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¿Y tú qué número eres? | Noticias generales | elmundo.

es
Si usted tiene algún amigo que sabe de eneagrama es muy probable que ya le haya
colgado un número y le haya dicho que es un 2 porque le encanta ayudar o un 7 porque
lo que más le gusta en el mundo es irse de juerga. Y si no lo tiene, pues quizás se haya
topado en cualquier librería con algún volumen, porque lo cierto es que abundan, que
trata sobre este sistema de identificación de tipos de personalidad y que disecciona
cómo son los nueve caracteres que, en teoría, describen el funcionamiento de los seres
humanos.

"El eneagrama es un GPS que te puede guiar, pero el


volante de tu vida lo llevas tú", explica el doctor en
Psicología Lluís Serra, quien realizó su tesis doctoral sobre
este sistema de identificación de tipos de personalidad y
quien acaba de publicar el libro 'El eneagrama de las
pasiones' basado en este trabajo.

Esta tesis es pionera en el análisis desde la universidad del


eneagrama, un sistema que ha levantado recelos en
sectores de la psicología más tradicional que argumentan
que no tiene ninguna base científica. "Esto pasa con algo
que puede ser muy novedoso o cuando se conoce de manera parcial o de forma no
correcta", explica Serra, quien también es licenciado en Teología y en Filosofía.

Serra cree que el hecho de que el eneagrama se asocie a un símbolo geométrico "puede
hacer pensar en otro tipo de conocimiento, de tipo astrológico, pero el eneagrama es un
planteamiento que tiene su rigor y su estudio". Además, recalca que la tesis que él ha
hecho "cumple todos los requisitos" que dan seriedad y que validan un trabajo de este
tipo. De hecho, está basada en seis entrevistas por cada tipo de personalidad en lenguas
española e italiana.

Este mapa de la personalidad que distingue nueve patrones básicos de conducta,


también llamados eneatipos y representados por números que van del uno al nueve,
tiene como símbolo una figura con nueve puntas -de ahí su nombre, enea significa
nueve- unidas por varias líneas que muestran las interrelaciones entre los diferentes
caracteres.

Aunque se cree que sus orígenes son anteriores a Cristo, lo recupera el armenio Georges
Gurdjieff (1866-1949). En los años 60 el boliviano Óscar Ichazo retoma su estudio y se lo
enseña en Estados Unidos, entre otros, al psiquiatra chileno Claudio Naranjo, quien lo
reformula usando el lenguaje de la psicología moderna. A partir de los años 80 Helen
Palmer y Don Richard Riso y Russ Hudson comienzan a propagarlo y empieza a
extenderse este sistema que, en la actualidad, es usado por psicólogos, 'coachs',
responsables de recursos humanos, profesores, guionistas, actores e incluso artistas.

Serra destaca el potencial que el eneagrama tiene como


herramienta de desarrollo personal. Explica que, una vez
se tiene conocimiento del propio eneatipo es cuando se
"tomar conciencia" de qué es aquello que mueve a cada
persona y es posible "despertar a mi forma de ser". "Lo
primero sería abrirse a la realidad de sí mismo, a los
patrones repetitivos de conducta que me impiden ser libre
porque cuando empiezo a darme cuenta del mal que me
hace este tipo de comportamientos porque me quitan mi
capacidad amorosa y mi libertad es cuando me doy cuenta
de que hay que operar un cambio", subraya.

Nueve pasiones El eneatipo 2. | Ana Roldán

El eneagrama desarrollada por Naranjo incide en la


neurosis de cada número, en eso que él denomina las pasiones y que se
corresponderían con los siete pecados capitales más la vanidad y el miedo, mientras que
el desarrollado por otros autores, como Helen Palmer o Don Richard Riso y Russ
Hudson, incide más en lo virtuoso de cada eneatipo. Así, para Naranjo el eneatipo 1 es
el iracundo, mientras que para Riso y Hudson es el perfeccionista (ver cuadro de abajo).

"Aquí usamos dos lenguajes: en el psicológico hablamos de las pasiones dominantes y el


moral, de los pecados capitales", señala Serra, quien explica que, originariamente, los
pecados capitales eran ocho y no siete, ya que el orgullo acabó absorbiendo a la
vanidad. En cuanto al miedo, asociada al eneatipo 6 en el eneagrama y que no es un
pecado capital, Serra destaca que "el miedo se confundió con el santo temor a Dios y se
entendió como algo positivo". Además, señala que ya en el siglo XIV Ramon Llull
dibujó un símbolo parecido al del eneagrama pero formado por tres triángulos
equiláteros.

Para Serra el eneagrama "es un instrumento muy interesante que tiene que ser usado
con mucha inteligencia, sabiendo que es el mapa no es el territorio". Él está
convencido de que uno de sus inconvenientes es su uso de forma frívola, "de método de
control de los demás porque es algo que hace daño", señala.

Tráiler de la película '9' producida por Tim Burton.

Antonio Díaz Deus, 'coach', ha desarollado un modelo de 'coaching', el integrativo,


basado en el uso del eneagrama como instrumento de desarrollo y de cambio personal.
"Yo no lo uso para encasillar a mi cliente sino para que se sienta en su número. Por
ejemplo, hace poco trabajando con un alto directivo que era un 3 [personas prácticas,
orientadas al éxito y con muy buena imagen] le puse una lista de competencias,
asociada a su eneatipo, con la que se sintió cómodo", explica Díaz Deus.

El nombre de integrativo que Díaz Deus le da a este tipo de 'coaching' es porque intenta
que sus clientes integren el pensar, en sentir y el hacer. El eneagrama establece tres
tríadas: las personas que se guían por sus sentimientos, que corresponden con los
eneatipos 2, el 3 y el 4; las que se centran en el pensamiento, que son el 5, 6 y el 7, y en
las que predomina la acción, que son el 8, el y el 1.

"Para mí el trabajo es, por ejemplo, un 2 que es emocional


integre la cabeza y el instinto, la acción, pero la dificultad
está en que al ser demasiado emocional tiene que conectar
con el cuerpo e irse un poco más a la cabeza", señala Díaz
Deus, quien trabaja con el eneagrama desde hace más de
20 años.

Este sistema de identificación de tipos de personalidad


aporta al 'coaching', según Díaz Deus, el "conocimiento de
uno mismo, proporciona mecanismos de desarrollo, de
transformación y también proporciona conocimiento de
los procedimientos automáticos de cada persona que le
permite al 'coach' ayudar a su cliente a que se conozca
mejor", subraya. El eneatipo 6. | Ana Roldán

El eneatipo de cada persona se forja durante la infancia y


no cambia durante la vida, aunque sí que dentro de cada tipo de personalidad se puede
estar en un estado más sano o, por contra, más pegado a la neurosis propia de cada
número. Además, todas las personas tienen en mayor o en menor medida características
de los nueve eneatipos, pero lo que le mueve en la vida es su pasión dominante. Así por
ejemplo un 8, cuya pasión es la lujuria es también orgulloso y vanidoso, como los 2 y los
3, pero el motor de su vida es la lujuria y su personalidad se forja en torno a esa pasión
y hace de la búsqueda de la intensidad su objetivo vital.

Pero el conocimiento personal no es el único campo en el que se usa el eneagrama. La


Fundación Claudio Naranjo está convencida de que aplicado al ámbito escolar puede
contribuir a la educación emocional de los alumnos. Para ello desde hace un par de
años lleva el programa SAT, las iniciales en inglés de buscadores de la verdad, a las
comunidades escolares.
Ese SAT, diseñado para que cada uno bucee en su forma de ser, ha tenido ya miles de
alumnos en España, Italia y en varios países de Latinoamérica, mucho de ellos
terapeutas, y ha servido a la actriz Candela Peña de fuente de inspiración para su
primer cortometraje como directora, '9' en la que se ve a un grupo de amigos, todos
ellos desnudos, que charla sobre el eneagrama, sobre este curso y se preguntan unos a
otros qué número son.

En el cine

Candela Peña no es la única que ha usado el eneagrama como fuente de inspiración: el


mismísimo Tim Burton ha producido una película de animación, también titulada '9' y
dirigida por Shane Acker, en la que nueve muñecos de trapo, cada uno con su propia
personalidad, tienen que luchar para sobrevivir en un mundo devastado y controlado
por unas máquinas.

Los actores también usan el eneagrama para construir sus


personajes, según cuenta la actriz y 'coach' de intérpretes
Lorena Bayonas, quien es colaboradora del programa SAT
y dirige el Centro del Actor en Madrid. Bayonas explica
que cada vez hay más actores que siguen ese programa
diseñado por Claudio Naranjo.

"Uno de los motivos por los que entran es porque a la


hora de crear un personaje es un instrumento súper
potente", explica Bayonas, quien detalla que la potencia
del eneagrama radica en que hace posible que se
profundice en un personaje, en quién es y en qué es lo que
lo mueve. "En el arte hay algo que es mostrar el alma del
ser humano, el corazón, poder llegar a lo profundo", El 8, el lujurioso. | Ana Roldán
señala.

Con el eneagrama también se puede ver el ego del personaje: por ejemplo, explica esta
actriz, "las princesas suelen ser todas orgullosas [pasión correspondiente al eneatipo 2]
y físicamente se les ve el orgullo en el pecho, son como pavos reales, mientras que un
carácter más cobarde, como el 6, hace todo lo contrario, que es hundir el pecho".

Ana Roldán, pintora cuyos cuadros sobre el eneagrama ilustran este reportaje, también
vio en este sistema de identificación de tipos de personalidad que conoce desde
mediados de los 80 una fuente de inspiración. "Desde el punto de vista creativo ha sido
una fusión entre mis dos pasiones que son el arte y la psicología", cuenta.

Su propósito al hacer una serie de cuadros en 2004 sobre el eneagrama que tituló '9
pasiones' fue plasmar de una forma visual lo que había aprendido sobre este sistema.
Para ello se inspiró tanto en conocidos suyos como en personalidades famosas y, por
ejemplo, para pintar el cuadro correspondiente al eneatipo 7, el guloso, usó la cara del
pintor mexicano Diego Rivera o para pintar el del eneatipo 9, el perezoso, se inspiró en
Winston Churchill.

Los nueve eneatipos

Ésta es la clasificación realizada por Claudio Naranjo de los nueve caracteres que
componen el eneagrama:

Eneatipo l: Su pasión es la ira, aunque la reprimen porque los aleja de la perfección


que desean alcanzar y la disfrazan de benevolencia. En su estado sano son
tolerantes y benévolos. Ejemplos de 1 son Juana de Arco y Margaret Thatcher.
Eneatipo 2: Los orgullosos usan la estrategia de dar, de ayudar para seducir y
elevar su propia imagen. Necesitan ser el centro de atención y esconden una
profunda necesidad de ser amados. Cuando están en su estado sano son tolerantes
y benévolos. La Madre Teresa de Calcuta o Elvis Presley son este eneatipo.
Eneatipo 3: Los vanidosos se suelen centrar en brillar en su trabajo. Buscan su ser
a través del éxito. Son máscara pura y muy camaleónicos. Tom Cruise y Oprah
Winfrey son ejemplos.
Eneatipo 4: Su pasión es la envidia y tienen una sensación profunda de carencia.
Se suele comparar con los otros y usan el sufrimiento propio para resaltar su
importancia. Michael Jackson y Frida Kahlo.
Eneatipo 5: Los avaros tienden a acumular conocimientos y viven con
distanciamiento emotivo. Son muy intelectuales y tienen una gran necesidad de
independencia. Stephen Hawking y Tim Burton son ejemplos de 5.
Eneatipo 6: El miedo es su pasión dominante. Son personas que suelen dudar
continuamente. Buscan la autoridad pero al mismo tiempo huyen de ella. En su
estado más sano conectan con la valentía. Woody Allen y Adolf Hitler son 6.
Eneatipo 7: Los gulosos suelen ser personas alegres, con multitud de planes de
futuro para pasárselo bien y que huyen del sufrimiento. Peter Pan es un ejemplo
de 7.
Eneatipo 8: Los lujuriosos son buscadores de la intensidad a los que no les
importa meterse en peleas con tal de no parecer débiles. Suelen dar miedo al resto
de la gente, pero detrás de esa armadura ocultan una gran inocencia. Tony
Soprano, el mafioso protagonista de 'Los Soprano' o Robin Hood son este eneatipo.

Eneatipo 9: Los perezosos suelen ser personas, aparentemente felices, pero con
una gran dificultad para mirarse a sí mismos y saber qué es lo que desean. Se
funden con su entorno y son grandes pacificadores. Winston Churchill o Nelson
Mandela son 9.

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