Sunteți pe pagina 1din 3

Esperando, solo esperando

Uno siente como el planeta tierra disminuye su velocidad paulatinamente.…

Cuando haces una retrospectiva global de tu vida te das cuenta de que no hay
certeza alguna. En un mundo donde lo efímero es el comú n denominador. De por sí,
el universo es una gran paradoja. Sientes como el tiempo te absorbe, te atrapa en
una ola hipnó tica, donde cedes ante la misma y permites que te lleve a cualquier
lugar.

Tantas palabras existentes en el vocabulario y ninguna permite expresar realmente


lo que sentimos, todo es una mera aproximació n de la realidad….o mejor dicho, de
nuestra irrealidad. Tantos enfoques que se le atribuyen a nuestra percepció n que
uno no termina de decidirse por uno. Un buffet de realidades irreales. Nos
sumergimos en el río de la vida y nos dejamos llevar hasta su desembocadura.

Cuando nos preguntamos el por qué de nuestra existencia, y realmente canalizamos


recuerdos forjados en el pasado, podemos brindar una respuesta banal a dicha
pregunta. Empero, es una pregunta tan diná mica como su respuesta. Miles, o mejor
dicho, infinitas bifurcaciones desprenden de ella. Somos bombardeados de
exacerbados elementos, entiéndase como factores ajenos a nuestra voluntad, que
nos influencian constantemente y prá cticamente pueden llegar al punto de
manipularnos.

Con el pasar de los añ os forjé una teoría propia, que osa responder la pregunta
mencionada anteriormente. Claro está , que las dos metas principales en nuestra
vida, vista de manera global, sería “Vivir y amar”. Sin embargo, mi respuesta pulula
en el hecho de que el elemento intrínseco en nuestra vida es el conocimiento.
Reafirmando la teoría de Só crates, o el aforismo de Descartes “ Pienso, luego existo”

¿Un bebé sabe que esta vivo? ¿Acaso alguno de nosotros tiene recuerdos vivaces de
nuestros primeros añ os de vida? A medida que nutrimos nuestro conocimiento, lo
aplicamos en diferentes facetas de nuestra vida. Entre ellas, la percepció n de la
“Realidad”. Los primeros son fundamentales pese a que se va a crear el marco de
cada persona. El individuo canalizar, extraer y crear su propia visió n de las cosas.
Todo este proceso es sumamente didá ctico y diná mico, pero va a ser la base del
resto de su vida.

Nos inculcan una serie de hechos de manera involuntaria. Nos encontramos


indefensos y totalmente vulnerables con respecto a algunas ideas. Con el pasar de
los añ os, cada quién tiene la posibilidad de cambiar esas creencias, eliminarlas, o
hasta reforzarlas.
Esa capacidad de elecció n es nuestro mayor indicio de libertad. El problema es que
el hecho de tener que tomar decisiones nos hace sentir paradó jicamente mas
atrapados que el hecho de no tomarlas.

Hay tantas combinaciones de acció n- Reacció n que nos preocupamos demasiado en


cuá l deben ser las acciones correctas por tomar, tomando en consideració n que
optamos por obtener los mejores resultados.
Dicho esto, se entiende que el individuo prá cticamente esta condicionado por el
resto de su vida. Aprisionado por el libre albedrío. Jean Paul Sartre estaba al tanto
de este flagelo. ( “ Estamos condenados a la libertad” ). Entonces el enfoque idó neo
que debe tomar cada persona para vivir una vida plena, basá ndonos en que no
existe una libertad como tal, obviamente no va a ser desprenderse de manera
nihilista de toda unió n material- espiritual. Mi teoría expone como requisito sine
qua non dejarse llevar por los senderos que van apareciendo en la vida. Sin mayor
titubeo. Cada vez que aparezca una oportunidad que nos beneficie no debemos de
dar lujo de actuar con indiferencia ante la misma.

Indudablemente tengo certeza de que hay acciones de gran envergadura, que al


tomarlas o no, pueden cambiar tu vida de alguna manera u otra. Má xime hago
alusió n a decisiones extremistas como quitarle la vida a un tercero, o a uno mismo.
Acciones que nos pueden afectar a gran escala en el á mbito físico má s no tanto en el
espiritual. La misma retroalimentació n entre cuerpo y alma, o llá mese como se
quiera llamar, es la que nos permite percatarnos de los hechos y reflexionar sobre
los mismos.

Como verbigracia expongo que hace un par de lustros tuve la desdicha de golpear
una copa de vidrio. Esta acció n me costó una operació n de la mano, de la cual sufrí y
he tenido que sufrir con el pasar de los añ os. Innumerables veces me he repetido
que si pudiese retroceder en el tiempo cambiaría ese acaecimiento para evitar
sufrimiento. Pero luego me pregunto…. ¿Donde estaría ahora? ¿Qué tanto puede
influenciar esa acció n en mi vida? ¿Engendraría un efecto mariposa y viviría una
catá strofe inexorable? Nunca lo sabré….

Pero esa misma interpelació n es la que me reafirma el hecho de que es menester


vivir má s el presente que recordar el pasado o crear el futuro. Sin pensar demasiado
en las acciones por tomar. Permitir que las cosas se desarrollen a su ritmo.

Reflexionar con respecto a la vida es una tarea sumamente compleja, considérese


como una bendició n o una maldició n el hecho de poder visualizar las cosas con
mayor claridad. Ese es el punto desfavorable del conocimiento. Mientras má s nutres
el campo científico, descubres verdades un tanto crudas, para no decir deprimentes.
Verdades que le quitan el color a la vida. Esa es la respuesta del por qué tantas
personas prefieren vivir en un mundo preseleccionado y decorado con colores
pasteles. Otorgá ndose respuestas para autosatisfacerse y liberarse de las grandes
dudas existenciales.
Cada quién tiene la decisió n de pensar como quiera….¿no? En mi caso, no recuerdo
haber pedido mencionada iluminació n a mis ojos para entender elementos de mi
vida. Solo me dejo llevar por este río frio y oscuro llamado vida. Entregado con los
ojos cerrados y una leve sonrisa en mi tez. Esperando, solo esperando….

Antonio Kabbabe

S-ar putea să vă placă și