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PARA LEER
I
LA POLITICA VX
Tomo
2
cinep
1997
986 1 González G , Fernán Enrique
G559p Para leer la política: ensayos <Je historia política
colombiana / Fernán Enrique González G - Santafé de
Bogotá: Cinep, 1997
2v.
ISBN: 958-644-050-8
ISBN: 958-644-052-4 Tomo 2
cinep
Carrera 5a No 33 A-08
Santafé de Bogotá, Colombia
Marzo de 1997
ISBN: 958-644-050-8
ISBN: 958-644-052-4 Tomo 2
Impreso en Colombia
Tabla de contenido
Capítulo 5
/ El proyecto político de Bolívar: mito y realidad................... 7
Historia y estructura mítica......................................................................... 10
Bolívar visto desde el mito bipartidista...................................................... 13
Hacia la superación de la lectura bipartidista de Bolívar........................ 18
Haciauna visión alternativa....................................................................... 25 v
Las ideas de Bolívar en política internacional............................................42
El antinorteamericanismo de Bolívar....................................................... 46
La débil situación internacional de Colombia..........................................48
Integración hispanoamericana bajo tutela inglesa................................. 52
El fracaso de Bolívar: regionalismo, oligarquías y caudillos..................... 57
Capítulo 6
La Guerra de los Supremos
Introducción..................................
Importancia de la guerra para la historia política....................................... 85
Los actores............................................................................................................................. 87
Las fases de la guerra............................................................................................................88
Antecedentes 90
La presidencia de Joaquín Mosquera....................................................................................91
La dictadura de Urdaneta............................................................ 94
López y Obando......................................................................................................................96
Primeros intentos contrarrevolucionarios............................................................................99
El santanderismo al poder..................................................................................................... 103
El gobierno de Santander................................................................................................... 107
Bibliografía............................................................................................. 160
Capítulo 7
x El mito antijacobino como clave de lectura de la
Revolución Francesa........................................................... 163
El mito antijacobino........................................................ .•....................... 166
El problema de la apelación al pueblo soberano...................................... 171
Ospina Rodríguez y José Eusebio Caro frente al Jacobinismo.............. 175
Jacobinismo en la revolución liberal de mediados de siglo.................... 178
La visión de Ospina sobre el estado político de Colombia en 1857 ...... 186
Capítulo 8
Problemas políticos y regionales durante los gobiernos
del Olimpo Radical.............................................................. 189
Capítulo 9
Reflexiones sobre las relaciones entre identidad nacional,
bipartidismo e Iglesia católica........................................... 209
El problema de la identidad de Bolívar y Santander............................... 214
Mariano Ospina Rodríguez: la religión católica como criterio político. 219
La Iglesia católica y la identidad nacional............................................... 222
El bipartidismo como expresión de diversos conflictos........................... 227
Capítulo 10
Relaciones entre identidad nacional, bipartidismo e
Iglesia católica, 1820-1886.................................................. 231
Introducción............................................................................................. 233
La búsqueda de legitimidad................................................................... 234
Sociabilidades tradicionales y modernas................................................. 251
La apelación al pueblo en la Revolución liberal.................................258
Hacia una democracia sin pueblo............................................................ 264
Bipartidismo y violencia.......................................................................... 270
Capítulo 5
El proyecto político de
Bolívar: mito y realidad*
Fue publicado En: Debate Político, Controversia No. 112. Cinep, Bogotá, 1993-
Hace más de 100 años, el argentino Domingo Sarmiento sostenía
que nadie había entendido realmente a Bolívar por la manía de querer
ver en él un general de tipo europeo en vez del caudillo americano,
jefe de un movimiento de masas:
9 Ibíd., p. 22.
10 Ibíd., p. 32-33.
11 Ibíd, p. 36-37.
Fernán E. González G.
21
12 García, Antonio. Dialéctica de la Democracia. Bogotá :Cruz del Sur. 1971. pp. 131-133 y
146-148.
13 Arciniegas. Gennán. "Bolívar, Jacobino?". En: Correo de los Andes, nov-dic, 1982.
B proyeao político de Bolívar: mto y realidad
lí
14 Laserna, M. '¿Dónde murió Bolívar?" y "Estado débil". En: Lecturas Dominicales, ¿/Tiempo,
Bogotá, (17,May.,1983) y "Sobre Bolívar". El Tiempo, Bogotá, (17,May.,1983).
lemán I'. González ü.
11
15 Gómez Hurtado, Alvaro, ¿xj revolución en América, 2o. Festival del Libro Colombiano.
Ls.l:s.n,s.f]
16 Gómez Hurtado, Alvaro. Sobre la significación histórica de Bolívar. Bogotá ^Colección
Fénix, 1957.
El proyecto político de Bolívar: mito y rvalkbd
J2
21 Shulgoski, Anatoli. Cátedra Bolivaria na. El proyecto político del Libertador. llogotú:CEIS,
19H3.
El proyecto político de Bolívar: mito y realidad
¿1
35 Ibidein, p. 118.
1-cmAn lí. González G.
2±
Tal vez por esta poca acogida del Congreso de Angostura a sus
ideas, Bolívar no presentó ninguna propuesta al Congreso de Cúcuta,
que aprobó una constitución centralista y unitaria, con la clásica
división de tres poderes y dos Cámaras igualmente electivas. El
ejecutivo, ejercido por un presidente con período de cuatro años y
reelegible solo una vez, quedaba debilitado al quedar los nombramien
tos de sus funciones sujetos a la aprobación del Legislativo. Muchos
comentaristas del pensamiento bolivariano señalan el divorcio moral
y político entre Bolívar y la Constitución de Cúcuta, lo mismo que su
amargura y decepción frente a la clase política. En una famosa carta
a Santander, escritos desde el cuartel general de San Carlos, Bolívar le
manifiesta su desencanto frente a los políticos, el 13 de junio de 1821:
“Esos señores piensan que la voluntad del pueblo es la voluntad de
ellos, sin saber que el pueblo está en el ejército, porque realmente está,
y porque ha conquistado este pueblo de mano de los tiranos; porque
36 Ibid., p. 114.
37 Ibid.p. 115
El provecto patilla» de Motivar: niüo y realidad
22
38 Bolívar, Simón. Carta a Santander del 13 de junio de 1821. en: Bolívar, Doctrina del
Libertador. Caneas-. Biblioteca Ayacucho, 1979, p.157-158.
26 l emán E. González G.
44 Perú de Lacroix, Luis. Diario de Bucaramanga. Bogotá: Fondo Cultural Cafetero, 1978.
45 Bolívar D., Mensaje a la Convención de Ocaña En: Bolíiar Doctrina del Libertador, p. 257-
258.
46 Bolívar, Simón. «Reflexiones sobre el estado actual de la Europa con relación a la America».
Gaceta de Caracas No. 74, 9 de junio de 1814, En: Bolívar. Orígenes de la dependencia
neocolonidL Bogotá:Frente de Estudios Sociales, 1970. p. 29-32.
El proyecto político de Bolívar: mito y rvulklad
J3
mucho que no lo sea tanto, “porque los ingleses son terribles para estas
cosas?’ 49. Después de haberlo leído, Bolívar concluye que “tiene la
igualdad de un peso que tuviera una parte de oro y otra de plomo.
Vendidas estas dos cantidades y veríamos si eran iguales. La diferencia
que resultara, sería la igualdad necesaria que existe entre un fuerte y
un débil. Este es el caso; y caso que no podemos evitar”50.
El antinorteamericanismo de Bolívar
Este tipo de análisis del peso que podrían tener los diferentes
países hispanoamericanos aparece en varias de las cartas de Bolívar,
donde se muestra preocupado de la debilidad de América, y especial
mente de Colombia, en el concierto de las naciones. En diciembre de
1822, había escrito a Santander pintándole a América rodeada por la
fuerza marítima de Europa y encabezada por una potencia, “una
poderosísima nación muy rica, muy belicosa, y capaz de todo; enemiga
de la Europa y en oposición con los fuertes ingleses que nos querrán
darla ley y que la darán irremisiblemente'. En el nivel de Hispanoamé
rica, Colombia se encuentra rodeada: al norte encuentra Bolívar “el
vasto y poderoso imperio mexicano que, con sus riquezas y la unidad
de su sangre, está en estado de echarse sobre Colombia con muchas
ventajas”. La costa colombiana está inquietada por las colonias
europeas en las Antillas y “los africanos de Haití, cuyo poder es más
fuerte que el fuego primitivo”. En frente están las islas españolas de
Cuba y Puerto Rico, que serán nuestras enemigas; detrás, “la ambiciosa
Portugal, con su inmensa colonia del Brasil”; al sur, el Perú, con sus
millones, “con su rivalidad con Colombia y con sus relaciones con Chile
y Buenos Aires”, con una marina en el Pacífico con la cual no podrá
competir Colombia, que deberá repartirse entre los dos mares y que
suele ocuparse más del Atlántico.
do los ejemplos de Rusia y Haití, dejarles las costas donde serían presa
de las enfermedades tropicales y podrían ser hostilizados desde el mar
por Estados Unidos e Inglaterra defendiéndonos en el interior, donde
estarían muy separados de su base costera de aprovisionamiento y
donde sería más fácil abastecer nuestras tropas. Además, sugiere
Bolívar iniciar una cruzada religiosa contra los “herejes y ateos
franceses” a cargo de los obispos y curas fanáticos. También sugiere
Bolívar buscar ayuda en el espíritu constitucional de pueblos como
Portugal, España, Italia, Grecia, Holanda, Suecia y hasta Turquía (por
su interés contra Rusia). Pero termina insistiendo en el remedio de
fondo: el Congreso de Panamá, cuya liga podría juntar 100.000
hombres, sin que las partes constitutivas pierdan su independencia60.
73 Ibid.
FJ pnoyeao político de Bolívar mito y rvulidnd 55
77 Perú de Lacroix, L. Diario deBucaramanga. liogotá: Fondo Cultural Cafetero. 1978, p.66.
El proyecto poiiliao de Bolívar: mito y realidad
H
84 Lynch, John. ’ Bolívar and the caudillos”. En: Híspante American Historical ReviewNo. 63
(Feb.1983): p.4y6.
85 González, Fernán . Sociedad y poder político bajo la dominación española. Antece
dentes históricos del problema del Estado nacional. (Tesis para Magister, Bogotá:
Uniandes, inédita).
Fernán E. González G.
a.
90 Ibidetn.
El proyecto político de UoJívar: mito y realidad 71
95 Acevedo Díaz, Mario. "Motivar y la Convención de Ocaña". En: Peni de Lacroi/, Diario de
Bucarainanga. Edición antes citada, p. 184-185.
IxTnSn lí. González G.
21
La Guerra de los
Supremos*
Fue publicado en la Gran Enciclopedia de Colombia, del Círculo de Lectores, en el Tomo II,
Historia, desde la Nueva Granada hasta la Constituyente de 1991. Bogotá, 1991.
Introducción
1 Mosquera,Tomás Cipriano de. Examen critico del libro publicado en ¡a imprenta del
Comercio de Lima por el reo prófugo José María Obando, Imprenta del mercenario,
Valparaíso, 1843.
2 Posada Gutiérrez, Joaquín. Memorias histérico-políticas. Medellín: Bedout, 1971.
3 Obando, José María. Apuntamientos para la historia Medellín: Bedout. 1972.
4 Samper, José María, Apuntamientospara la historia de la Nueva Granada. Desde ¡8¡0 hasta
la administración del 7 Je marzo. Imprenta d el neogranadino. Bogotá: 1853, e Historia de
una alma. Medellín: Bedout, 1971.
La Guerra de loa Supremo*
12
Los actores
5 Restrepo. José Manuel. Diariopolítico y militar. Memorias sobre los sucesos importantes de
la época para* servir a la historia de la revolución de Colombia y de la Nueva Granada
desde 1819 para adelante. Ikigotá: Biblioteca de la presidencia de la república. 1954- e
Historia de la Nueva Granada, Tomo I. Cromos. 1952 y Tomo II. El Catolicismo. 1963.
6 Arboleda, Gustavo. Historia contemporánea de Colombia. Bogotá: Banco Central Hipotecario,
1990.
7 Helguera, J. León. Ensayos sobre e¡ general Mosquera y los años ¡827 a 1842 en la historia
granadina. Introducción al archivo epistolar de! genera! Mosquera). Bogotá: Kelly. 1972 y
The first Mosquera administration in New Granada. Tesis de doctorado, Chapel Hill. 1958.
8 Zuluaga, Francisco, Obando. José María. De soldado realista a caudillo republicano, Bogotá:
Banco Popular, 1985.
Fernán E. González G.
&
9 Palacios, Marco. *¿a fragmentación de las ciases dominantes en Colombia: una perspectiva
histórica* En: Estado y clases sociales en Colombia. Bogotá: Procultura, 1986.
10 González, Fernán. Aproximación a la historia política de Colombia. En: Controversia.
Bogotá: Cinep, No. 153-154 1989-
I emán E. González G.
22.
desde arriba hasta abajo; esto les permite expresar y canalizar de algún
modo los movimientos de la sociedad, lo mismo que relacionarlos con
la burocracia central de la capital de la nación.
•
Las luchas entre poblaciones vecinas rivales (Rionegro y Marinilla,
por ejemplo), o entre regiones y subregiones (el valle del Cauca frente
a Popayán, los cantones de barlovento contra Cartagena) tienen su
importancia. Pero todo ello se expresa en la relación de la respectiva
localidad o región con la burocracia de la capital. Por ello, cuando hace
crisis la relación de esta burocracia central con una determinada región
o con la elite dominante en ella, se hace más evidente el poder regional
y local de los caudillos, los denominados Supremos. La débil
legitimidad del poder central permite entonces una mayor autonomía
de ellos; así, cada uno de los caudillos o de las clases dominantes en
el nivel regional puede desafiar exitosamente al presidente de la
nación, cuyo poder queda respaldado por un pequeño ejército y una
escasa burocracia residente en la capital. Pero la misma fragmentación
del poder existente impide que estos caudillos se impongan en el nivel
nacional. El caso de la Guerra de los Supremos es un buen ejemplo
de todo ello.
Antecedentes
anuencia del general Mariano Montilla, jefe militar, y del prefecto Juan
de Dios Amador. Pero la llegada de Bolívar a Cartagena lo impidioj Los
vecinos de Pore, capital de Casanare, se pronunciaron en pro de
anexarse a Venezuela, pues consideraban qu^ Bogotá trataba al
Casanare como colonia, en peores términos que España; escogieron
como jefe al caudillo llanero general Juan Nepomuceno Moreno.
La dictadura de Urdaneta
López y Obando
25 Helguera J., León. "Ensayos sobre el general Mosquera y los años 1827 a 1842 en la historia
Granadina" En: Archivo epistolar del general Mosquera, Hogotá: Kelly, 1972. p. 22-23
26 Hleguera J., León. Ibid. p. 14-15.
La Guerra de los Su|Memos 97
27 Helguera J., León. Ibid. Zuluaga, Fr.inci.sco. José María Obando. de soldado realista a
caudillo republicano. Bogotá: Banco Popular, 1985 p.108-109.
28 Zuluaga, Francisco. Ibid. p. 63-65.
9L 9'emln t'_ C>onzAk/. G.
El santanderismo al poder
El gobierno de Santander
El desarrollo de la guerra
Los preámbulos de la guerra
74 Restrepo, José Manuel. Historia déla Nueva Granada. Ilogotá: El Catolicismo. Tomo II.
p.131-133.
75 Arboleda, Gustavo. Op.cit., Tomo II p. 178-179
76 Restrepo, José Manuel. Op.cit., p. 132.
La Guerra de lo» Supremos
1U
89 Bastidas llrresty. Edgar. Las guerras de Pasto. Pasto: Testimonio, 1979- p.150-151.
90 Arboleda. Gustavo. Op.cit., Tomo II p.229-230.
91 Pasada Gutiérrez, Joaquín. Op.cit.. Tomo II. p.10-12.
lemán li. González G.
120
Obando en la guerra.
fue interceptada, por ella se dio orden de apresar a Erazo por traición.
Según cuenta Restrepo, Erazo pensó que se lo apresaba por el asesinato
de Sucre, del cual se declaró inocente: todavía conservaba las órdenes
escritas que le había llevado el coronel Apolinar Morillo, de parte del
general Obando y del comandante Antonio Mariano Alvarez. Esto
reactivó el caso, dando un nuevo carácter a la guerra civil: el juez
vinculó al proceso a Alvarez, Fidel Torres, Morillo, Obando y Juan
Gregorio Sarria. En Cali fue detenido el coronel Apolinar Morillo, cuya
confesión inicial confirmaba las afirmaciones de Erazo".
fue interceptada, por ella se dio orden de apresar a Erazo por traición.
Según cuenta Restrepo, Erazo pensó que se lo apresaba por el asesinato
de Sucre, del cual se declaró inocente: todavía conservaba las órdenes
escritas que le había llevado el coronel Apolinar MoriMo, de parte del
general Obando y del comandante Antonio Mariano Alvarez. Esto
reactivó el caso, dando un nuevo carácter a la guerra civil: el juez
vinculó al proceso a Alvarez, Fidel Torres, Morillo, Obando y Juan
Gregorio Sarria. En Cali fue detenido el coronel Apolinar Morillo, cuya
confesión inicial confirmaba las afirmaciones de Erazo".
La insurrección en el sur
El año 1840 comenzó con malos augurios: el 21 de enero se
sublevó en TimbíO, tres leguas ai sur de Popayán, Gregorio Sarria, en
nombre de la religión y de Obando. El 26 de enero se puso el mismo
125 Arlx>leda, Gustavo. Op.cit., Tomo H p. 295-302 y Restrepo, José Manuel. Diario Político y
militar, p.196-198. Crf. Barón Ortega. Julio. Vida y hazañas del caudilloJuanJosé Neira.
Tunja: Universidad Pedagógica y Tecnológica de Tunja; 19H5.
126 Arboleda, Gustavo. Op.cit., Tomo II p. 321.
132 Ifemán tí. González G.
13<) Restrepo, José* Manuel. Historia déla Nueva Granada, Tomo I p. 199-202.
131 Arboleda, Gustavo. Op.cit., Tomo II p. 303-306.
rcmán E. González G.
121
La Costa Atlántica
144 Arboleda. Gustavo. Op.cit., Tomo II p. 344-345 y Restrepo, José Manuel. Historia de la
Nueva Granada. Tomo I p. 213-214.
145 Arboleda, Gustavo. Op.cit.. Tomo II p. 350 y Restrepo, José Manuel. Historia de la Nueva
Granada. Tomo II p. 212.
146 Restrepo, José Manuel. Op.cit.. Tomo II p. 216.
140 lemán E. González G.
La continuación de la guerra
Mientras el gobierno pacificaba el centrooriente del país, la
situación en Antioquia y Cauca era variada. El generakEusebio Borrero,
encargado del mando en el sur, envió al coronel Juan María Gómez,
con 150 milicianos, a atacar a Córdova en el cantón de Su pía. El 3 de
enero, Gómez sorprendió un destacamento rebelde en la actual Nueva
Caramanta y avanzó hacia Riosucio, donde derrotó a Córdova el 17.
Córdova se retira a Abejorral y sigue a Medellín primero y luego a
Rionegro, para juntarse con Vezga. El comandante Miguel Alzate se
queda en Abejorral con algunas reservas, pero se retira el 21 porque
las tropas del gobierno avanzaban por Fredonia y amenazaban ya a
Medellín.
148 Restrepo, José Manuel. Op.cit., Tomo I p. 220. y Arboleda, Gustavo. Op.cit., Tomo I p. 358-
359.
149 Restrepo, José Manuel. Op.cit., Tomo I p. 223 y Arboleda. Gustavo. Op.cit.,Tomo II p. 350-
364.
150 Arboleda, Gustavo. Op.cit., Tomo II p. 362.
l emán lí. González G.
Líi
157 Restrepo, José Manuel. Op.cit„ Tomo II p. 251-253 y Arboleda, Gustavo. Op.cit., Tomo III
p. 9-11.
158 Restrepo. Jasé Manuel. Op.cit., Tomo II p. 11-12.
lemán |í GcxvJkz G.
159 Restrepo, José Manuel. Op.cit. Tomo I. 256-257. Cfr. Tisnés Jiménez, Roberto M. María
Martínez de Nissery la revolución de los supremos. Bogotá: Banco Popular, 1983- y Martínez
de Nisser, María. Diario de los sucesos de la revolución en la provincia deAntioquia en
los años 1840-1841. Bogotá: Facsímiles, Incunables, 1983-
160 Arboleda, Gustavo. Op.cit., Tomo II p. 390-392. y Restrepo, José Manuel. Op.cit., Tomo II
p. 353-257.
La Guerra de loa Supremos
170 Arboleda, Gustavo. Op.cit., Tomo III p. 33 y Restrvpo, José Manuel. Op.cit., Tomo I p.
2H6.
171 Arboleda. Gustavo. Op.cit.. Tomo III p.3H
172 Restrvpo, José Manuel. Op.cit., Tomo l p. 292.
Fernán E. González G.
lü
El jefe rebelde Ortíz, que había sido antes gobiernista y que controlaba
después las sabanas de Corozal con el grado de coronel, fue hecho
fusilar arbitrariamente por Gómez’®*.
En Cispatá, el 15 de diciembre, las fuerzas navales de los rebel
des, al mando del capitán Antonio Padilla, hermano del almirante
Padilla, fueron derrotadas por las del gobierno, apoyadas por varios
buques ingleses de guerra, mandadas por el capitán de navio Rafael
Tono. La entusiasta celebración de este triunfo en Cartagena permitió
al oficial de guardia, sobrino de Padilla, abrirle la entrada de la ciudad
a los rebeldes, aprovechando la embriaguez de la guardia de la muralla
junto a Getsemaní. Los rebeldes se apoderaron del arrabal (Getsemaní)
y de San Felipe, pero los combates dentro de la ciudad se prolongaron
durante casi un mes* 189.
191 Arboleda, Gustavo. Op.cit.» Tomo III p.82 y Restrepo, José Manuel. Op.cit., Tomo I p. 311-
313.319-320.
192 Arboleda, Gustavo. Op.cit., Tomo III p.84-85
La Guerra de la» Supremo» 159
Bibliografía
El mito antijacobino
como clave de lectura de
la Revolución Francesa*
El mito antijacobino
1 Herrero, Javier. Los orígenes del pensamiento reaccionario español. Madrid Alianza
Editorial, 1988.
El mi» tntijacobi no como clave de lectura de la Revolución Francesa 167
2 Ibid., p.217-218.
170 Fernán II González G.
3 Ibid., p. 205-206.
El mito antijacobino como clave de lectura de la Revolución Franco* 171
5 Gutiérrez Ponce, Ignacio. Vida de don Ignacio Gutiérrez Vergara y episodios históricos de
su tiempo (1806-1807). Londres: Imprenta de Bradbury Agnew y Cía, p. 65-66.
Ibid. p. 66
Ibid. p. 874».
00
Ibid. p. 66.
El mito ■ntijacobino como clave de lectura de la Revolución Francesa 173
12 La Indicación. Bogotá, Dic. 2 de 1822. Citado por Fabio Zambrano en "El miedo al pueblo:
Contradicciones del sistema político colombiano II". En: Documentos Ocasionales. Bogotá:
Cinep. No. 53,1989, p.15.
13 Citado por Fabio Zambrano.: "Contradicciones del sistema político colombiano”. En:
Documentos Ocasionales. Bogotá; Cinep. No. 50,1988, p.21.
El mito aniijtcobino como clave de lectura de la Revolución F ranceaa 175
Sus ideas políticas y las dejóse Eusebio Caro aparecen con ocasión
de la reforma constitucional que se impulsa a partir de 1840, como
reacción contra la Guerra de los Supremos, que culminará en 1842. José
Eusebio Caro sostiene que la reforma constitucional de 1832 era el origen
oculto de todos nuestros males, por la inadecuación entre las institucio
nes que creaba y las circunstancias reales del país'5. Esta inadecuación
se debió a que esta constitución era una vil copia de ideas extranjeras,
que no llenaba las necesidades de los pueblos y que insistía sólo en
preservarnos del despotismo militar y no en liberarnos de la anarquía, o
en garantizar el orden/ La constitución nos otorgó las elecciones de las
cosas grandes y nos negó la decisión sobre asuntos locales pequeños, que
podrían haber servido de escuela democrática para el pueblo ignorante;
además, creó un ejecutivo débil, sin poder real para hacer el bien y evitar
16.
el mal”15
15 Caro, José Ensebio. «Reforma de la Constitución*. En: EINacional, Bogotá. Nos. 15.16,17
y 18 del 9, 16, 25 y 30 de septiembre de 1848. Reproducida en Aljure, Simón. Escritos
históricos dejóse Ensebio Caro. Bogotá:Fondo Cultural Cafetero, 1981.
16 Ibídem.
17 Carta de Mariano Ospina Rodríguez a Rufino Cuervo, fechada en Bogotá el 18 de mayo
en 1842, en Cuervo, Luis A. Epistolario del doctor Rufino Cuervo (1841-1842).
Bogotá:Imprenta Nacional, 1920, Tomo II, p. 275-278.
18 Ospina Rodríguez, Mariano. Mensaje al Congreso. Bogotá:AHN. Sección Primera, Orden
Público, p.2-9.
El mito antijacobino como clave de lectora de la Revolución Francesa 177
20 Ospina Rodríguez, Mariano."La Civilización", 9 de agosto de 1847. En: Ospina R., Mariano.
Escritos sobre economía y política. Ilogotá: Universidad Nacional de Colombia, 1969.
180 lemán I-. González G.
23 "Los deberes del gobierno y su conducta". En: La Civilización, No. 84, (abr.1851). Citado
por Gómez Barrientos, Op. Cit., Tomo IT, p. 137-138.
24 "El 7 de marzo de 1849". En: La Civilización. No 19-27, (13,dic.l849 al 7,feb.l850). Citado
en Aljure, Op. Cit., p. 197-269.
El m ico antijacobino como clave de lectura de la Revolución Francaa 113
Esas sociedades tienen dos orígenes diferentes: por una parte los
artesanos proteccionistas, hostiles “a la causa roja”, y por otra, los
demagogos que querían organizar una fuerza de choque en la capital.
Estos fanatizaron a las masas, engrosadas con facciones de las provincias,
que quedan convencidas de que son “e/ pueblo soberano", dispensador
de puestos públicos y del poder. Son, en frase de Caro, “una tosca minia
tura del club de los jacobinos después de la Gironda".
25 "Estado político de Nueva Granada". l“de abril de 1857. En: Gaceta Oficial. No. 2.106.
Publicado en Ospina R.. Mariano. Escritos sobre economía ypolítica. liogotá Universidad
Nacional, 1969. p. 171-183
El mito antijacobino como clave de lectura de la Revolución Franccu l»7
Problemas políticos y
regionales durante
los gobiernos del
Olimpo Radical
i Cfr. el análisis que hace Helen Delpar sobre la historiografía nuftista: “Renegado or
Regenerator? Rafael Núñez as seen by Colombian historians", Rcv. /nterainericana de
Bibliografía, vol. XXXV, No. 19B5.
192 I cmJn I-, G<m/Jk*z G.
6 Delpar, Hclen. Redan againstBltte. The liberal Party in Colomhian Politics, 1863-1899.
Alaba 111a. 1981 Publicado en español bajo el título . Rojos contra azules. el partido liberal
en la política colombiana. 1863-1899. bogotá: Prcxultura, 1994. Delpar. Helen.
7 Park, James William, “Rafael Núñez and the PoliticsofColombian Regionalism, 1875-1885",
tesis doctoral. I Jniversidad de Kansas. 1975. Publicada en los Estados Unidos: Universidad
de Kansas. 1975.
194 lemán E. González G.
8 Holguín y Caro, Alvaro. Carlos Holguín: Una vida al servicio de la República. Especialmente
las p. 755 y siguientes.
Problemas políticos y regionales dur.irwc los gobiernos del Olimpo Radicil 195
Briceño, que sostenía que el arreglo que el prelado había logrado para
la enseñanza de la doctrina católica era “el lazo que se tendía a la hon
radez y buena fe” para disfrazar la corrupción moral y política que
escondía la campaña instruccionista1011. .
14 Sobre la reforma educativa de 1870. Cfr. Ramón Zapata,Da > naso Zapata o la reforma
educacionista en Colombia. Bogotá: El gráfico. 1961- y Rauschjane. La educación hajoel
federalismo. La reforma escolar de 1870. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo y Universidad
Pedagógica Nacional, 1993-
15 Mark, James W. Op.cit., capítulo V„ sobre el gobierno de Trujillo.
200 I cmún l‘ Gon/JIcz G.
general Payan que depone del gobierno del Cauca a Modesto Garcés
antes de que se escruten los votos para escoger su sucesor y lleva al poder
al candidato independiente, general Ezequiel Hurtado. Desde Bolívar,
se organiza el derrocamiento del radical Luis Robles»en el Magdalena con
la colaboración de fuerzas de Bolívar, fuerzas federales y enemigos
políticos de Robles en su región. Aunque Núñez se esforzaba en aparecer
neutral, era claro que manejaba todo entre bambalinas. En Panamá, los
independientes también logran pronto el control de la región, con menor
intervención directa de Núñez: no era necesaria dados los numerosos
lazos personales y políticos que tenía en el Istmo, pues la influyente
familia Arosemena y los oficiales de la guardia colombiana en aquel lugar
acantonada son allí los principales agentes del nuñismo. Según el estudio
de Mark, la política panameña estaba configurada más por lazos
personales que por adscripciones y lealtades partidistas. Entre diciembre
de 1878 y junio de 1879, se producen en Panamá tres revueltas locales,
aparentemente sin conexión alguna con la política nacional, pero, antes
de terminar el año de 1879, era claro que los nuñistas estaban en control
de la situación.
20 Delpar, Helen. Rojos contra azules, el partido liberal en la política colombiana 1863-
1899. Bogotá: Prcxuilur.i. 1994. p. 195-19K.
21 Ortiz. Luis Javier. El Federalismo en Antioquia 1850-1880. Aspectos políticos. Medeiiín:
19B5.. p.70.
204 I eniún I:. < ¡onzálcz G.
24 Caniacho Roldan, Salvador., “La convención de Rionegro", publicado como apéndice de sus
Memorias, Bedout, Medellín, s.f. p.269 ss.
25 Ortiz, Op.cit., p.62-6H.
206 fcmán li. González G.
21 I)elp , Op.cit., p. 94-95. También Park, o.c., capítulo I. sobre la configuración del
regionalismo colombiano hasta 1874. las páginas referentesa Antioquia. También Rodríguez,
El Olimpo Radical, passim.
Problemas políticos y regionales durante los gobiernos del Olimpo Radiad 207
27 Holguín, Carlos.. Cartas políticas, Uogotá. 1983. especialmente en las páginas 69-102.
Fernán E. González G.
1 Gellner, Ernest. “El nacionalismo y las dos formas de cohesión en sociedades complejas"
en Cultura, identidad y política. El nacionalismo y los nuevos cambios sociales. De.
GED1SA, 1989. Crf. también, Naciones y Nacionalismo. Alianza Editorial, 1983.
2 Anderson, Benedict. Imagined Communities. Rejlections on tbe origin and spread of
Nationalism., London, Verso, 1983.
3 Gellner, E., Op.cit., p. 29.
Reflexiona >obre *a relaciona ende identidad nacional, bipanidiamo e Iglaia católica 213
4 Kitching, Gavin., “Naiionalism: the instrumental passion”, en Capital and Class, No. 25,
1985.
214 l-cntftn H. GtmzAlcz G.
El problema de la identidad de
Bolívar y Santander
5 Bolívar, Simón., Obras Completas. Vol.I (1799-1824). compiladas por Vicente Lecuna, De.
Lex, La Habana, 1950, p. 164
216 Fernán E. González G.
8 Peni de La Croix, Luis.. Diario de Bucaratnanga, Fondo Cultural Cafetero Bogotá, 1979,
p. 62. Cfr. González, Fernán, “El proyecto político de Bolívar: Mito y Relidad" en
Controversia No. 112. CTNEP, Bogotá. 1983 Los subrayados son míos.
9 Zambrano, Fabio., “El miedo al pueblo. Contradicciones del sistema político colombiano
(11)"., en Análisis 2. Conflicto socialy violencia en Colombia. Documentos Ocasionales^).
53. CINEP, 1989.
21» lemán !•. Cxmzález G.
10 Ibídem.
11 Zambrano, Fabio., “Contradicciones del sistema político colombiano", en Análisis
Conflicto social y violencia en Colombia, Documentos Ocasionales No. 50. C1NEP. 1988.
12 Gosselman, Cari., Viaje por Colombia, Banco de la República. Bogotá, 1981.
Reflexione* ubre le* relacione* entre identidad nacional. bip*nidi*mo e lgte*ia católica 219
Según Ospina, no son las cuestiones políticas sino las sociales las
que dividen a los colombianos: es exacto decir que en la lucha política
aparecen dos bandos enfrentados pero no se puede afirmar que todos los
capaces de tomar partido están enrolados en alguno de estos dos bandos,
“ cuyos principios conocen y profesan”. La mayoría solo alcanza a captar
que unos desean que quieren que gobiernen los conservadores y otros los
liberales rojos: "es decir, que la cuestión es únicamente sobre quiénes
ocupan los puestos públicos, quiénes perciben los sueldo?. Ambos hablan
de las mismas cosas (democracia, constitución, progreso) pero sin diferen
cias de fondo. La conclusión de Ospina es que no existen realmente dos
partidos con opiniones contrapuestas, porque "la masa de la población...
no conoce los principios que realmente dividen los partidos que luchan”
él, ni mucho menos sus clientes, conocen los principios del partido que
sostienen, ni los del opuesto"17.
j
lUflcxioae» tobro Im rdactona entre identidad inóooal, bipmidiwno e Iglwit cMólici W
No tenía Oviedo muy buena opinión del curato del Socorro, a pesar
de sus cuantiosas rentas: los indios que quedaban fueron trasladados a
Guane, pero tenía un crecido vecindario aunque "con mucha gente baldía
y mal acostumbrada. La iglesia del Socorro era “poco omamentadó y su
curato era “laplaga de los curatos de tierra caliente”, “a quienes les hacen
manifiestas ventajas en ornatos los pueblos de indios de la jurisdicción de
Santaféy Tunja, y mucho más los de ésta que los de aquella”25. Contrasta
esta situación con la de San Gil, de “gente honrada y dócil', con iglesia bien
ornamentada. En cambio, la situación de Charalá, Simacota y Oiba se
asemeja a la del Socorro: se hace énfasis en el carácter mestizo y belicoso
de la población, que son “gente tosca, montaraz y sin culturó' (Simacota),
“agreste, inculta, soberbia, inquietó (Oiba), “pobrepero inquieta, atrevi
da y montaraz, burdos, toscos y palurdo? (Charalá)2627 .
23 Oviedo, Basilio Vicente, de., Cualidades y riquezas del Nuevo Reino de Granada,
Biblioteca de Historia Nacional, Bogotá, 1930, p 255
24 Oviedo, Op.cit., p. 247-248.
25 Oviedo, Op.cit., p. 174-176.
26 Oviedo, Op.cit., p. 176-180.
27 Oviedo, Op.cit., p. 164.
226 b'emdn González G.
del Cauca, a quien vió dar muerte a un niño esclavo. En venganza, Lujuria
organizó una cuadrilla que asaltaba las propiedades de Arboleda y, con el
producto de los asaltos, adquiría palas y machetes para que los cimarrones
pudieran cultivar en las tierras boscosas del mismo Arboleda. El folclor
popular leyó estos conflictos en clave bipartidista :
33 De Roux, Gustavo I., “Fantasía y realidad de la literatura oral del negro" en Magazín
dominical, No. 331. El Espectador, agosto 13 de 1989.
34 García, Antonio., “Legislación indigenista y política del Estado", en Indigenismo II,
Enfoques colombianos No. 11, Fundación Fnedriech Naumann, Bogotá, 1978., p. 50-51 y
Bonilla, Víctor Daniel., “¿Qué política buscan los indígenas?", Ibídem, p. 148-150.
35 Ibídem.
36 Mina, Mateo.,Michael Tausing. Esclavitud y Libertad en el Valle del río Cauca, La Mosca,
Bogotá, 1975. p. 51-59.
Reflexiona sobre lu relaciona entre identidad nacional, bipanidismo e Iglesia católica 229
38 Pecaut, Daniel. Orden y violencia Colombia, 1930-1958. siglo XXI, Hogotá, 1987- Passim
y Crónica de dos décadas de política colombiana, 1968-1988. Siglo XXL liogotá, 1988.
Capítulo 10
Fue publicado en las Memorias del Vil Congreso de Historia de Colombia, realizado en
Bucaramanga en 1992.
Introducción
La búsqueda de legitimidad
1 Zambrano, Fabio., "El miedo al pueblo. Contradicciones del sistema político cólombiano’ÍII),
en: Documentos Ocasionales. Bogotá: C1NEP. No. 53. 19H9.
2 Zambrano, Fabio., Ibídem.
Relaciones entre identidad nacional.bipanidiimoe Iglesia católica, 1820-1886 23$
5 Bolívar,Simón., Carta a Santander., Lima,7 de abril de 1825. En: Lecu na. Vicente... Cartas del
Libertador, IV, p.707.
6 Bolívar,Simón..Carta a .sir Robert Whíte. Bogotá, 7 de febrero de 1828., En: De Guzmán,
Igrucio.ElpensamientodelLibertador, Bogotá: Biblioteca de Autores Colombianos, 1953.
Tomo II, p.58-59.
7 Bolívar, Simón., Discurso de instalación del Congreso de Angostura. 15 de febrero de 1819-,
En: De Guzmán, Op.cit., T.II.p.10.
Relaciones entre identidad nacional, b i partidismo e Iglesia católica. 1820-1886 237
8 Bolívar, Simón., "Carla de Jamaica", en Obras Completas., Compiladas por Vicente Lecuna.
La Habana: Lex, 1950. Vol I (1799-1821), p.160.
9 Santander, Francisco de Paula. Mis desaven ienc¡as con el libertador Simón Bolívar. Bogotá:
Facsímiles, 1982.
23S l emán E. González G.
ignorancia de las masas que las hace fácilmente manipulables, con lo que
se convierten en instrumento de su propia destrucción. En ese discurso,14*
Bolívar repite que es imposible aplicar en nuestra situación un sistema
de gobierno "tan débil y complicado” como el federal: en vez de consultar
la experiencia norteamericana,se deberían tener en cuenta la situación
física del país, su población, riquezas, género de vida de sus habitantes,
su religión, inclinaciones y costumbres. La primera constitución venezo
lana respondió al afán autonomista de las provincias y ciudades; los
constituyentes se dejaron deslumbrar por la felicidad del pueblo norte
americano y pensaron que ella se debía a la constitución federal y no al
carácter de sus ciudadanos. Esta es otra idea central del pen-samiento
político bolivariano: las leyes por sí mismas no producen la felicidad
humana si no cambia el carácter de las personas regidas por ella.
19 Bolívar. Simón. Carta a Santander del 13 de junio de 1821. en Bolívar: Doctrina del
Libertador., Caracas: Biblioteca Ayacucho . 1979. p.157-158. Los subrayados son míos.
20 Bolívar. Simón. Escritos Políticos.[t.A U-lAi), especialmente la p.133. Los subrayados son
míos.
246 lemán lí. G<«izálcz G.
28 Santander, Francisco de P, Carta a Vicente Azuero, del 18 de encrode 1828., En: Antología
Política. Francisco de Paula Santandery Vicente Azuero., Colcultura, llogotá. 1981.,p.34.
29 Santander, Francisco de Paula., Mis desavenencias con el Libertador Simón Bolívar.,
liogotá: Facsimilar de Editorial Incunables, Hogotá, 1982. p.49-50..
Relacione* entreidentidad nacional, bipartidiamoe Iglesiacatólica. 1820-1886 231
40 Citado por Eabio Zambrano en "El miedo al pueblo. Contradicciones del sistema político
coloinbiano".En: Documentos Ocasionales liogotá; Cinep. No.53,1989.
41 Citado por Malcom Deas, en "Algunas notas sobre el caciquismoen Colombia”. En: Revista
de Occidente.(oct. 1973) Tomo XLIII.
256 l-'cmán lí González G.
La apelación al pueblo en la
Revolución liberal
44 Ospina Rodríguez, Mariano., Carta a Rufino Cuervo. 18 de inayo de 1B42. En: Epistolario
de Rufino Cuervo, Bogotá, Imprenta Nacional, 1920, tomo 11. p..275-278.
45 González, Hernán., "Aproximación a la configuración política de Colombia".Óp.cit..
46 Molina. Gerardo., Las ¡deas liberales en Colombia., Bogotá: Tercer Mundo,1970, Tomo I. p..
17-18.
Relacione*entre identidad nacional, bipanidiamo e Iglesia católica, IS2O-1SS6 259
51 Caro José Ensebio., "El 7 de marzo de 1849", En: La Civilización.,»19-27, publicados entre
el 13 de diciembre de 1849 y eí 7 de febrero de 1850. Recopilados por Simón Aljure En:
Escritos bistórico-políticos dejóse Ensebio Caro., bog<xá: Fondo Cultural Cafetero, 1981.
VA lemán I*. lúmzálcz <».
56 Park, William. Rafael Núñez and the Politics of Colombian Regionalism, 1863-1883
Louisiana l Jniversity Press, liatón Rouge, 1985. Cfr. también González, Eemán., "Problemas
políticos y regionales de los gobiernos del Olimpo Radical. Antecedentes de la Regeneración",
en Memorias del VICongreso de Historia. Ibagué:! Iniversidad del Tolima.1992.
57 López de la Rrx'he, Eabio.,"Modernidad y cultura de la intolerancia", en Análisis. Conflicto
Socialy Violencia en Colombia. Documento ocasional» 50. CINEP. Bogotá, septiembre de
1988. López de la Rcxhe, Eabio. "Modernidad y Cultura de la Intolerancia". En. Documentos
Ocasionales. Bogotá: Cinep, No. 50 (sep.!988)y "Colombia El camino tortuoso de la
identidad". En: Documentos Ocasionales. Bogotá: Cinep No. 53. (May. 1989) Cfr. también
"Cultura política de tas clases dirigentes en Colombia"., Y.n . Ensayos sobre cultura política
colombiana., En:Controversia Bogotá: Cinep. No. 162-163,1991.
RdacKNiacnireidcniidadMcianal.bipartidisinoelgiaiacatólica. 1820-1886 267
Como contraparte de esto, hay que señalar que este estilo de vida
política constituyó la manera de hacer presente de alguna manera al
Estado en la sociedad durante el siglo XIX y primera mitad del XX.
Igualmente, fue el modo, así fuera limitado y parcial, de canalizar y
controlar los conflictos, y de mantener las múltiples violencias en un nivel
bajo. Por ello, la violencia queda fuera de control cuando, por diversas
razones, se presenta una desarticulación de los niveles del poder, de los
actores colectivos y de sus respectivas lógicas, con lo que cada uno de
esos ámbitos de poder recupera su autonomía y vuelve a su propia
dinámica y a su lógica. Esta situación conduce a la solución privada de
los conflictos, con lo que se regresa a funcionar casi exclusivamente
dentro de las solidaridades de tipo primario (lazos de sangre, vecindario,
etnia), diluyéndose el nivel de lo público y debilitándose más el
monopolio estatal de la fuerza legítima.