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TEOLOGÍA ADVENTISTA
Abstract
The history of the interpretation of the biblical text is also the history of the
Christian church; it means, the way in which the biblical text was approached determined
the directions of the church. Hermeneutics, the discipline in charge of interpretation, uses
a worldview, a methodology and certain presuppositions to arrive at a certain
interpretation. Throughout history these three variables have changed: from the schools
of Antioch and Alexandria, through the dogmatics and scholasticism of the Catholic
empire, to the positioning of biblical criticism, the biblical text has been studied using the
presuppositions of Greek philosophy and as a methodology the literary approach with a
marked rationalist background.
However, from the 20th century to the present day, hermeneutics has undergone
an epistemological turn from text to reader. The meaning would no longer be searched
for in the text but in the reader. With phenomenology and existentialism as a theory,
making explicit philosophical presuppositions became the objective of the interpretative
task. Therefore, when reflecting on the variables of the hermeneutic turn, some
introductory questions arise to the contemporary hermeneutic task: why are there so
many philosophical, scientific, Christian theories or visions of reality? What is the
ultimate foundation of the differences between them?
Introducción
El giro hermenéutico
punto de ser una palabra celebre en el medio de las disciplinas literarias y humanistas que
es bastante claro: “disciplina que estudia los principios de interpretación”, o “la ciencia
devenir histórico,3 el cual – de forma inductiva – proporcionará una base para abordar el
escolástica, del imperio católico, por parte del iluminismo.4 El abanderado de este
1
Juan R. Coca, Impacto de la Hermenéutica analógica en las ciencias humanas y
sociales (Huelva: Hergué Editorial, 2013), 73-86; Marcos Aguilar, “Diálogos sobre la
filosofía contemporánea, modernidad, sujetos y hermenéutica”, VII congreso Nacional
(Cuernavaca: UNAM, 1995); Joseph Margolis,The Arts and the Definition of the Human.
Toward a Philosophical Anthropology (Stanford: Stanford University Press, 2009), 93-
122; Martin Heidegger, Carta sobre el humanismo (Buenos Aires: Ediciones Huascar,
1977), 74-98.
2
Martínez, 16-20.
4
movimiento – en el área de la filosofía y la epistemología científica – fue Renè Descartes,
quien propuso a la razón humana como el medio para conocer toda verdad, y la duda
No sólo esto, sino que el desplazamiento que se inició en la edad media6 se tornó
interpretación ‘del texto’, tanto escrito como hablado o inclusive actuado,8 sería
modificada esencialmente.
Osborne, 465-99.
8
Martínez, xx. El comienzo de la historia de la hermenéutica en su acepción
moderna en el siglo XVIII en adelante, no hubo una distinción entre la aplicación de los
mencionados principios hermenéuticos entre literatura “profana” y “sacra”.
En el siglo XVIII la hermenéutica utilizó los clásicos métodos filológicos, de esta
manera la meta del intérprete era discernir el contenido textual total plasmado en el texto;
esto a través de la asociación con la intención del autor, la que se encontraría enraizada
acercaba al significado del texto, pues este era considerado como una entidad objetiva y
embargo, en 1967 el crítico literario Paul De Man advirtió que la crisis metodológica
había llegado al criticismo: “La reglas y convenciones que rigen la disciplina de la crítica
que las convertimos en la piedra angular del edificio intelectual han sido tan maltratadas
que todo el edificio amenaza con derrumbarse.”12 Observó que dicha crisis se debió a la
9
Ibíd.
11
realidad; las que, por su propia naturaleza, siempre estarían sujetas a sensibles varianzas,
dado que la realidad sería un ente variante. Sin esta premisa impuesta en el texto, toda la
De Man, 3-4. En la actualidad los estudios a través del criticismo histórico se han
enfocado en dos niveles: el “significado” y la “relevancia”. Con significado se refieren a
la búsqueda del contenido (sensus literalis) comunicado a través de signos lingüísticos
usados por el autor, no con el aspecto mental o sicológico (intención inconsciente a la que
difícilmente tiene acceso el lector), envuelto en el proceso de escritura. Además de
invariable, este contenido es la meta de la interpretación, puede ser determinado sólo en
contexto y suele ir más allá de los límites de la intención del autor humano, es decir, de
aquello que quiso comunicar. La relevancia, en cambio, es la relación que se hace de ese
“significado” con el contexto contemporáneo; esta “relevancia” puede variar según las
características de cada contexto. De modo que por “significado” aquí se refiere no a la
contextualización del contenido del texto, sino a su “sentido verbal”, aunque ambos
aspectos pueden ser inseparables.
14
Véase Raúl Kerbs, “El método histórico-crítico en teología: En busca de su
estructura básica y de las interpretaciones filosóficas subyacentes (parte I)” en
DavarLogos 1 no. 2 (2002): 105-123.
Al mismo tiempo, Schleiermacher,15 al analizar las premisas16 del criticismo,
advirtió que bajo esta filosofía hermenéutica – concebir a la hermenéutica como una tarea
metódica científica, racional, objetiva, neutral y práctica que garantice una interpretación
(precisión, inducción y verificación), son usados en todo este proceso crítico. Por lo
verdad histórica.18 Es decir, aunque por mucho años el criticismo bíblico fue la
15
Friederich Schleiermacher (1768-1834), pionero intelectual de la nueva tarea y
enfoque de la hermenéutica. Considerado el padre de la hermenéutica moderna, fue quien
habría no sólo de ampliar el uso de la hermenéutica a otras clases de textos, sino también
precursar su teorización filosófica. Enfatizó inquietudes propias de la hermenéutica
filosófica contemporánea con dos siglos de antecesión: ¿cómo se entiende un texto?
¿Cómo ocurre la comprensión en sí? Propuso que la tarea de la comprensión debe ir más
allá de la mera exégesis gramático-filológica; postulados básicos de lo que se conocería
después como “la nueva hermenéutica”, fundamentada en el sentimiento religioso y
anclada mayormente en la subjetividad del autor y del lector; Paul Ricoeur, “La tarea de
la hermenéutica”, en Exégesis: Problemas de método y ejercicios de lectura, eds.,
François Bovon y Grégoire Rouillir, trad. J. S. Croatto (Buenos Aires: Aurora, 1978),
221-25.
16
Entre las premisas fundamentales también están dos que cabe mencionar: a)
considerar la intención del autor como la única base de la identidad textual y meta de la
interpretación, y b) considerar el lenguaje como un medio de comunicación objetivo,
idóneo y, por lo tanto, capaz de comunicar ideas claras y distintas; es decir, una verdad
verbal, literal, invariable o unívoca. Martínez, 84.
17
Esta es la síntesis del pensamiento del llamado “segundo Schleiermacher”, véase
Mauricio Beuchot, “Perfiles esenciales de la hermenéutica: hermenéutica analógica”,
http://www.ensayistas.org/critica/teoria/beuchot/ (consultado: 22 de Julio 2017).
18
Esta fue la tendencia de hermeneutas protestantes tales como Rudolf Bultmann,
Neues Testament und Mythologie: Das Problem der Entmythologisierung der
neutestamentlichen Verkundigung (Berlín: Chr. Kaiser,1941) en su proyecto de
metodología interpretativa definitiva, habría de ser cuestionada en torno de sus
En este sentido, a partir de finales del siglo XIX hasta la actualidad, se comenzó a
criticar y dudar del “exceso de racionalismo” del criticismo histórico. Personajes célebres
bíblico.
del autor; sus presupuestos teóricos: análisis del lenguaje y de la verdad; así como sus
filosófico posmoderno son: Martín Heidegger (1889-1976), quien fue sucedido por su
21
Georges Reyes Archila, “La interpretación poética y los métodos históricos
críticos”, Kairós (1999): 53-78; Kerbs, “El método histórico-crítico en teología: En busca
de su estructura básica y de las interpretaciones filosóficas subyacentes (parte II)”
DavarLogos 2 no.1 (2003): 1-27. Aunque hubieron quienes se resistieron a este cambio,
un destacado ejemplo es Eric D. Hirsch Jr., Validity in Interpretation (Chicago:
University of Chicago Press, 1976).
gnoseología y de la filosofía del lenguaje, transformándose así en el eje del pensamiento
filosófico contemporáneo.22
deben ser analizados por ciencias humanas en lugar de las disciplinas literarias, a su vez
estará en comprender algo, pues la comprensión está implícita en nuestra manera de ser-
Dada la evidente lejanía cultural entre el autor y el lector, este último procede al texto con
22
Otros autores que contribuyeron, desde sus campos de estudio, en este cambio
fueron Jürgen Habermas, The Philosophical Discourse of Modernity (Cambridge: The
MIT Pres, 1985) y Jaques Derrida, The Post Card: From Socrates to Freud and Beyond
(Chicago: University of Chicago Press, 1987).
23
conocer el significado inherente del autor, pues el “significado provisto por el autor se ha
Tabla 2
del texto o el acto de traer un significado al texto de acuerdo a la situación del lector? Si
el lector provee el paradigma para entender el texto ¿cuál es el lugar del texto en sí
texto; ¿en cuál de estos dos elementos está la prioridad para entender el significado del
texto? Por ello, para conocer el proceso de construcción del significado es necesario antes
26
Osborne, 24.
Como se puede notar, esta dificultad hermenéutica engloba un fuerte matiz
filosófico, lo que no sugiere que la solución para este dilema engloba una propuesta
El texto es el objetivo final del autor y el objeto de estudio del lector, entonces si
tendría que haber una teoría hermenéutica, debería estar basada en el texto.
Desafíos contemporáneos
https://urielarevalo.wordpress.com/2013/07/28/teologia-contemporanea-los-principales-
desafios-hoy/
27
Craig Bartholomew, “Uncharted Waters: Philosophy, Theology and the Crisis in
Biblical Interpretation” en Renewing Biblical Interpretation, eds., C. Bartholomew, C.
Greene, K. Möller (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2000), 5.