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ABSTRAC
The defect factual, it is constituted as one of the requirements for the admissibility
of the Action for the Protection against judgments, but, when it is determined by the
Constitutional Judge applying the corrective to remove the legal sphere the
irregular act that contains it, there are disadvantages that may indicate that the
principle of legal certainty is jeopardized.
The problem occurs when, by cancelling the fault proffered on the basis of a defect
factual, situations arise that can undermine the principle of legal certainty and
violate the fundamental rights.
It is clarified that the problem is addressed, not on the basis that if the legal action
against some of the orders of the judges, is an affront to the principle of legal
certainty, since this has been discussed on several occasions and the conclusion
that is not configured; but from the point of view of the consequences that the
cancellation, suspension or modification generate.
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La presente ponencia es producto de la investigación realizada por las autoras como miembros del
semillero de Derecho Público “JACOBO PÉREZ ESCOBAR” del programa de Derecho de la Universidad
Cooperativa de Colombia Sede Santa Marta el cual se inició el 25 de agosto de 2011 al interior de la línea de
investigación de ASUNTOS DE DERECHO PÚBLICO del grupo de investigación UCCIDERGRUP del mencionado
programa académico. rideluf@hotmail.com monilabay@hotmail.com cindycastell@hotmail.com
lore_samaria@hotmail.com
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KEYWORDS
RESUMEN
PALABRAS CLAVES
INTRODUCCIÓN
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considerada defectuosa en el ámbito jurídico de los derechos fundamentales. Lo
que equivale a decir que el derecho se ha constitucionalizado.
Una vez que se encuentren cumplidos los anteriores requisitos y verificado, para el
presente caso, la existencia del defecto fáctico, el Juez Constitucional decide
tutelar el derecho al debido proceso y se procede a la anulación, suspensión o
modificación del acto violatorio, es decir de la providencia judicial considerada
defectuosa y por lo tanto merecedora de ser expulsada del ámbito jurídico.
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Corte Constitucional. Sentencia C-590 de 2005
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¿LOS FALLOS QUE SE PROFIRIEREN EN VIRTUD DE LA ACCIÓN DE
TUTELA CONTRA LAS PROVIDENCIAS JUDICIALES A CONSECUENCIA DEL
DEFECTO FÁCTICO, PUEDEN LLEGAR A ATENTAR CONTRA EL PRINCIPIO
DE LA SEGURIDAD JURÍDICA QUE DEMANDA EL ACTUAL ESTADO SOCIAL
DE DERECHO?
OBJETIVOS
Objetivo General:
Objetivos Específicos:
METODOLOGÍA
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de fallos proferidos por la Honorable Corte Constitucional, como Juez Tuitivo,
constituyendo su rastreo la principal técnica de investigación empleada.
Con respecto a los requisitos para que un fallo judicial pueda ser desvirtuado
mediante la figura de la Acción de Tutela, la Corte Constitucional ha efectuado una
distinción entre los requisitos de procedencia y requisitos de procedibilidad
Estos constituyen los parámetros para que, en forma inicial pueda el Juez de
Tutela asumir la competencia y no declararse inhibida para conocer del trámite de
amparo.
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- Defecto fáctico, que surge cuando el juez carece del apoyo probatorio que
permite la aplicación del supuesto legal en el que se sustenta la decisión.
- Defecto material o sustantivo, como son los casos en que se decide con
base en normas inexistentes o inconstitucionales, o en que se presenta una
evidente y grosera contradicción entre los fundamentos y la decisión.
- Error inducido, que se presenta cuando el juez o tribunal fue víctima de un
engaño por parte de terceros y ese engaño lo condujo a la toma de una
decisión que afecta derechos fundamentales.
- Decisión sin motivación, que implica el incumplimiento del deber de los
servidores judiciales de dar cuenta de los fundamentos fácticos y jurídicos
de sus decisiones, en el entendido de que precisamente en esa motivación
reposa la legitimidad de su órbita funcional.
- Desconocimiento del precedente.
- Violación directa de la Constitución.
Los requisitos de procedencia se deben cumplir todos, de tal manera que si falta
alguno el amparo no podrá ser concedido, en cuanto a los de procedibilidad solo
basta que uno de ellos aparezca para que prospere la acción.
Esto indica que cuando se profiere la decisión, por vía de tutela, en contra de un
fallo judicial prevalece el derecho fundamental conculcado frente a la autonomía e
independencia de los jueces, el principio a la seguridad jurídica y de la cosa
juzgada; porque con esto se garantizan los fines del Estado Social de Derecho.
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Corte Constitucional. Sentencia T- 917 de 2011
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Frente a esta posición de la Corte hay que agregar que, el principio a la seguridad
jurídica se reafirma cuando se emite un fallo de tutela contra las decisiones
judiciales, ya que este, entre las muchas consideraciones, es de doble vía; por un
lado está la certeza de que los fallos judiciales no sean discutidos una vez se
encuentren ejecutoriados, y, de otra parte de que existe la probabilidad de
anularlos, suspenderlos o modificarlos cuando estos sean producto de una actitud
totalmente errada o caprichosa de la autoridad judicial. En estos términos se
convierte entonces en confirmatoria del principio de la seguridad jurídica y no
contrario a él.
Ahora bien, como ya fue señalado el Defecto Fáctico es uno de los requisitos de
procedibilidad para que pueda prosperar la Acción de Tutela contra los fallos
judiciales, y este se sustenta en la importancia del trato legal de la prueba, frente a
lo cual pueden surgir inconvenientes, los cuales son la base de la presente
disertación.
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DEVIS ECHANDÍA, Hernando. 1995. Teoría General de la Prueba Judicial
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(…) Aun cuando el artículo 29 de la Constitución confiere al legislador la facultad
de diseñar las reglas del debido proceso y, por consiguiente, la estructura
probatoria de los procesos, no es menos cierto que dicha norma impone a aquel la
necesidad de observar y regular ciertas garantías mínimas en materia probatoria.
En efecto, como algo consustancial al derecho de defensa, debe el legislador
prever que en los procesos judiciales se reconozcan a las partes los siguientes
derechos: i) el derecho para presentarlas y solicitarlas; ii) el derecho para
controvertir las pruebas que se presenten en su contra; iii) el derecho a la
publicidad de la prueba, pues de esta manera se asegura el derecho de
contradicción; iv) el derecho a la regularidad de la prueba, esto es, observando las
reglas del debido proceso, siendo nula de pleno derecho la obtenida con violación
de éste; v) el derecho a que de oficio se practiquen las pruebas que resulten
necesarias para asegurar el principio de realización y efectividad de los derechos
(arts. 2 y 228); y vi) el derecho a que se evalúen por el juzgador las pruebas
incorporadas al proceso.
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Corte Constitucional. Sentencia C-1270 de 2000
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de la protección constitucional de amparo mediante la Acción de Tutela es
completamente válido.
Será entonces la Corte Constitucional, la que nos ilustre sobre la figura del
Defecto Fáctico:
“El análisis del concepto de vía de hecho por defecto fáctico fue ampliamente
desarrollado, entre otras, en la sentencia T-902 de 2005 en la que se estudió el
caso de una accionante que solicitaba que se dejara sin efecto una providencia
judicial de la justicia administrativa, porque dentro del análisis probatorio se omitió
el estudio de dos pruebas fundamentales que de haber sido examinadas, habrían
dado otro sentido al fallo. En dicha oportunidad, y acudiendo a la Sentencia de
Unificación SU-157 de 2002, esta Corporación manifestó que a pesar de que los
jueces tienen un amplio margen para valorar el material probatorio en el cual se
debe fundar su decisión y formar libremente su convicción “inspirándose en los
principios científicos de la sana crítica (Arts. 187 CPC y 61 CPL), dicho poder
jamás puede ejercerse de manera arbitraria.
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Corte Constitucional. Sentencia T- 917 de 2011
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directo en la ilegalidad o derivada de esta. Es nula de pleno derecho la prueba
obtenida con violación al debido proceso.
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Dadas jurisprudencialmente las bases para la aplicación del Defecto Fáctico, como
requisito de procedibilidad para la Acción de Tutela en contra de las providencias
judiciales, le corresponde entonces al juzgador constitucional, determinar bajo
criterios de ponderación, incidencia y pertenencia, en cada caso en particular, si el
error en el juicio de valoración o de exclusión de la prueba es de tal magnitud que
sea ostensible, flagrante y manifiesto que de no haberse presentado, la decisión
hubiese sido diferente a la del fallo que, por vía de tutela se pretende anular,
suspender o modificar.
La tarea del juez constitucional, deberá ser, por lo tanto muy cuidadosa, para no
caer en el yerro que atenta con el principio de la seguridad jurídica y convertirse
en otra instancia más o en revisora de la actividad de evaluación probatoria del
juez originario, el cual, debe ser considerado como totalmente calificado para
ejercer la noble tarea de debatir los derechos controvertidos a través de los
trámites procesales y que consecuencialmente están investidos de facultades
idóneas para hacerlo.
En cuanto a las vías de hecho por defecto fáctico, hoy causales especiales de
procedibilidad de la acción de tutela contra providencias judiciales por defecto
fáctico, pueden ser consultadas las siguientes sentencias de la Honorable Corte
Constitucional
T-231 de 1994, T-567 de 1998, T-260 de 1999, M. P., T-488 de 1999, T-814 de
1999, SU-159 de 2002, T-408 de 2002, T-550 y T-901 de 2002, T-054 de 2003, T-
359 de 2003, T-382 de 2003, T-509 de 2003, T-554 de 2003, T-589 de 2003, T-
923 de 2004, T-902 de 2005, T-1285 de 2005, T-171 de 2006, T-458 de 2007, T-
916 de 2008, entre otras.
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se aborda el caso de la anulación de un Auto de Cesación de Procedimiento y no
de una sentencia definitiva.
La Acción de Tutela, que dio origen a la revisión, fue instaurada por un Agente del
Ministerio Público, en contra del Juzgado Primero de Menores de Bogotá, con el
fin de que se amparara el derecho fundamental al debido proceso, acceso a la
administración de Justicia, dignidad, igualdad e intimidad, que le fueran vulnerados
a una menor de edad como consecuencia del trámite de un Proceso Penal por
acceso carnal violento.
Se alega defectos fácticos por acción y por omisión y la Corte decide conceder el
amparo solicitado.
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PUDO HABER OCURRIDO EN ESTE CASO). (Subrayado, negrilla y escrito entre
paréntesis, fuera del texto)
“(…) Recuerda la Corte, que las autoridades judiciales que intervienen en las
etapas de investigación y juzgamiento de delitos sexuales cometidos contra
menores deben abstenerse de actuar de manera discriminatoria contra las
víctimas, estando en la obligación de tomar en consideración la situación de
indefensión en la cual se encuentra cualquier niño que (PRESUMIBLEMENTE) ha
sido sujeto pasivo de esta clase de ilícitos.” (Subrayado, negrilla y escrito entre
paréntesis, fuera del texto)
“(…) omita realizar las actividades necesarias para su protección, asuma una
actitud pasiva en materia probatoria o profiera frases o expresiones lesivas de la
conducta de los menores, lesiona la dignidad del (PRESUNTAMENTE) afectado.
Tal y como se consignó en la parte final del acápite anterior la labor del juez
constitucional, deberá ser, muy cuidadosa, para no caer en el yerro que atenta
contra el principio de la seguridad jurídica y convertirse en otra instancia, y se
reitera esto porque en el fallo en comento lo que se tildaba de defectuoso era un
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Auto de Cesación de Procedimiento, que ante la probabilidad de ser anulado,
implicaba entonces la continuación del proceso.
(…)
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Quinto. INSTAR a la Secretaría de Educación Distrital para que vigile el proyecto
de educación sexual manejado por el Colegio.
Pues bien, al ordenarle a la Juez Primera de Menores del Circuito de Bogotá, que
profiera una nueva providencia de conformidad con los términos del fallo tuitivo y
que para ello debería tener en cuenta el dictamen pericial, la Corte Constitucional
invade la competencia de la Juez originaria, toda vez que parece que se olvidara
que se trataba del ataque al auto de cesación de procedimiento, lo cual implica
que éste última, refiriéndonos a la Juez Primera, podría adoptar muchas
determinaciones con el fin de adecuar el trámite de la instrucción en curso, pero la
ambigüedad de la orden hace pensar que estaba ordenando se emitiera la
correspondiente Resolución de Acusación o Llamamiento a Juicio.
Consideramos que la orden debía dirigirse a que, una vez anulado el auto de
cesación de procedimiento, se continuara el trámite de la instrucción, con la
observancia de las pruebas recolectadas hasta la instancia y de las que en futuro
podrían decretarse, practicarse y valorarse.
Se sugiere que el Juez constitucional debe ser precavido porque él no utilizar los
términos de “supuestamente”, “probablemente”, “presuntamente”, “posiblemente”,
es decir, evidenciar la opinión subjetiva del caso que aparentemente considera la
responsabilidad del implicado, constituyen un prejuzgamiento que atenta contra
los principios de presunción de inocencia, invasión del ámbito jurídico del juez
ordinario, a quien en últimas le corresponderá determinar la inocencia o
responsabilidad del implicado y en general atenta con el principio de la seguridad
jurídica prevalente en un Estado Social de Derecho donde la salvaguarda de los
derechos fundamentales es prevalente y obliga a todas las autoridades públicas-
incluidos los jueces-, toda vez que uno de los pilares fundantes de esta forma de
Estado es la eficacia de los derechos y deberes fundamentales.
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abstenerse de hacer prejuzgamientos y, por el hecho de la existencia de una
errada valoración de las pruebas, que es lo que más generaría las expresiones de
condena anticipada, no hacer conclusiones apresuradas que puedan influir en la
futura decisión judicial del proceso inicial.
Pero como dice el Maestro Eduardo Couture, lucha por el Derecho, pero cuando
tengas que elegir entre este y la Justicia, insiste en la aplicación de la Justicia.
BIBLIOGRAFÍA
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QUINCHE RAMIREZ, Manuel Fernando. 2008. Vías de Hecho, Acción de Tutela
Contra Providencias Judiciales. Tercera Edición actualizada con las causales
genéricas de procedibilidad. Editorial Universidad del Rosario.
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