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Marzo de 1996, ahora agosto 2018, es un poco difícil de creer que la realidad de nuestro

país actualmente pueda ser a alguna manera igual a una realidad mostrada en un ensayo
de 1996, que los acontecimientos actuales se ven descritos de una manera tan certera y
que además al parecer, parece tan real que esas situaciones sigan vivas durante futuras
décadas en nuestro país.
Durante años no décadas mejor siglos hemos sido manejados por una clase élite por una
oligarquía que desprecian al país y que solo tienen la mentalidad de que es su bolsita de
opulencia, esas clases dirigentes han dirigido la riendas del país y lo ha sumergido en una
laguna de guerras, pobreza, analfabetismo, hampa, delincuencia y temor por lo diferente,
cada día con el poder en sus manos dibujan y colorean una realidad insensata a los
países del mundo y además a los propios ciudadanos a los cuales solo ven como objetos
vacíos, negándoles oportunidades de poder superarse impidiendo el paso a una clase
media que cada día lucha para tener así sean migajas de un bienestar social que les
pertenece.
Ahora vamos más allá en el contexto actual y relacionémoslo con la realidad del país hace
19 años, estamos a puertas de una oportunidad generada por personas que se han
quitado las vendas de los ojos, que se han sacado esas repetidas frases de que debemos
ser como los países europeos, y han adherido a su conciencia y corazón la tierra donde
viven la tierra de donde son, y buscan soluciones para acabar y/o sacar a esas personas
que solo lo que hacen es escupirla. estamos a puertas de poder darle un golpe así no sea
mucho pero un golpe de comienzo que empezara a dar un final de la corrupción que es
uno de los males que carga Colombia, pero para dar final a esto la sociedad tiene que
empezar a sentirse seres de estas tierras a llevar el futuro de la nación en sus manos y no
en las de un estado dirigido por partidos tradicionales que solo se preocupan por el
bienestar de sus propios bolsillos y de que nadie con un pensamiento diferente llegue a
dar esperanzas y soluciones a la sociedad ya que para ellos sería el derrumbamiento de
sus tronos.
Ahora bien, vemos de como actualmente el campo se ha hecho de un paisaje de pobreza
y violencia, pero como escribió el historiador inglés Eric Hobsbawm “la presencia de
hombres armados forma parte natural del paisaje colombiano, como las colinas y los ríos.”
Ciertamente esas palabras escritas son una verdad que siempre ha tenido Colombia, una
violencia generada y cosechada por las bancadas políticas que arrasa con el campo y sus
gentes, la sociedad actual puede pensar y decir que la violencia bipartidista en este
tiempo ya no existe, pero están equivocados constantes situaciones vivimos en un país
que siempre ha estado polarizado, de personas son asesinados por tener un pensamiento
distinto a los demás. hechos también de líderes sociales de esos héroes que tanto
necesita este país, ahora habitan en los cementerios y la única preocupación del estado a
estos hechos es como difamar o generar una serie de falsas situaciones para dar una
respuesta absurda a sus muertes.
La verdad es que la sociedad colombiana debe empezar a realizar esa Reforma Nacional
de Jorge Eliécer Gaitán y derrocar esa contrarrevolución impuesta por los partidos
tradicionales para nublar la vista y pensamiento de las masas ardientes por un cambio, los
colombianos debemos empezar a sentir como nuestras estas tierras y empezar a marchar
y protestar en contra de un estado organizado por una oligarquía que se arraiga a este.
Para que al final del día Colombia se establezca como esencia patria de las clases
trabajadoras y de comienzo a una sociedad entendida en el sentimiento de su tierra.

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