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PROCESO EJECUTIVO
El cumplimiento de obligaciones de DAR. Sería el caso cuando el empleador no cancela una
obligación contenida en una sentencia; obligaciones que generalmente son en dinero.
El cumplimiento de obligaciones de HACER. Sería el caso cuando el juez ordena el reintegro
de un trabajador.
JUDICIALES. En estos casos el título puede provenir de un juez, a través de una sentencia o
por medio de un auto. En el primer caso se incluyen las sentencias proferidas por los jueces
laborales del circuito, los tribunales superiores, la Corte Suprema de Justicia o un tribunal de
arbitramento, cuando dictan las decisiones que resuelven el fondo del asunto. En el segundo,
sería el caso cuando dichas instituciones dictan providencias que no resuelven el fondo del
asunto pero que forman parte de su trámite, como el auto que fija los honorarios del perito, el
que resuelve sobre costas, etcétera.
Aún después de transcurridos dieciocho (18) meses no se podían embargar los bienes de la
Nación colombiana, por lo que el cumplimiento de la sentencia se hacía nugatorio. Debido a
ésto, la Corte Constitucional, al estudiar la exequibilidad de la ley 38 de 1989, consideró
que LOS RECURSOS Y RENTAS DEL ESTADO SON EMBARGABLES, siempre que se trate de
obligaciones en dinero a su cargo, surgidas como consecuencia de susRELACIONES
LABORALES, y cuyo pago no se hubiere obtenido por la vía administrativa o judicial.
La demanda ejecutiva deberá reunir los requisitos formales del artículo 25 del Código Procesal
del Trabajo, y las pretensiones consistirán en que se obligue al ejecutado a entregar las sumas
de dinero, a hacer o a no hacer algo. Necesariamente deberá acompañarse el título ejecutivo,
pues de lo contrario la demanda será inepta.
Cuando se trate de perseguir bienes del ejecutado, la demanda contendrá una relación de los
bienes del deudor, y se solicitará su embargo y secuestro. El ejecutante deberá denunciar los
bienes del deudor, bajo juramento. En el procedimiento civil hay que prestar caución, lo cual
no es procedente en el procedimiento laboral.
Los bienes embargados deben ser proporcionales a la suma perseguida, sus intereses y costos
judiciales del proceso ejecutivo.
En el decreto de embargo o secuestro, el juez señalará la suma que ordene pagar, citará el
documento que sirva de título ejecutivo y nombrará secuestre, si fuere del caso. Si en el
decreto se comprenden bienes raíces, se comunicará la providencia inmediatamente al
registrador de instrumentos públicos.
Cuando los bienes embargados fueren de un tercero, éste deberá prestar caución de
indemnizar a las partes de los perjuicios que pudiere causarles con su acción, y podrá pedir
que se levante el secuestro de dichos bienes, alegando que tenía la posesión de ellos en el
tiempo en que aquél se hizo.
Junto con su petición, el tercero deberá presentar las pruebas en que la funde, y el juez
resolverá de plano.
Esta actuación se puede hacer en cualquier tiempo, pero antes de la diligencia de remate.
a) LA VIA DE LOS RECURSOS. El ejecutado puede interponer contra el mandamiento de pago
los recursos de reposición y apelación, buscando restarle eficacia jurídica al título ejecutivo, es
decir, que no contiene una obligación expresa, o que no es clara, o que no es exigible.
b) LA VIA DE LAS EXCEPCIONES. El artículo 107 del Código Procesal del Trabajo establecía que
en esta clase de procesos no eran admisibles incidentes y que la única excepción que podía
proponerse era la de pago con posterioridad al título ejecutivo, pero dicha norma fue
declarada inexequible por la Corte Suprema de Justicia, en sentencia de 29 de marzo de 1990,
por lo que hoy se pueden proponer todos los incidentes y excepciones que el ejecutado crea
tener a su favor.
Si el ejecutado pagare inmediatamente o diere caución real que garantice el pago en forma
satisfactoria para el juez, se decretará, sin más trámite, el desembargo y el levantamiento del
secuestro.
Si no pagare ni prestare caución y lo embargado fuere una suma de dinero, el juez ordenará el
pago de esa suma una vez en firme la respectiva liquidación y ordenará la devolución del saldo
al ejecutado, si quedare alguno.
Si lo embargado fuere otra clase de bienes del ejecutado, se nombrará perito avaluador para
determinar el valor de dichos bienes.
En firme el dictamen pericial, se señalará fecha para que se realice la diligencia de remate.
Seis (6) días antes del remate se publicarán y fijarán en la secretaría del juzgado y en tres (3) de
los lugares más concurridos, carteles en los que se de cuenta al público que se va a verificar,
con especificación de los bienes respectivos, sean estos muebles o inmuebles.
Si todos o parte de los bienes que se rematan estuvieren situados en distintos municipios de
aquél en que deba hacerse la diligencia de remate, el juez que esté conociendo del proceso
librará despacho comisorio a uno (1) de los jueces del lugar donde se encuentren dichos
bienes, para que también fije carteles por seis (6) días en los términos indicados. Sin la
devolución del despacho diligenciado no se podrá proceder al remate.
Practicada la diligencia de remate, el juez ordenará entregar al ejecutante las sumas necesarias
para cubrir el monto de la obligación, sus intereses, los costos del proceso ejecutivo y los
honorarios de los auxiliares de la justicia que participaron en el proceso. Si quedare algún saldo
lo entregará al ejecutado y ordenará la terminación del proceso.