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«La poesía situada en la cronología de este volumen es, en importante medida, producto del
ayuntamiento de dos vertientes poéticas que tuvieron su común raíz en la lírica cultivada por los
trovadores. Términos como cansò, canzone, canción exteriorizan muy claramente su
comunidad. De Provenza, una poesía se extiende, con sus intermediarios, a la península
española y a Italia, y en estas tierras sufre un lógico proceso de nacionalización que implica un
distanciamiento, unas características, que luego intentaré precisar en algún punto, matizando
con formas poéticas como el soneto, la octava, la canción o la sextina provenzal. Pero,
obviamente, poesía de cancionero español y poesía del arte italiano mantuvieron gustos
comunes hasta llegar a su encuentro, como cierto conceptismo, cierta predilección por la
antítesis, por los juegos de palabras, las aliteraciones o los bisticci» (11)1
¿Por qué los autores no se preocupaban por publicar sus versos? (24)
1. Escrúpulos religiosos
2. Entendimiento de la poesía como parte natural del comportamiento cortesano
(vinculado a la sprezzatura)
3. Consideración de la lírica como algo joven, reñido con el comportamiento del docto
«Está claro que sobre las rime, en cuanto proceso secuencial de una trayectoria poética, actúa la
presión del presente, desde el que Petrarca ordena esas rime hasta conjuntarlas en el Canzoniere,
en fragmenta significativos de una historia. El poeta toscano no sólo escribe materialmente un
extenso grupo de composiciones que coordinan las dos partes de los fragmenta, sino que
corrige, añade o tacha otras composiciones transcritas por el copista. Esta conciencia poética
señala cómo en el Canzoniere, con su buscada unidad de una vida, existe una fusión entre dos
tiempos: aquel en el que se fueron escribiendo las rime y éste desde el que poeta las ordena,
modifica y añade para establecer una correspondencia y coherencia.
1
Ver capítulo 2 «El ayuntamiento de dos prácticas poéticas», pp. 37-58. «La corte de Federico II de Sicilia
como la de Alfonso X acogen al unísono el arte poético de Provenza» (39)
Nace de esta fusión temporal una indudable ambigüedad (variedad de interpretaciones), porque
entre las distintas tensiones petrarquistas. sobre el presente que va ejecutándose textualmente en
el definitivo Vaticano 3195 actúan, al unísono, la melancolía y el orgullo de Petrarca, de ir
recuperando, fijando, un tiempo ido, y la conciencia ético-religiosa de ofrecerse, con
mentalidad, medieval y escolástica, como un ejemplo de función didáctica. En uno u otro caso
(es decir, en la lectura de un alba renacentista o en una lectura alegórica), es evidente que el
centro de su poesía no es la amada, Laura, sino el propio poeta averiguándose, recuperándose,
ofreciéndose como ejemplo» (31)
Choca el cuidado que Petrarca tuvo con su obra si lo comparamos con lo que sucedió con los
petrarquistas españoles. Con él, además, aparece un nuevo sentido de Cancionero, que ya no
alude a una antología, colectivas o individuales; pero sin la misma unidad interna.
Definición
«Está claro que el Canzoniere es la historia de un proceso vital, más o menos autobiográfico,
medularmente centrado en una relación amorosa que exige la presencia de una amada a la que
dirigirse y que, con su muerte, divide la historia en in vita e in morte de la amada.
Dentro de su relación con una obra total (importante en Petrarca) un cancionero es un sistema
cerrado que (escribí historia) presenta un aspecto narrativo en el que van disponiéndose, según
el orden del autor, las distintas composiciones, con su significación secuencial y el valor de
distancia que señalan los espacios en blanco entre composición y composición. Al especificar “
según el orden del autor” (y es ejemplo el Canzoniere) se entiende que este orden obedece a un
proceso narrativo, a la historia que se nos narra, y no a un orden cronológico […]
Lo esencial, pues, no es la cronología sino el orden narrativo dado (o pensado) por el poeta, que
implica unas conexiones entre los textos y la posibilidad de leer cómo avanzan el argumento
narrativo y una serie de sintagmas o mitos o predilecciones que definen la individualidad del
poeta» (33)
Otras notas:
1. Los poemas no amorosos suelen tener la función de fijar al poeta en su tiempo
2. Polimetría
3. Escasa concreción en la definición de la dama
4. Soneto––prólogo
Nota sobre los orígenes del soneto: es invención de Giacomo de Lentini, funcionario de la corte
siciliana. En su nacimiento no es una forma para la instrospección, sino que juega como
vehículo del diálogo, del debate, remitiendo un tanto a un origen popular que lo haría descender
del estrambote de amor siciliano (44-45).
Una de las imágenes que mayor éxito obtuvieron gracias a la difusión europea del
modelo de los Rerum Vulgarium Fragmenta no fue otra que la asociación entre el fuego (o la
llama) y el hielo (o la nieve) como vehículos para la expresión de los sentimientos encontrados
del amante. Pasajes como el cierre del cuarteto inicial del soneto CXXII del Canzoniere («Ma
quando avèn ch’al mio stato ripensi, / sento nel mezzo de le fiamme un gelo») cohonestaron la
configuración icónica de una suma de opósitos (llamas-hielo) que venían a encarnar
metafóricamente la pasión y el temor que atenazan al yo lírico enamorado. En dicha oposición
dual con el correr de las centurias irían introduciéndose algunos matices, así para la tradición
italiana quinientista, por ejemplo, la llama continuaría «significando, indefectiblemente, la
pasión» en tanto que el hielo pasó a «significar la imagen de la razón que erige el enamorado en
su defensa contra la pasión» ( Ver Mª P. Manero Sorolla, Imágenes petrarquistas en la lírica
española del Renacimiento. Repertorio, Barcelona, PPU, 1990, pp. 587-594 (las citas en p. 589).
(307).
Respeto a este carácter visual del barroco, podemos recordar el verso de Góngora:
«goza, goza el color, la luz, el oro». «He aquí expresada en el verso de Góngora la idea central
que estilísticamente orienta las artes del Barroco en su desarrollo. El brillo, la luz, el color, esto
es, lo visual y pictórico es lo que se busca y el sentido que se impone, no sólo como se viene
reconociendo en las artes plásticas, sino también, como mantenemos desde hace tiempo, en la
poesía y en la música.
La concepción de la obra pictórica se apoya esencialmente en lo visual, ese sentido que
ya Herrera en sus anotaciones proclamaba como el más amado de todos los sentidos. La
tendencia descriptiva hay que reconocerla como dominante en la poesía de la época; es entonces
cuando aparece el poema descriptivo, con las preocupaciones de profundidad, de primeros
términos, de claroscuro y de color» (29-30).
El Barroco, por otro lado, también se caracteriza por la importancia que adquieren los
elementos de realidad, como muestran los cuadros de Rembrandt o Velázquez: «Cuando se
analizan las formas, géneros y temas de la lírica barroca, procedentes de la tradición
renacentista, sorprende aún más la violencia de la irrupción de lo real, humano y afectivo, que
queda incluso subrayado con la palabra vulgar e iliteraria que constrasta con la construcción de
imágenes de origen culto» (37).
2
http://fama2.us.es/fde/ocr/2006/sacrosantoConcilioDeTrento.pdf Sobre todo, páginas 374 del pdf en
adelante « De la invocación, veneración y reliquias de los Santos, y de las sagradas imágenes» (De
invocatione , veneratioine , et reliquiis Sane torum et sacris imaginibus.) « Enseñen con esmero los
Obispos que por medio de las historias de nuestra redención ; espresadas en pinturas y otras copias, se
instruye y confirma el pueblo recordándoles los artículos de la fe , y recapacitándoles continuamente en
ellos: además que se saca mucho fruto de todas las sagradas, imágenes, no solo porque recuerdan al
pueblo los beneficios y done que Cristo les ha concedido, sino también porque se esponen á los ojos de
los fieles los saludables ejemplos de los santos , y los milagros que Dios ha obrado por ello , con el fin de
que den gracias á Dios, por ellos , y arreglen su vida y costumbres á los ejemplos de los mismos santos ;
así como para que se esciten á adorar Amar á Dios, y practicar la piedad.» (p. 376, 377; 330-331).