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10 consejos para reducir

las emisiones de CO2


Las emisiones de CO2 a la atmósfera alcanzaron niveles de récord en 2019,
y ya habían experimentado un crecimiento en 2018. Esta preocupante
situación presenta sin embargo un gran reto por delante, ya que se abren
nuevas oportunidades para nuestro impacto. Fundación Aquae lo hace a
través de su proyecto ‘Sembrando O2’. Pero a nivel cotidiano, diario,
también se pueden llevar a cabo acciones para reducir las emisiones de
CO2. A continuación, diez consejos para conseguirlo.
1. Ser conscientes del impacto de las emisiones de CO2

El calentamiento global causado por el dióxido de carbono (CO2) y otros


gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por los seres humanos desde la
revolución industrial es una realidad constatada. El Acuerdo de la Cumbre
del Clima de París (COP 21), firmado por 195 países más la Unión Europea
(UE), pretende ser el arranque definitivo para concienciar a la comunidad
internacional y a los ciudadanos de que hay que tomar medidas.

2. Reducir el uso del coche privado

Conducir 50 kilómetros menos cada semana, reduce en 450 kilógramos la


emisión de CO2. El uso masivo de combustibles fósiles es el principal
responsable de las emisiones de CO2. Uno de sus mayores causantes es el
transporte por carretera: en España produce el 25% de las emisiones
domésticas totales (en Europa, el 20%). La ecuación es sencilla: a menos
uso del coche, menos emisiones. Si no queda otra que utilizarlo, al menos
aprovecharlo al máximo, compartiendo su espacio con otros ocupantes, y
practicar un estilo de conducción «ecológico».

3. Practicar una movilidad sostenible

Frente al empleo del automóvil, la opción pasa por usar el transporte público
y exigir que haya más y que sea más ecológico. Siempre que sea posible,
es preferible ir a pie o en bicicleta en todos los desplazamientos, tanto de
ocio como para ir al trabajo e, incluso, la opción de no desplazarse gracias
al teletrabajo.
4. Aumentar nuestra eficiencia energética

Ajustar el termostato 2 grados menos en invierno y 2 grados más en verano


permite reducir las emisiones de CO2 en 900 kilógramos. Poner dos
lavadoras a la semana con una temperatura de 40 grados reduce la emisión
en 225 kilogramos de CO2. Siendo eficientes energéticamente,
mantenemos el confort y nuestras necesidades cubiertas, a la vez
que reducimos el gasto en energía y, con ello, las emisiones de CO2.

5. Consumir energía renovable

Una de las ventajas ambientales de las energías renovables es que no


emiten CO2. Los consumidores pueden hacer uso de ellas al instalar en su
casa un sistema de autoconsumo con paneles solares o al contratar alguna
de las cada vez más numerosas empresas comercializadoras de
electricidad renovable.

6. Seguir una dieta con baja huella de carbono

Los alimentos son responsables de, al menos, el 20% de los gases de


efecto invernadero. Este porcentaje podría ser incluso mayor si se tuvieran
en cuenta las fuentes de emisión indirectas, según diversos estudios. Seguir
una dieta baja en carbono no solo beneficia a la salud, sino también al
medio ambiente. Para ello, hay que evitar los productos que necesitan más
energía o recursos naturales, se transportan desde lejos o requieren de un
complejo envasado.

7. Convertirse en un consumidor sostenible

Los consumidores sostenibles ahorran dinero y son respetuosos con el


medio ambiente y, por ello, también son importantes en la lucha contra el
cambio climático. Una regla sencilla para convertirse en uno de ellos es
asumir las tres erres: usar la menor cantidad posible de productos
(reducción) y aprovecharlos más de una vez (reutilización) antes de
depositarlos en el contenedor adecuado (reciclaje).

8. Plantar árboles

Los árboles actúan como «sumideros de carbono», es decir, retienen el


CO2. Por ello, apoyar medidas que eviten la deforestación de los bosques y
los incendios forestales o impulsen la plantación de nuevos árboles, en
especial de especies autóctonas, contribuye a reducir las emisiones de CO2
en la atmósfera. Los ciudadanos pueden participar en las cada vez más
diversas iniciativas para plantar árboles.

9. Apostar por productos de kilómetro cero

Los productos de «kilómetro cero», también conocidos como de


«proximidad» o de «cadena corta», se elaboran y comercializan de forma
local. Por ello, reducen las emisiones de CO2 y otros impactos ambientales
del transporte internacional, a la vez que son más frescos y favorecen la
economía y los alimentos cercanos al consumidor.

10. Reclamar más implicación institucional en la lucha contra el


cambio climático

Los ciudadanos pueden -y deben- tener una participación activa en las


actividades que influyen en su vida cotidiana, y el cambio climático es una
de ellas. Las líneas de acción para exigir actuaciones que contribuyan a ello
son muy diversas: reclamar a las instituciones más medidas para reducir las
emisiones de CO2, pedir más infraestructuras para aumentar la
sostenibilidad, solicitar más información, etc.

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