Sunteți pe pagina 1din 6

Módulo: Regulación en Seguridad

Entrega: Lectura Crítica


Entrega Grupal
Entrega Semana 3

WILDER JEFRY GOMEZ


JEIMY PAOLA ARIZA

POLITECNICO GRAN COLOMBIANO

ESPECIALIZACION EN SEGURIDAD DE LA INFORMACION


MODALIDAD VIRTUAL

BOGOTA D.C.
2020
Sentencia objeto de análisis
La sentencia seleccionada para ser objeto de estudio es la Sentencia
No. T-414/92 “DERECHO A LA INTIMIDAD PERSONAL Y
FAMILIAR/DERECHO A LA INFORMACION”
De las diferentes sentencias que existen con respecto a la seguridad de la
información, nosotros seleccionamos la sentencia T-414/92, en primer lugar
porque recopila lo que es el derecho a la intimidad personal y familiar, versus el
derecho a la información siendo la intimidad fundamental e inviolable en la vida
de cualquier ser humano, como también se ve en la forma de protección de la
vida privada, en un sentido amplio y en un sentido estricto. La intimidad tiene
dos ítems importantes como lo son, la intimidad como secreto de la vida
privada y la intimidad como libertad. En el derecho a la información es
importante está sentencia ya que prevalece el derecho a la intimidad sobre el
derecho a la información, siendo consecuencia necesaria de la consagración
de la dignidad humana como principio fundamental y valor esencial. Y en
segundo lugar nos pareció importante que en está sentencia se expone un
caso particular el cual se vulneran algunos de los derechos fundamentales de
las personas frente a las bases o banco de datos con información personal que
custodian y administran las entidades públicas y privadas que se desprenden
del artículo 15 de la Constitución, el cual anuncia lo siguiente: "Todas las
personas tienen derecho a su intimidad personal y familiar y a su buen nombre,
y el Estado debe respetarlos y hacerlos respetar. De igual modo, tienen
derecho a conocer, actualizar y rectificar las informaciones que se haya
recogido sobre ellas en bancos de datos y en archivos de entidades públicas y
privadas".
Para entender mejor la sentencia, se resume en el caso del señor Francisco
Gabriel Argüelles Norambuena, debido a que figuraba como deudor moroso del
Banco de Bogotá, por un crédito que venció en noviembre de 1981. Pese a que
la obligación había sido declarada prescripta en abril de 1987 por sentencia
debidamente ejecutoriada del Juzgado Décimo Sexto Civil del Circuito de
Bogotá, tanto en noviembre de 1988, como en junio de 1991, el peticionario
solicita ser eliminado del reporte negativo ante la Asociación Bancaria y el
Banco de Bogotá, los cuales se negaron rotundamente a la solicitud realizada
por parte del peticionario quien debido a esto realizó una acción de tutela ante
el Juzgado 110 de Instrucción Criminal de Bogotá el cual fue negada y aunque
impugnada por el apoderado del accionante, fue confirmada por el Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Bogotá, donde el Banco de Bogotá reconoció
que debieron eliminar la información de la lista de deudores morosos, aparte de
esto no procedía contra la Asociación Bancaria porque quien impuso la sanción
al peticionario fue el Banco de Bogotá.
Quedaba un recurso al de acudir que era la Superintendencia Bancaria, pero
en este sentido se debe tener en cuenta que la Superintendencia Bancaria no
ejerce control sobre los bancos de datos que operan al servicio de las
entidades financieras y aseguradoras, por no estar facultadas para ello. La
Superintendencia no puede adelantar actuaciones frente a la manera como el
banco de datos administre la información que contiene, por lo cual hace
necesario e importante establecer un equilibrio entre el derecho a la intimidad y
el derecho a la información, que permita la libertada y la dignidad de las
personas, tanto como el derecho a la información veraz e imparcial.
De acuerdo con lo anterior, la Sala Primera de Revisión de la Corte
Constitucional, resolvió revocar la providencia proferida por el Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Santafé de Bogotá y en su lugar, ordenar la inmediata
cancelación del nombre del peticionario de la lista de deudores morosos de la
Central de Información administrada por la Asociación Bancaria de Colombia y
condenó a la Asociación Bancaria al peticionario. También solicitó al
Procurador General de la Nación presentar ante el Congreso de la República
un proyecto de ley que proteja eficazmente la intimidad y la libertad informática
de los colombianos.
Identificación del problema jurídico
Dentro del análisis de la sentencia y respecto al proceso mencionado
anteriormente, se identifica que el problema jurídico el cual resolvió la Corte
Constitucional consistió en determinar si ¿se considera que le fueron violados
los derechos fundamentales consagrados en la constitución, al señor Francisco
Gabriel Argüelles Norambuena por parte del Juzgado 110 de Instrucción
Criminal de Bogotá y el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá al
negar la acción de tutela interpuesta por el accidente ocasionado al
peticionario, al considerar que era improcedente puesto que existía otros
recursos del Estado competentes para dirimir la impugnación?
Para resolver esta coyuntura, fue muy importante observar los factores clave
que la corte señalo elementales para brindar la solución, en el cual se
consideró fundamental la preservación de los siguientes derechos cuando las
entidades bancarias tienen información de usuarios en bancos de datos.
Habeas Data
Entre los derechos fundamentales que se vulnero al accionante, inicialmente es
el derecho al Habeas Data, debido a que la Central de Información de la
Asociación Bancaria de Colombia, poseía una base de datos, cuyo objeto era
proveer de información a las entidades aliadas para evaluar la solvencia
económica y moral de sus clientes. Esto quiere decir, que manejaba datos que
al compilarlos se producía información privada del usuario en el sistema
bancario y por tanto debían acoplarse a lo referido en la constitución en el
artículo 15: “…De igual modo, tienen derecho a conocer, actualizar y rectificar
las informaciones que se hayan recogido sobre ellas en los bancos de datos y
en archivos de entidades públicas y privadas…”
Por lo anterior, el Señor Francisco Argüelles, quien interpuso la tutela, tenía el
derecho a conocer, actualizar y rectificar la información que se había recogido
en la Asociación Bancaria, la cual, debió actualizar la información desde que se
produjo la sentencia ejecutoria del Juzgado Décimo Sexto Civil del Circuito de
Bogotá, el cual declaró prescrita la obligación el 27 de abril de 1987 con el
Banco de Bogotá.
Esto en consecuencia que, siendo el Banco de Bogotá y La Asociación
Bancaria responsables de la administración de los bancos de datos, estaban
obligadas a realizar los procedimientos necesarios con el fin garantizar el
habeas data al peticionario.
Intimidad
Otro de los derechos fundamentales que se observa en la Sentencia T-414/92
que fue vulnerado al peticionario fue el derecho a la intimidad, teniendo en
cuenta que el reporte negativo en el banco de datos de la Asociación Bancaria,
afectó este derecho incluyendo su imagen propia, su vida personal y le produjo
efectos dañinos a su buen nombre, es por esto, que en su tutela solicita
indemnización por los daños causados y que se condene a los responsables.
Como lo expresa el magistrado, la intimidad se proyecta en dos dimensiones:
como secreto de vida privada o como libertad. El cual, como secreto se divulgó
información ilegítima de hechos propios de la vida privada o familiar, ya que
durante cuatro (04) años se mantuvo una información equivocada del señor
Francisco Argüelles, el cual, fue reportado en mora de una deuda con el Banco
de Bogotá, la cual prescribió desde abril de 1987, por orden judicial.
Teniendo en cuenta la evolución que ha tenido la comunicación con el uso de
las nuevas tecnologías, los secretos íntimos cada vez son más atentados y
este caso no fue la excepción. Por consiguiente, se afectó la moral del indicado
y por lo tanto, como estima el magistrado, se debió proteger como un derecho
de la personalidad.
Derecho a la información
Este derecho también fue involucrado en esta sentencia debido a que las
entidades bancarias tienen derecho a informarse sobre sus clientes siempre y
cuando este derecho no atente contra la intimidad, el buen nombre y la honra
de los usuarios.
Por lo que la Corte constitucional fija que prima la intimidad el buen nombre y la
honra de los usuarios antes que el derecho a la información.

Posición personal frente a la sentencia T-414/92


Opinión de Wilder Jefry Gómez Rivera
En los últimos años Colombia ha tenido un gran crecimiento en cuanto a la
implantación de leyes y decretos con respecto a la protección de datos
personales y más aún cuando la tecnología ha avanzado constantemente para
brindar comodidad en cuanto a la administración de datos de manera fácil y
eficiente. Pero aun así, en estos tiempos se ha evidenciado que existen
muchas empresas de diferentes sectores económicos que cuentan con bases
de datos o banco de datos con información personal de clientes o usuarios con
fines estratégicos, labores misionales, estrategias de marketing, etc., que
carecen del cumplimiento de la protección integral de estos datos, como del
garantizar los derechos fundamentales para los usuarios que se encuentran
contemplados en la constitución, como es el caso del habeas data.
Para mencionar algunos ejemplos, se encuentran las entidades que entre ellos
realizan tráficos ilegales de bases de datos con información personal de
clientes, con el fin de diseñar estrategias de marketing para obtener más
ingresos a costa de pasar por encima de los derechos constitucionales de
estos usuarios.
Otro medio más acercado en los medio actuales, es a través de la tecnología
debido a que cada día se originan nuevas formas de recolección y
procesamiento de datos, gracias al Internet es cada vez más fácil recopilar la
información que representa un gran valor para el comercio electrónico, entre
otros usos en línea, situación que, a falta de regulación, ha derivado en una
problemática delincuencial.
Para terminar con esta idea, también se evidencia el abuso por parte de las
entidades financieras, para dejar permanentes los reportes negativos en los
bancos de datos de las centrales de riesgos por obligaciones impactadas,
dando un castigo mayor al que deben soportar cualquier persona que por
diversas situaciones económicas se vio en la imposibilidad de cancelar en su
momento una obligación o crédito adquirido, pero al saldarlo, tiene que soportar
por mucho tiempo un reporte que impide adquirir nuevas obligaciones,
vulnerando su buen nombre y honra inclusive atentando contra su moralidad.
Todo concluye que, aunque siempre está en riesgos los derechos
fundamentales de las personas como la intimidad, buen nombre, la honra y el
habeas data y aunque en Colombia existen políticas definidas para la
regulación de esta información, no es lo suficientemente efectivas. Por lo que
es necesario que las autoridades de control apliquen más y mejores medidas
de seguridad que sean estrictas y contundentes, donde se pueda garantizar
todos los derechos fundamentales que se encuentran sujetos en el Artículo 15
de la Constitución; más específicamente que el titular sea el único legitimado
para permitir el acceso, procesamiento y divulgación de datos concernientes a
su vida privada; y de las garantías del cumplimento de los principios que rigen
el Habeas data (legalidad, finalidad, libertad, veracidad, transparencia, acceso
y circulación restringida, seguridad, confidencialidad y responsabilidad
demostrada).
De la misma forma como se dio cumplimiento en la sentencias T- 414/92, el
cual la Corte tomo una buena decisión debido a que hace explicita una garantía
para proteger la intimidad, el buen nombre, la honra y el habeas data que en
forma novedosa lo denomina el derecho al olvido, adema de ser consistente en
la afirmación de que el dato personal económico negativo no tiene vocación de
perennidad y está llamado a desaparecer de la base de datos tan pronto el
deudor moroso paga lo debido. En esta etapa se afirma en forma contundente,
y prima el derecho a la intimidad sobre el derecho a la información.
Opinión de Jeimy Paola Ariza Rodríguez
En Colombia el tema de protección datos personales es un tema importante a
pesar de no contar con una ley específica sobre el tema. Se puede decir que
desde la perspectiva jurídica existe variedad de normas que se encuentran el
artículo 15 de la constitución donde se considera el habeas data como un
derecho fundamental es por esto que la Corte Constitucional desde 1992 hasta
enero del 2008 se ha pronunciado en más de 140 sentencias.
Es por ello que desde la primera sentencia (T414/92) la Corte Constitucional de
Colombia he establecido que la persona es el titular y propietario del dato
personal, por lo cual es obligación fundamental de los administradores de
banco de datos administrar correctamente y proteger los archivos y base de
datos que contengan información personal o relevante y no atentar contra los
derechos fundamentales de las personas que fue lo paso exactamente en el
análisis de esta sentencia donde se vio claramente que el Bando de Bogotá
junto con Asociación Bancaría violaron los derechos fundamentales del señor
Francisco Gabriel Argüelles Norambuena, afectando claramente el derecho de
la intimidad personal y familiar como también el derecho a la información donde
de una u otra forma le hicieron un daño irreparable al buen nombre a la honra
de él como de su familia. Desde mi punto de vista y de acuerdo con el análisis
realizo a la sentencia pienso que de una u otra forma también se puedo hablar
que se violo el derecho al olvido ya que está muy de la mano con la protección
de datos personales, y que cuando se presentó la tutela por parte del señor
Francisco no se tuvo en cuenta por el contrario se estaban vulnerando su
derecho de intimidad, privacidad entre otros, por lo que pienso que la facultad
de olvidar es importante para construir ciudadanía y garantizar un país más
justo, así como se menciona en la sentencia. “Es bien sabido que las
sanciones o informaciones negativas acerca de una persona no tienen
vocación de perennidad y, en consecuencia, después de algún tiempo tales
personas son titulares de un verdadero derecho al olvido” (Corte Constitucional
Colombiana. Sala Primera de Revision. Sentencia T 414 del 6 de junio de
1992).

S-ar putea să vă placă și