Cuando aludimos al federalismo estamos intentado dar cuenta de su naturaleza, lo cual
implica una unión aunque puede variar, autores como Tocqueville ven en la Federación estados soberanos que se unen, y Seydel afirman que la federación implica una entidad que engloba a los estados que la conforman. (Quiroz, 1999) la entidad que se forma de esa unión adquiere una nueva identidad jurídico-política, dado que el sustrato de la soberanía cambia y ciñe un poder soberano en un nuevo Estado. Las teorías de los anteriores autores parte de las realidades políticas que vivían, por ejemplo, Tocqueville veía los dos gobiernos separados y casi independientes donde parecía ver una soberanía compartida, mientras Seydel justificaba la separación de los Estados del sur de Norteamérica, donde veía una tratado de donde surgían estados confederados, sin embargo, su observación era errónea ya que las competencias delegadas por Estados particulares eran distintas e incurrían en el derecho de anulación y segregación.
Lo que es necesario resaltar es la importancia de los estados autónomos, pero ya no
soberanos además de la existencia de una jurisdicción nacional que representa a toda la Federación y también, que ambas jurisdicciones están sometidas al pacto federal, es decir, cooperan con el gobierno federal de acuerdo con la Constitución. La naturaleza jurídica le permite a las entidades federativas autonomía, la cual implica reconocimiento de que las entidades poseen autonomía política que refiere al autogobierno: elegir a sus gobernantes de manera libre y su rendición de cuentas esté sujeta a sus propios órganos.
El federalismo mantiene una constante discusión por el fenómeno de la descentralización
y sus facultades, o bien, las consecuencias de carácter financiero, administrativo y técnico, no obstante, existe la discusión de que la diferencia entre un Estado unitario y federal son los grados de autonomía, dado que en el segundo hay mayor que en el primero, con el único fin de establecer un criterio de naturaleza jurídica y no de fondo o sustancial. Jellinek apunta la soberanía al acto de depositarla en el Estado federal, y no en los estados en particular, su dominación existe con determinados fines.
EN el ámbito de poder descentralizado en v}beneficio de la colectividad, participando en
un gran Estado que es el Estado federal, es decir, considera que los estados miembros de una federación participan con independencia, pero al mismo tiempo, participan en un gobierno central, que son una especie de integración de poderes de la Federación. La discusión de la representación se especializa aún más cuando se requiere aportar económicamente a través de impuestos. Bibliografía
Quiroz Acosta, Enrique, Teoría de la Constitución, cuarta edición, México, Porrúa, 2010, pp. 197-243.