El transporte de masa se lleva a cabo por dos mecanismos, por difusión
(provocado por un gradiente de concentración) o por convección que a su vez se
divide en convección natural y forzada, ésta última es ocasionada por una fuerza externa y la natural por la diferencia de densidades entre dos regiones del fluido.
La magnitud del flujo difusivo y convectivo está relacionada estrechamente con la
diferencia de concentraciones y la magnitud de la concentración del soluto. Es más sencillo analizar soluciones diluidas y de densidad constante pues la convección natural es despreciable, en soluciones concentradas se debe considerar tanto la difusión como la convección. La convección forzada transporta masa más rápido de la difusión y a distancias mayores.
Para comprender el fenómeno de difusión se puede tener una perspectiva del
movimiento de los átomos o moléculas, otra perspectiva sería sin tomar en cuenta la razón por la que se transportan dichos átomos y moléculas sin tomarlas en cuenta individualmente y considerarlos como flujos o sólidos continuos.
El flujo difusivo se encuentra en función del tiempo y de la concentración o
cantidad de materia transferida. Y el flux o densidad de flujo difusivo en función del tiempo y cantidad de materia transferida por área seccional en la que ocurre la transferencia. Como son variables que se pueden medir, es posible cuantificar la cantidad de difusión.
Para cuantificar la difusión debe de tomarse en cuenta el aparato o sistema
utilizado, ya que de acuerdo a éste se harán consideraciones. Por ejemplo; podría relacionarse el flux con una constante de proporcionalidad siempre y cuando se conozcan las concentraciones, pero si se plantean hipótesis es importante considerar que no siempre se cumplen.