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A CTUALIDAD LABORAL

ANÁLISIS JURÍDICO

Derecho Procesal del Trabajo.


Aportes para su estudio desde el debate
entre garantistas y publicistas

Francisco A. RUAY SÁEZ*

A partir de las ideas centrales de las corrientes doctrinarias del garantismo proce-
RESUMEN

sal y del publicismo, el autor analiza y evalúa su relevancia específica en el estu-


dio y análisis del Derecho Procesal del Trabajo. Para tal fin se esbozan los aspec-
tos centrales de una y otra doctrina, y luego se analiza en concreto su utilidad en el
análisis de la configuración del proceso laboral.

consagración de una mera ritualidad contin-


MARCO NORMATIVO
ŠŠ Ley Procesal del Trabajo: arts: I al IV Título
Preliminar.
gente, sin un contenido propio, dejando un
espacio privilegiado a lo que se ha denomi-
nado derecho sustantivo. Esta perspectiva de
estudio ha comprendido al Derecho Proce-

// PALABRAS CLAVE: Garantismo proce-


sal / Derecho Procesal del Trabajo / Publicis-
sal como una herramienta meramente pro-
mo procesal / Funciones del juez laboral cedimental y, por tanto, libremente moldea-
ble, obviando en gran medida la tradición de
Recibido: 28/02/2020 reflexión jurídica que le es propia, sus orí-
Aprobado: 10/03/2020
genes y su relevancia dentro del sistema de
enjuiciamiento en un Estado de derecho.
INTRODUCCIÓN El proceso puede ser concebido como garan-
El Derecho Procesal, como disciplina, ha tía, como una instancia de solución racional
sido tradicionalmente relegado a un aspecto (o al menos razonable) de conflictos intersub-
meramente formal o adjetivo, cercano a la jetivos de intereses o como una alternativa

* Abogado. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales por la Universidad de Chile. Magíster en Derecho del Tra-
bajo y de la Seguridad Social por la Universidad de Chile. Magíster en Derecho Procesal por la Universidad Nacio-
nal de Rosario (UNR), Argentina. Académico ayudante del Departamento de Derecho del Trabajo y de la Seguri-
dad Social en la Universidad de Chile.

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superior al mero despliegue de la violencia


particular. Pero también el proceso puede ser Comentario relevante
comprendido como una herramienta activa del autor
de actuación política, como un momento
de realización de políticas públicas, redis- Tal como ocurre a propósito del aná-
tribución de ingresos o de concretización lisis teórico de la existencia del De-
de programas políticos. Ambas formas de recho del Trabajo, en materia proce-
comprensión difieren sustancialmente en su
sal también existen varias lecturas
propia concepción de lo que es proceso.
posibles sobre la finalidad y alcance
Por su parte, el Derecho del Trabajo se ha del proceso. A su vez, un análisis de
erigido como una rama jurídica relativa- las diversas concepciones procesa-
mente novel que ha tenido como finalidad les conlleva también la constatación
el reconocimiento de derechos laborales de determinadas características es-
que históricamente la clase trabajadora ha pecíficas de las cuales sería porta-
reclamado políticamente hasta alcanzar su
dora el proceso laboral.
relativamente reciente incorporación en el
lenguaje jurídico y su consecuente norma-
tivización. Es tal evidente dicha evolución
y progreso de esta rama del derecho, con p. 184), en el despliegue de una continua
una fuente material evidentemente recono- competencia desleal que no hace sino excluir
cible (la denominada cuestión social) que en artificialmente a otros trabajadores (monopo-
época reciente muchos de los derechos con- lio) por la persecución de alza artificial de los
sagrados en esta sede han pasado a la pales- propios salarios con la consecuente inflación
tra de aquellos que han sido denominados (Hayek, 2009, p. 26)1.
como fundamentales (libertad sindical, liber-
Existe, incluso, una tercera vía interpreta-
tad de trabajo, huelga, etc.).
tiva en esta materia, quienes sostienen que
Sin perjuicio de lo logrado, es preciso reco- el derecho del trabajo y la juridización del
nocer la existencia de una lectura crítica de conflicto laboral, incluyendo la paradigmá-
su regulación conforme a la cual la interven- tica consagración legislativa de los derechos
ción estatal no hace sino perjudicar la inte- laborales mínimos, no son sino una forma de
racción de intereses particulares en libertad, cooptación del movimiento de trabajadores
y alterar artificialmente el funcionamiento (Muñoz, 2013, p. 51), del proletariado (Qar-
del mercado de esta manera (Mises, 2018, mat, 2006, p. 19) o del mundo popular, que
p. 701) (Hutt, 2016, p. 282), relegando por esta vía entregó en bandeja al Estado la
estructuralmente una clase de trabajadores administración de un conflicto estructural
de manera sistemática a la exclusión y legi- irresoluble (lucha de clases o explotación),
timando el ejercicio de fuerzas monopólicas mediante la incorporación de las instancias
mediante el ejercicio de la autotutela, por lo de lucha en un lenguaje tecnócrata y juridi-
cual distorsionan artificialmente el funcio- zado para su mera administración. A efec-
namiento del mercado, perjudicando a otros tos de graficar el problema de la administra-
trabajadores igual o mejor calificados en el ción de esta condición enajenante del trabajo
caso de la huelga, por ejemplo (Hutt 1976, en el moderno sistema productivo, Octavio

1 Para una lectura crítica de las ideas de Hayek: (Gamonal, 2018: p. 296).

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Lóyzaga señala que “queda asentado gene- conlleva también la constatación de determi-
ralmente en las constituciones y en sus leyes nadas características específicas de las cuales
reglamentarias, que resulta ilegal oponerse sería portador el proceso laboral.
al trabajo enajenado que se concreta a tra-
vés de la compraventa de la fuerza de tra- En materia procesal existen, a grandes ras-
bajo materializada en el contrato o la rela- gos, dos concepciones distintas sobre el pro-
ción de trabajo” (1992, p. 83), no alcanzando ceso. Cada una parte de presupuestos diver-
dicha herramienta la utilidad necesaria en un sos y tiene como consecuencias distintas
real proceso emancipatorio de la humanidad. configuraciones ideales de los poderes judi-
Aquello, a su vez, permite en los límites de ciales, el rol de las partes y, en último tér-
la juridicidad marginar por extremistas, vio- mino, del desarrollo de la función jurisdic-
lentos, o irrespetuosos del Estado de dere- cional del Estado. Por un lado, una de estas
cho a todos quienes pretenden no guiarse corrientes adhiere más fervientemente a la
por el propio lenguaje jurídico que delimita búsqueda de la verdad material, la justicia y
el campo de juego permitido y los términos la realización de valores supremos (e incluso
básicos de convivencia. Lo anterior no sería supraconstitucionales y supra o extraju-
sino una manifestación del capitalismo y el rídicos). Por el otro lado, una concepción
Estado de derecho burgués por alanzar su diversa del proceso lo entiende como garan-
propia autoconservación2. tía de la libertad, no sitúa la verdad material
en el centro teleológico del iter procesal y se
Lo anterior esconde una raíz aún más pro- identifica mucho más con un sistema dispo-
funda, que refiere en última instancia a la sitivo de enjuiciamiento antes que con uno
existencia misma del Derecho y la constata- de carácter inquisitivo. Cada uno ha recibido
ción de sus paradigmas a través de la histo- la denominación doctrinaria respectiva de
ria, y que en la tradición civilista (Merryman, publicismo o activismo procesal por un lado,
1995, p. 15) ha estado asociada usualmente y de garantismo procesal por el otro.
a la dicotomía positivismo/iusnaturalismo
(Bobbio, 2015, p. 131) y la dificultad de ele- Por su parte, en concreto, en cada sistema
var de consuno una concepción unitaria y jurídico el Derecho Procesal Laboral arras-
pura del concepto mismo de Derecho como trará implícitamente una cierta valoración
fenómeno social, lo que, en todo caso, no es de lo que se ha denominado “formas proce-
exclusivo del Derecho, sino que también ha sales”, y aquella, directa o indirectamente,
ocurrido en el devenir histórico de toda otra se relacionará con una determinada com-
rama denominada científica, incluso en las prensión de la finalidad del proceso como
así denominadas “ciencias duras”. herramienta de realización de un bien funda-
mental objetivo (justicia social, verdad, por
Ahora bien, ¿qué tendría que ver todo lo ejemplo) o bien velará por la comprensión
señalado con el Derecho Procesal Labo- de las formas procesales precisamente como
ral? Tal como ocurre a propósito del análi- garantías sustantivas de libertad y tutela judi-
sis teórico de la existencia del Derecho del cial efectiva ante el poder del Estado, cen-
Trabajo, en materia procesal también exis- trándose en la búsqueda de la paz social.
ten varias lecturas posibles sobre la finali-
dad y alcance del proceso. A su vez, un aná- En las siguientes líneas se plantea un pro-
lisis de las diversas concepciones procesales blema general en torno a la discusión procesal

2 Con relación al estado de la cuestión en materia de Derecho del Trabajo y su relación con el conflicto y las diver-
sas concepciones que subyacen a la misma revisar Domínguez y Mella, 2015: pp. 105-148.

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entre publicistas, por un lado, y garantistas,


por otro, a fin de poder concluir un análi- Comentario relevante
sis concreto en materia laboral y las distin- del autor
tas opciones que se abren a la hora de decidir
la adscripción a uno u otro sistema procesal. En materia procesal existen, a gran-
des rasgos, dos concepciones dis-
I. DOS CONCEPCIONES SOBRE EL tintas sobre el proceso. Cada una
PROCESO Y SU FINALIDAD parte de presupuestos diversos y
1. Dos maneras de concebir al proceso: tienen como consecuencia distintas
garantismo procesal y el publicismo configuraciones ideales de los pode-
o activismo procesal res judiciales, el rol de las partes, y
Al momento de afrontar la positivización en último término, del desarrollo de
normativa en que se materializará el proceso la función jurisdiccional del Estado.
podría pensarse que la elección entre diferen-
tes formas regulatorias de este, y de manera
más precisa, la alternativa entre diversos sis-
temas procesales, no obedecería a ninguna encubre el trasfondo filosófico-político en
posición ideológico-política, sino que más que se sustenta una determinada concep-
bien se trataría de una opción meramente ción del proceso y sus fines y, obviamente,
técnica entre alternativas igualmente “jus- las funciones del Estado determinadas por
tas”, frente a las cuales cualquier grupo de la concepción particular que se tenga al res-
expertos medianamente calificados podría pecto como Estado reactivo o Estado acti-
tomar una decisión relativamente indife- vista, en términos de Mirjan Damaska (2000,
rente, basada en algún tipo de criterio obje- p. 125 y ss.). Al respecto, Alvarado (2001)
tivo abstracto. Así, se ha mostrado hacia el afirma que:
público el desarrollo de las últimas refor-
[E]sto no es una cosa técnica, si el ter-
mas procesales, tanto en el área penal, como
cero sí o no es una cosa técnica, si pre-
en las áreas laboral y civil en diversos países
clusión sí o preclusión no es una cosa
latinoamericanos. En ese sentido, a propó-
técnica; pero si el juez puede sí o no eso
sito del caso chileno, el profesor Palavecino
no es técnico, es puramente político, es
(2012) afirma que:
la ideología política del legislador que
[U]n rasgo común a todas las reformas está plasmando una norma jurídica (...) y
procesales chilenas es que su diseño ha la ideología es buena, si no es Autorita-
quedado entregado, al menos en un pri- rismo. (p. 9)
mer momento, a una suerte de clubes o
cenáculos académicos –los denomina- En este contexto, por un lado, encontramos
dos “foros para la reforma”–, lo cual ha a la doctrina denominada “garantismo pro-
generado la apariencia de que toda dis- cesal”, conforme a la cual se desarrolla una
cusión relevante sobre la forma de articu- lectura crítica del ejercicio de las potesta-
lar los cambios se debe plantear y resol- des estatales jurisdiccionales y, en general,
ver, siempre, por los expertos dentro de de las nociones de verdad, justicia y otras
la estrecha y exclusiva morada de lo téc- de carácter aporético (Derrida, 2008, p. 39)
nico. (p. 14) que supuestamente insuflarían y sustentarían
el ejercicio de la función jurisdiccional del
Sin embargo, aquella posición doctrinaria Estado. Por otra parte, encontramos al deno-
no pasa de ser una construcción retórica que minado publicismo o activismo procesal, que

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se despliega consciente de la finalidad justi- fondo, cooptar el uso de la violencia entre
ciera que el proceso encomienda al ejerci- privados para que la solución sea coercible,
cio de la jurisdicción y embarca a los jueces mas no meramente coactiva; la fuerza legiti-
en el ejercicio de una tarea vinculada con el mada monopolizada por el Estado se pone a
alcance de la verdad y la justicia material, disposición de las partes a través del instru-
más allá de los meros ritualismos procedi- mento procesal, mas no puede pretender a su
mentales e, incluso, contra ellos. vez instrumentalizar a los usuarios del ins-
trumento procesal mismo.
2. Sobre la finalidad del proceso
En consecuencia, y de acuerdo a lo señalado
Comenzaremos por abordar el que pareciese por el profesor Omar Benabentos (2001):
ser el mayor punto de discrepancia entre el
garantismo y el publicismo: la determina- [e]l proceso tiene una doble misión:
ción de los fines del proceso. Es útil comen- a) satisfacer las pretensiones jurídicas
zar por esta temática, ya que las diferencias que esgrimen los litigantes en la con-
teóricas que enfrentarán a ambas doctri- tienda, es decir, atender al interés “pri-
nas derivan, en su mayoría, de este axioma vado” de los litigantes y b) suprimir el
fundamental. estado de conflicto, buscando la pacifica-
ción social por medios civilizados (inte-
Por un lado, quienes adhieren al garantismo rés público). (p. 42)
procesal señalan que el proceso sería esen-
cialmente “(...) un método pacífico de debate Por su parte, en cambio, quienes se adhieren
dialogal y argumentativo [en donde] la razón a una posición doctrinal que se ha denomi-
de ser del [mismo] es la erradicación de toda nado activismo judicial, o quienes pregonan
fuerza ilegítima dentro de una sociedad dada la publicización del proceso, sostienen que
para mantener un estado perpetuo de paz” “el proceso es un instrumento o herramienta
(Alvarado, 2010, pp. 63-64); o, de manera para la realización del derecho de fondo,
más detallada, expresa Alvarado (2010) que donde el juez (principal actor en este sis-
se trata de un: tema) debe velar por la búsqueda de la ver-
dad objetiva material” (Godoy, 2008, p. 2).
[M]edio pacífico de debate mediante el Desde ya, podemos percibir que la relación
cual los antagonistas dialogan para lograr entre verdad y proceso se torna un aspecto
la solución –mediante resolución de la fundamental, que no se agota sino hasta
autoridad– de los conflictos intersubje- sumar al eje tríadico el elemento que le brin-
tivos de intereses que mantienen y cuya daría la legitimación externa y social a su
razón de ser se halla en la necesidad de discurso: “la justicia”.
erradicar la fuerza ilegitima en una deter-
minada sociedad para mantener en ella Una de las consecuencias inmediatas deri-
un estado de paz. (p. 37) vadas de las afirmaciones centrales de esta
doctrina publicista o activista la encontra-
El proceso es entendido en esta perspectiva mos en el rol epistemológico que cumpli-
esencialmente como un método dialéctico ría el proceso y, en ese sentido, desde dicho
de solución de conflictos intersubjetivos. Se presupuesto de determinar la finalidad de la
trata de la puesta a disposición de los par- actividad probatoria desplegada tanto por
ticulares de un medio de solución hetero- las partes como por el propio juzgador. En
compositiva en el cual el Estado actúa como ese sentido, se ha señalado que “[l]a prueba
garante del debate dialogal, con la finalidad debe ser considerada como medio a través
de resguardar la paz y orden social, y en el del cual el derecho pretende determinar la

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verdad de las proposiciones en el marco del a dirección formal del mismo, sino también
proceso judicial” (Núñez, 2008, p. 207). Tal en lo referido a las denominadas potestades
como señalamos previamente, el proceso materiales en proceso, como lo es la inclu-
bajo dicha concepción cumple un rol emi- sión probatoria de oficio o su exclusión. Al
nentemente epistemológico, orientado hacia respecto, recuerda Alvarado que “habitual-
la consecución de un fin trascendente bifur- mente se dice en la doctrina generalizada que
cado: la búsqueda de la verdad y la justicia. para determinar a quién corresponde dar ese
impulso se han generado en la historia del
Con relación a lo señalado, Picó i Junoy Derecho dos grandes sistemas de procesa-
(2006) afirma que: miento: el dispositivo y el inquisitivo” (Alva-
rado, 2006, p. 2), y luego, los poderes que se
[l]a “justicia” como valor superior del le atribuirían o reconocerían al juez para satis-
ordenamiento jurídico, representa un facer el fin del proceso en cada caso. Pero no
ideal de la comunidad, un objetivo a solo aquello, sino que cada uno cuenta con
alcanzar por el ordenamiento jurídico, una larga historia propia y con cimientes de
por lo que si existe un interés público en fácil identificación historiográfica e ideoló-
que el resultado del proceso sea “justo”, gica: por un lado, y coherente con la vertiente
el Estado debe poner al servicio de los activista del proceso, encontramos al sistema
jueces todos los medios y poderes nece- inquisitivo de enjuiciamiento, vinculado ínti-
sarios para que puedan alcanzar dicho mamente a la tradición indagatoria (Foucault,
fin. (p. 110) 2015, p. 80); por el otro, es posible recono-
cer el sistema dispositivo, acusatorio o de
En este punto ya es posible evidenciar la
resolución de conflictos, propio de un Estado
diferente concepción sobre los fines del pro-
reactivo, a diferencia de un Estado activista,
ceso y la consecuente comprensión diversa vinculado usualmente al liberalismo o al lais-
en torno a la posición y función del juez, la sez faire (Damaska, 2000, p. 169).
posición de las partes e, incluso, acerca de
la modalidad y rol de la actividad probato- En el primer caso, Peyrano ha afirmado com-
ria desplegada en juicio, que se distancia en parando al juez garantista frente al juez acti-
consecuencia, por ejemplo, de lo que podría vista que “mientras el primero se encuen-
comprenderse como una doctrina de las car- tra hondamente preocupado por distribuir
gas procesales tradicionales en la teoría de el pan de la justicia de la mejor manera que
la situación jurídica de Goldschmidt (1961, se pueda, el otro se conforma con solucio-
p. 21), para enfrentarla a visiones tríadicas nar el conflicto y otorgar la correspondiente
que encuentran propiamente una relación paz social, con lo que se tiene, como fuere, y
jurídica en términos estrictos, constituida sin mayores miramientos” (Peyrano, 2013,
esencialmente por derechos y obligaciones p. 175). A su vez, cuando el publicismo con-
mutuos (o hasta deberes), como lo son el cibe al proceso básicamente como método
deber de veracidad, de buena fe, o de com- viable y legítimo para la implementación de
pletitud, todos los cuales vincularían a las políticas en la búsqueda de la adopción de
partes entre sí, o a estas con el juez. medidas justas, en coherencia con lo seña-
lado por Damaska sobre los Estados acti-
La diferencia antes enunciada se materializa vistas, se señala que “el proceso judicial en
en la identificación de dos sistemas proce- un Estado auténticamente activista se orga-
sales absolutamente diversos, cada uno defi- niza en torno a la idea central de la investi-
nido centralmente en torno al sujeto a quién gación oficial y está dedicado a la implemen-
correspondería llevar el impulso procesal, y tación de una política de Estado” (Damaska,
la conducción del proceso no solo en cuanto 2000, p. 253).

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conjunto de valores objetivos en la Consti-
Comentario relevante tución, que llamarían a todo el cuerpo social;
del autor particulares y Estado; jueces y legislador, a
cumplir con su mandato justiciero y, en con-
Encontramos al denominado publi- secuencia, sería posible incluso sostener que
cismo o activismo procesal que se existe una fuerza directamente vinculante
despliega consciente de la finalidad de la Constitución frente al juez y todos los
ciudadanos (sumado a la eficacia horizontal
justiciera que el proceso encomien-
de su contenido normativo), en una lectura
da al ejercicio de la jurisdicción y cercana a lo que se ha denominado recien-
embarca a los jueces el ejercicio de temente como “neoconstitucionalismo”. El
una tarea vinculada con el alcance juez se encuentra empoderado no tan solo
de la verdad y la justicia material, a fin de resolver conflictos intersubjetivos
más allá de los meros ritualismos de interés, sino, ante todo, para resguardar
procedimentales e, incluso, contra y realizar los valores contenidos en la cons-
ellos. titución, sea a propósito de asuntos litigio-
sos entre Estado y particulares, como entre
los particulares entre sí, a través de la aplica-
ción de la denominada doctrina de la eficacia
Con relación al sistema dispositivo o acusa- horizontal de los derechos fundamentales.
torio, se ha definido este señalando que:
En la dirección antes expuesta, el profesor
[E]s un método bilateral en el cual dos Peyrano (2010), en una particular visión
sujetos naturalmente desiguales discu- sobre los alcances normativos de la constitu-
ten pacíficamente en situación de igual- ción, refiriendo a Bidart señala que:
dad jurídica asegurada por un tercero
que actúa al efecto en carácter de auto- [p]ara el activismo judicial la lectura de
ridad, dirigiendo y regulando el debate la Constitución Nacional no constituye
para, llegado el caso, sentenciar la pre- un obstáculo para distribuir el pan de la
tensión discutida. (Alvarado, 2010, Justicia, sino más bien un estímulo (...)
“el juez es el administrador de la Justi-
pp. 70-71).
cia; con ley, sin ley, o contra la ley” (...).
En un sentido similar Calvinho (2018) (p. 25)
cuando señala que:
Bajo la concepción publicista, el proceso sería
[E]l sistema acusatorio –en mate- una vía legítima a través de la cuál realizar
ria penal– o dispositivo –en materia no esos valores superiores y objetivos contenidos
penal– consiste en un método en el cual en la Constitución. En una determinada lec-
dos sujetos igualmente desiguales discu- tura constitucional, dicha eficacia directa de
ten pacíficamente en igualdad jurídica la norma suprema pudiese vincularse con la
ante un tercero imparcial que actúa en democracia, sin embargo, creo que se pierde
carácter de autoridad, aplicando reglas dicho horizonte si los garantes de garantías
preexistentes al debate para, llegado el (quienes ejercen la función jurisdiccional) han
caso, sentenciar sobre toda pretensión difuminado su presencia y diluido su sustan-
discutida. (p. 129) cialidad volviendo casi imposible obtener cer-
teza alguna de sus predicaciones y pronuncia-
El activismo judicial, en otra arista de aná- mientos formales, asentando más la incerteza,
lisis, comparte el ánimo de reconocer un el autoritarismo y la arbitrariedad, antes que la

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supuesta meta democrática. Más aún si en el anteriormente expuestas es la que versa


sistema de fuentes la ley, como paradigma del sobre la posibilidad de alcanzar la verdad en
consenso democrático, puede ser derogada el proceso, cualquiera sea el adjetivo que se
interpretativamente bajo la concepción de un acompañe a esta: formal, material o de otro
determinado derecho fundamental o alguna tipo (Taruffo, 2009a, p. 28). En ese sentido
norma de dicha jerarquía invocada por el juz- señala Taruffo (2009a) que:
gador para el caso concreto.
El tema del conocimiento de los hechos
A través de la vinculación “neoconstituciona- en el proceso me lleva a hacer algunas
lismo y activismo judicial”, la cual no aborda- consideraciones sobre la verdad judi-
remos en detalle en esta exposición, cada juez cial de los hechos (…) yo también soy
tendría no solo la posibilidad, sino el deber de la opinión de que el proceso no es un
constitucional (o más bien, moral justiciero) contexto en el que se alcancen verdades
de actuar y decidir la justicia en el caso con- absolutas e incontrovertibles (...) por el
creto, más allá de lo que la propia ley señale y contrario, el proceso es un ámbito en el
prescriba (y lo que hubiese deliberado amplia- cual, en el mejor de los casos, se obtienen
mente el Poder Legislativo, por cierto), siem- verdades relativas, contextuales, aproxi-
pre y cuando el juez suponga o esté conven- madas, aunque derivadas racionalmente
cido subjetivamente que de esa forma la meta de las pruebas que están a disposición en
sea alcanzada. Ahora bien, ¿cuándo se alcanza cada caso particular. (p. 28)
dicha meta?; ¿cómo establecer que estamos
ante una decisión justa de manera absoluta 3.1. Desde el activismo judicial
y no meramente relativa, en donde la justi-
Previamente referimos a la visión episte-
cia del caso haya sido definida de manera ad
mológica del proceso coherente con la doc-
hoc por el juez? Sostenemos que una deci-
trina publicista. Para pensar en la viabili-
sión concreta adoptada por un juez o, en gene-
dad de dicha meta al menos debe aceptarse
ral, por cualquier otro particular no puede ser
un supuesto filosófico, no netamente jurí-
calificada de justa o injusta de manera abso-
dico, y para nada pacífico sobre la configu-
luta en el contexto de un Estado democrático
ración de lo real, lo existente y lo cognosci-
de derecho, en donde en todo caso debe pri-
ble. Dicho presupuesto es el siguiente: existe
mar el pluralismo y la diversidad antes que la
una relación constitutiva exterior e indepen-
imposición autoritaria de la moral subjetiva de
diente entre sujeto y objeto de conocimiento,
los jueces, o cualquier otro agente estatal que
y desde ahí surge la posibilidad de pensar en
detente el poder. La imposibilidad de decir
la realidad o efectividad de un mundo (reali-
“lo justo” no implica necesariamente un acto
dad de cosas) externo independiente al sujeto
de renuncia absoluta a la prudencia y el con-
trol; sin embargo, es dicha imposibilidad la que la percibe; y, desde luego, la facultad de
que nos llama precisamente a restringir, antes este para conocer dicha exterioridad o acce-
que abrir, los poderes de terceros y del Estado der a la misma se da por sentada.
sobre nosotros, antes de entregar cláusulas Cuando un sujeto cualquiera predica de
abiertas, que pretenden ser justificadas racio- determinado acto que este es “justo”, debe-
nalmente o, a lo menos, desde una moral que mos presumir que lo hace a lo menos bajo
no necesariamente puede ser compartida. la convicción subjetiva de que es “verda-
deramente justo”; no probablemente justo
3. La verdad en el proceso
o casi justo, sino lo justo para el caso con-
Tal vez una de las ideas que permite dife- creto. Por lo mismo, si se sostiene que la
renciar de mejor manera las dos doctrinas función del proceso es alcanzar la justicia

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(en realidad, cabría señalar simplemente La verdad, en un plano ontológico, enlaza
“lo justo” del caso concreto), a secas, nece- con la dimensión epistemológica del proceso
sariamente la búsqueda de esta debiese ir y ha permitido que se afirme que:
aparejada de la búsqueda de la verdad (a lo
menos de la verdad de lo justo para dicho [l]a decisión judicial debe abordar con
caso). Luego, tal como se señaló previa- claridad los diversos problemas episté-
mente, todo lo enunciado debe situarse micos que conlleva todo el proceso. El
como fundamento filosófico-cognoscitivo primero de ellos es el conocimiento del
de la concepción procesal en comento, pues hecho jurídico (...) la congruencia entre
solo así se podría predicar coherentemente lo representado y lo realmente ocurrido
la eventual justicia o injusticia de una deter- le da solvencia al juez para resolver con
minada decisión judicial, con la plena auto- argumentos válidos. (Ramírez, 2007,
ridad que otorga un discurso fundamentado p. 176)
en la verdad misma. Las ideas expuestas muestran claramente
En el sentido planteado expone Taruffo la relevancia de las consideraciones y acla-
cuando señala que: “la determinación de la raciones epistemológicas para el activismo
verdad de los hechos constituye una condi- procesal con el fin de aparecer como una teo-
ción necesaria de la justicia de la decisión” ría coherente y útil en la práctica. No es pen-
(2010, p. 142) y también al sostener que: sable el proceso, desde dicha concepción, si
no asumimos desde un inicio que es posi-
[U]na condición necesaria para la justicia ble alcanzar la verdad como representación
de la decisión es que se averigüe la ver- o reconstrucción histórica. El profesor Bor-
dad de los hechos, ya que ninguna deci- dalí al respecto señala que “los jueces civiles
sión puede considerarse justa si aplica hacen algo más que dirimir conflictos. Los
normas a hechos que no son verdaderos o jueces reconstruyen hechos históricos a fin
que han sido determinados de forma erró- de que puedan concretarse los mandatos jurí-
nea. (Taruffo, 2009b, pp. 96-97) dicos abstractos y generales” (Bordalí, 2007,
p. 194). Alguna dimensión de “la verdad”
Entre los autores que explicitan la relación se encuentra llamada a escena en la actua-
interna entre verdad y justicia, se encuentra ción oficial del juez en el proceso, y aquella
el profesor Andrés Bordalí (2007) al reafir- enraíza su legitimación, por vía teleológica,
mar la idea de que la jurisdicción, es sobre con la idea de justicia.
todo, instrumento de justicia (expresión de
Giovanni Verde), y abordando su relación Sin embargo, ha reconocido el profesor
con la verdad señala que: Peyrano, la paradoja esencial de esta con-
cepción, pues aunque en principio lo desea-
[S]olo cuando los jueces son capaces de ble es alcanzar la verdad en el proceso (única
acercarse al máximo a la verdad sobre los vía que guiará a una resolución efectiva-
hechos que circundan a las afirmaciones mente justa), aquello no es posible de rea-
de las partes en el proceso, se hace posi- lizar de manera plena “porque el hallazgo
ble (…) hacer “justicia” en una sociedad de la verdad en el terreno del juicio civil
democrática organizada como Estado de depende de la prueba a rendirse y el acierto
derecho (...) [Sin embargo] Esta afirma- en su ofrecimiento y la diligencia en su pro-
ción no pretende ocultar que acercarse a ducción dependen del accionar de las par-
la verdad de los hechos enunciados por tes” (Peyrano, 2015, p. 1). Tras estas afir-
las partes es a veces muy complejo y difí- maciones parecieran aceptar plenamente la
cil. (p. 193) idea de que incluso si fuese posible alcanzar

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la verdad de algún enunciado cualquiera, el


proceso no es un lugar idóneo para su bús- Comentario relevante
queda. Por lo mismo, el juez debería limi- del autor
tarse a fallar solo con base en los materia-
les probatorios que las partes presenten en El proceso es entendido en esta
juicio. Sin embargo, más adelante pareciera perspectiva esencialmente como
reconsiderar su posición en pro de la bús- un método dialéctico de solución
queda de la verdad. Así señala que:
de conflictos intersubjetivos. Se tra-
El magistrado civil no es un investiga- ta de la puesta a disposición de los
dor a todo trance de la verdad, no lo es particulares de un medio de solu-
ni puede serlo. Su cometido, en cambio, ción heterocompositiva en el cual
es procurar aproximarse limitada y selec- el Estado actúa como garante del
tivamente a la verdad. Limitadamente, debate dialogal, con la finalidad de
porque el ofrecimiento y la producción resguardar la paz y orden social, y
de la prueba (de la cual depende la obten-
en el fondo, cooptar el uso de la vio-
ción de la verdad), están condicionados
al accionar de las partes y porque, tam-
lencia entre privados para que la so-
bién, la tarea del oficio posee límites téc- lución sea coercible, mas no mera-
nicos infranqueables que ni tan siquiera mente coactiva.
pueden ser salvados por el uso de medi-
das para mejor proveer; y es selectivo
porque es impensable e imposible que un
tribunal (por lo menos en Argentina) en
es condicionada por las indicaciones del
cualquier supuesto se deba empeñar en
tribunal y la que a su vez es modificada
conseguir la versión fáctica “verdadera”.
por las acciones de este. (p. 548)
(Peyrano, 2015, p. 2)
Verdades formales, en la medida de lo posi-
A su vez, Gurvitch destacaba como uno de
ble, verdades a medias, verdades procesa-
los principios del proceso civil soviético el
les, tantos lenguajes para la verdad son con-
“principio de la verdad objetiva”, fundado
vidados a esta danza retórica y verborreica
en la legislación positiva de la época. Pero,
desplegada por el activismo judicial que la
además, señalaba que “el principio de la ver-
discusión sobre las condiciones de posibi-
dad objetiva está íntimamente ligado con la
lidad de su discurso ha sido postergadas,
importante afirmación de la filosofía mar-
xista sobre la cognoscibilidad de la verdad” y aquello ha traído como consecuencia la
(Gurvitch, 1975, p. 548). De lo anterior se imposibilidad de enfrentar un diálogo pro-
desprende que precisamente desde dicho fuso y acabado sobre estas materias en donde
fundamento gnoseológico (presupuesto epis- entroncan teoría del derecho y filosofía, no
temológico para estos efectos) podía deducir solamente jurídica. Al respecto ya nos hemos
Gurvitch (1975) que: pronunciado en otro lugar (Ruay, 2017).

[E]l papel fundamental en el proceso Desde otra perspectiva, mucho más crítica,
civil soviético pertenece al tribunal. En se puede señalar que la jurisdicción va de la
él recae la responsabilidad de garantizar, mano con la veridicción y, por tanto, en rea-
en su iniciativa, que el asunto se resuelva lidad es el acto de autoridad un acto siem-
rápido y correctamente; mediante la coo- pre constitutivo, o más bien realizativo de
peración que le brindan las partes la cual poder, sobre los particulares, pero no porque

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exista correspondencia con un aconteci- principio procesal en sentido estricto. Lógi-
miento o evento precedente, sino porque el camente, nadie sostendría la legitimidad de
acto de poder es simultáneamente jurisdic- un proceso imperecedero. Luego, si lo que
ción y veridicción, y no deja lugar a dudas. se pretende buscar es la verdad, lo natural
Por definición, el acto jurisdiccional es un sería que no hubiese límite de tiempo para
acto de veridicción (Foucault, 2014, p. 38). llevar a cabo la tarea de su búsqueda, ya que
dejar una investigación inacabada podría dar
3.2. Desde el garantismo procesal cabida a la resolución de conflictos intersub-
jetivos sobre hechos eventualmente falsos o,
El garantismo procesal, como estructura
a lo menos, no coincidentes ni por cercanía
ideológica, no necesita poner como funda-
con la verdad o la justicia. Aquí un primer
mento presupuestos teóricos y filosóficos tan
llamado de alerta. ¿Cómo sería posible eva-
aventurados como los visitados por el acti-
luar o criticar el resultado del juicio aplicado
vismo judicial para edificar una comprensión
por el Estado-juez a un caso concreto, con un
coherente de un Derecho Procesal respe-
estándar de veracidad, si previamente no se
tuoso de las libertades y garantías individua-
encuentra ya constituida la imagen de com-
les. Desde el garantismo procesal, la idea de
paración/adecuación necesaria? ¿Es posible
que el proceso cumple un rol epistemoló-
decir que se ha encontrado ese desconocido
gico guiado a la reconstrucción histórica de
(la verdad) respecto de quien se prometía su
hechos pretéritos ante un espectador obje-
llega al determinar la indagación? ¿Qué es
tivo (como sería el juez) no parece contun-
lo que efectivamente encuentra quien busca,
dente desde un punto de vista filosófico y sino la legitimación de su propia respuesta, o
práctico, ni para justificar por sí mismo la a lo sumo, un acontecimiento de nuevo tipo?
existencia del proceso ni para definir fines
últimos al mismo. A lo menos dichas incur- Desde otro punto de vista, es imposible afir-
siones epistemológicas guían a una discu- mar de manera concluyente y certera que el
sión fútil e inabarcable, en donde en último juez, con relación a las partes, esté en una
término se encontraría dispuesto un discurso posición mejorada para el desvelamiento de
legitimante para la actuación del poder; del la verdad, si es que fuese posible reconstruir
poder del Estado-juez sobre los particulares. acabadamente algún hecho ya ocurrido, y
que en virtud de tal posición, por ejemplo, le
Por otra parte, es posible presentar una crí- sea posible decretar pruebas oficiosas. Como
tica de la visión publicista del proceso que señala Monteleone (2006):
es coherente con sus propios presupuestos3;
y que consiste en la idea fundamental de que ¿Quién o qué cosa asegura que las prue-
aunque se pretenda buscar la verdad (sea bas dispuestas de oficio por el juez (ter-
cual sea el calificativo que le acompañe) en cero por definición, y por tanto persona
el proceso, dicha tarea se encuentra limitada, ajena a los hechos concretos deducidos
en primer lugar, por el tiempo de duración en juicio) sean más idóneas que aque-
del mismo, ya que los conflictos intersubjeti- llas propuestas por las partes (sujetos
vos de intereses de relevancia jurídica deben que, por el contrario, son los artífices de
ser resueltos en un tiempo determinado y esos hechos) para llegar a una correcta
razonable. La transitoriedad del proceso es y precisa determinación de los hechos?
de su esencia y, por lo mismo, se trata de un (p. 181).

3 Por ejemplo, sobre la paradójica relación entre la necesidad de alcanzar justicia y la verdad en el proceso, frente a
la celeridad requerida por los justiciables y por la esencial temporalidad de los procesos.

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Esto, aun cuando asumamos que sería posi- Las críticas en torno a la posibilidad de
ble tener acceso a alguna clase de verdad. “alcanzar la verdad” o al menos “acercarse
a la verdad” en el proceso (e incluso fuera
La metáfora espacial que se suele utilizar de él) son variadas, y no es el propósito cen-
desde el activismo judicial en relación con la tral de esta investigación desarrollar una pro-
verdad no es, por cierto, muy afortunada. Afir- puesta ontológica, o siquiera epistemológica
mar que un sujeto procura aproximarse en la acabada, que pretenda decidir el problema
máxima medida posible a un objetivo cual- de manera categórica, sin perjuicio de que
quiera (en este caso ni más ni menos que la estimamos que es una tarea pendiente que
verdad) implica, lógicamente, como mínimo esperamos desarrollar en otra oportunidad,
requisito, saber dónde se encuentra el obje- pues siempre una teoría sobre los fines epis-
tivo en cuestión. No tiene sentido afirmar que
temológicos del proceso supone develar una
me acerco a “algo” sin previamente saber qué
cierta noción básica en torno a su concepción
es ese algo y eventualmente dónde se encuen-
gnoseológica.
tra. Así, situando la discusión, por ejemplo:
decretar medidas para mejor resolver jus- La consecuencia razonable que queremos
tificando que por esa vía nos acercamos en plantear y derivar de la imposibilidad de
alguna medida a la verdad, sin conocerla pre- alcanzar la verdad (sea cual sea el califi-
viamente, no es más que enmascarar el uso de cativo que se le asigne) bajo una concep-
facultades judiciales exorbitantes con la fina- ción moderna del Derecho, en donde hasta
lidad de que el juez se auto convenza, o pueda la supuesta función epistemológica de la
convencer de mejor manera al auditorio, de misma se encuentra imbuida de una tradición
algo que previamente ya ha decidido. filosófica cientificista, exteriorizante y obje-
tivante y, en donde la jurisdicción es conce-
En el sentido expuesto, para una crítica
bida como un ejercicio tradicional de potes-
lógica a la noción general de acercamiento a
la verdad ante quienes defienden un método tad estatal artificial, es que este no puede
inductivo de investigación, Carlos Pérez encontrar su finalidad y fundamento en dicha
Soto (2008) señala al respecto que conforme argumentación retórica, y menos aún auto-
a dicha teoría: rizar al poder estatal la restricción de liber-
tades que en sus propios términos ha defi-
Se trata de atenerse a los hechos positi- nido como garantías de los particulares. He
vos. Si esto es así, ¿qué es lo que sabe- ahí, la esencia de la concepción garantista
mos?: solo una serie inductiva, y si sabe- del proceso y, por lo mismo, lo que corres-
mos solo la serie inductiva, ¿qué garantía ponde es interpretar la finalidad de este de
tenemos de que la verdad es una, o de que manera inclusiva y plural, conforme a una
la verdad está cerca? Podría ocurrir per- sociedad que se autodeclara democrática y se
fectamente que la verdad sea variable, o dice respetuosa de las libertades individua-
muy compleja, y nunca se pueda llegar les. En este sentido, la persona humana debe
a ella. Pero entonces la noción de acer- ser el centro de preocupación de los intere-
camiento no tendría mucho sentido. En ses del Estado, en sus más variadas manifes-
rigor, la noción de acercamiento a algo taciones, y en ningún caso debe instrumen-
que no se conoce, no es muy satisfac- talizarse a los particulares bajo pretextos de
toria. Si a alguien le piden ir a un lugar un fin superior inalcanzable, impronuncia-
de la ciudad, sin decirle dónde está, y ble y no representable. Lo que sucede en este
empieza a caminar en alguna dirección, caso es que se ha utilizado retóricamente el
¿tiene sentido decir que se está acer- valor compartido que la sociedad moderna
cando? (p. 57) otorga a la verdad, y la imagen de respeto y

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enumeraciones no taxativas de los aspectos
Comentario relevante que comprendería (2010):
del autor
[R]esulta más fácil sostener que es aquel
La diferencia antes enunciada se que se adecua plenamente a la idea lógica
de proceso: dos sujetos que actúan como
materializa en la identificación de
antagonistas en pie de perfecta igualdad
dos sistemas procesales absoluta- en el instar ante una autoridad que es un
mente diversos, cada uno definido tercero en la relación litigiosa (y, como
centralmente en torno al sujeto a tal, impartial, imparcial e independiente).
quien correspondería llevar el im- (p. 83)
pulso procesal y la conducción del
proceso no solo en cuanto a direc- Por su parte, la comprensión garantista sitúa
ción formal del mismo, sino también como eje central de análisis a la persona
humana. Tal como señala el profesor Pala-
en lo referido a las denominadas
vecino (2011):
potestades materiales en proceso,
como lo es la inclusión probatoria de Decir que el proceso está al servicio de la
oficio o su exclusión. persona significa en primer lugar recono-
cerlo como instrumento y no como fin: el
proceso existe para resolver los conflic-
tos intersubjetivos de intereses. Todo otro
legitimación (para las más variadas ideolo- bien trascendente al interés de las partes
gías) que proyecta, para alcanzar fines que se como la paz social, la verdad o la justi-
presentan como objetivos (desprovistos de cia son mero efecto o consecuencia de la
intereses particulares e ideológicos), cuando satisfacción de aquel interés, pero jamás
su realidad efectiva es que son completa- deben sobreponerse autoritariamente al
mente subjetivos, parciales e interesados y, mismo. (p. 167)
por lo mismo, se hace urgente la necesidad
de su limitación y contención. La configuración del imperativo kantiano
obra de tal modo que te relaciones con la
4. Una comprensión garantista del humanidad tanto en tu persona como en
proceso la de cualquier otro, siempre como un fin
Si el proceso no tiene como finalidad la y nunca solo como un medio (Kant, 2013,
búsqueda de la verdad o la justicia mate- p. 49), puede ser concebido como el eje axio-
rial, entonces es esencialmente una instancia mático sobre el que podría edificarse el sis-
civilizada de solución de conflictos intersub- tema garantista. El garantismo procesal, en
jetivos mediante el acto decisorio firme de consecuencia:
un tercero legítimamente investido de auto-
[S]se contenta modestamente con que
ridad, previo debate dialéctico en un plano
los jueces […] declaren la certeza de las
de igualdad. De manera concisa, “lo que el
relaciones jurídicas conflictivas otor-
garantismo pretende es el irrestricto respeto
gando un adecuado derecho de defensa
de la Constitución y de los Pactos internacio-
nales que se encuentran en su mismo rango a todos los interesados y resguardando la
jurídico” (Alvarado, 2010, p. 86). igualdad procesal con una clara impar-
cialidad funcional para, así, hacer plena-
El profesor Alvarado afirma de las posi- mente efectiva la tutela legal de todos los
bles definiciones de modo negativo, o derechos. (Alvarado, 2010, p. 87)

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En la composición esencial del proceso es El requisito de imparcialidad del juez, en toda


necesaria la intervención simultánea de tres su dimensión, no es equivalente a una afir-
sujetos: quién pretende, quién resiste y el mación descriptiva sobre su objetividad. Es
juzgador (Alvarado, 2011, p. 279). Los pri- evidente que ninguna persona puede enfren-
meros dos son puestos jurídicamente en un tarse a algún estímulo externo sin algún tipo
plano de igualdad y se les denomina par- de noción preconcebida, cualquiera que esta
tes. El impulso procesal es guiado comple- sea (olores, colores, la percepción de una
tamente por ambos y son aquellos los que amenaza, etc.). En virtud de este principio
deben aportar el material probatorio necesa- de imparcialidad no se le exige al juez una
rio para la resolución del conflicto, así como completa desnudez intelectual y emocional
los hechos sobre los que se afirme o deses- al momento de enfrentarse a un caso con-
time una determinada pretensión. Son, por creto, sino algo mucho más concreto y reali-
definición, plenamente parciales y, por lo zable: su imparcialidad en las tres dimensio-
mismo, presentan cada uno todos los argu- nes antes enunciadas.
mentos y las pruebas que estimen necesarias
Si bien es imposible que el juez elimine
para lograr el convencimiento favorable del
todos los prejuicios que tenga al momento
tercero imparcial a quien se encarga la reso-
de enfrentarse un caso particular, al menos
lución del conflicto.
es esperable que estructuralmente no se otor-
En la mayoría de los casos, el tercero encar- guen facilidades para ampliar el espacio o
gado de la resolución del conflicto intersub- posibilidades de arbitrariedad, lo que implica
jetivo (juzgador) será un juez4, esto es, “el un revés de control del poder. Es precisa-
funcionario público que integra el Poder mente la ley la que debe encargarse de esta-
Judicial y que tiene como misión específica blecer cuáles son sus precisas facultades de
la de procesar y resolver los litigios presen- dirección. De esta forma, si bien no es posi-
tados a su conocimiento (y, en su caso, eje- ble ni deseable que el juez sea una máquina
cutar lo resuelto)” (Alvarado, 2011, p. 279). inactiva en el proceso, sí se debe limitar su
actuación en juicio, en tanto dicha actividad
El juez, en tanto director del desarrollo dia- es manifestación del poder público estatal, y
léctico del proceso, está sujeto al principio además, porque de esta forma se asegura el
de imparcialidad5. Al respecto, el profesor ejercicio de las libertades individuales, de las
Alvarado (2010) al momento de definir las que son titulares los particulares que llevarán
cualidades de un juez, señala que de manera ante su imperio cuestiones que necesiten una
necesaria este: solución heterocompositiva. Por eso, en con-
clusión, es posible afirmar, tal como señala
[N]o ha de estar colocado en la posi- la profesora Andrea Meroi, que la imparcia-
ción de parte (impartialidad) ya que lidad no es una representación descriptiva,
nadie puede ser actor o acusador y juez sino que más bien prescriptiva y, en realidad,
al mismo tiempo; debe carecer de todo equivale a un conjunto de cánones deónti-
interés subjetivo en la solución del litigio cos que permiten controlar la posición subje-
(imparcialidad) y debe poder actuar sin tiva del juez por las partes, mas no se trata un
subordinación jerárquica respecto de las diagnóstico pleno y acabado sobre las condi-
dos partes (independencia). (p. 67) ciones subjetivas particulares con las que el

4 Podría, eventualmente, ser un árbitro mixto, o árbitro arbitrador.


5 Sin duda, el juez se encuentra sujeto no solo a este principio, sino también al de transitoriedad del proceso, igual-
dad de las partes, eficacia procedimental y moralidad procesal.

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juez se predispone a resolver (Meroi, 2007, adicional en el desarrollo de las ciencias jurí-
pp. 384-285). dicas en general. Sin embargo, hay quienes
promueven no abandonar la posibilidad de
Como se desprende de lo señalado, la una teoría general, en particular al abordar el
cimiente garantista es, en el fondo, una con- análisis del proceso. Alvarado (2011) señala
cepción abstracta y deóntica del proceso, que al efecto que:
tiende a subsumir bajo una idea lógica y apa-
rentemente neutral cada una de las posicio- [v]a de suyo que la simple calificación
nes con el despliegue de sus instituciones y adjetiva que se haga del derecho procesal
el actuar propio del juez. no puede hacer que varíen sus concep-
tos elementales y fundamentales (...) las
5. Sobre la teoría general unitaria del nociones de acción procesal, de excep-
proceso y el proceso laboral ción y de jurisdicción, por ejemplo, son
Sería infructuosa la labor que hemos desa- invariables en todos los ordenamientos
rrollado hasta aquí si todo lo señalado no normativos. (2011, pp. 40-41)
fuese aplicable en absoluto al proceso labo- Por su parte, se trata de generar un modelo
ral. Por lo mismo, es necesario hacer alusión de justicia y, sobre todo, de juez particular
a la autonomía del Derecho Procesal Laboral para el Derecho del Trabajo que se sujeta-
y su alcance. ría a unos principios procesales especiales
5.1. La autonomía del Derecho Procesal en la materia (Pasco, 1994, pp. 151-152) se
Laboral caracteriza por su protagonismo al momento
de decretar prueba (Fernández y otros, 2010,
La doctrina laboralista mayoritaria se ha pro- p. 428), participación activa en la produc-
nunciado a favor de la autonomía del derecho ción de la prueba misma, por ejemplo, a tra-
procesal del trabajo (Ermida, 2016, p. 46), e vés del interrogatorio de testigos (Fernández
incluso del Derecho del Trabajo como rama y otros, 2010, p. 428), todo aquello en miras
jurídica autónoma, lo que permitiría desarro- de la realización de la acción compensatoria
llar incluso una “Teoría pura del Derecho del que estaría en cargada al juez atendida la de-
Trabajo” (Sarthou, 2012, p. 10). sigualdad material de las partes en el proceso
laboral. Baylos (1994), por ejemplo, señala
En ese sentido, se comprende al Derecho del al efecto que en el proceso laboral hay que
Trabajo y al Derecho Procesal del Trabajo reconocer la materialización del principio
también, sujetos a unos principios propios tuitivo laboral, y que:
(Toyama y otros, 2012, p. 31), a un espíritu
hermenéutico particular (Pérez del Castillo y Tal principio se manifiesta ante todo en
otros, 2016, p. 13) y una necesaria interpre- la acción “compensatoria” del juez, que
tación diferenciada de dichas normas regula- pierde esa posición clásica no neutral,
torias respecto del resto de las ramas proce- sino pasiva, y asume un mayor poder
sales (Sarthou, 2004, p. 119). en la dirección del proceso y, especial-
mente, en materia de prueba. Es en este
No es aislada dicha posición doctrinaria, pues dominio en donde parece además que el
hoy la mayoría de las ramas del Derecho, proceso de trabajo ha segregado, desde
sustantivo y procesal tienden cada vez más a hace tiempo, sus propias reglas, a dife-
la especificación y diferenciación particular rencia de las que se significan en el pro-
de las ramas que las rodean. Pareciera que ceso civil. En concreto, en el ámbito de
la autonomía les brindara un mayor grado de los sujetos privados rige el principio dis-
cientificidad, o al menos otorgara un impulso positivo de la prueba, mientras que en el

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ANÁLISIS JURÍDICO / ACTUALIDAD LABORAL

proceso laboral, el acusado predominio de una manera unitaria antes que de manera
del principio inquisitivo del juez, inspi- parcial y atomizante (Benabentos, 1999,
rado en el orden penal, quiere servir de p, 124). Celeridad y tutela judicial efectiva
garantía para la obtención de la verdad para todos, no hay justificación para que se
real. (pp. 113-114) otorgue a alguno y a otros no.

Podría pensarse que las características de los Por otro lado, y he acá el nudo gordiano del
temas abordados en sede laboral, y un conse- asunto, dicho reconocimiento se confunde
cuente llamado a la urgencia para obtener los claramente con el aumento de poderes y
resultados judiciales esperados, justificarían facultades del juez. Si queremos un poder
la autonomía de absoluta de esta rama pro- judicial más eficiente y respetuoso de las
cesal. Sin embargo, las eventuales críticas al garantías individuales es preferible abordar
funcionamiento de la labor jurisdiccional en directamente el problema de manera global.
el área laboral, y la búsqueda de celeridad y
eficacia, no nos deben guiar necesariamente En ese sentido, nos adherimos al profesor
a decidirnos por su autonomía absoluta e chileno Hugo Pereira (1984) cuando, a pro-
incondicionada. Los problemas prácticos y pósito de las palabras de Luigi de Lítala
procesales que afectan a los particulares que sobre la autonomía del Derecho Procesal del
concurren a tribunales en razón de conflictos Trabajo, afirma que:
laborales también aquejan a las personas en conforme con el léxico, la voz ‘autó-
otras áreas del Derecho en que se vulneran nomo’ es sinónima de ‘independiente’,
bienes jurídicos igualmente relevantes. [y] denota la idea de algo que no depende
Se ha sostenido que el contenido de las de nada ni de nadie y que, por lo mismo,
demandas laborales puede tener un carác- tiene aptitud para darse su propio
ter alimentario (Otero y otros, 2017, p. 65). gobierno, sus propias normas, particula-
Sin perjuicio de existir opiniones en contra res y específicas. Nos parece que tal plan-
de esa teoría (Pessoa, 2019, pp. 345-346), teamiento, a lo menos, es excesivo. (p. 5)
parece un argumento atendible a primera Luego, siendo tan atrevido proclamar la
oída, y por ello los asuntos procesales labo- autonomía del Derecho Procesal Laboral,
rales requerirían una eficaz y rápida solu- y viendo que existen principios y estruc-
ción. ¿Pero acaso una demanda civil por res- turas comunes a todo proceso, el profesor
ponsabilidad extracontractual derivada de un señala que “cabe la posibilidad de elaborar
accidente cualquiera que afecte físicamente una síntesis superior, un sistema coherente
a una persona no requiere de la misma aten- de principios e institutos comunes, válidos
ción?; ¿o la eventual privación de un bien para todas las diversas ramas procesales”
inmueble donde una familia habite y que (Pereira, 1984, p. 6).
esté siendo ocupado por terceros tampoco
merece mayor preocupación?; ¿y en el caso Lo planteado previamente no limita la posi-
de los problemas que se suscitan en derecho bilidad de regular técnicamente, con fuente
de familia también no es alta la relevancia?; legal, los distintos procesos y, en particular
o acaso, ¿no son los problemas de las perso- el laboral, conforme los asuntos que en él se
nas de la tercera edad, por esa sola circuns- trate, por ejemplo, estableciendo determina-
tancia, muchísimos más urgentes que los del das reglas de interpretación de la norma pro-
resto de la población? Es posible enunciar cesal, alivianamientos probatorios, la regu-
una serie de casos que muestran a simple lación de determinados medios de prueba,
vista que los problemas en el funcionamiento la fijación legal de plazos reducidos para
del Poder Judicial es preferible abordarlos las actuaciones procesales, la posibilidad de

ACTUALIDAD JURÍDICA | Nº 316 • MARZO 2020 • ISSN 1812-9552 • pp. 170-196 185
Para sostener que es posible abordar y com-
Comentario relevante prender el Derecho Procesal como unidad,
del autor es necesario volver a conceptos fundamen-
tales. En primer lugar, es preciso afirmar, tal
El activismo judicial, en otra aris- como se señaló previamente, que “el objeto
ta de análisis, comparte el ánimo de conocimiento del derecho procesal es
de reconocer un conjunto de valores único y se trata del ‘conflicto intersubjetivo
de trascendencia jurídica’”, ni más ni menos.
objetivos en la Constitución, que lla-
Luego, en segundo lugar:
marían a todo el cuerpo social; parti-
culares y Estado, jueces y legislador [L]a respuesta normativa para atender al
a cumplir con su mandato justiciero objeto que “menta” el Derecho Procesal
y, en consecuencia, sería posible in- (el conflicto) es conceptualmente idén-
cluso sostener que existe una fuerza tica. La acción, el proceso y la jurisdic-
directamente vinculante de la Cons- ción son las herramientas ideadas por la
ciencia del proceso para solucionar de un
titución frente al juez y todos los ciu-
modo pacífico las contiendas jurídicas de
dadanos (sumado a la eficacia hori- los coasociados en los estados de dere-
zontal de su contenido normativo), cho. (Benabentos, 2001, p. 77)
en una lectura cercana a lo que se
ha denominado recientemente como Cada uno de estos conceptos elementales,
“neoconstitucionalismo”. por sí mismo, tiene significación idéntica
independiente del proceso que se trate en
concreto.

En un sistema procesal dispositivo es nece-


acceso gratuito a la justicia, la determinación
saria la presencia simultánea de tres momen-
especial de reglas de juzgamiento en caso de
tos lógicos igualmente importantes, y de la
duda (in dubio pro operario), etc. Pero todo
misma jerarquía. En primer lugar, la acción,
aquello ha de ser realizado en el contexto de
como manifestación de una “norma diná-
respeto de garantías fundamental como el
mica que permita el ‘instar’ del particular
derecho a un debido proceso, el derecho a
ante el órgano jurisdiccional (...) sin nece-
defensa, el derecho a prueba, el derecho al
sidad de que acredite la legitimación del
contradictorio, entre otros.
derecho material que se afirma violado (...)”
5.2. La unidad del derecho procesal (Benabentos, 2002, p.109). Este primer
momento mira directamente hacia el par-
La teoría general unitaria del proceso toma ticular y la posibilidad que se le debe otorgar
el camino inverso a la tendencia atomizante para que este logre la solución del conflicto
de las ramas del Derecho Procesal; en la uni- que mantenga con cualquier otro sujeto, a
dad se busca la fuerza teórica y la coheren- través de un medio pacífico institucionali-
cia doctrinaria. Tal como señala el profe- zado. Una vez que la sociedad civilizada ha
sor Omar Benabentos, con la configuración rechazado la posibilidad de autotutela como
de esta teoría se pretende “fijar los postu- método legítimo para la solución de conflic-
lados científicos comunes y compatibles a tos intersubjetivos, le es imperativo otorgarle
todas las ramas del derecho procesal” (2001, al individuo la posibilidad real de acceso a la
p. 42), para luego desde ahí analizar cada solución de sus conflictos mediante la inter-
una de las reglamentaciones diferenciadas. vención de un tercero que heterocomponga

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su discrepancia. Precisamente, lo anterior eje se traslada hacia el proceso y la adjetiva-


diferencia un sistema de solución de con- ción es “lo laboral”.
flictos colectivos mediante la negociación
entre las partes y su solución jurisdiccional Tanto el Derecho Laboral sustantivo como
mediante la intervención de un juez. el Derecho Procesal denominado “adjetivo”
son creaciones jurídicas; reconocimientos
El segundo momento lógico es el proceso, positivos del Estado respecto de los ciuda-
entendido como un método pacífico de reso- danos. Comparten en su esencia precisa-
lución de conflictos, debidamente reglado, mente el común denominador de ser expre-
y mediante el cual se desenvolverá el dia- siones del Derecho estatal. Luego, es preciso
logo argumentativo por parte de particula- analizar si la preeminencia de una de las
res enfrentados en la dinámica pretensión- dos ramas anula o implícitamente deroga
resistencia. Es relevante en este punto que a la contraria en su aplicación relegándola
dicho método sea respetuoso del derecho de al olvido. En este sentido, es evidente que
defensa de ambas partes y, obviamente, en desde una perspectiva laboral quienes sostie-
general, del debido proceso. nen la autonomía absoluta del Derecho del
Trabajo promueven también una interpreta-
Por último, en un tercer momento lógico de ción de las instituciones jurídicas que termi-
igual relevancia y necesidad que los anterio- nan por preferir la supresión de una de sus
res se presenta “el deber estatal de garantizar ramas (la procesal) a instancias de lograr la
una estructura: el poder jurisdiccional, pre- realización de una consagración normativa
dispuesto para procesar toda suerte de liti- sustantiva, subordinando el derecho proce-
gios y, eventualmente, poner fin a esas con- sal, en todo lo necesario, al contenido de pre-
tiendas” (Benabentos, 2002, p. 109). tensión laboral. Pero dicha doctrina aparta la
constatación fundamental de que, en último
A modo de síntesis, se puede señalar que “la
término, ambas ramas del Derecho no son
acción, el proceso y la jurisdicción conforman
sino creaciones del Estado en su faz legisla-
las partes de un ‘todo’ (el sistema procesal)
tiva. Así las cosas, aun cuando el contenido
ideado para hacer cesar (pacíficamente) las
sustantivo puede aparentar ser coincidente
conductas en estado de conflictos de trascen-
con la moralidad y las razones de la justicia
dencia jurídica” (Benabentos, 2002, p. 109).
social, en la organización del Estado de dere-
cho es su función jurisdiccional desarrollada
II. EL PROCESO LABORAL por los jueces la que termina concretando el
Derecho sustantivo en el caso particular. Ni
1. Desafíos ante el Derecho Procesal del
Trabajo los trabajadores ni los empleadores mediante
la autotutela.
Derecho Laboral Procesal, o bien, Derecho
Procesal Laboral; ambas denominaciones Un punto común en ambas ramas jurídicas
parecen inocuas, sin embargo, la intercam- es precisamente la constatación del conflicto
biabilidad de términos puede comprenderse como origen. El Estado ha decidido la erra-
a la vez como una intercambiabilidad de dicación de la fuerza entre particulares para
adjetivación respecto de un sustantivo o eje monopolizar el uso de la violencia y dispo-
esencial. Podría afirmarse que al desarrollar ner por sí la resolución de dichos conflic-
un análisis del derecho laboral procesal el eje tos. El Estado juridifica el conflicto laboral
o prisma de estudio lo otorga precisamente y social disponiendo normas mínimas en la
el Derecho del Trabajo, siendo el proceso un materia, y el establecimiento de un meca-
apéndice adjetivo del mismo. En cambio, si nismo pacifico de resolución de los conflic-
hablamos de Derecho Procesal Laboral, el tos intersubjetivos.

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El proceso se encarga de regular no solo un heterocompondrá el conflicto, pero, a la vez,
sistema formalista de realización de normas funciona como elemento racional de control
sustantivas (laborales, de familia, civiles, del poder.
comerciales, medioambientales, etc.), sino
que se encarga de regular el ámbito de mayor El Derecho Procesal no es mero formalismo
interacción del Estado con las personas, tal ritual, sino que constituye una oportunidad
vez solo comparable con la fuerza policial, o de análisis y crítica racional de los poderes
el Estado en su función policial, más precisa- ejercidos por el Estado ante los particulares,
mente los encargados de la realización coer- y, en último término, por lo mismo, es el pro-
cible del Derecho en los casos en que no se ceso el que se erige como garantía para todas
produzca el cumplimiento voluntario de la las personas, sea en la posición de deman-
norma jurídica. Es en el proceso en donde dante o de demandado.
el Estado de derecho se realiza y desen-
Por lo mismo, en otra lectura de lo expuesto,
vuelve como espacio de regulación de las
no existe certeza de la sujeción del poder a
interacciones privadas y, que permite, bajo
lo que democráticamente pudo haberse esta-
la legitimación del discurso jurídico, la limi-
blecido como derecho sustantivo. Desde
tación de las libertades personales y el reco-
esta perspectiva, el proceso y la interven-
nocimiento de derechos subjetivos y, por
ción de las partes resulta ser el eje central en
cierto, la realización coercitiva de las obli-
la resolución del conflicto, pues el aumento
gaciones contraídas intersubjetivamente, o
de las facultades judiciales, por muy loa-
aquellas consagradas legalmente en un pro-
ble razón que le fundamente, no garantiza
ceso democrático eleccionario, en la función
el despliegue de poder en un sentido deter-
legislativa del Estado.
minado (por ejemplo, mediante el beneficio
En otros términos, el Derecho Procesal se estructural de una de las partes). El aumento
encarga de la regulación de los poderes ejer- de las potestades judiciales solo puede ser
cidos por el Estado, en primer lugar, precisa- interpretado como aumento de poder. Aque-
mente por el uso monopólico de la violencia, llo sin perjuicio de que determinadas nor-
y también en la realización del Derecho sus- mas técnicas procesales efectivamente pue-
tantivo, en segundo lugar. En ambas hipóte- dan beneficiar la posición desmejorada del
sis de actuación es el Estado el que despliega trabajador en la relación desigual en mate-
su poder; la realización del derecho sustan- ria laboral que mantiene con su empleador,
tivo no es sino la concesión institucionali- por ejemplo, mediante el establecimiento de
zada de pretensiones subjetivas, que el pro- presunciones legales u obligaciones legales
pio Derecho ha definido como legítimas. No (tipificadas) con relación a exhibición docu-
es enemigo del denominado derecho sustan- mental que se encuentre naturalmente en
tivo, sino que servil del mismo, pero es pre- una de las partes intervinientes (usualmente
ciso recordar que el proceso no debe sacrifi- el empleador).
car su esencia en el olvido de que, en último
término, es el juez quien despliega el poder A su vez, el Derecho del Trabajo es la con-
estatal a través de la función jurisdiccional, y sagración sustantiva que vincula a los jueces
el Derecho, precisamente, ha sido concebido en el fondo al momento de resolver las con-
como instancia de regulación y limitación troversias en materia laboral. Es el Derecho
del poder. El Estado de derecho ha permi- de fondo el que se estructura sobre la consi-
tido la superación de las formas de solución deración inicial de la desigualdad de las par-
de conflictos intersubjetivos mediante la tes que constituyen la relación laboral. Los
autotutela, poniendo a disposición de las mecanismos de compensación de dicha desi-
partes un tercero imparcial e impartial que gualdad se encuentran por tanto regulados de

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las más variadas formas, constituyendo estas prueba previo a su incorporación a juicio,
normas incluso parte del denominado orden indistintamente, respecto del trabajador o
público laboral, alineado con la irrenunciabi- del empleador). El juez pasa a ser prota-
lidad de esta corrección mínima. gonista no solo sobre el empleador, sino
que ante ambas partes; empleador y traba-
El Derecho Procesal en este contexto pone su jador. Quien entrega el poder lo hace a cie-
acento en la garantía de desarrollo dialéctico gas y mientras menos control exista sobre
de la solución heterocompositiva, precisa- el mismo, mayor será la sensación final de
mente porque el eje de análisis es la regula- insatisfacción ante la intervención hetero-
ción del poder estatal, ante la evidente dife- compositiva del Estado.
rencia de poder entre las partes del juicio y
el juez (tal como en el Derecho del Trabajo Conforme lo que hemos planteado, parece
el centro está puesto en la compensación de evidente que un piso mínimo de análisis del
la desigualdad frente al empleador o patrón). Derecho Procesal Laboral debe desde sus
Las partes deben ser tratadas por quien ejerce inicios esclarecer cuál es la concepción del
el poder bajo una consideración esencial de Derecho Procesal que se sostiene previo al
igualdad. Aquello en ningún caso menoscaba análisis de cada una de las instituciones que
la necesidad de consagrar sustantivamente se regulan legalmente o que se estudian cien-
una serie de presunciones legales, aliviana- tíficamente. Luego, desde ahí, resultará rele-
miento probatorio o, incluso, institucional- vante la forma en que dicha concepción fun-
mente un apoyo letrado gratuito a los traba- damental del proceso y su finalidad irradiará
jadores; todos medios que, sin duda, deben cada una de las temáticas que podrán tratarse
ponerse a disposición de estos por parte del en el análisis dogmático jurídico.
Estado, tal como ocurre con la gratuidad (que
no es un principio, sino una opción técnica). 2. Sobre el fin del proceso: mera herra-
mienta instrumental o garantía
El Estado debe establecer todos los meca-
nismos posibles de compensación de la de- Una concepción del proceso que estima que
sigualdad de las partes, pero hay solo un este es mero instrumento, formalismo y un
agente que no puede ser configurado en una derecho adjetivo estimará que estructural-
concepción parcial y partial: el juez. Una vez mente las reglas en que dicho proceso se
que se quiebra dicha consideración esencial materialice resultarán contingentes y serviles
se abandona la idea de proceso y este meca- a una noción de justicia (o al menos sustan-
nismo heterocompositivo se aleja de su fina- tiva) de una entidad superior y al cual debe
lidad, desbalanceando el equilibrio jurisdic- adecuarse. El proceso en su integridad se
cional hacia uno de los lados y erradicando vuelve contingente, y existirían tantas for-
de plano cualquier garantía ante el poder. mas procesales como derechos sustanti-
vos (y pretensiones/rechazos de pretensión)
Peor aún, en abstracto, si la configuración existan.
de poderes del juez no es clara en un sen-
tido determinado, o sea, favoreciendo siste- Desde esta perspectiva, el Derecho Procesal
máticamente al trabajador (lo cual es difícil Laboral no sería una especificación dentro
atendida la naturaleza de las instituciones de un universo conceptual más amplio que
procesales) se entrega una carta potestativa es el proceso y la teoría general del proceso,
abierta a los jueces, quienes podrán desple- sino que más bien, su ubicación en un plano
gar su poder con indiferencia de los resul- ontológico está al interior del Derecho del
tados del litigio o despliegue del mismo Trabajo, o al menos como un derecho apén-
(por ejemplo, con facultades para rechazar dice de este.

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En el sentido expuesto, por ejemplo, resul- preclusión procesal u otros elementos que en
tará válido dogmáticamente resolver antino- el marco de un sistema dispositivo pueden
mias jurídicas complejas con un criterio de modificarse y moldearse en conformidad a la
especialidad que determine que en el caso realidad misma de las materias sustantivas.
del Derecho Procesal Laboral la especiali- Lo que no ocurrirá en este caso es el sacrifi-
dad es más cercana al derecho del trabajo cio de las formas procesales en razón de una
que al derecho procesal. Las garantías proce- indeterminada razón superior (verdad o justi-
sales, como meras idealizaciones artificiales cia), pues precisamente el proceso no es con-
y contingentes, resultan siempre derrotables cebido como una herramienta de redistribu-
por el principio de protección del trabaja- ción o implementación de políticas públicas,
dor, por ejemplo, y ante una duda interpre- sino que una garantía de las personas ante el
tativa, en materia procesal, correspondería Estado. El control del poder del juez, y del
aplicar también la regla doctrinaria de juicio Estado en último término, se diluye.
in dubio pro operario, pudiendo extenderlo
en algunos casos al ejercicio de una facultad Lo anterior resulta relevante pues puede
derogatoria vía interpretativa. resumirse en la siguiente dicotomía simple:
o el proceso es una herramienta a disposi-
Por esta vía, el Derecho Procesal del Tra- ción del Estado y su fin es alcanzar la justicia
bajo parece que se subsume como una herra- social (sin un concepto unívoco de la misma,
mienta más de comprensión del Derecho del por cierto, y por tanto entregado a la concep-
Trabajo, ahora en una dimensión meramente ción judicial particular, esto es, del azaroso
adjetiva. Pero si se analiza más certeramente, sorteo de estar ante un juez “pro emplea-
no existe garantía de realización de un valor dor” o un juez “pro trabajador”) o bien el
o fin de justicia social concreto, sino que más proceso es una garantía de toda persona (en
bien una configuración potestativa abierta su calidad de trabajadores o empleadores)
que sitúa al juez como protagonista del pro- ante los poderes que el Estado ejerce, en par-
ceso y no al trabajador, ni menos al emplea- ticular, en este caso, al momento de resolver
dor. Las partes (ambas) pierden el control los conflictos en materia laboral. En el pri-
sobre el proceso y el juez más que nunca mer caso, si el proceso es concebido como
encuentra el poder a su disposición. instrumento, toda la dinámica procesal será
servil de un fin axiológico superior (alcanza-
Por otra parte, en una vereda distinta, una ble solo por el juez) y las partes se vuelven
comprensión garantista del proceso impli- sirvientes del juez en la realización de lo que
cará una supervivencia de los elementos pro- él, y el Estado, finalmente, pretenden alcan-
pios de la teoría general del proceso ahora zar. En el segundo caso, la figura se invierte
trasladados a sede laboral judicial. En el y el juez resuelve en servicio de quienes han
fondo, el eje central de análisis en este caso requerido de su intervención, de manera
está puesto en el ejercicio del poder soberano imparcial e independiente, resolviendo en
por el Estado en su función judicial, antes el fondo con derecho compensatorio que el
que la disposición de la forma en razón de legislador ha dispuesto en lo sustantivo.
un valor subjetivo como la justicia. En cual-
quier situación, lo anterior no deja aprisio- 3. La función judicial laboral
nada la elección de técnicas legislativas en
relación a la positivización de normas proce- En el caso del publicismo procesal, el juez
dimentales que ostenten dicho criterio, como es el protagonista del proceso y las partes,
lo es, por ejemplo, la regulación de plazos, como señalamos, son más bien serviles de
formas de notificación, sanciones o mani- los fines del Estado-juez antes que usuarios
festaciones especiales relacionadas con la de un sistema de justicia. Una de las ideas

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que insuflan dicho espíritu es la compren-


sión del juez como realizador de justicia. La Comentario relevante
función del juez, por tanto, implicará en este del autor
caso decididamente una posición parcial, al
menos desde un punto de vista dogmático Bajo la concepción publicista, el
procesal. Al imbricarse el ejercicio de su fun- proceso sería una vía legítima a tra-
ción con una finalidad epistemológica, por vés de la cual realizar esos valores
ejemplo, en donde lo crucial será desarrollar
superiores y objetivos contenidos en
el proceso para alcanzar la verdad, el juez
pasa a tener amplios poderes de dirección y
la Constitución.
de naturaleza probatoria.

El juez protagonista del proceso, por tanto,


utilizará el procedimiento contingentemente etapa probatoria. Un sistema de esta natura-
en cuanto sea servil a sus propias conviccio- leza vela por la protección de las garantías
nes y así el sistema le facilitará el desarrollo procesales de las partes y estima la deferen-
de su propia teoría del caso, inclusive. cia con las instituciones procesales básicas,
priorizando el derecho a defensa de las par-
El juez abandona la posición de tercero e tes antes que la actuación oficiosa del juez.
interviene en el proceso ya no como mero
espectador, sino que interviniendo haciendo El juez no puede ser dador de su justicia en
preguntas propias en el interrogatorio, decre- abstracto sin respetar siquiera el mecanismo
tando prueba, resolviendo asuntos de oficio, dialéctico dispuesto democráticamente, sino
desplegando una función cautelar en sentido que ha de aplicar el Derecho Laboral en los
amplio, entre otras cosas. términos en que el pueblo ha logrado consa-
grarlo históricamente, y el momento en que
El juez como realizador de justicia tendrá se encuentra llamado a intervenir plenamente
a su disposición todas las herramientas que es precisamente en la etapa de fallo o senten-
le permitan obtener elementos de convic- cia, en donde incluso para casos de deficien-
ción propios de su teoría del caso, pudiendo cia probatoria cuenta con una regla especial,
incluso llegar a obstruir las actuaciones de como lo es la de la carga de la prueba, que le
ambas partes, por prejuzgarlas como rei- permitirá determinar a quien incumba pro-
terativas o inconducentes, por ejemplo, y bar determinados hechos y que por su défi-
ampliando el desarrollo de otras a su benefi- cit técnico no lo ha alcanzado y, por tanto,
cio. Fórmulas como la de proscripciones de ha de sufrir los perjuicio que acarrea dicha
actuaciones dilatorias o contrarias al princi- falencia.
pio de buena fe procesal son propias de una
técnica legislativa que opta por esta vía de A diferencia del caso anterior, este modelo
entrega potestativa abierta. no vela por el posicionamiento del juez a uno
de los lados del estrado a fin de poder acom-
Por su parte, desde el garantismo procesal, pañar o subsanar las deficiencias de una de
la tarea del juez puede ser concebida como las partes, sino que vela por la imparciali-
la de un funcionario a quien se ha encomen- dad e impartialidad del juez (que no realicen
dado la aplicación del derecho del trabajo actividad procesal propia de las partes, como
sustantivo, pero cuya tarea ha de desple- incorporar prueba al proceso, por ejemplo).
garse esencialmente en la sentencia defini- Las formas de compensación material a efec-
tiva antes que en el desarrollo mismo del tos de resguardar el posicionamiento igua-
proceso, sea en la etapa de discusión o en la litario del trabajador se realizan mediante

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el establecimiento de cargas de exhibición exclusión de medios de prueba son algunas
documental, por ejemplo, o a través de pro- de las elucubraciones propias de un sistema
gramas estatales de subvención de la asis- de este tipo.
tencia letrada gratuita (reforzamiento de las
defensorías laborales) o a través del esta- Por su parte, en un sistema dispositivo, bajo
blecimiento de presunciones legales, por una comprensión garantista del proceso, la
ejemplo. aportación de prueba, su inclusión o exclu-
sión, su delimitación o desistimiento son
En otros términos, y este es uno de los desa- propias de las partes, mas no resorte del juez.
fíos que plantea una exposición clara de la La prueba es concebida como garantía de
cuestión, el publicismo judicial en ningún defensa, como manifestación del genérico
caso asegura que la consecución de la con- derecho a defensa en el marco de un debido
cepción de justicia perseguida por el juez proceso, antes que de una colaboración a la
a quien se han entregado amplias potesta- consecución de un fin superior.
des judiciales coincida plenamente con la
de los trabajadores, sea como particulares, En el primer modelo, el juez puede decretar
o en colectivo a través de los sindicatos. En prueba que favorezca o perjudique al trabaja-
otros términos, no existe una vinculación o dor, de hecho. Como bien se entenderá, si el
imbricación necesaria entre activismo judi- juez no es parte, no tendría cómo saber con
cial y publicismo, y una comprensión “pro certeza previo a su apreciación si el resultado
operario” de los fines de la función judicial, de practicada una determinada prueba bene-
ni menos entre garantismo procesal y una ficiará a una u otra parte. Una vez más, ¿por
comprensión “pro empleadora”. Lo que sí qué podría decretar prueba un tribunal que
es innegable, y es la razón de ser del Dere- no sabe cuál será el resultado de esta?
cho del Trabajo, es que el derecho sustantivo
tiene un sustrato protectorio propio, que en 5. El rol de las partes en el proceso labo-
ral
materia resolutiva resultará decisivo.
Como hemos señalado previamente, bajo la
4. La prueba en el proceso laboral comprensión publicista del proceso las partes
La prueba en sí misma tiene una función en sí mismas pasan a ser instrumentalizadas
distinta en una comprensión epistemoló- para el alcance de un fin superior y de mayor
gica del proceso versus una comprensión entidad. Desde una comprensión garantista
garantista del mismo. Si la función judicial del proceso, las partes son las protagonistas
se centra en alcanzar la verdad y la justicia, del mismo y son estas las que deben dinami-
y aquellos se alzan como los meta valores zar el desarrollo del pleito, desde su inicio,
de la existencia del proceso laboral, enton- solicitando que se practique prueba necesa-
ces la prueba, sus fuentes, su valoración, su ria, se citen a los testigos que estimen per-
inclusión o exclusión, el sistema recursivo, tinentes, se oficie a instituciones determi-
y la actuación procesal en general, todas nadas, entre otras consideraciones. En este
esas instituciones, se subordinan a la per- sentido, por ejemplo, la consagración de una
secución de esta supraentidad. El derecho norma regulatoria de la exhibición de docu-
a prueba de las partes, derivado de su dere- mentos, siempre que concurran antecedentes
cho a defensa, es más bien una concesión suficientes que permitan tener por establecida
de gracia del Estado a las partes (ambas) en la condicionante de tratarse de instrumentos
la consecución de su propio fin justiciero. que han de constar en poder del empleador,
Deberes de colaboración, facultades proba- es una forma coherente de regular desde la
torias oficiosas, tanto de inclusión como de técnica procesal la deficiencia probatoria del

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ANÁLISIS JURÍDICO / ACTUALIDAD LABORAL

trabajador. Asimismo, la alteración de la carga g. La consagración de un sistema inquisi-


de la prueba en el caso de los despidos injus- tivo de enjuiciamiento en materia labo-
tificados es paradigmáticamente la vía idónea ral no es garantía de alcance de las metas
de resolución de los problemas probatorios de justicia y verdad mediante la instru-
que estructuralmente enfrentan los trabajado- mentalización de las partes y el proceso,
res como parte del proceso. sino que tiene como efecto la delegación
abierta de poderes al Estado-juez, provo-
cando que sea este interviniente el que
CONCLUSIONES
pase a asumir el protagonismo en el pro-
a. En doctrina existen diversas concepcio- ceso y no las partes en el desarrollo dia-
nes sobre el proceso, su naturaleza, fines léctico del mismo.
y alcances de su regulación positiva.
h. El Estado debe poner a disposición todos
b. Las dos concepciones del proceso se los medios que permitan equilibrar una
han definido bajo las denominaciones relación material constitutivamente dis-
de publicismo procesal y garantismo par como la del trabajador y empleador,
procesal. pudiendo al efecto fijar determinadas pre-
sunciones o técnicas de alivianamiento
c. Los presupuestos en que difieren ambas probatorio, procurando el acceso gratuito
posiciones dicen tener relación funda- a la justicia laboral por parte de los tra-
mentalmente con la concepción episte- bajadores, u otras técnicas de carácter
mológica del mismo, función del juez y sustantivo. Sin embargo, existe un inter-
las potestades que se le confieren. viniente respecto del cuál no se puede
d. La doctrina laboralista mayoritaria ha solicitar un compromiso con una de las
partes: el juez.
promovido la autonomía del Derecho del
Trabajo, en general, y del Derecho Proce- i. El proceso se desnaturaliza con la permi-
sal del Trabajo, en particular. sión abierta al juez de adherir a alguna
de las teorías del caso de las partes pre-
e. Si bien el Derecho Procesal del Trabajo
vio a la conclusión del mismo o, incluso,
goza de una determinada autonomía, esta
abriendo la posibilidad de que el mismo
es relativa y debe conceder el respeto de
juez sea el que pueda sostener su propia
la rama procesal, conservando a lo menos
teoría del caso en el proceso.
instituciones básicas como la noción de
imparcialidad, impartialidad, etc. Se j. Es necesario comprender la existen-
comparta o no, el Derecho del Trabajo, cia del Derecho del Trabajo no de una
sigue siendo Derecho para todos los efec- forma absolutamente autónoma, sino que
tos. Solo una interpretación armónica del en el contexto de existencia del Estado
contenido de ambas ramas jurídicas per- de Derecho y, en ese sentido, es preciso
mite sostener la vigencia de un Estado de comprender la necesidad de armoniza-
derecho. ción del Derecho del Trabajo con otras
ramas jurídicas como la procesal.
f. La doctrina iuslaboralista se ha incli-
nado por abrazar una concepción publi- k. La interacción del Derecho del Trabajo
cística del proceso en donde la búsqueda con el Derecho Procesal ha de ser resuelta
de la verdad y la justicia toman el eje mediante una interpretación armónica
principal de referencia y finalidad del que tome como base la existencia misma
proceso. del Estado de derecho y, en ese sentido,

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A CTUALIDAD LABORAL
ANÁLISIS JURÍDICO

La vida digna y la calidad de vida


del adulto mayor dentro
del Sistema Nacional de Pensiones

Gustavo Edwin HUARCAYA QUISPE*

En el presente artículo se desarrolla el derecho fundamental a la pensión de jubi-


lación en el Sistema Nacional de Pensiones - SNP; sistema que garantiza el acceso
RESUMEN

oportuno a los adultos mayores (65 años a más) a una pensión de jubilación, una
vez finalizada la relación laboral con su empleador a través del cese laboral, lo cual
genera el derecho de recibir una pensión de jubilación que les permita tener en lo
sucesivo un nivel y calidad de vida dignos de toda persona dentro de la sociedad.

Recibido: 28/02/2020
MARCO NORMATIVO
ŠŠ Constitución Política: arts. 4, 11 y 12.
Ley del Sistema Nacional de Pensiones de
Aprobado: 12/03/2020

INTRODUCCIÓN
la Seguridad Social (Decreto Ley N° 19990):
passim.
En la sociedad peruana se observa a diario
Ley del Regimen de Pensiones y Compen- acerca de los afiliados del Sistema Nacio-
saciones por Servicios Civiles Prestados Al
Estado no Comprendidos en El Decreto Ley nal de Pensiones administrado por la Ofi-
Nº 19990 (Decreto Ley N° 20530): passim. cina de Normalización Previsional - ONP;
TUO de la Ley del Sistema Privado de Admi- el hecho de no solo tener que esperar a cum-
nistración de Fondos de Pensiones (aproba- plir 65 años de edad para solicitar se les otor-
do por el D.S. N° 054-97-EF): passim.
gue el derecho a la pensión de jubilación,
sino que además tener que agregar a los 65

// PALABRAS CLAVE: Derecho a la pen-


sión / Vida digna del adulto mayor / El Siste- años, el tiempo que la ONP tarde en conce-
ma Nacional de Pensiones/ Calidad de vida der tal derecho afecta a los afiliados de este
del adulto mayor régimen en el goce oportuno de su derecho

* Abogado, con estudios concluidos de maestría en las especialidades de: Derecho del Trabajo y de la Seguridad
Social, Derecho Constitucional y Derechos Humanos por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Secreta-
rio Judicial de la Corte Superior de Justicia de Lima.

ACTUALIDAD JURÍDICA | Nº 316 • MARZO 2020 • ISSN 1812-9552 • pp. 197-207 197
a la pensión que les prodigue un nivel digno en primer lugar para quien la realiza y
de vida; inclusive un buen número de jubi- expresa el dinamismo propio de la vida
lados nunca llega a percibir la pensión de humana; puede estar orientada a obte-
jubilación. ner de manera directa un bien o acceder a
un servicio que satisfaga una necesidad,
Por lo expuesto, en el caso del adulto mayor material o inmaterial.
(personas mayores de 60 años de edad) como
toda persona de nuestra sociedad, tiene el El trabajo es una actividad, realizada por
derecho a una vida digna y de respeto por una o varias personas, orientada hacia
su larga edad vivida, y por la experiencia una finalidad, la prestación de un servi-
y respeto que ha adquirido en la sociedad. cio o la producción de un bien que tiene
Asimismo, tiene el apoyo de sus familia- una realidad objetiva y exterior al sujeto
res y de la comunidad donde vive, al dere- que lo produjo con una utilidad social: la
cho a la alimentación, vivienda, vestimenta satisfacción de una necesidad personal o
y atención de salud adecuados a través del de otras personas. (Neffa, 2003)
seguro de EsSalud, que les brinde una cali-
dad de vida merecida por su larga trayectoria Asimismo, podremos afirmar que la persona
vivida, tanto en su ámbito profesional, labo- de tercera edad (adulto mayor) ya no desa-
ral y social. rrolla con exactitud actividad laboral produc-
tiva para su empleador, debido a lo avanzado
Es por eso que cuando se habla de calidad de de su edad.
vida no se está haciendo alusión a otra cosa
que a condiciones que proporcionen felici- En ese sentido:
dad en especial al adulto mayor de 60 años
El trabajo como actividad, refiere pres-
de edad a más, que empieza a vivir su etapa
tación de servicios sin resultado mate-
de trabajador jubilado.
rializado o final, es la figura jurídica
Es así, que la calidad de vida en la sociedad central del derecho del trabajo, tanto en
de Lima Metropolitana supone elementos el contrato individual de trabajo como
de tipo material, pero también social, espiri- en la actuación profesional del trabaja-
tual o cultural y psicológico, que ayude dar dor autónomo. (Aular de Durán y Mar-
al adulto mayor un nivel digno de vida den- cano, 2013)
tro de su entorno familiar y de su comunidad.
Por otro lado, para Julio Guerrero y otros: “La
actividad laboral del hombre, en sí misma,
I. LA ACTIVIDAD LABORAL
es un proceso social que satisface necesi-
Se entiende en sentido común que la: dades orgánicas y puramente individuales”
(Guerrero, Cañedo y Salman, 2006). Esto es
[A]ctividad es una noción muy amplia, a causa de la necesidad de satisfacer su nece-
que indica la forma en que se utiliza el sidad económica para su bienestar propio o de
tiempo de vida, y que expresa todo el su familia.
dinamismo de la naturaleza humana,
siendo el trabajo solo una de ellas, al En ese sentido, podemos decir que el hombre
lado de las actividades desarrolladas en por su naturaleza está acostumbrado a vivir
las esferas doméstica, educativa, cultu- en grupos de personas, esto es, que en su cen-
ral, recreativa, deportiva, relaciones con tro de trabajo convive con sus compañeros
los amigos y familiares, las actividades para desarrollar un buen ambiente laboral,
asociativas, sindical, política, religiosa, comunicando ideas y facilitando la motiva-
lúdicas, etc. La actividad tiene un sentido ción para que realicen mejor las cosas.

198 pp. 197-207 • ISSN 1812-9552 • MARZO 2020 • Nº 316 | ACTUALIDAD JURÍDICA
ANÁLISIS JURÍDICO / ACTUALIDAD LABORAL

Es así que la unión de los trabajadores en el


lugar de trabajo viene a ser parte importante Comentario relevante
para que un negocio o empresa funcione del autor
mucho mejor. De lo contrario, si no hay un
buen ambiente de trabajo estable y acogedor, Cuando se habla de calidad de vida
pueden surgir a consecuencia de ello retos no se está haciendo alusión a otra
difíciles para los trabajadores y causaría per- cosa que a condiciones que propor-
juicio al empleador.
cionen felicidad en especial al adul-
to mayor de 60 años de edad a más,
II. DESARROLLO DE LA PERSONALI-
DAD DEL ADULTO MAYOR
que empieza a vivir su etapa de tra-
bajador jubilado.
Durante el desarrollo físico y mental del
hombre, el desarrollo de la personalidad se
define, según Cahuana (2016):

[C]omo un patrón estable de comporta- Es así que el adulto mayor al poder jubilarse
mientos que distingue a una persona de a los 65 años de edad va ser libre y autó-
otra. Esta definición tiene dos compo- nomo para elegir y elaborar su plan o pro-
nentes cardinales. Primero, el patrón de yecto de vida.
comportamientos, sentimientos y pen-
samientos de cada persona la hace dis- En ese sentido, Ortiz (2016) señala que:
tinta y diferente, pues nuestras cua-
lidades y particularidades nos hacen Dentro de esta exigencia, la condición
únicas. El segundo componente es la de los viejos no puede ser más deplora-
idea de que la personalidad de un indi- ble. Pues todo hombre que logra pasar
viduo es estable y duradera, vale decir, los sesenta o setenta años de edad, se le
que la personalidad persiste a tra- atribuye un deterioro que con cierto eufe-
vés del tiempo. (p. 170) mismo se le considera normal. El mismo
anciano llega a creer que por efecto de
Por eso, la personalidad del adulto mayor a su edad ya tiene o debe tener un dete-
partir de los 60 años de edad va sufrir cam- rioro de sus funciones cerebrales, o por lo
bios en el lado sentimental, emocional y sus menos de sus arterias. Así se justifica el
pensamientos van a desvariar en ocasiones, despido, la cesantía, la jubilación, sobre
pero su carácter personal va seguir a través todo donde abundan los desempleados;
de los años que pasan. afirmándole que se le premia con el des-
En ese sentido, el desarrollo de la personali- canso, cuando en realidad se le castiga
dad en nuestro ordenamiento jurídico a decir con la ociosidad y el aislamiento. (p. 263)
de Ataulluco (2014):
Frente a lo anterior podremos decir que, en
[S]e trata de un derecho que parte por con- esta etapa de la vida de la persona, el desa-
siderar a las personas libres y autónomas rrollo del cuerpo humano se va deteriorando
para elegir su plan o proyecto de vida, y, por consiguiente, es sinónimo de vejez y
el que se manifiesta en una multiplici- de ancianidad. Asimismo, para el Sistema
dad de libertades, que se concretizan a su Nacional de Pensiones se trata de un grupo
vez con el ejercicio de este derecho a tra- de la población mayor que está jubilada de
vés de las actuaciones de una persona en sus labores de trabajo, y tienen 65 años de
los diferentes ámbitos de su vida. (p. 141) edad o más.

ACTUALIDAD JURÍDICA | Nº 316 • MARZO 2020 • ISSN 1812-9552 • pp. 197-207 199
III. EL SISTEMA NACIONAL DE PEN- recursos para atender el pago de las pen-
SIONES siones de los beneficiarios. (p. 394)
Surge por la necesidad que tiene el Estado Precisándose que el Sistema Nacional de
para brindar seguridad social a los obreros Pensiones (SNP) es una institución que tra-
que trabajan en las entidades públicas y pri- baja en forma conjunta, cuyos principales
vadas. En ese sentido, se ha expresado: principios que tiene son: el principio de la
El Sistema Nacional de Pensiones (SNP) solidaridad y el principio de la unidad; asi-
sustituto de los sistemas de pensiones de mismo, se le caracteriza como un régimen
las Cajas de Pensiones de la Caja Nacio- general, por lo que a excepción del Seguro
nal de Seguridad Social, del Seguro Privado de Pensiones (SPP) y del Militar
Social del Empleado y del Fondo Espe- Policial, es el único régimen pensionario
cial de Jubilación de Empleados Parti- abierto al que acceden la totalidad de los tra-
culares, se creó con el objeto de elimi- bajadores peruanos, sea cual fuere su rela-
nar desigualdades, corregir deficiencias ción laboral con su empleador, o su calidad
en las prestaciones y lograr el financia- de independiente.
miento de los distintos regímenes para Para Rendón (2008), el Sistema Nacional de
brindar una protección más amplia y Pensiones comprende a dos clases de asegu-
adecuada de los trabajadores, posibi- rados: los obligatorios y los facultativos.
litándose con ello la posibilidad de la
incorporación de los trabajadores inde- a) Asegurados obligatorios.-
pendientes. (Estudio Caballero Busta-
mante, 2002, p. 55) De acuerdo al Decreto Ley Nº 19990,
artículo 3:
Para el Tribunal Constitucional del Perú,
“el SNP está configurado como un sistema - Trabajadores que prestan servicios
obligatorio para los trabajadores dependien- bajo el régimen laboral de la actividad
tes del Sector Público y Privado, y faculta- privada a empleadores particulares y
tivo para los independientes, en donde los empresas del Estado, cualesquiera que
contribuyentes son solo los trabajadores y sean la duración del contrato de tra-
el Estado tiene un rol administrativo”. (Exp. bajo y el tiempo de trabajo por día,
N° 1776-2004-AA/TC, fundamento 20. semana o mes.
Lima 26/01/2007). - Trabajadores al servicio del Estado,
Al respecto, Cesar Abanto (2004) afirma: tanto en el régimen del Decreto Legisla-
tivo Nº 726, no comprendidos en el régi-
El SNP está conformado por los asegu- men del Decreto Ley Nº 20530, como
rados al Decreto Ley N° 19990 y a los en el régimen de la actividad privada.
regímenes especiales como el de los tra-
bajadores mineros, de construcción civil, - Trabajadores de empresas de propie-
marítimos, periodistas, amas de casa, dad social, cooperativas y similares.
entre otros. - Trabajadores al servicio del hogar.
El régimen se basa en un sistema de - Trabajadores artistas (Ley Nº 28131,
reparto con prima escalonada en el que del año 18/12/2003).
la totalidad de los aportes de cada uno
de sus asegurados se destinan a un fondo - Futbolistas profesionales (D. Ley
común del cual se deberían obtener los Nº 21241, del 12/08/1975).

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ANÁLISIS JURÍDICO / ACTUALIDAD LABORAL

- Los demás trabajadores comprendidos proporcional de las pagas extraordinarias y,


por decreto supremo previo informe en su caso, las posibles indemnizaciones que
de la ONP (p. 272). puedan corresponderle.

Al respecto, cabe decir que los asegurados Por otra parte, “la extinción de la relación
obligatorios se encuentran obligados a abo- laboral es la cesación definitiva de los efec-
nar en forma mensual y en un porcentaje tos de la relación, motivada por alguna causa
aplicable a la remuneración. Dicha obliga- independiente de la voluntad de las partes o
ción se encontraría a cargo solamente del por un acto dependiente de dicha voluntad”
trabajador y en un porcentaje equivalente al (Tomaylla, 2002, p. 126).
13 % sobre las remuneraciones mensuales
que recibe de parte de su empleador. Asi- En ese contexto, toda extinción del contrato
mismo, el empleador deberá trasladar ese de trabajo da por concluida la relación labo-
porcentaje a la ONP de acuerdo a la fecha ral que se ha venido desarrollando entre el
o cronograma que se dispone con el último empleador y el trabajador.
dígito del RUC (Sunat). Asimismo, la Ofi-
En ese sentido, para Jorge Castillo y otros
cina de Normalización Previsional (ONP) es
“es la decisión unilateral del empleador en
la entidad pública encargada de administrar
virtud de la cual se da por resuelto o extin-
los ingresos económicos del Sistema Nacio-
guido el vínculo laboral” (Castillo, Demar-
nal de Pensiones (SNP).
tini y Pineda, 2013, p. 56).
Continúa expresando Rendón (2008):
Por lo que consideramos que es decisión uni-
b) Asegurados facultativos.- lateral del empleador, porque es este quien
acepta la renuncia del trabajador, por ejem-
Son aquellos que pueden asegurarse plo, con la aceptación de la carta de renuncia
voluntariamente. suscrita por el propio trabajador. Asimismo,
nuestra legislación establece los tipos de
- La persona que realiza actividad eco-
cese que se desarrollan en nuestra realidad
nómica independiente; y
laboral peruana, por ejemplo:
- Los asegurados obligatorios que cesen
de prestar servicios y opten por la con- Para el cese por incapacidad laboral
tinuación facultativa. (p. 275) permanente, solo basta con el informe
médico de incapacidad de la Comisión
Médica Evaluadora de Incapacidades de
IV. CESE LABORAL
EsSalud, que concluya declarando que la
Si bien es cierto, la relación laboral surge a incapacidad es permanente, para que el
través de la firma del contrato laboral entre vínculo laboral extinguido automática-
el trabajador y su empleador. Asimismo, este mente desde la declaración de incapaci-
llega a su fin cuando el trabajador por moti- dad permanente no sea considerado como
vos personales, o por contingencia de edad arbitrario. (Paredes, 2015, p. 58)
o aportes al seguro social, finaliza su rela-
ción laboral con su empleador. En ese sen- IV. LA PENSIÓN DE JUBILACIÓN
tido, cuando un trabajador finaliza su rela-
ción laboral, el empleador debe abonar al Constituye un derecho de crédito que el Sis-
trabajador el salario de los días trabajados tema Nacional de Pensiones a través de la
en el mes en que se cesa, las vacaciones no ONP, busca el ahorro progresivo a lo largo
disfrutadas si en el caso las hubiera, la parte de la vida laboral del trabajador asegurado,

ACTUALIDAD JURÍDICA | Nº 316 • MARZO 2020 • ISSN 1812-9552 • pp. 197-207 201
pero no a obligarlos a comprárselo al pro-
Comentario relevante pio Estado. (p. 395)
del autor
De donde se colige que un bien preferente
en materia de pensión de jubilación, vendría
La unión de los trabajadores en el
a ser un bien social, o bien meritorio que el
lugar de trabajo viene a ser parte Estado otorga al asegurado al momento de
importante para que un negocio o cumplir con las contingencias de ley, a fin de
empresa funcione mucho mejor. De satisfacer necesidades preferentes para él y
lo contrario, si no hay un buen am- de su familia, para el desarrollo de una vida
biente de trabajo estable y acoge- digna durante la etapa de jubilación.
dor, pueden surgir, a consecuencia
de ello, retos difíciles para los tra- IV. VIDA DIGNA
bajadores, y causaría perjuicio al
En el caso del adulto mayor (60 o más años
empleador. de edad), como toda persona de la sociedad,
tiene el derecho a una vida digna y de respeto
por su larga edad vivida y por la experiencia
invirtiendo dicho dinero asegurado para que ha adquirido en la sociedad. Asimismo,
generar ganancia sobre los aportes (rentabi- tiene el apoyo de sus familiares y de la comu-
lidad) a lo largo de todo el tiempo de aporta- nidad, al derecho a la alimentación, vivienda,
ciones (20 años mínimo de aportes); en ese vestimenta y atención de salud adecuados a
sentido, al llegar la etapa de jubilación del través del seguro de EsSalud.
trabajador, este fondo será fuente de ingresos
a través de la pensión con el fin de procurar Para Humberto Nogueira (2009):
que los afiliados puedan tener una vida digna
La dignidad de la persona humana es
durante la etapa de la vejez.
el valor básico que fundamenta todos
En ese sentido, para Gamarra, la pensión los derechos humanos, ya que su afir-
de jubilación viene a ser “la pensión que mación no solo constituye una garan-
alguien percibe luego de una determinada tía, de tipo negativo que protege a las
edad es resultado de lo que ha invertido personas contra vejámenes y ofensas de
(ahorrado), a lo largo de su vida” (Gamarra, todo tipo, sino que debe también afirmar
2008, p. 457). positivamente a través de los derechos el
pleno desarrollo de cada ser humano y
De otro lado, para Joseph Stiglitz (2000): de todos los seres humanos. Cabe seña-
lar que la dignidad humana y el dere-
[L]as pensiones de jubilación (o los segu- cho a una vida digna fundamentan tanto
ros de vida) son un bien preferente, es los derechos civiles y políticos como los
decir, un bien que un Estado paternalista derechos económicos, sociales y cultu-
impone a los individuos por su propio rales. (...) La dignidad de la persona es
bien. Pero es diferente de muchos otros el valor jurídico supremo siendo inde-
bienes preferentes, en el sentido de que pendiente de la edad, capacidad intelec-
una importante parte de los costes de que tual o estado de conciencia.
un individuo no haya comprado el bien
recae sobre otros. En la medida en que En ese sentido, la dignidad humana y el dere-
esto justifica la existencia de un seguro cho a una vida digna fundamentan tanto los
social, solo explica el derecho del Estado derechos civiles que tiene el adulto mayor en
a obligar a la gente a comprar un seguro nuestra sociedad, pero muchas personas no

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ANÁLISIS JURÍDICO / ACTUALIDAD LABORAL

saben a partir de qué edad se es adulto mayor De otro lado, para Quispe Chávez (2009):
en el Perú, por esa razón no pueden hacer “el derecho a la pensión son elementos esen-
valer sus derechos que les ampara un respeto ciales que configuran el mínimo existencial
en la sociedad donde vive. necesario para garantizar una vida existen-
cial, sino también en su dimensión sustancial
Al respecto, Lleana Cabrera (2004), nos dice: o material; o, en otras palabras, para garanti-
zar una vida digna” (p. 232).
¿A qué edad se es adulto mayor? En
numerosos países, a partir de los 65 años, Efectivamente, según menciona Vitteri Gue-
lo que coincide en la mayoría de los vara (2016):
casos con la edad de jubilación de aque-
llas personas que trabajan; sin embargo, [E]s de esta forma cómo el derecho fun-
para los países en vías de desarrollo las damental a la pensión permite alcanzar el
Naciones Unidas proponen que una per- desarrollo de la dignidad de los pensio-
sona sea considerada adulto mayor ya nistas (…). Mediante el derecho funda-
desde la edad de los 60 años. El princi- mental a la pensión, la Constitución de
pal fundamento que esta entidad esgrime 1993 garantiza el acceso de las personas
es que los 60 años es posible desarro- a una pensión que les permita llevar una
llar una mayor cantidad de acciones vida en condiciones de dignidad (p. 123).
preventivas que a los 65, partiendo del
Es nuestra opinión, que el adulto mayor (per-
supuesto de que a edades más tempranas sonas adultas mayores de 60 o más años de
los daños a la salud son menores y que, edad), asegurado del Decreto Ley N° 19990
por lo tanto, se puede mejorar la cali- merezca el derecho a una vida digna, de res-
dad de vida con menor dificultad. Aun- peto moral, sin ningún maltrato físico ni psi-
que este criterio tiene plena validez, es cológico de parte de la sociedad; razón por la
legítimo pensar que el problema esen- que a través del acceso oportuno al derecho
cial no radica en la edad límite que se a la pensión de jubilación desde los 65 años
fije para el inicio de la adultez, sino en el de edad podrá gozar su jubilación realizando
derecho de todo ser humano a tener una actividades con su familia, y ejecutando sus
vida digna, segura, saludable y de buena proyectos personales que anhelaba cuando
calidad en cada una de las etapas de la aún era un trabajador activo.
vida y, sobre todo, en la última. Es fun-
damental precisar a qué edad se entra a
V. CALIDAD DE VIDA
la adultez mayor, porque muchas perso-
nas que ya tienen 60 años o más no tie- Para Ruiz:
nen conciencia de que ingresaron a una
La calidad de vida se corresponde con
nueva etapa de la vida con característi-
el nivel de bienestar, el cual se alcanza
cas propias ineludibles y de que al asu-
cuando existe un balance y estado apro-
mir este derecho pueden llegar a tener
piado de las diversas dimensiones que
diferentes problemas. (p. 19)
componen el bienestar. Siendo ellos: lo
Es así que en nuestro país cuando el adulto físico, emocional, mental, social y espiri-
mayor que aún trabaja en entidades públicas tual. (Ruiz, 2015, p. 207)
o privadas, llega a tener los 65 años de edad, Por su parte, Gustavo García dice:
puede tener acceso al derecho de jubilación
que les prodigue un nivel digno de vida en la [C]uando se habla de calidad de vida, no
sociedad. se está haciendo alusión a otra cosa que

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mantenerse el mismo en el entorno de su
Comentario relevante familia; es así que el Estado debe tener más
del autor en cuenta este sector de la población de per-
sonas jubiladas que han dedicado muchos
El adulto mayor al poder jubilarse a años de trabajo para su empleador, por lo
los 65 años de edad, va ser libre y que se merecen tener un incremento a su
autónomo para elegir y elaborar su pensión de jubilación mensual, a fin que
tengan una mejor calidad de vida en su
plan o proyecto de vida.
entorno familiar y social.

VII. POSTURA DEL TRIBUNAL CONSTI-


a condiciones que proporcionen felici-
TUCIONAL
dad (…). El concepto de calidad de vida
es un término, que, como todos los valo- STC Exp. N° 05093-2011-PA/TC. Señala
res, supone una visión multidimensional, que “Conforme al artículo 38 del Decreto
esto es, una visión de todas las realida- Ley N° 19990, modificado por el artículo
des y posibilidades que conforman la rea- 9 de la Ley N° 26504, y el artículo 1 del
lización de dicho valor en la existencia Decreto Ley N° 25967, para obtener una
concreta del ser humano. Para el caso de pensión del régimen general de jubilación
la calidad de vida, supone elementos de se requiere tener 65 años de edad y acredi-
tipo material, pero también social o cul- tar, por lo menos, 20 años de aportaciones”.
tural y psicológico. Y puede decirse que
implica todas las facetas del ser humano, STC Exp. N° 1201-2005-PA/TC. Nos pre-
que no es una, sino que por el contrario cisa que “El derecho a la pensión tiene el
implica cientos de formas, variaciones y rango de derecho fundamental, lo que le
posibilidades. (p. 19) otorga una posición preferente dentro de
nuestro ordenamiento jurídico, razón por
Sin embargo se ha señalado que: la cual el operador constitucional estará en
la obligación de preferir aquella interpreta-
[S]e puede especificar que la calidad de ción más favorable al ejercicio de los dere-
vida toma una prioridad aún más elevada chos fundamentales, rechazando aquellas
para el adulto mayor, que en otras eta- que restrinjan sus alcances o no garanticen
pas de la vida del ser humano. El ideal su eficacia”.
es que este viva una vida digna y feliz,
con una ética asistencial diseñada hacia STC Exp. N° 001-2004-AI/TC. Señala que
ellos tanto en salud como en enfermedad, “El tope pensionario permite que el Estado
y mucho más allá, explorando las múlti- imponga un límite objetivo al monto de las
ples facetas que inciden en su calidad de pensiones, permitiendo su reajuste perió-
vida. (Joy, Rothschil y Alvarado, 2007, dico y progresivo, generando un sistema de
pp. 63-64). seguridad social que asegure una vida digna,
acorde con la previsión y capacidad presu-
En ese contexto, podemos entender enton- puestaria del Estado”.
ces que en la sociedad actualmente la cali-
dad de vida del adulto mayor no es muy STC Exp. N° 01119-2004-AA/TC. Afirma
buena en el sentido económico, dado que que “El protocolo adicional a la Conven-
el sueldo que gana la mayoría de los jubi- ción Americana sobre Derechos Humanos en
lados del Decreto Ley N° 19990 es tan solo materia de Derechos Económicos, Sociales y
S/ 415.00, monto que no es suficiente para Culturales, Protocolo de San Salvador, en su

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ANÁLISIS JURÍDICO / ACTUALIDAD LABORAL

artículo 9, declara que (...) toda persona tiene materializado o final, es la figura jurí-
derecho a la seguridad social que la proteja dica central del derecho del trabajo, tanto
contra las consecuencias de la vejez y de la en el contrato individual de trabajo como
incapacidad que la imposibilite física o men- en la actuación profesional del trabajador
talmente para obtener los medios para llevar autónomo.
una vida digna y decorosa (...)”.
- El desarrollo físico y mental del hom-
STC Exp. N° 02834-2013-PH/TC. Señala bre, y el desarrollo de la personalidad se
que “La aprobación de la Ley Nº 28803 es definen como un patrón estable de com-
un punto de partida para afrontar una realidad portamientos que distingue a una per-
patente, pero también creciente en el orde- sona de otra; en ese sentido, la persona-
namiento nacional. En efecto, en el Perú, el lidad del adulto mayor a partir de los 60
grupo de personas de 65 y más años de edad años de edad va sufrir cambios en el lado
se incrementará sostenidamente en las próxi- sentimental, emocional y sus pensamien-
mas décadas. En el 2010, había 1.5 millones tos van a desvariar en ocasiones, pero su
de adultos, mientras que hacia el 2050 se ha carácter personal va seguir a través de los
proyectado que dicho grupo alcanzará los 6.5 años que pasan.
millones. En relación con este contexto, tales
artículos 1 y 4 de la Norma Fundamental, exi- - El SNP está conformado por los asegu-
gen al Estado tomar las medidas pertinentes rados al Decreto Ley N° 19990 y a los
para proteger efectivamente a los ancianos, regímenes especiales como el de los tra-
es decir, que la población adulta mayor debe bajadores mineros, de construcción civil,
ser sujeto de políticas públicas focalizadas en marítimos, periodistas, amas de casa,
sus necesidades y en el establecimiento de entre otros.
medidas inmediatas y progresivas que persi-
gan permanentemente el mejoramiento de la - La relación laboral llega a su fin cuando
calidad de vida de la persona adulta mayor”. el trabajador por motivos personales, o
por contingencia de edad o, aportes al
STC Exp. N° 05625-2015-PH/TC. Afirma seguro social, finaliza su relación laboral
que “El artículo 17 del Protocolo Adicional con su empleador, causando así el cese
a la Convención Americana sobre Derechos laboral, por esa razón el empleador debe
Humanos en materia de Derechos Económi- abonar al trabajador el salario de los días
cos, Sociales y Culturales (Protocolo de San trabajados en el mes en que se cesa, las
Salvador) señala: Toda persona tiene derecho vacaciones no disfrutadas si en el caso
a protección especial durante su ancianidad. las hubiera, la parte proporcional de las
En tal cometido, los Estados partes se com- pagas extraordinarias y, en su caso, las
prometen a adoptar de manera progresiva las posibles indemnizaciones que puedan
medidas necesarias a fin de llevar este dere- corresponderle.
cho a la práctica y en particular a: (...).
- El derecho a la pensión consiste en un
C. Estimular la formación de organizaciones ahorro pensionario que el asegurado rea-
sociales destinadas a mejorar la calidad de liza durante sus años de servicio, y para
vida de los ancianos”. adquirir tal derecho es requisito tener 65
años de edad tanto como para los varones
CONCLUSIONES y para las mujeres.

- El trabajo, como actividad, refiere - La dignidad humana y el derecho a


prestación de servicios sin resultado una vida digna fundamentan tanto los

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