Sunteți pe pagina 1din 4

Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán

Sección de Letras y Lenguas

Sede: Gracias, Lempira

Espacio Formativo: Historia de Honduras

Asunto Análisis sobre impacto del coronavirus en Honduras

Estudiante: Dilsia Rossisela Arita Ardon (417199900141)

Catedrático: Vilma Leticia Espinoza

Sección: A

I Periodo académico

Gracias, Lempira, 03 de mayo de 2020


¿Como el COVID 19, marcará un antes y un después en la Historia de
Honduras?

Un mes después de que aparecieran los primeros casos de COVID 19, nuestro
país se encuentra en un escenario de terror masivo, desinformación y
manipulación. De hecho, el gobierno dispuso desde el primer momento de una
estrategia de comunicación (antes que una para enfrentar la crisis). Esa estrategia
manda que el gobierno solo anuncie “buenas noticias”, y que el conteo de
tragedias quede a cargo de personajes secundario. En este caso, SINAGER.

Honduras es un país lleno de personas en su mayoría trabajadoras, que se


dedican a la economía informal, ya sea vendiendo golosinas en los autobuses,
verduras en los mercados, en las calles y debido a esta crisis que enfrentamos, se
han visto muy afectados económicamente.

Aparte se le suma la corrupción que impera en las autoridades de gobierno, que


solo velan por sus intereses, derrochando el dinero aprobado para enfrentar la
pandemia, el cual asciende a más de 3800 millones de lempiras.

Asimismo la economía se han visto forzada a dar un giro en sus actividades


cotidianas, concentrando sus esfuerzo a la atención de la crisis sanitaria
provocada por la pandemia de coronavirus, situación reciente que ha
desestabilizado no sólo la capacidad de los sistemas de atención a la salud, sino
que está impactando en los quehaceres de la población, a tal grado que está
causando su inmovilidad, obligándola a permanecer en sus hogares, generando
desestabilización en las economías familiares y empresariales, fenómeno que
amenaza con el cierre de empresas ante la disminución de su capacidad
productiva y propiciando un impacto negativo en los ingresos de los trabajadores.

Es comprensible que el Gobiernos centre sus esfuerzos en la mitigación de la


crisis sanitaria, pero no se puede obviar que ante lo inesperado de este escenario
y por la magnitud de éste, habrá consecuencias que ralenticen el normal
funcionamiento de las actividades de producción, distribución y consumo, con el
constante deterioro de la calidad de vida de la mayoría de la población, situación
que puede conducir a una recesión económica, reflejándose en una caída de la
producción y un incremento del desempleo.

El país está en crisis, pero ello no significa que todas las actividades económicas
deben interrumpirse. Es necesario mantener activa la infraestructura elemental de
apoyo a los procesos productivos de bienes y servicios indispensables para la vida
de la población, garantizando el acceso a electricidad, agua, telecomunicaciones y
los servicios de apoyo a la producción de las industrias que fabrican alimentos. Al
igual, se debe mantener un inventario controlado de combustibles de tal manera
que no se interrumpan los servicios de transporte, para asegurar el abastecimiento
del mercado. Se sugiere hacer un uso racional de los derivados del petróleo, ya
que la crisis mundial pudiese originar un lento abastecimiento de estos, debido a
un menor flujo del transporte marítimo al país.

El país se encuentra militarizado, en estado de excepción, y no son los


especialistas quienes dirigen un plan contra la propagación del virus. La situación
ha presentado una oportunidad dorada para fortalecer el autoritarismo, y extender
el control de las elites sobre los factores de la economía que aún no se encuentran
bajo su dominio.

Mientras Honduras entra a su séptima semana de confinamiento y la mayoría de


las actividades están paralizadas, debido al decreto de emergencia emitido por el
gobierno en el cual ordenó el toque de queda para contener la propagación de la
pandemia del coronavirus, diversos sectores comienzan a interrogarse lo que le
espera al país social y económicamente cuando se restablezcan las actividades.

Oficialmente al día de hoy 03 de mayo, se contabilizan 1010 casos confirmados en


14 de los 18 departamentos. Para expertos en temas sanitarios como el
investigador Marco Tulio Medina de la Universidad Nacional Autónoma de
Honduras (UNAH), la crisis del COVID-19 provocará hambruna en la población,
por lo que alertó al gobierno de establecer mecanismos de ayuda proporcionando
los mismos a la población confinada.

La seguridad alimentaria es crucial. El gobierno ya atiende a miles de familias en


las zonas más afectadas de Honduras, pero la necesidad y la desesperación de la
gente hace que los reclamos no cesen, mientras las medidas de gobiernos locales
de cerrar sus fronteras comunitarias para blindarse de la llegada del Covid 19,
interrumpen la cadena de suministros de los productos del agro.

Mientras estas medidas son anunciadas, los médicos, las enfermeras y toda la
cadena de trabajadores de la salud siguen clamando por insumos para atender a
los pacientes y protegerse con equipo de bioseguridad que les permita continuar
de pie ante una pandemia que ya coloca a Honduras con una de las tasas de
mortalidad más altas a nivel mundial.

Igualmente, cuando la emergencia pase y el gobierno decida el regreso a


actividades, miles de trabajadores se encontrarán con que sus puestos de trabajo
ya no existen o estarán suspendidos por cuatro meses.
Las medidas de alivio decretadas por el gobierno solo benefician al sector de la
micro, pequeña y mediana empresa (Mipyme), pero quedaron excluidos el sector
informal y las grandes compañías.

Incluso en periodo de cuarentena ya miles de trabajadores han sido notificados de


la suspensión de actividades, especialmente en el sector de la maquila y los call
center, sectores que operan en la zona norte del país.

Los trabajadores recibieron notificaciones de suspensiones por 120 días en ambos


rubros, aduciendo perdida de contratos y otras acciones.

Ante esta situación, varios sectores proponen que Honduras instale un Consejo de
Recuperación Económica, conformado por representantes de todos los sectores y
las mentes más brillantes, que permita diseñar las políticas y acciones que saquen
al país de la crisis profunda en que quedará.

Aunque se han ofrecido recursos de asistencia al país, los observadores destacan


que la competencia por lograr otros fondos será dura, ya que en esta ocasión la
crisis golpeó a la casi totalidad de las naciones y los países que usualmente
ofrecen asistencia, también tienen que cargar con sus propias necesidades.

Tras cuarenta días sin que casi dos millones de personas que laboran en la
economía informal hayan tenido acceso a sus fuentes de ingresos, la situación
social de la nación será más complicada.

A pesar de todas las proyecciones dadas por las autoridades, esperemos que
nuestro país se recupere de esta pandemia, así como lo hemos hecho en otras
catástrofes naturales, por las que hemos pasado.

Debemos seguir al pie de la letra las indicaciones que día a día nos dan las
autoridades para evitar más contagios y de esta manera evitar saturar los
hospitales que hacen frente a la pandemia aunque con pocos recursos sanitarios,
como lo han declarado los médicos en todos los medios de comunicación.

S-ar putea să vă placă și