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ANÁLISIS JURÍDICO
A partir de las ideas centrales de las corrientes doctrinarias del garantismo proce-
RESUMEN
* Abogado. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales por la Universidad de Chile. Magíster en Derecho del Tra-
bajo y de la Seguridad Social por la Universidad de Chile. Magíster en Derecho Procesal por la Universidad Nacio-
nal de Rosario (UNR), Argentina. Académico ayudante del Departamento de Derecho del Trabajo y de la Seguri-
dad Social en la Universidad de Chile.
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1 Para una lectura crítica de las ideas de Hayek: (Gamonal, 2018: p. 296).
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Lóyzaga señala que “queda asentado gene- conlleva también la constatación de determi-
ralmente en las constituciones y en sus leyes nadas características específicas de las cuales
reglamentarias, que resulta ilegal oponerse sería portador el proceso laboral.
al trabajo enajenado que se concreta a tra-
vés de la compraventa de la fuerza de tra- En materia procesal existen, a grandes ras-
bajo materializada en el contrato o la rela- gos, dos concepciones distintas sobre el pro-
ción de trabajo” (1992, p. 83), no alcanzando ceso. Cada una parte de presupuestos diver-
dicha herramienta la utilidad necesaria en un sos y tiene como consecuencias distintas
real proceso emancipatorio de la humanidad. configuraciones ideales de los poderes judi-
Aquello, a su vez, permite en los límites de ciales, el rol de las partes y, en último tér-
la juridicidad marginar por extremistas, vio- mino, del desarrollo de la función jurisdic-
lentos, o irrespetuosos del Estado de dere- cional del Estado. Por un lado, una de estas
cho a todos quienes pretenden no guiarse corrientes adhiere más fervientemente a la
por el propio lenguaje jurídico que delimita búsqueda de la verdad material, la justicia y
el campo de juego permitido y los términos la realización de valores supremos (e incluso
básicos de convivencia. Lo anterior no sería supraconstitucionales y supra o extraju-
sino una manifestación del capitalismo y el rídicos). Por el otro lado, una concepción
Estado de derecho burgués por alanzar su diversa del proceso lo entiende como garan-
propia autoconservación2. tía de la libertad, no sitúa la verdad material
en el centro teleológico del iter procesal y se
Lo anterior esconde una raíz aún más pro- identifica mucho más con un sistema dispo-
funda, que refiere en última instancia a la sitivo de enjuiciamiento antes que con uno
existencia misma del Derecho y la constata- de carácter inquisitivo. Cada uno ha recibido
ción de sus paradigmas a través de la histo- la denominación doctrinaria respectiva de
ria, y que en la tradición civilista (Merryman, publicismo o activismo procesal por un lado,
1995, p. 15) ha estado asociada usualmente y de garantismo procesal por el otro.
a la dicotomía positivismo/iusnaturalismo
(Bobbio, 2015, p. 131) y la dificultad de ele- Por su parte, en concreto, en cada sistema
var de consuno una concepción unitaria y jurídico el Derecho Procesal Laboral arras-
pura del concepto mismo de Derecho como trará implícitamente una cierta valoración
fenómeno social, lo que, en todo caso, no es de lo que se ha denominado “formas proce-
exclusivo del Derecho, sino que también ha sales”, y aquella, directa o indirectamente,
ocurrido en el devenir histórico de toda otra se relacionará con una determinada com-
rama denominada científica, incluso en las prensión de la finalidad del proceso como
así denominadas “ciencias duras”. herramienta de realización de un bien funda-
mental objetivo (justicia social, verdad, por
Ahora bien, ¿qué tendría que ver todo lo ejemplo) o bien velará por la comprensión
señalado con el Derecho Procesal Labo- de las formas procesales precisamente como
ral? Tal como ocurre a propósito del análi- garantías sustantivas de libertad y tutela judi-
sis teórico de la existencia del Derecho del cial efectiva ante el poder del Estado, cen-
Trabajo, en materia procesal también exis- trándose en la búsqueda de la paz social.
ten varias lecturas posibles sobre la finali-
dad y alcance del proceso. A su vez, un aná- En las siguientes líneas se plantea un pro-
lisis de las diversas concepciones procesales blema general en torno a la discusión procesal
2 Con relación al estado de la cuestión en materia de Derecho del Trabajo y su relación con el conflicto y las diver-
sas concepciones que subyacen a la misma revisar Domínguez y Mella, 2015: pp. 105-148.
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se despliega consciente de la finalidad justi- fondo, cooptar el uso de la violencia entre
ciera que el proceso encomienda al ejerci- privados para que la solución sea coercible,
cio de la jurisdicción y embarca a los jueces mas no meramente coactiva; la fuerza legiti-
en el ejercicio de una tarea vinculada con el mada monopolizada por el Estado se pone a
alcance de la verdad y la justicia material, disposición de las partes a través del instru-
más allá de los meros ritualismos procedi- mento procesal, mas no puede pretender a su
mentales e, incluso, contra ellos. vez instrumentalizar a los usuarios del ins-
trumento procesal mismo.
2. Sobre la finalidad del proceso
En consecuencia, y de acuerdo a lo señalado
Comenzaremos por abordar el que pareciese por el profesor Omar Benabentos (2001):
ser el mayor punto de discrepancia entre el
garantismo y el publicismo: la determina- [e]l proceso tiene una doble misión:
ción de los fines del proceso. Es útil comen- a) satisfacer las pretensiones jurídicas
zar por esta temática, ya que las diferencias que esgrimen los litigantes en la con-
teóricas que enfrentarán a ambas doctri- tienda, es decir, atender al interés “pri-
nas derivan, en su mayoría, de este axioma vado” de los litigantes y b) suprimir el
fundamental. estado de conflicto, buscando la pacifica-
ción social por medios civilizados (inte-
Por un lado, quienes adhieren al garantismo rés público). (p. 42)
procesal señalan que el proceso sería esen-
cialmente “(...) un método pacífico de debate Por su parte, en cambio, quienes se adhieren
dialogal y argumentativo [en donde] la razón a una posición doctrinal que se ha denomi-
de ser del [mismo] es la erradicación de toda nado activismo judicial, o quienes pregonan
fuerza ilegítima dentro de una sociedad dada la publicización del proceso, sostienen que
para mantener un estado perpetuo de paz” “el proceso es un instrumento o herramienta
(Alvarado, 2010, pp. 63-64); o, de manera para la realización del derecho de fondo,
más detallada, expresa Alvarado (2010) que donde el juez (principal actor en este sis-
se trata de un: tema) debe velar por la búsqueda de la ver-
dad objetiva material” (Godoy, 2008, p. 2).
[M]edio pacífico de debate mediante el Desde ya, podemos percibir que la relación
cual los antagonistas dialogan para lograr entre verdad y proceso se torna un aspecto
la solución –mediante resolución de la fundamental, que no se agota sino hasta
autoridad– de los conflictos intersubje- sumar al eje tríadico el elemento que le brin-
tivos de intereses que mantienen y cuya daría la legitimación externa y social a su
razón de ser se halla en la necesidad de discurso: “la justicia”.
erradicar la fuerza ilegitima en una deter-
minada sociedad para mantener en ella Una de las consecuencias inmediatas deri-
un estado de paz. (p. 37) vadas de las afirmaciones centrales de esta
doctrina publicista o activista la encontra-
El proceso es entendido en esta perspectiva mos en el rol epistemológico que cumpli-
esencialmente como un método dialéctico ría el proceso y, en ese sentido, desde dicho
de solución de conflictos intersubjetivos. Se presupuesto de determinar la finalidad de la
trata de la puesta a disposición de los par- actividad probatoria desplegada tanto por
ticulares de un medio de solución hetero- las partes como por el propio juzgador. En
compositiva en el cual el Estado actúa como ese sentido, se ha señalado que “[l]a prueba
garante del debate dialogal, con la finalidad debe ser considerada como medio a través
de resguardar la paz y orden social, y en el del cual el derecho pretende determinar la
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verdad de las proposiciones en el marco del a dirección formal del mismo, sino también
proceso judicial” (Núñez, 2008, p. 207). Tal en lo referido a las denominadas potestades
como señalamos previamente, el proceso materiales en proceso, como lo es la inclu-
bajo dicha concepción cumple un rol emi- sión probatoria de oficio o su exclusión. Al
nentemente epistemológico, orientado hacia respecto, recuerda Alvarado que “habitual-
la consecución de un fin trascendente bifur- mente se dice en la doctrina generalizada que
cado: la búsqueda de la verdad y la justicia. para determinar a quién corresponde dar ese
impulso se han generado en la historia del
Con relación a lo señalado, Picó i Junoy Derecho dos grandes sistemas de procesa-
(2006) afirma que: miento: el dispositivo y el inquisitivo” (Alva-
rado, 2006, p. 2), y luego, los poderes que se
[l]a “justicia” como valor superior del le atribuirían o reconocerían al juez para satis-
ordenamiento jurídico, representa un facer el fin del proceso en cada caso. Pero no
ideal de la comunidad, un objetivo a solo aquello, sino que cada uno cuenta con
alcanzar por el ordenamiento jurídico, una larga historia propia y con cimientes de
por lo que si existe un interés público en fácil identificación historiográfica e ideoló-
que el resultado del proceso sea “justo”, gica: por un lado, y coherente con la vertiente
el Estado debe poner al servicio de los activista del proceso, encontramos al sistema
jueces todos los medios y poderes nece- inquisitivo de enjuiciamiento, vinculado ínti-
sarios para que puedan alcanzar dicho mamente a la tradición indagatoria (Foucault,
fin. (p. 110) 2015, p. 80); por el otro, es posible recono-
cer el sistema dispositivo, acusatorio o de
En este punto ya es posible evidenciar la
resolución de conflictos, propio de un Estado
diferente concepción sobre los fines del pro-
reactivo, a diferencia de un Estado activista,
ceso y la consecuente comprensión diversa vinculado usualmente al liberalismo o al lais-
en torno a la posición y función del juez, la sez faire (Damaska, 2000, p. 169).
posición de las partes e, incluso, acerca de
la modalidad y rol de la actividad probato- En el primer caso, Peyrano ha afirmado com-
ria desplegada en juicio, que se distancia en parando al juez garantista frente al juez acti-
consecuencia, por ejemplo, de lo que podría vista que “mientras el primero se encuen-
comprenderse como una doctrina de las car- tra hondamente preocupado por distribuir
gas procesales tradicionales en la teoría de el pan de la justicia de la mejor manera que
la situación jurídica de Goldschmidt (1961, se pueda, el otro se conforma con solucio-
p. 21), para enfrentarla a visiones tríadicas nar el conflicto y otorgar la correspondiente
que encuentran propiamente una relación paz social, con lo que se tiene, como fuere, y
jurídica en términos estrictos, constituida sin mayores miramientos” (Peyrano, 2013,
esencialmente por derechos y obligaciones p. 175). A su vez, cuando el publicismo con-
mutuos (o hasta deberes), como lo son el cibe al proceso básicamente como método
deber de veracidad, de buena fe, o de com- viable y legítimo para la implementación de
pletitud, todos los cuales vincularían a las políticas en la búsqueda de la adopción de
partes entre sí, o a estas con el juez. medidas justas, en coherencia con lo seña-
lado por Damaska sobre los Estados acti-
La diferencia antes enunciada se materializa vistas, se señala que “el proceso judicial en
en la identificación de dos sistemas proce- un Estado auténticamente activista se orga-
sales absolutamente diversos, cada uno defi- niza en torno a la idea central de la investi-
nido centralmente en torno al sujeto a quién gación oficial y está dedicado a la implemen-
correspondería llevar el impulso procesal, y tación de una política de Estado” (Damaska,
la conducción del proceso no solo en cuanto 2000, p. 253).
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conjunto de valores objetivos en la Consti-
Comentario relevante tución, que llamarían a todo el cuerpo social;
del autor particulares y Estado; jueces y legislador, a
cumplir con su mandato justiciero y, en con-
Encontramos al denominado publi- secuencia, sería posible incluso sostener que
cismo o activismo procesal que se existe una fuerza directamente vinculante
despliega consciente de la finalidad de la Constitución frente al juez y todos los
ciudadanos (sumado a la eficacia horizontal
justiciera que el proceso encomien-
de su contenido normativo), en una lectura
da al ejercicio de la jurisdicción y cercana a lo que se ha denominado recien-
embarca a los jueces el ejercicio de temente como “neoconstitucionalismo”. El
una tarea vinculada con el alcance juez se encuentra empoderado no tan solo
de la verdad y la justicia material, a fin de resolver conflictos intersubjetivos
más allá de los meros ritualismos de interés, sino, ante todo, para resguardar
procedimentales e, incluso, contra y realizar los valores contenidos en la cons-
ellos. titución, sea a propósito de asuntos litigio-
sos entre Estado y particulares, como entre
los particulares entre sí, a través de la aplica-
ción de la denominada doctrina de la eficacia
Con relación al sistema dispositivo o acusa- horizontal de los derechos fundamentales.
torio, se ha definido este señalando que:
En la dirección antes expuesta, el profesor
[E]s un método bilateral en el cual dos Peyrano (2010), en una particular visión
sujetos naturalmente desiguales discu- sobre los alcances normativos de la constitu-
ten pacíficamente en situación de igual- ción, refiriendo a Bidart señala que:
dad jurídica asegurada por un tercero
que actúa al efecto en carácter de auto- [p]ara el activismo judicial la lectura de
ridad, dirigiendo y regulando el debate la Constitución Nacional no constituye
para, llegado el caso, sentenciar la pre- un obstáculo para distribuir el pan de la
tensión discutida. (Alvarado, 2010, Justicia, sino más bien un estímulo (...)
“el juez es el administrador de la Justi-
pp. 70-71).
cia; con ley, sin ley, o contra la ley” (...).
En un sentido similar Calvinho (2018) (p. 25)
cuando señala que:
Bajo la concepción publicista, el proceso sería
[E]l sistema acusatorio –en mate- una vía legítima a través de la cuál realizar
ria penal– o dispositivo –en materia no esos valores superiores y objetivos contenidos
penal– consiste en un método en el cual en la Constitución. En una determinada lec-
dos sujetos igualmente desiguales discu- tura constitucional, dicha eficacia directa de
ten pacíficamente en igualdad jurídica la norma suprema pudiese vincularse con la
ante un tercero imparcial que actúa en democracia, sin embargo, creo que se pierde
carácter de autoridad, aplicando reglas dicho horizonte si los garantes de garantías
preexistentes al debate para, llegado el (quienes ejercen la función jurisdiccional) han
caso, sentenciar sobre toda pretensión difuminado su presencia y diluido su sustan-
discutida. (p. 129) cialidad volviendo casi imposible obtener cer-
teza alguna de sus predicaciones y pronuncia-
El activismo judicial, en otra arista de aná- mientos formales, asentando más la incerteza,
lisis, comparte el ánimo de reconocer un el autoritarismo y la arbitrariedad, antes que la
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(en realidad, cabría señalar simplemente La verdad, en un plano ontológico, enlaza
“lo justo” del caso concreto), a secas, nece- con la dimensión epistemológica del proceso
sariamente la búsqueda de esta debiese ir y ha permitido que se afirme que:
aparejada de la búsqueda de la verdad (a lo
menos de la verdad de lo justo para dicho [l]a decisión judicial debe abordar con
caso). Luego, tal como se señaló previa- claridad los diversos problemas episté-
mente, todo lo enunciado debe situarse micos que conlleva todo el proceso. El
como fundamento filosófico-cognoscitivo primero de ellos es el conocimiento del
de la concepción procesal en comento, pues hecho jurídico (...) la congruencia entre
solo así se podría predicar coherentemente lo representado y lo realmente ocurrido
la eventual justicia o injusticia de una deter- le da solvencia al juez para resolver con
minada decisión judicial, con la plena auto- argumentos válidos. (Ramírez, 2007,
ridad que otorga un discurso fundamentado p. 176)
en la verdad misma. Las ideas expuestas muestran claramente
En el sentido planteado expone Taruffo la relevancia de las consideraciones y acla-
cuando señala que: “la determinación de la raciones epistemológicas para el activismo
verdad de los hechos constituye una condi- procesal con el fin de aparecer como una teo-
ción necesaria de la justicia de la decisión” ría coherente y útil en la práctica. No es pen-
(2010, p. 142) y también al sostener que: sable el proceso, desde dicha concepción, si
no asumimos desde un inicio que es posi-
[U]na condición necesaria para la justicia ble alcanzar la verdad como representación
de la decisión es que se averigüe la ver- o reconstrucción histórica. El profesor Bor-
dad de los hechos, ya que ninguna deci- dalí al respecto señala que “los jueces civiles
sión puede considerarse justa si aplica hacen algo más que dirimir conflictos. Los
normas a hechos que no son verdaderos o jueces reconstruyen hechos históricos a fin
que han sido determinados de forma erró- de que puedan concretarse los mandatos jurí-
nea. (Taruffo, 2009b, pp. 96-97) dicos abstractos y generales” (Bordalí, 2007,
p. 194). Alguna dimensión de “la verdad”
Entre los autores que explicitan la relación se encuentra llamada a escena en la actua-
interna entre verdad y justicia, se encuentra ción oficial del juez en el proceso, y aquella
el profesor Andrés Bordalí (2007) al reafir- enraíza su legitimación, por vía teleológica,
mar la idea de que la jurisdicción, es sobre con la idea de justicia.
todo, instrumento de justicia (expresión de
Giovanni Verde), y abordando su relación Sin embargo, ha reconocido el profesor
con la verdad señala que: Peyrano, la paradoja esencial de esta con-
cepción, pues aunque en principio lo desea-
[S]olo cuando los jueces son capaces de ble es alcanzar la verdad en el proceso (única
acercarse al máximo a la verdad sobre los vía que guiará a una resolución efectiva-
hechos que circundan a las afirmaciones mente justa), aquello no es posible de rea-
de las partes en el proceso, se hace posi- lizar de manera plena “porque el hallazgo
ble (…) hacer “justicia” en una sociedad de la verdad en el terreno del juicio civil
democrática organizada como Estado de depende de la prueba a rendirse y el acierto
derecho (...) [Sin embargo] Esta afirma- en su ofrecimiento y la diligencia en su pro-
ción no pretende ocultar que acercarse a ducción dependen del accionar de las par-
la verdad de los hechos enunciados por tes” (Peyrano, 2015, p. 1). Tras estas afir-
las partes es a veces muy complejo y difí- maciones parecieran aceptar plenamente la
cil. (p. 193) idea de que incluso si fuese posible alcanzar
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[E]l papel fundamental en el proceso Desde otra perspectiva, mucho más crítica,
civil soviético pertenece al tribunal. En se puede señalar que la jurisdicción va de la
él recae la responsabilidad de garantizar, mano con la veridicción y, por tanto, en rea-
en su iniciativa, que el asunto se resuelva lidad es el acto de autoridad un acto siem-
rápido y correctamente; mediante la coo- pre constitutivo, o más bien realizativo de
peración que le brindan las partes la cual poder, sobre los particulares, pero no porque
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exista correspondencia con un aconteci- principio procesal en sentido estricto. Lógi-
miento o evento precedente, sino porque el camente, nadie sostendría la legitimidad de
acto de poder es simultáneamente jurisdic- un proceso imperecedero. Luego, si lo que
ción y veridicción, y no deja lugar a dudas. se pretende buscar es la verdad, lo natural
Por definición, el acto jurisdiccional es un sería que no hubiese límite de tiempo para
acto de veridicción (Foucault, 2014, p. 38). llevar a cabo la tarea de su búsqueda, ya que
dejar una investigación inacabada podría dar
3.2. Desde el garantismo procesal cabida a la resolución de conflictos intersub-
jetivos sobre hechos eventualmente falsos o,
El garantismo procesal, como estructura
a lo menos, no coincidentes ni por cercanía
ideológica, no necesita poner como funda-
con la verdad o la justicia. Aquí un primer
mento presupuestos teóricos y filosóficos tan
llamado de alerta. ¿Cómo sería posible eva-
aventurados como los visitados por el acti-
luar o criticar el resultado del juicio aplicado
vismo judicial para edificar una comprensión
por el Estado-juez a un caso concreto, con un
coherente de un Derecho Procesal respe-
estándar de veracidad, si previamente no se
tuoso de las libertades y garantías individua-
encuentra ya constituida la imagen de com-
les. Desde el garantismo procesal, la idea de
paración/adecuación necesaria? ¿Es posible
que el proceso cumple un rol epistemoló-
decir que se ha encontrado ese desconocido
gico guiado a la reconstrucción histórica de
(la verdad) respecto de quien se prometía su
hechos pretéritos ante un espectador obje-
llega al determinar la indagación? ¿Qué es
tivo (como sería el juez) no parece contun-
lo que efectivamente encuentra quien busca,
dente desde un punto de vista filosófico y sino la legitimación de su propia respuesta, o
práctico, ni para justificar por sí mismo la a lo sumo, un acontecimiento de nuevo tipo?
existencia del proceso ni para definir fines
últimos al mismo. A lo menos dichas incur- Desde otro punto de vista, es imposible afir-
siones epistemológicas guían a una discu- mar de manera concluyente y certera que el
sión fútil e inabarcable, en donde en último juez, con relación a las partes, esté en una
término se encontraría dispuesto un discurso posición mejorada para el desvelamiento de
legitimante para la actuación del poder; del la verdad, si es que fuese posible reconstruir
poder del Estado-juez sobre los particulares. acabadamente algún hecho ya ocurrido, y
que en virtud de tal posición, por ejemplo, le
Por otra parte, es posible presentar una crí- sea posible decretar pruebas oficiosas. Como
tica de la visión publicista del proceso que señala Monteleone (2006):
es coherente con sus propios presupuestos3;
y que consiste en la idea fundamental de que ¿Quién o qué cosa asegura que las prue-
aunque se pretenda buscar la verdad (sea bas dispuestas de oficio por el juez (ter-
cual sea el calificativo que le acompañe) en cero por definición, y por tanto persona
el proceso, dicha tarea se encuentra limitada, ajena a los hechos concretos deducidos
en primer lugar, por el tiempo de duración en juicio) sean más idóneas que aque-
del mismo, ya que los conflictos intersubjeti- llas propuestas por las partes (sujetos
vos de intereses de relevancia jurídica deben que, por el contrario, son los artífices de
ser resueltos en un tiempo determinado y esos hechos) para llegar a una correcta
razonable. La transitoriedad del proceso es y precisa determinación de los hechos?
de su esencia y, por lo mismo, se trata de un (p. 181).
3 Por ejemplo, sobre la paradójica relación entre la necesidad de alcanzar justicia y la verdad en el proceso, frente a
la celeridad requerida por los justiciables y por la esencial temporalidad de los procesos.
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Esto, aun cuando asumamos que sería posi- Las críticas en torno a la posibilidad de
ble tener acceso a alguna clase de verdad. “alcanzar la verdad” o al menos “acercarse
a la verdad” en el proceso (e incluso fuera
La metáfora espacial que se suele utilizar de él) son variadas, y no es el propósito cen-
desde el activismo judicial en relación con la tral de esta investigación desarrollar una pro-
verdad no es, por cierto, muy afortunada. Afir- puesta ontológica, o siquiera epistemológica
mar que un sujeto procura aproximarse en la acabada, que pretenda decidir el problema
máxima medida posible a un objetivo cual- de manera categórica, sin perjuicio de que
quiera (en este caso ni más ni menos que la estimamos que es una tarea pendiente que
verdad) implica, lógicamente, como mínimo esperamos desarrollar en otra oportunidad,
requisito, saber dónde se encuentra el obje- pues siempre una teoría sobre los fines epis-
tivo en cuestión. No tiene sentido afirmar que
temológicos del proceso supone develar una
me acerco a “algo” sin previamente saber qué
cierta noción básica en torno a su concepción
es ese algo y eventualmente dónde se encuen-
gnoseológica.
tra. Así, situando la discusión, por ejemplo:
decretar medidas para mejor resolver jus- La consecuencia razonable que queremos
tificando que por esa vía nos acercamos en plantear y derivar de la imposibilidad de
alguna medida a la verdad, sin conocerla pre- alcanzar la verdad (sea cual sea el califi-
viamente, no es más que enmascarar el uso de cativo que se le asigne) bajo una concep-
facultades judiciales exorbitantes con la fina- ción moderna del Derecho, en donde hasta
lidad de que el juez se auto convenza, o pueda la supuesta función epistemológica de la
convencer de mejor manera al auditorio, de misma se encuentra imbuida de una tradición
algo que previamente ya ha decidido. filosófica cientificista, exteriorizante y obje-
tivante y, en donde la jurisdicción es conce-
En el sentido expuesto, para una crítica
bida como un ejercicio tradicional de potes-
lógica a la noción general de acercamiento a
la verdad ante quienes defienden un método tad estatal artificial, es que este no puede
inductivo de investigación, Carlos Pérez encontrar su finalidad y fundamento en dicha
Soto (2008) señala al respecto que conforme argumentación retórica, y menos aún auto-
a dicha teoría: rizar al poder estatal la restricción de liber-
tades que en sus propios términos ha defi-
Se trata de atenerse a los hechos positi- nido como garantías de los particulares. He
vos. Si esto es así, ¿qué es lo que sabe- ahí, la esencia de la concepción garantista
mos?: solo una serie inductiva, y si sabe- del proceso y, por lo mismo, lo que corres-
mos solo la serie inductiva, ¿qué garantía ponde es interpretar la finalidad de este de
tenemos de que la verdad es una, o de que manera inclusiva y plural, conforme a una
la verdad está cerca? Podría ocurrir per- sociedad que se autodeclara democrática y se
fectamente que la verdad sea variable, o dice respetuosa de las libertades individua-
muy compleja, y nunca se pueda llegar les. En este sentido, la persona humana debe
a ella. Pero entonces la noción de acer- ser el centro de preocupación de los intere-
camiento no tendría mucho sentido. En ses del Estado, en sus más variadas manifes-
rigor, la noción de acercamiento a algo taciones, y en ningún caso debe instrumen-
que no se conoce, no es muy satisfac- talizarse a los particulares bajo pretextos de
toria. Si a alguien le piden ir a un lugar un fin superior inalcanzable, impronuncia-
de la ciudad, sin decirle dónde está, y ble y no representable. Lo que sucede en este
empieza a caminar en alguna dirección, caso es que se ha utilizado retóricamente el
¿tiene sentido decir que se está acer- valor compartido que la sociedad moderna
cando? (p. 57) otorga a la verdad, y la imagen de respeto y
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enumeraciones no taxativas de los aspectos
Comentario relevante que comprendería (2010):
del autor
[R]esulta más fácil sostener que es aquel
La diferencia antes enunciada se que se adecua plenamente a la idea lógica
de proceso: dos sujetos que actúan como
materializa en la identificación de
antagonistas en pie de perfecta igualdad
dos sistemas procesales absoluta- en el instar ante una autoridad que es un
mente diversos, cada uno definido tercero en la relación litigiosa (y, como
centralmente en torno al sujeto a tal, impartial, imparcial e independiente).
quien correspondería llevar el im- (p. 83)
pulso procesal y la conducción del
proceso no solo en cuanto a direc- Por su parte, la comprensión garantista sitúa
ción formal del mismo, sino también como eje central de análisis a la persona
humana. Tal como señala el profesor Pala-
en lo referido a las denominadas
vecino (2011):
potestades materiales en proceso,
como lo es la inclusión probatoria de Decir que el proceso está al servicio de la
oficio o su exclusión. persona significa en primer lugar recono-
cerlo como instrumento y no como fin: el
proceso existe para resolver los conflic-
tos intersubjetivos de intereses. Todo otro
legitimación (para las más variadas ideolo- bien trascendente al interés de las partes
gías) que proyecta, para alcanzar fines que se como la paz social, la verdad o la justi-
presentan como objetivos (desprovistos de cia son mero efecto o consecuencia de la
intereses particulares e ideológicos), cuando satisfacción de aquel interés, pero jamás
su realidad efectiva es que son completa- deben sobreponerse autoritariamente al
mente subjetivos, parciales e interesados y, mismo. (p. 167)
por lo mismo, se hace urgente la necesidad
de su limitación y contención. La configuración del imperativo kantiano
obra de tal modo que te relaciones con la
4. Una comprensión garantista del humanidad tanto en tu persona como en
proceso la de cualquier otro, siempre como un fin
Si el proceso no tiene como finalidad la y nunca solo como un medio (Kant, 2013,
búsqueda de la verdad o la justicia mate- p. 49), puede ser concebido como el eje axio-
rial, entonces es esencialmente una instancia mático sobre el que podría edificarse el sis-
civilizada de solución de conflictos intersub- tema garantista. El garantismo procesal, en
jetivos mediante el acto decisorio firme de consecuencia:
un tercero legítimamente investido de auto-
[S]se contenta modestamente con que
ridad, previo debate dialéctico en un plano
los jueces […] declaren la certeza de las
de igualdad. De manera concisa, “lo que el
relaciones jurídicas conflictivas otor-
garantismo pretende es el irrestricto respeto
gando un adecuado derecho de defensa
de la Constitución y de los Pactos internacio-
nales que se encuentran en su mismo rango a todos los interesados y resguardando la
jurídico” (Alvarado, 2010, p. 86). igualdad procesal con una clara impar-
cialidad funcional para, así, hacer plena-
El profesor Alvarado afirma de las posi- mente efectiva la tutela legal de todos los
bles definiciones de modo negativo, o derechos. (Alvarado, 2010, p. 87)
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juez se predispone a resolver (Meroi, 2007, adicional en el desarrollo de las ciencias jurí-
pp. 384-285). dicas en general. Sin embargo, hay quienes
promueven no abandonar la posibilidad de
Como se desprende de lo señalado, la una teoría general, en particular al abordar el
cimiente garantista es, en el fondo, una con- análisis del proceso. Alvarado (2011) señala
cepción abstracta y deóntica del proceso, que al efecto que:
tiende a subsumir bajo una idea lógica y apa-
rentemente neutral cada una de las posicio- [v]a de suyo que la simple calificación
nes con el despliegue de sus instituciones y adjetiva que se haga del derecho procesal
el actuar propio del juez. no puede hacer que varíen sus concep-
tos elementales y fundamentales (...) las
5. Sobre la teoría general unitaria del nociones de acción procesal, de excep-
proceso y el proceso laboral ción y de jurisdicción, por ejemplo, son
Sería infructuosa la labor que hemos desa- invariables en todos los ordenamientos
rrollado hasta aquí si todo lo señalado no normativos. (2011, pp. 40-41)
fuese aplicable en absoluto al proceso labo- Por su parte, se trata de generar un modelo
ral. Por lo mismo, es necesario hacer alusión de justicia y, sobre todo, de juez particular
a la autonomía del Derecho Procesal Laboral para el Derecho del Trabajo que se sujeta-
y su alcance. ría a unos principios procesales especiales
5.1. La autonomía del Derecho Procesal en la materia (Pasco, 1994, pp. 151-152) se
Laboral caracteriza por su protagonismo al momento
de decretar prueba (Fernández y otros, 2010,
La doctrina laboralista mayoritaria se ha pro- p. 428), participación activa en la produc-
nunciado a favor de la autonomía del derecho ción de la prueba misma, por ejemplo, a tra-
procesal del trabajo (Ermida, 2016, p. 46), e vés del interrogatorio de testigos (Fernández
incluso del Derecho del Trabajo como rama y otros, 2010, p. 428), todo aquello en miras
jurídica autónoma, lo que permitiría desarro- de la realización de la acción compensatoria
llar incluso una “Teoría pura del Derecho del que estaría en cargada al juez atendida la de-
Trabajo” (Sarthou, 2012, p. 10). sigualdad material de las partes en el proceso
laboral. Baylos (1994), por ejemplo, señala
En ese sentido, se comprende al Derecho del al efecto que en el proceso laboral hay que
Trabajo y al Derecho Procesal del Trabajo reconocer la materialización del principio
también, sujetos a unos principios propios tuitivo laboral, y que:
(Toyama y otros, 2012, p. 31), a un espíritu
hermenéutico particular (Pérez del Castillo y Tal principio se manifiesta ante todo en
otros, 2016, p. 13) y una necesaria interpre- la acción “compensatoria” del juez, que
tación diferenciada de dichas normas regula- pierde esa posición clásica no neutral,
torias respecto del resto de las ramas proce- sino pasiva, y asume un mayor poder
sales (Sarthou, 2004, p. 119). en la dirección del proceso y, especial-
mente, en materia de prueba. Es en este
No es aislada dicha posición doctrinaria, pues dominio en donde parece además que el
hoy la mayoría de las ramas del Derecho, proceso de trabajo ha segregado, desde
sustantivo y procesal tienden cada vez más a hace tiempo, sus propias reglas, a dife-
la especificación y diferenciación particular rencia de las que se significan en el pro-
de las ramas que las rodean. Pareciera que ceso civil. En concreto, en el ámbito de
la autonomía les brindara un mayor grado de los sujetos privados rige el principio dis-
cientificidad, o al menos otorgara un impulso positivo de la prueba, mientras que en el
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proceso laboral, el acusado predominio de una manera unitaria antes que de manera
del principio inquisitivo del juez, inspi- parcial y atomizante (Benabentos, 1999,
rado en el orden penal, quiere servir de p, 124). Celeridad y tutela judicial efectiva
garantía para la obtención de la verdad para todos, no hay justificación para que se
real. (pp. 113-114) otorgue a alguno y a otros no.
Podría pensarse que las características de los Por otro lado, y he acá el nudo gordiano del
temas abordados en sede laboral, y un conse- asunto, dicho reconocimiento se confunde
cuente llamado a la urgencia para obtener los claramente con el aumento de poderes y
resultados judiciales esperados, justificarían facultades del juez. Si queremos un poder
la autonomía de absoluta de esta rama pro- judicial más eficiente y respetuoso de las
cesal. Sin embargo, las eventuales críticas al garantías individuales es preferible abordar
funcionamiento de la labor jurisdiccional en directamente el problema de manera global.
el área laboral, y la búsqueda de celeridad y
eficacia, no nos deben guiar necesariamente En ese sentido, nos adherimos al profesor
a decidirnos por su autonomía absoluta e chileno Hugo Pereira (1984) cuando, a pro-
incondicionada. Los problemas prácticos y pósito de las palabras de Luigi de Lítala
procesales que afectan a los particulares que sobre la autonomía del Derecho Procesal del
concurren a tribunales en razón de conflictos Trabajo, afirma que:
laborales también aquejan a las personas en conforme con el léxico, la voz ‘autó-
otras áreas del Derecho en que se vulneran nomo’ es sinónima de ‘independiente’,
bienes jurídicos igualmente relevantes. [y] denota la idea de algo que no depende
Se ha sostenido que el contenido de las de nada ni de nadie y que, por lo mismo,
demandas laborales puede tener un carác- tiene aptitud para darse su propio
ter alimentario (Otero y otros, 2017, p. 65). gobierno, sus propias normas, particula-
Sin perjuicio de existir opiniones en contra res y específicas. Nos parece que tal plan-
de esa teoría (Pessoa, 2019, pp. 345-346), teamiento, a lo menos, es excesivo. (p. 5)
parece un argumento atendible a primera Luego, siendo tan atrevido proclamar la
oída, y por ello los asuntos procesales labo- autonomía del Derecho Procesal Laboral,
rales requerirían una eficaz y rápida solu- y viendo que existen principios y estruc-
ción. ¿Pero acaso una demanda civil por res- turas comunes a todo proceso, el profesor
ponsabilidad extracontractual derivada de un señala que “cabe la posibilidad de elaborar
accidente cualquiera que afecte físicamente una síntesis superior, un sistema coherente
a una persona no requiere de la misma aten- de principios e institutos comunes, válidos
ción?; ¿o la eventual privación de un bien para todas las diversas ramas procesales”
inmueble donde una familia habite y que (Pereira, 1984, p. 6).
esté siendo ocupado por terceros tampoco
merece mayor preocupación?; ¿y en el caso Lo planteado previamente no limita la posi-
de los problemas que se suscitan en derecho bilidad de regular técnicamente, con fuente
de familia también no es alta la relevancia?; legal, los distintos procesos y, en particular
o acaso, ¿no son los problemas de las perso- el laboral, conforme los asuntos que en él se
nas de la tercera edad, por esa sola circuns- trate, por ejemplo, estableciendo determina-
tancia, muchísimos más urgentes que los del das reglas de interpretación de la norma pro-
resto de la población? Es posible enunciar cesal, alivianamientos probatorios, la regu-
una serie de casos que muestran a simple lación de determinados medios de prueba,
vista que los problemas en el funcionamiento la fijación legal de plazos reducidos para
del Poder Judicial es preferible abordarlos las actuaciones procesales, la posibilidad de
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Para sostener que es posible abordar y com-
Comentario relevante prender el Derecho Procesal como unidad,
del autor es necesario volver a conceptos fundamen-
tales. En primer lugar, es preciso afirmar, tal
El activismo judicial, en otra aris- como se señaló previamente, que “el objeto
ta de análisis, comparte el ánimo de conocimiento del derecho procesal es
de reconocer un conjunto de valores único y se trata del ‘conflicto intersubjetivo
de trascendencia jurídica’”, ni más ni menos.
objetivos en la Constitución, que lla-
Luego, en segundo lugar:
marían a todo el cuerpo social; parti-
culares y Estado, jueces y legislador [L]a respuesta normativa para atender al
a cumplir con su mandato justiciero objeto que “menta” el Derecho Procesal
y, en consecuencia, sería posible in- (el conflicto) es conceptualmente idén-
cluso sostener que existe una fuerza tica. La acción, el proceso y la jurisdic-
directamente vinculante de la Cons- ción son las herramientas ideadas por la
ciencia del proceso para solucionar de un
titución frente al juez y todos los ciu-
modo pacífico las contiendas jurídicas de
dadanos (sumado a la eficacia hori- los coasociados en los estados de dere-
zontal de su contenido normativo), cho. (Benabentos, 2001, p. 77)
en una lectura cercana a lo que se
ha denominado recientemente como Cada uno de estos conceptos elementales,
“neoconstitucionalismo”. por sí mismo, tiene significación idéntica
independiente del proceso que se trate en
concreto.
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El proceso se encarga de regular no solo un heterocompondrá el conflicto, pero, a la vez,
sistema formalista de realización de normas funciona como elemento racional de control
sustantivas (laborales, de familia, civiles, del poder.
comerciales, medioambientales, etc.), sino
que se encarga de regular el ámbito de mayor El Derecho Procesal no es mero formalismo
interacción del Estado con las personas, tal ritual, sino que constituye una oportunidad
vez solo comparable con la fuerza policial, o de análisis y crítica racional de los poderes
el Estado en su función policial, más precisa- ejercidos por el Estado ante los particulares,
mente los encargados de la realización coer- y, en último término, por lo mismo, es el pro-
cible del Derecho en los casos en que no se ceso el que se erige como garantía para todas
produzca el cumplimiento voluntario de la las personas, sea en la posición de deman-
norma jurídica. Es en el proceso en donde dante o de demandado.
el Estado de derecho se realiza y desen-
Por lo mismo, en otra lectura de lo expuesto,
vuelve como espacio de regulación de las
no existe certeza de la sujeción del poder a
interacciones privadas y, que permite, bajo
lo que democráticamente pudo haberse esta-
la legitimación del discurso jurídico, la limi-
blecido como derecho sustantivo. Desde
tación de las libertades personales y el reco-
esta perspectiva, el proceso y la interven-
nocimiento de derechos subjetivos y, por
ción de las partes resulta ser el eje central en
cierto, la realización coercitiva de las obli-
la resolución del conflicto, pues el aumento
gaciones contraídas intersubjetivamente, o
de las facultades judiciales, por muy loa-
aquellas consagradas legalmente en un pro-
ble razón que le fundamente, no garantiza
ceso democrático eleccionario, en la función
el despliegue de poder en un sentido deter-
legislativa del Estado.
minado (por ejemplo, mediante el beneficio
En otros términos, el Derecho Procesal se estructural de una de las partes). El aumento
encarga de la regulación de los poderes ejer- de las potestades judiciales solo puede ser
cidos por el Estado, en primer lugar, precisa- interpretado como aumento de poder. Aque-
mente por el uso monopólico de la violencia, llo sin perjuicio de que determinadas nor-
y también en la realización del Derecho sus- mas técnicas procesales efectivamente pue-
tantivo, en segundo lugar. En ambas hipóte- dan beneficiar la posición desmejorada del
sis de actuación es el Estado el que despliega trabajador en la relación desigual en mate-
su poder; la realización del derecho sustan- ria laboral que mantiene con su empleador,
tivo no es sino la concesión institucionali- por ejemplo, mediante el establecimiento de
zada de pretensiones subjetivas, que el pro- presunciones legales u obligaciones legales
pio Derecho ha definido como legítimas. No (tipificadas) con relación a exhibición docu-
es enemigo del denominado derecho sustan- mental que se encuentre naturalmente en
tivo, sino que servil del mismo, pero es pre- una de las partes intervinientes (usualmente
ciso recordar que el proceso no debe sacrifi- el empleador).
car su esencia en el olvido de que, en último
término, es el juez quien despliega el poder A su vez, el Derecho del Trabajo es la con-
estatal a través de la función jurisdiccional, y sagración sustantiva que vincula a los jueces
el Derecho, precisamente, ha sido concebido en el fondo al momento de resolver las con-
como instancia de regulación y limitación troversias en materia laboral. Es el Derecho
del poder. El Estado de derecho ha permi- de fondo el que se estructura sobre la consi-
tido la superación de las formas de solución deración inicial de la desigualdad de las par-
de conflictos intersubjetivos mediante la tes que constituyen la relación laboral. Los
autotutela, poniendo a disposición de las mecanismos de compensación de dicha desi-
partes un tercero imparcial e impartial que gualdad se encuentran por tanto regulados de
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las más variadas formas, constituyendo estas prueba previo a su incorporación a juicio,
normas incluso parte del denominado orden indistintamente, respecto del trabajador o
público laboral, alineado con la irrenunciabi- del empleador). El juez pasa a ser prota-
lidad de esta corrección mínima. gonista no solo sobre el empleador, sino
que ante ambas partes; empleador y traba-
El Derecho Procesal en este contexto pone su jador. Quien entrega el poder lo hace a cie-
acento en la garantía de desarrollo dialéctico gas y mientras menos control exista sobre
de la solución heterocompositiva, precisa- el mismo, mayor será la sensación final de
mente porque el eje de análisis es la regula- insatisfacción ante la intervención hetero-
ción del poder estatal, ante la evidente dife- compositiva del Estado.
rencia de poder entre las partes del juicio y
el juez (tal como en el Derecho del Trabajo Conforme lo que hemos planteado, parece
el centro está puesto en la compensación de evidente que un piso mínimo de análisis del
la desigualdad frente al empleador o patrón). Derecho Procesal Laboral debe desde sus
Las partes deben ser tratadas por quien ejerce inicios esclarecer cuál es la concepción del
el poder bajo una consideración esencial de Derecho Procesal que se sostiene previo al
igualdad. Aquello en ningún caso menoscaba análisis de cada una de las instituciones que
la necesidad de consagrar sustantivamente se regulan legalmente o que se estudian cien-
una serie de presunciones legales, aliviana- tíficamente. Luego, desde ahí, resultará rele-
miento probatorio o, incluso, institucional- vante la forma en que dicha concepción fun-
mente un apoyo letrado gratuito a los traba- damental del proceso y su finalidad irradiará
jadores; todos medios que, sin duda, deben cada una de las temáticas que podrán tratarse
ponerse a disposición de estos por parte del en el análisis dogmático jurídico.
Estado, tal como ocurre con la gratuidad (que
no es un principio, sino una opción técnica). 2. Sobre el fin del proceso: mera herra-
mienta instrumental o garantía
El Estado debe establecer todos los meca-
nismos posibles de compensación de la de- Una concepción del proceso que estima que
sigualdad de las partes, pero hay solo un este es mero instrumento, formalismo y un
agente que no puede ser configurado en una derecho adjetivo estimará que estructural-
concepción parcial y partial: el juez. Una vez mente las reglas en que dicho proceso se
que se quiebra dicha consideración esencial materialice resultarán contingentes y serviles
se abandona la idea de proceso y este meca- a una noción de justicia (o al menos sustan-
nismo heterocompositivo se aleja de su fina- tiva) de una entidad superior y al cual debe
lidad, desbalanceando el equilibrio jurisdic- adecuarse. El proceso en su integridad se
cional hacia uno de los lados y erradicando vuelve contingente, y existirían tantas for-
de plano cualquier garantía ante el poder. mas procesales como derechos sustanti-
vos (y pretensiones/rechazos de pretensión)
Peor aún, en abstracto, si la configuración existan.
de poderes del juez no es clara en un sen-
tido determinado, o sea, favoreciendo siste- Desde esta perspectiva, el Derecho Procesal
máticamente al trabajador (lo cual es difícil Laboral no sería una especificación dentro
atendida la naturaleza de las instituciones de un universo conceptual más amplio que
procesales) se entrega una carta potestativa es el proceso y la teoría general del proceso,
abierta a los jueces, quienes podrán desple- sino que más bien, su ubicación en un plano
gar su poder con indiferencia de los resul- ontológico está al interior del Derecho del
tados del litigio o despliegue del mismo Trabajo, o al menos como un derecho apén-
(por ejemplo, con facultades para rechazar dice de este.
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En el sentido expuesto, por ejemplo, resul- preclusión procesal u otros elementos que en
tará válido dogmáticamente resolver antino- el marco de un sistema dispositivo pueden
mias jurídicas complejas con un criterio de modificarse y moldearse en conformidad a la
especialidad que determine que en el caso realidad misma de las materias sustantivas.
del Derecho Procesal Laboral la especiali- Lo que no ocurrirá en este caso es el sacrifi-
dad es más cercana al derecho del trabajo cio de las formas procesales en razón de una
que al derecho procesal. Las garantías proce- indeterminada razón superior (verdad o justi-
sales, como meras idealizaciones artificiales cia), pues precisamente el proceso no es con-
y contingentes, resultan siempre derrotables cebido como una herramienta de redistribu-
por el principio de protección del trabaja- ción o implementación de políticas públicas,
dor, por ejemplo, y ante una duda interpre- sino que una garantía de las personas ante el
tativa, en materia procesal, correspondería Estado. El control del poder del juez, y del
aplicar también la regla doctrinaria de juicio Estado en último término, se diluye.
in dubio pro operario, pudiendo extenderlo
en algunos casos al ejercicio de una facultad Lo anterior resulta relevante pues puede
derogatoria vía interpretativa. resumirse en la siguiente dicotomía simple:
o el proceso es una herramienta a disposi-
Por esta vía, el Derecho Procesal del Tra- ción del Estado y su fin es alcanzar la justicia
bajo parece que se subsume como una herra- social (sin un concepto unívoco de la misma,
mienta más de comprensión del Derecho del por cierto, y por tanto entregado a la concep-
Trabajo, ahora en una dimensión meramente ción judicial particular, esto es, del azaroso
adjetiva. Pero si se analiza más certeramente, sorteo de estar ante un juez “pro emplea-
no existe garantía de realización de un valor dor” o un juez “pro trabajador”) o bien el
o fin de justicia social concreto, sino que más proceso es una garantía de toda persona (en
bien una configuración potestativa abierta su calidad de trabajadores o empleadores)
que sitúa al juez como protagonista del pro- ante los poderes que el Estado ejerce, en par-
ceso y no al trabajador, ni menos al emplea- ticular, en este caso, al momento de resolver
dor. Las partes (ambas) pierden el control los conflictos en materia laboral. En el pri-
sobre el proceso y el juez más que nunca mer caso, si el proceso es concebido como
encuentra el poder a su disposición. instrumento, toda la dinámica procesal será
servil de un fin axiológico superior (alcanza-
Por otra parte, en una vereda distinta, una ble solo por el juez) y las partes se vuelven
comprensión garantista del proceso impli- sirvientes del juez en la realización de lo que
cará una supervivencia de los elementos pro- él, y el Estado, finalmente, pretenden alcan-
pios de la teoría general del proceso ahora zar. En el segundo caso, la figura se invierte
trasladados a sede laboral judicial. En el y el juez resuelve en servicio de quienes han
fondo, el eje central de análisis en este caso requerido de su intervención, de manera
está puesto en el ejercicio del poder soberano imparcial e independiente, resolviendo en
por el Estado en su función judicial, antes el fondo con derecho compensatorio que el
que la disposición de la forma en razón de legislador ha dispuesto en lo sustantivo.
un valor subjetivo como la justicia. En cual-
quier situación, lo anterior no deja aprisio- 3. La función judicial laboral
nada la elección de técnicas legislativas en
relación a la positivización de normas proce- En el caso del publicismo procesal, el juez
dimentales que ostenten dicho criterio, como es el protagonista del proceso y las partes,
lo es, por ejemplo, la regulación de plazos, como señalamos, son más bien serviles de
formas de notificación, sanciones o mani- los fines del Estado-juez antes que usuarios
festaciones especiales relacionadas con la de un sistema de justicia. Una de las ideas
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el establecimiento de cargas de exhibición exclusión de medios de prueba son algunas
documental, por ejemplo, o a través de pro- de las elucubraciones propias de un sistema
gramas estatales de subvención de la asis- de este tipo.
tencia letrada gratuita (reforzamiento de las
defensorías laborales) o a través del esta- Por su parte, en un sistema dispositivo, bajo
blecimiento de presunciones legales, por una comprensión garantista del proceso, la
ejemplo. aportación de prueba, su inclusión o exclu-
sión, su delimitación o desistimiento son
En otros términos, y este es uno de los desa- propias de las partes, mas no resorte del juez.
fíos que plantea una exposición clara de la La prueba es concebida como garantía de
cuestión, el publicismo judicial en ningún defensa, como manifestación del genérico
caso asegura que la consecución de la con- derecho a defensa en el marco de un debido
cepción de justicia perseguida por el juez proceso, antes que de una colaboración a la
a quien se han entregado amplias potesta- consecución de un fin superior.
des judiciales coincida plenamente con la
de los trabajadores, sea como particulares, En el primer modelo, el juez puede decretar
o en colectivo a través de los sindicatos. En prueba que favorezca o perjudique al trabaja-
otros términos, no existe una vinculación o dor, de hecho. Como bien se entenderá, si el
imbricación necesaria entre activismo judi- juez no es parte, no tendría cómo saber con
cial y publicismo, y una comprensión “pro certeza previo a su apreciación si el resultado
operario” de los fines de la función judicial, de practicada una determinada prueba bene-
ni menos entre garantismo procesal y una ficiará a una u otra parte. Una vez más, ¿por
comprensión “pro empleadora”. Lo que sí qué podría decretar prueba un tribunal que
es innegable, y es la razón de ser del Dere- no sabe cuál será el resultado de esta?
cho del Trabajo, es que el derecho sustantivo
tiene un sustrato protectorio propio, que en 5. El rol de las partes en el proceso labo-
ral
materia resolutiva resultará decisivo.
Como hemos señalado previamente, bajo la
4. La prueba en el proceso laboral comprensión publicista del proceso las partes
La prueba en sí misma tiene una función en sí mismas pasan a ser instrumentalizadas
distinta en una comprensión epistemoló- para el alcance de un fin superior y de mayor
gica del proceso versus una comprensión entidad. Desde una comprensión garantista
garantista del mismo. Si la función judicial del proceso, las partes son las protagonistas
se centra en alcanzar la verdad y la justicia, del mismo y son estas las que deben dinami-
y aquellos se alzan como los meta valores zar el desarrollo del pleito, desde su inicio,
de la existencia del proceso laboral, enton- solicitando que se practique prueba necesa-
ces la prueba, sus fuentes, su valoración, su ria, se citen a los testigos que estimen per-
inclusión o exclusión, el sistema recursivo, tinentes, se oficie a instituciones determi-
y la actuación procesal en general, todas nadas, entre otras consideraciones. En este
esas instituciones, se subordinan a la per- sentido, por ejemplo, la consagración de una
secución de esta supraentidad. El derecho norma regulatoria de la exhibición de docu-
a prueba de las partes, derivado de su dere- mentos, siempre que concurran antecedentes
cho a defensa, es más bien una concesión suficientes que permitan tener por establecida
de gracia del Estado a las partes (ambas) en la condicionante de tratarse de instrumentos
la consecución de su propio fin justiciero. que han de constar en poder del empleador,
Deberes de colaboración, facultades proba- es una forma coherente de regular desde la
torias oficiosas, tanto de inclusión como de técnica procesal la deficiencia probatoria del
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A CTUALIDAD LABORAL
ANÁLISIS JURÍDICO
oportuno a los adultos mayores (65 años a más) a una pensión de jubilación, una
vez finalizada la relación laboral con su empleador a través del cese laboral, lo cual
genera el derecho de recibir una pensión de jubilación que les permita tener en lo
sucesivo un nivel y calidad de vida dignos de toda persona dentro de la sociedad.
Recibido: 28/02/2020
MARCO NORMATIVO
Constitución Política: arts. 4, 11 y 12.
Ley del Sistema Nacional de Pensiones de
Aprobado: 12/03/2020
INTRODUCCIÓN
la Seguridad Social (Decreto Ley N° 19990):
passim.
En la sociedad peruana se observa a diario
Ley del Regimen de Pensiones y Compen- acerca de los afiliados del Sistema Nacio-
saciones por Servicios Civiles Prestados Al
Estado no Comprendidos en El Decreto Ley nal de Pensiones administrado por la Ofi-
Nº 19990 (Decreto Ley N° 20530): passim. cina de Normalización Previsional - ONP;
TUO de la Ley del Sistema Privado de Admi- el hecho de no solo tener que esperar a cum-
nistración de Fondos de Pensiones (aproba- plir 65 años de edad para solicitar se les otor-
do por el D.S. N° 054-97-EF): passim.
gue el derecho a la pensión de jubilación,
sino que además tener que agregar a los 65
* Abogado, con estudios concluidos de maestría en las especialidades de: Derecho del Trabajo y de la Seguridad
Social, Derecho Constitucional y Derechos Humanos por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Secreta-
rio Judicial de la Corte Superior de Justicia de Lima.
ACTUALIDAD JURÍDICA | Nº 316 • MARZO 2020 • ISSN 1812-9552 • pp. 197-207 197
a la pensión que les prodigue un nivel digno en primer lugar para quien la realiza y
de vida; inclusive un buen número de jubi- expresa el dinamismo propio de la vida
lados nunca llega a percibir la pensión de humana; puede estar orientada a obte-
jubilación. ner de manera directa un bien o acceder a
un servicio que satisfaga una necesidad,
Por lo expuesto, en el caso del adulto mayor material o inmaterial.
(personas mayores de 60 años de edad) como
toda persona de nuestra sociedad, tiene el El trabajo es una actividad, realizada por
derecho a una vida digna y de respeto por una o varias personas, orientada hacia
su larga edad vivida, y por la experiencia una finalidad, la prestación de un servi-
y respeto que ha adquirido en la sociedad. cio o la producción de un bien que tiene
Asimismo, tiene el apoyo de sus familia- una realidad objetiva y exterior al sujeto
res y de la comunidad donde vive, al dere- que lo produjo con una utilidad social: la
cho a la alimentación, vivienda, vestimenta satisfacción de una necesidad personal o
y atención de salud adecuados a través del de otras personas. (Neffa, 2003)
seguro de EsSalud, que les brinde una cali-
dad de vida merecida por su larga trayectoria Asimismo, podremos afirmar que la persona
vivida, tanto en su ámbito profesional, labo- de tercera edad (adulto mayor) ya no desa-
ral y social. rrolla con exactitud actividad laboral produc-
tiva para su empleador, debido a lo avanzado
Es por eso que cuando se habla de calidad de de su edad.
vida no se está haciendo alusión a otra cosa
que a condiciones que proporcionen felici- En ese sentido:
dad en especial al adulto mayor de 60 años
El trabajo como actividad, refiere pres-
de edad a más, que empieza a vivir su etapa
tación de servicios sin resultado mate-
de trabajador jubilado.
rializado o final, es la figura jurídica
Es así, que la calidad de vida en la sociedad central del derecho del trabajo, tanto en
de Lima Metropolitana supone elementos el contrato individual de trabajo como
de tipo material, pero también social, espiri- en la actuación profesional del trabaja-
tual o cultural y psicológico, que ayude dar dor autónomo. (Aular de Durán y Mar-
al adulto mayor un nivel digno de vida den- cano, 2013)
tro de su entorno familiar y de su comunidad.
Por otro lado, para Julio Guerrero y otros: “La
actividad laboral del hombre, en sí misma,
I. LA ACTIVIDAD LABORAL
es un proceso social que satisface necesi-
Se entiende en sentido común que la: dades orgánicas y puramente individuales”
(Guerrero, Cañedo y Salman, 2006). Esto es
[A]ctividad es una noción muy amplia, a causa de la necesidad de satisfacer su nece-
que indica la forma en que se utiliza el sidad económica para su bienestar propio o de
tiempo de vida, y que expresa todo el su familia.
dinamismo de la naturaleza humana,
siendo el trabajo solo una de ellas, al En ese sentido, podemos decir que el hombre
lado de las actividades desarrolladas en por su naturaleza está acostumbrado a vivir
las esferas doméstica, educativa, cultu- en grupos de personas, esto es, que en su cen-
ral, recreativa, deportiva, relaciones con tro de trabajo convive con sus compañeros
los amigos y familiares, las actividades para desarrollar un buen ambiente laboral,
asociativas, sindical, política, religiosa, comunicando ideas y facilitando la motiva-
lúdicas, etc. La actividad tiene un sentido ción para que realicen mejor las cosas.
198 pp. 197-207 • ISSN 1812-9552 • MARZO 2020 • Nº 316 | ACTUALIDAD JURÍDICA
ANÁLISIS JURÍDICO / ACTUALIDAD LABORAL
[C]omo un patrón estable de comporta- Es así que el adulto mayor al poder jubilarse
mientos que distingue a una persona de a los 65 años de edad va ser libre y autó-
otra. Esta definición tiene dos compo- nomo para elegir y elaborar su plan o pro-
nentes cardinales. Primero, el patrón de yecto de vida.
comportamientos, sentimientos y pen-
samientos de cada persona la hace dis- En ese sentido, Ortiz (2016) señala que:
tinta y diferente, pues nuestras cua-
lidades y particularidades nos hacen Dentro de esta exigencia, la condición
únicas. El segundo componente es la de los viejos no puede ser más deplora-
idea de que la personalidad de un indi- ble. Pues todo hombre que logra pasar
viduo es estable y duradera, vale decir, los sesenta o setenta años de edad, se le
que la personalidad persiste a tra- atribuye un deterioro que con cierto eufe-
vés del tiempo. (p. 170) mismo se le considera normal. El mismo
anciano llega a creer que por efecto de
Por eso, la personalidad del adulto mayor a su edad ya tiene o debe tener un dete-
partir de los 60 años de edad va sufrir cam- rioro de sus funciones cerebrales, o por lo
bios en el lado sentimental, emocional y sus menos de sus arterias. Así se justifica el
pensamientos van a desvariar en ocasiones, despido, la cesantía, la jubilación, sobre
pero su carácter personal va seguir a través todo donde abundan los desempleados;
de los años que pasan. afirmándole que se le premia con el des-
En ese sentido, el desarrollo de la personali- canso, cuando en realidad se le castiga
dad en nuestro ordenamiento jurídico a decir con la ociosidad y el aislamiento. (p. 263)
de Ataulluco (2014):
Frente a lo anterior podremos decir que, en
[S]e trata de un derecho que parte por con- esta etapa de la vida de la persona, el desa-
siderar a las personas libres y autónomas rrollo del cuerpo humano se va deteriorando
para elegir su plan o proyecto de vida, y, por consiguiente, es sinónimo de vejez y
el que se manifiesta en una multiplici- de ancianidad. Asimismo, para el Sistema
dad de libertades, que se concretizan a su Nacional de Pensiones se trata de un grupo
vez con el ejercicio de este derecho a tra- de la población mayor que está jubilada de
vés de las actuaciones de una persona en sus labores de trabajo, y tienen 65 años de
los diferentes ámbitos de su vida. (p. 141) edad o más.
ACTUALIDAD JURÍDICA | Nº 316 • MARZO 2020 • ISSN 1812-9552 • pp. 197-207 199
III. EL SISTEMA NACIONAL DE PEN- recursos para atender el pago de las pen-
SIONES siones de los beneficiarios. (p. 394)
Surge por la necesidad que tiene el Estado Precisándose que el Sistema Nacional de
para brindar seguridad social a los obreros Pensiones (SNP) es una institución que tra-
que trabajan en las entidades públicas y pri- baja en forma conjunta, cuyos principales
vadas. En ese sentido, se ha expresado: principios que tiene son: el principio de la
El Sistema Nacional de Pensiones (SNP) solidaridad y el principio de la unidad; asi-
sustituto de los sistemas de pensiones de mismo, se le caracteriza como un régimen
las Cajas de Pensiones de la Caja Nacio- general, por lo que a excepción del Seguro
nal de Seguridad Social, del Seguro Privado de Pensiones (SPP) y del Militar
Social del Empleado y del Fondo Espe- Policial, es el único régimen pensionario
cial de Jubilación de Empleados Parti- abierto al que acceden la totalidad de los tra-
culares, se creó con el objeto de elimi- bajadores peruanos, sea cual fuere su rela-
nar desigualdades, corregir deficiencias ción laboral con su empleador, o su calidad
en las prestaciones y lograr el financia- de independiente.
miento de los distintos regímenes para Para Rendón (2008), el Sistema Nacional de
brindar una protección más amplia y Pensiones comprende a dos clases de asegu-
adecuada de los trabajadores, posibi- rados: los obligatorios y los facultativos.
litándose con ello la posibilidad de la
incorporación de los trabajadores inde- a) Asegurados obligatorios.-
pendientes. (Estudio Caballero Busta-
mante, 2002, p. 55) De acuerdo al Decreto Ley Nº 19990,
artículo 3:
Para el Tribunal Constitucional del Perú,
“el SNP está configurado como un sistema - Trabajadores que prestan servicios
obligatorio para los trabajadores dependien- bajo el régimen laboral de la actividad
tes del Sector Público y Privado, y faculta- privada a empleadores particulares y
tivo para los independientes, en donde los empresas del Estado, cualesquiera que
contribuyentes son solo los trabajadores y sean la duración del contrato de tra-
el Estado tiene un rol administrativo”. (Exp. bajo y el tiempo de trabajo por día,
N° 1776-2004-AA/TC, fundamento 20. semana o mes.
Lima 26/01/2007). - Trabajadores al servicio del Estado,
Al respecto, Cesar Abanto (2004) afirma: tanto en el régimen del Decreto Legisla-
tivo Nº 726, no comprendidos en el régi-
El SNP está conformado por los asegu- men del Decreto Ley Nº 20530, como
rados al Decreto Ley N° 19990 y a los en el régimen de la actividad privada.
regímenes especiales como el de los tra-
bajadores mineros, de construcción civil, - Trabajadores de empresas de propie-
marítimos, periodistas, amas de casa, dad social, cooperativas y similares.
entre otros. - Trabajadores al servicio del hogar.
El régimen se basa en un sistema de - Trabajadores artistas (Ley Nº 28131,
reparto con prima escalonada en el que del año 18/12/2003).
la totalidad de los aportes de cada uno
de sus asegurados se destinan a un fondo - Futbolistas profesionales (D. Ley
común del cual se deberían obtener los Nº 21241, del 12/08/1975).
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ANÁLISIS JURÍDICO / ACTUALIDAD LABORAL
Al respecto, cabe decir que los asegurados Por otra parte, “la extinción de la relación
obligatorios se encuentran obligados a abo- laboral es la cesación definitiva de los efec-
nar en forma mensual y en un porcentaje tos de la relación, motivada por alguna causa
aplicable a la remuneración. Dicha obliga- independiente de la voluntad de las partes o
ción se encontraría a cargo solamente del por un acto dependiente de dicha voluntad”
trabajador y en un porcentaje equivalente al (Tomaylla, 2002, p. 126).
13 % sobre las remuneraciones mensuales
que recibe de parte de su empleador. Asi- En ese contexto, toda extinción del contrato
mismo, el empleador deberá trasladar ese de trabajo da por concluida la relación labo-
porcentaje a la ONP de acuerdo a la fecha ral que se ha venido desarrollando entre el
o cronograma que se dispone con el último empleador y el trabajador.
dígito del RUC (Sunat). Asimismo, la Ofi-
En ese sentido, para Jorge Castillo y otros
cina de Normalización Previsional (ONP) es
“es la decisión unilateral del empleador en
la entidad pública encargada de administrar
virtud de la cual se da por resuelto o extin-
los ingresos económicos del Sistema Nacio-
guido el vínculo laboral” (Castillo, Demar-
nal de Pensiones (SNP).
tini y Pineda, 2013, p. 56).
Continúa expresando Rendón (2008):
Por lo que consideramos que es decisión uni-
b) Asegurados facultativos.- lateral del empleador, porque es este quien
acepta la renuncia del trabajador, por ejem-
Son aquellos que pueden asegurarse plo, con la aceptación de la carta de renuncia
voluntariamente. suscrita por el propio trabajador. Asimismo,
nuestra legislación establece los tipos de
- La persona que realiza actividad eco-
cese que se desarrollan en nuestra realidad
nómica independiente; y
laboral peruana, por ejemplo:
- Los asegurados obligatorios que cesen
de prestar servicios y opten por la con- Para el cese por incapacidad laboral
tinuación facultativa. (p. 275) permanente, solo basta con el informe
médico de incapacidad de la Comisión
Médica Evaluadora de Incapacidades de
IV. CESE LABORAL
EsSalud, que concluya declarando que la
Si bien es cierto, la relación laboral surge a incapacidad es permanente, para que el
través de la firma del contrato laboral entre vínculo laboral extinguido automática-
el trabajador y su empleador. Asimismo, este mente desde la declaración de incapaci-
llega a su fin cuando el trabajador por moti- dad permanente no sea considerado como
vos personales, o por contingencia de edad arbitrario. (Paredes, 2015, p. 58)
o aportes al seguro social, finaliza su rela-
ción laboral con su empleador. En ese sen- IV. LA PENSIÓN DE JUBILACIÓN
tido, cuando un trabajador finaliza su rela-
ción laboral, el empleador debe abonar al Constituye un derecho de crédito que el Sis-
trabajador el salario de los días trabajados tema Nacional de Pensiones a través de la
en el mes en que se cesa, las vacaciones no ONP, busca el ahorro progresivo a lo largo
disfrutadas si en el caso las hubiera, la parte de la vida laboral del trabajador asegurado,
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pero no a obligarlos a comprárselo al pro-
Comentario relevante pio Estado. (p. 395)
del autor
De donde se colige que un bien preferente
en materia de pensión de jubilación, vendría
La unión de los trabajadores en el
a ser un bien social, o bien meritorio que el
lugar de trabajo viene a ser parte Estado otorga al asegurado al momento de
importante para que un negocio o cumplir con las contingencias de ley, a fin de
empresa funcione mucho mejor. De satisfacer necesidades preferentes para él y
lo contrario, si no hay un buen am- de su familia, para el desarrollo de una vida
biente de trabajo estable y acoge- digna durante la etapa de jubilación.
dor, pueden surgir, a consecuencia
de ello, retos difíciles para los tra- IV. VIDA DIGNA
bajadores, y causaría perjuicio al
En el caso del adulto mayor (60 o más años
empleador. de edad), como toda persona de la sociedad,
tiene el derecho a una vida digna y de respeto
por su larga edad vivida y por la experiencia
invirtiendo dicho dinero asegurado para que ha adquirido en la sociedad. Asimismo,
generar ganancia sobre los aportes (rentabi- tiene el apoyo de sus familiares y de la comu-
lidad) a lo largo de todo el tiempo de aporta- nidad, al derecho a la alimentación, vivienda,
ciones (20 años mínimo de aportes); en ese vestimenta y atención de salud adecuados a
sentido, al llegar la etapa de jubilación del través del seguro de EsSalud.
trabajador, este fondo será fuente de ingresos
a través de la pensión con el fin de procurar Para Humberto Nogueira (2009):
que los afiliados puedan tener una vida digna
La dignidad de la persona humana es
durante la etapa de la vejez.
el valor básico que fundamenta todos
En ese sentido, para Gamarra, la pensión los derechos humanos, ya que su afir-
de jubilación viene a ser “la pensión que mación no solo constituye una garan-
alguien percibe luego de una determinada tía, de tipo negativo que protege a las
edad es resultado de lo que ha invertido personas contra vejámenes y ofensas de
(ahorrado), a lo largo de su vida” (Gamarra, todo tipo, sino que debe también afirmar
2008, p. 457). positivamente a través de los derechos el
pleno desarrollo de cada ser humano y
De otro lado, para Joseph Stiglitz (2000): de todos los seres humanos. Cabe seña-
lar que la dignidad humana y el dere-
[L]as pensiones de jubilación (o los segu- cho a una vida digna fundamentan tanto
ros de vida) son un bien preferente, es los derechos civiles y políticos como los
decir, un bien que un Estado paternalista derechos económicos, sociales y cultu-
impone a los individuos por su propio rales. (...) La dignidad de la persona es
bien. Pero es diferente de muchos otros el valor jurídico supremo siendo inde-
bienes preferentes, en el sentido de que pendiente de la edad, capacidad intelec-
una importante parte de los costes de que tual o estado de conciencia.
un individuo no haya comprado el bien
recae sobre otros. En la medida en que En ese sentido, la dignidad humana y el dere-
esto justifica la existencia de un seguro cho a una vida digna fundamentan tanto los
social, solo explica el derecho del Estado derechos civiles que tiene el adulto mayor en
a obligar a la gente a comprar un seguro nuestra sociedad, pero muchas personas no
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ANÁLISIS JURÍDICO / ACTUALIDAD LABORAL
saben a partir de qué edad se es adulto mayor De otro lado, para Quispe Chávez (2009):
en el Perú, por esa razón no pueden hacer “el derecho a la pensión son elementos esen-
valer sus derechos que les ampara un respeto ciales que configuran el mínimo existencial
en la sociedad donde vive. necesario para garantizar una vida existen-
cial, sino también en su dimensión sustancial
Al respecto, Lleana Cabrera (2004), nos dice: o material; o, en otras palabras, para garanti-
zar una vida digna” (p. 232).
¿A qué edad se es adulto mayor? En
numerosos países, a partir de los 65 años, Efectivamente, según menciona Vitteri Gue-
lo que coincide en la mayoría de los vara (2016):
casos con la edad de jubilación de aque-
llas personas que trabajan; sin embargo, [E]s de esta forma cómo el derecho fun-
para los países en vías de desarrollo las damental a la pensión permite alcanzar el
Naciones Unidas proponen que una per- desarrollo de la dignidad de los pensio-
sona sea considerada adulto mayor ya nistas (…). Mediante el derecho funda-
desde la edad de los 60 años. El princi- mental a la pensión, la Constitución de
pal fundamento que esta entidad esgrime 1993 garantiza el acceso de las personas
es que los 60 años es posible desarro- a una pensión que les permita llevar una
llar una mayor cantidad de acciones vida en condiciones de dignidad (p. 123).
preventivas que a los 65, partiendo del
Es nuestra opinión, que el adulto mayor (per-
supuesto de que a edades más tempranas sonas adultas mayores de 60 o más años de
los daños a la salud son menores y que, edad), asegurado del Decreto Ley N° 19990
por lo tanto, se puede mejorar la cali- merezca el derecho a una vida digna, de res-
dad de vida con menor dificultad. Aun- peto moral, sin ningún maltrato físico ni psi-
que este criterio tiene plena validez, es cológico de parte de la sociedad; razón por la
legítimo pensar que el problema esen- que a través del acceso oportuno al derecho
cial no radica en la edad límite que se a la pensión de jubilación desde los 65 años
fije para el inicio de la adultez, sino en el de edad podrá gozar su jubilación realizando
derecho de todo ser humano a tener una actividades con su familia, y ejecutando sus
vida digna, segura, saludable y de buena proyectos personales que anhelaba cuando
calidad en cada una de las etapas de la aún era un trabajador activo.
vida y, sobre todo, en la última. Es fun-
damental precisar a qué edad se entra a
V. CALIDAD DE VIDA
la adultez mayor, porque muchas perso-
nas que ya tienen 60 años o más no tie- Para Ruiz:
nen conciencia de que ingresaron a una
La calidad de vida se corresponde con
nueva etapa de la vida con característi-
el nivel de bienestar, el cual se alcanza
cas propias ineludibles y de que al asu-
cuando existe un balance y estado apro-
mir este derecho pueden llegar a tener
piado de las diversas dimensiones que
diferentes problemas. (p. 19)
componen el bienestar. Siendo ellos: lo
Es así que en nuestro país cuando el adulto físico, emocional, mental, social y espiri-
mayor que aún trabaja en entidades públicas tual. (Ruiz, 2015, p. 207)
o privadas, llega a tener los 65 años de edad, Por su parte, Gustavo García dice:
puede tener acceso al derecho de jubilación
que les prodigue un nivel digno de vida en la [C]uando se habla de calidad de vida, no
sociedad. se está haciendo alusión a otra cosa que
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mantenerse el mismo en el entorno de su
Comentario relevante familia; es así que el Estado debe tener más
del autor en cuenta este sector de la población de per-
sonas jubiladas que han dedicado muchos
El adulto mayor al poder jubilarse a años de trabajo para su empleador, por lo
los 65 años de edad, va ser libre y que se merecen tener un incremento a su
autónomo para elegir y elaborar su pensión de jubilación mensual, a fin que
tengan una mejor calidad de vida en su
plan o proyecto de vida.
entorno familiar y social.
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ANÁLISIS JURÍDICO / ACTUALIDAD LABORAL
artículo 9, declara que (...) toda persona tiene materializado o final, es la figura jurí-
derecho a la seguridad social que la proteja dica central del derecho del trabajo, tanto
contra las consecuencias de la vejez y de la en el contrato individual de trabajo como
incapacidad que la imposibilite física o men- en la actuación profesional del trabajador
talmente para obtener los medios para llevar autónomo.
una vida digna y decorosa (...)”.
- El desarrollo físico y mental del hom-
STC Exp. N° 02834-2013-PH/TC. Señala bre, y el desarrollo de la personalidad se
que “La aprobación de la Ley Nº 28803 es definen como un patrón estable de com-
un punto de partida para afrontar una realidad portamientos que distingue a una per-
patente, pero también creciente en el orde- sona de otra; en ese sentido, la persona-
namiento nacional. En efecto, en el Perú, el lidad del adulto mayor a partir de los 60
grupo de personas de 65 y más años de edad años de edad va sufrir cambios en el lado
se incrementará sostenidamente en las próxi- sentimental, emocional y sus pensamien-
mas décadas. En el 2010, había 1.5 millones tos van a desvariar en ocasiones, pero su
de adultos, mientras que hacia el 2050 se ha carácter personal va seguir a través de los
proyectado que dicho grupo alcanzará los 6.5 años que pasan.
millones. En relación con este contexto, tales
artículos 1 y 4 de la Norma Fundamental, exi- - El SNP está conformado por los asegu-
gen al Estado tomar las medidas pertinentes rados al Decreto Ley N° 19990 y a los
para proteger efectivamente a los ancianos, regímenes especiales como el de los tra-
es decir, que la población adulta mayor debe bajadores mineros, de construcción civil,
ser sujeto de políticas públicas focalizadas en marítimos, periodistas, amas de casa,
sus necesidades y en el establecimiento de entre otros.
medidas inmediatas y progresivas que persi-
gan permanentemente el mejoramiento de la - La relación laboral llega a su fin cuando
calidad de vida de la persona adulta mayor”. el trabajador por motivos personales, o
por contingencia de edad o, aportes al
STC Exp. N° 05625-2015-PH/TC. Afirma seguro social, finaliza su relación laboral
que “El artículo 17 del Protocolo Adicional con su empleador, causando así el cese
a la Convención Americana sobre Derechos laboral, por esa razón el empleador debe
Humanos en materia de Derechos Económi- abonar al trabajador el salario de los días
cos, Sociales y Culturales (Protocolo de San trabajados en el mes en que se cesa, las
Salvador) señala: Toda persona tiene derecho vacaciones no disfrutadas si en el caso
a protección especial durante su ancianidad. las hubiera, la parte proporcional de las
En tal cometido, los Estados partes se com- pagas extraordinarias y, en su caso, las
prometen a adoptar de manera progresiva las posibles indemnizaciones que puedan
medidas necesarias a fin de llevar este dere- corresponderle.
cho a la práctica y en particular a: (...).
- El derecho a la pensión consiste en un
C. Estimular la formación de organizaciones ahorro pensionario que el asegurado rea-
sociales destinadas a mejorar la calidad de liza durante sus años de servicio, y para
vida de los ancianos”. adquirir tal derecho es requisito tener 65
años de edad tanto como para los varones
CONCLUSIONES y para las mujeres.
ACTUALIDAD JURÍDICA | Nº 316 • MARZO 2020 • ISSN 1812-9552 • pp. 197-207 205
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