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Abstract
This article examine the recent literature about Empirically Validated Therapies, also called
evidence-based practice, and attempt summarize the very important topics around research
in clinic psychology. The Empirically Supported Therapies are used in order to strengthen
the therapeutic action and to improve the positioning of the profession and psychological
discipline, to increase the trust in the clinical psychology on the part of the potential and
actual users and to foment its extended use between people and groups with emotional
and/or behavioral difficulties that require help. In the discussion, aspects like the
manualization, the integration of the investigation with the profession, the diffusion of the
investigative advances, the control of variables, the comparability among studies, the
evaluation of the components of the treatment, the type of measures used in the investigation,
the training of therapists and ethical aspects are discussed.
Keys works: empirically supported therapies, validity, research investigative methodology
and manualization
Resumen
Esta revisión de la literatura actual intenta hacer una recopilación preliminar de los aspec-
tos más importantes de la discusión en torno a la metodología de investigación en clínica
conocida como Terapias con Soporte Empírico, usadas para fortalecer la acción terapéuti-
ca y mejorar el posicionamiento de la profesión y disciplina psicológica, aumentar la con-
fianza en la psicología clínica por parte de los usuarios potenciales y la gente del común y
fomentar su uso extendido entre personas y grupos con dificultades emocionales o
conductuales que requieran ayuda. Se discuten aspectos como la manualización, la inte-
gración de la investigación con la profesión y la difusión de los avances investigativos, el
control de variables, la comparabilidad entre estudios, la evaluación de los componentes
del tratamiento, el tipo de medidas utilizadas en la investigación, el entrenamiento y actua-
lización de los terapeutas y algunos aspectos éticos.
Palabras clave: terapias con soporte empírico, validez, metodología de investigación y
manualización.
*
Correspondencia: Facultad de Psicologóa, Universidad Católica de Colombia, Calle 47 No. 13-32,
Piso 2. clondono@ucatolica.edu.co
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164 CONSTANZA LONDOÑO PÉREZ Y SANDRA CAROLINA VALENCIA LARA
10. Se monitorea la labor del psicólogo & Resnick, 2002), puede pensarse en meta-
clínico, para orientarlo en caso de dificul- análisis que incluyan estudios de laborato-
tades en el proceso de intervención. rio y estudios en ambientes naturales para
11. Los análisis de datos deben ser evaluar la consistencia de los resultados y
cuidadosos y llevados a cabo por personal potenciar la complementariedad del cono-
experto. cimiento generado.
12. La interpretación de los resultados En la misma línea, la investigación debe
debe concentrarse en identificar los efectos ser la base para el entendimiento de los tras-
del tratamiento, comparando condiciones tornos, el desarrollo de la intervención y
del tratamiento activo con condiciones pre- determinación del sustento empírico de los
vias al mismo. tratamientos (Compas & Gotlib, 2003); este
13. Es necesario examinar cuidadosa- papel implica resolver preguntas ya formu-
mente la calidad de la investigación antes ladas y la generación de nuevas preguntas
de emitir explicaciones globales basadas en sobre los aspectos más relevantes de la ac-
los resultados. ción clínica. Así mismo, se han realizado
14. Así mismo, es determinante recono- estudios secuenciales que muestran esfuer-
cer las limitaciones de la eficacia, que implica zos sistemáticos dirigidos a establecer el
definir a quién beneficia el tratamiento, si el sustento empírico de diversas terapias, en-
cambio observado es atribuible al procedi- tre las que encuentran terapias cognitivas,
miento y cómo intervienen en el avance las cognitivo-conductuales (DeRubeis & Crist-
características personales del paciente. Christoph, 1998; Ablon & Marci, 2004) e
De la oposición planteada entre la vali- interpersonales.
dez interna de los estudios naturales y la La investigación además permite evaluar
validez externa de los estudios de laborato- sistemáticamente la psicoterapia, el nivel de
rio que generaron cuestionamientos acerca intervención en el que funciona mejor y la
del tipo de conocimiento producido, se ha población en la que se potencian los efec-
evolucionado hacia la aceptación de la tos (Compas & Gotlib, 2003). Dicha evalua-
complementariedad entre estas dos formas ción ha trascendido el terreno subjetivo del
de producción de conocimiento (Trull & reporte de bienestar del paciente, pues la
Phares, 2003). A partir de la determinación persona puede reportar mejoría debido a la
de concordancias marcadas en los resulta- acción de la deseabilidad social o tan solo
dos obtenidos sobre agresión, atención, es- para no desautorizar al psicólogo tratante.
tilos de vida, depresión, trastorno bipolar I, Se han conducido un número importante de
mendicidad, autoeficacia, estrés postraumá- estudios comparativos, de meta-análisis,
tico, ansiedad y abuso de sustancias, entre estudios de caso y revisiones documenta-
otros (Anderson, Lindsay & Bushman, les sobre los tratamientos, que proporcio-
1999; Otto, Pollack & Maki, 2000; Mor- nan conocimiento cada vez más amplio y
genstern, Morgan, McCrady, Keller & detallado de las terapias y sus efectos sobre
Carroll, 2001; Blackburn & Moorhead, los problemas de los pacientes (Westen &
2002; Basco, 2002; Ramírez, 2002; Sander- Morrison, 2001; Wong, Kim, Zane &
son & Rego, 2002; Wilhem, 2002; Falsetti Huang, 2003).
TERAPIA CON SOPORTE EMPÍRICO 167
en la «vida real»; por otro lado, en pocas la homogeneidad se encuentra que por
ocasiones es posible tener a los pacientes ejemplo los rangos de edad incluidos son
aislados «bajo estricto control» ya que esto en extremo amplios, y se obvian claras di-
tiene implicaciones éticas y económicas. La ferencias entre un joven de 18 años que
mayoría de los participantes son reclutados padece una patología y un adulto de 50 años
en servicios de consulta externa y esto im- con el mismo padecimiento. Por lo tanto los
plica que ellos están expuestos a un sinnú- hallazgos obtenidos son relativos a las
mero de variables no controladas que pue- muestras y las condiciones de estudio y
den afectar el curso de la intervención, ya puede ser que no sean generalizables, tal
sea positiva o negativamente. Igualmente, como lo plantea Trull y Phares (2003) y
los estudios realizados en ambientes natu- otros (Westen, Novotny & Thompson-
rales tienen este mismo problema de con- Brenner, 2004; Addis & cols., 2004).
trol y otros como la heterogeneidad de las La aleatorización de las muestras pre-
muestras. senta varias dificultades y es necesario pen-
Respecto de la pretendida homogenei- sar en nuevas opciones compatibles con la
dad de la muestra, en la práctica es difícil investigación controlada (Goldfried &
alcanzar tal nivel de especificación y lograr Eubanks-Carter, 2004). Pocos estudios re-
la representatividad de la misma pues han fieren la existencia de un proceso de asig-
sido elegidas a través de métodos disímiles nación aleatoria de las participantes a los
(Westen, Novotny & Thompson-Brenner, grupos de tratamiento, hay una marcada ten-
2004). No se han determinado los efectos dencia a trabajar con grupos intactos debi-
globales del tratamiento en grupos disímiles do a que las instituciones que colaboran no
típicos de la practica clínica en ambientes desean que los pacientes a quienes atiende
naturales, se han limitado a describir los sean tratados de manera diferente porque
efectos de la terapia aplicada a muestras de esto puede afectar la evolución de su pro-
pacientes que han sido homogenizados a blema, ya sea porque al ser asignado a un
partir de la selección para efectos de control grupo control se frena o deteriora el proce-
de variables en la investigación, pero que so o porque es necesario tener en cuenta la
no necesariamente representan las diversi- igualdad de derechos para ser asignados al
dad de perfiles y características de los tras- grupo en el que se espera mayor avance.
tornos en cada paciente que hace uso de los El uso de grupos control ha sido pro-
servicios de salud. Por ésta y otras razones puesto como una de las estrategias más efi-
los estudios de laboratorio pueden ser vis- caces de control de variables, pero se ha
tos como aplicaciones artificiales, lejanas planteado que es difícil hacer que sean es-
del trabajo que ocurre en condiciones «rea- trictamente comparables con los sujetos de
les» (Kazdin & Weisz, 1998). los grupos experimentales: Por un lado, se
Los pacientes en la vida real son muy sugiere usar grupos pareados, pero es real-
heterogéneos, lejos de las muestras homo- mente complejo igualar sujeto a sujeto en
géneas manejadas en los estudios (Clarkin, sus características para lograr que sean es-
1998; Kazdin & Weisz, 1998; Addis, Hatgis, trictamente comparables; por otro lado, los
Krasnow, Bourne & Mansfield, 2004). Y estudios adelantados en muchos casos de-
aún en las muestras en las que se pretende penden de la existencia de voluntarios que
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deseen ser sometidos al proceso. En un buen terapia específica es más efectiva que el tra-
número de estudios no se usan grupos con- tamiento con fármacos? Y en qué tipo de
trol de ningún tipo y se plantean conclusio- pacientes ocurre?
nes sin tener en cuenta que esto afecta de Una variable hasta ahora no controlada
manera importante la interpretación de los es que la participación de voluntarios en un
resultados y sus posibles limitaciones. estudio implica que quienes aceptan la in-
Respecto del diseño y el uso de grupos vitación ya están listos para iniciar el pro-
control, podrían de hecho ser más benefi- ceso de cambio hacia la mejoría y ésta sea
ciosas y precisas las comparaciones intra- una variable no tenida en cuenta hasta aho-
sujeto o con sujetos pareados que eviden- ra en muchos estudios realizados. Entre
cien la magnitud del cambio del sujeto com- otras variables que pueden afectar la efec-
parado consigo mismo o con alguien muy tividad de una terapia se encuentran ade-
parecido, pues existen casos particulares en más de las características del paciente, las
los que se puede mostrar mejoría de los sín- características personales y profesionales
tomas y avanzar respecto del estado inicial del terapeuta, así como las condiciones en
sin que nunca alcance el nivel esperado para las que ocurre el procedimiento. La mayo-
un sujeto considerado sano (Kazdin, 1999; ría de los estudios se han centrado en la
Compas & Gotlib, 2003). consideración de algunas variables del pa-
Se plantea que deben adelantarse ade- ciente y de la intervención; pero solo con-
más estudios comparativos entre terapias o sideran como variable del terapeuta el ni-
con placebos; no obstante cabe preguntar- vel de entrenamiento y dejan de lado otros
se si es posible el uso de placebos en psico- aspectos como las condiciones generales del
logía, tal como lo hacen en los estudios profesional. Definitivamente el terapeuta
farmacológicos del modelo médico. Es di- antes que ser profesional es una persona con
fícil pensar en ello si se trata de interven- rasgos particulares, con una historia previa,
ciones psicológicas clásicas, pues los place- con motivaciones y deseos que pueden lle-
bos usados en psicología son intervencio- gar a facilitar u obstaculizar el proceso de
nes al parecer inocuas en las que únicamente tratamiento. Así mismo, el sistema sanita-
se brinda información al participante, pero rio en el que se encuentra inmerso determi-
no se puede ignorar que la información o la na en gran medida su práctica, pues delimi-
simple asistencia a reuniones pueden tener ta desde las razones de remisión al psicólo-
un efecto claro en las condiciones emocio- go hasta el número de sesiones que autori-
nales y de conducta del paciente, es decir za para el paciente.
que el tratamiento placebo no es en verdad
inocuo en éste caso. Comparabilidad de los estudios. Es in-
Los tratamientos farmacológicos se en- negable que la investigación en psicotera-
cuentran entre las opciones con las que debe pia solo puede progresar si los estudios so-
compararse la terapia psicológica, sin em- bre el tratamiento y el tratamiento mismo
bargo estos no deben ser considerados pueden ser replicados en otros estudios
opuestos a ella, cuando en muchos casos (Clarkin, 1998); esto implica que el diseño
actúan de forma complementaria. ¿Qué y todos los procedimientos están descritos
implicaciones tiene el decir que una psico- con claridad y suficiencia, que está descri-
TERAPIA CON SOPORTE EMPÍRICO 171
to el tipo de paciente, que hay acceso a los terapias ha avanzado más en un grupo de
instrumentos usados, que los criterios de intervenciones que en otras (Kazdin &
inclusión se encuentran definidos previa- Weisz, 1998). Por ejemplo se ha evaluado
mente y que se define el tipo de terapeuta el sustento empírico principalmente en te-
que conduce el proceso. No obstante, es fre- rapias cuyos enfoques de base correspon-
cuente encontrar publicaciones sobre expe- den a posiciones compatibles con la pro-
riencias investigativas en las que no se des- ducción de conocimiento a través del mé-
criben algunos de los criterios antes men- todo científico, como es el caso de la terapia
cionados o se hace una descripción somera conductual y la terapia cognitivo-conduc-
de los mismos, limitando así la posibilidad tual (Persons, 1995). No así para otras tera-
de que otros investigadores repliquen el es- pias cuyo enfoque guarda una posición re-
tudio para reconfirmar sus resultados o para servada ante la investigación sistemática,
saber cómo se comportan las variables en una definición particular de cambio sin im-
ciertos grupos poblacionales. Un punto ál- portar la dirección e indicadores de avance
gido en este aspecto, se refiere a la compara- muy subjetivos como la catarsis o el autorre-
bilidad de las muestras en tamaño y carac- porte de bienestar que da el paciente. De
terísticas, pues los estudios adelantados ma- otra parte, se dice que los investigadores
nejan diferentes tamaños de muestra que producen conocimiento lejano de la reali-
hacen difícil la comparación y no siempre dad y que los practicantes aplican interven-
es posible ubicar muestras más o menos ciones que no poseen un sustento empírico
idénticas a las usadas en los diversos estu- (Kelleher, 1998; Compas & Gotlib, 2003).
dios realizados para soportar empíricamente Falta claridad acerca del tiempo que
las terapias. debe transcurrir para llevar a cabo el segui-
miento de un estudio y este procedimiento
Evaluación de los componentes. Típi- se dificulta debido a la pérdida de sujetos
camente se evalúa cada componente de la por cambio de domicilio, desinterés o muer-
intervención por separado, pero no solo es te. Tampoco se identifican los criterios del
importante evaluar cada componente de los cambio, su duración, magnitud y aspectos
paquetes de tratamiento y estudiar sus efec- a modificar; se habla del cambio en la di-
tos sobre la problemática del paciente, ade- rección de la solución de los problemas del
más es importante desarrollar estrategias paciente, pero es difícil determinar la mag-
para estudiar de qué manera se relacionan nitud del cambio necesaria para considerar
los componentes y cómo actúan en combi- efectiva la intervención, o cuánto es el tiem-
nación. Un componente puede no ser sufi- po que debe mantenerse el cambio y bajo
ciente por sí solo para producir cambios en qué condiciones podría no ser duradero.
el paciente, pero al ser combinado con otros Las medidas de seguimiento deben ha-
puede potenciar sus efectos aportando po- cerse luego de uno o dos años después de la
der a la intervención (Compas, Haaga, intervención; las medidas tomadas en menor
Keefe, Leitenberg & Williams, 1998). tiempo no permiten reconocer la verdadera
Se piensa que la búsqueda de soporte estabilidad de los cambios ni evaluar recaí-
empírico fortalece y sustenta enfoques par- das. Así mismo, estas medidas deben ser
ticulares. La investigación respecto de las tomadas como oportunidades para afianzar
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el proceso de cambio, que no termina cuan- para hacer evidente la importancia de cam-
do se interrumpe el tratamiento, que se con- biar, determinar qué aspectos se desean mo-
solida a partir de la vivencia de nuevas situa- dificar, los costos del cambio e incluso para
ciones difíciles que le demandan a la perso- que el paciente se convenza de que cambiar
na el uso de habilidades adquiridas en la es posible. Weiner y Bordin (1998) plantean
terapia y permitirían evaluar verdaderamen- que la oportunidad que tiene el paciente de
te los alcances de la misma. No obstante, aceptar el problema, la expectativa de cam-
no se puede ignorar que en el seguimiento bio, la atención prestada a las instrucciones
los datos pueden contaminarse por eventos del terapeuta, los efectos de reforzamiento y
que están fuera de control del estudio y en la fuerza de la alianza terapéutica son facto-
muy pocas ocasiones se comparan los datos res que contribuyen al cambio.
obtenidos con grupos controles para corro- Se plantean la preguntas acerca de la
borar de alguna forma si el cambio y su interacción entre los tres componentes del
mantenimiento están asociados a la inter- proceso terapéutico: terapia - cliente - tera-
vención. peuta (Goldfried & Eubanks-Carter, 2004;
De otra parte, está la discusión en torno Ablon & Marci, 2004), la posibilidad de
a la dosificación de la terapia y a los efec- generalización de la práctica y de los resul-
tos dependientes de la misma, que plantea tados de investigación en la practica. Asi-
el interrogante de sí la cantidad o magnitud mismo, de cómo incluir a los profesionales
de la mejoría es equivalente a la intensidad en el proceso investigativo, cómo lograr la
y cantidad de terapia que se de al paciente replicabilidad de las experiencias investiga-
(Nathan & Gorman, 1998; Addis, Hatgis, tivas y cómo se puede afectar la terapia y
Krasnow, Bourne & Mansfield, 2004), es sus alcances debido a diferencias individua-
decir que si tal como pensaban Shapiro les (Kazdin & Weisz, 1998; Westen,
(1990) y Seligman (1995) la respuesta es Novotny & Thompson-Brenner, 2004).
proporcional a la dosis. Además, se plantea Evaluar en qué aspectos puede fallar la te-
la cuestión de en qué momento deben apa- rapia y cómo las características del paciente
recer señales de cambio que indiquen que pueden llevar a que la terapia falle, con el
el tratamiento elegido es el apropiado y en fin de controlar las situaciones identifica-
caso contrario cuándo tomar una decisión das y diseñar estrategias para personas con
sobre el uso de otro método de interven- rasgos particulares que pueden frenar el
ción. No se define con claridad la dosifica- progreso asociado a la terapia. Así mismo,
ción del tratamiento, se habla de un tiempo cabe anotar que en los casos en los que se
extenso pero no se determinan los criterios presenta comorbilidad se ve afectada la efi-
para calcular cuánto debe durar el procedi- cacia de la intervención (Compas & Gotlib,
miento, ni con qué intensidad debe ocurrir. 2003, Westen, & cols., 2004; Goldfried &
Puede ser que el cambio dependa más Eubanks-Carter, 2004).
de variables individuales, por ejemplo si el Quedan muchos aspectos por discutir
sujeto se encuentra preparado para iniciar un entre ellos está la pregunta de ¿quién con-
proceso de cambio ya que en muchas oca- tribuye más a la terapia: el terapeuta o el
siones es necesario invertir algunas sesiones paciente?
TERAPIA CON SOPORTE EMPÍRICO 173
El buen diseño del manual no implica probable es que una estandarización cultu-
obligatoriamente que se de le un buen uso ral de la terapia se dé? Es posible que en
(Beutler, 2000b), por ello es necesario en- América Latina se participe más activamen-
trenar a los profesionales en los lineamien- te del proceso de manualización?
tos y habilidades básicas que soportan las
técnicas descritas en el manual para que se El problema ético detrás del sustento
fomente el uso cuidadoso de estos (Trull & empírico de las terapias
Phares, 2003; Westen, Novotny & Thomp- La discusión sobre la validez empírica
son-Brenner, 2004; Berrio & Hernández, de los tratamientos trasciende el terreno de
2004), incluyendo diagramas de decisión y los enfoques y se convierte más bien en un
proceso. En el entrenamiento debe expli- problema ético sobre qué tratamiento se
citarse que los manuales no deben ser usa- brinda a un paciente que lo que necesita es
dos como libros de recetas, es necesario te- alcanzar bienestar y no una compleja red
ner en cuenta las particularidades de cada de razones que van más allá de su entendi-
caso (Davison, 1998; Malik, Beutler, miento y de su interés. Las razones éticas
Alimohamed, Gallagher-Thompson & de benevolencia, plantean la importancia de
Thompson, 2003), ajustando la terapia a las facilitar en el paciente procesos de cambio
características y necesidades del paciente y dirigidos a aumentar la percepción de
no que el paciente se ajuste a la terapia. bienestar y la satisfacción de necesidades
Otra dificultad presente con el uso de emocionales y comportamentales, hacien-
manuales es que no están adaptados para do la labor del psicólogo más competitiva.
pacientes con múltiples problemas (Trull & La responsabilidad ética con el paciente
Phares, 2003), pues suelen diseñarse estas se cristaliza cuando se atiende a sus necesida-
guías para trastornos específicos sin consi- des empleando procedimientos que han sido
derar que la mayor parte de las personas que sustentados con procesos investigativos em-
acuden a psicoterapia no presentan cuadros píricos y suficientemente evaluados (Trull
puros de diagnóstico tipo DSM, sino que & Phares, 2003; Compas & Gotlib, 2003);
presentan una mixtura de síntomas corres- esto pues define la acción terapéutica como
pondientes a más de un diagnóstico. Por un evento que ocurre bajo la elección racio-
tanto no se sabe cómo funcionarían en es- nal de terapeuta y paciente sobre la conve-
tos pacientes y si su nivel de efectividad se niencia de usar un procedimiento, con el ple-
mantiene igual que en pacientes con un solo no conocimiento sobre las posibilidades rea-
trastorno. Además en la mayoría de manua- les de alivio, los costos del tratamiento, el pro-
les se ignora qué efectos puede provocar un cedimiento a realizar, la duración y los po-
cierto tipo de procedimiento descrito en la sibles efectos secundarios (Beutler, 2000c).
guía (Goldfried & Eubanks-Carter, 2004). No es ético ofrecer un procedimiento sin que
Bajo la guía de manuales desarrollados haya sido probado, pues se atiende a la perso-
para pacientes con trastornos específicos ¿es na bajo la promesa implícita que hace el
posible tratar pacientes polisintomáticos? terapeuta de ayudar al paciente a resolver sus
(Clarkin, 1998) ¿son universales los manua- problemas cuando lo recibe como consultante.
les? Es necesario estandarizar las terapias En la revisión hecha como base del pre-
en cada región o en cada cultura? ¿Qué tan sente trabajo, no se encontraron estudios
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