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GESTACIÓN SUBROGADA

DEFINICIÓN

La maternidad subrogada es cuando una mujer carga el embarazo y da a luz


a un bebé que le pertenece a otros padres genéticamente y legalmente.
También se utilizan los términos madre gestacional y vientres de
alquiler para referirse a esta técnica de reproducción asistida. Para alcanzar
el embarazo de la madre portadora, se utiliza la fecundación in
vitro o inseminación artificial, dependiendo del caso.

Existen diferentes tipos de maternidad subrogada según el objetivo de la


madre que aporta el vientre y el factor monetario de por medio. También
puede categorizarse según la composición genética del bebé (quiénes
aportan el óvulo y el espermatozoide).

TIPOS DE GESTACIÓN SUBROGADA

 Tradicional – La madre gestacional aporta también su óvulo, pero el


espermatozoide proviene del padre que solicita la subrogación o de
un donante. El bebé es concebido por medio de inseminación
artificial o fecundación in vitro.
 Gestacional – Cuando el óvulo y espermatozoide son aportados por
la pareja que solicita la subrogación. En estos casos, la mujer
embarazada no tiene ninguna relación genética con el bebé, y se le
conoce como madre portadora o madre gestacional. Este embarazo
se alcanza mediante fecundación in vitro.

CLASIFICACIÓN SEGÚN LAS FINANZAS

 Altruista – Cuando la mujer que lleva el embarazo lo hace sin ánimo


de lucro, es decir, no obtiene remuneración o pago por sus servicios.
Los padres biológicos se suelen responsabilizarse por los gastos
médicos y legales, y es posible que se incluya compensación por
otros aspectos que afectan el bienestar del embarazo y la madre
portadora, como atención psicológica y alimentación, o son
necesidades directamente relacionadas con el embarazo, como ropa
maternal.
 Lucrativa – Cuando la madre gestacional ofrece llevar el embarazo a
cambio de una suma de dinero. En este caso, las madres suelen
trabajar por medio de una agencia especializada en maternidad
subrogada. El monto a recibir varía según el contrato negociado, y
suele contemplar pagos adicionales para embarazos múltiples y de
alto riesgo.
SITUACIÓN EN NUESTRO PAÍS:

El tratamiento legal de la madre subrogada ofrece tres grandes opciones:


desde países que prohíben esta práctica (como España) a otros que la
regulan para determinadas situaciones (Holanda) y quienes la fomentan
abiertamente (India).

En nuestro país la gestación subrogada es ilegal. El artículo 10 de la Ley


14/2006, de 26 de mayo, sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida
establece que el contrato por el que se convenga la gestación, con o sin
precio, a cargo de una mujer que renuncia a la filiación materna a favor del
contratante o tercero es nulo de pleno derecho.
Sin embargo, la Instrucción de 5 de octubre de 2010 de la Dirección General
de los Registros y el Notariado ha dejado sin contenido efectivo la
prohibición de la gestación subrogada al contemplar la inscripción en el
Registro Civil de niños frutos de esta técnica, siempre que el procedimiento
se haya llevado a cabo en un país en el que dicha técnica esté regulada,
que uno de los padres sea español y que exista una resolución judicial que
garantice, entre otros aspectos, los derechos de la mujer gestante. En la
anotación que se haga en nuestros registros no figurará el nombre de esta
mujer.
Esto crea una importante discriminación entre aquellos españoles que se
pueden costear el tratamiento fuera de nuestras fronteras y los que no
pueden hacerlo.

TURISMO REPRODUCTIVO

Puede definirse como el desplazamiento de un individuo o pareja desde su


país de origen a otro país, para acceder a los diversos tratamientos de
reproducción. Este turismo también deja entrever la idea de que la
reproducción humana es un objeto del comercio. El turismo reproductivo da
lugar a diferentes problemas. Especialmente se produce respecto a los
niños nacidos en Rusia12, Ucrania o la India (según la normativa vigente en
la India, a los niños nacidos a través de gestación por sustitución se les
extiende un certificado de nacimiento) donde figura la gestación por
sustitución, se les extiende un certificado de nacimiento donde figura el
nombre del padre, quien aportó el gameto masculino y como nombre la
madre subrogante. El niño se encuentra en un limbo jurídico, vulnerando el
art. 3 de la Convención sobre los derechos del niño realizado en Nueva York
el 20 de noviembre de 1989.
Caso contrario es cuando el acuerdo se ha realizado en un país como EE.UU.
y conforme a las normas de ciudadanía, el niño que nace allí adquiere la
ciudadanía de Estados Unidos y por lo tanto podrá viajar de regreso a su
país con un pasaporte estadounidense. Las dificultades comienzan cuando
regresan y los comitentes procuran la inscripción del certificado de
extranjero y esto es denegado por razones de orden público. Como
consecuencia de esta situación, el niño es residente en un Estado que no
reconoce a sus padres como padres legales, lo que afecta al derecho del
niño a la afiliación, adquirir una nacionalidad, el derecho del niño a la
identidad.
Prueba de ellos se encuentra el caso de los mellizos M&M resuelto por la
Corte de Apelación de Lieja.
No obstante, no sucedió lo mismo en Francia, con el conocido caso
Mennesson.
A FAVOR:

Para asegurar que las condiciones se den de tal modo, la legislación añade
varios puntos que buscan limar las desigualdades entre solicitantes y la
gestante: debe ser mayor de 25 años, con un mínimo nivel de ingresos y
haber tenido al menos un hijo con anterioridad. Ninguna mujer podría
repetir. La idea es evitar abusos y asegurar el altruismo, evitando que
mujeres desesperadas a nivel económico pongan sus cuerpos a servicio.

La práctica existe y, en la actualidad, quienes desean tener un hijo por esta


vía tienen que recurrir o bien al mercado negro (demasiado arriesgado) o
bien al extranjero. Y los costes de todo ello son muy altos: en Canadá, por
ejemplo, además del viaje, la cifra puede ascender hasta los 16.000 euros.
Naturalmente, es un privilegio que a día de hoy sólo se pueden permitir
familias adineradas con los recursos necesarios para ello.

EN CONTRA:

Contrarios a esta figura argumentan que se trata de contratos inmorales y


que de celebrarse un convenio de esa naturaleza, sería nulo, por estar las
personas fuera del comercio, no pudiendo ser las mismas objeto de
relaciones jurídicas, ya que a ello se opone su dignidad y el respecto al ser
humano. Para otros supone una explotación de la mujer, debido a que
conlleva a la utilización de las mujeres pobres por las ricas o la utilización de
las mujeres de países del tercer mundo, por las mujeres del primer mundo.

Y los que piensan que la maternidad es un proceso natural, por lo que al


incorporar otras variables se desnaturaliza este proceso tornándose
moralmente inaceptable. Este escenario ha dado lugar a su rechazo, pues
consideran que las mujeres son manipuladas como si fuesen cautivas,
siendo ésta una forma más de apropiación, control y explotación de la
mujer. La Organización Panamericana de la Salud (O.P.S.), afirma que la
mujer que actúa como madre subrogada apremiada por su situación
económica, no establece una relación contractual entre iguales. Otro
añadido es que el precio es bastante alto, lo cual restringe la posibilidad de
acceder a ella solo a personas que tengan suficientes recursos económicos.
También existe el argumento que la madre subrogada plantea problemas de
difícil solución en el caso de aborto6 o que a libertad de disposición del
cuerpo no puede incluir la comercialización del proceso generativo,
sometiendo la voluntad de la mujer a cláusulas limitativas de su libertad
respecto al desarrollo del proceso gestacional y de las decisiones que deban
tomar respecto al feto mientras dure la gestación.

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