POESÍA Y POEMA, INTRODUCCIÓN DE EL ARCO Y LA LIRA

(RESEÑA)

JORGE ARMANDO BERDUGO HERNÁNDEZ

UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO
SEMESTRE I

Paz, Octavio (2006). El arco y la lira. México: Fondo de cultura económica.

El comienzo está lleno de muchos adjetivos y de breves y variables definiciones sobre la

poesía; y dicha variabilidad apunta, intencionalmente, a no encasillarla en un solo concepto.

La introducción de El arco y la lira, titulado Poesía y poema, trata de aclarar, precisamente,

las nociones sobre estos dos aspectos.

Primeramente, busca esclarecer la esencia de lo poético y, de paso, plantear la diferencia

entre el poema y la poesía. Esta última, podemos leer, se presenta como una substancia

general, presente en todos los ámbitos de la vida. Apartándonos lejos de la idea popular de

concebir la poesía como elemento inherente, de modo exclusivo, a la presencia del poema.

Es más, en este punto se aclara que no toda versificación o utilización de la rima y el metro,

nos llevan al destino de la poesía. En este sentido, el poema es una creación que contiene

poesía y por ser creación, es un trabajo humano que, con el uso de técnicas y habilidades

propias del lenguaje, busca contener poesía o tener la posibilidad de ofrecer un instante

poético; consumado, lógicamente, en la comunión del lector con el mismo.

A continuación, Octavio Paz, que ha llegado a mostrar cómo el poema es un esfuerzo

por asir la poesía, expone las complicaciones de la crítica académica al realizar análisis que
desentrañen la esencia del poema, esto es, lo poético. Las complicaciones aparecen por lo

reductible que se vuelven los métodos de análisis. La estilística cegada por el juego verbal,

El psicoanálisis por los autores y sus engañosos juegos de egos y misterios; La sociología

por la moral de los pueblos y las razones políticas, etc. La crítica padece la heterogeneidad

del poema. Sin embargo, en esta introducción se determina la importancia de todos estos

métodos para analizar y acercarse a las obras poéticas.

Las nomenclaturas y las categorías, que intentan enmarcar las obras en un tiempo

histórico determinado y, de esta manera, diferenciarlas; es otro punto que ataca el autor. Es

así como empieza a adentrarse en una de las características claves del poema como es su

heterogeneidad. El poema, al condensar toda una serie de sensaciones permeadas por el

azar, al tratar de representar en una imagen la vertiginosidad de la poesía, al contener la

intencionalidad de lo humano; escapa a las camisas de fuerza de lo meramente retórico,

que hace de las obras géneros y clasificaciones.

Según Octavio Paz, el estilo, nacido de la reiteración o perfección de la técnica, nada

tiene que ver con la esencia de lo poético. Dicho esto, aclara que su intención no es negar

los estilos. Su intención es dejar en claro que el error es creer que la poesía, a través de

ellos, se puede leer en la historia y por eso se puede leer con eficiencia. Para empezar a

desenmascarar esta idea, explica el concepto de técnica. La misma técnica con la que se

puede hacer arte se usa, en muchas ocasiones, para realizar obras utilitarias. Compara una

estatua hecha de piedra (obra artística), con una escalera del mismo material (obra útil), y

de esta manera ejemplifica su idea y concluye que, la diferencia fundamental entre ambas

es la significación.
 Todos los elementos y conceptos que hasta aquí se tratan en la introducción, acerca de la

poesía y el quehacer poético, Paz los analiza y muestra cómo, según sus posibilidades,

pueden acercarse a la poesía o a la creación del poema. Pero este, cuando ya está

consumado, trasciende todos esos elementos. Finaliza con la imagen como destino creador

del poeta, y aclara que la imagen, enraizada en un leguaje, lo trasciende y alcanza el acto

poético.

La introducción acaba con preguntas abiertas que se refieren al decir poético. Preguntas

que el autor intentará responder en las páginas siguientes de El arco y la lira. Por ahora nos

advierte que todos estos análisis tienden a inmiscuir una cuota de filosofía, moral, teoría,

sociedad, entre otros; sin embargo, hay un instante en el que todo puede ser comprensible

consciente o inconscientemente (si se permite comprender de esta manera), y es en el

encuentro directo con el poema.