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TRABAJO PRÁCTICO

CONTRATOS

CONTRATO DE FACTORING

Cátedra: Weingarten – Ippolito

Carrera: Derecho

Comisión: 7263 – Martes y Viernes de 18:30 a 20:00 hs.

Alumnos: Santoro, Gustavo Ernesto

Fecha de entrega: 16 de abril de 2013

13
INFORME:

Mi trabajo práctico de investigación versa sobre una hipótesis fundamental, la


cual a medida que avanza el trabajo va desprendiendo variadas nociones que
terminan por delinear los conceptos básicos del contrato de factoring.
La hipótesis es:

 El contrato de factoring como contrato de cesión de créditos. El factoring como


todo contrato moderno y atípico 1 contiene algunas semejanzas con otras figuras
jurídicas de las cuales ciertos doctrinarios llegan a considerarlo como una
especie, tal lo que ocurre en mayor medida con la cesión de créditos, y en menor
con el mandato, el descuento financiero y el descuento de facturas.

El contrato de factoring responde a una práctica global desarrollada


principalmente en los países europeos y anglosajones 2, de donde a través de una
generalización de valores implícitos en una determinada concepción de la cultura
empresarial, ha llegado hasta nosotros, sin embargo, en latinoamérica es mayor la
bibliografía que su práctica real.
Dentro de las variadas corrientes doctrinarias que buscan definir al factoring, se
destacan dos corrientes: las descriptivas y económicas, y las estrictamente
normativas. Entre las principales se destacan la definición que lo considera “un
contrato de colaboración, de larga duración, mediante el cual una de las partes, el
factoreado, se obliga a efectuar una cesión global de créditos futuros que posee
contra los clientes de la empresa, sometida a la condición suspensiva de la
aprobación del factor; este, por su parte, se obliga a aceptarlos conforme a
criterios objetivos, a dar un crédito por el monto de ellos una vez aceptados, y a
prestar servicios de cobranza y asesoramiento3”, o bien que “es el contrato
mediante el cual, una empresa especializada, denominada ‘factor’, presta servicio
de colaboración (de asistencia técnica y financiera) a otra empresa, obligándose la
primera, mediante un precio en el que se computa el costo de prestación del
servicio, a adquirir una determinada masa de créditos que tuviera la otra por su
actividad empresarial en relación a terceros, y durante un lapso determinado4”.
La adquisición de las facturas emitidas por el factoreado constituye el eje de las
obligaciones asumidas por el factor, debido a que esta es la base esencial del
1
GHERSI, Carlos. Contratos. “El contrato de factoring es en nuestro derecho un contrato atípico,
pues la ley 21.526 se limita a describir la operación (sin mencionar la palabra ‘factoring’) y
autorizar a las entidades financieras a celebrarlo sin entrar a regularlo específicamente. Pero lo
dicho no obsta a que el pueda ser celebrado lícitamente, conforme al principio de autonomía de la
voluntad previsto en el art. 1197 del C.C.”.-
2
MESTRE, Frédérique. Convención Unidroit sobre “factoring” internacional; Coloquio Unidroit;
UADE. Doctrina comparada de Francia.-
3
LORENZETTI, Ricardo. Tratado de los contratos.-
4
ARGERI, Saúl. Contrato de Factoring.-

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desarrollo del contrato. De allí nace que el factor, sobre esa base, adelanta los
importes respectivos, sea de inmediato o al vencimiento de la factura, asumiendo
los riesgos de la cobranza o no. Además de la existencia de un factor y un
factoreado, se da la necesidad de que exista un tercero al que se le debe cobrar las
facturas del factoreado. Debe de existir relaciones jurídicas previas entre el
factoreado y el tercero. Este tipo de contratos debe contener varios elementos
esenciales, como ser: financiación, gestión de la cartera de deudores, cobro de
deudas y protección frente al riesgo de crédito. Si estos elementos no se presentan
en el factoring, no podrían ser considerados contratos de tal naturaleza5.
En esta compleja operatoria intervienen tres partes fundamentales: el factor, que
es la entidad financiera o bancaria que presta el servicio de factoring, quien se
compromete a la adquisición de los créditos, asumiendo los riesgos del cobro; el
cliente o factoreado, que es la persona física o jurídica que vende bienes o presta
servicios de plazo a terceros; el deudor cedido, que no es parte integrante del
contrato, pero que sería el cliente de la empresa factoreada, adquirente de los
bienes o servicios ofrecidos por esta6. El factoring puede ser utilizado tanto en caso
de que el factoreado se dedique a la venta de mercaderías, como a la prestación de
servicios, cuyo cobro se realiza a corto y largo plazo.
En el caso del factoring internacional, la figura del factor se desdobla: un factor
exportador, que ante el cliente tiene las mismas responsabilidades que en el
factoring local; y el factor importante que actúa como “enviado” del factor
exportador para realizar las funciones que este no puede llevar a cabo directamente
en el país del importador. Estos dos factores actúan mediante acuerdos de mutua
colaboración, generalmente dentro de grandes asociaciones internacionales,
conocidas como “Cadenas de Factoring”, que regulan el funcionamiento y
arbitraje en caso de conflictos entre ellos. Con el factoring internacional, el cliente
no tiene que preocuparse del cobro y de las barreras que pudieran existir en el país
de destino de las mercaderías o servicios7.
Como ya he dicho, en nuestro país el factoring es un contrato atípico, ya que
carece de regulación legal específica, y dentro de esta clasificación, integra la
subcategoría de los contratos atípicos puros (o sui generis), aquellos en los que su
tipicidad no coincide con ninguno de los contratos regulados 8. La doctrina española
considera que este es un contrato mixto, ya que en su desarrollo intervienen dos
figuras jurídicas distintas: el arrendamiento de servicios, por un lado, y el descuento
de capital, por el otro, ya que en algunos supuestos, la compañía de factoring
anticipa todo o parte de los créditos que recibe 9. Por otra parte, también puede

5
HERNANDEZ, Ronaldo y D’ALOLIO JIMENEZ, Carlos. Revista judicial. Doctrina comparada de Costa
Rica.-
6
FARINA, Juan Manuel. Contratos comerciales modernos.-
7
HERNANDEZ, Ronaldo y D’ALOLIO JIMENEZ, Carlos. Revista judicial. Doctrina comparada de Costa
Rica.-
8
LOPEZ CABANA, Roberto. Contratos en el Siglo XXI.-
9
CHULIA VINCENT, Eduardo y otro. Aspectos jurídicos de los contratos atípicos. Doctrina
comparada de España.-

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considerárselo un contrato innominado, ya que la ley 21.625 no determina el
nombre en su texto10. Otros caracteres que definen al factoring son la bilateralidad,
ya que genera obligaciones para ambas partes desde la celebración; onerosidad, el
factor abona una retribución por la adquisición de los créditos y el factoreado paga
la comisión por el servicio prestado; es consensual, desde que todo lo que se
necesita para contratar es la manifestación de consentimiento de las partes;
conmutativo, en tanto que las prestaciones a las que se obligan son determinadas al
contratar, suponiendo respetan el principio de equivalencia; no formal, ya que la ley
no exige forma alguna (aunque para presentarse en juicio se deberá entregar
instrumento público o privado); de tracto sucesivo o continuado, toda vez que debe
ejecutarse en un plazo convenido; e intuitu personae, al tomarse en cuenta las
cualidades de los contratantes, el factor debe analizar al cliente, su actividad y
deudores. Incluso se lo podría considerar como un contrato de adhesión, ya que en
países como el Brasil las empresas factores simplemente presentan un formulario o
un contrato ya redactado, con las condiciones fijadas de antemano, dejando poco
margen para la autonomía de la voluntad11.
Para el caso del plazo de los contratos de factoring, su fijación debe
necesariamente ser acordada entre las partes, frente al silencio de la legislación. En
el derecho comparado es usual convenir plazos de uno, dos o tres años. A los fines
de su determinación, es conveniente que las partes tomen en cuenta la naturaleza
del negocio del factoreado. Es corriente pactar el plazo de un año, renovable
automáticamente por igual lapso, en tanto no se denuncie la voluntad de rescindir el
contrato. Si no se hubiere estipulado plazo, debe reconocerse la facultad rescisoria
de las partes, dando previo aviso, ya que no debe ser intempestivo. La conveniencia
de la fijación de un plazo generalmente breve se funda en que puede ser útil para las
dos partes tener la posibilidad de liberarse, en aquellos supuestos en que el contrato
no haya respondido a las finalidades perseguidas al momento de su celebración12.
Pueden presentarse variadas modalidades del factoring, distinguiendo:
a) Según el tipo de sociedad: factoring tradicional —es la forma contractual
más común en la actualidad, donde la prestación fundamental consiste en la
adquisición de los créditos y recursos contra su cliente, con la eventual
prestación de servicios anexos—; factoring moderno —en este caso, los
factores, además de prestar el servicio fundamental, ofrecen todo un
conjunto de servicios complementarios. No existe diferencia sustancial con
el factoring tradicional, solo se ofrecen servicios más amplios—.
b) Según la forma de ejecución: factoring con notificación —esta modalidad es
la más reconocida, aquella en la cual el cliente se obliga con el factor a
notificar a todos los compradores de la existencia del contrato, no solo por la
vía general a manera de aviso comercial, sino mediante la inclusión de una
clausula en cada una de las facturas, donde deje constancia que el crédito

10
GREGORINI CLUSELLAS, Eduardo. Contratos, Parte Especial.-
11
RIZZARDO, Arnaldo. Factoring. Doctrina comparada de Brasil.-
12
LOPEZ CABANA, Roberto. Contratos en el Siglo XXI.-

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correspondiente solo podrá ser pagado al factor—; factoring sin notificación
—la existencia del factor pasa desapercibida para los deudores de la
sociedad adherente, quienes en forma ordinaria proceden a pagarle sus
créditos en el momento previsto. La sociedad adherente, por su parte, se
obliga para con el factor a transferirle de inmediato los montos obtenidos y
sobre los cuales ha recibido un adelanto del factor—.
c) Según la financiación: factoring al vencimiento —el factor se obliga para
con su cliente a pagar las facturas al vencimiento de cada una de ellas o a
cierto plazo promedio de sus vencimientos, previamente convenido entre las
partes. El cliente o la sociedad adherente no recibe propiamente un adelanto,
sino la seguridad de que al vencimiento de los créditos su monto le será
abonado—; factoring a la vista —aquí, a diferencia del anterior, el factor
abona de inmediato el monto de los créditos a la cuenta de su cliente, pero al
implicar ello un costo financiero, además de la remuneración general por el
servicio, liquida un adicional calculado sobre el monto del crédito—.
d) Según el ámbito territorial: factoring domestico —refiere al supuesto de que
tanto la sociedad adherente como los compradores de sus productos se
encuentren en el mismo pais—; factoring internacional —a diferencia de la
anterior, una de las partes se encuentra fuera del territorio donde tiene lugar
la operación—; factoring de exportación —bajo esta modalidad, la sociedad
de factoring adquiere las facturas de sus sociedades adherentes en el país a
cargo de compradores extranjeros a los cuales han despachado una
mercancía—; factoring de importación —es la adquisición de facturas de
clientes extranjeros o sociedades adherentes a cargo de importadores o
compradores nacionales—.
Existen diversas corrientes de opinión doctrinarias que asemejan al factoring con
la compra de créditos, ya que el factor provee financiación “mediante la compra de
la cartera de créditos”, o se “compromete a adquirirle al cliente todos los
créditos”. No corresponde deformar la realidad del factoring para adaptarla a la
cuadricula legal, reduciéndola a una mera operación de venta de créditos.
Analizando específicamente la tipicidad legal, es claro que el núcleo del factoreo13
es el cambio traslativo de un crédito por dinero, lo que hace aplicables las normas
de la cesión onerosa de derechos14. En el caso de no haber transmisión de la
propiedad y, por consiguiente, del riesgo de incobrabilidad, es una cesión pro
13
GARCIA CRUCES GONZALEZ, Jose Antonio. El contrato de factoring. “En el derecho comparado se
distinguen los casos en los que hay transmisión de la propiedad, porque ello significa que se asuma,
o no, el riesgo de incobrabilidad. En el derecho alemán se ha considerado que hay que distinguir
dos modalidades: cuando en el factoring se produce una transmisión de créditos en propiedad y se
trasladan los riesgos (principio de traslación de riesgos) hay una venta de créditos, y cuando no hay
asunción de riesgos, sino que la cesión es en garantía, hay un mero préstamo. En el derecho
anglosajón se designa al factoring como “absolute owner”, es decir, como un propietario”.-
14
Código Civil italiano, art. 1262. Código Civil español, art. 1526. BGB, art. 398. “También se lo
puede comparar con la cesión–permuta. Como dice López de Zavalía, la aproximación a la permuta
es totalmente figurativa y en realidad se trata de una cesión–cesión, ya que ambas partes son
cedentes. Pero en el factoreo el factor no cede créditos, sino que entrega una suma de dinero que el
factoreado se obliga a restituir”.

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solvendo, en la que está presente una finalidad indirecta de garantía 15. Pero la
operación del factoring es mucho más que eso.
El factoreado cede al factor los créditos de sus clientes, lo que constituye una
globalidad de acreencias actuales, presentes y futuras. Si resultan varias cesiones
sucesivas cada una de ellas debe hacerse separadamente, lo que constituye un
requisito imposible de salvar, llevando a la frustración del negocio 16. Para sortear
tal dificultad es necesario encontrar un instrumento que permita la cesión de todos
los créditos en un solo acto. Por ello, en diversos ordenamientos jurídicos se ha
utilizado indistintamente el instituto de la cesión de créditos17, la subrogación18 o la
creación de títulos valores cesibles19. En aquellos sistemas jurídicos donde haya
dificultades para concebir una cesión que contenta muchas cesiones, es necesario
partir de la idea de que el factoring es un contrato preparatorio o preliminar, que
luego se concreta en las cesiones especificas. El factoring tendría un carácter
obligacional, ya que del mismo no derivaría la transmisión de los créditos, sino una
norma que obliga a cederlos en las condiciones pactadas. Esta tesitura ha dejado de
ser una simple elaboración teórica y es muy utilizada en la práctica española 20,
inglesa, alemana y admitida en la propia Convención de Otawa21. Para contrarrestar
la fragilidad de concebir al factoring como un contrato meramente preparatorio se
ha dicho que es un contrato definitivo, de carácter normativo, ya que es un acuerdo
fuente de reglas destinadas a disciplinar la conducta de futuros contratantes, y las
cesiones posteriores serian acuerdos independientes, prenormados por aquel22.
Ambas tesis son posibles en nuestro Código Civil, ya que nada obsta concebir al
factoring como un contrato preparatorio obligacional, aunque ello no es necesario
teniendo a disposición el instrumento de la cesión definitiva. Otra posición indica
que hay una cesión de créditos futuros23, siendo los actos de cesión posteriores una
mera ejecución. Este enfoque señala que es un contrato definitivo y no preparatorio,
con efectos traslativos y no meramente obligacionales, incentivando fuertemente al

15
LORENZETTI, Ricardo. Tratado de los contratos. “El crédito se entrega para el cobro, con facultad
del acreedor de cobrarse, y con la acción de regreso contra el cedente, si hay insolvencia, ya que no
se asume el riesgo de incobrabilidad. Por esta razón no hay transmisión de la propiedad, conforme
lo explicamos al tratar en el Cap. XV la cesión de créditos, sección especial, cesiones en garantía”.-
16
ZITO FONTAN, Otilia del Carmen y otros. Contratos, parte especial.-
17
LORENZETTI, Ricardo. Tratado de los contratos. “Es la situación de la mayoría de los países de
tradición romanista–europea”.-
18
LORENZETTI, Ricardo. Tratado de los contratos. “Tal el caso de la doctrina francesa”.-
19
LORENZETTI, Ricardo. Tratado de los contratos. “Es una solución muy practica ensayada en el
ordenamiento argentino: la creación de facturas de crédito, conformadas, y otros ensayos
destinados a la ‘titularización’ de los créditos a los fines de incrementar su circulación”.-
20
GARCIA DE ENTERRIA, Eduardo. La figura del contrato administrativo. “Quien cita varios
contratos de sociedades de factoring con la expresión de que el cliente: ‘se obliga a ceder’, o ‘se
obliga a ofrecer en cesión’”. Doctrina comparada de España.-
21
Convención de Otawa. Art. 2° A. “El empresario puede ceder o cederá, admite, como una de las
formas posibles, la configuración del factoring como contrato preparatorio de carácter
obligacional, causando una obligación de ceder y no directamente la cesión”.-
22
LABIANCA, Marcello. Factoring. CARNEVALI, Ugo. El problema giuridici del “factoring”. Doctrina
comparada de Italia.-
23
ROLIN, Serge. Le “factoring”. Doctrina comparada de Francia.-

13
factoreo. La cesión de todos los créditos se produce de una sola vez y no
segmentada como en el caso anterior.
En el régimen argentino, no hay dificultad para solucionar el inconveniente 24. En
el factoring internacional, la Convención Unidroit lo admite expresamente, porque
en muchos ordenamientos no existía esa posibilidad, que en Argentina existe desde
fines del siglo XIX25.
La cesión, entonces, puede tener por objeto créditos futuros, condicionales,
eventuales, a plazo o de convenciones aun no concluidas. También admite la cesión
de una globalidad de créditos, específicamente cuando se refiere a la cesión de
derechos hereditarios y a la de fondo de comercio. La cesión global no exime de
cumplir con el requisito de la determinación del objeto. Es de suma importancia que
en el contrato se describa el servicio, el préstamo y los tipos de créditos que se
ceden con la mayor precisión posible. Generalmente, el factor se reserva la facultad
de aceptación o rechazo, lo que no implica indeterminación del objeto o una
disposición facultativa del mismo, sino una condición. Por efecto de la cesión
interpartes, el factor se convertiría en “propietario del crédito”.
El factoring, como lo hemos visto, es un contrato en el que prevalece la cesión
de créditos, por lo cual es necesario proceder a su comparación.
En principio, “la cesión de créditos constituye la espina dorsal de la
construcción técnica del factoring26”. Pese a que es cierto que en el factoring puede
tener lugar una cesión de crédito (factoring a riesgo de la empresa financiera), no es
la única modalidad posible ni la única prestación que las partes tienen en cuenta al
contratar, por lo que los efectos de ambos contratos difieren entre sí. La distinción
más notable se da en que la cesión de créditos es un contrato de ejecución
instantánea, y el de factoring es de duración27.
En la cesión de crédito, el cedente de buena fe no garantiza la solvencia del
deudor cedido28; en tanto que en el factoring, si no se pacta la asunción del riesgo
de cobranza por el factor, el factoreado debe reembolsar a este el importe de los
créditos incobrables cuyo importe le hubiera adelantado en virtud de la
financiación. La asunción de la garantía de solvencia configura una garantía de
hecho sustentada en la necesidad de asegurar la eficacia económica del derecho
transmitido. La asimilación del factoring a la cesión de créditos implicaría exigir en
dicho contrato el cumplimiento inexcusable de la notificación al deudor cedido por

24
MARRE VELASCO, Agustin. El contrato de factoring. Doctrina comparada de Chile.-
25
LORENZETTI, Ricardo. Tratado de los contratos. “El legislador europeo ha manifestado cierta
ignorancia del derecho comparado, especialmente del Código Civil argentino. Por ejemplo: la ley
italiana del 21–02–1991 dice en su exposición de motivos que, al regular la cesión, el legislador del
Código Civil de 1942 no podía imaginar que dicha técnica contractual habría sido utilizada para la
transferencia de una globalidad de créditos presentes y futuros. Aunque Vélez no haya pensado en
el factoring, tuvo la visión de elaborar una formula abierta que da lugar a la amplia cesibilidad de
créditos”.
26
BARREIRA DELFINO, Eduardo y BONEO VILLEGAS, Eduardo. “Factoring”, nueva fórmula de
financiación.-
27
GHERSI, Carlos. Contratos.-
28
Código Civil. Art. 1476.-

13
acto público para que sea oponible a terceros 29, lo cual constituye un obstáculo
incompatible con la agilidad propia de la actividad financiera. Además, en la cesión
de créditos el cedente transmite a estos a bajo precio, para ganar liquidez
rápidamente; el cesionario lucra con la diferencia entre lo pagado y su valor
nominal. Mientras que en el factoring, el factor no adquiere las facturas a bajo
precio, paga por ellas el valor real; cobra una comisión o interés al factoreado por
el costo financiero, el riesgo y los servicios adicionales que asume30.
Por si ello fuera poco, cabe resaltar que en el factoring la cesión de créditos
cumple una simple función de “eslabón” entre cada etapa de aquel negocio. Si bien
la actividad del cliente como empresa forma parte de la base fáctica y subjetiva del
negocio contractual que crea la situación vinculante, su resultado, o sea, los créditos
que como consecuencia de tal actividad se constituyen a favor del cliente,
simbolizan el valor patrimonial que configura el presupuesto de actuación de las
partes, cada una de ellas en la respectiva posición jurídica que ocupan dentro de la
situación jurídica nacida del contrato.
Por lo tanto, en el mismo punto de partida del presupuesto de actuación, existe
una hipótesis abstracta: el nacimiento del crédito a favor del cliente. Solo si este se
origina, puede llegar a funcionar todo el proceso jurídico que el factoring encierra.
No obstante, el mero nacimiento del crédito es un ineludible presupuesto de
hecho, pero no el único necesario para la actuación, porque ya en el plano de la
relación jurídica y en el encadenamiento de todo proceso de actos jurídicos debidos,
pueden distinguirse a simple vista dos fases: una primera constituida por dos
elementos esenciales como son la “oferta de factorización” y la “facultad de
aprobación”; mientras que la segunda fase es la “factorización” propiamente
dicha, en la cual el proceso económico–jurídico se completa. Ambas fases entran en
la compleja relación jurídica del factoring, y son consecuencia ya del conjunto de
derechos y deberes que cada una de las partes asume en el negocio.
La cesión de créditos puede constituir el punto de enlace de la primera etapa a la
segunda, pero tiene carácter meramente instrumental. Lo trascendente de la relación
de factoring radica, no en la cesión de créditos, sino en la primera fase constituida
por la oferta de factorización y la facultad de aprobación 31. La efectividad de esta
frase previa constituye el presupuesto de actuación del factoring, lo que demuestra
el rol que cumple la cesión de créditos como mero instrumento de transito de la
operatoria. Cada cesión de crédito no es un objeto de negociación en sí misma, sino
solo la implementación de una cadena de cesiones, cuyos términos y condiciones ya
fueron negociados al momento de celebrarse el contrato de factoring, el cual
configura el marco integral de actuación del negocio.
Por último, cabe destacar que el contrato de factoring puede concluir, en
principio, en virtud de las siguientes causales: a) por vencimiento del plazo
estipulado por las partes; b) por utilización del monto máximo, si así se “hubiere
29
Código Civil. Art. 1467.-
30
FARINA, Juan Manuel. Contratos comerciales modernos.-
31
ROCA GUILLAMON, Juan. El contrato de factoring y su regulación por el derecho privado español.
Doctrina comparada de España.-

13
convenido”; c) por rescisión por acuerdo de partes; d) Por rescisión unilateral en
cualquier momento, a condición de que no sea intempestiva ni cause un perjuicio;
e) por resolución por incumplimiento de las obligaciones asumidas; f) por quiebra o
concurso preventivo de cualquiera de las partes, o por circunstancias sobrevinientes
que tornen incierta su capacidad patrimonial para hacer frente a los compromisos
asumidos; g) por disolución de la sociedad–cliente; h) por transmisión del fondo de
comercio. Ante la ausencia de regulación legal para la figura jurídica, es de
conveniencia que las causales de extinción estén expresamente enumeradas en el
contrato. Inclusive, puede resultar beneficioso pactar las indemnizaciones que
pueden derivarse de la resolución por incumplimiento o por rescisión unilateral
intempestiva32.

ANEXO:

32
LOPEZ CABANA, Roberto. Contratos en el Siglo XXI.-

13
 Doctrina Nacional:
ARGERI, Saúl. Contrato de Factoring.-
BARREIRA DELFINO, Eduardo y BONEO VILLEGAS, Eduardo. “Factoring”,
nueva fórmula de financiación.-
FARINA, Juan Manuel. Contratos comerciales modernos.-
GARCIA CRUCES GONZALEZ, Jose Antonio. El contrato de factoring.-
GHERSI, Carlos. Contratos.-
GREGORINI CLUSELLAS, Eduardo. Contratos, Parte Especial.-
LOPEZ CABANA, Roberto. Contratos en el Siglo XXI.-
LORENZETTI, Ricardo. Tratado de los contratos.-
ZITO FONTAN, Otilia del Carmen y otros. Contratos, parte especial.-

 Doctrina Comparada:
CHULIA VINCENT, Eduardo y otro. Aspectos jurídicos de los contratos atípicos.
Doctrina comparada de España.-
GARCIA DE ENTERRIA, Eduardo. La figura del contrato administrativo.
Doctrina comparada de España.-
HERNANDEZ, Ronaldo y D’ALOLIO JIMENEZ, Carlos. Revista judicial.
Doctrina comparada de Costa Rica.-
LABIANCA, Marcello. Factoring. CARNEVALI, Ugo. El problema giuridici del
“factoring”. Doctrina comparada de Italia.-
MARRE VELASCO, Agustin. El contrato de factoring. Doctrina comparada de
Chile.-
MESTRE, Frédérique. Convención Unidroit sobre “factoring” internacional;
Coloquio Unidroit; UADE. Doctrina comparada de Francia.-
RIZZARDO, Arnaldo. Factoring. Doctrina comparada de Brasil.-
ROCA GUILLAMON, Juan. El contrato de factoring y su regulación por el
derecho privado español. Doctrina comparada de España.-
ROLIN, Serge. Le “factoring”. Doctrina comparada de Francia.-

 Jurisprudencia Nacional:
Caso Heller Sud Servicios Financieros S.A. c/ Polisur S.A.: Contrato de
factoring; notificación al deudor cedido; alcance; instrumentación. Cesión de
créditos; cesión global. Procede el cobro de las diversas facturas reclamadas por la
cesionaria, si la notificación al deudor cedido hizo referencia a un contrato de
factoring global, celebrado entre aquella y la cedente —cuya copia recibió el
demandado— por el cual todas las facturas emitidas a cargo de la accionada le
debían ser abonadas a la actora, aunque en la comunicación se haya hecho mención

13
de algunas facturas en particular. Jueces: Monti – Di Tella – Caviglione Fraga.
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial, sala C, 23/04/2002.-
Caso Heller Sud Servicios Financieros S.A. c/ Unión Gandarense S.A. s/
Diligencia Preliminar: Derecho Procesal especial. Procesos de conocimiento.
Diligencias preliminares. Exhibición de documentos y títulos. Contrato de
factoring. Conocimiento de la existencia y extensión del crédito a reclamar. Resulta
improcedente solicitar una diligencia preliminar para que la destinataria de la
misma —a quien se anuncia como futura accionada en una demanda por cobro de
sumas de dinero provenientes de facturas impagas, crédito que, por su parte, deriva
de un contrato de factoring celebrado por el pretensor y una sociedad anónima—
exhiba sus libros y documentos contables cuando surge que el peticionante no
puede obtener extrajudicialmente los datos requeridos, a pesar de que posee un
plexo instrumental adecuado para conocer si es o no titular de la relación jurídica
invocada con la defendida. De tales elementos puede inferirse el conocimiento que
el reclamante tiene de la existencia y extensión del crédito cedido. Jueces: Piaggi –
Butty – Diaz Cordero. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial,
sala B, 18/08/2000.-
Caso Vanguardia Seguridad Integral Empresaria y Privada S.A. c/ Galicia
Factoring & Leasing S.A. Y Otro s/ Ordinario: Contrato de factoring; resolución
del contrato; rendición de cuentas. Contrato de Leasing. Excepción de falta de
legitimidad pasiva opuesta por la firma codemandada. Jueces: Ojea Quintana –
Caviglione Fraga – Garibotto. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y
Comercial, sala C, 09/03/2010.-
Caso Bagur, Jorge c/ Estado Nacional – Ministerio de Defensas s/ Cobro en
pesos: Acumulación de procesos; conflicto; cobro de facturas contra el Estado
Nacional. Cesión por terceros. Operaciones de factoring. Examinadas
exhaustivamente ambas actuaciones, la Sala advierte la existencia de elementos
comunes o interdependientes que las vinculan íntimamente; se observa, además,
que se encuentran relacionadas por la naturaleza de las cuestiones involucradas. En
consecuencia, la acumulación se justifica habida cuenta de la intima conexión entre
las cuestiones planteadas en ambos procesos y los sustanciales beneficios que esta
importa en orden a la seguridad jurídica. Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Civil y Comercial, 19/05/1998.-

 Jurisprudencia Comparada:
Caso Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona “La Caixa” c/ Estudio Joan
Rosselló S.L. y Fires Geremi S.L.: Concurso de acreedores; efectos. Contrato de
factoring; exclusión de un crédito en el listado de acreedores por parte de la
administración concursal. Insuficiencia de la actividad probatoria que pretende el
reconocimiento e inclusión de créditos sin haber acreditado el supuesto de hecho
que permitiera estimar la petición. Jueces: Mateo – Barceló – Covadonga. Juzgado
de lo Mercantil N° 1 de Palma de Mallorca, 17/12/2009.-
Caso Banco de Sabadell S.A. c/ Bodegas Adria S.L.: Contrato de factoring.
Pacto de cesión de créditos emanados de ventas de mercancías o prestación de
servicios efectuadas a los compradores. La falta de pago por parte del comprador,
motivada por cualquier causa distinta de la insolvencia será soportada por el cliente
exclusivamente. Inexistencia de insolvencia, y si de disputa comercial. Jueces:

13
Álvarez Rodriguez – Muñiz Diez – Robles García. Juzgado de Primera Instancia e
Instrucción N° 2 de Ponferrada, 10/05/2011.-
Caso Termoelectric S.L. c/ Caja Rural de Ciudad Real: Contrato de factoring.
Incumplimiento por la demandada de la oferta de anticipo debidamente cursada y
aceptada por la entidad proveedora demandante. La entidad bancaria una vez
recibida la solicitud cumplimentada por parte del proveedor se ve vinculada por
oferta realizada ya aceptada, sin que proceda oponer razones que no son propias de
la aceptación. Las alegaciones atinentes a que no se desplegaron los efectos
correspondientes y propios de la consumación contractual cuyo cumplimiento
justamente se insta en la presente demanda, no desvirtúan la constancia de que se
produjo la perfección por el concurso de la oferta y aceptación del anticipo
ofertado. Jueces: Casero Lineras – Aatray Chacón – Moreno Cardoso. Juzgado de
Primera Instancia e Instrucción N° 3 de Ciudad Real, 04/12/2010.-

CONCLUSION:

13
El factoring se ha popularizado a nivel mundial como un método aconsejable
que permite al vendedor cobrar antes del vencimiento, librándose del trabajo
contable y legal en relación a las cuentas por cobrar, a través del contrato de
factoring, la empresa puede ceder esas tareas al factor.
Como bien he dicho, el factoring reconoce su origen en el contrato de cesión de
créditos, pero asimilarlo, sin más, genera enormes problemas en su
desenvolvimiento. Existen variadas diferencias entre ambas figuras, entre las que se
destacan: a) en tanto que el cedente trata de ganar liquidez cediendo a bajo precio,
mientras el cesionario lucra con esa diferencia; en el factoring, los créditos se ceden
a su valor nominal y en función de las tasas de interés aplicables a cada caso; b) en
el factoring es usual que la empresa asuma obligaciones de asesoramiento técnico,
administrativo y contable, cosa que no existe en la cesión de créditos; y por último,
c) la empresa de factoring asume la solvencia del tercero deudor, en cambio, el
cedente solo garantiza la legitimidad del título.
Todo esto me lleva a sostener que el factoring efectivamente es un contrato
fuertemente influenciado por la cesión de créditos, pero que también tiene
elementos de la locación de servicios y del mutuo, entre otros —lo que impediría
aplicar rigurosamente las normas de la cesión de créditos, no así de manera
subsidiaria—.
El factoring, en definitiva, persigue dos finalidades principales: ser instrumento
para obtener medios líquidos inmediatos y convertirse en un procedimiento que
alivia la labor administrativa de la empresa asistida.

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