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Junto a esto y, con una mayor repercusión mediática, aparece una estructura curricular en
la que se determina el currículo básico, y una nueva tipología en las asignaturas que
establece una clasificación según su obligatoriedad o su posibilidad de elección. Así
podemos diferenciar: asignaturas troncales, específicas y de libre configuración sobre las
cuales el estado tiene una mayor o menor competencia en favor de las comunidades
autónomas o de los centros.
La política educativa busca, con estos cambios una doble finalidad: por una parte, una
mayor autonomía de los centros, a los que se les propone la elaboración de un cierto perfil
que les singularice y, por otra, una reforma del modelo de enseñanza mantenido hasta
ahora, dando prioridad al trabajo competencial para lograr los aprendizajes.
Por último y, a pesar de una fuerte oposición social, encontramos en la reforma la
incorporación de pruebas de evaluación externa, que conllevan necesariamente una
renovación en la manera de trabajo de los centros.
Respecto de los cambios de la organización del sistema educativo encontramos variación
en todas las etapas, salvo en la de Infantil en la que no se ha dado ninguna modificación.
En concreto, dentro de la Enseñanza Primaria, encontramos:
1 La organización de la etapa en un proceso de aprendizaje continuo desarrollado
en seis cursos y la desaparición de los ciclos de aprendizaje introducidos en la
LOGSE por la pedagogía comprensiva.
2 La presencia de evaluaciones externas: intermedia y final.
3 El desglose de la asignatura de Conocimiento del medio en dos asignaturas.
4 La desaparición de la asignatura de Educación para la Ciudadanía.
1.3.1 Objetivos
Son los primeros elementos que define el currículo en los siguientes términos:
«Referentes relativos a los logros que el alumno debe alcanzar al finalizar el
proceso educativo, como resultado de las experiencias de enseñanza-
aprendizaje intencionalmente planificadas a tal fin».
Objetivos generales de la Educación Primaria
Son los establecidos en el artículo 17 de la LOE, de los que la LOMCE ha modificado
los apartados b), h) y j). Los objetivos generales de la etapa se mantienen:
La EP contribuirá a desarrollar en los niños y niñas las capacidades que les permitan:
a) Conocer y apreciar los valores y las normas de convivencia, aprender a obrar de
acuerdo con ellas, prepararse para el ejercicio activo de la ciudadanía y respetar los
derechos humanos, así como el pluralismo propio de una sociedad democrática.
b) Desarrollar hábitos de trabajo individual y de equipo, de esfuerzo y de responsabilidad
en el estudio, así como actitudes de confianza en sí mismo, sentido crítico, iniciativa
personal, curiosidad, interés y creatividad en el aprendizaje, y espíritu emprendedor.
1.3.2 Competencias
Se trata del elemento del currículo que supone mayor cambio respecto a la
metodología de la enseñanza. Son definidas como:
«Capacidades para aplicar de forma integrada los contenidos propios de cada
enseñanza y etapa educativa, con el fin de lograr la realización adecuada de
actividades y la resolución eficaz de problemas complejos».
La denominación de las competencias ha sido diversa en los países europeos. Al principio
se intentó marcar una especie de mínimos instrumentales que permitieran a los alumnos
desenvolverse en el mundo, pero luego se vio que el contexto cultural era un referente tan
configurador que ni siquiera permitía ponerse de acuerdo en la terminología. Ahora, en
general, no se habla de competencias básicas sino de competencias, a las que cada país,
tras una fundamentación de su filosofía educativa, coloca su calificativo.
La Comisión Europea y la OCDE considera como básicas e indispensables: la comprensión
lectora, el cálculo matemático y la competencia científica. El resto son transversales.
1.3.3 Contenidos
Es la parte del currículo que hace referencia al conjunto de conocimientos del aprendizaje
de una materia, es decir, a los saberes propios que la distinguen en un campo
epistemológico. No se trata exclusivamente de un aspecto cognitivo, sino que hace
referencia también a los procesos del aprendizaje y a las actitudes que son propias o
pueden adquirirse sobre la materia.
«Conjunto de conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes que contribuyen
al logro de los objetivos de cada enseñanza y etapa educativa y a la adquisición
de competencias».
Los contenidos del currículo se ordenan en asignaturas que pueden clasificarse en:
materias, ámbitos, áreas y módulos, en función de las enseñanzas, las etapas
educativas o los programas.
Aunque la LOMCE no da ninguna información más al respecto de los contenidos,
conviene señalar algunos rasgos de la organización, que están presentes en el
desarrollo del currículo que hacen los reales decretos. En estos reales decretos los
contenidos aparecen organizados por Bloques de contenidos que ordenan la materia
según su propia epistemología sin ninguna organización jerárquica. Estos bloques
incluyen los aspectos cognitivos, procedimentales y actitudinales en todas las materias.
En la mayoría de las asignaturas existe un bloque inicial en el que se recogen los
procedimientos y estrategias propias, pero no ocurre en la asignatura de Religión.
referenciales no son una invención particular del ingenio del profesor sino un reajuste del
contenido oficial a la situación concreta. Esta idea es sumamente importante en un
modelo de trabajo competencial en el que los estándares de aprendizaje fijan con
bastante precisión los logros educativos.
Por otra parte, como todos los estándares de aprendizaje no tienen la misma importancia,
es importante determinar su “peso”. El peso, es la valoración real que nosotros damos a
un estándar, es decir, la importancia que le otorgamos dentro del proceso de aprendizaje.
Se determina concediéndole un tanto por ciento en el logro.
2Una unidad formativa no es lo mismo que una unidad didáctica. Se trata de un modelo de organización
del trabajo bajo una estructura que tiene coherencia para realizar un proceso de enseñanza-aprendizaje,
bajo la forma de unidades didácticas, pero también bajo la metodología de un proyecto, de un taller, etc.
Los estándares de aprendizaje, como podemos observar, se ponen en relación tanto con el
contenido como con el criterio de evaluación. Además se indica si son básicos o evaluables
y la competencia con la que guardan relación. Como se puede ver un estándar puede estar
vinculado al logro de más de una competencia sin que exista ningún problema. El peso del
estándar puede otorgarse dando un tanto por cierto a los estándares básicos y otro
complementario a los evaluables, o sencillamente, determinando un número por el cual ha
de multiplicarse el estándar según sea o no de ese tipo.
Y, por último, una consideración, es sumamente importante definir con acierto el
instrumento evaluador que va a utilizarse con el fin de evitar posibles reclamaciones3.
3 El trabajo con rúbrica como documento evaluador permite concretar en un solo formato todos estos
aspectos que se están definiendo para los estándares de aprendizaje
3.1.5 Talleres
Los talleres son espacios educativos que exceden el terreno del aula de manera
permanente o parcial; pueden estar fuera o dentro de ella y tienen como característica
significativa que no se adscriben a la división de contenidos ni a las actividades de área.
En ellos se presentan actividades sistematizadas en forma de proyectos de trabajo, que
suponen la participación a través del descubrimiento científico y del trabajo en equipo. En
todo taller se produce el aprendizaje de una técnica determinada por parte de los
estudiantes, que finaliza con la elaboración de un producto final. Para el desempeño de
las acciones que se piden se necesita la presencia de un adulto experto que explique y
acompañe los pasos del proceso. Éste ha de realizar una función analítica promoviendo la
capacidad de pensar; su tarea principal va a consistir en observar, escuchar e intentar
comprender las intervenciones y acciones de los participantes.
En los talleres se pone mayor énfasis en el trabajo manual y auto-gestionado, que en el
intelectual y dirigido; a través de aquel se desarrollan aspectos motrices, de expresión y
de comunicación y se van ganando progresivamente seguridad y autonomía personal.
Siguiendo a BARCIA (2007) podemos definir los pasos necesarios para preparar un taller,
teniendo en cuenta que éste nunca puede ser improvisado:
1 Formar equipos eligiendo a los coordinadores y repartiendo responsabilidades.
2 Enunciar los objetivos concretos que se quieren conseguir en el taller.
3 Decidir las actividades a realizar para la consecución de los objetivos.
4 Preparar los materiales necesarios para poder llevarlo a cabo.
5 Poner en práctica las actividades seleccionadas.
6 Evaluar de manera formativa el desempeño de funciones, la consecución de los
objetivos y las actividades realizadas.
Bibliografía
BARCIA, M. (2007). La programación didáctica en Educación Infantil. En NAVARRO y otros.
Didáctica y currículum para el desarrollo de competencias. Madrid: Dykison. pp 279-312