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AUTOESTIMA

ACTA COLOMBIANA E INICIO


DE PSICOLOGÍA 13,TEMPRANO
163-181, 05 DE ACTIVIDAD SEXUAL 163

LA INVESTIGACIÓN EN EL PROCESO DE SOPORTE EMPÍRICO


DE LAS TERAPIAS: ALCANCES Y LIMITACIONES
CONSTANZA LONDOÑO PÉREZ*, SANDRA CAROLINA VALENCIA LARA
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

Abstract

This article examine the recent literature about Empirically Validated Therapies, also called
evidence-based practice, and attempt summarize the very important topics around research
in clinic psychology. The Empirically Supported Therapies are used in order to strengthen
the therapeutic action and to improve the positioning of the profession and psychological
discipline, to increase the trust in the clinical psychology on the part of the potential and
actual users and to foment its extended use between people and groups with emotional
and/or behavioral difficulties that require help. In the discussion, aspects like the
manualization, the integration of the investigation with the profession, the diffusion of the
investigative advances, the control of variables, the comparability among studies, the
evaluation of the components of the treatment, the type of measures used in the investigation,
the training of therapists and ethical aspects are discussed.
Keys works: empirically supported therapies, validity, research investigative methodology
and manualization

Resumen

Esta revisión de la literatura actual intenta hacer una recopilación preliminar de los aspec-
tos más importantes de la discusión en torno a la metodología de investigación en clínica
conocida como Terapias con Soporte Empírico, usadas para fortalecer la acción terapéuti-
ca y mejorar el posicionamiento de la profesión y disciplina psicológica, aumentar la con-
fianza en la psicología clínica por parte de los usuarios potenciales y la gente del común y
fomentar su uso extendido entre personas y grupos con dificultades emocionales o
conductuales que requieran ayuda. Se discuten aspectos como la manualización, la inte-
gración de la investigación con la profesión y la difusión de los avances investigativos, el
control de variables, la comparabilidad entre estudios, la evaluación de los componentes
del tratamiento, el tipo de medidas utilizadas en la investigación, el entrenamiento y actua-
lización de los terapeutas y algunos aspectos éticos.
Palabras clave: terapias con soporte empírico, validez, metodología de investigación y
manualización.

*
Correspondencia: Facultad de Psicologóa, Universidad Católica de Colombia, Calle 47 No. 13-32,
Piso 2. clondono@ucatolica.edu.co

163
164 CONSTANZA LONDOÑO PÉREZ Y SANDRA CAROLINA VALENCIA LARA

La investigación ha jugado un papel zado; en este se definió la existencia de tra-


importante en el desarrollo de la psicología tamientos bien establecidos, probablemen-
clínica y los tópicos de su interés han evolu- te eficaces y experimentales (Chambless &
cionado a través del tiempo: en los años 40 Holon, 1998; Compas, Haaga, Keefe,
la atención estaba centrada en el desarrollo Leitenberg & Williams, 1998).
de técnicas de evaluación más precisas que Para algunos, como Goldfried y Wolfe
permitieran discriminar con precisión los (1998), la publicación del informe fue apre-
trastornos padecidos por las personas que surada pues se considera necesario estudiar
solicitaban ayuda para ofrecerles un trata- más en detalle los criterios usados en la cla-
miento adecuado en cada caso (Kazdin, & sificación de las terapias y las estrategias
Weisz, 1998; Kelleher, 1998; Deegear & para que los TSE alcancen el nivel de difu-
Lawson, 2003); a partir de los años 50 crece sión esperado. Para otros el documento re-
el interés por conocer la eficacia de la psi- presentó el inicio de una importante línea
coterapia y por ello la investigación se en- de investigación, crucial en el avance del
caminó a comprender mejor la forma en que área clínica y como fuente importante de
los métodos terapéuticos afectaban al pa- recopilaciones de trabajos editados sobre
ciente (Bergin & Garfield, 1994; Nathan & trastornos particulares (Hasselt & Hersen,
Gorman, 1998; Trull & Phares, 2003). 1996; Roth & Fonagy, 1996), así como de
En los últimos 15 años las acciones se numerosos artículos de investigación y de-
han dirigido a demostrar la existencia de bate sobre el tema. Además, se encuentra
intervenciones psicológicas benéficas en el que la APA ha producido un buen número
tratamiento de un grupo más o menos de- de protocolos y guías referentes a la prácti-
finido de desórdenes emocionales y conduc- ca terapéutica para problemas específicos
tuales; el origen de éste interés particular (APA, 1993, 1995, 1998).
estuvo asociado a la conformación de un Vale la pena pues, evaluar los alcances
grupo de expertos encargados de la promo- y limitaciones de la propuesta metodológica
ción y difusión de Tratamientos con Sopor- de estudio de TSE y los posibles desarrollos
te Empírico (TSE), quienes realizaron un futuros ya que no son pocas las publicacio-
informe en el que se resaltó la importancia nes dedicadas a analizar las razones a favor
de ser más competitivos en el mercado, más y en contra de la misma; cada una centra la
eficaces al proveer servicios y alcanzar me- discusión en un aspecto de la situación con
jor entrenamiento de los psicólogos encar- una mirada parcial del asunto; es por ello
gados de dicha labor (Chambless & Holon, que el presente documento intenta hacer una
1998; Calhoun, Moras, Pilkonis & Rehm, recopilación preliminar de los aspectos más
1998; Hahlweg, Fiedenbaum, Frank, importantes de la discusión en torno a la
Schroeder & Witzleben, 2001; Lidon & metodología de investigación usada en clí-
Jones, 2002; Hays, Rardin, Jarvis, Taylor, nica y plantear otros hasta ahora no anali-
Moorman & Armstead, 2002; Trull & zados. El trabajo realizado hasta ahora tiene
Phares, 2003; Wampold, & Batí, 2004). El valor, pues además de promover la práctica
documento recogió los criterios de clasifica- basada en la evidencia, ayuda a fortalecer
ción de los tratamientos en tres grupos de la acción terapéutica, permite un mejor po-
acuerdo al nivel de sustento empírico alcan- sicionamiento de la profesión y la discipli-
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na. Derivado de ello, se aumentara la con- adelantada para determinar la efectividad y


fianza en la psicología clínica y será más eficacia de los tratamientos; dichas carac-
sencillo fomentar su uso entre personas, terísticas se expresaron en criterios consi-
parejas, familias y/o comunidades con difi- derados fundamentales en el proceso de
cultades emocionales o conductuales que soportar empíricamente una terapia (Cham-
requieran ayuda; es decir, podría mejorar bless & Holon, 1998; Compas & Gotlib,
el impacto social de la psicología que hasta 2003; Berrio & Hernández, 2004). A conti-
ahora ha sido limitado. nuación se enuncian los más importantes:
1. Los estudios deben corresponder a
ensayos clínicos aleatorizados; en caso de
ALCANCES ser estudios de caso único debe hacerse un
control riguroso de las variables.
En este apartado se discuten los princi- 2. Así mismo, deben incluir compara-
pales aportes derivados de la propuesta de ciones con grupos controles, ya sea de no
validación empírica de las intervenciones tratamiento o de lista de espera, con placebos
terapéuticas, entre los que se encuentran y/o con otras alternativas de tratamiento de
algunos aspectos metodológicos, la manua- las que ya se haya establecido su efectividad.
lización, el proceso de integración entre la 3. Conducir estudios de composición y
disciplina y la profesión, y la difusión de descomposición de los paquetes de tratamien-
los resultados. to para determinar las variables que actúan
como principio activo del procedimiento.
Aportes metodológicos derivados 4. Las muestras deben estar plenamente
del documento de la APA identificadas y homogenizadas a partir del
Tal vez uno de los aspectos más impor- uso de criterios confiables y universales de
tantes del documento producido por este evaluación.
grupo de expertos es que definen claramente 5. La evaluación de los resultados im-
los criterios para evaluar los tratamientos y plica el uso de pruebas psicométricamente
se plantean al menos tres preguntas básicas válidas y adaptadas a la población espe-
a este respecto: ¿los beneficios de las tera- cífica.
pias se evidencian en investigaciones con- 6. Es indispensable realizar medidas de
troladas?, ¿Los tratamientos pueden ser usa- seguimiento para establecer la permanen-
dos en diversos pacientes y situaciones? y, cia de los efectos a largo plazo.
¿Cuál es la relación costo-beneficio de la 7. El tratamiento debe ser suficiente-
terapia comparada con otras alternativas de mente largo para que tenga un efecto clí-
tratamiento? En ésta propuesta el procedi- nicamente significativo.
miento es considerado la variable indepen- 8. La implementación del tratamiento
diente y los beneficios que obtiene el pa- debe basarse en manuales en los que se des-
ciente como la variable dependiente sobre cribe en detalle el procedimiento y los prin-
la que se miden los efectos del tratamiento. cipios teóricos que lo sustentan.
Posterior a la publicación del documen- 9. Los responsables de la terapia deben
to se definieron en detalle las características haber recibido entrenamiento intensivo
básicas que debe cumplir la investigación sobre la implementación de la misma.
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10. Se monitorea la labor del psicólogo & Resnick, 2002), puede pensarse en meta-
clínico, para orientarlo en caso de dificul- análisis que incluyan estudios de laborato-
tades en el proceso de intervención. rio y estudios en ambientes naturales para
11. Los análisis de datos deben ser evaluar la consistencia de los resultados y
cuidadosos y llevados a cabo por personal potenciar la complementariedad del cono-
experto. cimiento generado.
12. La interpretación de los resultados En la misma línea, la investigación debe
debe concentrarse en identificar los efectos ser la base para el entendimiento de los tras-
del tratamiento, comparando condiciones tornos, el desarrollo de la intervención y
del tratamiento activo con condiciones pre- determinación del sustento empírico de los
vias al mismo. tratamientos (Compas & Gotlib, 2003); este
13. Es necesario examinar cuidadosa- papel implica resolver preguntas ya formu-
mente la calidad de la investigación antes ladas y la generación de nuevas preguntas
de emitir explicaciones globales basadas en sobre los aspectos más relevantes de la ac-
los resultados. ción clínica. Así mismo, se han realizado
14. Así mismo, es determinante recono- estudios secuenciales que muestran esfuer-
cer las limitaciones de la eficacia, que implica zos sistemáticos dirigidos a establecer el
definir a quién beneficia el tratamiento, si el sustento empírico de diversas terapias, en-
cambio observado es atribuible al procedi- tre las que encuentran terapias cognitivas,
miento y cómo intervienen en el avance las cognitivo-conductuales (DeRubeis & Crist-
características personales del paciente. Christoph, 1998; Ablon & Marci, 2004) e
De la oposición planteada entre la vali- interpersonales.
dez interna de los estudios naturales y la La investigación además permite evaluar
validez externa de los estudios de laborato- sistemáticamente la psicoterapia, el nivel de
rio que generaron cuestionamientos acerca intervención en el que funciona mejor y la
del tipo de conocimiento producido, se ha población en la que se potencian los efec-
evolucionado hacia la aceptación de la tos (Compas & Gotlib, 2003). Dicha evalua-
complementariedad entre estas dos formas ción ha trascendido el terreno subjetivo del
de producción de conocimiento (Trull & reporte de bienestar del paciente, pues la
Phares, 2003). A partir de la determinación persona puede reportar mejoría debido a la
de concordancias marcadas en los resulta- acción de la deseabilidad social o tan solo
dos obtenidos sobre agresión, atención, es- para no desautorizar al psicólogo tratante.
tilos de vida, depresión, trastorno bipolar I, Se han conducido un número importante de
mendicidad, autoeficacia, estrés postraumá- estudios comparativos, de meta-análisis,
tico, ansiedad y abuso de sustancias, entre estudios de caso y revisiones documenta-
otros (Anderson, Lindsay & Bushman, les sobre los tratamientos, que proporcio-
1999; Otto, Pollack & Maki, 2000; Mor- nan conocimiento cada vez más amplio y
genstern, Morgan, McCrady, Keller & detallado de las terapias y sus efectos sobre
Carroll, 2001; Blackburn & Moorhead, los problemas de los pacientes (Westen &
2002; Basco, 2002; Ramírez, 2002; Sander- Morrison, 2001; Wong, Kim, Zane &
son & Rego, 2002; Wilhem, 2002; Falsetti Huang, 2003).
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Desarrollo de manuales de intervención Integración de la investigación


Otro aporte es el desarrollo de manuales a la profesión
para que sean usados como guías de inter- El modelo de TSE reconoce la impor-
vención, en los que se describe cuidadosa- tancia de alcanzar integración entre la inves-
mente cada sesión, secuencias de acción en tigación empírica y la práctica clínica
el proceso, trabajos y tareas terapéuticas, (Kelleher, 1998), y la discusión que ha pro-
principios básicos, estrategias de evaluación movido empieza a dar sus frutos articulando
y diagnóstico, ejemplos de intervenciones de manera incipiente, pero prometedora, los
previas y tipo de paciente al que va dirigido avances investigativos, las preguntas bási-
(Chris-Christoph, Frank, Chambless, Brody cas de investigación y las cuestiones cotidia-
& Kart, 1995; Bernal & Scharrón-del-Río, nas de la práctica. En ésta propuesta, prác-
2001). Así mismo, se considera que los tica e investigación se complementan; la
manuales pueden ser el puente entre la in- práctica basada en la investigación y la in-
vestigación y la práctica, ya que son de vestigación dirigida a soportar el trabajo
mayor acceso y no implican obligatoria- realizado tal como se propone en el modelo
mente un cambio en el sistema de atención de profesionales científicos (Beutler, 2000a;
al paciente (Clarkin, 1998). Además se ha Trull & Phares, 2003).
definido que los autores de un manual de- Ocurre un proceso de innovación profe-
ben ser expertos reconocidos en el ambien- sional y tecnológica con potencial para ex-
te académico y que conozcan plenamente pandir la aplicación de prácticas basadas en
el sistema de diagnóstico vigente (Clarkin, evidencia hacia otras áreas aplicadas como
1998). la psicología de la salud, psicología comu-
Los manuales facilitan la estandariza- nitaria y psicología organizacional entre
ción de las técnicas de intervención, son de otras. Así mismo, al lograr mejores resulta-
mucha utilidad clínica pues orientan paso a dos en la intervención psicológica se facilita
paso al terapeuta, permiten la replicabilidad el posicionamiento de la labor del psicólo-
de las experiencias, recogen un conjunto de go, pues si se ofrecen mejores terapias crece
métodos usados para intervenir en un pro- la confianza y aumenta la demanda de los
blema definido, fomentan la innovación clí- servicios y como efecto secundario se gene-
nica, sin la improvisación irresponsable con ran más opciones de empleo y desarrollo
los pacientes; se toma la mejor opción de profesional de los psicólogos clínicos. De
intervención sin excluir la posibilidad de otra parte, el uso extendido de los servicios
hacer pequeños ajustes, facilitan la labor de permitirá mejorar el reconocimiento de la
enseñanza, son textos manejables elabora- labor del psicólogo y fortalecerá su posi-
dos de forma didáctica para hacerlos más cionamiento social y académico.
útiles (Trull & Phares, 2003), pueden ser
más atractivos para las entidades que auto- Difusión de las avances en investigación
rizan la implementación de las terapias Gracias al desarrollo tecnológico en las
(Márques, 1998) y le dan mayor categoría comunicaciones y difusión del conoci-
a la labor que hace el psicólogo. miento es posible conseguir información
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eficiente, segura y comprensible en pocos LIMITACIONES


minutos a través de Internet; el mayor ac-
ceso a bases de datos y fuentes de docu- En este apartado se discuten aspectos
mentación permite un intercambio más fre- considerados los principales aportes deri-
cuente y nutrido entre la investigación y la vados de la propuesta de validación empí-
práctica (Compas & Gotlib, 2003); en es- rica de las intervenciones terapéuticas, en-
pecial en los medios académicos en donde tre los que se encuentran algunos aspectos
confluyen estos dos campos y se facilita la metodológicos, la manualización, el proce-
discusión. La ampliación del acceso a ba- so de integración entre la disciplina y la
ses como PsyLit, PsyArticles y Medline ha profesión y la difusión de los resultados
permitido que se mantenga con cierta faci-
lidad la actualización documental de los Investigación
profesionales que usan este medio para ac- Es innegable que la investigación en
ceder a información acerca de las aplica- psicoterapia ha avanzado y se ha ido exten-
ciones de ciertas terapias provenientes de diendo, pero algunas fallas en los estudios
diversas partes del mundo. prevalecen y hacen que aún sea necesario
La publicación cada vez más frecuente discutir sobre aspectos relacionados con la
de trabajos destinados a evaluar la validez posibilidad de usar placebos en psicología,
empírica de ciertos tratamientos es una de la replicabilidad de los estudios, el control
las mayores fortalezas ya que las publica- de variables antes no consideradas y la con-
ciones revisadas por pares ayuda a moldear centración de los desarrollos en un grupo
el avance del conocimiento y garantiza la de problemas en particular. En esta misma
calidad del mismo; además permite recono- línea, autores como Londoño, Torres &
cer tanto la convergencia como la divergen- Contreras (2004) y Westen & Weinberger
cia de resultados obtenidos en estudios con (2004) plantean la existencia de serias li-
diseños diferentes, controlando diversas va- mitaciones en el uso de grupos control, la
riables e incluso que algunos de los estu- comparabilidad de los estudios, la homoge-
dios hayan superado errores detectados en nización de las muestras y la aplicabilidad
otros trabajos de investigación. de los resultados en ambientes naturales.
Investigar es tan importante como faci-
litar la difusión de sus avances, así pues la Control de variables. Se pretende que
investigación debe ir de la mano con la ac- en la investigación para soportar empírica-
tualización, ya que algunos terapeutas si- mente las terapias exista un control riguro-
guen los mismos procesos por años rutina- so de variables, en especial de aquellas que
riamente sin preocuparse por recibir actua- puedan conducir a efectos no deseados
lización o nuevo entrenamiento en terapias (Compas & Gutlib, 2003, Westen, Novotny
innovadoras, pues algunos piensan que con & Thompson-Brenner, 2004); sin embargo,
solo leer un artículo están en capacidad de es realmente difícil alcanzar tal pretensión
aplicar el tratamiento, ignorando la impor- pues, por un lado, en los estudios de labo-
tancia de recibir formación específica re- ratorio se controla un número limitado de
querida para implementar procesos de in- variables que para nada tienen que ver con
tervención complejos. la complejidad de las situaciones que se dan
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en la «vida real»; por otro lado, en pocas la homogeneidad se encuentra que por
ocasiones es posible tener a los pacientes ejemplo los rangos de edad incluidos son
aislados «bajo estricto control» ya que esto en extremo amplios, y se obvian claras di-
tiene implicaciones éticas y económicas. La ferencias entre un joven de 18 años que
mayoría de los participantes son reclutados padece una patología y un adulto de 50 años
en servicios de consulta externa y esto im- con el mismo padecimiento. Por lo tanto los
plica que ellos están expuestos a un sinnú- hallazgos obtenidos son relativos a las
mero de variables no controladas que pue- muestras y las condiciones de estudio y
den afectar el curso de la intervención, ya puede ser que no sean generalizables, tal
sea positiva o negativamente. Igualmente, como lo plantea Trull y Phares (2003) y
los estudios realizados en ambientes natu- otros (Westen, Novotny & Thompson-
rales tienen este mismo problema de con- Brenner, 2004; Addis & cols., 2004).
trol y otros como la heterogeneidad de las La aleatorización de las muestras pre-
muestras. senta varias dificultades y es necesario pen-
Respecto de la pretendida homogenei- sar en nuevas opciones compatibles con la
dad de la muestra, en la práctica es difícil investigación controlada (Goldfried &
alcanzar tal nivel de especificación y lograr Eubanks-Carter, 2004). Pocos estudios re-
la representatividad de la misma pues han fieren la existencia de un proceso de asig-
sido elegidas a través de métodos disímiles nación aleatoria de las participantes a los
(Westen, Novotny & Thompson-Brenner, grupos de tratamiento, hay una marcada ten-
2004). No se han determinado los efectos dencia a trabajar con grupos intactos debi-
globales del tratamiento en grupos disímiles do a que las instituciones que colaboran no
típicos de la practica clínica en ambientes desean que los pacientes a quienes atiende
naturales, se han limitado a describir los sean tratados de manera diferente porque
efectos de la terapia aplicada a muestras de esto puede afectar la evolución de su pro-
pacientes que han sido homogenizados a blema, ya sea porque al ser asignado a un
partir de la selección para efectos de control grupo control se frena o deteriora el proce-
de variables en la investigación, pero que so o porque es necesario tener en cuenta la
no necesariamente representan las diversi- igualdad de derechos para ser asignados al
dad de perfiles y características de los tras- grupo en el que se espera mayor avance.
tornos en cada paciente que hace uso de los El uso de grupos control ha sido pro-
servicios de salud. Por ésta y otras razones puesto como una de las estrategias más efi-
los estudios de laboratorio pueden ser vis- caces de control de variables, pero se ha
tos como aplicaciones artificiales, lejanas planteado que es difícil hacer que sean es-
del trabajo que ocurre en condiciones «rea- trictamente comparables con los sujetos de
les» (Kazdin & Weisz, 1998). los grupos experimentales: Por un lado, se
Los pacientes en la vida real son muy sugiere usar grupos pareados, pero es real-
heterogéneos, lejos de las muestras homo- mente complejo igualar sujeto a sujeto en
géneas manejadas en los estudios (Clarkin, sus características para lograr que sean es-
1998; Kazdin & Weisz, 1998; Addis, Hatgis, trictamente comparables; por otro lado, los
Krasnow, Bourne & Mansfield, 2004). Y estudios adelantados en muchos casos de-
aún en las muestras en las que se pretende penden de la existencia de voluntarios que
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deseen ser sometidos al proceso. En un buen terapia específica es más efectiva que el tra-
número de estudios no se usan grupos con- tamiento con fármacos? Y en qué tipo de
trol de ningún tipo y se plantean conclusio- pacientes ocurre?
nes sin tener en cuenta que esto afecta de Una variable hasta ahora no controlada
manera importante la interpretación de los es que la participación de voluntarios en un
resultados y sus posibles limitaciones. estudio implica que quienes aceptan la in-
Respecto del diseño y el uso de grupos vitación ya están listos para iniciar el pro-
control, podrían de hecho ser más benefi- ceso de cambio hacia la mejoría y ésta sea
ciosas y precisas las comparaciones intra- una variable no tenida en cuenta hasta aho-
sujeto o con sujetos pareados que eviden- ra en muchos estudios realizados. Entre
cien la magnitud del cambio del sujeto com- otras variables que pueden afectar la efec-
parado consigo mismo o con alguien muy tividad de una terapia se encuentran ade-
parecido, pues existen casos particulares en más de las características del paciente, las
los que se puede mostrar mejoría de los sín- características personales y profesionales
tomas y avanzar respecto del estado inicial del terapeuta, así como las condiciones en
sin que nunca alcance el nivel esperado para las que ocurre el procedimiento. La mayo-
un sujeto considerado sano (Kazdin, 1999; ría de los estudios se han centrado en la
Compas & Gotlib, 2003). consideración de algunas variables del pa-
Se plantea que deben adelantarse ade- ciente y de la intervención; pero solo con-
más estudios comparativos entre terapias o sideran como variable del terapeuta el ni-
con placebos; no obstante cabe preguntar- vel de entrenamiento y dejan de lado otros
se si es posible el uso de placebos en psico- aspectos como las condiciones generales del
logía, tal como lo hacen en los estudios profesional. Definitivamente el terapeuta
farmacológicos del modelo médico. Es di- antes que ser profesional es una persona con
fícil pensar en ello si se trata de interven- rasgos particulares, con una historia previa,
ciones psicológicas clásicas, pues los place- con motivaciones y deseos que pueden lle-
bos usados en psicología son intervencio- gar a facilitar u obstaculizar el proceso de
nes al parecer inocuas en las que únicamente tratamiento. Así mismo, el sistema sanita-
se brinda información al participante, pero rio en el que se encuentra inmerso determi-
no se puede ignorar que la información o la na en gran medida su práctica, pues delimi-
simple asistencia a reuniones pueden tener ta desde las razones de remisión al psicólo-
un efecto claro en las condiciones emocio- go hasta el número de sesiones que autori-
nales y de conducta del paciente, es decir za para el paciente.
que el tratamiento placebo no es en verdad
inocuo en éste caso. Comparabilidad de los estudios. Es in-
Los tratamientos farmacológicos se en- negable que la investigación en psicotera-
cuentran entre las opciones con las que debe pia solo puede progresar si los estudios so-
compararse la terapia psicológica, sin em- bre el tratamiento y el tratamiento mismo
bargo estos no deben ser considerados pueden ser replicados en otros estudios
opuestos a ella, cuando en muchos casos (Clarkin, 1998); esto implica que el diseño
actúan de forma complementaria. ¿Qué y todos los procedimientos están descritos
implicaciones tiene el decir que una psico- con claridad y suficiencia, que está descri-
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to el tipo de paciente, que hay acceso a los terapias ha avanzado más en un grupo de
instrumentos usados, que los criterios de intervenciones que en otras (Kazdin &
inclusión se encuentran definidos previa- Weisz, 1998). Por ejemplo se ha evaluado
mente y que se define el tipo de terapeuta el sustento empírico principalmente en te-
que conduce el proceso. No obstante, es fre- rapias cuyos enfoques de base correspon-
cuente encontrar publicaciones sobre expe- den a posiciones compatibles con la pro-
riencias investigativas en las que no se des- ducción de conocimiento a través del mé-
criben algunos de los criterios antes men- todo científico, como es el caso de la terapia
cionados o se hace una descripción somera conductual y la terapia cognitivo-conduc-
de los mismos, limitando así la posibilidad tual (Persons, 1995). No así para otras tera-
de que otros investigadores repliquen el es- pias cuyo enfoque guarda una posición re-
tudio para reconfirmar sus resultados o para servada ante la investigación sistemática,
saber cómo se comportan las variables en una definición particular de cambio sin im-
ciertos grupos poblacionales. Un punto ál- portar la dirección e indicadores de avance
gido en este aspecto, se refiere a la compara- muy subjetivos como la catarsis o el autorre-
bilidad de las muestras en tamaño y carac- porte de bienestar que da el paciente. De
terísticas, pues los estudios adelantados ma- otra parte, se dice que los investigadores
nejan diferentes tamaños de muestra que producen conocimiento lejano de la reali-
hacen difícil la comparación y no siempre dad y que los practicantes aplican interven-
es posible ubicar muestras más o menos ciones que no poseen un sustento empírico
idénticas a las usadas en los diversos estu- (Kelleher, 1998; Compas & Gotlib, 2003).
dios realizados para soportar empíricamente Falta claridad acerca del tiempo que
las terapias. debe transcurrir para llevar a cabo el segui-
miento de un estudio y este procedimiento
Evaluación de los componentes. Típi- se dificulta debido a la pérdida de sujetos
camente se evalúa cada componente de la por cambio de domicilio, desinterés o muer-
intervención por separado, pero no solo es te. Tampoco se identifican los criterios del
importante evaluar cada componente de los cambio, su duración, magnitud y aspectos
paquetes de tratamiento y estudiar sus efec- a modificar; se habla del cambio en la di-
tos sobre la problemática del paciente, ade- rección de la solución de los problemas del
más es importante desarrollar estrategias paciente, pero es difícil determinar la mag-
para estudiar de qué manera se relacionan nitud del cambio necesaria para considerar
los componentes y cómo actúan en combi- efectiva la intervención, o cuánto es el tiem-
nación. Un componente puede no ser sufi- po que debe mantenerse el cambio y bajo
ciente por sí solo para producir cambios en qué condiciones podría no ser duradero.
el paciente, pero al ser combinado con otros Las medidas de seguimiento deben ha-
puede potenciar sus efectos aportando po- cerse luego de uno o dos años después de la
der a la intervención (Compas, Haaga, intervención; las medidas tomadas en menor
Keefe, Leitenberg & Williams, 1998). tiempo no permiten reconocer la verdadera
Se piensa que la búsqueda de soporte estabilidad de los cambios ni evaluar recaí-
empírico fortalece y sustenta enfoques par- das. Así mismo, estas medidas deben ser
ticulares. La investigación respecto de las tomadas como oportunidades para afianzar
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el proceso de cambio, que no termina cuan- para hacer evidente la importancia de cam-
do se interrumpe el tratamiento, que se con- biar, determinar qué aspectos se desean mo-
solida a partir de la vivencia de nuevas situa- dificar, los costos del cambio e incluso para
ciones difíciles que le demandan a la perso- que el paciente se convenza de que cambiar
na el uso de habilidades adquiridas en la es posible. Weiner y Bordin (1998) plantean
terapia y permitirían evaluar verdaderamen- que la oportunidad que tiene el paciente de
te los alcances de la misma. No obstante, aceptar el problema, la expectativa de cam-
no se puede ignorar que en el seguimiento bio, la atención prestada a las instrucciones
los datos pueden contaminarse por eventos del terapeuta, los efectos de reforzamiento y
que están fuera de control del estudio y en la fuerza de la alianza terapéutica son facto-
muy pocas ocasiones se comparan los datos res que contribuyen al cambio.
obtenidos con grupos controles para corro- Se plantean la preguntas acerca de la
borar de alguna forma si el cambio y su interacción entre los tres componentes del
mantenimiento están asociados a la inter- proceso terapéutico: terapia - cliente - tera-
vención. peuta (Goldfried & Eubanks-Carter, 2004;
De otra parte, está la discusión en torno Ablon & Marci, 2004), la posibilidad de
a la dosificación de la terapia y a los efec- generalización de la práctica y de los resul-
tos dependientes de la misma, que plantea tados de investigación en la practica. Asi-
el interrogante de sí la cantidad o magnitud mismo, de cómo incluir a los profesionales
de la mejoría es equivalente a la intensidad en el proceso investigativo, cómo lograr la
y cantidad de terapia que se de al paciente replicabilidad de las experiencias investiga-
(Nathan & Gorman, 1998; Addis, Hatgis, tivas y cómo se puede afectar la terapia y
Krasnow, Bourne & Mansfield, 2004), es sus alcances debido a diferencias individua-
decir que si tal como pensaban Shapiro les (Kazdin & Weisz, 1998; Westen,
(1990) y Seligman (1995) la respuesta es Novotny & Thompson-Brenner, 2004).
proporcional a la dosis. Además, se plantea Evaluar en qué aspectos puede fallar la te-
la cuestión de en qué momento deben apa- rapia y cómo las características del paciente
recer señales de cambio que indiquen que pueden llevar a que la terapia falle, con el
el tratamiento elegido es el apropiado y en fin de controlar las situaciones identifica-
caso contrario cuándo tomar una decisión das y diseñar estrategias para personas con
sobre el uso de otro método de interven- rasgos particulares que pueden frenar el
ción. No se define con claridad la dosifica- progreso asociado a la terapia. Así mismo,
ción del tratamiento, se habla de un tiempo cabe anotar que en los casos en los que se
extenso pero no se determinan los criterios presenta comorbilidad se ve afectada la efi-
para calcular cuánto debe durar el procedi- cacia de la intervención (Compas & Gotlib,
miento, ni con qué intensidad debe ocurrir. 2003, Westen, & cols., 2004; Goldfried &
Puede ser que el cambio dependa más Eubanks-Carter, 2004).
de variables individuales, por ejemplo si el Quedan muchos aspectos por discutir
sujeto se encuentra preparado para iniciar un entre ellos está la pregunta de ¿quién con-
proceso de cambio ya que en muchas oca- tribuye más a la terapia: el terapeuta o el
siones es necesario invertir algunas sesiones paciente?
TERAPIA CON SOPORTE EMPÍRICO 173

Dificultades en la difusión de la inves- mente a través de medidas de autoreporte,


tigación. La replicabilidad de los estudios cuyas debilidades ya han sido ampliamen-
ha sido considerada una de las condiciones te reconocidas, pues limitan en gran medi-
necesarias en el desarrollo de TSE (Addis, da la obtención de datos más depurados y
& cols., 2004), ella depende de la capaci- con menor nivel de error, por tanto el apoyo
dad de los investigadores para diseñar y de la evaluación de eficacia con otras medi-
definir los procedimientos aplicados y de das como el reporte de personas cercanas
que otros investigadores tengan acceso a al paciente, pruebas fisiológicas o de rastreo
dicha descripción; sin embargo, en su mayo- y confirmación bioquímica, daría mayor
ría los estudios publicados no son presen- precisión a los datos obtenidos y aumenta-
tados de una forma que lo permita, pues no ría la confianza en los resultados arrojados
definen estrictamente los procedimientos de (Londoño, Torres & Contreras, 2004). Ade-
intervención, usan diferentes nombres para más, la evaluación de los efectos terapéuti-
referirse a un mismo procedimiento o por cos debe ser sistemática y debe intentar res-
el contrario usan un nombre para referirse ponder a las condiciones del cambio como
a varios procedimientos y se obvian algu- un proceso y no como una transformación
nos datos del análisis estadístico que per- abrupta de los síntomas y de la situación
mitirían la comparación de los resultados. del paciente (Prochaska & Prochaska, 1993;
Existe una marcada tendencia a poner Prochaska, & Velicer, 1997; Weinstein,
en consideración de las diversas revistas y Rothman, & Sutton, 1998; Floréz, 1998,
medios de difusión científica solo aquellos 2000 y 2001).
trabajos cuyos resultados se consideran po- El problema básico de las medidas de
sitivos o apuntan en la dirección que el au- autorreporte radica en que frecuentemente
tor esperaba, los trabajos en los que los efec- el paciente no es un buen observador de sí
tos de una intervención son reducidos o mismo, pues no percibe algunos aspectos
nulos tienden a no ser reportados. Este ses- de su conducta o los evalúa teniendo en
go de publicación afecta el desarrollo de la cuenta la deseabilidad de la misma antes
ciencia y limita la posibilidad de reconocer de reportarla y maquilla sus respuestas para
en qué situaciones puede fallar la terapia e que otros lo vean «como desea ser visto» o
incluso en qué tipo de personas puede tener como le han dicho que debe ser, en este caso
resultados limitados; además de obviarse el los otros son los investigadores a quienes
reporte de posibles efectos iatrogénicos. se les dificulta especialmente controlar ésta
Es necesario crear un mecanismo de variable.
control para que al evaluar un tratamiento Respecto del momento en el que se eva-
no se omitan estudios que resulten relevan- lúa el cambio, las medidas del efecto pro-
tes, además de incluir otros estudios que ducido por la terapia se toman inmediata-
hayan sido realizados con los criterios bá- mente después de terminarla y luego de al-
sicos antes mencionados y que no hayan gunos meses o años, todo para evaluar la
sido publicados en revistas científicas. magnitud del cambio y la estabilidad o
mantenimiento del mismo a través del tiem-
Medidas usadas en la investigación. La po. Respecto de la estabilidad de los efec-
evaluación de las terapias hecha primordial- tos, los cambios producidos por la terapia
174 CONSTANZA LONDOÑO PÉREZ Y SANDRA CAROLINA VALENCIA LARA

solo se estabilizan luego de varias sesiones A nivel de pregrado el panorama no es


de intervención y de que el individuo haya más alentador, un claro ejemplo de ello es
tenido varias oportunidades de afrontar si- Colombia, ya que aunque se habla de la no
tuaciones asociadas a su dificultad, el segui- especialización en la formación de profesio-
miento se lleva a cabo sin considerar que nales, existe la posibilidad de que las per-
puede ser que algunos pacientes hayan te- sonas graduadas ejerzan la psicología en el
nido más oportunidades de poner en juego área clínica sin mayor requisito que el títu-
las nuevas habilidades de afrontamiento que lo y el registro en el sistema de salud. Esto
otros y esto les haya permitido afianzarlas sumado a la dificultad para llevar a cabo un
hasta convertirlas en un hábito. El problema verdadero entrenamiento en evaluación,
sería que los pacientes con menores opor- intervención e investigación clínica duran-
tunidades de desplegar sus nuevas habili- te el pregrado, pues la limitación en tiempo
dades serían evaluados bajo los mismos cri- y recursos obstaculiza el proceso de forma-
terios que los otros como si se encontrarán ción. No se hacen requerimientos específi-
en igualdad de condiciones. cos sobre la inclusión de entrenamiento en
el manejo de TSE en los programas de for-
Entrenamiento y actualización de los mación y este debe ser un tema a tratar en
terapeutas. Se han presentado dificultades los colegios o asociaciones de psicólogos
para la difusión y aplicación de tratamien- en cada región.
tos con sustento empírico (Persons, 1995), Los terapeutas se quedan con lo que
entre las que se encuentran el poco entre- aprenden en la universidad y sin tener mu-
namiento dado a los psicólogos clínicos en chas oportunidades de actualización prac-
el manejo de TSE ya que incluso en pro- tican la versión antigua de una técnica sin
gramas de post grado, en los que se espera- recibir orientación sobre los avances o se
ría que el objetivo de formación fuera pro- supeditan a la lectura de revistas que des-
fundizar en lo teórico e investigativo criben de manera general los procedimien-
(Person, 1995; Kelleher, 1998; Davison, tos y que en ningún caso proveen la guía
1998). En el estudio realizado por Chris- necesaria para poner en práctica su conte-
Christoph, & cols., (1995) en el que anali- nido; sin embargo, algunos profesionales
zaban qué aprenden los estudiantes de psi- toman a las revistas como guías de trabajo,
cología en Norteamérica sobre TSE, se evi- que lejos de serlo no reemplazan a los ma-
denció que tan solo el 20% de los progra- nuales que resultan más costosos y de difí-
mas de doctorado incluye este como un cil acceso para ellos.
tema importante y le dan espacio a estrate- Las comunidades de psicólogos clínicos
gias didácticas para su aprendizaje, a pesar no se integran y esto limita la posibilidad
de la creciente presión para que quienes tra- de recoger información relevante sobre la
bajan en salud mental documenten y de- práctica a través de la organización de bases
muestren la eficacia de los tratamientos en de datos que recojan la información y pro-
términos de costo efectividad, tal como lo vean una visión global sobre la eficacia de
hacen las industrias farmacéuticas en sus los procesos (McCabe, 2004). Gran parte
múltiples estudios (McCabe, 2004). de la práctica clínica en países como Co-
TERAPIA CON SOPORTE EMPÍRICO 175

lombia se hace aisladamente, sin un siste- ción estandarizados a través de la investi-


ma de registro que ofrezca una visión deta- gación y las intervenciones realizadas en el
llada sobre lo que ocurre en la terapia y dé mundo real porque el entrenamiento en TSE
lugar a la discusión sobre lineamientos que ofrecido en las escuelas de formación de
guíen la acción del psicólogo (Mecer, 2004). psicólogos es limitado, hay escasez de re-
En la práctica clínica convencional se cursos en el sistema sanitario, la difusión
ha vuelto cada vez más frecuente que se de los hallazgos es limitada y finalmente
responda a las necesidades del paciente a en los estudios de laboratorio se estudia
través de intervención ateórica o ecléctica cómo funciona un tratamiento en condicio-
en la que se mezclan componentes de di- nes óptimas que difícilmente se dan en
versas terapias sin realizar estudios sobre ambientes naturales.
su efectividad (Mahoney, 1995; Downing,
2004) y sin mayor preocupación sobre la
evidencia empírica que apoye su elección OTROS ASPECTOS PRÁCTICOS
como tratamiento (Londoño, 2004, Berrio
& Hernández, 2004). En ocasiones, se im- Aunque el objeto del presente trabajo
provisa mezclando estrategias esotéricas corresponde a un análisis de la metodolo-
que provienen de otras culturas con otras gía usada en investigación en el proceso de
mixturas de intervención que más parecen validación empírica de las terapias, es im-
modas que tratamientos serios. De hecho portante retomar algunos aspectos clave
se encuentra mayor difusión de terapias sin como la creación y uso de manuales que
sustento empírico que de TSE, ya que si se orientan al terapeuta y la cuestión ética de-
cuenta con los recursos cualquier persona trás de la intervención ofrecida a los usua-
puede publicar libros sin que haya más con- rios de los servicios en psicología clínica.
trol que el que evalúa el estilo, la redacción
y el mercado disponible; por el contrario, Manualización
para la publicación de trabajos en revistas El desarrollo de los manuales debe ser res-
indexadas o libros respaldados por institu- ponsabilidad de investigadores y profesiona-
ciones académicas es necesario pasar por les, es crucial que personal con experiencia
un largo y dispendioso proceso de evalua- clínica aporten el conocimiento que han desa-
ción, que no deja de ser indispensable si se rrollado en la práctica, complementen la visión
desea un control estricto de calidad, pero de laboratorio con una mirada más natural
que no compite en términos de eficacia con tanto de los procesos de intervención como
las publicaciones derivadas de la psicolo- de los pacientes (Addis & Krasnow, 2000).
gía del sentido común. Los profesionales pueden probar las propues-
Para algunos la investigación clínica ha tas que surgen en la investigación de labora-
tenido poco impacto en la práctica clínica, torio y darle una visión más practica a los ma-
pues los investigadores piensan que en mu- nuales, incluso pueden actuar como evalua-
cho sus avances son ignorados por la ma- dores de la calidad y funcionalidad de estas
yoría de los profesionales (Clarkin, 1998). guías de intervención y aportar en el desarro-
Compas y Gotlib, (2003) plantean que exis- llo del material didáctico que se sugiere debe
te un vacío entre los métodos de interven- incluir los manuales (Scaturo, 2001).
176 CONSTANZA LONDOÑO PÉREZ Y SANDRA CAROLINA VALENCIA LARA

El buen diseño del manual no implica probable es que una estandarización cultu-
obligatoriamente que se de le un buen uso ral de la terapia se dé? Es posible que en
(Beutler, 2000b), por ello es necesario en- América Latina se participe más activamen-
trenar a los profesionales en los lineamien- te del proceso de manualización?
tos y habilidades básicas que soportan las
técnicas descritas en el manual para que se El problema ético detrás del sustento
fomente el uso cuidadoso de estos (Trull & empírico de las terapias
Phares, 2003; Westen, Novotny & Thomp- La discusión sobre la validez empírica
son-Brenner, 2004; Berrio & Hernández, de los tratamientos trasciende el terreno de
2004), incluyendo diagramas de decisión y los enfoques y se convierte más bien en un
proceso. En el entrenamiento debe expli- problema ético sobre qué tratamiento se
citarse que los manuales no deben ser usa- brinda a un paciente que lo que necesita es
dos como libros de recetas, es necesario te- alcanzar bienestar y no una compleja red
ner en cuenta las particularidades de cada de razones que van más allá de su entendi-
caso (Davison, 1998; Malik, Beutler, miento y de su interés. Las razones éticas
Alimohamed, Gallagher-Thompson & de benevolencia, plantean la importancia de
Thompson, 2003), ajustando la terapia a las facilitar en el paciente procesos de cambio
características y necesidades del paciente y dirigidos a aumentar la percepción de
no que el paciente se ajuste a la terapia. bienestar y la satisfacción de necesidades
Otra dificultad presente con el uso de emocionales y comportamentales, hacien-
manuales es que no están adaptados para do la labor del psicólogo más competitiva.
pacientes con múltiples problemas (Trull & La responsabilidad ética con el paciente
Phares, 2003), pues suelen diseñarse estas se cristaliza cuando se atiende a sus necesida-
guías para trastornos específicos sin consi- des empleando procedimientos que han sido
derar que la mayor parte de las personas que sustentados con procesos investigativos em-
acuden a psicoterapia no presentan cuadros píricos y suficientemente evaluados (Trull
puros de diagnóstico tipo DSM, sino que & Phares, 2003; Compas & Gotlib, 2003);
presentan una mixtura de síntomas corres- esto pues define la acción terapéutica como
pondientes a más de un diagnóstico. Por un evento que ocurre bajo la elección racio-
tanto no se sabe cómo funcionarían en es- nal de terapeuta y paciente sobre la conve-
tos pacientes y si su nivel de efectividad se niencia de usar un procedimiento, con el ple-
mantiene igual que en pacientes con un solo no conocimiento sobre las posibilidades rea-
trastorno. Además en la mayoría de manua- les de alivio, los costos del tratamiento, el pro-
les se ignora qué efectos puede provocar un cedimiento a realizar, la duración y los po-
cierto tipo de procedimiento descrito en la sibles efectos secundarios (Beutler, 2000c).
guía (Goldfried & Eubanks-Carter, 2004). No es ético ofrecer un procedimiento sin que
Bajo la guía de manuales desarrollados haya sido probado, pues se atiende a la perso-
para pacientes con trastornos específicos ¿es na bajo la promesa implícita que hace el
posible tratar pacientes polisintomáticos? terapeuta de ayudar al paciente a resolver sus
(Clarkin, 1998) ¿son universales los manua- problemas cuando lo recibe como consultante.
les? Es necesario estandarizar las terapias En la revisión hecha como base del pre-
en cada región o en cada cultura? ¿Qué tan sente trabajo, no se encontraron estudios
TERAPIA CON SOPORTE EMPÍRICO 177

para evaluar las condiciones iatrogénicas de problemática, formación académica y pro-


las terapias, ninguno de los estudios revi- fesional, personalidad, capacidad empática,
sados se incluyen medidas destinadas a de- experiencia e identificación (Trull & Phares,
terminar la aparición de efectos no desea- 2003; Goldfried & Eubanks-Carter, 2004)
bles derivados de la intervención; es decir, y a los problemas personales; c) caracterís-
que la terapia puede causar el deterioro es- ticas de la terapia: como el tipo de terapia,
pecífico de la situación del paciente o ge- la complejidad del tratamiento, duración del
nerar cambios que afecten su bienestar. Así proceso y costos; y finalmente d) caracterís-
mismo, conviene estudiar si existe un tipo ticas de la relación psicoterapeuta - paciente.
de paciente propenso a experimentar efec- En los casos en los que la evidencia em-
tos secundarios y qué condiciones diferen- pírica sea de resultados mixtos debe gene-
ciales pueden hacer que algunos pacientes rarse un sistema de control de nuevos estu-
no se beneficien de cierto tipo de terapias. dios (Kendall, 1998), con análisis previos
Existen limitaciones en el presupuesto acerca de las posibles razones por las que
para financiar el sistema de servicios en se presenta contradicción para que el nuevo
salud y el mantenimiento del equipo profe- proceso de soporte empírico resuelva las
sional, la alta inversión con baja credibili- deficiencias y sea posible establecer clara-
dad en los tratamientos, conlleva a la dis- mente las condiciones de dicho tratamiento.
minución de los recursos de tiempo y eco- Es necesario desarrollar tecnología de
nómicos asignados; por ello, es de suma im- soporte, como bases de datos para recoger
portancia que los servicios ofrecidos por los la información relevante sobre la práctica
profesionales psicólogos sean costo efecti- clínica y sistematizar los datos de segui-
vos para consolidar la inclusión de sus ser- miento para poder consolidar evidencia
vicios en los planes básicos de salud y sean empírica proveniente de la práctica natural
considerados tratamientos de elección en- como complemento de los datos obtenidos
tre las opciones ofrecidas por el sistema de en investigación. Pero deben considerarse
salud. las condiciones necesarias para proteger la
confidencialidad de la historia del paciente.
Evaluar la efectividad implica analizar
CONCLUSIONES tanto las causas del éxito como las del fraca-
so; evaluar un proceso y determinar sus fa-
En suma, existe un número considerable llas, en vía contraria a lo que se puede pen-
de variables que pueden afectar la eficacia sar, no implica el desuso del mismo, por el
de una psicoterapia y deben considerarse contrario estimula el estudio juicioso sobre
en las investigaciones que se adelantan, sus componentes, así pues se dirigen los es-
estas variables que pueden clasificarse en fuerzos a mejorar el proceso. Solo en casos
cuatro grupos: a) características del pacien- en los que se demuestre un nivel casi ino-
te: referidas al grado de aflicción, motiva- cuo de una terapia, implicaría el abandono
ción, inteligencia, edad, optimismo, género, de dicha estrategia en busca de nuevas solu-
raza, clase social y a las condiciones de ciones, que de por sí promuevan el cambio
comorbilidad; b) características del terapeu- en los pacientes a los que se les aplica. Es
ta: como la reacción hacia el paciente y su importante además evaluar, qué poblaciones
178 CONSTANZA LONDOÑO PÉREZ Y SANDRA CAROLINA VALENCIA LARA

son susceptibles al cambio, ya que es posi- La discusión sobre la investigación para


ble que algunas características particulares lograr el soporte empírico trasciende la mera
determinen una mayor o menor sensibilidad evaluación o determinación de una estrate-
a éste, y determinar qué condiciones son gia metodológica; es más bien un proble-
susceptibles de modificación y cuáles no. ma de responsabilidad social y ética de los
Los manuales juegan un papel impor- terapeutas y de la disciplina frente a sus
tante en la difusión de la TSE ya que permi- pacientes, quienes toman el servicio bajo
ten trasmitir conocimiento acumulado por la idea de que se les brindará el tratamiento
expertos, recogen los hallazgos más impor- que más garantía de mejoría tenga.
tantes en investigación, orientan la acción
clínica y pueden facilitar el proceso de en-
trenamiento de psicólogos en formación. REFERENCIAS
Es urgente estrechar los lazos entre la
investigación y la practica (Goldfried, Ablon, J. & Marci, C. (2004). Psychotherapy
process: the missing link: comment on
2000), para adelantar estudios de laborato-
Westen, Novotny and Thompson-Brenner.
rio y en ambientes naturales como una me- Psychological Bulletin, 130, 4, 664-668.
todología mixta complementaria que permi- Addis, M. & Krasnow, A. (2000). A national
ta la contrastación de los resultados obteni- survey of practicing psychologist´ attitudes
dos y se resuelvan las limitaciones recono- toward psychotherapy treatments manuals.
cidas en estas dos formas de investigación. Journal of Consulting and Clinical Psycho-
No se puede considerar que la psicotera- logy. 68, 2, 331-339.
pia sea benéfica en general, es preciso refe- Addis, M., Hatgis, Ch., Krasnow, A., Bourne,
L. & Mansfield, A. (2004). Effectiveness of
rirse a que ciertas intervenciones particula- cognitive-behavioral treatment for panic
res aplicadas a un tipo de pacientes produce disorders versus treatment as usually in a
unos efectos específicos. Los pacientes que management care setting. Journal of
reciben psicoterapia merecen que se ofrezcan Consulting and Clinical Psychology. 66, 1,
tratamientos sólidos, cuyos efectos controla- 113- 130.
dos tengan un nivel razonable de costo; pues American Psychiatry Association. (1993).
es tan importante que sean efectivos, como Practice guideline for major depressive
disorder in adults. Washington D.C.: Autor.
que sean de verdadero acceso para toda la
American Psychiatry Association. (1995).
población que los requiera sin importar dife- Practice guideline for treatment of patients
rencias de género, raza o nivel socioeconó- with substance use disorder. Washington D.
mico. Un tratamiento que genere los efectos C.: Autor.
deseados en el paciente pierde su sentido si American Psychiatry Association. (1995). Prac-
debido a su alto costo tiene serias limitacio- tice guideline for treatment of patients with
nes en la aplicación, pues es posible que la panic disorder. Washington D.C.: Autor.
intervención haya demostrado más capaci- Anderson, C., Lindsay, J. & Bushman, B.
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Recibido, enero 28/2005


Revisión recibida, febrero 22/2005
Aceptado, febrero 28/2005

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