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Talento, el único recurso para crear sociedades prósperas en Crear o morir

Antonio Solís Aguiño


Universidad del Quindío
Administración

Crear o morir, es un libro de Andrés Oppenheimer, escrito y publicado en el año 2014.


Este libro es un excelente ejemplar, para comprender un poco el desarrollo del mundo, en
cuanto a lo tecnológico y científico. Seguido de esto, es un libro que cuestiona el
subdesarrollo en este ámbito de los países latinoamericanos y en este mismo sentido, crea
una visión del porqué estos países han permanecido estancados en su pobreza a nivel de
desarrollo.

En este ensayo, se busca rescatar las ideas más relevantes a consideración subjetiva sobre lo
planteado por Oppenheimer y hacer una crítica acerca del porqué los países latinos no se
expanden en desarrollo tecnológico y científico.

En el trascurso por la lectura de Crear o morir, se busca dar cuenta de qué es lo que permite
que un país cuente con grandes avances tecnológicos, o grandes invenciones que lo
convierten en un estado desarrollado, dejando por debajo incluso países más ricos en cuanto
a recursos naturales. De acuerdo con esto, se ha determinado que la sociedad se encuentra
en un momento en que lo más trascendental no es el producto interno bruto, sino, el
conocimiento y creatividad que tiene cada individuo dentro de ella. En tal sentido, muchos
han llegado a cuestionar si es realmente esto importante para el desarrollo de una sociedad
o si hay otros factores que deben influir en esto. Al respecto Oppenheimer, en su prólogo
plantea posibles causas por las cuales los países latinoamericanos y España no han entrado
en el auge tecnológico e innovador a nivel mundial, en ello, se explica que muchos países
correspondientes a esta ubicación, requieren de saturados trámites legales que hacen más
compleja la apertura de un negocio, cualquiera que sea; también se ha dicho que la falta de
recursos económicos es uno de los limitantes para que una sociedad no esté en la capacidad
de innovar en el ámbito científico, tecnológico e incluso artístico. Además de esto, el
sistema educativo en que se forma el individuo es de vital importancia para el trascender de
una sociedad.

El desarrollo o la no evolución de un país, de cierta manera están ligados a los factores


anteriormente expuestos. Sin embargo, es de considerar que el hecho de que un país cuente
con la economía suficiente para apoyar procesos científicos, tecnológicos o de cualquier
tipo; no es suficiente. Tampoco lo es, si el estado hace más fáciles los trámites legales y
menos si cuenta con una educación de alta calidad. Esto, se debe a que es posible dentro de
un país contar con todos estos influyentes. No obstante, es más relevante contar con mano
de obra innovadora, creativa, con la capacidad intelectual y conductual para llevar a cabo
un emprendimiento de gran aporte a nivel local, nacional e internacional.

Actualmente, todas las personas tienen la libertad de comenzar a trabajar en la innovación,


con tecnología, explotando su creatividad y talento y así empezar a mejorar la educación
que consolide la construcción de una sociedad talentosa, donde las diferencias no se
refutan, sino que se aprovechan para la determinación del desarrollo.

Por ejemplo, hipotéticamente se puede pensar en un país con toda la estructura social
determinada, es decir, con una economía afluente, una buena educación y un papeleo de
fácil realización; no por esto, este país, está en la capacidad de convertirse en un estado
desarrollado en avances tecnológicos, científicos o artísticos, puesto que además de esto,
debe contar con el personal que esté en la capacidad de sostener un proyecto de este tipo.

Esto no indica que en Latinoamérica no hayan personas con la suficiente inteligencia y


disciplina para esta labor, pero, antes de esto, se debe entender que el continente abarca una
población mucho menor que por ejemplo Norteamérica y Europa, es así, que estos países
son mucho más poblados y por lógica, hay mayores posibilidades de encontrar un número
más amplio de personas talentosas. Pues no se puede caer en el error de pensar que
América latina no ha contribuido con el desarrollo científico, como es de saber, el
colombiano Manuel Elkin Patarroyo, oriundo de Ataco- Tolima, quien es médico
inmunólogo fue quien descubrió la ampolla contra la malaria. Estos descubrimientos
demuestran que la población latina sí tiene el talento para llegar al auge del desarrollo. En
el mismo sentido, Juan Carlos Borrero, colombiano, caleño autoridad mundial a nivel
climático crea un aerodesalinizador, que permite proveer de agua a las a las rancherías más
alejadas del departamento de la Guajira (El país, 2016).

Pero, ¿qué pasa en Colombia? Es un país latino rico en recursos naturales, además, como lo
han demostrado Patarroyo y Borrero, es un país con capacidad intelectual y gente creativa.
No obstante, dentro de este estado, no existe la maquinaria necesaria para seguir creando
materiales como este, es así que, gente como estos dos científicos, se van del país, pues
como lo dice Oppenheimer, ellos no buscan una empresa, sino que las empresas
internacionales, que sí cuentan con los recursos para la creación, los buscan por su
capacidad (2014: 3). Así, los genios de estos países subdesarrollados terminan sirviéndole a
las grandes élites y convirtiendo a Colombia en un país de gente inteligente que no produce
nada para sí misma.

Es de total acuerdo, pensar que un país necesita de gente talentosa para su construcción
económica, pero también es necesario que en los países en donde hay talento, también haya
inversión, espacios propicios para el total desarrollo de estas personas y la libertad de
negocio, para que quienes lo deseen, construyan sus innovadoras ideas. Un país
desarrollado es el que tiene un nivel de vida alto y un desarrollo comercial e industrial
potenciador, por ende Colombia está trabajando para alcanzar su pleno desarrollo. No se
puede decir que en este país haya un nivel de vida alto, puesto que aún se ven muchas
regiones como la Guajira, El Chocó y otras, donde hay población marginal y vulnerable.
No obstante, en cuanto a lo industrial, este país ha intensificado la explotación minera, para
la construcción de nuevas tecnologías; pero estos avances no son para el país, son para las
industrias extranjeras, quienes se lucran de sus recursos naturales. Esto es de constante
preocupación pues, indica que estamos en la capacidad de crear tecnología, pero al parecer
es más importante vender nuestra materia prima que ponerla a producir para lograr el
desarrollo.

Como ya se ha dicho, Latinoamérica no ha sido un continente innovador en el campo


tecnológico y científico. Sin embargo, se debe rescatar que ha sido un campo creativo en el
ámbito literario, pues de ella han nacido grandes intelectuales de las letras como Pablo
Neruda, Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges y otros, quienes sí han
logrado innovar en el campo de las letras y se han convertido en grandes representaciones
de sus países y de América latina. De acuerdo con esto, podría deducirse que
culturalmente el continente americano está más permeado por las creaciones artísticas.

Ahora, en Crear o morir, Oppenheimer, dice que “los países más exitosos no son los que
tienen más petróleo, o más reservas de agua, o más cobre o soja, sino los que desarrollan las
mejores mentes y exportan productos con mayor valor agregado” (2014: prólogo). De cierta
manera, se apoya esta idea del autor porque se enfatiza en que las mejores mentes se deben
desarrollar; entonces, es ahí donde se halla un error en el sistema educativo
latinoamericano. Ya que esta región, culturalmente no pertenece al mundo europeo, sino a
una cultura indígena, que actualmente sigue siendo un misterio. Lo que se quiere decir, es
que estos países no cuentan con educación apta para la sociedad que aquí se desarrolla,
pues es evidente que los niños que crecen en Alemania o en Estados Unidos, culturalmente
no son iguales a un niño que crece en Colombia, o en Perú. En tal sentido, que los países
subdesarrollados implementen un modelo pedagógico francés por ejemplo, es una
contradicción, ya que este modelo no se adecua al contexto social en que viven estos
individuos y por ende, este no va a potenciar las habilidades que se encuentran ligadas a su
entorno y sus necesidades. Los modelos que se implementan son de carácter neoliberal,
cuya característica es formar ciudadanos para la industria y retomando lo dicho en párrafos
anteriores, es incoherente formar para la industria en países como Colombia, en donde no
hay laboratorios de investigación científica, tampoco hay fabricas que potencien la creación
de un producto innovador, es por ello que quienes se potencian para entrar en esta ola,
terminan yéndose del país, buscando otros países que si cuenten con todo esto y sirviendo
a ellos. Entonces, se puede pensar que el principal inconveniente para que Latinoamérica
no entre en el auge tecnológico y científico, sigue siendo la educación, debido a que en
estas regiones existe una alta tasa de deserción escolar, bajos niveles de formación primaria
y poca matriculación en educación superior (El tiempo, 2019)..

Sin duda alguna, los avances tecnológicos y científicos, como lo afirma Bill Gates, han sido
grandes erradicadores de pobreza y han servido para mejorar la calidad de vida, así lo
afirma el Gates: “en la década de 1960 un tercio de la humanidad era rica, y dos tercios era
pobre. Ahora, el bloque más grande de la población mundial es de clase media: Brasil,
México, Tailandia y China. La proporción de los muy pobres en el mundo es mucho menor.
Y esto se debe fundamentalmente a los avances tecnológicos en la agricultura y en la salud
pública, que fueron los principales factores que permitieron que estos países salieran de la
pobreza” (Oppenheimer, 2014: 20). A pesar de que estos avances si son significativos para
la población mundial, lo más importante es entender cómo funciona esto. Al respecto,
Miguel Zunzunegui, explica que en los países latinos se instalan muchas empresas
extranjeras, entre ellas he home depot, wallmart, Liverpool, Carls Jr, Starbucks,
ScotiakBank ubicadas en México y que estando allí, no producen cambios significativos; al
contrario, no pagan impuestos, mientras que las empresas nacionales sí lo hacen, lo que
produce que las empresas gringas puedan vender a menor precio y las empresas nacionales
a uno mayor, lo que los lleva a la quiebra (Maldonado: 2017). Sin embargo este no es en
definitiva el factor principal que no permite que los países latinos sean innovadores, pues
es cierto que Apple es la empresa de computadores más costosa del mundo y a pesar de
esto, es reconocida y comprada por la calidad del producto. No obstante, sí es una de las
problemáticas que no permiten el potenciamiento para llegar a ser un país desarrollado, ya
que desde la escuela se enseña a trabajar para los demás, pero no a la construcción de un
negocio propio.

El contexto en que se desarrolla un individuo, también determina quién puede llegar a ser
dentro de la sociedad. Por ejemplo en el libro se habla de Kargieman un empresario de
familia en condiciones económicas viables, quien a los 9 años ya tenía su primera
computadora y en la adolescencia se convirtió en un hacker (Oppenhiemer, 2014: 125). Se
puede pensar que actualmente cualquier niño, en todo el mundo a esa edad tiene una
computadora, no obstante, si se centra la problemática en los casos más cercanos como
Colombia, se identifica que el 50 o 60% de la población, vive condiciones de pobreza;
entonces, si en esta familias hay un hijo con talento, esto se verá truncado por la falta de
oportunidades y el no poder acceder a una educación de calidad. Es importante, que si un
país desea tener mentes creativas en lo tecnológico, debe educarlos con las mismas
herramientas; pero no se puede esperar tener un Bill Gates cuando en su propio estado se lo
educa sin tecnología que pueda potenciar sus habilidades. Tampoco se pueden tener
grandes científicos si no hay clínicas y laboratorios donde se puedan desarrollar grandes
proyectos. Otro caso cercano de esto es Cuba, que tiene un sistema de educación bien
estructurado y un desenvolvimiento amplio en el campo de la medicina. No obstante, no
cuentan con las instalaciones idóneas para poder desempeñar sus ideas, lo que los pone al
servicio de Europa, ya que estos si cuentas con la maquinaria para dichos trabajos. Lo
anterior, puede ser otro factor del porqué los países latinos no prosperan; pues aunque hay
potencial, no se halla una forma de hacer una explotación de forma positiva. En estos países
no se educa para la tecnología, por ello, los jóvenes pasan horas en redes sociales, usando
internet simplemente para hacer ocio o en tareas que solo propician la mediocridad, en
cambio, en Estados Unidos por ejemplo, la tecnología hace parte de su cultura, por ende,
los niños desde edades tempranas se desenvuelven en este campo, haciendo otro tipo de
uso, ya que la tecnología esto es algo propio de ellos, encuentran que desde allí se puede
obtener otro tipo de conocimiento diferente a la interacción social del mundo.

En el mismo sentido, Oppenheimer relata que Salman Khan, ha creado desde las
plataformas virtuales, espacios académicos, donde se brindan clases de todas las
asignaturas y esto ha revolucionado de forma positiva los métodos de enseñanza
tradicionales de Estados Unidos (2014: 128). Si comparamos, en Colombia, aun existiendo
estas plataformas, no se usan; los estudiantes se encuentran arraigados a un método
convencional de educación, donde su principal fuente de conocimiento es el aula como
punto físico, pero no hay un interés por desarrollarse en otros ámbitos, de lo que se puede
deducir que la población cayó en el conformismo, lo puede ser otro problema para el no
avance de estos países subdesarrollados. Teniendo en cuenta lo dicho, en Latinoamérica, la
mayoría de sus habitantes usa internet, pero esto indica que tenga desarrollo tecnológico,
puesto que “en materia de innovación en ciencia y tecnología. La investigación y desarrollo
de la región es "ínfima", según la Cepal. El gasto en este rubro en América Latina se
encuentra "estancado" desde 2004 y representa solo 2,8% del gasto mundial. En Estados
Unidos, líder en esta materia, esta cifra llegó a más del 35% del total en 2012” (El tiempo,
2016).

A pesar de creer que el estado latinoamericano no ha tenido su momento de éxtasis en lo


tecnológico y científico, Oppenheimer rescata a algunos latinoamericanos que han
innovado, por ejemplo, el Mexicano Gómez Junco, quien ofrece alumbrado público en los
municipios de México, a un menor costo, con lo que se puede ahorrar el 60% de
electricidad y el gobierno sólo le paga por el porcentaje de lo que se ahorra en esa energía
(2014: 158). Este es un proyecto innovador, ya que las luces son de mejor calidad que las
ya existentes y además son ecológicas. También se habla del guatemalteco Luis Vonh,
creador de Duolingo, aplicación digital que refuerza el proceso de enseñanza y aprendizaje
en otros idiomas (Oppenheimer, 2014: 160). No obstante, se percibe que el poco avance
tecnológico en latino América o científico, no se da porque su gente no quiera o no sea
capaz de hacerlo, sino, porque estos países, en su mayoría siguen siendo completamente
dependientes de otros países desarrollados. Por ejemplo, Colombia es netamente
dependiente tecnológica y científicamente de Estados Unidos y esto parte desde la
educación que se da en las universidades, el modelo educativo en los países en vía de
desarrollo, que son latinoamericanos no tienen un buen componente científico, porque este
modelo educativo, se dedicó a desfinanciar la ciencia y la tecnología.

Entonces, para que Latinoamérica sea un continente innovador y desarrollado, necesita de


inversión económica, que trae consigo la maquinaria de producción; educación que
incentive la creatividad más no la mediocridad, facilidad de emprendimiento para poner un
negocio y lo más importante, necesita que la sociedad explote al máximo su potencial,
saque a flote su talento, creatividad. Pues como ya se ha dicho, estos países tienen gente
con la capacidad intelectual y conductual, pero necesita motivación, que se les den los
espacios propicios para el desarrollo de sus ideas y procedimientos de innovación.
Latinoamérica puede tener su propio Silicon Valley , si se quiere, creando una cultura de
innovación, fomentando la educación para la innovación, derogando las leyes que matan la
creatividad, invirtiendo económicamente en este campo, haciendo que la innovación que se
da, se globalice (Oppenheimer, 2014). El proceso de desarrollo se va de la mano de la gente
y el estado, si esto se da, es posible crear grandes potencias, lo cual ya se hace en países
como México, Brasil y Argentina donde han venido invirtiendo en este campo, lo que ha
permitido que en Jalisco haya un “Silicon Valley”, un oasis receptor de empresas de
tecnología y desarrolladores, que busca convertir la región en un polo de creadores y
desarrolladores. Esto podría verse como el inicio de la evolución de América Latina y, de
sus habitantes, depende las ideas trascendentes que llenen a estos países de frutos (El país,
2019).
Se da por terminado este texto, sugiriendo una sociedad de alto alcance, que deseen
trasforman, pues es evidente que los recursos naturales son importantes, pues por ejemplo,
sin el petróleo que de los países latinos se exporta, las grandes potencias no podrían hacer
sus construcciones. Entonces, este llamado es para que América latina aproveche sus
recursos naturales y más que venderlos, los use en pro de su desarrollo, pues “nuestros
países deben innovar ya sea inventando nuevos productos de cualquier orden (lo que
comúnmente se llama la “innovación de producto”), o descubriendo formas de producir
más eficientemente productos existentes (lo que se llama la “innovación de proceso”). Lo
importante es innovar, crear productos o procesos de todo tipo, y de cada vez mayor valor
agregado, que puedan ser vendidos globalmente y no quedarse estáticos. Camarón que se
duerme, se lo lleva la corriente” (Oppenheimer, 2014: 165). Y latino América no puede
dejar que los países desarrollados sigan recostándose en sus recursos. Por esto, los países
latinos también deben tomar el papel de la soberanía de las naciones. Latino América debe
ser soberana para ser desarrollada y traer avances en la ciencia y la tecnología, que estos
dos pilares son el avance de una nación.
Bibliografía

El país (2016). “Caleño habla sobre invento que le proveerá agua a los habitantes de la
Guajira”. Consultado el 16 de noviembre de 2019 en,
https://www.elpais.com.co/cali/caleno-habla-sobre-invento-que-le-proveera-agua-a-
los-habitantes-de-la-guajira.html
El Tiempo (2016). “América Latina usa internet pero carece de desarrollo tecnológico”.
Consultado el 16 de noviembre de 2019 en,
https://www.eltiempo.com/tecnosfera/tutoriales-tecnologia/america-latina-carece-
de-desarrollo-tecnologico-29865
Maldonado, Jefferson (2017). “¿Por qué no progresan los países latinos?”. Revista weeks,
consultado el 15 de noviembre de 2019, en https://revistaweeks.com/opinion/por-
que-no-progresan-los-paises-latinos/
Oppenheimer, Andres (2014). ¡Crear o morir! La esperanza de Latinoamérica y las cinco
claves de la innovación. España: Panamericana.

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