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Presentado por:
Ingrid Yuliet Pérez Granados
Código: 1091807233
Presentado a:
Tutora: María del Pilar Calderón
Grupo: 358030_20
7 mts
Habitación
Sala
Habitación
13 mts
Comedor Habitación
Cocina
Lavadero Baño
Patio
Huerta Habitación
Baño
Vertical
3. Tipo de hortalizas.
El tipo de hortalizas a sembrar en la huerta vertical son: cilantro, lechuga, habichuela y pimentón.
La plantación se realiza por semilla, en siembra directa sobre el terreno asentado. El peso
medio de 1000 semillas es de 9,033 g y su poder germinativo es superior al 90% a una
temperatura media de 15º C y en 20 días de laboratorio. Las filas se separarán de 50 a 60
cm y las plantas de cada fila entre 15 a 20 cm. Cuando se vayan a producir hojas, estas
separaciones serán menores. Se hacen agujeros en la tierra de poca profundidad y se colocan
las semillas cuidadosamente; se cubre de tierra y se riega todo el semillero. Las plántulas
brotarán a los 15 días aproximadamente. Primero aparecen dos hojas pequeñas y fuertes y
a las dos semanas aparecerán las primeras hojas pecioladas características del cilantro que
hemos descrito anteriormente. Es conveniente no exponerlas mucho tiempo al sol durante
las primeras semanas de vida, aunque a partir de las 6 hojas, una mayor insolación
favorecerá su crecimiento.
La recolección puede realizarse a los 40 - 60 días tras la siembra y hasta los 4 meses para
la producción de semilla madura. En este caso, la recolección de las umbelas debe hacerse
antes de su maduración completa de los frutos, a primera hora de la mañana. Para la
producción de hojas, se llevará a cabo antes de la aparición del tallo, para evitar las semillas
precoces. Si se cosechan las exteriores más viejas, la planta continuará produciendo follaje
nuevo hasta que eche flores. A veces se corta a una altura de 2-3 cm sobre el suelo y se
agrupan en el campo. De esta forma, la planta puede volver a crecer para un segundo corte,
a pesar de que no lo hace tan eficazmente como otras aromáticas como el perejil. Por esto
es común que sólo sea cosechado una vez. También se puede recolectar la planta entera,
incluyendo las raíces.
Los suelos preferidos por la lechuga son los ligeros, arenoso-limosos, con buen drenaje,
situado el pH optimo entre 6,7 y 7,4.
En los suelos humíferos, la lechuga vegeta bien, pero si son excesivamente ácidos será
necesario escalar. Este cultivo en ningún caso admite la sequía, aunque la superficie del
suelo es conveniente que este seca para evitar en todo lo posible la aparición de
podredumbres de cuello.
La plantación se realiza en caballones o en banquetas a una altura de 25 cm. para que las
plantas no estén en contacto con la humedad, además de evitar los ataques producidos por
hongos. La plantación debe hacerse de forma que la parte superior del cepellón quede a
nivel del suelo, para evitar podredumbres al nivel del cuello y la desecación de las raíces.
Los mejores sistemas de riego, que actualmente se están utilizando para el cultivo de la
lechuga son, el riego por goteo (cuando se cultiva en invernadero), y las cintas de exudación
(cuando el cultivo se realiza al aire libre), como es el caso del sudeste de España. Existen
otras maneras de regar la lechuga como el riego por gravedad y el riego por aspersión, pero
cada vez están más en recesión, aunque el riego por surcos permite incrementar el nitrógeno
en un 20%. Los riegos se darán de manera frecuente y con poca cantidad de agua,
procurando que el suelo quede aparentemente seco en la parte superficial, para evitar
podredumbres del cuello y de la vegetación que toma contacto con el suelo. Se recomienda
el riego por aspersión en los primeros días post-trasplante, para conseguir que las plantas
agarren bien.
La plaga TRIPS (Frankliniella occidentalis), Se trata de una de las plagas que causa mayor
daño al cultivo de la lechuga, pues es transmisora del virus del bronceado del tomate
(TSWV). La importancia de estos daños directos (ocasionados por las picaduras y las
hendiduras de puestas) depende del nivel poblacional del insecto (aumentando desde
mediada la primavera hasta bien entrado el otoño). Normalmente el principal daño que
ocasiona al cultivo no es el directo sino el indirecto transmitiendo el virus TSWV. La
presencia de este virus en las plantas empieza por provocar grandes necrosis foliares, y
rápidamente éstas acaban muriendo.
Lechuga: La judía es una leguminosa con grandes posibilidades para la alimentación
humana, por su doble aprovechamiento (de grano y de vaina) y por su aporte proteico;
además una parte de su producción se comercializa congelada y en conserva; aunque debe
avanzar a través de la mejora genética y la adecuación de las técnicas de cultivo.
Planta: Anual, de vegetación rápida. Raíces: Sistema radical es muy ligero y poco
profundo. Está constituido por una raíz principal y gran número de raíces secundarias con
elevado grado de ramificación. Tallo: El tallo es herbáceo. En variedades enanas presenta
un porte erguido y una altura aproximada de 30 a 40 centímetros, mientras que en las judías
de enrame alcanza una altura de 2 a 3 metros, siendo voluble y dextrógiro (se enrolla
alrededor de un soporte o tutor en sentido contrario a las agujas el reloj). Hoja: La primera
hoja es sencilla, lanceolada y acuminada, y todas las demás son compuestas de tamaño
variable según la variedad. Yemas: Se encuentran en las axilas de las hojas compuestas
formando tríadas (3 yemas). Las tríadas pueden ser vegetativas, de flor o mixtas. Flores: Las
flores son de color blanco en las variedades más importantes. Éstas pueden ser de diversos
colores, pero son únicos para cada variedad. Las flores se disponen en racimos de 4 a 8
flores cuyos pedúnculos emergen de las axilas de las hojas o en las terminales de algunos
tallos. Fruto: El fruto es una legumbre de color, forma y dimensiones variables, en cuyo
interior se disponen de 4 a 6 semillas. Existen frutos de color verde, amarillo jaspeado de
marrón o rojo sobre verde, etc., aunque los más demandados por el consumidor son los
verdes y amarillos con forma tanto cilíndrica como acintada. En estado avanzado, las
paredes de la vaina o cáscara se refuerzan por tejidos fibrosos.
Antes de la siembra hay que realizar una labor semiprofunda (25 a 30 cm), con la que se
envuelve el estiércol. Si se desinfecta el suelo, una vez transcurrido el tiempo preceptivo,
se labra de nuevo a menor profundidad. Le sigue el aporte de abonado de fondo y a
continuación se dan dos labores superficiales (15 cm) con grada o cultivador. En el caso de
riego por gravedad se harán los caballones y regueras correspondientes.
El marco de siembra más frecuente en invernadero es de 2 m x 0,5 m, con 2-3 semillas por
golpe, e incluso con una semilla por golpe. Al aire libre, la distancia entre líneas es 0,5 m
para variedades enanas y de 0,7-0,8 m para las de enrame, con 3-5 semillas por golpe. En
el caso de judías enanas destinadas a la industria se suelen dejar las líneas de siembra entre
20 y 30 cm.
La profundidad de siembra es de 2-3 cm. Dichas semillas deben haber sido seleccionadas
adecuadamente y tratadas con fungicidas e insecticidas. Si la temperatura no es suficiente
o si se desea mantener el cultivo anterior más tiempo en el terreno, se procede a la siembra
en semillero y posterior se trasplanta en el invernadero. La nacencia de las semillas depende
de la época de siembra y de la climatología, pudiendo oscilar entre 7 y 20 días. Conviene
esperar hasta que el tiempo sea favorable para que la nacencia sea más rápida ya que no es
deseable que sobrepase los 10 días. Si el clima es frío, puede calentarse el terreno
previamente a la siembra colocando túneles de plástico. También se favorecerá la nacencia
realizando varios riegos.
El éxito del pimiento radica en que es un cultivo con tres destinos de consumo: pimiento
en fresco, para pimentón y para conserva.
Variedades dulces: son las que se cultivan en los invernaderos. Presentan frutos de gran
tamaño para consumo en fresco e industria conservera. Variedades de sabor picante: muy
cultivadas en Sudamérica, suelen ser variedades de fruto largo y delgado. Variedades para
la obtención de pimentón: son un subgrupo de las variedades dulces.
Dentro de las variedades de fruto dulce se pueden diferenciar tres tipos de pimiento:
Tipo California: frutos cortos (7-10 cm), anchos (6-9 cm), con tres o cuatro cascos bien
marcados, con el cáliz y la base del pedúnculo por debajo o a nivel de los hombros y de
carne más o menos gruesa (3-7mm). Son los cultivares más exigentes en temperatura, por
lo que la plantación se realiza temprano (desde mediados de mayo a comienzos de agosto,
dependiendo de la climatología de la zona), para alargar el ciclo productivo y evitar
problemas de cuajado con el descenso excesivo de las temperaturas nocturnas.
Tipo Lamuyo: denominados así en honor a la variedad obtenida por el INRA francés, con
frutos largos y cuadrados de carne gruesa. Los cultivares pertenecientes a este tipo suelen
ser más vigorosos (de mayor porte y entrenudos más largos) y menos sensibles al frío que
los de tipo California, por lo que es frecuente cultivarlos en ciclos más tardíos.
Tipo Italiano: frutos alargados, estrechos, acabados en punta, de carne fina, más tolerantes
al frío, que se cultivan normalmente en ciclo único, con plantación tardía en septiembre u
octubre y recolección entre diciembre y mayo, dando producciones de 6-7 kg.m-2.
Para los cultivos intensivos, en especial los de invernadero, se utilizan híbridos F1 por su
mayor precocidad, producción, homogeneidad y resistencia a las enfermedades.
Es una práctica imprescindible para mantener la planta erguida, ya que los tallos del
pimiento se parten con mucha facilidad. Las plantas en invernadero son más tiernas y
alcanzan una mayor altura, por ello se emplean tutores que faciliten las labores de cultivo
y aumente la ventilación.
Tutorado holandés: cada uno de los tallos dejados a partir de la poda de formación se sujeta
al emparrillado con un hilo vertical que se va liando a la planta conforme va creciendo. Esta
variante requiere una mayor inversión en mano de obra con respecto al tutorado tradicional,
pero supone una mejora de la aireación general de la planta y favorece el aprovechamiento
de la radiación y la realización de las labores culturales (destallados, recolección, etc.), lo
que repercutirá en la producción final, calidad del fruto y control de las enfermedades.
Evidencias
Semana 2: (20-26 abril)
Actividades
Riego mañana y tarde de la huerta y semillero.
Inicio de germinación de las semillas.
Evidencias
Semana 3: (27 abril – 3 mayo)
Actividades
Riego mañana y tarde de la huerta y semillero.
Se evidencia mayor porcentaje de germinación en las semillas de pimentón.
Evidencias
Bibliografía
Londoño, Juan Pablo. (2016). uerta vertical, modular y escalable. (s.f.). [Archivo de video].
Bogota . Recuperado el 18 de Abril de 2020, de
https://www.youtube.com/watch?time_continue=8&v=Wxrqms36eU0