Sunteți pe pagina 1din 3

Reacción internacional

ante la agresión alemana


(1933–1938)
POLÍTICA EXTERIOR ALEMANA, 1933-1945
 Otros artículos

 Comentarios

Hitler observa un desfile que celebra la reintegración de la región de Saar a Alemania.


Territorio de Saar, Alemania, marzo de 1935.
— US Holocaust Memorial Museum

 FOTOGRAFÍA
 MAPAS

 PELÍCULA HISTÓRICA

Después de la llegada de los nazis al poder, el


gobierno de Adolf Hitler condujo una política
exterior que apuntaba a la incorporación dentro
del Reich de personas de etnia alemana
(Volksdeutsche) que vivían fuera de las fronteras
de Alemania, a la dominación alemana de Europa occidental y a la adquisición de un vasto
y nuevo imperio de "espacio para vivir" (Lebensraum) en Europa oriental. Hitler calculaba
que la concreción de la hegemonía alemana en Europa demandaría entablar una guerra,
especialmente en Europa del Este. Los eslavos “de raza inferior” deberían ser expulsados
hacia el Este de los Urales, o de lo contrario esclavizados o exterminados. Además de la
adquisición del Lebensraum, Hitler preveía que la “expulsión hacia el Este” destruiría el
bolchevismo.

De 1933 a 1938, Konstantin von Neurath, diplomático de carrera conservador, se


desempeñó como ministro de Relaciones Exteriores de Alemania. Durante su mandado,
Alemania condujo una política revisionista dirigida a vencer las restricciones impuestas
sobre ella por el Tratado de Versalles y a quitarle la iniciativa diplomática a Gran Bretaña y
Francia. Alemania se retiró de la Liga de Naciones, comenzó un rápido rearme, firmó un
pacto de no agresión con Polonia, volvió a adquirir el territorio de Saar mediante un
plebiscito, ayudó militarmente a los partidarios de Francisco Franco en la Guerra Civil
Española y volvió a militarizar la región del Rin.

De 1938 a 1945, Joachim von Ribbentrop, miembro del partido nazi y ex embajador en Gran
Bretaña, tuvo el cargo de ministro de Relaciones Exteriores. Durante estos años, Alemania
afianzó sus vínculos con la Italia fascista y con Japón al firmar el Pacto Anti-Comintern,
dirigido a combatir el comunismo internacional, el Pacto de Acero (con Italia) y el Acuerdo
de las Tres Potencias (con Italia y Japón).

En 1938, Alemania adquirió nuevos territorios mediante la amenaza de guerra. En febrero,


Hitler presionó al canciller austríaco Kurt Schuschnigg para que firmara el acuerdo
austríaco-alemán (Berchtesgaden Diktat) que incorporaba nazis al gabinete austríaco. El
mes siguiente, Alemania llevó al cabo el Anschluss, la anexión de Austria. Entonces, Hitler
comenzó a exigir una solución de la crisis de los Sudetes, un conflicto sobre la región
homónima de Checoslovaquia ocupada mayormente por personas de etnia alemana. El 30
de septiembre de 1938, el Primer Ministro británico Neville Chamberlain (defensor de la
pacificación), el Primer Ministro francés Edouard Daladier, el Primer Ministro italiano
Benito Mussolini y Hitler firmaron el Pacto de Munich, mediante el cual se cedían los
Sudetes a Alemania. En marzo de 1939, Alemania ocupó y desmembró el resto del estado
checoslovaco.

En agosto de 1939, Ribbentrop firmó el pacto alemán-soviético de no agresión. Este acuerdo


fue un alejamiento temporario de la política exterior de Alemania, que era normalmente
anticomunista, y permitió a Hitler la libertad de atacar Polonia el 1 de septiembre de 1939
sin temor a la intervención soviética. Gran Bretaña y Francia, aliados de Polonia, declararon
la guerra a Alemania el 3 de septiembre de 1939. La agresiva política exterior de Hitler
causó el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Zelda: https://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10007918

S-ar putea să vă placă și