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IES L'ESTACIÓ

PREPARACIÓN
PRUEBAS PAU
TERCERA EVALUACIÓN
SOLUCIONES DEL TEXTO "SALTAMONTES", DE
MANUEL VICENT

CURSO 16-17

PROFESOR - FERNANDO MORENO NICLÓS


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SALTAMONTES
Manuel Vicent
Escucha, pequeño saltamontes: cuando seas muy mayor llegará un día en que dejarás de cumplir
años. Te dará igual tener 70 que 80. A esa edad solo cumplirás estados de ánimo, periodos de salud o
de enfermedad. Estar bien o sentirte mal será el único dilema, de modo que los análisis y radiografías
tendrán mucha más importancia que el número de tacos de almanaque que lleves a la espalda. La
vejez es, sin duda, una tragedia irreversible, pero solo algunos seres privilegiados son capaces de
convertirla en una obra de arte. Atiende, pequeño saltamontes, a lo que pasa en la mesa. Si lo más
dulce se guarda para el final, también puede suceder lo mismo en el postre de la vida. El deterioro
físico siempre se produce por partes, cada órgano por separado, nunca acontece un fracaso
conjunto y total, salvo que decidas acabar por ti mismo o te des con el coche un leñazo contra un
chopo. Hay dos formas de envejecer: de dentro afuera y de fuera adentro. Esta última modalidad es
la más evidente: la carne flácida, la linfa acuosa en la mirada, el color ceniciento de la piel, las
articulaciones anquilosadas. Trataré de ahorrarte, pequeño saltamontes, todas las miserias que van
sucediendo en el interior del cuerpo a partir de una edad, el bulto sospechoso que germina por aquí
o por allá, la sombra en el pulmón, el veredicto infame del TAC. Pero con ser eso muy grave, es
menos patético que envejecer lentamente de dentro afuera. Si llega un momento en que todo te da
igual, que tragas con ruedas de molino con tal de que no te molesten, que crees que tu protesta o
coraje no servirá de nada, serás viejo por dentro aunque tengas 30 años. El alzhéimer no consiste en
perder la memoria, sino en no recordar que la has perdido. Olvidar los sueños que en un momento
de la vida te hicieron fuerte será la prueba más evidente de tu demencia senil.
www.elpais.com, 20 de marzo de 2016

OPCIÓN A
I. Comentario crítico del texto (0-4 puntos)
I.1. Establecimiento del tema del texto, breve resumen de su contenido y descripción y explicación de su esquema
organizativo —partes temáticas constitutivas del texto y articulación de estas— (3 puntos)
I.2. Explicación y valoración de las ideas expuestas a partir de la cultura del alumno y de su conocimiento del mundo (1 p.)

II. Cuestiones (0-2 puntos cada una)


II.1. Analice sintácticamente y clasifique la siguiente oración: "Olvidar los sueños que en un momento de la vida te hicieron
fuerte será la prueba más evidente de tu demencia senil".
II.2. Explique cómo la deíxis exofórica (incluyendo las relaciones temporales) y endofórica contribuyen a la cohesión del
texto propuesto.
II.3 Definición de esperpento, explicando cómo se refleja esta técnica teatral en todos los aspectos de Luces de bohemia
(trama, personajes, tiempo y espacio escénicos, acotaciones, lenguaje…).
_______________________________________________________________________________

OPCIÓN B
I. Comentario crítico del texto (0-4 puntos)
I.1. Establecimiento del tema del texto, breve resumen de su contenido y descripción y explicación de su esquema
organizativo —partes temáticas constitutivas del texto y articulación de estas— (3 puntos)
I.2. Explicación y valoración de las ideas expuestas a partir de la cultura del alumno y de su conocimiento del mundo (1 p.)

II. Cuestiones (0-2 puntos cada una)


II.1. Analice la estructura interna de las siguientes palabras, descomponiéndolas en sus formantes morfológicos básicos e
indicando expresamente el tipo de morfemas que se advierten en cada caso: “dará” (línea 2), “irreversible” (línea 5) y
“envejecer” (línea 15). A continuación, señale la categoría gramatical a la que pertenecen y explique el procedimiento de
formación. Por último, explique el significado de “germina” (línea 13) y “tragar con ruedas de molino” (línea 16) en el
contexto en que aparecen.
II.2. Desarrolle los tres tipos de modalización, identificando los rasgos lingüísticos y explicando cómo contribuyen a la
expresión de la subjetividad en el texto leído.
II.3 Etapas de la poesía de Miguel Hernández, nombrando los principales poemarios y explicando sus principales rasgos
temáticos, métricos y estilísticos.
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I.1. Establecimiento del tema del texto, breve resumen de su contenido y descripción
y explicación de su esquema organizativo —partes temáticas constitutivas del texto y
articulación de estas—.

La coherencia es una propiedad textual que se relaciona con la organización de la


información y con el conocimiento que comparten emisor y receptor sobre el contexto. Un
texto coherente es, pues, un texto sin contradicciones en el que los distintos elementos se
interrelacionan para transmitir un mensaje lógico y completo. Esta propiedad, que es
básicamente semántica y cuyo objetivo es examinar con profundidad el sentido del discurso,
se determina mediante el análisis del esquema organizativo, el resumen y el tema.
El texto propuesto, que apareció publicado el 20 de marzo de 2016 en la página digital
del periódico El País, adopta el formato de una brevísima columna periodística, con tintes
ensayísticos y fin persuasivo, firmada por el escritor Manuel Vicent, colaborador habitual del
rotativo nacional que expone sus pensamientos sobre un tema de la actualidad vinculado con
las humanidades.
Además del asunto tratado (la vejez como tragedia vigente), los elementos constitutivos
de este artículo que se estructura externamente en un único párrafo son una tesis explícita,
formulada en el último enunciado, y una serie de ideas y razones diseminadas a lo largo de
tres bloques temáticos que pasamos a comentar a continuación.
Manuel Vicent abre su columna con una apelación directa a la juventud, según inferimos
del vocativo pequeño saltamontes, expresión entrañable con la que el mismo autor, escritor
octogenario, se dirige a los lectores de menor edad para instruirles en una cuestión
trascendental (no dejemos de participar activamente de la vida) y convencerles de que saquen
provecho de la longevidad humana. Para transmitir estas ideas principales, el articulista se
basa primero en su experiencia personal como adulto de edad avanzada, lo cual le permite
detallar en la primera parte temática (siete primeras líneas) los asuntos a los que los ancianos
conceden importancia una vez rebasada la edad de ochenta años. Ante esta verdad
indiscutible y de sentido común (la vejez como tragedia irreversible), Vicent únicamente
recomienda a la juventud una actitud estoica y positiva (convertirla en una obra de arte).
Planteado el eje temático del discurso, el autor vuelve a captar la atención de los jóvenes
destinatarios con un nuevo vocativo que introduce en la sexta línea. Así, en su empeño por
ofrecer a la opinión pública una imagen válida y dulce de la senectud, Manuel Vicent establece
una analogía entre esta etapa de la vida y un delicioso postre que siempre se procura reservar
para los últimos momentos de una comida, pues tanto una como otro pueden llegar a ser
fuente de placer.
El segundo bloque temático del artículo, que se inicia en la línea séptima (El
deterioro...), adopta matices expositivos, ejemplificando de forma didáctica cómo se origina
nuestro desgaste corporal (el bulto sospechoso [...], la sombra en el pulmón, el veredicto
infame del TAC) y de qué dos maneras envejecemos: el envejecimiento psicológico o interno
(de dentro afuera) y el envejecimiento físico (de fuera adentro), modalidad más evidente y
preferible para el autor, quien mediante un argumento de salud aboga por el vigor anímico y
por mantener intactas nuestra ilusión y facultades mentales (Pero con ser eso muy grave, es
menos patético que envejecer lentamente de dentro afuera).
Es así como nos situamos en la tercera y última parte del texto (Si llega un momento...),
donde el emisor recupera el tono subjetivo para comunicar la tesis: solo se envejece cuando el
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individuo deja de perseguir sus sueños y se vuelve conformista, es decir, cuando se siente
viejo y deteriorado emocionalmente.
En cuanto al modelo de ordenación lógica de los contenidos, el texto Saltamontes
respeta la estructura inductiva: tras el relato inicial y la presentación de los argumentos, se
ofrece la idea general con la que se pretende respaldar las convicciones del columnista.
Procedamos, a continuación, a redactar el resumen del artículo analizado:
Cuando se es anciano, apenas se presta atención al número de años que uno cumple,
pues la única preocupación del octogenario serán el estado anímico, las analíticas, las pruebas
médicas o los instantes de salud o sufrimiento. Y aunque la vejez es inevitable y va
erosionando progresivamente el cuerpo, podemos hacer de ella una etapa placentera si
mantenemos intactos el espíritu joven, la ilusión o la alegría.
Con respecto al tema, establezcámoslo mediante un sintagma nominal: Invitación a la
juventud a que durante su ancianidad evite el conformismo y conserve una mente joven a la
que no le afecten los estragos físicos de la vejez.

II.1 MORFOLOGÍA Y LÉXICO

DARÁ
 Estos son los constituyentes morfológicos del verbo propuesto:
 D-: raíz
 Morfemas flexivos que componen la llamada desinencia verbal:
o Vocal temática -a-
o Morfema TM -ra-
o Morfema NP Ø
 Se trata de la tercera persona del singular del futuro simple de indicativo del verbo dar, de
la primera conjugación.
 Palabra simple o primitiva que está flexionada, es decir, conjugada.

IRREVERSIBLE
 La palabra irreversible se compone de los siguientes elementos morfológicos:
 I-: morfema derivativo prefijo de negación, alomorfo del morfema in-.
 -(r)revers-: raíz. Es necesario duplicar la erre para mantener su sonido fuerte entre
vocales.
 -(i)ble: morfema derivativo sufijo no apreciativo adjetivador, precedido de la VT de la
tercera conjugación.
 Según la expresión del género, es un adjetivo de una sola terminación.
 La secuencia de formación de la palabra es la siguiente: revertir > reversible > irreversible
Irreversible es una palabra derivada por prefijación que procede del adjetivo reversible,
mediante la adición del prefijo negativo i-; reversible es, a su vez, otra palabra derivada por
sufijación del verbo revertir, por lo que se trata de un adjetivo deverbal.

ENVEJECER
 Esta es la estructura interna del término envejecer:
 En-...-ec-: morfema discontinuo, que es la combinación de un prefijo y un sufijo
verbalizador. Este morfema se denomina también circunfijo.
 -vej-: raíz, alomorfo de viej-.
 -e-: vocal temática de la segunda conjugación.
 -r: desinencia de infinitivo.
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 Forma no personal de un verbo.


 La secuencia de formación de la palabra es la siguiente: viejo > envejecer
Envejecer es una palabra derivada por parasíntesis que procede de la base léxica viejo
mediante la adición del circunfijo en-...-ec(er), creando así un verbo deadjetival.

GERMINA: brota, nace, surge, se desarrolla...


TRAGAR CON RUEDAS DE MOLINO: en sentido metafórico, tragar o comulgar con ruedas de
molino supone aceptar o creer algo disparatado, inverosímil, sucumbir fácilmente al engaño.

II.2. Explica cómo la deíxis exofórica —incluyendo las relaciones temporales— y


endofórica contribuyen a la cohesión del texto propuesto.
En la producción de cualquier texto hacemos continuamente referencia a elementos del
propio discurso o a otros pertenecientes a la situación comunicativa. El mecanismo lingüístico
que se emplea para señalar un elemento textual o extratextual se denomina deíxis endofórica
y exofórica, respectivamente.
Como rasgo habitual del texto expositivo-argumentativo, la deíxis personal queda
registrada a través del empleo de la primera persona del singular (Trataré de ahorrarte), que
nos advierte de la presencia de un emisor con intención expresa de manifestarse en el proceso
de producción lingüística. Sin embargo, a fin de implicar directamente al lector, a quien trata
de convencer de que la edad vital no es la cronológica, la primera persona se combina
mayormente con la segunda (escucha, seas, te dará, crees, tu protesta...).
Igualmente importantes son otros elementos deícticos de referencia externa que
indican espacio (aquí y allá, que sugieren cualquier parte de nuestra anatomía) o se
convierten en formas expresivas para mencionar dos conceptos clave de la columna: el
envejecimiento mental, referido con el sintagma de dentro afuera, y el envejecimiento físico,
descrito con la secuencia de fuera adentro.
También cohesiona potentemente el discurso la correlación lógica entre las diferentes
formas verbales que jalonan el mensaje, que aporta notables e importantes referencias que
sitúan la acción entre el presente y el futuro. Así, el tiempo predominante en la parte central
expositiva es el presente con valor actual (Atiende a lo que pasa en la mesa), habitual (Si lo
más dulce se guarda para el final) y atemporal (El deterioro físico siempre se produce por
partes; La vejez es, sin duda, una tragedia irreversible; Hay dos formas de envejecer). En
cambio, Manuel Vicent, cuyo propósito es encauzar la mirada del joven lector hacia el futuro,
recurre, lógicamente, a este tiempo verbal en la secuencia inicial y la final para mostrar
posterioridad al ahora enunciativo (llegará un día, dejarás de cumplir años, te dará igual, será
el único dilema, tendrán mucha más importancia, no servirá de nada...).
Destaca asimismo, como rasgo textual, la acumulación de deícticos de referencia
interna que funcionan como eficaces anáforas que sustituyen ideas o elementos
anteriormente enunciados (A esa edad; convertirla en una obra de arte; Esta última
modalidad; Pero con ser eso muy grave...). No menos significativo es el carácter anunciador de
los dos puntos, signo prototípico del énfasis que adquiere un valor catafórico al presentar
palabras, razonamientos u oraciones del discurso (Escucha, pequeño saltamontes; Hay dos
formas de envejecer; Esta última modalidad es la más evidente).
Como hemos comprobado, todos estos recursos cohesivos se erigen en potentes
mecanismos de conexión que consolidan la interrelación de texto y contexto y que nos
ayudan a evitar las redundancias innecesarias y, en una palabra, a producir un mensaje
lingüísticamente atractivo.
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II.2. Desarrolle los tres tipos de modalización, identificando los rasgos lingüísticos y
explicando cómo contribuyen a la expresión de la subjetividad en el texto leído.

Entendemos por modalización el conjunto de estrategias lingüísticas que ofrece la


lengua para expresar con propiedad y eficacia la subjetividad de un hablante. Puesto que la
finalidad de este artículo es persuadir al lector de una opinión particular, el texto presenta
copiosos enunciados altamente modalizados, tanto desde el punto de vista epistémico
(aceptando o rechazando los contenidos), como deóntico (implicando a los receptores) y
axiológico (emitiendo juicios de valor sobre el asunto expuesto).
La modalización valorativa, muy unida a la función expresiva o emotiva del acto
comunicativo, permite al emisor revelarse en el propio discurso, un discurso que contiene un
variado léxico del que Manuel Vicent se sirve para valorar la vejez con matices positivos (el
postre de la vida, una obra de arte) y negativos (tragedia irreversible) o para calificar de
miserias las dolencias físicas que aquejan nuestro cuerpo. Junto con estos sustantivos
ponderativos y denostadores resaltan los adjetivos de atribución subjetiva (grave, patético,
privilegiados) o las descripciones tremendistas y enumeraciones asindéticas de las líneas 11 y
14, que incluyen nuevos calificativos de carácter connotativo (flácida, acuosa, ceniciento,
anquilosadas, sospechoso, infame...).
Con respecto a la elección precisa de un lenguaje que se aproxime a la forma de hablar
de los jóvenes, reales destinatarios del artículo de opinión, son frecuentes palabras o
expresiones pertenecientes al registro coloquial, elemento relevante de la modalización.
Observamos, así, sustantivos que incorporan sufijos apreciativos (leñazo) o fórmulas
expresivas que suponen una desviación hacia el estilo informal (tacos de almanaque, pequeño
saltamontes, tragar con ruedas de molino).
También se comunican juicios de valor por medio de las metáforas que aluden a la
juventud (pequeño saltamontes) o a la vejez (obra de arte, postre de la vida) y por medio de la
expresión de la cantidad, que viene determinada en el texto a través de profusos adverbios
modificadores (muy mayor, más dulce, la más evidente, muy grave), determinantes
indefinidos (mucha más importancia), sufijos aumentativos (leñazo) o adjetivos
especificativos (fracaso conjunto y total).
En cuanto a la modalización epistémica, el emisor no pone en duda sus enunciados, de
ahí que recurra a marcadores conversacionales de evidencia (sin duda) o a la modalidad
oracional enunciativa, que es la imperante en la columna, imprimiendo en ella un tono más
incuestionable y exteriorizando la función representativa o referencial (El deterioro físico
siempre se produce por partes; hay dos formas de envejecer; el alzhéimer no consiste en perder
la memoria).
Por último, no podemos soslayar la modalización deóntica, dado que el discurso
presenta un tono admonitorio al exhortar a un sector de la población a que modifique su
conducta. Por ello, son usuales las marcas lingüísticas que se manifiestan con la función
apelativa o conativa del lenguaje: los imperativos (escucha, atiende), los vocativos (pequeño
saltamontes) y los enunciados sobrecargados de elementos deícticos como verbos,
pronombres y determinantes que señalan al receptor (todo te da igual, serás viejo por dentro,
tu demencia senil...).
En definitiva, tratándose de una columna periodística, consideramos apropiada la
incorporación de todos estos recursos modalizadores, por lo que estaríamos no solo ante un
discurso coherente y cohesionado, sino también ante un texto adecuado perfectamente
construido desde el punto de vista comunicativo.

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