nuestro “Yo”, mediante ella, asumimos un “rol” y un “status” social, y hasta elegimos una
pareja. La vocación, no se da en el azar, sino que inicia en la infancia, se configura
durante la adolescencia y se define en la adultez, está determinada por motivos inconscientes y otros más conscientes, como las actitudes, aptitudes, intereses, capacidades y la misma personalidad; éstos pueden potenciarse o no, por factores socio- ambientales y culturales, como agentes de socialización, entre éstos, la familia, amigos, género, y ciertos sujetos en comparación con otros. Sin embargo, entre estos factores, tan importantes, que influyen en los individuos como motivantes, para la construcción de sus identidades, el más significativo, es el profesor, sí ese ser brillante, inteligente y exitoso, aquél que domina sus temas, preparado hasta el máximo, con gran personalidad, y maestría, en una palabra que ama a su profesión y que con sólo observarle, despierta el interés en sus alumnos, pero aún más, en los que no lo son. Así, el profesor, es la misma motivación del modelo a seguir, para sus discípulos, Brophy (1985). Tal es el impacto motivante, que tuvo consecuencias de superación y logros de éxito, en las ideologías de quienes fuimos y seguimos siendo tan afortunados de tener a un gran profesor (a) o maestro (a). En esta misma tónica, corresponde el turno de subrayar el significado del término profesión: “Definir la palabra “profesión”, es integrar el aspecto subjetivo y objetivo, del ejercicio profesional”. Citando a Ballesteros, (2007), además se encuentra que el sociólogo alemán Max Weber (1976), le dió significado a la palabra Beruf (profesión), definida como “posición en la vida, de un campo delimitado de trabajo”, refiriéndose a diferentes funciones de los individuos. En esta misma clasificación, la palabra inglesa “calling”, de origen hebreo, equivale a profesión, derivada de la raíz “mandar”, “enviar”. Para la lengua española e italiana “beruf”: “vocación” y “vocacione” o “chiaamamento”, con sentido de “llamamiento interior hacia algo”. En suma, Weber, define el concepto de profesión como: “(…), la actividad especializada y permanente de un hombre, que normalmente, constituye para él, fuente de ingresos, por tanto, base económica duradera de su ingreso” (Ibid: 79). Y bien, ese hombre o mujer, que se ha especializado y especializa continuamente, en una esfera social llamada “educación”, somos los profesores o docentes, de los diversos niveles educativos. Cabe mencionar aquí, la comparación actual, que hace Díaz Barriga (2010), referente a la profesión docente, la cual era concebida como un apostolado que emanaba una identidad profesional, etiquetando a los maestros, profesores, enseñantes o docentes, como “prototipos de hombres ideales”, vinculada a la ética religiosa como orientación global de la función docente. A mediados del siglo XIX, la visión religiosa y espiritual de los profesores, es reemplazada por una perspectiva profesional, considerando que el docente es un profesional que se encuentra al nivel de otros profesionistas, ya que se trata de un trabajo intelectual, basado en reglas de funcionamiento, criterios de ingreso a la profesión y conocimientos específicos, que recibe un contrato para desempeñar la tarea de enseñar, además de haberse preparado formalmente y obtener su perfil profesional. Dicha actividad docente, resulta de la creación de los estados nacionales y la conformación de los sistemas educativos, ideología nacionalista, que predominaba en antaño, sin embargo.,, continúa el autor, el docente, de ser un actor de la educación, pasa a ser visto socialmente como un “obrero” asalariado en la perspectiva del siglo XX y XXI, (rearfimándose aún más en este último), debido a la era económica global , que vive el mundo, reemplazando la concepción nacionalista de la educación, sostenida por el Estado Desarrollista o benevolente, por un Estado liberal, que funciona según las reglas del mercado, por lo cual, la educación incluye elementos de oferta y demanda, que se han expandido hasta en los últimos días. Enlazando la temática expuesta, encontramos en: http://es.wikipedia.org/wiki/Profesor, bajado: 20/Nov./2017 que un docente es aquel individuo que se dedica a enseñar o que realiza acciones referentes a la enseñanza. La palabra deriva del término latino docens, que a su vez procede de docēre (traducido al español como “enseñar”). En el lenguaje cotidiano en México, el concepto suele utilizarse como sinónimo de profesor o maestro, aunque su significado no es exactamente igual. Más específicamente Merani (1985), enfatiza que el término profesor proviene del (lat. profesor. - oris = persona que ejerce o enseña una ciencia). En Perú, profesor, es el profesional de la educación, conocido como Licenciado en Educación docente, es la persona que enseña, sea o no profesor; el maestro, es quien ha creado o desarrollado una teoría o una práctica, por tal razón, este último, tiene discípulos y no discentes o estudiantes. Bien…, ello, trae a la mente a JESUCRISTO y sus discípulos, a quienes hace 2018 años, a sus apóstoles, no les llamaron “estudiantes”; en la vertiente religiosa alguien diría: ¿“el estudiante Judas”? Bueno, volvamos a lo que ocupa la atención. Siguiendo con el hilo conductor conceptual, se analiza también, el marco dimensional de la educación primaria, de lo cual, son argumentos sustanciales teóricos, el Plan y Programas de Educación Primaria, (2011) en donde se enmarca la universalidad del término de educación, sobre todo, la básica, como el espacio propicio para proyectar, construir y recrear nuestro ser hacia el futuro, en tanto que educa y forma a las personas que requiere el país, para su desarrollo político, económico, social y cultural. De manera formal y dirigida, los alumnos, inician su reflexión sobre las características y funciones de la lengua oral y escrita; así como de razonamiento lógico mental de las matemáticas, y el conocimiento y desarrollo de las habilidades y competencias, en las otras asignaturas, durante seis grados consecutivos. Entre otras virtudes, la educación primaria, es el pase directo hacia el éxito o fracaso de los individuos, siguiendo la ideología de quienes rigen la educación en Finlandia, modelo educacional gratuito a tomar como ejemplo, desde el preescolar hasta la universidad, en México, si no hubiese tanta corrupción, como lo ha señalado acertadamente el actual PRESIDENTE electo de la nación mexicana, Andrés Manuel López Obrador (2018), y que podría dar mejores resultados de aprendizaje. Otra de las razones que motivó a investigar las subjetividades de los profesores en el lugar citado tlaxcalteca, está sustentado como derecho constitucional, en el Artículo 3º. De la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual establece la obligación del Estado a prestar servicios educativos de calidad, para garantizar el máximo logro del aprendizaje de los alumnos, quienes cursan el preescolar, la primaria, la secundaria y la media superior. Así, el compromiso social por la calidad de la educación, acordado por autoridades federales y locales el 8 de agosto de 2002, tiene como propósito, la transformación del Sistema Educativo Nacional, en los contextos, económico, político y social, en los inicios del siglo XX1, el cual plantea retos universales. Por ello, la vía para impulsar el desarrollo armónico e integral del individuo y de la comunidad, es contar con un sistema educativo nacional de calidad. En este mismo sentido, está muy claro, que la calidad de la educación, radica exclusivamente en el actuar de los docentes de la enseñanza-aprendizaje, discrepando de otras ideologías al respecto. Y es precisamente, uno de los preceptos, que encaminan nuestro objeto de estudio, centrado en el pensamiento y acciones de los docentes de la educación primaria, para conocer e interpretar sus ideologías profesionales y vocacionales, así como su impacto en la motivación y el rendimiento de sus alumnos. En correlación con el término profesión, concebido como una especialización del hombre, se presenta necesario, apuntalar este enfoque, en los especialistas de la educación; los profesores, maestros, o docentes, que son los sujetos de análisis, de esta indagación, sin soslayar el Nuevo Plan y Programas de estudio, del Nuevo Modelo Educativo, vigente, a partir del ciclo escolar (2018 – 2019), mencionando los catorce Principios pedagógicos, (anteriormente doce en el Plan 2011), que todo profesional debe tomar en cuenta como ejes rectores de sus labores docentes, con la intención de dimensionar las acciones y obligaciones de éstos, y son los siguientes: 1.- enfocarse en el proceso de aprendizaje (reconoce al alumno como centro de su práctica). 2.- tomar en cuenta los saberes previos del alumno (identificará el grado de dominio, que los alumnos tienen sobre los contenidos de enseñanza.) 3.- diseñar situaciones didácticas que propicien el aprendizaje situado (se empleará una metodología, donde el aprendizaje se base en la resolución de problemas reales, de la vida cotidiana) 4.- Reconocer la naturaleza social del conocimiento (fomentar el trabajo colaborativo, la interacción social y propiciar ambientes agradables, para el desarrollo emocional de los alumnos) 5.- Dar un fuerte peso a la motivación intrínseca del estudiante (fomentar el aprecio del alumno por sí mismo y la relaciones con sus compañeros, para aprender los conocimientos) 6.- Favorecer la cultura del aprendizaje (promover que los aprendices se comuniquen con otros, para construir y lograr los conocimientos tanto individuales como colectivos) 7.- Ofrecer acompañamiento al aprendizaje (docentes, alumnos, padres de familia, etc; que estén involucrados en la formación del alumno.) 8.- Reconocer la existencia y el valor del aprendizaje informal (los maestros investigarán y fomentarán en los alumnos el interés por aprender en otros medios.) 9.- Promover la relación interdisciplinaria (La enseñanza estará basada en la relación entre disciplinas, áreas del conocimiento y asignaturas.) I0.- Entender la evaluación como un proceso relacionado con la planeación (La evaluación del aprendizaje tiene en cuenta tres variables: las situaciones didácticas, las actividades del alumno y los contenidos. La evaluación parte de la planeación; planear la enseñanza con enfoque teórico del desarrollo próximo de los alumnos, para que ellos aprendan y progresen desde donde están, el profesor, es quien define los aprendizajes esperados, y la evaluación medirá el grado de alcance, de los aprendices.) II.- Superar la visión de la disciplina como mero cumplimiento de normas (Propiciar ambientes de aprendizaje seguros, cordiales, acogedores,, colaborativos y estimulantes, para que los alumnos se sientan seguros, libres y valorados.) 12.- Modelar el aprendizaje (El profesor leerá, escribirá, buscará información, etc, además de ser los modelos de conducta para sus alumnos.) 13.- Mostrar interés por los intereses de sus alumnos (Los docentes, establecerán una relación cercana con sus alumnos, para conocer sus intereses y circunstancias particulares. I4,- Aprecian la diversidad como fuente de riqueza para el aprendizaje (incluyen la diversidad de étnias, culturas, lingüística y social). Lo anterior, es mencionado, sólo con la intención de comparar, en cierto momento, el pensamiento de los docentes, con los deberes oficiales, que marca el sistema educativo. Otros términos que conforman parte del planteamiento temático, son los que al parecer no tuvieran gran relevancia, sin embargo, engranan de igual forma los conceptos conductuales de investigación de campo y bibliográfica, tales como “impacto”, “motivación” y el “rendimiento” escolar de los alumnos., de esta temática planteada; refiriéndose al primero de estos tres mencionados; definido por el Diccionario de uso del Español (2010), como expresión que proviene de la voz “ impactus”, del latín tardío y significa en su tercera acepción,” impresión o efecto muy intensos, dejados en alguien o en algo, por cualquier acción o suceso”. El término "impacto", como expresión del efecto de una acción, se comenzó a utilizar en diferentes tipos de investigaciones, tales como las de carácter social, ambiental, organizacional, político, histórico, artístico, religioso y educativo, entre otros, así como diversos autores que tratan el "impacto" con diferentes enfoques. Dicha definición, trae a la memoria a la “Época de Oro de la educación en México”, (1930 – 1952), recordando a ilustres profesores como Rafael Ramírez, José Vasconcelos, el padre J. Mora y Jaime Torres Bodet, sólo por mencionar algunos, de igual manera; cabe mencionar además en este espacio semántico – ideológico a los ilustres pedagogos como Celestín Freinet, Paulo Freire y Rousseau, íconos de la docencia en otros países que dejaron gran impacto y huella, en sus discípulos, más aún, de quienes sólo les conocemos por sus obras. En este mismo sentido Torres y Otros. (2004), en su desarrollo teórico se refiere a la evaluación del impacto en las instituciones sociales, proceso, que inicia en los años sesenta, con la evaluación del impacto ambiental, y es adoptado en las diferentes esferas como la educativa, tanto para la investigación, como el desarrollo pedagógico. Para estos autores, el “impacto”, como expresión del efecto de una acción, puede ser visto como un “cambio” en el resultado de un proceso producto; se refiere a los efectos que la intervención planteada tiene sobre el objeto de estudio. Dicho cambio, también puede verse en las formas como se realiza el procedimiento, que incluye desde los diagnósticos, planificación, las prácticas, estrategias, técnicas e instrumentos utilizados, así como la rigurosa evaluación de un proyecto. En pocas palabras, “El impacto es la consecuencia de los efectos de un proyecto”. Un efecto, se relaciona con un propósito. Los impactos se refieren a un fin, son los logros derivados del desarrollo de un proyecto y que pueden observarse a largo plazo, después de año y medio, según los autores en: http://www.reduc/torres15.pdf., consulta: 18/11/18. Enfatizan además en este enfoque, que los resultados finales a nivel de propósito, son los mismos “impactos”, que implican un mejoramiento significativo y perdurable en el tiempo, tanto cuantitativo, como cualitativo. En suma, un impacto es el cambio observable y medible, de las acciones programadas para un fin. Y es precisamente sobre lo que versa esta vertiente, que pretende indagar acerca de la ideología profesional y vocacional de los docentes de educación primaria, y su impacto, como motivación en el rendimiento de sus alumnos en San Pablo Del Monte. Le siguen a este engranaje teórico – conceptual, Weiner, B., y Nukia, A. (1970), con su "Teoría Atribucional de la Motivación", mejor conocida, como de las atribuciones causales y reacciones emotivas. Se dice que las personas hacen “atribuciones” cuando explican un suceso, atribuyéndole a éste diversas causas. En esta brecha teórica, cabe mencionar el hallazgo encontrado en el artículo de R. Suriá Martinez (2010), citado en Heider (1958), quien por primera vez desarrolló el estudio de los procesos (atribución causal atributivo) que conllevan hasta la respuesta ante la pregunta “¿por qué?”, referente al estudio psicológico de las personas, explicando cómo se buscan las causas de los sucesos que ocurren, en las acciones de los sujetos, puesto que según esta teoría, las personas creen que un suceso queda explicado con satisfacción, cuando descubren porqué ha ocurrido, puesto que el proceso atributivo abarca desde el momento en que se observa la conducta hasta que se descubre la causa. En esta misma terna, Weiner, explica que la motivación, es el proceso de surgimiento, mantenimiento y regulación de actos, que producen cambios en el ambiente y en el sujeto. Las atribuciones “explican” nuestras conductas, los humanos debemos explicar los hechos que ocurren en nuestro alrededor. A este proceso Weiner (1978), lo llamó “atribución”, como sinónimo de “explicación”, la cual, puede ser de dos formas: atribución externa, se refiere a factores externos que son significativos para los sujetos y atribución interna, que está relacionada con el subconciente. Estas atribuciones, pueden ser observadas mediante el análisis de las reacciones de los alumnos. Y conllevan total relación, con la motivación extrínseca, que radica en estímulos externos, provocados por recompensas o castigos externos, que convienen tanto a los intereses del “Yo”, como a la conducta del sujeto. La motivación intrínseca, se refiere a un incentivo de la conducta interna, vista como acción autónoma e inherente para el sujeto. Cabe mencionar aquí, según Manrique (1999), en: https://es.wikipedia.org/wiki/locus_(psicologia), bajado: 16/enero/2018. En términos del aprendizaje social el “locus” de control o “lugar de control”, que se refiere a la percepción que tiene una persona respecto al punto específico en donde se localiza el “agente” causal de los acontecimientos de su vida cotidiana. O sea, es el grado en que el individuo percibe, que su origen de eventos, conductas y de su propio comportamiento es interno o externo a él. Son factores internos el esfuerzo personal, la valía, las habilidades propias, la capacidad, la aptitud (concebida como capacidad constante), el esfuerzo y estado de ánimo, son factores más variables el desempeño y la inteligencia, y/o el pensamiento, creencias e ideología, agregando esto último a este enfoque psicológico. Los factores externos, son eventos percibidos por el sujeto, como el resultado del azar, el destino, la suerte o el poder y decisiones de otros, que carecen de decisiones propias, desempeño, esfuerzo y dedicación personal. El Locus de Control, es un rasgo de la personalidad, propuesto por Julian B. Rotter y Murly (1965), en la teoría del aprendizaje social y reformulada por el mismo Rotter en (1966). Posteriormente manejada por B. Weiner, (1979), quien atribuye otras dimensiones centrales en su teoría de “Atribución de logro Motivación y Emoción” (1974), tales como lugar de causalidad, o “Locus de control”, Estabilidad y Controlabilidad, clasificando las causas de acuerdo a la escala bipolar en interna – externa, estable – inestable y controlable – incontrolable, las cuales influyen en los cambios en la expectativa del éxito, afectando un cúmulo de experiencias emocionales que contienen ira, gratitud, culpa, desesperanza, compasión, orgullo y vergüenza, la expectativa y afecto, conducen el comportamiento motivado. En otras palabras, esta teoría identifica el esfuerzo, la capacidad, y la tarea, como las principales causas dominantes en la explicación del éxito y fracaso académicos, lo cual tiene estrecha relación con el rendimiento escolar, para el estudio del pensamiento de los docentes, que es la tentativa de indagación del presente proyecto, en ámbitos relacionados con el logro o desempeño, traducido al enfoque educativo. En la estructura del pensamiento causal según Alonso (1989), en: www.raco.cat/index.php/EducacioCultura/article/download/70256/8778, bajado: 10/enero/2017., se encuentra gran relación con la emoción y la motivación, atenuando a la explicación descrita. Por lo que el objeto de estudio de esta investigación, centra especial atención, en la “motivación de logro”, ello, debido a que serán estudiados además, los motivos que dirigen las conductas de los docentes, como impacto de la consecusión exitosa o el fracaso, del rendimiento de los alumnos, en el contexto tlaxcalteca. Para este caso, uno de los motivos que nos parecen significativos, es la subjetividad de los profesores. En suma, para sujetos con altos logros de éxito, según Weiner, lo esencial radica, en el tipo de motivación que hayan tenido en el logro de los aprendizajes, ya que éstos, actúan como formas básicas de los conocimientos. O sea: éxito = motivación = aprendizajes = conocimientos = rendimiento; éllo derivado, de la idea fundamental de la teoría mencionada, en cuanto a que las atribuciones causales efectuadas por un sujeto, condicionan sus expectativas futuras y sus sentimientos, así como las expectativas y emociones condicionan la acción, es así que la conducta humana es vista, desde esta óptica, como el resultado de una cadena de sucesos interrelacionados, iniciando con los pensamientos, pasando por las atribuciones, las expectativas y las atribuciones, hasta llegar a la acción. Antes de