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Para el abordaje del contexto socio histórico les proponemos la lectura del texto de
Chiriguini (2003) “Del colonialismo a la globalización: procesos históricos y
Antropología”, en el cual la autora explicita las diferentes etapas de expansión
capitalista.
Una forma que les facilitaría ordenar la lectura de las diferentes etapas sería
que ustedes armen un cuadro recuperando las temporalidades y espacialidades; esto
les permitiría organizar qué sucesos/transformaciones ocurrieron en la Europa
occidental y modificaron la vida de los hombres en esas sociedades colonialistas, pero
también la de los otros, aquellos habitantes de las sociedades colonizadas.
Pensar en el surgimiento de las ciencias sociales implica dar cuenta de las condiciones de
posibilidad que permitieron tal surgimiento. Para comprenderlas como un nuevo campo de
producción de conocimiento que se va a encargar de dar respuesta a preguntas sobre lo se
conocerá como “problemas sociales”, más allá de las que daban la religión, la política, el
pensamiento filosófico o el “sentido común”, es necesario remitirnos a los cambios que se
fueron produciendo en Europa en los siglos XVIII, XIX y XX.
¿Cuáles fueron esos cambios? Nos referimos al desarrollo de nuevas relaciones con la
naturaleza, con el trabajo, entre los hombres y entre los estados. Esto en el marco de
invenciones tecnológicas progresivas (pensemos en los adelantos que permitió la máquina de
vapor de Watt en Inglaterra {siglo XVIII}, sustituyendo el uso de la energía humana y animal
por energía de vapor) que posibilitaron el surgimiento de nuevas formas de producción a gran
escala cuya cúspide fue el sistema capitalista industrial (precedido por el capitalismo
mercantil, siglos XV al XVIII -ver etapas en texto Chiriguini-), sistema en el que los cambios
no fueron solo en el plano económico sino también en el plano de lo político y en el
surgimiento de una nueva moral que legitimó el lucro y la acumulación de capital. Esto se vio
reflejado en la constitución de nuevas clases sociales.
Las ciencias sociales aparecen entonces a fines del siglo XVIII y en la primera mitad del
siglo XIX en el marco de la Revolución Industrial y la expansión progresiva de los países
europeos con mayor desarrollo hacia nuevos territorios. Los cambios en todos los niveles de
la vida social impactarán en la constitución de estas disciplinas y en las maneras en que
construirán sus objetos de estudio y realizarán diferentes interpretaciones teóricas sobre los
mismos. A su vez, el pensamiento producido por ellas (la sociología, la psicología, la
antropología, etc.) también trascenderá hacia ámbitos externos a la academia y será apropiado
de diversas formas por pensadores, políticos, planificadores, opinión pública.
Esto se sitúa en lo que en la clase Nº 1 designábamos como condicionamiento socio
histórico del conocimiento científico y podrá ser recuperado en los temas a tratar en
las diferentes unidades del Programa de la materia.
La Antropología como disciplina académica va a surgir a mediados del Siglo XIX, tomando
como “acto fundacional” la creación de la primera cátedra en la Universidad de Oxford en
1896. Fue presidida por Edward Burnett Tylor, quien ya había definido el concepto de Cultura
en 1871 y al que volveremos cuando nos ocupemos de este concepto en otras unidades. Sin
embargo, la “pregunta antropológica”, que no es privativa de esta disciplina, le antecede
desde la profundidad de la historia humana. Como afirma en su texto Chiriguini (2003),
citando a Krotz (1994), esta pregunta se refiere al asombro ante la diferencia en el encuentro
intercultural. En términos de Kaplan y Manners (1981): ¿Por qué estos hombres son distintos
de nosotros? y ¿cómo, en su infinita variedad, han llegado a ser lo que son? La Antropología
va a someter estas preguntas al método científico y a su criterio de autoridad y prestigio
crecientes, siendo la encargada, en el ámbito de las ciencias sociales -en una división del
trabajo con la Sociología, que se va a ocupar del “nosotros”-, de estudiar y dar cuenta de esos
seres humanos y esas sociedades “otras”.
En el recorrido histórico que hacen los autores de la bibliografía, vemos cómo en el proceso
expansivo del capitalismo mercantil de los siglos XVI y XVII, en los encuentros (asimétricos
y violentos) producidos durante la conquista de América entre colonizadores y aborígenes, la
pregunta sobre quiénes y cómo son estos grupos humanos está presente -incluso aquella que
indaga si son realmente humanos- en ambos grupos. La historia, que suele ser escrita por los
vencedores, ha dejado sobre todo testimonio de las indagaciones, reflexiones y conductas
consecuentes de los primeros. En el contexto de estos procesos de conquista, dominio y
colonización, que se expanden en nuevas oleadas hasta el siglo XX, la construcción de los
“otros” se sustentará en concepciones de mundo resultantes de esos procesos, que dividen a
este en pares de opuestos (europeos/no europeos; salvajes o primitivos/civilizados;
posteriormente, desarrollados/sub desarrollados; primer mundo/tercer mundo y otros).
Es en el siglo XIX, momento histórico de la segunda oleada expansiva del sistema colonial
capitalista -correspondiente al Imperialismo (identificar sus rasgos principales)- y en el marco
de las ideas evolucionistas que surge la disciplina y va conformando su objeto de estudio
primario, la variabilidad cultural, enfocándolo en el análisis de las sociedades socio
culturalmente diferentes a las europeas centrales que fueron sometidas al dominio de estas en
el proceso de expansión colonial. Podemos afirmar entonces que dicha expansión es una
condición necesaria -aunque no suficiente- para el desarrollo de la disciplina.
Para comprender las complejas relaciones entre estos dos procesos -una forma
histórica de relación entre sociedades y una disciplina en busca de su objeto- les
sugerimos que pongas tu atención sobre el concepto de situación colonial, formulado
por George Balandier (1973) y el análisis que sobre dicha conceptualización se
realiza en los dos textos indicados para la clase.
En las primeras décadas del siglo XX, consolidada la presencia europea en las colonias e
institucionalizado el sistema colonial, la Antropología realizará un giro en la
conceptualización de su objeto de estudio, basado en gran medida en el desarrollo de una
estrategia metodológica -la experiencia etnográfica- de aproximación y convivencia con los
grupos y pequeñas comunidades con los que trabajaba. A través de ella, se apuntará a hacer
visible la diversidad cultural en toda su complejidad y riqueza.
El impacto de los cambios históricos y los nuevos contextos sobre la mirada y la práctica de la
Antropología, testigo, en el contexto de la descolonización, de las variadas formas de protesta,
demandas, denuncias y lucha que expresaban los múltiples conflictos sociales; se tradujo en el
desarrollo de una mirada crítica sobre su práctica tradicional. Se produce un replanteo de
aproximaciones analíticas y metodológicas y, particularmente, de la mirada respecto a la
otredad cultural. Con la formación de antropólogos locales en las primitivas colonias y la
práctica de la disciplina en las propias sociedades de origen de los antropólogos nativos de las
metrópolis, la pregunta que surge es ¿quién son los otros aquí y ahora?, cuando la diferencia
cultural no es radical o no se localiza en un lejano y exotizado habitante de un confín del
mundo sino que aparece en sectores de la propia sociedad. Cuando aún esos “otros lejanos”
habitan entre “nosotros” por procesos de migración laboral, política, de refugio. Cuando, al
ser nativos de las antiguas colonias y por lo tanto percibidos como pertenecientes al universo
de los “otros”, los antropólogos locales se preguntan a sí mismos ¿pertenecemos al
“nosotros” o somos “otros”? ¿Quién define la otredad en esas condiciones? ¿Desde qué
nosotros se determina quiénes son los “otros”?
En este contexto, los cambios históricos, la nueva percepción de la realidad y los procesos de
auto conciencia de los propios antropólogos van a llevar a poner el foco en el registro de las
relaciones de poder y desigualdad y los vínculos entre diferencias culturales y desigualdades
sociales. Esto implica interpretar los fenómenos sociales contextualizándolos y analizando las
diferencias en los procesos históricos de dominación, explotación y exclusión, y también
entendiendo las realidades sociales concretas, localizadas y particulares donde estos se
producen.
Para comprender estos fenómenos y categorías te aconsejamos la lectura del
apartado “Antropología y la construcción de la otredad: diversidad y desigualdad”
en el texto de Chiriguini (2003).
Para descolonización:
Para globalización:
Bibliografía Principal: