Sunteți pe pagina 1din 56

EL TAWANTINSUYU Y EL PATRÓN DE

ASENTAMIENTO PROVINCIAL

Miguel Antonio CORNEJO GUERRERO*

Resumen

EI entendimiento dei Patrón de Asentamiento dei Tawantinsuyu, implica co-


nocer no solo el Cusco, sino, sobre todo, los intereses dei inka en sus pro-
víncias y las formas de estrategias políticas dei Estado inka aplicadas a las
poblaciones conquistadas. Este trabajo presenta una visión sucinta dei Ta-
wantinsuyu, para luego, definir y describir cuatro casos de asentamientos
inkas provinciales. Pachacamac y Yauyos son dos províncias inkas investi-
gadas por el autor en la costa y sierra central dei Perú; Manchac es un cen-
tro administrativo en la ceja de selva en la frontera de Ancash y Huánuco;
Waqrapukara es un importante santuario en Acos, Cusco que ayuda a en-
tender la importancia de la arquitectura religiosa en el Tawantinsuyu provin-
cial. Los cuatro casos reforzaran la propuesta de patrón de asentamiento
provincial que usó el Estado inka como estrategia para la conquista y conso-
lidación de su poder en sus províncias.

Abstract

Tawantinsuyu (the inka Empire) and the inka Provincial Settlement Pattern
Understanding the settlement pattern of Tawantinsuyu, includes not only
knowing about Cusco, but above ali, understanding the interests of the inka
in their provinces and forms of inka state political strategies applied to the
conquered populations. This paper presents a brief overview of Ta-
wantinsuyu, the inka Empire then, defines and describes four cases of pro-
vincial inka settlements. Pachacamac and Yauyos are two inka provinces
investigated by the author on the coast and central highlands of Peru.
Manchac is an administrative center in the jungle on the border of Ancash

* Australian National University, Sección Nacional dei IPGH en Perú.


114 Revista de Arqueologia Americana No. 31

and Huánuco. Waqrapukara is an important sanctuary in Acos, Cusco helps


understand the importance of religious architecture in the provincial Ta-
wantinsuyu. The four cases reinforce the proposed provincial settlement pat-
tern used by the inka state as a strategy for the conquest and consolidation
of power in their provinces.
Key words: Tawantinsuyu, inka, Province, Settlement Pattern.

Résumé

Tawantinsuyu (/'empire inca) et te schéme d'étab/issement provincial


Comprendre le schême d'établissement du Tawantinsuyu, y compris non
seulement Cusco, mais surtout les intérêts deslnca dans leurs provinces et
des formes stratégies politiques inca appliquées aux populations conquises.
Ce document présente un bref aperçu de Tawantinsuyu, l'empire inka, suivi
de la définition et la description de quatre établissements provinciaux Inca.
Pachacamac et Yauyos sont deux provinces inkas étudiées par l'auteur sur
la côte et les hautes terres du centre du Pérou. Manchac est un centre admi-
nistratif dans la jungle à la frontiêre d'Ancash et Huánuco. Waqrapukara est
un important sanctuaire dans Acos, Cusco qui aide à comprendre
l'importance de l'architecture religieuse dans le Tawantinsuyu provincial. Les
quatre cas renforcent le modele de schême d'établissement provincial propo-
sé utilisé par l'État inca comme une stratégie pour la conquête et la consoli-
dation du pouvoir dans leurs provinces.

Resumo

O Tawantinsuyu e o padrão de assentamento provincial


Compreender o padrão de assentamento de Tawantinsuyu implica conhecer
não apenas incluindo Cusco, mas acima de tudo, os interesses do inka em
suas províncias e as formas de estratégias políticas do Estado inka aplicads
as populações conquistadas. Este artigo apresenta um breve panorama do
Tawantinsuyu, para então, definir e descrever quatro casos de
assentamentos provinciais Incas. Pachacamac e Yauyos são duas
províncias inkas pesquisadas pelo autor no litoral e no planalto central do
Peru; Manchac é um centro administrativo na selva na fronteira de Ancash e
Huanuco; Waqrapukara é um importante santuário na Acos, Cusco, que
ajuda a compreender a importância da arquitetura religiosa no Tawantinsuyu
provincial. Os quatro casos reforçam a proposta de padrão de assentamento
provincial proposto utilizado pelo Estado Inca como uma estratégia para a
conquista e consolidação do poder em suas províncias.
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 115

EI Tawantinsuyu

EI Tawantinsuyu fue el estado más extenso dei continente americano, con


características imperiales andinas, vigentes hasta la !legada de los espario-
les. Se desarrolló sobre bases culturales tempranas, como Marcavalle (1000
a.C.), más adelante aparecerían Qotacalli, Killke y Lucre.
Es probable que los inkas recorrieran mucho tiempo antes de establecer-
se en el Cusco. Debieron pasar primero por Pacaritambo, Guainacancha y
Guanacaure. La cultura inka surgió como una síntesis de antiguas costum-
bres y tradiciones de los pueblos andinos.
En su máxima extensión, en el gobierno de Huayna Cápac, el Tawantin-
suyu abarcó desde el Surde Colombia hasta el centro de Chile y desde Boli-
via hasta el noreste de Argentina. De esta manera, la frontera Norte era el río
Ancasmayo en Pasto (Colombia) y, en el Sur, el río Maule (Chile). EI centro
mayor de poder y asiento de la élite incaica fue la ciudad dei Cusco, lugar de
su primitiva localización y punto desde el cual iniciaron la expansión por to-
dos los Andes. A medida que extendían su dominio, los inkas fueron estable-
ciendo núcleos o centros administrativos, siguiendo el modelo cusqueiio de
organización, dominando una población que se estima entre 9 y 15 millones.
La gran expansión incaica se llevó a cabo durante el sigla xv en casi toda
la región de los Andes y logró, finalmente, imponerse, tanto en forma bélica
como pacífica, sobre distintos pueblos como los chancas, los lupacas, los
collas, los huancas, los yauyos, los chinchas, los ischma, los chancay y los
chimúes entre otros.
Los inkas fueron desarrollando y extendiendo su propia cultura expresa-
da, entre otras cosas, a través de un identificable estilo artístico en la cerámi-
ca, la arquitectura y la textilería. Todo parece indicar que, durante la primera
mitad dei sigla xv, en el valle dei Cusco y sus vecindades se cultivaron es-
pecies muy valiosas en la economía andina, como la coca, el maíz, el ají y la
papa.
Los inkas conquistaron el Tahuantinsuyo en un lapso aproximado de 100
anos. Durante ese tiempo contaron con un gran ejército y con una organiza-
ción política bien estructurada que incluía un sistema de tributos para que los
súbditos pagaran una serie de obligaciones con el Estado. También tenían
una estupenda red de caminos, un idioma en común y una serie de expre-
siones religiosas y artísticas que utilizaron para cohesionar el Tawantinsuyu.
116 Revista de Arqueologia Americana No. 31

Cronología

Muchos autores (e.g. Rowe 1946:199-200; Schaedel 1978:112-114; Espino-


za 1987:111; Williams 1980:527) consideran dos periodos en la cronología
inka, temprano y tardío. Sin embargo, existen algunas dificultades en esta
interpretación, algunos académicos aceptan el periodo temprano entre 1200
y 1438 DC, que fue el tiempo de la evolución política dei estado inka dentro y
en los alrededores de Cusco. EI periodo tardío empezó en 1438 en el reina-
do de Pachacútec, cuando el imperio se expandió, terminando en 1533 con
la conquista espafiola. Sin embargo, Adamska y Michczynski (1996) usaron
fechados radias carbónicos para establecer independientemente la expan-
sión inka, resultando que esta se inició muchas décadas antes de 1438.
La derrota de los chancas y la ascensión de Pachacútec le otorgan la
posibilidad de iniciar la gran etapa de expansión territorial y de conquistas,
que llevan ai apogeo y dominio dei Tawantinsuyu, 100 anos antes de la con-
quista espafiola.

Política

La estructura dei Tawantinsuyu se va definiendo con la incorporación de una


gran variedad de unidades políticas a través de los Andes sudamericanos,
incluyendo una variedad de complejos políticos, religiosos y sociales en todo
el territorio.
EI gobierno comprende una diarquía de dos inkas gobernando simultá-
neamente en una sola monarquía, EI Sapainca en el Hanan Cusco y el gran
sacerdote dei Sol, en el Hurin Cusco (Espinoza Sariano 1987:297;
Rostworowski 1988:227-228).
EI Sapa inka fue el supremo líder, el divino rey, el hijo dei Sol, quien re-
presentaba ai dias creador (Viracocha) en la tierra. EI inka estaba apoyado
por un complejo aparato político, que comprendía a orejones (miembros de
las nobles panacas) y una gran fuerza militar. Adicionalmente, el inka desig-
naba a cuatro personajes importantes, llamados Apokunas, quienes eran las
cabezas de los cuatro suyus (Chinchaysuyu, Antisuyu, Collasuyu y Contisu-
yu) y lo asistían en la realización de sus decisiones.
Las crónicas afirman que Huayna Cápac viajaba ai Cusco cuando se
enfermó, se supone que de viruela (una epidemia que llegó a los Andes con
los primeros viajes de Pizarro). Como la sucesión no fue totalmente dinásti-
ca, ni monárquica, se inició un complicado proceso. Los cronistas afirmaron
que el inka debía ser elegido en el templo por el Sol; esta indica un procedi-
miento ritual de sucesión.
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 117

AI inka Huayna Cápac lo debía de suceder Ninan Cuyochi, sometido a un


ritual oracular o kallpa, donde la forma que adquirían los pulmones de un
camélido sacrificado ai inflarse mostraba la opinión de la divinidad. AI morir
Huayna Cápac, su primogénito y sucesor, también murió. La panaca de
Huayna Cápac presenta a Huáscar como heredero de la Mascaypacha,
quien también recibió el ritual de la kallpa, pero Atahualpa, general e hijo
preferido de Huayna Cápac con una concubina de Quito; quedó disconforme
y se iniciaron los conflictos internos. Atahualpa no tuvo el ritual de la kallpa
para Atahualpa. EI conflicto estalló luego de una serie de embajadas envia-
das por ambos. Un primer ejército de Huáscar venció a Atahualpa en
Tumipampa y lo apresó.
La caída dei Tawantinsuyu se debió, como en Roma a factores internos y
externos. Los factores externos se pueden explicar por la invasión espaüola
a los Andes, junto con las epidemias que trajeron a América, como la viruela,
que incluso llegó a los andes antes que los mismos espanoles. Los factores
internos se explican por la guerra ritual, pero fratricida entre Huáscar y
Atahualpa, y por la descomposición que causo la misma en los pueblos con-
quistados.

Sociedad

La sociedad inka fue muy jerarquizada, en términos generales, podríamos


dividiria en dos grupos sociales, la elite cusqueria y las dases populares. Las
panacas conformaban la nobleza cusqueüa junto con los inkas de privilegio
(Rostworowski 1988:182-183). Las dases populares conformaban los hatun
runa, artesanos, pescadores, mitimaes y yanaconas. Todos ellos se organi-
zaban (excepto los últimos) dentro de ayllus. Los prisioneros ocupaban la
escala social más baja.

Economia

La reciprocidad asimétrica y la redistribución de bienes manufacturados juga-


ron un papel importante en las relaciones de la capital con sus provindas. Se
estima que los inkas cultivaron cerca de 70 especies vegetales, entre ellas,
papas, camotes, maíz, ajíes, algodón, tomate, maní, coca y quinua. Las prin-
cipales técnicas agrícolas, en cuanto a la disposición de tierras fueron: An-
denes o terrazas, para evitar la erosión y aprovechar las laderas y cerros.
Los Waru Waru, fue una técnica heredada dei altiplano, en la que se araban
surcos alrededor de los cultivas y se les llenaba de agua para crear un mi-
croclima más estable que el ambiente. Pozas secas que se llenaban en épo-
118 Revista de Arqueologia Americana No. 31

ca de lluvias. Era muy empleado en la costa. Se les llamaba simplemente


lagunas (quochakuna).
También se resalta su técnica de mejoramiento de especies, supieron la
mayor influencia de la temperatura dei suelo que el dei aire sobre las plan-
tas, como lo atestigua el laboratorio de Moray.
La ganadería, en cambio, fue menos favorecida. Esto se debió a la esca-
sa fauna andina. Utilizaron llamas como bestias de carga y alpacas como
fuente de alimentos y vestimenta. La vicuria fue también muy apreciada. Se
crió también el cuy, hasta hoy uno de los principales potajes de la gastrono-
mía andina.

Religión inka

La religión andina prehispánica fue politeísta. En aquel entonces se rendía


culto a los cuerpos celestes, a los accidentes geográficos como cerros y
montarias, lagos y ríos, a los antepasados embalsamados y momificados y
hasta a los fenómenos atmosféricos como el rayo. Debido a la importancia
de las actividades agrícolas y la pesca en el área andina, muchos de sus
dioses corresponden o se relacionan con la agricultura, la tierra, la pesca y el
mar.
EI panteón religioso inka fue numeroso y variado. Según su importancia
podían ser creadores, como Huiracocha o vivificadores como el Sol. Por su
ubicación, podían ser celestes, como el rayo, y ctónicos (subterráneos), co-
mo Pachacamac. Algunos dioses tuvieron atributos masculinos como el lnti y
otros femeninos como Mama Quilla (véase Tabla 1 ).

La cosmovisión inka

EI concepto de tiempo de los inkas era circular, el inka nacía, vivía en la


tierra, ai morir se iba con los dioses, para luego regresar a la tierra, cerrando
el círculo. La cultura inka tiene su propia concepción dei tiempo y dei es-
pacio. Para los inkas lo que estaba atrás servía para nombrar el futuro. De
los antepasados y dei culto a ellos dependía lo que estaba por venir. Lo que
estaba delante servía para nombrar el pasado. EI futuro dei hombre es la
muerte y por lo tanto el porvenir implicaba el retorno a su pakarina o lugar de
origen. EI espacio y tiempo inka era el kay-quipa-flaupa, donde el tiempo y
espacio estaban ligados ai término kai que significa aquí en el espacio y
presente en el tiempo; la palabra quipa que significa (atrás-futuro), y flaupa
( delante-pasado ).
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 119

Tabla 1
Panteón inka

Huiracocha Divinidad ordenadora, se le atribuía el ordenamiento de una realidad ya


existente y no la creación dei mundo a partir de la nada. Salió dei lago Titica-
ca e hizo aparecer el sol y la luna
lnti(Sol) Divinidad de gran prestigio, considerado el padre de los inkas. Dios fertiliza-
dor y vivificador por excelencia. Ampliamente conocido en los Andes antes
de los inkas, pero entronizado por ellos
Mama Quilla La luna actuaba como contraparte femenina dei sol y, como su mujer, era
(Luna) tenida como principal y tenía siempre un importante recinto dedicado a su
culto en los establecimientos incaicos. Su culto se asocia ai culto a los muer-
tos y la fertilidad
Pachacamac Dios más importante de la costa central y una versión de Huiracocha. Se le
atribuían los movimientos telúricos, daba vida a la tierra, a través dei movi-
miento. Su contraparte era Pachamama y ambas eran dioses dei subsuelo o
ctónicos
Pachamama Considerada un ser sagrado en el Tawantinsuyu, de su culto dependía el
(Madre Tierra) êxito en las cosechas. Madre de las Conopas (madres de los alimentos),
como Saramama dei maíz, Cocamama de la coca, o Uchumama dei ají
//lapa (Rayo) Divinizado por su tremenda fuerza celestial, recibió distintos nombres como
Libiac o lntillapa. Imaginado como un guerrero que sacudía una honda
desatando un tremendo ruido (trueno)
Otras Destacan las conopas o madres de los alimentos y también las pacarinas,
divinidades y los lugares de donde se pensaba habían salido los hombres. Los apus eran
entidades los espíritus de los cerras o montarias a los que se debía rendir culto para
sagradas asegurar su protección. Entregaron ofrendas a los arroyos y lagos, conside-
rados sagrados. Los malquis eran antepasados momificados que fueron
adorados como protectores dei grupo de parientes

EI universo lo dividían en tres ámbitos: hanan-pacha era el mundo de


arriba o el lugar donde habitaban los dioses, kai-pacha era el mundo de aquí
(en el espacio) y dei presente (en el tiempo) donde vivían los seres huma-
nos, y ucu-pacha o mundo subterráneo donde habitaban los ancestros y las
fuerzas de la fertilidad. Como los tres mundos estaban relacionados entre sí,
los ancestros desde el ucu-pacha o mundo subterráneo podían influir en el
kai-pacha o mundo terrena! La fertilidad y la agricultura dependían dei ucu-
pacha. EI lnka también era visto como un intermediaria entre el hanan-pacha
o mundo de los dioses y el kai-pacha o mundo de los hombres. De aquí la
importancia dei culto ai inka; él representaba el puente entre el mundo de los
dioses y el mundo de los hombres.
EI dualismo (hanan y hurin) es un importante concepto de su cosmovi-
sión. Se sabe que hanan significaba lo de arriba, la mano derecha, lo mascu-
120 Revista de Arqueologia Americana No. 31

lino y la cabeza trasquilada; mientras que hurin era lo de abajo, la mano


izquierda, lo femenino y los cabellos largos. Coincidiendo con las dos dinas-
tias cusquerias: Hanan Gusco y Hurin Gusco, representadas por dos grupos
distintos de gobernantes, dei barrio de arriba y dei barrio de abajo. EI espa-
cio social estaba dividido tres grupos, los Gallana que eran los conquista-
dores inkas, payan era la población vencida y cayao los servidores dei
estado.

E/ ca/endario inka

Contamos con una importante descripción dei calendario inka o cusquerio,


ya que existieron otros en los andes. Cada uno de los meses dei anuario
inka estaba asociado a una celebración que correspondia generalmente a
alguna etapa en las actividades agrícolas y a las observaciones astronómi-
cas de larga tradición en los Andes. EI ano y los meses se establecían con-
siderando varias elementos de juicio como la trayectoria solar, las fases de la
luna, la aparición de determinadas constelaciones, etc.
EI ano incaico se iniciaba con el Gápac Raimi, la fiesta de la elite cusque-
na, en diciembre, junto con las lluvias de la sierra y el solsticio de verano.
Pero la fiesta más importante dei calendario fue el lnti Raimi, en honor ai sol
y a su hijo, el inka. Se realizaba en el mes de junio, en el solsticio de in-
vierno. Otra fiesta destacada es el Goya Raimi o Gitua, en honor a la coya,
en la que se realizaba una purificación dei Cusco y de sus habitantes. Puede
entenderse que el ano inka se dividia en un semestre masculino iniciado con
el lnti Raimi y uno femenino, con el Goya Raimi.

La placa de Echenique

La placa de Echenique o el lntip lnti (Sol de Soles), era una placa circular de
oro, es uno de los símbolos de poder inka más intrigante, se considera un
"canipo" o símbolo solar de los Hanan Cusco (segunda dinastia de los
lnkas), el cual usaban, portándolo en el pecho. Sobrevivió a la ambición es-
panela. Se piensa que el inka la usaba en el pecho, por ser hijo dei Sol.
Los espaüoles la vieron por primera vez usada por Atahualpa en Caja-
marca. Luego, ai desmantelar el imponente templo dei Korikancha en el
Cusco, encontraron una réplica, un inmenso sol de oro macizo, Pizarro dis-
puso que se le entregara a Maneio Sierra de Leguízamo en el reparto dei
botín dei Cusco. EI soldado, jugador empedernido, la perdió en la misma
noche, apostándola, luego debió ser fundida. Se desconoce que paso tam-
bién con las otras efigies dei Korikancha: Mama Killa, Ch'aska; K'uichi y con
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 121

las esculturas de los jardines dei templo, de oro y plata macizos, que repro-
ducían a hombres, plantas y animales dei lmperio en tarnario natural.
En 1863, le fue obsequiado, en el Cusco, ai Presidente de la República,
general Rufino Echenique, por un desconocido descendiente de los inkas.
Lamentablemente, Echenique no entendió la trascendencia dei símbolo, ni
su poder, por lo que sólo la conservó como una simple curiosidad histórica,
legándola posteriormente a la nación, encontrándose actualmente en una
vitrina, en el Museo de la Nación.

Figura 1. La placa de Echenique.

Los sacerdotes y oficiantes

Dei culto se encargaban los sacerdotes y oficiantes, cuya función principal


era el diseüo de la estrategia religiosa, que implicaba la definición de rituales,
su desarrollo y éxito en su ejecución. EI sacerdote inka más importante que
las crónicas recuerdan fue Huillac Umu, miembro de la elite inka. Se hacía
uso de diferentes productos sagrados, en el culto a las divinidades. Así, se
utilizó por ejemplo el maíz principalmente para el culto solar, aunque también
122 Revista de Arqueologia Americana No. 31

se empleó para los rituales, convertido en chicha o en una especie de pan


llamado sancu, ambos elaborados por las manos especializadas de las
aqllas.
La ropa fina (de cumbi) fue usada como ofrenda para los dioses y suem-
pleo como prenda de vestir estaba reservada a la élite debido a sus atributos
y funciones religiosas. La hoja de coca natural, se utilizó como ofrenda a los
dioses ai igual que la concha marina llamada mullu, cuyo nombre científico
es spondylus y que era molida como una ofrenda para los dioses. Otros pro-
duetos fueron ciertas piezas de cerámica, el ají, el oro, ciertos camélidos, el
cuy, etc.

Arquitectura

La arquitectura inka ha sido bien documentada en el Cusco y los Andes


(Rowe 1944, 1946; Murra 1956, Zuidema 1964, 1989; Morris 1970, 1973;
Bouchard 1976, Gasparini y Margolies 1977, 1980, Kendall 1985, Hyslop
1990, 1992; D 'Altroy 1992, Malpass 1993, Farrington 1992, 1997, Meddens
1997). Estructuras típicas incluyen santuarios, templos, ushnus, casas alma-
cenes, carreteras y medias de comunicación, palacios, kanchas y kallankas.
La disposición de tales estructuras en asentamientos en sí ha sido amplia-
mente estudiado (Hyslop 1990). Los inkas tuvieron que adaptar su propio
estilo arquitectónico a las condiciones locales dondequiera que iban, por lo
que no se limitan a las estructuras de piedra. Incluso en Cusco se utilizan
diversos materiales y estilos de construcción.
La investigación de Kendall (1985) en la arquitectura inka involucra tres
partes principales: la descripción, el análisis de la función, las implicaciones
para la cronologia y las citas. Se refirió a las formas estructurales y elemen-
tos, tales como las estructuras de varias pisos, techos, suelos, paredes,
puertas, ventanas, nichos, detalles interiores y exteriores de edificios y pare-
des, ornamentación, estructuras de drenaje y riego, y las formas de acceso y
la comunicación (Kendall 1985:9-44). También describió siete tipos de mate-
riales de construcción (Kendall 1985:45-52). Ella también utilizó las descrip-
ciones arquitectónicas de las fuentes etnohistóricas, para distinguir 14 tipos
de estructuras inkas que comprende: palacios; ushnu, tambos y reales alo-
jamientos, almacenes, templos, incluyendo templos dei sol y las de Viraco-
cha, otros santuarios, tumbas; acllahuasi, prisiones, puestos chasqui;
fortalezas y fortificaciones, banas y fuentes, torres, y barreras de peaje
(Kendall 1985:54-104). Desarrolló un método para atribuir función a los res-
tos arquitectónicos y lo aplicó a sus estudios en Cusichaca (Kendall
1985:105-247, especialmente 186 a 224 ). Su estudio es sólo un éxito parcial
y sólo se puede utilizar para los sitias bien investigados colocado en un con-
texto regional. También es necesario que haya una nueva definición dei valor
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 123

de cada parámetro para determinar cuáles son más importantes en la com-


prensión de la importancia de un acuerdo. Estas rasgos también deben ser
evaluados en combinación con el fin de determinar la función y la importan-
cia de cada sitio y el nivel de importancia para los propios lnkas.
En Cusco, bellas piedras pulidas se utilizan sólo en los edificios importan-
tes. EI material de construcción típica era pirka, piedra de campo en mortero
de barro, a menudo en combinación con bloques de adobe. Moorehead
(1977:65) hace hincapié en la importancia dei adobe alrededor de Cusco, y
seüaló que incluso algunos sitias de prestigio se hicieron con ellos. Elia atri-
buyó la irregularidad dei patrón de unión ai descuido, problemas con cimien-
tos de piedra irregulares y el uso de ladrillos hechos a mano (Moorehead
1977:90).
Hay dos tipos principales de asentamiento inka en algunas provincias dei
Tawantinsuyu; los recintos amurallados y la kallanka plaza. Ambos se han
insertado en los asentamientos locales sin necesariamente cambiar o modifi-
car sustancialmente. Estas edificios fueron diseüados para ejercer un control
inmediato y rápido en la administración provincial. Para lograr esta, se basa-
ron en el poder militar, y en el conocimiento y la práctica de rituales religio-
sos. En esta provincia, el recinto amurallado se encuentra exclusivamente en
los valles más bajos, mientras que la kallanka-plaza era común más arriba.

E/ recinto amurai/ado

Un importante, pero poco conocido aspecto de la arquitectura inka es la ten-


dencia de amurallar grupos de edificios con el fin de lograr espacios formal-
mente independientes.
En Cusco, el plan de separar espacios y grupos de edificios con paredes
definiendo recintos amurallados, restringiendo el acceso a ciertos lugares,
por ejemplo, Amarukancha. Esta política de construcción sirvió para controlar
a todos, locales y extranjeros, la realeza y la nobleza, la fuerza de trabajo y
los militares.
En el caso de Kollasuyu, se han registrado más de 107 recintos amura-
llados, llamados RPC (Rectángulo Perimetral Compuesto) (Raffino 1983:81-
89) y considerado como un importante elemento de infraestructura, que
comprende un patrón de cuadrícula regular pre-planeada de los edificios y el
espacio central de interior dentro de un perímetro amurallado.
Farrington (1994), en un análisis de la región de Cusco determinó varias
tipos diferentes de arquitectura y asentamientos, incluyendo el RPC, con
componentes religiosos definidos. Dentro de la política inka, el espacio sa-
grado también se define por santuarios locales, con el fin de controlar el culto
local. Esta estrategia se aplicó a las capitales provinciales y otros lugares
importantes de la provincia. Por tanto, el recinto amurallado define espacio
124 Revista de Arqueologia Americana No. 31

exclusivo para la administración y religión inka y fuera de él, vivía la gente


común. Cabe seüalar que esta estrategia está en completo contraste con la
construcción de nuevos centros administrativos, como en la sierra central, en
Huánuco Pampa (Morris 1990), Pumpu (Matos 1994) y Jauja (D'Altroy 1992).
Aunque el complejo amurallado es un estilo arquitectónico en Cusco, rara
vez se ha identificado como inka en su origen. Pero como en el caso de la
kallanka, los mejores ejemplos se encuentran fuera dei Cusco (Hyslop
1990:18), el recinto amurallado fue parte de una estrategia para controlar
eficazmente los lugares sagrados de los pueblos conquistados. Mediante la
construcción dentro de los lugares locales importantes, además de proteger
o capturar la huaca locales, se controló la población local. Esta característica
también ha sido registrada por periodos anteriores, como Wari, de quien el
inka podría haber adaptado esta idea.

La kal/anka y p/aza

La kallanka es un típico edificio inka de forma rectangular, largo y estrecho,


con muchas puertas a lo largo de uno o ambos de sus lados largos, y que
por lo general se abren hacia una plaza. También puede haber puertas indi-
viduales en uno o ambos de los lados más cortos. Por lo general, tiene ni-
chos interiores y el techo es de dos aguas (Gasparini y Margolies 1980:196;
Hyslop 1990:18-19). Hyslop (1992:158) asocia la kallanka con los grandes
centros inkas. Gasparini y Margolies (1980:196-218) la clasifica como una
forma de la "arquitectura dei poder". Por ejemplo, Morris (1985:62, 89) repor-
tó dos grandes kallankas en Huánuco Pampa en el borde oriental de la pla-
za. Las excavaciones en una revelaron una hilera de grandes huellas de
postes rodeados de piedras en una línea por el centro, que confirmó que el
techo había sido sostenido por columnas. Sólo se encontraron unas pocas
docenas de pequenos fragmentos de cerámica, muy pocos para indicar la
función. Cornejo (1999) considera que estos edificios, responden a la estra-
tegia política de cómo el Estado inka incorpora unidades socio políticas den-
tro de su gobierno.
Malpass (1993:9) considera la kallanka como una forma arquitectónica
especial, básica y la describió como un edificio rectangular alargado, de un
ambiente. Sin embargo, Rowe (1946:224-228) no lo mencionó como un tipo
especial de construcción, probablemente ebido a que los mejores ejemplos
no se encuentran en Cusco (Hyslop 1990:18).
La asociación de la kallanka y la plaza corresponde a la estrategia política
dei estado inka, que incorpora una variedad de unidades sociopolíticas.
Aunque la kallanka no era muy común en Cusco, forma parte dei plan de
conquista. La kallanka y la plaza son una parte de la fórmula para el contrai
inka de las poblaciones locales en todo el Tawantinsuyu. Por tanto, su espa-
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 125

cio juega un papel importante en el establecimiento dei poder inca en una


zona, en el movimiento de personas y productos a lo largo de la red de ca-
rreteras, como un centro de producción y almacenamiento, y como un lugar
para el encuentro entre el Estado y los gobiernos locales que permita la
transmisión de las ideas religiosas, la integración de la población local en los
rituales estatales suntuosos, así como centros para el respeto de las huacas
locales y dar estatus a los líderes políticos locales que invariablemente ad-
ministraban en nombre dei Estado.

La Kancha

La Kancha comprende varias edificios de una sola habitación que rodean un


pequeno patio interno en un pequeno recinto amurallado (D'Altroy 1992:99;
Gasparini y Margolies 1980). Rowe (1944:24) utilizó el término "kanka" como
un espacio rectangular, rodeado de una pared alta con una sola entrada, en
las paredes internas de los cuales tres o más casas estaban dispuestas si-
métricamente. Rowe (1946:223) también sugirió que el complejo rectangular
amurallado era la forma ideal, si la topografia lo permite, y que hasta seis
casas podrían ser tan dispuestas alrededor de un patio central. lnterpretó
que este es el espacio ocupado por una familia extendida, destacando que el
ejemplo clásico fue Ollantaytambo.
Morris (1970, 1985:63-70), como continuación de las ideas de Rowe,
entiende que es una unidad de tres a ocho pequenas estructuras rectangula-
res, dispuestas más o menos simétricamente alrededor de un pequeno patio
y siempre rodeado de un muro perimetral. Basado en su descubrimiento de
una cocina en una casa en Huánuco Pampa, interpreta las estructuras como
viviendas para una pequena familia extendida o nuclear.
Bouchard (1976:97, 99) investigó kanchas en el valle bajo de Urubamba,
coincidiendo con Rowe y Morris con respecto a la distribución de la vivienda,
el origen y la función, pero afiadió que todas las construcciones en un kan-
cha ocupan un área de 60m2 de superficie y cada uno tiene un máximo de
tres puertas que se orientan ai patio. Bouchard (1976:99-110) presenta cinco
modelos derivados de regias simples de la utilización dei espacio:

1. Dos edificios idénticos uno frente ai otro a través de un espacio abierto;


2. Un espacio abierto cuadrangular con un edificio en cada lado con puertas
que se abren en el espacio;
3. Dos grupos de cuatro habitaciones, dispuestas como en una doble kan-
cha, con un edificio dividido en dos habitaciones por un muro longitudinal
y por lo tanto frente a los dos patios;
126 Revista de Arqueologia Americana No. 31

Figura 2. Modelo 5 de Kancha.

4. Tres grupos de cuatro habitaciones, cada una alrededor de un patio for-


man una sola unidad en la que los dos edificios centrales son cada uno
dividido en dos para hacer frente a sus respectivos patios;
5. Una combinación de los cuatro grupos, cada uno de los cuatro edificios
con un patio.

Por tanto, la Kancha es un arreglo planificado de edificios alrededor de un


patio pequeno y tiene una función residencial. Se encuentra en muchas par-
tes dei Tawantinsuyu pero su función no siempre puede ser residencial. En
la costa dei término kancha se utiliza a menudo para describir cualquier es-
pacio rodeado por un muro. Bouchard (1976:110) seriala que sus modelos
no han sido reconocidos en los sitias costeros. Sin embargo, en las provin-
das inkas de Pachacamac y Yauyos se han identificado 55 kanchas (Corne-
jo 1999), 38 en el valle de Lurín, tres en el Rímac y 14 en el valle dei Chillón.
De ellos 34 fueron localizados en los valles más bajos y 21 en los valles
medias. La función de las kanchas en las provindas puede estar relacionado
con: i) las capitales de provinda y de distrito y los centros importantes de
producción, ii) edificios dedicados ai Sol; iii) edificios para albergar mitimaes;
iv) edificios para orejones y kurakas locales; v) depósitos estatales.
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 127

Figura 3. La casa de Atabalipa en Cajamarca, residencia de un noble inka en


Ollantaytampu.

E/Ushnu

EI ushnu tiene una serie de interpretaciones, basadas principalmente en


fuentes escritas (Guamán Poma, 1980:236, 239 y 357 [1583-1615] y Albor-
noz 1967:24 [1570-1584]. Hay dos conceptos de ushnu, el primero consiste
en una plataforma o pirámide truncada con una pasarela y una escalera que
conduce a la cima donde se encuentra un asiento de piedra o una huaca
(Morris y Thompson, 1985:58-59). La segunda interpretación consiste en una
fuente de origen, asociada con un gnomon y un agujero, que actúa como un
eje dei mundo, la conexión de los ancestros y las huacas con los dioses.
Según Zuidema (1989:403-408), el ushnu también tiene un significado astro-
nómico.
La primera interpretación se centra en su manifestación física, mientras
que la segunda es teórica e incluye la primera, pero no ofrece más ayuda en
la identificación. Hyslop (1990:72-73, 99) incluye en su concepto de ushnu
no sólo la plataforma, sino también una roca, un canal de drenaje y le atribu-
ye funciones políticas, religiosas y militares. Basándose en esta, Agurto
128 Revista de Arqueologia Americana No. 31

(1987:70), considera que la antigua tradición costera de edificios sólidos


inspiró a los Incas para construir el componente de la plataforma dei ushnu.
Hyslop (1990:75-99) menciona que las plataformas ushnu se encuentran
en Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. En el Perú, podemos hallarlas
en la ciudad dei Cusco, en Vilcas Wamán, Huánuco Pampa, Pumpu, Hua-
machuco, y Hatun Xauxa, en la sierra; inkawasi, Tambo Colorado y Pacha-
camac en la costa. Una gran tarea sigue siendo identificarias en otros
lugares, teniendo en cuenta los criterios antes mencionados.
Meddens (1997:12) considera que el ushnu se relaciona con el poder de
un líder. Es una pirámide escalonada truncada, una metáfora de la montaria,
con un lavabo, trono y gnomon en la parte superior, se incluye canales de
drenaje como parte de su construcción y se asoció con la iconografia felina.
Aunque Meddens intenta vincular las dos interpretaciones, está a favor de la
primera.
Recientemente, Farrington (1997) ha presentado unas pautas para la
identificación dei ushnu en el contexto ritual-ceremonial de la totalidad dei
Tawantinsuyu. Seüaló que, simbólicamente hablando, Cusco tenía dos cen-
tros dei mundo, uno sagrado en Korikancha, el otro político en el ushnu de
Haukaypata, y ambos sirven para rituales estatales (Farrington 1992, 1998).
Alrededor Haukaypata, había una serie de edificios y palacios y en su centro
de un complejo ushnu, que comprende un pilar de piedra, una fuente, un
pozo y una plataforma. La segunda plaza, Limacpampa, también tenía
un complejo ushnu y ambos corresponden a la división social de la ciudad en
dos sectores, hanan y Hurin. Siguiendo Betanzos (1987:44-48 [1551]), Fa-
rrington interpreta que el aspecto público de la ceremonia de dedicación y
consagración ai Sol en Korikancha tuvo lugar en frente de otra imagen dei
Sol, una pieza de oro en la parte superior, que tenía ha erigido en Haukaypa-
ta junto a la fuente, por lo que significó el ushnu. Farrington (1997b:4) aüade
que el ushnu no necesita necesariamente una plataforma, otros lugares sólo
pueden tener una piedra, o un agujero en el suelo, o incluso una tumba.
Por tanto, el ushnu es esencialmente un punto de origen de la importan-
cia extrema que puede ser identificado como una plataforma, una piedra en
forma de pan de azúcar, un agujero o una tumba. Está claro que esa identifi-
cación requeriría otra evidencia que demuestre el carácter sagrado de un
lugar y que demuestre una similitud con el ritual de la Capacocha. EI ritual
inka de la capacocha se asocia en parte con los rituales de cimentación y
comprende una serie de elementos identificables, como los sacrificios huma-
nos, ofrendas de figurillas antropomorfas vestidas, llamas en miniatura de
metal y spondylus.
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 129

Figura 4. Ushnu de Curamba.

Los depósitos estatales

Los depósitos inka estatales fueron un factor importante en la expansión


política y económica dei Tawantinsuyu (Murra 1980 [1956], Morris 1967,
D'Altroy 1992). Según D'Altroy (1992:163), muchos cronistas hacen que la
asociación sistemática entre los complejos de depósitos y centros provincia-
les. Los depósitos estatales están asociados con la red vial inka, los produc-
tos transportados han servido a los ejércitos, ai personal administrativo y
demás viajeros que servían ai Estado. Se ubican en lugares, como laderas y
cimas de cerras, distantes de la población local. Por lo general, se encuen-
tran en líneas (Morris 1967, D'Altroy 1992:164) y se presentan en grupos
entre 50 y 2,000. Estas características pueden ser observadas en el valle
superior dei Mantaro, Huánuco Pampa y Huamachuco en Perú y en Bolivia
Cotapachi. Depósitos estatales también pueden encontrarse como pequenas
habitaciones dentro o adyacentes a sectores importantes de los principales
sitias inka costeros, como Tambo Viejo en Acarí (Valdez 1996).

Santuarios y lugares sagrados

Los templos y santuarios de los inkas eran lugares sagrados dedicados a


sus dioses y antepasados. Ellos construyeron templos en lugares importan-
tes de Cusco, como Koricancha, Sacsaywaman, Machu Picchu, Racchi;
dedicados ai Sol y Viracocha. También los elementos naturales eran venera-
dos, como el trueno (lllapa), la luna (Mamaquilla) y la tierra (Pachamama).
130 Revista de Arqueologia Americana No. 31

Los lugares sagrados más importantes, las casas de los dioses, eran lugares
naturales, como montarias o colinas, cuevas, islas, agua (fuentes, piscinas,
lagos y el mar), las rocas y los lugares relacionados con los antepasados y
otras deidades. Todos los templos importantes y los lugares sagrados tenían
sacerdotes, sirvientes y aqllas (mujeres elegidas) para los rituales y la fabri-
cación de las ofrendas.
Es difícil identificar un típico lugar sagrado inka. EI estado actual dei co-
nocimiento se basa en fuentes escritas y en las interpretaciones particulares
de ellos. Un factor importante es la variedad de formas y elementos que
pueden estar asociados con un lugar. Se considera útil tomar como punto de
partida la comprensión de la religión inka y sus características diagnósticas.
Los límites de este enfoque es que muchos de estos rasgos no son exclusi-
vos de los santuarios y están presentes en otros tipos de edificios. Hay una
serie de edificios que probablemente para un santuario. Elementos naturales
sagrados, también eran adorados. Sin embargo, uno puede ser capaz de
definir un patrón básico con la información disponible y la lista de los elemen-
tos sagrados que caracterizan el mundo religioso inka.
Los santuarios construidos generalmente comprenden una kancha dentro
de un recinto amurallado que podría variar en forma. EI interior cuenta con
varios edificios, que pueden variar en número, forma y tamario, pero siempre
se distribuyen alrededor de un patio. Dentro de estos, puede haber nichos
para la localización y visualización de ídolos y antepasados. Las diferencias
entre estas kanchas y las domésticas son, probablemente, su ubicación cen-
tral dentro de un complejo arquitectónico y los hallazgos, como los sacrificios
humanos y otras ofrendas relacionadas con los rituales importantes.
En algunos casos, el santuario puede tener muros curvos, como el Kori-
kancha, Phuyu Pata Marka, y Wiriay Wayna (Bouchard 1983: Figura 20).
Tanto en Pisaq como en Machu Picchu, el edificio con la pared curva contie-
ne una piedra labrada. En algunos casos, el lugar sagrado está protegido por
una muralla en zigzag, como en Sacsaywaman, en menor grado, en Kenko y
Salapunco. En otros casos, hay grandes nichos exteriores, como en las dos
terrazas dei llamado Templo dei Sol con vistas a la plaza de Vilcashuamán
(Gasparini y Margolies 1980:117). Estos también están presentes en los
palacios, como en Chinchero (Farrington 1995).
Otros lugares sagrados son montarias y cumbres (Farrington 1996, Rein-
hard 1984, 1998), lslas (Bandelier 1910), cuevas, como debajo dei torreón
en Machu Picchu y lugares relacionados con los hechos de los antepasados
y de los dioses (Bandelier 191 O, Bauer 1992), así como 328 huacas dis-
puestas en un sistema de ceques cerca de Cusco, que incluía cimas de
las montarias, manantiales, rocas, cuevas y lugares relacionados con los
antepasados y los dioses importantes. No se sabe cuántas de estas
huacas templos habían construido a su alrededor (Albornoz 1967 [1570-
1584]).
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 131

Patrones de asentamiento inka provincial

La contribución más importante ai estudio sobre provincias inka en el Tawan-


tinsuyu son las de D'Altroy (1992) y Malpass (1993). Pero los estudios se
iniciaron en Huánuco Pampa (Morris 1985), Xauxa (D'Altroy 1981, 1987,
1994, LeVine 1985), Huamachuco (Topic et ai. 1992, 1993), en el Alto (Polia
1995, Astuhuamán 1998), Huarochirí (Spalding 1984, Cornejo 1995), Pacha-
camac (Cornejo 1999). En el NOA (Raffino 1978, 1983, 1997; Lorandi 1980,
1983, 1984, 1988, 1991, 1994; Gentile, 1991-1992; D'Altroy 1995, Williams
1983, 1991, 1995), en Chile (Rivera 1991, Stehberg 1995), y en Ecuador
(Alcina Franch 1978, Fresco 1978, 1984, Netherly 1991, Bray 1992, ldrovo
1993).
Si el Tawantinsuyu es una forma de Estado imperial andino, entonces hay
que entender ai Cusco como la capital política, centralista que gobierna y
establece complejas relaciones de reciprocidad y dominio sobre unidades
políticas provinciales, compuestas por las poblaciones más diversas que
habitaron los andes. La identificación y caracterización de estas provincias
no es algo nuevo.

La provincia inka de Pachacamac

La provincia de Pachacamac estuvo conformada por las poblaciones yungas


locales correspondientes a las partes bajas de los valles de Lurín, Rímac y
Chillón. Donde los inkas controlaron a una serie de curacazgos y seüorfos
preexistentes. En el valle de Lurín destacan los curacazgos de Manchay,
Caringas y Quilcaycuna. La guaranga de Sisicaya en el valle media de Lurín,
tendría componentes poblacionales yungas y yauyos. En el valle dei Rímac,
la población local se organizó en base a seis canales de irrigación que tuvie-
ron su toma en la margen sur dei río Rímac: Ate, Surco, Huadca, Lima, Ma-
ranga y La Legua. Los pequenos canales originados en la ribera Norte dei
Rímac son: Nana, Pariache, Carapongo, Wanchi-Waylas, Huachipa, Late y
Lurigancho; En el valle de Chillón, la población se organizó en base ai seno-
río de Collique, sin embargo, cuando el Colli Capac fue vencido por el inka y
la población arrasada; el inka instaló una guaranga con población aliada ai
imperio.
EI mayor interés dei inka en la costa central dei Perú fue el contrai de la
administración dei Santuario de Pachacamac (Cornejo 1999).
Adicionalmente, el inka controló amplias áreas de plantaciones de coca y
otros cultivas, el comercio costerio dei Spondyllus y dei cobre, la producción
especializada de objetos suntuarios relacionados con alto estatus (artefactos
de plata, madera, huesos, conchas marinas y finos textiles). De esta manera
132 Revista de Arqueologia Americana No. 31

el inka podría fácilmente, financiar los rituales en el Templo dei Sol y en las
huacas locales; así como también obtener recursos para el Estado.
Los inkas utilizaron varias estrategias en sus conquistas y ai parecer
ninguna fue igual a la otra. En la costa central, utilizaron a los yauyos para
conquistar y poblar las tierras productivas, previamente administradas por
los ischma en el valle alto y media. Cuando los yauyos con el apoyo dei
inka controlaron las tierras dei valle alto y media, debilitaron ai dias Pacha-
camac. La estrategia de Túpac Yupanqui fue primero el capturar el santua-
rio de Pachacamac para luego aparecer personalmente en el templo a
ofrecer respetos a tan importante santuario, a condición de que Pachaca-
mac fuera integrado dentro dei Tawantinsuyu y que el dias Sol tomara el
lugar privilegiado sobre Pachacamac. En realidad, el inka sujetó ai dias
costerio, y ai mismo tiempo obtuvo el contrai de sus productivas tierras y su
importante administración. Una vez conquistado Pachacamac, todos sus
curacazgos y seüorios serían también controlados, ai igual que la indepen-
diente nación de los Collique, que finalmente fue anexada a la provinda
inka de Pachacamac.

Figura 5. Estructura política de la província inka de Pachacamac.


EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 133

Algunas fuentes documentales (Albornoz 1967, Santillán 1968, Castro y


Ortega Morejón 1968, Molina 1968, Calancha [1638]) hablan sobre una pro-
vinda de lschma, pero no revelan realmente su extensión, patrón de asen-
tamiento o incluso estructura política.
Fuentes etnohistóricas como las manejadas por Rostworowski (1972b,
1977:197-199, 1978:50-51, 1989:24, 1992:77-78) reportando importantes
referencias como las de Albornoz (1967), Calancha (1977 [1638]) y muchos
documentos no publicados, o las manejadas por Duviols (1967); consideran
que los valles dei Rímac y Lurín estuvieron unidos en una sola provinda de
lschma. Pârssinen (1992:341-342) considera con algunas reservas y que la
provinda de lschma estuvo compuesta por tres hunus: la parte baja de los
valles de Lurín, Rímac y Chillón.
La costa central dei Perú ofrece singularidades únicas en el mundo, con
leves cambias entre los valles que la cruzan. EI clima es apropiado para el
cultivo de una gran variedad de productos vegetales y el mar se muestra
como un recurso explotable, rico en especies marinas. Como el resto de la
costa, es desértica y la atraviesan varias ríos, generalmente de cauce irregu-
lar, que dan lugar a grandes áreas aprovechables para la agricultura y la
vivienda. Un factor importante dei entorno geográfico en esta región costeria
son los ríos que, en la mayoría de los casos, sólo crean terrenos abiertos
cuando su cauce se ensancha y esta sucede debajo de los 1,000u
800msnm. Los ríos Chancay y Chillón, nacen en la provinda de Canta; los
ríos Rímac y Lurín, nacen en la provinda de Huarochirí.
EI sistema hidráulico de las poblaciones de la costa central, se organizó
siempre en base a tomas y canales principales que construían, aprovechan-
do la corriente de los ríos. Las poblaciones se organizaban alrededor de
estas canales, pues los construyeron comunalmente y necesitaron mante-
nerlo también con trabajos comunales. EI caso mejor estudiado es el dei
valle dei Rímac.
La frontera Este de la provinda inka de Pachacamac colinda con los lími-
tes de la provinda inka de Yauyos. Zona que de alguna manera presenta
rasgos yungas y serranos. Pero el registro arqueológico reporta importantes
sitias inkas en los valles medias, como Sisicaya en Lurín (Cornejo 1985),
Mama en el Rímac (Spalding 1984) y Quivi en el Chillón (Dillehay 1982).
Estas zonas son excelentes para el cultivo de la 'Tupa Coca" (Erythroxilon
coca) y por lo tanto, esta área fue muy preciada tanto por gente costeria
como serrana.
Se realizó una reconstrucción de la organización sociopolítica de la po-
blación asentada en la parte baja dei valle dei Rímac, durante el periodo
lntermedio tardío y el Horizonte tardío (Cornejo 1999). EI análisis espacial de
los sitias arqueológicos en relación ai curso de los canales de irrigación nos
han brindado importante información para el reconocimiento de asentamien-
tos prehispánicos vinculados a la red hidráulica y su relación con su política
134 Revista de Arqueologia Americana No. 31

de contrai y jerarquia social. La aglomeración de edificios con carácter públi-


co a lo largo de los canales durante el periodo lntermedio tardio y la reutili-
zación de los mismos, encerrando los más importantes en una suerte de
recinto sagrado, bajo la administración inkaica, nos dan las primeras infor-
maciones sobre el carácter jerarquizado de los asentamientos y de su situa-
ción sociopolitica.
Algunos intentos habian sido ya hechos por Stumer (1954:130), quien
aplicó en el valle dei Rimac, varias conclusiones que alcanzó Schaedel
(1951) en su estudio de la Costa Norte dei Perú. EI trabajo de Stumer es
importante pues presenta por primera vez una interpretación dei patrón de
asentamiento en el valle bajo dei Rimac, donde incluye una original lista de
sities con asociaciones de cerámica procedentes de sus prospecciones.
Anteriormente Bandelier (1992), Middendorf (1894) y Uhle (1910) contaron
con registros de sities, que fueron ampliados por Stumer y organizados si-
guiendo los lineamientos de Schaedel. Stumer (1954:132) organiza su lista
de sities dei Rimac, utilizando cinco categorias: centros ceremoniales, cen-
tros urbanos de élite, centros urbanos profanos, centros provinciales de élite
y sities serranos.
EI valle bajo dei Rimac contaba con un sistema complejo de riego por
canales, en su funcionamiento intervenian cuatro tomas o colectores madres
en la ribera Sur dei rio, seis canales principales que transferian y distribuian
el agua hacia canales secundarias y a las tierras de cultivo. La presencia de
lagunas cerca de su recorrido, como en el caso de Maranga, puede asociar-
se a sistemas de almacenamiento. Los canales relacionados con formas de
organización social (sefíorios), originados en la ribera S. dei Rimac son: Ate,
Surco, Huadca, Lima, Maranga y La Legua. Cada uno de ellos se relaciona a
un senorío que controla a varies curacazgos a lo largo dei canal primaria y
secundaria. Algunos de estos canales debieron existir desde épocas más
tempranas, obviamente con recorridos más cortes.
EI análisis espacial realizado por Cornejo (1999) en esta parte baja dei
valle dei Rimac prueba que los sities arqueológicos se organizan en grupos
alrededor de los canales mencionados. A partir de este reconocimiento con-
sideró que la población en esta región se organizó en seis sefíorios, cada
uno relacionado a un canal, y a lo largo de este, correspondiendo a las
aglomeraciones de sities, se organizan los curacazgos, algunos de estos
pudieron hacer las veces de cabezas de provincia en la prehistoria de lsch-
ma.
A continuación describiremos la información arqueológica recuperada en
la mencionada investigación, definiendo los asentamientos de la parte baja
dei valle dei Rimac y veremos cómo se organizan a lo largo de los canales
mencionados (véase Tabla 2).
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 135

Tabla 2
Relación de curacazgos en los seis seiíoríos dei valle dei Rímac durante el Horizonte tardío

Seíioríos Curacazg_os
Ate Puruchuco Losinkas
Surco La Encalada Perales La Calera Armatambo
Huadca Cacawasi Limatambo Santa Cruz
Lima Lima Los Patrícios Magdalena
Huantina
Maranga Mateo Salado Pando 1 Pando li Maranga
Marca
La Le9ua Paredones

Los inkas dividieron el valle dei Chillón en tres guarangas: Collique,


Guancayo Alto y Canta (Silva 1996:407), que pueden relacionarse ai contrai
y ai manejo dei sistema hidráulico en el valle.
Dillehay (1976, 1977, 1979, 1982 y 1987) realiza parte de sus investiga-
ciones en el área correspondiente ai valle dei Chillón, centrándose poste-
riormente en el valle medio. En su investigación arqueológica utiliza
documentación histórica y distribución de cerámica; observando la distribu-
ción de los asentamientos tardíos y las correspondencias entre tierras y gru-
pos étnicos específicos, incluso y presumiblemente las fronteras territoriales
de estos grupos. Considera que en el Horizonte tardío la parte alta dei valle
dei Chillón tuvo más presencia de ocupación inkaica que el valle bajo y me-
dio, contó incluso con gran influencia inkaica en asentamientos estatales
puros, por estar más cerca de establecimientos estatales como Jauja y
Pumpu. En el valle medio, en Huancayo Alto reconoce cerámica inka, que
considera como una derivación estilística dei Cusco y a pesar que reconoció
otros sitios el valle medio como Trapiche, Macas, Huanchipuquio, Zapán,
Pucará y Checta, opinó que los restos inkas no tuvieron significación política
(Dillehay 1976:430-435 y 441 ).
Farfán (1995) realiza una investigación en la cuenca alta dei Chillón, en
base ai reconocimiento y descripción de asentamientos tardíos, concluyendo
que dichos asentamientos se ubicaron en promontorios y cumbres altas de
los cerros, en posición estratégica y orientada hacia las pacarinas o huacas,
sobre sistemas de terrazas artificiales. Se tratan de aldeas aglutinadas con
viviendas de planta circular, ovalada o irregular. AI existir diferencias en los
sistemas constructivos con los asentamientos en la margen derecha dei río,
relacionados más con Chancay; considera que los dominios de Canta solo
cubrieron la margen izquierda dei río.
Silva (1996) realiza un estudio de patrones de asentamiento en el valle
dei Chillón examinando, para el Periodo lntermedio tardío, la distribución de
la cerámica, aspectos económicos y organización política. Silva (1996:390)
136 Revista de Arqueologia Americana No. 31

encuentra dificil proponer la existencia de estilos locales específicos, para los


grupos que poblaron el alto, medio y bajo valle dei Chillón.
Las estructuras de tampus en el bajo Chillón, como Tambo lnga, Puente
lnga y Oquendo; se asocian ai camino inka de la costa que conecta este
valle con el oráculo de Pachacamac. También en el seüorlo de Collique se
encuentran otros edificios inkas como complejos de depósitos, áreas rituales
en las cumbres de los cerras y otras estructuras menores. Estos edificios se
encuentran también en instalaciones pequenas en el valle medio, tales como
Huanchipuqio, Sapán, el "Anexo inka" de Huancayo Alto, Checta y Quivi
Vieja (Silva 1996:397 y 405).
La guaranga de Canta (Silva 1996:407), en la cuenca alta dei Chillón,
presenta abundante cultura material inka documentada arqueológicamente
(Farfán 1995:31-61). Asentamientos prehispánicos tardios como Cantamar-
ca, Viscas y Vaso; se encuentran asociados a sistemas de canalización hi-
dráulica. Se tratan de los restos de una antiquisima canalización en las
faldas dei cerro Vanapacche, que surtia de agua a los pobladores de Canta
Marca y que la tomaba de la torrentera formada en los nevados de Rantau
(Villar Córdova 1935). También, de una laguna llamada Tambillo, ubicada en
el distrito de Arahuay, Provincia de Canta, los pobladores de Viscas, a 16
Kilómetros de la laguna, habian sacado por los altos, una acequia que está
actualmente obstruida (Córdova y Urrutia 1839 y Regai 1970:71). Un antiguo
canal derivaba aguas dei rio Chillón a las ruinas de Vaso, éstas son visibles
todavia a tres kilómetros dei actual pueblo (Regai 1945:94). En la misma
zona, Silva (1996:593, figura 163) reporta un canal a cada lado dei rio, en
asociación a andenes inka.
EI análisis espacial de los asentamientos con estos trabajos hidráulicos,
muestra claramente la intención de controlar el recurso y redistribuiria en los
terrenos irrigables en la zona, las poblaciones se sitúan estratégicamente en
lugares no adecuados para la agricultura, ai igual que las zonas de depósitos
se ubican cerca a los caminos.
La guaranga de Guancayo Alto estaba compuesta por cinco pachacas.
Esta zona está ampliamente documentada por varios investigadores (Di-
llehay 1976). Cerca dei puente que cruza el rio hacia la hacienda Magdalena
en el km 58. De ese mismo lugar sale la toma de la acequia que riega parte
de los campos de Vangas (Rostworowski 1989:47). En el Pueblo Viejo de
Magdalena existia un tambo inka, asentamiento y cementerio dei Horizonte
tardio, construido con tapia, debajo hay estructuras de piedra con fines fune-
rarios. Sobresale una estructura hispánica que ai parecer ha sido construida
sobre un edificio dei Horizonte Tardio (Luderia 1975:65; Patterson 1983;
Cárdenas 1986-1987).
La guaranga de Collique presentaba 1 O pachacas, las ruinas y el nombre
de una de ellas llamada Chuquitanta, se conservan hasta hoy en los sitios
PV46-533-537, 541-543 (Silva 1996:407-408). Estas pachacas se vinculaban
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 137

a un sistema de irrigación, menos complejo que en valle dei Rímac pero con
las mismas implicancias sociopolíticas. La relación física entre los canales y
las pachacas es aún difícil de presentar, pero reuniendo solo alguna infor-
mación podemos, ai menos confirmar su existencia.
En la hacienda de Collique existían dos fuentes importantes que revelan
un culto ai agua y a la tierra, pues regaban con sus aguas una vasta exten-
sión de tierras. A una fuente le decían Alpacoto, que en quechua significa
"montón de tierra" y debía representar la tierra, un concepto femenino unido
a la agricultura. Y a la otra la denominaban Guacan Llanc, que significa
"templo dei ídolo", sus aguas servían para cumplir ciertos ritos mágicos re-
servados a los varones. De este último puquio salía una acequia que dividía
las tierras de la comunidad de las dei cacique y corría derecho a dar en el
cerro de Apacoto. Existía un cercado denominado de Collique o de Alpacoto
situado cerca de dicho cerro, hacia el río y quizás tenía relación con estas
ceremonias o cultos (Rostworowski 1989:41-42). Algunas expresiones claras
de la presencia inka en la costa, están representadas en la provinda de Pa-
chacamac por el Templo de Urpayhuachac (Mamaconas), el cual representa
el único ejemplo en la Provinda que sigue los lineamientos cusquerios en el
uso de piedras bien cortadas y pulidas en el clásico estilo inka (Cornejo
1999). Otros casos en la costa con estas características se encuentra en
Cerro Azul (Marcus 1987) y en Paredones en Nasca (Herrera 1997). Esta
indica que la técnica inka fue usada solo en ciertos edificios importantes
(Hyslop 1990:12; Malpass 1993:9).
La presencia de arquitectura inka en la provinda de Pachacamac no ha
sido bien estudiada, los investigadores han buscado solo los ejemplos de
arquitectura cusqueria. Es necesario un estudio compilador y analítico de
todas las evidencias arquitectónicas inkas en la provinda, tales como san-
tuarios, kallankas, kanchas, ushnus y aqllawasis. También formas diagnósti-
cas, como accesos, ventanas y hornacinas trapezoidales y de doble jamba.
Por otro lado, la cerámica inka es notablemente distinta a otras en forma
y decoración. Elia ha sido caracterizada como Cusco polícromo, pero es
sabido que no solo es manufacturada en Cusco, sino a través de todo el
Tawantinsuyu, incluyendo la fabricada por mitimaes y las copias de artesa-
nos locales. Cerámica cusqueria ha sido reportada en Pachacamac (Uhle
1904), La Rinconada (Guerrero 1996) y Aznapuquio (Ludefia 1975), pero
cerámica de estilo inka o copias locales son encontradas más generalmente.
Otros artefactos asociados con rituales inka, como Capacocha, han sido
documentados en esta región principalmente en Pachacamac (Paredes
1994). Estas artefactos son fig urinas antropomorfas y llamitas hechas de oro,
plata y spondylus. Los tupus de cobre son muy comunes en las tumbas de la
provinda durante el Horizonte tardío.
138 Revista de Arqueologia Americana No. 31

La provincia inka de Yauyos

EI valle de Canete es un valle estrecho, por donde corre uno de los ríos más
fuertes de la costa y trae agua todo el ano. La cuenca cubre 6,000km cua-
drados y se alimenta de los grandes nevados de la cordillera de Pichcahuau-
ra y otras que colindan con la cuenca de Mala. EI río penetra hasta 200km
tierra adentro. EI valle media, entre los 15 y 60km tierra adentro, mide cerca
de 200m de ancho y prácticamente no presenta terrenos naturales de cultivo.
EI valle bajo, ai menos para el período que nos ocupa, fue alimentado por
dos canales, que definieron una de las áreas más productivas y pobladas dei
sur media. EI más conocido de esos canales, ahora bautizado por el nombre
de Maria Angola, llegaba hasta Cerro Azul en el extremo norte dei cano, lo
que posiblemente justificó la existencia dei gran palacio incaico que allí exis-
te. En la sierra de Lima, se nos presenta un interesante ejemplo de organi-
zación política y religiosa, basado en el caso de la estructura hidráulica en
Huarochirí, esta información fue recogida por Tello (1923). Se trata de seis
poblaciones ubicadas en mesetas o en cumbres de cerras, relacionadas
entre sí por caminos construidos entre ellas y sobre todo por pertenecer a
una misma organización política-religiosa. Estas poblaciones controlan fuen-
tes de agua y las administran a lo largo de canales, controlando a las pobla-
ciones que las utilizan por media de la fuerza que sus antecesores tienen
sobre la memoria de la población y por rituales que perennizan y dan solidez
a su estratégica posición. La mitología de la zona corrobora esta informa-
ción, mencionando que seis antecesores originarias, cabezas de família e
hijos dei rayo se hallan encantados en los altos picos de la zona, según la
costumbre de los habitantes dei pueblo de Casta, estas picachos correspon-
den a sus distintas poblaciones. EI hermano antecesor de mayor autoridad
fue Soxta Kuri, que tenía su morada en Markawasi, aquí se ubicaba el san-
tuario de Wallallo, su templo tenía una gran muralla circundante de piedra y
en zig zag, como la existente en Saqsaywaman y en otros lugares de Cusco.
Los otros cinco hermanos fueron Kuri Pata, Koway Kuri, Puku Wanka Kuri,
Pokle Kuri y Kairi Achin Kuri. Estas seis Kuris controlaban 1 O poblados con-
tando a Markawasi con más de 1,500 casas y 45 villorrios con más de 1,100
casas. Los poblados y villorrios se asientan en las mesetas de los cerras y
en menos cantidad en las faldas. Todos estas poblados y villorrios tienen
una ubicación estratégica, protegidos naturalmente. Unas 37 sitias presentan
muros altos de piedra rodeando los poblados. Se ven batanes, morteros, y
huesos de llamas en la basura. Lo interesante dei asentamiento es que la
mayor parte de los sitias han sido construidos cerca de manantiales natura-
les en las cumbres de los cerras, desde donde las aguas eran canalizadas
irrigando las diferentes tierras de cultivo (Tello 1923).
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 139

Figura 6. Reconstrucción geopolítica de la província espafíola de Yauyos sobre la


provincia inka de Yauyos y Guadocheri,

EI riachuelo de Carhua-Yuma dei distrito de Casta tiene su derivación dei


río dei mismo nombre, el cual es afluente dei Chacalla y a su vez dei río
140 Revistade ArqueologiaAmericana No. 31

Rímac. Tiene un recorrido total de unas 20km con varias represas o lagos en
su curso, hasta irrigar los terrenos alrededor de Casta. Aún se conservan y
se realizan ceremonias anuales llamadas Huari-Huari en honor de Wallallo,
en donde se realizan reparaciones de los canales y represas junto con ritua-
les, comidas, danzas y visitas a los cerras (pacarinas) ai comenzar o ai ter-
minar los trabajos. Estas ceremonias eran dirigidas por un sacerdote o
hechicero pane en relación a las autoridades dei pueblo con la divinidad
(Tello 1923 y Regai 1945:95-96).
Las ceremonias tenían por objeto recibir las aguas de riego otorgadas por
Wallallo, estas se celebraban en la acequia principal llamada Karwa Yuma.
Este riachuelo, es un afluente dei Chacallo que a su vez descarga en el Rí-
mac. Recoge las aguas de los nevados de Jaiwa, Cunyay y Witama y des-
cendiendo unas 15km llega a la toma en que se inicia la acequia que
enrumba hasta Casta, con una longitud de 18km, dividiéndose en tres rama-
les a unas 2km antes de llegar a este pueblo. Estas tres ramales se llaman
Urnu, Lallankarria y Samankarria, para regar los terrenos de Kaway, hoy
población desaparecida ai reducirse, durante el Virreynato, en el actual pue-
blo de Casta (Tello y Miranda 1923).

Figura 7. Planta y reconstrucción hipotética de la parte alta de Pueblo Viejo de


Ornas, valle de Asia.

Stiles (1906) sostenía que los inkas aprovecharon de las lagunas de Hua-
rochirí como depósitos para almacenar agua, pero con excepción de las
ruinas de unas cuantas presas de dudosa antigüedad, de piedras, nada ha
quedado hoy de ellas.
Además de las lagunas de Chani Cocha, Loro Cocha y Witama, que pro-
veen de agua ai riachuelo de Karwa Yuma, existen las pequenas lagunas de
Wakra Cocha y Santa María, que están sobre la meseta de Marka wasi y las
de Ola Kocha, Walima Kocha, Warikian Kocha y Lanan Kocha. Todas ellas
fueron represadas antiguamente y se usan hasta la actualidad. Los canales
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 141

de irrigación más importantes son Kasta Pampam, Sika y Wanka llka que es
la acequia principal de todo este distrito. A uno y otro lado dei riachuelo de
Karwa Yuma se hallan una serie de acequias que irrigan extensos terrenos
(Tello 1923:478). Desde la época de la colonia se descubrió que los inkas
habían hecho obras en la laguna de Huarochirí para poder derramar sus
aguas en el Rímac, en tiempos de estiaje (Elmore 1904).

Figura 8. Planta, vista lateral y reconstrucción hipotética de una kancha de Pueblo


Viejo de Ornas, valle de Asia.

Este trabajo representa un avance dei estado de mis investigaciones en


la zona de Yauyos y Huarochirí, que intenta reconstruir la organización y
situación de la provinda inka y espafíola de Yauyos, en base a los registros
arqueológicos disponibles y las fuentes etnohistóricas pertinentes.
Yauyos y Guadocheri (Huarochirí) comprenden una gran región en la sie-
rra de Lima, capital dei Perú. Su población actual se ha convertido en funda-
mental testigo de más de cinco siglas de historia, manteniendo sus
costumbres y tradiciones andinas y espafíolas; pero también toponimias, tra-
zas urbanas y ruinas de distintas épocas. La población tiene dos componen-
tes étnicos desde -ai menos- el sigla xv, el grupo aymara, conocido como
los Yauyos y el grupo yunga, conocido como los guadocheris (huarochiris).
Ambas poblaciones formaron parte, tanto de la provinda inka de Yauyos,
como la provinda espafíola de Yauyos, las cuales caracterizaremos aquí.
142 Revista de Arqueologia Americana No. 31

Figura 9. Reconstrucción hipotética de la kallanka de Pueblo Viejo de Ornas, Valle


de Asia.
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 143

Estas dos etnias sufrieron dos conquistas, la inka y la espanola. La con-


quista inka fue pacífica, el príncipe Túpac Yupanqui, conquistó a los yauyos
y guadocheris durante el gobierno de su padre, Pachacútec y otros destaca-
dos guerreros. Denominaron Hanan Yauyos a los aymara y Hurin Yauyos a
yungas de Huarochirí.
Este trabajo está dedicado a mi maestro y amigo lan Farrington, pretende
ser un homenaje en vida, por su importante contribución ai esclarecimiento
dei mundo andino, por sus inapreciables enserianzas dei pasado inka y por
su noble desprendimiento por compartir su conocimiento y experiencias.
Sobre la organización política, social, económica y religiosa de los yau-
yos, existe amplia literatura (Flornoy 1955-1956, 1957; Amat 1974, 1978,
1992; Cardich 1981, Pinilla y García 1981, Spalding 1984). Los trabajos
etnohistóricos son también amplias (Tello 1942, Duviols 1966, 1971, 1973,
1977, 1985, Espinoza 1971, 1975, 1975-1976, 1984; Murra 1975, Ros-
tworowski 1971, 1977, 1978; Huertas 1981).

Figura 1 O. Sistemas de kanchas en Pueblo Viejo de Ornas, Valle de Asia.

Túpac Yupanqui conquistó pacíficamente a los yauyos y huarochiris, apoya-


do por Cápac Yupanqui, hermano de Pachacútec, Apo Cámac Inca, Cusi
Guamán Chiri, Manco Cápac Inca, Topa Amaro lnka e lnka Mayta. A nin-
guno de los dos bandos convenía la guerra. Los inkas ya habían vencido
poblaciones más grandes y las etnias locales, tenían pleno dominio de su
ecologia. Un acuerdo era lo apropiado. Los inkas fueron recibidos con respe-
to y solemnidad, respondiendo con homenajes a sus kurakas principales,
guerreros y nobles. Les repartió cumbis (ropas finas), piezas de oro, mujeres
144 Revista de Arqueologia Americana No. 31

y coca. A los comunes les repartió aguascas (rapas comunes). Los locales
quedaron satisfechos, alabando a Pachacútec, en cuyo nombre actuaban su
hermano e hijo correinante (Espinoza 1992:119-120). La alianza con los
yauyos, aseguraba el contrai político de Pachacamac (Cornejo 1999). Los
inkas respetaron y mantuvieron el nombre de yauyos en la región, cesando
por completo las guerras interétnicas, de los yauyos y huarochiris con los
corcovas, huancas y cantas. Quedaron también establecidos los límites de la
provinda inka: ai Norte limita con la guaranga de los canta, región de los
Atavillos (Atauillos); ai Sur, con Car'íete, región de los chocorvos; ai Este, con
la Provinda de Xauxa y Tarama, ocupada por los Huancas (Guancas) y ai
Oeste, con la Provinda inka de Pachacamac, en la región yunga (Cornejo
1999).
Los yauyos, conocidos también como yaros o llacuaces, habitaron prime-
ro (Rostworowski 1989: 55) la serranía de Car'íete y luego se lanzaron a lo
largo de la cordillera marítima de Lima, región accidentada y abrupta que
domina la costa desde considerable altura, fieros y aguerridos, sostuvieron
lucha con todos sus vecinos, venciéndolos y apoderándose de sus hacien-
das. Hacia el norte (Rostworowski 1989:57), fueron detenidos por los
aguerridos canta. Su hábitat es uno de los más crudos de los Andes sud-
americanos, zonas altas de nieves perpetuas y temperaturas muy bajas.
Siendo zona tropical, el factor que modifica el clima es la altitud. Su pobla-
ción estuvo bien adaptada, ocupando tierras entre los 900 y 4,000msnm.
Su economía es rica y significativa en recursos naturales y humanos. EI
interés dei inka en la región fue la inigualable fuerza de trabajo y bélica de
sus aliados. EI acceso y contrai de los cocales de una inmensa región y la
explotación minera y metalúrgica, aún no estudiada adecuadamente.
Los espar'íoles en la Colonia, aprovecharon solo algunos recursos agríco-
las y ganaderos. Luego de la fiebre minera en Potosí, yauyos fue considera-
do, como la nueva Potosí. Hemos podido localizar documentalmente y en
campo, 35 minas antiguas. La explotación indígena fue tan crítica como en el
resto dei Perú colonial y republicano. Los espar'íoles insertaron nuevos re-
cursos agrícolas (trigo, vid, oliva) y ganaderos (caballos, vacas, ovejas y
puercos), consumidos hasta hoy. En la Tabla 1, solo vemos la variedad de
productos registrados por las fuentes, en realidad debieron ser muchos más.
Algunos productos eran procesados con técnicas locales andinas, tanto
para conservar los alimentos, como el charqui (carne secada con sal) y la
oca, convertida en cahui. Usados también como medicina, fue el caso de un
tubérculo purgante registrado en San Pedro de Pilas y la coca. Se procesa-
ban también materias primas como la lana y el Agave Tuberosa, cana usada
en construcción y el algodón.
Su religión estaba representada por dos dioses enemigos y complemen-
tarias, Pariacaca y Huallallo Carhuincho. La divinidad suprema de los yauyos
fue el rayo, presenta varias denominaciones, en el panteón Yaro toma el
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 145

nombre de Libiac Cancharco o Yana Raman. Está asociado ai relámpago y


ai trueno, recibiendo los nombres de lllapa, Pusikajcha, Chuqui Ilia lllapa,
Varo y Pariacaca. En la sierra de Huamachuco, se le conoce como Catequil.
Ocupaba un lugar importante en el Korikancha, según el dibujo de Juan San-
ta Cruz Pachacuti. Su símbolo eran dos líneas verticales enforma de zigzag.
Los adoratorios se ubicaban en la cima de imponentes nevados como el
Yarupajá, Pariacaca y Yarovilca; en cuevas, lagos, puquios y manantiales.
Estaba representado por piedras sin rostro. En el sincretismo colonial toma
el nombre de Santiago y Santa Bárbara. Figurativamente, era un cerro varón
de nieve perpetua cerca de Yauli. Nació de cinco huevos en el cerro Condor-
coto. Hacia caer un diluvio con lluvias rojas y amarillas y desde cinco regio-
nes dei cielo, lanzaba rayos sobre la tierra.
Huallallo Carhuincho era el dias de los huarochiris, hacia caer fuego inex-
tinguible que llegaba hasta el cielo. En un inicio, el ídolo de Wallallo se en-
contraba junto a una laguna ai pie dei Pariacaca, en cuya meseta realizaban
sacrificio humanos de ninas y mujeres. Villar Córdova (1935) consideraba
que Wallallo era un dias yunga. Los mitos registrados en la región aclaran
los movimientos poblacionales en relación a los conflictos entre sus dioses.
En la Colonia, la provincia estuvo organizada por doctrinas, algunas de
ellas tuvieron caprichosas e inexplicables acomodas, comprendían partes de
diferentes pueblos y grupos de pobladores. Santa lnés de Chechima tuvo
una atención especial que desordenaba la organización religiosa de la épo-
ca.
La provincia espaüola de Yauyos mantuvo los mismos límites definidos
por el inka, los esparioles solo realizaron una organización estructural inter-
na, que involucraba cambias políticos, de autoridades locales por espanolas:
reordenamiento poblacional, caracterizado por el contrai de la población local
en reducciones, donde se adaptarían a la economía y religión espafiolas.
EI 15 de enero de 1586, Dávila Brizeüo entrega a don Hernando de To-
rres y Portugal, conde dei Villar y virrey dei Perú, una relación y descripción
de las tierras de Yauyos, donde permaneció más de 45 anos y ejerció el
cargo de corregidor varias veces, reduciendo 200 pueblos ubicados en riscos
y punas de sierras y lugares fuertes; a 39 pueblos que conformarían la pro-
vincia espariola. EI nombre de la provincia de Yauyos surgió de una reduc-
ción que hizo Dávila Brizeüo de unas pueblos que así se llamaban. Esta
reducción se llamó Santo Domingo de Atun Yauyo y tuvo cerca de 350 indios
tributarias. Reporta 10,000 indios tributarias, entre acho y 50 anos de edad,
en la provincia y 7,000 indios tributarias mitimaes en Chocorbos. La visita fue
hecha en tiempos de don Francisco de Toledo, entre 1571 y 1572. Los cinco
repartimientos contaron con una casa para el corregidor, un hospital y una
cárcel. EI hospital estaba bien ligado ai templo. Los templos estaban bien
ornamentados, el mejor era el de Huarochirí. Los hospitales tenían ganado y
146 Revista de Arqueologia Americana No. 31

buenos pastos, para mantener a los enfermos (carne) y a los pobres (lana).
Personal local era utilizado para "sangrar" y curar.
La província de Yauyos se divide en dos partes, Hanan Yauyos (Anan
Yauyos) ai sur y Hurin Yauyos (Lorin Yauyos) ai norte. Desde la conquista
espar'iola, la província de Yauyos estuvo dividida a partir de cinco encomen-
dados, esta división se hizo en el valle de Jauja (Xauxa) a partir de entradas
que hicieron en ella los capitanes Hernando de Soto y Diego de Agüero, por
mandato dei marqués don Francisco Pizarro, en 1534.
Efectivamente, cuando se realizan las reducciones toledanas dei sigla
XVI, pueblos locales, centros administrativos inkas, infraestructura vial e hi-
dráulica es abandonada en los alrededores de los 39 pueblos coloniales
fundados en la región. Algunos de estas pueblos se instalaron también sobre
asentamientos inkas y locales, como el caso de Mama (Spalding 1944:99-
100) y Sisicaya (Cornejo 1999:49) destruyendo o modificando las evidencias.
EI patrón de asentamiento inka en Yauyos consistió en instalar centros
administrativos en los lugares más estratégicos, escogidos, tanto para el
contrai de la población como para la explotación y tratamiento de recursos
económicos, como la coca y los metales. No olvidemos que este territorio
jugó también un papel muy importante en la conquista y domínio de Pacha-
camac (Cornejo 1999). EI patrón arquitectónico inka es también muy claro, la
identificación de hasta el momento de 13 kallankas, acho sistemas de kan-
chas en cinco sitias, cuatro ushnus y cuatro depósitos estatales, demuestran
la presencia de una fuerte administración cusquer'ia en la província. La técni-
ca constructiva es local con formas inkas, se trata de edifícios construidos
con piedra canteada en argamasa de barro, siguiendo la traza ortogonal
como en Nieve-nieve.
Feltham (2009:91, 93) acepta que Nieve-nieve, Aviyay y Chamaiyanca
son sitias inkas, a partir de su identificación de cerámica inka en dichos si-
tias; sin embargo, no está convencida de la presencia de edifícios tipo, de
estilo inka, como la kallankas y kanchas. No identifica las kanchas en Aviyay
(Feltham 1983; Eeckhout 1999:251, Figura 7.54) ni los depósitos estatales
en Antapucro (Feltham 1983:227; Eeckhout 1999:261, Figura 7.60). Duda de
la identificación dei ushnu de Nieve-nieve, argumentando que no se parece
ai ushnu de la Plaza de Los Peregrinos de Pachacamac (Feltham 1983,
2009:94, Eeckhout 1999:249, Figura 7.52). En realidad no tiene por qué pa-
recerse, las manifestaciones físicas de ushnus en el Tawantinsuyu, son muy
variables (Meddens 1997:5-14; Oberti 1997:15-21; Raffino et ai. 1997:22-39).
Considero que el patrón arquitectónico cusquer'io debe ser base de las adap-
taciones arquitectónicas dei estado inka en sus províncias. Los edifícios no
tienen que ser iguales a los cusquer'ios. La idea dei espacio con edifícios
diferenciados, con jerarquía y poder, insertados en el patrón desordenado
local, es lo que se debe identificar. Hay que entender que una misma forma
arquitectónica puede ser usada para distintas funciones fuera dei Cusco.
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 147

Figura 11. Pueblo Viejo de Porococha, Valle de Asia.

EI patrón de asentamiento local, parece haber sido de carácter defensivo,


aprovechando la topografia natural y/o construyendo defensas con muros y
terrazas perimetrales que defienden mesetas o explanadas, donde constru-
yen sus viviendas circulares, rectangulares, a veces semi-circulares.
La presencia de cerámica inka provincial es profusa en toda la provinda,
también hay reportes de textiles porras de piedra, batanes y manos de mo-
lienda, artefactos de hueso para hilar y porras y tupus de metal. La cerámica
doméstica en la región es tosca, de pasta granulosa colar marrón, en formas
globulares de ollas y cántaros, de cuello corto. Vasijas grandes de paredes
gruesas con alisado incipiente. Platos con decoración pictórica de líneas
rojas o negras sobre engobe marrón. También se observa cerámica de pasta
rojiza, también en formas globulares de ollas y cántaros. EI hallazgo de dos
narigueras de plata de estilo Chimú revela la presencia de mitimaes norterios
en la zona. En 1995 reporté lo que me pareció en un análisis preliminar, dos
orejeras (Cornejo 1995:23, Figura 1 O), sin embargo, la comparación con
otros objetos y casos similares (Squier 1967 [1869]; Carcedo 2000:26, Figura
1-18; Makowski y Vega Centena 2004:704, Figura 8), me sugieren artefactos
de clara manufactura chimú, lo que alimenta la idea de la presencia de miti-
maes de Lurín.
Dos etnias tan distintas protagonizan uno de los capítulos más interesan-
tes de nuestra prehistoria en esta región. Las fuentes documentales nos
aclaran muchos aspectos puntuales de la sociedad, su organización, cos-
148 Revista de Arqueologia Americana No. 31

tumbres, creencias, medicina, oficias, tecnología y sus relaciones con otros


pueblos.
Los recursos en la región fueron ricos y diversos y la explotación de ellos
respondió a los distintos intereses económicos entre los yauyos y los huaro-
chiris, aunque existieron intereses comunes, como el cultivo de la coca. In-
cluso los inkas tuvieron tres razones principales para crear la provincia de
Yauyos y crear alianza con la población local: i. interés en la conquista y
dominio de Pachacamac; ii. controlar los extensos cultivas de coca; iii. explo-
tar las mitas de oro, plata y otras que abundan en la región. Los centros ad-
ministrativos inkas respondieron a estas intereses, grandes sistemas de
terrazas de cultivo y 35 minas abandonadas, son documentadas por cronis-
tas, viajeros e investigadores en esta provincia. Finalmente, los esparioles
explotaran tardíamente los recursos mineras de esta región, que sería lla-
mada Nuevo Potosí.
Las fuentes históricas y la riqueza mítica de la región, contribuyen excep-
cionalmente ai conocimiento de la religión, en relación con los conflictos y
movimientos poblaciones en la región. Efectivamente, los yauyos con Paria-
caca y los yungas con Huallallo Carhuincho protagonizan una de las historias
más interesantes documentadas en Los Andes sudamericanos. En la época
dei arzobispo de Lima, Pedro de Villagómez, era común dividir en dos dases
las prácticas religiosas andinas. La primera era una "idolatría formal" o falsa
religión, más peligrosa y semejante ai culto de los wakas en Cusco, y la se-
gunda una combinación de "superstición y errar" remanentes, a las que se
hacía referencia generalmente como hechicería, y que estaba situada aún
por debajo de esa falsa religión (Mills 1997:101-102).
EI patrón de asentamiento y funerario en la provincia de Yauyos, no es
común a los cinco repartimientos. A pesar que en la época Colonial las re-
ducciones siguieron una misma estrategia para toda la provincia, y que en el
Horizonte tardío, los inkas usaron la misma estrategia para aliarse con am-
bas poblaciones enfrentadas entre sí, yauyos y guadocheris; las diferencias
se dan en el patrón de asentamiento local, que permanecen desde el Perio-
do lntermedio tardío, pasando por el Horizonte tardío y !legando hasta la
época Colonial.
EI patrón de asentamiento espaüol se define por la definición de una pro-
vincia dividida en cinco reducciones y estas en 39 pueblos de indígenas
procedentes de distintos lugares de la región, quienes fueron reducidos a un
espacio físico, desde donde serían controlados por la administración espario-
la. Las manifestaciones básicas de esta época debieron estar representadas
por una casa para el Corregidor, un hospital, vinculado a la iglesia y una
cárcel. Sin embargo han podido sobrevivir solo las ruinas de algunas iglesias
o capillas coloniales y luego republicanas, asociadas a plazas abiertas. Al-
gunas veces, las capillas e iglesias católicas reocupan los espacios prehis-
pánicos y edificios inkas como las kallankas. También sobreviven evidencias
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 149

Figura 12. Reconstrucción hipotética de la kallanka de Porococha, Valle de Asia.

de la explotación minera colonial y republicana, como socavones abandona-


dos, molinas coloniales.
EI asentamiento inka se define por la presencia de varios centros admi-
nistrativos y guarangas, como las de Chaclla, Mama, Picoy, Sisicaya y San
Damián; que comprenden kallankas y plazas, sectores residenciales de elite,
varios sistemas de kanchas, observatorios o miradores, ushnus, depósitos
estatales y santuarios, como el de Aviyay. También por la presencia de
150 Revistade ArqueologiaAmericana No. 31

Figura 13. Reconstrucción hipotética de una kancha en Porococha, Valle de Asia.

rasgos arquitectónicos, como recintos rectangulares con hornacinas trape-


zoidales y cerámica inka provincial.
EI patrón de asentamiento local en la província de Yauyos debe enten-
derse a partir de sus dos componentes poblacionales originales, que son el
componente aymara (los yauyos) y el componente yunga (los guadoche-
ris). EI componente aymara corresponde a los repartimientos de Mancos y
Laraos, Hanan Yauyos, parte de Guadocheri y parte de Chacalla. Se carac-
teriza por estructuras de planta rectangular y circular, construidas de piedra
canteada, en mortero de barro, con enlucido de barro, organizadas alrede-
dor de plazas, algunas con piso empedrado, ubicadas en terrazas artificia-
les, planicies y en la cima de cerras. Algunos pueblos presentan murallas
defensivas de piedra y argamasa, con pórticos trapezoidales, que protegen
la arquitectura local. La muralla defensiva más cercana ai Santuario de
Huallallo es en zigzag como en Saqsaywaman. Algunas estructuras locales
presentan una columna central en forma de pirámide invertida que sostiene
el techo en falsa bóveda. Algunas estructuras llegan a tener hasta dos pi-
sos. Funcionalmente, algunas estructuras fueron viviendas, que en algunos
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 151

casos se asocian a hornos, otras fueron depósitos, luego reutilizados como


tumbas. En las zonas domésticas se registran batanes, morteros y basura
doméstica como huesos de llama y cerámica. EI patrón de asentamiento
yunga comprende a los repartimientos de Mama y parte de Guadocheri y
Chacalla. Consiste en estructuras rectangulares y cuadrangulares con es-
quinas redondeadas, de piedra en mortero de barro y enlucido de barro. No
siempre se organizan alrededor de plazas, se ubican en las quebradas
secas en ambas riberas de los ríos Santa Eulalia, Rímac, Yuracmayo, Lu-
rín, Asia y Cafíete. Presencia de santuarios locales.
En toda la provincia se encuentran pinturas rupestres. Sistemas de pie-
dras con horadaciones circulares y formaciones rocosas naturales. También
existen piedras labradas, representando animales, algunas en el centro de
plazas, otras dentro de recintos, a modo de Huancas. La más importante
está en el santuario de Huallallo.
Pueden diferenciarse dos patrones funerarios en la provincia de Yauyos:
un patrón funerario aymara, consistente en cistas de piedra o cavernas o
abrigos funerarios, con individuas envueltos en cuero de llama o venado, en
posición sentado-flexionado, cocidos con pasadores dei mismo cuero o ata-
dos con sagas de cabuya. EI ajuar consiste en tupus y porras de cobre, po-
rras líticas, artefactos de hueso para tejido, hondas y sandalias, cerámica
doméstica y ceremonial local. Objetos rituales como llamas, mazorcas y pa-
pas hechas de piedra. EI patrón funerario yunga, consistió en la reutilización
de estructuras domésticas, debajo dei nivel dei piso y en depósitos asocia-
dos a las viviendas. Se registran también entierros múltiples en recintos te-
chados de piedra con acceso pequeno. Presencia de machays (rocas con
enterramientos debajo) y huancas, en ámbitos yungas. EI tratamiento dei
individuo yunga consiste en un envoltorio de telas de algodón y/o lana, que
envuelve ai individuo en posición sentada. EI ajuar consiste en metales, co-
mo tupus y cuentas de cobre, narigueras de plata, pinzas de oro, porras
líticas, hondas tejidas, artefactos de madera y hueso para hilado y tejido.
Además de plumas, conchas de spondilus y cerámica doméstica y ceremo-
nial local e inka.
Gran desarrollo hidráulico y agrícola, consistente en abundantes sistemas
de terrazas cultivables, situadas en las pendientes de los cerras, algunas
terrazas de coca, otras de maíz, variedad de tubérculos y frutas. Complejos
sistemas de canalización, algunos canales delimitan y cruzan sitias. Repre-
samiento y contrai dei agua, como posibles cascadas artificiales para reducir
la fuerza de los ríos. Fuentes de agua como lagos y puquios sagrados. Pue-
blos construidos en las sagradas confluencias de ríos, como Mama y Tupe.
Redes de caminos prehispánicos (uno epimural elevado), algunos empedra-
dos, la mayoría apisonados, parte de la red dei Qapaqfíam.
152 Revista de Arqueologia Americana No. 31

Waqrapukara, un santuario inka en Acos, Cusco

Waqrapukara es un importante santuario inka con una gran concentración de


características inkas de primer orden, que denotan un inmenso poder político
y religioso. En la jurisdicción de Acos existen cuatro sitias arqueológicos que
parecen estar relacionados a una misma entidad política: Tambopukara,
Yactapukara, Ayapukara y Waqrapukara. Los tres primeros no están aún
abiertos a la investigación y menos ai turismo. EI santuario debió haber teni-
do una gran importancia política y estar asociado a eventos determinantes
en la corta historia de esplendor inka.
EI Distrito de Acos se ubica ai Este de la ciudad de Cusco, aproximada-
mente a 148 kilómetros de distancia y a tres horas de camino. Se encuentra
a una altitud de 2,800msnm. EI conjunto arqueológico de Waqrapukara se
ubica ai sur de Acos, a 4,600msnm pertenece a la comunidad campesina de
Wayki. Presenta un área aproximada de 4.5 hectáreas de extensión. En el
sitio confluyen caminos de herradura que vienen de Chosecani, Sangarará,
Huascar y Huayki.
Es evidente que el significado de Waqrapukara, se debe asociar a la ca-
prichosa, pero extraordinaria formación topográfica de la arquitectura en la
cima dei sitio. AI parecer, en Quechua, huacra significa cuerno y pukara sig-
nifica fortaleza (Holguín 1952 [1608]). Waqrapukara es un sitio arqueológico
singular, los constructores inkas han aprovechado sus características geo-
gráficas y paisajísticas, emerge majestuoso de los accidentados andes, so-
bresaliendo e imponiéndose en el espacio natural. Se trata de un
afloramiento rocoso de arenisca dei cerro Qenter, que producto de la erosión
eólica y pluvial se presenta como dos torreones naturales, en forma de cuer-
nos (Waqra) que se alzan hacia el cielo y que divisan todo el horizonte, in-
cluyendo el caüón dei caudaloso río Apurímac. EI santuario se ubica en un
espacio vivo, creado por una naturaleza modificada por factores erosivos.
Los inkas siempre respetan y dan importancia sagrada a este tipo de sitias.
Estas son los sitias que se escogían para construir arquitectura de poder.
Sobre esta espectacular visión de formaciones naturales, los inkas arnol-
dan o insertan una maravillosa arquitectura ceremonial. La arquitectura dei
sector principal es de un alto estatus político y religioso, considerando que
las hornacinas exteriores de tripie jamba son muy escasas en el Cusco y en
todo el Tawantinsuyu y se asocian solo a lugares de gran prestigio e impor-
tancia política. Este tipo de hornacinas han sido reportados solo en Mau-
kallaqta (Bauer 1992:82) y en Pachacamac (Cornejo 2000a, 2000b, 2000c:
2003, 2004). Tanto Maukallqta como Pachacamac son importantes centros
religiosos, cargados de probada sacralidad. Ambos lugares se asocian a
mitos de origen y personajes de reconocida importancia, ai igual que pasajes
y hechos muy conocidos en la literatura científica. Waqrapukara necesita aun
un estudio riguroso de fuentes históricas que ofrezcan mayor claridad ai sitio.
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 153

Figura 14. Vista de dos hornacinas trapezoidales de doble jamba en terraza cere-
monial. Se aprecia la gran roca que le da nombre ai sitio Waqrapukara,
Cusco.
154 Revistade ArqueologiaAmericana No. 31

Figura 15. Vista de una hornacina trapezoidal de tripie jamba, rasgo muy escaso en
la arquitectura inka, Waqrapukara, Cusco.

Manchac, un centro administrativo inka en e/ alto Maraflón

EI centro administrativo inka de Manchac (Cornejo 2010) se caracteriza por


un conjunto de edifícios organizados alrededor de una plaza, entre los que
sobresalen una kallanka, una plaza, un posible ushnu, dos sistemas de de-
pósitos estatales de planta cuadrangular, un sistema de kanchas atípicas y
un santuario. Se asocia a la etnia local de los huacrachucos, separados de la
etnia de los ichoc huari, por el río Mararión. Falta investigar aún su cobertura
o los espacios y poblaciones que controlaba, lo más importante, es estable-
cer los límites de una província en esta región.
Manchac se ubica en la región de Huánuco, província de Huacaybamba,
distrito de Canchabamba, cercano 15 minutos ai poblado mayor de Piruschtu
y ai caserío de Shiracayog, actuales pueblos agrícolas y ganaderos (ovinos y
vacunos) en la zona. Manchac se encuentra a 3900msnm y se encuentra
adyacente pero a más altura que el ramal oriental dei Qhapaq Nan, que
Hyslop (1992) presenta en su mapa vial inka. Manchac limita por el oriente
con la zona Rupa rupa o selva nubosa.
EI ramal oriental dei Qhapaq Nan tuvo como destino final la zona actual-
mente conflictiva en la vertiente dei Huallaga como el Monzón y Uchiza, rica
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 155

en el cultivo de la sagrada hoja de coca. También debe pensarse en un im-


portante sitio de avanzada de los ejércitos inkas.
La población que habitó en Manchac tuvo acceso o explotó un medio
ambiente especial, aprovechando la microverticalidad existente. En un área
relativamente poco extensa, desarrolló una serie de actividades económicas
importantes. Estudios geológicos actuales en la zona revelan que no era
zona minera. Cuenta con recursos hidráulicos importantes, un grupo de la-
gunas se ubican no muy lejos dei lugar sobre los 4,000msnm. Un puquio de
agua se ubica muy cerca de la plaza, el cual debió representar un recurso
inmediato muy importante para las actividades realizadas en el centro admi-
nistrativo. Por último, una densa neblina y lluvias intensas caracterizan esta
zona tan particular.
En primer lugar, cuenta con una Puna ganadera de gran extensión, en
segundo lugar, en la zona Suni, entre los 3,500 y los 4,200msnm, zona en
donde se ubica Manchac, es una zona propicia para el cultivo de olluco, oca,
papa (de alta calidad) mashua y quinua entre otros cultivas. En tercer lugar,
en la zona Quechua, entre los 2,600 y 3,500msnm, es zona propicia para el
cultivo de maíz y numia. Por último, en una zona que podemos denominar
Yunga Fluvial en los 2, 1 OOmsnm, en el fondo de valle, a nivel dei Maranón,
es zona propicia para el cultivo de frutales, yuca, camote y probablemente
algodón y definitivamente coca.

Figura 16. Planta, elevación y reconstrucción hipotética de la Kallanka de Manchac,


distrito de Canchabamba, província de Huacaybamba, Huánuco.
156 Revista de Arqueologia Americana No. 31

Sin embargo y a pesar de la presencia de estos pisos ecológicos com-


primidos, por encima de todo lo expuesto y a modo de hipótesis, propongo
que este ramal oriental dei Qhapaq Nan tuvo como destino final la zona ac-
tualmente conflictiva en la vertiente dei Huallaga como el Monzón y Uchiza,
rica en el cultivo de la sagrada hoja de coca. No estoy seguro de que Hyslop
(1992) haya recorrido este tramo, pues parte dei mismo aparece en la carta
nacional como camino inka, pero por motivos obvios, la zona en los tiempos
de su investigación y en la actualidad es muy peligrosa por el narcotráfico.

Propuesta final

EI Estado inka aprovecho mucho la experiencia milenaria de las poblaciones


andinas en el desarrollo acelerado de su administración. Aprendió también
distintas costumbres y formas culturales que utilizará en su expansión y plan
de conquista. EI patrón de asentamiento inka provincial revela una serie de
característica de necesitan ser tomadas en cuenta para la identificación dei
carácter de los sitios inkas en las provindas dei Tawantinsuyu.
Las provindas inkas costeüas investigadas presentan normalmente recin-
tos amurallados que encierran edificaciones importantes en planicies coste-
nas. EI binomio kallanka plaza era usado mayormente en los valles medios,
asociados a cocales y extracción minera. En las tierras altas se usaba
mucho el amurallamiento defensivo de cerros, en algunos casos, se usó la
kallanka plaza, para explotación minera y control poblacional. En todos los
casos, se han insertado en los asentamientos locales sin necesariamente
cambiar o modificar sustancialmente su patrón local.
Dependiendo de las características de la población conquistada, el Esta-
do inka podia usar otras edificaciones, simples o complejas, pequenas o
grandes, muchas o pocas.
La Kancha pudo desempenar varias funciones, según el caso, desde
residencia de mitimaes, gobernantes, personales de alta jerarquía, pasando
por una función religiosa o administración de cultos, hasta talleres de produc-
tos suntuarios.
EI ushnu es un punto de origen de extrema importancia, tuvo varias di-
mensiones y formas, los más fáciles de identificar son las plataformas o pi-
rámides, con lavabo, trono o gnomon; los más difíciles de identificar son las
manifestaciones teóricas de ellos, una roca, un canal de drenaje un hoyo.
Los depósitos inka estatales fueron un factor importante en la expansión
política y económica dei Tawantinsuyu, asociados con la red vial inka, los
productos almacenados servían a los ejércitos, ai personal administrativo y
demás viajeros que servían ai Estado. Se ubican en lugares, como laderas y
cimas de cerros, distantes de la población local. Por lo general, se encuen-
tran en líneas y se presentan en grupos entre 50 y 2,000.
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 157

Los templos y santuarios de los inkas eran lugares sagrados difíciles de


identificar, dedicados a sus dioses y antepasados. También los elementos
naturales eran venerados, como el trueno (lllapa), la luna (Mamaquilla) y la
tierra (Pachamama). Los lugares sagrados más importantes, las casas de los
dioses, eran lugares naturales, como montarias o colinas, cuevas, islas,
agua (fuentes, piscinas, lagos y el mar), las rocas y los lugares relacionados
con los antepasados y otras deidades. Todos los templos importantes y los
lugares sagrados tenían sacerdotes, sirvientes y aqllas (mujeres elegidas)
para los rituales y la fabricación de las ofrendas.

Bibliografia

Adamska, Anna and Michczynskil, Adam


1996 "Towardss Radiocarbon Chronology of the Inca state", Andes, Boletín
de la Misión Arqueológica Andina, materiales dei Simposio Problemas
de la cronología cultural dei área centro-andina, pp. 35-58, Ili Congre-
so Latinoamericano de la Universidad de Varsovia, Varsovia.
Albornoz, Cristóbal
1967 [1583-1584] "La instrucción para descubrir las Guacas dei Pirú y sus
Camayos y Haziendas (fines dei siglo xvr)", Duviols, Journal de la So-
ciété des Americanistes.
Alcina Franch, José
1978 "lngapirca: arquitectura y áreas de asentamiento", Revista Espaflola
de Antropología Americana xx, pp. 127-146.
Amat, H.
1978 "Los yaros, destructores dei lmperio Wari", Actas y Trabajos dei Ili
Congreso Peruano dei Hombre y la Cultura Andina, tomo li, pp. 614-
640, Lima, Perú.
1992 "Los yaros en la historia de Huarochirí", Vladimiro Tratar (coord.), Hua-
rochirí: acho mil anos de Historia, vol. 1, pp. 67-116, Municipalidad de
Santa Eulalia de Acopaya, Santa Eulalia, Lima, Perú.
Avila, Francisco
1987 [1598] Ritos y tradiciones de huarochiri dei siglo xvu, versión paleográ-
fica, interpretación fonológica y traducción ai castellano de Gerald Tay-
lor, IEP y IFEA, Lima.
Bandelier, Adolph
191 O The /stands of Titicaca and Coati, Hispanic Society of America (re-
printed by Kraus 1969).
Bouchard, Jean-Francois
1976 "Patrones de agrupamiento arquitectónico dei Horizonte tardío dei
valle dei Urubamba", Revista dei Museo Nacional, tomo XLII, pp. 97-
111, Lima.
158 Revista de Arqueologia Americana No. 31

Bray, Tamara
1992 "Archaeological survey in northern highland Ecuador, Inca imperialism
and the País Caranqui", World Archaeology, núm. 24, pp. 218-233.
Calancha, Fray A.
1638 Corónica moralizadora dei orden de San Agustín en el Perú, con su-
cesos ejemplares vistos en esta monarquía, Barcelona.
Carcedo, Paloma
2000 Plata, transformación en el arte Precolombino dei Perú, Patronato
Plata dei Perú, Lima.
Cardich, Augusto
1981 (Ms.) Dos divinidades relevantes dei antiguo Panteón Centro Andino:
Yana Raman o Libiac Cancharco y Rayguana, serie Monográfica 1
(Separata), Cátedra de Arqueología Americana 1, Facultad de Cien-
cias Sociales, Universidad Nacional de La Plata, Argentina.
Castro, Fray C. y Ortega Morejon, Diego
1974 "Relación y declaración dei modo que este valle de Chincha y sus
comarcanos se gobernaron antes que hobiese ingas y después que
los hobo hasta que los cristianos entraron en esta tierra", Historia y
Cultura, núm. 8, Museo Nacional de Historia, pp. 91-104, Lima, Perú.
Cornejo Guerrero, Miguel A.
1995 "Arqueología de santuarios inkas en la Guaranga de Sisicaya, valle de
Lurín", Tawantinsuyu, una revista internacional de estudios inkas, vai.
1, Canberra, Australia.
2000 An Archaeological Analysis of an inka Province: Pachacamac and the
lschma nation of the central coast of Perú, tesis para obtener el grado
de doctor en Arqueología, (Ph.D), Department of Archaeology and An-
thropology, Australian National University, Canberra, Australia
2000 "La nación lschma y la provincia inka de Pachacamac", Arqueológicas,
núm. 24, Revista dei Museo Nacional de Antropología Arqueología e
Historia dei Perú.
2000 "Sacerdotes andinos y rituales de sangre en el Tawantinsuyu", Boletín
dei Instituto Riva Agüero, núm. 25, Lima, Perú, pp. 187-198.
2003 "Sacrificios humanos inkas: el caso de ninas sacrificados en cunas-
literas en la Costa Central dei Perú", Xama, Publicación de la Unidad
de Antropología, Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambienta-
les INCIHUSA, CONICET, CRICYT, Mendoza 2002-2005, Argentina.
2003 "Sacerdotes y tejedores en la provincia inka de Pachacamac", Boletín
de Arqueología PUCP, núm. 5, Lima, Perú.
2004 "Pachacamac y el Canal de Guatca en el bajo Rímac", Bulletin lnstitute
Frances Etudes Andines, núm. 33, Lima, Perú, pp. 783-814.
2006 "EI Rombo Escalonado, un símbolo de poder inka", Revista de Arqueo-
logía Americana, núm. 24, Instituto Panamericano de Geografia e His-
toria, México, pp. 125-141.
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 159

201 O "Waqrapukara, un santuario inca en Acos, Cusco", lnka L/aqta, Revista


de lnvestigaciones Arqueológicas y Etnohistóricas lnka, ano 1, vai. 1,
Lima, Perú, pp. 195-206.
201 O "Manchac, un centro administrativo inka en el Alto Mararión", Arqueo-
logía en EI Perú, Nuevos aportes para el estudio de las sociedades
andinas prehispánicas, Lima, Perú, pp. 363-375.
D'altroy, Terence and Hastorf, Christine
1984 "The Distribution and Contents of Inca State Storehouses in the Xauxa
Region of Peru", American Antiquity, núm. 49(2), Society for American
Archaeology, pp. 334-349.
D'altroy, Terence N.
1987 "Transitions in power: centralization of Wanka political organization
under inka rule", Ethnohistory, núm. 34, pp. 78-102.
1992 Provincial Power in the inka Empire, Smithsonian lnstitution Press,
New York.
1994 "Public and Private Economy in the inka Empire", The Economic An-
thropology of the State, Monographs in Economic Anthropology,
núm. 11, Edited by Elizabeth Brumfield, University Press of America,
pp. 169-221.
1994 "Factions and political development in the central Andes", in E. Brum-
fiel and J. Fax (eds.), Factional Competition and Political Development
in the New World, Cambridge University Press, pp. 171-187.
Duviols, Pierre
1976 "La Capacocha", Alpanchis Phuturinqa, núm. 9, Cusco, Perú, pp. 11-
57.
1984 "Albornoz y el espacio ritual prehispánico. La instrucción para descu-
brir las Guacas dei Pirú y sus Camayos y Haziendas", Revista Andina,
ano 2, núm. 1, Lima, Perú, pp. 169-219.
Elmore, Teodoro
1904 "Régimen de las aguas filtrantes dei río Rímac", BCIM, núm. 13, Lima,
Perú.
Espinoza Sariano, Waldemar
1987 Los incas, economía, sociedad y Estado en la era dei Tahuantinsuyo,
Amaru Editores, Lima, Perú.
Farfan Lovaton, Carlos
1995 "Asentamientos prehispánicos de la Cuenca Alta dei Chillón", Gaceta
Arqueológica Andina, núm. 24, Lima, Perú, pp. 31-61.
Farrington, lan
1974 "lrrigation and Settlement Pattern. Preliminary Research Results from
the North Coast of Peru", lrrigation's lmpact on Society, Anthropologi-
cal Papers of the University of Arizona núm. 25, Theodore E. Downing
and McGuire Gibson editors, University of Arizona Press, Tucson, Ari-
zona.
160 Revista de Arqueologia Americana No. 31

1978 "lrrigación prehispánica y establecimiento en la costa Norte dei Perú",


en Tecnología Andina, Compilador R. Ravines, Instituto de Estudios
Peruanos.
1985 "Operational Strategies, Expansion and lntensification within the Pre-
historie lrrigation Agriculture System of the Moche Valley, Perú. Prehis-
toric lntensive Agriculture in the Tropics", pp. 621-651, edited by 1. S.
Farrington, BAR lnternational Series 232,Great Britain.
1992 "Ritual Geography, settlement pattern and the characterization of the
provinces of the inka heartland", World Archaeology, núm. 23, pp. 368-
385.
1994 Una nueva clase de asentamiento en el Cusco: EI R.P.C. en el centro,
resumen de ponencia para el Simposio: Estrategias dei domínio inka
en el Kollasuyu, XI Congreso Nacional de Arqueología, 1994:200, Ar-
gentina.
1995 ''The mummy, estate and palace of inka Huayna Capac at
Quispeguanca", Tawantinsuyu, núm. 1, Canberra, Australia, pp. 55-65.
1997 "The Concept of Cusco", in 49th I nternational Congress of American-
ists, Simposio Arq 16: Los inkas, Avances Arqueológicos, Etnohistó-
ricos e Iconográficos, Pontifícia Universidad Católica dei Ecuador,
Quito.
1998 ''The Concept of Cusco", Tawantinsuyu, núm. 5, Canberra, Australia,
pp. 53-59.
Flornoy, B.
1955-1956 Exploration Arqueologique de 1: Alto Marafíón, Travaux dei lnstitut
Francais d'Etude Andines, Tome V, Paris-Lima.
1957 "Monumentos de la Región de Tantamayo (Perou)", Journal de la So-
cieté des Americanistes, Tome XLVI, Paris.
Fresco, Antonio
1984 "La Arqueología de lngapirca (Ecuador), costumbres funerarias, cerá-
mica y otros materiales", Memorias de la Misión Científica Espaflola en
el Ecuador, Comisión dei Castillo de lngapirca, Cuenca.
Fresco, Antonio y Cobo, Wania
1978 "Consideraciones etnohistóricas acerca de una tumba de pozo y cá-
mara de lngapirca (Ecuador)", Revista Espaflola de Antropología Ame-
ricana, XX, pp. 147-161.
Gasparini, Graciano y Margolies, Luise
1977 Arquitectura inka, Centro de lnvestigaciones Históricas y Estéticas,
Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad central de Vene-
zuela, Caracas.
Gentile Lafaylle, Margarita E.
1981 "Apuntes sobre la Historia Colonial y las fiestas comunales de San
Pedro de Casta (Huarochirí)", EI Boletín de Lima, núms. 16, 17 y 18,
Lima, Perú.
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 161

1991-1992 "La conquista incaica de la Puna de Jujuy. Notas a la crónica de


Juan de Betanzos", Xama (Mendoza), núms. 4-5, pp. 91-106.
1996 "Dimensión sociopolítica y religiosa de la Capacocha dei Cerro Acon-
cagua", Bulletin de l'lnstitut Francais d'Etudes Andines, Tome 25, núm.
1, Lima, Perú, pp. 43-90.
Guerrero, Daniel
1993 "Armatambo: sistemas constructivos", 1/2C Media de Construcción,
núm. 85, Lima, Perú, pp. 20-21.
ldrovo, Jaime
1993 "Arquitectura y urbanismo en Tomebamba", Beitreqe zur Allgemeinden
und Vergleichenden Archéoloqte, núm. 13, pp. 253-330.
Herrera, Fernando
1997 'Trabajos preliminares en paredones en el valle de Nasca", Tawantin-
suyu, núm. 3, Canberra, Australia, pp. 119-126.
Hyslop, John
1984 The inka Road System, Studies in Archaeology, lnstitute of Andean
Research, New York.
1990 lnka settlement planning, Austin, University of Texas Press.
1992 Qhapaqfían, E/ sistema via/ inkaico, Instituto Andino de Estudios Ar-
queolólicos, Petróleos dei Perú, Lima.
Hyslop, John y Mujica, Elías
1992 "lnvestigaciones de A.F. Bandelier en Armatambo (Surco) en1892",
Gaceta Arqueológica Andina, vai. VI, núm. 22, pp. 63-86.
Kendall, Ann
1985 Aspects of Inca Architecture. Oescription, function and chrono/ogy,
BAR lnternational Series 242, Part 1, li.
Malpass, Michael A.
1993 Provincial Inca. Archaeological and Ethnohistorical Assessment of the
lmpact ofthe Inca State, University of Iowa Press, Iowa City.
Le Vine, Terry
1987 "lnka Labor service at the regional levei", The functional reality. Ethno-
history, núm. 34(1 ), pp. 14-46.
1992 lnka Storage Systems, Edited by Terry Le Vine, University of Oklaho-
ma Press, Norman and London.
Lorandi, Ana María
1980 "La frontera oriental dei Tawantinsuyu: el Umasuyu y el Tucumán. Una
hipótesis de trabajo", Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropo-
logía, NS 14, pp. 147-167.
1983 "Mitayos y mitmaqkunas en el Tawantinsuyu Meridional", Histórica, vai.
VII, núm.1, Lima, Perú, pp. 3-50.
1983 "Olleros dei inka en Catamarca, Argentina", Gaceta Arqueológica An-
dina, afio 2, núm. 8, INDEA, Lima, Perú, pp. 6-7 y 10.
162 Revista de Arqueologia Americana No. 31

1984 "Soriocamayoc: los olleros dei inka en los centros manufactureros


dei Tucurnán", Revista dei Museo de La Plata (Antropologia), vai. 7
núm. 62, pp. 303-327.
1988 "Los Diaguitas y el Tawantinsuyu: una hipótesis de conflicto", T. D.
Dillehey and P. Netherly (eds.), La Frontera dei Estado Inca, BAR ln-
ternational Series 442, pp. 235-259.
1991 "Evidencias en torno a los mitmaqkuna incaicos en el NO argentino",
Antropológica, PUC, Lima, núm. 9, pp. 213-236.
1994 "Estrategías de dominación inca en el Kollasuyu, Actas y Memorias,
Primera parte", Revista dei Museo de Historia Natural, San Rafael 13,
pp. 208.
Luderia, Hugo
1973 lnvestigaciones arqueológicas en el sitio de Huacoy: Valle dei Chillón,
tesis para optar el grado de Bachiller, Especialidad de Arqueología y
Etnología, Lima, Perú.
1975 Secuencia cronológica y cultural dei vai/e dei Chillón, tesis para optar
el grado de doctor, especialidad de Arqueología, Lima, Perú.
Le Vine, T.
1985 "lnka Administration in the Central Highlands: a comparative study",
unpublished PhD dissertation, UCLA.
Makowski, K. y Vega Centena, M.
2004 "Estilos regionales en la costa central en el Horizonte tardío. Una
aproximación desde el valle dei Lurín", Boletín dei Instituto Francés de
Estudios Andinos, núm. 33 (3), Lima, Perú, pp. 681-714.
Matos, J.
1951 La ganadería en la comunidad de Tupe, Publicación 2, Instituto de
Etnología Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú.
1956 "Yauyos, Tupe y el idioma kauke", en separata de la Revista dei Mu-
seo Nacional, tomo XXV, Instituto de Etnología y Arqueología. Publi-
cación 12, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Facultad de
Letras, Lima, Perú.
Meddens, F.M.
1997 "Function and Meaning of the Usnu in Late Horizon Peru", Ta-
wantinsuyu, núm. 3, Canberra, Australia.
Middendorf, Ernst W.
1893-1895 Perú 1-111, Berlín.
1943 "La antigua ciudad de Huadca", Revista dei Museo Nacional, tomo XII,
núm. 1, Lima, Perú, pp. 81-96.
Mills, K.
1997 ldolatry and its Enemies, Colonial Andean Religion and Extirpation
(1640-1750), Princeton, Princeton University Press.
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 163

Molina, Cristóbal de, el Almagrista


1968 [1552] "Relación de las muchas cosas acescidas en el Perú", Biblioteca
de autores espafloles, tomo ducentésimo-noveno, Atlas, Madrid.
Moorehead, Elisabeth
1978 "Highland Inca architecture in adobe", Nawpa Pacha, núm.16, pp. 65-
94.
Morris, Craig
1966 "EI tampu real de Tunsucancha", Cuadernos de lnvestigación, Univer-
sidad Nacional Hermilio Valdizán, Huánuco, Perú, pp. 95-107.
1967 Storage in Tawantinsuyu, unpublished PhD dissertation University of
Chicago.
1973 "Establecimientos estatales en el Tawantisuyu: una estrategia de ur-
banismo obligado", Revista dei Museo Nacional, tomo XXXIX, Lima,
Perú, pp. 127-141.
1978 'The Archaeological Study of Andean Exchange Systems", C.L. Red-
man et ai. (eds.), Social Archaeology: beyond subsistence and dating,
Academic Press, pp. 315-327.
1979 "Maize beer in the economics, politics and religion of the inka Empire",
C.F. Gastineau et ai. (eds.), Fermented Food Beverages in Nutrition,
Academic Press, pp. 21-34.
Morris, Craig and Thompson, O.E.
1985 Huanuco Pampa. An Inca City and its Hinterland, Thames and Hud-
son, London.
Murra, John V.
1978 "Los Olleros dei inka: hacia una historia y arqueología dei Qollasuyu",
en Miro Quezada, Francisco; Pease, Franklin y Sobrevilla, D. (eds.),
Historia, problema y promesa. Homenaje a Jorge Basadre, Pontificia
Universidad Católica dei Perú, Lima, Perú.
1982 "The rn'ita obligations of ethnic groups to the inca state", in George A.
Collier, Renato 1. Rosaldo, and John D. Wirth (eds.), The Inca and Az-
tec states, 1400-1800: Anthropology and History, New York, Academic
Press, pp. 237-262.
Netherly, Patricia
1991 "EI dominio inka en el extremo sur dei Ecuador: la experiencia de los
pueblos serranos, costerios y orientales", in R Raffino (ed.), EI lmperio
inka: actualización y perspectivas por registros arqueológicos y etno-
lógicos, Comechingonia, Revista de Antropologia e Historia, Córdoba
9, número especial, pp. 306.
Pãrssinen, Martti
1992 "Tawantinsuyu. The Inca State and its political Organization", Studia
Historica, 43, Suomen Historiallinen Seura, Helsinki.
164 Revista de Arqueologia Americana No. 31

Polia, M.
1995 Los Guayacundos ayahuacas: una arqueología desconocida, Fondo
Editorial, Pontifícia Universidad dei Perú.
Raffino, Rodolfo
1978 "La ocupación inka en el NO Argentino: actualización y perpectivas",
Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología, núm. 12, pp.
95-121.
1983 "Los inkas dei Kollasuyu, Origen, Naturaleza y transfiguraciones de la
ocupación inka en los Andes Meridionales", Ramos Americana (ed.),
participan: Daniel Olivera, Lidia lacona, Gabriela Ravina, Lidia Baldini
y Ricardo Alvis, Buenos Aires, Argentina.
Raffino, Rodolfo y Stehberg, R.
1997 "EI Tawantinsuyo y sus fronteras", en H. Amat Olazabal y L. Guzmán
Palomino (eds.), XI Congreso Peruano dei Hombre y la Cultura Andina
"Augusto Cardich", Actas y Trabajos Científicos, tomo 1, Universidad
Nacional "Hermilio Valdizan" Huánuco, Lima, pp. 338-361.
Raffino, Rodolfo; lturriza, Rubén; lacona, Analí; Capparelli, Aylen; Gobbo,
Diego; Montes, Victoria y Vazquez, Rolando
1996 "Quillay: Centro Metalúgico inka en el Noroeste Argentino", Tawantin-
suyu, una revista de estudios inkas, vol. 2, Canberra, Australia, pp. 59-
69.
Regai, Alberto
1945 "Política hidráulica dei lmperio lncaico", Revista de la Universidad
Católica dei Perú, tomo 13, núm. 2-3, Lima, Perú, pp. 75-108.
1970 Los trabajos hidráulicos dei inca en el Antiguo Perú, Lima, Perú.
Ribera, Maria
1991 "Estrategias de incorporación dei territorio dei Norte de Chile ai domi-
nio incaico", in R. Raffino (ed.), EI lmperio inka: actualización y pers-
pectivas por registros arqueológicos y etnológicos, Comechingonia,
Revista de Antropología e Historia, Córdoba 9, número especial.
Rostworowski, María
1972 "Breve ensayo sobre el Sefíorío de lchma o Ychima", Boletín dei Se-
minario de Arqueología, núm. 13, Pontifícia Universidad Católica dei
Perú, Lima.
1977 Etnia y Sociedad, Instituto de Estudios Peruanos, Lima, Perú.
1978 Sefíoríos indígenas de Lima y Canta, Instituto de Estudios Peruanos,
Lima, Perú.
1981 Recursos naturales renovables y pesca, siglos xvt y XVII, lnsituto de
Estudios Peruanos, Lima, Perú.
1983 Estructuras andinas dei poder, ideologia religiosa y política, Instituto
de Estudios Peruanos. Lima, Perú.
1988 Historia dei Tawantinsuyu, Instituto de Estudios Peruanos, Lima, Perú.
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 165

1988 "Conflicts Over Coca Fields in 16th-Century Perú. Studies in Latin


American Ethnohistory & Archaeology", vai. IV, (Joyce Marcus, Gen-
eral Editor). Memoirs of the Museum of Anthropology, Number 21,
University of Michigan, Ann Arbor.
1989 Costa peruana prehispánica, Instituto de Estudios Peruanos, Lima,
Perú.
1992 Pachacamac y E/ Seflor de Los Milagros. Una trayectoria milenaria,
Instituto de Estudios Peruanos, Lima, Perú.
Rowe, John H.
1944 "An introduction to the Archaeology of Cusco", Papers of the Peabody
Museum of American Archaeology and Ethnology, 27(2), Harvard Uni-
versity Cambridge.
1946 "Inca Culture at the Time of the Spanish Conquest", Bolletin, 143,
Handbook of South American lndians, vai. 2, Smithsonian lnstitution
Bureau of American Ethnology, Washington, pp. 183-330.
Santillan, Hernando de
1968 [1563] Relación dei origen, descendencia, política y gobierno de los
Incas, Biblioteca de Autores Espar'ioles, tomo ducenésimo-noveno,
Atlas, Madrid.
Schaedel, Richard P.
1951 "Major Ceremonial and populations Centers in Northern Perú", The
Civilization of Ancient America. Selected Papers of the 29th lnterba-
tional Congress of Americanists, Edited by Sol Tax, vai. 1, pp. 232-243,
Chicago.
1978 "Formation of the Inca State", Ili Congreso Peruano E/ Hombre y la
Cultura Andina. Actas y Trabajos, tomo 1, Lima, Perú, pp. 112-156.
Silva, Jorge
1989 "Callao Prehispánico. Pueblos prehispánicos tardíos en el bajo Rímac:
vestigios encontrados en La Perla", Historia Chalaca, ano 2, núm. 1,
Revista dei Centro de lnvestigaciones Históricas dei Callao, Lima,
pp. 65-78.
1992 "Ocupaciones Postformativas en el valle dei Rímac: Huachipa - Jica-
marca", Pachacamac, Revista dei Museo de la Nación, vai. 1, núm. 1,
Lima, Perú, pp. 49-74.
1996 (Ms.) "Prehistoric Settlement Pattern in the Chillón Valley, Perú", Doe-
torai Dissertation Department of Anthropology, 1996, Ann Arbor Michi-
gan.
Spalding, Karen
1984 Huarochirí. An Andean Society Under Inca and Spanish Rufe, Stanford
University Press, Stanford, California.
166 Revista de Arqueologia Americana No. 31

Stehberg, Rubén
1976 "Notas Arqueológicas dei cementerio lncaico de Quilicura, Santiago de
Chile", Noticiero Mensual, núm. 234, Museo Nacional de Historia Natu-
ral, Santiago.
1995 "lnstalaciones lncaicas en el Norte y Centre Semiárido de Chile, Co-
lección de Antropología", Ediciones de la Dirección de Bibliotecas, Ar-
chivos y Museos, Centro de lnvestigaciones Diego Barros Arana,
Santiago de Chile.
Stehberg, Rubén y Rodriguez, Arturo
1995 "Ofrendas mapuche-incaicas en el cerro Tren Tren de Dorilhue, Valle
de Cachapoal", Tawantinsuyu, vol. 1, Canberra, Australia, pp. 29-35.
Stumer, Louis M.
1954 "Population Center of the Rímac valley of Perú", American Antiquity,
vol. XX, núm. 2, pp. 130-148.
1954 "The Chillón of Perú: excavation and reconnaissance", in Archaeology,
vol. 7, núm. 2, Brattleboro, Ut, USA, pp. 171-178; 220-228.
Stiles, Alberto
1906 "Examen técnico de las lagunas de Huarochirí", BCIM, núm. 42, Lima,
Perú.
Tello, Julio C. y Miranda, Próspero
1923 "Wallallo, Ceremonias gentilicias realizadas en la región Cisandina dei
Parú", Revista Inca, Lima, Perú.
Topic, John and Chiswell, Coreen
1992 "lnka Storage in Huamachuco", in Terry LeVine edited, lnka Storage
Systems, University of Oklahoma Press, pp. 206-233.
Topic, John and Topic, T.
1993 "A summary of the Inca occupation of Huamachuco", in M.A. Malpass
(ed.) Provincial inka: archaeological identification of the inka state,
University of Iowa Press, pp. 17-43.
Uhle, Max
1903 Pachacamac, University of Pennsylvania, USA.
Villar Cordova, Pedro E.
1923 Las ruínas de la Província de Canta, inka, vol. 1: 1, Lima, Perú.
1935 Las Culturas Prehispánicas dei Departamento de Lima (Arqueologia
Peruana), primera edición (Homenaje ai IV Centenario de la Funda-
ción de Lima: o Antigua "Ciudad de los Reyes"), Lima, Perú.
1982 Las culturas prehispánicas dei Departamento de Lima, Ediciones
Atusparia, Lima, Perú.
Williams, Carlos
1980 Arquitectura y urbanismo en el Antiguo Peru, Historia dei Perú, tomo
VIII, Lima, Perú.
Zuidema, R.T.
1964 The ceque system of Cusco, Leidfen, Brill.
EI Tawantinsuyu y el patrón de asentamiento provincial 167

1980 "EI Ushnu", Revista de la Universidad Complutense, núm. 28, pp. 317-
362.
1989 "Reyes y Guerreros. Ensayos de Cultura Andina", Grandes Estudios
Andinos, Manuel Burga (comp.), Fomciencias, Lima, Perú.
1989 "EI Ushnu", en Zuidema, Reyes y Guerreros, Ensayos de Cultura An-
dina, Grandes Estudios Andinos, Manuel Burga compilador, Fomcien-
cias, pp. 402-454, Lima, Perú.
1995 "Momias desolladas en los Andes: Lo que vieron y lo que interpretaron
los primeros espaiioles", Diálogo Andino, núm. 14/15, Departamento
de Antropología, Geografía e Historia, Facultad de Educación y Hu-
manidades, Universidad de Tarapacá, Arica, pp. 171-186.

S-ar putea să vă placă și