PRIMER DIA / 8 DE NOVIEMBRE

Comenzó mi primer día de la segunda jornada de observaciones, ésta vez más seguro de
lo tenia que hacer (por contar con la experiencia anterior) pero con la diferencia de que se
trataba de una secundaria. A las 6:50 de la mañana me reuní en la entrada de la Escuela
Secundaria General # 41 de la Colonia Ojo de Agua al norte de Tepic. Lo primero que
hice fue dirigirme en busca de la directora, sin embrago no estaba en su oficina en ese
momento y nos sentamos en una banca a esperarla. Al instante se acercó el maestro de
educación física, nos preguntó de donde veníamos y se alegró de nuestra presencia en
las instalaciones, en especial porque señaló que justamente hoy iba a requerir de alguien
que supliera dos de sus clases para ese día. Nosotros aceptamos sin reparo pues nos
sentíamos seguros de cubrir esos grupos y pensar en el beneficio que nos trae la
oportunidad de experimentar como educadores.
El profesor de educación física se despidió por un momento, y para ese instante nos
enteramos que la directora ya se encontraba en su oficina así que decidimos acercarnos.
La directora fue bastante amable y relajada, sin problema nos firmó la hoja de
autorización de trabajo. Mientras nos encontrábamos en su oficina nos contó acerca de
que la escuela lleva mucho tiempo registrada con el número 41, pero que por causa de la
comunidad donde se ubica, ha sido popularmente conocida con el número 39—En ese
momento me percaté de un ejemplo de cómo la comunidad influye en la escuela y
viceversa—tal como se relata en muchas lecturas de la antología de Escuela y Contexto
Social.
Al salir de la oficina de la directora me dediqué a iniciar con mi plan individual en el que
consideré como primera actividad la observación general de la infraestructura y ostros
elementos que componen la escuela.
La edificación en general luce en las mejores condiciones, existen dos edificios de dos
plantas y cinco de una. Observé que el interior de las aulas es completamente acogedor,
el tamaño de éstas está diseñado para albergar a cerca de 35 alumnos, cuentan con
vitropiso, sillas de paleta amplia, pintarrón, ventiladores, cañón para proyección,
computadora y espacios para almacenar materiales. El diseño de las aulas presenta
ventanas de dimensiones suficientes para la entrada de luz, en varios salones se cubren
con cortinas. El número de aulas es de alrededor de 14, además del aula de cómputo y el
laboratorio. Las aulas de los talleres son más amplias que las de las clases de tronco
obligatorio, lo comento porque ésta escuela practica la modalidad “aula ambiente” que
consiste en que las aulas están asignadas con una o dos asignaturas y los grupos se
mueven de una aula otra según la asignatura que le corresponde, es decir, no existe una
aula fija para un grupo en particular. La escuela presenta jardineras y alrededor de 6
árboles y palmeras entre la primera sección de la entrada y el patio cívico. Las canchas
deportivas se encuentran detrás de los edificios, es un espacio de alrededor de una
hectárea rodeada de árboles donde solo existe una cancha de baloncesto. Observé la
presencia de materiales de construcción que sugería la idea de que se tiene algún plan de
edificación en las canchas.
Después que recorrí todos los rincones de la escuela y capté algunas imágenes del
interior de las aulas me encontré con el subdirector y me acerqué preguntando sobre
como estaban organizados los grupos en ésta escuela, creyendo que había una edificio
para los primeros, otro para los segundos y así. Fue a través que me enteré sobre las
“aulas ambientes” que anteriormente lo comenté. Supe que se trataba de un estilo que
lleva poco tiempo practicándose en la escuela y que solo un par extra de escuelas lo
practican en la ciudad. Indicó que esa forma de trabajar ofrecía la ventaja en la que los
maestros dejaban de llevar los materiales de un lugar otro y en este caso las aulas
estaban equipadas de forma permanente sin la necesidad de retirar y colocar
repetidamente los implementos para el trabajo en clase.

Agradecí la conversación al subdirector, miré mi reloj y noté que se acercaba la hora de

observar la clase del profesor de educación física. Nos dirigimos a las canchas, el
maestro tenía ya al grupo en turno organizado en hileras practicando ejercicios de
estiramiento y calentamiento. La clase consistió en mostrar a los jóvenes las primeras
técnicas del boleo en el voli-bol, el maestro les señalaba movimientos básicos para
piernas y manos con el fin de efectuar correctamente el movimiento, el resto de la clase
los alumnos siguieron practicando el boleo bajo diferentes dinámicas (individuales y en
equipos) según la indicación del profesor. La clase nos sirvió de referencia para trabajar
con los dos grupos acordados en las últimas horas de la jornada.
Llegó la hora del recreo, y aunque teníamos hambre esperamos nos esperamos algunos
minutos para acercarnos a la lonchería que para esa hora estaba abarrotada de alumnos.
Por lo pronto decidí continuar con mis actividades y me dediqué a buscar a cuanto
maestro encontrara para realizar el registro de docentes según la recomendación del
inciso de la guía que me corresponde. Los maestros fueron muy gentiles en brindarme la
información. Al finalizar el receso decidí unirme a mis compañeros para por fin comer
algo, aprovechando que los alumnos habían desalojado el área de la lonchería. Después
de comer nos encontramos a la maestra Esmeralda y permanecimos un momento con ella
hablando de lo acontecido hasta ese momento del día, la maestra firmó e hizo las
anotaciones pertinentes y al cabo de una media hora se despidió.
Continué con el programa de mi plan individual y ésta vez entrevisté a un joven con el
tema de el tipo de trato que los alumnos esperan de los profesores (del la asignatura
“Escuela y Contexto Social”). El chico de nombre Jesuri, respondió con amabilidad.
Mientras recorría las aulas aprovechaba para seguir registrando los nombres y la
información de cuanto maestro nuevo observaba.
Eran las 11:30 el momento de atender al primer grupo, regresamos a la cancha. Me ofrecí
para dirigir el calentamiento, formé a los chicos en hileras y comencé con ejercicios de
estiramiento y de rotación de miembros, después los puse a saltar. Una vez terminado los
enumeré y forme tres equipos. El resto de mis compañeros de organizaron con ejercicios
de volibol, tratando de seguir con el programa del profesor titular. Organizados en equipos
en binas trabajamos uno de los tres subgrupos formados. Entre las actividades que
practicaron los miembros del subgrupo en el que participe figuraba: voleo continuo en fila,
desplazamiento en parejas y voleo y remates. Al final pasamos lista y despedimos al
grupo.
A las 12:20 recibimos al último grupo. Comenzamos con el calentamiento, los siguientes
10 minutos organizamos al grupo en tres equipos y trabajamos circuitos de estaciones.
Consiste en que cada equipo se dirige a una estación en la cual serán dirigidos por un
maestro en la práctica de algún ejercicio durante 10 minutos, al terminar el tiempo, el
grupo rota a la siguiente estación y sigue así hasta completar las tres estaciones. En lo
tres meses que llevamos en la licenciatura hemos practicado distintas dinámicas que nos
permitieron hacernos cargo de los grupos.
Durante las clases me percaté la importancia de mantener al grupo controlados por asi
decirlo, en términos de evitar que se distraigan y que respeten la participación de sus
compañeros. El maestro requiere de un programa de clases bien elaborado para impartir
una clase dinámica y productiva para los alumnos de secundaria.
Al finalizar la clase, recogimos el material y nos dirigimos a la dirección para despedirnos
de la autoridad, firmamos la hoja de registro y salimos de la escuela.

SEGUNDO DIA / 9 DE NOVIEMBRE

A las 6:55 de la mañana comenzamos el segundo día de jornada, después de firmar la
hoja de registro y saludar a la directora nos encontramos de nuevo al profesor de
educación física. El día anterior habíamos acordado con el profesor el compromiso no
obligado de atender a cinco grupos debido a que el tenia que ocuparse de otros asuntos
para el día 9 de noviembre, así que sin más preámbulo nos dejó las listas de asistencia,
los materiales de trabajo y nos deseó buena suerte, mientras el se retiraba. En total solo
tenia dos horas para realizar el resto de mis actividades del plan individual pues de allí en
fuera estaría ocupado con los grupos por lo que tuve que organizarme lo mejor que pude.
La primera, la segunda, la quinta, sexta y última hora atendimos a cinco grupos de
diferentes grados, los compañeros nos turnábamos para encargarnos del calentamiento y
las actividades. Trabajamos con circuitos y otros juegos, en los que fomentábamos el
desarrollo de habilidades como la velocidad, la destreza y la resistencia en los alumnos.
La experiencia de hacernos cargo de cinco clases nos favoreció para enterarnos de cada
uno de los detalles a tomar en cuenta a la hora de estar frente al grupo, así que en ese
sentido diría que esta segunda jornada fue muy exitosa. El tiempo en el que estuvimos sin
responsabilidad de grupo que fue durante la tercera hora, el receso y la cuarta hora,
aproveché para realizar las actividades de mi programa individual.
Primero entrevisté a una alumna de 14 años de nombre Alejandra en relación a su opinión
respecto a la escuela, las asignaturas, los maestros, el tema de la lectura y el estudio.
Alejandra mostró conformidad con su escuela argumentando que ésta cumple con sus
expectativas y que en especial le gusta la disciplina que practican los maestros. Después
entrevisté a Gabriela, también de 14 años que me ayudó a conocer cual el tipo de
espacios que ella y sus amigos utilizan para convivir, ella señalaba que los lugares que
más frecuentan a la hora del receso son la bardita de la cooperativa o detrás de los
salones, e incluso hay días que no utilizan un sitio en especial y prefieren pasear de un
lado a otro. Más tarde entrevisté a María Fernanda y Miriam ambas de 13 años acerca del
tema de la afectividad entre maestro y alumno. Ellas opinaron que el maestro que podría
convertirse a la vez en amigo seria aquel que convive con los alumnos, es amable,
aconseja y nunca trata de imponer cierta autoridad que intime o moleste a los alumnos.
Las entrevistaron Dejaron claro que el hecho de que exista afectividad con ese maestro
no pondría en riesgo sus responsabilidades como estudiante ya que no se refieren a un
maestro que solape y imprudencia en indisciplina por parte de los alumnos.
La última entrevista que hice fue a la maestra Alicia Langarica Serna sobre los conceptos
de nutrición y alimentación, los productos alimenticios que se venden en la escuela y su
responsabilidad como difusora en estos temas hacia los alumnos. La maestra respondió
amablemente a mi entrevista y destacó que en la cooperativa escolar además de
productos de lonchería, los alumnos solo aspiran a consumir frituras, gasesosas y
golosinas; y que difícilmente pueden obtener productos donde intervengan las
propiedades necesarias para una dieta balanceada. Ella propuso la idea de que si a los
jóvenes se les vendiera vegetales de una manera disfrazada o atractiva seguramente la
consumirían en lugar de otros productos industrializados que limitan la nutrición del
adolescente.
Esta jornada significó un éxito para mi y mis compañeros gracias al aprendizaje obtenido
en las distintas actividades que realizamos. Me permitió enterarme de maneras distintas
de organización en nivel secundaria, de saber que opinan los alumnos respecto a su
escuela, como conviven y relacionan entre ellos y con los profesores, esta vez regresé
mas convencido de ser profesor.