Sunteți pe pagina 1din 5

Reconocimiento de carácter oficial Resolución 4068-6 de 05 de julio de 2019

Tarea 1
Período 2º
Grado 11

I
Desde las lecturas explique que es:

 Desarrollo y subdesarrollo
 Marginalidad
 Desnacionalización
II
Argumente:
Relación existente entre desnacionalización y deslatinoamericanización

III
Establezca desde lo escrito (redactar) algunas causas de la marginalidad urbana.

Nota: para responder la tarea debe fundamentarse en las lecturas anexas.

César Durán Vanegas


ANEXOS

DESARROLLO Y SUBDESARROLLO

Desde hace ya casi dos décadas el problema del desarrollo y del subdesarrollo económico constituye uno de los
más frecuentes e importantes tópicos de discusión en los principales foros internacionales. Otro tanto viene
ocurriendo desde hace algunos años en los medios académicos, principalmente en los campos de la economía y
de las ciencias sociales. La producción intelectual sobre el tema ha llegado a ser tan vasta que ya no parece
posible siquiera mantenerse al día en la literatura correspondiente. Podría parecer ocioso entretenerse con una
discusión conceptual; sin embargo, los autores que han prestado atención al tema convienen en que los
conceptos empleados son insatisfactorios. EÍ lenguaje corriente utiliza diversos términos como sinónimos para
caracterizar un cierto tipo de naciones: países poco desarrollados, o en vías de desarrollo, países pobres, países
no-industrializados, de producción primaria, países atrasados y dependientes, etc. Términos imprecisos y vagos,
si se quiere, desde un punto de vista estrictamente académico, ya que tienen connotaciones diferentes; pero
transparentes en realidad, para el buen entendedor, sobre el tipo de país aludido. El problema fundamental
consiste en que el fenómeno que se procura describir empleando estos conceptos es extremadamente
complejo, tiene innumerables facetas importantes y se puede examinar también desde ángulos muy diversos.
En este trabajo se acepta por eso la hipótesis de que la problemática del subdesarrollo económico consiste
precisamente en ese conjunto complejo e interrelacionado de fenómenos que se traducen y expresan en
desigualdades flagrantes de riqueza y de pobreza, en estancamiento, en retraso respecto de otros países, en
potencialidades productivas desaprovechadas, en dependencia económica, cultural, política y tecnológica. Los
conceptos utilizados para identificar un país tienen necesariamente alguna de estas facetas como principal
elemento de referencia. Hay quienes prefieren hablar de “países pobres”, y consideran por lo tanto las otras
expresiones como meros eufemismos, porque tienen del subdesarrollo un concepto donde prevalecen los
aspectos relativos a la distribución del ingreso, tanto entre países ricos y pobres como entre ricos y pobres
dentro de cada país. Quienes hablan del “subdesarrollo” tienden a concebir el fenómeno como una situación
estructural e institucional característica, como una etapa en el proceso histórico de desarrollo. Los que prefieren
la expresión “países en vías de desarrollo” acentúan más bien las posibilidades de aprovechamiento del
potencial productivo de una sociedad. Poner el acento sobre la “dependencia” es preocuparse esencialmente
por las características que adquieren las relaciones económicas, tecnológicas y políticas entre los países
desarrollados y subdesarrollados. Cuando se prefiere, por último, la expresión “países no-industrializados” se
acentúa implícitamente la importancia especial atribuida a la industrialización en el proceso de desarrollo. [15]
i6 CON CEPTO S D E D ESA RROLLO Y SUBDESARROLLO Cada concepto destaca así un aspecto particular de la
problemática del desarrollo, y de esa manera constituye de hecho un diagnóstico de las causas básicas y de la
política de desarrollo, puesto que el concepto prejuzga en qué sentido se debe actuar para alcanzar el
desarrollo. Destacar, por ejemplo, la pobreza entre todos los aspectos, conduce a una política de desarrollo que
pondrá un acento particular sobre la redistribución internacional e interna del ingreso. El subdesarrollo
concebido como estado o situación estructural e institucional, lleva a sostener que el subrayado de la política de
desarrollo debe ponerse en el cambio de las estructuras e instituciones que se presume determinan ese estado
o situación. Cuando se destacan como características básicas las potencialidades desaprovechadas de los
recursos humanos y naturales, el acento de la política de desarrollo se vuelca hacia la educación y la formación
de mano de obra calificada, así como a la aplicación de la tecnología moderna. Cuando en cambio se insiste
sobre los problemas de la dependencia, la política tenderá a modificar las formas tradicionales de vinculación
entre países y al fortalecimiento del sistema nacional. La preferencia por uno u otro concepto implica, pues, la
existencia de una concepción predeterminada del fenómeno, que se traduce en un diagnóstico de la o las causas
básicas del problema y establece preferencias en cuanto a las prioridades de la política de desarrollo. Esa
concepción apriorística es, en cierta medida, el producto de la posición ideológica y del método analítico del
observador, así como también del conocimiento concreto que pueda tener de dichos problemas. No carece de
sentido, por lo tanto, realizar un esfuerzo de aclaración sistemática para saber qué entienden por desarrollo
económico diferentes escuelas de pensamiento, y señalar el sentido que adquirirá el concepto en este libro; tal
examen es particularmente importante porque su empleo es muy reciente y fue modificando sensiblemente su
sentido. Y esto no sólo durante las últimas décadas, cuando su uso se ha generalizado, sino desde mucho antes,
en la terminología económica que le sirvió como antecedente. En realidad, un concepto como el examinado
encierra toda una gran definición de la problemática fundamental de la época, de cómo ha sido racionalizada y
planteada en el terreno del pensamiento social, como así también respecto del pensamiento económico y de las
políticas concretas. Para aclarar el contenido profundo que el concepto de desarrollo tuvo al principio cuando su
uso se popularizó en los años inmediatamente posteriores a la segunda guerra mundial, y el que adquirió en la
actualidad, así como para ilustrar la interacción histórica entre la concepción de un fenómeno, la realidad
concreta y el pensamiento de la época, se tratará de investigar primeramente cuál es la connotación, sentido y
naturaleza que al concepto ahora se atribuye, para cotejarlo en seguida con sus antecedentes históricos; para
ello se procederá a un análisis comparativo de términos que expresaron ideas similares y fueron usados por
corrientes de pensamiento bien definidas, en determinados períodos de los siglos xix y xx. Se comienza, por
consiguiente, con una referencia al surgimiento del tema del desarrollo como un tópico de preponderante
actualidad política en la posguerra. Se continúa luego con un examen de sus antecedentes a través de las CO N
CEPTO S DE DESA RROLLO Y SUBDESARROLLO 17 nociones de riqueza, evolución y progreso, propias de la gran
expansión de la economía europea durante los siglos xvm y xix bajo el signo del liberalismo. Sigue una
apreciación de los conceptos de industrialización y crecimiento, fruto el primero de los esfuerzos deliberados de
ciertos países para participar en el proceso desencadenado por la Revolución Industrial; y el segundo, de las
políticas destinadas a solucionar los problemas del desempleo en economías capitalistas maduras. Más adelante
se discuten, desde idéntico punto de vista, las corrientes de pensamiento o enfoques actuales sobre el concepto
de desarrollo. El examen de cada uno de esos conceptos se realiza desde el ángulo de la realidad histórica
concreta que refleja, del pensamiento económico de la época y del pensamiento social o filosófico
correspondiente. Este análisis conceptual tiene gran importancia práctica; permite apreciar el desajuste que
existe entre una problemática concreta y actual, cada vez mejor conocida, y los esquemas de pensamiento
heredados del pasado para su interpretación y para fundamentar la acción política, que cada vez aparecen como
más insuficientes ( El subdesarrollo latinoamericano y la teoría del desarrollo/ Osvaldo Sunkel/ Publicaciones de
la CEPAL).
MARGINALIDAD

El reconocimiento del estancamiento latinoamericano es algo que ha tenido lugar desde hace tiempo,
hallándose en el origen de los esfuerzos de programación de la CEPAL. Pero el hincapié sobre el problema de la
marginalidad es más reciente. Fue a través del estudio del estancamiento como se llegó a la comprensión de la
naturaleza y de las causas de la marginalidad económico-social en América Latina y se pasó, en la presente
década, a comprender la relación de causalidad circular entre una y otra. Se caracteriza la marginalidad
latinoamericana, considerándose apenas sus aspectos intrarregionales, por el hecho de que el sector primario
continúa principalmente (en términos de mano de obra) ocupado en una agricultura de subsistencia y presenta
una enorme tasa de subempleo. La ocupación primaria no logra así atender al propio incremento vegetativo de
la población rural, dando margen a una creciente emigración hacia los centros urbanos. A diferencia de la
experiencia europea de principios de la Revolución Industrial, tal emigración no está determinada sino
marginalmente por el crecimiento tecnológico de la productividad agrícola. Tampoco resulta del agotamiento de
tierras, sino de la inexistencia de tierras públicas y de una política de colonización que impide la roturación de
tierras nuevas a los agricultores. La exportación de mano de obra rural a los centros urbanos se origina en la
estructura de la propiedad y en el régimen de producción agrícola, determinados aún predominantemente por
la dicotomía latifundio-minifundio, con subempleo simultáneo de la tierra y la mano de obra, respectivamente.
Lo que es todavía más grave es que la corriente migratoria que se dirige a los centros urbanos, a diferencia
nuevamente de lo ocurrido en la Europa de la Revolución Industrial, no es sino marginalmente absorbida por el
sector secundario. En el caso europeo, como es bien sabido, hubo, grosso modo, un equilibrio entre los
contingentes de mano de obra liberados por la tecnificación de la agricultura y la creciente demanda urbana de
trabajadores por parte de una industria en rápida expansión, y que se hallaba en su 30 La dependencia politico -
económica de América Latina fase tecnológica de trabajo intensivo; los excedentes de ese proceso fueron
exportados al Nuevo Mundo. En el caso de América Latina se advierte que el proceso de industrialización, de un
lado, ahorra cada vez más mano de obra, dadas las características generales del desenvolvimiento tecnológico y
la completa dependencia de la región a tecnologías exportadas por países para los cuales la economía de mano
de obra tiene pleno sentido. Por otro lado, ocurre que a causa del mismo desarrollo tecnológico, la nueva
industria, además del ahorrar mano de obra, es particularmente economizadora de mano de obra no calificada,
precisamente la que es exportada por el campo; de aquí resulta el bajísimo coeficiente de empleo, por unidad
de capital, brindado por el sector secundario en las condiciones presentes de América Latina y el hecho de que
solamente las formas menos calificadas y más aleatorias del terciario logran absorber ese excedente de mano de
obra que se dirige a los centros urbanos. Puede decirse que las masas latinoamericanas pasan de una
marginalidad primaria a una marginalidad terciaria. El inmenso y creciente cinturón de la miseria de las ciudades
latinoamericanas, a pesar de la interferencia de otros factores, refleja esa marginalidad urbana.

DESNACIONALIZACIÓN ECONÓMICA

Como se hizo notar con anterioridad, por lo menos en tres sentidos esenciales se lleva a cabo el proceso de
desnacionalización de los países latinoamericanos y con esto tiene lugar la “deslatinoamericanización” de la
región en su conjunto: 1) la desnacionalización de los sectores estratégicos de la economía, 2) la
desnacionalización cultural, particularmente por la creciente y acumulativa dependencia científico-tecnológica, y
3) la desnacionalización político-militar. Se menciona además un cuarto sentido, usualmente más enfocado que
los procedentes por los economistas, pero que a largo plazo tiende a ser menos relevante, pues es reflejo de
otros factores: la desnacionalización implícita en el aumento de la dependencia externa de financiamiento,
refinanciamientos e inversiones… ( La dependencia político-económica de América – Latina/Hello Guaribe…
/Biblioteca virtual de CLACSO)

S-ar putea să vă placă și