Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
BOGOTA D.C.
2020
Sentencia objeto de análisis
La sentencia seleccionada para ser objeto de estudio es la Sentencia
No. T-414/92 “DERECHO A LA INTIMIDAD PERSONAL Y
FAMILIAR/DERECHO A LA INFORMACION”
De las diferentes sentencias que existen con respecto a la seguridad de la
información, nosotros seleccionamos la sentencia T-414/92, en primer lugar
porque recopila lo que es el derecho a la intimidad personal y familiar, versus el
derecho a la información siendo la intimidad fundamental e inviolable en la vida
de cualquier ser humano, como también se ve en la forma de protección de la
vida privada, en un sentido amplio y en un sentido estricto. La intimidad tiene
dos ítems importantes como lo son, la intimidad como secreto de la vida
privada y la intimidad como libertad. En el derecho a la información es
importante está sentencia ya que prevalece el derecho a la intimidad sobre el
derecho a la información, siendo consecuencia necesaria de la consagración
de la dignidad humana como principio fundamental y valor esencial. Y en
segundo lugar nos pareció importante que en está sentencia se expone un
caso particular el cual se vulneran algunos de los derechos fundamentales de
las personas frente a las bases o banco de datos con información personal que
custodian y administran las entidades públicas y privadas que se desprenden
del artículo 15 de la Constitución, el cual anuncia lo siguiente: "Todas las
personas tienen derecho a su intimidad personal y familiar y a su buen nombre,
y el Estado debe respetarlos y hacerlos respetar. De igual modo, tienen
derecho a conocer, actualizar y rectificar las informaciones que se haya
recogido sobre ellas en bancos de datos y en archivos de entidades públicas y
privadas".
Para entender mejor la sentencia, se resume en el caso del señor Francisco
Gabriel Argüelles Norambuena, debido a que figuraba como deudor moroso del
Banco de Bogotá, por un crédito que venció en noviembre de 1981. Pese a que
la obligación había sido declarada prescripta en abril de 1987 por sentencia
debidamente ejecutoriada del Juzgado Décimo Sexto Civil del Circuito de
Bogotá, tanto en noviembre de 1988, como en junio de 1991, el peticionario
solicita ser eliminado del reporte negativo ante la Asociación Bancaria y el
Banco de Bogotá, los cuales se negaron rotundamente a la solicitud realizada
por parte del peticionario quien debido a esto realizó una acción de tutela ante
el Juzgado 110 de Instrucción Criminal de Bogotá el cual fue negada y aunque
impugnada por el apoderado del accionante, fue confirmada por el Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Bogotá, donde el Banco de Bogotá reconoció
que debieron eliminar la información de la lista de deudores morosos, aparte de
esto no procedía contra la Asociación Bancaria porque quien impuso la sanción
al peticionario fue el Banco de Bogotá.
Quedaba un recurso al de acudir que era la Superintendencia Bancaria, pero
en este sentido se debe tener en cuenta que la Superintendencia Bancaria no
ejerce control sobre los bancos de datos que operan al servicio de las
entidades financieras y aseguradoras, por no estar facultadas para ello. La
Superintendencia no puede adelantar actuaciones frente a la manera como el
banco de datos administre la información que contiene, por lo cual hace
necesario e importante establecer un equilibrio entre el derecho a la intimidad y
el derecho a la información, que permita la libertada y la dignidad de las
personas, tanto como el derecho a la información veraz e imparcial.
De acuerdo con lo anterior, la Sala Primera de Revisión de la Corte
Constitucional, resolvió revocar la providencia proferida por el Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Santafé de Bogotá y en su lugar, ordenar la inmediata
cancelación del nombre del peticionario de la lista de deudores morosos de la
Central de Información administrada por la Asociación Bancaria de Colombia y
condenó a la Asociación Bancaria al peticionario. También solicitó al
Procurador General de la Nación presentar ante el Congreso de la República
un proyecto de ley que proteja eficazmente la intimidad y la libertad informática
de los colombianos.
Identificación del problema jurídico
Dentro del análisis de la sentencia y respecto al proceso mencionado
anteriormente, se identifica que el problema jurídico el cual resolvió la Corte
Constitucional consistió en determinar si ¿se considera que le fueron violados
los derechos fundamentales consagrados en la constitución, al señor Francisco
Gabriel Argüelles Norambuena por parte del Juzgado 110 de Instrucción
Criminal de Bogotá y el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá al
negar la acción de tutela interpuesta por el accidente ocasionado al
peticionario, al considerar que era improcedente puesto que existía otros
recursos del Estado competentes para dirimir la impugnación?
Para resolver esta coyuntura, fue muy importante observar los factores clave
que la corte señalo elementales para brindar la solución, en el cual se
consideró fundamental la preservación de los siguientes derechos cuando las
entidades bancarias tienen información de usuarios en bancos de datos.
Habeas Data
Entre los derechos fundamentales que se vulnero al accionante, inicialmente es
el derecho al Habeas Data, debido a que la Central de Información de la
Asociación Bancaria de Colombia, poseía una base de datos, cuyo objeto era
proveer de información a las entidades aliadas para evaluar la solvencia
económica y moral de sus clientes. Esto quiere decir, que manejaba datos que
al compilarlos se producía información privada del usuario en el sistema
bancario y por tanto debían acoplarse a lo referido en la constitución en el
artículo 15: “…De igual modo, tienen derecho a conocer, actualizar y rectificar
las informaciones que se hayan recogido sobre ellas en los bancos de datos y
en archivos de entidades públicas y privadas…”
Por lo anterior, el Señor Francisco Argüelles, quien interpuso la tutela, tenía el
derecho a conocer, actualizar y rectificar la información que se había recogido
en la Asociación Bancaria, la cual, debió actualizar la información desde que se
produjo la sentencia ejecutoria del Juzgado Décimo Sexto Civil del Circuito de
Bogotá, el cual declaró prescrita la obligación el 27 de abril de 1987 con el
Banco de Bogotá.
Esto en consecuencia que, siendo el Banco de Bogotá y La Asociación
Bancaria responsables de la administración de los bancos de datos, estaban
obligadas a realizar los procedimientos necesarios con el fin garantizar el
habeas data al peticionario.
Intimidad
Otro de los derechos fundamentales que se observa en la Sentencia T-414/92
que fue vulnerado al peticionario fue el derecho a la intimidad, teniendo en
cuenta que el reporte negativo en el banco de datos de la Asociación Bancaria,
afectó este derecho incluyendo su imagen propia, su vida personal y le produjo
efectos dañinos a su buen nombre, es por esto, que en su tutela solicita
indemnización por los daños causados y que se condene a los responsables.
Como lo expresa el magistrado, la intimidad se proyecta en dos dimensiones:
como secreto de vida privada o como libertad. El cual, como secreto se divulgó
información ilegítima de hechos propios de la vida privada o familiar, ya que
durante cuatro (04) años se mantuvo una información equivocada del señor
Francisco Argüelles, el cual, fue reportado en mora de una deuda con el Banco
de Bogotá, la cual prescribió desde abril de 1987, por orden judicial.
Teniendo en cuenta la evolución que ha tenido la comunicación con el uso de
las nuevas tecnologías, los secretos íntimos cada vez son más atentados y
este caso no fue la excepción. Por consiguiente, se afectó la moral del indicado
y por lo tanto, como estima el magistrado, se debió proteger como un derecho
de la personalidad.
Derecho a la información
Este derecho también fue involucrado en esta sentencia debido a que las
entidades bancarias tienen derecho a informarse sobre sus clientes siempre y
cuando este derecho no atente contra la intimidad, el buen nombre y la honra
de los usuarios.
Por lo que la Corte constitucional fija que prima la intimidad el buen nombre y la
honra de los usuarios antes que el derecho a la información.