Sunteți pe pagina 1din 4

Construcción Histórica de México en el Mundo I (1808-1946)

Tema 1

RESUMEN
Construcciones Propias

Alumno: Márquez Rivera Héctor Manuel

Profesor: Mtro. Sergio Leonardo de Ávila Ruiz

07 de Octubre de 2017
La utilidad de la historia en otras ciencias sociales.

La Historia como ciencia totalizadora parte del estudio fundamental del mundo a
través de la duración, como categoría fundamental, es decir la periodicidad dentro de la
cual se desarrollan e interrelacionan distintas civilizaciones. Tal cual lo señala BRAUDEL
(1989, pág. 187) “Las civilizaciones son realidades de muy larga duración”. El análisis
histórico no puede entenderse fuera de su dimensión humana, pues nace con ella, de lo
contrario correría el riesgo de volverse reduccionista y carecería de sentido.
Pero al final de cuentas, ¿cuál es el sentido de la historia y que utilidad tiene para
nosotros como científicos sociales?, será que tiene por sí misma una función técnica,
critica o por el contrario propone un estudio del pasado solo en sí mismo, tal cual
establece KRAUZE (1981) “…sin segundas intenciones”.
BRAUDEL (1989, pág. 19) señala que la historia, posee una responsabilidad enorme,
pues siempre se ha visto sujeta a los fenómenos sociales, de donde se extraen los
conceptos que nos ayudan a comprender el devenir de las civilizaciones, la
responsabilidad más profunda de esta ciencia radica en su carácter critico de los
fenómenos de amplia duración, pues es un espectáculo en movimiento constante y
continuo; acontecimientos desde los cuales se desprende la vida de los hombres.
Con el fin de entender mejor la interpretación y estudio de la historia, existen diversas
corrientes que apoyan su interpretación divididas de acuerdo a la duración, Braudel las
divide en fenómenos de larga duración, duración media y corta. El método de análisis
derivo en una historia episódica, coyuntural y estructural, respectivamente.
El mismo autor establece su tendencia hacia el análisis estructural y de coyuntura,
negando el carácter de relato o microhistoria por su carácter efímero, particularmente
porque reconstruir la historia a través de fenómenos breves es tarea prácticamente
imposible, por tanto establece, BRAUDEL (1989, pág. 29) “en la realidad de una historia
particularmente lenta de las civilizaciones, entendida en sus profundidades abismales, en
sus rasgos estructurales y geográficos”.
Ante cualquier panorama, la historia ha ganado fuerza y se ha nutrido del cúmulo de
ciencias sociales que surgieron tras el Renacimiento y la Revolución Científica, ciencias
humanas que han desarrollado un objeto propio, la Economía Política, la Sociología, la
Geografía, la Antropología entre otras. Muestra de esta utilidad podemos hablar de la
importancia de olvidar el estudio del humano como persona frente a los movimientos
sociales, ya que a pesar de que los individuos representan un pellizco en el tiempo,
también son capaces en los individual de grandeza e inspiración para otros, así lo
importante para la historia, la antropología y la sociología deriva en conciliar el estudio
social con el individuo.
La historia aporta beneficios bien diferenciados a las diversas ciencias en cita, ayuda a
desentrañar lo esencial de un momento determinado, puede elegir de entre varias
corrientes cual será la predominante y discierne los acontecimientos importantes de los
que no revisten tal calidad.
En el caso de la Economía política, se ha caído en el absurdo de reducirlo a simples
cálculos que sirvan a los gobiernos para salvar sus situaciones determinadas en una
época específica, el presente es importante, no así el estudio del pasado. Extraer los
problemas de su propio contexto y adquirir nuevas perspectiva de larga duración requiere
del análisis histórico, con esta información sería más fácil para esta disciplina el
descubrimiento de los ciclos, crisis y movimientos periódicos, algunos autores como
Marx, realizan análisis valiéndose de la historia pues sostienen que la economía política
obedece también a grandes ritmos. Inclusive la historia toma prestados términos como
“Ciclo” y “Estructura” para explicar la relación entre tiempo, duración, realidad y masa
social.
En cuanto a la Sociología, la historia nos ayuda a definir el debate entre el tiempo
continuo y discontinuo, en el continuo que habla la sociología se halla inmerso el hombre
sin capacidad alguna para incidir de forma definitiva por lo corto de su existencia, así
vemos nuestras vidas de forma continua, excepto cuando se presentan fallas que
modifican una generación o más, allí el momento será discontinuo pues rompe con lo
establecido. La historia coloca el acento en las estructuras sociales que se desarrollan
florecen y mueren dando paso a otras.
En el caso de la Geografía, sería imposible entenderla sin la historia, el desarrollo
humano, ya que la cultura se circunscribe dentro del espacio, sus civilizaciones han sido
determinadas durante siglos por los accidentes, el clima, la vegetación, la ubicación de
asentamientos, las rutas comerciales, el tráfico, los recursos naturales.
Es una realidad que las ciencias sociales en muchas ocasiones dejan de lado el estudio
de la duración como dimensión necesaria, este fenómeno puede apreciarse inclusive en
las matemáticas aplicadas a ciencias sociales, cada modelo trata de llevar al mundo
abstracto fenómenos concretos de la realidad, pero nuevamente, es imposible
comprenderlos fuera de una duración determinada, cada investigación necesariamente
debe regresar a la realidad social.
El sociólogo, por ejemplo no funciona igual que el historiador cuyo tiempo es unico, para
el primero se trata del tiempo social, la realidad social, la estructura o individuo
determinado, su coordinación radica en unificar la tendencia de las diversas
temporalidades de la sociología con la uniformidad de la historia.
En este punto, la historia ha hecho bien en buscar puntos de contacto, encuentra hechos
singulares y también regulares, individuos y colectividades, así se pone al servicio de las
demás ciencias sociales, y a su vez se nutre de ellas mismas. Ahora se construye como
ciencia capaz de desentrañar lo que fue y así mismo lo que es en el presente.
¿Cómo podría sino, reconocer la cultura de una civilización?, solo a través del elemento
geográfico; sociología, estadística, economía, nos permiten comprender el
aprovechamiento de recursos y las dinámicas sociales de una civilización que se describe
en su periodo determinado.
Por último, se hace necesario el romper el nicho de los especialistas con el fin de
entablar diálogos de coyuntura, pues entender la realidad estructural quizá sea tarea más
compleja, apoyarse a encontrar las estructuras que perduran más allá de los saltos de la
historia, construir modelos y sistemas explicativos relacionados.
La utilidad final de la historia transciende hasta nuestros días, el estudio del pasado y el
presente es necesario bajo cualquier perspectiva científico social, si se quieren lograr
transformaciones y revoluciones, pues cuando estas se presentan, nada escapa a los
pulsos beligerantes y pone a prueba real las civilizaciones.
Es por ello que la revolución dirigida por los esfuerzos de comprensión con base en la
historia es necesaria para construir modelos de larga duración que permitan evitar estos
sucesos tal y como si fuera una guía de advertencias para el futuro.

Referencia.
Braudel, Fernand, La Historia y las ciencias sociales, Madrid, Alianza, 1989.

Moreno Toscano, Alejandra, et. al. (coords.) Historia ¿para qué?, México, Siglo XXI
Editores, 3ª. Ed. 1982

Noah Harari, Yuval De animales a dioses. Breve Historia de la Humanidad. Traducción


de Joandomenec Ros. México, Debate, 2014. Parte cuatro, capítulos, 17, 18 y 19, pp.
356-400.

S-ar putea să vă placă și