El Lenguaje como Construcción Simbólica del Tejido Social.
Rafael Antonio Vera Forero – pensamiento y lenguaje diurno
La adquisición del lenguaje es un proceso social, esto es bien sabido según
los avances cognoscitivos hechos en los últimos años, sin embargo, estos procesos adquisitivos, suelen estar ligados a otros procesos asociados, estos procesos no son únicamente interactivos, comportamentales o contextuales; el papel biológico-genético, se puede resaltar como el primer pilar para la estructuración de los procesos fonológicos, sintácticos, semiológicos y pragmáticos, así mismo, sin la predisposición biológica en el sujeto los procesos de adquisición del habla se verán directamente afectados respecto a las construcciones sociales que haga el sujeto al transcurrir los periodos críticos de aprendizaje.
Por tanto, basado en esta primera hipótesis biologicista, se puede afirmar
que es a partir del correcto funcionamiento del aparato mental en conjunto con una adecuada estimulación constante que los distintos modelos de aprendizaje social implementadas en el marco cultural en el que el individuo se desenvuelva, que sus procesos comunicativos variarían entre ellos, no solo en niveles contextuales, sino en una posterior formación de la personalidad; no es menos importante aclarar en segunda medida, que los procesos asociados a la construcción lingüística, son evidentemente necesarios, y que si bien la predisposición biológica no se encuentra desarrollada en su totalidad, una sobreestimulación, y una acomodación de las estrategias comunicativas, han de ser una solución para la integración de un sujeto a su ambiente de manera apropiada.
El desarrollo del aparato fonético, es el primer paso para un camino
adecuado del buen desarrollo social en un individuo determinado, si bien las primeras formas de comunicación son sensitivas, a partir de las sensaciones es de donde se establecen los distintos paradigmas sociales, políticos y religiosos, en supra niveles de construcciones semióticas. La semiología por si misma expone estas concepciones simbólicas como elementos de valor comunicativo en esquemas antes determinados por un contexto educativo, que también es lingüístico, razón por la cual, el constructo teórico-practico de ciertos modelos no tiene muestras de un desarrollo concreto en relación con los procesos de adquisición y acomodación en un marco cultural, predestinado por los progenitores, por esta razón, la libertad de creencias dentro de un marco social ya definido es un concepto relativo si se tiene en cuenta la manera en como se aprende un concepto, se interioriza y se le da un significado de connotación positiva, negativa o neutral, si bien los llamados procesos psicológicos superiores, juegan un papel fundamental en la estructuración de los comportamientos específicos que pueden individualizar un sujeto, la manera en como este sujeto se desarrolla no es otra, que los procesos del habla, comunicación e interacción social, el lenguaje.