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son exclusivamente didácticos. Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial correspondiente.
Diana Aisenson, José A. Castorina, Nora Elichiry,
Alicia Lenzi, Silvia Schlemenson (comps.)
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Aprendizaje, sujetos
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Colección Conjunciones
y escenarios
Directora: Marcela Pereira
Diagramación: Patricia Leguizamón
Corrección de estilo: Susana Pardo
Diseño de tapa: Analía Kaplan
Investigaciones y prácticas
en psicología educacional

Diana B. Aisenson Leandro Legaspi


Gabriela Aisenson Alicia Lenzi
1° edición, septiembre de 2007 Noemí Aizencang Patricia Maddoni
Diego Alonso Fabián Monedero
Patricia Álvarez Débora Nakache
© Ediciones Novedades Educativas
Ricardo Baquero Daniel Nicotra
del Centro de Publicaciones Educativas y Material Didáctico S.R.L Silvia Batlle Nora Scheuer
Av. Corrientes 4345 (C1195AAC) Buenos Aires - Argentina Gustavo Cantú Silvia Schlemenson
Tel.: (54 11) 4867-2020 - Fax: (54 11) 4867-0220 Sandra Carli Viviana Valenzuela
E-mail: noveduc@noveduc.com / www.noveduc.com José Antonio Castorina Marcela Vidondo
Ediciones Novedades Educativas de México S.A. de C.V. María Cristina Chardon Analía Wald
E-mail: novemex@infosel.net.mx / novemex@noveduc.com Solana Davidzon Luisa Wettengel
Montserrat de la Cruz Damián Zagdañski
Nora Elichiry Mario Zimmerman
María Faustina Huarte Elena Zubieta
María Teresa Julia
I.S.B.N. N° 978-987-538-204-6

Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723

Impreso en Argentina - Printed in Argentina

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Índice

PRÓLOGO por Nora Elichiry ............................................................................... 11

PARTE I. José Antonio Castorina.


Los problemas epistemológicos en psicología educacional

CAPÍTULO I
Las condiciones sociales de la investigación y los modelos
de explicación. José Antonio Castorina ......................................................... 17

PARTE II. Diana Aisenson (coordinación)


Orientación en contextos educativos y laborales

CAPÍTULO II
De la orientación vocacional a la psicología de la orientación.
Desarrollo de una línea de investigación a lo largo de cinco estudios.
D. Alonso, D. Aisenson, G. Aisenson, S. Batlle, S. Davidzon, L. Legaspi,
F. Monedero, D. Nicotra, V. Valenzuela, M. Vidondo .....................................43
"Estudio de la problemática vocacional de los estudiantes PARTE IV. Alicia Lenzi (coordinación)
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del último año de la escuela media"......................................................................... 44


Construcción de conocimientos en el aula
"Orientación vocacional: proyectos de vida, adquisición
de recursos personales y trabajo" ..........................................................................47 CAPÍTULO VI
"Proyectos, estrategias y representaciones sociales de los jóvenes
Investigaciones sobre la formación de conocimientos sociales ............... 151
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sobre el estudio y el trabajo" ................................................................................. 50 Dos enfoques del conocimiento social: la construcción conceptual
y las representaciones sociales. Una comparación crítica.
"Trayectorias educativas y laborales en jóvenes" .................................................53
José Antonio Castorina.................................................................................153
"Trayectorias, inserción en contextos significativos y construcción Desarrollo conceptual del Gobierno nacional. Alicia Lenzi .......................161
identitaria de los jóvenes" .......................................................................................61
Una contribución a la posible articulación entre la psicología
genética crítica y la teoría de las representaciones sociales.
CAPÍTULO III Hiena Zubieta ..............................................................................................169
Enfoques, objetivos y prácticas de la psicología de la orientación.
Las transiciones de los jóvenes desde la perspectiva de la psicología CAPÍTULO VII
de la orientación. Diana B. Aisenson.......................................................................... 71 Desafíos de la psicología educacional: la adquisición de conocimientos
en el aula. Alicia Lenzi.................................................................................. 175
Recontextualización educativa de la problemática ambiental:
PARTE III. Nora Elichiry (coordinación)
demandas para la psicología educacional. María Teresa Julia....................183
Aprendizaje y contextos de práctica
PARTE V. Silvia Schlemenson (coordinación)
CAPÍTULO IV
Psicopedagogía clínica
Investigaciones sobre relaciones familia-escuela en aprendizajes
cotidianos. Mario Zimmerman ................................................................................... 99 CAPÍTULO VIII
Introducción. Nora Elichiry .................................................................................101 Investigaciones en clínica psicopedagógica. Silvia Scblemenson ..............201
Continuidad y ruptura. Dilema para las transmisiones paténtales.
Reflexiones sobre el boletín escolar. Damián Zagdañski ....................................105
Luisa Wettengel .............................................................................................. 209
La tele -entre la familia y la escuela-. Débora Nakache.......................................115 La producción proyectiva gráfica en la clínica psicopedagógica.
Analía Wald ...............................................................................................221
Replanteos en torno a nuevos y/o viejos espacios de mediación
escolar. Noemí Aizencang y Patricia Maddoni ....................................................123 Análisis de la producción discursiva en niños con problemas
de simbolización. Patricia Álvarez ............................................................231
Familia-escuela en las prácticas de cuidado y salud.
María Cristina Chardon .....................................................................................133 Lectura, producción simbólica y procesos de subjetivación.
Gustavo Cantú ...........................................................................................241
Comentario final. Sandra Carli............................................................................139
CAPITULO IX
CAPÍTULO V La autovaloración de la capacidad para aprender en sectores sociales
Sobre el abordaje psicoeducativo de la educabilidad marginados: ¿desesperanza aprendida? Montserrat de la Cruz,
Ricardo Baquero .....................................................................................................141 Nora Scheuer y María Faustina Huarte.........................................................249
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CAPÍTULO I

LAS CONDICIONES SOCIALES


DE LA INVESTIGACIÓN Y
LOS MODELOS DE EXPLICACIÓN

INTRODUCCIÓN

Según Pintrich (1994), la investigación en la psicología educacional


(en adelante P.E.), principalmente en el mundo académico anglosajón,
se caracteriza por la continuidad y la discontinuidad de su devenir histó-
rico. La primera se refiere a la persistente búsqueda de unidades del co-
nocimiento, en términos de esquemas cognoscitivos o redes neuronales,
incluso, de los aspectos motivacionales de los aprendizajes. Más aún, du-
rante los años recientes se han realizado ingentes esfuerzos por integrar
esas unidades de análisis.
Ahora bien, dicha continuidad entre las teorías se basa en una concep-
ción de la vida mental cuyas actividades no se llevan a cabo sobre el mun-
do sino sobre sus propias representaciones. Por el contrario, ha surgido
en la investigación psicológica contemporánea una orientación cultural
que enfatiza los aspectos contextúales de la actividad psicológica y pre-

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tende romper con la separación entre fenómenos mentales "en la cabe- Si bien estas reflexiones se sitúan en un plano estrictamente metateóri-
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za" y el mundo exterior. Así, se plantea el pasaje de un estudio de la mo- co, pueden contribuir a la resolución indirecta de los problemas que se
tivación o de los esquemas de conocimiento, en términos puramente plantea un investigador en PE. Por un lado, porque pretenden proble-
cognitivos, hacia su estudio contextual. La unidad de análisis deja de ser matizar el impacto de las condiciones filosóficas y sociales sobre los as-
el individuo con sus procesos mentales y se convierte en la persona en si- pectos metodológicos de la investigación, pero, principalmente, porque
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tuación o los individuos que operan con mediadores. dicho examen crítico puede contribuir al avance de los conocimientos.
Un caso típico de dicha discontinuidad histórica lo constituye la exi-
gencia de que los modelos psicológicos del aprendizaje sean revisados
para atender a las relaciones contextúales entre el alumno, el docente y EL APLICACIONISMO COMO ESTRATEGIA DE PODER
el saber a enseñar. Es decir, se establecen diferencias teóricas y metodo-
lógicas sustantivas con relación a la utilización rígida y literal de dichos Los análisis de la historia reciente de la PE han mostrado el fracaso de
modelos de aprendizaje para interpretar las prácticas educativas. implementar la psicología del aprendizaje y del desarrollo -especialmen-
te de la psicología genética- al mundo educativo, sin asumir los desafíos
Sin embargo, la discontinuidad y la continuidad en la PE admiten ser
involucrados en las condiciones específicas del contexto escolar. En opo-
examinadas en términos diferentes a los análisis epistémicos. Es decir, en
sición a dicho aplicacionismo de la psicología, se ha insistido en que, pa-
este caso, las teorías de la PE no son consideradas según criterios de con-
ra comprender el conocimiento de los alumnos en el aula, es preciso es-
sistencia conceptual y de validación empírica de sus hipótesis. Más aún,
tudiarlo en relación con el saber a enseñar y con la actividad del docente.
la conformación de la disciplina y sus avatares históricos aparecerán ex-
Se reclama, entonces, ir más allá de las habilidades y competencias inte-
clusivamente como un efecto de las prácticas de normativización de la in-
lectuales de los alumnos, en una apertura de la investigación hacia los
fancia. Las diferentes elaboraciones en la PE serían modos de legitima-
procesos de adquisición de los saberes disciplinares que se transmiten en
ción de esas prácticas.
la escuela y en contextos didácticos (Castorina, 2003; Lerner, 2001).
En esta comunicación nos proponemos tomar distancia tanto de la Ahora bien, ciertos autores también han puesto de relieve que el es-
neutralidad científica de la investigación en PE como de su reducción a las tudio de las condiciones sociales de producción de las teorías de la in-
prácticas sociales. Argumentaremos en defensa de un criterio que articu- teligencia, o de la motivación o de las teorías del desarrollo, es priori-
le el inevitable compromiso de la PE con sus condiciones sociales y las tario respecto de su análisis epistémico. Más aún, se considera que
expectativas de consenso basadas en reglas racionales. aquella aplicación del discurso psicológico y las técnicas de interven-
ción a la educación no es básicamente errónea respecto de las deman-
Por otro lado, pondremos en evidencia un tipo de discontinuidad me-
das educativas.
todológica no mencionada por Pintrich y vinculada con el marco episté-
mico que orienta la investigación psicológica. Se tratará de mostrar que Por el contrario, tales discursos y técnicas son saberes estratégicos que es-
la filosofía de la escisión ha sido responsable de la creencia en que sólo tán bien adecuados a las prácticas pedagógicas, ya que al estar intrincados
hay un modelo válido de explicación en PE: la causalidad por variables con las prácticas sociales forman parte de un dispositivo de normativización
independientes. Por otra parte, esbozaremos un modelo de explicación de la infancia. Bajo la influencia de la obra de M. Foucault, diversos auto-
sistémica para dar cuenta de los procesos creativos o de innovación psi- res (Walderkine, 1985; Baquero y Terigi, 1996; Burman, 1996) han mos-
cológica. Ello supone adoptar un marco epistémico relacional que vincu- trado que, durante su historia, la PE ha proporcionado una legitimación
le dialécticamente los componentes de la vida psicológica.

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científica para ciertas estrategias derivadas de las prácticas en los sistemas de dos a la pedagogía crítica más radical se considera que el destino de la PE
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educación o de salud. queda atado a su carácter estratégico. Se trata de una interpretación que
De este modo, se arguye que diversas teorías y técnicas se han deriva- tiene algún asidero en las tesis de Foucault desarrolladas en La Verdad y
do del discurso médico y de la pedagogía centrada en el niño (Walderki- las Formas Jurídicas (1999), aunque deriva de una lectura del texto que
ne, 1985): los instrumentos de medición para la inteligencia, desde co- probablemente no es cuidadosa de su contexto o de las intenciones de
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mienzos del siglo XX; luego la igualación del desarrollo psicológico con su escritura.
el crecimiento, de modo tal "que los años y los meses dictaban las capaci- En esa obra se afirma una posición epistemológica inspirada en Nietzs-
dades y los logros" (Burman, 1996, pág. 29); más tarde, los estudios del che, en claro contraste a la representación del mundo: "no hay nada en
desarrollo en términos de aptitudes o capacidades innatas. En las últimas el conocimiento que lo predisponga, en virtud de cualquier presunto dere-
décadas, buena parte de las evaluaciones del CI mantienen aquel desig- cho, a conocer este mundo" (Foucault, 1999, pág. 178). De este modo,
nio estratégico. Otro tanto puede decirse de las psicologías del desarro- entre el conocimiento y las cosas que se pretenden conocer no hay nin-
llo, incluso las más avanzadas, ya que conciben los cambios cognosciti- guna relación de continuidad, sino de violencia, de poder o de domina-
vos con un sesgo normativo, el que luego transponen al estudio de las ción. Las pulsiones, que para Nietzsche subyacen a la comprensión, no
adquisiciones en el ámbito educativo. promueven la asimilación del mundo, sino la ruptura con él, expresan
Se plantea que la exigencia de regular y de predecir el comportamien- esencialmente una voluntad de destruirlo. En lugar de una adecuación al
to de la población, especialmente de los alumnos, estuvo por detrás de la mundo, tenemos una relación de distancia o de dominación. Es posible
investigación y la práctica profesional de la PE. De ahí que los psicólo- que Foucault quisiera subrayar la articulación de las prácticas de poder y
gos consideraran naturales las aptitudes y habilidades del niño o hicieran el saber como un marco histórico para la formación de las ciencias hu-
seguir a las competencias intelectuales una única línea de desarrollo. De manas, incluida la PE. Justamente, ya hemos dicho que esta última pro-
tal manera, ante las desviaciones de los comportamientos, se debía vigi- longa el efecto normalizador de las prácticas escolares.
lar lo natural para prevenir que se transformara en patológico. En sínte- Pero, si se toma al pie de la letra la relación entre poder y conocimiento,
sis, se argumenta que la naturalización de la vida psicológica ha depen- afirmada por Foucault, se corre el riesgo de perder la densidad epistémica
dido de las prácticas instituidas en la salud y la educación. de la investigación en PE. Al interpretarse literalmente al conocimiento co-
Estamos de acuerdo en que estas condiciones son constitutivas del sa- mo “la centella que es el efecto del cruce de las espadas", según la expresión
ber psicológico, que aquellas demandas han estado en el origen de la PE de Nietzsche, se postula una imposición de relaciones o un apoderamiento
y que su continuación o su modificación han marcado la historia del co- de las cosas o de los fenómenos mentales. Así, se llega a atribuir una inevi-
nocimiento psicológico. Por ello, hay que rechazar el estudio neutral de table relatividad a los conocimientos, no porque emanen de alguna natura-
los procesos de aprendizaje o de las aptitudes intelectuales o de la orien- leza humana, sino porque son siempre estratégicos y polémicos.
tación laboral de los alumnos. En otras palabras, no hay psicología -cual- En otras palabras, según esta interpretación, tal relatividad en cada mo-
quiera sea su signo teórico- que estudie a un niño en sí, por fuera de mento histórico es el efecto de una batalla, de determinadas relaciones
cualquier dispositivo de disciplinamiento. En un sentido relevante, los de fuerza entre sus protagonistas. El conocimiento está constituido úni-
sujetos de los que se ocupan los psicólogos están ya intervenidos por la camente por las relaciones de fuerza, rechazándose cualquier posible
propia práctica educativa. aproximación al mundo. De ahí que el lugar estratégico de los saberes
Ahora bien, la caracterización anterior ¿es todo lo que se puede decir psicológicos posibilite la pérdida de todo interés en los problemas meto-
acerca de la PE? Efectivamente, en ciertos círculos académicos vincula- dológicos o teóricos de las investigaciones en la PE.

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Desde otra perspectiva filosófica, Rorty (1991) sostiene en ciertos tex- proceso de sublimación de aquellos intereses encontrados, en términos
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tos una tesis semejante a la anterior: las relaciones cognoscitivas se pue- de un consenso (y de un disenso) social entre los investigadores del cam-
den reducir a relaciones de fuerza política. De tal forma, la ciencia no se po (Bourdieu, 1997; 2003). Esto es, supone un control lógico y empí-
diferencia de otros conocimientos por razones atinentes a los procedi- rico sobre el modo de producir protocolos o de interpretarlos, que pue-
mientos de producción y verificación del saber, sino centralmente por su de cuestionar el alcance de su legitimidad.
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acción de imponer sus afirmaciones, especialmente por medio de la per- El reconocimiento de esta dualidad involucra una interacción entre sus
suasión retórica. Es decir, la supuesta veracidad de una afirmación depen- dos componentes: la producción y validación de los saberes científicos
de del poder que organiza los juegos del lenguaje entre los científicos, está conectada con la lucha de intereses, pero ésta no se impone directa-
orientando la elección de una metáfora o de otra. mente a los investigadores. Ahora bien, al afirmar la tesis de la doble faz
del conocimiento científico se plantean cuestiones epistemológicas que
también conciernen a la PE.
Por un lado, se replantea el problema clásico de la relación del conoci-
LA DOBLE FAZ DE LA CIENCIA
miento con la realidad. Según hemos visto, en el relativismo del centelleo
de las espadas o del enfoque de las relaciones de fuerza propuesta por
Para nosotros, la ciencia —incluida la PE— funciona en buena medida co-
Rorty (1991), el conocimiento no puede decirnos nada acerca del mun-
mo una batalla, por momentos feroz, entre los protagonistas y sus respec-
do (el mundo fantasmático, o los mecanismos cognitivos o la internaliza-
tivos intereses. Esto es, las relaciones de fuerza entre las corporaciones de
ción subjetiva de la cultura). Por su parte, Latour y Woolgar (1988) tra-
científicos o los intereses de un grupo académico son constitutivos del
tan a las ciencias como uno de los discursos o ficciones que pueblan
campo científico. En el caso de la PE, aquellas se manifiestan en las luchas
nuestra cultura. Pero se trata de un discurso capaz de producir un efecto
para imponer una línea de investigación o para modificar las posiciones de
de verdad, gracias a ciertas prácticas textuales (como los tiempos verbales
los investigadores en el campo científico de la disciplina. O incluso, se ad-
o la estructura de los enunciados). Es decir, la ciencia puede provocar la
vierten en el carácter normativizador de muchos estudios empíricos y téc-
creencia en sus ficciones.
nicas de intervención psicológicas, como ha sido mostrado.
Sin embargo, hay una peculiaridad del campo científico, se trate de las Así, en el caso de la PE, el conocimiento puede ser visto en los térmi-
ciencias naturales o sociales: las formas históricas de comunicación y de nos de los juegos del lenguaje o de los esquemas interpretativos resultan-
intercambio entre los investigadores están reglamentados. Es decir, para tes de los contextos discursivos, en la tradición del llamado giro lingüís-
tener éxito en el campo científico es preciso pasar por la prueba empíri- tico, o de las relaciones de fuerza que se quieren imponer a los
ca, cuando es necesario y por las justificaciones o la crítica fundada de los comportamientos (lo que lleva, por ejemplo, a normativizar el aprendi-
resultados obtenidos. zaje infantil), en la tradición del pensamiento de Foucault antes comen-
tada. Pero en ninguna de estas alternativas se postula una aproximación,
A nuestro juicio, la práctica de la ciencia tiene una doble faz. Por una
por inacabada e inacabable que fuera, al mundo psicológico. En estos en-
parte, aquella lucha de intereses, que incluye a los odios y la hostilidad
foques no hay gran interés en discutir las normas de la producción y la
entre los investigadores, asociadas con relaciones de fuerza, en el espíri-
prueba de las hipótesis, o el descubrimiento de los errores metodológi-
tu de Nietzsche. Por la otra, la regulación de los conflictos por la fuerza
cos de una investigación. A lo sumo, el averiguar los grados de aceptabi-
del mejor argumento según la fórmula de Habermas (1991) (pero sin su
lidad epistémica de las hipótesis es sólo una cuestión retórica.
sentido trascendental). Mejor dicho, la regulación se produce por un

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Por el contrario, en nuestra perspectiva, es posible reivindicar a las nor- muchos psicólogos de la PE defienden aún la pertinencia de una meto-
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mas —conformadas históricamente- de producción y prueba del conoci- dología única para obtener conocimiento. Según su variante positivista,
miento psicológico cuando se estudian las ideas de los alumnos o los en el objetivismo se supone un mundo ya dado de hechos (de compor-
contextos de interacción educativa. Es decir que las hipótesis o las inter- tamientos, en PE) para cuya comprensión adecuada se requiere del mé-
pretaciones de los actos psicológicos son susceptibles de ser evaluadas co- todo excluyente de la manipulación de las variables experimentales.
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mo más o menos coherentes con sus postulados básicos, resistiendo o no Podría decirse que el relativismo ya comentado es la contracara del ob-
al veredicto de la experiencia (experimental, natural o clínica). Y, de es- jetivismo (Bernstein, 1983; Laudan, 1996). Ante la contemporánea ero-
ta forma, se las puede considerar más o menos adecuadas a la compren- sión de la confianza en un modo de conocimiento seguro, incluso ante
sión del mundo psicológico. De ahí que la confrontación entre los inves- la explosión de una extraordinaria diversidad metodológica (los métodos
tigadores con los datos construidos resulta compatible con un realismo cualitativos y hermenéuticos, entre otros), se abandona toda expectativa
crítico, en el sentido de postular que el conocimiento se dirige hacia el de alcanzar un conocimiento objetivo. Y en su lugar se apuesta a la per-
mundo, pero con la mediación de nuestros sistemas conceptuales. suasión retórica o a los juegos del lenguaje para promover la aceptación
Desde un punto de vista filosófico, la realidad es para los investigadores de las afirmaciones. Sintéticamente, las reglas metodológicas son contex-
lo que acuerdan considerar como tal, lo que vale también respecto del túales y la interpretación de la evidencia empírica depende principalmen-
mundo psicológico (desde las interacciones comunicativas en el aula hasta te de los consensos o los intereses grupales. De esta manera, no se pue-
las conceptualizaciones infantiles). La realidad psicológica es alcanzada en den comparar las producciones para establecer su grado validez más allá
nuestro campo por medio de los conceptos y los instrumentos sociales que de los contextos o para intercambiar conceptos y métodos.
lo estructuran (como objetos de conocimiento). Según el realismo interno Para nosotros, la objetividad no remite a los hechos anteriores a la pro-
de Putnam (1994), la realidad sólo se muestra a través de nuestros esque- pia elaboración científica y que los psicólogos deberían registrar con su
mas conceptuales, lo que equivale a decir que no tiene sentido con inde- única metodología. La objetividad es un proyecto, como pensaba Bache-
pendencia de ellos. A su vez, estos esquemas son relativos a una cultura de- lard (1971), un punto de llegada relativo de un proceso de construcción
terminada. Aun así, las hipótesis sobre los fenómenos psicológicos no social del conocimiento. Esta última procede por diversos caminos y se-
tienen que ver sólo con el consenso discursivo o el contexto cultural. Las gún las reglas de la argumentación y la prueba, con un amplio consenso
respuestas a nuestros interrogantes involucran una apelación a los hechos, conformado en un proceso histórico. Al seguir tales procedimientos los
aunque éstos no sean independientes de alguna interpretación. psicólogos pretenden confrontar con el mundo psicológico escolar y con
Dicho realismo interno se contrapone tanto con el realismo represen- otros investigadores. De este modo, la PE puede aspirar a incluir en su
tativo que ve en la ciencia un reflejo del mundo "tal como es", como con corpus teórico las hipótesis que han sobrevivido a las objeciones empíri-
la tesis de que los conocimientos se asocian sólo con intereses sociales, o cas o conceptuales.
con las relaciones de fuerza o los juegos del lenguaje. En nuestra opi- Al adoptar las tesis de un realismo crítico o interno y de una objetivi-
nión, la investigación en PE "apunta" a la realidad psicológica, pero uti- dad a construir se otorga pleno sentido epistemológico al análisis de las
lizando los recursos disponibles, que van desde los sistemas conceptua- hipótesis y las explicaciones propuestas por los psicólogos. Por ejemplo,
les, pasando por los métodos (cualitativo y cuantitativo) hasta las técnicas la teoría psicométrica de Hersnstein y Murray (1994) apela a los facto-
de observación o de entrevista. res biológicos en la determinación de las diferencias de CI entre los se-
Por otro lado, se plantea la cuestión de la objetividad del conocimien- res humanos y afirma que tales diferencias explican la forma en que las
to, estrechamente relacionada con el problema del realismo. Se sabe que sociedades se van organizando en clases. Es decir, los miembros de una

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Las prácticas educativas, los intereses de grupos sociales o las políticas
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clase alta dispondrían de una habilidad cognitiva superior y los de una


clase baja se caracterizan por su debilidad cognitiva. Ahora bien, se ha de salud han sido parte constitutiva de la historia de la PE, ignorarlas
podido mostrar convincentemente que estas hipótesis no han resistido otorga poca esperanza a la construcción de un saber objetivo. No sería
los intentos de falsación empírica y sus premisas han sido derrotadas por pertinente, aunque se lo pretenda, asumir la neutralidad de la investiga-
la crítica analítica (Gould, 1997). Tal cuestionamiento es consistente con ción psicológica en la escuela con respecto a las prácticas instituidas. Aquí
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los estudios que muestran que dicha teoría de la inteligencia proporcio- nos permitimos recordar a Bourdieu (2002) cuando afirma que: "no hay
na legitimidad a una política elitista en educación. crítica epistemológica sin crítica social" (pág. 11) en las ciencias humanas.
En el caso de la PE, una evaluación enteramente satisfactoria de su cre-
Análogamente, podemos oponer razones a una explicación amplia-
dibilidad epistémica reclama un análisis histórico que permita elucidar el
mente difundida de las dificultades de aprendizaje: la enfermedad neuro-
lógica es la causa principal del déficit atencional (ADD) que se observa efecto de aquellas condiciones sobre las investigaciones.
en los alumnos. Es posible mostrar con un abundante material clínico el Hemos mencionado que la naturalización de la inteligencia, o del de-
fracaso de dicha explicación e inferir que su insuficiencia deriva de adop- sarrollo psicológico, o de las dificultades de aprendizaje, ha sido provo-
tar una visión reduccionista a lo biológico, que separa artificialmente las cada por la exigencia de normativizar el comportamiento de los niños. Es
dificultades de aprendizaje de las relaciones familiares o del drama social probable que la identificación de aquellos dispositivos y estrategias, a la
(Untoiglich, 2004). Dicho cuestionamiento no impide reconocer, ade- que tanto ha contribuido la obra de Foucault, pueda disminuir tal efec-
más, que el uso preferente de la medicación, indicada para suprimir los to (que no es el único, pero es el más evidente).
síntomas, legitima el ajuste del comportamiento infantil a lo que se "es- En otras palabras, se puede facilitar la conquista de la objetividad al libe-
pera" en las prácticas instituidas. rar a los investigadores -aunque sea parcialmente- de su determinación so-
Finalmente, recuperamos el examen epistémico del "aplicacionismo" en cial inconsciente debido a las estrategias de una política de salud, a una re-
la psicología a la educación. Es decir, se puede verificar que la implementa- lación de fuerzas, o por una posición en el campo científico. Los
ción directa de las teorías del aprendizaje o del desarrollo -sin revisión de investigadores pueden reconstruir, con ayuda de las ciencias sociales, "el
sus hipótesis y sus métodos- no resuelve los problemas que le proponen los punto de vista a partir del cual se enuncia" su pretensión científica (Bour-
contextos escolares. Y también se puede evaluar el éxito o el fracaso de las dieu, 2002, pág. 24), para debilitar sus consecuencias, por ejemplo la na-
versiones revisadas de las teorías cuando investigan las interacciones socia- turalización.
les, las prácticas comunicativas y las adquisiciones cognoscitivas en la sala de Ahora bien, la producción de conocimientos en PE ha sido dependien-
clase. Y ello sin desconocer su carácter estratégico, tal como hemos visto. te no solamente de las posiciones académicas o de las prácticas educati-
vas instituidas, sino también de las interpretaciones filosóficas de la expe-
riencia con el mundo. Un marco epistémico (en adelante ME) forma
parte del núcleo duro de cualquier programa de investigación en psico-
LA CRÍTICA DE LAS CONDICIONES SOCIALES logía, presentando un carácter más abstracto y básico que las hipótesis o
los métodos específicos de una disciplina. Se trata de los compromisos
Por último, la tesis de la doble faz del conocimiento en PE nos propo- acerca de lo "que hay" en el mundo y de cómo conocerlo, de un tras-
ne otra cuestión: si las demandas de legitimación social afectan la investi- fondo de ideas vividas por los investigadores, “el aire intelectual que res-
gación, en PE, ¿hay un espacio para rechazarlas o para disminuir su im- piraban" (García, 2001). Por ello, resultó completamente natural a los
pacto? psicólogos de buena parte del siglo pasado buscar los factores internos

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de los fenómenos mentales o identificar la línea evolutiva que debía se- LA EXPLICACIÓN POR CAUSAS Y EFECTOS
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guir el desarrollo de los conocimientos.


Sugerimos que un ME está conformado por creencias filosóficas mar- La explicación en la psicología del desarrollo y también en PE se iden-
cadas -indirectamente- por la cultura y las relaciones de poder (Piaget y tificó con la búsqueda de relaciones de causa a efecto. Los investigado-
García, 1981). Aquí nos permitimos evocar anticipadamente la separa- res en la psicología experimental consideraron que se debía descompo-
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ción tajante de la representación y el mundo, la mente y el cuerpo, o la ner a los fenómenos psicológicos en estímulos (causas) y respuestas
disociación dicotómica de la observación con respecto de la teoría, ori- (efectos). Contemporáneamente, los psicólogos del desarrollo se han
ginadas en el racionalismo cartesiano y en su rival, el empirismo inglés. preguntado por las causas del cambio en el desarrollo de las habilidades
Más que una teoría filosófica propiamente dicha, el ME es una estrategia y competencias, propugnando que el ideal de la investigación es "demos-
intelectual que pasó a formar parte del sentido común en la modernidad. trar la causa del desarrollo (...) los fenómenos del desarrollo son parte de las
De este modo, llegó a ser una condición social o un contexto cultural variables dependientes (...) y los esfuerzos se dirigen a lograr el control de
que posibilitó la aparición del pensamiento psicológico. las variables” (Baltes et al, 1977, pág. 177).
Incluso, se han estipulado las exigencias que debe satisfacer una expli-
Esta perspectiva de disociación, que se integró a la vida cultural y cir- cación psicológica (Brainerd, 1978):
culó en los ámbitos académicos, fue asumida de un modo más o menos
implícito por los primeros psicólogos experimentales. Por otra parte, es- 1. El fenómeno que se quiere explicar tiene que ser especificado y des-
ta toma de posición teórica converge y muy probablemente se articule crito (por ejemplo, un fenómeno del desarrollo intelectual; alguna
con las prácticas instituidas en salud y educación para provocar la visión adquisición de los alumnos en sala de clase).
naturalizada de las competencias, las habilidades o el desarrollo de los co- 2. Hay que proponer las variables antecedentes a las que se cree res-
nocimientos, antes mencionada (Castorina, 2004). ponsables del fenómeno a ser explicado (por ejemplo, las capacida-
Una tarea relevante en la PE es hacer explícitos los presupuestos epis- des innatas; el tipo de enseñanza ejercitada por el maestro)
temológicos y ontológicos de las investigaciones a los fines de evaluar los 3. Las variables antecedentes se tienen que evaluar (o medir) con in-
efectos de su intervención (Castorina, 2002). De modo provisorio, cree- dependencia del fenómeno a explicar.
mos que un ME orienta la actividad científica al permitir el planteo de Hoy es muy raro postular en PE que una sola variable pueda explicar
ciertos problemas en su campo, a la vez que hace "invisibles" a otros, al los fenómenos que interesan, se trate de una adquisición intelectual de
restringir la investigación a una sola perspectiva metodológica o bien al un alumno o de la creencia de un maestro sobre la inteligencia de sus
admitir su diversidad. alumnos. Se ha negado enfáticamente que un determinado factor am-
En lo que sigue, trataremos de mostrar que el ME de la escisión ha in- biental pueda ser una condición necesaria y suficiente para la aparición
tervenido decisivamente en la formulación de la explicación "legítima" de una cierta conducta. Pero, se añade, es posible precisar la combina-
en PE, pero que dicha unicidad ha resultado claramente insuficiente a la ción de factores que pueden producir los resultados favorables o desfa-
luz de otros problemas y de los datos disponibles. vorables (de la enseñanza escolar; de las elecciones vocacionales; de las
interacciones didácticas). Es decir, se propugna una especie de multi-
causalidad para dar cuenta de los fenómenos psicológicos.

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Por otra parte, los rasgos de este enfoque están vinculados con la teo- factores externos del aprendizaje; por la disociación sin remedio de la lí-
son exclusivamente didácticos. Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial correspondiente.

ría de la explicación característica del positivismo lógico. Afirmar que una nea natural del desarrollo psicológico y las actividades culturales, o por
proposición singular (referida a un comportamiento individual) es expli- el estudio del conocimiento individual con exclusión de su participación
cada quiere decir que se la infiere deductivamente de hipótesis verifica- en las relaciones sociales. Posteriormente, la misma estrategia dio lugar a
das (que se consideran leyes) y de ciertas condiciones iniciales. Una ley la reducción naturalista de la vida psicológica a procesos biológicos (co-
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es causal si las causas son las condiciones necesarias y/o suficientes del mo las redes neuronales) o a su explicación unilateral por las relaciones
efecto; si preceden al fenómeno a explicar; además, si dicha relación es sociales externas.
asimétrica. Este modelo de cobertura legal, formulado por Nagel (1961), Se puede inferir que dicho trasfondo ontológico -dualista o reduccio-
es compatible, con leves modificaciones, con los tres requisitos de una nista- funcionó como un ME que hizo posibles ciertas preguntas de los
explicación psicológica satisfactoria. psicólogos: ¿qué factores -tomados por separado o en su sumatoria- son
Con independencia de la discusión filosófica, si en una relación causal responsables del cambio psicológico?; ¿las capacidades o las competencias
hay o no algo más que una conexión entre variables independientes y va- de los alumnos son producto de la naturaleza o de la cultura?; ¿cuánto de
riables dependientes, lo importante es que este modelo se instaló decidi- genético y cuánto de experiencia se requiere para adquirir un saber esco-
damente entre los investigadores de la PE del mundo anglosajón. La lar? Incluso, un interrogante que roza el sentido común: ¿el estado actual
búsqueda de causas eficientes para los hechos psicológicos (sean rendi- de las neurociencias permite explicar el origen de la inteligencia?
mientos escolares o respuestas a entrevistas) se convirtió en el objetivo A su vez, este tipo de preguntas se responde manipulando las variacio-
de la mayoría de las investigaciones. Más aún, todo intento de explicar nes de factores independientes, hasta aislar las causas internas, ya sea la
los trastornos de aprendizaje o el cambio conceptual debería apelar a es- maduración del sistema nervioso, en los comienzos de la psicología, ya
te modelo para ser legítimo. sea, en la actual teoría neoinnatista del cambio conceptual, las capacida-
El problema teórico es, precisamente, por qué la relación de causa a des "iniciales"; o identificar las causas externas, como los factores am-
efecto ha sido considerada la única válida en la investigación psicológica. bientales en las versiones conductistas y, más tarde, las relaciones socio-
Nuestra interpretación es que dicho modelo es un aspecto de una estrate- culturales para la aparición de las funciones psicológicas.
gia intelectual dominante en el pensamiento occidental, ya mencionada Además, el carácter fuertemente pregnante del modelo causal deriva de
antes, que Taylor (1995) denominó de la desvinculación (o de la escisión). ciertas tesis epistemológicas de la escisión, generalmente no tematizadas
Lo esencial de esta perspectiva filosófica es la separación artificial de los por los investigadores. Particularmente, los postulados del positivismo
componentes de la experiencia básica con el mundo, en primer lugar las que prolongan la filosofía moderna: el registro neutral de los hechos, di-
representaciones respecto del mundo. Una de sus consecuencias fue el sociados de la teoría, así como la descomposición de los fenómenos en
dualismo entre la mente y el cuerpo, que ha sido crucial en la formación elementos observables, o el objetivismo de un método seguro para ob-
de la psicología, como es sabido. Sin embargo, la estrategia de la escisión tener conocimiento, como la inducción a partir de los datos empíricos.
adopta no sólo la forma del dualismo ontológico, también se hace reduc- Entre los rasgos de la explicación causal figura la asociación de los
cionista, especialmente en el materialismo naturalista: "lo que hay" en el eventos observables, a los que se denomina causas y efectos. Esto supo-
mundo son finalmente las entidades naturales. ne la descomposición empirista de los fenómenos, ya que una causa es
Ya Vigotsky (1931) había mostrado que la crisis de la psicología se ca- una unidad que lleva de modo necesario y suficiente a la otra unidad.
racterizaba por la búsqueda excluyente de los factores internos o de los Hasta en las series que producen un mismo efecto, las causas siguen sien-

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do elementales, al no ser concebidas constitutivamente en sus relaciones ades. Así, no se podría decir que las relaciones ambientales (o las habi-
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mutuas. Además, la mayoría de las leyes del modelo de Nagel (1961) se lidades innatas, si las hubiera) serian condiciones suficientes, aunque fue-
obtienen por inducción -el método seguro-, a partir de la lectura direc- ran en algunos casos necesarias, para la emergencia de nuevos conoci-
ta de los hechos. miento (Castorina y Baquero, 2005). En la emergencia de la novedad
No estamos diciendo que las explicaciones causales sean intrínseca- hay algo irreductible a lo establecido en sus antecedentes, en cualquiera
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mente inadecuadas para dar cuenta de los fenómenos psicológicos. Hay de ellos. Por lo tanto, se debe rechazar la generalización abusiva del mo-
una amplia producción en PE que ha verificado exitosamente que cier- delo causal para todo fenómeno psicológico.
tos fenómenos psicológicos o su variación dependen de ciertas condicio- En síntesis, el ME de la desvinculación subyace a la explicación legíti-
nes antecedentes. Más bien, procuramos identificar ciertas preguntas que ma: su vertiente ontológica hizo posible las preguntas por los factores,
se formulan los investigadores y no se responden por esta vía. a las que respondieron las explicaciones causales; a su vez, su lado epis-
Así, en el campo de los conocimientos escolares, ¿cómo pasan los co- temológico influyó en la caracterización elementalista y lineal del mo-
nocimientos de los alumnos de menor a mayor validez en un contexto delo, convertido en la explicación "legítima" (Overton, 1998). Final-
didáctico? Los alumnos, ¿cómo llegan a resolver autónomamente un mente, las cuestiones de la innovación psicológica reclaman otro tipo de
problema con ayuda del docente?; en el campo de la orientación voca- explicación.
cional, ¿de qué manera un psicólogo orienta a un consultante hacia la re-
consideración de su esquema personal y lo convoca a reescribir su propia
historia?; en el campo de la psicopedagogía, ¿cómo emerge una nueva
configuración psíquica en la relación clínica?
OTRA EXPLICACIÓN ES POSIBLE
Efectivamente, sostener que el disponer de ciertas habilidades, inde-
pendientemente del contexto, puede explicar las adquisiciones intelec- En el punto anterior hemos subrayado que la emergencia de los sis-
tuales no es aceptable; lo mismo se diría de las variaciones en las capa- temas y funciones psicológicas no es explicable por cadenas de causas
cidades intelectuales respecto del cambio conceptual. Tampoco se "desde dentro de la cabeza" o desde "afuera del proceso psicológico",
puede afirmar que las relaciones ambientales puedan por sí mismas cau- ni por su sumatoria. Como hemos dicho, la imagen de sí mismo modi-
sar los fenómenos psíquicos superiores. Y otro tanto cuando un con- ficada en la clínica psicopedagógica, tanto como un aprendizaje cons-
sultante cuestiona sus valores e intereses, no es creíble que su proceso tructivo en el aula, involucran una innovación psicológica que clara-
de elaboración dependa sólo de la activación de un esquema de sí mis- mente no existía antes de su emergencia. En otras palabras, no están
mo, preexistente. especificados en sus antecedentes, por lo que es preciso reconsiderar su
;
modo de producción.
Se podrían multiplicar las situaciones que no encajan en el modelo cau-
sal, pero en todas se puede encontrar algún grado de originalidad en los Sin embargo, gran parte de los psicólogos no atendieron a las noveda-
efectos producidos si se los compara con sus antecedentes, ya sea porque des de la vida psicológica, a la emergencia de sistemas y funciones. En
se han creado conocimientos no contenidos en los anteriores, o porque verdad, no se lo podían plantear. Como ya dijimos, un ME no sólo per-
se ha reconsiderado la propia historia de un niño con problemas. En es- mite plantear algunos problemas, también hace invisibles a otros. Esto
tos casos, apelar a las condiciones antecedentes -a las variables indepen- quiere decir que, por ejemplo, los psicólogos inspirados por el enfoque
dientes- es insatisfactorio para dar cuenta de la emergencia de las nove- computacional se interesaron centralmente por los conocimientos ya da-

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dos al comienzo de la vida psicológica. No se plantearon el problema del En psicología se procura dar cuenta de la emergencia de una imagen
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mecanismo del cambio conceptual, en sentido estricto, al suponer que el de sí o de un concepto, ambos irreductibles a factores antecedentes, en
procesamiento mental era enteramente interno al aparato mental. Es de- términos de la reorganización de un sistema. Justamente, la "explicación
cir, se obligaron teóricamente a buscar las representaciones y las habilida- interactiva es esencial porque los fenómenos emergentes abren posibilidades
des en el programa inicial. para la conducta que no existen antes de su emergencia" (Hendriks-Han-
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En cambio, hay indicios en el pensamiento contemporáneo de la apa- sen, 1996, pág. 30). En sentido amplio, hablamos de una explicación sis-
rición de un ME relacional en franca ruptura con el ME de la escisión. témica o interactiva cuando un resultado B deriva de las relaciones mu-
Su constitución deriva, primeramente, de las críticas a las tesis dualistas y tuamente interdependientes de las partes de un sistema. De este modo,
reduccionistas en el plano ontológico: Vigotsky para la psicología del de- ninguna de las partes tomadas separadamente causa a B, sino por medio
sarrollo, más tarde Moscovici para la psicología social, hasta los filósofos de sus interacciones (Valsiner, 2002).
que prolongan la tradición relacional de Leibniz y Hegel, como Haber- La explicación sistémica ha sido esbozada primariamente en la psicolo-
mas o Taylor. A la vez, las distintas corrientes constructivistas, a partir de gía del desarrollo en los intentos de abordar el surgimiento de la nove-
Piaget, y la filosofía pos positivista de la ciencia, han rechazado las dico- dad. En la teoría de Piaget, los nuevos esquemas e inferencias se expli-
tomías del sujeto y objeto del conocimiento, de la teoría y la experien- can como emergencias del funcionamiento equilibrador del sistema de
cia, en el plano epistemológico. Por otra parte, la biología de la auto or- conocimiento, a través de la interacción dialéctica de la asimilación y la
ganización y la teoría física de los sistemas termodinámicos han acomodación. Por su parte, Vigotsky formuló la hipótesis de una oposi-
contribuido muy especialmente a la conformación de una nueva estrate- ción interna entre la interacción con otros y los fenómenos intrapsico-
gia intelectual (Taylor, 1995; Overton, 1998). lógicos, de ahí que el proceso dialéctico que va de un polo a otro equi-
Dicho ME involucra una ontología de las relaciones, ya que cada com- vale a la formación del nuevo fenómeno intrapsíquico (Castorina y
ponente del mundo sólo existe por la conexión constitutiva con su dual: Baquero, 2005). Un enfoque similar se encuentra en la psicología cul-
lo intrasubjetivo con lo intersubjetivo y recíprocamente, similarmente el tural de Boesch (1992).
organismo respecto de su medio; en el plano epistemológico, el sujeto es Subrayamos la relevancia directa o indirecta de estas explicaciones pa-
inseparable del objeto, con quien interactúa, la observación supone a la ra la PE dando algunos ejemplos, entre muchos otros. Así, es claro que
teoría, y ésta se verifica por la primera. En cualquier caso, se trata de una cuando un investigador afirma que una capacidad "aparece a una edad
estrategia intelectual que subraya la relación bipolar de los términos, al- determinada", no se está preguntando estrictamente por el modo en que
go así como la "unidad en su diversidad". surge. Está suponiendo que un niño tiene la capacidad o no la tiene, con
Este ME preside el estudio de los sistemas abiertos en diversas ciencias, independencia del contexto en que aparece. Este enfoque es drástica-
a los que se puede caracterizar por las relaciones de intercambio con sus mente modificado cuando se pretende dar cuenta de la emergencia de
medios particulares (la clase de intercambios depende si se trata de siste- habilidades, tomando en cuenta su dependencia del contexto (Pintrich,
mas físicos, biológicos, sociales o psicológicos). En síntesis, es posible 1994; Fisher y Bidell, 1991). La explicación de dicha emergencia requie-
formularse la cuestión de cómo se producen las reorganizaciones de los re considerar la interacción entre los componentes involucrados en el
sistemas de intercambio de materia/energía, de capitales o de significa- proceso de adquisición. Hoy sabemos que las habilidades (un clásico de
ciones simbólicas. Una respuesta es la formulación de explicaciones que la explicación "desde dentro de la cabeza") se elaboran durante un tiem-
sitúan las novedades dentro del proceso de desestabilización y ulterior po, pero siempre relacionadas con el contexto en que se sitúan.
reorganización de los sistemas.
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Análogamente, Guichard, al ocuparse de las representaciones que se COMENTARIOS FINALES
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hacen los sujetos respecto de las profesiones, en la orientación, se pro-


pone articular los aspectos subjetivos con las representaciones sociales.
En lo expuesto anteriormente pusimos de relieve la significación epis-
Su interrogante se refiere a las relaciones de los esquemas que organi-
témica de la investigación psicológica en PE, sin desconocer sus condi-
zan las representaciones sociales de las profesiones con los que confor-
ciones sociales. También justificamos la necesidad de modificar el ME,
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man la subjetividad del consultante (Guichard, 2000). Aquí, el psicólo-


para abrir los interrogantes acerca de la reconfiguración de la actividad
go no explica la creencia del consultante por su subjetividad, por las
psíquica en las experiencias educativas. En este sentido, argumentamos a
representaciones sociales, ni por su adición, sino por su articulación en
un entramado de relaciones. De este modo, es posible dar cuenta de la favor de la potencialidad de las explicaciones sistémicas para dar cuenta
diversidad en la elaboración de las informaciones y desde posiciones so- de las diversas innovaciones mencionadas. A este respecto, subrayamos
ciales diferentes. tres aspectos que están implicados en la adopción del ME relacional y la
explicación sistémica.
Por nuestra parte, al estudiar la formación de ideas sobre la autoridad
Por un lado, un ME es un trasfondo filosófico que interviene sobre la
escolar, hemos postulado una tensión constitutiva entre la construcción
investigación, como queda dicho, pero no determina el conocimiento
personal y la acción normativa (también disciplinaria) de la institución
sobre el sujeto (Lenzi y Castorina, 2000). En este caso, explicamos las que se produce en la investigación. Es decir, la elaboración de las expli-
ideas nuevas por las interacciones del sujeto con el objeto social, donde caciones y su justificación dependen de su adecuación a los problemas
la construcción conceptual es posibilitada (o restringida) por "la ven- planteados y de las pruebas empíricas que se han construido. Más aún,
ganza" del objeto sobre el sujeto (los actos de imposición normativa so- buena parte de las explicaciones formuladas bajo la inspiración del ME
bre los niños). Los nuevos conceptos infantiles no dependen de causas de la escisión han sido confirmadas, dentro del despliegue de los progra-
antecedentes, sino que son el emergente de un entramado de relacio- mas de investigación. Por el contrario, existen explicaciones inspiradas
nes. Corresponden a una reorganización del sistema cognoscitivo (de por el ME relacional que han resultado falsas, tal como lo han puesto de
interacciones sujeto y objeto) con las peculiaridades propias del conoci- manifiesto las investigaciones disponibles.
miento de una institución. Por otro lado, la propuesta de la explicación sistémica no debe confun-
Además, nos interesa recordar que el sistema de interacciones produ- dirse con una apelación más o menos vaga a la vinculación de todo con
ce la innovación psicológica bajo ciertas condiciones contextúales o de todo. Es necesario precisar los componentes y el tipo de interacción que
contorno para su funcionamiento. En los ejemplos anteriores: las interac- se producen en un sistema, y luego formular hipótesis a verificar acerca
ciones entre la subjetividad y las representaciones sociales se dan siem- de su dinámica. No es suficiente la celebración de la totalidad, las inte-
pre en situación, en un contexto específico de prácticas sociales; en las racciones o la complejidad. En nombre de éstas, en ocasiones, se propug-
interacciones del alumno con el saber a enseñar, las reorganizaciones na una especie de intuición de la totalidad que borra los términos que allí
conceptuales son posibilitadas por la intervención docente en las situa- participan, sean los objetos de conocimiento, los fenómenos intrapsico-
ciones didácticas; las habilidades se conforman en las interacciones con lógicos, o la subjetividad de los alumnos.
los objetos, pero en el contexto del intercambio comunicativo con la Al contrario, proponemos la tesis de que las relaciones entre esos tér-
madre. minos tienen un carácter dialéctico, ya insinuado al introducir el ME re-
lacional. Esto es que, para dar una explicación sistémica, hay que consi-
derar la dualidad de los términos como polos de una relación intrínseca,

36 37
muchas veces de oposición entre ellos. De este modo, se entiende que la * Artículo publicado en la Revista del Instituto de Investigaciones en Psicología, Año XII,
son exclusivamente didácticos. Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial correspondiente.

No. 2, Instituto de Investigaciones, Facultad de Psicología, UBA, 2007.


dinámica de su interacción pueda producir las novedades, en tanto supe-
ración de saberes y estados subjetivos anteriores. Sin duda, tampoco se
trata de utilizar el término dialéctica para encubrir nuestra ignorancia de
los procesos involucrados. Se requiere un difícil proceso de elaboración BIBLIOGRAFIA
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teórica y empírica. Solamente así se podrá reconstruir la peculiaridad de Bachelard, G., Le nouvcl esprit scientifique, París, PUF, 1971.
los procesos de formación de las novedades en los diversos ámbitos de la Baltes, P. B.; Reese, H. W. & Neselroade, J. R., Life-span developmental psychology: Intro-
uction to research methods, Monterrey, Brooks/Cole, 1977.
experiencia educativa que aborda la PE.
Baquero, R. y Terigi, F., "Constructivismos y modelos genéticos". En Enfoques Pedagó-
Por último, algunas de las tesis que hemos defendido son particular- gicos, No. 12, vol. 4, Bogotá, 1996.
mente promisorias para el futuro de la PE. Como es sabido, el fracaso es- Bernstein, R., Beyond the Objetivism and the Relativism, Philadelphia, University of
colar constituye uno de los desafíos que la vida educativa en nuestro país Pennsilvania Press, 1983.
les propone a los investigadores. Ahora bien, tanto la manera de formu- Boesch, E. E., Simbolic action theory and cultural psychology, Berlin/New York, Springer,
lar el problema como enfocar su investigación suponen un ME relacio- 1992.
nal, compartido, incluso como una perspectiva ideológica. Según cree- Bourdieu, P, Méditations Pascaliennes, París, Minuit, 1997.
mos, ésta subyace al enfoque de sistema complejo, que es imposible Bourdieu, P, La lección sobre la lección, Madrid, Anagrama, 2002.
analizar aquí. En esta perspectiva, ninguna disciplina puede por sí sola re- Bourdieu, P, El Oficio de Científico, Madrid, Anagrama, 2003.
solver la cuestión, que compromete diversas dimensiones de análisis. Se Breinerd, C. J., "The stage cuestion in cognitive developmental theory", Behavioral and
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