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Conductual
Dr. Polaino-Lorente y Dra. Orjales
Programa cognitivo-conductual de Kendall, Padawer y Zupan
(1980)
Adaptación de Miranda y Santamaría
La duración de este programa se estima en 6 semanas con aplicación individual o en grupos de dos
tres o cuatro niños.
3. Modelado
4. Autoevaluación
5. Utilización de contingencias
Para que el niño se acostumbre a utilizar las auto instrucciones, se comienza realizando
tareas muy sencillas que el niño pueda ejecutar con facilidad, de forma que se acostumbre
a pensar lo que dice.
Progresivamente, las sesiones se centran en la utilización adecuada del auto instrucciones
en situaciones personales utilizando “Role-playing” para favorecer la generalización en situaciones
específicas. A medida que avanza el programa, se sugiere al niño que utilice el auto instrucciones en
situaciones de clase, en las situaciones personales problemáticas y en las interacciones
interpersonales.
c) Focalizar la atención
d) Elección de la respuesta
e) Auto refuerzo por las respuestas correctas o rectificación de errores. Esto ayuda que el
niño aprenda que puede pensar por sí mismo y a rectificar cuando comete un error,
además evita juicios negativos como “Soy imbécil” o “Estoy tonto”, pueden interferir
con una ejecución adecuada.
3. Modelado
Tal y como refleja la secuencia de entrenamientos, el terapeuta debe modelar las auto
instrucciones es en la primer paso de aplicación. El terapeuta como modelo debe reflejar no
únicamente la aplicación de las autos instrucciones sino también las estrategias de solución de
problema para cada caso en concreto. Para favorecer que el niño se identifique no es
aconsejable que el terapeuta refleje un modelo perfecto de reflexividad sino que cometan
errores y rectifique a tiempo.
4. Autoevaluación
II. Pasable
III. Bien
V. Súper especial.
5. Utilización de contingencias:
Para evitar las respuestas impulsivas, los autores utilizan el coste de respuesta de tal modo
que los niños, al inicio de cada sesión, cuentan 20 puntos que podrán conservar para su
trueque por premios materiales o que podrán perder si cometen errores. Se penaliza con
un 1 punto cada vez que el niño (a) da una respuesta idónea, (b) olvida utilizar alguna de
las auto instrucciones o (c) da una respuesta impulsiva.
A medida que el niño se familiariza con las auto instrucciones podrá obtener un punto
extra por su generalización y por la auto evaluación correcta de las sesiones, para apoyar
el proceso de generalización, en las primeras sesiones, se requerirá al niño que identifique
situaciones en el aula en las que podría a ver aplicado las auto instrucciones.
Posteriormente se le exigirá su aplicación a situaciones concretas. A medida que el niño
se familiariza con las auto instrucciones
Entrenamiento de auto instrucciones verbales de
Kirby y Grimley (1986)
Kirby y Grimley (1986) diseñaron un programa de entrenamiento en auto instrucciones
verbales dirigido al aumento de la atención, la reducción de la conducta impulsiva y la
regulación de la actividad y las respuestas emocionales.
El terapeuta modela y enseña las auto instrucciones al niño. Las auto instrucciones se
verbalizan en voz alta durante las sesiones iniciales, para proceder, progresivamente, a su
verbalización encubierta. A continuación mostramos la secuencia utilizada en el
entrenamiento en auto instrucciones verbales, por E. A. Kirbby y L. K. Grimley,
Undestainding and Treating Attention Deeficit Disorder. Copyright1986 por Pergamon
Presss, con permiso de los autores y editores.
Ejemplo: El terapeuta dice: “Ahora tú resolverás el próximo ejercicio y yo pensaré por ti. De
acuerdo, empezamos, mira todas las posibilidades de respuesta, todos los dibujos ¿qué estoy
intentando hacer ahora? Estoy intentando encontrar un dibujo que sea exactamente como el
modelo. ¿Qué plan puedo seguir? Escojo un dibujo, pero, ¡espera!, mi plan era mirar cada uno
cuidadosamente, comparado con el modelo y eliminarlo en caso de que no sean iguales.
Adelante”
Luego, el terapeuta le pide al niño que complete esta prueba (u otra similar) mientras utiliza sus
propias auto instrucciones guiándose a sí mismo para encontrar la solución. Este paso es difícil de
enseñar, porque requiere que el niño se implique en la tarea.
Durante esta fase el terapeuta anota el tipo de auto instrucciones que espontáneamente emplea
el niño para ayudarle a generar otras nuevas. Por ejemplo, el niño puede emplear habitualmente
estrategias de reconocimiento del problema y mostrarse reflexivo antes de comenzar una
determinada tarea. Pero puede, también, carecer de pautas para evitar los sentimientos de
frustración cuando se atasca y no encuentra la solución. Ejemplos de modelamiento en casos
como este podrían ser los siguientes:
Modelamiento de los pasos de la prueba, por ejemplo, para una tarea de emparejamiento de
figuras iguales como el Matching Familiar Figures (MFF); el terapeuta puede modelarlo como
sigue: “¿Qué clase de problema es éste? Necesito una figura que sea igual al modelo que me
presentan”.
“Esto me está volviendo loco. Necesito tomármelo con calma y seguir adelante. Vamos, despacio,
es fácil. Chico, esto es duro. No puedo hacerlo. Me rindo. ¡Oh, no puedo decir esto! ¿Qué puedo
hacer cuando me atasco? ¡Oh cielos!, vamos a ver si hay otra forma de solucionar esto”.
Para el modelamiento en este estadio, el terapeuta mueve los labios, mira pensativo las
alternativas, se para a comparar dos de ellas señalando primero una, luego otra y, así
sucesivamente. También se le comenta al niño, antes de la prueba, que el terapeuta modelará sus
propios pensamientos.
Este es el último paso del entrenamiento en autoinstrucciones verbales. El niño debe pensar,
ahora, por sí mismo. Porque con las autoinstrucciones encubiertas es imposible que el terapeuta
pueda controlar directamente el pensamiento del niño. Sin embargo, la observación de su
conducta (por ejemplo, cuando evalúa dos alternativas señalándolas con el dedo) ofrece alguna
información. Para valorar el proceso, el terapeuta puede preguntar en determinados momentos:
3. Manejo instruccional en el aula, en donde se tratan temas como las disposición física del
aula, la presentación de las explicaciones, el planteamiento de las actividades, la
realización de trabajos y exámenes, la organización general y el manejo del
comportamiento.
3. Entrenamiento en autoevaluación.
FASE III: Sistema de economía de puntos. Este sistema se aplica al aula entera durante tres
semanas momento a partir del cual se continúa su aplicación únicamente, de forma
privada, con el niño hiperactivo.
5. Transferir el control de los refuerzos al propio niño. Una vez que el niño ha demostrado
cambios contingentes a los refuerzos externos, ha desarrollado nuevas estrategias
cognitivas y ha demostrado conocer su utilización, se le ofrece una oportunidad para
enjuiciar, evaluar y reforzar su propia conducta. Se recomienda especialmente el refuerzo
positivo, aunque en algunas ocasiones dejar en manos del niño la elección de su propio
castigo puede ser muy beneficioso.
1. Definir la conducta. Este primer paso requiere una definición operativa de las conductas
que se desea modificar. Es necesario que, antes de comenzar ninguna tarea de
autoevaluación, el niño entienda la conducta que se desea valorar.