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1.Ven, Señor de las altas 2. Este es el día del Señor


montañas Este es el día del señor,
Ven, Señor de las altas montañas Este es el tiempo de la misericordia.
Ven, Señor de los mares profundos, ven.
Delante de tus ojos ya no enrojeceremos
Devuélvele el alma a tu pueblo, ven.
A causa del antiguo pecado de tu pueblo.
Devuelve la vida a este mundo. Arrancarás de cuajo el corazón soberbio
Y harás un pueblo humilde de corazón sincero.
Bienvenido Señor a esta tierra,
En medio de los pueblos nos guardas como un resto
Que fue 'copia feliz del edén'.
Para cantar tus obras y adelantar tú reino.
Hoy te abrimos la puerta por dentro,
Seremos raza nueva para los cielos nuevos,
Ven y alumbra en nosotros el bien.
Sacerdotal estirpe, según tu Primogénito.
Bienvenido, Señor, a esta casa,
quédate cuanto quieras estar Caerán los opresores y exultarán los siervos,
Los hijos del oprobio serán tus herederos.
y los padres, los hijos, los nietos
Señalarás entonces el día del regreso
Sentirán el calor del hogar.
Para los que comían su pan en el destierro.

Nos desalma la desesperanza, Exulten mis entrañas, alégrese mi pueblo


nos vacía la falta de fe, Porque el Señor que es justo revoca sus decretos;
no hay hermano que atienda al hermano, La Salvación se anuncia donde acechó el infierno,
Porque el Señor habita en medio de su pueblo.
No hay la copa que apague la sed.
Pero Tú que bajaste a elevarnos,
abrazando la muerte y la cruz,
volverás a sanar a tu gente,
Barrerás la maldad con tu luz.

Nos confunden los falsos reflejos,


los alardes de un mundo mejor,
nos consumen el cuerpo y el alma,
Nos congela la ausencia de amor.
Pero Tú bajarás de lo alto,
Andarás sobre el mar otra vez.
Resucita a este mundo que muere,
Como a Lázaro, ponlo de pie.
3. Hacia ti, morada santa 4. Himno de los santos
Hacia ti, morada santa, Jesucristo que al mundo redimiste,
Hacia ti, tierra del salvador, tú conserva a tus fieles servidores,
Peregrinos, caminantes, aplacado por la súplicas santas
Vamos hacia ti. de la virgen María, nuestra madre.

Oh, felices espíritus del cielo,


Venimos a tu mesa,
al servicio del Todopoderoso,
Sellaremos tu pacto,
alejad de nosotros las desgracias,
Comeremos tu carne,
las pasadas presentes y futuras.
Tu sangre nos limpiará.

Oh, profetas de nuestro Juez eterno


Reinaremos contigo y vosotros apóstoles de Cristo,
En tu morada santa, os rogamos con humildad sincera
Beberemos tu sangre, que por vuestra oración seamos salvos.
Tu fe nos guiará.
Multitud de los mártires ilustres,

Somos tu pueblo santo confesores de luz resplandecientes,

Que hoy camina unido; por nosotros orad constantemente

Tú vas entre nosotros, llevadnos al reino de los cielos.

Tu Amor nos guiará.


Santas Vírgenes, Monjes y Ermitaños,
elegidos de Dios vosotros todos
Tú eres el camino;
que a los hombres en Dios habéis amado,
Tú eres la esperanza;
en la gloria de Cristo dadnos parte.
Hermano entre los pobres.
Amén. Aleluya. Alejad de nosotros la discordia,
conservad el amor entre cristianos
y que un día Jesús pueda guiarnos
como ovejas en un solo rebaño.

Demos gloria al Padre poderoso,


a su hijo, Jesús resucitado,
y al Espíritu Santo que en su iglesia
santifica a los hombres y las cosas.

Amén.
5. Jerusalén Salmos
1./: Es tiempo de ponerse de pie pues tu luz
Salmo 50 (Athenas)
Viene con la gloria del Señor. :/

Levanta tu mirada y mira lejos, R. ¡Piedad, Señor, pecamos contra ti!

que tu corazón se funda y se dilate,

he aquí tus hijos que vuelven hacia Ti ¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad,

Construyendo el nuevo amanecer. Por tu gran compasión, borra mis faltas!

¡Lávame totalmente de mi culpa

Jerusalén, Jerusalén, y purifícame de mi pecado! R.

Quítate el manto de tristeza.

Jerusalén, Jerusalén, Porque yo reconozco mis faltas

Canta y baila para Dios. y mi pecado está siempre ante mí.

Contra ti, contra ti solo pequé


2.- /: Todas las naciones, marcharán hacia Ti, e hice lo que es malo a tus ojos. R.
con tu luz los reyes nacerán. :/
La paz y la justicia en ti gobernarán,
Crea en mí, Dios mío, un corazón puro,
plena de confianza y amor estarás.
El tiempo de tu duelo habrá terminado, y renueva la firmeza de mi espíritu.
entre las naciones me glorificarás. No me arrojes lejos de tu presencia

ni retires de mí tu santo espíritu. R.


3.- /: Hijos de extranjeros construirán sus muros
y sus reyes por tus puertas pasarán.: /
Devuélveme la alegría de tu salvación,
El Líbano y su gloria vendrán sobre ti
y te llamarán ciudad del Señor. que tu espíritu generoso me sostenga.

No se esconderá nunca más el sol, Abre mis labios, Señor,


yo seré tu luz eternamente. y mi boca proclamará tu alabanza. R.
Salmo 32 (Athenas) Salmo 88 (MSP)
R. Señor, que descienda tu amor sobre nosotros.
R. Su descendencia perdurara eternamente.
La palabra del Señor es recta Proclamare sin cesar la misericordia del Señor
y él obra siempre con lealtad; Y daré a conocer que su fidelidad es eterna,
él ama la justicia y el derecho, pues él ha dicho:
y la tierra está llena de su amor. R. “Mi amor es para siempre y mi lealtad,
mas firme que los cielos”.
Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles,
sobre los que esperan en su misericordia, Un juramento hice a David mi servidor
Una alianza pacte con mi elegido
para librar sus vidas de la muerte
Consolidare tu dinastía para siempre
y sustentarlos en el tiempo de indigencia. R.
Y afianzare tu trono eternamente
Nuestra alma espera en el Señor:
El me podrá decir: “Tú eres mi padre”
él es nuestra ayuda y nuestro escudo. El Dios que me protege y que me salva
Señor, que tu amor descienda sobre nosotros, Yo jamás le retirare mi amor
conforme a la esperanza que tenemos en ti. R. Ni violare el juramento que le hice

Salmo 23 (Romina González)


Salmo 94 (Athenas)
El Señor es mi Pastor,
R. Cuando escuchen la voz del Señor, Nada me puede faltar.
Nada me puede faltar.
no endurezcan el corazón.
El Señor es mi Pastor, ¿qué me podrá faltar?
¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor,
En las verdes praderas me lleva a reposar,
aclamemos a la Roca que nos salva!
me conduce a las aguas frescas
¡Lleguemos hasta él dándole gracias, y mi alma reconforta.
aclamemos con música al Señor! R.
Él me guía por sendas justas,
¡Entren, inclinémonos para adorarlo! por Amor de Su Nombre.
¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó! En la oscuridad yo no temo, porque Él está junto a mí.
Porque él es nuestro Dios, Tu cayado, la vara Tuya son ellos hoy mi confianza.
y nosotros, el pueblo que él apacienta, Para mí pones una mesa frente a mis adversarios;
las ovejas conducidas por su mano. R. Has ungido mi cabeza y mi cáliz rebosa;
de gracias yo gozaré en Tu casa mientras yo viva.
Ojalá hoy escuchen la voz del Señor:
«No endurezcan su corazón como en Meribá, Demos gloria al Poderoso, a Jesús el Señor,
como en el día de Masá, en el desierto, al Espíritu en nuestras almas, a nuestro consolador.
cuando sus padres me tentaron y provocaron, Al Dios que es, que era y que vendrá,
por los siglos de los siglos.
aunque habían visto mis obras.» R.
Salmo 39 (Athenas) Antífonas

R. Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad 6. Alabe todo el mundo


Esperé confiadamente en el Señor: Alabe todo el mundo,
Alabe al Señor.
Él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor.
Alabe todo el mundo,
Puso en mi boca un canto nuevo, Alabe a nuestro Dios.
un himno a nuestro Dios. R.
7. Caminare
Tú no quisiste víctima ni oblación;
//Caminare en presencia del Señor//
pero me diste un oído atento;
no pediste holocaustos ni sacrificios, Amo al Señor porque escucha mi voz suplicante,
entonces dije: «Aquí estoy». R. porque inclina su oído hacia mí el día que lo invoco.

«En el libro de la Ley está escrito Me envolvían redes de muerte, caí en tristeza y en
angustia; invoqué el nombre del Señor: "¡Señor salva
lo que tengo que hacer: mi vida!"
yo amo, Dios mío, tu voluntad,
El Señor es benigno y justo, nuestro Dios es
y tu ley está en mi corazón». R. compasivo. El Señor guarda a los sencillos, estando
yo sin fuerzas me salvó.
Proclamé gozosamente tu justicia
en la gran asamblea; Alma mía, recobra tu calma, que el Señor fue bueno
contigo; arrancó mi alma de la muerte, mis ojos de las
no, no mantuve cerrados mis labios, lágrimas, mis pies de la caída.
Tú lo sabes, Señor. R.
8. Dios es ternura
Salmo 129 (Athenas)
Dios es ternura,
Dios vive en ti atrévete a amar.
R. En el Señor se encuentra la misericordia Dios es ternura,
No hay porque temer.
Desde lo más profundo te invoco, Señor.
¡Señor, oye mi voz! 9. Margaritas
Estén tus oídos atentos Margaritas comenzaron a salir
al clamor de mi plegaria. R. y me anunciaron lo que está por venir.
Como una linda primavera de color
Si tienes en cuenta las culpas, Señor, llegan los tiempos que el Señor nos anunció.
¿quién podrá subsistir? Serán los tiempos de la hermandad
Pero en ti se encuentra el perdón, serán los tiempos de la tranquilidad
para que seas temido. R. serán los tiempos de la felicidad
y florecerán como las margaritas.
Mi alma espera en el Señor, Margaritas comenzaron a salir
y yo confío en su palabra. y me anunciaron lo que está por venir.
Mi alma espera al Señor,
Como el centinela espera la aurora, 10. Oh Cristo señor Jesús
espere Israel al Señor. R. ¡Oh Cristo!, Señor Jesús,
¡oh Cristo!, Señor Jesús.
Porque en él se encuentra la misericordia
y la redención en abundancia:
él redimirá a Israel
de todos sus pecados. R.
11. Si en Cristo queremos vivir Comunión
Si en Cristo queremos vivir 
y caminar en su luz, 
13. Abandónate
tengamos el mismo sentir 
La vida la muerte la paz,
que hubo en Cristo Jesús.
El mundo, el futuro y la tranquilidad,
el mismo sentir 
Todo esto te pertenece,
que hubo en Cristo Jesús.
Mientras no olvides que tú eres de Cristo el señor.
Jesús el Rey del Cielo, 
Mira a tu alrededor,
siendo su forma de Dios, 
Todo es tuyo y creado por Dios,
quiso olvidarse de sí, 
Dime, ¿qué más puedes necesitar?,
forma de esclavo tomó, 
Sólo él basta, no temas que a tu lado está.
y semejante a los hombres 
como esclavo se humilló.
Abandónate, entrégate en sus manos
Déjate caer a sus pies,
Como siervo fue obediente 
Abandónate y haz su voluntad
el Rey y Señor Jesús; 
Demuéstrale a todos que nada con el
obediente hasta la muerte, 
Te faltará
y hasta la muerte de cruz. 
Por eso Dios lo ha exaltado 
Espíritu, fe y comunión,
con la gloria de su luz.
Son los regalos que Dios nos dejó
Tan infinito en su amor
Toda rodilla se doble 
Que nos promete la vida y la resurrección
hoy al nombre del Señor, 
en cielo, tierras e infiernos, 
Abandónate y entrégate en sus manos
en homenaje de honor; 
y toda lengua confiese  Déjate caer a sus pies,
que Jesús es el Señor. Abandónate y renace en el Señor
demuéstrale al mundo que junto a Él
No morirás, no morirás
12. Si alguno tiene sed Corre a sus brazos, no tengas miedo,
Déjate amar, confía en el señor,
/:Si alguno tiene sed, Déjate amar, confía en el señor...
que venga a mí y beba:/
Abandónate, entrégate en sus manos
Alimenta Señor, nuestro desierto, Déjate caer a sus pies,
que una flor quiere vivir. Abandónate y haz su voluntad
Demuéstrale a todos que nada con el
Te faltará.
14. Amigo de Publicanos 15. El que muere por mí
1. Todo empezó en una cruz
Señor de los afligidos,
Donde un hombre sufrió y un Dios se entregó
Salvador de pecadores,
Silenciosa la muerte llegó
mientras aquellos señores
Extinguiendo la luz que en un grito se ahogó
de solemnes encintados
llevan al templo sus dones,
Viendo su faz de dolor
con larga cara de honrados.
Una madre lloró y su amigo calló
Ay que me gusta escucharte
Pero siendo una entrega de amor
cuando les dices:
Su camino siguió y en algún otro lado
la viuda, con su moneda chiquita
Una luz se encendió
ha dado más que vosotros,
porque ha entregado su vida. Siendo hombre, amigo, esclavo y maestro
Siendo carga pesada, profesor y aprendiz
Señor de las Magdalenas,
Entregó hasta su cuerpo en el pan y en la vid
pastor de samaritanos,
buscador de perlas finas Desde entonces lo he visto caminar a mi lado
perdidas en los pantanos, A ese Dios que se humilla y muere por mí
cómo te quedas mirando Es la barca en mi playa, el ruido del silencio
con infinita tristeza Que se acerca a su hijo y me abraza feliz
al joven que te buscaba Que se acerca a su hijo y me abraza feliz
y cabizbajo se aleja,
por quedar con su dinero. 2. Viendo un humilde calvario
¡Ay, qué difícil que pase Con rostro cansado soporta la cruz
por esta aguja un camello! Y al verme rezando a sus pies
Se olvida de Él, me toma en sus brazos
Amigo de los humildes, Y me acoge otra vez
confidente de los niños,
entre rudos pescadores Siendo hombre, amigo, esclavo y maestro
escoges a tus ministros; Siendo carga pesada, profesor y aprendiz
parece que todo fuera Entregó hasta su cuerpo en el pan y en la vid
en tu Evangelio sorpresa;
Dices: felices los mansos 3. Y si ahora yo acepto esta cruz
y los que sufren pobreza, Es por esa persona ese Dios
bendito son los que lloran, Es por Cristo Jesús.
los sedientos de justicia,
dichosos cuando os maldigan. 16. Es el Señor
Es hijo de los demonios, El que anda sobre el agua el que multiplica el pan
los fariseos decían, El que calma con su voz la tempestad
se mezcla con los leprosos Quien pide llenar mis jarras para dar vino a beber
y con mujeres perdidas, El que rema en lo profundo de mí ser.
el sábado no respeta
¿Dónde vamos a parar? Es palabra que alimenta
Si ha decidido sanar Es la brisa que me alienta
a toda clase de gente. Es la vida, es el camino, es la verdad
¡Es un hombre subversivo!
Entre tanta confusión Es el señor
yo me quedo con lo antiguo. Acaso no arde nuestro corazón
Es el señor
El que me llama, el que me ama
Ellos miraban al cielo Es el señor.
y Tú mirabas al hombre
cuando apartado en el monte El que no mira mis faltas sino mi fidelidad
te entregabas a la oración; El que hace roca en mi debilidad
sólo buscabas a Dios, Aquel que lo sabe todo pero vuelve a preguntar
a tu Padre Santo y justo; El que hace fiesta al verme regresar.
en el secreto nombrabas,
para que Tú los sanaras, Es el fuego que me quema
al hombre uno por uno, Es el gozo que me llena
y lo que el barro manchaba Es la fuerza que yo no puedo explicar.
tus ojos lo hicieron puro".
17. Hoy Señor vengo ante Ti 19. Maestro Bueno
Maestro bueno yo quiero alcanzar
Hoy Señor vengo ante Ti, bajo tu mirada a descansar. la vida eterna y la felicidad
Te entrego mi fe, mi esfuerzo, gratitud, ya he cumplido todo cuanto pediste
pues sólo Tú mueres por mí. pero mi alma se inquieta mucho más
mi vida entera no deja de entender
Hoy Señor, vengo ante Ti, hoy Señor, vengo a pedir
que yo he nacido para la eternidad
que no te olvides de mí, que me alientes una vez más.
en Dios descansa mi débil corazón maestro bueno
Que me vuelvas a levantar, contigo quiero caminar. dime q debo hacer.

Ven (ven) y sígueme (y sígueme)


Hoy, Señor, vengo ante Ti,
ven (ven) yo soy el camino
con esperanza en tu amor salvador.
yo soy la verdad, yo soy la vida
En tu gloriosa resurrección. Amén, amén. he vencido a la muerte
ya no puedes temer.
18. La Oración Ven (ven) levántate (levántate)
ven (ven) a ti te lo digo
Te suplicamos, Señor,  busca en tu interior una gracia infinita
que manifiestes tu bondad,  un tesoro divino que podrás repartir.
salva a todos cuantos sufren 
Ya todo eso lo puedo comprender
la mentira y la maldad. 
pero la duda y la debilidad
Ten piedad de los humildes,  buscan herir mi anhelo noble y santo
y a los caídos levanta  amigo bueno ayúdame a vender
hasta el lecho del enfermo  la santidad es un don
acerca tu mano santa.  que se haya en todos
Entra en la casa del pobre  brota y florece creyendo de verdad
y haz que su rostro sonría,  quisiera fuerzas para poder vivirla
maestro bueno yo la quiero alcanzar.
para el que busca trabajo 
se Tú fuerza y compañía. 
20. No os preocupéis
A la mujer afligida  No os preocupéis si tendrán para comer mañana. No.
dale salud y reposo,  No os preocupéis si tendrán con qué vestir mañana.
y a la madre abandonada  Pues Las aves del cielo no siembran ni cosechan
un buen hijo generoso.  Y Dios, vuestro Padre, las cuida y alimenta.
Encuéntrale Tú el camino  Los lirios del campo no hilan ni se afanan
Y Dios, vuestro Padre, los viste como reyes.
al hijo que huyó de casa; 
al pescador perdido,  No os preocupéis. Dios ya sabe lo que necesitas,
al vagabundo que pasa.  Confía en Él, no, nunca te abandonará Y
Que el rico te mire en cruz  /: Todo lo demás añadido se dará
y a sus hermanos regale;  Si buscas su Reino, si buscas la Verdad: /
que no haya odio ni envidias 
No os preocupéis
entre tus hijos iguales.  Hombres de poca fe.

Da al comerciante justicia, 
al poderoso humildad; 
a los que sufren paciencia 
y a todos tu caridad. 
Venga a nosotros tu Reino, 
perdona nuestros pecados 
para que un día seamos 
con Cristo resucitados. 
Tú Señor, que puedes esto 
y mucho más todavía, 
recibe nuestra alabanza 
por Jesús y con María.
21. Oración de entrega 24. Espera mi Señor crucificado
Espera mi, Señor, crucificado,
Padre, me pongo en tus manos
Haz de mí lo que quieras, Espera que despierte el corazón;
Sea lo que sea, te doy gracias, Que al mirarte silencioso y traspasado
Estoy dispuesto a todo Te dirá nuevamente su canción.
Lo acepto todo
Con tal que tu voluntad, Cantando bajo el cielo de la noche,
Se cumpla en mí Al sentir, mi Señor, tu inmensidad,
Y en todas tus criaturas.
No deseo más, Padre, Cuando todo callaba junto a mí,
Te confío mi alma Me cubría como un manto tu bondad.
Te la doy con todo mi amor
Porque te amo Llorando bajo el cielo de la noche,
Y necesito darme a Ti He dejado que muriera mi cantar;
Ponerme en tus manos, y en la noche más oscura de mi alma
Sin limitación y sin medida,
Tal vez tú te cansaste de esperar.
Con confianza infinita,
Porque eres mi Padre.
Padre, me pongo en tus manos
Haz de mí lo que quieras.
25. Pueblo mío, respóndeme
Jerusalén, Jerusalén:
22. Quien nos separara bajo mis alas te quise cobijar.
Jerusalén, Jerusalén:
¿Quién nos separara de su amor la tribulación
lejos de mí no
quizás la espada?
Encontrarás la paz.
Ni muerte o vida nos separara del amor de Cristo
señor
Pueblo mío: ¿te he faltado?
Quien nos separara de su bondad la persecución Respóndeme ¿qué te he hecho?
quizás el dolor ningún poder nos separara del amor de Del Egipto te he sacado;
Cristo Señor fui tu guía en el desierto.

Quien nos separara de su alegría quien podrá Cuando el rostro te mostraba,


apartarnos de su perdón, nadie en el mundo nos un puñal era tu olvido.
separara de la vida en Cristo Señor. En mi pecho te acunaba:
¿te he faltado pueblo mío?
23. Señor a quien iremos
Yo fui quien seco el mar rojo;
Señor, a quién iremos yo vencí a tus enemigos;
Si tú eres nuestra vida; Pero la luz de mis ojos
Señor, a quién iremos no te ha visto agradecido.
Si tú eres nuestro amor,
Si tú eres nuestro amor.

Quién como tú conoce


Lo insondable de nuestro corazón;
A quién como a ti le pesan
Nuestros dolores, nuestros errores
Quién podría amar cómo tú
Nuestra carne débil, nuestro barro frágil.

Quién como tú confía


En la mecha que humea en nuestro interior
Quién como tú sostiene
Nuestra esperanza malherida
Y nuestros anhelos insaciables
Quién como tú espera nuestro sí de amor.
26. Perdón oh Dios mío 28. No somos dignos
Perdón, oh Dios mío, Perdón e indulgencia, Señor, no somos dignos de recibirte.
Perdón y clemencia, Perdón y piedad. Señor, ven a nosotros, ven al encuentro, Señor.
 
Pequé, ya mi alma su culpa confiesa, Hemos manchado tu amor con egoísmo
Mil veces me pesa de tanta maldad. Hemos buscado triunfar lejos de Ti,
Hemos querido llorar sin tu consuelo. Señor
Mil veces me pesa de haber mi pecado  
tu pecho rasgado. ¡Oh suma Beldad! Hemos dudado de Ti en días grises,
Hemos querido luchar faltos de amor,
Mi rostro cubierto de llanto lo indica, Hemos dejado morir nuestras canciones. Señor
mi lengua publica tan triste verdad.  

Por mí en el tormento tu sangre vertiste


y prenda me diste de amor y humildad. Han invadido sin Dios nuestras fronteras,
Han pretendido comprar nuestro clamor,
Y yo en recompensa pecado a pecado Han enturbiado el mirar y la sonrisa. Señor
la copa he llenado de la iniquidad.
29. Frente a ti oh Jesús
Mas yo arrepentido te busco lloroso
oh Padre amoroso, oh Dios de bondad. Jesús, estás herido
tú alma y tu cuerpo entregados
Mi humilde plegaria traspase las nubes; tus ojos se cierran cansados
ardientes querubes, mis votos llevad. y un grito lloró tu abandono

27. Sufres, lloras, mueres Frente a ti Oh Jesús


frente a ese llanto de amor
Cuando un niño con hambre pide pan, aquí estoy Jesús para ti
Cuando llora pues nunca se lo dan. ¡oh! hoy te entrego mi vida y mi cruz
Tiemblo por Ti, Jesús: Sufres, lloras, mueres;
Con los niños de hambre mueres Tú. Jesús, un miedo envuelve
  mi corazón angustiado
Mueres Tú cuando un hombre esclavo está pues hoy te he negado tres veces
Cuando grita pidiendo libertad. ¡oh!
y no he sabido acompañarte
Tiemblo por Ti, Jesús: sufres, lloras, mueres;
Con los hombres esclavos mueres Tú.
Me vuelves a perdonar
  yo te vuelvo a prometer
Cuando siento que el mundo en guerra está,
aquí estoy Jesús para ti
que el hermano al hermano matará. ¡oh!
Tiemblo por Ti, Jesús: sufres, lloras, mueres; hoy te entrego mi vida y mi cruz
con los hombres que mueren, mueres Tú.
Frente a ti Oh Jesús
  frente a ese llanto de amor
Cuando pasas enfermo junto a mí,
Cuando olvido tu hambre y tu sufrir. ¡oh! aquí estoy Jesús para ti
Tiemblo por Ti, Jesús: sufres, lloras, mueres; hoy te entrego mi vida y mi cruz
Por mi absurdo egoísmo mueres Tú.
Hoy te entrego mi vida y mi cruz (X3)
30. Pasos de Jesús 32. Alma de Cristo
Perder la vida, tomar la cruz, Alma de Cristo
seguir los pasos de Jesús, Santifícame
amar con su forma de amar, Cuerpo de Cristo
Sálvame
perder la vida para ser luz.
Sangre de Cristo
Embriágame
Darse por el que nadie amó,
Agua del costado de Cristo
darse por el abandonado Lávame
que espera ver amanecer. Pasión de Cristo
Prestar oído a su clamor, Confórtame
amar como un enamorado O mi buen Jesús
a aquél que nadie quiere ver. Óyeme
Y dentro de tus llagas
Gritar que Dios no está dormido Escóndeme
y está dándonos su fuerza, No permites que me aparte de ti
Del enemigo, defiéndeme
que va sembrando libertad.
En la hora de mi muerte
Gritar que el odio no ha vencido Llámame
y la esperanza no está muerta, Y mándame ir a ti
y Dios invita a caminar. Para con tus santos te alabe
Por los siglos
Andar caminos aún no andados, De los siglos
saltar abismos y fronteras, Amen. Amén
ir donde nadie quiere ir.
Darle la mano al que está solo 33. Padre misericordioso
y que ya todo lo ha perdido,
darle la fuerza de vivir.

31. Soneto a Jesús crucificado


No me mueve, mi Dios, para quererte 
el cielo que me tienes prometido, 
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte 


clavado en una cruz y escarnecido, 
muéveme ver tu cuerpo tan herido, 
muéveme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, 


que aunque no hubiera cielo, yo te amara, 
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera, 


pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Himno a San José
Hoy a tus pies ponemos nuestra vida;
hoy a tus pies, ¡Glorioso San José!
Escucha nuestra oración y por tu intercesión
obtendremos la paz del corazón.

En Nazaret junto a la Virgen Santa; en Nazaret,


¡Glorioso San José! cuidaste al niño Jesús pues por tu
gran virtud fuiste digno custodio de la luz.

Con sencillez humilde carpintero; con sencillez,


¡Glorioso San José! hiciste bien tu labor obrero del
Señor ofreciendo trabajo y oración.

Tuviste Fe en Dios y su promesa; tuviste Fe, ¡Glorioso


San José! Maestro de oración alcánzanos el don de
escuchar y seguir la voz de Dios.

Alégrate, María
Alégrate, María llena de gracia,
predilecta de Dios.
Alégrate, porque el Señor está contigo.

¿Qué significa aquel saludo?


Es el anuncio del ángel:
"No temas María, darás a luz un Hijo, Él será grande"

"Su reino no tendrá fin,


Dios le dará el trono de David
El espíritu Santo vendrá sobre ti,
tu Hijo será Santo".

María respondió: "Soy la esclava del Señor,


hágase en mí según tu palabra".
Este es el sí que, al hombre, salva.

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