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EL ACTO ADMINISTRATIVO
El estudio del acto administrativo es una de las piezas claves en el entendimiento del
Derecho administrativo. La Doctrina científica suele situar la noción del acto
administrativo en Francia, y como expresión técnica de la separación entre el Viejo
Poder ejecutivo (hoy Gobierno y Administración) y el Poder judicial, es decir, se trataba
de un acto jurídico exento del control por parte del Juez, en cuanto que es un producto
de la autoridad administrativa (separación de poderes) y, por esa razón, sometida sólo al
autocontrol de la propia Administración.
"acto administrativo es todo acto jurídico dictado por órganos públicos y sometido
al derecho administrativo"
1) los actos no jurídicos de los órganos públicos, es decir, los actos de ejecución
material (con una referencia expresa en el art. 97 de la Ley 39/2015 de PAC:
“…acto de ejecución material de resoluciones”);
2) los actos jurídicos de los ciudadanos, aún siendo objeto del Derecho
administrativo (por ejemplo, el arts. 66 y 69 de la Ley 39/2015 de PAC:
solicitudes, escritos, comunicaciones, declaraciones responsables, y otros)1;
3) los actos jurídicos de los órganos y sujetos públicos no sometidos al Derecho
público, es decir, cuando los poderes públicos actúan en el régimen jurídico
privado, igual que cualquier particular.
A este primera reducción, se le puede añadir una segunda, aunque no deja de haber
alguna opinión doctrinal (muy influida por la doctrina francesa) que no la admite, pero
que debido a su utilidad práctica se hace necesaria: es decir, esta segunda reducción se
de esta forma, la noción de acto administrativo queda identificada con los actos
jurídicos unilaterales o resoluciones administrativas.
Este concepto es, verdaderamente, amplio ya que incluye al lado de verdaderos actos
administrativos (que resuelven) otro tipo de actuaciones tales como propuestas,
peticiones (art. 79 Ley 39/2015 de PAC) copias auténticas (art. 27.2 Ley 39/2015 de
PAC), informes, dictámenes (arts. 79, 80 y 81 Ley 39/2015 de PAC), informaciones
(art. 53.1, f) Ley 30/2015 de PAC). Aquí no hay una verdadera definición de acto
administrativo, sino, más bien, una descripción de actuaciones públicas sometidas, eso
sí, al Derecho administrativo.
Desde otro punto de vista, al afirmar que el acto proviene de la Administración pública,
se está produciendo un reduccionismo que no se adecua al ordenamiento jurídico
positivo, ya que quedarían fuera los actos administrativos dictados por el Gobierno
(nombramiento de un embajador, por ejemplo), o los actos administrativos dictados por
otros órganos del Estado (como el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal
Constitucional, El Consejo General del Poder Judicial, etc.), actos, todos ellos,
sometidos a la ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa (art. 1 de la LJCA).
Por último, si el acto es consecuencia del ejercicio de una potestad administrativa, ello
significa que el nexo directo e inmediato entre potestad y acto administrativo no es más
que la conexión del acto a la legalidad, es decir, no hay acto sin norma previa y
específica que lo prevea (principio de legalidad, art. 9.3 de la Constitución), es decir, el
acto administrativo es esencialmente típico, nominado y nunca pende del principio de
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autonomía de la voluntad, lo que parece una contradicción con la afirmación de que el
acto administrativo es una declaración de voluntad, ya que difícilmente cabe la misma
en un sistema donde el acto sólo responde al principio de legalidad (lo que la norma
quiere, no el sujeto que adopta el acto), la existencia de un procedimiento debido y la
existencia de un fin prefijado (el interés público), como así se desprende de los arts. 9.3,
103, 106 de la CE y 34 de la Ley 39/2015 de PAC: “1.Los actos administrativos que
dicten las Administraciones Públicas, bien de oficio o a instancia del interesado, se
producirán por el órgano competente ajustándose a los requisitos y al procedimiento
establecido. 2 El contenido de los actos se ajustará a lo dispuesto por el ordenamiento
jurídico y será determinado y adecuado a los fines de aquéllos”;
En esta tesis se concibe el acto como aquel que termina el procedimiento creador de
derechos o modificador, es decir, resuelve una situación jurídica individualizada, con lo
que se excluyen las propuestas, peticiones, informaciones, certificaciones y dictámenes.
Tampoco, se asimila en esta tesis el acto administrativo al negocio jurídico.
"la resolución unilateral, con eficacia vinculante, de un caso concreto dictada por un
sujeto cuando gestiona actividades y servicios administrativos públicos"
-De esta manera se incluye el término "resolución" (que es utilizado por el Derecho
positivo como sinónimo de acto administrativo, véase la Ley 39/2015 de PAC) y se
especifica que tiene "eficacia vinculante" para limitar el acto administrativo a la
decisión administrativa que resuelve con carácter vinculante para sus destinatarios sobre
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una situación jurídica concreta. Con ello, quedan fuera de la definición los "actos de
trámite" que todavía no contienen decisión vinculante alguna (informes, pruebas,
propuestas, informaciones, etc., así como las simples certificaciones o, con nueva
denominación, copias auténticas, que tampoco suponen resolución alguna).
Teniendo en cuenta lo anterior, se puede hacer una referencia a los elementos del
acto administrativo de la siguiente manera:
-Elemento subjetivo: para que el acto resulte válido ha de ser dictado por el órgano
competente para ello (que se encuentra precisado en las normas atributivas de las
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competencias, sobre el sujeto que sirve el órgano –investidura, abstención y recusación,
etc.).
-Elemento formal: que impone los requisitos formales que se imponen para la
elaboración y producción del acto administrativo: El art. 34. 1 Ley 39/2015 de PAC
establece que el acto administrativo se producirá "ajustándose a los requisitos y al
procedimiento establecido", la infracción del procedimiento administrativo comporta un
vicio cuyo alcance puede producir anulabilidad o nulidad de pleno derecho del acto.
Pero desde otra óptica la forma del acto hace referencia al modo en el que la
Administración da a conocer los actos administrativos, Así podemos observar:
-La forma escrita: es la expresión natural del acto administrativo y que el art. 36.1 Ley
39/2015, de PAC declara como regla general de producción: “Los actos administrativos
se producirán por escrito a través de medios electrónicos, a menos que su naturaleza
exija otra forma más adecuada de expresión y constancia”. Se incluye en este grupo
toda clase de soportes que incluyan la lengua escrita: télex, fax, ficheros informáticos,
correo electrónico, etc.;
-La forma oral o verbal: se expresan de palabra (ejemplo, disolución de una
manifestación ilegal), el art. 36. 2 Ley 39/2015 de PAC dispone que cuando se precise
la constancia escrita de un acto oral, éste se efectuará y firmará por el titular del órgano
inferior o funcionario que la reciba oralmente, expresando en la comunicación del
mismo la autoridad de la que procede;
-La forma mímica o acústica: es decir, mediante gestos y sonido, como los que efectúan
los agentes de tráfico para la regulación de la circulación vial;
-Automática o por luces: caso de los semáforos y demás señales de tráfico.
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genérica para el “Expediente Administrativo”: “Se entiende por expediente
administrativo el conjunto ordenado de documentos y actuaciones que sirven de
antecedente y fundamento a la resolución administrativa, así como las diligencias
encaminadas a ejecutarla”.
III. CLASES
B) Por su contenido:
-Acto configurador: la norma que debe ser aplicada por la Administración pública
prevé que ésta cree, modifique o elimine a través de dicho acto una relación jurídica
concreta (nombramiento de un funcionario, otorgamiento de la licencia de armas, la
concesión de dominio público, etc.)
Destacan los actos configuradores que imponen un mandato/prohibición, es decir,
los actos que imponen la obligación de dar, hacer o no hacer (orden de derribo,
prohibición de una manifestación, liquidación de un impuesto, etc.) ya que de no
cumplirse, se procede a la ejecución forzosa por parte de la Administración.
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Este tipo de actos, desde el punto de vista de la aplicación, consiste en una mera
constatación vinculante del supuesto de hecho que lleva aparejada de forma
automática la consecuencia jurídica prevista en la norma (acto reglado).
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La regla general en los actos de trámite es que no cabe recurso, aunque si caben
recursos contra los actos de trámite "cualificados" que causan los mismos efectos
que la resolución final de un procedimiento; éstos son: los que deciden directa o
indirectamente el fondo del asunto, determinan la imposibilidad de continuar el
procedimiento, producen indefensión o perjuicio irreparable a derechos e intereses
legítimos (art. 112. 1 Ley 39/2015 de PAC y 25. 1 LJCA).
-Acto que agota la vía administrativa: se dice que un acto agota la vía
administrativa (o que pone fin a la vía administrativa, o que "causa estado", todas
expresiones sinónimas) cuando se dicta por un órgano cuyas decisiones no están
sometidas a una posible revisión por otro órgano supra-ordenado jerárquicamente
que ejerce funciones de tutela o control sobre el primero (art. 114 Ley 39/2015 de
PAC: “Ponen fin a la vía administrativa…”).
Contra los actos que ponen fin a la vía administrativa cabe interponer directamente
el recurso contencioso administrativo (ante los Jueces y Tribunales), según el art.
25.1 LJCA, aunque el interesado, si quiere, puede interponer con anterioridad un
recurso administrativo, el "recurso potestativo de reposición" ante el mismo órgano
que dictó el acto que se recurre (art. 123 Ley 39/2015 de PAC).
Contra los actos que no ponen fin a la vía administrativa cabe interponer "el recurso
administrativo de alzada" ante el órgano superior jerárquico del que lo dictó (art.
121 Ley 3)72015 de PAC). Sólo después de resuelto este recurso de alzada es
posible interponer el recurso contencioso-administrativo. Hay que tener en cuenta
que la resolución del recurso de alzada siempre agota la vía administrativa (art. 114.
1, a) Ley 39/2015 de PAC), por lo que nunca será posible interponer dos recursos
de alzada frente a un mismo acto, tampoco cabe interponer el recurso potestativo de
reposición (art. 122. 3 Ley 39/2015 de PAC).
-Acto firme: Se entiende por acto firme aquel contra el que no cabe ya recurso
alguno (ni de alzada, ni de reposición, ni contencioso-administrativo), por haberse
desestimado todos los recursos interpuestos o por haber transcurrido el plazo para
interponerlos. Se dice que un acto administrativo no es firme cuando frente a él
cabe interponer algún recurso (alzada, reposición o recurso contencioso-
administrativo) o se esté tramitando alguno de ellos.
-Acto reproductor: aquel en que se da una identidad absoluta con respecto al acto
anterior que devino firme (ejemplo, se solicita una indemnización por daños
causados por la Administración y ésta la deniega por resolución expresa, el
interesado no recurre, el acto se hace firme, sin embargo, como la petición tiene un
plazo de formulación de un año (art. 67. 1 Ley 39/2015 de PAC), el particular
vuelve a presentar su solicitud que de nuevo es denegada por la Administración:
estamos en presencia de un acto reproductor de uno anterior que se dejo devenir
firme).
La principal característica es que éste tipo de acto no es recurrible, según el art. 28
LJCA.
-Acto confirmatorio: no hay identidad entre los dos actos, pero el segundo tiene
como presupuesto la decisión que contiene el primero, que devino firme, al que
añada alguna decisión nueva (actos encadenados) (ejemplo, la resolución que
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contiene las bases de la convocatoria de una oposición a la Administración, pero al
acabar el trámite de la oposición el interesado impugna la decisión del resultado de
la misma amparado en que las Bases son ilegales, el acto resolviendo el recurso
confirma el primero (bases) que no ha sido impugnado y además resuelve la
decisión sobre los que han superado la oposición, desestimando el recurso).
V. LA MOTIVACIÓN
-los que limiten derechos subjetivos o intereses legítimos (actos desfavorables, incluidos
los sancionadores);
-los que resuelvan los procedimientos de revisión en vía administrativa (recursos,
revisiones de oficio, procedimientos de arbitraje, declaraciones de inadmisión);
-los que se separen del criterio seguido en actuaciones precedentes o del dictamen de
órganos consultivos;
-los acuerdos de suspensión de actos y adopción de medidas provisionales;
-los que acuerden la aplicación de la tramitación de urgencia o la ampliación de los
plazos de resolución y de realización de actuaciones complementarias;
-los que rechacen pruebas propuestas por los interesados;
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-los que acuerden la terminación del procedimiento por la imposibilidad material de
continuarlo por causas sobrevenidas, así como los que acuerden el desistimiento por la
Administración en procedimientos iniciados de oficio;
-los que resuelvan procedimientos de responsabilidad patrimonial;
-los que se dicten en ejercicio de potestades discrecionales;
-los que deban ser motivados en virtud de disposición expresa.
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correcta" ( o se es buen padre de familia o no, o existe remasterización o no existe), por
lo que los conceptos jurídicos indeterminados no otorgan a la Administración
discrecionalidad.
El régimen actual de dichos actos está enmarcado por dos proposiciones correctas
desde el punto de vista constitucional, aunque aparentemente contradictorias: por un
lado, no puede haber actos del poder público que afecten a los derechos e intereses de
los ciudadanos exentos del control por el poder judicial (art. 24 CE); pero, por otro, está
claro que la función de dirección política (aprobación de un Proyecto de Ley,
nombramiento del Fiscal General, etc.) corresponde al Gobierno y no a los Jueces y
Tribunales, que no pueden entrar a valorar cuestiones de oportunidad política al conocer
de un eventual recurso que se planteara frente a este tipo de decisiones.
El tema del control judicial de los actos políticos está regulado actualmente en el art.
2, a) de la LJCA, que ha pretendido encontrar un punto de compromiso entre las dos
proposiciones que hemos reseñado. El precepto ordena que: "El orden jurisdiccional
contencioso administrativo conocerá de las cuestiones que se susciten en relación con:
a) la protección jurisdiccional de los derechos fundamentales, los elementos reglados y
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la determinación de las indemnizaciones que fueran procedentes, todo ello con relación
a los actos del Gobierno o de los Consejos de Gobierno de las CCAA, cualquiera que
fuese la naturaleza de dichos actos".
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