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EL AYUNO

¿Qué es el ayuno y por qué practicarlo?


El ayuno es una de las herramientas principales para la comunión con Dios. Pero, ¿qué significa
ayuno espiritual? Simplificando, es la abstención de alimento para dedicarse a finalidades
espirituales. El objetivo es conducir a una persona a una lucidez espiritual plena y facilitar la
comunión profunda con Dios, pues el organismo no utilizará energía para la digestión, y así, el
cerebro tendrá más energía para reflexionar en cosas espirituales. Es una práctica religiosa
voluntaria, exige pureza de vida y excluye la exhibición.

¿Cuál es el propósito del ayuno?

Muchos creen que el ayuno es para obtener la respuesta de Dios a un pedido. Y donde Dios
pueda ver que sufrimos, y lo que hacemos por él. Y a más personas y a más tiempo, mas
rápido Dios nos contestará y hará lo que pedimos. Lo cual es ERRADO. Este modo de pensar
viene de la enseñanzas de la iglesia católica y que fue influenciada por el dualismo religioso y
sus falsas doctrinas y dogmas. El PROPOSITO DEL AYUNO ES PEDIR AL ESPÍRITU SANTO
A QUE CAMBIE mi vida, mi manera de pensar y sobre todo es A QUE ME AYUDE A
ACEPTAR LA VOLUNTAD DE DIOS en el pedido o razón por la que se ira a ayunar.

¿Para quién está indicado?


1) Para quien tiene miedo. Existen muchas cosas en la vida que nos provocan miedo: falta de
empleo, enfermedad, hambre, personas, pero el ayuno proporciona una oportunidad especial
para una comunión íntima con Dios. La amistad con el Señor Jesús trae paz y seguridad al
corazón (2 Crónicas 20:3, 4).

2) Para quien está arrepentido. El arrepentimiento es una obra milagrosa del Espíritu Santo. Si
su corazón se encuentra afligido y siente dudas sobre el perdón divino, ayune. Usted tendrá un
espacio ideal para la reflexión y la lectura de la Biblia. Y así, Dios le hará sentir su perdón y
promoverá alivio al alma (1 Samuel 7:6; Jonás 3:5).

3) Para quien busca la conversión. Convertirse significa cambiar de dirección. Dios desea
mantenernos siempre en su camino. Al pueblo de Israel, el Señor le solicitó ayunar para llevarlo
al quebrantamiento de corazón y conducirlo a la conversión. Haga ayuno periódicamente y
busque una comunión mayor con Dios (Joel 2:12).

4) Para quien necesita de una respuesta divina. La acción de ayunar lo colocará en una condición
de entrega a Dios, y lo hará sensible para discernir sus respuestas (Ester 4:16).

5) Para quien desea humillar el corazón. El ayuno es un antídoto excelente para el orgullo que
desea instalarse en el interior. Por medio de él nos damos cuenta que dependemos
completamente de Dios (Esdras 8:21; Salmo 35:13).

6) Para quien enfrenta fuertes pruebas. Jesús se sentía fortalecido por el ayuno. Al enfrentar las
terribles tentaciones de Satanás se encontraba completamente lúcido. Debemos seguir el
ejemplo de Jesús. Al enfrentar tentaciones o pruebas haga del ayuno una de las principales
armas espirituales (Mateo 4:1, 2).
7) Para quien necesita poder. El ayuno debe resultar en “poder” para romper todas las cadenas
del mal y libertar a los afligidos del alma.

8) Para quien decidió entregarse a Dios. El ayuno es fundamental para una vida santa y piadosa
ante el Señor. Dios oye cada clamor (Joel 1:14).

9) Para comprender la Palabra de Dios. Cuando se tiene alguna duda bíblica, el ayuno ofrece
mayor facilidad para el estudio y la iluminación del Espíritu Santo. El entendimiento se abrirá por
medio del Espíritu que lo guiará por toda la verdad.

¿Cómo ayunar?
– Defina el objetivo: Pida al Espíritu Santo que le muestre claramente la dirección de los objetivos
para su ayuno y oración.

– Haga su compromiso: ¿Qué duración tendrá el ayuno? ¿De medio día, de día entero o más?
¿Qué tipo de ayuno adoptará? Tomando solo agua, agua y jugos, consumiendo solo frutas…
¿Cuánto tiempo usted dedicará a la oración y a la lectura de la Biblia? ¿De qué actividades
físicas o sociales se abstendrá? Ir al shopping, TV, Internet.

– Prepárese espiritualmente: Pida perdón a Jesús por todos sus pecados y clame por el bautismo
del Espíritu Santo.

– Evalúe su condición física: Si tiene algún problema de salud, consulte a un médico para saber
qué tipo de ayuno es el ideal para usted.

– Termine el ayuno gradualmente: No coma comidas sólidas inmediatamente después del ayuno.
Si usted termina el ayuno de a poco será mejor para su salud.

– Programe el próximo ayuno: Así como necesitamos estar llenos del Espíritu Santo cada día,
también necesitamos nuevos períodos de ayunos delante de Dios.

Existe también otro tipo de ayuno que produce enormes beneficios para la mente y ayuda en una
mejor comunicación con Dios. Vea a continuación el ayuno espiritual para los cinco sentidos,
realícelo durante diez días por lo menos:

Audición: No escuche radio y músicas seculares. Trate de ir a la naturaleza para oír su sonido.

Visión: No mire TV (excepto contenidos espirituales), no lea revistas y evita sitios seculares.
Estudie la Biblia.

Paladar: No coma carnes (de ningún tipo), dulces, leche y sus derivados, tampoco frituras. Use
frutas, verduras, nueces, castañas, granos y cereales. Practique las buenas reglas de salud.
Mantenga intervalos de cinco horas entre las comidas y no coma después de las 19:00.

Olfato: Respire aire puro por la mañana. A lo largo del día respire profundamente.

Tacto: Haga caminatas en lugares de mucho verde, en lo posible camine descalzo.

El ayuno que Dios no acepta:


Por orgullo o penitencia: “¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras
almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro
propio gusto, y oprimís a todos vuestros trabajadores. He aquí que para contiendas y debates
ayunáis y para herir con el puño inicuamente; no ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea
oída en lo alto”. Isaías 58:3, 4.
Practicar el ayuno para exhibir cristianismo, provocar intrigas y buscar intereses egoístas no es
aceptable a Dios. Lo que debería ser una bendición, se transforma en maldición.
El ayuno no puede ser una especie de “justificación por las obras” o sea, “voy a ayunar para ser
salvo”. La salvación se obtiene únicamente por la fe en Cristo Jesús. El ayuno debe ser útil solo
como instrumento para una búsqueda más profunda del Salvador.

El Señor Dios desea concederle un discernimiento espiritual vigoroso, percepciones nuevas de


su gloria y desarrollar en usted fe incondicional. Haga un plan personal de ayuno. Usted se
sentirá física, mental y espiritualmente fortalecido, y entenderá con claridad las respuestas que
Dios concede a sus oraciones.

¿Cómo debe ser la preparación para el ayuno?


El ayuno es una actividad con un objetivo espiritual que afecta el cuerpo como un todo en sus
componentes físico y mental. La abstinencia de alimentos puede ser más fácil para algunas
personas que para otras. Por esa razón es importante conocer el propio cuerpo y sus límites
antes de pensar en hacer un ayuno.
Si usted ya decidió ayunar, considere este punto algunos días antes de la fecha separada para
ayunar. Primero, es importante mantener el cuerpo bien nutrido e hidratado. También es
importante tener previamente una alimentación variada con cereales integrales, frijoles/porotos,
castañas, frutas y hortalizas. En la preparación para el ayuno no puede faltar una buena cantidad
de líquidos en forma de frutas, jugos, caldos, hortalizas y agua pura. Es también importante
consumir alimentos que contengan carbohidratos, tales como cereales, panes y masas
integrales.

¿Qué sucede con el cuerpo durante el ayuno unido a


la reflexión espiritual?
Durante el ayuno de corta duración, por no estar involucrado en el trabajo de la digestión de
alimentos, el organismo puede concentrar sus esfuerzos en actividades de aspecto intelectual,
como estudio de la Biblia, alabanza, meditación y oración. Además de los beneficios espirituales,
el ayuno periódico es un excelente ejercicio de refinamiento y control del apetito y de la práctica
de la temperancia en general. Es importante recordar el impacto del apetito en relación a la caída
del hombre. El descontrol del apetito continúa siendo la causa de la ruina de muchos debido a
las variadas enfermedades que son consecuencias de hábitos alimentarios inadecuados.
Hay personas que defienden el ayuno completo, otras el ayuno solo de alimentos sólidos,
tolerando el consumo de jugos, por ejemplo.

Desde el punto de vista de la nutrición, ¿cuál sería el


ayuno correcto?
Desde el punto de vista nutricional, al ayuno se lo puede definir como un ayuno total (abstinencia
completa de alimentos por un determinado período de tiempo), o parcial (abstinencia de
determinados alimentos o grupos de alimentos, manteniéndose la ingestión de algún alimento
como fuente de energía, como por ejemplo un desayuno de frutas y jugos). Desde el punto de
vista del ayuno como ejercicio espiritual, no podemos imponer como debe ser el ayuno correcto
en términos de ser parcial o total. Cada persona debe tomar su decisión sin criticar la elección
del otro, y sin el espíritu de comparación, sino con el corazón en contrición delante de Dios
(Mateo 6:16-18).

¿Cuáles son las restricciones en relación al ayuno?


Las restricciones en relación al ayuno varían de acuerdo con el tipo de duración del mismo. Si
fuera un ayuno total, hay restricciones para personas con diabetes tipo 1, ya que puede producir
caídas peligrosas en los niveles de azúcar en la sangre; diabetes tipo 2 en personas que hacen
uso de medicamentos o insulina para el control de la glucosa y que no tengan conocimiento de
cómo hacer los ajustes necesarios en caso de ayuno, sin autorización médica.
El ayuno total es también desaconsejable para mujeres embarazadas o lactantes; personas con
enfermedades crónicas (cáncer, enfermedad cardíaca, insuficiencia renal, cirrosis, etc.);
enfermos sin autorización médica; niños, individuos empeñados en actividades físicas intensas
durante el período en que el ayuno se realizaría (ej.: atletas, trabajadores rurales, albañiles, etc.);
individuos empeñados en actividades que exigen gran esfuerzo mental durante el período en
que se realiza el ayuno (ej.: en el día del examen para ingresar en la universidad o de concurso);
personas muy ancianas sin autorización médica y personas que hacen uso de medicamentos
que requieran la presencia de alimentos durante el período en que se realizaría el ayuno. Se
debe desaconsejar también el ayuno total en individuos que presentan preocupación excesiva
con su imagen corporal por el riesgo de desencadenar un trastorno alimentario como la anorexia
nerviosa, especialmente en la fase de la adolescencia. Si fuera un ayuno parcial, las restricciones
al ayuno descriptas son negociables, dependiendo de las condiciones de cada uno.

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