El oculto Mithra nuestro viene del persa, y el persa es idioma derivado del caldeo. Todavía en el rito católico se llama mitra el gorro que usa el Obispo y el Papa; el Papa lo usa de triple corona, porque esa es una homologación de un Adepto que tiene dominio sobre el mundo físico, sobre el mundo anímico y sobre el mundo espiritual; naturalmente es una alegoría. Pero como alegoría está presente para que las gentes piensen, porque ese caballero grande o no, no interesa el caso, ocupa simbólicamente una situación. Lleva en sus manos un bastón, el bastón de mando; esto quiere decir alegóricamente que él se ha robado el poder de Yesod y lo agarra con su voluntad e inteligencia, que por eso posee el poder de los dioses, alegóricamente. Realización debe ser, para el que comprende los misterios y los convierte en operación dentro de sí. Pero vamos a entrar en un templo católico: entonces, ¿Qué encontramos a la entrada del templo? Al penetrar en el templo encontramos un recipiente y está lleno de agua, inmediatamente metemos nuestro dedo pulgar y nos hacemos la señal de la cruz, esto quiere decir que el agua de Yesod debe ser llevada al centro del entrecejo para lograr la iluminación espiritual, y que de allí debe cruzarse con la energía del cosmos. De tal suerte que estamos realizando un trabajo sublimatorio; inconsciente operación que debemos hacer nosotros operativa y conscientemente. ¿Qué es un templo católico? Es una alegoría, una homologación del cuerpo – templo en el cual vive el Espíritu Santo, es decir, del cuerpo del hombre simplemente y nada más. Un verdadero templo tiene tres naves: La nave de la izquierda, la de la derecha y la nave central. Son los tres nadis de las corrientes vitales de nuestra naturaleza. Son: Ida, Sushuma y Pingala, de los orientales; son las corrientes cerebro-simpática de la derecha y de la izquierda y el canal central del sistema nervioso cerebro – espinal. De tal suerte que es entrar conscientivamente en nuestra naturaleza interna, lo que significan aquellos rituales. Luego tenemos el altar, el altar es el lugar donde se rinde culto a la divinidad. ¿Cuál es esa divinidad, científicamente hablando? Es la energía de Yesod sublimada debidamente y se le llama esencialmente en aquel rito, el pan de vida, y lo es exactamente; no es ninguna alegoría, no es la hostia aquella simbólica y alegórica, sino ese divino pan de vida que hace posible la existencia de los seres diferenciados en el segundo aspecto del fuego diferenciado, para que sublimado éste fuego podamos algún día conquistar el aspecto Cristico de la naturaleza de Tiphereth, a la esfera del corazón; allí debe ser elevada aquella divina fuerza. El sacerdote se supone que es un iniciado alegóricamente, y está cubierto primeramente de una alba, es decir, un traje blanco. La luz astral que aún no se ha diferenciado en ningún color, porque no ha entrado en el mundo de las operaciones; después de eso viene un poco de cosas y al final viene una casulla; esa casulla quiere decir el efecto resultante de la sublimación del fuego. Se coloca un cordón que va del cuello, se cruza en el pecho, se cruza en los riñones y se anuda en el centro de Yesod; son los cuatro grandes centros de la luz astral universal, que el hombre conscientemente debe encausar y dirigir. Las cruces que están en el pecho, donde está realmente el aliento de la vida universal; sobre los riñones, donde se halla ubicada el alma del mundo en el sentido generador. Ustedes saben científicamente que las glándulas de secreción para la generación universal, nacen de las suprarrenales y se extiende hacia abajo, se exteriorizan en el varón y quedan interiorizadas en la mujer y son las dos polaridades magnas del problema de la vida. Esa casulla, si la iglesia tiene posibilidades económicas, cada día de la semana debe ser de un color: El lunes blanca; el martes roja; el miércoles será de colores; el jueves debe ser azul claro; el viernes color verde vivo; el sábado color morado y el domingo color amarillo oro. Es que ellos tratan de verificar el ritual tratando de invocar la energía cósmica que opera en el día respectivo. El lunes es el día de la luna; el martes es el día de marte, rojo; el miércoles mercurio, poli color; el jueves azul de júpiter; el viernes tenemos el verde esmeralda de venus y el sábado tenemos el morado de saturno. De tal suerte que ellos tienen una tradición maravillosa que la ignoran totalmente; no vayan a creer ustedes que un fraile católico, ni siquiera el Papa, tenga una información científica del valor de sus alegorías y sus signos, ya lo perdieron totalmente. Así como la iglesia católica es un cadáver sin espíritu, así igualmente la Masonería más fatal aún porque no se le agrega la parte mística que tienen los católicos. Esta es la situación, pero los iniciados que están trabajando por revitalizar el sentido oculto, real y esotérico de las cosas para que la humanidad pueda operar en su propio templo y emplear su fuerza interna y actualizar la consciencia de su vida espiritual. Ahora tenemos nosotros el altar. ¿Qué se coloca sobre el altar? En cierta etapa del ritual se coloca el cáliz, es el cáliz del Grial del esoterismo, es el recipiente del germen, de la semilla que recibe la energía del logos y la convierte en espíritu – sustancia, para la generación de la especie o por sublimación la convierte en poder activo que ha de construir el templo para la energía del logos. De tal suerte que el cáliz es el recipiente de la energía universal, es el recipiente del logos espermático, donde el poder del logos se hace vida y forma para grandeza de los seres y de las cosas. Se hace de oro para indicar que aquel se ha purificado en la sublimación de su energía, y que no posee las pasiones del hombre de la calle, y efectivamente eso debe ser el hombre espiritual, purificando ese divino cáliz, ese maravilloso recipiente donde el logos se hace sustancia y vida, para hacer posible la evolución de la sensibilidad, de la consciencia y también en trance del divino amor permitir que otros egos puedan renacer para ganar las experiencias que la vida nos depara y un día puedan ascender conscientemente por la escala de Jacob, hasta llegar a la cima de la propia divinidad. Después de alguna otra ceremonia nos presenta la custodia. ¿Qué es la custodia? Un sol, es un sol radiante y luminoso, y en el centro de la custodia está el pan de vida, es el mismo que la energía del logos espermático ha sublimado y convertido en vehículo del Cristo en el corazón del hombre y resplandece en todas las direcciones. La radiación de la custodia va, una lisa y otra ondeada, son los aspectos masculino-femenino en todas las operaciones divinas de la naturaleza; y el sacerdote lleva rapada la cima de la cabeza, para indicar que ha desarrollado al máximum la energía físico-psico-espiritual que se comunica con el logos. Tosas estas alegorías son de orden científico y deben tener justa aplicación en nuestra naturaleza, y si ustedes el día de mañana se van a oír misa nada ganan con aquello, pero si comprendiendo los misterios hacen que el pan de vida los nutra espiritualmente, entonces, han logrado un verdadero conocimiento del ritual mithraico de la sabiduría de las edades, expresada maravillosamente en un especie de panorama, y para que no se pierda el contenido esotérico-espiritual de aquella sabiduría y siempre está a la vista de las gentes. La palabra misa, ¿Qué quiere decir? Misión, es la misión que tiene el sacerdote de elevar el sentido espiritual de los seres en forma colectiva, es una misión sagrada, es una misión divina, y entre más puro sea el sacerdote, más maravillosas las ceremonias; pero como el sacerdote no tiene ningún sentido ideal de aquellas cosas, lo hace en forma totalmente nefanda. El Papa la hace, haciendo el signo esotérico, porque eso quiere decir que él ya ha prescindido de su naturaleza inferior y solamente opera en la naturaleza superior, esta es la alegoría. La realidad está realizada en la intimidad de nuestro ser por nosotros mismos, aquel es como si dejáramos un esquema en la evolución del trabajo interno del hombre. Por eso aquella religión es tan débil, por no penetrar en el campo de la filosofía, porque nunca la filosofía fue para ellos camino iniciático; de ahí que esa debilidad haya sido en todos los tiempos la razón de ser para que el hombre descontento de la calle y pensador por evolución, no pueda comulgar con aquella mentirosa e intrascendente superstición. Esas son las cosas maravillosas que se ocultan tan de aquellos aspectos dramáticos de un hecho incuestionablemente grande. ¿Qué deberían hacer ellos? Lo estrictamente necesario. A la puerta del templo estaría la imagen del crucificado, pero en el altar estaría el Cristo resucitado, reluciente y esplendoroso, elevándose a los cielos; y entendieran el valor de los misterios que han perdido totalmente. Así tendrían unas llamas esplendorosas de lo que en su contenido hierático encarna en la alegoría dramática cuyo contenido ignoran. Siempre se están refiriendo ellos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, diciendo que son entidades extra cósmicas o legendarias en la historia; no saben que es el fuego creador de la vida en la interioridad de la naturaleza del hombre; el Espíritu Santo es la energía procreadora, el Cristo es la divina ternura encarnada en el corazón de los que han sublimado algo del fuego creador de la vida del poder el Espíritu Santo. “Nadie llega al Padre sino por Mí”, dijo el iniciado Nazareno. Nadie puede penetrar en la consciencia cósmica sino ha desarrollado la divina ternura en su corazón; así que nadie puede conquistar la consciencia universal sino ha sublimado el fuego de la vida. La cúpula o torre, indica exactamente la cima sublimada del falus hierático, y allá encima están todos los poderes del logos, exteriorizados en alegorías y maravillosos símbolos. Eso es realmente lo extraordinario de aquel ritual. El Rosacruz lo convierte en consciencia y trata de realizarlo en su vida interior, y lo tiene sin cuidado la apariencia, así como el ingeniero que ha construido el edificio o está en el trabajo de operaciones, deja los esquemas por ahí, que en principio le sirvieron de pauta y de idea, así que la idea y la pauta no son el hecho. Con ir 50.000 mil veces a una iglesia nada hace el hombre, sino comprende los misterios; porque aquellos hombres perdieron completamente el sentido de la sabiduría oculta a través de sus rituales y símbolos. La palabra ritual ya la conocen ustedes suficientemente, es el hecho, la actitud, el rictus de nuestro ser, y entre más espiritual sea aquel rictus, es más armonioso y más bello. De tal suerte que nosotros vivimos en este ritual de la existencia. A veces sabemos hacerles frente a las exigencias humanas, pero a veces por falta de maduración interna no nos permite que haya armonía en nuestras almas. De tal suerte que el espiritualista Rosacruz, consciente de que en su estudio de la naturaleza interna del hombre o microprosopus según el lenguaje de la Kabalah, debe estar atento a las propias energías de la vida, y en lugar de ir a un templo físico, o meter el dedo para untarlo en agua común, pondrá todo su interés para utilizar el agua de la vida en la esfera de Yesod, para elevarla por sublimación al centro de sensibilidad, para convertirse progresivamente en dios olímpico por gracia de ese divino poder del logos; y entenderá exactamente que las tres naves del templo corresponden a esos tres canales de la fuerza de la vida, a la rama derecha del simpático, a la izquierda y al centro nervioso cerebro espinal que es el camino del centro, y allá en la mitad se encuentra la esfera de Tiphereth, que es la esfera de la armonía de los contrarios, la esfera Cristica donde oficia el verdadero esoterista en todos los momentos de su vida. Debemos oficiar en este divino centro que es la armonía en esta divina eclosión de la luz creativa del hombre, para hacer posible que la consciencia cósmica se vaya realizando en nuestra naturaleza interna. ¡Qué belleza, que grandeza y que contenido existe en aquel ritual procedente de los sabios caldeos, para elevar el sentido místico de las multitudes! Derivados por ellos de Persia en parte y otra parte tomada de los Galo-Celtas, donde la alegoría hierática del trigo, tiene para ellos una representación supremamente sabia. Ustedes saben que muchos de aquellos trajes llevan como adorno el trigo, el sol, la luna. El trigo es el germen, es la semilla, y la palabra trigo nos da más solemnidad del contenido que encierra: Tri, es tres, y Go es Dios, en la palabra nórdica. De tal suerte que efectivamente el trigo, el germen, la semilla, es el contenido de Dios; el contenido de Dios está en la esfera de Yesod, allí está la fuerza y potencia del germen, de la semilla, y así como la semilla del trigo que fue puesta en la tierra, se multiplica sucesivamente hasta poblar el globo, así la energía de la raza la está poblando en la especie, pero sublimada aquella energía debe poblar el sentido y más tarde en la grandeza de la consciencia son los misterios iniciáticos por excelencia, que la Jerarquía no permite que se pierdan, y los presentan en símbolos cromáticos, para que la gente se entretenga; mientras un día su consciencia les pida ir a la esencia, al contenido, al espíritu de la cosa en sí, y entonces, podremos ser católicos, no entre comillas, sino en el sentido universal de la consciencia y de la vida, en sentido cósmico, armonioso con todos los seres sin distinción alguna, porque si la fuerza del Cristo se actualiza realmente en el corazón, a eso llega el hombre, a comulgar con el alma del mundo y entonces, podremos sentir, quise decir, como algunos místicos: hermana serpiente, hermana flor, hermana hoja. Esa divina sabiduría que se oculta tras el dramatismo de cosas que infortunadamente por el materialismo de la humanidad, ignora totalmente. Estamos en el mundo del materialismo y del positivismo, tiene el hombre solamente su interés por los exhibicionismos que lo pondrán fuera de las cosas, sin importar la esencia y contenido de las mismas; ésta es la situación horrible que vive la humanidad, y éste es el favor magno que la Jerarquía hace para traer al mundo es luz y dispersarla a través de la consciencia, para que ella vaya comunicándose de alma a alma y pueda explicar de nuevo el contenido espiritual. Profanaciones se han hecho dentro de la iglesia, como hacer que el sacerdote ausculte la consciencia por confesión del penitente para que le dé absoluciones; absurdo, pues no existe el perdón sino simbólico. Si a mí me pisan un callo y me piden perdón, el dolor sigue su curso. El perdón es simplemente una expresión de sociabilidad, el perdón no existe, no hay sino efecto y causalidad etéricos. El divino mensajero en aquellas verdades eternas, el señor de Nazaret, dijo: “Con la vara que midiereis, seréis medido”. “Lo que a toro hiciereis, eso harán a vosotros”. “Ni una jota ni una tilde se quitará hasta que la ley se cumpla, pasarán los mundos y los universos, pero mis palabras no pasarán porque son palabras de verdad; porque son palabras que vienen de la esencia misma de la naturaleza y encierran el conocimiento de las leyes eternas”, por eso nunca pasaran, lo que debemos es ponernos a tono con ellas. El Rosacruz pretende aceleración por comprensión, porque solamente la comprensión nos da una liberación exacta. Yo les debo confesar ingenuamente que soy totalmente liberado del catolicismo, entre comillas, pero que la simbología me permite entrar lentamente en la comprensión de la gran sabiduría de las edades. Entonces, llevemos nuestra consciencia a la época maravillosa de caldea, donde grandes sabios y grandes iniciados encerraron en símbolos tanta sabiduría, para que no se perdiera, y solamente el que ha desarrollado su espíritu en el amor, es el único católico; los demás no podemos ser católicos, hablo ya de la palabra en su sentido exacto, no condicionada a Roma; por eso la maestra Blavatsky dijo que esa iglesia no se debería llamar católica, sino que debería llamarse iglesia latina. Transportaron todas las ideas y conocimientos al idioma latín, que era el idioma que imperaba en la época de los emperadores, cuando fue instituida la organización en beneficio del estado. Ustedes saben exactamente que la lucha en aquellos tiempos para crear un credo, fue verdaderamente tremenda en los obispos que daban garrote; entonces, el emperador los conminó a que le estamparan un credo que era necesario para la armonía de todos, y tuvieron que convenir en una multitud de necesidades que ellos mismos tampoco podían entender, y así se creó un credo que sirvió de instrumento al estado, y dio fundamento a una iglesia materialista, perdiéndose el espíritu, perdiéndose la esencia para ellos, no para los Rosacruces. Los Rosacruces han poseído los conocimientos de la sabiduría de todos los tiempos, no importa cual sea la alegoría, no importa que la alegoría hierática sea caldea, no importa que sea persa, no importa que sea galo-celta, no importa que sea de la cultura Nahualt, porque ellos poseyendo todo el conocimiento de la verdad eterna, deben fácilmente vislumbrar eso, el expresado y maravilloso símbolo. Hay una palabra sagrada, que es la primera vez que en Colombia se va a explicar en su contenido; la palabra Amén, se pronuncia al principio y al final de los ritos. Se habla de que es una palabra que posee poderes, mágica, que posee poderes extraordinarios. Unos dicen que así sea, otros categóricamente y con más sabiduría dicen así es y así es; ese es el contenido de la palabra, porque la palabra es caldea, está compuesta de la Aleph, el aliento de la vida universal, y del Men, es aspecto sustancia-materia y forma en la armonía de los contrarios; es lo masculino y lo femenino de la seidad, verificando un maravilloso acoplamiento para generar o para regenerar, por eso evidentemente es la palabra del misterio, es la palabra de la ciencia, es la palabra de la sabiduría, es la palabra del conocimiento; son estas dos columnas que hacen posible toda creación, son el aspecto masculino y femenino de la seidad, son el zoospermo y el óvulo, son evidentemente todo, porque no es posible que sin omnipresencia del divino poder en la naturaleza sea algo generado, por eso evidentemente es una palabra sacrosanta, es caldea. El Aleph, el aliento de la vida universal y es el Men, la sustancia animada por el aliento, se convierte en el alma del mundo; allí está el misterio del alma del mundo, por eso el amor entre el hombre y la mujer pone en actividad el alma del mundo. Es la primera vez que en Colombia ha sido explicada con tanta precisión, en beneficio de los que escuchan y de las generaciones futuras que han de surgir, porque, hermanas y hermanos, tienen la sagrada obligación de transmitir esta sabiduría a través de los tiempos, una vez que este vehículo haya dado libertad a ese Ego, para que marche a los mundos espirituales, pero desde allí estaré tratando siempre de impulsar el movimiento hasta que le corresponda de nuevo renacer, es una función sagrada y maravillosa. Entonces, hermanas y hermanos, que la armonía de los contrarios y el divino Amén los llene de plenitud por tiempo y espacio.