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RESPONSABILIDAD CIVIL OBJETIVA.

ES POSIBLE RECLAMARLA AUN

CUANDO LA VÍCTIMA DEL ILÍCITO HAYA OTORGADO EL PERDÓN MÁS

AMPLIO ANTE LAS AUTORIDADES DEL ORDEN PENAL.

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver la

contradicción de tesis 227/2013, suscitada entre el Primer Tribunal Colegiado del

Décimo Primer Circuito, actualmente Tribunal Colegiado en Materia Civil del

Décimo Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materias Civil y de

Trabajo del Décimo Sexto Circuito y de la que derivó la jurisprudencia 1a./J.

43/2014 (10a.), de rubro: "RESPONSABILIDAD CIVIL OBJETIVA. POR REGLA

GENERAL ES IMPROCEDENTE SI YA SE CUBRIÓ LA INDEMNIZACIÓN

DETERMINADA EN UN PROCESO PENAL PARA REPARAR EL DAÑO.",

estableció que cuando en un proceso penal se ha condenado a la reparación del

daño, por regla general no se puede demandar posteriormente en un proceso civil

desvinculado del proceso penal la responsabilidad objetiva del propio inculpado o

de un tercero, toda vez que en ambos casos la responsabilidad civil que se reclama

en ese segundo proceso es con motivo de la misma acción y el mismo daño y que en

ese sentido, la responsabilidad civil subjetiva derivada de un delito no tiene una

"naturaleza distinta" a la responsabilidad civil objetiva, concluyendo que

excepcionalmente podrá acudirse a la vía civil cuando pueda apreciarse claramente

que la legislación civil permite una mayor amplitud indemnizatoria en comparación

con la legislación penal, de tal manera que la acción de reparación de daño en la

vía civil pueda dar lugar a un mayor beneficio económico como resultado de una

regulación más favorable para la víctima de la cuantificación del daño. En la

ejecutoria que motivó la jurisprudencia en cita, se concluyó que dicha excepción no

implica que en este supuesto el ofendido pueda hacer exigible la reparación del

daño en la vía civil de manera completamente autónoma, pues la cantidad que

eventualmente se conceda por concepto de reparación del daño en el proceso civil

deberá descontar la indemnización que se haya cubierto con motivo de la condena

decretada en el proceso penal. Por tanto, de dichas consideraciones es procedente

inferir que aun cuando ante una autoridad del orden penal, la víctima haya otorgado

el perdón más amplio y sin reservas al causante del daño, no existe impedimento

para que demande en la vía civil la responsabilidad civil objetiva.


OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER

CIRCUITO.

Amparo directo 187/2019. Grupo Nacional Provincial, S.A.B. y otra. 25 de abril de

2019. Unanimidad de votos. Ponente: Ma. Del Refugio González Tamayo.

Secretario: Roberto Sáenz García.

Nota: La parte conducente de la ejecutoria relativa a la contradicción de tesis

227/2013 y la tesis de jurisprudencia 1a./J. 43/2014 (10a.) citadas, aparecen

publicadas en el Semanario Judicial de la Federación del viernes 29 de agosto de

2014 a las 8:13 horas y en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,

Décima Época, Libro 9, Tomo I, agosto de 2014, páginas 453 y 478, registros

digitales: 25184 y 2007292, respectivamente.

Esta tesis se publicó el viernes 20 de septiembre de 2019 a las 10:29 horas en el

Semanario Judicial de la Federación.

Época: Décima Época Registro: 2020648 Instancia: Tribunales Colegiados de

Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Semanario Judicial de la Federación

Publicación: viernes 20 de septiembre de 2019 10:29 h Materia(s): (Civil) Tesis:

I.8o.C.75 C (10a.)
RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL POR NEGLIGENCIA

MÉDICA. LA TEORÍA MÁS ADECUADA PARA DETERMINARLA,

TRATÁNDOSE DE ACTOS DE EQUIPOS MÉDICOS, ES LA DE

"INTRODUCCIÓN A LA OBLIGACIÓN".

El solo hecho de ser el jefe del equipo médico no basta para determinar la

responsabilidad en caso de que uno de los miembros del mismo incurra en una

negligencia, en congruencia con la naturaleza de la responsabilidad civil subjetiva.

Para resolver este problema, existen tres teorías:

A la primera se le conoce como del "capitán del barco" aludiendo a la

concentración de la responsabilidad en el médico en jefe quien, cual capitán de una

embarcación que se hunde con ella, responde por los daños independientemente de

quién haya sido el causante de la negligencia. En otras palabras, conforme a esta

teoría, el médico en jefe responderá por todos los que intervienen cuando al menos

uno de ellos ha cometido un acto culpable y dañino para el paciente.

A la segunda se le conoce como "todos por todos" y, conforme a ésta, se

responsabiliza a todos aquellos que participaron en el acto médico, consagrando un

deber recíproco de vigilancia. Subyace a esta teoría un deber igualitario de

cuidado. Ahora bien, este tribunal considera que la decisión sobre la

responsabilidad a cargo del jefe del equipo médico no tiene una lectura jurídica

apropiada a través de esas dos teorías, ya que concentrar la responsabilidad sólo en

el médico en jefe es abusivo, pues puede ocurrir que responda por un daño

ocasionado por otro miembro del equipo que no escogió para acompañarlo en la

intervención defectuosa. Tampoco es acertado que todos respondan por todos,

debido a que no hay buenas razones que justifiquen, por ejemplo, que un enfermero
subordinado al médico en jefe termine pagando la indemnización ocasionada por un

acto de este último.

En este punto se presenta la tercera teoría "de la introducción a la obligación" y,

de acuerdo con ella, se considera responsable al jefe del equipo médico cuando

es éste quien introduce a otro para cumplir con sus obligaciones médicas;

de ahí que este tribunal estima adecuado, conforme a los postulados de la lógica

jurídica y la teoría de las obligaciones, considerar responsable al jefe del equipo

médico, cuando fue éste quien introdujo al acto quirúrgico a cualquiera de los

otros miembros del equipo, independientemente de que su especialidad sea de

autonomía científica a la suya, como la anestesiología.

También será responsable a pesar de no haber seleccionado al miembro del

equipo, cuando haya tenido oportunidad, dentro del campo de su especialidad, de

evitar el acto negligente.

Esa interpretación es la que se considera más congruente con los postulados de la

justicia tratándose de actos negligentes que afectan el derecho a la salud de los

pacientes, pues es responsabilidad de quien introduce a otro a un equipo médico

elegir a los especialistas que sean más eficaces en su especialidad y, por esa misma

razón, de incurrir en una mala praxis, esa incorrecta selección del personal por

parte de quien introdujo al negligente no puede quedar impune, en detrimento de la

víctima, con mayor razón, cuando ésta era una menor de edad.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER

CIRCUITO.

Amparo directo 544/2018. César Ángel Sanz Ramos. 3 de mayo de 2019.

Unanimidad de votos. Ponente: Gerardo Domínguez. Secretario: Shelin Josué

Rodríguez Ramírez.

Esta tesis se publicó el viernes 27 de septiembre de 2019 a las 10:36 horas en el

Semanario Judicial de la Federación.

Época: Décima Época Registro: 2020696 Instancia: Tribunales Colegiados de

Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Semanario Judicial de la Federación

Publicación: viernes 27 de septiembre de 2019 10:36 h Materia(s): (Civil) Tesis:

III.2o.C.106 C (10a.)
RESPONSABILIDAD CIVIL SUBJETIVA POR HECHOS COMETIDOS POR

TERCEROS. SU DETERMINACIÓN, TRATÁNDOSE DE EQUIPOS MÉDICOS

(INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 1402 DEL CÓDIGO CIVIL DEL

ESTADO DE JALISCO).

Con la finalidad de evitar la impunidad en el incumplimiento del deber de correcta

diligencia que le corresponde a los jefes de los equipos médicos que introducen a

otros a la obligación, el artículo citado debe interpretarse de manera extensiva, a

fin de darle operatividad, en este tipo de casos, a la figura de la responsabilidad

civil subjetiva por hechos cometidos por terceros. Así, dentro del concepto de

"jefes" a que alude el artículo en comentario debe concebirse a los cirujanos que

programan cirugías y a los médicos tratantes, en caso de que seleccionen a los

miembros del equipo médico. Sobre esa base, dentro del concepto de

"dependientes" a los que se refiere ese propio apartado debe incluirse a los

miembros del equipo introducidos a la obligación. Esta interpretación extensiva es

la que atiende de manera más equilibrada tanto el derecho del jefe del equipo

médico a que no se le impongan obligaciones injustificadas derivadas de hechos de

terceros, como el derecho a la salud de los pacientes, debiendo el jefe del equipo

médico seleccionar a los mejores especialistas que pueda para participar en los

procesos médicos que lleve a cabo, estando obligado a responder por los

profesionales que elija en caso de mala praxis, al haberlos seleccionado. No

interpretar así ese precepto, favorecería que los jefes de los equipos médicos no

respondan por los actos de sus auxiliares, aun cuando elijan a los menos aptos con

todo y que cuenten con cédula, lo que se opone frontalmente a la doctrina del

derecho de las víctimas, que busca propiciar las condiciones más adecuadas para

que se reparen los daños que se les cause, provengan de la actividad estatal o no.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER

CIRCUITO.

Amparo directo 544/2018. César Ángel Sanz Ramos. 3 de mayo de 2019.

Unanimidad de votos. Ponente: Gerardo Domínguez. Secretario: Shelin Josué

Rodríguez Ramírez.

Esta tesis se publicó el viernes 27 de septiembre de 2019 a las 10:36 horas en el

Semanario Judicial de la Federación.

Época: Décima Época Registro: 2020697 Instancia: Tribunales Colegiados de

Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Semanario Judicial de la Federación

Publicación: viernes 27 de septiembre de 2019 10:36 h Materia(s): (Civil) Tesis:

III.2o.C.107 C (10a.)

REPARACIÓN DEL DAÑO A LA VÍCTIMA DEL DELITO. SI SE ACREDITAN

ÉSTE Y LA RESPONSABILIDAD PENAL, PROCEDE CONDENAR AL

SENTENCIADO AL PAGO DE SU MONTO, AUN CUANDO LOS GASTOS

PROVENIENTES DEL ILÍCITO SEAN CUBIERTOS POR LA COMPAÑÍA DE

SEGUROS QUE AQUÉLLA CONTRATÓ EN CASO DE SINIESTRO

(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO).

La reparación del daño derivado de la comisión del delito, al constituir una pena

pública, obliga al órgano jurisdiccional a no absolver de su pago al inculpado, si ha

emitido una sentencia de condena, por así disponerlo la fracción IV del apartado C

del artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos, en relación con el

diverso 29 del Código Penal del Estado de México; luego, su quántum no debe

acotarse a aquello que se hubiere demostrado en el juicio de manera directa por la

víctima o sus familiares, so pretexto de que no están legitimados para obtener el

pago que se cuestiona, al no haber sufrido un detrimento patrimonial de manera

directa, por haberse actualizado la figura de la subrogación y, al tercero, le queda

expedito su derecho para hacerlo valer en los términos previstos por la legislación

aplicable, porque ello sería sostener que los daños compensados a la víctima por la
empresa con quien contrató un seguro para el caso de siniestro, no fueron

consecuencia directa e inmediata del acto delictivo por el que fue sentenciado el

imputado, pues al englobar dicha reparación material, entre otras cosas, el pago de

los tratamientos que, como consecuencia del delito, sean necesarios para la

recuperación de la salud física de la víctima, según lo prescribe el artículo 26,

fracción I, inciso c), del código citado, implica que el acusado tiene la obligación

de asumir con su propio peculio las consecuencias que originó el hecho por el que

se le consideró penalmente responsable, con independencia de la persona que haya

realizado la erogación; de ahí que si se acreditaron el delito y la responsabilidad

penal del sentenciado, procede condenarlo al pago de la reparación del daño, aun

cuando los gastos provenientes del ilícito sean cubiertos por la compañía de

seguros.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEGUNDO

CIRCUITO.

Amparo directo 127/2017. 26 de abril de 2018. Unanimidad de votos. Ponente:

María de Lourdes Lozano Mendoza. Secretario: Federico Ávila Funes.

Esta tesis se publicó el viernes 22 de marzo de 2019 a las 10:25 horas en el

Semanario Judicial de la Federación.

Época: Décima Época Registro: 2019559 Instancia: Tribunales Colegiados de

Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la

Federación Libro 64, Marzo de 2019, Tomo III Materia(s): Penal Tesis: II.3o.P.51

P (10a.) Página: 2780

DERECHO A LA VIDA. EN CASO DE VIOLACIÓN A ESTE DERECHO DEBE

DECRETARSE UNA REPARACIÓN INTEGRAL DEL DAÑO.

Conforme a los artículos 1, numeral 1 y 63, numeral 1, de la Convención

Americana sobre Derechos Humanos, en caso de que se actualice una violación a un

derecho o libertad protegido, se impone garantizar al lesionado en el goce del

derecho o libertad conculcado, así como la reparación de las consecuencias de la

medida o situación que haya vulnerado. Por otro lado, en el diverso artículo 4 de

ese instrumento internacional se protege a la vida desde su concepción; sin


embargo, vulnerado este derecho mediante su privación, no es el caso de

restituirlo, pero sí se impone garantizar a los familiares del extinto o quien resulte

con el carácter de ofendido la reparación de las consecuencias de esa privación del

derecho a la vida, pues se actualiza un daño moral a éstos. Ahora bien, si se parte

de que la vida es un bien incuantificable en dinero, el hecho de que la reparación

del daño moral esté regulada en la legislación nacional, no agota la obligación

estatal contraída internacionalmente conforme a la Convención referida, pues

dicha regulación debe permitir que esa indemnización pueda ser particularizada

a las circunstancias del caso concreto, a fin de que se estime de carácter

integral.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO SÉPTIMO CIRCUITO.

Amparo directo 171/2017. 15 de noviembre de 2017. Mayoría de votos. Disidente:

Selina Haidé Avante Juárez. Ponente: Jorge Mercado Mejía. Secretaria: Dulce

Guadalupe Canto Quintal.

Esta tesis se publicó el viernes 25 de enero de 2019 a las 10:26 horas en el

Semanario Judicial de la Federación.

Época: Décima Época Registro: 2019079 Instancia: Tribunales Colegiados de

Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la

Federación Libro 62, Enero de 2019, Tomo IV Materia(s): Constitucional Tesis:

XXVII.3o.17 CS (10a.) Página: 2448

DAÑO MORAL. PARA LA CUANTIFICACIÓN DE LA INDEMNIZACIÓN, EN

CASO DE PÉRDIDA DE LA VIDA, DEBEN CONSIDERARSE LOS

PARÁMETROS INTERNACIONALES. La jurisprudencia de la Corte


Interamericana de Derechos Humanos precisó que el pago de la reparación del daño

moral debe comprender la pérdida o menoscabo sufrido en el patrimonio, en los

sentimientos, afectos, vida privada u otros elementos que integran el aspecto moral

de los dependientes económicos o derechohabientes de la víctima, así como los

gastos funerarios efectuados, las erogaciones que se realizaron para tratar de

restablecer estados de salud y otros más, que sólo las circunstancias del caso

pueden determinar y que son consecuencia directa e inmediata de la comisión de

ese evento. En otras palabras, el derecho humano a la indemnización por daño

moral en caso de la pérdida de la vida humana debe implicar una restitución

integral a favor de los familiares dependientes, lo anterior se explica porque en

términos del artículo 63, numeral 1, de la Convención Americana sobre Derechos

Humanos, ante la violación de un derecho humano surge la garantía de

resarcimiento; sin embargo, en el caso del derecho a la vida, no es posible la

restitutio in integrum de manera que es necesario buscar formas sustitutivas de

reparación en favor de los familiares y dependientes de las víctimas, como la

indemnización pecuniaria. En consecuencia, esta indemnización se refiere

primeramente a los perjuicios sufridos y éstos comprenden tanto el daño material

como el moral, y para llegar a un monto adecuado sobre los daños sufridos por

las víctimas, deben partir de los siguientes parámetros:

a) Corresponder a cada una de las familias de las víctimas;

b) Considerarse la edad de las víctimas al momento de su muerte y los años que

les faltaban para completar la expectativa de vida y los ingresos que obtenían

con base en su salario real ; y,

c) A falta de salario real, o de la información respectiva, en el salario mínimo

mensual vigente en el país , pero estimando la situación real económica y social

para el cálculo de la indemnización .

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO SÉPTIMO CIRCUITO.

Amparo directo 171/2017. 15 de noviembre de 2017. Mayoría de votos. Disidente:

Selina Haidé Avante Juárez. Ponente: Jorge Mercado Mejía. Secretaria: Dulce

Guadalupe Canto Quintal.


Esta tesis se publicó el viernes 31 de agosto de 2018 a las 10:39 horas en el

Semanario Judicial de la Federación. Época: Décima Época Registro: 2017736

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Gaceta

del Semanario Judicial de la Federación Libro 57, Agosto de 2018, Tomo III

Materia(s): Civil Tesis: XXVII.3o.68 C (10a.) Página: 2651

ACCIÓN DE INDEMINIZACIÓN POR DAÑO MORAL. LA LEY GENERAL DE

VÍCTIMAS, AL ESTABLECER QUE SON VÍCTIMAS INDIRECTAS LOS

FAMILIARES O AQUELLAS PERSONAS FÍSICAS A CARGO DE LA

VÍCTIMA DIRECTA QUE TENGAN UNA RELACIÓN INMEDIATA CON

ELLA, ES INAPLICABLE PARA RECLAMAR AQUÉLLA.

Dicho ordenamiento no es aplicable en este procedimiento, pues como lo señalan

sus disposiciones, tienen por supuesto la comisión de un delito o violaciones a sus

derechos humanos por parte de una autoridad y porque para que la protección a las

víctimas proceda, es menester que se acredite el daño que sufrieron; luego, si en la

especie se estableció que los familiares de la víctima carecen de legitimación para

demandar en la vía ordinaria civil al médico que trató a la actora y el daño moral

que señalan les provocó, al no tratarse de un delito, ni de una autoridad, y como

tampoco son los directamente afectados con el actuar del demandado, ni siquiera

procede el análisis de la acreditación del daño, por ser inaplicable esa legislación.

DÉCIMO SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL

PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 949/2016. María de Jesús Velázquez Flores y otros. 31 de agosto

de 2017. Unanimidad de votos. Ponente: Neófito López Ramos. Secretario:

Fernando Aragón González.

Esta tesis se publicó el viernes 24 de noviembre de 2017 a las 10:35 horas en el

Semanario Judicial de la Federación.

Época: Décima Época Registro: 2015647 Instancia: Tribunales Colegiados de

Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la


Federación Libro 48, Noviembre de 2017, Tomo III Materia(s): Civil Tesis:

I.12o.C.13 C (10a.) Página: 1933

PRESTACIÓN DE SERVICIOS DE ATENCIÓN MÉDICA. CONTENIDO DEL

DEBER DE INFORMAR AL PACIENTE EN MATERIA MÉDICO-SANITARIA.

De la Ley General de Salud y el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia

de Prestación de Servicios de Atención Médica, se infiere que el profesionista

médico tiene una obligación de aportar al paciente todos los elementos necesarios

para que éste tome una decisión libre e informada sobre su tratamiento o ausencia

del mismo. En ese sentido, ante la insuficiencia de regulación normativa sobre este

supuesto, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación entiende

que el otorgamiento de información para cumplir con el deber de informar consiste,

como mínimo y dependiendo de cada caso concreto, en el estado de salud del

paciente, el diagnóstico de su padecimiento, el tratamiento o intervenciones

necesarias para tratar el mismo y sus alternativas, así como los riesgos inherentes y

los efectos que puedan tener tales tratamientos o intervenciones; de ahí que el

contenido que debe satisfacer este derecho no es inmutable, sino que se actualiza

supuesto a supuesto. Por su parte, el sujeto de tal deber es, por regla general, el

médico responsable del paciente y, en particular, aquellos profesionistas médicos

que ejecuten un acto médico concreto (proceso asistencial, técnica o procedimiento

invasivo, interconsulta, etcétera) que pueda incidir en la esfera de derechos del

paciente. El destinatario de esta información debe ser el propio paciente o las

personas unidas al mismo por vínculos familiares, de hecho o legales que

jurídicamente puedan tomar una decisión sobre su atención médica.

Adicionalmente, debe destacarse que el deber de informar no se agota en una etapa


en específico ni su cumplimiento se actualiza siguiendo ciertos pasos previamente

identificados. Dependerá de cada caso concreto y de su contexto fáctico, teniendo

como premisa fundamental que la información deberá ser continuada, verdadera,

comprensible, explícita, proporcionada al momento en que el médico lo considere

viable, previo a cualquier tratamiento o intervención y su otorgamiento podrá ser

oral o escrito. El grado y temporalidad del otorgamiento de la información

penderán de la capacidad del paciente, los deseos de información del mismo (no se

le puede obligar a recibir la información si no es su voluntad; es decir, si rechazó

su conocimiento de manera expresa), el nivel de riesgo y la concurrencia de un

estado de urgencia. Asimismo, tal como sucede con el consentimiento informado,

un supuesto de excepción de este derecho a ser informado tiene lugar cuando los

sucesos fácticos no permiten una demora ante la posibilidad de que se origine un

daño grave o irreversible al paciente.

Amparo directo 51/2013. Alfonso Franco Ponce (su sucesión). 2 de diciembre de

2015. Unanimidad de cuatro votos de los Ministros: Arturo Zaldívar Lelo de

Larrea, quien reservó su derecho para formular voto concurrente, José Ramón

Cossío Díaz, quien reservó su derecho para formular voto concurrente, Jorge Mario

Pardo Rebolledo y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz

Mena. Secretario: Miguel Antonio Núñez Valadez.

Esta tesis se publicó el viernes 09 de septiembre de 2016 a las 10:18 horas en el

Semanario Judicial de la Federación.

Época: Décima Época Registro: 2012509 Instancia: Primera Sala Tipo de Tesis:

Aislada Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Libro 34,

Septiembre de 2016, Tomo I Materia(s): Constitucional Tesis: 1a. CCXXV/2016

(10a.) Página: 507

RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL. CARGA PROBATORIA

Y CONSECUENCIAS POR EL INCUMPLIMIENTO DEL DEBER DE

INFORMAR EN MATERIA MÉDICO-SANITARIA.


En el caso de una demanda por responsabilidad civil extracontractual relacionada

con negligencia médica, dado que la ausencia del cumplimiento del deber de

informar es la manifestación de un hecho negativo (se alega que no se informó o se

informó deficientemente), la carga de la prueba para demostrar que sí se ejecutó

dicha obligación corresponde a los respectivos médicos demandados, en términos

de las reglas probatorias de los artículos 281 y 282 del Código de Procedimientos

Civiles para el Distrito Federal. Por lo tanto, cuando un médico tratante niega

haber incumplido con su deber de informar, en realidad está afirmando un hecho

consistente en que otorgó la información necesaria y de forma adecuada;

consecuentemente, a fin de comprobar dicha afirmación, podrá aportar todos los

medios probatorios a su alcance, los cuales posee más fácilmente por sus propias

características como perito en la materia; a saber, testimonios de otros médicos o

documentales privadas como el expediente clínico, en donde se asienta la

comunicación con el paciente o con sus familiares, tutores o representantes,

etcétera. En el supuesto en que no se tenga por demostrado que el o los

profesionistas médicos cumplieron con ese deber de informar (tras un análisis

holístico en el que debe valorarse todo el contexto fáctico y en el que la simple

omisión de informar un dato concreto al paciente no conduce necesariamente al

incumplimiento de tal deber al haberse podido convalidar posteriormente por los

médicos), se actualiza un acto negligente en clara contravención a la lex artis que

satisface uno de los elementos de la acción de responsabilidad civil

extracontractual. No obstante, el hecho de que exista una negligencia médica por

falta al deber de informar, no conduce en automático a una responsabilidad civil,

ya que tiene que demostrarse, concomitantemente, la existencia de un daño y que

ese acto negligente originó o fue un factor determinante en la producción del

mismo.

Amparo directo 51/2013. Alfonso Franco Ponce (su sucesión). 2 de diciembre de

2015. Unanimidad de cuatro votos de los Ministros: Arturo Zaldívar Lelo de

Larrea, quien reservó su derecho para formular voto concurrente, José Ramón

Cossío Díaz, quien reservó su derecho para formular voto concurrente, Jorge Mario

Pardo Rebolledo y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz

Mena. Secretario: Miguel Antonio Núñez Valadez.


Esta tesis se publicó el viernes 09 de septiembre de 2016 a las 10:18 horas en el

Semanario Judicial de la Federación.

Época: Décima Época Registro: 2012512 Instancia: Primera Sala Tipo de Tesis:

Aislada Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Libro 34,

Septiembre de 2016, Tomo I Materia(s): Civil Tesis: 1a. CCXXVI/2016 (10a.)

Página: 513

RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO. CORRESPONDE AL

PARTICULAR QUE PRETENDE LA INDEMNIZACIÓN RELATIVA, LA

CARGA DE PROBAR LOS DAÑOS MATERIALES INHERENTES A GASTOS

DE HOSPEDAJE, TRASLADO Y ALIMENTACIÓN QUE -AFIRMA-

REALIZARON SUS FAMILIARES A FIN DE QUE RECIBIERA LA

ATENCIÓN MÉDICA IDÓNEA, ASÍ COMO EL NEXO CAUSAL ENTRE LA

EROGACIÓN DE DICHOS GASTOS Y EL DAÑO QUE LA ACTIVIDAD

IRREGULAR DE UN INSTITUTO DE SEGURIDAD SOCIAL OCASIONÓ EN

SU SALUD, COMO CONSECUENCIA DE LA DEFICIENTE ATENCIÓN

MÉDICA QUE LE PROPORCIONÓ. La indemnización a que se refiere el párrafo

segundo del artículo 113 de la Constitución Política de los Estados Unidos

Mexicanos, tiene como finalidad dejar indemne al sujeto activo de la relación, del

daño que resintió en sus bienes o derechos con motivo de la actividad

administrativa irregular, compensándolo económicamente, de manera que restaure

la integridad del patrimonio afectado. En consecuencia, es el particular que

pretende ser indemnizado quien tiene la carga de probar, y la autoridad

jurisdiccional deberá analizar si quedaron demostrados los daños materiales

inherentes a gastos de hospedaje, traslado y alimentación que -afirma- realizaron

sus familiares a fin de que recibiera la atención médica idónea, así como el nexo

causal entre la erogación de dichos gastos y el daño que la actividad irregular de un

instituto de seguridad social ocasionó en su salud, como consecuencia de la

deficiente atención médica que le proporcionó, para lo cual debe hacerse una

interpretación sistemática del bloque de constitucionalidad, a través de un sentido


más favorable para la efectividad del derecho fundamental previsto en el precepto

constitucional citado, lo cual se traduce en interpretar que el derecho proviene del

principio indemnizatorio, donde la autoridad debe responder por sus actividades

irregulares que causen daños a los bienes y derechos de los particulares, que no

tengan obligación de soportar y que puede provenir no sólo de hechos, sino también

de actos, además de que el particular tiene la posibilidad de reclamarlos en vías

diferentes (en atención al principio de libre opción de instauración de reclamo).

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS ADMINISTRATIVA Y DE

TRABAJO DEL DÉCIMO PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 156/2014. Hermila González López. 5 de junio de 2014.

Unanimidad de votos. Ponente: Hugo Sahuer Hernández. Secretaria: Minerva

Gutiérrez Pérez.

Esta tesis se publicó el viernes 09 de octubre de 2015 a las 11:00 horas en el

Semanario Judicial de la Federación.

Época: Décima Época Registro: 2010201 Instancia: Tribunales Colegiados de

Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la

Federación Libro 23, Octubre de 2015, Tomo IV Materia(s): Administrativa Tesis:

XI.1o.A.T.57 A (10a.) Página: 4087

RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS HOSPITALES PRIVADOS DERIVADA

DE LA NEGLIGENCIA DE SUS MÉDICOS. CARGA DE LA PRUEBA.

En los casos de responsabilidad civil de los hospitales privados, derivada de la

negligencia de sus médicos, resulta excesivo establecer que el usuario del servicio

de salud debe demostrar la relación laboral o profesional entre aquéllos y el


hospital para que proceda la responsabilidad civil de ambos, pues no sólo llevaría

la carga de ser víctima de la mala praxis o del acto que motivó el daño, sino que

judicialmente sería revictimizado, al obligársele a probar una cuestión fuera de su

alcance. En esas condiciones, los usuarios de los servicios de atención médica, así

como sus familiares, están en una condición de desventaja por el desconocimiento

del personal del hospital que tiene la calidad de empleado y la de independiente,

pues no están enterados de las complejidades técnicas de los acuerdos contractuales

y de empleo entre el hospital y el personal que opera ahí, al contrario del hospital,

que sí tiene conocimiento y, además, decide cómo organizarse y representarse. De

ahí que el usuario de los servicios de salud privada, al estar en una posición de

desventaja frente a la institución médica, no tiene la carga de la prueba.

Amparo en revisión 584/2013. 5 de noviembre de 2014. Cinco votos de los

Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario

Pardo Rebolledo, quienes reservaron su derecho para formular voto concurrente,

Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien

reservó su derecho para formular voto concurrente. Ponente: Olga Sánchez Cordero

de García Villegas. Secretario: Ignacio Valdés Barreiro.

Esta tesis se publicó el viernes 27 de marzo de 2015 a las 09:30 horas en el

Semanario Judicial de la Federación.

Época: Décima Época Registro: 2008747 Instancia: Primera Sala Tipo de Tesis:

Aislada Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Libro 16, Marzo de

2015, Tomo II Materia(s): Civil Tesis: 1a. CXVII/2015 (10a.) Página: 1112
DAÑO MORAL. EL CÁLCULO DEL MONTO DE LA INDEMNIZACIÓN

RELATIVA, DEBE FIJARSE NO SÓLO CON UNA CANTIDAD POR ESE

CONCEPTO, SINO TAMBIÉN DEBEN TOMARSE EN CUENTA LAS

CONSECUENCIAS DE ORDEN INMATERIAL QUE SUFRIERON LA

VÍCTIMA Y SUS FAMILIARES.

Aun cuando es verdad que con el pago de la indemnización por daño moral no se

logra la reparación total de los derechos lesionados ni el dolor causado, debe

procurarse que la indemnización pecuniaria que se fije sea digna y suficiente para

proporcionar a las víctimas satisfactores que sean de utilidad para sanar los daños

morales que hubieren sufrido a consecuencia del ilícito cometido en su perjuicio.

Así, una vez comprobados los daños sufridos por aquéllas y sus familiares, la

violación a la integridad psíquica y moral de ambos trae como consecuencia, la

indefectible obligación de procurar de forma inmediata, adecuada y efectiva, la

reparación de los daños morales e inmateriales que se les causaron, lo cual no se

logra únicamente con la fijación de una cantidad por concepto de indemnización

por daño moral, sino que es necesario considerar, además, las graves circunstancias

del daño ocasionado, la intensidad de la afectación que lo produjo, el cambio en las

condiciones de existencia de la víctima y sus familiares, las comprobadas

afectaciones a la integridad personal de los familiares y las restantes consecuencias

de orden inmaterial que sufrieron.

SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER

CIRCUITO.

Amparo directo 284/2013. Ciria Althair Naholy Corral Castañeda y otros. 6 de

septiembre de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Ismael Hernández Flores.

Secretaria: Rebeca Rosales Zamora.

Esta tesis se publicó el viernes 02 de mayo de 2014 a las 12:05 horas en el

Semanario Judicial de la Federación.


Época: Décima Época Registro: 2006350 Instancia: Tribunales Colegiados de

Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la

Federación Libro 6, Mayo de 2014, Tomo III Materia(s): Civil Tesis: I.6o.C.11 C

(10a.) Página: 1949

RESPONSABILIDAD CIVIL POR DAÑO MATERIAL Y MORAL EN CASO DE

MUERTE. LA LEGITIMACIÓN DEBE ESTABLECERSE A PARTIR DE

CÍRCULOS CONCÉNTRICOS DE AFECTO EN TORNO A LA VÍCTIMA, DE

MANERA QUE LOS MÁS PRÓXIMOS EXCLUYAN A LOS MÁS LEJANOS.

En un accidente automovilístico puede causarse daño material y moral por la

muerte, sólo que la legitimación para obtener la indemnización se desplaza de la

víctima a favor de terceros vinculados, de una u otra forma, con ella, que son los

perjudicados indirectos, según la doctrina. La solución en cuanto a la legitimación

de los terceros varía, según la mayor o menor apertura que prevea cada sistema

legal. En España, está legitimado para reclamar la indemnización el auténtico

perjudicado por el deceso de la víctima, quien no adquiere para sí el derecho a ser

indemnizado como un crédito susceptible de integrar el caudal sucesorio, por lo

que se excluye que sea el carácter de heredero el determinante para considerar

legitimada a una persona, y con base en esa solución, el rango de perjudicados es

variado, pero no excesivamente amplio, pues el acento es puesto en el efectivo

perjuicio derivado de la cercanía con la víctima, de modo que, a partir de ese

ligamen, se puede expandir más o menos el círculo de legitimados, incluyendo a los

padres, otros familiares próximos al difunto y quienes, sin serlo, guarden con él

vínculos afectivos. El resarcimiento del daño moral a favor de los allegados a la

víctima se observa en Alemania, Inglaterra y en algunas entidades de Estados

Unidos de América. En Francia, la legitimación se extiende a un amplio círculo de

allegados a la víctima, aunque en los carentes de parentesco se impone la carga

probatoria de la magnitud del daño, a diferencia de los parientes próximos cuyo


daño se presume. Hay otros sistemas, donde el círculo de legitimados se restringe a

los expresa y objetivamente determinados por el ordenamiento o por la

jurisprudencia, como el venezolano, el portugués, el paraguayo y el italiano. Entre

los legitimados expresamente determinados antes de que acontezca el hecho

dañoso, destacan los herederos, en el caso paraguayo y argentino. En éste prevalece

una corriente doctrinal y jurisprudencial que entiende como herederos a todos

aquellos que tienen potencialmente ese carácter al momento de fallecer la víctima.

Esa opción argentina por ampliar el concepto de herederos es trasladable al sistema

mexicano de legitimación para ejercer la pretensión resarcitoria de daños en caso

de muerte de la víctima, contenido en el Código Civil para el Distrito Federal, en

específico para la indemnización del lucro cesante y para algún concepto

comprendido dentro del daño emergente (los gastos funerarios), mientras que para

el resto de los conceptos que integran ese tipo de daño material y para el daño

moral, son aplicables, sin dificultad, los criterios utilizados en los sistemas

expansivos de Europa, Estados Unidos de América y Latinoamérica. Así, la

legitimación para reclamar el daño moral causado por la muerte de la víctima, al no

existir en el artículo 1916 del Código Civil para el Distrito Federal un criterio

cerrado mediante la determinación expresa y objetiva de damnificados indirectos,

se entiende conferida a favor de los allegados del difunto que, en principio, son los

familiares más próximos (padres, hijos, cónyuges), en quienes se presumirá iuris

tantum esa afectación. Ello no excluye el caso de que algún pariente con menor

cercanía de grado, pero mayor en el plano sentimental (abuelos, primos), se

entienda legitimado para reclamar la compensación por daño moral, en cuyo caso

tendrá que probar la afectación por el deceso de la víctima, de modo semejante a lo

que ocurre en el derecho comparado. La excepción a la amplitud de ese círculo de

allegados, se da cuando la víctima antes de fallecer haya ejercido la pretensión, en

que son únicamente los herederos, sean o no reales perjudicados, quienes pueden

beneficiarse, eventualmente, de la indemnización, porque, en tal hipótesis, el

derecho a obtener el resarcimiento se incorporó al haber del de cujus y es distinto

al correspondiente a los auténticos perjudicados con su muerte, que pueden ser o no

herederos por tratarse de daño moral.


CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER

CIRCUITO.

Amparo directo 719/2011. Marinee Gordian Zamayoa y otro. 5 de julio de 2012.

Unanimidad de votos. Ponente: Francisco J. Sandoval López. Secretario: Raúl

Alfaro Telpalo.

Época: Décima Época Registro: 2002192 Instancia: Tribunales Colegiados de

Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su

Gaceta Libro XIV, Noviembre de 2012, Tomo 3 Materia(s): Civil Tesis: I.4o.C.15

C (10a.) Página: 1934

DERECHO A UNA JUSTA INDEMNIZACIÓN. PARA DETERMINAR EL

MONTO INDEMNIZATORIO, SE DEBE ATENDER A LA MULTIPLICIDAD

DE CONSECUENCIAS DEL HECHO ILÍCITO.

La reparación del daño tiene una doble dimensión, pues se entiende como un deber

específico del Estado que, al impartir justicia, cumple con su obligación de

garantizar los derechos de las personas y, como un auténtico derecho fundamental

de carácter sustantivo a favor de éstas. Así, el incumplimiento a cualquiera de las

obligaciones necesarias para la adecuada tutela de los derechos humanos (entendida

como género), implica para la parte responsable de la violación una nueva

obligación subsidiaria, de reparar las consecuencias de la infracción. Es por ello,

que la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis aislada

1a. CCCXLII/2015 (10a.), de título y subtítulo: "ACCESO A LA JUSTICIA. EL

DEBER DE REPARAR A LAS VÍCTIMAS DE VIOLACIONES DE DERECHOS

HUMANOS ES UNA DE LAS FASES IMPRESCINDIBLES DE DICHO

DERECHO.", vinculó la reparación del daño con el acceso a la justicia,

entendiéndola como una fase o etapa de ese derecho. Ahora bien, para reparar un
daño, es importante poner énfasis en el impacto multidimensional del hecho lesivo,

incluyendo tanto el sufrimiento de la víctima como la cadena de impactos negativos

desatada por aquél, sin que esto se aplique a casos derivados de responsabilidad

contractual y los que generen daños meramente patrimoniales, pues aquí los efectos

son más bien unidimensionales. De esta forma, bajo la figura de "justa

indemnización", se ha avanzado en el sentido de que aun en casos donde no

necesariamente se analicen violaciones a derechos humanos, resulta necesario

revisar si los montos dictados dan cuenta de todas las afectaciones y

consecuencias, patrimoniales y extrapatrimoniales, derivadas de un hecho ilícito,

pues deberán ser suficientes para cubrir distintos aspectos que transitan por la

compensación en sentido estricto, pero que también deben alcanzar a re-dignificar

y rehabilitar a las personas, de ahí que el criterio de la Primera Sala del Alto

Tribunal en relación con que la justa indemnización tiene como primera finalidad,

replantear los alcances de los procedimientos estrictamente indemnizatorios –como

los juicios civiles por responsabilidad extracontractual o los de responsabilidad

patrimonial– en aras de garantizar que las compensaciones dictadas tengan un

efecto reparador más completo o integral, sin que ello implique cambiar su

naturaleza ni obviar las reglas que los rigen (siempre que sean compatibles con los

estándares constitucionales respectivos). Esto, a su vez, ha conllevado la

invalidación de topes o límites a los montos indemnizatorios por considerarse

contrarios al derecho a la justa indemnización.

Amparo directo 50/2015. 3 de mayo de 2017. Mayoría de tres votos de los

Ministros: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó

su derecho para formular voto concurrente y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.

Disidentes: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto particular y Norma

Lucía Piña Hernández, quien reservó su derecho para formular voto particular.

Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Arturo Guerrero Zazueta.

Nota: La tesis aislada 1a. CCCXLII/2015 citada, aparece publicada en el Semanario

Judicial de la Federación el viernes 13 de noviembre de 2015 a las 10:06 horas y en

la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 24,

noviembre de 2015, Tomo I, página 949, con número de registro digital: 2010414.
Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas en el

Semanario Judicial de la Federación.

Época: Décima Época Registro: 2018644 Instancia: Primera Sala Tipo de Tesis:

Aislada Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Libro 61,

Diciembre de 2018, Tomo I Materia(s): Constitucional, Civil, Civil Tesis: 1a.

CLXXXVII/2018 (10a.) Página: 290

DERECHO A UNA JUSTA INDEMNIZACIÓN. PARÁMETROS QUE RIGEN

LA INDIVIDUALIZACIÓN DE LOS MONTOS QUE LA INTEGRAN.

No es lo mismo analizar violaciones a derechos humanos que hechos ilícitos en

general, y también existen diferencias dependiendo de si el estudio se realiza en

sede administrativa –jurisdiccional o cuasi-jurisdiccional– o en una acción de

responsabilidad civil o en amparo, pues cada vía admite cierto tipo de medidas

reparadoras y tiene reglas para determinar su procedencia. No obstante, centrando

la cuestión en la individualización de indemnizaciones, lo importante en cada caso

es revalorizar las indemnizaciones de modo que se consideren justas o integrales,

lo que se traduce en que éstas comprendan porcentajes o fracciones que tengan

finalidades diversas, como pueden ser la compensación –material o inmaterial– en

sentido estricto, la rehabilitación o la redignificación de las personas. Así, la

Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que las

indemnizaciones serán consideradas justas cuando su cálculo se realice con base en

el encuentro de dos principios: el de reparación integral del daño y el de

individualización de la condena según las particularidades de cada caso. Por ello,

una indemnización debe individualizarse atendiendo a: (i) la naturaleza y extensión

de los daños causados, esto es, si son físicos, mentales o psicoemocionales; (ii) la

posibilidad de rehabilitación de la persona afectada; (iii) la pérdida de

oportunidades, en particular las de empleo, educación y prestaciones sociales; (iv)

los daños materiales, incluidos los ingresos y el lucro cesante; (v) los perjuicios
inmateriales; (vi) los gastos de asistencia jurídica o de expertos, medicamentos y

servicios médicos, psicológicos y sociales; (vii) el nivel o grado de responsabilidad

de las partes; (viii) su situación económica; y (ix) demás características

particulares. Finalmente, cuando se trate de procedimientos que, por su finalidad,

pueden calificarse como "indemnizatorios", mientras las reglas que rigen la

compensación resulten compatibles con el derecho a obtener una justa

indemnización, no será necesario alterar la forma en que la figura respectiva se

encuentra normada.

Amparo directo 50/2015. 3 de mayo de 2017. Mayoría de tres votos de los

Ministros: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó

su derecho para formular voto concurrente y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.

Disidentes: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto particular y Norma

Lucía Piña Hernández, quien reservó su derecho para formular voto particular.

Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Arturo Guerrero Zazueta.

Esta tesis se publicó el viernes 07 de diciembre de 2018 a las 10:19 horas en el

Semanario Judicial de la Federación.

Época: Décima Época Registro: 2018645 Instancia: Primera Sala Tipo de Tesis:

Aislada Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Libro 61,

Diciembre de 2018, Tomo I Materia(s): Constitucional, Civil, Civil Tesis: 1a.

CXC/2018 (10a.) Página: 292

DAÑO MORAL. CUANDO LA VÍCTIMA DE UN ACTO ILÍCITO FALLECE,

SU FAMILIA TIENE LEGITIMACIÓN ACTIVA PARA RECLAMAR LA

INDEMNIZACIÓN RELATIVA, POR SER TAMBIÉN VÍCTIMA DE

VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS (LEGISLACIÓN DEL DISTRITO

FEDERAL).

Conforme al artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos

Mexicanos, todas las autoridades del país, dentro del ámbito de sus competencias,

se encuentran obligadas a velar los derechos humanos contenidos en la Carta

Magna y en los instrumentos internacionales celebrados por el Estado Mexicano,

adoptando la interpretación más favorable a la persona para lograr su protección


más amplia, lo que se conoce en la doctrina como principio pro persona. Así,

existen dos vertientes dentro del modelo de control de constitucionalidad en el

orden jurídico mexicano, que son acordes con el modelo de control de

convencionalidad ex officio en materia de derechos humanos: 1) El control

concentrado en los órganos del Poder Judicial de la Federación mediante las

acciones de inconstitucionalidad, las controversias constitucionales y el amparo

directo e indirecto; y, 2) El control por parte del resto de los Jueces del país en

forma incidental durante los procesos ordinarios en los que son competentes, esto

es, sin necesidad de abrir un expediente por cuerda separada. El parámetro de

análisis de este tipo de control que deberán ejercer todos los Jueces del país, se

integra de la manera siguiente: a) Todos los derechos humanos contenidos en la

Constitución Federal y la jurisprudencia emitida por el Poder Judicial de la

Federación; b) Todos los derechos humanos contenidos en tratados internacionales

en los que el Estado Mexicano sea parte; c) Los criterios vinculantes de la Corte

Interamericana de Derechos Humanos derivados de las sentencias en las que el

Estado Mexicano haya sido parte; y, d) Los criterios orientadores de la

jurisprudencia y precedentes de la citada Corte, cuando el Estado Mexicano no

haya sido parte. En ese contexto, el artículo 1916, cuarto párrafo, del Código Civil

para el Distrito Federal restringe los derechos humanos de los gobernados a un

efectivo acceso a la justicia, al disponer que la acción de reparación de daño moral

no es transmisible a terceros por acto entre vivos y solamente pasa a los herederos

de la víctima cuando ésta haya intentado la acción en vida; porque no se ajusta a la

jurisprudencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, quien ha

considerado violado el derecho a la integridad psíquica y moral de familiares de

víctimas con motivo del sufrimiento que han padecido como producto de las

circunstancias particulares de las violaciones perpetradas contra sus seres queridos

y, por ello, el tribunal ha resuelto que los familiares de las víctimas de violaciones

de derechos humanos pueden ser, a su vez, víctimas. En consecuencia, si la

legislación sustantiva civil desconoce ese derecho a favor de familiares, debe

prevalecer a su favor, en respeto a sus derechos humanos, el criterio

jurisprudencial de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y sostenerse que

éstos tienen legitimación activa para reclamar la indemnización o reparación de

daño moral, cuando la víctima de un acto ilícito fallece.


SÉPTIMO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER

CIRCUITO.

Amparo directo 104/2012. Araceli Margarita Fernández Marín y otra. 15 de marzo

de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Sara Judith Montalvo Trejo. Secretario:

Guillermo Bravo Bustamante.

Época: Décima Época Registro: 2000759 Instancia: Tribunales Colegiados de

Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su

Gaceta Libro VIII, Mayo de 2012, Tomo 2 Materia(s): Constitucional, Civil, Civil

Tesis: I.7o.C.7 C (10a.) Página: 1835

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