el 4 de agosto del 2018].
.V
r||:
;•'iV' '-í^- '•
2. Comentario
Este tipo penal se ha construidó diferenciado de los delitos sexuales y
se orienta a que exista medios informáticos de por medio. La tecnología ha

25 Artículo 5. Proposiciones a'' niños, niñas y adolescentes cóñ fines sexuales por medios
tecnológicos
El que, a través de las tecnologías de la información o de la comunicación, contacta con un menor de
catorce años para soKeitar u obtener de él material pornográfico, o para llevar a cabo actividades
sexuales con él, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho
años e inhabilitación conforme a los numerales í, 2 y 4 del art. 36 del Código Penal
Cuando la víctima tiene entre catorce y menos de dieciocho años de edad y medie engaño, la
pena será no menor de tres ni mayor de seis años e inhabilitación conforme a los numerales 1,
2 y 4 del art. 36 del Código Penal (incorporado por la Ley N.“ 30096).

o ®9
267
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

puesto en la escena criminal medios más sofisticados o masivos para poder


atentar contra la adolescencia y la niñez, pero son solo eso, medios, pues en
el fondo no soñ sino formas de atentar contra la intangibilidad o integridad
sexual de los menores de 14 años, mientras que en el caso de los mayores
se atenta contra su libertad sexual Nuevamente en estos comportamientos
estamos ante posibles concursos con delitos de violación sexual o de actos
contra el pudor. Ajustando estos delitos, desde una perspectiva política cri­
minal y de prevención, deben ser tratados como delitos de peligro, es decir,
basta con que se acredite la proposición para obtener material pornográfico
o actos sexuales posteriores para que se consuma el delito.

La convención también describe conductas que atentan contra los me­


nores. Estas infracciones son relativas a la pornografía infantil y están fijadas
en el art. 9, así:

1. Los Estados firmantes adoptarán las medidas legislativas o de otro tipo


que se estimen necesarias para prever como infracción penal, conforme a
su derecho interno, las siguientes conductas cuando estas sean cometidas
dolosamente y sin autorización:
a, la producción de pornografía infantil con la intención de difundirla
a través de un sistema informático;
b. el ofrecimiento o la puesta a disposición de pornografía infantil a
través de un sistema informático;
c. la difusión o la transmisión de pornografía infantil a través de un
sistema informático;
d. el hecho de procurarse o de procurar a otro, pornografía infantil
a través de un sistema informático;
e. la posesión de pornografía infantil en un sistema informático o en
un medio de almacenamiento de datos informáticos.
2 . A los efectos deí párrafo 1 arriba descrito, la pornografía infantil’
comprende cualquier material pornográfico que represente de manera
visual:
a, un menor adoptando un comportamiento sexualmente explícito;
b. una persona que aparece como un menor adoptando un compor­
tamiento sexualmente explícito;
c. unas imágenes realistas que representen un menor adoptando un
comportamiento sexualmente explícito.
3. A los efectos del párrafo 2 arriba descrito, el término “menor” designa
cualquier persona menor de 18 años. Los Estados podrán exigir un límite
de edad inferior, que debe ser como mínimo de 16 años.
4. Los Estados podrán reservarse el derecho de no aplicar, en todo o en
parte, los párrafos 1 (d) y 1 (e) y 2 (b) y 2 (c).

o ®@
268
C a p ít u l o x j d e l it o s in f o r m á t ic o s

Las redes sociales han potenciado la posibilidad de transmisión de por­


nografía infantil, pot lo que existe la necesidad de prevenir la comisión de
estos ilícitos y de prpteger a las menores que al acceder a la internet pueden
ser víctimas de los depredadores sexuales.

3, Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 256. Proposiciones a niños, niñas y adolescentes con fines sexuales


por medios tecnológicos
El que, a través de internet, teléfono o de cualquier otra tecnología de la
información y la comunicación contacte con un menor de catorce años y
proponga concertar un encuentro con el mismo a fin de cometer cualquiera
de los delitos descritos emlos artículos 300 y 302 siempre que tal propuesta
se acompañe de actos materiales encaminados al acercamiento, será castigado
con la pena no menor de tres ni mayor de seis años.
El que realiza la conducta descrita en el párrafo anterior, con el fin de que
el menor de catorce años le facilite material pornográfico, es reprimido con
la misma pena.
Si el agente realiza las conductas mediante coacción, intimidación o engaño,
es reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis ni mayo de
ocho años.

VII. DELITOS INFORMÁTICOS CONTRA LA INTIMIDAD Y EL SECRETO


DE LAS COMUNICACIONES

í. Tipo penal

Á rtíc iilo 6. T rá fic o ile g a l de d a t o s

El que crea, ingresa o utiliza indebidamente una base de datos sobre una perso­
na natural o jurídica, identificada o identificabíe, para comercializar, traficar, vender,
promover, favorecer o facilitar inform aciónreiativa a cualquier ám bito de la esfe­
ra personal, familiar, patrimonial, laboral, financiera u otro de naturaleza análoga,
creando o no perjuicio, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
tres ni mayor de cinco añps,

2. Comentario
En este caso se repitió la descripción típica del derogado art. 207-D del
CP, introducido por la Ley N.*" 30076 y derogado por la Ley N7 30096. Se
reprimía a quien dolosamente creaba, ingresaba o utilizaba indebidamente

9 ®o
Iá.: 269
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

a una base de datos. Las víctimas podían ser personas naturales p jurídicas,
como empresas en las que se manejaba información sensible o íntima. La data
sustraída se comercializaba, vendía, promovía o se facilitaba a terceros. Como
se observa, no era cualquier información, sino eran personales, familiares,
patrimoniales laborales o financieras, que tenían relación con el derecho a
la intimidad o secreto fijado por la ley. El tipo no exigía que se causara un
perjuicio para que se consumara el delito.

Este tipo penal fue finalmente derogado por la Ley N,° 30171, publicada
el 10 de marzo del 2014.

VIIL INTERCEPTACIÓN DE DATOS INFORMÁTICOS

L Tipo penal

Artículo 7.
Ei que deliberada e üegítimamente intercepta datos informáticos en transm isiones no m
públicas, dirigidos a un sistema informático, originados en un sistema informático o w
efectuado dentro del mismo, incluidas las em isiones electromagnéticas provenientes
de un sistem a informático que transporte dichos datos informáticos, será reprimido
con una pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años.
La pena privativa de libertad será no menor de cinco ni mayor de ocho años cuando
ei delito recaiga sobre inform ación clasificada com o secreta, reservada o confiden­
cial de conformidad con la Ley 27805, Ley de Transparencia y Acceso a ia Informa­
ción Pública.
La pena privativa de libertad será no menor de ocho ni mayor de diez cuando el
delito com prom eta la defensa, seguridad o soberanía nacionales.
■'1
Si el agente comete el delito com o integrante de una organización criminal, ia pena
se incrementa hasta en un tercio por encima del máximo legal previsto en los su ­
puestos anteriores. (Artículo modificado por la Ley N.“ 30171, publicada el 10 de 71.
marzo del 2014).

26 Artículo 7. Interceptación de datos informáticos


Ei que, a través de las tecnologías de la información o de la comunicación, intercepta datos
informáticos en transmisiones no públicas, dirigidas a un sistema informático, originadas en Un
sistema informático o efoctuadas dentro del mismo, incluidas las emisiones electromagnéticas
provenientes de un sistema informático que transporte dichos datos informáticos, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años.
La pena privativa de libertad será no menor de cinco ni mayor de ocho años cuando el delito
recaiga sobre información clasificada como secreta, reservada o confidencial de conformidad
con las normas de la materia.
La pena privativa de libertad será no menor de ochb ni mayor de diez años cuando el delito
comprometa la defensa, la seguridad o la soberanía nacionales.

270
C a p ít u l o X ¡ D e l it o s in f o r m á t ic o s
f
2. Comentario
La descripción típica de este delito es que el agente de forma deliberada
intercepta datos en/trasmisiones no públicas, es decir, protegidas bajo secreto
de comunicaciones, dirigidas a otro sistema informático, que tengan su ori­
gen en un sistenla similar, incluso las electromagnéticas, como pueden ser
las trasmisiones de radio o banda de celulares. En este caso la pena es de tres
a seis años.

Se agrava la conducta cuando esos datos se encuentran en secreto por ser


considerados reservados o especiales, consideradas así por la legislación de la
materia, siendo la pena de cinco a ocho años. Con la modificatoria realizada
por la Ley N.° 30171, se establece que la información secreta deba estar dentro
de las reglas fijadas por la Ley N,'* 27806, Ley de Transparencia y Acceso a la
Información Pública.
t:
En el proyecto de ley del nuevo CP se tiene una mayor precisión, ya que
estas características especiales deben provenir de la Ley N.'" 27806.

Si los datos tienen contenidos vinculados a la seguridad o defensa nacio­


nal, este elemento agrava la pena que va desde los ocho hasta los diez años de
privación de libertad.

El proyecto de ley del nuevo CP, en el art. 323.4, establece otra agravante
y esta es que el agente sea parte de una organización criminal, elevándose la
pena hasta un tercio de la pena máxima del delito.

Este delito guarda relación con el art. 3 del Convenio de Budapest, el cual
expresa lo siguiente:

Artículo 3. Interceptación ilícita


Los Estados firmantes adoptarán las medidas legislativas o de otro tipo que
se estimen necesarias para prever como infracción penal, conforme a su de­
recho interno, la interceptación, dolosa y sin autorización, cometida a través
de medios técnicos, de ciatos informáticos ~ e n íraíismisiones no públicas™
'MiV. en el destino, origen o en el interior de un sistema informático, incluidas
las emisiones electromagnéticas provenientes de un sistema informático
':■fA
-.-; que transporta tales datos informáticos. Los Estados podrán exigir que la
infracción sea cometida con alguna intención delictiva o también podrán
requerir que la infracción se perpetre en un sistema informático conectado
a otro sistema informático.

« »
271
VÍCTOR JíM M Y AREULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PAÍRIMONíO

3. Proyecto de, ley del nuevo Código Penal


í
Artículo 271. interceptación de datos informáticos
271.1 El jique sin autorización intercepta datos informáticos en transmisio­
nes no públicas, dirigidos a un sistema informático, originados en
un sistema informático o efectuado dentro del mismo, incluidas las .i l :
emisiones electromagnéticas provenientes de un sistema informático
que transporte dichos datos informáticos, es reprimido con pena
privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de ocho años.
271.2 El que, en perjuicio de tercero, comercializa, transfiere, reproduce,
difunde o adquiere en forma directa o indirecta, en provecho pro­
pio o de tercera persona, los registros de la información obtenida
indebidamente descrita en el párrafo 271.1, es reprimido con pena
privativa de libertad no menor de seis ni mayor de diez años.
27 i .3 Cuando el delito recaiga sobre información clasificada como secreta,
reservada o confidencial de conformidád con la ley de la materia, la
pena es privativa de libertad no menor de ocho ni mayor de doce años,
271.4 Cuando el delito comprometa la defensa, la seguridad o la soberanía
nacional, la pena es privativa de libertad no menor de diez ni mayor
de quince años.

IX. FRAUDE INFORMATICO CONTRA EL PATRIMONIO

1. Tipo penal

A rtic u ló 8. F rau d e inform ático^^

El que deliberada e ilegítimamente procura para sí o para otro un provecho ilícito en


perjuicio de tercero mediante el diseño, introducción, alteración, borrado, supresión, clo­
nación de datos informáticos o cualquier interferencia o manipulación en el funciona­
miento de un sistema informático, será reprimido con una pena privativa de libertad no
menor de tres, ni mayor de ocho años y con sesenta a ciento veinte días multa.
La pena será privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años y de
ochenta a ciento cuarenta días multa cuando se afecte el patrimonio del Estado
destinado a fines asistenciales o a ptogrpmas de apoyo social. (Artículo modificado
por la Ley N.'’ 30171, publicada el 10 de marzo del 2014).

27 Artículo 8, Fraude informáMco


El que, a través de las tecnologías de la información o de la comunicación, procura para sí o para
otro un provecho ilícito en perjuicio de tercero mediante el diseño, introducción, alteración,
borrado, supresión, clonación de datos informáticos o cualquier interferencia o manipulación
en el funcionamiento de un sistema informático, será reprimido con una pena privativa de
libertad no menor de tres ni mayor de ocho años y con sesenta a ciento veinte días multa.
La pena será privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años y de ochenta
a ciento cuarenta días multa cuando se afecte el pátrimonio del Estado destinado a fines
asistenciales o a programas de apoyo social

272
'If:
ÍK:'
C a p it u l o X d e l it o s in f o r m á t ic o s

2. Comentario ;
i
El sujeto activo, empleando tecnologías de la información y la comunica­
ción (TIC), procuta, para sí mismo o para otro, un provecho ilícito. El prove­
cho, según la RAE, es el beneficio o la utilidad que se origina por una actividad,
deviniendo en el delito de fraude informático como algo ilícito. El perjuicio
es de un tercero y las modalidades son las desarrolladas a continuación:
— Diseño, planeamiento de algo que se debe fabricar o producir
— Introducción
— Alteración
— Borrado
— Supresión
— Clonación de datos
— Interferencia
— Manipulación

En el funcionamiento de un sistema informático:

Este delito aparentemente estaría emparentado con el delito de estafa,


pues alude a fraude (su acepción, según la RAE, es considerada como la acción
contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica contra quien se comete o
también como un acto tendente a eludir una disposición legal en perjuicio del
Estado o terceros)^^. Si lo interpretamos a la luz del Convenio de Budapest,
entonces estamos ante una forma de estafa, es decir, que se produce el uso de
engaño o alteración de la verdad como parte del comportámiento del agente.
Es este convenio el que recomiendo expresamente su inclusión como estafa,
como puede verificarse del texto deLartículo respectivo:

Artículo 8. Estafa informática


Los Estados firmantes^ adoptarán las medidas legislativas o de otro tipo que
se estimen nécesáfiás para prever como infracción penal, conforme a su
derecho interno, la producción de un perjuicio patrimonial a otro, de forma
dolosa y sin autorización, a través de:
c, la introducción, alteración, borrado o supresión de datos informáticos,

28 Recuperado de <https;//bit.Iy/2jOjWG6>. Fecha de consulta: 11 de enero del 2016.

« ®e
273
VÍCTOR JIM MY ARBÜLÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

d. cualquier forma de atentado al funcionamiento de un sistema informáti­


co, con la intención, fraudulenta o delictiva, de obtener sin autorización
un beneficio económico para sí mismo o para tercero. ■■

Está consicjerada como conducta dolosa, y las sanciones van de tres a ocho
años; pero cuando se afecta al patrimonio del Estado, destinado a fines asis-
tenciales o programas de apoyo social, la pena se eleva de cinco a diez años. La P ■.I-
realidad social irá perfilando los casos que surjan relacionados a estos delitos.

3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 302, Fraude informático


El que ilegítimamente procura para sí o para otro un provecho ilícito en
perjuicio de tercero mediante el diseño, introducción, alteración, borrado,
supresión, clonación de datos informáticos o cualquier interferencia o ma­
nipulación en el funcionamiento de un sistema informático es reprimido con
una pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de ocho años y con
sesenta a ciento veinte días multa.
La pena privativa de libertad es no menor de cinco ni mayor de diez años y
de ochenta a ciento cuarenta días multa cuando se afecte el patrimonio del
Estado destinado a fines asistenciales o a programas de apoyo social

X. DELITOS INFORMATICOS CONTRA LA FE PUBLICA


'm.
L Tipo penal
1 * 3
SE:
A rtíc u lo 9 .- S u p la n t a c ió n de id e n tid a d

El que mediante las tecnologías de la información o de la com unicación suplanta la


identidad de una persona natural o jurídica, siempre que de dicha conducta resulte
algún perjuicio, material o moral, será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de tres ni mayor de cinco años.

2. Comentario
.. .....

La suplantaeión de fdentidad se encuentra en la casuística de delitos


contra la fe pública, de allí que una pésima técnica de formulación de tipos
penales nos lleva a tipificar un comportamiento, con el uso de tecnologías de
información, lo que nos lleva a una suerte de fetichismo de estas formas de
comunicación, que, al final, son solo eso. Mejor sería haberlo ubicado en el

®®@
274
CAPÍTULO X I D e l it o s in f o r m á t ic o s

capítulo de delitos contra la fe pública, pues allí se alude a perjuicio, el cual


puede ser material o moral. Sobre esto último, podemos asimilar cuando se
hace referencia a|perjuicio moral a una de las formas de daño que reconoce
el ordenamiento civil, esto es, en un terreno extrapatrimonial, como podría
ser las consecuencias emocionales como resultado de la suplantación. La
sanción va de tres a cinco años, por lo que estaría en el ámbito de delitos de
leve a medio.

Desde una perspectiva más amplia, en el Convenio de Budapest se reco-


mienda tipificar la falsedad informática. El art. 7 indica lo siguiente:

Artículo 7. Falsedad informática


Los Estados firmantes adoptarán las medidas legislativas o de otro tipo que
se estimen necesarias para prever como infracción penal, confornte a su
derecho interno, la introducción, alteración, borrado o supresión dolosa
y sin autorización de datos informáticos, generando datos no auténticos,
con la intención de que sean percibidos o utilizados a efectos legales como
auténticos, con independencia de que sean directamente legibles e inteli­
gibles. Los Estados podrán reservarse el derecho a eíágir la concurrencia
de un ánimo fraudulento o de cualquier otro ánimo similar para que nazca
responsabilidad penal.

De la lectura de este artículo, se considera falsedad informática al com­


portamiento del agente por el cual introduce, altera, borra o suprime, sin
autorización, datos informáticos, generando datos no auténticos o falsos para
que sean utilizados en perjuicio de los usuarios.

3, Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 532. Suplantación de votante ,


El que suplanta a otro votante o vota más de una vez en la misma elección
o sufraga sin tener derecho es reprimido con pena privativa de libertad no
menor de cuatro ni m^^yor de ocho años.

9 ® 9
275
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

XL ABUSO DE MECANISMOS TECNOLÓGICOS


í
L Tipopepal

Articuló Tp - Abuso de mecanismos y dispositivos informátici


El que deliberada e ilegítimamente fabrica, diseña, desarrolla, vende, facilita, dis­
tribuye, importa u obtiene para su utilización uno o m ás m ecanism os, programas
inform áticos, dispositivos, contraseñas, códigos, de acceso o cualquier otro dato
informático, específicam ente diseñados para ia com isión de los delitos previstos
en la presente Ley, o el que ofrece o presta servicio que contribuya a ese propósito,
01
será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro
años y con treinta a noventa días-multa. [Artículo modificado por la Ley N:“ 30171,
publicada el 10 de marzo de! 2014].

2. Comentario
El sujeto activo realiza deliberadamente una serie de actos previoS; di­
rigidos a la realización de delitos informáticos, es decir, estamos frente a un
delito medio conectado a delitos fines de naturaleza informática.

Uno de los verbos es fabricar, lo cual significa que el agente construye


instrumentos para la comisión de ilícitos, por ejemplo, decodificadores de
señales digitales, o programas de cómputo para interceptar comunicaciones.

Según la RAE, diseñar es hacer un diseño y este, a su vez, es un plan o


proyecto. El agente bosqueja o elabora el sistema de cómputo o software que
será destinado a actividades criminales. En este casó estamos ante un delito
de peligro porque el diseño no significa que el producto haya sido elaborado.

Según la RAE, desarrollar es aumentar o reforzar algo de orden físico, in­ y,.-
telectual o moral. En este caso, el agente ya tiene el mecanismo, dispositivo o i-i-
W-
programa y lo que hace es aumentar su eficacia para que se use en actividades
criminales.

29 Artículo 10. Abuso de mecanismos y dispositivos informáticos


El que fabrica, diseña, desarrolla, vende, facilita, distribuye, importa u obtiene para su utilización
uno o más mecanismos, programas informáticos, dispositivos, contraseñas, códigos de acceso
o cualquier otro dato informático, específicamente diseñados para la comisión de los delitos
previstos en la presente ley, o el que ofrece o^presj^a. servicio que contribuya a ese propósito,
será reprimido con pena privativa de libertad no henor de uno ni mayor de cuatro años y con
treinta a noventa días multa.

@®®
276
C a p ít u l o X | D e l it o s in f o r m á t ic o s

Distribuir iníplica que el agente entregue los dispositivos a otros que


pueden encargarse de la venta de estos. El sujeto activo conoce la finalidad
criminal en que |Se empleará los programas o sistemas de cómputo.

Vender es otra conducta sancionada porque el agente^ a sabiendas^ comer­


cializa el sistema o dispositivo que será destinado a fines delictivos.

Facilitar, según la RÁE, es hacer fácil o posible la ejecución de algo o la


consecución de un fin, que para estos efectos son delitos informáticos. Es lo
contrario a dificultar, es decir, el facilitador genera condiciones para que la
actividad criminal se realice sin contratiempos.

Importar es otro comportamiento del agente, es traer dispositivos del


extranjero, introduciéndolos en el país con él fin de que sea utilizado en
actividades ilícitas.

Según la RAE, obtener es alcanzar, conseguir y lograr algo. En este caso, el


sujeto activo consigue que los dispositivos, contraseñas, códigos de acceso pue­
dan ser de terceros, siempre con la finalidad de realizar un delito informático.

La sanción a este delito va de uno a cuatro años y pena de multa, que es


repetida en el proyecto de ley del nuevo CP.

Este delito también está señalado en el Convenio de Budapest de la si­


guiente forma:

Artículo 6. Abuso de equipos e instrumentos técnicos


1. Los Estados firmantes adoptarán las medidas legislativas o de otro tipo
que se estimen necesarias para prever como infraccióir penal, conforme a
su derecho interno, las siguientes conductas cuando estas sean cometidas
dolosamente y sin autorización:
a. la producción, venta, obtención para su utilización, importación, difusión
u otras formas de puesta a disposición:
i. de un dispositivo, incluido un programa informático, principal­
f. mente concebido o adaptado para permitir la comisión de una de
las infracciones establecidas en los arts. 2 a 5 arriba citados;
ii. de una palabra de paso (contraseña), de un código de acceso o de
datos informáticos similares que permitan acceder a todo o parte
de un sistema informático, con la intención de utilizarlos como
medio para cometer alguna de las infracciones previstas en los arts,
2 a 5; y ,

%®o
277
fe;-;-.' - 4

VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

b. la posesión de alguno de los elementos descritos en los parágrafos (a) (1)


0 (2) fon la intención de utilizarlos como medio para cometer alguna de
las infracciones previstas en los arts. 2-5. Los Estados podrán exigir en
su derecho interno que concurra un determinado número de elementos
para que nazca responsabilidad penal.
2. Lo dispuesto en el presente artículo no generará responsabilidad penal
cuando la producción, venta, obtención para la utilización, importación,
difusión u otras formas de puesta a disposición mencionadas en el párrafo
1 no persigan la comisión de una infracción prevista en los arts. 2 a 5
del presente convenio, como en el caso de ensayos autorizados o de la
protección de un sistema informático,
3. Los Estados podrán reservarse el derecho de no aplicar el párrafo 1, a
condición de que dicha reserva no recaiga sobre la venta, distribución
o cualesquiera otras formas de puesta a disposición de los elementos
mencionados en el parágrafo 1 (a)(2).

Agravantes Í7 Í;
Artículo 11. Agravantes
El juez aumenta la pena privativa de libertad hasta en un tercio por encima
del máximo legal fijado para cualquiera de los delitos previstos en la presente
ley cuando:
1. El agente comete el delito en calidad de integrante de una organización
criminal
2. El agente comete el delito mediante el abuso de una posición especial
de acceso a la data o información reservada o al conocimiento de esta
información en razón del ejercicio de un cargo o función.
3. El agente comete el delito con el fin de obtener un beneficio económico,
salvo en los delitos que prevén dicha circunstancia.
4. El delito compromete fines asistenciales, la defensa, la seguridad y la so­
beranía nacionales. [Artículo modificado por el Ley 30171, publicada
el lo de marzo.del 2014].

2.1. Examen de las agravantes


En cada modalidad de los delitos informáticos hay elementos típicos que
agravan las conductas. Sin embargo, el legislador ha establecido un conjunto
de agravantes a efectos,4c elevar las sanciones. Las agravantes^^ establecidas

30 Artículo 327, Agravantes


El juez aumenta la pena privativa de libertad hasta en un tercio por encima del máximo legal
fijado para cualquiera de los delitos previstos en esta sección si:
L El agente comete el delito en calidad de integrante de una organización criminal,
2. El agente comete el delito mediante el abuso de una posición especial de acceso a la data o
información reservada o al conocimiento de esta información debido al ejercicio de un cargo o
fundón.

# ®®
278
CAPÍTULO X 1 D e l i t o s INFORMÁTICOS

en el art. 11 de la Ley de Delitos Informáticos autorizan al juez a aumentar


la pena privativa-de libertad hasta en un tercio por encima del máximo legal
Ajado para cualquiera de los delitos y estas son:
1. El sujeto activo realiza el delito como miembro de una organización
criminal. La probanza de ser parte de una estructura criminal tiene
que ver con la pluralidad de agentes, jerarquía, reparto de funciones
y delitos cometidos.
2. El agente comete el delito mediante el abuso de una posición espe-
cial de acceso a la data o información reservada o al conocimiento
de esta información en razón dei ejercicio de un cargo o función.
El sujeto activo tiene una relación laboral o una autorización para
acceder legalmente a datos, pero aprovechando esta condición, con
infracción de sus deberes, realiza el delito informático.
3. El agente comete el delito con el fin dé obtener un beneficio eco­
nómico, salvo en los delitos que prevean dicha circunstancia. En la
experiencia, la comisión de delitos informáticos tiene una finalidad
lucrativa, lo que tiene que acreditarse con algún dato objetivo, por
ejemplo, el compromiso de un pago o el pago mismo,
4. La última agravante se da cuando el delito compromete fines de asis­
tencia social, la defensa, la seguridad y la soberanía nacionales.

En el art. 327 del proyecto de ley del nuevo CP se aprecia que la redacción
es idéntica a la fijada por la Ley de Delitos Informáticos.

3. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 322. Abuso de mecanismos^y dispositivos informáticos


El que fabrica, diseña, desarrolla, vende, facüita, distribuye, importa u obtiene
para su utilización uno o más mecanismos, programas informáticos, dispo­
sitivos, contraseñas, códigos de acceso o cualquier otro dato informático,
específicamente diseñados para la comisión de cualquiera de los delitos
previstos en los artículos 319, 320 y 321, o el que ofrece o presta servicio
que contribuya a ese propósito, es reprimido con pena privativa de libertad
no menor de dos ni mayor de cuatro años y con treinta a noventa días multa.

3, El agente comete el delito con el fin de obtener un beneficio económico, salvo en lós delitos
que prevén dicha circunstancia.
4. El delito compromete fines asistendales, la defensa, la seguridad y la soberanía nacionales.

9 ®•
279
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

XII. EXCUSA ABSOLUTORIA

í. Tipo penal

A rtíc u lo 2 G 8 -- E x c u s a a b s o lu to ria . E x e n c ió n de pena^

No son reprimibies, sin perjuicio de la reparación civil, los hurtos, apropiaciones,


defraudaciones O daños que se causen:
1. Los cónyuges, concubinos, ascendientes, descendientes y afines en línea recta.
2. El consorte viudo, respecto de los bienes de su difunto cónyuge, nnientras no
hayan pasado a poder de tercero.
3. Los hermanos y cuñados, si viviesen juntos.
La excusa absolutoria no se aplica cuando el delito se com ete en contextos de vio­
lencia contra las mujeres o integrantes del grupo familiar. [Modificado por el D. Leg. i;
1323, publicado el 6 de enero del 2D17].

2. Comentario
La excusa absolutoria fue establecida en el CP para delitos patrimoniales,
es decir, el beneficiario de esta figura, pese a haberse probado el delito, que»
daba exento de pena, básicamente por vínculo parental y de convivencia. En
el derecho argentino se considera la exención de pena para hurto, daño, de­
fraudación, sin perjuicio de la reparación civil. Según S o l e r , se ha sustentado
esta excusa en la doctrina a partir de la conveniencia sociaP^. Estimamos que
el legislador pone por delante a la unidad familiar en una ponderación con el
ilícito cometido. En los códigos penales de Guatemala y Argentina, la exen­
ción no alcanza expresamente a quienes están fuera del círculo de parentesco
que han participado en el hecho delictivo. El D. Leg. N.“ 1323, publicado el
ó de enero del 2017, ha agregado una excepción a la excusa absolutoria que
no es aplicable cuando los delitos de hurtos, apropiaciones, defraudaciones o
daños se cometen en contextos de violencia contra las mujeres o integrantes
del grupo familiar.

31 Historial legal
Artículo 208.- Excusa absolutoria. Exención de pena
No son reprimibles, sin perjuicio de la reparación civil, los hurtos, apropiaciones, defraudaciones
o daños que se causen:
1. Los cónyuges, concubinos, ascendientes, descendientes y afines en línea recta.
2. El consorte viudo, respecto de los bienes de su difunto cónyuge, mientras no hayan pasado
a poder de tercero.
3. Los hermanos y cuñados, si viviesen juntos. (1991). ^
32 Cfr. Soler, Sebastián, Derecho penal argentino, t. iv, Lima; Editora Argentina, p. 182.

®®®
280
CAPÍTULO X j DELITOS INFORMÁTICOS

En el proyecto de ley del nuevo CP, si bien se establece excusas absolu­


torias con base en relaciones estrechas, que es algo más genérico, y también
repite esta figura/en el delito de venta dé órganos (art, 495.3), quedando exento
el donatario del órgano o los ejecutantes si sus relaciones con la persona fa­
vorecida son tan estrechas como para excusar su conducta.

En la doctrina chilena, al hacer un examen de la excusa absolutoria, se


señala que es un caso de exención de responsabilidad penal y no simplemente
de prohibición de ejercicio de la acción penal respectiva^^. Esta exención no
se fundarnenta en la falta de acción ni de tipicidad. Tampoco es una conducta
justificada, sino que es antijurídica, tal como lo demuestra la circunstancia
ífíí':,'- de que ella origine responsabilidad penal para los extraños copartícipes y
responsabilidad civil para todos, lo que evidencia que el hecho es d;e todos
modos ilícito^"*.

Con relación a la parte subjetiva, la doctrina chilena estima que en su CP


ño exige que haya ausencia de dolo o culpa, de modo que la exención se aplica
igualmente en caso de que ellos hayan concurrido, distinta a la apreciación
que tenemos del CP, donde se establecen los delitos que no se pueden reprimir
bajo los supuestos de excusa y estos son exclusivamente dolosos.

Al respecto, Etcheberry sentencia lo siguiente:

[L]a exeación de pena se produce exclusivamente por la voluntad expresa de


.
la ley, y esta, a su vez, ha tenido como consideración fundamental el aspecto
familiar y social: eí mantenimiento de la armonía y la paz familiares le parece
al legislador un bien superior al que la sociedad obtendría con la sanción penal
del culpable. Esta razón es la característica de las excusas legales absolutorias.

Como podemos ver, el legislador en el caso chileno ha privilegiado el


aspecto familiar-social y el mantenimiento de la convivencia pacífica en el
círculo de parentesco.

Con el Código de Procedimientos Penales de 1940, si había excusa absolu­


toria, se archivaba el procesamiento penál y quedaba el afectado con la vía civil
para el resarcimiento; El CPP permite que aun declarándose la exención en el

33 Cfr. Etcheberry, Derecho penal Parte especial t. IIÍB, Sarítiago, p. 291.


34 Ibid.

«ee
281
VÍCTOR JIM M Y ARBÜLÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

proceso penal pueda fijar la indemnización, privilegiando la tutela judicial


efectiva de la víótima, por más vínculo de parentesco que tenga con el exento.

3. Derecho comparado

3.L Argentina

Artículo 185.-* Están exentos de responsabilidad criminal, sin perjuicio de la


civil, por ios hurtos, defraudaciones o daños que recíprocamente se causaren:
1. Los cónyuges, ascendientes, descendientes y afines en la línea recta.
2. El consorte viudo, respecto de las cosas de la pertenencia de su difunto
cónyuge, mientras no hayan pasado a poder de otro.
3. Los hermanos y cuñados, si viviesen juntos.
La excepción establecida en el párrafo anterior no es aplicable a ios extraños
que participen del delito,

32. Guatemala

Artículo 280. Están exentos de responsabilidad penal y sujetos únicamente


a la civil por los hurtos, robos con fuerza en las cosas, estafas, apropiaciones
indebidas y daños que recíprocamente se causaren: 1.^^ Los cónyuges o per­
sonas unidas de hecho, salvo que estuvieren separados de bienes o personas
y los concubinarios. 2° Los ascendientes o descendientes consanguíneos
o afines. 3.*^ El consorte viudo, respecto a las cosas de la pertenencia de su
difunto cónyuge, mientras no hayan pasado a poder de otra persona. 4.“ Los
hermanos si viviesen juntos. Esta exención no es aplicable a los extraños que
participen en el delito.

3.3. Bolivia

Art. 359." (exención de pena). No^se aplicará sanción alguna, sin perjuicio
de la acción civil que corresponda al damnificado, por los delitos de hurto,
robo, extorsión, estafa, estelionato, apropiación indebida y daño, que recí­
procamente se causaren:
1. Los cónjmges ríb^divordados, los no separados legalmente o los convi­ ■m'-
vientes. ^ "
2. Los ascendientes, descendientes, adoptantes y adoptados y afines en
línea recta.
3. Los hermanos y cuñados, si vivieren juntos.

®# ®
282
C a p ít u l o X d e u t o s in f o r m á t ic o s

4. Proyecto de ley del nuevo Código Penal

Artículo 589. Excusa absolutoria


Están exentos,^de pena los que ejecutan cualquiera de los hechos previstos en
los artículos 587 y 588 como para excusar su conducta.

1 1

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283
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288
JURISPRUDENCIA SOBRE EL DELITO
ÍSfea
DE HURTO SIMPLE

; Exp. N ° 6139-2014 (99-2014): Elem entos objetivos del hurto sim ple

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


TRIGÉSIMO SEXTO JUZGADO PENAL DE LIMA

Expediente R ° 6139-2014 (99-2014)


Secretario Pazos García
Delito Hurto agravado
Imputado Francis Mabeí García Godos Barboza
Agraviado Empresa Luz del Sur

SENTENCIA

Lima, 2 de julio del dos mil quince


VISTOS: La instrucción seguida contra Francis Mabei García Godos Barboza, cuyas
generales de ley obran en autos, por el delito contra el patrimonio-hurto agravado,
en agravio de Empresa Cruz del Sur; FLUYE DE AUTOS:

L De la imputación
El Ministerio Publico imputa a la procesada haber realizado la conexión clandesti­
na de una red eléctrica monofásica que se conectaba desde el poste de alumbrado
público N.° 091009914 que se encuentra instalado frente al inmueble ubicado en
el jirón Santa Rita 368, empalmado el mismo con cables de color negro N f 12
con dirección sobre la parte posterior del techo del inmueble ubicado en la calle
Ramón Zavala N.^’ 370 para que ingresara por un orificio de la pared lateral derecha
al interior del inmueble ubicado en la calle Ramón Zavala N7 344-346, donde la
citada procesada ocupaba uno de sus ambientes, el mismo que era alimentado de
energía eléctrica con la conexión clafidestiitá.

» ®«
289
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELOOS CONTRA EL PATRIMONIO

IL De! proceso penal


Lo precedentemente expuesto se desprende a mérito de la denuncia interpuesta
por la empresa Luz del Sur, la misma que dio origen a la realización de diligencias
preliminares, que conllevaron a que mediante dictamen de fojas 85/88 la Trigésimo
Primera Fiscalía Provincial Penal de Lima formule acusación contra Francis Mabeí
García Godos Barboza; procediendo esta Judicatura a emitir el auto de inicio de
proceso, obrante a fojas 91/96, imponiéndosele la medida coercitiva de compare­
cencia restringida. Tramitada la causa de acuerdo al trámite sumario, y vencido
el plazo de instrucción, el Ministerio Público emite su acusación escrita de folios
141/145; por lo que se puso a conocimiento de las partes por el término de ley
para que presenten sus alegatos, habiendo cumplido con presentarlo la parte civil;
expirado el término de ley; ha llegado el estadio procesal de emitir sentencia; y.

C O N S ID E R A N D O

ÍIL Doctrina y normatividad aplicable


3*1. Es principio fundamental que la prueba, a través de su acopio legítimo, selectivo
y suficiente, va a permitir sustentar un pronunciamiento certero y válido sobre el
fondo; una vez precluida la etapa probatoria y llegado el estadio de dictar sentencia, m
la juzgadora deberá hacer una rigurosa e integral valoración de la prueba, a fin de
poder declarar la correspondencia o no de la hipótesis acusatoria fiscal, en base a la
prueba, con las cuatro categorías dogmáticas para así determinar si nos encontramos
ante una acción típica, antijurídica y culpable.

3.2, Se tiene que el delito que se atribuye al procesado es hurto agravado, con la
agravante contenida en el numeral 2 del Código Penal, esto es, que el delito se
perpetró mediante destreza. Sin embargo, al tratarse de un tipo agravado, resulta
necesario corroborar, en primer término, la concurrencia de los elementos objetivos
del tipo penal previstos para el tipo base; esto es, ha de corroborarse la realización
de la conducta contemplada en el art, 185, del cual deriva el tipo agravado.
3.^3, Al respecto el art. 185 (hurto simple) señala que: “El que, para obtener pro­
vecho, se apodera ilegítimamente de un bien mueble, total o parcialmente ajeno,
sustrayéndolo del lugar 4onde se encuentra Se puede apreciar como elementos
objetivos del tipo penal a: í) bien mueble ajeno, aquella cosa trasladable con existencia
real y con valor patrimonial para las personas^ empero, conviene acotar que siendo
que el presente caso versa sobre un posible hurto de fluido eléctrico, debe ser traída

1 Roy F reyre citado por Salinas Siccha , Ramiro, D erecho p e n a l P arte especial 5-^ ed.,
Lima: lustitia, 2014, p. 921.

® ® ®

290
JURISPRUDENCIA

a colación la equiparación que realiza el art. 185 del código sustantivo respecto a
que la energía eléctrica también deberá de ser considerada como bien mueble; ii)
sustracción, acto qué realiza el agente para arrancar o alejar el bien mueble de la
esfera de domino de la víctima^; iii) apoderamiento, entendiendo como toda acción
del sujeto que pone bajo su dominio y disposición inmediata un bien mueble que
antes de ello se encontraba en la esfera de custodia de otra persona^; iv) ilegitimidad
del apoderamiento, elemento del tipo penal que se presenta cuando ,el agente se
apropia o adueña del bien mueble sin tener derecho alguno sobre él, esto es, no
cuenta con el sustento jurídico o con el consentimiento de la víctima para generase
un ámbito de dominio y de disposición sobre el bien^. En análisis posterior, en
caso que se cumpliesen cada uno de los elementos objetivos del tipo base, corres­
pondería realizar el examen de los elementos subjetivos que exige el presente tipo
penal; esto es, existencia de: i) el dolo y ii) búsqueda de un provecho, entendiéndose
por este elemento subjetivo que el agente no solo debe de propender conseguir un
beneficio restringido exclusivamente a lo pecuniario económico que denotaría la
idea de enriquecimiento, sino que se debe de incluir a esta acepción la posibilidad
de utilidad o beneficio —patrimonial o no— que se haya representado el agente^
3A* En cuanto a la agravante de la destreza, se debe de entender por esta agravan­
te el empleo, por parte del agente, de alguna habilidad, conocimiento, técnica o
facultad especial de la cual se vale para facilitar la perpetración del ilícito penal, no
siendo necesario que dicha habilidad de la que se vale el agente sea excepcional,
sino que resulte suficiente para burlar la diligencia del hombre medio en el cuidado
de sus bienes.

IV. Análisis y valoración de la prueba


4.1. Respecto a la valoración de la prueba, dicho análisis se realizará a la luz de cada
elemento que exige el tipo penal, esto con la finalidad de poder abarcar en forma
ordenada y no innecesaria la prueba aportada. Así tenemos como elemento objetivo
del tipo penal, que a su vez es presupuesto material indispensable para la realiza­
ción del presente delito la a) exista un bien niueble ajeno, el mismo que podrá ser
motivo de una sustracción y un consecuente apoderamiento ilegítimo; que sobre la
existencia del bien mueble se tiene: a.l) Acta de constatación*^ —en la misma que
participaron el representante legal de la empresa agraviada David Chacaltana Magret>
m
2 Satinas Siccha , D erecho p en a l. P arte especial, ob. cit., p. 920,
3 Roy F reyre citado por Salinas Siccha , D erecho p e n a l P arte especial, ob. d t., p. 919.
4 Salinas Siccila, D erecho p e n a l P arte especial, ob. d t., p. 919.
3 Ib id ., p. 930.
6 Obrante a fojas 42.

9 ®&
291
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

un representante de la Defensoría del Pueblo Marco García Cañar!, el SOTl PNP


Luis García Campos, y el técnico electricista de Luz del Sur José Matienzo Pine­
do—, siendo que dicho documento da cuenta que personal técnico de la agraviada
procede a reali¿r la verificación de la red eléctrica aérea de baja tensión que recorre
por la cuadra del jirón Santa Rita, detectando una conexión clandestina monofásica
en la red aérea a medio tramo a 10 metros aproximadamente adelante del poste
de alumbrado público N.° 091009914 instalado frente al inmueble ubicado en el
jirón Santa Rita N." 368, asimismo señala dicha acta que el técnico electricista de
la agraviada, utilizando una pinza amperimétrica, registró la carga eléctrica de la
conexión indebida en 10.1 amperios; a.2) Acta de intervención medido monofási­
co^, el documento citado señala que cuando se procede a examinar la posible carga
existente en la conexión clandestina, esta arroja como resultado que cuenta con una
carga de 10.1 amperios; a.3) Fotografía tomada a la pinza amperimétrica^ de la
visualización de dicha toma se observa que el mencionado instrumento registra en
su pantalla una carga eléctrica de 10.1 amperios; a.4) manifestación testimonial de
José Martín Matienzo Pinedo^, técnico electricista de Luz del Sur, quien se ratifica
en el contenido del acta de constatación, señalando que: la conexión clan­
destina conectada se encontró energizada, ya que tenía una carga de 10.1-amperios
[ . , y a.5) declaración instructiva^^, donde la procesada admite que contaba con '■W
'
fluido eléctrico en su cuarto, producto de la conexión clandestina. Así, en base a
los medios probatorios indicados se puede afirmar que la conexión que se reputa
de clandestina contaba con fluido eléctrico con una carga de 10.1 amperios, por lo
que se puede afirmar la existencia previa de un bien mueble.
4.2, En cuanto al verbo típico b) sustraer, se puede señalar que como prueba del
mismo se tiene b.l) Acta de Constatación, la misma que señala: detectándo­
se una conexión clandestina monofásica en la red aérea a medio tramo a 10 mts.
Aproximadamente del poste de alumbrado público N."" 0910009914 instalado
frente al inmueble ubicado en el jirón Santa Rita N ° 368 [...] que se dirige por la
parte posterior del techo del inmueble sito en la calle Ramón Zavala 370, donde la
encargada del predio [..,] facilitó el ingreso para la verificación, determinándose que
dicha conexión ilegal ingresa por un orificio de la pared lateral derecha al interior del
inmueble ubicado en la calle Ramón Zavala N.° 344-346 [...]”; b.2) Valorización
Suministro: 364782^h cftcumento que da cuenta del consumó sin autorización que
fM

7 Obrante a fojas 66.


8 A fojas 67.
9 Obrante de fojas 1118/119.
10 Instructiva obrante a fojas 109/112.
11 Obrante a fojas 69.

0 @ .

292
I J u r is p r u d e n c ia

realizó la imputada; ,b.3) instructiva de la imputada, quien afirma haberse aprove­


chado del suministro de energía eléctrica que llegaba a su habitación producto de
la conexión clandespna. Mediante la citada prueba se puede afirmar que existió una
conexión de energía eléctrica que ingresaba a la habitación de la imputada y que
la misma al hacer uso de dicha energía —como ella misma lo afirma—^realizó un
desplazamiento del bien mueble, pues este tuvo que discurrir de los cables en que
se encontraba fluyendo hacia los artefactos que usó la imputada, produciéndose
así la sustracción del mismo, siendo que dicho desplazamiento para el uso de la
imputada se encuentra corroborado por la valorización del suministro realizada por
la empresa agraviada. Además, se puede aseverar a la par que se produjo en dicho
momento una c) apoderamiento, pues la procesada al realizar el uso de artefactos
■,\1fe? con dicha energía dispuso de la energía, ya que la pudo usar justamente, porque
se encontraba en su esfera de dominio y pudo hacer ,disposición de la misma. De
igual manera se puede afirmar que dicho apoderamiento era d) ilegítimo, pues la
inculpada no tenía ningún derecho sobre dicho bien que justifique su uso, ya que
ella no pagaba por dicho consumo a la empresa Luz del Sur, así se encuentra co­
rroborado con la prueba ya citada, esto es, la valorización de suministro y la propia
versión de la imputada.
43* En cuanto al dolo de la procesada se puede señalar que ella ha declarado en
su instructiva que la instalación clandestina fue puesto por un señor de nombre
Héctor y que los vecinos se juntaron para,que aquel realice, por la suma de Sí 5.00
nuevos soles, las conexiones clandestinas, recurriendo a dichos servicios pues su
hermana —quien le cedió una habitación en su casa para que viva con su menor
hijo— no le quiso brindar luz eléctrica; entonces, la procesada al saber de la clan­
"■M-r destinidad de dicha conexión, conocía qiie el cable que llegaba a su habitación traía
fluido eléctrico, conocía de la existencia del bien; además, la inculpada señala que
dicho fluido lo tuvo por un lapso aproximado de un año y que —como no tenía el
permiso de su hermana para tener luz eléctrica legal— cuando llegaba su hermana
apagaba la luz y solo se servía de una vela; entonces mediante dicha afirmación se
aprecia que ella sabía que sustraía el fluido eléctrico cada vez que encendía algún
artefacto y que consecuentemente se apoderaba del mismo, siendo que también
se aprecia que sabía que su^apoderamiento ño era legítimo, ya que no pagaba a la
t-:'
compañía de luz respectiva por el servicio de fluido eléctrico; motivos por el cual
se puede concluir que la procesada obra dolosamente.
4.4. Respecto a la realización de la agravante, esto es, que se haya producido el
hurto mediante destreza; al respecto cabe señalar que el medio que se usó para po­
der sustraer dicho bien mueble fiie una conexión monofásica, ya que sin el mismo
no habría sido posible la sustracción por parte dé la imputada. Respecto a dicha

&^ ®
293
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELTTOS CONTRA EL PATRIMONIO

conexión se debe de señalar que es la propia agraviada —^encargada y conocedora


de actividades técnico eléctricas, pues a eso se dedica su objeto social— quien señala
que para realizar dicho tipo de conexiones se requiere conocimientos especiales de
electricidad, ya^que el hombre promedio no puede realizar dicho tipo de conexio­
nes. También se puede señalar que de la propia versión de la imputada se aprecia
que no fite ella quien realizó dicha conexión, sino que fue a pedido de los vecinos
que un individuo llamado Héctor lo habría realizado, entonces, siendo que dicha
versión no ha sido rebatida ni existen pruebas en autos que ayuden a arribar a la
conclusión de que fiie la procesada quien realizó la conexión, pues se debe de en­
tender que ella no lo realizó. En ese orden de ideas se debe de precisar que si bien
la inculpada admite haberse servido de ello para realizar el hurto, dicha afirmación
no resulta suficiente para la configuración de la agravante, pues el tipo penal exige
que la agravante sea realizada por el autor, pues caso contrario el delito no podrá
ser cometido mediante destreza, ya que el delito solo lo comete quien ostenta el
domino del hecho, esto es, el autor; entonces, siendo que la imputada no realizó
dicha conexión clandestina no resulta posible la configuración del tipo penal en su
modalidad gravada. Por tanto, no se evidencia que se haya incurrido en la agravante
postulada por el Ministerio Público, resultando conveniente invocar el art. 285-A
del Código de Procedimientos Penales, el cual permite al juzgador desvincularse
de la acusación fiscal, degradando el hecho y las circunstancias jurídicamente rele­
vantes, mas no sobrepasándolas^^; en ese sentido este despacho en virtud del citado
artículo y en aplicación tanto del principio de exhaustividad, por el cual el juez se
encuentra en obligación de pronunciarse sobre los alcances más relevantes de los
hechos y las pruebas, como del principio de legalidad, por lo que ante un hecho
debe aplicar la norma que corresponda aún en contra de la pedida erróneamente
por k acusación; procede a desvincularse de la acusación fiscal y adecuar el tipo
penal de hurto agravado a hurto simple, por no concurrir la agravante de destreza
invocada por el titular de la acción penal.

V. Determ inación de la pena


5 .1. Que habiéndose encontrado responsabilidad penal en la procesada, la sanción
punitiva a imponerse deberá estar en proporción al hecho cometido y que los
hechos así descritos resukan configurativos de delito contra el patrimonio-hurto
simple, ilícito penal que se encuentra previsto y sancionado en el artículo ciento
ochenta y cinco del Código Penal vigente, siendo también de aplicación los artículos
veintinueve, cuarenta y cinco, cuarenta y cinco guión “A”, cuarenta y seis, noventa

12 En ese sentido la C orte Suprema de J usticia ^ de la R epública , A cuerdo Plenario


4-2007/C J-l 16, Lima: 16 de noviembre deí 2017.

® ® @

294
J urisprudencia

y dos y noventa y ttes del mismo cuerpo legal, en concordancia con los artículos
doscientos ochenta,' doscientos ochenta y tres y doscientos ochenta y cinco del
Código de Procedijhientos Penales.
5»2* El artículo ciento ochenta y cinco de nuestro código sustantivo establece un
rango punitivo que va desde un año hasta los tres años de pena privativa de la li»
bertad, rango que para la determinación de la pena concreta es dividido en tercios.
Se debe de señalar que en el presente caso no se evidencia agravantes genéricas ni
cualificadas, por el contrario se aprecia la existencia de atenuante genérica, la carencia
de antecedentes^^, no apreciándose atenuantes privilegiadas; por ende corresponde
a este despacho fijar la pena dentro del tercio mínimo.

VI. Determinación de la responsabilidad civil


6.1. En cuanto al pago de la reparación civil debe tenerse en cuenta lo dispuesto
por el artículo noventa y tres del Código Penal; esto es, la indemnización de los
daños y perjuicios ocasionados, teniéndose presente que la reparación civil nace
con la ejecución de un hecho penalmente típico, pero que no se determina en
proporción a la gravedad del hecho, como ocurre con la pena, sino a partir de los
efectos producidos por el mismo.
6.2. Además, todo delito acarrea como consecuencia no solo la imposición de una
pena, sino también puede dar lugar al surgimiento de responsabilidad civil por parte
del autor; es así, que en aquellos casos én los que la conducta del agente produce
un daño reparable, corresponde fijar junto a la pena el monto de la reparación civil
como consecuencia jurídica del delito, máxime si surge la necesidad de imponer una
sanción reparadora cuyo fundamento está en función a que el hecho delictivo no
solo constituye un ilícito penal como bien se ha señalado, sino también un ilícito
de carácter civil.
6.3. Que, conforme se aprecia de las circunstancias de la comisión del delito y el
perjuicio ocasionado a la víctima, merece un resarcimiento económico adecuado a
ios principios de racionalidady proporcionalidad, debiendo la reparación civil regirse
al principio del daño causado, cuya unidad procesal —civil y penal— protege el
bien jurídico en su totalidad, así como a la víctima, siendo que, en el caso concreto,
se debe tener en cuenta que^si bien el perjuicio principal para la agraviada fiip no
percibir el pago debido por el fluido eléctrico consumido, el mismo que según íá
Valorización Suministro: 364782 el monto ascendería a la suma de SI 2,180.29
nuevos soles, empero dicho monto, como admite la agraviada, ya fue cobrado
a la propietaria del inmueble donde se encontraba la conexión clandestina —la

13 Certificado de carencia de antecedentes obrante a fojas 105.

o &0
Í-. 295
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS COOTRA EL PATRIMONíO

hermana de la imputada—, por ende, solo corresponde pronunciarnos respecto a los


gastos incurridos.’por la agraviada para afrontar el presente proceso penal, pago de
honorarios, actividad procesal; siendo dichos conceptos a los que estará destinado
cubrir la reparación civil.

DECISIÓN FINAL
Por las consideraciones antes expuestas, analizando los hechos y evaluando las prue­
bas con el criterio de conciencia que la ley autoriza; la señora jueza del Trigésimo
Sexto Juzgado Especializado en lo Penal de Lima, administrando justicia a nombre
de la Nación; dispone: la adecuación del tipo de delito contra el patrimonio-hurto
agravado a delito contra el patrimonio-hurto simple; y falla: condenando a Francis
Mabel García Godos Barboza, por el delito contra la patrimonio-hurto simple, en
agravio de Empresa Cruz del Sur; IMPONIEDO: UN ANO de pena privativa de
la libertad, la misma que se SUSPENDE condicionalmente por el término de UN
AÑO, bajo las siguientes reglas de conducta : a) No incurrir en la comisión de un
nuevo acto doloso, b) Concurrir al Centro de Control Biométrico de esta sede cada
treinta días a fin de registrar su huella digital y dar cuenta de sus actividades, c)
Abstenerse de concurrir a lugares de dudosa reputación y de ingerir bebidas alco­
hólicas, d) Pagar el monto de la reparación civil que se le señale en el plazo de seis
meses; y fija: en un mil nuevos soles el monto de reparación civil que la sentenciada
deberá pagar a favor de la agraviada; mando: Que consentida y/o ejecutoriada que
fuere la presente resolución, se inscriba dónde corresponda y se emitan los Boletines
correspondientes, y se archive definitivamente los de la materia. Notificándose.- d-í . ■.| 1
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296
JURISPRUDENCIA SOBRE EL DELITO
DE HURTO AGRAVADO

R. N . N 999-2018 Lim a Este: D eterm inación de la pena en el delito de


hurto agravado

C O R T E S U P R E M A D E J U S T IC IA D E LA R E P U B L IC A

SA LA P E N A L T R A N S IT O R IA

R . N . N ° 999-2018
L IM A E S T E

Lima, veintiuno de enero del dos mil diecinueve


VISTOS: ios recursos de nulidad interpuestos por los sentenciados Luis Enrique
Cruz Aranda y Christian Morel Cjuiro Tacurí contra la sentencia del diecinueve
de julio del dos mil diecisiete —páginas seiscientos treinta y siete a seiscientos
sesenta y cuatro^— emitida por la Sala Superior Especializada en lo Penal Descen­
tralizada y Permanente del distrito de San Juan de Lurigancho de la Corte Superior
de Justicia de Lima Este, en el extremo que los condenó como autores del delito
contra el patrimonio, en la modalidad de hurto agravado, en perjuicio de Felicita
Ana Carhuavilca Vásquez y Elizabeth Aurora Carhuavilca Vásquez; y, por el delito
contra la seguridad pública, en la modalidad de tenencia ilegal de armas, en agra­
vio del Estado, a ocho años de pena privativa de libertad, así como el pago de una
reparación civil ascendente a mil soles qué cada uno de los sentenciados, deberá
pagar a favor de los agraviados.
De conformidad con lo opinado por el señor fiscal supremo en lo penal.
Intervino como ponente la señora jueza suprema Pacheco Huancas.

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297
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

CONSIDERANDO
j
Hechos imputadas
1* Se atribuyó a ¿uis Enrique Cruz Aranda y Christian Morel Cjuiro Tacuri, que
con fecha once de febrero del dos mil quince, a las dieciséis horas, los procesados
se encontraban a bordo del vehículo Nissan de placa TK-cuatro mil setecientos
sesenta y nueve (de propiedad de Segundo Juan Soto Monteza, padre del menor
Juan Frederick Soto Diestra de diecisiete años de edad, quien lo conducía) se
dirigieron al asentamiento humano Valle Sagrado, Anexo Veintidós, Jicamarca,
San Antonio de Huarochirí, manzana M, lote tres, lugar donde descendieron del
vehículo e ingresaron al inmueble referido, para lo cual violentaron el candado de
la puerta; en dichas circunstancias fueron sorprendidos por las agraviadas, quienes
se encontraban fuera del inmueble y al ver un vehículo estacionado en el frontis
comenzaron a lanzar piedras al vehículo, logrando romper los parabrisas delantero y
posterior, los cuales produjeron ruidos que llamaron la atención de los procesados,
los que salieron del interior del inmueble para retirarse abordando el vehículo, no
sin antes llevarse consigo especies de propiedad de las agraviadas (un celular marca
LG, un celular marca Sony Xperia y una mochila de color negro con rayas verdes).
Luego de lo cual, y logrando huir los procesados a bordo del vehículo, las agraviadas
inmediatamente advirtieron a la policía de los hechos, los que iniciaron la búsqueda.
Consiguieron capturar a los procesados a la altura del paradero diez de la avenida
Jorge Basadre y Próceres de la Independencia, y al llevarse a cabo el registro respectivo
del vehículo, se encontró debajo del asiento posterior una bolsa conteniendo diez
bolsitas transparentes con hierba seca compatible con marihuana, en la guantera
se encontraron cuarenta y dos envoltorios tipo kete compatible con pasta básica
de cocaína; y, a la altura de la palanca de cambio un revolver marca Taurus, cañón
largo, cacha de madera, abastecida con dos municiones en su tambor.

CALIFICACIÓN DE LOS DELITOS MATERIA DE CONDENA


2, El tipo base del delito de hurto simple, se encuentra tipificado en el artículo cien­
to ochenta y cinco del Código Penal —vigente al momento de los hechos^— que
prescribe: "El que, para objener provecho, se a p o d ^ ilegítimamente de un bien
mueble, total o parcialmente ajeno, sustrayéndolo del lugar donde se encuentra, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de tres años. Se
equiparán a bien mueble la energía eléctrica, el gas, el agua y cualquier otra energía
o elemento que tenga valor económico, así como el espectro electromagnético y

Artículo modificado por el numeral uno del articuló^ veintinueve del Decretd Legislativo
número mil ochenta y cuatro, publicado el veintiocho de junio de dos mil ocho.

®@®
298
I JURISPRUDENCIA

también los recursos pesqueros objeto de un mecanismo de asignación de Límites


Máximos de Captura por Embarcación”.
Tipo base concordado con las agravantes descritas en los numerales dos y cinco, del
primer párrafo, del artículo ciento ochenta y seis, del Código Penal —vigente a la
fecha de los hechos^ — que prescribe: “El agente será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de tres ni mayor de seis años si el hurto es cometido: [...] 2).
Mediante destreza, escalamiento, destrucción o rotura de obstáculos; y 5) Mediante
el concurso de dos o más personas”.
3. El delito contra la seguridad pública, en la modalidad de tenencia ilegal de armas,
se encuentra previsto en el artículo doscientos setenta y nueve del Código Penal
—vigente á momento de los hechos—5, y prescribe:

El que, sin estar debidamente autorizado, fabrica, ensambla, almacena,


suministra, comercializa, ofrece o tiene en su poder bombas, armas, armas
de fuego artesanales, municiones o materiales explosivos, inflamables,
asfixiantes o tóxicos o sustancias o materiales destinados para su prepa­
ración, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis
ni mayor de quince años, e inhabilitación conforme al inciso seis, del
artículo treinta y seis, del Código Penal.

A R G U M E N T O S D E LA S E N T E N C IA IM P U G N A D A

4. El Colegiado Superior sustentó el fallo condenatorio contra Luis Enrique Cruz


Aranda y Christian Morel Cjulro Tacurl, sobre la base de los fundamentos siguientes:
4.1, Declaró probado el delito de hurto agravado, con las declaraciones de las
agraviadas Felicita Ana Carhuavilca Vásquez y Elizabeth Aurora Carhuavilca Vás-
quez, quienes de manera coherente narraron la forma y circunstancias en la que los
encausados ingresaron a su domicilio,

' ; j'i ■ ; 'J ''


4.2, Estas declaraciones se corroboran con el acta de registro vehicular, del vehí­
culo de placa de rodaje número TK-4769, donde se encontraron los bienes de la
II agraviada, y en posesión ,d^ CJbristian Morel Cjuiro Tacuri se encontró el celular.

2 Artículo modificado por el artículo uno de la Ley número treinta mil setenta y seis,
publicada el diecinueve de agosto de dos mil trece.
3 Artículo modificado por la Primera Disposición Complementaria Modificatoria de la Ley
número treinta mil doscientos noventa y nueve, publicada el veintidós de enero de dos
mil quince,

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299
V ÍC l’OR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

Las citadas declaraciones c u m p le n c o n los p a rám etro s del A c u erd o P len ario núm ero
dos-dos m il c in co /C J-c ie n to dieciséis, referidos a la ausencia de in cred ib ilid ad subje-,
tiva, v e ro sim ilitu d y p ersisten cia en la in c rim in a c ió n , lo q u e ad em ás se ap o y a en las
actas de re c o n o c im ie n to físico y la versió n d e los efectivos policiales intervinientes*

4 3 . El d e lito de te n e n c ia ilegal de a rm a d e fuego, q u e d ó a c re d ita d o p ro b ato ria­


m e n te c o n el acta de registro v e h icu lar p ra c tica d o e n el v eh ícu lo d e p laca d e rodaje
n ú m e ro T K -4 7 6 9 , d o n d e se d esp lazab an los en cau sad o s, d o n d e efectivam ente
se h alló el a rm a de fuego m a rc a T a u m s . E sta se e n c o n tra b a e n reg u lar estado de
fu n c io n a m ie n to . El resu ltad o de la p ericia de restos d e d isp aro d a c u e n ta q u e Jair
P a rd o C ru z es positivo p a ra p lo m o , a n tim o n io y b a rio . Q u e d a acred ita d o q u e los
im p u ta d o s e stu v iero n e n p o sesió n del a rm a de fuego, y fu e ro n testigos de que el
sen te n c iad o Ja ir P a rd o C ru z realizó d isp aro s q u e g eneró lesiones a la agraviada
E lizab eth C arh u av ilca V ásquez. N o o b sta n te , sig u iero n en p o sesió n de la m ism a,
e n c o n trá n d o se en el in te rio r del v e h ícu lo referido.

4 o 4 E n c u a n to a la d e te rm in a c ió n de la p en a, se tu v ie ro n en c u e n ta los p rin cip io s de


p ro p o rc io n a lid a d y legalidad, adem ás, las co n d icio n es personales de los agentes. Así,
tu v o en c u e n ta el sistem a de tercios, su c o n d ició n p erso n al d e agentes p rim ario s, con
resp o n sab ilid ad restrin g id a, y q u e a c tu a ro n d e acu erd o a sus precarias condiciones
sociales, eco n ó m icas y culturales.

FUNDAMENTO DE LOS RECURSOS DE NULIDAD-AGRAVIOS

Agravios de! sentenciado Luis Enrique Cruz Aranda


5. R eclam ó e n su recurso de n u lid a d — p á g in a seiscientos sesen ta y o c h o — , los
m o tiv o s siguientes:

5.1. R especto al d elito d e h u r to ag rav ad o , sostuvo q u e n o se h a in d iv id u alizad o


su p a rtic ip a c ió n . Solo se señaló q u e estu v o e n el lu g ar de los h ech o s, sin atrib u irle
h a b e r su straíd o a lg u n a especie. Y, n o se h a p ro b a d o la p reex isten cia d e los bienes,
A ello, agregó q u e el se n te n c iad o J a ir P a rd o C ru z ace p tó q u e fue la ú n ic a p erso n a
q u e ingresó al in m u e b le y q u e su strajo u n a m o ch ila.

5.2. E n c u a n to al d e lito jie te n e n c ia ilegál d e a rm a de fuego, reclam ó q u e el arm a,


se e n c o n tró en e l in te rio r d el v e h ícu lo (acta de registro v eh icu lar d e p á g in a o c h e n ta
y tres), sin especificar e n d is p o n ib ilid a d de q u ie n se e n c o n tra b a . A d em ás, está p ro ­
b a d o q u e el se n te n c iad o J a ir P a rd o C ru z , fue q u ie n tu v o la p o sesió n d e d ic h a arm a.

Agravios de! sentenciado Christian More! Cjuiro Tacuri


6 . R eclam ó en su recurso de n u lid a d — p á g in a seiscientos sete n ta y tres— , los
m o tivos siguientes:

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300
JURISPRUDENCIA

6.1. Sostuvo, respecto al delito de tenencia ilegal de arma de fuego, se le condenó


solo porque el armá se encontró ai interior del vehículo. No obstante, en el proceso
se determinó que ^1 responsable de este delito es el sentenciado Jair Pardo Cruz.
6.2. Respecto a la determinación de la pena por el delito de hurto agravado, sostuvo
que no se valoró lia confesión sincera, y por ello no se le aplicó el beneficio previsto
en el artículo ciento treinta y seis del Código Penal; y, tampoco se aplicó el beneficio
pi"- de laimputabilidad restringida; es decir, no realizó ninguna disminución de la pena.

FUNDAMENTOS DEL SUPREMO TRIBUNAL


7. El punto de partida para analizar la sentencia de mérito, es el principio de
impugnación limitada que fija los límites de revisión por este Supremo Tribunal;
en cuya virtud, se reduce al ámbito de la resolución, únicamente a las cuestiones
promovidas en él recurso aludido, las que configuran, en estricto, ja denominada
competencia recursal del órgano de alzada.

PronusidaiBiento respecto al delito de hurto agravado


8. El primer motivo del recurrente Luis Enrique Cruz Aranda fue sostener que
se le condenó solo por ,estar presente el día de los hechos y no se individualizó su
participación. Denunció también que fue el sentenciado Jair Pardo Cruz, quien
aceptó haber sido el único que ingresó al inmueble de las agraviadas y sustrajo una
mochila; es decir, cuestionó la valoración a la prueba que determinó su condena. Ello
también guarda relación con la participación delictiva del recurrente Christian Morel
Cjuiro Tacuri, por haber sido sustento para determinar la responsabilidad penal,
las actas de intervención, actas de reconocimiento y el acta de registro vehicular.
9. Al respecto, como bien se ha fijado en el fundamento, decimoquinto de la
sentencia materia de alzada, la primera fuente de información, en el caso, son las
declaraciones desde etapa preliminar, de las agraviadas Felicita Ana Carhuavilca
Vásquez y Elizabeth Aurora Carhuavilca Vásquez —páginas cuarenta y cuatro y
treinta ocho— ratificadas en juicio oral —páginas quinientos noventa y cuatro y

quinientos noventa y seis— . Las mismas que deben confrontarse a los parámetros
de validación señalados en el Acuerdo Plen^io número dos-dos mil dnco/CJ-dento
dieciséis, a fin de determifiar si se trata de prueba de cáfgó hábil y suficiente para
derrotar el principio de presunción de inocencia que le asiste a los encausados.
En efecto, las mencionadas agraviadas coincidieron en señalar la forma y circuns­
tancias en las que los encausados ingresaron a su domicilio y violentando el candado
de la puerta lograron sustraer sus bienes, consistentes en una mochila verde y un
celular de marca LG; no obstante, lograron áhtiyentarlos arrojando piedras que
rompieron el parabrisas del automóvil donde estos se desplazaban.

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301
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ I DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONíO

10. Las declaraciones de contenido incriminatorio de las agraviadas, tienen apoyo


en primer lugar, en las declaraciones del testigo impropio Jair Pardo Cruz, quien
desde etapa preliminar ■—en presencia del representante del Ministerio Público,
página cincuenta ^ uno—■etapa de instrucción —página doscientos quince— y en
juicio oral —página quinientos noventa y cinco—, señaló que el día de los hechos
se encontraron para dirigirse a la piscina y, al no estar abierto aún, decidieron ir
a dar un paseo; siendo en esas circunstancias que decidió ingresar a un domicilio
(ubicado en el asentamiento humano Valle Sagrado, Anexo Veintidós, Jicamarca,
San Antonio de Huarochirí, manzana M, lote tres) entrando primero él y detrás
suyo, los encausados Christian Morel Cjuiro Tacuri, Luis Enrique Cruz Aranda y el
menor Juan Frederick Soto Diestra, quien conducía el vehículo. En esos instantes,
escucharon que rompían las lunas del carro, por lo que salieron.
Agregó, que observó a gente que arrojaba piedras y palos, con el propósito de agre­
dirlos, Por ello, realizó dos disparos y uno le cayó a la agraviada Elizabeth Aurora
Carhuavilca Vásquez, para luego ser intervenidos por la policía, cuando fueron a
comprar un parabrisas por la avenida Próceres de la Independencia,
IL Eli el mismo sentido se recibió la declaración del menor Juan Frederick Soto
Diestra, en etapa preliminar —en presencia del representante del Ministerio Público
y de su abogado defensor página setenta y cinco— declaró haber concurrido al citado
inmueble siendo Jair Pardo Cruz, quien ingresó al domicilio; mientras que, Christian
Morel Cjuiro Tacuri, Luis Enrique Cruz Aranda y él se quedaron en la puerta del
inmueble, instantes en que salieron los vecinos con piedras y palos, rompieron el
parabrisas del vehículo, escuchó dos disparos. Posteriormente, fueron intervenidos
por personal policial en inmediaciones de la avenida Próceres de la Independencia,
Sin embargo, el mencionado testigo, en juicio oral —página seiscientos veinte—
cambió de versión y señaló que efectivamente conducía el vehículo, pero que los
parabrisas habían sido rotos por sus vecinos y en circunstancias que se dirigían a
comprar, el sentenciado Jair Prado Cruz le dijo que se detuviera siendo el único que
ingresó al inmueble ya descrito; sin embargo, cohforme a las actas de reconocimiento
físico de páginas noventa y nueve, cien y ciento uno, las agraviadas Elizabeth Au­
rora Carhuavilca Vásquez y Felicita Ana Carhuavilca Vásquez, así como la testigo
Madeleyn Lizbeth Vadlllo Cárhuavüca, respectivamente, reconocieron al menor
infractor como el conductor del vehículo, quien también participó en los hechos
que se le atribuye al recurrente. En esa lógica, el cambio de versión que lo hace
luego de dos años, no encuentra apoyo objetivo en prueba alguna.
12. Por otro lado, si bien los encausados Christian Morel Cjuiro Tacuri y Luis
Enrique Cruz Aranda declararon en etapa preliminar —en presencia del represen­
tante del Ministerio Público páginas cincuenta y nueve y sesenta y ocho— y en
®®®
302
J u r is p r u d e n c ia

juicio oral —^páginas quinientos ochenta y seis y quinientos ochenta y nueve'— que
efectivamente, el día de los hechos se encontraban reunidos en el frontis del domicilio
de las braviadas y'que al ser sorprendidos, les lanzaron piedras que produjeron la
ruptura del parabrisas del vehículo.
De modo que es un hecho probado por la aceptación de ambos recurrentes que
estuvieron reunidos en el lugar de ios hechos porque según sostuvieron iban a
concurrir a la piscina; sin embargo, la justificación, no tiene respaldo probatorio
u objetivo, pues todas las declaraciones de agraviados y testigos e incluso impug­
nantes coinciden y persisten que estuvieron en el lugar de los hechos, habiendo
descendido del vehículo para dirigirse al inmueble de las agraviadas, lo que acredita
í'" la hipótesis de denuncia del Ministerio Público, sobre que ingresaron al inmueble
Í “"' de las agraviadas para sustraer los bienes de estas, con rotura del candado, pero al
S
ípTi^llíip
verse descubiertos procedieron a huir del lugar de los hechos, como ha quedado
ü _ fijado pertinentemente.
13. Se subraya que, abona a la tesis incnminatoria, la prueba documental incorpo­
rada al debate contradictorio vía oralización, como es el acta de registro vehicular
W f í j. —página ochenta y tres— realizada al vehículo de placa TK-4769, en la que se
■.ífe-i:;;:';-, ■' señala que era conducido por el menor infractor Juan Frederick Soto Diestra, y que
se encontró en su interior una mochila de color verde perteneciente a la agraviada
Felicita Ana Carhuavilca Vásquez y que, posteriormente le fue devuelta —página
ciento tres—, lo que derrota los argumentos que expresan los recurrentes.
Con igual idoneidad probatoria está el acta de registro personal —página ochenta
;,í';li-;- y seis— practicada al encausado Christian Morei Cjuiro Tacuri, donde se deja
constancia que se le encontró en posesión de un teléfono celular marca LG. Bienes
SEte- que fueron devueltos a la agraviada Felicita Ana Carhuavilca Vásquez, según aparece
del acta de entrega de especies —^página ciento tres—. Esta prueba documental
■mm: desvirtúa el argumento defensivo de los encausados Luis Enrique Cruz Aranda y
Christian Morei Cjuiro Tacuri, referido a que solo el sentenciado Jair Pardo Cruz
ms'r^
ingresó al inmueble de las agraviadas y afirma, más allá de toda duda razonable, que
los recurrentes participaron en los hechos materia de acusación.
14. Conforme a lo expuest^, las pruebas citadas —analizadas de manera individual
y conjunta— son sufídentestpara enervar la presunción constitucional de inocencia
III del sentenciado recurrente Luis Enrique Cruz Aranda y rechazar los motivos de
su impugnación respecto al delito de hurto agravado, en perjuicio de Felicita Ana
Carhuavilca Vásquez y Elizabeth Aurora Carhuavilca Vásquez; por lo que, es de
aceptar el cuadro fáctico acusatorio y declarar la legalidad de la sentencia impugnada
en este extremo. í

9 0 »
303
VÍCTOR JiMMV A rbü íú Martínez ¡ Derecho penal, parte especial / Los delitos contra el patrimonio

Prommciamieiito respecto al delito de tenencia ilegal de arma de fuego


15. Ambos recu'rrentes cuestionan el extremo de la sentencia referido a la condena,
por el delito enjcomento. Sostienen que está probado que el sentenciado Jair Pardo
Cruz fue quien tuvo la posesión del arma de fuego.
Al respecto, el delito de tenencia ilegal de arma de fuego es una figura de peligro
abstracto o de mera actividad. No es necesaria la producción de un daño concreto.
Se consuma con la sola posesión del arma—u otro bien detallado en el mencionado
tipo penal— y que esta se encuentre en condiciones de ser utilizada y se genere un
peligro a las personas.
16. Así, para efectuar un juicio de reprochabilidad de la conducta del agente, es
decir, el perfeccionamiento del ilícito, el verbo rector requiere que el agente, ile­ '.i '
gítimamente, tenga en su poder armas o municiones. En este caso, se halló en el
interior del vehículo de placa TK-4769, a la altura de la palanca de cambio, un
revólver marca Taurus, cañón largo, cacha de madera, abastecida con dos muni­
ciones en su tambor, conforme se acredita en el acta de registro vehicular ■
—página
ochenta y tres—.
En esa medida, es cierto que el sentenciado Jair Pardo Cruz ha reconocido desde
etapa preliminar —en presencia del representante del Ministerio Público, página
cincuenta y uno— etapa de instrucción —página doscientos quince— y en juicio
oral —página quinientos noventa y cinco— que él llevó el arma de fuego en su
mochila, sin que los demás encausados supieran de dicha circunstancia. En esa línea,
dicha posesión encuentra apoyo con el resultado del dictamen de restos de disparos
por arma de fuego número RD novecientos ochenta y siete al novecientos noventa/
quince —^página doscientos cincuenta y tres^— que concluye para Christian Morel
Cjuiro Tacuri y Luis Enrique Cruz Aranda, negativo antimonio y bario; sin em­
bargo, para el sentenciado Jair Pardo Cruz, concluye resultado positivo compatible
con restos de disparos por arma de fuego.
17. Además, conforme a las actas de reconocimiento físico —páginas noventa y
nueve, cien y ciento uno— las agraviadas sindicaron únicamente al ya sentenciado
Jair Pardo Cruz, como el que poseía el arma y realizó los disparos. En esa medida,
aun cuando es un dato objetivo que los encausados Christian Morel Cjuiro Tacuri
y Luis Enrique Cruz Aútnda se encontraban en el interior del vehículo donde fue
encontrada el arma de fuego; lo cierto es, que conforme ló antes descrito, la actividad
probatoria y la aceptación del sentenciado Jair Pardo Cruz, nos permite concluir
que fue este quien colocó el arma en la caja de cambios del vehículo, cuando em­
prendieron la huida.
Por tanto, no existe prueba que vincule a los encausados Christian More! Cjuiro
Tacuri y Luis Enrique Cruz Aranda con el delito de tenencia ilegal de arma de fuego.
@ 0 0

304
I J u r is p r u d e n c ia

18. Conforme a Ío señalado, es de subrayar, que el derecho a la presunción de ino­


cencia se configura' en tanto regla de juicio y desde la perspectiva constitucional,
como el derecho a|no ser condenado sin pruebas de cargo válidas, lo que implica
que exista una suficiente actividad probatoria, realizada con las garantías necesarias,
referida a todos los elementos esenciales del delito y que de la misma quepa inferir
razonablemente los hechos y la participación de los acusados en ellos"^.
En el caso, no se ha podido acreditar, más allá de toda duda razonable, que los
recurrentes hayan estado en posesión del arma de fuego incautada, por lo que la
sentencia condenatoria debe ser revertida y determinarse la absolución de este ex­
tremo. Por lo que, los motivos de agravio se amparan.

Análisis de la pena impuesta


19. Finalmente, el encausado Christian Morel Cjuiro Tacuri cuestionó que al
determinar la pena, el Colegiado Superior no tuvo en cuenta la disminución de la
misma por confesión sincera y tampoco la edad que tenía a la fecha de los hechos
ms (veinte años), que lo convierte en un agente de responsabilidad restringida.
20. En principio, nuestro ordenamiento jurídico penal señala en su artículo ix del
título preliminar, que la pena tiene función preventiva, protectora y resocializado-
I, ra. En ese sentido, nuestro código se inscribe en la línea de una teoría unificadora
preventiva^, pues la pena sirve a los fines de prevención especial y general.
También lo ha precisado la sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el
Exp. número cero cero diecinueve-dos mil cinco-PI/TC^:

[L]as teorías preventivas, tanto la especial como la general, gozan de


protección constitucional directa, en tanto y en cuanto, según se verá,
sus objetivos resultan acordes con el principio-derecho de dignidad,
y con la doble dimensión de los derechos fundamentales; siendo, por
consiguiente, el mejor medio de represión del delito, el cual ha sido
reconocido por el Constituyente como un mal generado contra bienes
que resultan particularmente trascendentes para garantizar las mínimas
condiciones de una convivencia armónica en una sociedad democrática.

4 Conforme Ío recalca la doctrina consolidada de esta suprema instancia, mediante Acuerdó


Plenario N.° 2-2005/CJ-116, de treinta de septiembre del dos mil cinco.
5 Roxin, Claus, Derecho penal Parte general, t. i. Fundamentos. La estructura de la teoría
del delito, traducción de Diego Luzón Peña, Miguel Díaz y Garda Conlledo y Javier de
Vicente Remesa!, Madrid: Editorial Civitas, 1997,íp. 95.
6 De veintiuno de julio del dos mil cinco.

« ®e
305
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

21, En este caso^ estando al motivo alegado sobre la aplicación del beneficio por
confesión sinceré, es de subrayar, que conforme aparece de las diligencias prelimi­
nares —páginas dos a diecinueve— el recurrente, al igual que Cruz Aranda, fueron
intervenidos a l4s dieciséis horas y cuarenta minutos, es decir, cuarenta minutos
después de cometido el hecho; supuesto de flagrancia delictiva.
Al respecto, el Tribunal Constitucional ha señalado, en la sentencia recaída en el
Exp. número cero tres mil seiscientos ochenta y uno-dos mil doce-PHC/TC^, que
la flagrancia:

[P]resenta dos requisitos insustituibles; a) La inmediatez temporal, es


decir, que el delito se esté cometiendo o que se haya cometido instantes
antes, b) La inmediatez personal, que el presunto delincuente se en­
cuentre ahí, en ese momento en situación y con relación al objeto o a
los instrumentos del delito, que ello ofrezca una prueba evidente de su
participación en el evento delictivo [...].

22o Como es sabido, y se ha puesto ya de manifiesto, en la jurisprudencia de esta


Corte, la flagrancia excluye el beneficio de confesión sincera, ya que objetivamente
esta logra establecer la materialidad de los hechos, sin que el aporte del encausado
—aceptando los hechos, en este caso de forma parcial— tenga relevancia en este
aspecto. Por lo que, no se ampara el motivo del recurrente Cjuiro Tacuri. , ’.j :■ V’.;,

23o Por otro lado, en cuanto al motivo de la aplicación de la reducción de la pena por
responsabilidad restringida, se verifica del literal e de la sentencia materia de alzada,
que el Colegiado Superior, si tuvo en cuenta la edad a la fecha de los hechos, no solo
del recurrente; sino también del encausado Cruz Aranda, quienes a la fecha de los
hechos tenían veinte años; por lo que, aplicaron el artículo veintidós del Código Penal,
Así, la Sala de Mérito consideró que se trata de personas jóvenes de fácil reinserción
a la sociedad. Entonces, no resulta cierto el motivo alegado por el encausado Cjuiro
Tacuri, pues el Colegiado de Instancia-si rebajó la sanción punitiva por su calidad
de agentes de responsabilidad restringida. En consecuencia, su motivo no prospera.
24, Finalmente, al revertirse la condena y pena por el delito de tenencia ilegal de
arma de fuego de ambos recurrentes, queda fijada iá respoñsabilidad de ambos por
el delito de hurto agrayado, y en virtud a ello, se fijará la pena a imponerse a los
encausados.
25. La determinación de la pena se hará de coriformidad al sistema de tercios,
establecido mediante Ley número treinta mil setenta y seis. En el caso, el marco

7 De veintitrés de enero del dos mil trece, tercer párrafo del fiindamento jurídico tres.

306
Jurisprudencia

punitivo previsto p^ra el delito de hurto agravado es no menor de tres ni mayor de


seis años. Por tanto, la pena legal debe individualizarse de acuerdo al principio de
proporcionalidad ^ las circunstancias de los artículos cuarenta y cinco y cuarenta
y seis del Código Penal.
26 . Además, la pena debe respetar los ámbitos legales, referidos tanto a la confi­
guración de la sanción básica —definida como la configuración del marco penal
establecido por el tipo legal y las diferentes normas que contienen las circunstancias
modificativas de la responsabilidad genéricas, sean agravantes y/o atenuantes— y la
pena concreta o final —que es el resultado de la aplicación de los factores de indivi­
dualización estipulados en los artículos cuarenta y cinco y cuarenta y seis del Código
Penal, siempre dentro del marco penal fijado por la pena básica y a partir de criterios
referidos al grado de injusto y el grado de culpabilidad-—. Así, la determinación
de la pena no es más que una teoría sobre los factores relacionados con el injusto
y la culpabilidad que configuran el significado comunicativo del hecho concreto®.
27 . Así, en atención a las condiciones personales, grado de instrucción, naturaleza
del delito y las circunstancias que rodearon el hecho, corresponde determinar la pena
en el tercio inferior, correspondiéndole a cada uno de los encausados, dada la forma
y circunstancias de la comisión del hecho, cuatro años de pena privativa de libertad.
28. En primer lugar, este Tribunal Supremo, de conformidad con el numeral uno
del referido artículo, establece que para suspender la pena se requiere que la condena
se refiera a pena privativa de libertad no mayor de cuatro años, se advierte que efec­
tivamente este requisito se cumple, al haberse determinado una pena de cuatro años.
29. Respecto al segundo requisito legal, referido a la modalidad del hecho punible,
comportamiento procesal y la personalidad del agente, que permitan inferir que
aquel no volverá a cometer un nuevo delito. En este caso, no se alegó, y mucho
menos se acreditó con medio de prueba objetivo que los sentenciados tengan un
comportamiento proclive a cometer delitos. Esto permite hacer un pronóstico de
comportamiento positivo en el futuro, cumpliéndose con este requisito.
'y,-<
30. Respecto al numeral tres del citado artículo, se trata de sentenciados sin ante­
I -H cedentes penales, es decir gentes primarios, conforme se desprende del certificado
m de antecedentes penales—paginas seiscientos uno y seiscientos dos—. Es decir, este
í B' requisito también se cumple, pues no tienen la calidad de reincidentes o habituales.
■n.i"

31. Por último, este Colegiado Supremo considera que la pena impuesta se sostiene
también en la atenuante privilegiada de la responsabilidad restringida —páginas

Feijoo Sánchez , Bernardo, “Individualización de la pena y teoría de la pena proporcional


al hecho”, en Indrety Barcelona: enero del 2007, p. 9.

»«»
VÍCTOR JíM M Y arboló MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

ciento diecisiete y ciento diecinueve—, la circunstancia genérica de ser agentes


primarios y las precarias condiciones personales y sociales de los sentenciados, son
elementos que §e deben tener en cuenta para fijar una pena de carácter suspendida
compatible co¿ la finalidad especial de la pena frente a los sentenciados y general
frente a la sociedad.

DECISIÓN
Por estos fundamentos, declararon:
L NO HABER NULIDAD en la sentencia del diecinueve de julio del dos mil
diecisiete —^páginas seiscientos treinta y siete a seiscientos sesenta y cuatro—
emitida por la Sala Superior Especializada en lo Penal Descentralizada y Perma­
nente del distrito de San Juan de Lurigancho de la Corte Superior de Justicia
de Lima Este, en el extremo que condenó a Christian Morel Cjuiro Tacuri
y Luis Enrique Cruz Aranda, como autores del delito contra el patrimonio,
en la modalidad de hurto agravado, en perjuicio de Felicita Ana Carhuaviica
Vásquez y Eüzabeth Aurora Carhuaviica Vásquez,
IL HABER NULIDAD en la referida sentencia en el extremo que condenó a los
citados encausados por el delito contra la seguridad pública, en la modalidad
de tenencia ilegal de armas, en agravio del Estado, y REFORMANDOLA,
los absolvieron del rnendonado delito y agraviado.
IIL HABER NULIDAD en la misma sentencia, en el extremo que les impuso a
los referidos procesados ocho años de pena privativa de libertad,^ y REFOR-
MÁNDOLA, les impusieron por el delito de hurto agravado, cuatro años
de pena privativa de libertad, suspendida en su ejecución por el plazo de tres
años, bajo el cumplimiento de las siguientes reglas de Conducta: a) no variar ni
ausentarse de su domicilio sin previa autorización judicial; b) concurrir cada
treinta días al juzgado encargado de ejecutar la sentencia, a fin de registrar su
firma y justificar sus actividades; y c) no volver a cometer delito doloso,
IVo ORDENARON la inmediata libertad de los encausados, siempre y cuando
no exista en su contra, orden o mandato de detención emanado por autoridad
competente; OFICIANDOSE vía fax, o medio idóneo correspondiente, a
la Sala SuperiorEspecializada en lo Penal Descentralizada y Permanente del
distrito de San Juan de Lurigancho de la Corte Superior de Justicia de Lima
Este, para tal fin;
V. NO HABER NULIDAD en lo demás que contiene; y los devolvieron,
S,S.
PRADO SALDARRIAGA / BARRIOS ALVARADO / QUINTANILLA CHACÓN / CASTAÑEDA
OTSU / PACHECO HUANCAS

© © ©

308
J u r is p r u d e n c ia

R. N. N.® 2J 14-2014 Hmaiicaveiicas Redección de la pena concreta


de Emrto agravado por estado de ebriedad relativa y responsabilidad
festringida ¡

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL TRANSITORIA
R, N. 2114-2014
HUANCAVELICA

Lima, ocho de septiembre del dos mil quince


VISTOS: el recurso de nulidad interpuesto por el encausado Joel Ángel Ticllasuca
Santiago contra la sentencia de fojas quinieiitos ochenta y nueve, del quince de
julio del dos mil catorce, que lo condenó como autor del delito de hurto agravado
en agravio de Rufina Mancilla Espinoza y Andy Paul Apunal Condori a cinco años
de pena privativa de libertad y al pago de quinientos nuevos soles por concepto de
reparación civil.
Oído el informe oral.
Inteiviene como ponente el señor San Martín Castro.

FUNDAMENTOS
Primero. Que el encausado Ticllasuca Santiago en su recurso formalizado de fojas
seiscientos treinta y seis insta la reducción de la pena impuesta. Alega que reconoció
los cargos; que el testigo Munarriz Hilario expresó que él no portaba arma blanca, así
como que se encontraba en estado etílico; que no tiene antecedentes y, en cuanto a
la sustracción del celular, firmó una transacción con la agraviada Mancilla Espinoza,
por la que le pagó doscientos nuevos soles.
Segundo. Que la sentencia de instancia declaró probado que el día trece de no­
viembre del dos mil once, en horas de la madrugada, cuando las agraviadas Rufina
Mancilla Espinoza, de diecisiete años, Mari Mancha Acevedo, ,de catorce años, Paul
Andy Apunal Condori, de quince años, y Beto Munarriz Hilario, de dieciocho años
de edad, luego de haber participado en una fiesta en la plaza del barrio de Santa Ana
de Huancavelica, donde habían libado licor, y se encontraban a la altura del estadio
del Instituto Peruano del Deporte, donde se sombreaban de la lluvia, se les acercó
el encausado Ticllasuca Santiago, de veintiuno años de edad [Ficha Reniec de fojas
cincuenta y cinco], mientras que el encausado Mendoza Sullca, de dieciocho años

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309
V ÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

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de edad [Ficha Reniec de fojas cincuenta y seis] permanecía a unos cuatro metros r

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como “campana”j En esas circunstancias el encausado Ticllasuca Santiago sustrajo ■


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a Apuna! Condofi la suma de tres nuevos soles y, luego, a la agraviada Mancilla V f .

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Espinoza el celular que portaba* í-.' ^


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Como los imputados se retiraron en dirección al malecón Santa Rosa, los agraviados S M i
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dieron la voz de alerta y fueron capturados por la Policía [parte de intervención de p 7
a

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fojas seis], Al encausado se le encontró lo robado [acta de fojas ocho]*


TercerOo Que no está en discusión el juicio histórico ni la subsunción jurídico
penal realizada eri la sentencia impugnada, solo el juicio de medición de la pena. A
estos efectos se debe tener en cuenta que los imputados se encontraban en estado i:
de ebriedad —el imputado recurrente Ticallasuca Santiago tenía uno punto treinta
y ocho grados de alcohol etílico en sangre [fojas doscientos noventa y dos]—, el
citado encausado carece de antecedentes [fojas quinientos treinta y dos] y es un
estudiante universitario [fojas ciento trece guión ciento veinte]. Además, reparó a
la víctima Munarriz Hilario, conforme al documento de fojas ciento veinticuatro*
Cuarto. Que dada la fecha de los hechos, no es de aplicación la reforma al juicio
de medición de la pena introducida por la Ley número 30076, del diecinueve de
agosto del dos mil trece. Si se tiene en cuenta la pena abstracta —de tres a seis
años de pena privativa de libertad—, las dos agravantes específicas concurrentes
(numerales 2 y 6 del art. 186 del CP), la captura en cuasi flagrancia del imputado,
su estado de relativa ebriedad —^lo que permite aplicar la concordancia de los arts.
20 apartado 1 y 21 del CP—; y, finalmente, que es una persona joven, estudiante
universitario, sin antecedentes y que reparó a la víctima, es pertinente estimar que
la pena concreta será de cuatro años de privación de libertad. De otro lado, estando
a sus características personales, la suspensión de la ejecución de la pena no frustrará
un pronóstico positivo de readaptación social en libertad, por lo que se cumplen
los requisitos establecidos por el art. 57 del CP.
El recurso defensivo debe estimarse y así se declara.

DECISIÓN
Por estas razones:
L Declararon HABER NULIDAD en la sentencia dé fojas quinientos ochenta
y nueve, del quince de julio del dos mil catorce, en la parte recurrida que
condenando a Joel Angel Ticllasuca Santiago como autor del delito de hur­
to agravado en agravio de Rufina Mancilla Espinoza y Andy Paul Apunal
Condori le impuso cinco años de pena privativa de libertad; reformándola en
este extremo: le IMPUSIERON cuatro años de pena privativa de libertad,

^ m@
310
I J u r is p r u d e n c ia

suspendida condicionalmente por el plazo de tres años, bajo las mismas reglas
de conducta impuestas a su coimputado Jorge Mendoza Sullca. ORDENA­
RON se cursan las comunicaciones respectivas para su inmediata libertad,
que se ejecutará siempre y cuando no exista mandato de detención o prisión
preventiva emanada de autoridad competente; oficiándose por ante quien
corresponda.
IL Declararon NO HABER NULIDAD en lo demás que contiene y es materia
del recurso.
líL DISPUSIERON se remita la causa al Tribunal de origen para que el órgano
jurisdiccional competente inicie la ejecución procesal de la sentencia conde­
natoria. Hágase saber a las partes personadas en esta sede procesal.
S. S. .
SAN MARTÍN CASTRO / PRADO SALDARRIAGA / SALAS ARENAS/ BARRIOS ALVARADO /
PRÍNCIPE TRUJILLÓ.

« # «
311
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEL í TOS CONTRA E l PATRIMONIO

Cas. N ®234-2017 La Libertada El elemento ^‘espectro electromagnéti­


co” eii el-hurto agravado
---------- 1.......................................................................... .................... ——
í

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

PRIMERA SALA PENAL TRANSITORIA ■


CAS. 234-2017
LALIBERTAD

Lima, veintidós de agosto del dos mil diecisiete


VISTOS? en audiencia pública: el recurso de casación por inobservancia de precepto
constitucional y vulneración de precepto material interpuesto por el encausado Gar­
los Arturo Rebaza López contra la sentencia de vista de fojas trescientos diecinueve
de treinta y uno de octubre del dos mil dieciséis, que confirmando la sentencia de
primera instancia de fojas ciento cincuenta, de dos de noviembre del dos mil quince,
lo condenó como autor de delito de hurto agravado de espectro de radio eléctrico
en agravio del Estado —Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones—, a
cuatro años de pena privativa de la libertad, suspendida condicionalmente por el
plazo de tres años, así como al pago del dos mil soles con cincuenta céntimos por
concepto de reparación civil; con lo demás que contiene. Intervino como ponente
el señor San Martín Castro.

FUNDAMENTOS DE HECHO

Frimeroi Que las sentencias condenatorias de mérito declararon probado que el


encausado Rebaza López utilizó el espectro radioeléctrico para la transmisión de
señales de telecomunicación ilegales, sin la autorización del Ministerio de Trans­
portes y Telecomunicaciones. En este sentido, el dieciocho de septiembre del dos
mil doce los inspectores de la Dirección General de Control y Supervisión de Co­
municaciones del referido Ministerio verificaron que la empresa RTC TV, ubicada
en el jirón Sánchez Camón número doscientos setenta y seis y doscientos setenta
y ocho, y planta transmisora situada en jirón José Pardo sin número, barrio Agua,
Los Pájaros, distrito de Mtiamaehuco, provincia de Sánchez Camón, departamento
de La Libertad, cuyo propietario es el referido imputado, quien los recibió, operaba
sin autorización del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones y que se en­
contraba transmitiendo en ese momento señal de cable (ESPN), lo que se plasmó
en el Acta de Inspección Técnica número cero catorce ochenta y uno guión dos mil
doce, de fojas cinco. En virtud del acta en mención, se elaboró el Informe número
cuarenta y cuatro sesenta y uno guión dos mil doce guión MIC oblicua veintinueve
® ® ®

312
I J urisprudencia

punto cero dos, de fojas tres, de diecisiete de octubre del dos mü doce, que sirvió
de sustento a la Resolución Directoral número cero ocho cincuenta y cinco guión
dos mil trece guión ^ T C oblicua veintinueve, de fojas siete, de diecisiete de mayó
del dos mil trece. Esta resolución administrativa señaló que el personal autorizado
por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones puede disponer y ejecutar
la incautación de los equipos de la estación radiodifusora, y que el órgano encarga­
do de disponer dicha medida cautelar es el juez especializado en lo penal. De esta
manera, a mérito de la resolución judiciál de fojas diez, de veintiséis de noviembre
del dos mil trece, con fecha veintiocho de ese mes y año se llevó a cabo la referida
medida. En su mérito, se incautó (i) un excitador, rnarcaTYSAT, de color plomo;
y (ii) un amplificador, marca TV, color azul, en presencia del responsable y locutor
de la estación radial, Edgar Egoavil Soldevilla.
Segundo. Que contra la sentencia de primera instancia el imputado Rebaza López,
protestando inocencia, interpuso el recurso de apelación de fojas doscientos seis,
de siete de noviembre del dos mil quince. Esta impugnación, previo trámite de ley,
finalmente fue desestimada por la Segunda Sala Penal de Apelaciones de La Libertad
mediante la sentencia de vista de fojas trescientos diecinueve, de treinta y uno de
octubre del dos mil dieciséis, que confirmó el fallo precedente y la declaración de
culpabilidad, así como la pena y la reparación impuestas.
La referida sentencia de segunda instancia determinó que el encausado Rebaza
López planteara el recurso de casación de fojas trescientos ochenta y dos, de quin­
ce de noviembre del dos mil dieciséis, el mismo que fue admitido por el Tribunal
Superior por resolución de fojas cuatrocientos cincuenta y nueye, de veintitrés de
enero del presente ano.
Tercero. Q ue elevada la causa a este Supremo Tribunal y cum plido el trámite de
traslado a las partes recurridas, se expidió la Ejecutoria Suprema de fojas ciento
cincuenta y tres —del cuadernillo respectivo—, de veintiocho de abril del dos mil
diecisiete, que declaró bien concedido el recurso de casación por las causales de
inobservancia de precepto constitucional y vulneración de precepto penal material,
previstas en el art. 429, apartados 1 y 3, del nuevo CPP, bajo el acceso extraordinario
regulado por el art. 427, nimeral 4, del Código en mención.
Cuarto. Qué, instruido el expediente en secretaría, señalada fecha para la audiencia
de casación el día diez de agosto del dos mil diecisiete por decreto de fojas ciento
setenta y nueve, de veintiuno de julio último, y realizada esta con la concurrencia
del abogado defensor del encausado Rebaza López, doctor Walter Humberto Vás-
quez Bejarano, y del señor fiscal adjunto supremo en lo penal, doctor Alcides Mario
Chinchay Castillo, el estado de la causa es la de expedir sentencia.

Q@o
313
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONiO

QiiiatOo Que deliberada la causa en secreto y votada el mismo día, este Supremo
Tribunal acordó pronunciar la presente sentencia de casación, en los términos que
se detallarán. S j señaló para la audiencia de Su lectura el día de la fecha.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
Primero» Que, como quedó expuesto, este Supremo Tribunal por Ejecutoria de fojas
ciento cincuenta y tres —del cuadernillo respectivo—, de veintiocho de abril del
dos mil diecisiete, admitió el recurso de casación por los motivos de inobservancia
de precepto constitucional y vulneración de precepto penal material, previstos en el
art. 429, apartados 1 y 3, del nuevo CPp. Corresponde analizar, en su consecuencia,
los siguientes temas:
a. Los alcances del tipo legal de hurto y la circunstancia agravante vinculada al
espectro radloeléctrico (arts. 185 y 186, numeral 7, del CP).
b. La existencia o no de una prueba Ilícita en relación a la vulneración del derecho
a la libertad domiciliaria. Se cuestiona el cumplimiento de los requisitos para
su restricción y la corrección de su ejecución.
c. La correlación entre acusación y sentencia: identidad de hechos. Debe exami­
narse la denuncia casacional del imputado en relación al principio acusatorio,
integrante de la garantía del debido proceso.
d. La presencia de un procedimiento administrativo sancionador y su relevancia
respecto a la fecha de la decisión administrativa absolutoria y al contenido de
información asumible por la jurisdicción penal.
Segundo» Que, en cuanto al motivo de vulneración del precepto penal material, en
relación con el art. 186, numeral 7 del CP, en buena cuenta el imputado Rebaza
López cuestiona la propia tipificación de esa circunstancia agravante y, a partir
de esa consideración, hace mención a la exigencia de medición de la sustracción
del espectro electromagnético y su valoración económica, que exigiría todo delito
contra el patrimonio.
No existe ilegitimidad en el juicio de tipicidad realizado por el Tribunal Superior
y en la propia configuración típica realizada por el legislador. Es de acotar que el
espectro electromagnéticd es un bien mueble incorporal debidameitte definido por
la Ley de Telecomunicaciones. Se entiende como “aquel campo de energía natural
formado por la ionosfera, a través del cual se desplazan y distribuyen las diversas '■M-
ondas radioeléctricas lanzadas desde la tierra por estaciones emisoras para efectos de
lás telecomunicaciones a mediana y gran escala” [Salinas S ic c h a , Ramiro, Delitos
contra elpatrimonioy Lima: Instituto Pacífico, 2015, p. 85],

® ®

314
JURISPRUDEHCIA

i ■

£l que ilegalmente/cuenta con los equipos correspondientes y los utiliza para captar
las ondas radioeléctricas al margen de la autorización administrativa, lo que está
*■ haciendo es usar ^1 espectro electromagnético para la transmisión de telecomuni­
caciones clandestinas.
Ü
El art. 185 del CP, última oración, para efectos penales, equipara la noción “bien
mueble”,, entre otros, al espectro electromagnético, el cual a su vez tiene valor
económico y es susceptible de uso Ilegal por el sujeto activo del delito de hurto
con agravantes — se afecta, con esta conducta, la banda de navegación aeronáutica
y servicios de telecomunicaciones autorizadas, con el consiguiente daño para la
colectividad—.
Conforme al art. 66 de la Constitución y su desarrollo por el Texto Unico Ordenado
de la Ley de Telecomunicaciones aprobado por Decreto Supremo N 013-93-TCG,
de seis de máyo de mil novecientos noventa y tres (arts. 57 y 58), así como por la
Ley N.° 28278, de dieciséis de julio del dos mil cuatro, el espacio radioeléctrico
es un recurso natural que forma parte del patrimonio de la Nación y el Estado es
soberano en su aprovechamiento. Por tanto, su utilización por un tercero no au­
torizado es delictiva —el elemento, ajenidad, es plenamente aplicable-—. De otro
lado, el agente “toma para sí” —aprehende— las ondas radioeléctricas para hacer
uso de ellas en telecomunicaciones ilegales, al margen del ordenamiento jurídico
público —el espacio radioeléctrico es un recurso natural de titularidad estatal—,
y esa actividad tiene un indudable contenido económico, por lo que es posible
estimar que produce una disminución patrimonial al Estado; por la actividad de
radiodifusión el Estado cobra el canon respectivo (véase, sobre este punto, el Decreto
Supremo N.° 016-2010-MTC, de treinta de marzo del dos mil diez). En esta línea
se entiende por sustracción toda conducta que lleva a cabo el sujeto activo en virtud
de la cual arranca o aleja el bien mueble de la esfera de dominio de la víctima, y esto
sucede cuando se trata del espacio radioeléctrico y se utilizan equipos para captar
hondas sin la autorización del Estado,
Las propias características del espacio radioeléctrico, desde luego, toma muy difícil
VP la valuación económica del perjuicio. Empero, este puede concretarse en función
a los actos de utilización ilegal y a otros factores, que corresponde fijar a la ley de
la materia —en función al Óanon dejado de percibir—, que dicen de las especiales
peculiaridades del espaóio radioeléctrico.

■í:. Existe, pues, base jurídica y político criminal para el castigo penal. La tipicidad es
precisa y tiene auxilio en la legislación de telecomunicaciones. El principio constitu­
cional de legalidad, en cuanto a los requisitos de “ley escrita, ley previa, ley estricta
o cierta” se ha respetado. El bien jurídico tuteladb en esta modalidad de atentado
patrimonial está definido y justificado constitudonalmente. Su desarrollo legal
0^ $
315
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

está, igualmente, consolidado desde las exigencias del derecho penal. El motivo no
puede prosperar. ^
Tercero. Que> en lo refelrente a la vulneración de la libertad domiciliarla en relación
a la diligencia de entrada y registro, que daría lugar a una prueba ilícita, se tiene que
el Supervisor General de Control y Supervisión de Comunicaciones del Ministerio
de Transportes y Comunicaciones solicitó al juez penal de Sánchez Camón la medida
de allanamiento e incautación, requerimiento que tiene sustento en la Resolución
Directoral 821-2013/MTC/29, de dieciséis de agosto del dos mil trece.
que
En la parte expositiva de la resolución cautelar de fojas diez, de veintiséis de no­
viembre del dos mil trece, se indicó que el inmueble concernido está ubicado en
jirón Sánchez Camón número doscientos setenta y seis guión doscientos setenta y Si b t
ocho"Huamachuco, Sánchez Camón-La Libertad, donde opera la Radiodifusión i
no
RTC TRV guión VHP RTC de propiedad del imputado Rebaza López, Empero, en ciará
la parte considerativa (duodécimo fundamento jurídico) se indica que la ubicación T-
metjí
de la planta de esa emisora se encuentra en el jirón José Pardo sin número, barrio del í
Los Pajaritos-cerro Santa Bárbara, y que según la indicada resolución directoral los I
Seg|
dos locales ya mencionados forman una unidad. seis)’
Es verdad que en la parte resolutiva solo se hizo referencia al primer inmueble o
local, pero es evidente que, si las actuaciones administrativas comprendían el con-
junto de la actividad de telecomunicaciones, bajo el cargo de su presunta ilegalidad
— y así se menciona en la parte considerativa del auto cautelar—, era obvio que el autí
local donde quedaba la planta emisora también sería objeto de la referida medida
cautelar. Esa omisión del juez —en la parte resolutiva— no significa que la medida if
cautelar no comprendiera toda esa actividad de radiodifusión. El conjunto de las
actuaciones administrativas, previas a dicha resolución, alcanzaban al local ubicado
en el jirón José Pardo.
En ese local es donde se encontraron los equipos incautados y se encontraba quien
■T Vlíí
se desempeñaba como locutor, el señor Egoavil Sobrevilla, con quien se entendió
la diligencia, conforme al acta de fojas dieciséis. '
Cabe enfatizar, primero, que la medida de allanamiento e incautación tiene un
sustento legal específico: los arts. ^6 y 96 - 98, en concordancia con el art. 77, de
la Ley de Radío y Televisión N.° 28278, de dieciséis de julio del dos mil cuatro;
segundo, que el procedimiento especial que prevé el referido dispositivo legal se
respetó cumplidamente —sobre el que ni siquiera existe cuestionamíento de par­
te^—; y, tercero, que la resolución del juez está debidamente motivada —respetó el
canon tanto de (i) proporcionalidad (presupuestos generales: legalidad o tipicidad
procesal y jurisdiccionalidad, y requisitos generales: idonejdad, necesidad y estricta
proporcionalidad), cuanto de (ii) intervención indiciaría—,

® ® ®

316
J urisprudencia

por último, la omisión en la indicación expresa de la ubicación de la planta emi-


sora —-donde precisamente se hallaron los equipos finalmente incautados—, no
constituye un vidy constitucional que origina la ilicitud del allanamiento y de la
propia incautación y, por ende, la inutilizabilidad de la fuente de prueba obtenida
por ese medio (supuesto de prueba inconstitucional). Fluye de la propia resolución
que implídtametite la comprende y, por ende, no significa que se incurrió en una
vulneración de la legalidad constitucional —^el sentido del petitorio y el objeto de
la autorización judicial cuestionada, en estricto derecho, comprendió el citado local,
que por lo demás integraba una misma unidad de radiodifusión— El auto judicial
identificó a la persona, contra quien se seguían actuaciones administrativas sancio-
nadoras, y proporcionó los detalles precisos del inmueble materia de la diligencia.
Si bien la persona indicada como titular del predio no se encontraba, tai situación
no es trascendente pues, lo esencial es la idendficación del domicilio --”la razón es.
clara: ^^no siempre es posible saber quién es el que dentro de un domicilio está co­
metiendo un delito o guarda elementos de prueba decisivos para el descubrimiento .
del autor del mismo” (conforme: Sentencia del Tribunal Supremo de España, Sala
Segunda —en adelante, STSE— de veinte de mayo de mil novecientos noventa y
•"1'. seis). Incluso el error en el número de la vivienda es intrascendente si la vivienda
queda suficientemente individualizada (conforme: STSE de dieciocho de junio del
dos mil diez). Si esto es así, en la medida en que se mencionaron los dos locales
del negocio ilegal atribuido al imputado —así consta de la parte considerativa del
auto judicial cuestionado—, y si bien arrojó resultados positivos el segundo local,
cuya indicación no se señaló en la parte resolutiva pero sí en la parte considerativa,
tal omisión tampoco es trascendente para apreciar infracción constitucional El
motivo debe desestimarse.
Cuarto. Que, en lo atinente a la infracción al principio de congruencia o correlación
entre acusación y sentencia, se tiene lo siguiente:
L La acusación escrita de fojas noventa y siete, en su Sección 11 '‘Relación clara
y precisa del hecho que se atribuye al imputado”, puntualizó que los hechos
consisten en que el veintiocho de noviembre del dos mil trece, en cumplimien­
to de la Resolución Directoral número ochocientos cincuenta y cinco guión
dos mil trece guión J\áTC guión veintinueve, de diecisiete de mayo del dos,,
mil trece, se-ejecutó una medida cautelar en la calle José Pardo sin número,-
barrio Los Pajaritos, cerro Santa Bárbara - distrito de Huamachuco, donde se
ubica la estación RTC TV. Es del caso que el señor Edgar Egoavil Sobrevilla,
en calidad de responsable y locutor de la citada estación, facilitó el ingreso al
inmueble y admitió que no se tenía autorización para su funcionamiento. En
el momento de la intervención la estación se?encontraba emitiendo señal en
canal trece. Se incautaron un excitador y amplificador. No se pudo incautar
0 ®9
317
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ M ART í KEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRíMONíO

el transmisor porque fue escondido. Dicha estación de radiodifusión, según


el Informe humero cuatro mil cuatrocientos sesenta y uno guión dos mil doce
guión MTC guión veintinueve punto cero dos, de diecisiete de octubre del
dos mil dcice, es de propiedad del encausado Rebaza López.
2. Los términos de la acusación escrita fueron reiterados por el fiscal, como no
podía ser de otra manera (art, 371, numeral 2 del nuevo CPP), en la expo­
sición inicial de la acusación —en el alegato de apertura o preliminar— de
fojas ochenta y uno, de veintiocho de septiembre del dos mil quince. El fiscal
insistió en la fecha del acto de intervención cautelar con presencia del Minis­
terio Público y que el imputado Rebaza López era el propietario de la estación
de televisión cuestionada. Agregó que con las pruebas documentales referidas
a las diligencias del procedimiento administrativo sanclonador acreditaría
los cargos. En esos mismos términos se concretó la acusación oral (art. 387,
numeral 1 del nuevo CPP).
3. La sentencia de primera instancia, sin embargo, extiende el hecho imputado
a partir del ano dos mil ocho. Sobre el particular, la sentencia de vista en su
fundamento jurídico vigésimo acotó que si bien es verdad que la narración fiscal :vs '

de los hechos se circunscribió a la intervención del veintiocho de noviembre del


dos mil trece, también lo es que la acusación *‘[...] narra igualmente que dicha
actividad cautelar tiene su base en los informes y expedientes sancionatorios
anteriores, los cuales se remiten no al año 2013, sino desde el año 2008 hasta la
data de la intervención; en los cuales se señala expresamente como propietario
al acusado”. Tal razonamiento llevó a la Sala Superior a desestimar el agravio
vinculado a la vulneración del principio acusatorio.
QiiintOo Que el principio acusatorio impide que se traspasen los límites de la pre­
tensión procesal, que queda acotada, en la acusación escrita, por los hechos que en
ella se comprenden, y por las personas a quienes se imputen. El fiscal, a su vez, en
la requisitoria oral debe mantener la identidad esencial del hecho objeto de acusa­
ción escrita—los hechos básicos-— (art, 387 numeral 1 y 3, del nuevo CPP) —está
prohibido, por tanto, las alteraciones esenciales, no meramente formales (conforme:
STSE de diez de mayo del 2007)—. Solo se podrá variar, en este extremo objetivo,
las modalidades del suce^ y sus circunstancias, las que no modifican esencialmente
la imputación ni provocan indefensión, como Índica el señalado apartado 3 del art.
387 del citado Código. I-

En la sentencia impugnada se parte de estimar que el delito sub-judice es un delito


permanente y que, por las actuaciones administrativas, se entiende que el hecho
i. -yj delictivo se inició en dos mil ocho. Sin embargo, exterxdér el suceso histórico objeto
de acusación a fechas anteriores, sin discriminar que el propio fiscal diferenció entre

318
J urisprudencia

hechos imputados y elementos de convicción —indicación de la prueba documental


que sustentaría los cargos—, Importó una alteración esencial de la identidad del
hecho. No se trató <^e agregar fij una circunstancia —que son datos fácticos qué
están alrededor del hecho principal y que importan una agravación o atenuación de
la respuesta punitiva^— o introducir fuj algunos detalles fácticos que mejor expliquen
o perfilen el mismo suceso histórico, en aras de una mayor claridad expositiva o
mp-
una mejor comprensión de lo ocurrido (conforme: STSE N."* 351/2012, de siete
de mayo del dos mil doce) —siempre, claro está, que estas circunstancias o datos
fueron materia de debate, conforme a la prueba practicada en el juicio oral, y que
las circunstancias “contra reo” sean asumidas por la Fiscalía—.
Introducir, como parte del objeto procesal, otras fechas y señalar que la conducta
realizada por el imputado Rebaza López tuvo lugar en momentos anteriores al
tiempo de la medida cautelar ----muchos años atrás—, bajo la justificación de que
esta integró un mismo suceso típico y ello consta de la prueba documental reca­
bada en la etapa de investigación preparatoria, no es de recibo. Es verdad que es
al Tribunal y no a las partes a quien corresponde valorar la prueba practicada, y
en su consecuencia puede introducir en el relato otros elementos. El límite es que
estos sean de carácter accesorio respecto del hecho imputado, que incrementen la
calidad de lo que se relata y permitan una mejor comprensión de lo que el Tribunal
entiende que ha sucedido (conforme: STSE N."" 58/2015, de diez de febrero del
dos mil quince). Es evidente que extender judicialmente el tiempo de comisión del
delito y derivarlo años atrás, con el pretexto de su supuesta comisión permanente,
no importa un elemento accesorio o meramente secundario al hecho principal,
sino extender un suceso histórico, con todo lo ello significa, en relación a hechos,
pruebas y alegación sobre ambos. Luego, los hechos objeto de acusación y los he­
chos materia de condena se alteraron en su esencia —^Ío que introdujo la sentencia
no fueron elementos episódicos, periféricos o de mero detalle (conforme: STSE
N f 849/2013, de doce de noviembre del [dos mil] trece)—-.
Este motivo debe ser estimado. Solo cabé un. examen respecto de los hechos espe­
cíficamente acusados.
Sexto. Que, en lo concerniente a la relevancia de la decisión del Ministerio de Trans-
i ■ portes y Comunicaciones en el procedimiéntó ádministrativo sancionador que se
siguió contra el imputado' por los hechos que dieron lugar al auto cautelar de fojas
diez, de veintiséis de noviembre del dos mil trece, es de rigor apuntar lo siguiente:
1. La autoridad administrativa, en mérito a los Informes número cuatro mil cua­
trocientos sesenta y uno guión dos mil doce guión MTC oblicua veintinueve
punto cero dos, de diecisiete de octubre del doí^ mil doce, de fojas tres; Acta de
Inspección Técnica número cero uno cuarenta ocho uno guión dos mil doce, de

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VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO j %' \
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dieciocho de septiembre del dos mil doce, de fojas cinco; Informe número mil ■■t
cuatrocientós veintisiete guión dos mil trece guión MTC oblicua veintinueve ' 'i 1üív • i
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punto cero jdos, de seis de mayo del dos mil trece; y, Acta de Inspección Técnica 'í'
número cero cero cuarenta y ocho guión dos mil trece, de dieciséis de abril del ■:i L' ‘í
dos mil trece, emitió la Resolución Directoral número cuatro mil doscientos
cuarenta guión dos mil trece guión MTC, de veintisiete de diciembre del dos
mil trece, de fojas treinta y cuatro, que inició procedimiento administrativo
sancionados contra el imputado Rebaza López por la vulneración del art. 77,
numeral a, de la Ley de Radio y Televisión. Los cargos se ampliaron mediante
Resolución Directoral número dos mil trescientos setenta y dos guión dos mil
catorce guión MTC oblicua veintinueve, de quince de septiembre del dos mil
catorce, de fojas treinta y uno. La primera se refirió a ''prestación de frecuencia
del servicio radiodifusión sonora sin autorización” y la segunda se circunscri­
bió a “prestación de frecuenta del servicio de radiodifusión por televisión sin
autorización”.
2 En ese procedimiento el imputado, por escrito de descargo de fojas setenta y
dos, de cuatro de febrero del dos mil catorce, siempre alegó no haber partici­
pado en ninguna actuación de la administración y que no es propietario de la
estación intervenida.
3» La Resolución Directoral, firme, número tres mil cuatrocientos ochenta y
cinco guión dos mil catorce guión MTC guión dos mil nueve, de veintitrés
de diciembre del dos mil catorce, empero, absolvió al encausado Rebaza López
Ito■
—no se probó que era propietario de la estación intervenida— y sancionó, por
el contrario, a Luis Alberto Pereda Carbajal, quien reconoció expresamente ser
titular y propietario de la aludida estación. El Oficio número mil quinientos
dieciocho guión dos mil quince guión MTC guión veintinueve, de ocho de
abril del dos mil quince, de fojas noventa, dio cuenta que la indicada resolución
directoral quedó firme.
Séptimo* Que si bien el procedimiento administrativo sancionador se inició con
anterioridad al proceso penal —este último se planteó a raíz de la acusación directa
de fecha trece de octubre del dos mil catorce [fojas noventa y siete]—, la resolución
administrativa final se emitió, con posterioridad a la sentencia de primera instancia
—^la sentencia de vista sé profirió luego que esa resolución administrativa quedara
firme—.
La primacía de la jurisdicción penal sobre el procedimiento administrador es una
premisa jurídica insoslayable (art. iii, primer párrafo, última oración, del título
preliminar del nuevo CPPf y, por tanto, cuando paralelamente se siguen, por los
mismos hechos, un procedimiento penal y un procedimiento administrativo, el

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320
k.. ñ
J urisprudencia

ultimo depende del primero en cuanto a la declaración de hechos probados —dis­


tinto será el caso, desde luego, si la jurisdicción penal se inicia con posterioridad a
la conclusión del procedimiento administrativo sancionador, en cuya virtud para
evitar la lesión al ''ne bis In ídem” será de rigor determinar si existe entre ambos
procedimientos ''unidad de fundamento” o de bien jurídico tutelado—
Octano. Que el criterio-base para definir el juicio histórico es si el imputado Rebaza
López tenía el control de la estación concernida al momento de la intervención
administrativa, según los términos fijados en el quinto fundamento jurídico. La ad­
ministración estimó que no era propietario y, por tal razón, absolvió. La jurisdicción
penal, en primera y segunda instancia, consideró lo contrario, aunque indebidamente
extendió los hechos en que se ejecutó el delito. Cabe aclarar que la sentencia de vista
no dio mérito al contrato de traspaso de canal de televisión RTC-TV-Canal trece
que el imputado celebró cori Luis Alberto Pereda Carb^jal --d e feqha veintidós de
diciembre del dos mil once, de fojas cuarenta y uno— por no ser conforme con la
legislación sobre la materia.
La propia administración entendió que era posible estimar que el imputado Rebaza
López era propietario de la estación intervenida—los argumentos de defensa siem­
pre han sido los mismos en las dos esferas jurídicas—. Esta tiene a su cargo todo el
sistema jurídico referido a las autorizaciones y mecanismos de transferencia a tercero
de las licencias otorgadas. De su parte, no calificó como inexistente ese contrato.

1 1
Noveno, Que debe entenderse que el contrato es un medio de prueba documental y
apunta a acreditar si el imputado, a la fecha de la intervención administrativa, era o
no propietario de la estación de televisión. No se puede analizar en sede penal como
si fuera un acto jurídico cuya validez o eficacia debe ser decidida, sino como el reflejo
de un hecho que puede tener influencia en los actos de sustracción o utilización ilegal
del espectro electromagnético. Así las cosas, afirmar que no se tenía control de la
estación intervenida y, por ende, que no se llevó a cabo los actos reputados delictivos,
puede acreditarse con prueba document^, pericial o personal —según los casos—.
Pereda Carbajal aceptó esa calidad en sede administrativa —fue sancionado y no
impugnó la multa impuesta—; incluso respondió frente a las denuncias laborales
de cuatro trabajadores de la estación intervenida —así fluye de los escritos anexos
al escrito de fojas^ doscientos cincuenta y dos, auto de fojas doscientos, seténtá y^
dos, y escritos anexos al escrito de fojas doscientos noventa y seis, todos admitidos
por la autoridad jurisdiccional—. No existe prueba en contrario que niegue esa
afirmación del imputado. No hay suficiencia probatoria, desde las exigencias de la
garantía de presunción de inocencia, y, en todo caso, existe duda razonable acerca
de que el imputado Rebaza López tenía el control de la estación intervenida y, como
tal, utilizó ilegalmente —él o a través de otras personas a su servicio— el espectro

«#«
321
VÍCTOR JIM M Y ARBÜLÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECÍAL / LOS DELITOS CONTRA EL PAIRIMONíO

electromagnéticp. El material probatorio que tuvo a la vista el órgano jurisdiccional


no permitía una/decisión distinta a la asumida por la administración.
El motivo debe ^stimarse y así se declara. Procede, entonces, al no ser necesaria una
nueva audiencia o debate para definir el resultado de la causa (art. 433 numeral 1
del nuevo CPP), absolver al imputado de la acusación fiscal.

D E C IS IÓ N

Por estas razones:


L Declararon INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Carlos
Arturo Rebaza López por los motivos de vulneración de precepto material y
de inobservancia de precepto constitucional en relación a la vulneración de la
libertad domiciliaria (art, 2 numeral 9 de la Constitución) y a la correspon­
diente ilicitud de la diligencia de allanamiento e incautación.
IL Declararon FUNDADO el recurso de casación planteado por Carlos Arturo
Rebaza López por el motivo de inobservancia de precepto constitucional en
relación al debido proceso —art, 139 numeral 3 de la Constitución y art. 397
numeral 1 del nuevo CPP— (vulneración del principio de congruencia procesal
o correlación) y a la relación entre decisión administrativa y sentencia. En con­ í m - !■
secuencia, CASARON la sentencia de vista de fojas trescientos diecinueve, de
treinta y uno de octubre del dos mil dieciséis; y, actuando en sede de instancia:
REVOCARON la sentencia de primera instancia de fojas ciento cincuenta,
de dos de noviembre del dos mil quince, que condenó a Carlos Arturo Rebaza
López como autor de delito de hurto agravado de espectro de radio eléctrico en
agravio del Estado-Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones a cuatro
años de pena privativa de la libertad, suspendida condicionalmente por el
plazo de tres años, así como al pago del dos mil soles con cincuenta céntimos
por concepto de reparación civil; con lo demás que contiene.
III. ABSO LVIERO N a Carlos Arturo Rebaza López de la acusación fiscal formu-
lada en su contra por delito de hurto agravado de espectro de radio eléctrico
en agravio del Estado - Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, En
tal virtud, O R D E N A R O N se archive el proceso definitivamente respecto del
citado imputado y se^nulen sus antecedentes policiales y judiciales; sin costas.
W. D ISPU SIE R O N se remitan los autos al Tribunal Superior para los^ fíríés de
ley. Hágase saber a las partes procesales personadas en esta sede suprema. In­
terviene la señora jueza suprema Zavina Chávez Mella por licencia del señor
juez supremo Víctor Prado Saldarriaga.
S.S.
^SAN MARTÍN CASTRO / SALAS ARENAS/ BARRIOS AlVARADO / PRÍNCIPE TRUJILLO /
CHÁVEZ MELLA

® ®#
322
J u r is p r u d e n c ia

Acuerdo Pleiiário N ®4-201 l/CJ"ll6s Importancia del valor del bien


mueble objeto de burto para la configuración de las agravantes

C O R T E S U P R E M A D E J U S T IC IA D E LA R E P Ú B L IC A

V i l P L E N O JU R IS D IC C IO N A L D E LAS SALAS PE N A L E S
P E R M A N E N T E Y T R A N S IT O R IA

A C U E R D O P L E N A R IO N.^ 4 '2 0 1 1 /C J'1 1 6

Lima, seis de diciembre del dos mil once


Los jueces supremos de lo penal, integrantes de las Salas Penales Permanente y
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República, reunidos en Pleno
Jurisdiccional, de conformidad con lo dispuesto en el art. 116 del Texto Unico
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, han pronunciado el siguiente:

A C U E R D O P L E N A R IO

L Antecedentes
1, Las Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la
República, con la autorización del presidente del Poder Judicial mediante Resolución
Administrativa N,° 127-2011-P-PJ, y el concurso del Centro de Investigaciones
Judiciales, bajo la coordinación del señor Prado Saldarriaga, acordaron realizar el
VTI Pleno Jurisdiccional —que incluyó el foro de “Participación Ciudadana”— de
los jueces supremos de lo penal, al amparo de lo dispuesto en el art. 116 del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial —en adelante, LOPJ—, y
dictar acuerdos plenarios para concordar la jurisprudencia penal.
2* El VII Pleno Jurisdiccional se realizó en tres etapas. La primera etapa estuvo
conformada por dos fases: el foro de aporte de tenias y justificación, y la publicación
de temas y presentación de ponencias. Esta etapa tuvo como finalidad convocar a
la comunidad jurídica y a la sociedad civil del país, a participar e intervenir con sus
valiosos aportes en la identificación, análisis y selección de los principales proble­
mas hermenéuticos y normativos que se detectan en el proceder jurisprudencial de
la judicatura nacional, al aplicar normas penales, procesales y de ejecución penal
en ios casos concretos qüe son de su conocimiento. Para ello se habilitó el foro
de “Participación Ciudadana” a través del portal de internet del Poder Judicial,
habiendo logrado con ello una amplia participación de la comunidad jurídica y de
diversas instituciones del país a través de sus respectivas ponencias y justificación.
Luego, los jueces supremos discutieron y definieron la agenda —en atención a los
aportes realizados— para lo cual tuvieron en cuenta, además, los diversos problemas
o @o
323
V íc t o r J im m y arbulú M a r t ín e z | d er ec h o pen al. Pa r ie e s p e c ia l / Los d e l i t o s c o n t r a e l p a t r im o n io

Y cuestiones de relevancia jurídica que han venido conociendo en sus respectivas


Salas en el último año. Fue así como se establecieron los diez temas de agenda, así
como sus respectivos problemas específicos.
3. La segunda etapa consistió en el desarrollo de la audiencia publica, que se llevó
a cabo el dos de noviembre. En ella, los representantes de la comunidad jurídica e
instituciones acreditadas, luego de una debida selección, sustentaron y debatieron sus
respectivas ponencias ante el Pleno de los jueces supremos de ambas Salas Penales,
interviniendo en el análisis del tema del presente acuerdo plenario los señores Aníbal
Paredes Matheus y Begonia Vdásquez Cuentas (jueces de la Corte Superior de Justicia
de Cusco); el señor Shikara Vásquez Shimajuko del Centro de Estudios de Derecho
Penal Económico y de la Empresa (CEDPE); el señor Rafael Cancho Alarcón (fiscal
adjunto provincial penal titular de Ayacucho); y el señor Silfredo Hugo Vizcardo
(profesor de derecho penal de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos).
4» La tercera etapa del VII Pleno Jurisdiccional comprendió ya el proceso de dis­
cusión y formulación de los acuerdos plenarios, con la designación de jueces su­
premos ponentes para cada uno de los diez temas seleccionados. Esta fase culminó
"%V
con la Sesión Plenaria realizada en la fecha, con participación de todos los jueces
Vf-’
integrantes de las Salas Penales Permanente y Transitoria (a excepción del doctor
Príncipe Trujillo, quien se encontraba de licencia), con igual derecho de voz y voto.
Es así como finalmente se expide el presente acuerdo plenario, emitido conforme
a lo dispuesto en el art, 116 de la LOPJ, que, faculta a las Salas Especializadas del
Poder Judicial a pronunciar resoluciones vinculantes con la finalidad de concordar
criterios jurisprudenciales de su especialidad,
5. La deliberación y votación se realizó el día de la fecha. Como resultado del debate
y en virtud de la votación efectuada, por mayoría, se emitió el presente acuerdo
plenario interviniendo como ponente el señor Parlona Pastrana, con la participación
del señor Santa María Morillo.
i-
II. Fundam entos jurídicos
§ 1. Problemática actual
6. Actualmente coexisten en la jurisprudencia y en la doctrina nacionales, posiciones
discrepantes en torno a sf resulta aplicable él requisito del valor del bien mueble
objeto de hurto (equivalente a una remuneración mínima vital, según el art. 444
del Código Penal —en adelante, CP—) para la configuración de las circunstancias
agravantes contenidas en el art. 186 CP.
7. Dos son las posiciones en discordia. La primera se pronuncia a favor de la ob­
servancia del valor del bien rnueblé susTraído para la configuración del tipo penal
agravado, sustentando su posición principalmente en los siguientes argumentos:
®0 ®
324
JURÍSPRUDENCÍA

A. Se respeta el principio de legalidad —principio pilar de nuestro Estado de de-


recho—? así como la teoría del tipo, específicamente las fimciones del tipo, que
cumplen una fundían garantizadora, ya que el hurto agravado exige la concurrencia
de todos los elementos del hurto simple, incluyendo el monto del objeto de acción,
por lo que en el supuesto de no concurrir dicha circunstancia se estaría ante un
supuesto de falta.
B. Como el patrimonio es el principal bien jurídico afectado, se requiere una lesión
considerable. En tal virtud, las conductas que no manifiestan un grado de lesividad
significativo al bien jurídico tutelado deben ser sustraídas del ámbito de punición,
en atención a la opción político criminal seguida por el Código Penal y que está
básada en los principios de última ratio y mínima intervención.
8. La segunda posición defiende la autonomía del hurte agravado frente a la exi­
gencia de que el bien mueble objeto del delito alcance una cuantía superior a una
remuneración mínima vital. Plantea los siguientes argumentos:
A. El hurto agravado importa una pluriofensividad de bienes jurídicos.
B. En irrestricto respeto del principio de legalidad —base fundamental del derecho
penal—, el art. 444 del CP exige taxativamente un monto superior a una remune­
ración mínima vital tan solo para el supuesto de hecho del art. 185 del CP (hurto
simple), mas no del hurto agravado (art. 186 del CP), por lo que debe concluirse
en forma lógica y coherente que nuestro sistema punitivo no exige cuantía para la
configuración del hurto agravado.
C. Impide se genere impunidad de las conductas ilícitas.

§ 2. Alcances del valor del bien mueble objeto de hurto para la configuración de
las agravantes del art. 186 del CP
9. Las agravantes del delito de hurto agravado se encuentran descritas en el art.
186 CP. Ellas requieren la presencia de la totalidad de elementos típicos del hurto
básico, a excepción del elemento "valor pecuniario”, pues conservan, en relación
1 al tipo penal básico, un específico margen de autonomía operativa [Cfr. Salinas
SiccHA, Ramiro, Derechopenal. Parte especiad 2.^ ed., Lima: Grijley, 2007, p. 867].
El criterio cüáhíitátivo es^^ exigencia que se encuentra expresa, inequívoca y-
taxativamente establecida solo para el hurto simple (art. 185 del CP) y daños
(art. 205 del CP), conforme lo estipula el art. 444 del CP; esta exigencia no afecta
a los supuestos agravados.
Con ello, además, se pone de manifiesto el carácter residual de la falta de hurto. Por
tanto, el hurto agravado no requiere del requisitq del quantum del valor del bien
para su configuración. Así entendida esta infracción penal, respeta el principio de


325
VÍCTOR JIM M Y A R E U IÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

legalidad, previsto en el art. 2, inciso 24), literal d), de la Constitución; principio


que comprende los requisitos de lex praevia —prohibición de retroactlvidad de las
leyes que agravan la punición o prevean nuevas formas delictuales—, lex scripta —se
excluye la costumbre como fuente de delitos y penas, e implica al principio de reserva
de ley, que significa que el Congreso es el legitimado para normar las conducta ilícitas
con sus respectivas sanciones, por ser el representante de la voluntad popular)-—, y
kx stficta —determinación de la ley penal, esto es, el cumplimiento del principio de
taxatividad o mandato de certeza, que implica que los conceptos que utilíce el legis­
lador no pueden ser vagos porque atentaría contra la seguridad jurídica [Cfr. G a r c ía
C a n t iz a n o , María, “Algunos alcances del principio de legalidad en el ámbito del
ordenamiento jurídico peruano”, en Revista Institucional, n**" 1, Lima: 2006, p. 89].
Cabe entonces rechazar, por este motivo, la primera de las opciones dogmáticas
en debate.
10« Por otro lado, no se puede amparar, en base al principio de favorabilidad del
reo, que se genere impunidad. Los inconvenientes prácticos de estimar el criterio
cuantificador respecto del objeto material del delito de hurto como parte de las
hipótesis del hurto con agravantes son los siguientes:
A. Si la sustracción de bienes en casa habitada, queda en grado de tentativa o de
frustración, dicho proceder generaría una sanción leve y no equivalente con la
voluntad lesiva del agente,
B. Una sustracción por banda de un bien mueble de escaso valor, carecería de
connotación como delito.
C. En el supuesto de que se dejase en indigencia temporal a quien percibe menos
de una remuneración mínima vital, dicha conducta no constituiría delito. El
derecho penal solo protegería a las personas cuya remuneración asciende a dicho
monto, quedando por ende desprotegidas las víctimas de ingresos inferiores, con
lo se generaría un derecho penal tutelar del patrimonio de los socialmente mejor
ubicados y de desamparo en perjuicio de quienes tienen menores recursos, quienes
son mayoría en nuestro país [Cfr. Salas Arenas, Jorge Luis y otro, “Las califica­
ciones en el hurto agravado y su relaciones con el hurto simple entre la legalidad,
la favorabilidad y la impunidad (II)”, en Revista Gaceta de la OCMA, año V, n.°
53-54, Lima: mayo-junio del 2006, pp. 10 y 11]. . / '
11. Nuestro legislador, por lo demás, ha estimado tales conductas como agravadas,
atendiendo a su mayor lesividad, esto es, a su carácter pluriofensivo de bienes jurí­
dicos, La ley penal asignó tal condición a los hurtos cometidos bajo circunstancias
especiales y graves, tales como casa habitada, durante la noche, con ocasión de
incendio, inundación, naufragio, calamidad pública o desgracia particular del agra­
viado, mediante el concurso de dos o más personas, etcétera [Cfr. Castro T ricoso,
@ ®

326
JUmSPRUDENClA

Hamiiton, Lasfaltas]en el ordenamiento penalperuanoyLima: Grijley, 2008, p. 68],


obviando en estos casos criterios de cuantía.
Diferente es el criterio político criminal que rige para el delito de hurto simple,
que por ser una conducta de mínima lesividad y en observancia a los principios
de mínima intervención y última ratio del derecho penal, demanda que se fije un
valor pecuniario mínimo a fin de diferenciarlo de una falta patrimonial. No es este
el caso del hurto con agravantes, dado que existe un mayor nivel de reproche, caso
contrario, se tendría que establecer una cuantía significativa para el delito de robo
[Cfr. Salinas Siccha, Derechopenal Parte especia^ ob. cit., p. 845].
12. Con acierto Q uintero O livares, sostiene que en los hurtos cualificados se ha
ido imponiendo el criterio de abandonar la determinación de la pena en este y otros
delitos a través del sistema de saltos de cuantía, y se ha Ido abriendo paso la técnica
de cualificar el hurto no tanto por el valor económico puro del objeto muchas veces
de difícil determinación y de grandes dificultades para ser captado por el dolo, por
el más tangible de la naturaleza del objeto de lo sustraído y ios efectos cognoscibles
de dicha sustracción [Cfr. Q uintero O livares, Gonzalo, Comentarios a la parte
especial del derecho penal, 2.^ ed., Pamplona: Aranzadi, España, 1999. p. 482].

líL Decisión
13. En atención a lo expuesto, las Salas Penales Permanente y Transitoria de la
Corte Suprema de Justicia de la República, reunidas en Pleno Jurisdiccional, y de
conformidad con lo dispuesto en el art. 116 del Texto Unico Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial;

lív';; ACORDARON
14. ESTABLECER como doctrina legal, los criterios expuestos en los fundamentos
jurídicos 9 al 12.
15. PRECISAR que los principios jurisprudenciales que contiene la doctrina legal
antes mencionada deben ser invocados por los jueces de todas las instancias judi­
ciales, sin perjuicio de la excepción que estipula el segundo párrafo del art. 22 de
la LOPJ, aplicable extensivamente a los Acuerdos Plenarios dictados al amparo del
art. 116 del citado estatuto orgánico. ^ -
y'?'-.'íÜ
;‘iv '-;'■
:Í-'v :'!'
16. PUBLICAR el presente acuerdo plenarlo en el diario oficial El Peruano. Hágase
saber.
S.S.
VILLA STEÍN / LEGAROS CORNEJO / RODRÍGUEZ TINEO / PARIONA PASTRANA / BA­
RRIOS ALVARADO / NEYRA FLORES/ VILLA BONILLA ACAXDERÓN CASTILLO / SANTA
MARÍA MORILLO

«#«
327
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ j DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONíO

Cas. N ° 286-2017 Cajamarcas Consíltiacióa de! Banco de la Nación co-'


mo actoi' civi! por ser afectado por el delito de hurto gravado

'CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

SALA PENAL TRANSITORIA


CAS. N.*^ 286-2017
CAJAMARCA ■■
.

Lima, ocho de mayo del dos mil diecinueve


VISTO; en audiencia pública, el recurso de casación por la causal de afectación de
la garantía de tutela jurisdiccional y por inobservancia de doctrina jurisprudencial,
interpuesto por el representante legal del Banco de la Nación, contra el auto de vista
del veintiséis de octubre del dos mil dieciséis (foja doscientos cuarenta y nueve), que
en mayoría revocó la resolución del siete de junio del dos mil dieciséis (foja ciento
treinta y nueve); reformándola, declaró improcedente la solicitud de constitución
en actor civil; en el proceso penal seguido contra Edwin Ramiro Huamán Bravo y
otros, por el delito de hurto agravado en perjuicio de Fanny Elizabeth Paisig Co-
liantes, Manuel Fernández Diaz, María Lucinda Lozano Núñez, María Grimaldina
Muñoz Leiva y otros beneficiarios de los programas Juntos y Pensión 65.
Intervino como ponente el juez supremo Víctor Prado Saldarriaga,

FUNDAMENTOS DE HECHO

Primero. Imputación fáctica


1.1. De autos fluye que con motivo de hechos irregulares advertidos en diferentes
agencias del Banco de la Nación, funcionarios de la División Macro Región II-
Trujillo, realizaron una serie de acciones en la agencia de Bambamarca detectando
un número significativo de operaciones irregulares realizadas por Edwin Ramiro
Huamán Bravo, Julia Sánchez Meoño, desde los cajeros Sara Weben con un importe
que bordeaba los novecientos mil soles, siendo evidente que en todas las operaciones
de retiro nunca estuvo presente el beneficiario, titular de la cuenta de ahorros abierta
con motivo del Programa Social o si lo estuvo solo cobró una de las operaciones
de retiro que aparentemente había realizado. El resultado de las investigaciones
administrativas que vienen siendo corroboradas en sede fiscal, descritas en el In­
forme EF/92.6160. N,"" 0042-2014, así como de las papeletas de convalidación,
cuyos originales obran en el despacho fiscal, sometidas a pericia, han comprobado
la apropiación de fondos de Cüéáúis áblertás ep el Banco de la Nación a favor de
beneficiarios de los programas sociales, caudales que tienen naturaleza de depósito.

® ^ ®

328
I J urisprudencia

Segundo. Antecedentes del proceso penal


ii 2.1. La Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa Primer Despacho de investi­
gación de Hualga}f>c en Bambamarca emitió la Disposición Fiscal N.*^ 02-2015, del
nueve de abril del dos mil catorce (siendo lo correcto dos mil quince y no dos mil
catorce como se anota en la citada resolución) adecuó los hechos calificados en el tipo
penal de peculado doloso agravado por apropiación, prescrito en el artículo trescientos
ochenta y siete primer, y tercer párrafo, del Código Penal, en perjuicio del Estado
peruano-Banco de la Nación-Agencia 3 de Bambamarca y MIDIS; al tipo penal de
hurto agravado, previsto y sancionado en el artículo ciento ochenta y seis, incisos cuatro
y once, del Código Penal en agravio de Fanny Elizabeth Paisig Collantes, Manuel
¿■r': ’
Fernández Díaz, María Lucinda Lozano Núñez y María Grimaldina Muñoz Leiva y
otros los beneficiarios de los programas Juntos y Pensión 65; se excluyó como, parte
agraviada al Banco de la Nación-Agencia 3 Bambamarca y MIDIS.
2.2. El Juzgado de Investigación Preparatoria de Bambamarca por resolución
del quince de junio del dos mil quince (foja treinta y ocho) tuvo por informada
la adecuación del tipo penal, comunicada la formalización y continuación de la
investigación preparatoria en contra de los encausados por el delito y agraviados
que se indica y por excluidos como parte agraviada al Banco de la Nación-Agencia
3 Bambamarca y MIDIS.

Tercero. Itinerario del proceso de constitución en actor civil


3.1. Primera instancia
i
■ 3.1.1. Mediante escrito presentado el treinta y uno de agosto del dos mil quince,
el Banco de la Nación, representado por su apoderado Claudio Estrada Ruesta,
solicitó constituirse en actor civil; el Juzgado de Investigación Preparatoria de
Bambamarca-Cajamarca mediante resolución del uno de septiembre del dos mil
quince (foja cuarenta), declaró improcedente la solicitud de constitución en actor
civil presentada por el representante del Banco de la Nación, debido a que en el
t f cuaderno principal, mediante la Disposición Fiscal dos-dos mil quince del nueve
de abril del dos mil quince, el fiscal del caso excluye como parte agraviada, al Banco
Tí:; de la Nación; por lo que mediante Resolución número seis del quince de junio del
dos mil quince, se,Juxo,.p^r informada la exclusión del Banco de la Nación como
v-a,
parte agraviada. Ante esta decisión interpuso recurso de apelación con fecha quince
1'
-'m V " v
., de septiembre del dos mil quince (foja cuarenta y tres), la que le fue concedida me­
diante resolución del dieciocho de septiembre del mismo año (foja cuarenta y nueve.
3.2. Segunda instancia
3.2.1. La Sala Penal de Apelaciones-sede Chota^por Resolución del veintisiete dje^
octubre del dos mil quince (foja cincuenta y seis) admitió el recurso de apelación

e ®e
M m- 329
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

interpuesto por el representante legal del Banco de la Nación; y señaló fecha para
el siete de diciembre del dos mil quince, la audiencia de apelación de sentencia,
siendo esta rep'rogramada; la que se realizó conforme se advierte en el acta del die­
cinueve de entro del dos mil dieciséis (foja setenta y cuatro) con la intervención
del representante del Ministerio Público y el representante del Banco de la Nación.
Realizada la audiencia de apelación de sentencia, el Tribunal de Apelación
declaró nula la Resolución número uno del uno de septiembre del dos mil catorce
en el extremo que declaró improcedente la solicitud de constitución en actor civil
presentada por el Banco de la Nación y revocándose los actos procesales viciados se
ordenó que el juez de investigación preparatoria convoque a audiencia, siguiendo
lo previsto en el artículo dentó dos del Código Procesal Penal a fin de resolver el
pedido de constitución en actor civil.
302.3. Cumplido el mandato por el Juzgado de Investigación Preparatoria, la au­
diencia se realizó el siete de junio del dos mil dieciséis (foja ciento treinta y ocho)
en la que se dictó la resolución de la misma fecha que declaró fundada la solicitud
presentada por el representante del Banco de la Nación, y se dispuso constituir en
actor civil al Estado-Banco de la Nación, siendo apelada por el representante del
Ministerio Público en la misma audiencia, y fundamentado mediante escrito del
diez de junio del dos mil dieciséis (foja ciento cincuenta y cinco), la que fue con­
cedido el veinticuatro de junio del dos mil dieciséis (foja ciento cincuenta y ocho).
3.2.4. Realizada la audiencia de apelación de sentencia, la Sala Mixta Descentra­
lizada de Chota dictó el Auto de vista número ochenta y siete-dos mil dieciséis,
resolución número veintiuno, del veintiséis de octubre del dos mil dieciséis (foja
doscientos cuarenta y nueve), que en mayoría revocó la Resolución número catorce
del siete de junio del dos mil dieciséis (foja ciento treinta y nueve); reformándola,
declaró improcedente la solicitud de constitución en actor civil presentada por el
Banco de la Nación.
3.2.5. El argumento esgrimido por el Tribunal de Apelaciones de Chota para
sustentar la mencionada decisión esencialmente fue que se ha delimitado el tipo
penal materia del proceso, esto es el delito de hurto agravado, por lo cual el bien
jurídico protegido es el patrimonio de los sujetos pasivos del delito, siendo estos
quienes resultan agraviadas y perjudicados y al haberse establecido qué' se tléne'
como agraviados a Fanny Elizabeth Paisig Collantes, entre otros beneficiarios de los
programas Juntos y Pensión 65, a ellos son los que de acuerdo a ley les correspon­
dería la calidad de actores civiles; por lo que no resulta justificado que pretiriendo
sus derechos se constituya como tal a uri tercero que —por las circunstancias que
fuesen— haya asumido el pago de lo supuestamente apropiado ilegítimamente
por los investigados. En efecto, el hecho que el ISanco de la Nación haya realizado

® ®

330
J u r is p r u d e n c ia

rilguaa devolución cié dinero derivado de los hechos materia de investigación, no


lo legitima para considerarlo como actor civil, toda vez que esa devolución la ha
realizado en uso d^’ sus propias facultades y responsabilidades que pueda tener,
y que en vía extrapenal tiene planteada úna acción de repetición; por lo cual, la
decisión de primera instancia no se ajusta a los hechos ni al derecho aplicable, por
lo que debe ser revocada.
3 ,3 . Recurso de casación interpuesto por el representante del Banco de la Nación

3.3.1* Notificado el auto de vista, el representante del Banco de la Nación interpu­


so recurso de casación (foja doscientos setenta y cinco) en el que introdujo como
i¡r:-. motivo de casación la inobservancia de la garantía constitucional al debido proceso
en su faz de motivación manifiestamente insuficiente, errónea interpretación de los
artículos noventa y cuatro inciso uno y noventa y ocho del Código Procesal Penal y
falta de aplicación de los artículos once al catorce y noventa y nueve ú ciento seis del
mismo cuerpo de leyes y el apartamiento inmotivado de la doctrina jurisprudencial
(precedente vinculante, esublecido en el Acuerdo Plenario número cinco-dos mil
once/CJ-ciento dieciséis sobre constitución del actor civil).
3 .3 .2 . Concedido el recurso por auto del once de enero del dos mil diecisiete (foja
trescientos uno) se elevó el cuaderno a este Supremo Tribunal con fecha ocho de
marzo del dos mil diecisiete.
3 .3 .3 . Cumplido el trámite de traslados a las partes recurridas, esta Suprema Sala
mediante el auto de calificación del recurso de casación del ocho de septiembre
del dos mil diecisiete (foja ciento cuarenta y tres del cuadernillo formado en esta
instancia) declaró bien concedido el recurso de casación interpuesto por el repre­
sentante legal del Banco de la Nación, por las causales previstas en los incisos uno y
cinco del artículo cuatrocientos veintinueve del Código Procesal Penal (afectación
de la garantía de tutela jurisdiccional e inobservancia de la doctrina jurisprudencial,
respectivamente).
3.3.4. Instruido el expediente en Secretaria, se señaló fecha para el veintiocho
de marzo la audiencia de casación, instalada la misma y realizados los pasos que
corresponden, conforme al acta que antecede, con intervención del representante
legal del Banco de la Nación y la defensa técnica de los procesados; el estado de la
causa es la de expedir sentencia.
3 .3 .5 . Deliberada la causa en secreto y votada, esta Suprema Sala cumple con emitir"
la presente sentencia de casación, cuya lectura en audiencia publica, con las partes
que asistan, se realizará en la fecha por la Secretaria de la Sala a horas nueve de la
mañana.

• #«
331
VÍCTOR JIM M Y AKBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

FU N DAM ENTOS DE D ERECH O


i
Cuarto. Sobre el recurso de casación
í

4H oConformé se ha establecido por Ejecutoria Suprema (foja ciento cuarentay tres del
cuadernillo formado en esta instancia) del ocho de septiembre del dos mil diecisiete,
el motivo por el que se declaró bien concedido el recurso de casación, radica en que
la sentencia emitida por el Colegiado de la Sala Mixta de Apelaciones de Chota, al
denegarle la solicitud al Banco de la Nación para constituirse en actor civil, produjo
afectación de la tutela jurisdiccional y apartamiento de la doctrina jurisprudencial,
causales previstas en el artículo cuatrocientos veintinueve, apartados uno y cinco, del
Código Procesal Penal, en el proceso seguido contra Edwin Ramiro Huamán Bravo y
otros, por el delito de hurto agravado en perjuicio de Fanny Elizabeth Paislg Coliantes,
Manuel Fernández Diaz, María Lucinda Lozano Núñez, María Grimaldina Muñoz
Leiva y otros beneficiarios de los programas Juntos y Pensión 65.
4*2. El representante del Banco de la Nación de la Agencia 1 de Chota, introduce
como causales de casación las contempladas en los incisos uno y cinco del Código
Procesal Penal (véase a folios ciento treinta y siete). Pretende el desarrollo de doctrina
jurisprudencial, a fin de que se esclarezca si la acción reparatoria en el proceso penal
solo puede ser ejercitada por el agraviado (sujeto pasivo del delito), o si, en cambio,
es viable que se incorpore a todo aquel que resulte perjudicado por las consecuencias
del delito. En tal medida, solicita se desarrollen los alcances jurídicos del agraviado
y el perjudicado del delito en el proceso penal.
Al respecto, las causales que planteó son las siguientes:
i. En cuanto a la inobservancia de garantía constitucional de orden procesal,
denunció la vulneración de la garantía de motivación y del debido proceso,
ya que se excluyó arbitrariamente al Banco de la Nación como agraviado del
delito objeto de investigación. Según su criterio, la motivación expuesta es
insuficiente e incongruente frente a la -tangible acreditación del abono que
realizó dicha entidad a los beneficiarios que fueron privados de sus importes
por la acción delictiva de los imputados: la devolución del dinero a ios clientes
fue por suma ascendente a ochocientos un mil quinientos cuarenta y tres soles
punto cincuenta centavos. .. .
ii. En lo que atañe al apartamientoAnmÓtívado de doctrina jurisprudencial,
sostuvo que se incumplieron los criterios adoptados con carácter vinculante
en los fundamentos sexto, décimo y undécimo del AP N.° 5-2011/CJ-l 16.
Qeiiito. En la solicitud de constitución como actor civil, el representante legal del
Banco de la Nación (foja veindnüevc), adjuñtó Ips documentos que acreditaron que
tal institución devolvió, en las cuentas de los beneficiarios afectados, el importe de

® ® ®

332
JURISPRUDENCIA

seiscientos doce mil; ochenta soles con cincuenta céntimos, y ello debido a que la en­
tidad bancaria ai set del Estado detenta, en forma transitoria, ios depósitos efectuados
y por tanto es responsable de su administración y custodia hasta su devolución a los
beneficiarios o su reversión a favor del Estado (Dirección General del Tesoro Público
del Ministerio de Economía y Finanzas); por lo cual en el supuesto de la pérdida del
dinero de una cuenta pública o particular, será tal entidad estatal la que asume dicho
pasivo coh sus propios recursos que no es otro que el patrimonio público, lo que no
fue considerado por la Sala Mixta Descentralizada de Chota en la resolución recurrida.
Sexto, El Tribunal Superior de Apelaciones al rechazar la solicitud de constitución
en actor civil del representante legal del Banco de la Nación, al margen de la adecua­
ción jurídica que efectuó la Fiscalía, no consideró que la conducta de los imputados
(trabajadores del Banco de la Nación), al apropiarse de los fondos destinados a los
beneficiarios de programas sociales Juntos y Pensión 65, perjudicó a dicha institución
debido a que tuvo que utilizar sus propios recursos para reembolsar a los agraviados
la suma equivalente a seiscientos doce mil ochenta soles con cincuenta céntimos.
Séptimo, Ahora bien el Oficio N.'" 47766-2015-SBS del catorce de diciembre del
dos mil quince (foja ciento veinticuatro), emitido por la Superintendencia de Banca,
Seguros y AFP, respecto a la consulta de si los depósitos efecmados en las empresas del
sistema financiero, privadas o públicas ingresados a las cuentas de ahorros/corrientes
de los clientes, pasan a ser dominio y propiedad de las empresas del sistema financiero
hasta.su devolución; o, si, por el contrario, mientras se encuentran en poder de estas
continúan perteneciendo a sus titulares. Asimismo, si el riesgo de sustracción, pérdida
o cualquier acto similar es asumido por el titular de la cuenta bancaria o la empresa de
sistema financiero; indicó que, dado que los fondos depositados en el Banco de la Nación
son de propiedad y custodia,, de este, por lo que, cualquier riesgo o contingencia relacio- ,
¡M nado con dichos fondos corresponde, en principio a la empresa del sistema financiero.
Octavo. Ahora bien, en lo que respecta a los depósitos en las cuentas de ahorros
de beneficiarios de los programas Juntos y Pensión 65, ordenados por las unidades
ejecutoras correspondientes adscritas atMinisterio de Desarrollo e Inclusión Social
(MIDIS), corresponde señalar que la apertura de dichas cuentas, así como los de­
pósitos dispuestos por la normas dictadas por el gobierno para dichos programas,
. .■ se rige por los convenios de servicios de pagaduría que son celebrados por las men­
cionadas unidades ejecütoriasrcon el Banco. De conformidad con dichos convenios,
el Banco asume la obligación de supervisar y canalizar los pagos a los beneficiarios
de dichos programas sociales, quienes pueden retirarlos a su solo requerimiento, tal
como ocurre con cualquier cuenta bancaria. En línea con ello, la responsabilidad y
el cumplimiento de dicho encargo de pagaduría corresponden al Banco. Es más, al
tener el Banco Hela Nácíón la condición fáctica df poseedor legitimado y fáctico de
dichos recursos, la ilícita sustracción y apoderamiento de los mismos, de cualquier

& ® ®

333
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PA^RIMO^fío

manera, afecta su esfera de vigilancia por lo que su condición de perjudicado con


el delito sub-judíce queda por todo ello validada.
Noveno. Siendc^ ello así, la Sala Mixta de Chota al denegar la solicitud del repre­
sentante legal del Banco de la Nación en constituirse como actor civil, afectó la
tutela jurisdiccional y específicamente del derecho de acceso a los órganos y pro­
cedimientos jurisdiccionales,
Décijnb. Al haberse trasgredido los incisos uno y cinco, del artículo cuatrocientos
veintinueve, del Código Procesal Penal, y ante la vulneración al debido proceso y
derecho de defensa, el proceso se debe retrotraer al estado procesal en el que la en­
tidad bancaria solicitó constituirse en actor civil como agraviado, y queda facultado
de impugnar lo pertinente de acuerdo a ley.

DECISIÓN
Por estos fundamentos, declararon:
L FUNDADO el recurso de casación por la causal de afectación de la garantía
de tutela jurisdiccional y por inobservancia de doctrina jurisprudencial, inter­
puesto por el representante legal del Banco de la Nación,
IL CASARON el auto de vista del veintiséis de octubre del dos mil dieciséis (foja
doscientos cuarenta y nueve), que en mayoría revocó la resolución del siete de
junio del dos mil dieciséis (foja ciento treinta y nueve); reformándola, declaró
improcedente la solicitud de constitución en actor civil; en el proceso penal
seguido contra Edwin Ramiro Huamán Bravo y otros, por el delito de hurto
agravado en perjuicio de Fanny Elizabeth Paisig Collantes, Manuel Fernán­
dez Diaz, María Lucinda Lozano Núñez, María Grimaldina Muñoz Leiva y
otros beneficiarios de los programas Juntos y Pensión 65, y SIN REENVIO;
actuando como órgano de instancia y pronunciándose CONFIRMARON la
resolución del siete de junio del dos mil dieciséis (foja ciento treinta y nueve)
que declaró fundada la solicitud presentada por el representante del Banco de
la Nación, y se dispuso constituir en actoí civil al Estado-Banco de la Nación.
III. MANDARON que la presente sentencia casatoria se lea en audiencia pública
por la Secretaria de esta Suprema Sala Penal; y, acto seguido, se notifique a
todas las partes apersonadas a la instancia, incluso a las no recurrentes y que
cumplidos estos tráñytes se devuelva el proceso al órgano jurisdiecioríál dé"
origen, y sé archiye el cuaderno de casación en esta Corte Suprema.
IV. DISPUSIERON se transcriba la presente ejecutoria a las Cortes Superiores
de Justicia, en las que rige el Código Procesal Penal, para su conocimiento y
fines y se publique en el diario oficial El Peruano,
^S.S.
PRADO SÁLDÁRRIAGA / BARRIOS ALVARADO / QUIHTANÍLLA CHACÓN / CASTAÑEDA
OTSU / PACHECO RUANCAS

® ®

334
JURISPRUDENCIA

R. N. N ° Í?02-2016 Lima: Colisión entre el otorgamiento de la redac­


ción de !a pfena por confesión sincera y la reincidencia del agente

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

SALA PENAL PERMANENTE ■


R. N. N.° 1202-2016
LIMA

B: Lima, doce de enero del dos mil diecisiete


VISTOS; el recurso de nulidad interpuesto por la sentenciada Roxana Yessica Cho­
que Panayfo contra la sentencia de fojas cuatrocientos cuarenta y cinco, de fecha doce
de noviembre del dos mil quince, emitida por la Tercera Sala Penal para Procesos
con Reos Libres de la Corte Superior de Justicia de Lima, en el extremo que la
11 ' condenó como autora del delito de contra el patrimonio, en la modalidad de hurto
agravado, en agravio de Ana María Uzategui Martínez de Romero, Felicita Renee
Soto Cueva y Emperatriz Isabel Villar Castillo; imponiéndole cuatro años de pena
privativa de libertad efectiva, y le fijaron la suma de seis mil nuevos soles el monto
1 que por concepto de reparación civil deberá abonar en forma solidaria a favor de
[..vV

i;® las agraviadas. Interviene como ponente el señor juez supremo Figueroa Navarro.

CONSIDERANDO

L Expresión de agravios
Primero. La sentenciada recurrente a fojas trescientos cincuentiocho, indica que:
1) Aceptando los cargos que el representante del Ministerio Público formuló en su
contra, se acogió a la conclusión anticipada del proceso por encontrarse totalmente
arrepentida, y teniendo en cuenta que la misma es un derecho premial, solicitó que
se le diera una oportunidad de permanecer libre y al lado de su entorno familiar;
2) No se ha tomado en cuenta que es agente primario, por lo que le corresponde
rebaja prudencial de la pena al mínimo legal solicitado por el Ministerio Publico,
, 3) Para la imposición de la^pena, no se ha tomado en.cqeitta Jo.prOT por el nu­
meral 471 del nuevo CPP, que implica un beneficio de réduceióÁ de la pena de una
sexta parte, beneficio que es adicional y se acumulará al que reciba por confesión.

ÍL Imputación fiscal
Segundo. Se imputa a la impugnante y dos person^ más, lo siguiente: 1) Aproxi­
madamente las once horas del día tres de agosto del dos mil diez, en circunstancias

® ® ®

i,;. 335
VÍCTOR JíMM Y A r b u l ú .M a r t í n e z | d er ec h o pen al. Pa rte e s p e c ia l / Los d e u t o s c o n t r a e l p a t r im o n io

en que se encontraban a bordo de un vehículo, fueron intervenidos por personal


de la comisaria dé Jesús María que realizaba un patrullaje por las inmediaciones de
las instituciones bancarias ubicadas en la avenida General Garzón; al realizarse el
registro personal y vehicular correspondiente se les halló pasta básica de cocaína y
marihuana, así como tarjetas de crédito de terceras personas. 2) Al publicitarse por
vía televisiva dicha intervención, las sentenciadas Roxana Jessica Choque Panayfo
y Julia Brindice Jara Orellano fueron reconocidas por las agraviadas Ana María
Uzategui Martínez de Romero, Felicita Renee Soto Cueva, y Emperatriz Villar
Castillo. 3) La primera de las agraviadas, indica que con fecha cuatro de junio del
dos mil diez, cuando se encontraba en la agencia del Banco de Crédito el Perú de
Pueblo Libre, las procesadas mediante la modalidad del cambiazo le sustrajeron su
tarjeta de crédito, procurándose con la utilización de la misma, dinero en efectivo
en la suma ascendente a mil ochocientos dólares americanos, 4) La segunda de
las agraviadas refiere que el veintiséis de febrero del dos mil diez, las procesadas le
cambiaron su tarjeta de crédito cuando se encontraba en la agencia del Banco de
Crédito de Magdalena del Mar, para luego sustraerle la suma de dos mil seiscientos
sesenticinco dólares americanos. 5) La última agraviada Emperatriz Isabel Villar
Castillo, madre de Milagros Yessica Anroyo Villar, señala que con fecha veinte
de marzo del dos mil diez, en circunstancias que se encontraba en la agencia del
Banco de Crédito del Perú de Jesús María, ha sido víctima del hurto de la tarjeta
de crédito de su citada hija mediante la modalidad de la ‘Vascada”, habiendo he­
cho posteriormente, un retiro ascendente a la suma de setecientos sesenta dólares
americanos; hechos que se desprenden del atestado policial y parte policial de fojas
dos y ciento dos respectivamente.

ÍIL D elim itación del análisis del caso


Tercero. Del agravio expuesto por la impugnante, se desprende que su cuestio-
namiento a la pena impuesta radica en el hecho que la recurrente entiende que, a
consecuencia de haberse acogido a la conclusión anticipada del proceso, el Cole­
giado Superior debió haberle impuesto ama sanción más benigna que le permitiese
obtener una ejecución suspendida de la misma. En ese sentido, deberá verificarse
si el carácter de la pena impuesta se efectuó respetándose los principios de propor­
cionalidad y razonabilidatj^ ,

rV. Pronunciam iento del Tribunal Superior


Cuarto. El Colegiado Superior en la sentencia recurrida y en lo que respecta de la
graduación de la pena impuesta a la sentenciada Roxana Yessica Choque Panayfo,
señala que esta al iniciar el juicio oral aceptó, de manera voluntaria y espontanea
los términos de la imputación, responsabilizándole por el hecho íntegro, del cual

® ®

336
I JURISPRUDENCIA

muestra arrepentimiento, y solicita que se le brinde una oportunidad. Sin embar­


go, advierte como bircunstancia agravante, que la recurrente registra antecedentes
penales por delito ^de hurto agravado, consecuencia de una condena impuesta por
la Tercera Sala Penal de Lima a siete años de pena privativa de libertad con vigen­
cia hasta el dieciocho de julio del dos mil veinte; circunstancia determinante para
graduarle la sanción a cuatro años de pena privativa de libertad, con el carácter de
efectiva.

V. Pronunciamiento del Tribunal Supremo


Quinto. La determinación judicial de la perra tiene como sustento normativo, tanto
el art. vii del TP del CP —que vincula el monto de la pena con determinadas ca­
racterísticas del hecho y vista la proporcionalidad como límite máximo— como lo
establecido en los arts. 22, 45 y 46 del citado Código. Además este procedimiento
técnico vaiorativo engloba dos etapas secuenciales marcadamente definidas, la prime­
ra denominada ‘determinación legal”, y la segunda rotulada como “determinación
judicial”. En esta última fase, concierne realizar un juicio de ponderación sobre
la presencia de circunstancias agravantes, atenuantes y/o cualquier otra causal de
reducción o disminución punitiva.
Sexto. En lo que respecta a la determinación legal, el marco punitivo general para el
delito de hurto agravado de acuerdo al art. 186 del CP —en su formulación vigente
a la época de los hechos, según Ley Ñ."" 29407, del dieciocho de septiembre del dos
mil nueve—, es el de pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis
años de pena privativa de libertad.
Sétimo. Definido este primer ámbito de determinación de la pena, resta precisar
la magnitud cuantitativa de la sanción. En este puntó, confornie es de versé def
:5I rubro “IV. Determinación judicial de la pena” de la recurrida —en lo que respecta
a la impugnante— se ha cumplido con señalar los presupuestos para fundamentar
y determinar la pena que prevé el art. 45 del CP, así como las circunstancias de
atenuación y agravación, conforme el árt. 46 del CP.
Octavo. En ese sentido, es de apreciarse que la procesada al amparo del art. 5 de
la Ley N.° 28122 se acoge a la confesión sincera, que nos remite a lo previsto en
el numeral 136 del CdePPr que establece que cuando está debidamente compro­
bada, puede ser considerada para rebajar la pena del confeso a limites inferiores al
mínimo legal.
Sin embargo, tal posibilidad jurídica colisiona con el hecho que la recurrente nó es
una agente primario, sino que tiene antecedentes judiciales conforme es de verse
del certificado de fojas trescientos nueve, mediante la cual se acredita su condición
de reiterante en el delito y que por ello además viene sufriendo carcelería. Así las
9^«
337
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

cosas, la recurrente no califica para que pueda suspendérsele la pena privativa de


libertad impuesta, por lo que la sanción penal infligida se ajusta a las condiciones
personales de karecurrente y ha considerado un beneficio proporcional al caso con­
creto. En este sentido, conforme el art. 57 del CP, el juez para hacer un pronóstico
favorable de conducta deberá verificar la concurrencia copulativa de los requisitos
que allí se indican.

DECISIÓN
Por estos fundamentos, declararon NO HABER NULIDAD en la sentencia de
fojas cuatrocientos cuarenta y cinco, de fecha doce de noviembre del dos mil quin­
ce, emitida por la Tercera Sala Penal para Procesos con Reos Libres de la Corte
Superior de Justicia de Lima, en el extremo que condenó Roxana Yessica Choque
Panayfo como autora del delito de contra el patrimonio, en la modalidad de hurto
agravado, en agravio de Ana María Uzategui Martínez de Romero, Felicita Renee
Soto Cueva y Emperatriz Isabel Villar Castillo, a la pena de cuatro años de pena
privativa de libertad efectiva, y le fijó la suma de seis mil nuevos soles el monto que
por concepto de reparación civil deberán abonar en forma solidaria a favor de las
agraviadas.; y los devolvieron.
S.S.
t:.
VILLA STEIN / PAÍUONA PASTRANA / NEYKA FLORES/ SEQUEÍROS VARGAS/ FIGUEROA
NAVARRO

® % ®

338
JURISPRIJDENCJA SOBRE EL DELITO
DE ROBO SIMPLE

A cuerdo PÍenario 3-2009/G J-116: D iferencias entre el delito de ro­


bo sim ple y el delito de hurto

II
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBUCA

V PLENO JURISDICCIONAL DE LAS SALAS PENALES


PERMANENTE Y TRANSITORIAS

ACUERDO PLENARIO N.° 3-2009/CJ-116

Lima, trece de noviembre del dos mil nueve


ll Los jueces supremos de lo penal, integrantes dé las Salas Penales Permanente y
Transitorias de la Corte Suprema de Justicia de la República, reunidas en Pleno
Jurisdiccional, de conformidad con lo dispuesto en el art. 116 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, han pronunciado el siguiente;

ACUERDO PLENARIO

L Antecedentes
1. Las Salas Permanente y Transitorias de la Corte Suprema de Justicia de la Repú­
blica, con la autorización del presidente del Poder Judicial, mediante Resolución
Administrativa número 221-2009-P-PJ, del 5 de agosto del 2009, con el apoyo del
Centro de Investigaciones Judiciales, acordaron realizar el V Pleno Jurisdiccional de
los Jueces Supremos de lo f enal, al amparo de lo dispuesto en el art! 116 del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial —en adelante, LOPJ^—, y
dictar acuerdos plenarios para concordar la Jurisprudencia penal.
2. Para estos efectos se realizaron varios encuentros previos con los secretarios,
relatores y secretarios de confianza de las Salas de lo Penal de la Corte Suprema de
Justicia y tres reuniones preparatorias sucesivas con tos señores jueces supremos de
lo penal a fin de delimitar el ámbito de las materias que debían abordarse, luego•

• «»
339
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

de una previa revisión de los asuntos jurisdiccionales a su cargo y de una atenta


valoración de las preocupaciones de la judicatura nacional. Con el concurso de la
Secretaría Técnica', luego de los debates correspondientes, se estableció el día dé la
fecha para la realizíación del V Pleno Jurisdiccional Penal, aprobado por Resolución
Administrativa numero 286-2009-P-PJ, del 12 de octubre del2009, y se definieron
los temas, de derecho penal y procesal penal, que integrarían el objeto de los acuerdos
plenario^. De igual manera se designó a los señores jueces supremos encargados de
preparar las bases de la discusión de cada punto sometido a deliberación y de ela­
borar el proyecto de decisión. Además, se estableció que el juez supremo designado
sería el ponente del tema respectivo en la sesión plenaria y encargado de redactar
el acuerdo plenario correspondiente.
En el presente caso, el Pleno, de un lado, decidió tomar como referencia las dis­
tintas sentencias de los Tribunales Superiores y Ejecutorias Supremas que analizan y
deciden sobre los alcances del delito de robo agravado por muerte subsecuente (art.
189 in fine del CP) y el delito de asesinato por conexión con otro delito (art. 108,
inciso, del CP), a fin de determinar las diferencias entre ambos supuestos típicos y
en qué casos son de aplicación uno u otro. De otro lado, se resolvió también sobre
la misma base jurisprudencial, identificar cuál es la naturaleza penal de las lesiones
causadas a la víctima y a las que se refiere el inc. 1 de la parte segunda del art, 189
del CP, para poder distinguirlas de aquellas mencionadas en el último párrafo del
citado artículo.
4« En cumplimiento de lo debatido y acordado en las reuniones preparatorias se
determinó que en la sesión plenaria se procedería conforme a lo dispuesto en el
art, 116 de la LOPJ, que, en esencia, faculta a las Salas Especializadas del Poder
Judicial dictar acuerdos plenarios con la finalidad de concordar jurisprudencia de
su especialidad. En atención a la complejidad y singulares características del tema
abordado, que rebasa los aspectos tratados en las diversas ejecutorias supremas que
se invocaron como base de la discusión, se decidió redactar el presente acuerdo
plenario e incorporar con la amplitud necesaria'los fundamentos jurídicos corres­
pondientes para configurar una doctrina legal que responda a las preocupaciones
anteriormente expuestas. Asimismo, se resolvió decretar su carácter de precedente
vinculante, en concordancia con la función de unificación jurisprudencial que le
corresponde a la Corte Suprema de Justicia como cabeza y-máxima instancia juris­
diccional del Poder Judicial. 't
5o La deliberación y votación se realizó el día de la fecha. Como resultado del debate
y en virtud de la votación efectuada, por unanimidad, se emitió el presente acuerdo
plenario. En vista del resultado de la votación se designó como ponente al señor
Prado Saldarriaga para que conjuntamente con e! señor Lecaros Cornejo, expresen
en lo pertinente el parecer del Pleno.

340
I J urisprudencia

íl. Fundamentos, jurídicos


§ 1. Planteamiento del primer problema
6. El ordenamientb penal vigente contiene dos tipos legales que aluden a la muerte
de una persona en conexión con la comisión de otro delito. Se trata de los arts. 108
CP sobre el deliró de asesinato y 189 del CP sobre delito de robo con agravantes.
En efecto en estas disposiciones se regula lo siguiente: ,

Art. 108 CP; Será reprimido [...] el que mate a otro concurriendo
cualquiera de las siguientes circunstancias: [,.. ]2. Para facilitar u ocultar
otro delito.
Art. 189 (último párrafo) CP: La pena será [...], cuando [.,.] como
consecuencia del hecho, se produce la muerte de la víctima [...].

Estas normas han originado divergentes interpretaciones judiciales que se han con­
cretado en resoluciones que califican indistintamente los hechos como homicidio
calificado o robo con muerte subsecuente, pero que no llegan a fijar de forma clara
cuando se incurre en uno u otro caso.


§ 2. Análisis del primer caso
■J
■Jís 7. El art. 189 in fine del CP prevé una circunstancia agravante de tercer grado para
la figura delictiva del robo. Esta se configura cuando el agente como consecuencia
de los actos propios del uso de la violencia para facilitar el apoderamiento o para
vencer la resistencia de quien se opone al apoderamiento, le ocasiona o le produce
la muerte. Es obvio, en este caso, que el agente buscaba el desapoderamiento patri­
monial de la víctima; pero como consecuencia del ejercicio.de violencia contra ella
—de los actos propios de violencia o vis in corpore— le causa la muerte, resultado
que no quiso causar dolosamente pero que pudo prever y evitar. Se trata, pues, de
un típico supuesto de homicidio preterintencional donde el resultado solo se le
puede atribuir al agente a título de culpa —la responsabilidad objetiva por el sim­
ple resultado es inadmisible, está prohibida por el art. vii del título preliminar del
CP—. El citado dispositivo regula, entonces, un caso de tipificación simultánea,
dolosa y culposa, pero.de^una .misrna conducta expresamente descrita. Como se
advierte en la doctrina especializada la preterintención es una figura compuesta en
la que el resultado sobrepasa el dolo del sujeto. Así, el agente roba valiéndose del
ejercicio de violencia física contra la víctima, esto es, infiere lesiones a una persona,
quien fallece a consecuencia de la agresión, siempre que el agente hubiere podido
prever este resultado (la muerte, en este caso, no fue fortuita) —es una situación de
preterintencionalidad heterogénea— [V illavice ^ c io T e r r e r o s , Felipe, Derecho
penal. Parte genera^ Lima: Grijley, 2006, pp. 409 y 410]. Como se puede inferir del

® ® ®

341
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

ejemplo planteado, la conducta típica se articula sobre la base de dos elementos: el


apoderamiento dél bien mueble y la utilización de violencia en la persona, la cual
en el presente ca^o produce la muerte de esta última.
8, Distinto es el caso del asesinato para facilitar u ocultar otro delito. Aquí el autor
mata con el fin de conseguir un propósito ulterior. En el primer supuesto — para
facilitar otro delito—, el asesinato implica una relación de medio-fin, en que el ho­
micidio es el delito-medio cometido por el agente con el propósito de hacer posible
la ejecución del delito-fin, siempre doloso; situación muy frecuente, por lo demás, en
'I,
los delitos contra el patrimonio. Ahora bien, en el segundo supuesto —para ocultar
otro delito—, el delito previamente cometido o el que está ejecutándose —:cl delito
a ocultar puede ser doloso o culposo— es la causa del comportamiento homicida
del agente. Ello ocurre, por ejemplo, cuando el agente es sorprendido en el acto del
robo y para evitar su captura, dispara contra su perseguidor o contra quien trata de
impedir su fixga, que conduciría al descubrimiento o esclarecimiento de su delito
[H u r t a d o P o z o , José, Manual de derechopenal. Parte especial L HomicidiOy 2.^ ed.,
Lima: Ediciones Juris, 1995, pp. 59 y 69]. En ambos supuestos, pues, el elemento
subjetivo del tipo legal es determinante. En tal sentido, la referencia legal al mundo
interno del agente, a la finalidad que persigue, es de tal relevancia que será suficiente W:- f
para la consumación de ía conducta típica que se compruebe la presencia de este
factor. Por consiguiente, el agente, en la circunstancia o en el contexto situacional en
que interviene ha de valorar la perpetración del homicidio como vía para garantizar
su objetivo ligado siempre a otro delito [C a stillo A lva , José, Derechopenal. Parte
especiad 1.1, Lima: Grijley, 2008, pp. 410 y 4l 1].

§ 3. Planteam iento del segundo problema


9 . El art. 189, último párrafo, CP establece una circunstancia agravante de tercer
grado: si se producen lesiones graves como consecuencia del robo, la pena será de
cadena perpetua. La referida norma en el inciso uno de su segunda parte determi­
na que si se comete el robo y se causa lesiones a la integridad física o mental de la
víctima la pena será no menor de veinte 'ni mayor de treinta años. En esa misma
línea, el art. 188 del CP —modificado por la Ley número 27472, del 5 de junio
del 2001—, que tipifica el delito de robo, exige para su comisión que el agente
emplee violencia contra la=persona, en cuyo caso se sancionará al agente con pena
privativa de libertad no menor de tres ni mayor de ocho años.
En consecuencia, es del caso determinar, desde las características y entidad de las
lesiones producidas a la víctima, cuándo se está ante un delito de robo simple (art.
188 del CP), cuándo se ha cometido el subtipo agravado del inciso uno de la se­
gunda parte del art. 189 del CP y, finalmente, cuándo es del caso sancionar por el
subtipo especialmente agravado del párrafo final del art. 189 del CP,
@ ® ®

342
JURISPRUDENCIA

§ 4. Análisis del segundo caso


/
10. El delito de robo previsto j sancionado en el art. 188 del CP tiene como nota
esencial, que lo diferencia del delito de hurto, el empleo por el agente de violencias o
amenazas contra lá persona —no necesariamente sobre el titular del bien mueble—.
La conducta típica, por tanto, Íntegra el apoderamiento de un bien mueble total
o parcialmente ajeno con la utilización de violencia física o intimidación sobre un
tercero. Ésto es, la violencia o amenazas —como medio para la realización típica
del robo— han de estar encaminadas a facilitar el apoderamiento p a vencer la
resistencia de quien se opone al apoderamiento.
En consecuencia, la violencia es causa determinante del desapoderamiento y está
siempre orientada a neutralizar o impedir toda capacidad de actuación anterior o
de reacción concornitarrte de la víctima que pueda obstaculizar la consumación del
robo. Ahora bíeUi cualquier género e intensidad de violencia física “vis in corpore’'
—energía física idónea para vencer la resistencia de la víctima— es penalmente
relevante. Además, ella puede ejercerse antes o en el desarrollo de la sustracción
i® del bien mueble, pudiéndose distinguir entre la violencia que es utilizada para
conseguir la faga y evitar la detención —que no modifica la naturaleza dél delito
de apoderamiento consumado con anterioridad—; y la violencia que se emplea
para conseguir el apoderamiento y la disponibilidad, la que convierte típicamente
un aparente delito de hurto en robo. Cabe precisar que en el primer de los casos
mencionados, no hay conexión instrumental de medio a fin entre la violencia y
la sustracción, pues esta ya se había producido. No obstante, el medio violento se
aplica antes de que cese la acción contra el patrimonio y el aseguramiento del bien
en la esfera de dominio del agente vía el apoderamiento.
11. Es potencial al ejercicio de violencia física en la realización del robo que el
■SjK- afectado resulte con lesiones de diversa magnitud. Ahora bien, la producción de
lesiones determina en nuestra legislación vigente la configuración de circunstancias,
agravantes específicas y que están reguladas en el inciso 1) de la segunda parte del art.
189 del CP y en el párrafo final del mencionado artículo. En este último supuesto
se menciona, taxativamente, que el agente ha de causar lesiones graves, mientras
que en el primer supuesto solo se indica que el agente ha de causar lesiones a la
integridad física o mental íe^la víctima. Cabe, por tanto; dilucidar las ckrátterísticas
y tipo de lesión que corresponde a cada caso.
Al respecto es de precisar que son lesiones graves las enumeradas en el art. 121 del
CP. Según esta norma se califican como tales a las lesiones que ponen en peligro
inminente la vida de la víctima, les mutilan un miembro u órgano principal del
cuerpo o lo hacen impropio para su función, causan incapacidad para el trabajo,
invalidez o anomalía psíquica permanente o la desfiguran de manera grave y

»#«
343
VÍCTOR JiMMY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRlMONíO

permanente, o infieren cualquier otro daño a la integridad corporal, o a la salud


física o mental' de una persona, que requiera treinta o más días de asistencia o
descanso, segqn prescripción facultativa. Por consiguiente, la producción en la
realización del robo de esta clase de lesiones determinará la aplicación del agra­
vante del párrafo in fine del art. 189 del CP.
12. Én relación a las lesiones aludidas en el inciso 1 del segundo párrafo del art, 189
cabe definir si ellas se corresponden con las referidas en los arts. 441 (lesiones-falta)
o 122 (lesiones dolosas leves) del CP. Es de mencionar que en estas dos disposicio­
nes, la diferencia en la intensidad del daño a la salud de sujeto pasivo se establece
en base a indicadores cuantitativos relacionados con la incapacidad generada por
la lesión o con el tiempo de asistencia facultativa que demanda. Así, (i) si estas
requieren hasta 10 días de asistencia o descanso, según prescripción facultativa,
siempre que no concurran medios que den gravedad al hecho, se estará ante una
falta de lesiones; (ii) si las lesiones requieren más de diez y menos de treinta días
de asistencia o descanso, según prescripción facultativa, se estará ante un delito de
lesiones leves. Esta distinción sistemática debe servir para establecer cuando, con
motivo de la comisión del acto de desapoderamiento, el ejercicio de violencia física
con la producción subsecuente de lesiones configure el agravante que se examina.
En tal sentido, es pertinente destacar que como el delito de robo, según se tiene
expuesto, requiere para su tipificación el ejercicio de violencia física sobre la persona,
los daños personales que esta pueda ocasionar forman parte necesariamente de esa
figura delictiva. Entender, por tanto, que el supuesto agravado del inciso 1 de la
segunda parte del art. 189 del CP comprende toda clase de lesiones, con excepción
de las graves por estar referida taxativamente al último párrafo del citado art. 189
del CP, no resulta coherente con el tipo básico, ya que lo vaciaría de contenido.
En consecuencia, si las lesiones causadas no son superiores a 10 días de asistencia o
descanso el hecho ha de ser calificado como robo simple o básico, siempre que no
concurran medios que den gravedad a las lesiones ocasionadas. Si, en cambio, las
lesiones causadas son superiores a PO días y menores de 30 días, su producción en
el robo configura el agravante del inciso 1) de la segunda parte del art. 189 del CP.
13* Es necesario señalar que el art. 441 del CP contiene un requisito de valida-
ción respecto a la condición de faltas de las lesiones causadas, y que es distinto
del registro meramente cuantitativo —abasta 10 días de asistencia o descanso—.
Efectivamente él esta referido a que no concurran circunstancias o medios
que den gravedad al hecho, en cuyo caso será considerado como delito”. Con
relación a ello cabe aclarar, que en el delito de robo no es de recibo aceptar como
supuesto de exclusión las “circunstancias qúe^dan gravedad al hecho” respecto de
la entidad de las lesiones ocasionadas a la víctima. Es obvio que una vis in corpore

® @
344
JURISPRUDENCIA

en un contexto de desapoderamiento patrimonial constituye una circunstancia


que da gravedad al'hecho, pero para definir su eficacia agravante en el robo lo
relevante será, sienjipre, con exclusión de las circunstancias de su empleo, el nivel
de afectación a la integridad corporal de la víctima que ella produjo.
Distinto es el caso de los medios utilizados. Estos inciden en la propia entidad de
la lesión qm se ocasione a la víctima, y revelan un mayor contenido de injusto
específico, que es del caso resaltar desde su calificación jurídico penal. No se trata
de amedrentar a la víctima sino de atacarla y afectar su integridad más allá del
desapoderamiento patrimonial perseguido. Es más, la propia ley da autonomía
gravante, por ejemplo, al hecho de robar “a mano armada”.

ÍIL Decisión
14. En atención a lo expuesto, las Salas Penales Permanente y Transitorias de la
Corte Suprema de Justicia de la República, reunidas en Pleno Jurisdiccional, con
una votación de diez jueces supremos por el presente texto y cinco en contra respecto
del primer problema (alcances del art. 189 in fine del CP) y por unanimidad en lo
concerniente al segundo problerria (ámbito del subtipo agravado del inciso 1) de
la segunda parte del art. 189 del CP), y de conformidad con lo dispuesto en el art.
:■ 116 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial;

ACORDARON
15. ESTABLECER como doctrina legal, los criterios expuestos en los fundamentos
jurídicos 6 al 13.
16. PRECISAR que los principios jurisprudenciales que contiene la doctrina legal
antes mencionada deben ser invocados por los jueces de todas las instancias judi­
ciales, sin perjuicio de la excepción que estipula el segundo párrafo del art. 22 de
la LOPJ, aplicable extensivamente a los acuerdos plenarios dictados al amparo del
art. 116 del estatuto orgánico.
17. PUBLICAR el presente acuerdo plenario en el diario oficial El Peruano. Hágase
saber.
S. S. . 4 , . . . . . . . . . . . . . ....

/ RODRIGUEZ TINEO / VALDEZ ROCA / BARRIENTOS PEÑA / BIAGGI GÓMEZ / MOLINA


ORDOÑEZ / BARRIOS ALVARADO / PRÍNCIPE TRUJILLO / NEYRA FLORES/ BARANDIARÁN
DEMPWOLF / CALDERÓN CASTILLO / ZEVALLOS SOTO

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345
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JU R IS P R U D E N C IA SO BR E EL D E L IT O
D E R O B O AGRAVADO

R* N . N ® 1915-2017 Lim a Sur: El uso de la violencia o am ena2;a com o


elem ento diferenciador en el delito de robo agravado

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


i■:: SALA PENAL PERMANENTE
R. N. N.n915'2017
LIMA SUR
■íí Sír

:S|||:
Lima, nueve de octubre del dos mil diecisiete
VISTO: el recurso de nulidad formulado por él señor fiscal superior (folios dos­
cientos ochenta y cuatro a doscientos noventa y tres), con los recaudos adjuntos.
Interviene como ponente en la decisión el señor Salas Arenas, juez de la Corte
Suprema. .

1. Decisión cuestionada
La sentencia de nueve de febrero del dos mil diecisiete (folios doscientos sesenta y
cinco a doscientos setenta y ocho, vuelta), emitida por los señores jueces de la Sala
Penal Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur, que, desvinculán­
dose de la acusación fiscal, condenó a don Jhanpierr Iván Rodríguez Caparachin
como autor del delito de hurto agravado, en perjuicio de doña Evelin Lizbeth Juica
Gerónimo, y como tal le impusieron cuatro años de pená‘privatiya; de Jf^^^
efectiva y fijaron en mil soles el monto que por concepto de reparación civil deberá
pagar a favor de la agraviada.

2. Fundamentos del recurso


La parte recurrente solicita que se revoque la sentqncia venida en grado en mérito
de que:

«09
347
VÍCTOR JIM MY AKBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONíO

2.1, Se valoró indebidamente el suceso criminal, puesto que la Sala Superior Penal
concluyó que no existió arma de fuego; por tanto, el encausado no pudo ejercer
violencia o intirpidación sobre la víctima.
2.2. La violencia y amenaza del peligro inminente son formas de intimidación
crimind que ejecuta el sujeto activo en la víctima, para doblegarlo y facilitar la
consumación del hecho delictivo.

3. Sinopsis fáctica de la imputación


Conforme a la acusación y requisitoria fiscal, se imputó al procesado el delito de
robo agravado (fue condenado por el delito de hurto agravado).
El trece de octubre del dos mil quince, aproximadamente a las catorce horas con
treinta minutos, cuando la agraviada caminaba por inmediaciones del paradero
denominado '‘Teléfono”, ubicado frente a la empresa Sedapal, en Villa El Salvador,
fue interceptada por el procesado (en compañía de dos varones más), quien de ma­
nera violenta le sustrajo la mochila en cuyo interior había material académico. Al
intentar poner resistencia, un varón no identificado la amenazó con golpearla, para
luego irse caminando con la mochila (los tres). La víctima los persiguió e intentó
recuperar sus pertenencias, pero el procesado sacó un arma de fuego y la amenazó
con disparar si continuaba siguiéndolos.
Finalmente, con ayuda de los transeúntes, pudo detener al procesado y pedir auxilio
policial, aunque no recuperó sus pertenencias.

CONSIDERANDO

Primero. Sustento normativo (SN)


1.1. El delito pe robo se encuentra previsto en el artículo ciento ochenta y ocho del
Código Penal (en adelante, CP), el cual se agrava si se incurre en la circunstancia
prevista en el artículo ciento ochenta y nueve, entre ellas, cuando el hecho se suscita
con el concurso de dos o más personas (Inciso cuatro).
1.2 .En el artículo ciento ochenta y seis del CP, se sanciona con no menos de tres
ni más de seis años de pena privativa de libertad si el hurto es cometido mediante
el concurso de dos o más personas (inciso cinco).
1.3. Según el artículo doscientos ochenta del Código de Procedimientos Penales,
en la sentencia debe evaluarse el conjunto probatorio. f:

1.4. En el Acuerdo Plenarlo número cero dos-dos mil cinco, de treinta de sep­
tiembre del dos mil cinco (emitido por las Salas Penales de la Corte Suprema), se
estableció que:

® ® ®

348
JURISPRUDENCIA

La declaración incriminatoria de la parte agraviada tiene entidad para


ser considerada como prueba válida de cargo y, por ende, virtualidad
■;íj procesal para^’enervar la presunción de inocencia del imputado; siempre y
cuando no se adviertan razones objetivas que invaliden sus afirmaciones,
por lo que se debe tener en cuenta la ausencia de incredibilidad subje­
tiva, debiendo descartarse relaciones basadas en el odio, resentimientos
o enemistad; es decir, sentimientos que puedan condicionar una decla­
ración contraria a la verdad; verosimilitud, es decir, no solo coherencia
y solidez de la propia declaración, sino la corroboración periférica de la
misma; persistencia en la incriminación, aunque el cambio de versión
no necesariamente inhabilita la apreciación judicial de la declaración.

Segundo. Análisis jurídico fáctico


,2.1. La Sala Penal Superior concluyó que, del análisis de los hechos expuestos en
ios fundamentos octavo, noveno, décimo y décimo primero de la recurrida, no
resulta posible subsumirlos en el delito de robo agravado, puesto que “no medió
v.'ií;
violencia sobre la víctima para la sustracción de la mochila (debido a que, según la
agraviada, eran tres varones, pero que no la golpearon, solo le hicieron un 'ademán’),
ni emplearon arma de fuego para cometer el ilícito”.
i;';; 2,2. A escala preliminar, la víctima afirmó que mientras caminaba por paradero
ubicado frente a la empresa Sedapal se les acercaron tres varones, uno de los cua­
les le sustrajo la mochila y otro amenazó con golpearla^ Luego los tres se fueron
caminando. Optó por que le devuelvan sus pertenencias (debido a que dentro de
la mochila tenía libros y cuadernos de la universidad y una que el procesado se le
acercó y la amenazó para que no los siguiera, indicándole qiie, si lo seguía haciendo,
“le metía un plomazo”^. Versión ratificada en el plenario^.
En consecuencia, la sindicación fue coherente y persistente; por tanto, idónea y
suficiente para conducir al grado de certeza al afirmar que el procesado es respon­
sable del ilícito imputado.
En cuanto a la desvinculación del delito de robo agravado^ por el de hurto agravado
(por pluralidad de agentes)^. ,

1 Ver los folios once a trece, con presencia fiscal.


2 Ver los folios doscientos cuarenta y tres a doscientos cuarenta y nueve.
3 Ver los folios doscientos cuarenta y tres a doscientos cuarenta y nueve,
4 Sa lin a s Sic c h a precisa, que este delito se diferencia del de hurto agravado debido a
que este último es subrepticio o clandestino, puestd que la víctima muchas veces no se
entera cuando el ilícito se consumó, en tanto que en el primero la conducía es evidente

«#«
349
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

2o3c Para la configuración de la agravante descrita en el inciso cuatro del artículo


ciento ochenta y nueve (ver SN uno punto uno), se debe determinar la existencia
de violencia o aimenaza, en donde, además, participa conjunción de fuerzas para
despojar a la víctima de sus pertenencias. Ello ocurrió, por cuanto el procesado,
con sus acompañantes, aprovecharon la indefensión de la víctima y la atacaron,
conscientes del desequilibrio objetivo por la condición de superioridad numérica
(pluralidad). El rol del procesado fue despojar a la víctima de la mochila, valiéndose
de la pluralidad que consistía en el mayor número.
2Ao La Sala Penal concluyó que no existió violencia o amenaza contra la víctima,
debido a que no se pudo acreditar el empleo de arma de fuego^ Al respecto, co­
rresponde precisar que la imputación versa sobre que fueron tres personas (cada
una en su rol) las que atacaron a la agraviada.
Estas personas, tal como la víctima señaló, buscaron intimidarla por su mayor nu­
mero y, finalmente, doblegaron su resistencia; por tanto, la no utilización del arma
de fuego (puesto que no fiie materia de acusación) no deja sin efecto el término
peligro inminente de atacar a una persona valiéndose de la superioridad numérica,
que según las máximas de la experiencia hacen anunciar el propósito de causar un
mal inminente que pondría la vida de la agraviada en peligro. Aquel peligro se vio
reflejado en el accionar violento (de amenazar durante la comisión del ilícito a la ■ ■ '. y
víctima y no permitir que los siga con la intención de recuperar sus pertenencias) y
en las consecuencias descritas en el Certificado Médico Legal número diecisiete mil
cientos ochenta y siete-L, de trece de octubre del dos mil quince*^, en el que consta
que la víctima presentó tenue equimosis de color rojo violáceo en tercio inferior
anterior del muslo derecho, adyacente a la región de la rodilla del mismo lado y tres
pequeñas excoriaciones de tipo deslizamiento en rodilla izquierda.
2.5. La amenaza como medio facilitador del apoderamiento ilegitimo consiste en
el anuncio de un mal o perjuicio inminente para la vida o la integridad física, cuya

y notoria. El delito de robo es pluriofensivo, pues aparte de lesiones al patrimonio ataca


bienes jurídicos como la propiedad, la libertad, la integridad física y la vida de la víctima;
mientras que el hurto solo lesiona el patrimonio y a veces la propiedad cuando se utiliza la
violencia sobre la cosa^ Gfr. Sa lin a s Sic c h a , Ramiro, Delitos contra el patrim onio, Lima:
Instituto Pacífico, 2015, pp. 111 y 112.
Q u in ter o O livares precisó que la violencia se debe analizar separadamente de la
intimidación, puesto que la primera supone una actuación física sobre la víctima; mientras
que la intimidación se refiere al ataque personal qüe no implica aplicación de fuerza física
sobre el cuerpo de la víctima. Cfr. Q u in ter o O livares , Gonzalo, Comentarios a la parte
especial del derecho penal, España: Thomson Reuters, 2011, p. 631.
Ver el folio veinticinco.

® ® ®

350
IJURISPRUDENCIA

finalidad es intimidar a la víctima para que, de ese modo, no ponga resistencia a la


sustracción de los hiedes objeto del robo. La doctrina ha sido uniforme en precisar
que no es necesario c^iie la amenaza sea invencible, sino meramente idónea o eficaz
para lograr el objeto que persigue el sujeto activo; además, que la amenaza requiere
de la siguiente condición: la víctima debe creer que existe la firme posibilidad de
que se haga efectivo el mal con el que se le amenaza.
p '
En consecuencia, el elemento diferenciador esencial entre tales delitos es la violencia
t .
contra la persona o la amenaza a un peligro inminente en la víctima para su vida
e integridad física (aspectos que no se encuentran en el delito de hurto agravado,
puesto que únicamente admite la violencia sobre las cosas).
2.6. Finalmente, esta Suprema Sala precisa que, de la revisión de autos, se con­
cluye que existió amenaza en la agraviada (desplegada por tres varones). Sé ejerció
m
violencia para despojarla de la mochila (lo que se refleja en el certificado médico
legal). La amenaza continuó cuando la víctima intento recuperar sus pertenencias:
es más, fue amenazada con un arma de fuego que efectivamente no fue hallada en
el lugar de los hechos debido a que de los tres varones intervinientes en la comisión
KÍSÍ■-'■■■■
ÜK^:' del ilícito solo fueron detenidos dos (el procesado y otro no identificado), pero
uno fue auxiliado por los vecinos de la zona y solo el recurrente fue conducido a
-i la dependencia policial.
;ssr:;...
iSíSi'- 2.7. La conducta del encausado realizó los elementos objetivos del tipo penal
pp (apoderamiento ilegítimo de un bien ajeno mediante sustracción del lugar donde
se encontraba). Asimismo, se acreditó la presencia del elemento subjetivo, esto es,
el ánimo de lucro.

En cuanto a la pena
2.8. En estricto respeto a los principios de legalidad y proporcionalidad, corres­
ponde determinar la pena, primero, dentro del marco legal abstracto, que prevé
la dimensión no menor de doce ni mayor de veinte años; luego, dentro del marco
concreto (tomando en cuenta que el señor fiscal superior solicitó la imposición de
catorce años y ocho meses de privación de libertad). En ese sentido, al existir solo
circunstancias atenuantes, es factible enmarcar la pena dentro del tercio inferior
(esto es, entre doce años a catorce años y ocho meses de privación de la libertad),
por lo que corresponde establecer la pena en el extremo mínimo de dicho tercio.

DECISIÓN
Por ello, impartiendo justicia a nombre del pueblo, los integrantes de la Sala Penal
Permanente ACORDARON DECLARAR: f

« €>e
351
VÍCTOR JIM MY .ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

L HABER NULIDAD en la sentencia de nueve de febrero del dos mil dieci­


siete, emitida por los señores jueces de la Sala Penal Permanente de la Corte
Superior <jleJusticia de Lima Sur, que, desvinculándose de la acusación fiscal,
condenó a don Jhanpierr Iván Rodríguez Caparachin como autor del delito
de hurto agravado, en perjuicio de doña Evelin Lizbeth Juica Gerónimo;
REFORMANDOLA, lo condenaron por el delito de robo agravado.
IL HABER NULIDAD en la dimensión de la pena de cuatro años de privación
de la libertad; REFORMÁNDOLA, le impusieron doce años (la cual se
computará desde el trece de octubre del dos mil quince y vencerá el doce de
octubre del dos mil veintisiete).
?*':■ J;-
Hágase saber.
S, S.
SAN MARTÍN CASTRO / PRADO SALDARRIAGA / SALAS ABENAS/ NEYRA FLORES/ SE~
QUEIROS VARGAS

®@@
352
I JURISPRUDENCIA

Acuerdo Píeuario N.^ 5"2015/CIJ-116: Eí componente “arma’’ en el ro­


bo agravado
I;

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

IX PLENO JURISDICCIONAL DE LAS SALAS PENALES


PERMANENTE Y TRANSITORIA

ACUERDO PLENARIO N.'^ 5-2015/CIJ-116

Lima, dos de octubre deí dos mil quince


Los jueces supremos de lo penal, integrantes de las Salas Penales Permanente y
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República, reunidas en Pleno
Jurisdiccional, de conformidad con lo dispuesto en, el art. 116 del Texto Unico
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, han pronunciado el siguiente:

ACUERDO PLENARIO

L Antecedentes
1, Las Salas Penales Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la
República, con la autorización del Presidente del Poder Judicial mediante Resolución
Administrativa N.° 246-2015-P-PJ, de 10 de junio del 2015, y el concurso del Cen­
tro de Investigaciones Judiciales, bajo la coordinación del señor Parlona Pastrana,
acordaron realizar el IX Pleno Jurisdiccional de los Jueces Supremos de lo Penal,
que incluyó el foro de Participación Ciudadana, al amparo de lo dispuesto en el art.
116, del Texto Unico Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial —en ade­
lante, LOPJ—, y dictar acuerdos plenarios para concordar la jurisprudencia penal.
2* El IX Pleno Jurisdiccional se realizó en tres etapas.
La primera etapa estuvo conformada por dos fases; el foro de aporte de temas y
justificación, la publicación de temas y la presentación de ponencias. Esta última
etapa tuvo como finalidad tgnyocar á lá dómuñidad jurídica y a las personas en
general, a participar e intervenir en la identificación, análisis y selección de los
principales problemas hermenéuticos y normativos que se detectan en el proceder
jurisprudencial de la judicatura nacional, al aplicar normas penales, procesales y
de ejecución penal en los casos concretos que son de su conocimiento. Para ello,
se habilitó el foro de Participación Ciudadana a través del portal de internet del

& ® &

353
VÍCTOR JIM MY ARBULÜ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

Poder Judicial, de suerte que se logró una amplia participación ciudadana a través
de sus respectivas ponencias y justificación.
Luego, los juecjés supremos discutieron y definieron la agenda —en atención a los
aportes realizados—, en la sesión del 12 de agosto último, para lo cual tuvieron en
cuenta, además, los diversos problemas y cuestiones de relevancia jurídica que han
M i l
conocido en sus respectivas Salas durante el último año. Fue así cómo se estable­
cieron los seis temas de la agenda, con sendos problemas específicos.
La segunda etapa^ consistió en el desarrollo de la audiencia pública, que se llevó a
cabo el 3 de septiembre. En ella, los juristas y expositores especialistas convocados
sustentaron y debatieron sus ponencias ante el Pleno de los jueces supremos.
La tercera etapa comprendió el proceso de deliberación, votación y formulación de
los acuerdos plenarios, con la designación de los jueces supremos ponentes para
cada tema seleccionado. Esta fase culminó el día de la sesión plenarla realizada en
la fecha con participación de todos los jueces integrantes de las Salas Permanente
y Transitoria, con igual derecho de voz y voto. Es así como, finalmente, se expide
el presente acuerdo plenario, emitido conforme con lo dispuesto en el art. 116 de
la LOPJ, que faculta a las Salas Especializadas del Poder Judicial —-en este caso, de
la Corte Suprema de Justicia de la República— a pronunciar resoluciones vincu­
lantes con la finalidad de concordar y definir criterios jurisprudenciales del orden
jurisdiccional que integran.
3. Atendiendo a la complejidad y a las características peculiares del tema en cuanto
a la agravante específica “a mano armada”, en el delito agravado de robo previsto en
el art. 189.3 del CP, se decidió redactar el presente acuerdo plenario e incorporar
las bases jurídicas correspondientes para así establecer una posición jurisprudencial
sólida que responda las inquietudes arriba señaladas.
De igual forma, se decicpó decretar su carácter de precedente vinculante, en consonancia
con el rol unificador en materia jurisprudencial que corresponde a la Corte Suprema de
Justicia de la República. La deliberacióñ y votación se realizó el día de la fecha.
Como resultado del debate y en virtud de la votación efectuada, por unanimidad,
se emitió el presente acuerdo plenario.
’ . . V ■

Intervienen como ponentes los señores Prado Saldarriaga y Salas Arenas.

II. Fundamentos jurídicos


§ 1. Antecedentes y situación problemática
4. El art. 239 del Código Penal de 1924, en la redacción que introdujo la Ley
N.° 23405, de 27 de mayo de 1982, consideró cómo agravante del robo, el que este

® ®
354
IJURÍSPRUDENCÍA

hubiese sido cometido portando ‘'cualquier clase de arma o instrumento que pudiere
servir como tal”. Con esta expresión se aludía a las denominadas “armas impropias”.
Este antecedente hmestra que el legislador desarrolló una noción más amplia de
aquella que ha correspondido tradicionalmente a la agravante de mano armada o
de portar armas. Esto es, la necesidad de que el agente exhiba o lleve consigo un
medio confeccionado exclusivamente para potenciar la capacidad de ataque o de
daño contra terceros.
El legislador con dicho texto propició la posibilidad de una interpretación analó­
gica a partir de la jfunción propia de las armas: su capacidad de servir para atacar y
dañar. De allí que, desde aquel entonces, la doctrina ha rechazado que se configure
la gravante si no es posible derivar del medio empleado tai capacidad ofensiva
[ R o y F k e y r e , Luis E., Derecho penalpermm. Parte especial t, iii. (Delitos contra
el patrimonio), Lima: Instituto Peruano de Ciencias Penales, 1983, pp- 90 y 91].
5. El Código Penal de 1991 no ha reproducido una fórmula alterna similar, sino que
el legislador se ha limitado a considerar, en el inc. 3 del art. 189, como agravante
específica del delito de robo, el cometerlo a “mano armada”, es decir, que el agente
porte y exhiba ante la víctima “un arma”. Si la interpretación de dicho precepto se
hiciera en atención a la doctrina antes señalada, entonces no sería posible la confi­
guración de la agravante “a mano armada” cuando el agente portara un juguete con
forma de arma O simulara portar un arma que es en realidad un medio que carece
de capacidad ofensiva y sirve a otros fines, como ocurre, por ejemplo, en el caso de
los encendedores fabricados con las características externas de un arma de fuego,
es decir, cuando esgrima un “arma aparente”. Se destaca, desde tal perspectiva, la
influencia calificante del peligro personal corrido por la víctima [S o l e r , Sebastián,
Derecho penal argentinoyt. rv, Buenos Aires: Tipográfica Editora Argentina, 1983,
p. 267].
El debate se ve reflejado en las ejecutorias supremas pronunciadas con motivo de los
R. N. N.° 5824-97 Huánuco, en que se indicó que “arma es todo instrumento real
o aparente que incrementa la capacidad de agresión del agente y reduce la capacidad
de resistencia de la víctima [...]”, y el R. N.N.°2179-'1998 Lima, donde se sostuvo
que “el concepto de arma rto necesariamente alude al arma de fuego, sino que denap
de dicho concepto debe comprenderse a aquel instrumento capaz de ejércer efecto-
intimidante sobre la víctima, al punto de vulnerar su libre voluntad, despertando en
esta un sentimiento dé miedo”, en tanto que en el R. N. N.'' 4172-2004 Chincha,
en que se consideró que “el fundamento de la calificante se basa en la calidad del
rqedio empleado por el agente para cometer el ilícito y que potencia su capacidad
ofensiva en desmedro de la seguridad del sujeto pasivo”. Desde otra óptica, en la
postura adoptada en R. N, N.° 2676-2012 Junín, se consideró que “el fundamento
9#®
355
VÍCTOR JIM M V ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

de k agravación íse encuentra en el peligro que, para k vida, k integridad o la salud


dei sujeto pasivo o de los terceros supone la utilización de tales objetos o medios”;
con lo que el débate no se cerró.
I
6 . En la actual situación de inseguridad ciudadana se aprecia que los robos que ocu-
rren con mayor frecuencia se realizan con armas reales y no simuladas. No obstante,
la cifra concreta de delitos en los que se utilizan armas aparentes y armas de fuego
inoperátivas u otro tipo de objeto, réplicas, de utilería o simuladas, se incrementa
cada vez más y motiva que la judicatura penal de la Corte Suprema se pronuncie,
determinando firmemente la connotación de aquel elemento agravatorio en su
dimensión cabal, para aplicarse como decisión vinculante, sin generar paradojas
ni impunidad^
Es de resaltar que hoy existe variedad de objetos no letales que tienen las característi-
•1 "; 1

cas de un arma de fuego como las denominadas armas neumáticas, airsoftypaintball


que tienen la apariencia de un arma de fitego auténtica sin serlo; encendedores que
copian la forma de un arma de fuego ■—como dato de la observación concreta— y
juguetes cuya semejanza con una real no puede ser apreciada a simple vista y que
SU utilización para la comisión de delitos se incrementa en el marco creciente de
la inseguridad ciudadana extendida en todo el país, ello se puede apreciar en los
cuadros de fuente policial contenidos en los anexos 1 y 2 (ver al final)^.
Según la información consolidada emitida por las Divisiones Territoriales y Divisio­
nes Policiales en la Región Policial de Lima, durante el 2014 se incautaron 17 armas
de fuego hechizas, 74 réplicas de armas de fuego y 31 armas de fuego inoperativas,
mientras que del 1 de enero hasta el 31 de agosto del 2015 se incautaron 11 armas
de fuego hechizas, 120 réplicas de arma de fuego y 29 armas de fuego inoperativas.
Se eleva por tanto el empleo de elementos con apariencia de arma, en particular
de fuego, usadas para facilitar los robos, reduciendo o anulando k resistencia de
las víctimas^.

Es de resaltar que el término “arma” (que involucra a la de fuego) aparece, además del
robo, en varios dispositivos contenidos en el Código Penal: v. gr., violación sexual: art.
170.1 del CP; abigeato: art. 189-C del CP; usurpación: art. 204.1 del CP; rebelión: art.
346 del CP; y sedición:‘a£t, 347 del CP), considerando que la comisión del hecho con un
arma debe ser sancionada de modo más intenso.
Reporte estadístico de incautación de armas de fuego inoperativas, armas de fuego hechizas,
y réplicas de arma remitido por el jefe de la Oficina de Planeamiento Administrativo de la
Región Policial Lima.
Es más sencillo para quien delinque proveerse de una réplica que de un arma de fuego
verdadera y finalmente le resulta menos aflictivo^ ante una súbita intervención penal,
porque no hay una tenencia ilícita de réplica de arma de fuego.

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356
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

de la agravación se encuentra en el peligro que, para la vida, la integridad o la salud


dei sujeto pasivo o de los terceros supone la utilización de tales objetos o medios”;
con lo que el débate no se cerró.
/
6, En la actual situación de inseguridad ciudadana se aprecia que los robos que ocu­
rren con mayor frecuencia se realizan con armas reales y no simuladas. No obstante,
la cifra concreta de delitos en los que se utilizan armas aparentes y armas de fuego vt'í ; Sí ?

inoperativas u otro tipo de objeto, réplicas, de utilería o simuladas, se incrementa


cada vez más y motiva que la judicatura penal de la Corte Suprema se pronuncie,
determinando firmemente la connotación de aquel elemento agravatorio en su
dimensión cabal, para aplicarse como decisión vinculante, sin generar paradojas
ni impunidad^
Es de resalt^ que hoy existe variedad de objetos no letales que tienen las característi­
cas de un arma de fuego como las denominadas armas neumáticas, ypaintball
que tienen la apariencia de un arma de fiiego auténtica sin serlo; encendedores que
copian la forma de un arma de fiiego — como dato de la observación concreta— y
juguetes cuya semejanza con una real no puede ser apreciada a simple vista y que
su utilización para la comisión de delitos se incrementa en el marco creciente de
la inseguridad ciudadana extendida en todo el país, ello se puede apreciar en los
cuadros de fuente policial contenidos en los anexos 1 y 2 (ver al finai)^.
Según la información consolidada emitida por las Divisiones Territoriales y Divisio­
nes Policiales en la Región Policial de Lima, durante el 2014 se incautaron 17 armas
de fuego hechizas, 74 réplicas de armas de fuego y 31 armas de fuego inoperativas,
mientras que del 1 de enero hasta el 31 de agosto del 2015 se incautaron 11 armas
de fuego hechizas, 120 réplicas de arma de fuego y 29 armas de fuego inoperativas.
Se eleva por tanto el empleo de elementos con apariencia de arma, en particular
de fuego, usadas para facilitar los robos, reduciendo o anulando la resistencia de
las víctimas^.

Es de resaltar que el término “arma” (que involucra a la de fuego) aparece, además del
robo, en varios dispositivos contenidos en el Código Penal: v. gr., violación sexual: art.
170.1 del CP; abigeato: art. 189-C del CP; usurpación: art. 204.1 del CP; rebelión: art.
346 del CP; y sedición:'a¿t. 347 del CP)> considerando que la comisión del hecho con un
arma debe ser sancionada de modo más intenso.
Reporte estadístico de incautación de armas de fuego inoperativas, armas de fuego hechizas,
y réplicas de arma remitido por el jefe de la Oficina de Planeamiento Administrativo de la
Región Policial Lima.
Es más sencillo para quien delinque proveerse de una réplica que de un arma de fuego
verdadera y finalmente le resulta menos aflictivot ante una súbita intervención penal,
porque no hay una tenencia ilícita de réplica de arma de fuego.

&®&
356
Jurisprudencia

En razón de ello ¿háy una necesidad desde la perspectiva político-criminal de com­


prender en las agravantes del robo el empleo en su comisión de armas de juguete,
armas simuladas o krmas descargadas o defectuosas? Esta interrogante es respondida
a continuación,

§ 2. Alcánce de la violencia configuradora del delito de robo


7 , Para comprender el sentido de la represión penal de k agravante “a mano ar­
mada” en el delito de robo, se ha de partir por identificar cuál es el bien jurídico
protegido. En la doctrina nacional destacan dos posiciones sobre ello: a) Aquella
que afirma que el robo es un delito pluriofensivo, donde la propiedad es el bien
jurídico específico predominante; pero junto a ella, se afecta también directamente
a la libertad de la víctima, la vida y la integridad física [ R o j a s V a r g a s , Fidel, Delitos
contra elpatrimonio^ Lima: Grijley, 2000, p, 348], b) La otra postura que considera
que el único bien jurídico que se tutela con el delito de robo simple es el patrimonio
y que la afectación de otros bienes jurídicos como la vida, la integridad física o la
libertad solo sirven para calificar o configurar de forma objetiva el hecho punible
.
de robo [S a l in a s S i c c h a , Ramiro, Delitos contra el patrimonio^ Lima: Instituto
Pacífico, 2015, p, 125.],
La tesis adecuada a la protección más cabal del delito de robo es la que considera que
el delito de robo tiene la característica de ser pluriofensivo, puesto que afecta esen­
cialmente al patrimonio, pero también a la integridad física o la salud y la libertad.
Así, el empleo de un arma para apoderarse de un bien mueble implica la configura­
ción de una agravante específica cuya consecuencia es el incremento de la punición.
Todo delito de robo involucra la afectación simultánea de varios bienes jurídicos
(cuanto menos dos) en pos de la sustracción (afectación patrimonial) que. cierta­
mente es el objetivo final del sujeto activo. Ordenados según la frecuencia de su
afectación se presentan del modo siguiente (sin referirse a un orden de prevalencia):

Patri^nunio
_________________________
Libertad Siérrrpreaíectado
integnaadcor tura; .

VldRhü'!,3-,e Afüt;iad3 Pii alcjiüios casca ségiín la conducta'

S. El art, 188 del CP sanciona la conducta de quien se apodera ilegítimamente de


un bien mueble total o parcialmente ajeno, para aprovecharse de él, sustrayéndolo
del lugar en que se encuentra, empleando para ello violencia contra la persona o
amenazándola con un peligro iúniiaente para su vi^a o integridad física. La fórmula
legislativa, modificada por el art, 1 de la Ley N,° 27472, publicada el 5 de junio del
2001, ha sido diseñada de la siguiente manera:
@ @ ®
VÍCTOR JIMMY ARBULÚ MARTÍNEZ j DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEIÍTOS CONTRA EL PATRIMONíO

Artículo ^ 8 .- Robo
El que sé apodera ilegítimamente de un bien mueble total o parcial­
mente a|eno, para aprovecharse de él, sustrayéndolo del lugar en que
se encueWra, empleando violencia contra la persona o amenazándola
con un peligro inminente para su vida o integridad física será reprimido
con, pena privativa de libertad no menor de tres nt mayor de ocho años.
r. ■

9. La circunstancia de agravación prevista en el inc. 3 del art. 189 del Código Penal,
se configura cuando la conducta descrita se lleva a cabo "'a mano armada”. Esto sí
es, mediante la utilización de un arma. En este contexto, cabe determinar a qué
intensidad y a qué clase de amenaza se refiere la fórmula del tipo base cuando señala
que el agente debe “amenazar con un peligro inminente para su vida o integridad
física” (se entiende del sujeto pasivo)^.
En el art. 188 se alude a una amenaza inminente^, de allí que no podrá configurar
tal exigencia legal la amenaza de un mal de remota materialización. Tendrá, por
tanto, que revestir las calidades de verosimilitud en la materialización y, además,
proximidad^.
Se hallan afuera, por tanto, las advertencias de inferir males de menor connotación
y las amenazas absurdas. tIIIIÍ í

10. Según la perspectiva objetiva, la “amenaza inminente” ha de recaer sobre especí­


ficos bienes jurídicos personalísimos: vida o integridad corporal, desde luego puede
tratarse de la vida o integridad de la propia víctima o de la vida o integridad de otra
persona a quien la víctima proteja al someterse a la intimidación del sujeto activo
(vis compulsiva) debe ser cierta (real, auténtica). Debido a ello, el mal anunciado a
la víctima ha de ser grave, es decir, debe poner efectivamente en riesgo próximo la
vida o la integridad física. Si la descripción normativa “mano armada” se entendiera
desde la perspectiva objetiva, ceñida ai arma propia (arma auténtica y funcional),
la amenaza con arma de utilería o un juguete bélico semejante no sería cierta y,
por tanto, al no ser factible con ella la afectación de la vida o integridad física,
tampoco habría inminencia. Así, la postura objetiva respecto del arma—-que exige
el aumento de peligro para los bienes jurídicos de la víctima, (vida o la integridad

El D iccioN A m o DE LA R ea l A c a d e m ia d e la L en g u a E spañ o la —en adelante, el


DRAE— define el término amenaza con dos acepciones: ”1. Tr. Dar a entender con
actos o palabras que se quiere hacer algún mal a alguien' y “2. Tr, Dar indicios de estar
inminente algo malo o desagradable”.
Según el DRAE, del latín imminens- entis. Part. Act. De imminere 'amenazar” se entiende
“que amenaza o está para suceder prontamente”. í*
Según el DRAE: “cercanía, que dista poco en el espado o en el tiempo”.

358
JUm SPRU DENCiA

personal), como consecuencia del uso de la misma, y no simplemente en la mayor


capacidad coactiva o intimidante del autor, como postula la jurisprudencia española
en atención a su ordenamiento penal (Conforme: STSE 1401/1999, de ocho de
febrero del 2000)— no resuelve dogmáticamente el problema y genera paradojas.

§ 3. Fundamentos de la circunstancia agravante por empleo de arma


11, Como se ha anotado, desde.la perspectiva objetiva el fundamento de la agravante
reside en el peligro que para la vida, la integridad o la salud del sujeto pasivo o de
los terceros supone la utilización de armas (posibilidad de daño o peligro concreto),
evaluado expost, sin tener en cuenta la real complejidad e intensidad del ataque e
ignorando los efectos psicológicos producto de la agresión, la especial posición in-
timidatoria del agente, el grado de indefensión a la libertad que efectivamente sufre
la víctima y la facilidad para la comisión del ilícito y para asegurar su impunidad.
12, El significado del “arma” es amplio, pues basta para ello que cumpla la finali­
dad de potenciar la capacidad de ataque o defensa de quien la utiliza^; a lo que se
agrega el concepto de alevosía^, que expresada en el empleo de armas, se funda en
la ventaja derivada de los efectos del temor^, situación con la que cuenta el asaltante
para lograr su objetivo ilícito que como es claro tiene una expectativa fundamen­
talmente patrimonial.
Cuando el agente ejecuta la sustracción amenazando con un elemento que en apa­
riencia es un arma (sea o no de fuego), obra para asegurar el resultado planificado,
intentando eludir los riesgos de una reacción defensiva de la persona atacada; se
coloca en condición de superioridad ante la indefensión de! sujeto pasivo. El agente
se prepara y cuenta con los efectos del temor de distinta intensidad que generará
según la víctima^^ (elemento subjetivo de tendencia distinto al dolo); es claro que

7 Cfr., DRAE, disponible én: <https://bit.ly/2YWhqE9>.


8 Cfr., DRAE. Entendida como una ^cautela para asegurar la comisión de un delito contra
las personas, sin riesgo para el delincuente”.
9 Según el DRAE: '‘Pasión del ánimo, que hace huir o rehusar aquello que se considera
dañoso, arriesgado o peligroso”.
10 El mecanismo que desata éí miedo se encuentra, tanto en personas como en animales,
en el cerebro, concretamente en el cerebro reptiliano, que se encarga de regülar áCCíones
esenciales para la supervivencia como comer y respirar, y en el sistema límbico, que es el
encargado de regular las emociones, la lucha, la huida, la evitación del dolor y en general
todas las funciones de conservación del individuo y de la especie. Este sistema revisa de
manera constante (incluso durante el sueño) toda la información que se recibe a través
de los sentidos, y lo hace mediante la estructura llamada amígdala cerebral,^qu^_^cqntrola
las emociones básicas, como el miedo y el afecto, y sé encarga de localizar la fuente del
peligro. Cuando la amígdala se activa se desencadena la sensación de miedo y ansiedad,

®o #
359
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

no habrá un trauma psíquico en todos los casos, pero el temor al daño se hallará
presente siempre.
Este proceder cqnstituye una expresión de la alevosía —más grave aún si se produ­
ce el ataque por la espalda—, en que el desvalor de la conducta se funda en: a) la
tendencia interna intensificada del agente^ ^ que, para facilitar el delito, procede a
traición y sobre seguro (elemento subjetivo distinto del dolo presente en el sujeto
activo); allí se revela la perversidad del autor y se pone en evidencia la naturaleza
subjetiva de la alevosía^^; y, b) la mayor antijuridicidad, por los medios comisivos
que el agente emplea, revelándose allí la mayor gravedad del injusto, esto es, la ai
naturaleza objetiva de la alevosía^^, por el empleo de medios o formas para diluir o
minimizar el riesgo para quien delinque.

y su respuesta puede ser la huida, el enfrentamiento 0 la paralización. Se ha encontrado


que la sensación de miedo está mediada por la actuación de la hormona antidiurética (o
“vasopresina”) en la amígdala cerebial y que la del afecto lo está por la de la hormona
oxitocina, también en la amígdala.
El miedo produce cambios fisiológicos inmediatos: se incrementa el metabolismo
celular, aumenta la presión arterial, la glucosa en sangre y la actividad cerebral, así como
la coagulación sanguínea. El sistema inmunitarlo se detiene (al igual que toda función U
Ms
no esencial), la sangre fluye a los músculos mayores (especialmente a las extremidades
inferiores, en preparación para la huida) y el corazón bombea sangre a gran velocidad
para llevar hormonas a las células (especialmente adrenalina). También se producen
importantes modificaciones faciales: agrandamiento de los ojos para mejorar la visión,
dilatación de las pupilas para facilitar la admisión de luz, la frente se arruga y los labios se
estiran horizontalmente.
La consolidación en la memoria de un episodio de miedo intenso (o de un trauma) no es
inmediata. Según los investigadores Min Zhuo, Bao Ming Li y Bong Kiun Kaang la activación
de los receptores NMDA (que son las moléculas que reciben las señales bioquímicas que.
provocan un efecto fisiológico concreto) provoca que en esos receptores se produzca una
huella en las células cerebrales. En concreto, sería la subunidad molecular llamada NR2B
la que serviría de marca de memoria. En experimentos realizados con ratones, el bloqueo
de la NR2B en la corteza prefrontal produjo k desaparición de la reacción a un miedo
previamente experimentado. Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Miedo.
11 Al respecto, y principalmente, Je s c h e c k , Hans-Heinrich, Tratado de derecho p e n a l Parte
generaly 4.^ ed., traducido por José Luis Manzanares Samaniego, Granada: Gomares,
pp. 286 y 287; L u z ó n P e ñ a , Diego Manuel, Curso d e derecho p e n a l P arte g en era l t. i,
Madrid: Editorial Universitas, 1996, pp. 396-397; y V illa v ic e n c io T erireros, Felipe,
D erecho p e n a l P a rte.g en era l Lima: Grijley, 2006, p. 376.
12 C u ello C a l ó n , Eugenio, D erecho p e n a l P arte g en era l t. i, Barcelona: Bosch, 1971,
p.561.
13 C erezo M ir , José, Curso d e derecho p e n a l español P arte g en era l II. Teoría ju r íd ic a d el
delito, 6.'' ed., Madrid: Tecnos, 199,8^ p. 327; M u ñ o z C o n d e , Francisco y Mercedes
G ar c ía A r a n , D erecho p e n a l P arte g en era l eH., Valencia: Tirant Lo Blanch, 2002,
pp. 280 y 281.

®®o
360
JURISPRUDENCIA

En algunos casos se tratará de alevosía proditoria (el acechar a través de una actuación
preparada para que^ la víctima no pueda percatarse del ataque hasta el momento
del hecho) y en otr^bs de alevosía sorpresiva (en que el agente no se oculta pero no
trasluce sus afanes sino hasta el instante mismo de la agresión).
En uno y otro, el agente cuenta con los efectos psicológicos, fisiológicos y bioquí­
micos del temor en su víctima, que se presentarán como reacción natural frente al
m atentado amenazante.
13* El amenazado con un arma de fiiego comúnmente no puede apreciar a priori
—salvo se trate de persona especializada y según las circunstancias— su autenticidad,
si se encuentra, o no, cargada, no es posible entonces negar la idoneidad de esta
arma para la consecución de los objetivos del agente. La utilización de un arma (ya
sea propia, impropia o de juguete con las características de arma verdadera, replica u
otro sucedáneo) genera, pues, el debilitamiento de las posibilidades de defensa, que
es precisamente lo que busca el agente con el empleo de tal elemento vulnerante.
Dicho de otra manera, con el empleo del arma, el sujeto activo se vale de un meca­
nismo, cierto o simulado, que lo coloca en ventaja al reducir al sujeto pasivo, y cuya
aptitud la víctima no está en aptitud de determinar ni obligada a verificar —busca,
pues, asegurar la ejecución del robo e impedir la defensa del agraviado, de los que
es consciente, e importa un incremento del injusto y una mayor culpabilidad—.
Allí radica, pues, lo alevoso como fundamento de esta agravante.
14, En la Directiva de Órgano DG-PNP N." 04-20-2009-DIRLOG/PNP-B, de 20
de octubre del 2009, se regula el control, la adquisición, tenencia, uso, seguridad,
conservación, afectación, altas, bajas, transporte y destino final del armamento,
municiones y equipo policial del Estado, así como de armas de fuego particulares
de propiedad del personal PNP en situación de actividad, disponibilidad y retiró;
en el apartado “Q” denominado Cartilla para Normas el Empleo de Armas de Fue-
go^'^; se describe un modo de actuar que revela diáfanamente la función disuasoria
o intimidante del empleo de un arma de fuego de la que legítimamente se valen los
efectivos policiales en el restablecimiento del orden, utilidad que también aprove-

14 En el acápite 4 relativo «al '‘Procedimiento 3. Seguir en Caso de Emplearse Armas”, se


precisa que el policía debe: a) Identificarse como miembro PNP, b) Hacer conocer con
voz clara y firme que se va a hacer uso del arma, c) Repetir dos veces esta notificación,
incluyendo que se va a disparar, d) Si no ha sido posible conseguir resultados favorables
con estas advertencias, se efectuará un disparo al aire con el objeto de amedrentarlos,
procurando que el disparo no cause daño, e) Si a pesar de ello no se obtiene que el
infractor deponga su actitud, se hará uso enérgico del arma, evitando causarle la muerte,
f) Si en una captura intervienen varios miembros de la Policía Nacional, el más antiguo
dará la orden para el empleo de las armas, siendo responsable de su determinación.

®®©
361
Víctor J immy Arbulú Martínez | Derecho penal, parte especial / Los delitos contra el patrimonio

chan quienes pretenden cometer o cometen ilícitos, desplegando especial alevosía^^


y con la ventaja consiguiente para lograr su objetivo ilícito de orden patrimonial.
En el ordenamiento penal peruano no existía una previsión general de tal naturaleza
y se hallaba la alevosía única y directamente vinculada al homicidio calificado (art.
108,3 del CP).'
i
Hoy, él art. 46.2.f, del Código Penal peruano^^, señala como una circunstancia
genérica de agravación, el “ejecutar la conducta punible mediante ocultamiento,
con abuso de la condición de superioridad sobre la víctima o aprovechando cir­
cunstancias de tiempo, modo o lugar, que dificulten la defensa del ofendido o la ■■I?;
identificación del autor o partícipe”; por lo que el legislador ha extendido la alevo­
sía a otros supuestos delictivos en cuanto fueran compatibles y no será razonable
duplicar la valoración en los supuestos de robo y otros delitos violentos, ejecutados
“a; m armada”, por tratarse de circunstancias específicamente previstas en los
tipos penales correspondientes.
Cabe resaltar que en la Ley N.'" 30299, Ley de Armas de Fuego, Municiones,
Explosivos, Productos Pirotécnicos y Materiales Relacionados de Uso Civil, se
ha considerado que las pistolas neumáticas o símiles de armas de fuego, deben ser
objeto de diferenciación para no ser confundidas con las reales, por lo que en e!
art. 12 se establece que “las arrnas neumáticas o similares a las armas de fuego, de­
ben presentar un signo distintivo como punta roja o naranja para su importación,
comercialización y uso, que permita su fácil visualización hacia terceros, de modo
que pueda distinguirse claramente de un arma de fuego real” y “no se permite la
comercialización, porte y uso de las citadas armas que no presenten la característica
mencionada”

15 La expresión “alevosía'', según C erezo M ir, exige que el sujeto haya elegida o utilizado
los medios, modos o formas de ejecución con el fin de asegurarla y de evitar los riesgos
procedentes de una posible defensa de la víctirúa sin que sea preciso que el sujeto “haya
elegido determinados medios, modos o formas de ejecución con el fin de asegurarla e
impedir la posible defensa de la víctima”, sino que “basta con que utilice ios medios,
modos o formas de ejecución con los fines mencionados”. C erezo M ir, José, Curso de
derecho penal español Parte general II. Teoría jurídica del delito, 6.^ ed,, Madrid: Tecnos,
1998, p. 372.
16 Vigente desde agostó del 2013, en el artículo 1 de la Ley N.® 30076.
17 En noviembre del 2014, un adolescente, afroamericano de doce años, en Cleveland
(Ohío), apuntaba con una pistola a los transeúntes en un parque, y luego de una
denuncia telefónica, un vehículo patrullero se hizo presente casi al instante y un agente
policial conminó al atacante hasta en tres Oportunidades a que levantara las manos, y tras
hacer caso omiso el menor llevó las manos a la cintura (se ignora si para sacar el arma)
y el policía le disparó en el abdomen. El adolescente murió en el hospital. El arma no

@9
362
I JURISPRUDENCIA

.
15. En consecuencia, el legislador nacional ha declarado que en algunos casos hay
dificultad para diferenciar un arma de fixego real de una aparente y debido a ello ha
establecido la obligación de hacerlas distinguibles como requisito para su comer­
cio, porte y uso, lo que abona que, bajo el principio de la realidad, es indiferente
para la víctima en un acto de robo, que el elemento con el que la amenazan sea un
arma funcional o fuera simulada, puesto que esencialmente el grado de semejanza
es tal que difícilmente un experto podría reconocer a priori si se está empleando
una verdadera y apta o una falsa (tanto más si el atacante obra por la espalda o en
la oscuridad)
16. A mayor abundamiento, en el art* 189-G del CP, relativo al robo de ganado, se
agrava la responsabilidad, entre otros supuestos, cuando el agente “hubiere portado
cualquier clase de arma o de instrumento que pudiere servir como tal”, con lo que
el legislador asumió el sentido amplio de “arma” y consideró la alevosía contra la
víctima en el proceder del agente que sustrae ganado, valiéndose de tales elementos.
Resultaría paradójico que se pudiera entender como “arma” en general o, “arma
de fuego” en particular, únicamente al arma auténtica y funcional para el supuesto
de asalto a las personas para despojar a las víctimas de cualquier bien que no sea
ganado; pero cuando se configurare un supuesto de abigeato, se tuviera que entender
que cualquier instrumento que pudiere servir como arma (útil para configurar la
alevosía del agente) deberá ser considerado como tal y calificar la conducta como
delito agravado. Se generaría así un doble estándar de aplicación de la propia ley
en materia de robo, diferenciada sin motivo atendible por la naturaleza del bien
material sustraído.
Se generaría por interpretación una protección especial al patrimonio ganadero,
diferente a la que corresponde a la persona (de cualquier edad o condición) que
no lo es.
17. Esa especial facilidad para la perpetración y aseguramiento de impunidad con
que se broquela quien utiliza el arma ^un cuando esta no sea apta para disparar
por deterioro falsedad, sea simulada o de juguete; genera un ámbito de diferencia

era verdadera, sino una pistola airsofi, que no tenía el tapón p el botón naranja que lo
distinguiera de las verdaderas. La interrogante es si el tema se ha de abordar como un caso
de legítima defensa, un caso de cumplimiento del deber o un asesinato. Lo probable es
que se entienda aquel proceder como justificado. A mayor información, véase: https://
cnri,it/33vzCnN
18 En el art. 14 del Proyecto de Reglamento de la Ley N.° 30299, de 24 de julio del
2015 (Resolución Ministerial N.'* 0426-2015-IN),?se considera que deberá ser fácil el
diferenciar por terceros las que no son armas de fuego reales.

363
VÍCTOR JíMMY ARBULÚ- MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA ELPATRIMONIO

con el delito de robo simple, en el cual el sujeto pasivo puede ejercer efectivamente
resistencia ante íin riesgo que no tiene la misma magnitud de la amenaza, qug
cuando se porta ;un arma.
Por tanto, el sentido interpretativo del término “a mano armada” como agravante del
delito de robo del art. 189.3 del CP, en relación a las armas en general y las armas
de fuego en particular, abarca a las de fuego inoperativas, aparentes, las armas de
utilería; los juguetes con forma de arma, las réplicas de arma o cualquier elemento
que por su similitud con un arma o una de fuego verdadera o funcional, al no ser
sencillamente distinguible de las auténticas, produzca los mismos efectos disuasivos
de autodefensa activa en la víctima, ante la alevosía con que obra el agente delictivo.

§ 4. Respecto al delito de tenencia ilícita de armas de fuego


18. Es de resaltar que las valqraciónes sobre autenticidad y funcionabilidad de amias
de fuego son atendibles y exigibles en el específico caso de los delitos de tenencia
ilícita de armas de fuego (art. 279 del CP).

líL Decisión
19. En atención a lo expuesto, las Salas Penales Permanente y Transitoria de la
..Vi
Corte Suprema de Justicia de la República, reunidas en Pleno Jurisdiccional, y de
conformidad con lo dispuesto en el art. 116 del texto Unico Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial;

ACORDARON
20. ESTABLECER como doctrina legal, los criterios expuestos en los fundamentos
jurídicos 9 ál 18.
21. PRECISAR que los principios jurisprudenciales antes mencionados deben ser
invocados por los jueces de todas las instancias judiciales, sin perjuicio de la excepción
que estipula el segundo párrafo del art. 22 de la LOPJ, aplicable extensivamente a
los acuerdos plenarios dictados al amparo del art, 116 del estatuto orgánico.
22. PUBLICAR el presente acuerdo plenario en el diario oficial El Peruano,
Hágase saber. ^ .-v.
S.S. " ............... .
SAN MARTÍN CASTRO / PRADO SALDARRIAGA / RODRIGUEZ TíNEO / PARIONA PASTRA-
NA / SALAS ARENAS/ BARRIOS ALVARADO / PRÍNCIPE TRUJILLO / NEYRA FLORES/ LOLÍ
BONILLA

o ®©
364
JUBISPRUDENCIA

Sentencia Blenaria l-2005/D J-301-A s M om ento de la constnnación


de! d elito 4® robo agravado

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA


PLENO JURISDICCIONAL DE LOS VOCALES DE LO PENAL DE
’ LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SENTENCIAP L E N A R IA 1-2005 /DJ-301-A

Lima, treinta de septiembre del dos mil cinco


Los vocales de lo penal de la Corte Suprema de Justicia de la República, reunidos en
Pleno Jurisdiccional, de conformidad con lo dispuesto por el art, 301-A del Código
de Procedimientos Penales, introducido por el D. Leg. N.° 959, han pronunciado
la siguiente:

SENTENCIA PLENARIA

L Antecedentes
L Los vocales de lo penal, integrantes de las Salas Penales Permanente y Transitoria
de la Corte Suprema de Justicia de la República, con la autorización del Consejo
Ejecutivo del Poder Judicial, acordaron realizar un Pleno Jurisdiccional Penal, a
fin de dar cumplimiento a lo dispuesto por los arts. 301-A del Código de Procedi­
mientos Penales, introducido por el D. Leg. 959, y 22 y 116 del Texto Unico
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
2, Corresponde en este caso, luego de las labores preparatorias del equipo de tra­
bajo designado al efecto, bajo la coordinación del señor San Martín Castro, dar
cumplimiento a lo dispuesto por el citado art. 301-A del Código de Procedimientos
Penales, y dictar una sentencia plenaria respecto a la definición del “momento de
la consumación del delito de robo agravado’', frente a la discrepancia surgida sobre
ese asunto por las Ejecutorias Supremas del diecisiete de febrero del dos mil cinco,
recaída en el Expediente jiúmero tres mi! novecientos treintidós-dos mil cuatro,
emitida por la Segunda Sala Penal Transitaria,.y cieÍ once de abril del dos mil cinco,
recaída en el Expediente número ciento dos-dos mil cinco, dictada por la Sala Pend
Permanente. Esta última Ejecutoria, con arreglo al apartado dos del referido artículo
301-A de la Ley Procesal Penal, decidlo la convocatoria al Pleno Jurisdiccional.
3» La Segunda Sala Penal TransitQtJa de la Corte Suprema de Justicia, en el quinto
fundamento jurídico, luego de definir el delito de rhbo —consiste, según esa decisión.

&®®
365
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ I DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRiMONíO

en el apoderamiento de un bien mueble, con dnimus lucrando es decir, el aprove­


chamiento 7 sustracción del lugar'donde se encuentre, siendo necesario el empleo
de la violencia o-'amenaza por parte del ^ente sobre la víctima— precisa que este se
consuma con el^ apoderamiento del objeto mueble, aunque sea por breve lapso de
tiempo. En el octavo fundamento jurídico puntualizó que el delito de robo gravado
queda consumado cuando los agresores huyen con el dinero, pues no solo habían
aprehendido el objeto que estaba en poder y dominio de la víctima, sino que se lo
llevaban (reemplazo de un dominio por otro), teniendo la cosa en sus manos, aunque
fuera por breve tiempo. En el noveno fundamento jurídico reiteró que el delito de
robo gravado quedó consumado desde el momento en que los agentes delictivos
huyen con el botín, ejerciendo actos de disposición (aunque por breve tiempo),
4. La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia, en el cuarto funda­
■I :
mento jurídico, señaló que el apoderamiento debe entenderse consumado, no con
el solo hecho de aprehender o coger la cosa — contrectatio— ni en el mero hecho ■'iJiftv
de la separación de la posesión material del ofendido, sino con la iktio, esto es,
cuando el autor ha logrado la disponibilidad potencial, que no efectiva, sobre la
cosa —puede ser incluso momentánea, fugaz o de breve duración, así como de I
íí'í.'.fi

parte de lo sustraído para que quede consumado en su totalidad, en tanto que


se precisa la efectiva disposición de la misma—, lo que no sucede cuando se está
persiguiendo al agente y se le captura en posesión de la misma. Agrega en dicho II
fhndamento jurídico que será tentativa, pese a la aprehensión de la cosa, cuando
el imputado es sorprendido infragantío in situ j perseguido inmediatamente y sin
interrupción es capturado o si en el curso de la persecución abandona los efectos,
sin haber conseguido su disponibilidad momentánea o fugaz.
5. La deliberación y votación del asunto en discusión se realizó el día de la fecha.
Como resultado del debate y en virtud de la votación efectuada, por mayoría de
nueve señores vocales y con el voto discrepante del señor Balcazar Zelada, que se
agregará en documento aparte, se emitió la presente sentencia plenaria. Se designó
como ponentes a los señores Gonzáles Campos y San Martín Castro, quienes ex­
presan el parecer del Pleno.

IL Fundamentos jurídicos
ii. ■
6. El delito de hurmEja los criterios esenciales para determinar la consumáción del - a .: / ....,,,;

delito de robo, en tanto que este último delito coincide en sus elementos típicos
básicos con el primero —el bien jurídico afectado es el mismo: el patrimonio—, y
la diferencia deriva del hecho de que requiere la, presencia de violencia o amenaza
—intimidación— contra la persona, en tanto que constituye una forma calificante
con respecto al hurto. El robo, como añadido, exige dos condiciones: la acción, en la

$ ®Q
366
■| J urisprudencia

violencia o amenaza ejercidas sobre las personas; y, el elemento temporal, en virtud


del cual los actos de violencia o de intimidación deben ser desplegados antes, en el
desarrollo o inmediatamente posterior a la sustracción de la cosa.
7. El delito de hurto, al igual que el delito de robo, desde la perspectiva objetiva, exige
que el agente se apodere ilegítimamente de un bien mueble, total o parcialmente
ajeno, sustrayéndolo del lugar dónde se encuentra (confrontar: arts. 185 y 188 del
CP). El acto de apoderamiento es, pues, el elemento central de identificación para
determinar, en el iter criminis^ la consumación y la tentativa. Desde esta perspectiva
el apoderamiento importa: (a) el desplazamiento físico de la cosa del ámbito del
poder patrimonial del tenedor —de su esfera de posesión— a la del sujeto activo, y
(h) la realización material de actos posesorios, de disposición sobre la misma. A estos
efectos, según el art. 185 del CP, se requiere de la sustracción de la cosa, esto es, la
separación de la custodia de la cosa de su titular y la incorporación a la del agente.
8 . La acción de apoderarse mediante sustracción, materialmente, define al delito de
hurto y, por extensión, de robo, como uno de resultado y no de mera actividad. Este
entendimiento de ambos delitos, a su vez, fuerza a entender no solo que el agente
desapodera a la víctima de la cosa —adquiere poder sobre ella— sino también, como
correlato, la pérdida actual de la misma por parte de quien la tuviera, situación
que permite diferenciar o situar en un momento diferenciado la desposesión del
apoderamiento. En tal virtud, el criterio rector para identificar la consumación se
sitúa en el momento en que el titular o poseedor de la cosa deja de tener a esta en
el ámbito de protección dominical y, por consiguiente, cuando el agente pone la
cosa bajo su poder de hecho. Este poder de hecho —resultado típico— se manifiesta
en la posibilidad de realizar sobre la cosa actos de disposición, aun cuando solo sea
por un breve tiempo, es decir, cuando tiene el potencial ejercicio de facultades do­
minicales; solo en ese momento es posible sostener que el autor consumó el delito.
9« Este criterio de la disponibilidad potencial, que no efectiva, sobre la cosa —de
realizar materialmente sobre ella actos dispositivltos'— permite desestimar de plano
teorías clásicas como la aprehensio o contreciatio —que hacen coincidir el momento
consumativo con el de tomar la cosa—, la amotio —que considera consumado
el hurto cuando la cosa h | sido trasladada o movida de lugar— y la ilatio —que
exige que !a cosa haya quedado plenamente fuera del patrimonio del dueño y,^a la
entera disposición del ¿utor— ; y, ubicarse en un criterio intermedio, que podría
ser compatible con la, teoría de la ablatió —que importa sacar la cosa de la esfera
de custodia, de la vigilancia o de la actividad del tenedor, efectivo dominio sobre
la cosa—, El desplazamiento de la cosa en el espacio no es el criterio definitorio del
hurto, sino el desplazamiento del sujeto que pue4e realizar actos de disposición.

®%%
367
V í c t o r J ím m y A r b u l ú M a r t ín e z j d e r e c h o pe n a l . P a r t e esp e c ia l / l o s D e l it o s c o n t r a el pa trim o n io

10* Por consiguieatej la consumación en estos casos viene condicionada por la


disponibilidad de }a cosa sustraída —de inicio solo será tentativa cuando no llega a
alcanzarse el apoderamiento de la cosa, realizados desde luego los actos de ejecución
correspondientes-^. Disponibilidad que, más que real y efectiva —que supondría la
entrada en la fase de agotamiento del delito— debe ser potencial, esto es, entendida
como posibilidad material de disposición o realización de cualquier acto de dominio
de la cosa sustraída. Esta disponibilidad potencial, desde luego, puede ser momentánea,
fugaz o de breve duración. La disponibilidad potencial debe ser sobre la cosa sustraída,
por lo que: (d) si hubo posibilidad de disposición, y pese a ello se detuvo al autor y
recuperó en su integridad el botín, la consumación ya se produjo; (h) si el agente es
sorprendido infraganti o in situ y perseguido inmediatamente y sin interrupción es
capturado con el íntegro del botín, así como si en el curso de la persecución abandona
el botín y este es recuperado, el delito quedó en grado de tentativa; y, (:) si perseguidos L
los participantes en el hecho, es detenido uno o más de ellos pero otro u otros logran ;V
escapar con el producto del robo, el delito se consumó para todos.

IIL Decisión
IL En atención a lo expuesto, el Pleno Jurisdiccional de los Vocales de lo Penal
de la Corte Suprema de Justicia de la República, reunido de conformidad con el
apartado dos del art. 301-A del Código de Procedimientos Penales, introducido
por el D. Leg. N."" 959; por mayoría de 9 votos contra uno;

HA RESUELTO:
12. ESTABLECER como doctrina legal, respecto a los delitos de robo agravado,
que el momento consumativo requiere la disponibilidad de la cosa sustraída por
el agente. Disponibilidad que, niás que real y efectiva debe ser potencial, esto es,
entendida como posibilidad material de disposición o realización de cualquier acto
de dominio de la cosa sustraída. Los principios jurisprudenciales que rigen son los
señalados en los párrafos 7 a 10 de la presente sentencia plenaria.
13. PRECISAR que los principios jurisprudenciales antes mencionados constitu­
yen precedente vinculante para los magistrados de todas las instancias judiciales, y
que, en todo caso, las ejecutorias supremas dictadas con anterioridad, en especial
las vinculantes, en cuanto a la doctrina legal qué cÓnsignaron, quedan modificadas
conforme a los términos de la presente Sentencia Plenaria.
14. PUBLICAR esta Sentencia Plenaria en el diario oficial El Peruano. Hágase saber.
S.S.
SMNA HURTADO / GONZÁLES CAMPOS/ SAN MARTIN CASTRO / PALACIOS VILLAR /
LEGAROS CORNEJO / MOLINA ORDÓÑEZ / BARRIENLOS PEÑA / VEGA VEGA / PRINCIPE
TRUJILLO

o ® ®

368
1JURiSPRUDENCÍA

V O T O ;S IN G U L A R D E L S E Ñ O R B A L C A Z A R Z E L A D A

1. No comparto los fundamentos de la presente Sentencia Pienaria y, por el con­


trario, considero q/ue el criterio debe presidir la diferenciación entre consumación
y tentativa en los delitos de robo agravado es, propiamente, la amotio. Por tanto,
basta que el sujeto activo, luego de utilizar violencia o amenaza, se apodere de la
cosa, la toma para sí y la remueva, esto es, la traslade o mueva de lugar. La acción
de apoderamiento, en este caso, quedará consumada con ese hecho, por lo que no
hace falta que el autor pueda disponer efectiva o potencialmente de la cosa sustraída,
pues con la remoción ya se afectó la esfera de custodia del afectado.
2o En tal virtud, MI VOTO es porque en los delitos de robo el momento consu­
mativo tiene lugar cuando el agente toma para sí la cosa y la remueva o traslade
de lugar, sin que a ello sea trascendente que tenga la disposición, real o potencial,
de la misma.
S,
BALCAZAR ZELADA

® ® #

369
JURISPRUDENCIA SOBRE
EL DELITO D E ABÍÓÉATO

R. N. N ®1435-2015 Cañetes Momento de! ejercido de la violencia o


ainenaxa para determinar el robo de ganado

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
R,RRM435-2015
CAÑETE

Lima, veintiséis de mayo del dos mil diecisiete


VISTOS^ los recursos de nulidad interpuestos por el fiscal superior de la Primera
Fiscalía Superior Penal de Cañete y el sentenciado Paulino Bailón Velásquez Quispe
contra la sentencia de 30 de enero del 2015, de fojas cuatro mil setecientos treinta,
emitida por la Sala Penal Liquidadora de la Corte Superior de Justicia de Cañete,
en los extremos que impuso trece años de pena privativa de libertad y fijó en vein­
ticinco mil soles la reparación civil a favor de los herederos legales de cada uno de
los agraviados, a Paulino Bailón Velásquez Quispe como autor de los delitos contra
la vida, el cuerpo y la salud-asesinato y contra el patrimonio-abigeato, en agravio de
Sergio Benjamín Maraví Víichez, Noé Carlos Maraví Vílchez, Jhonny Yolita Toralba
Chupayo, Jhon Sergio Maraví Toralba y Rosa Maraví Toralba; y, los recursos de
nulidad interpuestos por el fiscal superior de la Primera Fiscalía Superior Penal de
Cañete y el sentenciado Vítente Constantino Gavino Vivas contra la septenda de»
11 de febrero del 2015,' de fojas cuatro mil setecientos cuarenta y nueve, "émitlda
por la Sala Penal Liquidadora de la Corte Superior de Justicia de Cañete, en los
extremos que impuso trece años de pena privativa de libertad y fijó en veinticinco
mil soles la reparación civil a favor de los herederos legales de cada uno de los
agraviados, a Vicente Constantino Gavino Vivas como autor de los delitos cqntra,
la vida, el cuerpo y la salud-asesinato y contra el patrimonio-abigeato, en agravio

® ® @

371
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ [ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRlMONíO

de Sergio Benjamín Maraví Vílchez, Noé Carlos Maraví Vílchez, Jhonny Yolita
Toralba Chupayó, Jhon Sergio Maraví Toralba y Rosa Maraví Toralba.
Con lo expuesto |por el señor fiscal supremo en lo penal.
Interviene como ponente la señora jueza suprema Chávez Mella.
.

CONSIDERANDO

§1. Hechos materia de imputación


Primero, Según la acusación fiscal de fojas mil novecientos ochenta y cinco, los
hechos imputados son los siguientes: “El día 02 de noviembre de 1998, día de la ir:
festividad de los difuntos en la estancia de “Cacsire” del pueblo de San Juan de
Lanca, distrito de Laraos -Yauyos, zona altoandina de Lima, limítrofe con Junín, I'
siendo las 17:00 horas aproximadamente, en circunstancias que los agraviados Sergio, ■J
Benjamín Maraví Vílchez (30 años), Noé Carlos Maraví Vílchez (32 años), Jhonny
Yolita Toralba Chupayo (25 años), Jhon Sergio Maraví Toralba (6 años) y Rosalía
Maraví Toralba (1 año y 2 meses), después de haber visitado la tumba de David
Maraví Flores, regresaban a su estancia denominada “Cacsire”, siendo interceptados
por un grupo de personas, entre los que se encontraban los procesados Paulino Bailón
Velásquez Quispe y Vicente Constantino Gavino Vivas, quienes les indicaron que
abandonen los terrenos de pasto que venían ocupando porque correspondían a los
pobladores de “Lauca”; luego, los procesados y sus acompañantes lanzaron piedras
a los agraviados, agrediéndolos físicamente con palos, los ataron a unos caballos y
los arrastraron hasta causarles la muerte; posteriormente, para ocultar los cuerpos de
los agraviados, los enterraron en diferentes lugares aledaños al lugar de ios hechos.
Asimismo, a los acusados Paulino Bailón Velásqüez. Quispe y Vicente Constantino
Gavino Vivas se les imputa el delito de abigeato, toda vez que, luego de haber segado
la vida a los agraviados, junto con las personas que los acompañaban, procedieron
a sustraer el ganado de propiedad de las víctimas”.

§ 2. Fundamentos de las resoluciones impugnadas


Segundo. La sentencia de mérito, que condenó a Paulino Bailón Velásquez Quispe
como autor de los delitos contra la vida, el cuerpo y la salud-asesinato; y contra el
. patrimonio-abigeato, en agfavio de Sergio Benjamín Maraví-Vílchez, Noé Carlos
Maraví Vílchez, Jhonny Yolita Toralba Chupayo, Jhon Sergio Maraví Toralba y
Rosa Maraví Toralba; impuso trece años de pena privativa de libertad y fijó en
veinticinco mil soles la reparación civil a favor de los herederos legales de cada uno
de los agraviados.

© ® 0

372
F

I JURISPRUDENCIA

Consideró que, a p^ar que los hechos ocurrieron el 2 de noviembre de 1998, aplica
la Ley N.'’ 27472 que modificó el art. 108 del CP y estableció como pena mínima
quince años de peña privativa de libertad, en virtud del principio de retroactividad
benigna de la ley penal, al ser la más favorable al acusado; atendiendo a que la pre­
tensión punitiva del Ministerio Público es el extremo mínimo de la pena conminada
—quince años— la Sala no puede ir por encima de dicha pretensión; igualmente,
al no existir circunstancias atenuantes, tampoco puede rebajarse, correspondiendo
imponer la pena concreta de quince años. El AP N7 5-2008/CJ-l 16 fija criterios
vinculantes respecto a la conclusión anticipada; así, tenemos que la conformidad
importa necesariamente una reducción de la pena inferior a la sexta parte; en el
presente caso, debe considerarse la oportunidad procesal en que el acusado se hizo
presente al juzgamiento, que no fue de manera voluntaria sino ante reiteradas
órdenes de ubicación y captura; la pluralidad de víctimas —incluso menores de
edad—, por lo que la rebaja debe ser de dos años, siendo la pena final a imponer
13 años de pena privativa de libertad.
Asimismo, al haber requerido la acusación fiscal la suma de cincuenta mil soles por
concepto de reparación civil en forma solidaria, el colegiado tendría que fijar en
su límite máximo dicho monto, empero no está prohibido de fijar la reparación
civil por debajo del mismo; se tiene en cuenta que la vida humana no es valorable
económicamente, empero, en el catálogo de protección de bienes jurídicos ocupa
I el primer lugar; en el presente caso, se trata de dnco víctimas, todos integrantes
de una familia, se truncó la vida de personas en pleno desarrollo, incluso niños;
el daño moral y psicológico de sus seres queridos, y el perjuicio económico por el
apoderamiento indebido de ganado; por lo que resulta proporcional la suma de
veinticinco mil soles a favor de los herederos legales de cada uno de los agraviados.
Tercero, La sentencia de mérito, que condenó a Vicente Constantino Gavino Vivas
como autor de los delitos contra la vida, el cuerpo y la salud-asesinato; y, contra el
patrimonio-abigeato, en agravio de Sergio Benjamín Maraví Vílchez, Noé Carlos
Maraví Vílchez, Jhonny Yolita Toralba Chupayo, Jhon Sergio Maraví Toralba y
Rosa Maraví Toralba; impuso trece años de pena privativa de libertad y fijó en
veinticinco mil soles la reparación civil a favor de los herederos legales de cada uno
de los agraviados, ^
Consideró que, a pesar de que los hechos ocurrieron el 2 3e noviembre de 1998, aplica
la Ley N7 27472 que modificó el art, 108 del CP y estableció como pena mínima
quince años de pena privativa de libertad, en virtud del principio de retroactividad
benigna de la ley penal, al ser la más favorable al acusado; atendiendo a que la pre­
tensión punitiva del Ministerio Público es eLextremo mínimo de la pena conminada
—quince años—, la Sala no puede ir por encima^de dicha pretensión; igualmente.

373
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL, PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

al no existir circunstancias atenuantes, tampoco puede rebajarse, correspondiendo


imponer la pena concreta de quince años. El Acuerdo Plenario N.'" 5-2008/CJ-l 16
fija criterios vinculantes respecto a la conclusión anticipada; así tenemos que la con­
formidad imporia necesariamente una reducción de la pena inferior a la sexta parte;
en el presente caso, debe considerarse la oportunidad procesal en que el acusado se
hizo presente al juzgamiento, que no fue de manera voluntaria sino ante reiteradas
órdenes de ubicación y captura; la pluralidad de víctimas -—incluso menores de
edad-—, por lo que la rebaja debe ser de dos años, siendo la pena final a imponer 13
anos de pena privativa de libertad.
Asimismo, al haber requerido la acusación fiscal la suma de cincuenta mil soles por
concepto de reparación civil en forma solidaria, el colegiado tendría que fijar en su
límite máximo dicho monto, empero no está prohibido de fijar la reparación civil
por debajo del mismo; se tiene en cuenta que la vida humana no es valorable eco­
nómicamente; sin embargo, en el catálogo de protección de bienes jurídicos, ocupa
el primer lugar; en el presente caso, se trata de cinco víctimas, todos integrantes
de una familia, se truncó la vida de personas en pleno desarrollo, induso niños;
el daño moral y psicológico de sus seres queridos, y el perjuicio económico por el
apoderamiento indebido de ganado; por lo que resulta proporcional la suma de
veinticinco mil soles a favor de los herederos legales de cada uno de los agraviados.

§3. Exposición de agravios de los impugnantes Sí


Cuarto, El representante del Ministerio Público fundamentó sus recursos de nulidad
contra las sentencias —fojas cuatro mil setecientos sesenta y nueve; y, cuatro mil
setecientos setenta y cinco—, en los siguientes términos:
* En cuanto a la sentencia condenatoria de Paulino Bailón Velásquez Quispe,
impugna los extremos del quantum de la pena y la reparación civil, alegando
que si bien es cierto, en aplicación de la Ley N.° 27472, la pena mínima del
delito de homicidio calificado es de 15 años; ello no implica, sin embargo,
que al solicitar el Ministerio Público la pena de 25 años, haya optado por esta
por ser la mínima, sino que dicha pena es proporcional a los delitos cometidos
por el acusado; por lo que el criterio de la Sala Penal es errado; el procesado
participó cómo coautor en el asesinato de Sergio Maraví Vílchez (32 años),
Noé Garlos MaravíAíílchez ,(30 años), Jhonny Yolita Toralba Chupayo (25
años), Jhon Sergio Maraví Toralba (6 años) y Rosa Maraví Toralba (1 año);
asimismo, participó como coautor retirando y extrayendo del corral de los
agraviados sus animales, para luego esparcirlos por los parajes de la comuni­
dad; no tuvo consideración que se trataba de personas de una familia, entre
las que se encontraban niños de 6 y 1 años,^;razones por las que se solicitó en
su acusación, la imposición de 25 años de pena privativa de libertad. De otro
9##
374
J urisprudencia

lado, la reparación civil de cincuenta mil soles resulta proporcional a los delitos
cometidos po/ el acusado; por lo que la pena impuesta resulta diminuta y no
es equivalent^ al reproche ocasionado por los delitos. En conclusión, solicita
se eleve la pena privativa de libertad de 13 años a 25 años y la reparación civil
sea elevada a cincuenta mil soles a favor de cada agraviado.
• Respecto a la sentencia condenatoria contra Vicente Constantino Gavino Vivas,
Sv'
impugna los extremos del quantum de la pena y la reparación civil, alegando
que, si bien es cierto, en aplicación de la Ley 27472, la pena mínima del
delito de homicidio calificado es de 15 años; sin embargo, ello no implica que
al solicitar el Ministerio Público la pena de 25 años, haya optado por esta por
ser la mínima, sino que dicha pena es proporcional a los delitos cometidos
por el acusado; por lo que el criterio de la Sala Penal es errado; el procesado
participó como coautor en el asesinato de Sergio Maraví Vílchez (32 años),
Noé Carlos Maraví Vílchez (30 años), Jhonny Yoliía Toralba Chupayo (25
años), Jhon Sergio Maraví Toralba (6 años) y Rosa Maraví Toralba (1 año);
asimismo, participó como coautor, retirando y extrayendo del corral de los
agraviados sus animales, para luego esparcirlos por los parajes de la comu­
nidad; no tuvo consideración que se trataba de personas de una familia, las
que se encontraban niños de 6 y 1 años, razones por las que se solicitó en su
acusación, la Imposición de 25 años de pena privativa de libertad. De otro
lado, la reparación civil de cincuenta mil soles resulta proporcional a los delitos
cometidos por el acusado; por lo que la pena impuesta resulta diminuta y no
es equivalente al reproche ocasionado por los delitos. En conclusión, solicita
se eleve la pena privativa de libertad de 13 años a 25 años y la reparación civil
sea elevada a cincuenta mil soles a favor de cada agraviado.
Quinto» La defensa técnica del sentenciado Paulino Bailón Velásquez Quispe, en
su recurso de nulidad formalizado de fojas cuatro mil setecientos sesenta y cuatro,
impugna los extremos del quantum de la pena-y la reparación civil, sosteniendo
que el derecho premial penal consiste en rebajar la pena a límites inferiores; sin
embargo, no se tomó en cuenta el reconocimiento de los hechos que se imputan,
por lo que considera que la pena impuesta es excesiva y atenta contra el principio
de rehabilitación señalado ^n la Constitución Política del Estado; igualmente, no
se aplicaron los principias de proporcionalidad y racionalidad de la pena; debe
tenerse en cuenta el grado de cultura del procesado, sus carencias sociales y la afec­
tación del bien jurídico protegido, no tiene antecedentes y se presenta la figura de
confesión sincera. En cuanto a la reparación civil, la considera excesiva, teniendo
en cuenta que los agraviados no se constituyeron en actores civiles, se debe respetar
lo señalado por el Ministerio Público, que solicitó la suma de cincuenta mif soles
en forma solidaria.
® ®

375
VICTOR JIM MY ARBULU MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

Sexto. La defensa técnica del sentenciado Vicente Constantino Gavino Vivas, en su.
recurso de nuliciad formalizado de fojas cuatro mil setecientos cuarenta, impugna el
extremo de la reparación civil, alegando que no tomó en consideración la precaria
economía que ostenta al tener hijos menores y no tener un ingreso fijo; además, no
consideró que se acogió a la conclusión anticipada del proceso, que en el presente
.!p
proceso no es el único procesado, el monto de la reparación civil debe ser prorra­ 'i.'
teado entre todos los procesados, más aún si no fue la persona que directamente
causó la muerte de los agraviados; por tales razones, solicita se reforme el monto -
de la reparación civil y se rebaje a un monto de diez mil soles.
ílí
§ 4. Fundamentos del Supremo Tribunal
Séptimo, Las sentencias impugnadas fueron emitidas como resultado del acogi­
f
miento, de los acusados Paulino Bailón Velásquez Quispe y Vicente Constantino
Gavino Vivas, a la conclusión anticipada del juicio, regulada por la Ley N.° 28122
de 16 de diciembre del 2003. El aspecto sustancial de la institución de la confor­
midad, tal como está regulada en la ley antes citada, estriba en el reconocimiento,
aunque con características singulares, del principio de adhesión en el proceso
penal. La conformidad tiene por objeto la pronta culminación del proceso —en
concreto, del juicio oral— a través de un acto unilateral del imputado y su defensa
de reconocer los hechos objeto de imputación, concretados en la acusación fiscal, y
aceptar las consecuencias jurídicas penales y civiles correspondientes. Importa una
renuncia a la actuación de pruebas y del derecho a un juicio público. Los hechos
no se configuran a partir de la actividad probatoria de las partes —ese período del
juicio oral, residenciado en la actuación de los medios de prueba, sencillamente, no
tiene lugar—. Los hechos vienen definidos, sin injerencia de la Sala sentenciadora,
por la acusación con la plena aceptación del imputado y su defensa. La sentencia,
entonces, no puede apreciar prueba alguna, no solo porque no existe tal prueba, al
no ser posible que se forme a partir de una específica actividad probatoria, por lo
demás inexistente, sino además porque la ausencia del contradictorio y el propio
allanamiento de la parte acusada no autoriza a valorar los actos de investigación
y demás actuaciones realizadas en la etapa de instrucción. Se da en este caso una
‘'predeterminación de la sentencia”. El Tribunal no puede mencionar, interpretar
y valorar acto de investigación o de prueba precohstítuida aJgunay desde que el
imputado expresamente aceptó los cargos y renunció a su derecho a la presunción
de inocencia, a la exigencia de prueba de cargo por la acusación y a un juicio
contradictorio^

IV P leno J urisdiccional de las Salas P edales P ermanente , T ransitorias y


E special , Acuerdo Plenario N A 5'2008/CJ-l 16^ Lima: 18 de julio de! 2008, ff. jj.
n." 8- 10.
« ®«
376
J urisprudencia

OcíayOo Asimismo^ la posición del Tribunal como destinatario de esa institución,


no puede ser pasiv^ a los efectos de su homologación; existe cierto margen de va­
loración que el juep debe ejercer soberanamente. Si bien está obligado a respetar la
descripción del hecho glosado en la acusación escrita —vinculación absoluta con
los hechos o inmódificabllidad del relato fáctico {vinculatiofacti)—, por razones de
legalidad y justicia, puede y debe realizar un control respecto de la tipicidad de los
hechos, del título de imputación, así como de la pena solicitada y aceptada, por lo
que la vinculación en esos casos (vinculatio criminis y vinculatiopoend) se relativiza en
atención a los principios antes enunciados. El juzgador está habilitado para analizar
la calificación aceptada y la pena propuesta e incluso la convenida por el acusado y
su defensa: esa es la capacidad innovadora que tiene frente a la conformidad pro­
cesal, En tal virtud, respetando los hechos, el Tribunal está autorizado a variar la
configuración jurídica de los hechos objeto de acusación^ es decir, modificar cualquier
aspecto jurídico de los mismos, dentro de los límites del principio acusatorio y con
pleno respeto del principio de contradicción [principio de audiencia bilateral]. La
posibilidad de introducir, jurídicamente, determinadas circunstancias no Incorpo­
radas en la acusación —solo desde sus perfiles jurídicos, mas no fácticos— y dictar
una sentencia conformada, siempre es compatible con un control in bonampartem,
respecto del que solo se exige audiencia a las partes^.
Novena, En el presente caso, según la acusación fiscal escrita —fojas mil nove­
cientos ochenta y cinco—, los hechos [descritos en el considerando primero de la
presente ejecutoria] fueron calificados como delitos, subsumidos en los siguientes
tipos penales: abigeato, previsto en el art, 189-C del CP; y homicidio calificado-
asesinato, previsto en los ines, 2 y 3 del art. 108 del CP, En lo que respecta al delito
K,- de abigeato, la ley penal lo describe de la siguiente manera: “El que se apodera
ilegítimamente de ganado vacuno, ovino, equino, caprino, porcino o auquénido,
total o parcialmente ajeno, aunque se trate de un solo animal, sustrayéndolo del
lugar donde se encuentra, empleando violencia contra la persona o amenazándola
con un peligro inminente para su vida o integridad física, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de tres ni mayor de ocho años. La pena será priva­
tiva de libertad no menor de cinco ni mayor de quince años si el delito se comete
con el concurso de dos o rpás personas, o él agente hubiere inferido lesión grave a
otro o portando cualquier clase de arma o de instrumento que pudiere servir como
tal. Si la violencia o amenaza fuesen insignificantes, la pena será disminuida en un
tercio. La pena será no menor de diez ni mayor de veinte años si el delito cometido
conforme a los incisos 1, 2, 3,4 y 5 del segundo párrafo del artículo 189. La pena
será no menor de quince ni mayor de veinticinco años si el agente actúa en calidad

2 Ibid,:, £ j. n,° 16.

@ ® ®

377
VÍCTOR JIMMY ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

de jefe, cabeciüa p dirigente de una organización destinada a perpetrar estos delitos.


En ios casos de .concurso con delitos contra la vida, el cuerpo y la salud, la pena
se aplica sin per|uicio de otra más grave que pudiera corresponder en cada caso”.
Décimo. Habiéndose tipificado así los hechos, se debe tener en cuenta que se con­
figura el delito, de robo de ganado —abigeato—, cuando el agente con la finalidad
de obtener provecho, haciendo uso de la violencia contra la víctima o la amenaza
con un peligro inminente para su vida o integridad física, sustrae del lugar donde
se encuentran ganado vacuno, ovino, equino, caprino, porcino o auquénidos total
o parcialmente ajenos, para disponer de él en su provecho de modo ilegítimo. Aquí
la sustracción de los animales debe estar rodeada de violencia o amenaza contra la
víctima. Si estos elementos típicos del robo no aparecen y solo se verifica la sustrac­
ción, estaremos ante un caso típico de hurto de ganado. Otro aspecto importante lo
constituye el hecho que la violencia o amenaza sobre la víctima debe, efectuarse al
momento de la sustracción del ganado; es decir, el agente debe utilizar la violencia
o amenaza para vencer la resistencia de la víctima y de ese modo hacer viable la
sustracción de los animales. El momento de la sustracción se constituye desde que
el agente coge o aprehende el ganado hasta que tiene la posibilidad real o potencial
de disponerlo, es decir, en el apoderamiento se excluye la agravante^.
Undécimo. Siendo así, los hechos descritos y postulados por el Ministerio Público
consisten en que: “[- •] luego de haber segado la vida a los agraviados, junto con las
personas que los acompañaban, procedieron a sustraer el ganado de propiedad de las
víctimas”;,es decir, la sustracción y apoderamiento del ganado, se produjeron después
del incidente en el que segaron la vida de los agraviados, no existiendo violencia ni
i
amenaza al momento de la sustracción patrimonial —elemento objetivo del tipo
penal—, entonces no se configura, en dicho extremo el delito de robo de ganado,
i.: 1 sino el delito de hurto de ganado, tipificado por el art. 189-A del CP.
Duodécim o. En ese sentido, en el extremo de las sentencias impugnadas que
condenan por el delito de robo de ganado, la Sala Superior incurrió en la causal de
nulidad establecida en el inc. 1 del art. 298 del CdePP, que se presenta '^Cuando
en la sustanciadón de la instrucción o en la del proceso de juzgamiento, se hubiera
i. 1 incurrido en graves irregularidades u onriisiones de trámites o garantías establecidas
por la ley procesal pénal^; esto, ;debido a que no realizó el control respecto de la
tipicidad de los hechos, conforme a la doctrina legal precisada en el AP N.° 5-2008/
CJ-116.
Décimo tercero. Ahora bien, configurados los hechos —véase fundamento
primero de la presente Ejecutoria Suprema— como delito de hurto de ganado,

3 Salinas Siccha , Ramiro, D erecho p e n a l p a r te especia^ 33 ed., Lima: Grijley, 2008, p. 989.

9 ®«
378
JURISPRUDENCIA

es necesario examinar si opera la prescripción de la acción penal —basada en el


transcurso del tiempo— que limita al órgano judicial para emitir un pronun­
ciamiento sobre Igs pretensiones deducidas a través de una resolución material,
pues el Estado pierde toda facultad sancionatoria. Al respecto tenemos que: i) el
primer párrafo del art. 80 del referido cuerpo legal señala que “la acción penal
prescribe en un tiempo igual al máximo de la pena fijada por la ley para el delito,
si es privativa de libertad”; cabe señalar que para la aplicación de esta disposición,
denominada “prescripción ordinaria”, se debe tener en cuéntala promoción de
la acción penal, pues la ordenanza anotada operará cuando todavía no existan
actuaciones del Ministerio Público o del Organo Judicial; ii) el art. 83 del CP,
precisa que la prescripción se interrumpe por la actuación del fiscal o de las auto­
ridades judiciales, quedando sin efecto el tiempo transcurrido; por lo tanto, dicho
precepto legal codifica la figura de la Interrupción de término prescriptivo, que
operará cuando sea proferida una resolución por cualquiera de las autoridades
anotadas; por consiguiente comenzará a correr nuevamente el tiempo que corres­
ponde a la pena máxima señalada en la ley para el delito; m j el último párrafo
del citado artículo indica que la acción penal prescribe, en todo caso, cuando el
tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad al plazo ordinario de prescripción,
denominada “prescripción extraordinaria”; ¿vj en cuanto al inicio del término
de la prescripción, el art. 82 del CP establece: “en el delito instantáneo, a partir
del día en que se consumó”; y, pj en caso de concurso real de delitos, las acciones
prescriben separadamente en el plazo señalado para cada uno [segundo párrafo
del art. 80 del CP].
DéciiBO cuartos La aplicación de esta figura en el caso particular opera en relación
al delito de hurto de ganado-abigeato [con la agravante de haberse cometido me­
diante el concurso de dos o más personas] , pues se advierte que desde el momento
consumativo del Ilícito — 2 de noviembre de 1998— a la actualidad, transcurrieron
más de dieciocho años, por lo que la acción penal que generó la conducta dolosa
incriminada a los procesados se ve afectada extintivamente, pues el extremo máximo
de la pena fijada en la Ley es de seis años, prevista en el segundo párrafo del art.
189-A del CP y estando a lo dispuesto por los arts. 80 y 83 — in fine— del mismo
cuerpo legal, la vigencia.d^ la acción penal quedó limitada al plazo de nueve años;
por consiguiente, estamos ante uno de los supuestos de extinción de la acción penal
previsto en el inc. 1 del art. 78 del CP; por lo que corresponde, de conformidad
con los párrafos 6 y 7 del art. 5 del CdePP, declarar de oficio fundada la excepción
de prescripción de la acción penal.
Décimo quinto. En cuanto a la determinación de la pena, no es más que una teoría,
sobre los factores relacionados con el injusto y la culpabilidad que configuran el

379
VÍCTOR JIM M Y 'ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

significado comunicativo del hecho concreto^; en ese sentido, la determinación de


la pena debe realizarse conforme a los fines de la misma, siendo importante resaltar
la teoría de la prevención general positiva, lo que implica asumir como criterio de
determinación de la pena al hecho delictivo; es decir, el quantum de la pena im­
puesta debe ser proporcional al hecho delictivo realizado.
Décimo sexto. Para la dosificación punitiva o para ios efectos de imponer una
sanción penal, debe tenerse presente que el legislador ha establecido las clases de
pena y el quantum respectivo; por consiguiente, se han fijado los criterios necesa­
rios para que el juzgador pueda individualizarlos judicialmente y concretarlos; que
dentro de este contexto debe observarse el principio de proporcionalidad que nos
conduce a valorar el perjuicio y la trascendencia de la acción desarrollada por el
agente culpable bajo el criterio de la individualización, cuantificando la gravedad del
delito y su modo de ejecución, el peligro ocasionado y la personalidad o capacidad
del presunto delincuente, que comprende edad, educación, condición económica
y medio social —conforme lo dispone el art. 46 del CP, vigente al momento de
cometido el delito—.
Décimo séptim o. En lo referente al beneficio preinial por sometimiento a la
conformidad procesal, se tiene que en el AP N.“ 5-2008/CJ-116, se declaró vía
integración jurídica —analogía— que toda conformidad procesal, si reúne los re­
quisitos legalmente establecidos, tiene como efecto jurídico favorecedor el beneficio
de reducción de la pena, siendo menester señalar que la reducción de la pena, que
conlleva la conformidad procesal, siempre será menor de la sexta parte fijada en el
vigente art. 471 del Código Procesal Penal del 2004.
Décimo octavo. Se advierte que las circunst^ciás que acompañaron la comisión del
presente evento criminal y la conducta de los procesados Paulino Bailón Velásquez
Quispe y Vicente Constantino Gavlno Vivas, fueron valoradas correctamente por el
Tribunal Superior, pues se tuvo en cuenta que,el delito materia de acusación —ho­
micidio calificado— tipificado en los ines. 2 y 3 del art. 108 del CP, sancionaba su
comisión con pena privativa de libertad no menor de veinticinco años; sin embargo,
la ley penal fue modificada por el art. 1 de la Ley N.° 27472, publicada el 5 de junio
del 2001, variando el marpo punitivo, sancionado con pena privativa de libertad no
menor de quince años, es decir, disminuyó la sanción penal; en consecuencia, debe
aplicarse la ley penal posterior a la comisión del delito por ser la más favorable al
condenado, esto en virtud del art. 6 del CP; asimismo, se observó la pretensión pu­
nitiva del Ministerio Público en su acusación escrita—veinticinco años—, la misma

Feijoo Sánchez , Bernardo, “individualización de la perba y teoría de la pena proporcional


al hecho”, en Indret, Revista para el análisis del derecho, Barcelona: enero del 2007, p. 9.

o#o
380
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTINEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

la acusación fiscal; aunado a ello, debe tenerse en cuenta que, mediante resolución
de 14 de mayo del 2014 [fojas cuatro mil quinientos treinta y cinco], fiie declarado
reo contumaz por ^o haber concurrido a la continuación del juicio oral para el que
fue citado, siendo nuevamente detenido y puesto a disposición de la Sala Superior
—^véase oficio de fojas cuatro mil quinientos noventa y cuatro— lo que evidencia
■'i'ií-vS-i .. .....

su intención de evadir su responsabilidad; asimismo, en la audiencia de juicio oral


de 13 de diciembre del 2015 [acta de fojas cuatro mil seiscientos setenta y uno], -iit
primigeniamente no aceptó los cargos; en consecuencia, su aceptación de los cargos
no puede considerarse confesión sincera.
Vigésimo* En lo que respecta a la reparación civil, el art. 93 del CP establece que
la reparación civil comprende: i) la restitución del bien o —de no ser posible— el
pago de su valor; y, ii) la indemnización de los daños y perjuicios; asimismo, cabe
f.'
m--
precisar los alcances de la Ejecutoria Vinculante 948-2005 (del 7 de junio del ■

2005), en cuyo considerando tercero se precisó: “[• •*1 la naturaleza de la acción civil
ex delito es distinta, pues tiene como finalidad reparar el daño o efecto que el delito ÍL
há tenido sobre la víctima y, consecuentemente, debe guardar proporción con los
■-i
bienes jurídicos que se afectan”; es decir, debe existir una adecuada proporción entre 'í i'v

el monto fijado como reparación civil y los bienes jurídicos lesionados mediante el ■II'
delito sancionado*^. Sin embargo, no debe dejarse de lado tampoco, la entidad de
la afectación concreta del bien jurídico al momento de establecer el monto de la
reparación. De otro lado, de conformidad con el art. 95 del CP, la reparación civil
es solidaria entre ios responsables del hecho punible.
Vigésimo primero* En este contexto, la restitución, pago del valor del bien o in­
demnización por los daños y perjuicios ocasionados, según corresponda, cuando
se trate de procesos en los que exista pluralidad de acusados por el mismo hecho y
sean sentenciados independientemente, por diferentes circunstancias contempla­
das en nuestro ordenamiento procesal penal debe ser impuesta para todos, la pena
fijada en la primera sentencia firme, esto con el objeto de que: d) exista proporción
entre el daño ocasionado y el resarcimieríto; h) se restituya, se pague o indemnice al
agraviado sin mayor dilación; y, c) no se fijen montos posteriores que distorsionen
la naturaleza de la reparación civil dispuestas mediante los arts, 93, y 95 del CP^.
Vigésimo segundo* En el presente caso, del estudios de autos, se 'ad^erte que, se­
gún la acusación que obra a fojas mil novecientos ochenta y cinco, el representante

6 Sala P enal P ermanente, Recurso de Nulidad N ° 2706-2006 Lima Norte; Lima: 8 de


septiembre del 2006, £ j. ti.'’ sexto.
7 Sala P enal P ermanente, Recurso de Nulidad N ° 216-2005 Hudnucoy Lima; 14 de abril
del 2005, £ j. n,“ sexto — precedente vinculante— .

^ ® @
382
I J u r is p r u d e n c ia

del Ministerio Publico solicitó se fije la suma de cincuenta mil soles por concepto
de reparación civil; aáimismo, en la primera sentencia emitida, de 31 de enero del
2001 [f. dos mil setecientos once], se fijó como reparación civil la suma de cin­
cuenta mil soles, que deberán pagar los condenados en forma solidaria a favor de
los herederos legales de cada uno de los agraviados; sentencia que fue confirmada
mediante Ejecutoria Suprema de 01 de febrero del 2002 [f dos mil setecientos
:'K
;siP sesenta y seis]; sin embargo, en las sentencias recurridas, la reparación civil se fijó
í|: en la suma de veinticinco mil; en consecuencia, corresponde modificarla conforme
a los lineamientos antes expuestos, al haber impugnado el representante del Minis-
terio Público; además, cabe precisar que la vida es un bien inapreciable en dinero
i-:::'"'
y en el caso materia de análisis se segó la vida de cinco personas de forma violenta,
siendo relativamente jóvenes —^promedio de edad 30 años, incluso dos menores
•I de edad— ; así |^ b ié n , el monto de dncuenta mil soles responde a los prindpios
de necesidad, proporcionalidad y razonabilidad. Dicho monto debe ser cancelado
en forma solidaria por los sentenciados.

i' DECISIÓN
Por estos fundamentos, declararon:
1, NULAS las sentencias de 30 de enero del 2015 y 11 de febrero del 2015, de
gil fojas cuatro mil setecientos treinta y cuatro mil setecientos cuarenta y nueve,
'M gv-i
?íí emitidas por la Sala Penal Liquidadora de la Corte Superior de Justicia de
Cañete, en los extremos que condenaron a Paulino Bailón Velásquez Quis-
pe y Vicente Constantino Gavlno Vivas como autores del delito contra el
patrimonio-abigeato, en agravio de Sergio Benjamín Maraví Vílchez, Noé
Carlos Maraví Vílchez, Jhonny Yoüta Toralba Chupayo, Jhon Sergio'Marayí
Toraiba y Rosa Maraví Toralba.
2* Declararon de oficio: FUNDADA la excepción de prescripción de la acción
penal y, en consecuencia, EXTINGUIDA LA ACCIÓN PENAL POR
PRESCRIPCIÓN, seguida contra^ los acusados Paulino Bailón Velásquez
Quispe y Vicente Constantino Gavino Vivas como autores por el delito contra
el patrimonio-abigeato, en agravio de Sergio Benjamín Maraví Vílchez, Noé
Carlos Maraví Vílchez,íáJhonnyYolita Toralba Chupayo, Jhon Sergio Maraví
Toralba y Rosa Maraví Toralbaí.
3. ORDENARON la anulación de sus antecedentes policiales y judiciales gene­
rados como consecuencia de la tramitación del presente proceso, y el archivo
definitivo de la causa en dicho extremo.
4. NO HABER NULIDAD en las sentencias conformadas de 30 de enero del
2015 y 11 de febrero del 2015, de fojas cuatro mil setecientos treinta y cuatro

o ®«
383
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

mil setecientos cuarenta y nueve, en los extremos que impusieron trece años
de pena prlvátiva de libertad a Paulino Bailón Velásquez Quispe y Vicente
Constantino^Gavino Vivas como autores del delito contra la vida, el cuerpo y
la salud-asesinato, en agravio de Sergio Benjamín Maraví Vílcbez, Noe Carlos
Maraví Vílchez, Jhonny Yolita Toralba Chupayo, Jhon Sergio Maraví Toralba
y Rosa Maraví Toralba.
5. HABER NULIDAD en las mismas sentencias conformadas, en los extremos
de las reparaciones civiles; y REFORMANDOLAS, fijan la reparación civil
en la suma de cincuenta mil soles, que cancelarán los sentenciados en forma
solidaria, a favor de los herederos legales de cada uno de los agraviados Sergio
Benjamín Maraví Vílchez, Noé Carlos Maraví Vílchez, Jhonny Yolita Toralba
Chupayo, Jhon Sergio Maraví Toralba y Rosa Maraví Toralba.
6. NO HABER NULIDAD en lo demás que contiene y los devolvieron.
S.S.
HINOSTROZA PARIACHI / VENTURA CUEVA / PACHECO RUANCAS/ CEVALLOS VE­
GAS/CHÁVEZ MELLA

As

ii":

®®®
384
J u r is p r u d e n c ia

R. N. N ®1441-2018 Cajamarca; Seateacia absolutoria ea el delito de


abigeato por falta de material probatorio

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA


R. N. N ° 1441-2018
CAJAMARCA

Lima, seis de mayo del dos mil diecinueve


VISTOS: el recurso de iiulidad interpuesto por la defensa del encausado Roberto
Cueva Vásquez contrá la sentencia de fojas ochocientos cincuenta y ocho, de ocho
de enero del dos mil dieciocho, que lo condenó como autor de los delitos de abigeato
con agravantes en agravio de María Cerna Llaro y de tenencia ilegal de armas de
fuego en agravio del Estado a un total de diez años de pena privativa de libertad y
al pago de cuatro mil soles por concepto de reparación civil a favor del Estado y de
seis mil soles por el mismo concepto a favor de María Cerna Llaro; con lo demás
que al respecto contiene.
Oído el informe oral.
Ha sido ponente el señor San Martín Castro.

FUNDAMENTOS

Primero. Que la defensa del encausado Cueva Vásquez en su recurso formalizado


de fojas novecientos cincuenta y dos, de veintisiete de junio del dos mil dieciocho,
instó la absolución de los.cargos. Alegó que la competencia de la causa correspondía
al distrito judicial de La Libertad, y no de Cajamarca; que existen contradicciones
entre las declaraciones de la agraviada f h á t los testigos —la agraviada incluso
mencionó que sospechaba de otra persona—, así como no constan corroboraciones
periféricas externas; que los supuestos ronderos no han declarado y, por tanto, no
püéden confirmar la declamación de los familiares de la agraviada; qpe no vexfste
prueba eficaz de preexistencia del ganado vacuno supuestamente sustMído; qüe
no puede utilizarse declaraciones en sede preliminar para sustentar una condena.
Segundo. Que la sentencia de instancia declaró probado que el día veintiocho de
abril del dos mil nueve, en horas de la noche, el encausado Cueva Vásquez y otros
ño identificados, incursionaron en el predio de la^agraviada Gérna Llaro, ubicado
en el Centro Poblado de Araqueda, provincia de Cajabamba y departamento de

& ® 9

385
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

Cajamarca, y sustrajeron tres ganados vacunos (dos toros y una vaca), los mismos
que trasladaron fiasta la localidad de Cabeldillo, caserío de Huacamocha, distrito de
Usquil, provincia de Otuzco-La Libertad, ocultándolo en su domicilio. Es del caso
'•-a-'.- ■
que ios familiares de la agraviada e integrantes de la ronda local fueron en búsqueda Í. ■!:
del ganado sustraído y, al día siguiente de los hechos, llegaron hasta la localidad de
/‘i
Cabeldiilo, y en la casa del imputado Cueva Vásquez encontraron el ganado; que
cuando trataron de sacarlos y llevárselos, fueron repelidos con disparos por armas
de fuego. Posteriormente, con apoyo policial, el dos de mayo del dos mil nueve,
como a las veinte horas, se intervino el domicilio del acusado Cueva Vásquez y si
bien no se encontró el ganado vacuno sustraído, se hallaron dos revólveres y dos
municiones, que fueron incautados. M

Tercero» Que, en principio, es verdad que el primer hecho delictivo (abigeato con
agravantes) ocurrió en Caj amarca y el segundo delito (tenencia ilegal de armas de
fuego) se perpetró en Otuzco, pero, en todo caso y desde los cargos, se trató de
hechos conexos que exigían una acumulación o unificación de procesos. La causa se
conoció en Cajamarca y más allá de que exista la probabilidad de una determinación
del proceso unificado originariamente a favor de Otuzco (art. 20, numeral 1 , del
CdePP), tal situación en todo caso no generó indefensión material alguna y, por
lo demás, la incompetencia territorial no ocasiona nulidad de actuaciones —es un
defecto procesal menor, que en sí mismo no causa indefensión material alguna—
(solo ocasiona nulidad insubsanable la incompetencia objetiva y la incompetencia
funcional).
Cuarto» Que el encausado Cueva Vásquez negó los cargos. Apuntó que compró,
con fines de defensa personal, dos revólveres a Manuel Leyva por la suma de mil
ochocientos soles dice en sede plenarial —que con quien trató para la adquisición
de los revólveres fue su cuñado Alvaro Aranda ya fallecido—, pero no tenía licencia
para portarlos; que, por otra parte, el ganado no estaba al pie de su casa y no disparó
contra los familiares de la agraviada; que esos hechos nunca ocurrieron y es ajeno
al robo del ganado objeto de la acusación [fojas veintiocho, ciento cuarenta y siete
y ochocientos treinta y nueve]. Su conviviente corroboró que no robó el ganado,
que este no se encontraba frente a su casa y que no hubo intercambio de disparo
alguno [declaración plenarial de fojas ochocientos cuarenta y cinco> de veintiuno
de diciembre del dos mil cfiecislete].
Quinto» Que la agraviada Cerna Llaro solo declaró en sede preliminar, sin fiscal. No
es testigo presencial de la sustracción y solo sospechó de Teodoro Chávez Marquina,
sin mencionar al imputado [f dieciséis]. La denuncia fue presentada el veintinueve
de abril del dos mil nueve —no señaló a autor al^unO”— [f. cuatro].

®®®
386
J urisprudencia

Sin presencia del fiscal declaró Adolfo Gutiérrez Cerna 7 Germán Gutiérrez Gema
(hijos de la agraviada), así como Marcos Aníbal Acevedo Guerra (yerno de la agra­
viada) con fiscal. S<j>stuvieron que ubicaron el ganado en casa del imputado Cueva
Vásquez; que se les impidió con el uso de disparos en su contra —a ellos y a los
.rondaros— recuperar el ganado; que el tres de mayo del dos mil nueve volvieron
con la policía, pero no encontraron el ganado, aunque en el predio del encausado
hallaron dos revólveres [íF. dieciocho y veinte; y, £ veintitrés, respectivamente].
Sexto* Que con el mérito de la denuncia de fojas cuatro y el certificado del teniente
gobernador del caserío Corralpampa [íF. cuarenta y uno a cuarenta y tres] se acre­
dita la titularidad de la víctima de dos toros y una vaca —-que son los semovientes
sustraídos—. Por el lugar de los hechos, las costumbres locales y todo lo realizado
ulteriormente es obvio que está acreditada la preexistencia de lo sustraído. No puede
pedirse mayores datos, tanto más si el hijo de la agraviada inició una búsqueda del
ganado.
Séptimo, Que, sobre la autoría del delito de abigeato, no es posible concluir que fue
el encausado Cueva Vásquez. Su negativa no tiene elementos de prueba lícitos que
la desvirtúen. En efecto, las declaraciones de ios hermanos Gutiérrez Cerna no se
prestaron con asistencia del fiscal y no han declarado en sede jurisdiccional, luego, no
tienen el carácter de medios de prueba válidos (ex art. 62 del CdePP). Los supuestos
ronderos no declararon nunca. Tampoco existen vestigios materiales de la balacera
producida: la Ocurrencia de Calle Común defojas cuatro no los registra, de modo
que pueda concluirse que, en efecto, se produjo disparos por el imputado —lo que

í; describe el acta de incautación no refleja que se efectuaron disparos de las armas de


I y ■:
fiiego incautadas— . Es verdad que el testigo Acevedo Guerra declaró en presencia
del fiscal, sin embargo, es un testimonio único, sin corroboración periférica externa.
li;!;

— Respecto del delito de tenencia ilegal de armas de fuego y municiones, consta


del acta de incautación de fojas cuarenta que tenía en su poder dos revólve­
res y municiones. Empero, más allá de que el imputado no registra permiso
para portar armas de fuego [inforiñe d,e Discamec de £ quinientos], no existe
prueba pericial que revele que se está ante revólveres y municiones operativas,
de suerte que estén en condiciones de ocasionar un fundado peligro común.
— En pureza, se está un'vacÍG probátprio relevánte.
— Dado el tiempo transcurrido desde la comisión de los hechos y la formación
del proceso (diez años aproximadamente), no es posible anular la sentencia
para subsanar la actividad probatoria omitida. La falta de diligencia en la tra­
mitación de la causa, imputable a los agentes públicos, no puede ser de cargo
del imputado.

&®®
387
J urisprudencia

Sin presencia del fispal declaró Adolfo Gutiérrez Gema y Germán Gutiérrez Cerna
(hijos de la agraviada), así como Marcos Aníbal Acevedo Guerra (yerno de la agra­
viada) con fiscal. Sostuvieron que ubicaron el ganado en casa del imputado Cueva
Vásquez; que se les impidió con el uso de disparos en su contra —a ellos y a los
ronderos-— recup,erar el ganado; que el tres de mayo del dos mil nueve volvieron
con la policía, pero no encontraron el ganado, aunque en el predio del encausado
hallaron dos revólveres [íF. dieciocho y veinte; y, f veintitrés, respectivamente],
ScKto. Que con el mérito de la denuncia de fojas cuatro y el certificado del teniente
gobernador del caserío Corralpampa [ff. cuarenta y uno a cuarenta y tres] se acre­
dita la titularidad de la víctima de dos toros y una vaca —que son los semovientes
sustraídos—. Por el lugar de los hechos, las costumbres locales y todo lo realizado
Sfv:í' ulteriormente es obvio que está acreditada la preexistencia de lo sustraído. No puede
pedirse mayores datos, tanto más si el hijo de la agraviada inició una búsqueda del
ganado.
Séptimo» Que, sobre la autoría del delito de abigeato, no es posible concluir que fue
el encausado Cueva Vásquez. Su negativa no tiene elementos de prueba lícitos que
la desvirtúen. En efecto, las declaraciones de los hermanos Gutiérrez Cerna no se
prestaron con asistencia del fiscal y no han declarado en sede jurisdiccional, luego, no
tienen el carácter de medios de prueba válidos (ex art. 62 del CdePP). Los supuestos
ronderos no declararon nunca. Tampoco existen vestigios materiales de la balacera
producida: la Ocurrencia de Calle Común de fojas cuatro no los registra, de modo
que pueda concluirse que, en efecto, se produjo disparos por el imputado —lo que
describe el acta de incautación no refleja que se efectuaron disparos de las armas de
fuego incautadas—. Es verdad que el testigo Acevedo Guerra declaró en presencia
del fiscal, sin embargo, es un testimonio único, sin corroboración periférica externa.
— Respecto del delito de tenencia ilegal de armas de fuego y municiones, consta
del acta de incautación de fojas cuarenta que tenía en su poder dos revólve­
res y municiones. Empero, más allá de que el imputado no registra permiso
para portar armas de fuego [informe de Discamec de f. quinientos], no existe
prueba pericial que revele que se está ante revólveres y municiones operativas,
de suerte que estén en condiciones de ocasionar un fundado peligro común.
— En pureza, se está ütf vacío probatorio relevante. ,
— Dado el tiempo transcurrido desde la comisión de los hechos y la formación
del proceso (diez años aproximadamente), no es posible anular la sentencia
para subsanar la actividad probatoria omitida. La falta de diligencia en la tra­
mitación de la causa, imputable a los agentes públicos, no puede ser de cargo
del imputado."" ■ - ^

@®®
387
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ j DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

— Por consiguiente, ante la falta de pruebas, corresponde dictar sentencia ab­


solutoria. Es de aplicación el art. 301, primer párrafo, del CdePp. El recurso
defensivo debe estimarse 7 así se declara.

D E C IS IÓ N

Por estos motivos, con lo expuesto por el señor fiscal supremo en lo penal: declara­
ron ELAJ&ER. ISnLJLIEIAJD en la sentencia de fojas ochocientos cincuenta y ocho, de
ocho de enero del dos mil dieciocho, que condenó a Roberto Cueva Vásquez como
autor de los delitos de abigeato con agravantes en agravio de María Cerna Llaro y
de tenencia ilegal de armas de fuego en agravio del Estado a un total de diez años de
pena privativa de libertad y al pago de cuatro mil soles por concepto de reparación
civil a favor del Estado y de seis mil soles por el mismo concepto a favor de María
Cerna Llaro; con lo demás que al respecto contiene; reformándola: lo ABSOLVIE­
RON de la acusación formulada en su contra por delitos de abigeato con agravantes
en agravio de María Cerna Llaro y de tenencia ilegal de armas de fiiego en agravio
del Estado. ORDENARON se archive el proceso definitivamente respecto de él, y
se anulen sus antecedentes policiales y judiciales. DISPUSIERON se levanten las
medidas de coerción dictadas en su contra y su inmediata libertad, que se ejecutará
siempre y cuando no exista mandato de detención o prisión preventiva emanado
de autoridad competente; cursándose las comunicaciones correspondientes. MAN­
DARON se remita la causa al Tribunal Superior para los fines de ley. Hágase saber
a las partes procesales personadas en esta sede suprema.
S. S.
SAN MARTÍN CASTRO / FIGUEROA NAVARRO / PRÍNCIPE TRUJILLO / SEQUEIROS VAR­
GAS/ CHÁVEZ MELLA

í*

®&0
388
JURISPRUDENCIA SOBRE EL DELITO
DE APROPIACIÓN ILÍCITA

Cas. N.° 301-2011 Lam bayequei Elem entos típicos del delito de apro-
piacidn ilícita

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

SALA PENAL PERMANENTE


CAS. N.° 301-2011
LAMBAYEQUE

SENTENCIA DE CASACIÓN

Lima, cuatro de octubre del dos mil doce


VISTOS; el recurso de casación interpuesto por la señora fiscal de la Tercera Fisca­
lía Superior Penal de Lambayeque, con los recaudos que se adjuntan al principal;
decisión que se adopta bajo la ponencia del señor juez supremo Salas Arenas.
1. D ecisión cuestionada

La sentencia de vista de veintitrés de agosto del dos mil once, emitida por la Primera
Sala Penal Superior de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque,
obrante en los folios sesenta y dos a sesenta y siete del cuaderno acompañado, que
revocó la sentencia emitid^ípor el señor Juéz del Sexto Juzgado Penal Unipersonal
de Chiclayo, que condenó a doña Jalli Jannan Vlllarreal López como autora del
delito de apropiación ilícita, en agravio de la empresa Rinti Sociedad Anónima y
reformándola, la absolvió de los cargos formulados en su contra.
2 . Fundam entos de la casación

La recurrente solicita que la Instancia Suprema cjeclarc nula la sentencia de vista


cuestionada y en sede de instancia proceda a condenar a la procesada como autora

®®®
389
VÍCTOR JíM M V ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PA RIE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

dei delito imputa4o y se establezca doctrina jurisprudencial al respecto; sustentando


su planteamiento'en las siguientes consideraciones;
2.1» La decisión ^fectuó una errónea interpretación de la norma penal contenida en
el artículo ciento noventa del Código Penal que regula el delito de apropiación ilícita.
2.2. Que la reacción penal debe ser la sanción de aquellos comportamientos ;n ;v

tendientes a menoscabar intereses jurídicos protegidos, como el caso concreto en


que el agente aprovechándose de la condición especial conferida por una persona
determinada se aprovecha de la misma, luego de realizar cobros en su nombre, no
colocando o entregando el bien fungible dentro de la esfera de disponibilidad del
titular, apropiándose de lo cobrado.
2.3. Los argumentos esbozados en la sentencia de vista cuestionada contradicen los
desarrollos dogmáticos efectuados respecto a la configuración del delito de apropia­
ción ilícita, por lo que se debe establecer un criterio en salvaguarda de los derechos
de los justiciables y del irrestricto derecho de propiedad, de aquel que, si bien no
entrega materialmente la cosa, es el que concede la condición especial al agente,
2.4. La imputación criminal referida, a la apropiación por parte de la procesada de
la suma de quince mil setenta y un nuevos soles con nueve céntimos producto del
cobro a varios clientes de la empresa agraviada que no fueron reportados, configura
el delito de apropiación ilícita por cuanto la encausada haciendo uso de las facultades
o condición especial conferida, recibió dinero, firmando las respectivas facturas,
y no obstante que la citada entrega de dinero generaba la obligación de darle un
destino final a los bienes fungibles, dispuso de los mismos, cuando su condición
no le permitía tal conducta,
2.5. No resulta adecuado afirmar que el sujeto pasivo del delito sea siempre la
persona que entrega el bien mueble ya que en muchas ocasiones dicho acto no se
condice con el nacimiento de la condición especial en el agente, la misma que es
conferida por el sujeto como titular del derecho' de propiedad afectado, con el acto
de apoderamiento perpetrado.
2.6. Finalmente sostiene que: “[L]os magistrados de la Sala Penal indican que cuando
los clientes cancelaron el dinero, no lo hicieron con la intención de que la imputada
entregara el dinero a su principal, porque para ellos se efectuó a la empresa misma,
por lo que no habría apropiación ilícita, debido a que los entregantes del dinero
lo hicieron a la empresa, ello determinaría, en todo caso, que la transferencia de
dinero efectuada a la imputada fue realmente realizada a la empresa misma, lo que,
en un supuesto negado (ya aceptando la incorrecta tesis propuesta por el tribunal
superior) supondría un acto, sino de apoderamiento, de sustracción del dinero por
parte de la imputada, asumiendo la ficción jurídica que el dinero ya se encontraba

90«
390
JURISPRUDENCIA

en disponibilidad de la empresa (en atención al estado de dependencia de la em-


pleada y confórme lo plantea la Sala Penal de Apelaciones), por lo que el acto de
apoderamiento del^dinero por parte de la imputada importaría (también por ficción
jurídica) un acto de sustracción, configurando, por inferencia de dichas afirmacio­
nes de la Sala Penal, el delito de hurto; lo que implicaría (para no dejar impune
el hecho) que en todo caso se debió proceder conforme a las facultades conferidas
por el inciso uno del artículo cuatrocientos veinticuatro del Código Procesal Penal
en concordancia con. el contenido del inciso uno del artículo trescientos setenta y
cuatro del mismo texto adjetivo y haber sugerido una nueva calificación jurídica,
para poder aplicar la excepción contenida en el inciso dos del artículo trescientos
noventa y siete del ya acotado Código Procesal, ya que el no hacerlo viene generando
impunidad e indefensión” (sic).
3o Iter procesal ,
3.1. El recurso de casación fue calificado por el Colegiado Supremo mediante
resolución de veinticinco de noviembre del dos mil once (folios trece a quince
del cuaderno de casación), declarándose bien concedido el recurso por la causa de
errónea interpretación de la norma penal, a fin de establecer doctrinajurisprudencial
respecto a si para subsumir o no una conducta dentro de los alcances del delito
previsto en el artículo ciento noventa del Código Penal, se ha de tener en cuenta
el aspecto objetivo del delito de apropiación ilícita, la relación existente entre su­
jeto activo, sujeto pasivo y justo título —condición cualificante del agente— y su
aplicación al caso en concreto.
3.2. Cumpliéndose con lo estipulado por el artículo cuatrocientos treinta y uno del
Código Procesal Penal, se llevó a cabo la audiencia de casación escuchándose los
alegatos de la Fiscalía Suprema en lo Penal; deliberada la causa en sesión secreta y
producida la votación, corresponde dictar resolución de fondo, que se leerá el día
catorce de noviembre dél dos mil doce.

CONSIDERANDO
PriiBero. Sustento nominativo
l.L El numeral tres del artÍQUlo cualToclxJñtos veintinueve del Código Procesal Penal
establece como causa para interponer el recurso de casación cuando la sentencia
importa una errónea interpretación de la ley penal.
1,2, El inciso cuatro del artículo cuatrocientos veintisiete del Código Procesal
Penal estipula que la Corte Suprema discrecionalmente establecerá doctrina
jurisprudencial. ...... ^

®@#
391
VÍCTOR JíMM Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

1.3. El artículo cuatrocientos treinta y tres del citado Código regula el contenido
de la sentencia de casación y sus efectos.
1.4. El primer/párrafo del artículo ciento noventa del Código Penal sanciona la
conducta del que, en su provecho o de un tercero, se apropia indebidamente de un
bien mueble, una suma de dinero o un valor que ha recibido en depósito, comi­
sión, administración u otro título semejante que produzca obligación de entregar,
devolver, o hacer un uso determinado.
1.5* La Ejecutoria Suprema recaída en el recurso de nulidad número mil doscientos
noventa y seis guión dos mil diez, Lambayeque, tramitó el delito de apropiación
ilícita teniendo como factum que los trabajadores de un grifo se apropiaron Ilícita­
mente de los ingresos de las ventas diarias de combustible no reportado,
1,6. La Ejecutoria-Suprerna recaída en el recurso de queja número veinte guión,
dos mil ocho guión Lima de veintitrés de marzo del dos mil nueve vinculada con
Ejecutoria Suprema expedida en el recurso de nulidad número mil cuarenta y nueve
guión dos mil ocho de diez de marzo del dos mil nueve, estableció la configuración
del tipo de apropiación ilícita por la indebida apropiación efectuada por el encausado
de libros contables de la empresa agraviada.
Segundo. Síntesis ác\ factum
Se aprecia del requerimiento fiscal obrante en los folios uno a nueve que se imputa
a la encausada doña Jalli Jannan Villareal López que, en su condición de empleada
de la empresa agraviada, Rinti S.A. —vendedora de productos alimenticios para
caninos y felinos— se apropió indebidamente del dinero que cobró a clientes de esta
empresa, ascendente a quince mil setenta y un nuevos soles con mueve céntimos
(S/ 15, 071.09). Así, la imputada entregó a clientes de la empresa comprobantes
de pago en señal de acuse de recibo del dinero por los productos vendidos sujetos
a crédito, pero una vez efectuado el pago por estos a ella, no lo entregó las arcas de
la referida empresa.
Tercero. Del pronuBciamieuto d eltíb u n al de apelación
3.1. La sentencia cuestionada señala como fundamento para revocar la decisión de
primera instancia que:

El delito de apropiación ilícita es un delito especial propio que comete


el ciudadano que, habiendo recibido un bien mueble, como uno suma
de dinero, nó lo devuelve, entrega á otro o usa de la manera convenida
a través de un contrato, por ejemplo de comisión, administración o
depósito; haciéndolo suyo, eíi perjuicio de la persona que se lo entregó;
quien generalmente es su propietario y én ocasiones quien tiene un
derecho de crédito sobre dicho bien [...]
® ®

392
J u r is p r u d e n c ia

En el presente caso, según el Ministerio Público, ia sentenciada en su


condición dé dependiente de la empresa agraviada recibió de los clientes
de este sumas de dinero en pago por las mercancías vendidas; dinero
que no curnplió con entregar a su principal o empleadora; es decir, a la
empresa agraviada; por tanto, queda claro que el dinero fue entregado
en propiedad a la empresa agraviada, a través de su empleada, la sen­
tenciada, sin que se advierta en dicho acto una obligación, a cargo de
esta, de hacer un uso determinado con dicho dinero, menos entregarlo
a otro, pero menos aún de devolverlos a sus otorgantes.

Continúa el sustento de la sentencia argumentando que:

Se sobreentiende que si la sentenciada fue una dependiente de la em­


presa agraviada, cuando los clientes de esta cancelaron sus .deudas no lo
hicieron con la intención que aquella entregara el dinero a su principal,
porque para ellos la cancelación se efectuó a la empresa misma, a tra­
vés de la sentenciada; en consecuencia, respecto a ellos no se produjo
ningún abuso de confianza ni perjuicio patrimonial; siéndoles ajena la
diferencia surgida entre la empresa agraviada y su dependiente, la sen­
tenciada; por tanto, no reconociéndose en la actuación de esta, producto
de la entrega del dinero, una obligación impuesta, por su relación con
los clientes de la empresa agraviada, de entregar a otro, hacer un uso
determinado o devolver dicho dinero; la acción imputada es atípica del
delito de apropiación.
Debe quedar claro entonces, contrariamente a lo postulado por el
Ministerio Público, que la condición de sujeto pasivo en el delito de
apropiación ilícita no se da en función de la persona a quien el sujeto
activo se obliga a entregar un bien, sino en referencia a la persona que
entrega dicho bien en posesión temporal, siempre que del título o con­
trato celebrado surja la obligación de entregarlo a otro.

Cuarto. Precisiones dogmáticas sobre la apropiación ilícita indebida


4.1. El primer predicado rector que define este tránsito de lo lícito ajo ilícitq es la
“apropiación”, entendida esta como la incorporación a la esfera propia del patri­
monio de aquello que fue recibido meramente a título posesorioh

1 M o lins R a ic h , Marc, “Consideraciones acerca dél delito de apropiación indebida”, en


Economist &Jurist ,yo\. 14, n° 105, 2006, p. 68.

® ® ©
393
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

4«2, El legislador identifica una serie de supuestos (aquellos en los que el sujeto ha
llegado a la previa posesión de la cosa por un medio que no constituye infracción
penal y que coincide con la recepción de la cosa merced a un título que produce la
obligación de devolverla o entregarla) que resultan más graves que los anteriores,
al implicar la vulneración, como consecuencia de la conducta apropiatoria, de una
obligación de custodia y aplicación a un fin, que imprime a la dinámica comisiva
una especial naturaleza fraudulenta: en ellos el autor se aprovecha de que tiene la
posesión de la cosa, orientada al cumplimiento de esas obligaciones, para apropiarse
de ella^.
4 3 . Lo que caracteriza a la posesión que da lugar a la apropiación indebida es
que el sujeto tiene la cosa con conciencia de que aun siendo ajena, le corresponde
alguna facultad sobre ella, siquiera sea delegada por otro (posesión por otro), con
el que tiene un vínculo jurídico, como ocurre con el mandatario, el administrador,
el representante legal entre otros^.
Quinto. Criterio doctrinal respecto a la coníiguradóu del delito de apropiadéu
ilícita desde la perspectiva del bien Jurídico propiedad
5.1. Al respecto cabe indicar que en la dinámica del delito de apropiación ilícita
hay que distinguir dos momentos, uno consistente en la transmisión legítima de la
posesión de la cosa con título que produzca la obligación de entregarla o devolverla,
y otro de apropiación antijurídica por parte del poseedor legítimo, acaeciendo la
infracción penal en este segundo momento. Es decir, que lo que se sanciona en el
delito de apropiación ilícita en principio, es la transmutación que efectúa el sujeto
activo de una posesión legítima al ejercicio de facultades inherentes a la propiedad
del bien.
5.2. Por ello, existe en la conducta ilícita el incumplimiento de una obligación fu­
tura nacida de una relación legal o contractual. Este delito requiere necesariamente
la preexistencia del poder de custodia sobre un bien por un título que produzca la
obligación de entregar, devolver o hacer un uso determinado.
5 3 . Lo que fundamenta la mayor gravedad de la apropiación indebida es la rup­
tura de una obligación jurídica de devolución o entrega del objeto^. La conducta

2 SiMONS Vallejo, Rafael, “Sobre el contenido injusto de ios delitos de apropiación


indebida (reflexiones a propósito de los arts. 252 y siguientes del Código Penal español)”,
Qn Revista Penal, nC 15, Huelva: 2005, p. 150. Recuperado de: < https://bit.ly/2YPjMk8>.
3 G onzález Rus, J.J., Delitos contra el patrimonio, citado por P eña C abrera F reyre,
Alonso Raúl, Derecho penal, parfp especial, x. ii, 32 reimp,, Lima, 2011, p. 286.
4 PÉREZ M anzano, Mercedes, “Las defraudaciones (II). Apropiación indebida y
defraudaciones del fluido eléctrico y análogas” en Compendio de derechopenal, parte especial,

» ®«
394
I J u r is p r u d e n c ia

típica descrita tiene como significado el disponer de la cosa como si fuera propia
de manera que ello iiOplica incumplimiento definitivo de la obligación de entrega
o devolución^ j ■
5»4. La existencia de una relación entre el autor y el objeto material del delito
determina su connotación especial^ en tanto solo puede ser sujeto activo aquel que
ostente la relación jurídica exigida por el tipo penal^, esto es haber recibido el objeto
de manera lícita en depósito, comisión, administración u otro título semejante que
produzca obligación de entregar, devolver o hacer un uso determinado con el mismo.
5.5. La conducta esencial que debe desarrollar el agente está constituida por la apro-
piación, es decir, por el apoderamiento o adjudicación a su favor de un bien mueble
que no le pertenece legalmente. Eso implica que el agente en forma ilegal, ilícita o
indebida coloca dentro de la esfera de su patrimonio —^bajo su dominio— un bien
mueble que sabe perfectamente que es ajeno, dado que le pertenece a otro, en su
forma clásica, ese otro es quien, por título lícito, le confió el bien por un tiempo y
con un fin determinado.
5.6. La obligación de entregar debe cumplirse respecto a una tercera persona, es
decir, distinta al sujeto de quien se recibió el bien mueble^. Con la apropiación
ilícita se lesiona el derecho de propiedad que permite al propietario usar, disfrutar
o disponer de sus bienes, dinero o valores^
5.7. Víctima o sujeto del delito de apropiación ilícita será cualquier persona natural
o jurídica con la única condición de ser la propietaria del bien mueble, dinero o
valor entregado por título legítimo al agente, para después ser devuelto o entregado
a una tercera persona o hacer un uso determinado del bien^.
Sexto. Criterio docírifial respecto a la coíifiguradón del delito de apropiación
ilícita desde la perspectiva del bien Jnrídlco patrinaonio
Frente al criterio doctrinal anterior se halla un segundo grupo de especialistas,
ciertamente minoritario, que consideran ^que el delito de apropiación indebida no
solamente castiga los actos de expolio o de expropiación en estado puro, caracteri-

voi. II, Bajo Fernández, J^iguel (eoord.), Madrid: Ed. Centro de estudios Ramón Ateces
S.A., 1998, p. 478.
5 3¿d, p. 481.
6 p. 484,
7 Salinas Siccha , Ramiro, Derecho penal. Parte especial^ vol. o, 4,^ ed„ Lima: Ed. Grijley,
2010, p. 1020.
8 Ibid.y p. 1022. f
9 Ibid., p. 1024.

® ®

395
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

zados por la privación definitiva de la propiedad, sino que el bien jurídico protegido
por este delito tainbién incluye determinadas lesiones del patrimonio de modo que
ño solamente es la propiedad lo que se protege sino también el derecho de los acree­
dores a ver satisfecho su crédito de modo que las deslealtades o irregularidades más
graves del acreedor, unidos a su insolvencia, colmarán el plus de desvalor material
que justifican la tipificación y la sanción de tales conductas. ;?i

Séptimo. Antecedente doctrinal


7.L En esencia, la distinción entre la postura en pro de la propiedad y la postura
en favor del patrimonio radica en que, mientras que en la primera solamente se
consideran típicas las conductas que cristalicen en una apropiación definitiva por
la integración del bien en la esfera de dominio del sujeto activo, en la segunda,
esto es, en la postura que defiende la tipicidad de determinadas fonnas de lesión
del patrimonio se considera que el referido precepto contempla dos infraccwnes
penales de distinta naturaleza: las que atentan directamente contra la noción de
propiedad y las que eventualmente puedan atentar contra el patrimonio crimina-
lizando determinadas lesiones del derecho de crédito que por sus circunstancias
puedan considerarse especialmente reprochables'''.
7.2, Con el Código de Procedimientos Penales y el Decreto Legislativo N.° ciento
veinticuatro, las causas por delito de apropiación ilícita se tramitaban como procesos
sumarios, de modo que no eran conocidas de manera común por la Suprema Corte.
No obstante, la Corte Suprema se ha pronunciado, así, en la Ejecutoria recaída
en el recurso de nulidad número mil doscientos, noventa y seis guión dos, mil seis,
Lambayeque, de dieciocho de abril del dos mil once, ya referida, no obstante, no
existir pronunciamiento de fondo, no se cuestiona que los griferos que se apoderan
del dinero recibido por pago de combustible desplegaran conducta de apropiación,
en agravio del Grupo Empresarial propietario del grifo.

Octavo. Adopción de postura jurisprudencial


8.1, Es claro que cuando una persona entrega a otra un bien mueble con un encargo
específico, y este último queda en calidad de depositario (en custodia legítima del
bien), lo expolia y lo agrega o su dominio patrimonial, la víctima o sujeto pasivo
resulta siéridb qineh éntíégó la cosa. , v-?
8.2, Cuando la cosa mueble se entrega en pago al autorizado de facto o formalmente
(con conocimiento del acreedor conforme a las reglas del Código Civil), el que
paga se desliga del bien entregado y este se incorpora a la esfera del patrimonio (en

10 M olins Raich , Marc, ob. cit.

o # d

396
I J u r is p r u d e n c ia

propiedad) dei antes acreedor, en cuyo nombre el agente cobrador o recaudador


lo recibió. '
8 3 . Es preciso disfinguir entre el cajero que opera en la sede o domicilio del acree­
dor, del recaudador que cobra en el domicilio del deudor o recibe en su propio y
particular domicilio el bien en pago total o parcial del crédito.
8.4. En los dos últimos casos, no es factible asumir que el recaudador sustrae los
bienes recibidos para apropiárselos —lo que es característico del hurto—, sino
que, simplemente decide quedárselos para sí, incumpliendo el deber de entrega al
propietario, cuya confianza defrauda.
8 3 . A mayor abundamiento, el legislador nacional ha previsto el delito de apro­
piación ilícita irregular en el artículo ciento noventa y dos del Código Penal, que
sanciona a quien se apropia de un bieri perdido, de un tesoro, o de un bien ajeno
en cuya tenencia entró el agente por error, caso fortuito u otra causa independiente
de su voluntad. Siguiendo la línea de la regla jurídica interpretativa W maiorís ad
minus ”, si quien se apropia de un bien que carece de dueño, merece sanción penal
por delito de apropiación indebida irregular, con mayor motivo, tiene que serlo
quien se apropia de bienes ajenos que pertenecen a dueño cierto,
8.6. No hay por tanto en el asunto subjudice^ ni vacío legal ni posibilidad de apli­
cación del tipo de hurto, en cuyo caso extraordinario, tampoco cabría —como lo
señala el Ministerio Público en el presente proceso penal'— una absolución; ocurre
que el tipo de apropiación indebida o ilícita, comprende como agraviado, en prin­
cipio, al dueño de la cosa apropiada, cuando este íliera quien entrega, al acreedor
insatisfecho, en cuyo nombre el sujeto activo no recibe el bien, en los casos de
recibo de pago total o parcial, situación que la doctrina jurisprudencial de la Corte
Suprema de Justicia del Perú ha adoptado.
8.7. Es probable que en determinados casos concurra alguna falsedad o falsificación
con la conducta apropiatoria, hecho que se debe evaluar como corresponde.
8.8. No es posible para este Colegiado Supremo definir el fondo de la materia,
dado que no se cuenta con los actuados del proceso, de modo que corresponde
reenviar al Organo Jurisdiccional llamado por ley, para que efectúe el juicio de
■■ ^

apelación, definiendo si se produjo o no una apropiación lícita considerando suá


particularidades y efectos.

DECISIÓN
Por todo ello, administrando justicia a nombre del Pueblo, los integrantes de la Sala
Penal Permanente de la Corte Suprema de Justiciaíde la República á CORDAMOSs

®0 ®
397
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

L DECLARAR FUNDADO el recurso de casación interpuesto por la señora


fiscal de la Tercera Fiscalía Superior Penal de Lambayeque, en consecuencia
NULA la sentencia de vista de veintitrés de agosto del dos mil once emitida
por la Priméra Sala Superior Penal de Apelaciones de la Corte Superior de
Justicia de Lambayeque, obrante en los folios sesenta y dos a sesenta y siete del
#■
cuaderno acompañado, que revocó la sentencia emitida por el Juez del Sexto
Juzgado Pená Unipersonal de Chiclayo que condenó a doña Jalli Jannan
Villarreal López como autora del delito de apropiación ilícita, en agravio de
la empresa Rinti Sociedad Anónima y reformándola, la absolvió de los cargos
formulados en su contra.
IL DISPONER: que se devuelva el proceso al Organo Jurisdiccional de origen,
y se lleve a cabo el juicio de apelación conforme a ley.
IIL MANDAR: que: la Sala Penal de Apelaciones .d^ la Corte Superior de J iisticia
de Lambayeque y las demás Cortes Superiores de los Distritos Judiciales en
los que se encuentra en vigencia el Código Procesal Penal, consideren como
doctrina jurisprudencial vinculante lo señalado en los acápites 8.1 a 8.6 del
considerando octavo de la presente Ejecutoria Suprema, de conformidad con
el inciso cuatro del artículo cuatrocientos veintisiete del Código Procesal Penal.
VI. ORDENAR la transcripción de la presente Ejecutoria a las Cortes Superiores
en las que rige el Código Procesal Penal para su conocimiento y fines, y se
publique en el diario oficial “El Peruano”. Interviene el señor juez supremo
Santa María Morillo por el periodo vacacional del señor juez supremo Villa
Stein.
s. s.
RODRÍGUEZ TINEO / PARIONA PASTRANA / SALAS ARENAS/ NEYRA FLORES/ SANTA
MARÍA MORILLO

#9
398
JURISPRUDENCIA

E . No No^ 3396-2010 Arequipas AjOLálisis de la figura del depositario eu


el d elito de ápropiadou Ilícita j peculado por exteusiéu

C O R T E S U P R E M A D E JU S T IC IA D E L A R E P Ú B L IC A

. SALA P E N A L P E R M A N E N T E
Ro No No^^ 3396-2010
A R E Q U IP A

Lima, veintiuno de febrero del dos mil doce


VISTOS? el recurso de nulidad interpuesto por la defensa técnica de Héctor Pie­
dra Muñoz contra la sentencia de fojas mil quinientos cincuenta y tres, de fecha
veinticuatro de agosto del dos mil diez, que lo condenó como autor por el delito
contra la administración publica —^peculado por extensión en agravio del Esta­
do— Primer Juzgado de Paz Letrado de Arequipa, a tres años de pena privativa de
libertad suspendida en su ejecución por el mismo plazo bajo determinadas reglas
de conducta; interviene como ponente el señor juez supremo Neyra Flores, con lo
expuesto por el señor fiscal supremo en lo penal; y

C O N S ID E R A N D O

Primero. Que la defensa técnica del encausado Héctor Piedra Muñoz, fundamenta
su recurso de nulidad a fojas mil setenta y siete, alegando lo siguiente: i) Que no
es cierto que haya celebrado una transacción judicial con el representante de la
empresa "Alemán”, mediante el cual asume la deuda de la empresa "Expreso Sud
Americano”; además, no se hizo nombrar depositario judicial del vehículo embar­
gado; esto a razón de que no es trabajador de la empresa deudora; ii) es falso que
se le haya entregado el vehículo embargado en la puerta del Juzgado y que fuera
instruido en sus obligaciones como depositario judicial, porque no existe documento
que acredite dicha aseveración; que es falso que haya sido requerido para entregar
el ómnibus, porque en autos no obra ninguna certificación que acredite haber sido
notificado en forma personal en su domicilio rea!; in) concluye que los fundamentos
del señor fiscal y procurador público están dirigidos al delito comprendido en el
artículo trescientos noventa y uno del Código Penal, es decir rehusarse a la entrega
de un bien; sin embargo se le ha condenado por el delito de peculado por extensión,
conducta que no se configura en el presente caso; por lo que, solicita se declare la
nulidad de la sentencia, por no encontrarse arreglada a ley.

^ ® ®

399
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PA RIE ESPECIAL / LOS DELTTOS CONTRA EL PATRIMONIO

Segundo. Que,, de la descripción táctica de la acusación fiscal a fojas doscientos


diecisiete, se sostiene que el representante de la empresa grifo “Alemán” Interpuso
demanda de obligación de dar suma de dinero contra la empresa “Expreso Sud
Americano” p¿r la suma de cinco mil quinientos nuevos soles, proceso que se
tramitó ante el Primer Juzgado de Paz Letrado de Arequipa, procediendo dicho
Juzgado a pedido de parte, a disponer el embargó sobre el ómnibus de placa de
rodaje ULocho mil cuarenta y siete de propiedad de la empresa demandada, el
mismo que fiie internado en el depósito oficial de vehículos el día veinticinco de
julio de mil novecientos noventa y ocho. En estas circunstancias, se hizo presente
el encausado Piedra Muñoz, quien afirmó ser apoderado de la empresa “Expreso
Sud Americano” y logró convencer al representante de la empresa grifo “Alemán”
para que celebraran una transacción judicial mediante la cual reconoció la deuda
y el compromiso de cancelarla, fraccionando un calendario de pago y variando la
medida cautelar, haciéndose nombrar depositario judicial del vehículo embarga­
do, por ante el Primer Juzgado de Paz Letrado mediante acta de entrega de fecha
veinticuatro de julio de mil novecientos noventa y ocho, donde fue instruido de­
bidamente sobre sus obligaciones en su condición de Organo de Auxilio Judicial,
Posteriormente, este se mostró renuente a entregar el vehículo, pues aun cuando
fue notificado y requerido con las formalidades de ley en el mes de septiembre del
dos mil uno, bajo apercibimiento de ser denunciado penalmente, sostuvo hacerlo
entregado a la empresa “Expreso Sud Americano” y agregó que la transacción en la
que había intervenido carecía de validez, pues jamás fue apoderado de la referida
empresa, habiendo actuado en connivencia con los gerentes de esta.
Tercero. Que antes de entrar a analizar las pruebas actuadas en el presente caso,
es necesario indicar si el comportamiento del imputado se encuadra en el delito
contra la administración pública-peculado por extensión o en el delito contra el
patrimonio-apropiacióri ilícita en su forma agravada, ya que, ambos tipos penales,
regulan la conducta del encausado en su condición de depositario; siendo necesario
por tanto realizar algunas precisiones:
i) El delito contra la administración pública-peculado por extensión, se encuentra
regulado en el artículo trescientos noventa y dos el Código Penal, que esta­
blece: “están sujetos a lo prescrito en los artículos trescientos ochenta y siete
a trescientos noventa y nueve, los que administran o custodian dinero perte­
necientes a las éntidades de beneficencia o similares, los ejecutores coactivos,
administradores o depositarios de dinero o bienes embargados o depositados
por autoridad competente aunque pertenezcan a particular, así como todas
las personas o representantes legales de personas jurídicas que administren o
custodien dinero o bienes destinados a fines asistenciales o programas de apoyo
social”, siendo así, esta figura penal comprende por tanto, qué particulares
o#Q
400
I J u r is p r u d e n c ia

(como en el presente caso), se vinculan en forma circunstancial y temporal con


la administración pública; es de indicar, además que el precedente vinculante
establecido eri el considerando quinto de la Ejecutoria Suprema número dos
mil doscientoís doce-cero cuatro de fecha trece de enero del dos mil cinco, dejó
sentado que en el denominado delito depeculadopor extensión opeculado impro-
pio^ sus verbos rectores alternativos de comportamiento típico son apropiarse
y utilizar por cuanto existe apropiación cuando el sujeto activo realiza actos
de disposición personal a los caudales o efectos de propiedad del Estado y que el
agente posee en razón de su cargo para su correcta y diligente administración
o custodia; y utilizar es servirse del bien (entiéndase caudal o efecto) como
ejercicio de una ilícita “propiedad” sobre el mismo y que excluye de ella al
Estado; al sujeto activo, además de exigirle que cuente con la condición de
funcionario o servidor público, se exige que cuente también con una relación
funcional ineludible con los efectos y caudales del Estado objeto del delito.
ii) Por otro lado, el delito de apropiación ilícita en su forma agravada, regulado
en el inciso dos del artículo ciento noventa del Código Penal, se refiere a que:
“Si el agente obra en calidad de curador, tutor, albacea, síndico, depositario
judicial o en el ejercicio de una profesión o industria para la cual tenga título o
autorización oficial[.J'\ es de indicar que en este caso el “depositario judicial”
se trata de una persona, que inscrita en el listado respectivo, se constituye en
guardador de bienes muebles, que son incautados y/o embargados en el marco
de un proceso judicial, son por tanto nombrados por el juez de la causa. Que el
“depositario judicial” ha de cumplir su actuación, en el ámbito de las medidas
cautelares que se tramitan, dentro o fuera de un proceso, de forma específica,
siendo en esta clase de delito el verbo rector la apropiación de forma definitiva
del bien o cuando hace uso determinado de aquel; estado consumativo que
ha de condecirse con ciertos actos de disposición que afecte el bien, que haya
advertir ya la intención de ejercer un nuevo dominio sobre la cosa.
CuaftOo Que estando a lo expuesto, es de indicar que se debe tener en cuenta para
esta clase de casos, donde se genera cierto nivel de dificultad para la interpretación
jurídico-penal de las normas en cuestión, ya que, la mención “depositario” —con­
dición imputada al encausado— se encuentra tanto prevista en el segundo párrafo
del artículo dentó noventa del Código Penal, referido al delito de apropiación, ilícita,
como en el artículo trescientos noventay dos del Código acotado respecto al delito de
peculado por extensión, que también hace referencia a la apropiación en condición
de depositario. Por ende, al apreciarse en este caso un conflicto de aplicación de
leyes penales, que pone en discusión la situación jurídica del recurrente —en cuanto
a lá condena y pena a imponerse—, se considera que debe de aplicarse la norma
más favorable a este, conforme lo prevé el inciso once del artículo ciento treinta y

401
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

nueve de la Constitución Política del Perú, que concuerda con el artículo seis del
Código Penal, qde establece: “la aplicación de la ley más favorable al procesado en
caso de duda o de conflicto entre leyes penales —como es el presente caso— por
tanto, este Supremo Tribunal considera que si bien la imputación táctica efectuada
por el señor fiscal contra el encausado Héctor Piedra Muñoz, se enmarca en estos
dos dispositivos legales antes mencionados; sin embargo, es de considerarse que al
existir una dualidad de preceptos legales aplicables al caso concreto, corresponde
aplicar la más favorable, que viene a ser el tipo penal contra el patrimonio en su
modalidad de apropiación ilícita en forma agravada —regulada en el segundo pá­
rrafo del artículo ciento noventa del Código Penal—; porque resulta beneficioso
en cuanto a las penas previstas.
Quinto* Que, en cuanto a la desvinculación realizada por este Colegiado Supremo, es
de indicar que esta se encuentra regulada en el artículo doscientos ochenta y cinco-A
del Código de Procedimientos Penales —sentencia y acusación, modificatoria de la
acusación fiscal— y lo establecido en el Acuerdo Plenario número cuatro-dos mil
siete/CJ-ciento dieciséis, en el tercer párrafo del punto número nueve y once, en la
que sostiene: “Como se sabe, el objeto del proceso penal —eje de esa institución
procesal y que, en puridad, conforma al juez— y de contradicción referido a la
.-;ÍCír.--
actuación de las partes. EUo no quiere decir, desde lu ^ o, que las demás partes no
incidan en la determinación o ámbito de la sentencia del Tribunal —o que esta solo
debe pronunciarse acerca de los aspectos fijados por la acusación^—. El principio
de exhaustividad a su vez impone la obligación al juez de pronunciarse sobre los
alcances más relevantes de los hechos, de las pruebas y de las pretensiones de las
demás partes procesales o de la resistencia hecha valer por el acusado —que es lo
que se denomina, propiamente, el objeto del debate—. Entonces, el hecho punible
se delimita en el juicio oral por el fiscal o acusador, mientras que el acusado y las
demás partes —civiles en este caso—; si bien no pueden alterar el objeto del proceso,
sí pueden ampliar el objeto del debate. En segundo lugar, también se ha de tomar
en cuenta las peticiones de las partes debidamente formuladas, de modo tal que el
Tribunal ha de concretar su cognición a los términos del debate”; y, “La tipificación
del hecho punible —el título de imputación— también puede ser alterada de oficio
en alguna medida, ya sea porque exista un error en la subsunción normativa según la
propuesta de la Fiscalía o'^porque concurra al hecho úna círcüñstancia modificativa
específica no comprendida en la acusación, casos en los que resulta imprescindible
cambiar el título de condena”; y, “En ambos casos el referido artículo doscientos
ochenta y cinco-A del Código de Procedimientos Penales exige que el Tribunal
lo indique a las partes, específicamente al acusado —que es lo que se denomina
(plantear la tesis de desvinculación)— -

402
S- JURISPRUDENCIA

Sexto. Aunado a ello, es de señalar que la defensa técnica del encausado, presentó
en el decurso del prdceso, esta circunstancia de desvinculación, conforme se observa
de su escrito de foj^ quinientos cincuenta y siete ^—que en el tercer fundamento,
sostiene que la falta de apropiación del bien recibido y falta de utilización del mis-
mo, como propio de parte de su patrocinado, hace inexistente el delito de peculado
por extensión objeto de la acusación lo que evidencia porque su defendido no se
ha beneficiado y nunca actuó como si fuera el dueño como lo requiere el artículo
ciento noventa del Código Penal [...] (sic); así como en su punto número III, no
procede delito de peculado por extensión, al no haber una resolución expresa pro­
nunciada por autoridad competente, o sea el juez civil nombrando depositario a
mi patrocinado [...] requisito fundamental para la existencia del delito, ya que en
el caso de autos, la designación como órgano de auxilio judicial de mi patrocinado
es atípico (sic)— situación por la cual, este Supremo Tribunal considera que de
Conformidad con la Norma Procesal y Precedente Vinculante enunciado, la con­
ducta del procesado debe adecuarse al delito contra el patrimonio en su modalidad
de apropiación ilícita agravada, regulado en el segundo párrafo del artículo ciento
noventa del Código Penal, por ser más favorable al reo,
SetimOo Por último, si bien en este caso se ha establecido que la conducta del encau­
sado encuadra en el delito de apropiación ilícita en su forma agravada regulado en el
segundo párrafo del artículo ciento noventa del Código Penal, desde la fecha de los
hechos imputados (septiembre del dos mil uno) a la actualidad han trascurrido once
años y cinco meses y siendo que este ilícito penal, sanciona con una pena privativa
de libertad no menor de tres ni mayor de seis años^ por ello, de conformidad con el
artículo ochenta en concordancia con el último párrafo del artículo ochenta y tres
del Código Penal, el plazo extraordinario de prescripción de la acción penal sería a
los nueve años, tiempo máximo que tiene el Estado para que a través de su potestad
punitiva satisfaga intereses de política criminal, orientados a lograr la paz social y al
reconocimiento de la plena vigencia de los derechos fundamentales del imputado;
I. por tanto, con la acción penal extraordinaria, el delito ha prescrito en exceso.
i Octavo. Que, conforme al artículo trescientos uno-A del Código de Procedimientos
II
Penales —incorporado por el artículo dos del Decreto Legislátivo ñúmOT nove­
cientos cincuenta y nueve tde fecha diecisiete, de isgosto del dos mil cuatro— lo
anotado en el cuarto considerando de la presente resolución Suprema —referido
a la aplicación de la ley más favorable al procesado en caso de conflicto entre leyes
penales— constituye precedente vinculante Normativo de cumplimiento obligatorio
por los órganos jurisdiccionales de la República del Perú.

# ® ®
VÍCTOR JiMiwnr ARBULÚ M a r t í n e z ] derecho penal. Pa rte e s p e c ia l / Los D e l it o s c o n t r a e l p a ír im o n io

DECISION
Por estos fíindaruentos: declararon
I. HABER MJLIDAD en la sentencia de fojas mil cincuenta y tres, de fecha
veinticuatro de agosto del dos mil diez, que lo condenó a Héctor Piedra Mu­
ñoz como ‘autor por el delito contra la administración pública —peculado
por extensión en agravio del Estado— Primer Juzgado de Paz Letrado de
Arequipa, a tres años de pena privativa de libertad suspendida en su plazo de
tres años bajo determinadas reglas de conducta; Reformándola establecieron
que los hechos imputados a Héctor Piedra Muñoz se encuentran tipificados
en el delito contra el patrimonio-apropiación ilícita agravada, previsto en el
segundo párrafo del artículo ciento noventa del Código Penal; y, estando al
tiempo trascurrido, declararon: PRESCRITA DE OFICIO la acción penal
contra Héctor Piedra Muñoz por el delito contra el patrimonio —apropiación
ilícita agravada en agravio del Estado— Primer Juzgado de Paz Letrado de
Arequipa; DISPUSIERON la anulación de los antecedentes policiales y judi­ :';V'
ciales que se hubieran generado, de conformidad con el Decreto Ley número
veinte mil quinientos setenta y nueve; MANDARON archivar definitivamente
el proceso;
II. DISPUSIERON: que lo anotado en el cuarto considerando de la presente
Ejecutoria Suprema constituye precedente vinculante normativo; MANDA­
RON que la presente resolución sea publicada en el diario oficial El Peruano
así como a través del portal o página web del Poder Judicial; y, los devolvieron.
Interviene la señora jueza suprema Villa Bonilla por impedimento del señor
juez supremo Salas Arenas
S.S.
VILLA STEIN / RODRÍGUEZ TINEO / PARIONA PASTRANA / NEYRA FLORES/ VILLA BO­
NILLA

.......■ - y.

®0 A
404
J u r is p r u d e n c ia

Extradiciéia' 28-2018 C allaoi E l principio de doble iacrisninaclon


para reaíizár la extradición de im im pntado por el delito de apropia­
ción Ilícita'

C O R T E S U P R E M A D E JU S T IC IA D E L A R E P Ú B L IC A

P R IM E R A SA LA P E N A L T R A N S IT O R IA
E X T R A D IC IÓ N N ,“ 28-2018
CALLAO

Lima, veinticinco de julio del dos mil dieciocho


YISTAs la solicitud de extradición pasiva solicitada por la República Popular de
China a las autoridades judiciales de la República del Perú del ciudadano Wu
Xiaoliang, en el proceso que se le sigue por el delito de apropiación indebida de"
fondos en agravio del Banco de Ningbo.
Intervino como ponente el señor Lecaros Cornejo.

C O N S ID E R A N D O

Primero, Que las autoridades judiciales de la República de China consideran que


el ciudadano chino Wu Xiaoliang ha violado las disposiciones del art. 272 de la Ley
Penal de la República Popular de China y puede ser sospechoso de presuntos delitos
de apropiación indebida de fondos de acuerdo a los arts, 6, 87 y 88 de la Ley Penal
también de la República de China y el art, 110 de la Ley de Procedimiento Penal;
siendo que los hechos objeto de imputación se circunscriben a que con fecha doce
de junio del dos mil dieciséis, Bank of Ningbo Co., Ltd. informó a la Oficina de
Seguridad Pública de Ningbo de la Provincia de Zhejiang que Wu Xiaoliang, el
director general adjunto (la persona realmente encargada) del departamento de notas
báncarias de la sucursal de Shenzhen del Banco de Ningbo, había aprovechado las
conveniencias de su cargo pára la apropiación indebida de los fondos del Banco de
Ningbo de un valor de 3,2 millones de yuanes RMB. Después de la comprobación
e inspección, con fecha cuatro de julio del dos mil dieciséis, la Oficina de Segunda^
Pública de Ningbo archivó el caso de sospechar que Wu Xiaoliang había realizado
la apropiación indebida de fondos. Después del archivo y las investigaciones del
caso, las autoridades de Seguridad Pública de Ningbo de Zhejiang han capturado
sucesivamente a los sospechosos Llao Weixi, Pang Zhongxuan y Zhao Xiaohui y han
enviado a los tres sospechosos a la Fiscalía Popular de Ningbo para la inspección y
procesamiento, mientras que Wu Xiaoliang y Chen Wanhong se han escapado al

©®©
405
VÍCTOR JIM MY ARBÜLÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

extranjero. Después de auditar las evidencias obtenidas por la Oficina de Seguridad


Pública de Ningbo, lía Fiscalía Popular de Ningbo considera que Wu Xiaoliang ha
aprovechado el cargó de trabajo para facilitar la apropiación indebida de los fondos
del banco con un v¿or enorme, y se niega a devolverlos.
Segundo. Mediante oficio de fecha diecisiete de octubre del dos mil diecisiete emiti­
do por el jefe de sección de requisitorias del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez
de la PNP del Perú, pone en conocimiento la situación del detenido chino Wu
Xiaoliang de treinta y siete años de edad, identificado con pasaporte N.° G35433399
quien fue intervenido a las veinte horas con cuarenta y ocho minutos en el control
de llegadas del aeropuerto en circunstancias que llegaba de La Habana-Cuba en la
aerolínea Avianca-vuelo N.® 959, detención que se dio en mérito a la disposición
vigente de la OCN-INTERPOL-BEIJING-CHÍNA en el Exp. N," 2016/61485
por el delito de apropiación ilícita de conformidad con el Inc. 2 del art. 261 del
Código Procesal Penal el Juzgado señaló fecha para la audiencia de control de la
detención y pronunciarse respecto a la legalidad de la detención y procedencia de
la medida de coerción personal que corresponde.
Tercero. La extradición pasiva es una institución de cooperación judicial interna­
cional por la que un Estado resuelve sobre la entrega de un individuo imputado o
condenado que se encuentra en su territorio, a las autoridades de otro Estado que
así se lo reclama para que sea juzgado en él o para que cumpla la condena que se le
impuso; que las condiciones exiglbles para la extradición pasiva son las siguientes: a)
que el delito se haya producido fuera de la jurisdicción del Estado requerido, b) que
el delito sea considerado como tal por ambos Estados, y c) que el hecho que motiva la
extradición no hubiese dado motivo para ser juzgado en el Estado requerido; que es
de precisar que en los procesos de extradición no se aplica el derecho penalmaterial,
no se decide acerca de la hipotética culpabilidad o inocencia del sujeto reclamado
ni se efectúa pronunciamiento condenatorio alguno, puesto que, en su seno, no se
ventila la existencia de la responsabilidad penal, sino, simplemente, el cumplimiento
de los requisitos y de las garantías prevista en las normas de extradición.
Cuarto. Se ha anexado la solicitud de extradición pasiva de fojas ciento veinticuatro
solicitando que tenga a bien conceder su asistencia dentro del marco del Tratado
entre la República del Perú yja República Popular China sobre Extradición, para
extraditar al prófugo Wu Xiaoliang de nacionalidad china y sospechoso criminal
de apropiación indebida de fondos, con el fin de que sé proceda la acusación pe­
nal de la Fiscalía China contra dicho prófugo de acuerdo con la ley; adjuntando
los siguientes documentos: a) Copia de carta de decisión para aprobar el arresto,
emitida por la Fiscalía Popular de Ningbo de la Provincia de Zhejiang. b) Copia
de la orden de arresto emitida por la oficina de séguridad pública de Ningbo.

« se
406
J urisprudencia

c) Notificación roja;de ÍNTERPOL N.®A-9110/10/2016 en la misma se consigna


los datos personales del reclamado.
o. Los elenqfentos de convicción, respecto a las imputaciones formuladas
contra el requerido Wu Xiaollang, son los siguientes:
i A fojas ciento treinta y ocho obra la transcripción del interrogatorio del sos-
pechoso Liao Weixi, quien refiere que: “Wu XiaoÜang, es quien falsificó la
lista de notas bancarias con el objeto de realizar el descuento bancario”.
ii, A fojas ciento cuarenta y dos obra la transcripción del interrogatorio del sos­
pechoso Pang Zhongxuan, quien refiere que: “Wu Xiaoliang, director general
adjunto del mismo departamento, le dio instrucciones a participar ilegalmente
en la operación de redescuento de las aceptaciones de cambio comercial”.
iii A fojas catorce se tiene el Inforrne de Identificación Forense 36 emitido
por el Instituto de Ciencia Forense de Ningbo que concluye: “La impresión
de “Sucursal de Shenzhen del Banco de Ningbo S.A.”, en JCLy JC2 que se
requiere la autenticación y en la YBI no son ni el mismo sello ni la misma im­
presión. La impresión del sello de “Lu Mingyu” en JCl y JC2 que se requiere
la autenticación y en la YBl no son ni el mismo sello ni la misma impresión.
La impresión del “sello especial para letra de cambio N.^" 313584003011 YB2
no son ni el mismo sello ni la misma impresión”. La impresión del sello de
“Li Yaqun” en JC3, JC4 y JC5 que se requiere la autenticación y en la YB2
no son ni el mismo sello ni la misma impresión”.
iv, A fojas setenta y uno obra el Informe de Identificación Forense N.^ 37 emitido
por el Instituto de Ciencia Forense de Ningbo que concluye: “La impresión de
“sucursal se Shanghai del Banco, de Nanjing S.A.”, en JCl que se requiere la
autenticación y en la YB1 no son ni el mismo sello ni la misma impresión. La
impresión de “sello de ChenXiaojiang” en JCl que se requiere la autenticación
y en la YBl no son ni el mismo sello ni la misma impresión. La impresión de
“sello especial de contratos de negocios de Instrumentos del Banco de Xiamen
S.A. (1)” en JC2, JC3, JC4 y JC5 que se requiere autenticación y en la YB2
no son ni el mismo sello ni la misma impresión. La impresión de “sello de Wu
Shiqun” en JC2, JC3, JC4 y JC5 que se requiere la autenticación y en la YB2
no son ni el mismo sflk) ni la misma impresión. La impresión de “Sucursal
de Nanjing del Banco de Nanjing S.A.” en JC6, JC7 y JC8 que se requiere
la autenticación y en la YB3 no son ni el mismo sello ni la misma impresión.
La impresión de “sello de Zhou Wenkai” en JC6, JC7 y JC8 que se requiere
la autenticación y en la YB3 no son ni el mismo sello ni la misma impresión.
La impresión de “Sucursal de Shenzhen del Banco de Ningbo S.A.” en JC l,
JC2. JC3, JC4, JC5, JC6, JC7 y JC8 que se requiere autenticación y en la

®®@
407
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ' MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

YB4 no son ni el mismo sello ni la misma impresión. La impresión del sello


de "Lu Miiigyu” en JCl, JC2, JC3, JC4, JC5, JC6, JC7 y JC8 y en la YB4
no son ni ^1 mismo sello ni la misma impresión”.
Sexto. Cabe precisar que respecto a los cargos penales contra Wu Xiaoliang, se ob­
tuvo respuesta a fojas ciento cincuenta y tres, donde señalaron; “después de recibir
la denuncia del Banco de Ningbo S.A., la comisaría de la ciudad de Ningbo abrió el
expediente el cuatro de julio del dos mil dieciséis para practicar las diligencias contra
la presunta apropiación indebida de fondos de Wu Xiaoliang. Tras la investigación,
la Comisaría de Ningbo creyó que Wu Xiaoliang había utilizado la conveniencia
de su cargo para malversar los fondos de la entidad y la cantidad fue enorme. Su
conducta violó las disposiciones del art, 272 de la Ley Penal de la República Popu­
lar de China, y puede ser sospechoso de presuntos delitos de apropiación indebida
de fondos. El diecinueve de agosto del mismo año^ la Fiscalía Popular de Ningbo
aprobó la orden de arresto, de Wu Xiaoliang. Actualmente, los cargos penales contra
Wu Xiaoliang siguen siendo válidos”.
Sétimo. Las relaciones extradicionales con la República Popular de China están
reguladas por el Tratado de Extradición aprobado por R. Leg. N.° 27732 de fecha
veintiuno de mayo del dos mil dos, ratificado por D. S. N.° 055-2002-RE de fecha
trece de junio del dos mil dos.
Octavo, En ese orden de ideas, se cumple con la exigencia que el delito denunciado
es punible tanto en la República del Perú y en la República Popular de China, así
se tiene el Tratado entre ambas Repúblicas sobre Extradición, siendo que el art. 2
numeral 1 y 2 señalan:

Inc. i. Se concederá la extradición solo cuando el hecho por el que se


solicita constituya delito según las leyes de ambas partes y reúna cual­
quiera de las siguientes condiciones: a) cuando la solicitud de extradi­
ción tenga por objeto procesar a una persona, que la pena privativa de
libertad a imponerse sea superior a un año, o cualquiera otra mayor; o b)
cuando la solicitud de extradición tenga por objeto la ejecución de una
condena, que a la persona reclamada le quede por cumplir un periodo
de prisión de seis mes^ como míninio, al momento de presentarse la
solicitud de extradición.
Inc. 2. Para determinar si un hecho constituye delito según las leyes de
ambas partes, de acuerdo con el párrafo 1 del presente artículo, no im­
portará si las leyes de ambas partes tipifican el hecho en distinta categoría
de delito o si denominan el delito con distinta terminología.

s 0®
408
f"

JURiSPRUDENCiA

Noveno. La imputación del delito de apropiación indebida (de fondos del Banco
de Ningbo) se encufentra tipificada en nuestra legislación peruana en el art. 190 del
CP, que tiene una ^ena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de ni mayor
de cuatro años como tipo base, siendo que dicho acto se agrava por la calidad del
agente (curador, tutor, albacea, síndico, depositario judicial o en el ejercicio de una
profesión o industria para la cual tenga título o autorización judicial) siendo que
se incrementa la pena a no menor de tres ni mayor de seis años de pena privativa
de libertad;
Décimo. El comportamiento del sospechoso Wu Xiaoliang ha violado las disposL
clones del art. 272 de la Ley Penal de la República Popular de China, que tiene úna
pena de prisión de menos de tres años o a detención penal, cuando la cuantía de
los fondos correspondientes a la unidad sea enorme, o la cuantía no se reembolsará,
será condenado a una pena de prisión entre tres años y diez años. Por lo que, según
este artículo, la pena para Wu Xiaoliang no implicará la pena de muerte.
Decimoprimero. La acción penal por el delito de apropiación ilícita no ha pres­
crito; este ocurrió en la República Popular de China y el ilícito penal instruido es
un delito común, ajeno a cualquier motivación o finalidad política.
Decimosegtmdo. Cabe precisar que, en este caso, rige el principio de doble incri­
minación, el cual consiste en que el delito debe considerarse como tal, tanto en la
legislación penal del país requirente como en la legislación del país requerido. En
el presente caso, el ilícito imputado se encuentra previsto y sancionado tanto en la
legislación peruana como en la legislación de la República de China.
Decimotercero. En tal virtud, se respetó concurrentemente lo dispuesto en los arts.
516 y 518 del CPP, y el DS N."" cero dieclséis-dos mil seis-JUS, normas referidas
al comportamiento judicial y gubernamental en materia de extradición y traslado
de condenados, publicado el veintiséis de julio del dos mil seis.
Decimocuarto. Estando a que el extraditurus se encuentra con comparecen-
d a restringida, y a efectos de viabilizar el pedido de extradición, revóquese la
misma, y ordénese su detención y conducción al establecimiento penitenciario
transitorio.

DECISIÓN
Por estos fundamentos declararon: PROCEDENTE la solicitud de extradición
pasiva formulada por la República Popular de China a las autoridades judiciales de
la República del Perú del ciudadano Wu Xiaoliang, en el proceso que se le sigue por
el delito de apropiación indebida de fondos; REVQCARON la comparecencia res­
tringida, ORDENARON su inmediata detención y conducción al establecimiento

®®@
409
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

peaitenciario transitorio para procesados de Lima, a fin de ser internado en el penal


correspondiente Hasta que se ejecute la presente extradición, DISPUSIERON se
notifique la presepte resolución a quienes corresponda y vencido el plazo se remita
inmediatamente al Ministerio de Justicia para los fines de ley.
S. S.
LEGAROS CORNEJO / SALAS ARENAS/ QUINTANILLA CHACÓN / CHAVES ZAPATEE 7
CASTAÑEDA ESPINOZA

í*

« ®o
410
JURISPRUDENCIA SOBRE EL DELITO
DE RECEPTACIÓN

R« No No® 1923-2011 Lima Nortes Autoaornía del delito de receptador

CORTE SUPREMA.d e JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL TRANSITORIA
Ro No No®1923-2011
LIMA NORTE

Lima, trece de enero dei dos mil doce


VISTOS5 interviniendo como ponente el señor Príncipe Trujillo; el recurso de
nulidad interpuesto por los encausados Juan José Robles Herrera, Antonio Germán
Ríos Cueva y Delia Mauricio Yépex Yépez contra la sentencia de fojas ochocientos
noventa y cuatro, del once de mayo del dos mil once; y

CONSIDERANDO
Primero. Que el encausado Juan José Robles Herrera en su recurso formalizado de
fojas novecientos dieciséis alega inocencia; que, al respecto, sostiene que la sentencia
recurrida se ha emitido sin un criterio ^análisis concienzudo en tanto que ha sido
condenado sin valorarse las pruebas de descargo, tales como, las declaraciones de los
agraviados, quienes no lo sindicaron como partícipe del robo; asimismo, no se tomó
en cuenta que a lo largo del proceso ha negado de^ modo uniforme los cargos que
se le imputan; que su intervención fue circunstancial, pues al no poder tramitar su
brevete en el Touring, bajó en la vía Evitamiento y después de hablar por teléforio
con su enamorada, halló una bolsa negra en la que se encontraba un auroradlo,
siendo que en esos momentos fue intervenido por efectivos policiales quienes lo
condujeron a la comisaría, donde le hicieron firmar el acta de registro personal e
incautación sin haberlo leído; finalmente, sería la qtte la sentencia no ha delimitado
su participación en ios hechos por lo que persiste su presunción de inocencia.

®®0
41Í
V íc t o r J im m y a r b u l ú M a r t ín e z ] d e r e c h o p e n a l , p a r t e esp e c ia l / Los D e u t o s c o n t r a el pa trim o n io

Segundo. Que, su parte, el encausado Antonio Germán Ríos Cueva en su


recurso formalizado de fojas novecientos veinticuatro sostiene que si bien se en­
cuentra acreditada la comisión del delito de receptación, no se ha delimitado su
responsabilidad al haber existido el error de tipo previsto en el artículo catorce del
Código Penal, por lo que se le debió absolver de los cargos formulados en su contra;
que por las circunstancias en las que se efectuó la entrega en consignación de las mil
quinientas cincuenta y ocho cajas de cerveza no es posible prever qüe provenían dé
un hecho ilícito, por lo que no existió dolo en su accionar; finalmente, señala que
se debe considerar que se recuperaron todas las cajas de cervezas robadas, por lo que
no existió perjuicio alguno contra la Empresa Backus y Johnson; que, asimismo,
la encausada Delia Mauricia Yépez Yépez en su recurso formalizado de fojas no­
vecientos veintinueve, alega inocencia; que, al respecto, sostiene que el Colegiado
Superior incurrió en error al condenarla en tanto que si bien se encuentra acreditada
la comisión del delito de receptación, no se encuentra probada su responsabilidad
penal, puesto que al ser el delito de receptación de comisión instantánea, recién tomó
posesión y dominio de bienes de origen ilícito —^las cajas de cerveza— después de
que su coprocesado Ríos Cueva ya había recibido en consignación las mil quinientas
cajas de cerveza, esto es, cuando ya se había consumado tal delito.
Tercero. Que, según la acusación fiscal de fojas trescientos cuarenta y cinco, se
desprende lo siguiente: i) que el día siete de abril del dos mil siete, siendo las ocho
horas con cincuenta y cuatro minutos aproximadamente, el vehículo camión de
placa de rodaje XO guión cinco mil trescientos cincuenta y tres y la carreta de placa
ZI guión cinco mil seiscientos ocho, de propiedad de la Empresa Backus y Johnson,
cargaron mil quinientas cincuenta y ocho cajas de cerveza llenas para entregarlas
a la Empresa de importaciones “Huascarán'', siendo que en la intersección de las
avenidas AJfredo Mendiola y Almendras, en el distrito de Independencia, el refe­
rido camión fixe intervenido por tres sujetos, de los cuales dos de ellos redujeron
al agraviado Magno Ramiro Estrella Porras ^resguardo particular del vehículo—,
por lo que el conductor agraviado Oarlos Enrique Chipana Cerrón, al advertir tal
situación, trató de poner en marcha al camión, pero no lo logró porque un tercer
sujeto con un arma de fuego lo obligó, a detenerse, y luego lo subió a una camio­
neta Mitsubishi par^ seí conducido cóm rumbo desconocido; ii) que el mismo día
siendo las nueve horas con cihcuenta minutos, personal policial de la DIPROVE
tomó conocimiento de que el vehículo robado se encontraba en la vía Evitamien-
to, a la altura del Puente Nuevo-El Agustino, y cuando se constituyeron en dicho
lugar, los sujetos huyeron, sin embargo, se logró capturar al encausado Juan José
Robles Herrera, a.:quienjse le éticontró en posesión de una bolsa que contenía un
autoradio LG, cuatro polos, una billetera, uñ gorro, dos tarjetas de propiedad
y un SOAT pertenecientes al vehículo y a la carreta antes mencionadas; y ni)

0^0
412
I JUKÍSPRUDENCIA

que; posteriormente^ a las tres horas con veinte minutos del mismo día, se tomó
conocimiento que li mercadería sustraída se encontraba en el interior del inmueble
ubicado en el jirón^’Cantuta número seiscientos cincuenta guión seiscientos cin­
cuenta y tres de la urbanización Primavera, Cooperativa San José-El Agustino, y al
efectuarse el registro a dicha vivienda se hallaron las mil quinientas cajas de cerveza
que fueron dejadas por los encausados Antonio Germán Ríos Cueva y Delia Mau-
ricia Yépez Yépez—propietarios del depósito de cerveza “Comercial Rosario "— en
consignación y sin la documentación correspondiente.
Cuarto» Que en principio, es menester dejar establecido que el imputado Juan José
Robles Herrera fue condenado como autor del delito de robo agravado en agravio
de Carlos Enrique Chipana Cerón, Magno Ramiro Estrella Porras, Néstor Daniel
Rincón Rincón, Carlos Javier Cama Alvarado y la Empresa Unión Cervecería Pe­
ruana Backus y Johnson Sociedad Anóninia, mientras que los encausados Antonio
Germán Ríos Cueva y Delia Mauricio Yépez Yépez fueron condenados como autores
del delito de receptación en agravio de la citada Empresa Backus y Johnson S.A.
Quinto» Que el delito de robo es aquella conducta por la cual el agente se apodera
mediante violencia o amenaza de un bien mueble total o parcialmente ajeno privan­
do al titular del bien jurídico del ejercicio de sus derechos de custodia o posesión,
asumiendo de hecho la posibilidad objetiva de realizar actos de disposición, consti­
tuyendo sus circunstancias agravantes aquellas situaciones debidamente tipificadas
en el artículo ciento ochenta y nueve del Código Penal, que aunado a la afectación
de bienes de tan heterogénea naturaleza, como son la libertad, la integridad física,
la vida y el patrimonio, lo convierten en un delito de evidente complejidad.
Sexto» Que, a pesar de la negativa del encausado Juan José Robles Herrera de
haber intervenido en el delito de robo agravado, su vinculación y responsabilidad
en tal evento delictivo se encuentra debidamente acreditado sobre la base de los
siguientes medios probatorios: i) Actz de Registro Personal e Incautación del citado
imputado en el que se le halló, entre otras pertenencias, las tarjetas de propiedad
de los vehículos robados, estos son, el camión de placa de rodaje XO guión cinco
mil trescientos cincuenta y tres y la carreta de placa ZI guión cinco mil seiscientos
ocho y un SOAT, un auroradlo, cuatro polos, y una billetera —^véase a fojas cin­
cuenta— ii) la declaración fetimonial del efectivo policial José Octavio Andrade -
Rojas, quien intervino al encausado Robles Herrera y lo halló en posesión de la
bolsa negra que contenía —entre otras cosas— el autoradio y los documentos del
vehículo robado —^véase a f. ciento sesenta y nueve— aunado a que en sede ple-
narial agregó que intervinieron al citado procesado porque tenía las características
que le dieron las personas que observaron el robo del camión en Lima Norte, por le
que al hacerle el registro personal, encontraron en su poder la citada bolsa —^véase

®@®
413
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONÍO

a fojas quinientos cuarenta y seis y ochocientos dos-—; iü) la declaración de Jorge


García Hermoza-—Supervisión de Distribución de la Empresa Backus y Johnson—,
quien afirmó qi|e el citado imputado laboraba para la empresa agraviada y que fue
despedido por incumplir una norma establecida; por lo que se puede concluir que
para cometer el evento delictivo, este contaba con información suficiente sobre la
forma, de reparto y los movimientos diarios que se hacían en la empresa, esto es,
respecto de la repartición de las Cajas de cerveza, máxime si su despido ocurrió
aproximadamente veinte días antes del robo —véase a f. treinta y siete—; iv) que
si bien los agraviados no lo reconocen como uno de los atacantes —^véase a fojas
cincuenta y tres—, debe resaltarse que el delito fue cometido por un grupo de su­
jetos desconocidos, y estando a que los agraviados fueron compañeros de trabajo
del encausado Robles Herrera —tal como lo manifestaron los agraviados Carlos
Javier Cama Alvarado, Carlos Enrique Chipana Cerón y Néstor Daniel Rincón
Rincón en sus declaraciones obrantes a fojas cuarenta y dos, doscientos veintitrés
y doscientos veintiocho, respectivamente—, es evidente que este no iba a atacarlos
—aporque lo iban a reconocer— por ello es que esta conducta la realizaron los demás
sujetos; que, por consiguiente, estas pruebas incorporadas en el curso del proceso
donde se respetaron los principios que regulan la actividad probatoria, tales como,
la libertad, inmediación, pertinencia y utilidad, alcanzan convicción y certeza a este
Supremo Colegiado.
Séptímo. Que, asimismo, se tiene que el encausado Robles Herrera cuestiona
el acta de registro personal e incautación manifestando que fue agredido por los
efectivos policiales para firmarla, sin embargo, este argumento se desvirtúa con su
declaración brindada en sede policial —en presencia del representante del Minis­
terio Público— donde señaló que reconoce su firma y huella digital en dicha acta,
por lo que es imposible que teniéndola a la vista no haya objetado su contenido
en su oportunidad, máxime si en mismo día al haberle realizado el examen médico
se concluyó que este no presenta signos de lesiones recientes —^véase Certificado
Médico Legal de fojas trescientos nueve—.
Octavo. Que, en consecuencia y frente a lo expuesto, los demás agravios invocados
están orientados a reclamar su inocencia de modo alguno desvirtúan los argumentos
probatorios citados en los^fixndamentos jurídicos que anteceden y, por lo tanto, no
resultan atendibles. ,
Noveno. Que, para los efectos de la determinación de la pena, debe tenerse en cuenta
la forma y circunstancia de la comisión del delito el mismo que reviste gravedad al
haberse perpetrado el hecho punible con el concurso de tres personas —además del
recurrente, dos sujetos no identificados—, quienes premunidos de armas de fuego
amedrentaron a los agraviados con la finalidad de apoderarse de las mil quinientas

o ®9
414
JURISPRUDENCIA

cincuenta ocho cajas .de cerveza, conducta que se encuentra sancionada con una
pena no menor de difez ni mayor de veinte años; que, si bien el Tribunal Superior
fijó la pena en el extremo del mínimo legal esto es diez años, sin considerar que los
hechos revisten suma gravedad, siendo el recurrente el único que impugnó en este
extremo la sentencia recurrida, no resulta acorde a derecho incrementar la pena,
porque se vulneraría el principio de interdicción de reforma peyorativa.
Décimo» Que, por otro lado, en lo que respecta al delito de receptación, si bien
es un delito autónomo, tiene como presupuesto que se haya cometido un ilícito
anterior sin cuya existencia no podría configurarse, no por ser dependiente de él,
sino por la misma definición de la conducta ilícita, entendida como la lesión de
un bien jurídico lesionado; que, asimismo, el sujeto activo de la receptación no
debe haber intervenido ni material ni intelectualmente en la perpetración del delito
precedente, mientras que el sujeto pasivo es el mismo, pues es el titular del bien
jurídico protegido.
Undécimo» Que, en el presente caso, se tiene que con fecha tres de noviembre del
dos mil once, los encausados Antonio Germán Ríos Cueva y Delia Mauricia Yépez
Yépez presentaron sus escritos deduciendo la excepción de prescripción de la acción
penal por delito de receptación en agravio de la Empresa Unión Cervecería Peruana
Backus y Johnson; que, en ese sentido, cabe mencionar que el artículo cinco del
Código de Procedimientos Penales señala que 'las excepciones pueden deducirse
en cualquier estado del proceso [...] si se declara, fimdada se dará por fenecido el
proceso y se mandará archivar definitivamente la causa”; por tanto, su interposición
en esta Suprema instancia es acorde a ley.
Duodécimo» Que los plazos prescriptorios se encuentran contemplados en el
artículo ochenta del Código Penal, que establece que la acción penal prescribe en
un tiempo igual al máximo de la pena fijada por la ley para el delito, sí es privativa
de libertad, al que debe agregarse una mitad más a efectos de determinar el plazo
extraordinario de prescripción —acorde a lo preceptuado en el artículo ochenta y
tres del Código sustantivo— , siendo que el comienzo del cómputo del plazo se­
gún el artículo ochenta y dos del citado Código se cuenta desde la fecha en que se
consumó el delito —para el delito instantáneo— o desde el momento en que cesó
la actividad delictuosa—aparados demás casos—,
Décimo Tercero» Que el delito de receptación, es un delito de comisión instantánea,
por lo que la prescripción se comienza a computar desde el día en que se consumó
el delito, esto es, desde el siete de abril del dos mil siete —fecha en la que ocurrió el
evento delictivo—; que dicho delito tiene como marco punitivo una pena no menor
de uno ni mayor de tres años de pena privativa de la libertad, así, la prescripción
ordinaria operó a los tres años, y la extraordinaria a los cuatro años y seis meses de
# ®©
415
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

ocurridos los hechos; en consecuencia, la acción seguida contra los encausados Ríos
Cueva j Yépez Yepez ha prescrito el siete de octubre del dos mil once, y siendo que
a la fecha de la yista de la causa han transcurrido cuatro años, nueve meses y seis
días, el plazo dé la acción penal seguida contra ellos ha transcurrido en exceso, por
lo que se deben amparar las excepciones de prescripción deducidas.
Por estos fundamentos:
L Declararon NO HABER NULIDAD en la sentencia de fojas ochocientos
noventa y cuatro, del once de mayo del dos mil once, en el extremo que
condenó al encausado Juan José Robles Herrera como autor del delito contra
el patrimonio-robo agravado en agravio de Carlos Enrique Chlpana Cerón,
Magno Ramiro relia Porras, Néstor Daniel Rincón Rincón, Carlos Javier Cama
Alvarado y la Empresa Unión Cervecería Peruana Backus y Johnson, a diez
años de pena privativa de la libertad, y fijó en mil quinientos nuevos soles el
monto que por concepto de reparación civil deberá abonar el encausado en
a C v .;.:;

forma proporcional a favor de los agraviados.


II, Declararon FUNDADA la excepción de prescripción de la acción penal
incoada contra Antonio Germán Ríos Cueva y Delia Mauricia Yépez Yépez
como autores del delito contra el patrimonio-receptación en agravio de la W l
Empresa Unión Cervecería Peruana Backus y Johnson Sociedad Anónima,
en consecuencia, fenecido el proceso; MANDARON archivar definitivamente
lo actuado y se anulen los antecedentes policiales y judiciales de los referidos
imputados; con lo demás que al respecto contiene y es materia del recurso; y
los devolvieron.
S. S.
LEGAROS CORNEJO / PRADO SALDARRIAGA / BARRIOS ALVARADO / PRÍNCIPE TRUJI-
L L O / VILLA BONILLA

® ® e
416
JURISPRUDENCIA

R» N . 2099-2D 17 Lim a N ortes |L a com pra de un celular robado


constituye rfecepíación!

S:: CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

■I' PRIMERA SALA PENAL TRANSITORIA


R R N.'^ 2099-2017
LIMA NORTE

Lima, seis de julio del dos mil dieciocho


VISTOS: los recursos de nulidad interpuestos por las defensas técnicas de los pro­
cesados David Sarnuel Basaldua Tumbay, Carlos Jaime Pastrana Pardo y Roberto
Ayala Alfaro, contra la sentencia del dos de agosto del dos mil diecisiete (£ mil
quinientos veinte) en el extremo que: L Condenó a Basadúa Tumbay y Pastrana
Pardo como autores del delito contra el patrimonio en la modalidad de robo agra­
vado con subsecuente muerte, en perjuicio de Luis Enrique Zanabria Coloma, y
les impusieron treinta y cinco años de pena privativa de libertad, y fijó en ochenta
mil soles la reparación civil que deberán abonar en forma solidaria a favor de los
herederos legales del occiso, ii. Condenó a Roberto Ayala Alfaro como autor del
delito contra el patrimonio en la modalidad de receptación agravada, en perjuicio
de Luis Enrique Zanabria Coloma, a seis años de pena privativa de libertad y fijó
en mil soles la reparación civil que deberá abonar a favor de los herederos legales
del occiso. Con lo expuesto por el señor fiscal supremo en Jo penal.
É ÍÍ V Intervino como ponente el señor juez supremo Castañeda Espinoza.
ir-
iu
CONSIDERANDO

Primero. Imputación fáctica


uí;:':
Conforme con la acusación fiscal (f mil doscientos veintinueve) se imputó a
los procesados David Samuel Basaldua Tumbay, alias Putamaye; Carlos Jaime
Pastrana Pardo, alias Chato Carlos o Piraña y José Ángel Mendoza Bernabé, alias
Tiburón, que entre laS cinco” horas y quince minutos a cinco horas cpn veinte
minutos, del veintinueve de agosto del dos mil trece, en el frontis del inmueble
ubicado en la manzana G, lote trece, urbanización Las Gardenias, del distrito
de Los Olivos; cuando el agraviado Luis Enrique Zanabria Coloma se dirigía a
abordar un bus con destino a la ciudad de Huaral, los procesados que se encon­
traban a bordo de un vehículo Statlon Wagón,^de color blanco, conducido por.
Mendoza Bernabé, detienen la marcha y descienden los encausados Pastrana Pardo

# ®®
417
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAE. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

y Basaldúa Tumbay (este último premunido de un arma de fuego), se dirigen


al agraviado con la finalidad de despojarlo de sus pertenencias, pero al oponer
resistencia, Basáldúa Tumbay le descerrajó un tiro en la cabeza que le produjo la
muerte. Posteriormente, se apoderaron de dos teléfonos móviles marca Blackberry
y Sony Ericson táctil, una laptop, sus documentos personales y se dieron a la fuga.
Los hechos en referencia fueron observados por el testigo Juan Arce Delgado y
sus afirmaciones guardan relación con lo manifestado por los procesados David
Samuel Basaldúa Tumbay, alias Putamaye, Carlos Jaime Pastrana Pardo, alias
Chato Carlos o Piraña.
En horas de la tarde del citado día, Pastrana Pardo y otro sujeto se dirigieron al
centro comercial “Las Malvinas” con las pertenencias del agraviado, al puesto que
conduce el procesado Roberto Ayala Alfaro, quien les compra los dos teléfonos
móviles, negociación de la que se, tomó conocimiento a través ,de la medida de
levantamiento del secreto de las comunicaciones, en el que se determinó que estos
fueron activados a horas diecisiete y cuarenta y dieciocho veintinueve, del veintinueve
de agosto del dos mil trece, a los cuales se les insertó el chip con número noventa y
nueve diez quince catorce cuatro, registrado a nombre del procesado Ayala Alfaro,
quien admitió haberlos comprado a dos sujetos, uno de ellos conocido como Chato
Carlos y el otro como Chato.

Segundo. Agravios formulados por los recurrentes


il
2*1, La defensa técnica del procesado David Samuel Basaldúa Tumbay, en su recurso
de nulidad (f, mil quinientos sesenta y cinco), fundamentó lo siguiente: iivi
■i.

2.1.1. El juicio oral no ha cumplido con su finalidad, es decir, el de ordenar la pre­


sencia de los testigos, a fin de que puedan ser interrogados tanto por los magistrados
I
TI
como por la defensa, a efecto de que se aclaren sus flagrantes contradicciones en las
que incurrieron al rendir sus declaraciones ante el juez, '■■Tí
■Ii.'
2.1.2. El testigo con clave número setecientos cuarenta y uno-ZC, no es un testi­
go presencial, solo da una versión que habría recibido de una tercera persona sin
mayores detalles de lo sucedido, pero lo más resaltante es que brinda una versión
incongruente para perjudicar a su patrocinado en represalia porque tomó conoci-
rniénto a través de terceróscde que este habría ultimado a uño de sus amigos apodado
Calimba, por lo que a todas luces está descalificado para ser considerado como un
testigo neutral y así lo señala el Acuerdo Plenario número dos-dos mil cinco/CJ
guión ciento dieciséis.
2.1.3. El testigo Cristhian Alburqueque Celi, in^rrió en falsedades cuando sindi­
có que el procesado Basaldúa Tumbay es un requisitoriado y que forma parte de
una organización criminal, cuando en autos obran las constancias de antecedentes
9 ® 9

418
I JURISPRUDENCIA

penales, judiciales y policiales negativos; con lo cual se desnaiente rotundamente la


versión de dicho testigo. Cabe destacar que el testigo sostiene ser microcomercia-
lizador de droga y'cn cierta ocasión fue desalojado violentamente por el procesado
cuando vendía dr<!>ga, lo que implica que su declaración obedece a venganza contra
su patrocinado.
2«2o La defensa técnica del procesado Carlos Jaime Pastrana Pardo, en su recurso
de nulidad (£ mil quinientos setenta) fundamentó lo siguiente:
2.2oh La absolución de su patrocinado y alega que para fundamentar la condena
se recurre a un testigo presencial, quien señaló haber observado el acto ilícito, pero
en ningún momento sindicó al encausado de modo veraz, objetivo, directo y con
convicción suficiente, como partícipe del hecho.
2 .2 .2 . La sentencia se remite a la declaración del testigo con Clave número setecien­
tos cuarenta y uno-ZC-uno, identificado como Júnior Meneses Ramírez (testigo
de oídas); no obstante, es posible anotar, como lo reconoce la doctrina procesalista,
que los testigos de referencia u oídas tienen un carácter supletorio y un peso más
relativizado respecto del juicio de credibilidad que el testigo fuente o presencial,
í-V-!;';
de ahí que se requiere que se revele su identidad y se agoten los medios para que
aquel preste su testimonio. Es evidente que al emitir la sentencia se incurrió en
motivación insuficiente,
2.3. La defensa del procesado Roberto AyalaAlfaro, en su recurso (f. mil quinientos
noventa y uno) fundamentó lo siguiente:
2,3.1 oLa sentencia, al realizarse el análisis de los hechos no valoró ni ponderó que el
Ministerio Público, desde la presentación de cargos efectuado el cinco de mayo del
dos mil dieciséis, hasta la formulación déla acusación no ha probado la suposición,
de qué forma el procesado tuvo conocimiento o debió presumir la procedencia
ilícita de los celulares en cuestión.
2.3.2. El Ministerio Público simplemente se ha limitado a exponer el tenor literal
del tipo penal de la receptación agravada, sin presentar prueba alguna que vincule
a su patrocinado con la comisión dolosa del delito.
2.3.3. Desde la etapa poliglal el encausado, ha reconocido que adquirió los teléfonos
celulares en su centro de trabajo, cuando dos sujetos desconocidos llegaron a su
stand comercial con la finalidad de que se les reparen los teléfonos y para probarlos
insertó su chip. En este punto cabe preguntarse cómo una persona que tiene cono­
cimiento de que está comprando un teléfono hurtado o robado, en su sano juicio
insertaría su chip personal registrado ante la empresa de telefonía.

® ® @

419
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

23.4. No se ha probado que el procesado se dedique a la venta de teléfonos celulares


robados, por lo contrario, la documentación presentada en la audiencia de prisión
preventiva determina que se dedica a la reparación de teléfonos.
23.5. Con relación a la declaración de Carlos Jaime Pastrana Pardo, quien a nivel
policial refiere conocer de vista a su patrocinado, este procesado en juicio oral ha
referido no estar conforme con dicha manifestación, por cuanto fue obligado a
firmar y nunca señaló conocerlo.
23.6. El testigo de Clave numero setecientos cuarenta y uno-ZC-uno, en su decla­
ración fiscal sostuvo que el sujeto a quien los procesados vendían los objetos robados
era un tal ^‘Rodrigo” que vivía en El Agustino. No obstante, su patrocinado no
tiene ese nombre y no domicilia en el distrito en mención, y cuando se le preguntó
si conoce a Roberto Ayala Alfaro, dijo no. En igual sentido, respondió el testigo
Cristhian Augusto Alburqueque Celi, al rendir su manifestación policial con fecha
diecinueve de enero del dos mil dieciséis.
2.3.7. Se debe aplicar la normativa más favorable al procesado, esto es la referida
al tipo base de receptación y no la forma agravada. il

Tercero. Análisis del caso: respecto al delito de receptación a


3.1. No es materia de recurso de nulidad la absolución de la acusación fiscal dictada
-bi'.i
a favor de los procesados Carlos Jaime Pastrana Pardo, David Samuel Basaldúa
Tumbay, José Angel Mendoza Bernabé, por el delito contra la tranquilidad publica-
i asociación ilícita para delinquir. Por tanto, la expresión de agravios detallados en el
segundo fundamento jurídico de la presente ejecutoria, define y delimita el marco
de pronunciamiento de este Supremo Tribunal.
3.2. Conjuntamente con los encausados David Samuel Basaldúa Tumbay y Car­
los Jaime Pastrana Pardo fue también pasible de acusación el procesado Roberto
Ayala Alfaro por el delito de receptación; por lo que se analizará, en primer lugar,
el cuestionamiento formulado por el citado procesado, al juicio de subsunción de
los hechos incriminados en su contra en el delito que se le imputa.
3.3. En el delito de receptación, el bien jurídico protegido es el patrimonio, por
cuya razón existe upa degendcncia entre este ilícito y el delito base, lo que determina
'0m
! que el bien jurídico protegido ha de ser necesariamente el mismo que en el delito
base, de cuyo efecto se pretende aprovechar el receptador; en consecuencia, para
ser considerado sujeto activo o autor el sujeto no debe haber intervenido material
ni intelectualmente en la perpetración del delito previo y el sujeto pasivo debe ser
el mismo del delito precedente, ya que es el titular del bien jurídico. Asimismo, en
cuanto al objeto material del delito de receptación, la doctrina penal ha establed-

9#
420
J u r is p r u d e n c ia

do dos teorías: la teoría en cadena y la receptación sustantiva, Al estar la primera


subsumida dentro del tipo penal que prevé el artículo ciento noventa y cuatro del
Código Penal, mientras que la segunda teoría abarca todos aquellos supuestos en
los que un sujeto conocedor de la actividad delictiva previa que es desarrollada por
otros, recibe un objeto que no es el que directamente procede de la infracción ante­
I' rior, sino que es obtenido mediante una operación comercial en el bien receptado^
S-
3.3. El artículo ciento noventa y cuatro del Código Penal, vigente a la fecha de los
hechos, tipifica la conducta del sujeto activo que “adquiere, recibe en donación o
en prenda, guardaj esconde, vende o ayuda a negociar un bien, de cuya procedencia
delictuosa tenía conocimiento o debía presumir que provenía de un delito”, será
reprimido con una pena privativa de la libertad no menor de uno ni mayor de cuatro
años y con treinta a noventa días multa, modificado por Ley número treinta mil
setenta y seis, publicada el diecinueve de agosto del dos mil trece. .
3.4o Ahora bien, el procesado Roberto Ayala Alfaro, al rendir sus declaraciones en
todas las etapas del proceso aceptó haber comprado un teléfono celular de la marca
Blackberry, a dos sujetos que en horas de la tarde del día veintinueve de agosto del
dos mil trece, llegaron a su puesto de reparaciones de celulares, en la galería Mesa
Redonda (pasaje H, puesto nueve) y, para conocer la operatividad y/o estado en que
se encontraba el equipo que se le ofreció en venta, insertó su chip del operador de
telefonía Claro, con número noventa y nueve diez quince catorce cuatro, sin que
conociera sobre la procedencia Ilícita del dispositivo electrónico (ver declaraciones
de íF. trescientos quince, setecientos noventa y mil trescientos veintiuno), pagando
por este cuarenta soles, pues estimó que las piezas podían servirle para la reparación
de otros equipos. Dichas versiones guardan relación con el informe emitido por la
empresa de telefonía, al precisar que se insertó a las dieciocho horas con veintinueve
minutos, del día veintinueve de agosto del dos mil trece, en el teléfono móvil, el
chip registrado a nombre de Roberto Ayala Alfaro, con ubicación en la avenida
Guillermo Dansey número cuatrocientos noventa y ocho (ver £ doscientos noventa).
3.5. Teniendo en cuenta la forma y circunstancias en que el celular llegó a poder del
procesado Ayala Alfaro, quien conforme con su propia versión, ejercía desde hace
más de veinte años el oficio regular de reparación de celulares y, ocasionalmente,
la compra de equipos usados, se debe sostener que no le era ajeno que en dicho
lugar se comercializan objetos de dudosa procedencia; más aún si en su primigenia
declaración refirió que los dos sujetos, a quienes no conoce, algunas veces, dice:
“llegaban a vender celulares en otros puestos de la galería”; de lo cual se verifica el

1 Sa la P e n a l T ransitoria , Recurso de Nulidad N. "^'2521-2003 Lima, en Diálogo con la


jurisprudencia, año Í0, 70, Lima: julio del 2004, p. 99.

@ ® ®

421
■Bis
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

accionar doloso en la conducta del procesado Roberto Ayala Alfaro quien conocía
que era de procedencia ilícita, lo que engarza dentro del tipo penal que prevé el
artículo ciento ^oventa y cuatro del Código Penal (modificado por Ley numero
treinta mil setenta y seis, publicada el diecinueve de agosto del dos mil trece),
3.6* Si bien el Ministerio Público formuló acusación y encuadró los hechos dentro
del segundo párrafo, del artículo ciento noventa y cinco, del acotado, vigente a la
fecha, por el cual fue condenado el procesado a seis años de pena privativa de libertad;
sin embargo, este Supremo Tribunal, efectuando un control de tipicidad respecto
del delito imputado, procede en mérito al Acuerdo Plenario número cuatro-dos
mil siete/CJ-dento dieciséis, del dieciséis de noviembre del dos mil siete (referida
a la desvinculación procesal prevista en el artículo doscientos ochenta y cinco-A
del Código de Procedimientos Penales), que señala: “[...] La tipicidad del hecho,
ya sea porque exista un error en la subsunción normativa, según la propuesta de
la Fiscalía o porque concurra al hecho una circunstancia modificativa específica
no comprendida en la acusación, casos en los que resulta imprescindible cambiar
de condena que el Tribunal, sin valorar o alterar sustancialmente el hecho
punible objeto de acusación puede plantear la tesis de desvinculación. Esta no es
necesaria si la nueva circunstancia o la distinta tipificación siempre que respete la
homogeneidad del bien jurídico protegido, ha sido propuesta expresa o implíci­
tamente por la defensa Conforme con la,tesis de la defensa del procesado,
que contempló la posibilidad de la desvinculación procesal (ver acta de sesión de
audiencia del treinta y uno de julio del dos mil diecisiete, de f. mil cuatrocientos
ochenta y nueve, acápite tres de sus agravios), se efectúa la desvinculación de la
calificación jurídica señalada en la acusación fiscal y concluyó que el hecho objeto
de imputación atribuido al acusado Roberto Ayala Alfaro se subsume en el delito
contra el patrimonio en su modalidad de receptación, tipo base (regulado en el
artículo ciento noventa y cuatro del Código Penal, modificado por el artículo uno
de la Ley número treinta mil setenta y seis, publicada el diecinueve de agosto del
dos mil trece, vigente a la fecha de comisión de los hechos). Ello también en mérito
al principio de favorabilidad (previsto en el inciso once, del artículo ciento treinta
y nueve, de la Constitución Política), pues esta no sobrecriminaliza la conducta
del encausado y no causá perjuicio a la sanción punitiva a imponer; ;pór tanto/ ño
comporta amenaza o violación a derechos constitucionales vinculados a la libertad
individual, derecho de defensa y debido proceso.
3.7. Establecida la responsabilidad penal del encausado Roberto Ayala Alfaro,
corresponde determinar la pena a imponérsele, considerando que su conducta se
encuentra tipificada en el tipo base del delito de receptación. En esa línea, el Acuer­
do Plenario número uno-dos mil ocho/CJ-dento dieciséis, establece que para la
« o e
422
I J u r is p r u d e n c ia

determinación de la pena debe establecerse primero la pena básica, seguidamente,


la pena concreta; és así que el juzgador, para individualizar la pena concreta entre
el mínimo y el máximo de la pena básica, debe evaluar las circunstancias contení*
das en el artículo ^cuarenta y seis, cuarenta y seis-B y cuarenta y seis-C, del Código
Penal; ello en concordancia con los principios de proporcionalidad y razonabilidad
jurídicos, y sopesando de modo debido la naturaleza y gravedad del hecho punible,
así como las condiciones personales y el comportamiento procesal del imputado
Ayaia Alfaro. En tal sentido, se debe considerar que el acusado tiene la condición
de primario al no registrar en su contra antecedentes judiciales ni penales (ver £
mil doscientos veintidós y mil doscientos veinticinco), no concurren circunstancias
agravantes cualificadas y, actuando en forma razonable y proporcional, le corres­
ponde modificar la pena impuesta de seis años de pena privativa de libertad.

Respecto al delito de robo agravado con subsecuente muerte


3.8» En cuanto al citado delito imputado a ios procesados David Samuel Basaldúa
Tumbay y Carlos Jaime Pastrana Pardo, de la revisión de autos se aprecia que la
Sala no agotó la actuación de todas las pruebas, a fin de determinar con certeza
la responsabilidad penal de los citados, toda vez que conforme se desprende de
la propia tesis fáctica, se dio inicio en base a la sindicación del testigo de clave
numero setecientos cuarenta y uno-ZC-uno, efectuada en la Segunda Fiscalía
Provincial Mixta de Los Olivos, de haber escuchado en una conversación, sobre
las circunstancias y los sujetos que habrían participado en la muerte del agraviado
Luis Enrique Zanabria Coloma, a causa de un disparo por arma de fuego y a quien
le sustrajeron sus pertenencias.
3.9. Al respecto, es evidente afirmar (como lo reconoce la doctrina procesalista),
que los testigos de referencia u oídas tienen un carácter supletorio y un peso más
relativizado, respecto del juicio de credibilidad, que el testigo fuente o presencial;
de ahí que siempre se requiere que se revele la identidad de este último y se agoten
los medios para que aquel preste su testimonio. El valor del testimonio de referen­
cia no solo está ligado al crédito que su versión pueda merecer, sino que apunta a
reafirmar una prueba directa en sus componentes de veracidad y competencia, a
partir de la información que el testigo ha recibido de segunda mano^.
3íl0. Por ello, a fin de establecer con plena certeza'la responsabiüdad-o irrespon­
sabilidad de los procesados, deberán actuarse las siguientes diligencias:

Sa la P enal T ransitoria (ponente: Sr, Juez San M artín C astro ) , Recurso de Nulidad
N. 173-2012 Cajamarca, Lima: 22 de enero del 2013.

@@
423
VÍCTOR JIM MY ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PAmiMONíO

3 .1 0 .1 . Se d e b erá in te rro g a r al testigo clave n ú m e ro setecientos c u a re n ta 7 u n o -Z C -


u n o , to m a n d o las' m edidas respectivas, co n fo rm e co n los p arám etro s establecidos por
lo s artículos d o scien to s c in c u e n ta 7 u n o 7 d o scien to s c in c u e n ta 7 dos del C ó d ig o
d e P ro ce d im ie n to s Penales, c o n c o rd a n te c o n el artícu lo cien to c u a re n ta 7 tres del
m e n c io n a d o C ó d ig o A djetivo, a efectos de q u e aclare las co n tra d icc io n e s incurridas
e n sus declaraciones de ff. cu atro cie n to s n o v e n ta 7 cinco 7 setecien to s se te n ta 7 tres.

3 . 10 . 2 . Se p ro c e d a a la iden tificació n del su jeto co n o cid o co n el a p o d o de M arengo;


p erso n a que, según el testigo clave, escuchó los com entarios en tre el procesado Carlos
Jaim e P a stra n a P a rd o alias P ira ñ a 7 R u th M arisela V illena B errocal, c o n relación a
los p o rm en o res del h e ch o delictivo. A sim ism o , se ag o ten to d o s los ap rem io s d e lc7
p a ra la c o n c u rre n c ia d e am b o s testigos, p o r ser d e vital im p o rta n c ia p a ra el m ejor
esclarecim iento d e los hechos.

3 . 10 . 3 . Se d isp o n g a la c o n c u rre n c ia del testig o p resen cial J u a n A rce D elg ad o ,


q u ie n d e b erá ser in te rro g a d o co n m a 7 o r p re c isió n sobre el m o d o 7 fo rm a e n que
fixe atacad o el ^ r a v ia d o .

3 .1 0 .4 . Se solicite a la S e g u n d a Fiscalía P ro v in cial M ix ta d e Los O liv o s, u n in fo rm e


d e tallad o sobre las circu n stan cias e n q u e to m ó c o n o c im ie n to del testig o clave, al
q u e se c o n tra e el P a rte P olicial n ú m e ro d o scien to s seten ta 7 d o s-d o s m il dieciséis-
D IR IN C R I.

3 . 10 . 5 . D e b e rá n recabarse las p artid as de d e fu n c ió n de Luis A lfredo Flores R am írez,


c o n o cid o co m o C a lim b a , 7 del agraviado L uis E n riq u e Z a n a b ria C o lo m a .

3 .1 0 .6 . Se oficie a M u n ic ip a lid a d D is trita l de Los O livos p a ra q u e in fo rm e si en


el lapso c o m p re n d id o del v e in tin u e v e de agosto al cin co de se p tie m b re del dos m il
trece, se realizó e n la z o n a d e M e rc u rio A lto u n a fiesta p a tro n a l, 7 si esta c o n tó co n
la au to riz ac ió n m u n ic ip a l respectiva.

3 . 10 .7 . D e ser necesario, se lleven a cabo las diligencias de c o n fro n ta c ió n en tre


los sujetos procesales 7 las q u e resu lten p e rtin e n te s q u e c o n trÍb u 7 a n a d ilu c id a r el
t h e m a f r o h a n d u m (te m a d e p ru eb a).

3 . 10 . 8 . D e b e rá d isp o n erse la c o n c u rre n c ia d e C h ris tia n A u g u sto A lb u rq u e q u e


C eli, q u ie n c o n fo rm e cofi Jos fu n d a m e ñ to s de la re c u rrid a ta m b ié n resu lta ser u n
testigo de oídas, q u ie n d eb e p recisar 7 explicar cu ál es su fu e n te d e in fo rm a c ió n 7
el p o rq u é de sus afirm aciones.

3 . 10 . 9 . Ig u a lm e n te , es necesario recib ir las testim o n iales del m a 7 o r de la Policía


N a c io n a l J h o n n 7 E d u a rd o M e n d o z a R o d ríg u ez; suboficial de la P o licía N a c io n a l
Elvis M o q u illo z a L eo n ard o ; N e lty E d d a C o lo m a R ijalba (m a d re de la víctim a) 7
M iria m E m p era triz Laos Ju árez, q u ien es d e b e rá n ser ex am in ad o s c o n relación a

o ®A
424
J urisprudencia

sus m an ifestacio n es Indagatorias, a q u e se c o n tra e el P a rte Policial n ú m e ro c ien to


o c h e n ta y u n o -d o ¿ m il tre c e -D IR IN C R I-P N P -J A IN /D IV IN C R I-L O (£s dos y
siguientes), j .

C u a r to , D e o tro lado, en sesión del cin co de ju lio del d o s m il diecisiete (f. m il


c u a tro c ie n to s sesenta y cin co ), Secretaría d a c u e n ta del escrito p re sen ta d o p o r el
p ro cesad o José A ngel M e n d o z a B ern ab é a través d e su defensa técnica, en el cual
so licita q u e su ju z g am ien to se realice a través del sistem a d e v id eo co n feren cia, p o r
c u a n to se e n c u e n tra in te rn a d o en u n penal; p e d id o q u e el C o leg iad o d en eg ó b ajo
el a rg u m e n to d e que: ''E n vista q u e n o se a d ju n tó n in g u n a p ru e b a q u e a cred ite q u e
este se ñ o r está in te rn o en el p e n a l” . T a l ra z o n a m ie n to n o resu lta reg u lar n i eficaz
y se aleja de los fines del c o n tra d ic to rio , te n ie n d o en c u e n ta q u e este p ro cesad o ,
c o n fo rm e co n la im p u ta c ió n fiscal, fue el c o n d u c to r del v eh ícu lo sta tio n w ag ó n en
q u e se m o v ilizaro n p a ra c o m e te r el ilícito. E n tal sen tid o , re su lta necesario y o b li­
g a to rio q u e u n n u ev o C o leg iad o lleve a cabo el ju ic io o ral de los tres p rocesados,
e n c u m p lim ie n to de los p rin c ip io s de u n id a d , ig u ald ad , o ra lid a d , c o n tra d ic c ió n y
pu b licid ad . D e ser necesario y, e n a ten ció n a q u e co n fo rm e lo señala la recurrida, el
encausado José Á ngel M en d o z a B ernabé, se e n c u e n tra recluido en el p en al C am b io
P u e n te , en la c iu d ad de C h im b ó te , d eb erán realizarse las coordinaciones co n las a u to ­
ridades respectivas, a fin de que, de ser el caso, se realice a través d e video conferencia.

Q iiliito , P o r c o n sig u ien te, a fin d e g a ra n tiza r e fectiv am en te los p rin c ip io s básicos
d el d e b id o p ro ceso y tu te la ju risd ic c io n a l efectiva, previstos en el inciso tres, del
artícu lo cien to tre in ta y nueve, de la C o n stitu c ió n P o lítica del E stado, se hace nece­
sario q u e p ara el esclarecim iento de los h ech o s se an u le la sen ten cia ven id a e n grad o
y se d isp o n g a la realización d e u n n u ev o juicio oral p o r o tro C olegiado S u p erio r, en
aplicación del artícu lo doscientos n o v e n ta y o ch o del C ó d ig o de P ro c e d im ie n to s
P enales, co n a te n c ió n a las observaciones p lan tead as en la p resen te ejecu to ria, d e ­
b ié n d o se llevar a cabo u n a a ctiv id ad p ro b a to ria c o m p le m e n ta ria d etallad a, sin q u e
ello im p id a al T rib u n a l S u p e rio r d e la a c tu a c ió n d e n u ev o s m ed io s de p ru e b a q u e
estim e p e rtin e n te s y útiles p a ra el esclarecim ien to d e los hechos.

Sexto» P o r o tra p arte, c o n fo rm e c o n las n o tificacio n es d e f f . o c h o cie n to s c u a tro y


o c h o cie n to s cin co , los pxpc:e^a4ps £ a r J o s Ja im e P a stra n a P a rd o y D a v id S am u el
B asaldúa T u m b a y se e n c u e n tra n bajo carcelería d esde el c u a tro de m a y o d el dos
m il dieciséis; esto es, a la fecha c u e n ta n c o n v e in tic in co m eses, v e in tio c h o días,
h a b ie n d o v e n cid o c o n exceso el plazo d e d u ra c ió n d e la d e te n c ió n , c o n fo rm e co n
lo d isp u esto e n el artícu lo cien to tre in ta y siete del C ó d ig o Procesal P en al (D e creto
Legislativo n ú m e ro seiscientos tre in ta y o ch o ). E n consecuencia, p ro c e d e d ecretarse
su in m e d ia ta lib e rta d y d isp o n e r las m ed id as necesarias p a ra asegurar su su jeció n
ai ju z g a m ie n to .

® ® 0

425
VÍCTOR JIM MY ARBÜLÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

D E C IS IÓ N

Por estos fundamentos, declararon:


I. HABER NULIDAD en la sentencia recurrida del dos de agosto del dos mil
diecisiete (£ mil quinientos veinte), en el extremo que condenó a Roberto
Ayala Alfaro como autor del delito contra el patrimonio en la modalidad de
receptación agravada, previsto en el segundo párrafo, del artículo ciento noventa
y cinco, del Código Penal; REFORMANDOLA: lo desvincularon de la acu­
sación fiscal por el referido delito y recondujeron al tipo penal de receptación
tipo base, previsto en el artículo ciento noventa y cuatro del Código acotado.
II. HABER NULIDAD en la propia sentencia en cuanto impone al acusado
Roberto Ayala Alfaro, seis anos de pena privativa de libertad; y, REFOR­
MANDOLA, le IMPONE dos años de pena privativa de libertad efectiva,
que coxnputada-desde el dos de agosto del dos mil diecisiete, vencerá el uño
de agosto del dos mil diecinueve; y la pena accesoria de multa a razón de
treinta días multa, equivalente al veinticinco por ciento del ingreso diario del
condenado. Fijó en mil soles la reparación civil que deberá abonar a favor de
los herederos legales del occiso.
III. NULA la propia sentencia en cuanto: Condenó a los encausados Carlos Jaime
Pastrana Pardo y David Samuel BasaldúaTumbay, como autores del delito contra
el patrimonio en la modalidad de robo agravado con subsecuente muerte, en
agravio de Luis Enrique Zanabria Coloma, á treinta y cinco años de pena priva­
tiva de libertad y fijó en ochenta mil soles la reparación civil que deberán abonar
en forma solidaria a favor de los herederos legales del occiso. MANDARON:
se lleve a cabo un nuevo juicio oral por otra Sala Penal Superior, teniendo en
cuenta la parte considerativa de la presente Ejecutoria Suprema; ORDENARON?
la inmediata libertad de los encausados Carlos Jaime Pastrana Pardo y David
Samuel Basaldúa Tumbay, siempre y cuando no existan en su contra otra orden
o mandato de detención emanado por autoridad competente; quedando sujetos
a las siguientes reglas de conducta: a. Obligación de no ausentarse de la localidad
en que reside, b. No variar de domicilio real. c. Obligación de presentarse a la Sala
Penal Superior cada treinta días a fin de informar y justificar sus actividades, d.
Impedimento de salida del país por el lapso de cuatro meses, para lo cual deberá
oficiarse a la autoridad correspondiente; OFÍCIESE vía fax,, a fin dé coñcreí^t"
la libertad de dichos imputados a la Segunda Sala Penal de Reos en Cárcel de la
Corte Superior de Justicia de Lima Norte, a fin de que dispongan las medidas
pertinentes. Y los devolvieron,
S.S.
LEGAROS CORNEJO / SALAS ARENAS/ QUINTANILLA CHACÓN / CHAVES ZAPATEE /
CALDERÓN CASTILLO . ^" "

« @«
426
p

JURISPRUDENCIA

R« N. 122-2016 Limai Presuncióii del origesi ilícito del bien en el


delito de receptación

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA PENAL PERMANENTE
R, No No° 122-2016
LIMA

Lima, diez de mayo del dos mil dieciséis


VISTOS?
L Los recursos de nulidad interpuestos por ios sentenciados Milton Guevara
Coronel y Rigoberto Meza Martínez, contra la sentencia de fecha 23 de no­
viembre del 2015, obrante a folios 354, en el extremo que los condenó como
autores del delito contra el patrimonio-receptación, en agravio de Celso Saúl
Alarcón Sánchez, a un año de pena privativa de la libertad efectiva; y fijó treinta
días multa, así como al pago solidario de un mil nuevos soles por concepto de
reparación civil a favor del agraviado;
11. El recurso de nulidad formulado por el representante del Ministerio Público,
a folios 410, contra la citada sentencia en los extremos que resuelve: L Absol­
I
ir;:;-
ver de la acusación fiscal a los citados acusados, por el delito contra la salud
pública-tráfico ilícito de drogas-posesión con fines de comercialización, en
agravio del Estado; iL Desvincularse de la acusación fiscal del delito de robo
Sv.
i,. agravado al delito de receptación; iii. Declarar que los encausados antes citados
son responsables penalmente del delito contra el patrimonio-receptación, en
t agravio de Celso Saúl Alarcón Chávez.
Con lo expuesto en el dictamen del señor fiscal supremo en lo penal. Interviene
cómo ponente el señor juez supremo Hinostroza Pariachi.

L Imputación fáctica
1. Según la tesis del Mini|íerio Público, sé fes incrimina a los acusados l^goberto
Meza Martínez y Milton Guevara Coronel, haber despojado mediante violencia y
amenaza con arma de fuego, de los bienes del agraviado; hecho ocurrido el 23 de
febrero del 2013, en circunstancias que el agraviado Celso Saúl Alarcón Chávez, se
encontraba transitando por la avenida Antúnez de Mayolo con dirección a su domi­
cilio, a las 21:00 horas aproximadamente, siendo interceptado por los procesados,
donde uno de ellos provisto de arma de fuego, lo golpea en la cabeza, despojándolo

®@#
427
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMOHIO

de su billetera que contenía su documento nacional de identidad, una tarjeta de


débito del Banco BCP, la suma de trescientos cincuenta nuevos soles, una licencia
de conducir, así domo un celular Motorola XT-910, Razer N,° 987167619, para
posteriormente karse a la fuga a bordo del vehículo de placa de rodaje A2X-507,
conducido por un tercer sujeto.
Con fecha 28 de febrero del 2013, aproximadamente a las 10:00 horas de la mañana,
los citados encausados fueron intervenidos por personal policial en la intersección
de la avenida 17 de Noviembre con calle Delegados, Distrito de Independencia, a
bordo del vehículo antes citado, j al efectuarse el registro personal se halló bajo el
asiento del copiloto una bolsa plástica, conteniendo 106 envoltorios de sustancia
blanquecina, así como ,5 bolsitas pequeñas con fragmentos vegetales de hierba seca,
que al ser sometidos al análisis químico preliminar, dieron como resultado 4.6
gramos de pasta básica de cocaína y 9.0 gramos de cannabis sativa (marihuana). '

II. Fundamentos de la sentencia venida en grado


2. Que, de la revisión textual de la sentencia, trasciende que los motivos que justi­
ficaron la decisión, se sustentan en lo siguiente:
a. Respecto al delito de receptación, el colegiado superior sustenta la condena
al haberse probado que los procesados fueron intervenidos en el interior del
vehículo —de placa A2X-507—, encontrándose en poder de Meza Martínez
el celular del agraviado, quien justificó su presencia en dicho lugar en razón
de haber sido convocado por Guevara Coronel para ayudarle a vender dicho
bien en el lugar conocido como «Las Malvinas», donde se tiene conocimiento
que se dedican a la venta de celulares robados.
b. En cuanto al ilícito de tráfico ilícito de drogas-posesión con fines de micro-
comercialización, imputado también a los acusados, consideró que no se en­
cuentra acreditado tal delito, debido a la ausencia de tercera persona respecto a
que las drogas halladas en el interior del vehículo en el que fueron intervenidos
ios acusados, fuera destinada a la comercialización.
c. Justificó la desvinculación de la acusación fiscal del delito de robo agravado
el delito de receptación, toda vez que se probó el nexo causal respecto a las
conductas desplegadas por los acusador Rigóberto Meza Martínez y Milton
Guevara Coronel, y la lesión dé! bíen‘|urídicó que es el patrimonio del agra­
viado en cuanto al celular sustraído.

IIL Fundamentos del recurso de nulidad —agravios—


3. La abogada defensora del sentenciado Milton Guevara Coronel en su recurso de
nulidad fundamentado a folios 397 expresa conlo agravios lo siguiente:

® ® ®

428
JURISPRUDENCIA

No existe prueba suficiente que demuestre su responsabilidad en el delito por


el cual ha sido condenado —receptación—.
b. Se debe tene^ en cuenta que los hechos no se consumaron, habiendo quedado
en grado de tentativa, pues solo tuvo la intención de vender el celular comisado,
del cual no tuvo conocimiento que provenía de un hecho delictivo.
c. La responsabilidad objetiva está proscrita por ley.
A Resulta de aplicación el error de prohibición, al no tener conocimiento que
vender un bien encontrado podría configurar delito.
e. Si bien al efectuarle el registro personal se le encontró en posesión de otros
celulares debe tenerse en cuenta que dos de ellos eran de uso personal y los otros
dos pertenecían ai dueño del carro que alquilaba y el último a su conviviente,
quien lo tenía en su poder para hacerlo arreglar.
i; £ La pena y reparación civil impuestas, son desproporciónales, considerando
LvU'-'-

P; que es agente primarlo.


La defensa técnica del sentenciado Rigoberto Mesa MartíneSj en sw recurso de
nulidad de folios 401, expresa como agravios?
Solicita que se le absuelva del delito por el cual fue condenado (receptación),
toda vez que no tuvo conocimiento que el celular incautado provenía de un
acto delictuoso; precisando que el delito de receptación no se llegó a consumar.
b. Se debe tener en cuenta que el recurrente no tuvo la intención de adquirir
dicho objeto, pues solo quiso acompañar a su coacusado Guevara Coronel
I-
para que realíce la venta del citado bien.
l. La representante de! Ministerio Público a folios 410, fundameiitó su recurso
impugnatorio argumentando que?
I: La declaración incriminatoria del agraviado cumple con las garantías de certeza
fr a.
fijadas en el AP N.° 2-2005/CJ-l 16.
sv-
b. Las actas de registro personal acreditan que en poder de los acusados se encontró
el celular de la víctima del delito.
c. La pericia de absorción atómica de fojas 146, practicados a los procesados
concluye que se les gncqntró ^n ambas manos restos de plomo, por lo que
infiere que han utilizado armas. - ^-
A Las declaraciones de los acusados, son contradictorias y carecen de credibilidad
para desvirtuar sil teoría del caso.
e. En cuando al delito de micro-comercialización señala que la absolución debe
anularse toda vez que, del acta de registro vehicular, incautación de docu­
mentos y comiso de droga se desprende que^se ha hallado dos tipos de drogas

®# ®
429
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ' MARTÍNEZ ¡ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONíO

distintas, por lo que su interpretación debe ser conforme al art. 29.9 del CP y,
en consecuéncia, excluir la posesión no punible.
f. Debe tenerle en cuenta que de la Pericia Química Forense N.° 2561-2562/2013
(toxicológico-dosaje etílico-sarro ungueal) dio negativo para consumo de dro­
gas, por lo que se deduce que dichas sustancias ilícitas tenían como destino su
comercialización y no el consumo personal de los acusados.

IV. Fundamentos del tribunal supremo:

Pronunciamiento respecto a la absolución por el delito contra la salud publica-


tráfico ilícito de drogas-posesión con fines de micro-comercialización
4. El derecho a la presunción de inocencia goza de la máxima jerarquía normativa
en el ordenamiento jurídico peruano al estar contenido en el literal «e» del inciso
veinticuatro del artículo dos de la Constitución Política del Estado. En virtud al cual
toda persona se presume inocente hasta que se pruebe lo contrario. Debe entenderse
el acto de probar en sentido procesal, esto es, que se demuestre ante un juez que el
hecho delictivo imputado realmente existió.
5- El Representante del Ministerio Público no se encuentra conforme con la senten­
cia absolutoria venida en grado por cuanto, a sü juicio, considera que existe prueba
capaz de acreditar el hecho delictivo (tráfico ilícito de drogas-posesión con fines de
micro- comercialización). Ello implica que el presente recurso de nulidad versa en
el fondo, sobre la valoración de la prueba realizada por el Tribunal de Instancia.
6. La valoración de la prueba en nuestro sistema jurídico, acoge el sistema de libre
valoración orientado por la sana critica racional, cuyas manifestaciones vienen a ser
las reglas de la lógica y las máximas de la experiencia. Debe entenderse: que estas
últimas vienen a ser el conocimiento que el juez ha adquirido de su experiencia y
que le permiten realizar una determinada inferencia a partir de un medio probatorio.
7* En este orden de ideas, en la medida en que él Tribunal de Instancia sustenta
su fallo, respecto ai delito de micro-comercialización, en insuficiencia probatoria,
es menester determinar si los medios probatorios que se mencionan en el recurso
de nulidad del Ministerio Público son capaces de demostrar la Incorrección del
razonamiento iéalizádo tn la sentencia impugnada. , / --
8. Naturalmente, será objeto de prueba el íntegro de la tesis acusatoria formulada
por el Ministerio Público, dado que no existe reconocimiento de los hechos por
parte de los imputados. Ello implica que ha de demostrarse que el hecho ocurrió
teniendo como autores a los sentenciados.

»#»
430
r

JURÍSPRUDENO A

9- Al respecto, cabe precisar que el delito de posesión con fines de micro-comer-


cialización, tipificádo en el en el art. 296 (tipo base) concordado con el art, 298,
primer párrafo, inciso 1) se configura cuando el sujeto activo posee drogas toxicas,
estupefacientes o ^sustancias psicotrópicas para su tráfico ilícito, en cantidad de
droga poseída por el agente no sobrepase los 50 gramos de pasta básica de cocaína
y derivados ilícitos, 100 gramos de marihuana o 10 gramos de sus derivados. Es un
delito de peligro abstracto y doloso, que además requiere de la tendencia interna
trascendente relativa a que el agente posea la droga tóxica destinado a su comercio
ulterior; no siendo necesario verificarse dicho comercio ulterior. Se tendrá que acre­
ditar que la posesión de droga tóxica estaba destinada para la venta ilegal a terceros.
10* Ahora bien, examinado los hechos y apreciando los medios probatorios actuados
durante el proceso, este Supremo Tribunal considera que se procedió correctamente
a absolver a los acusados Meza Martínez y Guevara Coronel, de la acusación fiscal
por el delito de tráfico ilícito de drogas-posesión con fines de comercialización;
específicamente porque la Intervención de los procesados no obedeció a alguna
información confidencial previa respecto a que estuvieran implicados en actividades
de tráfico ilícito de drogas, asimismo, el operativo policial donde intervinieron a los
procesados no estuvo relacionado a ello, sino a un presunto delito de robo agravado;
los actuados policiales no determinan haber encontrado a los procesados en actitud
sospechosa de probable venta de «ketes» de pasta básica de cocaína y marihuana;
por otro lado la Pericia Química Forense N.° 2561-2562/13 (toxicológico-dosaje
etílico-sarro ungueal, arrojó negativo para consumo y sarro ungueal, con lo cual se
descarta que los encausados hubieren manipulado o acondicionado las drogas que
se hallaron en el interior del vehículo en el que se encontraban).
11. Siendo ello así, se tiene que la imputación —por el delito de micro-comerciali­
zación de drogas— ha sido desvanecida a lo largo del proceso, al no haberse hallado
prueba alguna que los involucre con el delito instruido; además dichos encausados
han mantenido uniformidad en sus declaraciones, siendo coherentes y creíble sus
dichos cuando manifiestan no ser los propietarios de la droga hallada al interior del
vehículo de placa de rodaje A2X-507, el recurso en este extremo debe desestimarse.

ProBttuciaiiiieíito respecto a ía-desvinctilacióji de la aoisacióii fiscal de! delito


de robo agravado al delltode receptación '■V ' ' -
12. El principio de correlación o congruencia entre lo acusado y lo condenado
constituye un límite a lo potestad de resolver por parte del órgano jurisdiccional,
toda vez que garantiza que la calificación jurídica realizada en el marco de un
proceso penal (tomando en cuenta lo señalado por el Ministerio Público en virtud
de su competencia postulatoria) sea respetada al momento de emitirse sentencia.

@ ® ®

431
VÍCTOR JIM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRÍMONÍO

Asimismo, cabe .precisar que el juez se encuentra premunido de la facultad para


poder apartarse de los términos de la acusación fiscal, en tanto respete los hechos
que son objeto de acusación, sin que cambie el bien jurídico tutelado por el delito
acusado, así como que respete el derecho de defensa y el principio contradicto­
rio [Cfr. STCExp. 1230-2002-HC/TC; Exp. N.° 2179-2006-PHC/TQ
Exp. N.M02-2006-PHC/TC].
’V'-'í'i

13. De ahí que el juzgador penal puede dar al hecho imputado una distinta definición
jurídica sin que ello comporte per se la tutela de diferente bien jurídico protegido
que no sea el protegido por el ilícito imputado, pues la definición jurídica al hecho
imputado por un tipo penal que tutele otro bien jurídico, en principio, implicaría
la variación de la estrategia de la defensa que en ciertos casos puede comportar la
indefensión del procesado^ dGfr. STC Exp. N.° 03859-2011-PHC/TC].
14, En cuanto a la modificación de la calificación penal, el art. 285-A del CdePP
en su numeral 2 ha establecido que ‘'en la condena, no se podrá modificar la califi­
cación jurídica del hecho objeto de la acusación, salvo que la Sala previamente haya
indicado al acusado esta posibilidad y concedido la oportunidad para defenderse y
siempre que la nueva calificación no exceda su propia competencia.,
iS
15. Al respecto, este Supremo Tribunal advierte que el Colegiado Superior previo íí;
1j:
a la emisión de la sentencia, puso en conocimiento del fiscal y de la defensa de los
acusados, la posibilidad de reconducción del art. 189 ines. 2,3 y 4 del primer párrafo ■íil
concordante con el art. 188 del citado Código al art. 194 del texto normativo, son ■
í-í
la posibilidad de desvincularse de la acusación fiscal, conforme lo señala el citado
artículo; manifestando el representante del Ministerio Publico que se mantenía en
su posición expuesta eñ lá requisitoria oral, sin embargo, no objetó la desvincula-
ción, mientras que la señora abogada de los acusados mostró su conformidad sin
oposición u objeción alguna.
16, En ese sentido, procede la desvinculación efectuada en el caso de autos, al haberse
cumplido los presupuestos de: a) Homogeneidad del bien jurídico; b) Inmutabilidad
de los hechos y de las pruebas (no se ha variado los hechos ni las pruebas actuadas);
c) Preservación del derecho a la defensa (se ha cumplido con lo establecido en el art,
285-A del Código de Projzedimientos Penales; Coherencia entre los elementos tác­
ticos y normativos para realizar la correcta ádéctfádóil del tipo; y, e) Favorabilidad: la
desvínculación de la acusación fiscal se ha realizado por un tipo penal menos gravoso
en cuanto a la pena legal conminada para los partícipes del mismo (requisitos para
una desvinculación de la acusación fiscal y evitar incurrir en nulidad por violación
al derecho de defensa, desarrollado por el Tribunal Constitucional peruano y por la
Corte Interamericana de Derechos Humanos! en la Sentencia del 20 de junio del
2005, recaída en el caso Fermín Ramírez versus el Estado de Guatemala)
®®#
432
J u r is p r u d e n c ia

Pronunciamiento respecto a la condena por el delito de receptación


17* El arí, 194^ primer párrafo del Código Penal, vigente a la fecha de los hechos,
tipifica la conducjta del sujeto activo, que “adquiere, recibe en donación o en prenda,
guarda, esconde, vende o ayuda a negociar un bien, de cuya procedencia delictuosa
tenía conocimiento o debía presumir que provenía de un delito”, será reprimido
con una pena privativa de la libertad no menor de uno ni mayor de tres años y con
treinta a noventa días multa.
18* En el delito de receptación el bien jurídico protegido es el patrimonio, por cuya
& razón existe una dependencia entre este ilícito y el delito base, lo que determina
que el bien jurídico protegido ha de ser necesariamente el mismo que en el delito
base, de cuyo efecto se pretende aprovechar el receptador; En consecuencia, para
ser considerado sujeto activo o autor el sujeto no debe haber intervenido material
ni inteiectualmente en la perpetración del delito previo (y el sujeto pasivo debe ser
el mismo del delito precedente) ya que es el titular del bien jurídico; asimismo, en
cuanto al objeto material del delito de receptación, la doctrina penal ha estableci­
do dos teorías: la teoría en cadena y la receptación sustantiva; estando la primera
subsumida dentro del tipo penal 194 del CP, mientras que la segunda teoría abarca
todos aquellos supuestos en los que un sujeto conocedor de la actividad delictiva
previa que es desarrollada por otros, recibe un objeto que no es el que directamente
procede de la infracción anterior, sino que es obtenido mediante una operación
comercial en el bien receptado. [Ejecutoria Suprema del 1371/2004R. N. N 7 252E
2003-'LIMA, Diálogo con la jurisprudencia, año 10, N,° 70, Lima: Gaceta Jurídica,
julio del 2004, p. 99].
19. Por lo que teniendo en cuenta la forma y circunstancias en que el celular llego
al poder de los acusados Meza Martínez y Guevara Coronel, así como el motivo de
la reunión que ambos sostuvieron previamente a su intervención, con la finalidad
de negociarlo en el lugar denominado “Las Malvinas” a una persona que compra
celulares, además que era un celular usado, de segunda y no era de propiedad de
ellos, en tal caso se verifica el accionar doloso en la conducta de los citados acu­
sados, ya que debieron presumir que el celular Motorola modelo XT 910 Razer
provenía de un delito, y por ello lo venderían en “Las Malvinas” conocido lugar de
adquisición de bienes roMdos.
20 . En consecuencia, se ha logrado probar la responsabilidad penal de los proce­
sados en el delito de receptación más allá de toda duda razonable. De este modo
se ha desvanecido la presunción de inocencia de la que se encuentran premunidos,
descartándose su relato exculpatorio que se vio derrotado por los medios probatorios
de cargo. Demostrado que la prueba sí es suficiei^te para condenarlos, ninguno de
sus agravios encuentra asidero legal ni táctico.

®^ ©
433
VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS D E U rO S CONTRA EL PATRIMONIO

21, Respecto a la determinación judicial del quantum de la pena a imponerse, así


como de la deterrfiinadón de la reparación civil, es de precisar que, del reexamen
de la sentencia venida en grado, se advierte del considerando noveno que la Sala
Superior ha tomado en cuenta las circunstancias agravantes y las circunstancias
atenuantes del hecho punible; desprendiéndose de ello que se ha cumplido con
aplicar Jos principios de proporcionalidad y razonabilidad de la pena, previsto en
los numérales vii y ix del TP del CP, por tanto se ha justificado las razones de la
dosificación de la pena impuesta; consecuentemente este extremo de la apelada
también debe confirmarse.
22. Parados efectos de determinar el monto de la reparación civil debemos tener
presente que las consecuencias jurídicas del delito no se agotan con la imposición
de una pena o medida de seguridad, sino que surge la necesidad de imponer una
sanción civil reparadora, cuyo fiindamento está en función a que el hecho delictiva
no solo constituye un ilícito de carácter penal sino también un ilícito de carácter
civil, a lo que debe agregarse que la reparación civil —^sanción civil— se rige por
el principio del daño causado, cuya unidad procesal —civil y penal— protege el
bien jurídico en su totalidad, así como a la víctima, debiendo por tanto, guardar
proporción con la magnitud del daño causado, así como la naturaleza del delito.
En el presente caso, el Colegiado Superior al fijar el monto de la reparación civil, lo
hizo atendiendo al principio del daño causado, cuya extensión se encuentra previsto
por el art. 93 del CP.

DECISIÓN
Por estos fundamentos DECLARARON: NO HABER NULIDAD en la senten­
cia de fecha 23 de noviembre del 2015, obrante a f. 354, que condenó a Milton
Guevara Coronel y Rigoberto Meza Martínez como autores del delito contra el
patrimonio-receptación, en agravio de Celso Saúl Alarcón Sánchez, a un año de pena
privativa de la libertad efectiva; y fijó treinta días multa, así como al pago solidario
de un mil nuevos soles por concepta de reparación civil a favor del agraviado; y
NO HABER NULIDAD en los extremos que resuelve: i) Absolver de la acusación
fiscal a los citados acusados, por el delito contra la salud publica-tráfico ilícito de
drogas-posesión con fin^ de comercialización, en agravio del Estado; ii) Desvin­
cularse de lá ácúsáción fiscal del delito de robo agravado al delito de receptación;
con lo demás que al respecto contiene y es materia de recurso; y los devolvieron.
S.S.
VILLA STEIN / RODRÍGUEZ TINEO / PARIONA PASTRANA / HINOSTROZA PARIACHI /
NEYRA FLORES

« O«
434
p

JUKISPRUDENCIA

Cas. No 1S6-2017 ücayalis R equisitos para la coafiguracióu del elem en­


to subjetiyd de la recepíaclén

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA


CAS. N. 1S6-2017
UCAYALI

Lima, ocho de junio del dos mil dieciocho


YISTOs el recurso de casación excepcional interpuesto por el señor fiscal superior
contra la sentencia de vista de fojas ciento once, de fecha treinta de noviembre del
dos mil dieciséis, emitida por la Sala Penal de Apelaciones en Adición Liquidadora de
la Corte Superior de Justicia de Ucayali, en cuanto, por mayoría, revocó la sentencia
de primera instancia de fojas veintiocho, de fecha veintiuno de julio del dos mil
dieciséis, en e! extremo que condenó a Arlis Mahua Vargas, como autor del delito
contra el patrimonio-receptación agravada, en agravio de César Stilver Pérez Ruiz,
ilícito tipificado en el art. 194, concordado con el art, 195, primer y segundo párrafo,
del CP, a seis años de pena privativa de la libertad; y, reformándola, absolvieron
a Arlis Mahua Vargas por la agravante prevista en el art, 195, segundo párrafo del
CP; imponiéndole cuatro años de pena privativa de la libertad, suspendida por el
periodo de prueba de dos años, sujeto a reglas de conducta.
Interviene como ponente el señor juez supremo Hinostroza Pariachi.

FUNDAMENTOS DE HECHO

§. Procedimiento en primera instancia


PHmero, En la audiencia de control de^acusación, según acta de fojas uno, el señor
fiscal adjunto provincial oralizó su requerimiento acusatorio, formulando imputa­
ción penal contra Arlis Mahua Vargas, como autor del delito de receptación agravada,
en agravio de César Stilve^Pérez Ruiz, tipificado en el art. 194, concqrdadq con el
art. 195, primer y segundo párrafos, del CP. Se solicitó la imposición de seis años
de pena privativa de la libertad, sesenta días multa que ascienden a Sí 375.00 soles,
y la suma de SI 2,000 soles como reparación civil. Posteriormente, en los mismos
términos del dictamen fiscal aludido, se dictaron los autos de enjuiciamiento y de
citación a juicio oral, de fojas dos y cinco, respectivamente.

# ^
435
V ÍCTOR JlM M Y ARBÜLÚ MARTÍNEZ | DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

Segundo* Llevado a cabo al juzgamiento, el señor juez del Primer Juzgado Penal
Unipersonal de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, mediante sentencia de
fojas veintiocho, dé fecha veintiuno de julio del dos mil dieciséis, condenó a Arlis
Mahua Vargas, coAio autor del delito de receptación agravada, en agravio de César
Stilver Pérez Ruiz, regulado en el art. 194, con la agravante estipulada en el art.
195, primer y segundo párrafos, del CP, a seis años de pena privativa de la libertad,
sesenta y días multa a razón de Sí 375.00 (trescientos setenta y cinco soles), y fijó
por concepto de reparación civil, la suma de SI 2 000,00 (dos mil soles), que deberá
abonar el sentenciado, a favor del agraviado.
Tercero. Contra la mencionada sentencia, el procesado Arlis Mahua Vargas inter­
puso recurso de apelación de fojas cuarenta y nueve, de fecha nueve de agosto del
dos mil dieciséis. Dicha impugnación fue concedida por auto de fojas cincuenta y
ocho, de fecha diecisiete de agosto del dos rnil dieciséis. Se dispuso elevar los autos
a la Sáa Penal Superior competente.

§. Procedimiento en segunda instancia


Cuarto. En la audiencia de apelación solo se realizaron los alegatos finales de ios
sujetos procesales intervinientes, es decir, la defensa técnica del encausado Arlis
Mahua Vargas y el Ministerio Público. El primero, no rebatió los hechos planteados
en la imputación fiscal, pero sí cuestionó la aplicación de la circunstancia agravante
contenida en el art. 195, segundo párrafo del CP. Y el segundo, solicitó que la sen­
tencia condenatoria sea confirmada, en todos sus extremos [f ciento uno]. Así, la
Sala Penal de Apelaciones en Adición Liquidadora de la Corte Superior de Justicia
de Ucayali, a través de la sentencia de vista de fojas ciento once, de fecha treinta de
noviembre del dos mil dieciséis, resolvió, por mayoría, revocar la sentencia de pri­
mera instancia de fojas veintiocho, de fecha veintiuno de julio del dos mil dieciséis,
en el extremo que condenó a Arlis Mahua Vargas, como autor del delito contra el
patrimonio, receptación agravada, en agravio de César Stilver Pérez Ruiz, ilícito
tipificado en el art. 194, concordado con el art. 195, primer y segundo párrafo,
del CP, a seis años de pena privativa de la libertad; y, reformándola, absolvieron
a Arlis Mahua Vargas por la agravante prevista en el art, 195, segundo párrafo del
CP; imponiéndole cuatro años de pena privativa de la libertad, suspendida por el
periodo de prueba de dos anos, sujeto a reglas de conducta. La pena de multa y la
reparación civil fueron ratificadas.
Qtunto. Es pertinente señalar que, en lo medular, se declararon los siguientes
hechos probados:
A. Con fecha 15 de octubre del 2015, a las 12:15 horas aproximadamente, efec­
tivos de la DEVIME (Halcones), de la Policía Nacional del Perú, recibieron

d#o
436
I JURISPRUDENCIA

información radial de la Central 105) indicando que se dirigieran a la intersec­


ción de los jirones Gallería y Tres de Octubre, en el distrito de Yarinacocha,
departamento de Ucayali, debido a que se estaba desmantelando un vehículo
menor. ^
B, Al constituirse en dicha zona, entrevistaron a Francisco Mahua Tapulima, quien
indicó ser propietario del inmueble sito en el jirón Gallería, manzana 22, lote
3) en el distrito y departamento antes mencionados. Se solicitó la autorización
para ingresar, destacándose que, en la parte posterior de la vivienda, se halló
un chasis de trimóvil totalmente cortado y desmantelado, y asimismo, se ubicó
otro chasis con serie número CSM00372002, parcialmente desmantelado con
tres neumáticos.
C. Continuando con el registro domiciliario, se encontraron accesorios y au-
topartes pertenecientes a otros vehículos menores, entre ellos, un tanque de
color azul marca Honda, con un holograma que consignaba la placa de rodaje
número U4-2504. Se realizó la consulta respectiva en la base de datos de la
DEPRO VE sobre posibles requisitoriados, arrojando positivo para delito de
robo agravado, conforme a la denuncia de fecha 15 de octubre del 2015, en
agravio de César Stilver Pérez Ruiz.
De El propietario del Inmueble, Francisco Mahua Tapulima, indicó que dichos
objetos fueron ingresados por su hijo, el acusado a Arlis Mahua Vargas, quien,
durante la intervención policial, apareció y fue detenido, refiriendo dedicarse
a la compra y venta de los objetos descubiertos.
Sexto, Frente a la sentencia de vista, el señor fiscal superior promovió recurso de
casación de fojas ciento treinta y dos, de fecha tres de enero del dos mil diecisiete.
La citada impugnación fue admitida y elevada a esta instancia suprema, mediante
auto de fojas ciento cincuenta y nueve, de fecha once de enero del dos mil diecisiete,

§. Procedimiento ante el Tribunal Supremo


Sétimo, Este Tribunal Supremo, de conformidad con el art. 430, numeral 6, del
nuevo CPP, decidió que la concesión del recurso de casación estaba arreglada a de­
recho y, por tanto, correspondía conocer el fondo del asunto. En ese sentido, según
el auto de calificación de fojas ciento setenta y seis, de fecha cinco de abril del dos
mil diecisiete, lo que será liiateria de dilucidación deviene de la causal prevista en
el art. 429, numeral 3, del nuevo CPP, esto es, por errónea interpretación y falta
de aplicación de la agravante contenida en el art. 195, segundo párrafo, del CP.
Octavo. Instruidas las partes sobre la admisión del recurso de casación, conforme
a las cédulas de notificación de fojas cincuenta y tres, y cincuenta y cuatro (en el

©a ®
437
V ÍC TO R JIM M Y AKBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

cuadernillo supremo), se emitió el decreto respectivo, señalando como fecha para


la audiencia de casáción, el treinta y uno de mayo del dos mil dieciocho.
Noveno. Realizad^ la audiencia de casación con la intervención de la señora fiscal
adjunta suprema en lo penal, según el acta adjunta, se celebró inmediatamente
la deliberación de la causa en sesión privada. Efectuada la votación respectiva y
obtenido,, él número de votos necesarios, corresponde dictar la presente sentencia
casatoria, cuya lectura se programó en la fecha.

§. Fundamentos de derecho
Décimo. Como quedó expuesto, este Tribunal Supremo, mediante Ejecutoria Su­
prema de calificación de fojas ciento setenta y seis, de fecha cinco de abril del dos
mil diecisiete, admitió el recurso de casación por la causal de errónea interpretación
y falta de aplicación de. la ley penal, prevista en el art; 429? numeral 3,,:del nuevo
CPp. En virtud de ello, corresponde analizar, jurídicamente, los alcances normati­
vos de la agravante estipulada en el art. 195, segundo párrafo, del CP, a efectos de
contrastar la legalidad de la interpretación que, sobre dicho precepto sustantivo,
realizó la Sala Penal Superior.
Décimo primero. Sobre el motivo de casación invocado, la señora fiscal superior
puntualizó que el Tribunal Superior yerra al no subsumir los hechos, en la circuns­
tancia agravante estatuida en el art. 195, segundo párrafo, del CP; puesto que, la
denuncia escrita por el ilícito de robo agravado y la declaración del agraviado por
este último delito, resultan suficientes para su aplicación.
Décimo segundo. La elaboración de la jurisprudencia se erige como la función
principal de los tribunales supremos. Dicha labor, en consonancia con lo preceptua­
do en el nuevo CPP, se realiza a través del recurso de casación. Con ello; se busca
cumplir con otra finalidad sustancial, es decir, la fijación del sentido e interpretación
correcta de la norma sustantiva o procesal, en resguardo de la seguridad jurídica
y el principio de igualdad. La garantía de una aplicación igualitaria de la ley, se
consigue a través del principio de legalidad. La ley solo puede ser conocida a través
de su interpretación y esta, con frecuencia, admite varias soluciones correctas. La
seguridad jurídica, como valor supremo del ordenamiento, requiere evitar la dis­
paridad de las interpretacioxfe$ jurídicas y pretende la unificación normativa^ Bajo
esta perspectiva, se proscribe, o en su caso, se busca reducir a la mínima expresión,
la incorrecta aplicación de las normas jurídicas.

M a r t ín e z A r r ie t a , Andrés y Miguel Ángel E n c in a ^ d e l P o z o , El recurso de casación y


de revisión penal, Valencia: Editorial Tirant Lo Blanch, 2016, p. 104.

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JURISPRUDENCIA

Déciuaa tercero* Bajo dicho contexto, este Tribunal Supremo considera oportuno
abordar, hermenédticamente, dos aspectos específicos de la configuración típica del
delito de receptación: de un lado, lo relativo a la independencia normativa respecto
al delito antecedente y primigenio; y, de otro lado, el dolo en el comportamiento
I del agente delictivo.
Décimo cuarto* Respecto al primer punto, cabe enfatizar que el delito de recepta­
ción, debido a su ubicación sistemática en el Código Penal, esto es, título v, capítulo
IV , delitos contra el patrimonio, constituye un ilícito autónomo, en relación al

delito previo. La ley penal ha previsto la punición independiente de la receptación,


debido a su relevante significado político criminal. La autonomía presenta un do­
ble cariz: sustantivo, es decir, que no resulta necesario el descubrimiento efectivo
y real del ilícito primigenio, para dictar una condena por delito de receptación; y,
procesal, esto es,,que no es imprescindible, a los efectos de incoar la investigación y,
procesamiento por el ilícito de receptación, que el delito originario se encuentre en
proceso de indagación. De haber optado por una posición distinta, concerniente a
la vinculación absoluta entre la receptación y el ilícito previo, se estaría vaciando de
contenido el objetivo y utilidad de los arts. 194 y 195 del CP, los cuales criminalizan
las acciones de receptación desde una óptica de prevención general. La descripción
típica coadyuvará a una mejor comprensión: “El que adquiere, recibe en donación o
en prenda o guarda o esconde, vende o ayuda a negociar un bien cuya procedencia
delictuosa tenía que conocer o debía presumir que provenía de un delito
Décimo quinto* De otro lado, respecto al elemento subjetivo de la receptación,
cabe reconocer que en su modalidad básica exige tres requisitos: a) Un elemento
cognoscitivo normativo, consistente en obrar con conocimiento de un delito contra
el patrimonio; l?) Un elemento comisivo formulado de manera alternativa y que
se predica de quien ayude a los responsables a aprovecharse de los efectos de ese
delito o de quien reciba, adquiera u oculte tales efectos, que implica a su vez un
elemento subjetivo de injusto: actuar con ánimo de lucro; y, c) Un elemento nega­
tivo, integrado por la circunstancia de que.el sujeto activo no haya intervenido ni
como autor ni como cómplice en el delito previo^. Esto último, según lo acotado
por la doctrina internacional.
... 1;!^
Décimo sexto. Se trata de un delito eminentemente doloso, que puede ser -sómetido
por dolo directo, con conocimiento certero de la procedencia ilícita de los biexies,
como por dolo eventual, en los supuestos que el receptador se ha representado como
razonablemente probable que tales bienes detenten origen en un delito de diversa

V
2 T ribunal Supremo de E spaña, Recurso de Casación N . "" 1087212015, 19 de mayo del
2016, £ j. n.*" tercero.

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VÍCTOR JíM M Y ARBULÚ MARTÍNEZ DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL / LOS DEUTOS CONTRA EL PATRIMONIO

naturaleza. En esté último caso, el origen ilícito de los bienes receptados aparece con
un alto grado de probabilidad, en virtud de las circunstancias coetáneas al hecho.
Décimo sétim o J Ahora bien, en el caso concreto, se advierte que el Tribunal
Superior incurrió en una manifiesta contradicción, pues, por un lado, se afirmó:
“[...] es requisito obligado para acreditar la comisión del delito de receptación,
que previamente se determine la comisión de un ilícito penal anterior [...] cir­
cunstancias que en el presente caso sí se cumplen, dada la aceptación por parte del
imputado según consta de las diligencias efectuadas y conforme se ha desarrollado
en la sentencia recurrida y, por otro lado, inexplicablemente se señaló: “[•••]
en el caso concreto el delito de robo agravado [...] no puede estar deterníinad[o]
por una simple presunción o sospecha [...] no es posible corroborar con la sola
denuncia y versión efectuada por el agraviado [...]”. No resulta razonable establecer,
en principio^ que la procedencia delictiva del bien receptado ha sido acreditada y,,
seguidamente, negar esta circunstancia, aseverando que las pruebas actuadas no son
suficientes para establecer su probanza.
Décimo octavo. Desde los hechos declarados probados y no controvertidos por el
acusado Arlis Mahua Vargas, emerge que uno de los bienes objeto de receptación,
esto es, el tanque de color azul marca Honda, consignado con la placa de rodaje nú-
mero U4-2504, tuvo procedencia delictiva, conforme a la consulta en línea realizada
en la Deprove sobre posibles requiskoriados, arrojando positivo para delito de robo
agravado, conforme a la denuncia de fecha 15 de octubre del 2015, en agravio de
César Stilver Pérez Ruiz. Dicho objeto, según se detalló en los pronunciamientos
judiciales de primera y segunda instancia, fue hallado luego de la desmantelación
respectiva. Por lo tanto, no existe prueba en contrario que impida deducir que el
acusado Arlis Mahua Vargas se haya representado como altamente probable que
dicho bien provenía de un delito de robo, más aún si no explicó razonablemente
su origen. Así consta del factura acreditado. A criterio de este Tribunal Supremo,
actuó con dolo eventual. En consecuencia, cabe la aplicación de la agravante pre­
vista en el art. 195, segundo párrafo, del CP, que a la letra estipula: “La pena será
privativa de libertad no menor de seis ni mayor de doce años si se trata de bienes
provenientes de la comisión de los delitos de robo agravado
Décimo noveno. El recurso de casación promovido^se decíara fundado. Procede,
entonces, al no ser necesaria nueva audiencia o debate para definir el resultado de la
causa, a tenor del art. 433, numeral 1, del citado código adjetivo, actuar en sede de
instancia, emitir un fallo susdtutivo y confirmar la sentencia de primera instancia
que condenó a Arlis Mahua Vargas, como autor del delito contra el patrimonio-
receptación agravada, en agravio de César Stilver |^érez Ruiz, ilícito tipificado en el
art. 194, concordado con el art. 195, primer y segundo párrafos, del CP, a seis años

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J urisprudencia

de pena privativa de la libertad. Se dispone la inmediata ubicación, captura e Ínter-


namiento del citado procesado, a fin de que cumpla con la sanción penal impuesta.

* DECISIÓN
Por estos fundamentos, declararon:
I. FUNDADO el recurso de casación excepcional interpuesto por el señor fiscal
superior contra la sentencia de vista de fojas ciento once, de fecha treinta de
noviembre del dos mil dieciséis, emitida por la Sala Penal de Apelaciones en
Adición Liquidadora de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, en cuanto,
por mayoría, revocó la sentencia de primera instancia de fojas veintiocho, de
fecha veintiuno de julio del dos mil dieciséis, en el extremo que condenó a
Arlis Mahua Vargas, como autor del delito contra el patrimonio-receptación
agravada, en agravio de César Stilver Pérez Ryilz, ilícito tipificado en el. art.
194, concordado con el art, 195, primer y segundo párrafos, del CP, a seis
años de pena privativa de la libertad; y, reformándola, absolvieron a Arlis
Mahua Vargas por la agravante prevista en el art. 195, segundo párrafo del
CP; imponiéndole cuatro años de pena privativa de la libertad, suspendida
por el periodo de prueba de dos años, sujeto a reglas de conducta;
IL CASARON la sentencia de vista de fojas ciento once, de fecha treinta de
noviembre del dos mil dieciséis; y, actuando en sede de instancia, sin reenvío,
CONFIRMARON la sentencia de primera instancia de fojas veintiocho, de
fecha veintiuno de julio del dos mil dieciséis, en el extremo que condenó a
Arlis Mahua Vargas, como autor del delito contra el patrimonio-receptación
agravada, en agravio de César Stilver Pérez Ruiz, ilícito tipificado en el art.
194, concordado con el art. 195, primer y segundo párrafo^ del CP, a seis años
de pena privativa de la libertad;
IIL ORDENARON la inmediata ubicación, captura e internamlento del procesa­
do Arlis Mahua Vargas en un establecimiento penitenciario, a efectos de que
cumpla la pena impuesta en la sentencia de primera instancia; oficiándose, a
las autoridades competentes. Intervienen los señores jueces supremos Sequeiros
Vargas y Chávez Mella por licencia de los señores jueces supremos Figueroa
Navarro y Cevallos Vegas. Con lo demás .quexonriene. Hágase saber,
S.S. '■ ■■■
NÚÑEZ JULCA / SEQUEIROS VARGAS/ HINOSTROZA PARIACHI / PACHECO HUAN-
CAS/CHÁVEZ MELLA

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ctualmente, en el Perú existe una alta incidencia
de criminalidad patrimonial y es común ver en los
medios de comunicación masivos como se
arrebatan celulares u otros bienes a las personas
mediante el uso de armas de fuego, empleando violencia e
intimidación, y en muchos casos causándoles la muerte
para lograr su cometido, esto es, lograr la sustracción del
bien. Esta situación ha conllevado a que tanto el legislador
como el Ejecutivo diseñen una política criminal severa,
debido a ello, se han agravado las penas y restringido
algunos beneficios penitenciarios, incurriendo, de esta
manera, en excesos.
E s por esa razón que la presente obra estudiará cada uno
de los tipos penales que circunscriben la lesión al bien
jurídico “patrimonio”, los cuales van desde el delito de hurto
simple hasta la excusa absolutoria. Además, el autor señala
un proyecto del Código Penal, en el que se propone algunas
alternativas de solución frente a las deficiencias que
contiene nuestro actual Código Penal. Así también, esta
obra contiene jurisprudencia actualizada y sistematizada de
acuerdo al título V del Código Penal.

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