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PRESENTE
De mi mayor consideración:
En primera instancia, es necesario analizar el punto de partida del caso planteado con la ley Nº
66.345 dictadas por el congreso, denominada como “impuesto a la transferencia de
automotores usados”,
Con el fin de regular ciertas disposiciones dentro de la compraventa del rubro. Dicha ley, ha
sido publicada en el Boletín Oficial y entrara en vigencia en los próximos 30 días.
Siendo también dictado el decreto reglamentario que dispone el alcance practico, concreto de
la norma. La ley entre otras cosas, dispone el pago de una suma equivalente al 20% del valor
fiscal del automotor ante su transferencia, entendida esta de modo amplio, que recaerá sobre
el adquiriente. Los vehículos afectados son aquellos cuyos modelos sean anteriores a 1995 y su
transferencia se efectué en territorio de la provincia de Córdoba, Santa fe, Mendoza,
Corrientes y Entre Ríos.
Explicado esto se deberá tener en cuenta las siguientes cuestiones: Primeramente los
impuestos en general conforman el tributo exigido por el estado a quienes se hallan en las
situaciones consideradas por la ley como generadoras de la obligación de tributar (hechos
imponibles). Usted, en su situación de comerciante posee dicha obligación personal.
Podemos definir al impuesto como “el tributo exigido por el Estado a quienes se hallan en la
situaciones consideradas por la ley como hechos imponibles, siendo estos hechos imponibles
ajenos a toda actividad estatal. Relativa al obligado”. Al decir que el tributo es exigido a
“quienes se hallan en situaciones consideradas por la ley como hechos imponibles”, significa
que el hecho generador de la obligación de tributar está relacionado con la persona o bienes
del obligado.
Refiriéndome a su pregunta en cuanto a si el Estado posee las facultades para tributar y exigir
el pago de los mismos, la respuesta es afirmativa. Esta facultad nace de la Constitución
Nacional, específicamente en su artículo 75 inc. 2. El mencionado artículo establece que el
Estado es el encargado de crear tributos, siempre valiéndose previamente de una ley que así lo
disponga. Esto en resumidas cuentas nos advierte que existirá el tributo si el mismo no es
aprobado por el congreso. Caso contrario, el tributo será nulo.
No es posible argumentar la existencia y facultades referidas a los tributos sin entender que la
llamada “potestad tributaria” es la facultad jurídica del Estado de exigir contribuciones con
respecto a las personas o bienes que se hallan en su jurisdicción. Se considera que la potestad
tributaria deriva del “poder de imperio” que tiene el Estado, y que lo ejerce en el ámbito de su
jurisdicción por el medio de los tres poderes que forman si gobierno: el legislativo, el ejecutivo
y el judicial.
La potestad o poder tributario no es absoluta y total, sino que tuene “limitaciones de orden
política y constitucional” que derivan de la forma de organización política propia de cada
estado y del encuadramiento dentro de los lineamientos de la constitución nacional fija.
Las normas tributarias tienen carácter obligatorio y no hay libertad de los administradores de
acatarlas o no.
La norma tributaria posee coercibilidad, esto quiere decir básicamente que el físico tiene la
potestad para utilizar todos los medios legalmente permitidos para que los no cumplidores
acaten las normas y cumplan con lo que están sujetos por ley: nada más y nada menos que las
obligaciones.
Llegando el caso la ley puede imponer además una sanción indemnizatoria. La finalidad de la
misma será la de compensar el retardo moratorio. Esta sanción solo se aplicara frente a una
falta de cumplimento respecto al término de la prestación tributaria, sea que la misma haya
sido provocada por una omisión o sea que fuese una situación fraudulenta.
La legalidad de este nuevo impuesto hace que el incumplimiento del mismo sea antijurídico, es
decir ilegal. El no tributar en los casos que la ley ha establecido lo categorizado a usted dentro
de una violación a la misma. Sin embargo, hay principios inherentes a los impuestos que son
establecidos por la Constitución y siendo esta la máxima responsable de toda la normativa a
nivel país, es necesario entender que los principios de legalidad, igualdad, general,
consficatoriedad, proporcionalidad y equidad se ven amenazados por dicha ley.