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Día 1: María, Madre, tú, la siempre Día 6: María, Madre, que formaste la familia manso, a dejarme traer y llevar

llevar por la
ocupada en el servicio de tu casa, ilumina de Nazaret: enséñame a hacer más obediencia.
con tu sonrisa nuestro trabajo. Préstame tu cariñoso el ambiente familiar. Te ofrezco: cumplir hoy mejor con mis
sonrisa. Te ofrezco: tener algún detalle de cariño deberes.
Te ofrezco: tratar de sonreír a todos. con los de mi familia.

Día 11: María, Madre, cuando Jesús


Día 2: María, Madre, tú que sabías de la Día 7: María, Madre, tú que trabajabas para expuso las ocho bienaventuranzas, no hizo
angustia económica de una familia pobre: atender a Jesús y lo recibías contenta más que fijarse en ti: enséñame a tener
enséñame a amar la pobreza; enséñame a cuando llegaba cansado del trabajo: hambre y sed de ser santo.
desprenderme para ayudar a los pobres. concédeme tener la alegría siempre a punto Te ofrezco: pedirle muchas veces hoy al
Te ofrezco: repetir Rezar una Ave María y ayudar a los cansados. Señor que me haga santo.
por todos los contagiados de Cov- 19 Te ofrezco: tratar de estar más alegre
con los que me rodean.
Día 12: María, Madre, cuando Jesús
expuso las ocho bienaventuranzas, no hizo
Día 3: María, Madre, tú que te olvidabas de más que fijarse en ti: enséñame a ser
ti para atender a los demás: enséñame a no Día 8: María, Madre siempre atenta para misericordioso, es decir, a amar a cada uno
estar siempre dándome vueltas a mí y a mis cuidar a José y a Jesús: concédeme con sus defectos.
cosas, y dejar de lado mis pequeños atender a todos, el olvido de mí, mi Te ofrezco: ser hoy más comprensivo
desánimos que hacen la vida desagradable disponibilidad continua y ser servidor de los con los defectos de los que me rodean.
a los demás. demás.
Te ofrezco: orar por los médicos. Te ofrezco: ser hoy más servicial en mi
Enfermeros, Policía y militares casa.
Día 13: María, Madre, cuando Jesús
Día 4: María, Madre, la siempre disponible expuso las ocho bienaventuranzas, no hizo
para que Dios se sirviera de ti: enséñame a Día 9: María, Madre, tú sembrabas más que fijarse en ti: enséñame a ser limpio
no quejarme y a estar disponible. confianza en torno a ti, sabías contar con de corazón.
Te ofrezco: no quejarme durante el día sencillez tus cosas y estabas siempre Te ofrezco: no admitir hoy pensamientos
de hoy. abierta al diálogo: enséñame a tener más malos de los demás.
confianza con los que me rodean y a
escucharlos con amor e interés. Te
ofrezco: tratar de dar conversación a mis
Día 5: María, Madre, la de las horas de familiares.
silencio en casa; la del pensamiento Día 14: María, Madre, tú sabías reflexionar
siempre lleno de Dios: ayúdame a vivir y animar, sabías curar las angustias:
siempre en tu presencia y en presencia de enséñame la virtud de la prudencia y no
Dios. dejes que me ahogue en un vaso de agua.
Día 10: María, Madre, cuando Jesús
Te ofrezco: vivir hoy en presencia de Te ofrezco: tener hoy pensamientos
expuso las ocho bienaventuranzas, no hizo
Dios. positivos y de esperanza.
más que fijarse en ti: enséñame a ser
Día 24: Como decía san Luis Mª Grignon de
Día 19: María, Madre, en cuya casa todos Monfort: «Si tengo a Jesús es gracias a
Día 15: María, Madre, cuando Jesús María».
expuso las ocho bienaventuranzas, no hizo servíais a todos sin dar espacio a la pereza:
Te ofrezco: dar gracias durante el día por
más que fijarse en ti: enséñame a llorar con ayúdame a cumplir con mi deber sin
el don de la fe.
los que lloran, a vivir las alegrías y exigencias ni malos humores.
sufrimientos de los demás como si fueran Te ofrezco: ayudar más en casa.
míos.
Te ofrezco: ayudar a alguien que esté Día 25: María, Madre consciente de tu
sufriendo. Día 20: María, Madre, que guardabas la pobreza porque sabías que todo es don de
Palabra del Señor en tu corazón, ayúdame Dios: enséñame a ser humilde. Humildad
a comprender la Escritura y a guardarla en no es negar los dones recibidos, sino
mi corazón. afirmar que todo lo recibimos de Alguien
Te ofrezco: leer un párrafo del Evangelio que nos ama, y que por ello nos confía
Día 16: María, Madre, tú eras audaz,
y meditarlo. grandes empresas.
emprendedora, confiada plenamente en el
Te ofrezco: Esta intención en todo amar
Espíritu que te acompañó a lo largo de tu
y servir a Dios
vida: enséñame a desconfiar de mí mismo y Día 21: María, Madre, que conoces mis
a poner mi esperanza en el Poderoso que pensamientos: haz que no sean nunca de
quiere hacer obras grandes en mí. venganza, ni de envidia, ni de darme Día 26: María, Madre, que no te quedaste
Te ofrezco: encomendarme al Señor vueltas a mí mismo. con la alabanza de tu prima Isabel, sino que
antes de cada actividad que haga hoy. Te ofrezco: tratar de vivir en presencia la referiste a quien correspondía en verdad,
de Dios. diciendo: «El Señor hizo en mí maravillas»;
enséñame a reconocer la mano de Dios en
todo y a darle gracias por todo.
Día 22: Como decía san Luis Mª Grignon de Te ofrezco: repetir durante el día esta
Día 17: María, Madre, préstame tus ojos Monfort: «Cuando María ha echado raíces jaculatoria: «Lo que Dios quiera, como
para mirar con cariño a todos. en un alma, produce allí maravillas de Dios quiera, cuando Dios quiera».
Te ofrezco: rezar por los que me caen gracia».
mal. Te ofrezco: consagrarme a ti durante el
día. Día 27: La consagración de la familia a la
Virgen es una promesa de amor en la que
se le ofrece a Jesús todo lo que la familia
Día 18: María, Madre: ayúdame a no Día 23: Como decía san Luis Mª Grignon de es, tiene y hace a través del Corazón
desanimar a nadie con mis amarguras y a Monfort: «Cuando el Espíritu Santo, su Inmaculado de la Virgen María para que,
no alejar a nadie con mis críticas. Esposo, encuentra a María en un alma, por estos dos Corazones, los miembros de
Te ofrezco: dar gracias a Dios por cada vuela allá, entra en ella de lleno y se le la familia vivan plenamente entregados a la
cosa que viva o que me ocurra. comunica abundantemente». Te voluntad del Padre. La familia se abandona
ofrezco: repetir durante el día la así en las manos de la Virgen María para
jaculatoria: «Ven, Espíritu Santo».
que ella ejerza su papel de Madre espiritual,
de Mediadora de las gracias, de Abogada y
de Reina.
Te ofrezco consagrar hoy mi familia a ti, Día 30: Tú, que eres Maestra de las almas,
Virgen María, mediante esta fórmula de enséñanos a ser dóciles como tú para
Juan Pablo II: «Oh, Santa Virgen María, acoger con obediencia y agradecimiento
Madre de Dios y de la Iglesia, a tu toda la verdad que nos enseña tu Hijo a
Inmaculado Corazón consagramos través de la Iglesia y su Magisterio.
nuestras familias. Con tu ayuda, nos Te ofrezco: rezar el credo para pedir a
encomendamos y nos consagramos al Dios el don de la fe y la fidelidad a lo que
Divino Corazón de Jesús y así la Iglesia enseña.
estaremos contigo y con Jesús en el
Espíritu Santo, siempre y totalmente
consagrados a la voluntad del Padre Día 31: Tú, que eres Corredentora, guarda
celestial». a esta familia en la fidelidad a la cruz. Que
en los momentos de sufrimiento no Préstame, Madre...
busquemos nuestro propio bienestar, sino
Día 28: Tú, que eres Mediadora de acompañar al que sufre. Que en los Préstame, Madre, tus ojos, para con
las gracias, sé el canal seguro por momentos de aridez y desolación nos
el cual nosotros recibamos las
ellos mirar, porque si por ellos miro,
mantengamos fieles al compromiso
gracias de nunca volveré a pecar.
adquirido ante Dios y que sepamos vivir los
conversión, de luz, de discernimiento, de sacrificios y luchas en unión con tu Hijo Préstame, Madre, tus labios, para
fidelidad, de sabiduría, de santidad y de crucificado. Te ofrezco: renovar la con ellos rezar, porque si con ellos
unión que provienen del Corazón de Cristo. consagración de nuestra familia a ti, rezo,
Te ofrezco: rezar el Rosario para pedir como hicimos el día
por las personas que se han
Jesús me podrá escuchar.
27, repitiendo la fórmula del papa Juan
encomendado a mi oración. Pablo II.
Préstame, Madre, tu lengua, para
poder comulgar, pues es tu lengua
patena de amor y de santidad.
Préstame, Madre, tus brazos, para
Día 29: Tú, que eres Intercesora ante tu poder trabajar, que así rendirá el
Hijo, mantén siempre tu mirada trabajo una y mil veces más.
misericordiosa sobre cada uno de los Préstame, Madre, tu manto, para
miembros de esta familia y, ya que no cubrir mi maldad, pues cubierto con
percibimos nuestras propias necesidades,
tu manto al Cielo he de llegar.
acércate a tu Hijo implorando, como en
Caná, el milagro del vino que nos falta. Préstame, Madre a tu Hijo, para
Te ofrezco: rezar un Avemaría por cada poderlo yo amar, si Tú me das a
persona de mi familia. Jesús, ¿qué más puedo yo desear?
Y esa será mi dacha poor toda la eternidad.

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