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acompañamiento en la interrupción
voluntaria del embarazo en tres causales
Módulo 1
Salud, género y derechos humanos
El objetivo de este módulo es que podamos reconocer los principales conceptos de género
y salud, el marco de derechos humanos en la salud reproductiva y la trayectoria de las
políticas del Ministerio de Salud en esta materia.
Trabajaremos en dos unidades:
Unidad 1:
El marco de los Derechos Humanos y Derechos Reproductivos
Unidad 2:
Chile: políticas, leyes y programas relativos a la salud de la mujer, su salud
reproductiva y sexual
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
A partir de las diferencias biológicas de los cuerpos, las culturas definen lo femenino y lo
masculino, ideales de lo que es ser hombre y ser mujer, establecen valoraciones de lo
femenino y lo masculino, estereotipos, identidades, les asignan funciones y
responsabilidades diferentes dando origen a una estructura de poder y jerarquía social
que se manifiesta en las creencias, normas, organizaciones, conductas y prácticas de la
sociedad. Es un elemento constitutivo de las identidades, subjetividades y de las
relaciones sociales y culturales, es decir, tiene dimensiones individuales y sociales.
A diferencia del género, el sexo alude a las diferencias estrictamente biológicas que
existen entre hombres y mujeres y, sobre estas diferencias sexuales se construyen las
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
distinciones y desigualdades sociales de género. Es un sistema de significación y acción
que va mucho más allá del cuerpo, de hecho, el género constituye una de las formas de
diferenciación y estratificación que han construido las sociedades.
Aunque la diferencia entre sexo y género es fundamental, no significa que los aspectos
biológicos y los culturales sean realidades separadas. Por el contrario, se trata de procesos
en estrecha conexión, ya que la interacción cuerpo–cultura es parte de la biografía de
cada persona y de las relaciones de género. La clave de esta distinción reside en asumir
que no hay conductas exclusivas de un sexo, sino procesos sociales que asignan y dan
sentido a las diferencias biológicas.
Sexo Género
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
IDENTIDAD
IDENTIDAD SEXUAL
IDENTIDAD DE GÉNERO
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
TRANSEXUALIDAD
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
La dimensión social del género: división sexual del trabajo
Sobre el hecho biológico de la reproducción, la cultura organiza las tareas necesarias
para la producción y la reproducción sociales, llamada “división sexual del trabajo”, que
especifica el tipo de actividad permitida, obligada o prohibida para mujeres y hombres.
Esta división es aprendida y ha cambiado a través del tiempo.
Básicamente se distinguen el trabajo reproductivo, realizado en el espacio doméstico, que
involucra todas aquellas actividades necesarias para el cuidado y mantenimiento de los
miembros del hogar; y el trabajo productivo, asociado a lo masculino, a la producción de
bienes y servicios y de la sociedad, a la política y el liderazgo.
A pesar de las diferentes formas en que las distintas sociedades humanas se organizan, las
mujeres están siempre más dedicadas al cuidado de los/as hijos/ hijas y al trabajo
doméstico, por el hecho de que la reproducción tiene lugar en sus cuerpos; así como los
hombres están más dedicados a las actividades inherentes a la producción de bienes y
servicios, fundamentalmente en el espacio público, por las cuales reciben ingresos
monetarios.
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Roles y estereotipos de género
La asignación del género se produce desde que nacemos, a través de la socialización en la
familia, la escuela y las relaciones con los pares, y se va reforzando a lo largo de la vida por
el condicionamiento de reglas, normas institucionales, mensajes y discursos sociales. Una
de las características de esta asignación es que se realiza en función de roles y
estereotipos sociales, que encasillan las actividades e identidades de mujeres y hombres.
El género se aprende
Uno de los espacios primarios y primordiales en la construcción y organización de los
géneros y las relaciones de género es la familia. Es en este espacio inicial en que las
personas aprenden cómo comportarse y dónde participar en tanto hombres o mujeres,
modelando y estructurando las formas de ser, pensar y hacer.
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Estereotipos, juicios subjetivos y prejuicios
Los estereotipos son creencias sobre las actividades, los roles, rasgos, características o
atributos que distinguen a las personas. Consisten en una generalización y atribución de
valor (la mayoría de las veces negativo) a algunas características de un grupo,
reduciéndolo tan sólo a esas características.
Revisemos este tema en profundidad en el siguiente artículo:
Los estereotipos son creencias sobre las actividades, los roles, rasgos, características o
atributos que distinguen a las personas. Consisten en una generalización y atribución
de valor (la mayoría de las veces negativo) a algunas características de un grupo,
reduciéndolo tan sólo a esas características. Son juicios subjetivos que imponen un
lugar de inferioridad y de incapacidad en el caso de los estereotipos negativos (“harina
del mismo costal”; “de tal palo tal astilla”; “tenía que ser mujer”). Son una manera de
“biologizar” las características de un grupo, de considerarlas como un producto
exclusivo de la biología, de la anatomía o incluso de la genética (por ejemplo, la
homosexualidad concebida como una especie de anomalía de la naturaleza).
Los prejuicios son juicios anticipados sobre las personas o un grupo de personas,
basados en una generalización simplista y frecuentemente, peyorativa. Los
estereotipos funcionan como una marca que alimenta los prejuicios al definir a priori
quiénes y cómo son las personas.
En nuestra sociedad existen prácticas basadas en un profundo prejuicio de parte de
los sectores dominantes, es decir, de parte de quienes se aproximan a lo considerado
“correcto” según quienes detentan algún tipo de poder. Por ejemplo, la condena de
las prácticas homosexuales y homoafectivas, considerándolas contrarias a la
heterosexualidad, que sería “normal y natural”. En temas vinculados al género, la
religión, la etnia y/u orientación sexual son frecuentes las prácticas prejuiciosas y
discriminatorias.
Si el estereotipo y el prejuicio están en el campo de las ideas, la discriminación
está en el campo de la acción, es decir en una actitud (una disposición a la
acción). Discriminar es negar oportunidades, negar accesos, negar respeto y
reconocimiento, negar humanidad. La omisión y la invisibilidad de un grupo o
sector también se constituyen en discriminación.
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
masculina, así como de la superioridad de la heterosexualidad sobre la
homosexualidad.
Cuando las personas son discriminadas se ofende y daña a la diversidad de la
sociedad y del país, afectando la dignidad de quién es excluido y al conjunto de la
sociedad. La discriminación que afecta a los homosexuales, sean hombres o
mujeres, es conocida como homofobia, y la que daña a transexuales, como
transfobia.
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Si bien este puede ser el modelo dominante en nuestra sociedad, no existe un modelo
universal de comportamiento femenino o masculino que sea considerado normal,
correcto, superior o, a priori, el mejor. Somos las personas, hombres y mujeres,
pertenecientes a distintas sociedades, a diversos tiempos históricos y contextos
culturales, quienes establecemos formas “adecuadas” y modos de “deber ser y actuar”
de hombres y mujeres; somos quienes establecemos sistemas de organización social
y de significación social que determinan modos específicos de clasificación,
jerarquización y de convivencia sociales.
Todos estos elementos conforman un “sistema de género” u “orden de género”
presente en cada sociedad, que establece diferencias, desigualdades y estructuras de
privilegio entre los géneros, tanto de orden simbólico como material.
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Las relaciones de género como determinante social de la salud
El concepto de “determinantes
sociales de la salud” (OMS,
2008), surge ante el
reconocimiento de las
limitaciones que tienen las
intervenciones dirigidas a riesgos
individuales de enfermar,
cuando no se toma en cuenta el
rol de la sociedad. Se entienden
como las condiciones sociales en
que las personas nacen, crecen,
viven, trabajan y envejecen,
incluyendo el sistema de salud.
Son características sociales en que se desarrolla la vida de una persona, de un grupo de
personas y/o de una comunidad, generado consecuencias en la salud de cada quien. Esas
circunstancias son el resultado de la distribución del dinero, el poder y los recursos a nivel
mundial, nacional y local, que dependen a su vez de las políticas adoptadas
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Determinantes sociales
La posición de mujeres y hombres en la sociedad, los roles que les son asignados, la
división sexual del trabajo, su acceso diferenciado al poder y los recursos, sus
responsabilidades y expectativas, entre otros, están ligados a su salud, y también a la
supervivencia de los niños y las niñas.
Las mujeres ganan menos que los hombres, incluso con trabajos equivalentes; las jóvenes
y las mujeres tienen menos oportunidades de empleo. En salud mental, la morbilidad
femenina se concentra en depresión y neurosis, mientras que en los hombres, en
alcoholismo y drogadicción. Otras importantes diferenciales por sexo en la mortalidad y la
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
enfermedad asociados con conductas de riesgo más prevalentes entre los hombres son los
relativos al cáncer de pulmón, cirrosis del hígado y VIH/SIDA.
La organización de género tiene consecuencias diferenciadas en la salud, tanto positiva
como negativa.
Hombres Mujeres
Es ahí, donde las políticas de salud públicas buscan actuar sobre aquellos determinantes
sociales susceptibles de ser modificados mediante intervenciones efectivas.
En hombres
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
En mujeres
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Derechos humanos, salud y género
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos…”. “Toda
persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier
otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición.” (ONU, 1948).
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
El Derecho a la Salud
El artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, indica que el Derecho
a la SaluYa en 1948, la Organización Mundial de la Salud definió que "La salud es un
estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de
afecciones o enfermedades" (OMS, 1948).
“Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como
a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la
vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo
derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez,
vejez y otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias
independientes de su voluntad” (ONU, 1948)
La Conferencia de Alma Ata (1978) reafirmó que entiende la “salud” como aquel estado de
total bienestar físico, social y mental, y no simplemente la falta de enfermedades o
malestares, siendo un derecho humano fundamental y convirtiendo a la búsqueda del
máximo nivel posible de salud en la meta social más importante a nivel mundial, cuya
realización requiere de la participación de otros sectores sociales y económicos en adición
al sector salud. (Alma Ata, 1978)
Mirar la salud desde un enfoque de Derechos Humanos apunta a garantizar el derecho a la
salud y de otros derechos relacionados con ella, sin distinción de edad, etnia o raza, sexo,
género, orientación sexual, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen
nacional o social, posición económica, nacimiento, o cualquier otra condición social.
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Derechos humanos de las mujeres
En los años 70 se formulan derechos específicos de las mujeres, al reconocer que a pesar
de la vigencia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, siguen
siendo objeto de importantes discriminaciones, lo que viola los principios de la igualdad
de derechos y de respeto de la dignidad humana, establecidos en ella.
En 1979 los Estados aprobaron la Convención sobre la Eliminación de toda forma de
discriminación contra la Mujer (CEDAW), principal instrumento jurídico internacional
relativo a los derechos de las mujeres como derechos humanos, es decir, explicita los
derechos humanos de la mitad femenina de la humanidad en sus distintas
manifestaciones. Reafirma la fe en los derechos humanos fundamentales, en la dignidad y
el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, define
el significado de la igualdad e indica cómo lograrla.
Aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 18 de diciembre de 1979
(1975 Primera Conferencia mundial sobre la Mujer – México), se fundamenta en que, a
pesar de la vigencia de la Declaración Universal de los DDHH (1948), "las mujeres siguen
siendo objeto de importantes discriminaciones" y subraya que esa discriminación viola los
principios de la igualdad de derechos y del respeto de la dignidad humana. Constituye no
sólo una declaración internacional de derechos para la mujer, sino también un programa
de acción para que los Estados Partes garanticen el goce de esos derechos. Entró en vigor
a nivel internacional en septiembre de 1981 y fue ratificada por Chile en 1989.
La Convención sobre la Eliminación de toda forma de discriminación contra la Mujer
(CEDAW), define la discriminación contra la mujer como:
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
acceso a la información, la educación y los medios que les permitan ejercer estos
derechos”. (CEDAW, 1979, Art. 10 h)
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Por su parte, la Declaración de la Conferencia Internacional de Derechos Humanos de
Viena (1993) específica:
El diseño y aplicación de las políticas públicas exige considerar, valorar y favorecer las
diferencias en las necesidades, intereses, comportamientos y aspiraciones de mujeres y
hombres, independientemente de sus orientaciones sexuales e identidades de género,
respecto a los mismos e iguales derechos.
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
El derecho a la igualdad de género en salud exige que los Estados (OPS, 2011):
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
sexualidad y la reproducción. En consecuencia, las disposiciones relativas a la protección
de la maternidad y el cuidado de los hijos se proclaman como derechos esenciales y se
incorporan en todas las esferas que abarca la Convención, ya traten éstas del empleo, el
derecho de familia, la atención de la salud o la educación. La obligación de la sociedad se
extiende a la prestación de servicios sociales, en especial servicios de guardería, que
permitan a los padres combinar sus responsabilidades familiares con el trabajo y
participar en la vida pública. Se recomiendan medidas especiales para la protección de la
maternidad que "no se considerará discriminación". (CEDAW, 1979. Art. 4).
De este modo, la CEDAW incorpora los derechos reproductivos de las mujeres y la
obligación de los Estados Partes de entregar información, educación, asesoría para la
planificación de la familia y de crear códigos sobre la familia, que garanticen el derecho
de las mujeres a decidir libre y responsablemente el número de sus hijos/as y el intervalo
entre los nacimientos y a tener acceso a la información, la educación y los medios que les
permitan ejercer estos derechos". (CEDAW, 1979. Art. 1 h y Art. 16 e).
Por otra parte, la Convención amplía la interpretación del concepto de los derechos
humanos al reconocer formalmente el papel desempeñado por la cultura y la tradición en
la limitación del ejercicio por la mujer de sus derechos fundamentales. Reconoce que la
cultura y la tradición se manifiestan en estereotipos, normas y costumbres más o menos
institucionalizados que van moldeando las características y atributos de las relaciones
entre los géneros y, en particular, han ido construyendo una situación de subordinación y
subvaloración para las mujeres, así como roles y estatus que las ubican en una posición de
discriminación.
Expresamente señala:
Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la
discriminación contra la mujer en la esfera de la atención médica a fin de
Artículo 12, párrafo 1
asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, el acceso a
servicios de atención médica, inclusive los que se refieren a la planificación de
la familia.
Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la
discriminación contra la mujer en las zonas rurales a fin de asegurar, en
condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, su participación en el
Artículo 14, párrafo 2 desarrollo rural y en sus beneficios, y en particular le asegurarán el derecho a:
b) Tener acceso a servicios adecuados de atención médica, inclusive
información, asesoramiento y servicios en materia de planificación de la
familia.
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Los Estados Partes adoptarán todas las medidas adecuadas para eliminar la
discriminación contra la mujer en todos los asuntos relacionados con el
matrimonio y las relaciones familiares y, en particular, asegurarán, en
condiciones de igualdad entre hombres y mujeres:
c) Los mismos derechos y responsabilidades durante el matrimonio y con
ocasión de su disolución;
Artículo 16, párrafo 1 d) Los mismos derechos y responsabilidades como progenitores, cualquiera que
sea su estado civil, en materias relacionadas con sus hijos; en todos los casos, los
intereses de los hijos serán la consideración primordial;
e) Los mismos derechos a decidir libre y responsablemente el número de sus
hijos y el intervalo entre los nacimientos, y a tener acceso a la información, la
educación y los medios que les permitan ejercer estos derechos.
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
En lo referido a los derechos reproductivos, entre otros objetivos plantea “poner servicios
de planificación de la familia de buena calidad y aceptables al alcance y disposición de
cuantos los necesiten y desean, manteniendo su carácter confidencial”.
La CIPD plantea que, el poder tener y ejercer una salud
reproductiva también debe incluir la capacidad de disfrutar
de una vida sexual satisfactoria y la capacidad de procrear.
De este modo, la salud reproductiva debe asegurar el
disfrute de esta vida sexual satisfactoria sin riesgos,
considerando además, que las personas tienen derecho al
nivel más alto de disfrute de lo que son los beneficios del
progreso.
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
público, hacer efectivas las acciones preventivas que contribuyan a la erradicación de
todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas, garantizando la
corresponsabilidad del Estado, el sector privado, la comunidad, las familias, las mujeres y
hombres en el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, integrándolo en los
sistemas de protección social.
Sobre la migración internacional y la protección de los derechos de todas las personas
migrantes, se acordó garantizar la plena inclusión de todos los asuntos relacionados con
este fenómeno en las agendas y estrategias mundiales, regionales y nacionales para el
desarrollo post-2015, brindando asistencia y protección a las personas migrantes,
respetando cabalmente sus derechos y promoviendo la suscripción de convenios
bilaterales y multilaterales de seguridad social, que incluyan a los trabajadores migrantes.
El séptimo tema relevante se relaciona con los pueblos indígenas, interculturalidad y
derechos, en el cuál se acordó respetar las disposiciones de la Declaración de las Naciones
Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, así como las del Convenio 169 de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), exhortando a los países a ratificarlo.
Asimismo, se insta a garantizar los derechos territoriales de los pueblos indígenas y a
prestar especial atención a su movilidad y desplazamientos forzados y desarrollar políticas
que permitan el consentimiento libre e informado en los asuntos que les afecten.
En relación a los afrodescendientes, derechos y combate al racismo y la discriminación
racial, los países recomiendan aplicar las disposiciones de la Conferencia Mundial contra el
Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia y
abordar las desigualdades de género, raza y generacionales, especialmente la
discriminación que sufren las mujeres y jóvenes de este grupo poblacional.
Finalmente, se aprobó entonces una Agenda regional en población y desarrollo para
América Latina y el Caribe. Posteriormente se estableció un mecanismo de monitoreo y
rendición de cuentas en el que Chile participa.
En relación a los derechos reproductivos, los gobiernos comprometieron, expresamente:
Eliminar las causas prevenibles de morbilidad y mortalidad materna, incorporando en
el conjunto de prestaciones integrales de los servicios de salud sexual y salud
reproductiva medidas para prevenir y evitar el aborto inseguro, que incluyan la
educación en salud sexual y salud reproductiva, el acceso a métodos anticonceptivos
modernos y eficaces y el asesoramiento y atención integral frente al embarazo no
deseado y no aceptado y, asimismo, la atención integral después del aborto, cuando
se requiera, sobre la base de la estrategia de reducción de riesgo y daños. (Párrafo
40).
Asegurar, en los casos en que el aborto es legal o está despenalizado en la
legislación nacional, la existencia de servicios de aborto seguros y de calidad para las
mujeres que cursan embarazos no deseados y no aceptados e instar a los demás
Estados a considerar la posibilidad de modificar las leyes, normativas, estrategias y
políticas públicas sobre la interrupción voluntaria del embarazo para salvaguardar la
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
vida y la salud de mujeres y adolescentes, mejorando su calidad de vida y
disminuyendo el número de abortos. (Párrafo 42).
Asegurar el acceso efectivo de todas las mujeres a la atención integral en salud en
el proceso reproductivo, específicamente a atención obstétrica humanizada,
calificada, institucional y de calidad, y a servicios óptimos de salud de la mujer
durante el embarazo, parto y puerperio, así como a servicios que integren la
interrupción del embarazo en los casos previstos por la ley y garantizar el acceso
universal a técnicas de fertilización asistida. (Párrafo 43).
Garantizar el acceso efectivo a una amplia gama de métodos anticonceptivos
modernos, basados en evidencia científica con pertinencia cultural, incluyendo la
anticoncepción oral de emergencia. (Párrafo 44).
Formular planes para fortalecer los mecanismos de detección de alteraciones del
embarazo, incluida la preconcepción, elevar la calidad de atención prenatal con
enfoque intercultural, garantizar la provisión de sangre segura para la atención del
embarazo, parto y puerperio, y mejorar la atención humanizada del parto y el
nacimiento y los cuidados perinatales integrales, teniendo en cuenta las necesidades
de las mujeres, los niños, las niñas y las familias. (Párrafo 45).
Avanzar en igualdad entre mujeres y hombres supone disolver las jerarquías de género y
reconocer a todas las personas como sujetos titulares de derechos, impidiendo que las
diferencias originadas por el sexo y por la capacidad reproductiva de las mujeres se
transformen en desigualdad y discriminación. Sin duda la implementación de políticas que
aseguren los derechos de las mujeres ha permitido ir disminuyendo esta brecha, pero
debemos tener en cuenta que aún falta mucho por recorrer.
Hemos terminado con la primera Unidad del Módulo 1, donde revisamos algunas
definiciones fundamentales tales como sexo, genero, identidad e identidad de género.
Además, revisamos el marco internacional de los derechos humanos, derechos de las
mujeres y derechos reproductivos.
Ahora, en la segunda Unidad revisaremos la situación de estas temáticas en Chile.
¡¡Los y las invitamos a continuar!!
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Unidad 2:
Chile: políticas, leyes y programas relativos a la salud de la mujer,
su salud reproductiva y sexual
Integrar un enfoque de equidad de género es de vital importancia para el Gobierno y el
Minsal, por lo que traspasa esta visión a su quehacer hacia la población chilena, los
recursos humanos sectoriales y el intersector.
En 1990, el gobierno de Chile asumió un
compromiso con la democratización del país y
con la superación de las desigualdades entre
los sexos. Esto, porque al garantizar a hombres
y mujeres un acceso equitativo a los
beneficios, recursos y oportunidades, permitía
a las mujeres alcanzar una ciudadanía plena.
Para ello, en 1991 se creó el Servicio Nacional
de la Mujer (Sernam), mediante la Ley N°
19.023, cuyo objetivo es promover la igualdad de oportunidades entre hombres y
mujeres. Su misión institucional es diseñar, proponer y coordinar políticas, planes,
medidas y reformas legales conducentes a la igualdad de derechos y oportunidades entre
hombres y mujeres, disminuyendo las prácticas discriminatorias en el proceso de
desarrollo político, social, económico y cultural del país.
Desde su creación, el Sernam ha cumplido con dicho objetivo creando numerosas
reformas legales, políticas y programas destinados a eliminar las discriminaciones e
inequidades que afectan a las mujeres en nuestra sociedad.
Dentro de estas iniciativas encontramos:
En 1994, el Plan de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres marcó el inicio de los
esfuerzos de incorporación de género en las políticas públicas, que incluyó como
objetivo “mejorar la situación de salud de las mujeres”. Este fue actualizado para el
período 2000-2010.
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Para entender el contexto en que se dan los cambios los y las invitamos a leer el siguiente
artículo:
En el ámbito del trabajo, destacan las leyes que mejoran las condiciones laborales de las
trabajadoras de casa particular (fuero maternal, permisos, salario, jornada laboral) y a las
trabajadoras del comercio, además de la Ley N° 20.348, que establece igualdad de
remuneraciones entre hombres y mujeres.
Las mujeres se han beneficiado por varias leyes vinculadas a
la educación, que las empoderan y ayudan a eliminar las
desigualdades. Ahí encontramos la educación parvularia
obligatoria, jornada escolar completa, los doce años de
educación obligatoria y el derecho a la educación de las
adolescentes embarazadas y madres adolescentes, además
de las leyes de Inclusión y la Gratuidad en la Educación
Superior.
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Otro grupo de leyes que ha generado gran impacto es el que penaliza la violencia
doméstica y sexual, así como el tráfico de personas y el acoso sexual en el trabajo, leyes
que han contribuido a modificar el clima cultural frente a esas conductas machistas.
La ratificación de la Convención Interamericana de Belém do Pará (1998) marca un hito y
un derrotero para continuar avanzando en el derecho de las mujeres a una vida sin
violencia.
Esta Convención señala en su artículo 4:
Toda mujer tiene derecho al reconocimiento, goce, ejercicio y protección de todos los
derechos humanos y a las libertades consagradas por los instrumentos regionales e
internacionales sobre derechos humanos. Estos derechos comprenden, entre otros:
a. El derecho a que se respete su vida.
b. El derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral.
c. El derecho a la libertad y a la seguridad personal.
d. El derecho a no ser sometida a torturas.
e. El derecho a que se respete la dignidad inherente a su persona y que se proteja a su
familia.
f. El derecho a igualdad de protección ante la ley y de la ley.
g. El derecho a un recurso sencillo y rápido ante los tribunales competentes, que la
ampare contra actos que violen sus derechos.
h. El derecho a libertad de asociación.
i. El derecho a la libertad de profesar la religión y las creencias propias dentro de la
ley.
j. El derecho a tener igualdad de acceso a las funciones públicas de su país y a participar
en los asuntos públicos, incluyendo la toma de decisiones.
El derecho a que “se respete su integridad física, psíquica y moral” implica que las
mujeres deben ser tratadas con respeto a su dignidad humana y no deben ser sometidas
a torturas, ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. La Comisión
Interamericana de Derechos Humanos señaló la existencia de un estrecho vínculo entre
el derecho a la integridad personal y el derecho a la salud, de tal modo que la provisión
de servicios adecuados y oportunos de salud es una de las medidas principales para
garantizar el derecho a la integridad personal de las mujeres.
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Es obligación del Estado hacer efectivos los derechos que ha reconocido a nivel
internacional y en su ordenamiento jurídico interno. Además, debe desarrollar políticas
y generar las condiciones necesarias para avanzar en esa dirección a través de sus
distintos organismos, haciendo uso de sus atribuciones y considerando la multiplicidad
de instrumentos y mecanismos que sean necesarios; respondiendo así a los nuevos
desafíos sociales y culturales a los que se enfrenta el país.
Con el propósito de fortalecer esta tarea, en 2015 el Gobierno de Chile creó el
Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género y el Servicio Nacional de la Mujer y la
Equidad de Género (Sernameg), mediante la promulgación de la Ley N° 20.620.
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
El Minsal y la equidad de género en salud
Integrar un enfoque de equidad de género es de vital importancia para el Minsal y por eso
traspasa esta visión a su quehacer hacia la población chilena, los recursos humanos
sectoriales y el intersector. Incluso, se consideró expresamente la transversalización de
género en las Políticas de la Reforma en Salud (2000-2001).
La misión institucional del Minsal es:
“Fortalecer la Salud Pública y el Sistema Público de Salud con el objeto de avanzar
en más y mejor salud para las personas, abordar los determinantes sociales y
factores de riesgo de los problemas de salud más prevalentes, convocar al trabajo
intersectorial en la perspectiva de ‘salud en todas las políticas públicas’,
desarrollar e integrar las redes asistenciales para proveer servicios oportunos,
culturalmente pertinentes y de calidad, contemplando la promoción, prevención,
curación y rehabilitación, así como reducir sustantivamente las inequidades en
tanto acceso y resultados sanitarios, considerando la salud como un derecho
ciudadano”. (Gob.cl, 2017)
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Se creó la Unidad de Género Ministerial mediante Resolución exenta N° 136 (marzo 2015),
que tiene como objetivo “Lograr que todas las políticas, programas, documentos y
acciones del Ministerio de Salud incorporen una perspectiva de género y de derechos
humanos, es decir, que contribuyan a la igualdad y equidad entre mujeres y hombres, y a
la realización efectiva de los derechos en salud”. Esta Unidad ha articulado una red de
género en todo el Ministerio.
En la siguiente línea de tiempo se puede ver los principales hitos en la historia de políticas
y programas de salud de la mujer, salud sexual y salud reproductiva son los siguientes:
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
1924-1939 1953-1973 1974-1989
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
2007-2010 2011-2014 2014-2017
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Derechos sexuales y reproductivos
A través de diversos programas y políticas específicas, el Estado busca garantizar los
derechos sexuales y reproductivos de la población desde los años 60. Para lograr esto, el
Minsal formuló una Política de Planificación Familiar y luego estableció como una de las
dieciséis prioridades país la salud sexual y reproductiva. En 1991 creó el Programa de
Salud Materna y Perinatal, el cual fue modificado en 1997 y, que pronto se transformará
en un Programa de Salud Sexual y de Salud Reproductiva con enfoque de curso de vida.
Otras de las iniciativas que ejecutó el Minsal son:
Se modificó la reglamentación sobre esterilización voluntaria que permite a las
mujeres esterilizarse sin otro requisito que su sola voluntad, además del acceso de
mujeres y hombres a la esterilización quirúrgica en los servicios públicos de salud.
En el año 2000 se aprobó la Ley N° 19.688, que protege las estudiantes embarazadas y
madres, al asegurar su acceso y permanencia en el sistema escolar.
En 2001, se aprobó la ley sobre VIH/SIDA. Actualmente, la garantía de salud asegura la
atención y tratamiento gratuito a todas las personas que viven con VIH/SIDA.
En las Garantías Explícitas en Salud (Plan Auge) se incluyó la atención personalizada y
analgesia en el parto (2006), el tratamiento del cáncer cérvico uterino y de mamas
(2006), la depresión (2006), la atención dental de las mujeres embarazadas (2010) y la
protección especial a niñas y niños en caso de delitos sexuales (Ley 19617, modifica el
código penal, el código de procedimiento penal y otros cuerpos legales en materias
relativas al delito de violación 1999).
En 2007 se aprobaron las Normas sobre Regulación de la Fertilidad, que incluyen la
anticoncepción de emergencia y su utilización en los casos de violación y el Programa
de Salud Integral para Adolescentes
En 2010 se logró la aprobación de la Ley N° 20.418, que fija normas sobre información,
orientación y prestaciones en materia de regulación de la fertilidad, asegurando la
provisión de métodos anticonceptivos, incluida la anticoncepción de emergencia y la
educación sexual obligatoria en los establecimientos educacionales.
En 2010 se aprobó una Política de Equidad de Género en Salud, que explicita el interés
por construir una sociedad más equitativa e inclusiva, considerando la dimensión de
género también en Salud.
En 2012 se elaboró el Programa Nacional de Salud Integral de Adolescentes y se
fortaleció la estrategia de Espacios Amigables para adolescentes, que facilita el acceso
de la población de 10 a 19 años, al sistema de salud. Este programa se enfoca en la
calidad de la atención y las acciones de Salud Sexual y Reproductiva, de manera de
mejorar el acceso a consejería y uso de métodos anticonceptivos, además de generar
acciones preventivas en los establecimientos educacionales.
Desde 2014 se incorpora al Programa Nacional de Inmunizaciones, la vacunación
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
contra el Virus de Papiloma Humano. Esta iniciativa tiene por objetivo inocular a todas
las niñas que cursan 4º básico y 5º año básico, previniéndolas así de contraer cáncer
cérvico uterino.
Ley 21.030
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Historia de la interrupción del embarazo en Chile
1931 – 1989: En Chile estaba permitido que una mujer se sometiera a un aborto por
motivos terapéuticos. La autorización, que fue incluida en el Código Sanitario bajo el
gobierno del Presidente Carlos Ibáñez del Campo, fue reforzada en 1968 bajo el gobierno
del Presidente Eduardo Frei Montalva. Las condiciones para ello eran contar con la
autorización de dos médicos cirujanos y tener por objeto fines terapéuticos.
1989: Bajo el gobierno de Augusto Pinochet, se eliminó esa tradición médico–jurídica al
modificarse el artículo N° 119 del Código Sanitario en los siguientes términos: “No podrá
ejecutarse ninguna acción destinada a provocar el aborto” (Artículo 119). Con esto, la
interrupción del embarazo quedó absolutamente prohibida, tanto en la legislación
sanitaria como en la penal.
2015- 2017: En 2015 la Presidenta Michelle Bachelet ingresa el proyecto de ley que
despenaliza la interrupción del embarazo en tres causales. En 2017, a través de la
promulgación de la Ley N° 21.030, se despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo
en tres causales: gestación que coloque en riesgo vital a la mujer, embarazo con
diagnóstico de malformación congénita o adquirida incompatible con la vida extra uterina
de carácter letal, embarazo producto de violación.
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Durante la década de los 30, la mortalidad materna producto del aborto se convirtió en un
tema preocupante para el país, gracias al Movimiento Pro Emancipación de la Mujer
Chilena (Memch).
A contar del año 2000, en el contexto de la reforma del sistema de salud, se consagra el
enfoque biopsicosocial, con servicios centrados en las personas, la integralidad y la
continuidad de los cuidados en la atención en salud.
Con la creación del Programa Chile Crece Contigo, en 2007, incorporado en la ley 20.379
(Sistema Intersectorial de Protección Social, 2009), se establece el acompañamiento
biopsicosocial a las mujeres gestantes desde el primer control de su gestación y acciones
específicas a niñas y niños vulnerables en sus controles en el sistema de salud, los que son
apoyados hasta que ingresan al sistema escolar. Se estableció, además, el acceso
preferente de las familias vulnerables a toda la red de servicios y prestaciones sociales del
Estado.
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
El año 2006 se publicaron las Normas Nacionales sobre Regulación de la Fertilidad,
impugnadas ante el Tribunal Constitucional por incluir la anticoncepción de emergencia.
No obstante, el año 2010 se aprueba la Ley 20.418 que fijó las Normas sobre Información,
Orientación y Prestaciones en Materia de Regulación de la Fertilidad, asegurando el
acceso a todos los métodos modernos de anticoncepción, y legalizando el acceso a la
anticoncepción de emergencia.
Estas políticas sanitarias y los avances de la ciencia y el desarrollo científico, han permitido
que en el país se haya reducido la mortalidad por causa obstétrica, no obstante, los
abortos y pérdidas reproductivas que se siguen produciendo llevaron a la dictación de las
“Orientaciones técnicas para la atención integral de mujeres que presentan un aborto y
otras pérdidas reproductivas” (2011).
La ley Nº 21.030, al igual que las políticas públicas recién mencionadas, tiene por finalidad
resguardar los derechos de las mujeres, desde la niñez y adolescencia, ofreciendo una
adecuada protección para decidir sobre su vida, sobre su salud sexual y reproductiva,
atendiendo a sus necesidades, expectativas y derechos.
Con ello el Estado de Chile, además, cumple con la Convención sobre la Eliminación de
toda forma de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y diversos informes de Comités de
Derechos Humanos sobre el país lo venían recomendando1, en cuanto a reconocer este
derecho a las mujeres chilenas y ordenar la legislación nacional de acuerdo con los
estándares de derechos humanos universalmente reconocidos.
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Ante la pregunta ¿En cuáles circunstancias usted aprobaría el aborto? ¿Cuándo...? Las
respuestas positivas fueron:
La salud de la madre está en riesgo por el embarazo 76%
Existe una alta o total probabilidad que el feto no sobreviva 72%
La mujer ha quedado embarazada debido a una violación 71%
Es probable que el bebé nazca físicamente discapacitado 36%
Se tiene dificultades económicas y costaría mantener al nuevo hijo 20%
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Ante la pregunta general, ¿Ud. está de acuerdo o en desacuerdo con el proyecto del
gobierno que legaliza el aborto bajo 3 circunstancias específicas: inviabilidad del feto,
riesgo de salud de la madre y por violación?
Las respuestas fueron:
De acuerdo 71%
En desacuerdo 24%
Ni de acuerdo ni en desacuerdo 4%
No sabe, no responde 1%
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Itinerario del proyecto de ley
En la siguiente tabla podrás conocer en detalle el itinerario del proyecto de ley:
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
Esta norma garantiza que todas las prestaciones a las que tienes derecho las mujeres que
habitan en Chile y que se encuentren en alguna de estas situaciones específicas sean
entregadas de acuerdo a un estándar se seguridad, calidad y oportunidad, tanto en lo
psicosocial como en lo biomédico. Dialoga y se apoya en otras Normas y Orientaciones
Técnicas del Minsal, referidas a acciones y otras situaciones específicas relacionadas con
esta norma.
La implementación de la ley, en el sentido de la exigibilidad de los derechos establecidos
en ella, se inició a nivel de toda la red de Salud con fecha 22 de diciembre. Asimismo, ha
significado el fortalecimiento de las capacidades del Sistema Público de Salud a través de
la red de salud materno-fetal a lo largo de todo Chile (policlínicos de alto riesgo obstétrico,
ARO).
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Módulo I: Salud, género y derechos humanos
arreglo a la autonomía constitucional que a los grupos intermedios, incluidas instituciones
religiosas y establecimientos educacionales.
El requerimiento aceptado modificó el derecho a la objeción de conciencia establecida
originalmente sólo para el médico cirujano que realiza la interrupción del embarazo en el
pabellón, ampliándola al equipo profesional que participe en dicha interrupción. Al mismo
tiempo, estableció que una institución podrá invocar la objeción de conciencia.
Con este último tema hemos terminado la segunda Unidad del Primer Módulo, en el que
revisamos los derechos de la mujer y su relación con la Salud.
A continuación, los y las invitamos a realizar la primera evaluación del curso y a comenzar
con el segundo módulo.
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